Sei sulla pagina 1di 9

Partición de herencia

Cuando se recibe una herencia y los herederos son varios, deben


estos dividirse. A esto se le llama partición de bienes.

En el siguiente artículo te contaré qué es la partición, quién puede


participar de ella y cómo funciona un juicio de estas características.

Antes de comenzar: si te encuentras frente a un caso de partición de


herencia y necesitas ayuda, escríbenos aquí para brindarte la
orientación que necesitas. Al dejarnos tus datos un abogado
especializado en la materia te contactará de inmediato.

¿Qué es la partición de bienes?

La partición de bienes es la división de los bienes hereditarios


entre los herederos. La partición de bienes puede hacerse por el
propio causante (fallecido) por medio de un testamento, por los
herederos de común acuerdo o por el juez mediante un juicio de
partición cuando no haya acuerdo entre los herederos.

Hay que saber que los juicios de partición son de aplicación


general y no solamente se aplica para dividir entre los herederos los
bienes hereditarios, ya que el objetivo de este juicio es poner fin al
estado de indivisión o de una comunidad.

¿En qué consiste el juicio de partición de bienes?

La posesión efectiva de los bienes habilita a los herederos a


disponer de ellos, pero en caso que uno de los herederos se oponga a
vender alguno de los bienes comprendidos en lamasa hereditaria,
no se podrá vender, sin antes realizar lapartición de bienes.

La partición de bienes es el conjunto de operaciones que tiene por


objeto poner fin a la comunidad que recae sobre la universalidad
jurídica de la herencia, reemplazando el derecho cuotativo que tiene
cada heredero sobre esta universalidad por bienes determinados, los
cuales se adjudican a los herederos.
Los juicios de partición de bienes tienen alto costo, ya que debe
pagársele a un juez árbitro con un porcentaje de los bienes de la
herencia vendidos en un remate público.

También puede interesarte: Testamento, Posesión efectiva de la


herencia sin testamento

¿Quién puede hacer la partición de bienes?

La ley contempla tres formas de hacer la partición de bienes:

1. Partición efectuada por el propio causante: la partición


podrá hacerla el causante:
1. Por acto entre vivos, y si hay bienes raíces deberá hacerla
mediante escritura pública.
2. Por testamento, debiendo cumplir con los requisitos
propios del testamento.
2. Partición hecha por los herederos de común acuerdo: en
la práctica, es la forma más común de hacer la partición de
bienes, ya que es la manera más sencilla, rápida y económica
para los herederos. Someterse a un juicio de partición tiene
altos costos económicos. Se podrá hacer la partición de común
acuerdo, dice la ley, siempre que concurran los siguientes
requisitos:
1. Que no haya cuestiones previas que resolver: es decir, no
debe existir problemas pendientes en cuanto a: quiénes
son los interesados, cuáles son los bienes que recaen en
la partición, cuáles son los derechos que corresponden a
cada heredero. En caso que se presente conflicto respecto
de cualquiera de estos requisitos, deberá resolverse
judicialmente.
2. Que los interesados estén de común acuerdo respecto de
la forma de efectuar la partición. Esto es obvio, ya que los
comuneros deben estar de acuerdo.
3. Que los bienes se encuentren tasados por peritos, por
regla general.
4. Que la partición, una vez terminada, sea aprobada por la
justicia ordinaria. La aprobación judicial es necesaria sea
que la partición haya sido hecha por el testador, por los
herederos o por el partidor, en los siguientes casos:
1. Cuando en la partición de la masa de bienes o de
una porción de la masa, tengan interés personas
ausentes que no hayan nombrado apoderados.
2. Cuando en la partición de la masa de bienes o de
una porción de la masa, tengan interés personas
bajo tutela o curaduría.
3. En ambos casos, no se entenderá hecha por
completo la partición si no hay aprobación del juez.
3. Partición hecha por el juez partidor: en caso que los
interesados no estén de acuerdo acerca de cómo hacer la
partición, esta deberá hacerse mediante el juez partidor.

Posesión efectiva de herencias sin


testamento
Servicio de Registro Civil e Identificación

Descripción

Permite que los herederos soliciten la autorización para disponer


legalmente de los bienes de una persona fallecida (causante) que no
dejó testamento. Para este servicio no se requiere la intervención de
un abogado.

Es conveniente que el trámite se haga cuanto antes, ya que con el


paso del tiempo los bienes pueden extraviarse, perder valor o ser mal
usados.

Si la persona dejó un testamento en que dispone cómo serán


repartidos esos bienes, la posesión efectiva de la herencia se hace
ante un tribunal, con la asistencia de un abogado.

Obtenga más información.

El trámite se puede realizar durante todo el año en las oficinas del


Registro Civil.

¿A quién va dirigido?
keyboard_arrow_down

Quienes tengan el grado de parentesco más cercano a la persona


fallecida, de acuerdo a los órdenes de sucesión que establece la ley.
 Primer orden sucesorio: los descendientes de la persona
fallecida (hijos o hijas) y el cónyuge o conviviente civil que le
haya sobrevivido. Los descendientes pueden suceder
personalmente o representados.
 Segundo orden sucesorio: del o la cónyuge o conviviente
civil y los ascendientes de grado más próximo. Si la persona
fallecida no tuvo descendencia, le sucede su cónyuge o
conviviente civil sobreviviente y sus ascendientes de grado más
próximo. (Madre, padre, abuela, abuelo).
o En el caso de que la persona fallecida no tuviera
ascendientes que hereden, la herencia la recibe sólo su
cónyuge o conviviente civil sobreviviente.
o Si no hay cónyuge o conviviente civil sobreviviente,
heredan sus ascendientes.
 Tercer orden sucesorio de los hermanos (as): si la persona
fallecida no tiene descendencia ni ascendencia, ni cónyuge o
conviviente civil sobreviviente, heredan sus hermanas y/o
hermanos, por parte de padre y madre o solo por parte de
madre o por parte de padre. Los hermanos heredan
personalmente o representados por su descendencia (sobrinas
y sobrinos de la persona fallecida).
 Cuarto orden sucesorio de los colaterales: de no existir
descendencia, cónyuge o conviviente civil sobreviviente,
ascendientes, ni hermanas o hermanos, heredan los parientes
colaterales del grado más próximo, hasta el sexto grado
inclusive (por ejemplo, primas o primos en segundo grado).
 Quinto orden de sucesión: a falta de todas las personas
mencionadas anteriormente, hereda el fisco.

Detalles
keyboard_arrow_down

Este trámite se puede realizar en cualquiera de las oficinas del


Servicio de Registro Civil e Identificación (SRCeI), no importando el
último domicilio del causante, el lugar donde están ubicados los
bienes, ni el domicilio del solicitante, excepto en las suboficinas
ubicadas en hospitales o en las oficinas ubicadas en centros
comerciales.

Una vez presentada la solicitud, puede realizar el seguimiento a


través del sitio web del Servicio de Registro Civil e Identificación
(SRCeI) o llamando al Call Center 600 370 2000.
¿Cuál es el costo del trámite?
keyboard_arrow_down

¿Cómo y dónde hago el trámite?


1. Reúna los antecedentes requeridos.
2. Diríjase a la oficina del Servicio de Registro Civil e Identificación
(SRCeI) más cercana (excepto las suboficinas ubicadas en
hospitales y centros comerciales).
3. Explique el motivo de su visita: tramitar una posesión efectiva
de herencia sin testamento.
4. Como resultado del trámite, habrá solicitado la posesión
efectiva.

Importante: revise el estado de la solicitud en el sitio web del SRCeI,


o comuníquese al 600 370 2000 y marque la opción 5.

La partición de una
herencia: ¿Cómo se
distribuyen los bienes?
por Liat Tapia Malis, equipo de Temas Legales
En artículos anteriores se ha abordado el tema de los
derechos que pueden tener los herederos en una
sucesión, sea que se haya otorgado o no un
testamento.
En esta oportunidad indagaremos en el conjunto de
operaciones que se deben realizar cuando existe
más de un asignatario en una sucesión, para
otorgarle a cada quien lo que corresponda según sus
derechos en la herencia. Antes de que se realicen
estos trámites, conocidos como “partición de
bienes”, los coherederos no tienen derecho alguno
sobre bienes particulares, sino que comparten una
cuota sobre el conjunto de los bienes heredados.

Foto: Internet
Para comprender esta situación, imagine que un
excéntrico millonario regala para usted y tres
amigos una maleta repleta de joyas, de
distintos tamaños, colores y formas. ¿Cómo
dividirían su contenido? Si bien es claro que a cada
uno corresponde una parte de las joyas, lo cierto es
que ninguno tiene -de momento- derechos sobre
“ese” diamante, o “aquel” rubí. ¿Cómo determinar
cuáles alhajas corresponderán a cada uno?
La situación descrita es similar a la que se presenta
en las herencias.
Pues bien, la determinación de los bienes que
corresponderán en definitiva a cada heredero puede
hacerla el causante (en testamento o por un acto
entre vivos); los coasignatarios de común acuerdo; o
a un árbitro partidor (quién deberá completar su
cometido en un plazo de dos años).
Las Fases de la Partición
Cuando se requiere la intervención de un juez
partidor, y una vez que se tiene claridad respecto a
quiénes tienen derechos en la herencia, cuáles son
dichos derechos y cuáles son los bienes que serán
objeto de partición, éste deberá -en primer lugar-
liquidar los bienes, y luego proceder a su
distribución.
La fase de “liquidación” tiene por objeto
determinar cuánto corresponde a cada interesado.
Para ello, se han de realizar una serie de diligencias
tenientes a “depurar” el patrimonio, sacando bienes
de terceros que pudiesen estar confundidos (por
ejemplo, si el difunto se encontraba casado en
sociedad conyugal) y deduciendo otros gastos, como
los derivados de la apertura del testamento, los de
la última enfermedad del causante, deudas a sus
acreedores, entre otros, a fin de dejar el patrimonio
“limpio” para procederá distribuir los bienes.
La fase de “distribución” busca adjudicar a cada
asignatario cierta cantidad de bienes equivalentes a
su cuota en la herencia.
¿Cómo se realiza la distribución de los bienes?
En primer lugar se debe atender a la intención de
las partes. Si ellas no logran ponerse de acuerdo
respecto a la forma en cómo realizar dicha
distribución, el partidor debe atender a lo dispuesto
en la ley: si es posible dividir cómodamente los
bienes, se deben hacer hijuelas o lotes similares (en
el ejemplo propuesto, se deberán hacer hijuelas de
joyas que sumen un mismo valor, y que sean
relativamente similares). Luego, se procederá a
sortear los distintos conjuntos entre los herederos.
Sin embargo, podría ocurrir que los bienes no
admitan cómoda división o que, de dividirse,
disminuyan su valor (por ejemplo, si sobra un solo
diamante). En este caso, se adjudicará el bien al
coasignatario o al tercero que ofrezca un mayor
precio por el bien, dividiéndose el importe entre
todos ellos.
Si se trata de bienes inmuebles o fundos se
procurará, en la medida que no cause un mayor
perjuicio al resto de los coasignatarios, mantener la
continuidad entre sus porciones. También podrían
coexistir derechos de distintos coherederos sobre el
mismo predio.
Una mención especial merece el importante
resguardo que la ley ha concedido al viudo o
viuda del difunto. Se le otorga el dominio del
inmueble en que vive, siempre que éste haya
sido la vivienda principal de la familia y de su
mobiliario. En aquellos casos en que la porción que
le corresponde al cónyuge sea inferior a la suma
conjunta del inmueble y sus muebles, se le
asignarán estas cosas ya no como dueño, sino que
como usuario o habitador de las mismas, de
manera gratuita y para toda la vida. En otros
términos, el viudo o viuda podrá seguir viviendo en
su hogar con cargo a su cuota hereditaria.
El juicio de partición termina con la sentencia o
laudo, que tiene un efecto de adjudicación de los
bienes (esto es, el heredero pasa a ser dueño
exclusivo del mismo).
Si lo que se adjudica es un inmueble, será muy
relevante inscribir el acto de partición en el
Registro Conservatorio respectivo, pues a partir
de ese momento el heredero podrá disponer por sí
mismo, sin necesidad de contar con la autorización
de los demás herederos, de aquel bien.

Potrebbero piacerti anche