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Movimientos guerrilleros en Paraguay

La historia de las organizaciones armadas que combatieron contra la dictadura es poco


conocida. Líderes políticos militares que lucharon hasta sus muertes contra Stroessner
por sus ideales de libertad.
Por Arístides Ortiz Duarte

Como en muchas dictaduras latinoamericanas de derecha, ciudadanos paraguayos que


padecieron a Stroessner y a su gobierno decidieron alzarse en armas para derrocarlo, sin
éxito. Algunos de ellos, con sus organizaciones, lucharon hasta sus muertes. Aquí algunos de
sus protagonistas:

En un paraje de Ypacaraí

El 17 de mayo de 1970, varios vehículos de la policía cierran el tránsito en Ñu Ypacaraí a un


auto que tiene las características dadas por un pyrague. Uniformados y civiles armados bajan
aparatosamente y atropellan con disparos el automóvil. De la valijera sale un hombre y echa a
correr con un arma en la mano. Estampidas de balas por los disparos cruzados. El que está
decidido a escapar, o a morir, es Arturo López Areco, alias «Agapito Valiente», comandante
de la columna «Mariscal López» del Frente Unido de Liberación Nacional (FULNA). Lo alcanza
una bala y cae. Pero, arrastrándose, sigue disparando contra sus perseguidores. Estos se
acercan con ráfagas ardientes. Antes de ser acribillado, Agapito metió bala a dos, quizás tres
policías. Uno de ellos, que cae herido, es el General Patricio Colmán, jefe del comando
antiguerrillero stronista, quien luego moriría como consecuencia de aquella herida.

Una madrugada en Asunción


La conducción nacional de la Organización Político Militar (OPM) planifica en una reunión las
operaciones a seguir. Es en la casa de uno de sus miembros, Mario Schaerer Prono, en el
Barrio Herrera. De pronto irrumpe en el lugar un comando policial. Tres de los cuatro insur-
gentes escapan por detrás de la casa. Uno de ellos, Juan Carlos Da Costa, no tiene tiempo, y,
pistola en mano, decide resueltamente enfrentar la situación. Una lluvia de balas acaba con la
vida de Da Costa, líder de la OPM. En los días siguientes de aquel aciago 1976 se produciría
un efecto dominó: centenares de miembros de la organización son detenidos, apresados,
torturados y asesinados en las prisiones stronistas.

En un lugar desconocido

Juan Carlos Da Costa, líder de la OPM. Fuente: revista Novápolis

La columna «Libertad» del Movimiento 14 de Mayo para la Liberación del Paraguay ingresa
por segunda vez desde Posadas, Argentina, a territorio paraguayo burlando el control militar y
policial en la frontera. Pasan no se sabe cuántos días y sus compañeros en Posadas,
Argentina, nada saben de los insurgentes. Y nunca más sabrán de ellos. En algún paraje del
país, tal vez en el departamento de Caazapá, las fuerzas antiguerrilleras del régimen los
aniquiló. Entre los desaparecidos en combate figura Juan José Rotela, comandante del
Movimiento 14 de mayo. Algunos dicen que murió mientras era torturado en un paraje llamado
«Tapyta», allá por 1960.

El escurridizo Vitó
Estamos en una finca ubicada en Alto Paraná. Es el año 1980. Victoriano Centurión, alias
«Vitó», lidera la ocupación de tierra. En la época más cruda de la represión stronista, Vitó, sa-
gaz, irascible, de fuerte personalidad, mantuvo unido al grupo de campesinos sin tierra para
conseguir el objetivo: la expropiación. Pero las cosas no salieron bien. Una orden judicial les
impelía a abandonar el inmueble. Entonces resolvieron algo casi descabellado: salir a la ruta,
ocupar a la fuerza el primer ómnibus de pasajeros que los lleve hasta Asunción para reclamar
la expropiación de la tierra. Así lo hicieron entre un grupo de 20 campesinos. Luego un
comando militar atacó el ómnibus. Los campesinos escaparon ingresando a un monte
cercano. Las fuerzas armadas peinaron meticulosamente toda la zona capturando a cada uno
de los insurgentes, quienes fueron ejecutados uno a uno según la orden superior. El que, una
vez más, se escurrió es Vitó. Despareció de la mano de Satán. Así parece cierta la versión
popular de que Vitó tiene poderes mágicos
Breve cuadro del movimiento guerrillero
Las organizaciones político militares de lucha armada fueron varias y actuaron en diferentes
periodos y fases de resistencia durante la dictadura stronista, pese a que fueron escasamente
registradas hasta hoy en la historia paraguaya. Los pasajes arriba relatados refieren a hechos
reales registrados en la escasa bibliografía sobre las muertes de los líderes de las principales
organizaciones. Es el caso del FULNA, la OPM, el Movimiento 14 de Mayo (M14) y el último
intento armado protagonizado por campesinos, una facción vinculada a la experiencia de las
Ligas Agrarias Campesinas.

El cuerpo acribillado de Agapito Valiente, líder del Partido Comunista Paraguayo. Fuente:
revista Novápolis.
Otras organizaciones menos conocidas fueron: Movimiento Paraguayo de Liberación
(MOPAL), Ejército Paraguayo Revolucionario (ERP), el Partido Obrero Revolucionario Armado
(PORA). De estos, el ERP tuvo una característica particular: se concentró en atentar contra la
vida del dictador Stroessner. El plan consistía en que, una vez consumada la muerte del
dictador, se genere desorden en el régimen y aprovechar la situación para una lucha armada
sostenida.

Fuente: publicado en el “Dossier Dictadura” en E’a impreso en junio de 2009.

Dictadura militar de Alfredo stroesner

Con una destacada carrera militar, habiendo participado en la Guerra del Chaco (1932-1935) y
la Guerra Civil Paraguaya (1947), y miembro del Partido Colorado, encabezó un golpe de
Estado que depuso al presidente Federico Chaves. Tras una breve presidencia de
facto de Tomás Romero Pereira, Stroessner resultó elegido sin oposición para completar el
período de Chaves. Sería reelegido hasta siete veces, primero sin oposición en un régimen de
partido único y luego mediante elecciones consideradas meras farsas electorales. Durante su
dictadura, se cometieron masivas violaciones a los derechos humanos, tales como arrestos
arbitrarios, torturas y desaparición forzada.2 El propio Stroessner fue acusado también de
cometer abuso sexual infantil valiéndose de su cargo.3 Su régimen colaboró con las demás
dictaduras latinoamericanas del Plan Cóndor en la década de 1970, instigado por los Estados
Unidos en el contexto de la Guerra Fría, viéndose esto documentado en los Archivos del
Terror, descubiertos en 1992.2
A finales de la década de 1980 Stroessner, con una economía estancada y enfrentando una
creciente oposición externa luego de que todas las dictaduras vecinas colapsaran, comenzó
también a sufrir una lucha interna por su sucesión. El 3 de febrero de 1989 fue derrocado por
un golpe de estado liderado por el general Andrés Rodríguez Pedotti, su consuegro y hasta
Llegada al poder [

Dictadura
Consolidación de su mandato
Stroessner sirvió en el ejército paraguayo. En 1947, participó en la Revolución de los
Pynandí (‘pies descalzos’), una guerra civil en la cual la clase obrera de Asunción fue
masacrada, poniendo fin al gobierno liberal y colocando al Partido Colorado en el poder. En
1954 fue ascendido a general de división, y en mayodel mismo año, encabezó un golpe de
Estado, por el cual derrocó al presidente Federico Chaves, de su mismo partido. La Junta de
Gobierno del Partido Colorado lo eligió candidato a presidente.
El 11 de julio de 1954, fue elegido presidente sin oposición y, el 15 de agosto, asumió la
presidencia de Paraguay. Fue reelecto en ocho legislaturas, en las que también participaron
candidatos del Partido Liberal, Partido Liberal Radical y el Partido Revolucionario Febrerista.4

Ya en el poder, con el propósito de poner fin a 50 años de lo que el denominaba anarquía


pero que realmente fue una sucesión controversial de presidentes constitucionalistas, entre
ellos el propio Presidente Federico Chaves, electo democráticamente por el Partido Colorado,
que destruyo mediante su dictadura para convertirlo en un simple grupo de aduladores,
Stroessner suprimió inmediatamente las garantías constitucionales, mantuvo bajo control las
actividades de los partidos políticos y ejerció una dura represión. Gobernó con el apoyo del
Ejército y del Partido Colorado. En este último llevó a cabo una serie de purgas que le
facilitaron su control, con el objetivo de mantenerse en el poder. El partido gubernamental se
convirtió igualmente en un entramado dedicado al reparto de favores. La corrupción se
extendió de esta manera en lo que se recuerda como «la trilogía»: Gobierno-partido-fuerzas
armadas.
Su régimen fue anticomunista y favoreció los intereses estadounidenses; sin embargo, las
fuerzas argentinas del Ejército Revolucionario del Pueblo se infiltraron en el país y Stroessner
a través de duras intervenciones eliminó todo intento de subversión. Sin embargo el asesinato
del exdictador nicaragüense Anastasio Somoza Debayle, a quien Stroessner dio refugio, hizo
tambalear la frágil seguridad en la que vivía el Paraguay, al demostrarse que el hombre fuerte
de Iberoaméricaen realidad no era tal.
Para justificar la acción de los mediocres equipos de seguridad, se acusó falsamente a un
periodista chileno de haber asesinado al exdictador nicaragüense; este periodista chileno pasó
varios años en la cárcel injustamente y solo fue liberado por la presión del dictador
chileno Augusto Pinochet, el cual colaboró luego de este incidente en la profesionalización de
las tareas de inteligencia y seguridad. Su amistad con los Estados Unidoscontinuó durante
muchos años, hasta que el gobierno de Ronald Reagan comenzó a boicotear al régimen y al
país, debido al fin de la Guerra Fría, época en que la política estadounidense sostenía
dictaduras militares anticomunistas en Iberoamérica; sin embargo, Paraguay siguió recibiendo
dinero de ese país, lo que aumentó la ya abultada deuda externa.

Derechos humanos y represión [


Si bien Stroessner era un líder muy enérgico y autoritario, al pasar los años, fue más tolerante
de los partidos de oposición, como el Partido Liberal Radical Auténtico. Con todo, durante su
régimen fueron asesinadas entre 3000 y 4000 personas, debido a sus tácticas de mano dura
contra la disidencia, en especial, los comunistas; para ello, empleó la tortura, el secuestro, los
asesinatos políticos y el crecimiento de la corrupción.
En el aspecto religioso, y a pesar de ser conservador, Stroessner no tuvo buenas relaciones
con la Iglesia católica y es responsable de varias acciones en contra de ella. Destacan los
conflictos de 1967, 1969 y 1988. El 25 de agosto de 1967, Stroessner diseñó una nueva
Constitución, que permitía una sola reelección para el presidente, aplicable recién desde ese
mismo año; pero, en 1977, la modificó para reelegirse indefinidamente.

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