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Endometrioma ovárico
M. Canis, N. Bourdel, R. Botschorishvili, B. Rabischong, A.-S. Gremeau,
S. Curinier, C. Vago, J.-L. Pouly, G. Mage
Plan Introducción
■ Introducción 1 El endometrioma ovárico (Fig. 1) es frecuente. La endo-
■ Anatomía patológica y fisiopatología 2 metriosis afecta a cerca del 10% de las mujeres en período
■
de actividad; alrededor del 30% de estas pacientes son por-
Signos clínicos 3
tadoras de un endometrioma del ovario y esta cifra llega
■ Estudio preoperatorio 4 al 50% entre las pacientes operadas por lesiones infiltran-
Ecografía 5 tes [1–3] . El endometrioma ovárico se asocia casi siempre a
Resonancia magnética 5 otras lesiones endometriósicas [4] ; su presencia es el mar-
■ Endometrioma y función ovárica 5 cador de las lesiones todavía llamadas «infiltrantes» [3, 4] .
■ Tratamiento médico 6 El endometrioma es bilateral en el 30-50% de los casos,
Tratamiento médico perioperatorio 6 lo cual plantea, con una especial agudeza, las cuestiones
referentes al tratamiento quirúrgico y los posibles daños
■ Tratamiento quirúrgico 7 que puede inducir al ovario. Este tratamiento es objeto de
Maniobras obligatorias 7 numerosas controversias desde el desarrollo de la cirugía
Maniobras terapéuticas 8 endoscópica. La quistectomía ovárica por endometriosis,
■ Preservación de la fertilidad 12 a menudo considerada como imposible por los micro-
■ Indicaciones terapéuticas 12 cirujanos [5, 6] , fue desarrollada bastante pronto por los
■
cirujanos endoscopistas, que la describieron inicialmente
Conclusión 13
como un acto muy simple con el vocablo anglosajón de
EMC - Ginecología-Obstetricia 1
Volume 51 > n◦ 2 > junio 2015
http://dx.doi.org/10.1016/S1283-081X(15)70982-3
E – 150-A-40 Endometrioma ovárico
A B
Figura 1. Dos aspectos del endometrioma ovárico (A, B). Obsérvese el estiramiento del hilio ovárico hacia dentro.
A B
Figura 2. La importante distorsión inducida por la retracción explica la dilatación de los vasos lumboováricos (flecha) por encima del
uréter (punta de flecha) (A, B).
stripping [7, 8] . De hecho, este acto a menudo es difícil y induzca una amenorrea parece disminuir significativa-
no se reduce a un acto de tracción-contratracción como mente el riesgo de recidiva, siempre que se utilice un
en los demás quistes benignos del ovario [9] . Este desco- tratamiento prolongado durante más de 2 años [14] .
nocimiento del acto, que debe ser un acto laparoscópico
microquirúrgico, conduce a complicaciones peroperato-
rias y, en especial, a complicaciones hemorrágicas, cuyo
tratamiento puede dar lugar a daños ováricos irreversi-
Anatomía patológica
bles [10] y a una menopausia postoperatoria precoz. Por y fisiopatología
eso, el tratamiento quirúrgico de un endometrioma se
presenta a veces como un acto traumático y peligroso [11] La etiología de la endometriosis sigue siendo imprecisa.
que incluso, para algunos, debe evitarse siempre que sea Quizá existan diversas causas para una misma enferme-
posible. dad. Los mecanismos origen del endometrioma ovárico y
En este ámbito, como en otros muchos, la abstención de la endometriosis de las cicatrices de cesárea probable-
terapéutica, que se propone como alternativa, no se ha mente no sean los mismos.
evaluado. ¿Es anodino dejar evolucionar un quiste de ova- La endometriosis ovárica puede tener varios aspectos:
rio? ¿Este quiste puede producir daños ováricos, como • lesiones situadas en la superficie del ovario que no han
sugieren el estudio de Matsuzaki y Schubert [12] y el tra- retraído la superficie del ovario y que no siempre son
bajo de Kitajima et al? [13] . Las distorsiones vasculares adherentes (Fig. 3);
graves que se encuentran cuando la torsión, inducida por • quistes de pequeño tamaño, muy a menudo menores de
el nódulo del ligamento ancho, es importante, ¿pueden 4 cm de diámetro, con invaginación de la superficie del
comprometer el valor funcional del ovario (Fig. 2)? ovario, cuyo drenaje no parece abrir la cortical ovárica
Este debate todavía es largo; no debe hacer olvidar que y para los que la quistectomía es imposible (Fig. 4). Esta
la actuación clínica en presencia de un posible endo- situación parece corresponder a la definición de Bros-
metrioma del ovario debe ser la misma que la que se sens et al, que hablan de seudoquiste extraovárico [15] ;
requiere ante otra lesión quística del anexo. Dos reglas • quistes de contenido chocolate sin adherencia al liga-
son esenciales: confirmar la organicidad de la lesión y mento ancho cuyo despegamiento es fácil y que
descartar el diagnóstico de lesión maligna. Después, el algunos atribuyen a la colonización del quiste funcio-
tratamiento debe preservar lo mejor posible la función nal del ovario por lesiones endometriales [16, 17] ;
ovárica, teniendo en cuenta las condiciones locales. Si las • pero el aspecto más frecuente (alrededor del 75% de
lesiones son demasiado voluminosas, demasiado graves las lesiones de más de 3 cm) corresponde a los quistes
o demasiado inflamatorias, hay que diferir el acto unas fijados al ligamento ancho por adherencias densas des-
semanas después de un tratamiento médico; la anexecto- arrolladas entre la cara anterior del ovario y el peritoneo
mía y la laparotomía nunca son la solución, excepto si de la cara posterior del ligamento ancho [18] (Fig. 5). A
la lesión es un cáncer confirmado. En el postoperatorio, partir de la lesión probablemente inicial desarrollada
el tratamiento depende de los signos clínicos preopera- a expensas de la cara anterior del ovario, el quiste se
torios y del deseo de fertilidad. Una anticoncepción que invagina en el ovario, lo cual da lugar a una rotación
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Signos clínicos
Los signos clínicos del endometrioma ovárico no son
muy diferentes de los de otras localizaciones de la enfer-
medad. Se observa dismenorrea, dispareunia y dolor
intermenstrual. El estudio del Gruppo Italiano sugería
que la frecuencia de estos signos clínicos es menor en
las pacientes que tienen un endometrioma ovárico que
en las pacientes que presentan lesiones peritoneales. Los
porcentajes eran, respectivamente, para la dismenorrea,
el dolor intermenstrual y la dispareunia, del 77, 61 y 38%
en las pacientes que sólo presentan un quiste y del 87, 57
y 51% en caso de lesiones peritoneales. Los porcentajes
eran del 91, 67 y 51% cuando se asocian las dos loca-
lizaciones [21] . Estos resultados deben interpretarse con
prudencia por varias razones. El endometrioma ovárico
Figura 4. Endometrioma formado por simple retracción de la raramente está aislado [4] , mientras que, en este estudio,
superficie del ovario; en estas lesiones, la quistectomía es impo- existe un porcentaje elevado de pacientes que sólo tienen
sible. un endometrioma del ovario. Por otra parte, es frecuente
que los endometriomas ováricos se asocien a lesiones infil-
del ovario hacia dentro en sentido horario en el lado trantes, cuya buena correlación con cuadros clínicos muy
izquierdo y en sentido antihorario en el lado derecho dolorosos es bien conocida [22, 23] . Sin embargo, Vercellini
(Fig. 6). et al describen también una relación inversa entre el diá-
Estos aspectos macroscópicos no siempre corresponden metro del endometrioma y la gravedad del dolor. Este
a las descripciones patológicas, pero los cirujanos que tra- concepto era significativo sólo para los quistes situados en
tan estas lesiones deben conocerlos. En el último tipo, el lado derecho; en el lado izquierdo, la tendencia se con-
los autores de este artículo piensan que se pueden iden- firmaba, pero no era significativa [24] . Este concepto no es
tificar tres zonas, que corresponden a tres tiempos del sorprendente; el quiste, debido a su volumen, a menudo
tratamiento quirúrgico. se identifica de manera fortuita en la ecografía. La indica-
En la primera zona [1] , el ovario está adherido a la cara ción quirúrgica se realiza a partir de la presencia de la masa
posterior del ligamento ancho. La adhesiólisis del ovario anexial independientemente de los signos asociados, por
conduce a la ruptura del endometrioma en más del 90% lo que no es sorprendente que los signos funcionales sean
de los casos. Esta ruptura es casi inevitable, por lo que no menos graves en este grupo de pacientes.
hay que empezar la quistectomía antes de la adhesióli- La experiencia clínica muestra que las pacientes porta-
sis utilizando otra incisión del ovario. En especial, no hay doras de un endometrioma ovárico presentan a menudo
que hacer incisiones en la cara posterior del ovario (Fig. 1). dolor periovulatorio.
En este sentido, aunque la quistectomía se inicie en esta Dos estudios sugieren que existe una correlación entre
parte libre de adherencias, se producirá una ruptura en la la presencia de un endometrioma y el dolor [25, 26] . Estos
zona de adherencia, frente al ligamento ancho, durante estudios incluyen un número limitado de pacientes, que
la disección. La intervención da lugar a dos incisiones eran todas infértiles en el estudio de Fedele, y no com-
ováricas. portan análisis multivariante. Además, es difícil llegar a la
En la segunda fase de su historia, el endometrioma se conclusión de una relación clara entre dolor y adherencia
invagina en el ovario. La zona más reciente corresponde a ovárica [22] .
aquélla en la que existe una pared con endometrio funcio- Estos datos no permiten llegar a una conclusión sobre
nal; se despega más fácilmente, porque hay poca fibrosis una actitud quirúrgica particular en las pacientes que tie-
alrededor del quiste (zona 2) (Fig. 6). Cuando el quiste se nen un endometrioma. El tratamiento quirúrgico de la
hunde en el ovario, se rodea de fibrosis densa y resulta endometriosis asociada debe ser tan completo como sea
más difícil de despegar (zona 3) (Fig. 6). posible. Es importante interrogar cuidadosamente a las
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A B
Estudio preoperatorio
Muy a menudo, el diagnóstico preoperatorio se sospe-
cha ante una ecografía que muestra una imagen quística
cuyo líquido es finamente ecogénico. Esta lesión puede
descubrirse de manera fortuita o por un dolor pélvico
crónico o subagudo. Sean cuales sean los signos o las
3
lesiones asociadas, es necesario, en el tratamiento de la
paciente, tener en cuenta la existencia del quiste. La indi-
cación quirúrgica para diagnóstico histológico es esencial
Figura 6. Las tres zonas teóricas de disección de un endome-
en todas las lesiones persistentes de más de 3 cm de diá-
trioma. 1. Zona 1; 2. zona 2; 3. zona 3.
metro. A la inversa, no todos los quistes de contenido
líquido y ecogénico son endometriomas ováricos. Martin
pacientes que se operan por un quiste que parece endo- et al demostraron, hace muchos años, que un tercio de
metriósico según los resultados de las pruebas de imagen, los quistes de contenido chocolate eran quistes lúteos [27] .
para no llegar a la conclusión errónea en el peroperatorio Es probable que un porcentaje no despreciable de quistes
de que el tratamiento quirúrgico de las lesiones asocia- considerados típicamente endometriósicos en la ecografía
das no es necesario puesto que la paciente es pauci o sean en realidad quistes funcionales. La primera actua-
asintomática. El tratamiento quirúrgico del quiste puede ción, si la lesión quística es el único problema clínico, es
aliviar a la paciente del dolor (dismenorrea, dispareunia), controlar la evolución de la imagen quística después de la
aunque las lesiones infiltrantes no se hayan tratado al próxima regla e incluso después de 3 meses de bloqueo de
mismo tiempo. Este resultado se observa más a menudo la actividad ovárica. A la inversa, si se opera antes debido
si las lesiones infiltrantes son de pequeño tamaño. Pero a dolor grave o a la presencia de lesiones infiltrantes, es
si una o varias lesiones infiltrantes descubiertas durante necesario, en el peroperatorio, descartar el diagnóstico de
la intervención no se han evaluado correctamente en quiste funcional antes de iniciar una posible quistectomía.
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Si el diagnóstico de quiste orgánico se confirma y la ope- comportar reservas de ovocitos muy diferentes, pero en
ración está indicada, hay que buscar los signos funcionales este momento no se dispone de ningún estudio que
y clínicos sugestivos de lesiones asociadas. La resonancia incluya una biopsia sistemática del parénquima periquís-
magnética (RM) y la ecografía realizadas por un radiólogo tico en estas diferentes zonas. A estas críticas se pueden
entrenado en el diagnóstico y la evaluación de las lesiones oponer dos argumentos; el aspecto del parénquima que se
infiltrantes constituyen un «estudio de extensión», con- encuentra alrededor de un quiste dermoide del mismo diá-
cepto algo nuevo pero útil para decidir las modalidades metro es, a menudo, muy rico en ovocitos y en folículos,
de la intervención y discutirlas con la paciente. lo cual va en contra del argumento mecánico simple [30, 31] .
El estudio reciente de Kitajima et al sugiere que los daños
también se encuentran alrededor de quistes de pequeño
Ecografía tamaño, puesto que el diámetro medio, en su estudio, era
de 2,7 ± 1,0 cm y la reserva folicular correlaciona con el
Las imágenes típicas están bien descritas [28, 29] . El con- grado de fibrosis identificada en el parénquima ovárico
tenido hemorrágico es la característica esencial de estas que rodea el quiste [13] . Finalmente, Matzusaki y Schu-
lesiones; explica las imágenes que se observan en la eco- bert también habían mostrado que el parénquima ovárico
grafía y la RM. En la ecografía, el quiste contiene un situado alrededor de un endometrioma se altera debido a
líquido con un fino punteado ecogénico homogéneo en las anomalías del estrés oxidativo [12] .
más del 80% de los casos. Hay que señalar que este signo Benaglia et al han mostrado que la ovulación de las
no es específico. El diagnóstico diferencial es el de los pacientes portadoras de un quiste endometriósico, que
quistes lúteos que también tienen un contenido hemorrá- nunca han sido operadas, sólo se produce en el ovario
gico; más raramente, es posible la confusión con quistes quístico en el 31% de los casos [32] . Este efecto no parece
dermoides, con hidrosalpinge de contenido hemorrágico depender del diámetro del quiste, lo cual puede ponerse
llenados por el reflujo menstrual o con lesiones borderline. en paralelo con las consecuencias de los endometriomas
La presencia de zonas hiperecogénicas parietales, de un pequeños [13] . El estudio de Benaglia sólo se refiere a un
aspecto multilocular o reniforme del quiste, que señalan ciclo, excepto en seis pacientes, para las que la segunda
zonas de retracción en el quiste, también es sugestiva. ovulación tuvo lugar en el mismo lado. Las consecuen-
A pesar de esta imágenes «muy típicas», en las pacientes cias del endometrioma sobre la respuesta a la estimulación
que no toman anticonceptivos con bloqueo de la activi- han sido objeto de resultados contradictorios. Somigliana
dad ovárica, no hay que hacer el diagnóstico de quiste et al mostraban una disminución de la respuesta a la esti-
endometriósico de forma indiscriminada antes de la pró- mulación ovárica cuando existe un endometrioma; esta
xima regla o antes de conocer los efectos sobre el quiste diferencia sólo es significativa para los quistes de más
de 2 meses de tratamiento médico. La presencia de lesio- de 2 cm de diámetro [33] . Almoog et al no confirman este
nes ováricas bilaterales o, para los operadores entrenados, resultado [34] , y encuentran una calidad embrionaria simi-
de lesiones infiltrantes puede ayudar al diagnóstico. Sin lar en las pacientes que tienen un endometrioma bilateral
embargo, puede haber una lesión de endometriosis infil- y en las pacientes sin endometrioma [35] . Benaglia et al han
trante y un quiste funcional del ovario. retomado los datos de Somigliana aumentando el número
de pacientes y estudiando sólo el primer ciclo de fecunda-
Resonancia magnética ción in vitro (FIV) [36] . Este segundo estudio no confirma
el efecto de los endometriomas sobre los resultados de la
En RM, los radiólogos describen una hiperseñal T1 estimulación y encuentra datos similares a los de Almoog
superior o igual a la de la grasa subcutánea, que es patog- et al [34] . Por otra parte, sólo los quistes de tamaño modesto
nomónica cuando persiste en las secuencias en T1 con pueden incluirse en estos estudios, puesto que la FIV sólo
supresión de grasa. En T2, se observa muy a menudo una es posible si la punción puede realizarse sin puncionar
hiposeñal en la totalidad o en una parte del quiste. Al el propio quiste, lo cual probablemente seleccione a un
lado de este aspecto típico, conviene saber que, debido a grupo particular de endometrioma ovárico.
hemorragias de edades diferentes, las señales en T1 y en Las consecuencias de la cirugía de la endometriosis
T2 pueden ser variables. Después de inyección, la periferia sobre la ovulación se han investigado en múltiples estu-
del quiste funcional se refuerza, creando una imagen de dios. Una revisión de 2009 encontraba 92 estudios sobre
anillo continuo en la periferia de la imagen quística, lo el tema, de los que solamente cinco podían incluirse en
cual permite distinguir estos dos tipos de lesión [28] . un metaanálisis [37] . A partir de estos cinco estudios, no
se observó ninguna diferencia significativa a favor o en
contra de la cirugía antes de la realización de una FIV. Este
Endometrioma y función resultado concierne al número de ovocitos, de embrio-
nes o de embarazos obtenidos. La mayoría de estudios se
ovárica excluyeron debido a problemas metodológicos: ausencia
de individualización de los dos ovarios, grupos de con-
Las complicaciones observadas en los lugares de quis- trol que incluían pacientes con esterilidad tubárica. Sin
tectomía laparoscópica han atraído la atención sobre embargo, hay que señalar que, entre los 20 estudios revi-
las relaciones entre endometrioma y función ovárica. Se sados, si se encontró una disminución significativa del
acusa al acto quirúrgico de comprometer el parénquima número de ovocitos, se observó siempre después de ciru-
ovárico, pero parece ser que los quistes endometriósicos gía. Esto concierne a nueve de los 16 estudios en los que
comprometen también la función del ovario. era posible esta comparación. Se había publicado un solo
Tres estudios que evalúan el parénquima ovárico en estudio aleatorizado en el momento de esta revisión de
la periferia de los quistes endometriósicos muestran una las publicaciones; el grupo de control comprendía pacien-
disminución del número de folículos y un aumento de tes cuyo endometrioma se había drenado en el momento
la fibrosis [12, 13, 30] . Dos de estos estudios se interesan por de la punción [38] . Después de este dato, Papaleo et al
quistes relativamente voluminosos; en especial, Schubert han mostrado que la presencia de una endometriosis pro-
et al han mostrado que la reserva folicular es más baja funda se asocia a una alteración de la función ovárica
que alrededor de un quiste dermoide. Podían adelantarse evaluada mediante el recuento folicular antral [39] . Hiro-
dos argumentos contra el papel del quiste. El parénquima kawa et al muestran que la concentración de hormona
atraído alrededor de un quiste grande podría dañarse antimulleriana (HAM) postoperatoria correlaciona con la
de manera mecánica. El parénquima encontrado alrede- bilateralidad de los quistes y el índice American Ferti-
dor del endometrioma no es homogéneo. Se identifican lity Society (AFS) más que con el diámetro, la edad de
varias zonas en el curso de la disección [9, 20] que podrían las pacientes o la cantidad de folículos retirados durante
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escisión del quiste; este acto es demasiado traumático demasiadas situaciones límite es grande debido a la fre-
para el ovario [67] . En las mujeres jóvenes, es mejor un cuencia de la endometriosis, en especial en las pacientes
tratamiento incompleto que un tratamiento demasiado que ya han sido tratadas por esta enfermedad.
agresivo. Dos etapas pueden ser muy difíciles: la elección de la
El tratamiento médico postoperatorio no es lógico en técnica que se va a utilizar y la disección de la parte
las pacientes seguidas por infertilidad, excepto si deben del quiste que está rodeada de fibrosis cerca del hilio.
ser tratadas en FIV debido a la gravedad de las adheren- Se pueden cometer diversos errores. La anexectomía y la
cias o a factores de esterilidad asociados. A la inversa, en laparotomía no son la solución en el tratamiento de las
las pacientes que no quieren quedarse embarazadas, los lesiones voluminosas y de las formas más graves de la
estudios del grupo de Seracchioli et al muestran que una enfermedad. Si el acto quirúrgico parece difícil por laparo-
anticoncepción oral postoperatoria disminuye el riesgo de scopia, también es complejo por laparotomía. Esta vía de
recidiva de los quistes [14, 68, 69] . Esta reducción es más clara abordaje no permite una buena visión detrás del útero y
en las pacientes que utilizan una anticoncepción conti- bajo los ovarios; no facilita el tratamiento conservador.
nua. El gran interés de este trabajo se debe al hecho de En las pacientes jóvenes, la anexectomía no es acepta-
que se trata de un tratamiento prolongado de 2 años que ble; es mejor prever un tratamiento en tres etapas como
corresponde a la realidad clínica de las pacientes que, si proponían Donnez et al [54] , aunque es indispensable un
no desean quedarse embarazadas, a menudo necesitan diagnóstico histológico en todos los casos.
una anticoncepción de larga duración. A la inversa de Así pues, se pueden distinguir dos etapas en el trata-
este resultado, la mayoría de estudios que utilizan una miento quirúrgico del endometrioma ovárico: los actos
duración de tratamiento de 6 meses o menos no encuen- obligatorios en todos los casos y los actos de tratamiento
tran ventajas en el tratamiento postoperatorio [2] . En este propiamente dicho que son facultativos y se deciden en
marco, como en otras situaciones, no parece que los tra- función de las condiciones locales.
tamientos más «específicos» de la endometriosis aporten
un beneficio real con respecto a la anticoncepción oral [55] .
La actitud más lógica sería una anticoncepción continua; Maniobras obligatorias
sin embargo, un trabajo de Muzii señala que la toleran-
cia de un régimen continuo no es tan buena y que esto La citología peritoneal es la primera etapa obligatoria;
ocasiona más interrupciones del tratamiento [70] . Es esen- se realiza por aspiración del líquido peritoneal y, en oca-
cial velar por la buena tolerabilidad del tratamiento y, en siones, por lavado-aspiración de la cavidad. Después, se
especial, por la ausencia de manchados, que desencade- realizan la inspección de la cavidad peritoneal y la biopsia
nan contracciones uterinas y dolores que hacen temer de todas las zonas sospechosas.
una recidiva y pueden inducir una interrupción del tra- El drenaje y el lavado del contenido del quiste son las
tamiento o conductas terapéuticas múltiples. A menudo siguientes etapas. Se realizan después de adhesiólisis en la
resulta difícil encontrar un equilibrio; hay que adaptarse gran mayoría de los casos. Para la adhesiólisis, son posibles
a cada paciente y evitar, si es posible, una hipoestroge- dos situaciones.
nia demasiado prolongada, que conduce a una sequedad • Situación 1: en este caso, muy frecuente, la adhesióli-
vaginal molesta para estas mujeres jóvenes. También hay sis se realiza de detrás hacia adelante, del ligamento
que realizar un estudio cuidadoso del útero para no pasar lumboovárico hacia el ligamento uteroovárico, lo cual
por alto causas de fracasos simples, como una hiperplasia permite trabajar bajo control visual. Este acto, que
del endometrio o un pólipo. libera al ovario del ligamento ancho, debe ser completo
En ausencia de tratamiento, el porcentaje de recidivas pero prudente. No hay que desgarrar el hilio al final
puede llegar al 25% a los 2 años. La noción de recidiva del acto. Si la adherencia es grave, el ligamento lum-
debe ser precisa y, sobre todo, pragmática. Hay que distin- boovárico también puede dañarse. Hay que limitar las
guir los quistes que se encuentran unas semanas o unos coagulaciones y las secciones mientras no se conozca
meses después de un tratamiento quirúrgico de las ver- la situación del uréter. Este órgano, que delimita las
daderas recidivas que aparecen varios años después del dos fosas peritoneales del ovario, presenta una relación
tratamiento inicial. Los primeros son más la consecuen- constante del ovario fijado al ligamento ancho. Hay
cia de la insuficiencia de los tratamientos propuestos que que privilegiar los actos de disección; el objetivo es un
de la evolución de la enfermedad. Los autores de este artí- despegamiento entre peritoneo y ovario; sólo se debe
culo observaron lesiones persistentes o no encontradas «empujar» el ovario con un instrumento atraumático
en la primera laparoscopia en alrededor del 5% de las cuando este plano se ha identificado.
pacientes sometidas a una cirugía de revisión (second look) • Situación 2: con menos frecuencia, las adherencias
2-3 meses después de la quistectomía inicial [53] . Por otra entre el ovario y el ligamento ancho no son visibles
parte, si se hace una ecografía o una punción del ovario en el ligamento lumboovárico (Fig. 2). Hay que ini-
en el marco de una FIV, el porcentaje de lesiones cho- ciar la adhesiólisis entre la cara posterior del útero y
colate que se identifica es más elevado. No todas estas el ovario, y después entre el polo anterior del ovario y
lesiones son evolutivas y, por lo tanto, no son recidivas el ligamento ancho por debajo del ligamento uteroo-
en el sentido clínico del término. Hay que ser prudente várico. El ligamento uteroovárico está en continuidad
en la interpretación clínica de las imágenes ecográficas; es con la adherencia del ovario al útero o al ligamento
inútil inquietar a las pacientes debido a estas imágenes. ancho. Para no lesionar la vascularización ovárica, hay
No se tratan imágenes, sino signos clínicos o lesiones que que localizar este ligamento desde el inicio del acto,
aumentan de tamaño. identificando el extremo proximal de la trompa y des-
cendiendo en dirección al fondo de saco de Douglas. En
caso de duda, conviene preferir, al menos al inicio del
acto de ovariólisis, un acto parcial que no traumatice
Tratamiento quirúrgico los vasos. La identificación del ligamento uteroovárico
es muy fácil durante el acto. Hay que iniciar la libera-
Este tratamiento sigue siendo la referencia. Es necesa- ción del ovario en la parte inferior y media del ovario
rio para el diagnóstico histológico. Conviene repetir que, y, después, trabajar de abajo arriba. Trabajar de arriba
a pesar del aspecto clásicamente muy sugestivo de los abajo obligaría a iniciar el acto cerca de un ligamento
endometriomas en la ecografía o la RM, la histología es que no se ha identificado con precisión.
indispensable en todos los casos para confirmar el diag- Si se considera la posibilidad de un drenaje sin tra-
nóstico. Los cánceres son raros para las imágenes típicas, tamiento inmediato, es posible una punción. Este acto
pero el riesgo de extender los diagnósticos «evidentes» a se reserva para las lesiones muy voluminosas que no se
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C D
Figura 9. Incisión del quiste en busca del plano de despegamiento (A-D). Este plano es visible (C); la disección es difícil desde el inicio
del despegamiento (D).
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C D
Figura 11. La coagulación y la sección de estas fibras rojas descubren un plano de despegamiento (A, B). Se ilustran otros ejemplos de
formas de flechas (C, D): hay que buscar el plano de despegamiento en la pared del quiste en los lugares ilustrados por las flechas (C, D,
flechas negras). En C, el triángulo negro señala la forma de flecha que dibuja la exposición.
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A B
A B
Figura 13. Aspecto de un tratamiento con PlasmaJet de un quiste de pequeño tamaño (A), de lesiones superficiales (B).
sigmoidea antes de la intervención, en especial en las La disección del uréter, que se identifica en la zona del
pacientes operadas por una recidiva y a las que se había estrecho superior o por encima, se realiza del estrecho
practicado una adhesiólisis digestiva difícil durante la pri- superior hacia el útero (Fig. 14). Esta disección debe ini-
mera intervención. El punto clave de la anexectomía es ciarse en tejido sano. Si el uréter no está dilatado y nunca
la disección del uréter. El ovario por lo general está fijado lo ha estado, siempre existe un plano de despegamiento
al ligamento ancho. Raramente se trata de adherencias que se encuentra acercándose a él en el espacio de desliza-
velamentosas que se seccionan antes de iniciar la ane- miento que le permite moverse y asegurar su función. Si
xectomía. Con frecuencia, son adherencias densas que la disección es muy difícil, hay que identificar el origen de
obligan a escindir todo el peritoneo del ligamento ancho los vasos uterinos antes de continuar la disección del uré-
y, a menudo, una infiltración retroperitoneal para reali- ter. En este sentido, en caso de herida de un vaso del útero
zar una ovariectomía completa. Esta escisión supone una en contacto con un uréter difícil de disecar, la hemostasia
disección del uréter hasta su cruce con la arteria uterina. será difícil, incluso peligrosa para el uréter. Si el origen de
Este acto puede ser bastante simple o complejo en función los vasos se ha identificado previamente, se les puede rea-
de la naturaleza del tejido retroperitoneal. A menudo, es lizar una hemostasia a distancia del uréter y resolver de
complejo cuando la endometriosis infiltra el tejido retro- forma simple una situación a menudo compleja. Hay que
peritoneal. trabajar en todas las zonas situadas alrededor del anexo
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Canis M, Bourdel N, Botschorishvili R, Rabischong B, Gremeau AS,
Curinier S, et al. Endometrioma ovárico. EMC - Ginecología-Obstetricia 2015;51(2):1-15 [Artículo E – 150-A-40].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
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