1 ARTICULOS 1
EL PROYECTO COMO
MODELO DE ACCION SOCIAL
La Reforma Universitaria iniciada en
1968 abrió amplias perspectivas de cambio
a las profesiones y particularmente a aque-
llas que se mueven en el ámbito de las cien-
cias sociales. La nueva función de la Uni-
versidad, su compromiso social y el proceso
de cambios profundos que esta concepción
implicaba en la relación del individuo y su
medio, emergió en forma abrupta en un mo-
mento en que importantes sectores de la
comunidad estaban poco preparados para en-
frentarlos. El hecho social remedió las es-
tructuras y envolvió los ambientes en un cli-
ma de discusión y crítica del que nadie pu-
do marginarse.
Esta fue también nuestra realidad de Es-
cuela. Se buscó afanosamente la manera de
convertir en realidad la denominación de
agente de cambio que desde hacía algún tiem-
po nos habíamos asignado. En esta búsque-
da, la discusión pasó sin transición y en un
plazo increíblemente breve del plazo neutro
Pilar Alvariño
Este trabajo fue posible
gracias a la colaboración
prestada por los docentes
del Departamento de Tra-
bajo Social de la Universi-
dad de Chile: Beatriz Peña,
Rubén Michea, Lucía Go-
dorinsky, Fresia Muñoz,
Ana Ottemberger y Ana
María Terraza.
en que siempre se había ubicado al del más
absoluto compromiso político; de un nivel
empírico, de acciones concretas generalmen-
te reducidas a la familia W al paqueño grupo
teórico y fundamentalmente sociológico.
Un proceso de esta naturaleza no ha sido
fácil para nadie, y hemos llegado a 1973,
sin que pueda afirmar honestamente que los
asistente sociales de este país tienen cla-
ridad respecto a la nueva concepción de Ser-
vicio Social y que están actuando consecuen-
temente. ILas ideas de cambio, por buenas
que sean, no pasan de ser tales si no se ins-
titucionalizan y no se engarzan en un pro-
ceso lógico que las conviertan en realidades. ¡
La inquietud por salir del nivel teórico
de la discusión y unificar criterios alrededor
de la práctica concreta, comenzó realrpente
en 1970.' Este paso requirió de un tipo de
investigación organizada para tal objeto por-
que nos encontramos ante una profesión que
investiga poco y que cuando lo hace, por la
 RE V I ST A TRA
misma diversidad de los campos a que se
aplica, entrega información ato4izada, no
acumulativa y por lo tanto no utilizable pa-
ra la programación de la práctica social.
Estas consideraciones llevaron a preparar
una modificación sustancial del currículum
que permitió ofrecer al alumno un entrena-
miento teórico práctico de tres semestres
que se llamó seminario de título. En esta
experiencia debía cumplirse un ciclo tecno-
lógico completo que incluía l iflvestigació.,
programación, ejecución y evaluación de un
Trabajo Social.
El objeto de estos seminarios era buscar
modelos alternativos de acción social para
lo cual será preciso validar formas diferen-
tes de aproximación al conocimiento y trans-
formación de una situación social...
Los primeros cinco seminarios que abar-
caron áreas diferentes de la problemática so-
cial se realizaron en forma experimnental.
Comenzaron en abril de 1971 v terminaron
en el segundo semestre de 1972. Uno de
estos seminarios que constituve la base de
la presente comunicación, versó sobre "Ra-
cionalización del Trabajo Social en las Agen-
cias de Seguro Social" y fue realizado por
un equipo de 30 alumnos v 3 docentes, uno
de los cuales era el director de investiación.
El seminario tuvo dos propósitos prepon-
derantes:
1. Estudiar el sistema de seguridad social
chileno y contribuir a su transformación
a través de un programa de acción co-
mún con los beneficiarios.
2. Estructurar las fases de un método para
la acción social y validarlo a través de la
práctica.
Los datos que responden al primer pro-
pósito y que son producto de un trabajo
empírico, aparecen condensados en los tres
informes finales del seminario presentados
por los alumnos como requisito para optar
al título de Asistente Social.
El presente trabajo intenta dar una res-
puesta al segundo propósito. Constituye ex-
clusivamente una reflexión sobre los aspectos
metodológicos de esa experiencia y agrega
la concepción de Servicio Social que le da
sustento.
El esbozo de este método apareció ya en
una memoria de título hecha en 1970 por
cinco egresadas de la Escuela de Servicio
Social de la Universidad de Chile v dirigi-
das por el director de este seminario.
BAJO SOCIAL
En las jornadas de estudio de Servicio
Social desarrolladas por el Departamento de
Política y Acción Social en junio de 1971
el esquema primitivo de la estructuración
del método fue presentado a discusión por
el equipo.
Lo que en este informe se describe co-
rresponde a la reformulación de dicho traba-
jo inicial a partir de la experiencia práctica
de su aplicación.
Un nuevo enfoque de la profesión
En un momento en que la sociedad se
esfuerza por encontrar fórmulas que permi-
tan superar el subdesarrollo, compete a las
universidades la responsabilidad fundamen-
tal de formar profesionales capaces de in-
tegrarse a esta tarea, Congruentes con esta
idea, las profesiones han debido redefinirse
en función de nuevas metas.
Servicio Social, en, un proceso de redefi-
nición de pasado del cumplimiento de una
función mas bien asistencial, a una función
orientada a capacitar y a organizar a la co-
minidad para que asuma una posición par-
t;-inativa en la transformación de la socie-
dad.
La responsabilidad de esta función no es
exclusiva, es compartida con las otras pro-
fesiones y constituye, en definitiva, el com-
promiso de la Universidad.
En la concepción asistencial, los profesio-
rales se ubicaron fundamentalmente en los
aspectos marginales de los sistemas, desti-
nados a satisfacer la necesidad pública. Se
cctuaba de preferencia, con los individuos
sin trabajo, los niños sin educación, los sin
vivienda, con los privados del derecho a se-
guridad social. Aquí y frente a estas caren-
cias se desarrollaba el máximo esfuerzo.
Otra parte importante del trabajo se ha-
cía y se hace aún con una orientación edu-
cativa, en relación al cumplimiento de leves,
normas y disposiciones de la organización,
en los servicios de bienestar. Este trabajo
se efectúa, generalmente, con las personas
une an teniendo derechos no hacen uso
normal y expedito de los servicios por des-
conocimiento de la maraña burocrática, in-
cumplimiento de leyes sociales, sentido de
dependencia, etcétera.
Situándonos en estas perspectivas, encon-
tramos, en el primer caso, un profesional
ubicado como un puente para paliar las de-
 PILAR ALVARIÑO / EL PROYECTO COMO MODELO
bilidades de enfoque de los ,listemas de bien-
estar y en el segundo, un profesional que
trabaja para capacitar, en relación al obje-
tivo que cumplen dichos servicios, pero que
no llegaba nunca a analizi: la efectividad
de estos objetivos o a hacer aportes para
superarlos.
Aunque el trabajo de desarrollo Y organi-
zación de la comunidad pretendió salir de
estos márgenes, no tuvo, de hecho, una real
significación en el desarrollo, porque la pro-
porción de estos programa, fue mínima, y
porque de un modo u otro, apuntaban siem-
pre a los efectos, más que a la concepción
con que se pretendía satisfacer las nectsida-
des sociales.
Si pensamos que todos los elementos de
nivel de vida son comparables, se hace muy
difícil separar los aspectos sociales: salud,
vivienda, trabajo y otros del componente
económico del desarrollo.
Derivado de lo anterior, pensamos que to-
do individuo que produce o produjo cuando
su condición física se lo permitió, debería
poder satisfacer normalmente sus necesida-
des y las de su grupo y, en tal caso, no po-
dría estar marginado de los sistemas de bien-
estar.
El nuevo profesional debería, a nuestro
juicio, radicar su acción en estos mismos as-
pectos sociales del desarrollo, pero en una
forma diferente de abordar el problema. De-
bería actuar ahora con todos los beneficia-
rios, adscritos y potenciales del sistema, ca-
pacitándolos y motivando su incorporación
a la toma de decisiones que repercuten di-
rectamente en el enfoque y calidad de los
servicios que se les ofrece.
En el ejercicio de esta actividad, el pro-
fesional se enfrente por lo menos a tres ni-
veles distintos de la realidad, los que de-
biendo complementarse, a menudo se obs-
táculizan o contraponen por la misma natu-
raleza de los elementos que los integran. Nos
estamos refiriendo a las políticas sociales, a
la organización o aparato burocrático encar-
gado a traducir políticas en servicios v a la
comunidad que reciba el producto de los
niveles anteriores, político y administrativo.
Por ejemplo, saber que la seguridad social
chilena es uno de los sistemas que cubren
mayor cantidad de riesgos.y que protege al
70 por ciento de la población, da una pers-
pectiva casi ideal por comparación con otros
países del mundo; situarse junto al benefi-
DE ACCION SOCIAL
ciario y seguir con él las tramitaciones, de-
moras, tropiezos de la gestión que permite
obtener el servicio, representa ya una pers-
pectiva distinta y cuando se tiene la opor-
tunidad de observar en qué medida se re-
suelve el problema y cuándo el riesgo está
efectivamente cubierto, se entra en un plano
de realidades que hace desaparecer práctica-
mente la imagen ideal de la primera apre-
ciación.
Definición de la política social
"Si nos situamos en una perspectiva am-
plia, podemos decir que dentro de una socie-
dad determinada, el primer problema o com-
plejo de problemas a que ella se encuentra
abocada es el problema político, entendiendo
por tal la selección y/o jerarquización de
los objetivos básicos de la comunidad, se-
gún escala de valores sociales, éticos y eco-
nómicos. En segunda instancia surge el pro-
blema económico, vale decir, la adecuación
de recursos escasos y de usos alternativos a
fines múltiples y jerarquizables" (1).
La solución al problema político deberá
partir, por lo tanto, de una serie de objeti-
vos a lograr, cuya selección de prioridades
constituirá un esquema instrumentado para
el desarrollo. El desafío que plantea traba-
jar en un esquema de esta naturaleza, sea
en los más altos niveles de toma de decisión
o en la ejecución de proyectos específicos,
hace surgir inmediatamente el problema téc-
nico.
Puesto que Servicio Social es una profe-
sión cuya forma de trabajo es la transforma-
ción de situaciones concretas de acuerdo a
normas, constituidas generalmente por las
Jolíticas sociales vigentes, identificamos el
problema técnico con la programación y la
dirección de proyectos en relación con los
aspectos sociales del desarrollo.
La meta que este país se ha trazado, sa-
lir del subdesarrollo, el expreso propósito
de Servicio Social de trabajar para ello, v el
avance de instrumentos técnicos, como la
programación y la administración de provec-
tos, son componentes de un momento que
(1) MORALES, Edo. "Administración. Al-
gunos puntos básicos". Documento mimeografia-
do presentado al Seminario de Bienestar Social.
CEPAL. Santiago de Chile, 1968.
 REV ISTA TRABAJO
hacen inadmisible cualquier acción desviada
del planteamiento global. Estas son técnicas
que buscan la racionalidad en el pensamien-
to y en la acción y que deberían, por lo tan-
to, implementar cualquier enfoque con que
se pretende abordar la satisfacción de la ne-
cesidad pública.
Sistema burocrático
Por otra parte, el asist2nte social traba-
ja generalmente como funcionario; es un ac-
tor del aparato burocrático y como tal debe
conocer el circuito que recorre la tramitación
interna, los pasos que dentro de cada sis-
tema de trabajo instalado sigue la informa-
ción hasta transformarse en un servicio que
llega a las personas. Este producto constitu-
ye el objetivo y la razón de ser de la orga-
nización.
Sin embargo, el proceso de aplicación de
una idea que comenzó siendo parte de una
norma o política social, termina a menudo
por desdibujar la intención. Las razones son
variadas y van desde el uso de sistemas de
trabajo arcaicos y rutinarios, al problema de
responsabilidad funcionaria o de ideología
personal que responde favorable y desfavo-
rablemente al planteamiento de las políticas
globales.
La determinación de los fines es un nro-
blema político como ya se ha dicho, y la
consecución de ellos tiene repercusiones pa-
ra la comunidad entera. Por lo tanto, es im-
portante que ella pueda proveer los resulta-
-dos o consecuencias de una decisión y "que
el profesional sea capaz de valorar las de-
terminantes político-filosóficas que acompa-
ñan a los factores tecnológicos del cam-
bio". (2)
A los problemas que derivan del enfoqué
doctrinario con que un Estado procura sa-
tisfacer las necesidades públicas viene a su-
mnarse, como hemos visto, los problemas que
derivan .de la estructura y del factor huma-
no de la organización. Es frente a estos dos
elementos fundamentales: racionalidad en la
acción y valoración de las consecuencias de
la misma, donde ubicamos el compromiso
de la profesión con la sociedad. Dicho de
otro modo, tan importante como saber apli-
(2) JORDAN, Ricardo. "Educación para la
planificación como acción multidisciplinaria".
Universidad Católica de Chile.
SOC I A L
car el instrumento óptimo para obtener un
fin, es saber anticipar hacia dónde nos lle-
va dicho fin.
Esto es especialmente válido para el Tra-
bajador Social, que el actuar como estímulo
externo en una comunidad, incorpora sus
propios valores, vivencias y cultura, con lo
cual puede influir en los reales intereses del
grupo.
La comunidad
Nos hemos referido a la política y a la
organización. En cuanto a la comunidad, és-
ta ha tenido un rol más o menos pasivo.
Su influencia en la organización de políticas
de bienestar ha sido escasa y nula su parti-
cipación en la administración de los servi-
cios, en relación a sus intereses. La comu-
nidad es más bien receptora paciente de la
orientación y la calidad de los servicios que
se le ofrecen.
Esta visión amplia, que va de la política
a la administración v de allí a la comunidad,
confiere a Servicio Social un ámbito de ac-
ción que pocas profesiones tienen. Si a esto
se agrega la responsabilidad de promover la
capacitación y la formulación de la comuni-
dad en un momento en que la participación
constituye una estrategia para el desarrollo
social, es fácil comprender el papel que es-
ta profesión podría jugar en la realidad na-
cional.
Un esquema para la acción
El asistente social que trabaja con grupos
humanos deberá ser un evaluador constante
de los programas de bienestar vigentes por
confrontación sucesiva de' los esquemas teó-
ricos con la práctica. Esto es lo que caracte-
riza su método de acción. Tal situación sig-
nifica, por otra parte, que la profesión de-
berá instrumentalizarse sólo alrededor de
aquellas situaciones que responden a las ne-
cesidades de la comunidad y con las que és-
ta se sienta interpretada.
Hacer cosas con sentido, producir impac-
to con la acción, contribuir al desarrollo so-
cial, son frases que han nutrido la biblio-
grafía profesional de los últimos años. Tra-
ducen una intención y marcan una etapa,
pero son lo suficientemente vagas y genera-
les como para que se pueda trabajar con
ellas a través de una conducta profesional
 PILAR ALVARIÑO / EL PROYECTO COMO MODELO
identificable como tal. La intención que di-
chas frases dejan traslucir, deberían ser es-
pecificadas y reducidas a operaciones concre-
tas ante cada realidad, lo que supone un
contínum de diagnóstico y acción como mé-
todo profesional que se enmarcaría en pro-
yectos sociales. El proyecto es concebido
aquí como una secuencia de actividades des-
tinadas a reunir información para la toma de
decisiones y a ejecutar y evaluar la acción
que deriva de dichas decisiones.
Se ha pensado en un esquema de trabajo
cuya parte más general podría describirse
como el conocimiento de la situación de par-
tida, la introducción de un proyecto de ac-
ción social como estímulo o variable inter-
viniente, la evaluación de una situación fi-
nal como efecto de la acción y la reinicia-
ción de la acción superada.
1 Proyecto
1 chas veces reviste el trabajo, modelos de és-
Inti ia l n
Situación
c - " Situación
Final
Impacto
Cada parte de este esquema consta de di-
ferentes etapas, cuya secuencia, para los efec-
tos del trabajo social, es mas bien conven-
cional, puesto que. en la práctica no son ne-
cesariamente consecutivas. Tampoco se su-
pone terminado el ciclo con la constatación
de la situación distinta que pudiera conside-
rarse como efecto del proyecto, sino que
desde allí se vuelve a reiniciar el proceso en
un intento de superación del método y de
la situación.
Decimos que en la práctica estas etapas
no se dan en forma consecutiva, pero es más
que eso. Por las condiciones del medio en
que actúa el profesional, por la urgencia
de solución que requieren los problemas, di-
fícilmente puede esperar a tener la compren-
sión total de la situación antes de decidir la
acción más racional. Sucede que junto con
llegar a un lugar, es requerido y presionado
para realizar acciones inmediatas en torno a
una multiplicidad de problemas, cuyas solu-
ciones, si las logra, no producen en conjunto
cambios significativos.
DE ACCION SOCIAL
Sin embargo, creemos que aun cuando
subsista la necesidad de destinar un tiempo
apreciable a estas labores, ellas no pueden
justificarse por más tiempo por la sola ra-
zón de existir de una profesión. No pueden
ser consideradas sino como un medio o for-
ma de entrar en contacto con los problemas
de fondo. La acción fundamental debería
encontrar su base de racionalidad en un diag-
nóstico de la realidad y debería condensarse
en proyectos ejecutados con intención clara
y definida de producir impacto.
La rutina y la improvisación que han si-
do dos componentes habituales de nuestro
trabajo, han derivado, en gran medida, de
la falta de modelos para el conocimiento y
la transformación, modelos que respaldan al
profesional en la situación que enfrenta; que
lo provean de orientación y que estructuran
los pasos de su función.
Estamos conscientes de que por las carac-
terísticas de urgencia y dramatismo que mu-
ta naturaleza no son para ser cumplidos por
etapas acabadas sino para irse completando
a través de intentos sucesivos de aproxima-
ción a la comprensión y a la transformación
de un hecho social.
La información que deriva de esta expe-
riencia debería canalizarse en forma regular
y permanente, a través de las instancias que
ofrecen los poderes del Estado y los meca-
nismos de participación de la comunidad or-
ganizada, hacia los más altos niveles de to-
ma de decisiones. De esta manera, a partir
de un trabajo efectuado fundamentalmente
por el grupo social, podría contribuirse a re-
formular la burocracia existente y las políti-
cas de bienestar vigentes, para asegurar la
racionalidad en la toma de decisiones y la
concordancia de éstas con el interés real de
la gente.
Un trabajo de esta naturaleza, para ser
realmente efectivo, requeriría del patrocinio
y de la coordinación de un organismo cen-
tral de planificación social.
En síntesis los planteamientos anteriores
pueden expresarse de la manera que sigue:
1. El Servicio Social tiene como tarea co-
laborar a la formación de un hombre que
asuma una posición responsable y par-
ticipativa en el desarrollo social. Enten-
demos por participación activa en el de-
 R E V I ST A T R A
sarrollo social, la incorporación conscien-
te y organizada en el plano de las ideas
y de la acción. El desarrollo se alcanza
a través de un proceso donde la comu-
nidad entera es gestora.
2. Esta tarea define para la profesión una
función fundamentalmente educadora.
Entendiendo por ésta estimular en los
individuos la búsqueda de su motivación
real y de los elementos de juicio para la
acción.
3. La materia a la que se orienta este pro-
ceso educativo debe ser la preparación
para la participación de la comunidad en
la satisfacción de los aspectos del nivel
de vida.
4. Esta materia debería analizarse con la
comunidad como elementos de una glo-
balidad social; como efectos condiciona-
dos por la política y la administración.
De este modo, la discusión debería pa-
sar por los distintos niveles de análisis:
a) El problema en cuarto afecta a la o
las personas determinadas del grupo;
b) El problema en cuanto producto del
aparato burocrático;
c) El problema en cuanto enfoque con
que se aborde el sistema de bienes-
tar social.
5. Para cumplir dicha tarea es necesario rea-
lizar trabajo que produzca impacto; que
rebalse el ámbito reducido de la familia
y el pequeño grupo, constituyendo pro-
yectos significativos de acción social. Aun
cuando se pretenda dar esta perspectiva
amplia a la acción, la forma de penetrar
en la problemática deberá ser a través
de necesidades que se expresan a nivel
de personas o grupos específicos.
5. El Servicio Social pretende transformar
una situación en otra, a partir de una
valoración de la situación de partida y
teniendo como referencia un modelo
ideal. La valoración de la situación ini-
cial y las estrategias para la acción de-
berían surgir de un diagnóstico de la rea-
lidad en estudio. El nivel, calidad y sig-
B A J S Oc IA L
nificación de la información que se ma-
neje sería decisivo en la proyección de
la acción.
7. La planificación de proyectos constituye
un método para este tipo de acción so-
cial.
En la adaptación de este esquema a las
acciones de Servicio Social las etapas que
componían cada una de sus partes se esta-
blecieron pensando que, lógicamente, cada
una de ellas tenía: un principio para la ac-
ción, un procedimiento y un efecto y que el
efecto que produce una etapa para consti-
tuir el principio que rige la etapa siguien-
te N9 3.
La primera parte del esquema, denomina-
da conocimiento de la situación de partida,
comprende las (tapas de:
1. Diagnóstico
2. Pronóstico
La segunda pirte, flecha hacia la derecha,
representa la introducción del estímulo o
proyecto de acción y comprende las etapas
de:
3. Fijación de metas y objetivos
4. Programación
5. Ejecución del proyecto
La tercera parte denominada situación fi-
nal, representa el cambio y comprende las
etapas de:
6. Evaluación o medición de los resultados.
La parte cuarta, flecha orientada a la iz-
quierda, representa el efecto de retroalimen-
tación, mensaje del retorno o mensaje co-
rrectivo, del proceso que vuelve a iniciarse
y comprende la etapa de:
Sistematización y canalización del nuevo
conocimiento.
Cada una de estas etapas, según la rela-
ción descrita anteriormente como principio,
procedimiento y efecto, se articularían de la
siguiente manera:
 PILAR ALVARIÑO / EL PROYECTO COMO MODELO DE, ACCION SOCIAL

Principio Procedimientos Efectos

Primera Etapa

Toda acción racional debe basarse en Investigación Diagnóstico

el conocimiento de la situación.

Segunda Parte

El conocimiento del curso de una va- Proyección Pronóstico

riable y de la circunstancia histórica
en que se desenvuelve permite pre-
ver las alternativas de comportamien-
to y futuro.

Tercera Etapa

Conocer la tendencia de una variable Selección de un modelo Fijación de objetivos

permite intentar darle orientación, con- de referencia.
secuente con un modelo ideal.

Cuarta Etapa

La clara definición de objetivos permi- Programación Esquema de decisiones

te tomar decisiones racionales en tér-
minos de estructura, sistematización y
dotación.

Quinta Etapa

El ordenamiento, sincronización y cro- Dirección y ejecución de Práctica Social

nología de las actividades del proyec- proyecto.
to, facilita su puesta en marcha y la
eficiencia de la acción.

Sexta Etapa

La magnitud y orientación de la dife- Investigación evaluativa Constatación del cambio

rencia entre la situación inicial y la si-
tuación final constituye el logro del
proyecto.

Séptima Etapa

Todo conocimiento emanado de la prác- Sistematización y canali- Contribución a la teoría

tica social debe ser usado para mejo- zación del nuevo conoci- de la acción.
rar la situación vigente y la teoría dis- miento. Reformación de políticas
ponible. sociales.
 REVISTA TRABAJO
Esta especificación de lo que debería ser
cada etapa del trabajo hizo necesario obte-
ner tres tipos diferentes de información:
1. Información que hiciera posible la com-
prensión del hecho social en estudio y
su valoración.
2. Información que sirviera de modelo pa-
ra la transformación.
3. Información que permitiera el uso sig-
nificativo del conocimiento resultante.
Diagnóstico Global y Específico
La sistematización de la información pa-
ra la comprensión dio como resultado un
diagnóstico que se expresó en dos niveles:
diagnóstico global y diagnóstico específico,
y consistió por una parte, en la caracteriza-
ción de la situación contextual o más exclu-
siva en que se producía el fenómeno en es-
tudio y por otra parte en la caracterización
del aspecto concreto en que se centra el pro-
yecto de práctica.
Lo comprensivo de esta información im-
plicó conocer el problema en magnitud, en-
tendiéndolas como los alcances del subsis-
tema o fenómeno dado respecto a un siste-
ma del cual es parte y producto y por el
cual es condicionado y condiciona: trayecto-
ria histórica expresada en la dinámica de la
interacción en el tiempo de grupos sociales
de intereses diferentes que han condicionado
la peculiaridad del objeto de estudio, en es-
te caso el sistema de seguridad social. Y en
consecuencia o sea las características que
adopta y para la sociedad en general.
Para lograr ambos niveles de información,
diagnóstico global y diagnóstico específico
fue necesario determinar tres esquemas: de
datos, instrumental y teórico.
El esquema de datos incluye las variables,
dimensiones y especificaciones alrededor de
las cuales se organizará el conocimiento dis-
ponible. El esquema instrumental incluye las
técnicas y procedimientos para la recolección
y análisis de dichos datos, y el esquema teó-
rico proporciona el enfoque o perspectiva
desde la cual se dará sentido a los datos.
En la parte global del trabajo, los datos
que se utilizaron fueron los necesarios para
el estudio de dos variables y sus dimensio-
nes: Realidad Nacional y Seguridad Social.
SOCIAL
En lo teórico, la primera de ellas se analizó
como sociedad capitalista, subdesarrollada y
dependiente y la segunda a partir de los
principios de Universidad, Unidad, Solidari-
dad e Integridad como enfoque doctrinario.
El instrumento usado en la recolección de
datos fue fundamentalmente recopilación bi-
bliográfica, entrevistas, foros y seminarios.
En lo específico los datos se refieren a
las agencias de Seguro Social como aparato
burocrático (actores, normas, estructura, sis-
tematización). Como teoría para analizar es-
tos datos se usaron principios de adminis-
tración, organización y método. Las técnicas
de recolección fueron análisis de documen-
tos, entrevistas, especialmente, observacio-
nes en terreno. Para esto el equipo se ubicó
en las agencias de Seguro Social. Allí, y de-
bido a la demanda de los beneficiarios, se
realizaron acciones profesionales paralelas al
trabajo de investigación. Estas acciones que
calificamos como de servicio permitieron la
entrada al problema a través del contacto
con la gente a la vez que fueron afinando el
conocimiento. Ello significó abandonar el
criterio de transformación a través de accio-
nes posteriores que se enmarcaron en un pro-
yecto central con orientación definida.
El diagnóstico nos entrega la caracteriza-
ción de la situación de partida en un mo-
mento dado, ofreciéndonos la visión de un
sistema de seguridad social de concepción
individualista, utilizado como instrumento
político donde los grupos más poderosos lo-
graron mayores beneficios discriminatorios
en la entrega de beneficios y en la exigen-
cia de requisitos, parcelado en múltiples ins-
titutos, poco racional y con alto costo de
administración. Junto a esto, mostró un Ser-
vicio Social cuya acción fundamental es la
entrega de información individual sobre be-
neficios y formas de tramitación.
La comprensión de ambas situaciones, fun-
damentalmente y definido para el equipo,
la necesidad de trabajar para el cambio en
el enfoque de la seguridad social y de racio-
nalizar los métodos de Servicio Social para
tales efectos.
La etapa que continúa en el esquema me-
todológico es la que corresponde a la infor-
mación para la transformación. Esta etapa
se expresa también en dos niveles: uno de
orientación para el cambio y otro de ejecu-
ción de proyecto.
 PILAR ALVARIÑO ¡ EL PROYECTO COMO MODELO DE ACCION SOCIAL
Modelo de orientación para el cambio
El nivel de orientación para el cambio
comprende un esquema normativo, un es-
quema de hipótesis y objetivos y un esque-
ma instrumental.
Llamamos esquema normativo al modelo
ideal de seguridad social y a la acción que
frente a él cabría a Servicio Social. El mo-
delo ideal fue diseñado sólo en sus orienta-
ciones más generales pensando que su espe-
cificación debería surgir de una práctica so-
cial que considerara la interpretación, viven-
cia, actitud en información que la comuni-
dad tuviera, así como la visión del técnico.
De este cruce de información y experiencia
resultaría una síntesis cultural que podría
constituir la base para una transformación
conjunta, donde la opción concreta de cam-
bio se la da la propia comunidad.
Desde este punto de vista el modelo de
seguridad social significó para nosotros un
sistema unificado en la organización y los
servicios que ofrecen, los montos que deter-
mina y los requisitos que exige y un Servi-
cio Social que busque en la comunidad las
formas más efectivas de prepararse para la
participación en la definición y en la admi-
nistración del sistema.
El proyecto de reforma de la seguridad
social que está planteando el gobierno ac-
tual es co;ncidente con esta orientación ,e-
neral v que considerado, por lo tanto, como
una alternativa para ser conocida y discutida
por la comunidad beneficiaria.
La fundamentación de cambio que dio el
diagnóstico, la orientación para el mismo que
entregó el modelo normativo y la circuns-
tancia histórica de que a corto plazo sería
Propuesta una reforma, hicieron surgir cier-
tas hipótesis en relación a la conducta que
asumirían las personas cuando esta última
situación se concretara. Esta hipótesis tuvie-
ron que ver con la actitud y resistencia al
cambio que normalmente se presente en la
comunidad y pasaron a constituir los puntos
cruciales a los que apuntaría el trabajo de-
terminando en gran medida el contenido va-
lórico de los objetivos. Lo interesante aquí
era motivar a las personas una disposición
favorable al cambio, lo que no significaba
en absoluto, trabajar para una aceptación
pasiva de las reformas planteadas sino más
bien para que, con estos elementos de jui-
cio los trabajadores fueran críticos y parti-
cipativos respecto de la situación.
Los objetivos que se determinaron para
el proyecto fueron capacitar, concientizar y
motivar la comunidad para la participación
en la toma de decisiones relativas a seguri-
dad social.
Entendemos por capacitación, la interna-
lización de contenidos de la seguridad social
y la posibilidad de esperar con ellos frente
al sistema. Aunque este pudiera parecer un
objetivo de tipo adaptador puesto que pro-
cura facilitar el funcionamiento de lo va es-
tablecido, pensamos, que la única forma de
criticar y transformar una situación era par-
tiendo del conocimiento real de sus debili-
dades.
El objetivo concientizador fue definido
como el despertar de la visión crítica del tra-
bajador frente al enfoque, organizatión y
funcionamiento de la seguridad social.
Se entendió por motivación para la parti-
cipación, la búsqueda de mecanismos para
la incorporación activa a la toma de decisio-
nes y a la administración del sistema. Enten-
demos también que el hecho mismo de la
incorporación a uno u otro esquema de par-
ticipación es opción de cada sujeto especial-
mente si consideramos el momento que vive
nuestro país, donde dificílmente se puede en-
contrar un individuo que no tenga claridad
respecto a su posición política.
Una vez establecidos y definidos los ob-
jetivos, estos fueron llevados a un nivel de
especificaciones tal, que permitieran estable-
cer las fases del trabajo y las operaciones
necesarias para lograrlos, así como las uni-
dades de medición de los logros.
Aunque las unidades de logro de objeti-
vo se trataron de establecer a través de ni-
veles de capacitación, concientización y par-
ticipación, ésta fue sin duda la parte más
débil y menos lograda del trabajo, esnecial-
mente en relación a la de los dos últimos
objetivos y debido a la dificultad que pre-
senta la medición de conceptos cualitativos.
Para lograr estos objetivos, se programó
un proyecto de trabajo con la comunidad
con el siguiente instrumental; en la sincro-
nización y cronología de las actividades que
lo componían se utilizaron técnicas de pro-
gramación por camino crítico.
Modelo de Transformación
El modelo para la transformación incluye
los tres niveles descritos en el planteamien-
 REVISTA TRABAJO
to inidal: comunidad, aspecto burocrático y
política social.
A nivel de la comunidad cada problema
debe ser analizado como elemento de una
globalidad social y se tratará de llevar el aná-
lisis desde los niveles más concretos y ele-
mentales de comprensión a los niveles más
abstractos y generales.
Se seleccionaron quince grupos de Santia-
go, San Bernardo y Puente Alto, entre los
cuales había sindicatos obreros y campesi-
nos y centros de madres. Estos últimos se
tomaron como una forma de probar las po-
sibilidades de incorporar a la mujer a la dis-
cusión de los problemas sociales. A partir
de estos criterios se establecieron algunas
características mínimas que garantizaron el
trabajo práctico, antes de seleccionar los iru-
pos con los cuales se trabajaría y que fueron:
1. Estar dentro del radio de las agencias
con que se trabajó y que patrocinaban
el proyecto.
2. Relativa estabilidad del grupo que ga-
rantizara la continuidad de la acción.
3. Que los miembros fueran a la vez bene-
ficiarios del Seguro Social y que expre-
saran su interés por el tema.
En relación a este tercer punto es necesa-
rio aclarar que las organizaciones, de acuer-
do a su interés, eligieron el ciclo completo
ofrecido por los alumnos a sólo algunos de
sus temas.
Todo esto requirió una motivación que
se realizó a nivel de dirigentes. Quedó de-
mostrado en la evaluación que este procedi-
miento no había sido muy eficaz, y que po-
siblemente la motivación debió hacerse con
todo el grupo, lo que implicaba evidente-
mente destinar a ello un mayor tiempo. La
técnica que se utilizó preferentemente en la
ejecución del proyecto fue la discusión de
grupo pequeño. El contenido de la discusión
asumió distintas características, dependiendo
del objetivo al cual se aplicaba. Así el ob-
jetivo de cada citación se pretendió lograr,
a través de un ciclo de nueve sesiones de
discusión sobre los riesgos que cubre la se-
guridad social chilena. Para motivar el inte-
rés y la participación, la discusión se reali-
zó a partir de casos que narraban las asis-
tentes y que generalmente constituían expe-
riencias personales que eran conocidas por
los amigos o compañeros ahí presentes. Cuan-
SOCIAL
do ésto no era posible el alumno presenta-
ba el caso. La fijación de contenidos se hi-
zo a través del uso de material audiovisual:
rotafolio, esquemas, afiches, tiras de secuen-
cia, etcétera, todo elaborado por los alum-
nos. Para lograr concientización, se utilizó
la misma técnica pero la discusión se centró
en la comparación de cada uno de los ries-
gos en cuatro diferentes institutos de segu-
ro social: Caja Bancaria de Pensiones, Ca-
ja de Empleados Públicos y Periodistas, Ca-
ja de Empleados Particulares y Seguro So-
cial, institución que agrupa a los obreros.
Estos institutos presentan diferencias impor-
tantes respecto a monto y requisito en re-
lación al mismo riesgo, diferencias que in-
variablemente dejan en desventaja al grupo
con que se efectuaba este trabajo. Se espe-
raba que la comparación hiciera comprender
la magnitud de la discriminación de que eran
objeto.
La motivación para la participación se
pretendió a través de la discusión de los pro-
yectos de reforma planteados por el actual
gobierno, estimulando en los miembros del
grupo la búsqueda de aspectos coincidentes
y divergentes con sus intereses. Por otra
parte, la discusión se orientó a analizar los
mecanismos de participación establecidos pa-
ra los beneficiarios, así como la búsqueda
de otros canales donde se sintieran más iden-
tificados y consideraran más expeditos pa-
ra hacer oír su pensamiento.
Durante el desarrollo del proyecto, los
alumnos se organizaron en equipo de nueve
y cada uno de ellos era responsable del ma-
nejo de un terna en profundidad y debíi
dar todo tipo de respuestas que frente a él
surgieran. En cada sesión dos miembros del
equipo actuaban como observadores de la
dinámica de grupo y consignaban en un in-
forme todas sus impresiones. Estos infor-
mes sirvieron posteriormente para funda-
mentar y reforzar aspectos de la evaluación
del proyecto.
Uso de la información
El modelo para el uso de la información
incluye la evaluación, la canalización de la
información obtenida hacia el nivel de for-
ma de discusiones para lograr cambios en
las políticas y los sistemas de trabajo y la
sistematización del conocimiento que apun-
ta fundamentalmente a la teoría para la ac-
ción.
 PILAR ALVAIÑO / EL PROYECTO COMO MODELO
Para realizar la etapa de evaluación, los
objetivos se habían desglosado en una pla-
taforma mínima de conocimientos o actitu-
des que permitieran o surgieran las posibi-
lidades de operatividad de la gente en cada
tino de los tres niveles. En realidad, la cor-
ta duración del período destinado al pro-
yecto mismo debido a la necesidad de cum-
plir plazos académicos no permitió medir
capacidad para operar ni actitudes sino más
bien conocimientos y opiniones. En el obje-
tivo de capacitación, se puede medir el cam-
bio en el conocimiento de los riesgos v en
la forma de tramitarlos, en el de concienti-
zación, opiniones que permitan inferir des-
contento en este primer contacto con las
discriminaciones de que eran objeto. En cuan-
to al objetivo de organización, t impoco se
logró el hecho concreto de la organización,
y sólo fue posible captar la inquietud y las
opiniones respecto a los mecanismos estable-
cidos, su conformidad o rechazo de los mis-
mos y la opinión respecto a la formación de
otros canales más rápidos y eficientes.
DE ACCION SOCIAL
El diseño que se utilizó en casi todos los
grupos fue: medición antes, exposición al
programa-medición después, sin grupo de
control.
Este diseño se utilizó para medir cada uno
de los objetivos, variando el instrumento de
medición. El objetivo de capacitación, con
las limitaciones ya expresadas, fue relativa-
mente fácil de medir antes y después a tra-
vés de un cuestionario que describía situa-
ciones y donde la persona respondía hacien-
do un círculo o una marca en la alternativa
sí o no.
Los otros objetivos, concientización y mo-
tivación para la participación sólo pudieron
inferirse de las respuestas que la gente dio
a una pauta en un taller final de discusión.
Una variación que se presentó en relación
a los instrumentos de medición, derivó de
los problemas más bien éticos o de posición
de los alumnos en su relación con los gru-
pos, y consistió en que uno de los equipos
no tuvo inconveniente para aplicar cuestio-
nario escrito antes y después del proyecto;
 REVISTA TRABAJO SOCIAL

otro grupo decidió hacer la medición antes
en forma verbal pensando que si la relación
comenzaba por responder un cuestionario
las personas se sentirían utilizadas, deter-
minándose así una comunicación inadecuada.
El tercer equipo se negó a aplicar ningún
cuestionario, haciendo verbalmente y en gru-
po todos los intentos de evaluación. Se en-
contraron con que ante cada interrogante
planteada no surgían del grupo más de cua-
tro respuestas por vez, independientemente
del número de miembros que lo integrara.
Además si en este grupo participaba el di-
rigente, su respuesta determinaba las tres
restantes.
Las imposibilidades de hablar objetiva-
mente de evaluación en estas circunstancias,
están consignadas en los informes finales de
los equipos.
A todas las dificultades propias de la me-
dición se agregan aquellas que derivan del
trabajo con grupos organizados para otros
fines, con vida propia, con líderes autocráti-
cos y especialmente tan poco homo-éneos
respecto de las características de sus miem-
bros. Encontramos grupos, donde el nivel
de escolaridad de sus componentes iba de
segundo medio a analfabetos, lo cual es bas-
tante importante en los programas de capa-
citación.
Los grupos mismos difieren entre sí y pre-
sentan condiciones previas al desarrollo del
programa, que dificultan enormemente lle-
gar a medir la eficiencia o el rendimiento
del programa como estímulo para el cambio.
Los Sindicatos, dependiendo de las caracte-
rísticas de sus dirigentes, especialmente de
su trayectoria de lucha gremial, presentan
una mayor o menor facilidad para pasar de
un nivel de análisis a otro, sin que esto pue-
da atribuirse al programa, material audiovi-
sual, técnicas usadas o calidad del personal
que lo llevó a la práctica.
La posibilidad de usar grupos de control
en los programas de Trabajo Social fue lar-
gamente discutida, desechándola finalmen-
te sin que la discusión se hubiera agotado.
Se pensó más bien que en una nueva apro-
ximación al problema podría afinarse esta
parte del proyecto que fue realmente la más
débil.
En este primer intento se lograron llevar
a la práctica las nuevas funciones de Servi-
cio Social a través de métodos que se fue-
ron estructurando y restructurando a partir
de la práctica.

ESTRUCTURACION DEL METODO

Modelo diagnóstico
Diagnóstico global

ESQUEMA DE ESQUEMA ESQUEMA

DATOS INSTRUMENTAL TEORICO
Realidad Nacional Recep. bibliográfico 1. Capitalismo.
INFORMACION Seguridad Social Entrevistas. Foros
PARA LA Dependencia
Seminarios Subdesarrollo.
COMPRENSION
2. Enfoque doctrina-
rio de la S. Social

Diagnóstico específico

ESQUEMA DE ESQUEMA ESQUEMA

DATOS INSTRUMENTAL TEORICO
Agencia de S. Social Entrevistas. Foros Principios Adminis-
como aparato buro- Observación de te- trativos.
crático. Servicio So- rreno. Organización y Mé-
cial. todo.
 PILAR ALVARIÑO ¡ EL PROYECTO COMO MODELO DE ACCION SOCIAL

Modelo de orientación para el cambio

ESQUEMA ESQUEMA ESQUEMA

NORMATIVO DE HIPOTESIS INSTRUMENTAL
INFORME Modelo ideal Capacitación. Moti- Programación. PERT
PARA LA Sistema unificado vación para la parti- CPM. S. Social. Tra-
ORIENTACION cipación comunitaria bajo con peaueño|
DEL PROYECTO grupo. Educación.
Solución de casos.

Modelo para la transformación

COMUNIDAD SISTEMA POLITICA

ORGANIZADA BUROCRATICO SOCIAL
INFORME PARA Sindicatos Agentes
Agrupaciones campe- Asistentes Sociales
LA EJECUCION sinas. Centros de ma- Funcionarios
dres.

Modelo para el uso de la información

EVALUACION CANALIZACION SISTEMATIZACION

Diseños Dirección de Seg.

MANEJO DE Medición antes. Social.
Exposición al pro- Depto. Serv. Social.
INFORMACION grama. Ofic. Planificación
Medición después

EL PROYECTO COMO
MODELO DE ACCION SOCIAL
La Reforma Universitaria iniciada en
1968 abrió amplias perspectivas de cambio
a las profesiones y particularmente a aque-
llas que se mueven en el ámbito de las cien-
cias sociales. La nueva función de la Uni-
versidad, su compromiso social y el proceso
de cambios profundos que esta concepción
implicaba en la relación del individuo y su
medio, emergió en forma abrupta en un mo-
mento en que importantes sectores de la
comunidad estaban poco preparados para en-
frentarlos. El hecho social remedió las es-
tructuras y envolvió los ambientes en un cli-
ma de discusión y crítica del que nadie pu-
do marginarse.
Esta fue también nuestra realidad de Es-
cuela. Se buscó afanosamente la manera de
convertir en realidad la denominación de
agente de cambio que desde hacía algún tiem-
po nos habíamos asignado. En esta búsque-
da, la discusión pasó sin transición y en un
plazo increiblemente breve del plazo neutro
p \ L- ARTICULOS
Pilar Alvariño
Este trabajo fue posible
gracias a la colaboración
prestada por los docentes
del Departamento de Tra-
bajo Social de la Universi-
dad de Chile: Beatriz Peña,
Rubén Michea, Lucía Go-
dorinsky, Fresia Mluñoz,
Ana Ottemberger y Ana
María Terraza.
en que sieknpre se había ubicado al del más
absoluto compromiso político; de un nivel
empírico, de acciones concretas generalmen-
te reducidas a la familia o al paqueño grupo
teórico y fundamentalmente sociológico.
Un proceso de esta naturaleza no ha sido
fácil para nadie, y hemos llegado a 1973,
sin que pueda afirmar honestamente que los
asistente sociales de este país tienen cla-
ridad respecto a la nueva concepción de Ser-
vicio Social y que están actuando consecuen-
temente. Las ideas de cambio, por buenas
que sean, no pasan de ser tales si no se ins-
titucilnalizan y no se engarzan en un pro-
ceso lógico que las conviertan en realidades.
La inquietud por salir del nivel teórico
de la discusión y unificar criterios alrededor
de la práctica concreta, comenzó realmente
en 1970. Este paso requirió de un tipo de
investigación organizada para tal objeto por-
que nos encontramos ante una profesión que
investiga poco y que cuando lo hace, por la
 REVISTA TRABAJO
misma diversidad de los campos a que se
aplica, entrega información atonizada, no
acumulativa y por lo tanto no utilizable pa-
ra Estas
la programación de la práctica social.
consideraciones
llevaron a preparar
una modificación sustancial del currículum
que permitió ofrecer al alumno un entrena-
miento teórico práctico de tres semestres
que se llamó seminario de título. En esta
experiencia debía cumplirse un ciclo tecno-
lógico completo que incluía la investigación,
programación, ejecución y evaluación de un
Trabajo Social.
El objeto de estos seminarios era buscar
modelos alternativos de acción social para
lo cual será preciso validar formas diferen-
tes de aproximación al conocimiento y trans-
formación de una situación social.
Los primeros cinco seminarios que abar-
caron áreas diferentes de la problemática so-
cial se realizaron en forma experimental.
Comenzaron en abril de 1971 y terminaron
en el segundo semestre de 1972. Uno de
estos seminarios que constituye la base de
la presenre comunicación, versó sobre "Ra-
cionalización del Trabajo Social en las Ageí-
cias de Seguro Social" y fue realizado por
un equipo de 30 alumnos y 3 docentes, uno
de los cuales era el director de investigación.
El seminario tuvo dos propósitos prepon-
derantes:
1. Estudiar el sistema de seguridad social
chileno y contribuir a su transformación
a través de un programa de -acción co-
mún con los beneficiarios.
2. Estructurar las fases de un método para
la acción social y validarlo a través de la
práctica.
Los datos que responden al primer pro-
pósito y que son producto de un trabajo
empírico, aparecen condensados en los tres
informes finales del seminario presentados
por los alumnos como requisito para optar
al título de Asistente Social.
El presente trabajo intenta dar una res-
puesta al segundo propósito. Constituye ex-
clusivamente una reflexión sobre los aspectos
metodológicos de esa experiencia y agrega
la concepción de Servicio Social que le da
sustento.
El esbozo de este método apareció ya en
una memoria de título hecha en 1970 por
cinco egresadas de la Escuela de Servicio
Social de la Universidad de Chile y -dirigi-
das por el director de este seminario.
SOCIAL
En las jornadas de estudio de Servicio
Social desarrolladas por el Departamento de
Política y Acción Social en junio de 1971
el esquema primitivo de la estructuración
del método fue presentado a discusión por
el equipo.
Lo que en este informe se describe co-
rresponde a la reformulación de dicho traba-
jo inicial a partir de la experiencia práctica
de su aplicación.
Un nuevo enfoque de la profesión
En un momento en que la sociedad se
esfuerza por encontrar fórmulas que permi-
tan superar el subdesarrollo, comp a las
universidades la responsabilidaa-_un amen-
tal de---fóoarñ_roesionales capaces -de in-
tegrarse a esta tarea. Congruentes con esta
idea, lus profesiones han debido redefinirse
en función de nuevas metas
-ué- proceso de redefi-
nición Reupasado del cumplimiento de una
función mas bien asistencial, a una función
orientada a capacitar y a organizar a la co-
munidad para que asuma una posición par-
ticinativa en la transformación de la socie-
dad.
La responsabilidad de esta función no es
exclusiva, es compartida con las otras pro-
fesiones y constituye, en definitiva, el com-
promiso de la Universidad.
* En la concepción asistencial, los profesio-
nales se ubicaron fundamentalmente en los
aspectos marginales de los sistemas, desti-
nados a satisfacer la necesidad pública. Se
actuaba 'de preferencia, con los individuos
sin trabajo, los niños sin educación, los sin
vivienda, con los privados del derecho a se-
guridad social. Aquí y frente a estas caren-
cias se desarrollaba el máximo esfuerzo.
Otra parte importante del trabajo se ha-
cía y se hace aún con una orientación edu-
cativa, en relación al cumplimiento de leyes,
normas y disposiciones de la organización,
en los servicios de bienestar. Este trabaio
se efectúa, generalmente, con las personas
que aún teniendo derechos no hacen uso
normal y expedito de los servicios por des-
conocimiento de la maraña burocrática, in-
cumplimiento de leyes sociales, sentido de
dependencia, etcétera.
Situándonos en estas perspectivas, encon-
.tramos, en el primer caso, un p sional
ubicado cmo un u
 PILAR ALVARIÑO / EL PROYECTO IOCVMO MODELO DE ACCION SOCIAL
bilidades de enfoque de los sistemas de bien-
estar y en el seguido,_unprofesional que
trabaj r caap c tar, en relacióna!bje-
tivo qe cumplen dic io.,poqu
- 7c _is pero que
ivTg
no e a a nunca a analizar la efectividad
de estos objetivos o a hacer aportes para
superarlos.
'. Aunque el trabajo de desarrollo y organi-
zación de la comunidad pretendió salir de
estos márgenes, no tuvo, de hecho, una real
significación en el desarrollo, porque la pro-
porción de estos programas fue mínima, y
porque de un modo u otro, apuntaban siem-
pre a los efectos, más que a la concepción
con que se pretendía satisfacer las necsida-
des sociales.
Si pensamos que todos los elementos de
nivel de vida son comparables, se hace muy
difícil separar los aspectos sociales: salud,
vivienda, trabajo y otros del componente
económico del desarrollo.
Derivado de lo anterior, pensamos que to-
do individuo que produce o produjo cuando
su condición física se lo permitió, debería
poder satisfacer normalmente sus necesida-
des y las de su grupo y, en tal caso, no po-
dría estar marginado de los sistemas de bien-
estar.
/ El nuevo profesional debería, a nuestro
juicio, radicar su acción en estos mismos as-
pectos sociales del desarrollo, pero en una
forma diferente de abordar el problema. De-
bería actuar ahora con todos los beneficia-
rios, adscritos y potenciales del sistema, ca-
pacitándolos y motivando su incorporación
a la toma de decisiones que repercuten di-
rectamente en el enfoque y calidad de los
servicios que se les ofrece.
En el ejercicio de esta actividad, el pro-
fesional se enfrenta por lo menos a tres ni-
veles distintos de la realidad, los que de-
biendo complementarse, a menudo se obs-
taculizan o contraponen por la misma natu-
raleza de los elementos que los integran. Nos
estamos refiriendo a las políticas sociales, a
la organización o aparato burocrático encar-
gado a traducir políticas en servicios Y a la
comunidad que reciba el producto de los
niveles anteriores, político y administrativo.
Por ejemplo, saber que la seguridad social
chilena es uno de los sistemas que cubren
mayor cantidad de riesgos y que protege al
70 por ciento de la población, da una pers-
pectiva casi ideal por comparación con otros
países del mundo; situarse junto al benefi-
ciario y seguir con él las tramitaciones, de-
moras, tropiezos de la gestión que permite
obtener el servicio, representa ya una pers-
pectiva distinta y cuando se tiene la opor-
tunidad de observar en qué medida se re-
suelve el problema y cuándo el riesgo está
efectivamente cubierto, se entra en un plano
de realidades que hace desaparecer práctica-
mente la imagen ideal de la primera apre-
ciación.
Definición de la política social
"Si nos situamos en una perspectiva am-
plia, podemos decir que dentro de una socie-
dad determinada,el primer problema o com-
plejo de problemas a que ella se encuentra
abocada es el problema político, entendiendo
por tal la selección y/o jerarquización de
los objetivos básicos de la comunidad, se-
gún escala de valores sociales, éticos y eco-
nómicos. En segunda instancia surge el pro-
blema económico, vale decir, la adecuación
de recursos escasos y de usos alternativos a
/ines multiples y jerarquizables" (1).
La solución al problema político deberá
partir, por lo tanto, de una serie de objeti-
vos a lograr, cuya selección de prioridades
constituirá un esquema instrumentado para
el desarrollo. El desafío que plantea traba-
jar en un esquema de esta naturaleza, sea
en los más altos niveles de toma de decisión
o en la ejecución de proyectos específicos,
hace surgir inmediatamente el problema téc-
nico.
Puesto que Servicio Social es una profe-
sión cuya forma de trabajo es la transforma-
ción de situaciones concretas de acuerdo a
normas, constituidas generalmente por las
políticas sociales vigentes, identificamos el
ppoblema técnico con laprogramación y la
di-- ro ecs en reación-con los
opectos sociales afe-des-rolr .. ....
La -metaque este pas-iíeliá trazado, sa-
lir del subdesarrollo, el expreso propósito
de Servicio Social de trabajar para ello, v el
avance de instrumentos técnicos, como la
programación y la administración de provec-
tos, son componentes de un momento que
(1) MORALES, Edo. "Administración. Al-
gunos puntos básicos". Documento mimeografia-
do presentado al Seminario de Bienestar Social.
CEPAL. Santiago de Chile, 1968.
,
ýt
 REVISTA TRABAJO
hacen inadmisible cualquier acción desviada
del planteamiento global. Estas son técnicas
que buscan la racionalidad en el pensamien-
to y en la acción y que deberían, por lo tan-
to, implementar cualquier enfoque con que
se pretende abordar la satisfacción de la ne-
cesidad pública.
Sistema burocrático
Por otra parte, el asistente social traba-
ja generalmente como funcionario; es un ac-
tor del aparato burocrático y como tal debe
conocer el circuito que recorre la tramitación
interna, los pasos que dentro de cada sis-
tema de trabajo instalado sigue la informa-
ción hasta transformarse en un servicio que
llega a las personas. Este producto constitu-
ye el objetivo y la razón de ser de la orga-
nización.
Sin embargo, el proceso de aplicación de
una idea que comenzó siendo parte de una
norma o politica social, termina a menudo
por desdibujar la intención. Las razones son
variadas y van desde el uso de sistemas de
trabajo arcaicos y rutinarios, al problema de
responsabilidad funcionaria o de ideología
personal que responde favorable y desfavo-
rablemente al planteamiento de las políticas
globales.
La determinación de los fines es un nro-
blema político como ya se ha dicho, y la
consecución de ellos tiene repercusiones pa-
ra la comunidad entera. Por lo tanto, es im-
portante que ella pueda proveer los resulta-
dos o consecuencias de una decisión y "que
el profesional sea capaz de valorar las de-
terminantes político-/ilosó/icas que acompa-
ñan a los factores tecnológicos del cam-
bio". (2)
A los problemas
f doctrinario con que que
un derivan
Estado del enfoque
procura 7-
( tisfacer las necesidades públicas viene a su-
marse, como hemos visto, los problemas que
derivan de la estructura y del factor huma-
no de la organización. Es frente a estos dos
elementos fundamentales: racionalidad en la
acción y valoración de las consecuencias de
la misma, donde ubicamos el compromiso
de la profesión con la sociedad. Dicho de
otro modo, tan importante como saber apli-
(2) JORDAN, Ricardo. "Educación para la
planificación como acción multidisciplinaria".
Universidad Católica de Chile.
SOCIAL
car el instrumento óptimo para obtener un
fin, es saber anticipar hacia dónde nos lle-
va dicho fin.
Esto es especialmente válido para el Tra-
bajador Social, que el actuar como estímulo
externo en una comunidad, incorpora sus
propios valores, vivencias y cultura, con lo
cual puede influir en los reales intereses del
grupo.
La comunidad
Nos hemos referido a la política y a la
organización. En cuanto a la comunidad, és-
ta ha tenido un rol más o menos pasivo.
Su influencia en la organización de políticas
de bienestar ha sido escasa y nula su parti-
cipación en la administración de los servi-
cios, en relación a sus intereses. La comu-
nidad es más bien receptora paciente de la
orientación y la calidad de los servicios que
se le ofrecen.
Esta visión amplia, que va de la política
a la administración y de allí a la comunidad,
confiere a Servicio Social un ámbito de ac-
ción que pocas profesiones tienen. Si a esto
se agrega la responsabilidad de promover la
capacitación y la formulación de la comuni-
dad en un momento en que la participación
constituye una estrategia para el desarrollo
social, es fácil comprender el papel que es-
ta profesión podría jugar en la realidad na-
cional.
Un esquema para la acción
El asistente social q trabaja mngrupns4-
ihumanosdeberá ser un evaluador constante
de los programas de bi!ñ-stAr-vigen=s" por
confrontación sucesiva de los esquemas teó-
ricos con láípracica. Esto es lo que caracte-
~zz-sü ítoío-de acci n. Ta situaci- sig-
i-ica, por otra part¿-iie la profesión de-
berá instrumentalizarse sólo alrededor de
aquellas situaciones que responden a las ne-
cesidades de la comunidad y con las que és-
ta se sienta interpretada.
Hacer cosas con sentido, producir impac-
to con la acción, contribuir al desarrollo so-
cial, son frases que han nutrido la biblio-
grafía profesional de los últimos años. Tra-
ducen una intención y marcan una etapa,
pero son lo suficientemente vagas y genera-
les como para que se pueda trabajar con
ellas a través de una conducta profesional
 PILAR ALVAR,ÑO i EL PROYEiCTO COMO MODELO
identificable como tal. La intención que di-
chas frases dejan traslucir, deberían ser es-
pecificadas y reducidas a operaciones concre-
tas ante cada realidad, lo que supone un
continum de diagnóstico y acción como- mé-
todo profesion1 que seýenmarcaría ~en pro-
yectos sociales. El proiecto es concebids
ui como una secuencia de actividades des-
tinadá-í a reüunir información para la-toma--dé
dec-ñ a ejeurar y.evaluarI la acción
quer-i-va de iýchas decisiones.
Se ha pensado en un esquema de trabajo
cuya parte más general podría describirse
como el conocimiento de la situación de par-
tida, la introducción de un proyecto de ac-.
ción social como estímulo o variable inter-
viniente, la evaluación de una situación fi- !
nal como efecto de la acción y la reinicia-
ción de la acción superada.
Proyecto
Situación
Inicial
1 F
Situación
Final
Impacto
Cada parte de este esquema consta de di-
ferentes etapas, cuya secuencia, para los efec-
tos del trabajo social, es mas bien conven-
cional, puesto que en la práctica no son ne-
cesariamente consecutivas. Tampoco se su-
pone terminado el ciclo con la constatación
de la situación distinta que pudiera conside-
rarse como efecto del proyecto, sino que
desde allí se vuelve a reiniciar el proceso en , cas de bienestar vigentes, para asegurar la
un intento de superación del método y de
la situación.
Decimos que en la práctica estas etapas
no se dan en forma consecutiva, pero es más
que eso. Por las condiciones del medio en
que actúa el profesional, por la urgencia
de solución que requieren los problemas, di-
fícilmente puede esperar a tener la compren-
si.n total de lásituación antes dedecidir la
acción más-raional. Sui edt que junto-con
llegar a -lugar,-es requerido y presionado
para realizar acciones inmediatas en torno a
una multiplicidad de problemas, cuyas solu-
ciones, si las logra, no producen en conjunto
cambios significativos.
I> AOCCION SOCIAL
-Sin embargo, creemos que aun cuando
subsista la necesidad de destinar un tiempo
apreciable a estas labores, ellas no pueden
justificarse por más tiempo por la sola ra-
zón de existir de una profesión. No pueden
ser consideradas sino como un medio o for-
ma de entrar en contacto con los problemas
de fondo. La acción fundamental debería
e contrar su base de racionalidad en un--dag-'
nostico e a real1d- deBeria conciensaíle
en proyEctos eecutaJo-s con iíteiýý¡ja
y dertnida de producir impacto.
La rutina y la improvisación que han si-
do dos componentes habituales de nuestro
trabajo, han derivado, en gran medida, de
la falta de modelos para el conocimiento y
la1 trnsformacior], modelo que- respa al
profeioa l -sTtaón que enfrenta-- que
. roó¡ean dé orienf i-óñ yueestructuran
--------------
los pýaýsosE-u_ úñWTiñ .
Estamos conscientes de que por las carac-
terísticas de urgencia y dramatismo que mu-
chas veces reviste el trabajo, modelos de es-
ta naturaleza no son para ser cumplidos por
etapas acabadas sino para irse completando
a través de intentos sucesivos de aproxima-
ción a la comprensión y a la transformación
de un hecho social.
La información que deriva de esta expe-
riencia debería canalizarse en forma regular
y permanente, a trav¿éa de las instancias que
ofrecen los ppderés del Estado y los meca-
nismos de, participación de la comunidad or-
ganizada, hacia los más altos niveles de to-
ma de decisiones. De esta manera, a partir
de un trabajo efectuado fundamentalmente
por el grupo social, podría contribuirse a re-
formular la burocracia existente y las políti-
racionalidad en la toma de decisiones y la
concordancia de éstas con el interés real de
la gente.
Un trabajo de esta naturaleza, para ser
realmente efectivo, requeriría del patrocinio
y de la coordinación de un organismo cen-
tral de planificación social.
En síntesis los planteamientos anteriores
pueden expresarse de la manera que sigue:
1. El Servicio Social tiene como tarea co-
laborar a la formación de un hombre que
asuma una posición responsable -y par-
ticipativa en el desarrollo social. Enten-
demos por participación activa en el de-
 REVISTA TRABAJO
sarrollo social, la incorporación conscien-
te y organizada en el plano de las ideas
y de la acción. El desarrollo se alcanza
a través de un proceso donde la comu-
nidad entera es gestora.
2. Esta tarea define para la profesión una
función fundamentalmente educadora.
Entendiendo por ésta estimular en los
individuos la búsqueda de su motivación
real y de los elementos de juicio para la
acción.
3. La materia a la que se orienta este pro-
ceso educativo debe ser la preparación
para la participación de la comunidad en
la satisfacción de los aspectos del nivel
de vida.
4. Esta materia debería analizarse con la
comunidad como elementos de una glo-
balidad social; como efectos condiciona-
dos por la política y la administración.
De este modo, la discusión debería pa-
sar por los distintos niveles de análisis:
a) El problema en cuanto afecta a la o
las personas determinadas del grupo;
b) El problema en cuanto producto del
aparato burocrático;
c) El problema en cuanto enfoque con
que se aborde el sistema de bienes-
tar social.
5. Para cumplir dicha tarea es necesario rea-
lizar trabajo que produzca impacto; que
rebalse el ámbito reducido de la familia
y el pequeño grupo; constituyendo o-L
yectos Sificativos de acción social. Aun
cuaido se pretenda dar esta perspectiva
amplia a la acción, la forma de penetrar
en la problemática deberá ser a través
de necesidades que se expresan a nivel
de personas o grupos específicos.
6. El Servicio Social pretende transformar
una situación en otra, a par
valoración de-lasituacióa dIepartida y
tenlein__do _tmo
rfena_ un modelo
ideal. La valoración de la situach- íF-,
c @lias
estrategias para-la acción de-
b•aidauengest dei ieiidjdI rea-
lidad en estudio. El nivel, calicd y s~ig-
90CIAL
nificación de la información que se ma-
neje sería decisivo en la proyección de
la acción.
7. La planificación dep yectosonstituye
un.método para este tipo de acción so-
cial.
En la adaptación de este esquema a las
acciones de Servicio Social las etapas que
componían cada una. de sus partes se esta-
blecieron pensando que, lógicamente, cada
una de ellas tenía: un principio para la ac-
ción,.un procedimiento y un efecto y que el
efecto que produce una etapa para consti-
tuir el principio que rige la etapa siguien-
te NQ 3.
La primera parte del esquema, denomina-
da conocimiento de la situación de partida,
comprende las etapas de:
1. Diagnóstico
2. Pronóstico
La segunda parte, flecha hacia la derecha,
representa la introducción del estímulo o
proyecto de acción y comprende las etapas
de:
3. Fijación de metas y objetivos
4. Programación
5. Ejecución del proyecto
La tercera parte denominada situación fi-
nal, representa el cambio y comprende las
etapas de:
6. Evaluación o medición de los resultados.
La parte cuarta, flecha orientada a la iz-
quierda, representa el efecto de retroalimen-
tación, mensaje del retorno o mensaje co-
rrectivo, del proceso que vuelve a iniciarse
y comprende la etapa de:
7. Sistematización y canalización del nuevo
conocimiento.
* Cada una de estas etapas, según la rela-
ción descrita anteriormente como principio,
procedimiento y efecto, se articularían de la
siguiente manera:
 PILAR ALVARIÑO 1 EL IPROYCTO COMO MODELO DE AC-ION SOCIAL

Principio Procedimientos Efectos

Primera Etapa

Toda acción racional debe basarse en Investigación Diagnóstico

el conocimiento de la situación.

Segunda Parte

El conocimiento del curso de una va- Proyección , Pronóstico

riable y de la' circunstancia histórica
en que se desenvuelve permite pre-
ver las alternativas de comportamien-
to y futuro.

Tercera Etapa

Conocer la tendencia de una variable Selección de un modelo Fijación de objetivos

permite intentar darle orientación, con- de referencia.
secuente con un modelo ideal.

Cuarta Etapa

La clara definición de objetivos permi- Programación Esquema de decisiones

te tomar decisiones racionales en t¿r-
minos de estructura, sistematización y
dotación.

Quinta Etapa

El ordenamiento, sincronización y cro- Dirección y ejecución de Práctica Social

nología de las actividades del proyec- proyecto.
to, facilita su puesta en marcha y la
eficiencia de la acción.

Sexta Etapa

La magnitud y orientación de la dife- Investigación evaluativa Constatación del cambio

rencia entre la situación inicial y la si-
tuación final constituye el logro del
proyecto.

Séptima Etapa
Todo conocimiento emanado de la prác-
tica social debe ser usado para mejo-
rar la situación vigente y la teoría dis-
ponible.
Sistematización y canali- Contribución a la teoría
de la acción.
zación del nuevo conoci-
miento. Reformación de políticas
sociales.
 REVISTA TRABAJO
Esta especificación de lo que debería ser
cada etapa del trabajo hizo necesario obte-
ner tres tipos diferentes de información:
1. Información que hiciera posible la com-
prensión del hecho social en estudio y
su valoración.
2. Información que sirviera de modelo pa-
ra la transformación.
3. Información que permitiera el uso sig-
nificativo del conocimiento resultante.
Diagnóstico Global y Específico
La sistematización de la información pa-
ra la comprensión dio como resultado un
diagnóstico que se expresó en dos niveles:
diagnóstico global y diagnóstico específico,
y consistió por una parte, en la caracteriza-
ción de la situación contextual o más exclu-
siva en que se producía el fenómeno en es-
tudio y por otra parte en la caracterización
del aspecto concreto en que se centra el pro-
yecto de práctica.
Lo comprensivo de esta información im-
plicó conocer el problema en magnitud, en-
tendiéndolas como los alcances del subsis-
tema o fenómeno dado respecto a un siste-
ma del cual es parte y producto y por el
cual es condicionado y condiciona: trayecto-
ria histórica expresada en la dinámica de la
interacción en el tiempo de grupos sociales
de intereses diferentes que han condicionado
la peculiaridad del objeto de estudio, en es-
te caso el sistema de seguridad social. Y en
consecuencia o sea 'las características que
adopta y para la sociedad en general.
Para lograr ambos niveles de información,
diWtT~ ýa_ stico específico
ñ-c
fue necesio determinar tres-eüeñias:-_de
datos instrumently_ teórico. -
El esquema de datos incluye las variables,
dimneniones y,eIspecCa¿ciones alrededor de
las cuales se organizará el conocimiento dis-
ponible. El esquema instrumental incluye las
técnicas y-proc¿im- ñtos para~la recolección
y análisis de dichos datos, y el esquema teó-
rico_ proporciona el enfoque o perspectiva
desde la cual se dará sentido a los datos.
En la parte global del trabajo, los datos
que se utilizaron fueron los necesarios para
el estudio de dos variables y sus dimensio-
nes: Realidad Nacional y Seguridad Social.
SOCIAL
En lo teórico, la primera de ellas se analizó*
como sociedad capitalista, subdesarrollada y
dependiente y la segunda a partir de los
principios de Universidad, Unidad, Solidari-
dad e Integridad como enfoque doctrinario.
El instrumento usado en la recolección de
datos fue fundamentalmente recopilación bi-
bliográfica, entrevistas, foros y seminarios.
En lo específico- los datos se refieren a
las agencias de Seguro Social como aparato
burocrático (actores, normas, estructura, sis-
tematización). Como teoría para analizar es-
tos datos se usaron principios de adminis-
traci6n, organización y método. Las técnicas
de recolección fueron análisis de documen-
tos, entrevistas, especialmente, observacio-
nes en terreno. Para esto el equipo se ubicó
en las agencias de Seguro Social. Allí, y de-
bido a la demanda de los beneficiarios, se
realizaron acciones profesionales paralelas al
- trabajo de investigación. Estas acciones que
calificamos como de servicio permitieron la
entrada al problema a través del contacto
con la gente a la vez que fueron afinando el
conocimiento. Ello significó abandonar el
criterio de transformación a través de accio-
nes posteriores que se enmarcaron en un pro-
yecto central con orientación definida.
El diagnóstico nos entrega la caracteriza-
ción de la situación de partida en un mo-
mento dado, ofreciéndonos la visión de un
sistema de seguridad social de concepción
individualista, utilizado como instrumento,
político donde los grupos más poderosos lo-
graron mayores beneficios discriminatorios
en la entrega de beneficios y en la exigen-
cia de requisitos, parcelado en múltiples ins-
titutos, poco racional y con alto costo de-
administración. Junto a esto, mostró un Ser-
vicio Social cuya acción fundamental es la
entrega de información individual sobre be-
neficios y formas de tramitación.
La comprensión de ambas situaciones, fun-
damentalmente y definido para el equipo,
la necesidad de trabajar para el cambio en
el enfoque de la seguridad social y de racio-
nalizar los métodos de Servicio Social para
tales efectos.
La etapa que continúa en el esquema me-
todológico es la que corresponde a la infor-
mación para la transformación. Esta etapa
se expresa también en dos niveles: uno de
orientación para el cambio y otro de ejecu-
ción de proyecto.
 PILAR AfaV&RIÑO / EL PROYICCTO COMO MODELO
Modelo de orientación para el cambio
El nivel de orientación para el cambio
comprende un esquema normativo, un es-
quema de hipótesis y objetivos y un esque-
ma instrumental.
<Lla . sme.&quema-nor, at.ivo al modelo
eal. de, seguridad social y a la acción que
frente a él cabría a Serviio- SociaL. El mio -7
delo idéa-fu-e diseñadó sólo en sus orienta-
ciones más generales pensando que su espe-
cificación debería surgir de una práctica so-
cial que considerara la interpretación, viven-
cia, actitud en información que la comuni-
dad tuviera, así como la visión del técnico.
De este cruce de información y experiencia
resultaría una síntesis cultural que podría
constituir la base para una transformación
conjunta, donde la opción concreta de cam-
bio se la da, la propia comunidad.
Desde este punto de vista el modelo de
seguridad social significó para nosotros un
sistema unificado en la organización y los
servicios que ofrecen, los montos que deter-
mina y los requisitos que exige y un Servi-
cio Social que busque en la comunidad las
formas más efectivas de prepararse para la
participación en la definición y en la admi-
nistración del sistema.
El proyecto de reforma de la seguridad
social que está planteando el gobierno ac-
tual es coincidente con esta orientación .se-
neral y que considerado, por lo tanto, como
una alternativa para ser conocida y discutida
por la comunidad beneficiaria.
La fundamentación de cambio que dio el
diagnóstico, la orientación para el mismo que
entregó el modelo normativo y la circuns-
tancia histórica de que a corto plazo sería
propuesta una reforma, hicieron surgir cier-
tas hipótesis en relación a la conducta que
asumirían las personas cuando esta última
situación se concretara. Esta hipótesis tuvie-
ron que ver con la actitud y resistencia al
cambio -que normalmente se presente en la
-comunidad y pasaron a constituir los puntos
cruciales a los que apuntaría el trabajo de-
terminando en gran medida el contenido va-
lórico de los objetivos. Lo interesante aquí
era motivar a las personas una disposición
favorable al cambio, lo que no significaba
en absoluto, trabajar para una aceptación
pasiva de las reformas planteadas sino más
bien para que, con estos elementos de jui-
cio los trabajadores fueran críticos y parti-
cipativos respecto de la situación.
DE ACCION SOCIAL
Los objetivos que se determinaron para
el proyecto fueron capacitar, concientizar y
motivar la comunidad para la participación
en la toma de decisiones relativas a seguri-
dad social.
Entendemos por capacitación, la interna-
lización de contenidos de la seguridad social
y la posibilidad de esperar con ellos frente
al sistema. Aunque este pudiera parecer un
objetivo de tipo adaptador puesto que pro-
cura facilitar el funcionamiento de lo va es-
tableéido, pensamos, que la única forma de
criticar y transformar una situación era par-
tiendo del conocimiento real de sus debili-
dades.
El objetivo concíentizador fue definido
como el despertar de la visión crítica del tra-
bajador frente al enfoque, organización y
funcionamiento de la seguridad social.
Se entendió por motivación para la parti-
cipación, la búsqueda de mecanismos para
la incorporación activa a la toma de decisio-
nes y a la administración del sistema. Enten-
demos también que el hecho mismo de la
incorporación a uno u otro esquema de par-
ticipación es opción de cada sujeto especial-
mente si consideramos el momento que vive
nuestro país, donde dificílmente se puede en-
contrar un individuo que no tenga claridad
respecto a su posición política.
Una vez establecidos y definidos los ob-
jetivos, estos fueron llevados a un nivel de
especificaciones tal, que permitieran estable-
cer las fases del trabajo y las operaciones
necesarias para lograrlos, así como las uni-
dades de medición de los logros.
Aunque las unidades de logro de objeti-
vo se trataron de establecer a través de ni-
veles de capacitación, concientización y par-
ticipación, ésta fue sin duda la parte más
débil y- menos lograda del trabajo, esnecial-
mente en relación a la de los dos últimos
objetivos y debido a la dificultad que pre-
senta la medición de conceptos cualitativos.
Para lograr estos objetivos, se programó
un proyecto de trabajo con la comunidad
con el siguiente instrumental; en la sincro-
nizaci6n y cronología de las actividades que
lo componían se utilizaron técnicas de pro-
gramación por camino crítico.
Modelo de Transformación
El modelo para la transformación incluye
los tres niveles descritos en el planteamien-
 REVISTA TRABAJO-
to inicial: comunidad, aspecto burocrático y
política social.
A nivel de la comunidad cada problema
deL se" aIzdo omo elemento de una
globalidad social y se tratará de llevar el aná-
lisis desde los niveles más concretos y ele-
mentales de comprensión a los niveles más-
abstractos y generales.
Se seleccionaron quince grupos de Santia-
go, San Bernardo y Puente Alto, entre los
cuales había sindicatos obreros y campesi-
nos y centros de madres. Estos últimos se
tomaron como una forma de probar las po-
sibilidades de incorporar a la mujer a la dis-
cusión de los problemas sociales. A partir
de estos criterios se establecieron algunas
características mínimas que garantizaron el
trabajo práctico, antes de seleccionar los gru-
pos con los cuales se trabajaría y que fueron:
1. Estar dentro del radio de las agencias
con que se trabajó y que patrocinaban
el proyecto.
2. Relativa estabilidad del grupo que ga-
rantizara la continuidad de la acción.
3. Que los miembros fueran a la vez bene-
ficiarios del Seguro Social y que expre-
saran su interés por el tema.
En relación a este tercer punto es necesa-
rio aclarar que las organizaciones, de acuer-
do a su interés, eligieron el ciclo Completo
ofrecido por los alumnos a sólo algunos de
sus temas.
Todo esto requirió una motivación que
se realizó a nivel de dirigentes. Quedó de-
mostrado en la evaluación que este procedi-
miento no había sido muy eficaz, y que po-
siblemente la motivación debió hacerse con
todo el grupo, lo que implicaba evidente-
mente destinar a ello un mayor tiempo. La
técnica que se utilizó preferentemente en la
ejecución del proyecto fue la discusión de
grupo pequeño. El contenido de la discusión
asumió distintas características, dependiendo
del objetivo al cual se aplicaba. Así el ob-
jetivo de cada citación se pretendió lograr,
a través de un ciclo de nueve sesiones de
discusión sobre los riesgos que cubre la se-
guridad social chilena. Para motivar el inte-
rés y la participación, la discusión se reali-
zó a partir de casos que narraban las asis-
tentes y que generalmente constituían expe-
riencias personales que eran conocidas por
los amigos o compañeros ahí presentes. Cuan-
SOCIAL
do ésto no era posible el alumno presenta-
ba el caso. La fijación de contenidos se hi-
zo a través del uso de material audiovisual:
rotafolio, esquemas, afiches, tiras de. secuen-
cia, etcétera, todo elaborado por los alum-
nos. Para lograr concientización, se utilizó
la misma técnica pero la discusión se centró
en la comparación .de cada uno de los ries-
gos en cuatro diferentes institutos de segu-
ro social: Caja Bancaria de Pensiones, Ca-
ja de Empleados Públicos y Periodistas, Ca-
ja de Empleados Particulares y Seguro So-
cial, institución que agrupa a los obreros.
Estos institutos presentan diferencias impor-
tantes respecto a monto y requisito en re-
lación al mismo riesgo, diferencias que in-
variablemente dejan en desventaja al grupo
con que se efectuaba este trabajo. Se espe-
raba. que la comparación hiciera comprender
la magnitud de la discriminación de que eran
objeto.
La motivacin. para la participación se
pret-ñí6a través de la discusión de los pro-
yectos de reforma planteados por el actual
gobierno, estimulando en los miembros del
grupo la búsqueda de aspectos coincidentes
y divergentes con sus intereses. Por otra
parte, la discusión se orientó a analizar los
mecanismos de participación establecidos pa-
ra los beneficiarios, así como la búsqueda
de otros canales donde se sintieran más iden-
tificados y consideraran más expeditos pa-
ra hacer oír su pensamiento.
. Durante el desarrollo del proyecto, los
alumnos se organizaron en equipo de nueve
y cada uno de ellos era responsable del ma-
nejo de un tema en profundidad v debía
dar todo tipo de respuestas que frente a él
surgieran. En cada sesión dos miembros del
equipo actuaban como observadores de la
dinámica de grupo y consignaban en un in-
forme todas sus impresiones. Estos infor-
mes sirvieron posteriormente para funda-
mentar y reforzar aspectos de la evaluación
del proyecto. •
Uso de la información
El modelo para el uso de la información
incluye la evaluación, la canalización de la
información obtenida hacia el nivel de for-
ma de discusiones para lograr cambios en
las políticas y los sistemas de trabajo y la
sistematización del conocimiento que apun-
ta fundamentalmente a la teoría para la ac-
ción.
 PILAR ALVARIÑO / EL PROYECTO C OMO MOI2ELO DE AJCION SOCIAL
Para realizar la etapa de evaluación, los
objetivos se habían desglosado en una pla-
taforma mínima de conocimientos o actitu-
des que permitieran o surgieran las posibi-
lidades de operatividad de la gente en cada
uno de los tres niveles. En'realidad, la cor-
ta duración del período destinado al pro-
yecto mismo debido a la necesidad de cum-
plir plazos académicos no permitió medir
capacidad para operar ni actitudes sino más
bien conocimientos y opiniones. En el obje-
tivo de capacitación, se puede medir el cam-
bio en el conocimiento de los riesgos v en
la forma de tramitarlos, en el de concienti-
zación, opiniones que permitan inferir des-
contento en este primer contacto con las
discriminaciones de que eran objeto. En cuan-
to al objetivo de organización, tampoco se
logró el hecho concreto de la organización,
y sólo fue posible captar la inqtietud y las
opiniones respecto a los mecanismos estable-
cidos, su conformidad o rechazo de los mis-
mos y la opinión respecto a la formación de
otros canales más rápidos y eficientes.
211
El diseño que se utilizó en casi todos los
grupos fue: medición antes, exposición al
programa-medición después, sin grupo de
control.'
Este diseño se utilizó para medir cada uno
de los objetivos, variando el instrumento de
medición. El objetivo de capacitación, con
las limitaciones ya expresadas, fue relativa-
mente fácil de medir antes y después a tra-
vés de un cuestionario que describía situa-
ciones y donde la persona respondía hacien-
do un círculo o una marca en la alternativa
sí o no.
Los otros objetivos, concientización Y mo-
tivación para la participación sólo pudieron
inferirse de las respuestas que la gente dio
a una pauta en un taller final de discusión.
Una variación que se presentó en relación
a los instrumentos de medición, derivó de
los problemas más bien éticos o de posición
de los alumnos en su relación con los gru-
pos, y consistió en que uno de los equipos
no tuvo inconveniente para aplicar cuestio-
nario escrito antes y después del proyecto;
 REVISTA TRABAJO SOCIAL

otro grupo decidió hacer la medición antes
en forma verbal pensando que si la relación
comenzaba por responder un cuestionario
las personas se sentirían utilizadas, deter-
minándose así una comunicación inadecuada.
El tercer equipo se negó a aplicar ningún
cuestionario, haciendo verbalmente y en gru-
po todos los intentos de evaluación. Se en-
contraron con que ante cada interrogante
planteada no surgían del grupo más de cua-
tro respuestas por vez, independientemente
del número de miembros que lo integrara.
Además si en este grupo participaba el di-
rigente, su respuesta determinaba las tres
restantes.
Las imposibilidades de hablar objetiva-
mente de evaluación en estas circunstancias,
están consignadas en los informes finales de
los equipos.
A todas las dificultades propias de la me-
dición se agregan aquellas que derivan del
trabajo con grupos organizados para otros
fines, con vida propia, con líderes autocráti-
cos y especialmente tan poco homo,éneos
respecto de las características de sus miem-
bros. Encontramos grupos, donde el nivel
-de escolaridad de sus componentes iba de
segundo medio a analfabetos, lo cual es bas-
tante importante en los programas de capa-
citación.
Los grupos mismos difieren entre sí y pre-
sentan condiciones previas al desarrollo del
programa, que dificultan enormemente lle-
gar a medir la eficiencia o el rendimiento
del programa como estímulo para el cambio.
Los Sindicatos, dependiendo de las caracte-
rísticas de sus dirigentes, especialmente de
su trayectoria de lucha gremial, presentan
una mayor o menor facilidad para pasar de
un nivel de análisis a otro, sin que esto pue-
da atribuirse al programa, material audiovi-
sual, técnicas usadas o calidad del personal
que lo llevó a la práctica.
La posibilidad de usar grupos de control
en los programas de Trabajo Social fue lar-
gamente discutida, desechándola finalmen-
te sin que la discusión se hubiera agotado.
Se pensó más bien que en una nueva apro-
ximación al problema podría afinarse esta
parte del proyecto que fue realmente la más
débil.
En este primer intento se lograron llevar
a la práctica las nuevas funciones de Servi-
cio Social a través de métodos que se fue-
ron estructurando y restructurando a partir
de la práctica.

ESTRUCTURACION DEL METODO

Modelo diagnóstico
Diagnóstico global

ESQUEMA DE ESQUEMA ESQUEMA

DATOS INSTRUMENTAL TEORICO
Realidad Nacional Recep. bibliográfico 1. Capitalismo.
INFORMACION Seguridad Social Entrevistas. Foros Dependencia
PARA LA Seminarios Subdesarrollo.
COMPRENSION 2. Enfoque doctrina-
rio de la S. Social

Diagnóstico específico

ESQUEMA DE ESQUEMA ESQUEMA

DATOS INSTRUMENTAL TEORICO
Agencia de S. Social Entrevistas. Foros Principios Adminis-
como aparato buro- Observación de te- trativos.
crático. Servicio So- rreno. Organización ya Mé-
cial. _ todo.
 r,
PILAR ALVARIÑO i EL PROYECTO COMO MODELO DE ACCION SOCIAL

Modelo de orientación para el cambio

ESQUEMA ESQUEMA ESQUEMA

NORMATIVO DE HIPOTESIS INSTRUMENTAL
Modelo ideal Capacitación. Moti- Programación. PER
INFORME Sistema unificado vacion para la parti- CPM. S. Social. Tra
PARA LA cipación comunitaria bajo con pecueñ
ORIENTACION
DEL PROYECTO
grupo. Educación.
Solución de casos.

Modelo para la transformación

COMUNIDAD SISTEMA POLITICA

ORGANIZADA BUROCRATICO SOCIAL
INFORME PARA Sindicatos Agentes Grupos de presión 1
Agrupaciones campe- Asistentes Sociales
LA EJECUCION sinas. Centros de ma- Funcionarios
dres.

Modelo para el uso de la información

EVALUACION CANALIZACION SISTEMATIZACIOI

Diseños Dirección de Seg.

MANEJO DE Medición antes. Social. Informes
Exposición al pro- Depto. Serv. Social.
INFORMACION grama. Ofic. Planificación
Medición después