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que se interese por nosotros?
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Rodov i a SP-141, km 43
18285-000 Cesário Lange, sr, Brasil
Créditos fo t ográficos: Portada: J. Hester y P. Scowen (AZ State Univ.), NASA; página 6: Tomp-
kins Collection/cortesía del Museo de Bellas Art es (Bastan) ; páginas 12, 13 Y 78: cortesía del
Observatorio Angloaustraliano, fotografías de David Malin; páginas 14, 37 Y 41: UPIICorbis-
Bettmann; página 22: foto de la NASA; página 76: Acrópolis (Atenas); página 86: L. Ferrare -
se (Universidad Johns Hopkins) y NASA; página 89: foto de U.8. Nabonal Archives; páginas 91
y 117: Culver Pictures; página 107: fotografía de la OMS, de Edouard Boubat ; página 110:
rollo: cortesía del Santuar io del Libro, Museo de Israel (Jerusalén); página 115: cortesía de l
Museo Brit ánico; páginas 123, 129 Y 136: Pictorial Archive (Near Eastern History) Est.; pági-
na 130: Garo Na lbandian; página 163: cortesía: Tumba del Jardín; página 171: del libro
Liberty's Victoriolls CO/tflict; página 179: bote de remos: Garo Nalbandian
IMPRESIÓN DE 2006
2 La controversia:
¿cómo se originó el universo? 10
La controversia:
¿cómo se originó el universo?
LOS astronautas se emocionan al fotografiar la Tierra
que divisan, imponente, desde la ventanilla de la nave
espacial. "Esto es lo mejor de volar por el espacio", dijo
uno de ellos. Pero nuestra Tierra es muy pequeña en
comparación con el sistema solar. El Sol podría contener
sobradamente un millón de planetas del tamaño de la
Tierra. En cualquier caso, ¿afectan de alguna manera a
nuestra vida y su sentido estos hechos sobre el universo?
Realicemos un breve viaje mental al espacio para ob-
servar las dimensiones relativas de la Tierra y del Sol.
Nuestro Sol es tan solo una de la impresionante canti-
dad de estrellas que se encuentran en uno de los brazos
en espiral de la galaxia conocida como la Vía Láctea, *
que, a su vez, es solo una diminuta parte del universo.
A simple vista, pueden observarse unas cuantas man-
chas de luz en el firmamento, que son en realidad otras
galaxias, como Andrómeda, muy llamativa y de mayor
tamaño. La Vía Láctea, Andrómeda y otras galaxias,
unidas por las fuerzas gravitatorias, forman un cúmulo,
que a su vez constituye tan solo una pequeña parcela de
un inmenso supercúmulo. El universo contiene innume-
rables supercúmulos, y ahí no termina todo.
Los cúmulos no están distribuidos uniformemente en
el espacio. A escala cósmica parecen delgadas hojas y fi-
lamentos alrededor de grandes vacíos a modo de burbu-
jas. Algunas estructuras son tan largas y anchas que se
asemejan a imponentes murallas. Estos hechos pueden
* La Vía Láctea tiene aproximadamente un trillón de kilómetros
de diámetro, esto es, 1.000.000.000.000.000.000 de kilómetros, que
la luz tarda en cruzar cien mil años. Esta galaxia contiene más de
cien mil millones de estrellas.
La controversia: ¿cómo se originó el universo? 11
La Vía Láctea contiene más de cien mil millones de estrellas, y es solo una
de los más de cincuenta mil millones de galaxias del universo conocido
14 ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?
La intensidad justa
Las cuatro fuerzas fundamentales ejercen su influen-
cia tanto en la inmensidad del cosmos como en el mundo
infinitesimal de las estructuras atómicas. Puede decirse
que afectan a todo lo que vemos a nuestro alrededor.
Los elementos fundamentales para la vida, (particu-
larmente el carbono, el oxígeno y el hierro) no podrían
existir si las cuatro fuerzas que operan en el universo
no tuvieran la intensidad justa. Ya se ha hecho mención
de una de ellas: la gravedad. Otra es la fuerza elec-
tromagnética. Si esta fuera mucho más débil, los elec-
trones no se mantendrían alrededor del núcleo del áto-
mo. "¿Sería esto grave?", quizá nos preguntemos. Sin
duda, porque los átomos no podrían combinarse para
formar moléculas. Por el contrario, si esta fuerza fuera
mucho más intensa, el núcleo atómico atraería hacia sí
a los electrones. No podría producirse ninguna reacción
química entre los átomos, lo que haría imposible la
vida. Incluso desde este punto de vista, está claro que
nuestra existencia depende de la intensidad justa de la
fuerza electromagnética.
"Combinación de coincidencias"
"Si la fuerza débil hubiera sido un poco más fuerte,
no se habría producido el helio; si hubiese sido un poco
más débil, casi todo el hidrógeno se habría convertido en
helio."
"La viabilidad de un universo en el que hay helio y su-
pernovas que explotan es muy escasa . Nuestra existencia
depende de esta combinación de coincidencias, y de la
coincidencia todavía más asombrosa de los niveles de
energía nuclear predichos por [el astrónomo Fred] Hoyle.
A diferencia de todas las generaciones anteriores, sa-
bemos cómo llegamos aquí. pero al igual que todas las
generaciones anteriores. aún no sabemos por qué." (New
Scientist.)
La controversia: ¿cómo se originó el universo? 21
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de la Tierra y su posición con
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.~ .o_. ' ,-" El lIbro blblIco de Job contIene unas
preguntas que ponen de relieve nuestras li-
mitaciones: "¿Dónde te hallabas tú cuando yo
fundé la tierra? [... ] ¿Quién fijó sus medidas, si
acaso lo sabes?" (Job 38:4, 5). Estas preguntas exigen,
como nunca antes, una respuesta. ¿Por qué? Debido a
las sorprendentes características de la Tierra que hoy
conocemos, como las relativas a su tamaño y posición en
el sistema solar.
No se ha encontrado ningún planeta como la Tierra
en ninguna parte del universo. Es verdad que, según al-
gunos científicos, hay pruebas indirectas de que ciertas
estrellas tienen objetos en su órbita cientos de veces
mayores que la Tierra. Sin embargo, nuestro planeta
tiene el tamaño justo para hacer posible nuestra exis-
tencia. ¿En qué sentido? Si la Tierra fuera ligeramente
mayor, tendría más gravedad y el hidrógeno, un gas li-
gero, se acumularía al no poder escapar de la gravedad
terrestre , de modo que la atmósfera sería inhóspita
para la vida. Por otra parte, si la Tierra fuera ligera-
APÉNDICE
"Unidades arquitectónicas del universo"
Así describe una enciclopedia moderna los elementos químicos.
Estos elementos terrestres son muy variados. Algunos son raros, otros,
abundantes. Unos, como el oro, atraen alojo humano. Otros son gases
que ni siquiera vemos, como el nitrógeno y el oxígeno. Cada elemento
está constituido por una determinada clase de átomos. La estructura
de los átomos y su relación entre sí denota economía y orden
sistemático.
Hace unos trescientos años, solo se conocían doce elementos:
antimonio, arsénico, azufre, bismuto, carbono, cobre, estaño, hierro,
mercurio, oro, plata y plomo. Cuando se descubrieron otros elementos,
los científicos se dieron cuenta de que reflejaban un orden definido.
Dado que había ciertas lagunas en ese orden , algunos químicos
y físicos, como Mendeleiev, Ramsay, Moseley y Boh r, teorizaron la
existencia de elementos desconocidos y sus características. Estos
se descubrieron más tarde, tal y como se había previsto. ¿Por qué
pudieron predecir esos científicos formas de materia que aún no se
conocían?
Pues bien , los elementos siguen un orden numérico natural basado
en la estructura de sus átomos. Esta es una ley probada. Así es que
en los libros de texto hallamos una tabla periódica de los elementos
distribuidos en filas y columnas: hidrógeno, helio, etc.
La Enciclopedia McGraw-Hill de Ciencia y Tecnología observa:
"Pocas sistematizaciones en la historia de la ciencia pueden rivalizar
con el concepto periódico como una revelación total del orden del
mundo físico. [oo .] De descubrirse un elemento nuevo en el futuro, este
deberá ocupar un lugar en el sistema periódico que esté de acuerdo
con el orden y exhibirá las propiedades características conocidas" .
Cuando se ordenan los elementos en las filas y columnas de la tabla
periódica, se observa una notable relación entre los elementos de
una misma columna. Por ejemplo, en la última columna se hallan
el helio (núm. 2), el neón (núm. 10), el argón (núm. 18), el criptón
(núm. 36), el xenón (núm. 54) y el radón (núm . 86). Estos son
gases que emiten un resplandor cuando pasa por ellos una descarga
eléctrica, y se emplean en diferentes tipos de lámparas. Además,
no reaccionan fácilmente con diversos elementos, como es el caso de
otros gases.
Sí, el universo, hasta en sus partículas atómicas, revela un orden
y una armonía sorprendentes. ¿A qué puede atribuirse este orden ,
armonía y variedad de los componentes básicos del universo?
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CAPÍTULO 3
¿Génesis en el laboratorio?
A principios de los años cincuenta los científicos se
dispusieron a comprobar la teoría de Alexandr Opa-
rin. Era un hecho incuestionado que la vida procedía
solo de la vida. Ahora bien, los científicos teorizaron
que si las condiciones del pasado hubieran sido dife-
rentes, la vida podría haber surgido lentamente de la
no vida. ¿Era demostrable esta teoría? En ellaborato-
rio de Harold Urey, el científico Stanley L. Miller tomó
hidrógeno, amoníaco, metano y vapor de agua (supo-
niendo que esta era la composición de la atmósfera pri-
migenia), los selló en un matraz en cuyo fondo había
agua hirviendo (como si fuera el océano), y sometió
la mezcla a descargas eléctricas (a modo de rayos).
Al cabo de una semana se detectaron rastros de una
sustancia viscosa y rojiza. Al analizarla, Miller descu-
brió que contenía muchos aminoácidos: los componen-
tes de las proteínas. Posiblemente sepa de este experi-
mento, pues se ha incluido por años en los libros de
texto y en cursos escolares como explicación del origen
de la vida en la Tierra. Pero ¿lo explica?
¿ Qué origen tuvo la vida? 35
Dextrógiros, levógiros
Tal como hay guantes para la mano derecha y para la
izquierda, los aminoácidos también pueden ser dextrógiros
(desvían hacia la derecha el plano de polarización de la luz) o
levógiros (desvían hacia la izquierda dicho plano). De los apro-
ximadamente cien aminoácidos conocidos, solo veinte se ha-
llan presentes en las proteínas, y todos son levógiros. Cuando
los científicos producen aminoácidos en el laboratorio imitan-
do lo que piensan que posiblemente ocurrió en el caldo pre-
biótico, se encuentran con un número igual de moléculas
"dextrógiras" y "levógiras". "Esta distribución al 50% -dice
The New York Times- no es característica de la vida, que de-
pende solo de aminoácidos levógiros." Por qué están hechos
los seres vivos solo de aminoácidos levógiros es "un gran mis-
terio ". Incluso los aminoácidos que se han hallado en los me-
teoritos "son mayoritariamente levógiros". El doctor Jeffrey
L. Bada, que estudia la problemática del origen de la vida, dijo
que "alguna influencia extraterrestre debió contribuir a deter-
minar la orientación de los aminoácidos biológicos".
• Mitocondria
Centro de
• Cromosomas prod ucción de
Contienen el ADN, el
las moléculas
plan maestro genético
que suministran
energía a la célula
Información e inteligencia
El profesor Maciej Giertych, renombrado genetista
del Instituto de Dendrología de la Academia Polaca
de Ciencias, respondió lo siguiente en una entrevista
para un documental:
"Somos ahora conscientes de la impresionante canti-
dad de información contenida en los genes. La ciencia
44 ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?
APÉNDICE A
Trabajo de equipo en pro de la vida
La vida no podría existir en la Tierra sin la labor de equipo de las mo-
léculas de proteína y las de ácidos nucleicos (ADN o ARN) dentro de la
célula viva. Repasemos brevemente algunos de los detalles de este fas-
cinante trabajo molecular de equipo, pues constituyen la razón por la
que a muchas personas les resulta difíci l creer que las células vivas sur-
gieran por accidente.
Si exa minam os el cuerpo humano, a nivel celular o subcelular, adve r-
timos que estamos compuestos principalmente de moléculas de proteí-
nas. La mayoría de ellas están hechas de cadenas de aminoácidos do-
bladas y torcidas en diferentes formas. Algunas adopt an una forma
esférica, otras se parecen a los pliegues de un acordeón .
Ciertas proteínas trabajan con moléculas de lípidos para formar la
membrana celular. Otras colaboran en el transporte de oxígeno de los
pulmones al resto del cuerpo. Algunas de ellas actúan como enzimas
(catalizadores) para digerir el alimento que tomamos, descomponiendo
las proteínas de la co mida en aminoácidos. Estas son solo unas cuan-
tas de las miles de tareas que las proteínas desempeñan. Se las podría
denominar las artesanas de la vida: sin ellas la vida no existiría. Pero
tampoco habría proteínas si no fuera por el ADN. Ahora bien, ¿qué es
el ADN y cómo es? ¿Qué tiene que ver con las proteínas? Científicos bri-
llantes han ganado el premio Nobel por descubrir las respuestas a es-
tas preguntas. Pero no hay que saber mucho de biología para entender
los hechos básicos relativos a las proteínas.
La molécula maestra
Las células se com ponen principalmente de proteínas, de modo que
se necesitan constantemente nuevas proteínas para mantener las célu-
las, formar otras nuevas y facilitar las reacciones químicas en su inte-
rior. Las instrucciones requ eridas para producir proteínas se hallan en
las moléculas de ADN (ácido desoxirribonucleico). Para entender mejor
la fo rmación de las proteínas, vea mos más de cerca el ADN .
Las moléculas de ADN residen en el núcleo de la célula. Además de
las instrucciones necesarias para la producción de proteínas, el ADN al-
macena y transmite información genética de una generación de cé lulas
a la siguiente. Estas moléculas tienen una estructura en forma de doble
hélice, parecida a una escalera de cuerda retorcida. Cada una de las
dos hebras o cadenas de esta estructura de ADN consiste en un gran
nú mero de unidades más pequeñas llamadas nucleótidos, que son de
cuatro tipos: adenina (A), guani na (G), citos ina (C) y timina (T). La combi-
nación de estas letras del "alfabeto" del ADN en pares (A y T, o G y C)
46 ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?
Lenguaje e inteligencia
¿Por qué es tan superior la inteligencia del ser humano a
la de los animales, como los monos? Un factor es el uso de
la sintaxis, es decir, combinar los sonidos para formar pala-
bras, y utilizar las palabras para componer frases. El neu-
rofisiólogo teórico doctor William H. Calvin explica:
"En su estado salvaje los chimpancés emplean unas tres
docenas de vocalizaciones distintas para comunicar unas
tres docenas de significados diferentes. Pueden repetir un
sonido para intensificar su significación, pero jamás junta-
rán tres sonidos para añadir a su vocabulario una voz nueva.
"Los humanos empleamos también unas tres docenas de
vocalizaciones, o fonemas . Pero solo sus combinaciones po-
seen sentido: juntamos sonidos sin significación para hacer
palabras significativas." El doctor Calvin señaló que "nadie
ha explicado aún" el salto del sistema "un sonido/un signi-
ficado" de los animales a nuestra singular capacidad sintác-
tica.
60 ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?
No tuvo Tuvo
principio principio
Sin Hubo
causa una causa
Por ALGO
eterno
¿ Qué hay tras la obra maestra? 79
Conclusión razonable
La generalidad de los científicos concuerdan en que el
universo tuvo principio. La mayor parte también está de
acuerdo en que antes de este principio, tuvo que exis-
tir algo real. Algunos hablan de una energía sempiter-
na. Otros postulan un caos primigenio como la condición
preexistente. Sin importar como se le denomine, la ma-
yoría presupone la existencia de algo que no tuvo princi-
pio y que se remonta infinitamente en el tiempo.
De modo que la cuestión queda reducida a si presupo-
nemos que era algo eterno o alguien eterno. Una vez ana-
lizado lo que la ciencia ha descubierto sobre el origen y la
naturaleza del universo y la vida que hay en él, ¿cuál de
estas opciones le parece más razonable?
80 ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?
Los discos de polvo, como este de la galaxia NGC 4261, dan cuenta
de la existencia de agujeros negros, que no pueden verse. La Biblia
dice que, en un ámbito diferente, existen criaturas poderosas, pero
que no pueden verse
creativas especiales.
"Había oscuridad
sobre la superficie
de la profundidad
acuosa" (Génesis
1:2). En aquel tiem-
po primitivo algo,
quizá una mezcla de
vapor de agua, otros
gases y polvo volcá-
nico, debió impedir
que la luz del Sol
llegara hasta la su-
perficie de la Tierra.
La Biblia explica el
primer período de
la creación de esta
manera: "Dios pro-
cedió a decir: 'Haya
luz'; y gradualmen-
Las obras creativas de los "días " uno te llegó a existir la
a tres culminaron en una impresionante luz", es decir, llegó a
variedad de especies vegetales
la superficie terres-
tre (Génesis 1:3, traducción de J. W. Watts).
La expresión "gradualmente llegó a" refleja con
exactitud un estado del verbo hebreo que denota una
acción progresiva que tarda un tiempo en completarse.
Todo el que lea el primer capítulo de Génesis en hebreo
puede hallar unas cuarenta veces esta forma, la cual
es un factor clave para la comprensión de dicho capí-
tulo. Lo que Dios empezó en la tarde figurativa de un
período creativo se hizo progresivamente claro o evi-
dente en la mañana de ese "día".-' Por otra parte, lo
* Los hebreos contaban el día de puesta de sol a puesta de sol.
¿Puede confiarse en un relato antiguo de la creación? 95
La samaritana
"¿Acaso no es este el Cristo?", se preguntó una sa-
maritana después de conversar un rato con Jesús
(Juan 4:29). Esta mujer incluso instó a otras personas
de la cercana población de Sicar a conocerlo personal-
mente. ¿Qué la movió a aceptar a Jesús como el Me-
sías?
La samaritana se encontró con Jesús cuando este
descansaba después de haber andado toda la maña-
na por los caminos polvorientos de las colinas de Sa-
maria. Aunque Jesús estaba fatigado, habló con ella.
Al observar su sincero interés espiritual, le comunicó
verdades profundas sobre la necesidad de "[adorar] al
Padre con espíritu y con verdad". Después le reveló que
en realidad era el Cristo, hecho que todavía no había
confesado en público (Juan 4:3-26).
Para la samaritana, este encuentro con Jesús fue
muy significativo. Sus anteriores prácticas religiosas
se habían centrado en el culto que se rendía en el mon-
te Guerizim, y se fundamentaban solo en los cinco
primeros libros de la Biblia. Los judíos evitaban a
los samaritanos, muchos de los cuales descendían del
mestizaje entre las diez tribus de Israel y otros pue-
blos. Pero Jesús actuó de modo muy diferente. Estuvo
dispuesto a enseñar a la samaritana, aunque su mi-
sión iba dirigida a "las ovejas perdidas de la casa de
Israel" (Mateo 15:24). En este caso reflejó la disposi-
ción de Jehová para aceptar a personas sinceras de to-
das las naciones (1 Reyes 8:41-43). Tanto Jesús como
Jehová están por encima de la intolerante hostilidad
148 ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?
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Hombre de acción
Jesucristo no fue un hombre solitario y pasivo . Fue un
resuelto hombre de acción. Viajó a "las aldeas en circui-
to, enseñando" para ayudar a las personas que estaban
"desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor"
(Marcos 6:6; Mateo 9:36; Lucas 8:1). A diferencia de mu-
chos caudillos religiosos adinerados de la actualidad, Je-
sús no acumuló riquezas; ni siquiera tenía "dónde recos-
tar la cabeza" (Mateo 8:20).
Aunque se centró en la curación y alimentación espiri-
tuales, no pasó por alto las necesidades físicas de la gen-
te. Curó a los enfermos, a los minusválidos y a los ende-
moniados (Marcos 1:32-34). En dos ocasiones alimentó a
miles de sus entusiastas oyentes porque se compadeció
de ellos (Marcos 6:35-44; 8:1-8). Ejecutaba milagros mo-
vido por su interés en la gente (Marcos 1:40-42).
Jesús actuó con decisión cuando echó del templo a los
codiciosos mercaderes. Quienes lo observaron recorda-
ron las palabras del salmista: "El celo por tu casa me con-
sumirá" (Juan 2:14-17). No escatimó palabras a la hora
de condenar a los hipócritas líderes religiosos (Mateo 23:
1-39). Tampoco cedió ante la presión de polítiCOS impor-
tantes (Mateo 26:59-64; Juan 18:33-37).
Es emocionante leer el dinámico ministerio de Jesús.
Muchos de los que lo hacen por primera vez empiezan
por el Evangelio de Marcos, un relato corto y ágil de este
hombre de acción.
160 ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?
El alma no es inmortal
La Biblia enseña que toda persona es un alma humana;
cuando la persona muere, el alma muere. Ezequiel 18:4
dice: " El alma que peca oo.ella misma morirá ". Los muertos
no están conscientes ni vivos en ningún otro lugar. Salo-
món escribió: "En cuanto a los muertos, ellos no tienen
conciencia de nada en absoluto" (Eclesiastés 9:5, 10).
Ni los judíos ni los primeros cristianos enseñaron que el
alma fuera inmortal.
"El alma en el A[ntiguo] T[estamento] no significa una
parte del hombre, sino el hombre completo, el hombre
como ser vivo. Del mismo modo, en el N[uevo] T[estamen-
to] significa la vida humana [oo.]. La Biblia no habla de la
supervivencia de ninguna alma inmaterial. " (New Catholic
Encyc/opedia.)
"La idea de la inmortalidad del alma y la fe en la re-
surrección de los muertos [oo .] son dos conceptos pertene-
cientes a dos planos completamente distintos." (Dopo la
morte: immortalita o resurrezione?, del teólogo Philippe
H. Menoud.)
"Como el hombre completo es pecador, cuando muere,
muere completamente, con cuerpo y alma (muerte comple-
ta) [oo. ]. Entre la muerte y la resurrección hay una brecha."
(El catecismo luterano Evangelischer Erwachsenenkate-
chismus .)
¿Por qué hay tanto sufrimiento, si el Creador se interesa por nosotros? 169
los huérfanos (Job, capítulos 15, 22). Los otros dos fal-
sos consoladores también amonestaron a Job como si
este fuera el culpable de sus sufrimientos. ¿Estaban
en lo cierto? En absoluto.
El libro de Job nos ayuda a identificar la causa pri-
maria del sufrimiento de este hombre y a entender por
qué lo permitió Dios. Los capítulos 1 y 2 revelan lo que
acababa de suceder en los cielos invisibles, en el ám-
bito espiritual. El espíritu rebelde llamado Satanás*
se había reunido con otros espíritus ante la presencia
de Dios. Cuando Dios señaló la inculpabilidad de Job,
Satanás respondió con el siguiente desafío: "¿Ha te-
mido Job a Dios por nada? [... ] Pero, para variar, sír-
vete alargar la mano, y toca todo lo que tiene, y ve si
no te maldice en tu misma cara" (Job 1:9-12).
En otras palabras, Satanás acusó a Dios de sobor-
nar a Job. Esta criatura espiritual desafiante alegó
que si se le privaba a Job de sus r iquezas y de su sa-
lud, maldeciría a Jehová. Por extensión, Satanás afir-
mó que ningún ser humano amaría a Dios ni le sería
leal si por ello debía sufrir. Aquel desafío tuvo un im-
pacto de alcance mundial, cuyos efectos se sentirían
por mucho tiempo. Las cuestiones que Satanás plan-
teó tenían que resolverse. Así que Jehová dio a Sata-
nás libertad para actuar contra Job, y él fue quien
le causó los diferentes sufrimientos antes menciona-
dos.
Job, por supuesto, no conocía, ni podía conocer, la
cuestión de trascendencia universal que se había plan-
teado en los cielos. Y, por otra parte, Satanás actuó de
tal modo que pareciera que Dios era el causante de
* En el capítulo "¿Qué puede aprender se del Creador en un li-
bro?", vimos el papel que desempeñó Sa t anás el Diablo en el pe-
ca do de Adán y Eva.
174 ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?
Dé sentido permanente
a su vida
PRESCINDIENDO de dónde vivamos, los nuevos
descubrimientos científicos llegan a nuestros oídos.
Los biólogos, oceanógrafos y otros investigadores si-
guen incrementando el conocimiento humano del pla-
neta y de la vida que hay en él. Por otro lado, los as-
trónomos y fisicos profundizan su comprensión del
sistema solar, las estrellas e incluso galaxias distan-
tes. ¿Qué ponen de relieve estos conocimientos?
Muchas personas pensadoras concuerdan con el rey
David de la antigüedad: "Los cielos están declarando
la gloria de Dios; y de la obra de sus manos la expan-
sión está informando" (Salmo 19:1). Es cierto que hay
quienes no comparten esta opinión o no están seguros
de que así sea. Pero después de analizar las pruebas
que se han presentado en este libro, ¿no hemos visto
que hay muchas razones para creer en la existencia
de un Creador que ha dado origen al universo y a la
vida?
El apóstol Pablo observó: "Desde la creación del
mundo, en efecto, la mente humana puede descubrir
en las obras creadas lo invisible de Dios, esto es, su
potencia eterna y su ser divino. De este modo, no tie-
nen excusa alguna" los que dicen no saber de Dios (Ro-
manos 1:20, Senén Vidal). La información que se ha
presentado en los capítulos anteriores sobre la crea-
ción nos facilita la percepción de "lo invisible de Dios",
es decir, de sus "cualidades invisibles" (Traducción del
Nuevo Mundo). Sin embargo, descubrir que la crea-
Dé sentido permanente a su vida 185