Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Lucas 13:10-13
“Enseñaba Jesús en una sinagoga en sábado, y había allí una mujer que desde hacía
18 años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada y en ninguna manera se
podía enderezar.
Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer eres libre de tu enfermedad. Puso las
manos sobre ella, y ella se enderezó al momento y glorificaba a Dios.”
La palabra de Dios nos muestra en este relato uno de los milagros de Jesús,
¨ dice en el v. 11, que esta mujer tenía un espíritu de enfermedad: analizando esto,
la primera cosa que la escritura arroja es que las enfermedades no solo son físicas,
sino que tienen raíz en lo espiritual. Dice la Biblia en el libro de Proverbios 17:22, que
“el corazón alegre es buena medicina pero el espíritu triste seca los
huesos”, así es que, si el corazón es el sitio donde residen las emociones y la alegría
y la tristeza, que son algunas de ellas, influyen según este verso para sanar o
enfermar; entonces, quiere decir que las enfermedades tienen raíz espiritual, con
incidencia emocional y reflejadas en el aspecto físico como es el caso de esta mujer:
con alguna anomalía.
¨ Dice también el v. que desde hacía 18 años tenía ese mal, lo que nos lleva a
imaginarnos la edad que esta mujer pudo haber tenido: 20, 45, 66 años, en fin, habla
del tiempo del mal pero no dice que haya nacido con él, es decir fue creada sana y
perfecta pero en algún momento de su vida se enfrentó a una circunstancia que
comenzó a deformarla si que ella pudiese hacer nada.
1. En primer lugar, tenía incapacidad para ver a los demás a su mismo nivel…así
están muchas mujeres hoy en día, pensando y sintiendo menosprecio por sí mismas.
3. Tenía incapacidad para verse tal cual era por su anomalía…y también las
mujeres de hoy en día tienen su autoestima deformada y son incapaces de verse así
mismas tal como Dios las ha creado.
Esta mujer era hija de Abraham, que era pueblo de Dios, creía en el mismo Dios,
oraba al mismo Dios y lo buscaba … no estaba afuera …estaba en una sinagoga
donde se reunía el pueblo de Dios para aprender de su palabra y adorarle;… sin
embargo estaba ATADA.
Satanás la tuvo atada 18 años, quizás oraba al Padre, quizás pensó que no la
escuchaba, pero no era Dios el culpable de su tragedia era el enemigo que tenemos
todas las mujeres, el que nos hace víctimas del temor, de los recuerdos del pasado,
que nos mantiene atadas, porque no le conviene que seamos liberadas porque
entonces, comenzaremos a vivir como si nada hubiese ocurrido.
Fue solo cuando Cristo entró en la escena que esta mujer fue libre…veamos el v.12,
dice que “cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer eres libre de tu
enfermedad”,
® quizás estaba atrás donde nadie podía verla y aún así Él la vio, la hizo pasar y
estar delante de Él, para luego soltar sobre ella la palabra “Eres Libre”.
Jesús es el que llama, nos busca….Él fue más allá de los ritos, de la religión, de los
tabúes, para llegar hasta esta mujer y aún hasta ti y hacerte libre….y como esa
mujer…lo mismo debemos hacer nosotras…dejar atrás el temor, los recuerdos, la
falta de fe y CORRER a su encuentro para que nos liberte, …toma para ti esta
palabra…MUJER ERES LIBRE.
Abre tus ojos ahora…Tú tienes la última palabra…sabes, todo en la vida es cuestión
de decisión…eso que tú decidas… determines… eso, harás
Pero Él…Jesús…te está llamando…Él es más que un amigo….es más que todo lo que
tu corazón y mi corazón pueden expresar…Su amor y su gracia nunca fallan…su
toque misericordioso siempre sana…EL ES el que puede traer gozo y alegría a
nuestra alma.