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 E – 150-A-40

Endometrioma ovárico
M. Canis, N. Bourdel, R. Botschorishvili, B. Rabischong, A.-S. Gremeau,
S. Curinier, C. Vago, J.-L. Pouly, G. Mage

El endometrioma ovárico es frecuente, muy a menudo asociado a otras lesiones endo-


metriósicas de la pelvis. La clínica está dominada por el dolor crónico habitual en esta
enfermedad. Las pruebas de imagen, ecografía o resonancia magnética, a menudo son
muy sugestivas, pero el diagnóstico sólo puede confirmarse después del examen histoló-
gico de los quistes hemorrágicos que persisten después del bloqueo ovárico. El tratamiento
médico no es un tratamiento eficaz del quiste endometriósico. El tratamiento quirúrgico
debe ser conservador y endoscópico. La quistectomía debe seguir las reglas de la micro-
cirugía y no puede realzarse por simple tracción, como en el tratamiento de los demás
quistes epiteliales del ovario. Si este acto no es posible debido al volumen o a las condi-
ciones locales, un tratamiento médico postoperatorio puede facilitar el manejo en una
segunda laparoscopia. Si la quistectomía no es posible, puede realizarse una destrucción
quirúrgica de la pared quística. La quistectomía puede comprometer la función ovárica
postoperatoria. Numerosos estudios muestran que este acto se asocia a una disminu-
ción postoperatoria de la concentración de hormona antimulleriana. Las consecuencias
ováricas de la abstención quirúrgica y de los demás tratamientos quirúrgicos de la endo-
metriosis no se conocen. El bloqueo ovárico postoperatorio permite, en las pacientes que
no desean quedarse embarazadas, reducir el riesgo de recidiva. En caso de recidiva,
puede proponerse una anexectomía a las pacientes mayores de 40 años. En las mujeres
jóvenes que desean tener descendencia, puede proponerse un drenaje ecográfico con
alcoholización antes de la realización de una fecundación in vitro.
© 2015 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Endometriosis; Endometrioma; Ovario; Laparoscopia;


Anticoncepción oral; HAM

Plan  Introducción
■ Introducción 1 El endometrioma ovárico (Fig. 1) es frecuente. La endo-
■ Anatomía patológica y fisiopatología 2 metriosis afecta a cerca del 10% de las mujeres en período

de actividad; alrededor del 30% de estas pacientes son por-
Signos clínicos 3
tadoras de un endometrioma del ovario y esta cifra llega
■ Estudio preoperatorio 4 al 50% entre las pacientes operadas por lesiones infiltran-
Ecografía 5 tes [1–3] . El endometrioma ovárico se asocia casi siempre a
Resonancia magnética 5 otras lesiones endometriósicas [4] ; su presencia es el mar-
■ Endometrioma y función ovárica 5 cador de las lesiones todavía llamadas «infiltrantes» [3, 4] .
■ Tratamiento médico 6 El endometrioma es bilateral en el 30-50% de los casos,
Tratamiento médico perioperatorio 6 lo cual plantea, con una especial agudeza, las cuestiones
referentes al tratamiento quirúrgico y los posibles daños
■ Tratamiento quirúrgico 7 que puede inducir al ovario. Este tratamiento es objeto de
Maniobras obligatorias 7 numerosas controversias desde el desarrollo de la cirugía
Maniobras terapéuticas 8 endoscópica. La quistectomía ovárica por endometriosis,
■ Preservación de la fertilidad 12 a menudo considerada como imposible por los micro-
■ Indicaciones terapéuticas 12 cirujanos [5, 6] , fue desarrollada bastante pronto por los

cirujanos endoscopistas, que la describieron inicialmente
Conclusión 13
como un acto muy simple con el vocablo anglosajón de

EMC - Ginecología-Obstetricia 1
Volume 51 > n◦ 2 > junio 2015
http://dx.doi.org/10.1016/S1283-081X(15)70982-3
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A B
Figura 1. Dos aspectos del endometrioma ovárico (A, B). Obsérvese el estiramiento del hilio ovárico hacia dentro.

A B
Figura 2. La importante distorsión inducida por la retracción explica la dilatación de los vasos lumboováricos (flecha) por encima del
uréter (punta de flecha) (A, B).

stripping [7, 8] . De hecho, este acto a menudo es difícil y induzca una amenorrea parece disminuir significativa-
no se reduce a un acto de tracción-contratracción como mente el riesgo de recidiva, siempre que se utilice un
en los demás quistes benignos del ovario [9] . Este desco- tratamiento prolongado durante más de 2 años [14] .
nocimiento del acto, que debe ser un acto laparoscópico
microquirúrgico, conduce a complicaciones peroperato-
rias y, en especial, a complicaciones hemorrágicas, cuyo
tratamiento puede dar lugar a daños ováricos irreversi-
 Anatomía patológica
bles [10] y a una menopausia postoperatoria precoz. Por y fisiopatología
eso, el tratamiento quirúrgico de un endometrioma se
presenta a veces como un acto traumático y peligroso [11] La etiología de la endometriosis sigue siendo imprecisa.
que incluso, para algunos, debe evitarse siempre que sea Quizá existan diversas causas para una misma enferme-
posible. dad. Los mecanismos origen del endometrioma ovárico y
En este ámbito, como en otros muchos, la abstención de la endometriosis de las cicatrices de cesárea probable-
terapéutica, que se propone como alternativa, no se ha mente no sean los mismos.
evaluado. ¿Es anodino dejar evolucionar un quiste de ova- La endometriosis ovárica puede tener varios aspectos:
rio? ¿Este quiste puede producir daños ováricos, como • lesiones situadas en la superficie del ovario que no han
sugieren el estudio de Matsuzaki y Schubert [12] y el tra- retraído la superficie del ovario y que no siempre son
bajo de Kitajima et al? [13] . Las distorsiones vasculares adherentes (Fig. 3);
graves que se encuentran cuando la torsión, inducida por • quistes de pequeño tamaño, muy a menudo menores de
el nódulo del ligamento ancho, es importante, ¿pueden 4 cm de diámetro, con invaginación de la superficie del
comprometer el valor funcional del ovario (Fig. 2)? ovario, cuyo drenaje no parece abrir la cortical ovárica
Este debate todavía es largo; no debe hacer olvidar que y para los que la quistectomía es imposible (Fig. 4). Esta
la actuación clínica en presencia de un posible endo- situación parece corresponder a la definición de Bros-
metrioma del ovario debe ser la misma que la que se sens et al, que hablan de seudoquiste extraovárico [15] ;
requiere ante otra lesión quística del anexo. Dos reglas • quistes de contenido chocolate sin adherencia al liga-
son esenciales: confirmar la organicidad de la lesión y mento ancho cuyo despegamiento es fácil y que
descartar el diagnóstico de lesión maligna. Después, el algunos atribuyen a la colonización del quiste funcio-
tratamiento debe preservar lo mejor posible la función nal del ovario por lesiones endometriales [16, 17] ;
ovárica, teniendo en cuenta las condiciones locales. Si las • pero el aspecto más frecuente (alrededor del 75% de
lesiones son demasiado voluminosas, demasiado graves las lesiones de más de 3 cm) corresponde a los quistes
o demasiado inflamatorias, hay que diferir el acto unas fijados al ligamento ancho por adherencias densas des-
semanas después de un tratamiento médico; la anexecto- arrolladas entre la cara anterior del ovario y el peritoneo
mía y la laparotomía nunca son la solución, excepto si de la cara posterior del ligamento ancho [18] (Fig. 5). A
la lesión es un cáncer confirmado. En el postoperatorio, partir de la lesión probablemente inicial desarrollada
el tratamiento depende de los signos clínicos preopera- a expensas de la cara anterior del ovario, el quiste se
torios y del deseo de fertilidad. Una anticoncepción que invagina en el ovario, lo cual da lugar a una rotación

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Esta «historia», demasiado simple para ser cierta,


permite comprender por qué la quistectomía de un
endometrioma a menudo es difícil. Por laparoto-
mía, los microcirujanos consideraban esta quistectomía
«imposible», «imposibilidad» comprensible, puesto que
el plano de despegamiento no es homogéneo y resulta
difícil de seguir. Desconocer esta particularidad del endo-
metrioma es exponerse a una hemorragia importante y a
daños del parénquima ovárico.
Las zonas de despegamiento fácil y difícil representan
una parte más o menos importante de la superficie del
endometrioma. Las zonas 2 y 3 no siempre se suceden.
Existen zonas de retracción en la superficie del quiste cuya
liberación difícil, zona 3, permite encontrar zonas de des-
pegamiento más fácil de zona 2. Pero la disección vuelve a
ser casi siempre más difícil cerca del hilio, zona frágil en el
aspecto vascular, cuyos desgarros explican las consecuen-
cias para la función ovárica postoperatoria. Cabe señalar
que Muzii et al han confirmado estas nociones al obser-
Figura 3. Lesiones ováricas superficiales. var tres zonas diferentes en los especímenes de las piezas
de quistectomía [19, 20] . Esta descripción es muy similar a la
que los autores de este artículo propusieron en 2001 en su
descripción de la técnica de quistectomía [9] .

 Signos clínicos
Los signos clínicos del endometrioma ovárico no son
muy diferentes de los de otras localizaciones de la enfer-
medad. Se observa dismenorrea, dispareunia y dolor
intermenstrual. El estudio del Gruppo Italiano sugería
que la frecuencia de estos signos clínicos es menor en
las pacientes que tienen un endometrioma ovárico que
en las pacientes que presentan lesiones peritoneales. Los
porcentajes eran, respectivamente, para la dismenorrea,
el dolor intermenstrual y la dispareunia, del 77, 61 y 38%
en las pacientes que sólo presentan un quiste y del 87, 57
y 51% en caso de lesiones peritoneales. Los porcentajes
eran del 91, 67 y 51% cuando se asocian las dos loca-
lizaciones [21] . Estos resultados deben interpretarse con
prudencia por varias razones. El endometrioma ovárico
Figura 4. Endometrioma formado por simple retracción de la raramente está aislado [4] , mientras que, en este estudio,
superficie del ovario; en estas lesiones, la quistectomía es impo- existe un porcentaje elevado de pacientes que sólo tienen
sible. un endometrioma del ovario. Por otra parte, es frecuente
que los endometriomas ováricos se asocien a lesiones infil-
del ovario hacia dentro en sentido horario en el lado trantes, cuya buena correlación con cuadros clínicos muy
izquierdo y en sentido antihorario en el lado derecho dolorosos es bien conocida [22, 23] . Sin embargo, Vercellini
(Fig. 6). et al describen también una relación inversa entre el diá-
Estos aspectos macroscópicos no siempre corresponden metro del endometrioma y la gravedad del dolor. Este
a las descripciones patológicas, pero los cirujanos que tra- concepto era significativo sólo para los quistes situados en
tan estas lesiones deben conocerlos. En el último tipo, el lado derecho; en el lado izquierdo, la tendencia se con-
los autores de este artículo piensan que se pueden iden- firmaba, pero no era significativa [24] . Este concepto no es
tificar tres zonas, que corresponden a tres tiempos del sorprendente; el quiste, debido a su volumen, a menudo
tratamiento quirúrgico. se identifica de manera fortuita en la ecografía. La indica-
En la primera zona [1] , el ovario está adherido a la cara ción quirúrgica se realiza a partir de la presencia de la masa
posterior del ligamento ancho. La adhesiólisis del ovario anexial independientemente de los signos asociados, por
conduce a la ruptura del endometrioma en más del 90% lo que no es sorprendente que los signos funcionales sean
de los casos. Esta ruptura es casi inevitable, por lo que no menos graves en este grupo de pacientes.
hay que empezar la quistectomía antes de la adhesióli- La experiencia clínica muestra que las pacientes porta-
sis utilizando otra incisión del ovario. En especial, no hay doras de un endometrioma ovárico presentan a menudo
que hacer incisiones en la cara posterior del ovario (Fig. 1). dolor periovulatorio.
En este sentido, aunque la quistectomía se inicie en esta Dos estudios sugieren que existe una correlación entre
parte libre de adherencias, se producirá una ruptura en la la presencia de un endometrioma y el dolor [25, 26] . Estos
zona de adherencia, frente al ligamento ancho, durante estudios incluyen un número limitado de pacientes, que
la disección. La intervención da lugar a dos incisiones eran todas infértiles en el estudio de Fedele, y no com-
ováricas. portan análisis multivariante. Además, es difícil llegar a la
En la segunda fase de su historia, el endometrioma se conclusión de una relación clara entre dolor y adherencia
invagina en el ovario. La zona más reciente corresponde a ovárica [22] .
aquélla en la que existe una pared con endometrio funcio- Estos datos no permiten llegar a una conclusión sobre
nal; se despega más fácilmente, porque hay poca fibrosis una actitud quirúrgica particular en las pacientes que tie-
alrededor del quiste (zona 2) (Fig. 6). Cuando el quiste se nen un endometrioma. El tratamiento quirúrgico de la
hunde en el ovario, se rodea de fibrosis densa y resulta endometriosis asociada debe ser tan completo como sea
más difícil de despegar (zona 3) (Fig. 6). posible. Es importante interrogar cuidadosamente a las

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A B

Figura 5. Liberación de las adherencias del ovario izquierdo (A-C).


Se observa claramente la lesión del ligamento ancho frente al quiste
ovárico (C) (flecha).

el preoperatorio, es preferible diferir su tratamiento


quirúrgico hasta después de un estudio completo.
En la exploración física, la fijeza del quiste o la presencia
1 de zonas induradas en el fondo de saco vaginal posterior
van a favor del diagnóstico de endometrioma, pero pue-
den encontrarse anomalías similares en el marco de los
tumores ováricos malignos o sospechosos. Este concepto
2 recuerda que se trata de una masa anexial quística que
requiere un diagnóstico histológico en todos los casos.

 Estudio preoperatorio
Muy a menudo, el diagnóstico preoperatorio se sospe-
cha ante una ecografía que muestra una imagen quística
cuyo líquido es finamente ecogénico. Esta lesión puede
descubrirse de manera fortuita o por un dolor pélvico
crónico o subagudo. Sean cuales sean los signos o las
3
lesiones asociadas, es necesario, en el tratamiento de la
paciente, tener en cuenta la existencia del quiste. La indi-
cación quirúrgica para diagnóstico histológico es esencial
Figura 6. Las tres zonas teóricas de disección de un endome-
en todas las lesiones persistentes de más de 3 cm de diá-
trioma. 1. Zona 1; 2. zona 2; 3. zona 3.
metro. A la inversa, no todos los quistes de contenido
líquido y ecogénico son endometriomas ováricos. Martin
pacientes que se operan por un quiste que parece endo- et al demostraron, hace muchos años, que un tercio de
metriósico según los resultados de las pruebas de imagen, los quistes de contenido chocolate eran quistes lúteos [27] .
para no llegar a la conclusión errónea en el peroperatorio Es probable que un porcentaje no despreciable de quistes
de que el tratamiento quirúrgico de las lesiones asocia- considerados típicamente endometriósicos en la ecografía
das no es necesario puesto que la paciente es pauci o sean en realidad quistes funcionales. La primera actua-
asintomática. El tratamiento quirúrgico del quiste puede ción, si la lesión quística es el único problema clínico, es
aliviar a la paciente del dolor (dismenorrea, dispareunia), controlar la evolución de la imagen quística después de la
aunque las lesiones infiltrantes no se hayan tratado al próxima regla e incluso después de 3 meses de bloqueo de
mismo tiempo. Este resultado se observa más a menudo la actividad ovárica. A la inversa, si se opera antes debido
si las lesiones infiltrantes son de pequeño tamaño. Pero a dolor grave o a la presencia de lesiones infiltrantes, es
si una o varias lesiones infiltrantes descubiertas durante necesario, en el peroperatorio, descartar el diagnóstico de
la intervención no se han evaluado correctamente en quiste funcional antes de iniciar una posible quistectomía.

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Si el diagnóstico de quiste orgánico se confirma y la ope- comportar reservas de ovocitos muy diferentes, pero en
ración está indicada, hay que buscar los signos funcionales este momento no se dispone de ningún estudio que
y clínicos sugestivos de lesiones asociadas. La resonancia incluya una biopsia sistemática del parénquima periquís-
magnética (RM) y la ecografía realizadas por un radiólogo tico en estas diferentes zonas. A estas críticas se pueden
entrenado en el diagnóstico y la evaluación de las lesiones oponer dos argumentos; el aspecto del parénquima que se
infiltrantes constituyen un «estudio de extensión», con- encuentra alrededor de un quiste dermoide del mismo diá-
cepto algo nuevo pero útil para decidir las modalidades metro es, a menudo, muy rico en ovocitos y en folículos,
de la intervención y discutirlas con la paciente. lo cual va en contra del argumento mecánico simple [30, 31] .
El estudio reciente de Kitajima et al sugiere que los daños
también se encuentran alrededor de quistes de pequeño
Ecografía tamaño, puesto que el diámetro medio, en su estudio, era
de 2,7 ± 1,0 cm y la reserva folicular correlaciona con el
Las imágenes típicas están bien descritas [28, 29] . El con- grado de fibrosis identificada en el parénquima ovárico
tenido hemorrágico es la característica esencial de estas que rodea el quiste [13] . Finalmente, Matzusaki y Schu-
lesiones; explica las imágenes que se observan en la eco- bert también habían mostrado que el parénquima ovárico
grafía y la RM. En la ecografía, el quiste contiene un situado alrededor de un endometrioma se altera debido a
líquido con un fino punteado ecogénico homogéneo en las anomalías del estrés oxidativo [12] .
más del 80% de los casos. Hay que señalar que este signo Benaglia et al han mostrado que la ovulación de las
no es específico. El diagnóstico diferencial es el de los pacientes portadoras de un quiste endometriósico, que
quistes lúteos que también tienen un contenido hemorrá- nunca han sido operadas, sólo se produce en el ovario
gico; más raramente, es posible la confusión con quistes quístico en el 31% de los casos [32] . Este efecto no parece
dermoides, con hidrosalpinge de contenido hemorrágico depender del diámetro del quiste, lo cual puede ponerse
llenados por el reflujo menstrual o con lesiones borderline. en paralelo con las consecuencias de los endometriomas
La presencia de zonas hiperecogénicas parietales, de un pequeños [13] . El estudio de Benaglia sólo se refiere a un
aspecto multilocular o reniforme del quiste, que señalan ciclo, excepto en seis pacientes, para las que la segunda
zonas de retracción en el quiste, también es sugestiva. ovulación tuvo lugar en el mismo lado. Las consecuen-
A pesar de esta imágenes «muy típicas», en las pacientes cias del endometrioma sobre la respuesta a la estimulación
que no toman anticonceptivos con bloqueo de la activi- han sido objeto de resultados contradictorios. Somigliana
dad ovárica, no hay que hacer el diagnóstico de quiste et al mostraban una disminución de la respuesta a la esti-
endometriósico de forma indiscriminada antes de la pró- mulación ovárica cuando existe un endometrioma; esta
xima regla o antes de conocer los efectos sobre el quiste diferencia sólo es significativa para los quistes de más
de 2 meses de tratamiento médico. La presencia de lesio- de 2 cm de diámetro [33] . Almoog et al no confirman este
nes ováricas bilaterales o, para los operadores entrenados, resultado [34] , y encuentran una calidad embrionaria simi-
de lesiones infiltrantes puede ayudar al diagnóstico. Sin lar en las pacientes que tienen un endometrioma bilateral
embargo, puede haber una lesión de endometriosis infil- y en las pacientes sin endometrioma [35] . Benaglia et al han
trante y un quiste funcional del ovario. retomado los datos de Somigliana aumentando el número
de pacientes y estudiando sólo el primer ciclo de fecunda-
Resonancia magnética ción in vitro (FIV) [36] . Este segundo estudio no confirma
el efecto de los endometriomas sobre los resultados de la
En RM, los radiólogos describen una hiperseñal T1 estimulación y encuentra datos similares a los de Almoog
superior o igual a la de la grasa subcutánea, que es patog- et al [34] . Por otra parte, sólo los quistes de tamaño modesto
nomónica cuando persiste en las secuencias en T1 con pueden incluirse en estos estudios, puesto que la FIV sólo
supresión de grasa. En T2, se observa muy a menudo una es posible si la punción puede realizarse sin puncionar
hiposeñal en la totalidad o en una parte del quiste. Al el propio quiste, lo cual probablemente seleccione a un
lado de este aspecto típico, conviene saber que, debido a grupo particular de endometrioma ovárico.
hemorragias de edades diferentes, las señales en T1 y en Las consecuencias de la cirugía de la endometriosis
T2 pueden ser variables. Después de inyección, la periferia sobre la ovulación se han investigado en múltiples estu-
del quiste funcional se refuerza, creando una imagen de dios. Una revisión de 2009 encontraba 92 estudios sobre
anillo continuo en la periferia de la imagen quística, lo el tema, de los que solamente cinco podían incluirse en
cual permite distinguir estos dos tipos de lesión [28] . un metaanálisis [37] . A partir de estos cinco estudios, no
se observó ninguna diferencia significativa a favor o en
contra de la cirugía antes de la realización de una FIV. Este
 Endometrioma y función resultado concierne al número de ovocitos, de embrio-
nes o de embarazos obtenidos. La mayoría de estudios se
ovárica excluyeron debido a problemas metodológicos: ausencia
de individualización de los dos ovarios, grupos de con-
Las complicaciones observadas en los lugares de quis- trol que incluían pacientes con esterilidad tubárica. Sin
tectomía laparoscópica han atraído la atención sobre embargo, hay que señalar que, entre los 20 estudios revi-
las relaciones entre endometrioma y función ovárica. Se sados, si se encontró una disminución significativa del
acusa al acto quirúrgico de comprometer el parénquima número de ovocitos, se observó siempre después de ciru-
ovárico, pero parece ser que los quistes endometriósicos gía. Esto concierne a nueve de los 16 estudios en los que
comprometen también la función del ovario. era posible esta comparación. Se había publicado un solo
Tres estudios que evalúan el parénquima ovárico en estudio aleatorizado en el momento de esta revisión de
la periferia de los quistes endometriósicos muestran una las publicaciones; el grupo de control comprendía pacien-
disminución del número de folículos y un aumento de tes cuyo endometrioma se había drenado en el momento
la fibrosis [12, 13, 30] . Dos de estos estudios se interesan por de la punción [38] . Después de este dato, Papaleo et al
quistes relativamente voluminosos; en especial, Schubert han mostrado que la presencia de una endometriosis pro-
et al han mostrado que la reserva folicular es más baja funda se asocia a una alteración de la función ovárica
que alrededor de un quiste dermoide. Podían adelantarse evaluada mediante el recuento folicular antral [39] . Hiro-
dos argumentos contra el papel del quiste. El parénquima kawa et al muestran que la concentración de hormona
atraído alrededor de un quiste grande podría dañarse antimulleriana (HAM) postoperatoria correlaciona con la
de manera mecánica. El parénquima encontrado alrede- bilateralidad de los quistes y el índice American Ferti-
dor del endometrioma no es homogéneo. Se identifican lity Society (AFS) más que con el diámetro, la edad de
varias zonas en el curso de la disección [9, 20] que podrían las pacientes o la cantidad de folículos retirados durante

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la cirugía de los quistes [40] . Estos dos estudios sugieren


que la gravedad de la enfermedad tiene un impacto sobre
la función ovárica postoperatoria; cuanto más difícil es
el acto quirúrgico, más dañino puede ser, y cuanto más
grave es la afectación, más posibles son los daños ováricos
preexistentes.
La mayoría de estudios muestran que la quistectomía
es más dañina que otros métodos de tratamiento de los
quistes: coagulación bipolar [41] y tratamiento en tres eta-
pas según el método de Donnez [42] . Somigliana confirma
la importancia de la técnica utilizada y muestra que los
ovarios que presentan una recidiva del quiste tienen más
folículos que los que no recidivan, lo cual sugiere que el
empeño quirúrgico para prevenir la recidiva puede ser
perjudicial, al menos a corto plazo [43] . Dos metaanáli-
sis recientes sugieren, mediante el estudio de la HAM
postoperatoria, un efecto perjudicial de la quistectomía
sobre la función ovárica [11, 44] . Almog et al y Chang et
al [45, 46] confirman el papel perjudicial de la cirugía del Figura 7. Otro aspecto de un endometrioma cuyo despega-
endometrioma. Para Chang, la concentración de HAM miento es imposible, que se trata mediante breves aplicaciones
puede recuperarse hasta un 65% de la concentración ini- de coagulación bipolar.
cial 3 meses después de la intervención [46] . El metaanálisis
de Raffi et al [44] y el estudio de Ferrero et al, [47] que
de la intervención, hay que aumentar la incisión inme-
investigan la HAM después de dos técnicas de repara-
diatamente para estar seguro de encontrarlo más tarde en
ción del ovario, no confirman este concepto. Raffi et al
la intervención.
no encuentran estudios de la HAM después de cirugía
Los estudios disponibles sugieren que el efecto de los
por ablación o vaporización de un endometrioma [44] .
diferentes tratamientos médicos sobre la endometriosis es
No existen estudios a largo plazo del efecto sobre la
similar [54, 55] . Los trabajos del grupo de Donnez han mos-
HAM o sobre la función ovárica en FIV de la abstención
trado la persistencia de lesiones al final del tratamiento
quirúrgica.
médico [54] y la posibilidad del endometrio ectópico de
Los daños sugeridos por Busacca et al [10] y después con-
proliferar en presencia de estrógenos, incluso después de
firmados por Benaglia et al [48] se admiten en todas estas
una hipoestrogenia prolongada [56] . La ausencia de efecto
nociones. Sin embargo, existen numerosos argumentos
de los tratamientos hormonales sobre las adherencias
a favor de un tratamiento quirúrgico, que permite dis-
y sobre la fibrosis se conoce o comprende desde hace
minuir el dolor, establecer un diagnóstico histológico e
muchos años [57] . En 1981, Schweppe mostró la persis-
incluso restablecer la fertilidad espontánea, mientras que
tencia de lesiones activas al final del tratamiento con
la abstención no aporta ninguno de estos elementos y
danazol [58] . Todos estos elementos confirman las limita-
hace correr el riesgo de un empeoramiento de las lesio-
ciones del tratamiento médico del endometrioma ovárico.
nes, en especial del tamaño del quiste [49] . Se volverá a
El tratamiento médico utilizado solo no es una alternativa
estos conceptos en las indicaciones de los tratamientos
satisfactoria.
(cf infra).

Tratamiento médico perioperatorio


 Tratamiento médico Un tratamiento médico preoperatorio tiene varias ven-
tajas teóricas: evitar la cirugía de las lesiones funcionales
Desde los trabajos de Donnez et al, se sabe que el tra- del ovario y evitar los daños ováricos inútiles en las
tamiento médico solo no es un tratamiento eficaz de los pacientes que tienen a la vez un endometrioma y uno
quistes endometriósicos. Este autor mostró que, después o varios quistes funcionales. A la inversa, se reprocha al
de un drenaje laparoscópico, el tratamiento médico per- tratamiento médico que enmascare las lesiones peritonea-
mite reducir el tamaño, pero no obtener una desaparición les de pequeño tamaño, un supuesto inconveniente que
completa del quiste [50] . Este estudio, que era la base de sigue siendo teórico. Los grupos controlados de pacien-
su protocolo de tratamiento en tres tiempos (dos laparo- tes tratadas médicamente por una endometriosis mínima
scopias y un tratamiento médico de 3 meses), mostraba han mostrado que algunas lesiones desaparecen espon-
que la punción sola carecía de efecto sobre el quiste y que táneamente sin tratamiento médico [59–63] . Por otra parte,
había que añadir un tratamiento médico para tener un si bien las lesiones rojas son menos visibles, probable-
efecto sobre el volumen del quiste. El tratamiento médico mente no desaparecerán todas; en cuanto a las lesiones
iba precedido de un acto quirúrgico tan completo como negras o rodeadas de fibrosis, el tratamiento médico pro-
fuera posible de las lesiones peritoneales y de los quis- bablemente no las enmascare. No se sabe si el tratamiento
tes ováricos de diámetro más pequeño, lo cual limita el facilita la quistectomía para endometrioma [64] . La cues-
riesgo de recidivas debidas a las lesiones enmascaradas tión es de actualidad, puesto que los autores de este
por el tratamiento preoperatorio. Dos estudios muestran artículo han mostrado que la frecuencia de la escisión
un riesgo mayor de recidiva después de un tratamiento involuntaria del parénquima ovárico es más elevada en
médico preoperatorio debido a la menor visibilidad de las las pacientes tratadas médicamente antes de la quistecto-
lesiones de pequeño tamaño [51, 52] . Esta dificultad de diag- mía [65] . Este concepto no es realmente sorprendente. Los
nóstico de los quistes de pequeño tamaño debe conocerse. autores de este artículo habían observado esta dificultad
En las laparotomías de control realizadas 3 meses después en los tratamientos microquirúrgicos por laparoscopia [66] .
del tratamiento de un quiste de más de 3 cm, los autores de Estas intervenciones iban precedidas de una laparosco-
este artículo habían observado «recidivas muy precoces», pia de diagnóstico y después de un tratamiento médico,
lo cual sugería o bien un tratamiento incompleto de las y generalmente era muy difícil realizar una disección
lesiones iniciales, o bien la presencia de lesiones quísticas del quiste, lo cual condujo a los microcirujanos a utili-
de tamaño más pequeño al lado del quiste que se había zar el láser CO2 para destruir las paredes del quiste. Esta
tratado, en especial cuando se trataba de lesiones contra- disección, casi imposible, ilustrada en las Figuras 4 y 7,
laterales [53] , debido a que, si un quiste se drena al inicio debe respetarse. Si no, conduce al cirujano a realizar una

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escisión del quiste; este acto es demasiado traumático demasiadas situaciones límite es grande debido a la fre-
para el ovario [67] . En las mujeres jóvenes, es mejor un cuencia de la endometriosis, en especial en las pacientes
tratamiento incompleto que un tratamiento demasiado que ya han sido tratadas por esta enfermedad.
agresivo. Dos etapas pueden ser muy difíciles: la elección de la
El tratamiento médico postoperatorio no es lógico en técnica que se va a utilizar y la disección de la parte
las pacientes seguidas por infertilidad, excepto si deben del quiste que está rodeada de fibrosis cerca del hilio.
ser tratadas en FIV debido a la gravedad de las adheren- Se pueden cometer diversos errores. La anexectomía y la
cias o a factores de esterilidad asociados. A la inversa, en laparotomía no son la solución en el tratamiento de las
las pacientes que no quieren quedarse embarazadas, los lesiones voluminosas y de las formas más graves de la
estudios del grupo de Seracchioli et al muestran que una enfermedad. Si el acto quirúrgico parece difícil por laparo-
anticoncepción oral postoperatoria disminuye el riesgo de scopia, también es complejo por laparotomía. Esta vía de
recidiva de los quistes [14, 68, 69] . Esta reducción es más clara abordaje no permite una buena visión detrás del útero y
en las pacientes que utilizan una anticoncepción conti- bajo los ovarios; no facilita el tratamiento conservador.
nua. El gran interés de este trabajo se debe al hecho de En las pacientes jóvenes, la anexectomía no es acepta-
que se trata de un tratamiento prolongado de 2 años que ble; es mejor prever un tratamiento en tres etapas como
corresponde a la realidad clínica de las pacientes que, si proponían Donnez et al [54] , aunque es indispensable un
no desean quedarse embarazadas, a menudo necesitan diagnóstico histológico en todos los casos.
una anticoncepción de larga duración. A la inversa de Así pues, se pueden distinguir dos etapas en el trata-
este resultado, la mayoría de estudios que utilizan una miento quirúrgico del endometrioma ovárico: los actos
duración de tratamiento de 6 meses o menos no encuen- obligatorios en todos los casos y los actos de tratamiento
tran ventajas en el tratamiento postoperatorio [2] . En este propiamente dicho que son facultativos y se deciden en
marco, como en otras situaciones, no parece que los tra- función de las condiciones locales.
tamientos más «específicos» de la endometriosis aporten
un beneficio real con respecto a la anticoncepción oral [55] .
La actitud más lógica sería una anticoncepción continua; Maniobras obligatorias
sin embargo, un trabajo de Muzii señala que la toleran-
cia de un régimen continuo no es tan buena y que esto La citología peritoneal es la primera etapa obligatoria;
ocasiona más interrupciones del tratamiento [70] . Es esen- se realiza por aspiración del líquido peritoneal y, en oca-
cial velar por la buena tolerabilidad del tratamiento y, en siones, por lavado-aspiración de la cavidad. Después, se
especial, por la ausencia de manchados, que desencade- realizan la inspección de la cavidad peritoneal y la biopsia
nan contracciones uterinas y dolores que hacen temer de todas las zonas sospechosas.
una recidiva y pueden inducir una interrupción del tra- El drenaje y el lavado del contenido del quiste son las
tamiento o conductas terapéuticas múltiples. A menudo siguientes etapas. Se realizan después de adhesiólisis en la
resulta difícil encontrar un equilibrio; hay que adaptarse gran mayoría de los casos. Para la adhesiólisis, son posibles
a cada paciente y evitar, si es posible, una hipoestroge- dos situaciones.
nia demasiado prolongada, que conduce a una sequedad • Situación 1: en este caso, muy frecuente, la adhesióli-
vaginal molesta para estas mujeres jóvenes. También hay sis se realiza de detrás hacia adelante, del ligamento
que realizar un estudio cuidadoso del útero para no pasar lumboovárico hacia el ligamento uteroovárico, lo cual
por alto causas de fracasos simples, como una hiperplasia permite trabajar bajo control visual. Este acto, que
del endometrio o un pólipo. libera al ovario del ligamento ancho, debe ser completo
En ausencia de tratamiento, el porcentaje de recidivas pero prudente. No hay que desgarrar el hilio al final
puede llegar al 25% a los 2 años. La noción de recidiva del acto. Si la adherencia es grave, el ligamento lum-
debe ser precisa y, sobre todo, pragmática. Hay que distin- boovárico también puede dañarse. Hay que limitar las
guir los quistes que se encuentran unas semanas o unos coagulaciones y las secciones mientras no se conozca
meses después de un tratamiento quirúrgico de las ver- la situación del uréter. Este órgano, que delimita las
daderas recidivas que aparecen varios años después del dos fosas peritoneales del ovario, presenta una relación
tratamiento inicial. Los primeros son más la consecuen- constante del ovario fijado al ligamento ancho. Hay
cia de la insuficiencia de los tratamientos propuestos que que privilegiar los actos de disección; el objetivo es un
de la evolución de la enfermedad. Los autores de este artí- despegamiento entre peritoneo y ovario; sólo se debe
culo observaron lesiones persistentes o no encontradas «empujar» el ovario con un instrumento atraumático
en la primera laparoscopia en alrededor del 5% de las cuando este plano se ha identificado.
pacientes sometidas a una cirugía de revisión (second look) • Situación 2: con menos frecuencia, las adherencias
2-3 meses después de la quistectomía inicial [53] . Por otra entre el ovario y el ligamento ancho no son visibles
parte, si se hace una ecografía o una punción del ovario en el ligamento lumboovárico (Fig. 2). Hay que ini-
en el marco de una FIV, el porcentaje de lesiones cho- ciar la adhesiólisis entre la cara posterior del útero y
colate que se identifica es más elevado. No todas estas el ovario, y después entre el polo anterior del ovario y
lesiones son evolutivas y, por lo tanto, no son recidivas el ligamento ancho por debajo del ligamento uteroo-
en el sentido clínico del término. Hay que ser prudente várico. El ligamento uteroovárico está en continuidad
en la interpretación clínica de las imágenes ecográficas; es con la adherencia del ovario al útero o al ligamento
inútil inquietar a las pacientes debido a estas imágenes. ancho. Para no lesionar la vascularización ovárica, hay
No se tratan imágenes, sino signos clínicos o lesiones que que localizar este ligamento desde el inicio del acto,
aumentan de tamaño. identificando el extremo proximal de la trompa y des-
cendiendo en dirección al fondo de saco de Douglas. En
caso de duda, conviene preferir, al menos al inicio del
acto de ovariólisis, un acto parcial que no traumatice
 Tratamiento quirúrgico los vasos. La identificación del ligamento uteroovárico
es muy fácil durante el acto. Hay que iniciar la libera-
Este tratamiento sigue siendo la referencia. Es necesa- ción del ovario en la parte inferior y media del ovario
rio para el diagnóstico histológico. Conviene repetir que, y, después, trabajar de abajo arriba. Trabajar de arriba
a pesar del aspecto clásicamente muy sugestivo de los abajo obligaría a iniciar el acto cerca de un ligamento
endometriomas en la ecografía o la RM, la histología es que no se ha identificado con precisión.
indispensable en todos los casos para confirmar el diag- Si se considera la posibilidad de un drenaje sin tra-
nóstico. Los cánceres son raros para las imágenes típicas, tamiento inmediato, es posible una punción. Este acto
pero el riesgo de extender los diagnósticos «evidentes» a se reserva para las lesiones muy voluminosas que no se

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E – 150-A-40  Endometrioma ovárico

Búsqueda del plano de despegamiento


El lugar de la ruptura corresponde a la zona en que
el quiste se adhiere al ligamento ancho. En este lugar,
el endometrioma está en la superficie del ovario (Fig. 6)
(zona verde 1). La pared del ovario sólo incluye la pared
del quiste, y el plano de despegamiento es difícil de encon-
trar. Hay que aumentar la incisión hasta el lugar en que
la pared del quiste se vuelve más gruesa y consiste en el
quiste rodeado de parénquima ovárico normal. En este
lugar, después de la incisión del ovario, el plano de despe-
gamiento se abre espontáneamente debido a la retracción
diferente de los dos tejidos. El plano puede encontrarse
después de una o dos incisiones de la pared quística. Este
aumento de la incisión debe hacerse en la medida de
lo posible manteniéndose a distancia del pabellón y de
la cara posterior del ovario. Las adherencias de la cara
anterior recidivan en más del 90% de los casos; hay que
prevenir las adherencias entre la trompa y el ovario limi-
Figura 8. Endometriomas bilaterales. Obsérvese la rotación tando el traumatismo de la cara posterior del ovario. Se
del ovario en sentido horario a la izquierda y antihorario a la muestra un ejemplo en la Figura 9. De hecho, se han nece-
derecha. sitado tres cortes con tijera para que apareciera un plano
que se abrirá gracias a contactos muy finos y a tracciones
suaves y cortas de las pinzas de agarre. En la Figura 9, se
tratan inmediatamente. En este sentido, el tratamiento observa que el plano identificado es difícil de seguir.
comporta la ovariólisis y el drenaje del quiste a la altura de
su adherencia al ligamento ancho. Iniciar el tratamiento Inicio de la disección
con una punción a distancia de la zona de adherencia
puede implicar la realización de dos incisiones ováricas, La disección se inicia colocando unas pinzas de agarre
lo cual no es deseable. La punción, si se decide, se realiza en cada margen del plano de despegamiento. Los movi-
con un trocar cónico y un sistema de aspiración-lavado. mientos de tracción divergente deben ser lentos, suaves
La punción debe realizarse a distancia del hilio del ova- y limitados en amplitud para abrir el plano de despega-
rio. La adherencia del ovario al ligamento ancho estira miento sin desgarrar el quiste. Por regla general, esta fase
el hilio del ovario hacia dentro (Figs. 1 y 8). La punción inicial de disección es bastante fácil (Fig. 10); la superficie
debe situarse a distancia de esta zona para proteger la vas- del quiste que se libera es blanca, el plano es avascular y la
cularización del ovario. Hay que ser prudente y puncionar hemorragia resulta mínima. Esta fase afecta al 10-90% de
más abajo y más hacia dentro que si se tratara de un la pared quística. Esta parte corresponde a la zona 2. Pero
quiste epitelial benigno. Además, en general la punción la disección puede ser difícil desde el inicio. En esta situa-
no puede realizarse en un saco debido a las adherencias del ción, hay que buscar el plano en contacto con el quiste
ovario. utilizando la coagulación bipolar y las tijeras.
La aspiración del contenido del quiste, el lavado, la quis- Si no se encuentra este plano, debe revisarse la estrate-
toscopia y la biopsia de la pared del quiste son las últimas gia; existen tres opciones posibles:
etapas obligatorias. La biopsia debe afectar a las zonas • la biopsia con examen extemporáneo, suponiendo que
más sospechosas del quiste. No es excepcional el descubri- el quiste chocolate fuera un quiste funcional;
miento de un tumor maligno en un quiste cuyo contenido • el tratamiento con coagulación simple, si el quiste es de
tiene un aspecto de chocolate. La quistoscopia deberá ser pequeño tamaño;
más cuidadosa cuanto más difícil sea la retracción del • la interrupción del acto quirúrgico, que se reprograma
parénquima ovárico inducida por la endometriosis. después de un tratamiento médico de 3 meses si la
paciente tiene menos de 40 años. Para ello, el quiste no
debe incluir ninguna zona sospechosa y debe haberse
biopsiado de manera fiable.
Maniobras terapéuticas
Después de la ruptura del quiste inducida por la ova- Segunda fase de la disección
riólisis, es necesario un lavado inmediato del quiste y del Corresponde a la zona 3. Las tracciones de las pinzas
peritoneo con tres objetivos: de agarre son menos eficaces; la pared del quiste que se
• identificar de forma precisa la situación del endome- identifica ya no es uniformemente blanca; se ven apare-
trioma en el ovario, aumentando inmediatamente el cer fibras rojas en su superficie. Hay que detener los actos
lugar de la ruptura para situar el quiste de manera fia- de tracción simple. La fibrosis es más sólida que el parén-
ble y definitiva, hacer la quistoscopia y la biopsia de quima ovárico. Tracciones más fuertes y más prolongadas
las zonas sospechosas. Ya se ha señalado que puede ser producirían desgarros del parénquima ovárico, hemorra-
difícil encontrar la bolsa quística unos minutos más gias y coagulaciones extensas. Hay que buscar el plano
tarde; de despegamiento de la siguiente manera: la zona que se
• aspirar, mediante una limpieza cuidadosa, todo el con- quiere disecar se expone mediante dos pinzas atraumá-
tenido del endometrioma, que es irritante para el ticas. Las fibras rojas, a menudo de forma triangular, se
peritoneo y, a veces, origen de adherencias; coagulan en la superficie del quiste, a la altura de la parte
• terminar la adhesiólisis: esta disección final puede ser superior del triángulo, y después se seccionan para buscar
perjudicial para la vascularización del ovario. No debe el plano de despegamiento acercándose al quiste. De esta
realizarse a ciegas, aunque sea tentador empujar el manera, debe encontrarse un plano avascular; la super-
ovario firmemente hacia arriba cuando el plano ini- ficie del quiste vuelve a ser blanca (Fig. 11). Esta fase de
cial se ha encontrado y ha conducido a la ruptura del disección difícil es casi constante. Si es poco importante,
quiste. Hay que aprovechar la ventaja que proporciona se encuentra cerca del hilio y del ligamento uteroová-
la visión umbilical, que permite ver bajo el ovario y tra- rico, en un lugar donde un desgarro del ovario puede
bajar bajo control visual, a la vez que se respeta el borde inducir daños vasculares importantes. En cambio, esfor-
inferior del hilio. zándose por seguir el plano correcto, la hemorragia es

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Endometrioma ovárico  E – 150-A-40

A B

C D
Figura 9. Incisión del quiste en busca del plano de despegamiento (A-D). Este plano es visible (C); la disección es difícil desde el inicio
del despegamiento (D).

Las suturas no deben ser un medio de hemostasia; la


hemostasia así realizada sería eficaz, pero demasiado tosca
y demasiado traumática para la vascularización. En las
publicaciones, los resultados son contrastados: más bien
a favor de la sutura para Fedele [73] , sin diferencias para
Ferrero et al [47] . Hay que evitar las coagulaciones extensas
y las suturas demasiado anchas para realizar la hemosta-
sia. Pero, sobre todo, parece esencial reducir la necesidad
de reconstrucción y de hemostasia demasiado extensas
siendo tan meticulosos como sea posible durante la disec-
ción.

Extirpación de la lesión del ligamento ancho


Si existe un nódulo peritoneal en el ligamento ancho,
donde está fijado el endometrioma, hay que extirparlo.
En este sentido, esta zona forma parte de la pared del
quiste. Este acto puede realizarse antes o después de la
Figura 10. La zona de disección fácil es blanca; las fibras rojas quistectomía. Quizá sea mejor realizarlo antes, para que
visibles a la izquierda de la pinza bipolar corresponden al inicio la pequeña hemorragia residual al final de la quistectomía
de la zona 3. no moleste. Es esencial fijar bien el límite de la escisión
cerca del hilio y evitar las tracciones demasiado fuertes del
poco abundante, incluso mínima, y la hemostasia, rea- ovario. Los vasos estarán expuestos casi al desnudo al final
lizada paso a paso, es simple. Estas dificultades pueden de la disección; son frágiles, no hay que desgarrarlos.
encontrarse varias veces durante la disección del mismo
quiste, en especial si el quiste incluye un seudotabique en Prevención de las adherencias
la ecografía. Estos seudotabiques corresponden al aspecto
reniforme a menudo descrito en la RM y a una zona de A principios de la década de 1990, los autores de este
retracción de la pared del quiste. artículo demostraron que, después de una quistectomía y
una adhesiólisis por laparoscopia, la recidiva de las adhe-
Reconstrucción del ovario y limpieza rencias densas se produce en cerca del 90% de los casos [53] .
Es lógico utilizar un producto antiadherencias colocado
peritoneal final (Fig. 12) al final de la intervención entre el ovario y el ligamento
Muy a menudo, no es necesaria ninguna sutura, pues la ancho, incluso entre el ovario y la trompa. Hay que uti-
forma del ovario se reconstituye espontáneamente. Las lizar un producto fácil de colocar. Ningún estudio clínico
zonas coaguladas durante la hemostasia final permiten permite un estudio comparativo correcto entre los dife-
retraer un poco el ovario restante e «invertir» el tejido rentes medios actualmente disponibles. Estos productos
ovárico. no permiten obtener una pelvis libre de adherencias, pero
Si la forma ovárica obtenida espontáneamente no es limitar la recidiva y prevenir el posible empeoramiento
satisfactoria, se puede utilizar una sutura 3/0 o 4/0 colo- son objetivos más que deseables. Se ha confirmado la efi-
cada en el ovario. Pellicano et al han mostrado que las cacia de Interceed [74, 75] , pero se sabe que la hemostasia
adherencias son menos frecuentes después de la sutura debe ser muy buena para que este producto sea eficaz [76] .
del ovario que después de una coagulación simple [71] . La metodología de estos ensayos es discutible [77, 78] y nin-
Las suturas no deben ser visibles en la superficie del ova- gún estudio ha mostrado beneficios en términos de datos
rio; la cortical ovárica es un tejido muy adhesiógeno [72] . clínicos referentes al dolor o la fertilidad.

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E – 150-A-40  Endometrioma ovárico

A B

C D
Figura 11. La coagulación y la sección de estas fibras rojas descubren un plano de despegamiento (A, B). Se ilustran otros ejemplos de
formas de flechas (C, D): hay que buscar el plano de despegamiento en la pared del quiste en los lugares ilustrados por las flechas (C, D,
flechas negras). En C, el triángulo negro señala la forma de flecha que dibuja la exposición.

Alternativa a la quistectomía A la inversa, el traumatismo del parénquima ovárico alre-


en el tratamiento dedor de la zona vaporizada es nulo. Sin embargo, hay
que saber reconocer el tejido sano y el tejido patológico
del endometrioma del ovario
para efectuar un tratamiento suficiente y no traumático.
Técnica de destrucción Además, esta técnica requiere más a menudo una recons-
En ciertas situaciones, es evidente que la quistectomía trucción ovárica.
no debe emplearse: Quistectomía parcial y destrucción
• quistes pequeños de menos de 3 cm;
Recientemente, Donnez et al han propuesto limitar la
• quistes cuyo aspecto después del drenaje muestra que se
quistectomía a las zonas cuya disección sea fácil y tratar el
trata de una invaginación reciente de la corteza ovárica
resto del quiste mediante destrucción con el láser CO2 [79] .
sin plano de despegamiento (Fig. 4);
Este enfoque se puede realizar con el PlasmaJet o con la
• quiste de aspecto habitual, pero para el que no se des-
coagulación bipolar. La zona de disección difícil corres-
cubre ningún plano de despegamiento.
ponde a menudo a la zona adherida al ligamento ancho,
Coagulación bipolar. Tiene la ventaja de estar dis-
y este tratamiento parcial probablemente no incluya la
ponible en todos los quirófanos. Debe utilizarse con un
escisión del nódulo del ligamento ancho frente al endo-
tiempo de aplicación muy corto y unas pinzas finas para
metrioma. En cambio, es posible vaporizar esta zona, lo
reducir los daños térmicos. La coagulación debe limitarse
cual debe realizarse con prudencia; si el objetivo es un
a las zonas que contienen endometrio. Las zonas blan-
tratamiento completo, existe, como para la escisión, un
cas antes del tratamiento no requieren destrucción. Las
riesgo de traumatismo de los vasos del hilio. Esta técnica
zonas que contienen un endometrio activo típico pueden
puede permitir limitar los tratamientos en tres tiempos
ser objeto de un «raspado» previo con las pinzas de agarre
que eran la regla con el láser CO2 .
o con unas pinzas de cazoleta, lo cual permite reducir el
tiempo de coagulación.
PlasmaJet. Es un método más reciente que requiere Tratamiento radical: anexectomía
un equipo específico costoso, cuyo efecto tisular es pare- La indicación es difícil; este acto debe reservarse a las
cido al que se obtiene con el láser CO2 . Un trabajo pacientes que ya han tenido hijos o que presentan una
experimental [2, 78] muestra que la difusión térmica es baja recidiva. El tamaño por sí solo no debe constituir una
y que el efecto tisular corresponde a lo que se ve (Fig. 13). indicación. La actitud respecto al colon sigmoide es otra
Láser CO2 . Es el estándar para esta técnica. Con los cuestión difícil, cuando éste presenta adherencias densas
dispositivos de swift, el desplazamiento del haz de láser es con el ovario. El shaving del sigmoide a veces inducido
muy rápido, lo cual hace muy eficaz este acto. Pero el láser por la adhesiólisis difícil entre colon y ovario puede hacer
que viene del ombligo impone una incisión del ovario más correr un riesgo elevado de fístulas digestivas postoperato-
ancha para permitir el tratamiento de todas las caras [49] . rias. Hay que prever esta situación y hablar de la resección

10 EMC - Ginecología-Obstetricia
Endometrioma ovárico  E – 150-A-40

A B

Figura 12. Aspecto al final de la quistectomía (final del tratamiento


de los quistes de la Figura 1A, B).
A. En la zona de disección del quiste.
B, C. Después de colocar el ovario en su lugar.

A B
Figura 13. Aspecto de un tratamiento con PlasmaJet de un quiste de pequeño tamaño (A), de lesiones superficiales (B).

sigmoidea antes de la intervención, en especial en las La disección del uréter, que se identifica en la zona del
pacientes operadas por una recidiva y a las que se había estrecho superior o por encima, se realiza del estrecho
practicado una adhesiólisis digestiva difícil durante la pri- superior hacia el útero (Fig. 14). Esta disección debe ini-
mera intervención. El punto clave de la anexectomía es ciarse en tejido sano. Si el uréter no está dilatado y nunca
la disección del uréter. El ovario por lo general está fijado lo ha estado, siempre existe un plano de despegamiento
al ligamento ancho. Raramente se trata de adherencias que se encuentra acercándose a él en el espacio de desliza-
velamentosas que se seccionan antes de iniciar la ane- miento que le permite moverse y asegurar su función. Si
xectomía. Con frecuencia, son adherencias densas que la disección es muy difícil, hay que identificar el origen de
obligan a escindir todo el peritoneo del ligamento ancho los vasos uterinos antes de continuar la disección del uré-
y, a menudo, una infiltración retroperitoneal para reali- ter. En este sentido, en caso de herida de un vaso del útero
zar una ovariectomía completa. Esta escisión supone una en contacto con un uréter difícil de disecar, la hemostasia
disección del uréter hasta su cruce con la arteria uterina. será difícil, incluso peligrosa para el uréter. Si el origen de
Este acto puede ser bastante simple o complejo en función los vasos se ha identificado previamente, se les puede rea-
de la naturaleza del tejido retroperitoneal. A menudo, es lizar una hemostasia a distancia del uréter y resolver de
complejo cuando la endometriosis infiltra el tejido retro- forma simple una situación a menudo compleja. Hay que
peritoneal. trabajar en todas las zonas situadas alrededor del anexo

EMC - Ginecología-Obstetricia 11
E – 150-A-40  Endometrioma ovárico

quiste por vía transvaginal. Se lava el quiste con dos inyec-


ciones de suero fisiológico. Después, se inyecta etanol
puro y se deja en el lugar durante 10 minutos antes de
aspirarlo. Si el etanol se deja en el lugar, su paso a la cir-
culación general tiene consecuencias similares a las de
una alcoholización grave. El volumen inyectado corres-
ponde al 80% del volumen aspirado inicialmente, con un
máximo de 60 ml. Los quistes incluidos eran de pequeño
tamaño, con un volumen medio de 22 ml. Cuatro de las
31 pacientes presentaron una recidiva (quiste mayor de
2 cm de diámetro) entre 2 y 26 meses después del procedi-
miento, pero la FIV siempre pudo realizarse en ausencia de
quiste. Estos interesantes resultados son preliminares. Esta
Figura 14. Uréter descubierto en el estrecho superior (flecha)
técnica se utiliza cada vez más en numerosos centros que
durante la disección retroperitoneal de un endometrioma tratado
emplean técnicas de reproducción asistida. Debe reser-
con anexectomía.
varse a estos centros expertos y a las recidivas. No puede
proponerse de entrada; las consecuencias de la esclerote-
para mejorar progresivamente la movilidad de éste y faci- rapia sobre un ovario ya operado pueden ser diferentes de
litar la disección de las zonas en las que la fibrosis es más las inducidas en un ovario sin antecedentes quirúrgicos.
importante. Sólo este enfoque garantiza una exéresis de Además, este método no permite un diagnóstico histoló-
todo el tejido ovárico, que es indispensable para prevenir gico fiable, que es indispensable, dada la dificultad de los
el síndrome de los restos ováricos y para aliviar de forma análisis citológicos realizados en el líquido chocolate de
duradera a las pacientes que se operan por dolor pélvico los endometriomas ováricos.
crónico. Durante este acto, las adherencias entre el ova-
rio y el tubo digestivo a menudo se tratan al final de la
anexectomía. El ovario es móvil y está desvascularizado,  Preservación
lo cual facilita esta difícil adhesiólisis.
de la fertilidad
Abstención quirúrgica
Los daños ováricos inducidos por la cirugía son posi-
Es una situación nueva en el tratamiento de una enfer-
bles, aunque no son sistemáticos ni inevitables. Es
medad tumoral del ovario. La calidad del diagnóstico
evidente que, en las pacientes jóvenes que presentan
preoperatorio puede permitir, en las mujeres jóvenes, con-
lesiones bilaterales y voluminosas, se plantea la cuestión
siderar la posibilidad de la abstención quirúrgica como
de la preservación del capital ovárico. Puede enfocarse
una actitud razonable e incluso recomendable. Se ha
de diferentes formas: la congelación de embriones en
hablado anteriormente de las dificultades del diagnóstico
las pacientes que tienen una pareja y que piensan en
preoperatorio, que puede ser erróneo y conducir a un tra-
un embarazo con ésta; la congelación de fragmentos
tamiento inadecuado e incluso perjudicial.
ováricos, cuyo valor funcional está por confirmar, pero
Frente al riesgo de sobretratamiento de las lesiones fun-
se puede considerar el injerto de fragmentos ováricos
cionales o de infratratamiento de lesiones borderline o
antes de la realización de una FIV en esta enfermedad
malignas que tienen un contenido ecogénico, el impacto
benigna [85] ; la tercera posibilidad es la preservación de
de la abstención terapéutica sobre el parénquima ovárico
ovocitos, técnica que progresa, en especial con la vitrifi-
no se ha evaluado de manera prospectiva. Estos resultados
cación, lo cual permitirá tenerla en cuenta en este tipo de
serán indispensables en el futuro para validar una actitud
situaciones [86] .
que actualmente se propone a menudo. Habrá que evaluar
Es evidente que los resultados de estos métodos deben
la evolución espontánea sin tratamiento, la evolución con
evaluarse y compararse para cada indicación. Estos progre-
tratamiento médico y, finalmente, las consecuencias de la
sos no pueden ni deben convertirse en justificaciones para
alternancia de tratamiento médico inhibidor y estimula-
una cirugía de mala calidad. Nada sustituirá nunca a un
ción FIV, que probablemente se utilizarán a menudo en
parénquima ovárico respetado por el cirujano en situación
las mujeres jóvenes que quieran tener descendencia. Un
fisiológica y funcional. Pero estas técnicas avanzan cada
solo equipo ha estudiado el impacto de los ciclos de FIV
día y los cirujanos deben tener en cuenta estas posibili-
sobre el volumen de los quistes y sobre los síntomas clíni-
dades ante un acto quirúrgico que consideren difícil, en
cos [80, 81] . Este trabajo de Benaglia muestra un aumento de
especial en las pacientes que ya han sido operadas o en las
volumen de los quistes endometriósicos de 1 ml después
mujeres muy jóvenes portadoras de lesiones bilaterales. Es
de un ciclo, que no es estadísticamente significativo y no
demasiado temprano para establecer las indicaciones de
se asocia a un empeoramiento de los signos clínicos.
todos y cada uno de estos métodos con precisión.
Escleroterapia por inyección de etanol
Este método se propuso en la década de 1990 con
inyección de tetraciclinas [82] y después con inyección de
 Indicaciones terapéuticas
etanol [83] . Se ha utilizado poco a pesar de los resultados (Cuadro 1)
iniciales más bien esperanzadores. Más recientemente,
Yazbeck et al han recuperado este método en una situa- El tratamiento, sea cual sea, sólo puede llevarse a cabo
ción clínica difícil: la recidiva de los endometriomas cuando se hayan cumplido todas las condiciones que per-
tratados quirúrgicamente en las pacientes que deben mitan confirmar el diagnóstico.
someterse a una FIV [84] . La cirugía iterativa es difícil y el El tratamiento quirúrgico es obligatorio en numerosas
riesgo de traumatismo ovárico resulta poco aceptable en situaciones:
unas pacientes que a menudo ya tienen una HAM dismi- • quiste de más de 5 cm de diámetro;
nuida debido a la enfermedad o al acto quirúrgico inicial. • quiste cuya benignidad no está asegurada;
Después de un diagnóstico ecográfico y después de • quistes bilaterales;
haber descartado el diagnóstico de quiste funcional • quiste que aumenta de tamaño;
mediante un tratamiento médico previo, la inyección se • quiste asociado a una complicación de la enfermedad;
realiza en el área quirúrgica bajo sedación. Tras una des- • quiste asociado a dolor pélvico grave en ausencia de
infección vaginal cuidadosa, se aspira el contenido del lesión infiltrante;

12 EMC - Ginecología-Obstetricia
Endometrioma ovárico  E – 150-A-40

Cuadro 1. [7] Reich H, McGlynn F. Treatment of ovarian endometrio-


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FIV: fecundación in vitro; HAM: hormona antimulleriana.
[11] Somigliana E, Berlanda N, Benaglia L, Viganò P, Vercellini
• quiste asociado a una infertilidad en el que la punción P, Fedele L. Surgical excision of endometriomas and ovarian
FIV no parece posible sin drenaje del quiste; reserve: a systematic review on serum antimullerian hormone
• quiste asociado a una infertilidad en una paciente que level modifications. Fertil Steril 2012;98:1531–8.
rechaza la FIV. [12] Matsuzaki S, Schubert B. Oxidative stress status in normal
La abstención quirúrgica es posible en las siguientes ovarian cortex surrounding ovarian endometriosis. Fertil Ste-
ril 2010;93:2431–2.
situaciones:
[13] Kitajima M, Defrère S, Dolmans MM, Colette S, Squifflet
• quiste de menos de 3 cm;
J, Van Langendonckt A, et al. Endometriomas as a possible
• quiste recidivante de pequeño tamaño en una paciente
cause of reduced ovarian reserve in women with endometrio-
en la que se ha hecho un diagnóstico histológico. sis. Fertil Steril 2011;96:685–91.
Estas pacientes deben aceptar un control ecográfico [14] Seracchioli R, Mabrouk M, Frascà C, Manuzzi L, Monta-
regular; se operan en caso de aumento de tamaño; en nari G, Keramyda A, et al. Long-term cyclic and continuous
el mejor de los casos, se someten a un tratamiento que oral contraceptive therapy and endometrioma recurrence:
induce una amenorrea, facilita el control y limita el riesgo a randomized controlled trial. Fertil Steril 2010;93:
de modificación del volumen del quiste. 52–6.
La punción con escleroterapia es posible en las siguien- [15] Brosens IA, Puttemans PJ, Deprest J. The endoscopic locali-
tes situaciones: zation of endometrial implants in the ovarian chocolate cyst.
• quiste recidivante en una paciente operada anterior- Fertil Steril 1994;61:1034–8.
mente y que se someterá a una FIV en las próximas [16] Nezhat F, Nezhat C, Allan CJ, Metzger DA, Sears DL.
semanas; Clinical and histologic classification of endometriomas.
• quiste de 3-5 cm en una paciente que presenta una Implications for a mechanism of pathogenesis. J Reprod Med
infertilidad y lesiones infiltrantes por las que se quiere 1992;37:771–6.
diferir el acto quirúrgico; la punción puede permitir [17] Vercellini P, Somigliana E, Vigano P, Abbiati A, Barbara
evaluar el beneficio del drenaje del quiste sobre el tra- G, Fedele L. ’Blood On The Tracks’ from corpora lutea to
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El endometrioma ovárico es frecuente; afecta a muje- [20] Muzii L, Bellati F, Bianchi A, Palaia I, Manci N, Zullo MA,
res jóvenes. Conviene tranquilizarlas mediante un control et al. Laparoscopic stripping of endometriomas: a randomi-
adecuado y calculado, que debe permitir un tratamiento zed trial on different surgical techniques. Part II: pathological
eficaz y una preservación de la fertilidad en casi todos results. Hum Reprod 2005;20:1987–92.
los casos. El catastrofismo que muy a menudo rodea al [21] Gruppo Italiano per lo Studio dell’Endometriosi. Rela-
anuncio del diagnóstico de endometriosis generalmente tionship between stage, site and morphological charac-
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M. Canis (mcanis@chu-clermontferrand.fr).
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G. Mage.
Service de chirurgie gynécologique, Centre hospitalier universitaire Estaing, 1, place Lucie-et-Raymond-Aubrac, 63000 Clermont-Ferrand,
France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Canis M, Bourdel N, Botschorishvili R, Rabischong B, Gremeau AS,
Curinier S, et al. Endometrioma ovárico. EMC - Ginecología-Obstetricia 2015;51(2):1-15 [Artículo E – 150-A-40].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

EMC - Ginecología-Obstetricia 15

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