Universidad Autónoma Colaboradores Libro apoyado por Programa Forta-

de San Luis Potosí Víctor Manuel Gutiérrez Sánchez, lecimiento de la Capacidad y Com-
Rector de la Universidad Autónoma Lourdes Marcela López Mares, María petitividad Académica de la Facultad
de San Luis Potosí Elena Molina Ayala, Erika Selene del Hábitat de la Universidad
Manuel Fermín Villar Rubio Sarmiento Rodríguez, Martha Yolan- Autónoma de San Luis Potosí.
da Pérez Barragán, Gabriel Zilli Gar- PFCE-2016-24MSU0011E-13
Secretario General de la Universidad cía, Luis Arturo Vázquez Honorato,
Autónoma de San Luis Potosí Bertha Lilia Salazar Martínez, Dulce Este libro se terminó de imprimir en
Anuar Abraham Kasis Ariceaga María Sánchez Moreno, Filiberto el mes de abril con un tiraje de 150
Adrián Moreno Mata, Erika Anasta- ejemplares.
Secretaria Académica de la Universi- cia Rogel Villalba, Leonardo Moreno Prohibida la reproducción parcial y
dad Autónoma de San Luis Potosí Toledano, Blanca Margarita Marín total sin autorización de los autores.
Dolores Lastras Martínez Gamundi, Laura del Carmen Moreno
Chimely, Armando Ibarra Martínez,
Secretario de Investigación y Posgra- José Armando Almendárez Robledo,
do de la Universidad Autónoma Alma María Cataño Barrera, Ruth
de San Luis Potosí Verónica Martínez Loera, Juan Ma-
Fernando Toro Vázquez nual Lozano de Poo, Jacobo Álvarez
Arredondo, Carlos Alberto Fuentes
Facultad del Hábitat Pérez, Julio Gerardo Lorenzo Palo-
Director de la Facultad del Hábitat mera, Daniel Jiménez Esquivel, Lilia
Daniel Jiménez Anguiano Narváez Hernández, Juana María
Miranda Vidales.
Secretaria Académica de la
Facultad del Hábitat Coordinadores
María Alejandra Cocco Alonso Jorge Aguillón Robles Cuerpo Aca-
démico Hábitat Sustentable (CAHS).
Coordinación de Investigación de la Gerardo Javier Arista González
Facultad del Hábitat Cuerpo Académico Hábitat Susten-
Benjamín Alva Fuentes table (CAHS).

Líder del Cuerpo Académico Hábitat

Sustentable Diseño Editorial
Gerardo Javier Arista González Karen Arriaga Medel.

La Responsabilidad Social, Diseño de portada

Ambiental y Material ante
los Paradigmas de la
Sustentabilidad
Carlos Ortíz.
Primera Edición, 2017
ISBN: 978-607-535-045-5
© Universidad Autónoma
de San Luis Potosí.
Álvaro Obregón 64
San Luis Potosí, S. L. P., México.

4
Contenido

Introducción ..................................................................................................................................................................7

Prólogo........................................................................................................................................................................... 9

Reapropiación de espacios públicos a través de la participación comunitaria en conjuntos habitacionales multifami-

liares de la ciudad de San Luis Potosí 1958-2016
Víctor Manuel Gutiérrez Sánchez............................................................................................................................... 11

El vínculo entre la Academia y la participación social través del diseño en Ciudad Satélite y la Sauceda, S. L. P.
Lourdes Marcela López Mares,
María Elena Molina Ayala ...........................................................................................................................................18

Planteamiento de Vivienda Transformable en la Sociedad del Siglo XXI.

Erika Selene Sarmiento Rodríguez,
Jorge Aguillón Robles .................................................................................................................................................28

Construcción Social del Espacio Público en fraccionamientos populares de San Luis Potosí.
Martha Yolanda Pérez Barragán,
María Elena Molina Ayala .......................................................................................................................................... 35

Alternativas de espacios habitables. Un acercamiento a los impactos en la habitabilidad desde la Neorruralidad.

Gabriel Zilli García,
Luis Arturo Vázquez Honorato,
Bertha Lilia Salazar Martínez ..................................................................................................................................... 46

Efectos del espacio público urbano en la relación persona – naturaleza. El caso de la zona metropolitana de San Luis
Potosí.
Dulce María Sánchez Moreno,
Filiberto Adrián Moreno Mata ................................................................................................................................... 55

La Responsabilidad Social Ambiental a través de la Educación del Diseño.

Erika Anastacia Rogel Villalba,
Leonardo Moreno Toledano........................................................................................................................................ 67

Vivienda y Sociedad. Caso: Vivienda Popular en Tampico.

Blanca Margarita Marín Gamundi,
Carlos Alberto Fuentes Pérez,
Laura del Carmen Moreno Chimely............................................................................................................................ 74

Paraplejia en el Hábitat con Responsabilidad Social.

Armando Ibarra Martínez ...........................................................................................................................................81

5
La sustentabilidad un detonante reflexivo dentro de los estudios del Hábitat.
José Armando Almendárez Robledo,
Alma María Cataño Barrera,
Ruth Verónica Martínez Loera. ..................................................................................................................................90

Espacialidad doméstica y habitualidad.

Juan Manuel Lozano de Poo ...................................................................................................................................... 99

Convección natural en la responsabilidad de la Materialización del Hábitat.

Jacobo Álvarez Arredondo........................................................................................................................................ 107

Comportamiento Bioclimático y la ampliación térmica de la vivienda en Juárez, Nuevo León.

Carlos Alberto Fuentes Pérez .................................................................................................................................... 115

Inclusión de Materiales de Cambio de Fase (MCF) en agregados gruesos de concreto para la construcción.
Daniel Jiménez Esquivel,
Lilia Narváez Hernández
Juana María Miranda Vidales ...................................................................................................................................126

6
Introducción
Desde su inicio como carrera de Ar-
quitectura hasta lo que es hoy la Fa-
cultad del Hábitat, nuestra institu-
ción se ha preocupado por el hábitat
y su entorno, concibiendo productos
de diseño que pretenden ser cohe-
rentes con el medio ambiente en el
que se utilizan, pero ante el embate
de tecnologías de punta y desarrollo
de nuevos materiales resulta necesa-
rio establecer herramientas de aná-
lisis para diseñar y evaluar nuevas
tecnologías y productos bajo indica-
dores de sustentabilidad.
La evaluación de la habitabilidad
requiere de un análisis multidisci-
plinario, pero en nuestro ámbito de
competencia se estudiarán desde el
campo específico del Hábitat Sus-
tentable, que se identifica como la
exigencia de niveles de sustentabili-
dad entre las modificaciones que el
hombre efectúa a la naturaleza para
el diseño y producción de bienes de
consumo.
Para el análisis y evaluación de la
sustentabilidad nos apoyamos en he-
rramientas tales como el análisis de
ciclo de vida y el diseño bioclimático
aplicado en ámbitos de diseño como:
el urbano-arquitectónico y el indus-
trial, los cuales se consideran im-
plicados en nuestro quehacer como
diseñadores de espacios y productos.
Esta propuesta de trabajo ha sido
avalada en el marco de formulación
y aprobación de apoyos académicos
del PFCE (antes PIFI, PROFOCIE)
en los últimos siete años durante los
cuales el CAHS, Cuerpo académico
Hábitat Sustentable se ha manteni-
do activo. Dicho programa contem-
pla las invariantes de habilitación,
vida colegiada, participación en
redes y compromiso institucional y
como respuesta a estas invariantes
el CAHS ha venido desarrollando su
trabajo académico y de investigación
con la finalidad de lograr en el corto
plazo su nivel de consolidación.
Para dar cumplimiento a los objeti-
vos antes planteados el CAHS plan-
tea el Coloquio “La Responsabilidad
Social, Ambiental y Material ante los
Paradigmas de la Sustentabilidad”,
con el objetivo de compilar trabajos
de investigación planteados por es-
pecialistas en estas áreas y de alum-
nos de posgrado para que sus traba-
jos de investigación se incorporen en
las LGAC que el cuerpo académico
cultiva.
A su vez, el CAHS promueve el aná-
lisis de la problemática ambiental
a nivel teórico-práctico y al mismo
tiempo promueve la reflexión y juicio
crítico para diseñar y materializar
un hábitat sustentable, a través de
trabajos multidisciplinarios, que per-
mitan identificar y evaluar impactos
ambientales, mejorar las formas de
explotación y producción de insumos
y conservar de manera racional y sos-
tenible el conjunto de recursos exis-
tentes, buscando con ello siempre el
mejoramiento de la sustentabilidad y
la calidad de vida del hábitat.
La LGAC que impulsa el CAHS se
define como: Diseño y Edificación
Sustentable del Espacio y su Habita-
bilidad mediante la identificación de
factores, que nos permita generar es-
pacios sustentables y determinar su
habitabilidad, considerando la cali-
dad de vida como un elemento esen-
cial de la actividad humana.
Así mismo, generar la necesidad de
investigar sobre factores de impacto
ambiental, que sean nocivos durante
la materialización del espacio, tales
como: la extracción irracional de
materias primas, la producción de
insumos para la construcción con
alto contenido energético y contami-
nante, la edificación, uso y manteni-
miento de las construcciones y una
vez concluida su vida útil, la dispo-
sición final de los escombros con el
propósito de alcanzar una edificación
sustentable.
A su vez, el diseño y producción de
bienes constituyen un factor indis-
pensable en el uso y conservación del
espacio habitable, que se rige bajo la
premisa de que el diseño y selección
de los insumos con los que se manu-
facturan los bienes, invariablemente
y mediante un análisis detallado del
ciclo de vida de los insumos seleccio-
nados, deben considerar aspectos de
sustentabilidad.
Para el CAHS es importante que
la Arquitectura quede adaptada al
medio físico, y sobre todo conside-
rar los aspectos del clima para lograr
7
con ello una verdadera integración al
medio físico natural. Es evidente que
en la época actual se cuenta con equi-
pos modernos de control climático,
mediante los cuales se pueden adap-
tar cualquier espacio arquitectónico
y en cualquier medio, dentro de los
límites de comodidad; sin embargo,
dichos equipos requieren de gran de-
manda de energía para su funciona-
miento, por lo tanto, muy costoso y
contaminante.

Entre los ejes temáticos que cultivan

los integrantes del CAHS se pueden
mencionar los siguientes:

- Arquitectura bioclimática, habita-

bilidad y vivienda sustentable.
- Tecnologías alternativas para vi-
viendas de bajo costo.

- Análisis de ciclo de vida de ma-

teriales para vivienda, su análi-
sis y selección bajo criterios de
sustentabilidad.

- Gestión y diseño sustentable del

producto.

8
Prólogo
El vocablo, sostenibilidad se define
como “un criterio que expresa la
capacidad de un sistema social o
natural para mantener su propia
dinámica y soportar presiones a lo
largo del tiempo sin colapso o cam-
bios drásticos”; y sustentable “es lo
que se puede sustentar o defender
con razones”. La sustentabilidad
es un proceso evaluable mediante
criterios e indicadores del carácter
ambiental, económico y social que
tiende a mejorar la calidad de vida
y la productividad de las personas,
que se funda en medidas apropia-
das de preservación del equilibrio
ecológico, protección del ambiente y
aprovechami ento de recursos na-
turales, de manera que no se com-
prometa la satisfacción de las nece-
sidades de las generaciones futuras.
El criterio de sostenibilidad se apli-
ca no sólo al concepto de desarrollo
o en la escala de países o grupos de
países, sino también en la escala de
comunidades o proyectos específi-
cos. El diseño no puede seguir de-
jando de lado o menospreciando la
sustentabilidad que conlleva la crea-
ción y la operación de los objetos
ya sean urbanos o arquitectónicos
a originar. Es por ello que resulta
necesario que desde la academia
se brinden los principios básicos y
conceptos necesarios para la trans-
formación de la conciencia en torno
al hábitat sustentable, como parte
de la esencia y no como complemen-
to. Por tanto, debemos reflexionar
no sólo en que debemos de buscar
dicha sustentabilidad.
En la actualidad, legar a las futuras
generaciones un medio ambiente
apto para la continuidad de la civi-
lización se ha convertido en una de
las principales preocupaciones de la
humanidad. En el marco de la glo-
balización de las economías no es
posible estar al margen de esta preo-
cupación. En estos días, los consumi-
dores son más exigentes, tanto en la
conservación de recursos naturales
y la protección del medio ambiente,
como en la calidad de los productos
y servicios que reciben. Por tal moti-
vo, la Arquitectura enfrenta el reto de
producir con alta calidad y satisfacer
las expectativas de los consumido-
res y de otras partes interesadas en
el tema de la protección del medio
ambiente.
El desarrollo tecnológico y la dispo-
nibilidad de energía con facilidad
han propiciado en los últimos años
el desarrollo acelerado de tendencias
de diseño modernas desvinculadas
por completo de los elementos am-
bientales circundantes. Estas ten-
dencias se han internacionalizado,
imponiendo modas que, desafortu-
nadamente, aísla a las edificaciones
de su medio ambiente, como si se
tratara de desligar al ser humano de
su hábitat natural para confinarlo en
locales donde, de no ser por sistemas
de climatización e iluminación artifi-
cial no resultarían habitables.
Es indiscutible, que en innumerables
casos el diseñador actual ha sobres-
timado la capacidad tecnológica de
construcción a su alcance, edifican-
do más por el impacto visual de la
envolvente, que por optimizar las
condiciones de habitabilidad, accesi-
bilidad y bienestar de los ocupantes;
ignorando además factores impor-
tantes que conciernen al uso y consu-
mo racional de la energía o del agua.
De hecho, no existe una conciencia
sustentable de conservación o de
aprovechamiento sensato de los re-
cursos naturales en el diseño arqui-
tectónico convencional.
El Coloquio “La responsabilidad
social, ambiental y material
ante los paradigmas de la sus-
tentabilidad” tiene como propósi-
to reflexionar e intercambiar ideas,
que promuevan la sustentabilidad
en nuestro quehacer disciplinario, la
arquitectura y su materialización en-
tendidas como modelos indispensa-
bles para garantizar la existencia de
futuras generaciones y con énfasis en
la responsabilidad social, ambiental
y material del hábitat, aspectos que
nos competen como tomadores de
decisiones durante su concretización
y su ciclo de vida.
El propósito de las mesas es el inter-
cambio de experiencias y resultados
de estudios e investigaciones en la
responsabilidad social, ambiental y
materialización del Hábitat. Las po-
nencias se integraron según sus te-
máticas en tres mesas de trabajo:
1.- Responsabilidad Social
del Hábitat
9
En esta mesa se recibieron 20 re- Coahuila, Universidad Autónoma
súmenes, de los cuales se aproba- de Tamaulipas y la Universidad
ron 14 conforme a los lineamientos Autónoma de San Luis Potosí.
establecidos en la convocatoria, fi-
nalmente 13 ponencias terminaron Esta publicación digital se planteó
su evaluación y fueron presentadas como meta por la realización del Co-
en el coloquio. loquio y se determinaron las carac-
En esta mesa participaron institu- terísticas editoriales de los capítulos
ciones como la Universidad Autó- de libro y se recibieron 32 propues-
noma del Estado de México, Ins- tas para ser arbitrados. El CAHS pro-
tituto Tecnológico de Chetumal, puso comité científico para este fin
Universidad Veracruzana, Univer- compuesto por investigadores reco-
sidad Autónoma de Tamaulipas, nocidos en la temática del coloquio
Universidad Autónoma de Ciudad a nivel nacional y a nivel local y se
Juárez, Instituto Tecnológico de evaluaron bajo el concepto de pares
Los Mochis y la Universidad Autó- ciegos, finalmente se aceptaron 15
noma de San Luis Potosí. capítulos de libro los cuales cumplie-
ron con los requisitos establecidos
2.- Responsabilidad Ambiental del con anterioridad.
Hábitat.
En esta mesa se recibieron 17 resú-
menes de los cuales se aprobaron 7
conforme a los lineamientos esta-
blecidos en la convocatoria, final-
mente 6 ponencias terminaron su
evaluación y se presentaron en el
evento. En esta mesa participaron
instituciones a nivel nacional como
la Universidad de Guadalajara,
Universidad Autónoma del Estado
de México, CEA de Rioverde S.L.P.,
Universidad Autónoma de Tamau-
lipas y la Universidad Autónoma
de San Luis Potosí.
3.- Responsabilidad de la Materia-
lización del Hábitat.
En esta mesa se recibieron 18 resú-
menes de los cuales se aprobaron
11 conforme a los lineamientos es-
tablecidos en la convocatoria, y fi-
nalmente 9 ponencias terminaron
su evaluación y se presentaron en
el coloquio. En esta mesa participa-
ron instituciones a nivel nacional
como la Universidad Autónoma de

10
 Reapropiación de espacios
públicos a través de la participación comunitaria en
conjuntos habitacionales multifamiliares de la ciudad de
San Luis Potosí 1958-2016

Gutiérrez Sánchez Víctor Manuel dir de manera creativa o destructiva dencia a involucrar activamente a la
Facultad del Hábitat, UASLP.
victor.gutierrez@uaslp.mx
Resumen blica inclusiva y corresponsable que
La calidad de vida en un lugar de-
pende tanto de los espacios inte-
riores como de los exteriores que lo
integran, pero el espacio público es
donde principalmente se consolida
el tejido social en los conjuntos ha-
bitacionales urbanos, especialmente
en aquellos de mayor densidad po-
blacional, como los multifamiliares.
Esta consolidación depende, en gran
medida, de la participación de los
vecinos en las actividades que les
empoderan para incidir en la trans-
formación del espacio en un lugar de
recreación y esparcimiento comuni-
tarios con altos índices de vitalidad.
Si los vecinos no participan en las
etapas de diseño y construcción de
los espacios públicos en torno a sus
viviendas, debido a que los encuen-
tran como algo definido a priori, por
iniciativa de los ámbitos guberna-
mentales y empresariales en los de-
sarrollos habitacionales, entonces es
por medio de participación vecinal
que pueden adquirir el poder de inci-
en la reapropiación física y simbólica
del espacio público. Hoy, que la Po-
lítica Nacional de Vivienda (2014-
2018) en México privilegia la densifi-
cación por medio de la promoción de
conjuntos habitacionales de alta den-
sidad, se requiere de una política pú-
considere de origen y de manera nor-
mativa la participación vecinal para
generar espacios y actividades que
propicien la apropiación creativa de
los espacios públicos abiertos, como
factor de vitalidad en los conjuntos
habitacionales de alta densidad.
Palabras clave: reapropiación,
participación, espacio público, con-
junto habitacional.
Introducción
El presente es el resultado de un tra-
bajo de investigación sobre la parti-
cipación comunitaria como forma de
reapropiación física y simbólica del
espacio público en conjuntos habi-
tacionales urbanas de alta densidad.
Con ello se busca comprender la ma-
nera en que la sociedad civil colecti-
vamente adquiere poder para incidir
en la transformación, definición y
utilización del espacio. Si bien la ten-
ciudadanía en la definición y utiliza-
ción del espacio urbano presenta un
incremento a nivel mundial, y exis-
ten casos locales en que la ciudada-
nía demanda de distintas maneras
una participación más activa en la
transformación del espacio público
urbano, ésta se encuentra aún prede-
terminada por las iniciativas priva-
das y gubernamentales.
Partiendo de que la participación
tiene aspectos positivos y negativos,
y de que los procesos de transfor-
mación del espacio también pueden
ser creativos o destructivos, de tal
manera que este trabajo se propone
explicar la reapropiación vecinal del
espacio público urbano por medio de
las manifestaciones físicas y simbóli-
cas en el espacio, a través de las capa-
cidades creativas de sus habitantes,
como factor de cohesión en el tejido
social en el que se encuentran. Al es-
tudiar los procesos de reapropiación
en conjuntos habitacionales multi-
familiares, las condiciones contex-
tuales comunes y contingentes que
infieren en dichos procesos de trans-
formación del espacio público, se es-
pera aportar una comprensión más
profunda y sistemática del impacto
que tiene en la identidad vecinal,
evidenciada en la transformación del
espacio público.

11
El concepto de reapropiación parte
de que los habitantes de estos con-
juntos encuentran como algo dado
de antemano, algo ajeno en lo que
no participaron, ni en la planeación,
diseño o construcción. Es por ello
que al habitar el espacio exterior a
sus viviendas, progresivamente se dá
una recuperación, en mayor o menor
grado, de dichos espacios.
Se parte del supuesto de que por
medio de una comprensión de las
motivaciones, recursos y medios, por
medio de los cuales se genera el in-
volucramiento activo de la ciudada-
nía, se pueden establecer las bases
para una política pública incluyente
y corresponsable del espacio público
vinculado a comunidades habitacio-
nales, que propicie la participación y
la reapropiación creativa del espacio
exterior circundante de la vivienda
como factor de calidad de vida.
Esta investigación puede aportar en
la comprensión de los niveles de re-
apropiación del espacio público en
conjuntos habitacionales urbanos de
alta densidad, reflejado en el aspecto
físico y simbólico dentro del mismo,
presentando altos niveles de crea-
tividad, observables por medio de
los sistemas de variables que plan-
tea este estudio. Ello también puede
contribuir a comprender el porqué la
reapropiación adopta formas negati-
vas como la ignorancia o el abuso del
espacio público.
Este fenómeno nos plantea la ne-
cesidad de implementar enfoques
encaminados a la reformulación de
una visión del hábitat más compro-
metida con la problemática social de
la ciudadanía a la cual se destina el
espacio público, esto es, un enfoque
sustentado en una concepción de
diseño compartido, mediante la par-
ticipación activa, informada y conti-
nua de la comunidad en los procesos
de transformación del espacio públi-
co; así como un acercamiento al pro-
blema, que enriquezca y fundamente
el entendimiento del proceso, a tra-
vés de un conocimiento de la comu-
nidad a la cual se estudia, buscando
con ello dar respuestas de espacio
público más eficientes y eficaces en
términos de apropiación y ya no una
reapropación necesaria del mismo.
Ante un evidente contraste de mo-
tivaciones y lógicas de operación
entre los representantes de los sec-
tores público, social y privado, se
vuelve importante explicar los con-
flictos de interés que obstaculizan y
complejizan la participación comu-
nitaria en los procesos de reapropia-
ción de espacios públicos urbanos,
con la intención de aportar las bases
para una política pública incluyente
para la gestión del espacio público
urbano.
El espacio público tiene una impor-
tancia central en el desarrollo de
conjuntos habitacionales en las ciu-
dades mexicanas contemporáneas,
ya que los espacios públicos son de-
terminantes en cuanto a su contribu-
ción para construir identidad social,
sentido de pertenencia y seguridad,
así como confianza pública y privada
(Segovia y Neira, 2005). Se consi-
dera que la ciudadanía es la menos
empoderada, en comparación con
la iniciativa privada y el ámbito gu-
bernamental, para participar de la
transformación del espacio público
que le concierne directamente, y esta
limitación impacta en la apropiación
del mismo, por lo que es necesaria
una estrategia de reapropiación.
Se tratará de abordar la temática de
la reapropiación del espacio públi-
co en los conjuntos multifamiliares
desde la perspectiva de la participa-
ción comunitaria en la conforma-
ción del espacio urbano, por consi-
derar que éste último aspecto juega
también un papel en los procesos,
aunque estos se generen a partir de
condiciones macroeconómicas y di-
námicas coludidas entre las élites
del poder económico y político. El
presente trabajo plantea que el papel
de la participación comunitaria ha
tenido poca o nula influencia en los
procesos anteriormente descritos,
por estar éstos definidos por las con-
diciones del mercado. En la relación
entre espacio y régimen social, cada
sistema produce su propio espacio e
inscribe en el sus relaciones sociales1.
El espacio así construido, legitima y
hace percibir ese régimen como na-
tural. No obstante, en el presente
trabajo se busca explorar la función
legitimadora que desempeñan los
procesos participativos en los proce-
sos de procucción del espacio urbano
propiciadas por el neoliberalismo ca-
pitalista y por una política guberna-
mental que no contempla los meca-
nismos para incluir la participación
efectiva de la ciudadanía en el dise-
ño, construcción y gestión del espa-
cio público dentro de comunidades
habitacionales multifamiliares.
Participación y apropiación
del espacio público.
Este trabajo tiene como objeto de es-
tudio la incidencia de la apropiación
vecinal como forma de participación
1. Apoyado, sobre todo, en los fundamentos
teóricos del filósofo y sociólogo francés Henry
Lefevbre (1901-1991).
12
social en la transformación del espa-
cio público en conjuntos habitacio-
nales multifamiliares. Para ello, se
apoya en la perspectiva de la arqui-
tectura y el urbanismo como discipli-
nas del hábitat, con apoyo en disci-
plinas como la sociología urbana, la
psicología ambiental, la filosofía del
espacio, la antropología y la ciencia
política, buscando explicar la manera
en que el espacio público se transfor-
ma y se reapropia por los vecinos en
conjuntos habitacionales urbanos.
Hay diferentes maneras y niveles
para producir el espacio público en
la ciudad, desde la iniciativa y pers-
pectiva de los diferentes sectores de
la sociedad. En San Luis Potosí, el es-
pacio público es producido a manera
de monopolio desde el ámbito guber-
namental, bajo los lineamientos de
la iniciativa privada. Cada vez más la
sociedad civil demanda una partici-
pación activa en esta producción es-
pacial que le atañe y le afecta directa-
mente. Este sector en particular es el
menos facultado o empoderado para
contar con una influencia real en la
Modelo de la participación y la apropiación del espacio público. Elaboración propia.
transformación de dicho espacio. Las
políticas gubernamentales del de-
sarrollo urbano, en conjunto con el
dominio de la perspectiva económica
del capitalismo neoliberal, hacen que
la participación ciudadana sea cada
vez más limitada.
El objetivo general de este trabajo
consiste en interpretar de manera
teórica como infiere la participación
vecinal como forma de reapropiació
en la transformación física y simbó-
lica del espacio público en conjuntos
habitacionales multifamiliares, es
decir, qué impacto tienen en la trans-
formación del espacio público los
procesos de gestión en que intervie-
ne la sociedad civil en la gestión de
espacios públicos urbanos.
De lo anterior se derivan algunos ob-
jetivos particulares, como son:
1. Distinguir las condiciones genera-
lizables y particulares que explican
la reapropiación del espacio público,
con la intención de interpretar los
aspectos físicos y simbólicos que se
manifiestan en procesos urbanos de
gestión de espacios públicos en co-
munidades habitacionales.
2. Analizar cómo los conflictos de
interés entre las autoridades, los de-
sarrolladores y los habitantes de las
comunidades, dificultan la participa-
ción social en la transformación de
espacios públicos y la falta de segui-
miento en la implementación de di-
chos procesos
3. Identificar el impacto que tiene la
participación ciudadana en la rea-
propiación vecinal del espacio públi-
co cuando se involucra a los vecinos
en su transformación.
4. Profundizar en la comprensión de
las transformaciones que suceden en
los espacios públicos urbanos y su
contribución para construir la iden-
tidad social, es decir, el sentido de
pertenencia, en el cual destaca la ne-
cesidad del debate espacial y socio-
político sobre la convivencia urbana,
como conceptos importantes para
entender los efectos del espacio pú-
blico en habitantes y usuarios.
13
Dialéctica de Negociación en tico y económico se han apropiado decir, inicia en 1888 con la introduc-
torno al Espacio Público. de la producción del espacio públi- ción de las vías férreas, que deman-
En el espacio público confluyen las
dimensiones social, cultural y polí-
tica, ya que es a la vez lugar de rela-
ción, identificación y manifestación.
Por tanto, se podría evaluar la cali-
dad del mismo con base a criterios
como la intensidad y calidad de rela-
ciones sociales que facilita, así como
su capacidad de acoger y mezclar
distintos grupos y comportamien-
tos, o bien, su capacidad de estimu-
lar la identificación simbólica, esto
es, la expresión de la sociedad y la
integración cultural. Por ello supone
dominio público, esto es, el uso so-
cial colectivo y una gran diversidad
de actividades.
Si la experiencia social es factor
determinante en la generación de
espacio público, es decir, que al ha-
bitar se interviene en la producción
social del espacio, podemos distin-
guir entre producción y concreción o
construcción del espacio, entendida
esta última como la forma resultan-
te, el contenido tangible, mientras
que la primera nos ubica en el con-
texto conceptual del que parte este
trabajo de investigación.
La participación de la sociedad en
la producción del espacio público
es condición de habitabilidad, espe-
cialmente ante las nuevas condicio-
nes de la ciudad latinoamericana, la
cual, por presión de políticas neoli-
berales, ha desencadenado una serie
de cambios en la manera de producir
socialmente el espacio, en las cuales
la participación ciudadana parece
ser una de las pocas formas de re-
silencia urbana que los ciudadanos
tienen para contrarrestar procesos
donde el ejercicio del poder polí-
co, dejando poca o nula posibilidad dó edificios modernos y funcionales
a los ciudadanos de participar en su como las estaciones de pasajeros,
producción. talleres, hospital, viviendas, edificios
administrativos y de almacenaje, con
La vivienda multifamiliar la participación de arquitectos, inge-
Si en 1923 Le Corbusier afirmaba que nieros y técnicos ingleses y nortea-
el problema de la casa era el proble- mericanos, que influyeron en el de-
ma de la época, era evidente que la sarrollo y construcción de la ciudad
vivienda constituiría el tema funda- (Villar, 2012:192)
mental de la arquitectura en el Movi- Los edificios de vivienda multifami-
miento Moderno, y razón por la que liar tienen sus orígenes en la vivienda
en el siglo XX se levantó un mayor tipo cuartel europea, que abarcaba la
número de habitaciones que todas las manzana completa y presentaba los
construidas en los siglos anteriores. servicios comunes y áreas de esparci-
Los postulados del Movimiento Mo- miento al centro. Estos son edificios
derno fundamentales para enfrentar de altura media, de cinco a ocho ni-
el problema de la vivienda de masas, veles de altura, con comercio y ser-
que en esta época presentó una de- vicios en planta baja, y la vivienda a
manda incomparable. También era partir del primer nivel.
inédito el hecho de que las casas fue- Los urbanistas del Movimiento Mo-
ran más que un techo y permitieran derno establecieron las bases de lo
niveles de higiene y salubridad. La que habría de ser la respuesta a la
importancia cobrada por la habita- demanda masiva de vivienda social
ción colectiva está ligada al surgi- de posguerra. Ludwig Hilberseimer
miento de la ciudad y de la sociedad con sus propuestas de urbanismo
de masas. La vivienda se constituyó radical, habría de establecer las pri-
como la respuesta más eficaz a la ne- meras ideas la ciudad vertical3. Por
cesidad histórica de una arquitectura su parte, Le Corbusier, planteó las
capaz de adaptarse a la vida urbana, bases de la Villa Radiante en la Carta
y la casa, además del principal obje- de Atenas (1933), donde establecía, a
tivo edificatorio del siglo XX, se con- grandes rasgos, la concentración de
virtió en uno de los más relevantes las actividades humanas en bloques
problemas sociales (Ayala, 2007:33) verticales rodeados de espacios cí-
En San Luis Potosí, las diferencias vicos y áreas verdes. Otra referencia
sociales marcados por grupos crea-
públicas de primera importancia que
ron modelos arquitectónicos distin- implicaron un valioso esfuerzo de ingeniería
tos, con espacios específicos para sus civil y de otras profesiones asociadas que,
con el tiempo, fueron la base de una sólida
actividades (Villar, 2012:189) Los tradición científica y tecnológica. San Luis
antecedentes de la primera moder- quedó comunicado con el resto del país y del
mundo a través del telégrafo, el teléfono y
nidad urbano arquitectónica en la sobre todo, el ferrocarril (Monroy y Calvillo,
ciudad de San Luis Potosí2, se puede 2000, 206)
3. Anderson, R. (Ed.) (2012)
2. Durante su mandato (Carlos Diez Metropolisarchitecture and Selected Essays,
Gutiérrez, porfiriato) se realizaron obras Ludwig Hilberseimer. GSAPP Books.
14
la encontramos en los proyectos de
vivienda colectiva soviética -dom-
kommuna-, en la década de 1920.
Los conjuntos multifamiliares dise-
ñados por Le Corbusier en la década
de 1950, en respuesta a la demanda
de vivienda popular en la Europa de
posguerra, en las ciudades de Mar-
sella y Berlín, vienen a sintetizar las
premisas establecidas por los mo-
dernos con este fin. Sus edificios pre-
sentaban una gran verticalidad, den-
sidad concentrada en bloques, con
una marcada orientación al norte y
al sur, dejando las caras menores y
más cerradas al oriente y al poniente,
departamentos de dos niveles, con
mezzanine y doble altura en el área
de convivencia, además de levantar
sobre pilotes los edificios, con la in-
tención de dar continuidad visual,
espacial y existencial al peatón con
una generosa área ajardinada que ro-
deaba los edificios. Las áreas comu-
nes de convivencia y servicios, equi-
tativamente repartidas en el bloque
en los extremos inferior y superior,
así como en el piso intermedio. Hoy
estos edificios, si bien siguen gozan-
do de gran aceptación, reflejada en
su ocupación, presentan un visible
desgaste en su concepción original,
como ejemplo podemos mencionar
la gran cantidad de espacios de esta-
cionamiento que hoy ocupan aque-
llos espacios abiertos originalmente
concebidos, o bien, la falta de venti-
lación y de iluminación naturales en
sus pasillos centrales, la “rue inte-
rieure” lecorbusiana.
La crisis del movimiento moderno,
llevó más tarde a la demolición del
conjunto Pruitt-Igoe en San Louis,
Missouri, un conjunto habitacio-
nal diseñado por Minoru Yamasaki,
previamente galardonado como un
ejemplo de respuesta a la vivien-
da social en los Congresos Interna-
cionales de Arquitectura Moderna
(CIAM), este hecho llevó al crítico
posmoderno Charles Jencks a de-
cretar “La Muerte de la Arquitectura
Moderna”4 el 15 de Julio de 1972 a las
15:32 de la tarde, dando origen con
ello a las tendencias contemporáneas
de la arquitectura, todas en referen-
cia al Movimiento Moderno.
En México, el concepto de vivienda
multifamiliar ingresó en el glosa-
rio de la modernidad mexicana por
medio de los conjuntos habitaciona-
les diseñados por Mario Pani, siendo
los más representativos Presidente
Juárez, Presidente Alemán y Nonoal-
co Tlatelolco. El primer conjunto de
este tipo, el Centro Urbano Presi-
dente Alemán (CUPA), inaugurado
en 1948, constaba de 40,000 m2,
un COS del 20% (el 80% del terreno
estaba destinado a espacios abiertos,
públicos, cívicos y áreas verdes), un
total de 1080 unidades de vivienda,
y un sistema “3 en 2” lecorbusiano
para ahorrar espacio en circulacio-
nes5. En su momento fue una impor-
tante solución a la vivienda social, y
un parteaguas en la Ciudad de Méxi-
co, después de los desarrollos hori-
zontales y vecindades que se venían
construyendo antes de este desarro-
llo vertical de 14 niveles de altura.
En San Luis Potosí, las diferencias
sociales marcados por grupos crea-
ron modelos arquitectónicos distin-
tos, con espacios específicos para sus
actividades (Villar, 2012:189) Los
antecedentes de la primera moder-
4. Jencks, C. (1984) El Lenguaje de la
Arquitectura Posmoderna. GG, Barcelona.
5. Noelle, L. (s/d) Mario Pani, la visión
urbana de la arquitectura. UNAM.
nidad urbano arquitectónica en la
ciudad de San Luis Potosí6, se puede
decir, inicia en 1888 con la introduc-
ción de las vías férreas, que deman-
dó edificios modernos y funcionales
como las estaciones de pasajeros,
talleres, hospital, viviendas, edificios
administrativos y de almacenaje, con
la participación de arquitectos, inge-
nieros y técnicos ingleses y nortea-
mericanos, que influyeron en el de-
sarrollo y construcción de la ciudad
(Villar, 2012:192)
En esta misma ciudad, las primeras
políticas habitacionales multifami-
liares con un sentido de higienismo
y funcionalidad modernos, los en-
contramos en la Unidad Ponciano
Arriaga entre 1950 y 1960, promo-
vido como una política nacional por
el Fondo para la Vivienda, con un
total de 596 viviendas al sur oriente
de la ciudad7, y más específicamente
en el conjunto multifamiliar “Maria-
no Jiménez” ubicado en la colonia
Burócrata, que consta 96 viviendas,
originalmente destinado a trabaja-
dores gubernamentales, inaugurado
en 19588, y que aún funciona en tér-
minos de vivienda económica y bien
ubicada en la dinámica urbana.
6. Durante su mandato (Carlos Diez
Gutiérrez, porfiriato) se realizaron obras
públicas de primera importancia que
implicaron un valioso esfuerzo de ingeniería
civil y de otras profesiones asociadas que,
con el tiempo, fueron la base de una sólida
tradición científica y tecnológica. San Luis
quedó comunicado con el resto del país y del
mundo a través del telégrafo, el teléfono y
sobre todo, el ferrocarril (Monroy y Calvillo,
2000:206)
7. Ortiz G., I. (s/d) “El funcionalismo en
la Ciudad de San Luis Potosí”, en www.
rafaellopezrangel.com consultado el 11 de feb.
de 13 21:05
8. Villar R., J. (2010) Arquitectura y
Urbanismo en la Ciudad de San Luis Potosí,
1918-1967. UASLP, pp. 436-437
15
Hoy en día, el concepto de los edi-
ficios multifamiliares es cuestio-
nado en cuanto a la vigencia de sus
planteamientos originales, ya que
la actualidad presenta condiciones
distintas a las de hace medio siglo,
y se hace cada vez más evidente la
importancia de prestar atención al
potencial de estos desarrollos en la
creación de comunidades integradas
socialmente, sustentables ambiental-
mente y pertinentes culturalmente.
Participación y reapropia-
ción del espacio público en
conjuntos multifamiliares.
Finalmente, se busca reflexionar
sobre el hecho de que, si cada socie-
dad produce su espacio ¿qué espa-
cio está produciendo el capitalismo
financiero? Si cada sociedad crea el
espacio que funciona para sus fines
políticos, analizar los fenómenos de
poder, presentes en el espacio pro-
ducido, puede ayudarnos a entender
porqué la industria del espacio se
convirtió en la industrial central del
capitalismo de hoy.
Salvadas las diferencias con la nor-
matividad latinoamericana, donde
la propiedad tiene un fin histórico y
social, sabemos que la propiedad pri-
vada es la base fundamental del capi-
talismo, sin embargo este seminario
nos lleva a reflexionar que otra socie-
dad es posible, dicho más específica-
mente, que otras relaciones sociales
son posibles.
La ciudad de hoy es el reflejo del ca-
pitalismo de hoy, y las dinámicas son
otras, nuevas, por lo que se requiere
también de renovar la óptica de aná-
lisis para su mejor comprensión. En
principio, en la gobernanza se busca
pasar del Estado mediador, distri-
buidor y regulador al Estado dedica-
do a generar condiciones para que el
mercado funcione óptimamente, sin
importar las externalidades. Dentro
de esta función, la vigilancia y la des-
trucción de la disidencia se convier-
ten piezas claves de la gestión estatal,
y la oposición social se toma como
algo que eliminar, pero es precisa-
mente por medio de la exigencia de la
transparencia y la rendición de cuen-
tas como la sociedad puede y debe
participar, en su propio beneficio.
Actualmente se observa que hay di-
ferentes maneras y niveles para pro-
ducir el espacio público en la ciudad
y su centro histórico, desde la inicia-
tiva y perspectiva de los diferentes
sectores de la sociedad, y que éste es
producido a manera de monopolio
desde el ámbito gubernamental, bajo
los lineamientos de la iniciativa pri-
vada. También se ha observado que
en los últimos años, cada vez más la
sociedad civil se organiza para una
participación activa en esta produc-
ción espacial que le atañe y le afecta
directamente. Interesa este sector en
particular por considerarse el menos
facultado o empoderado para hacer-
lo, para contar con una influencia real
en la producción de dicho espacio.
La reapropiación vecinal del espa-
cio guarda cierto tipo de correlación
con la manera en que este es trans-
formado de manera participativa, y
que existen condiciones emergentes
a nivel global y a nivel local, en los
cuales esta transformación involu-
cra una mayor participación de la
sociedad civil. Existe una correlación
entre la manera en que el espacio ur-
bano es transformado participativa-
mente y después apropiado vecinal-
mente por la comunidad.
Hay diferentes maneras de transfor-
mar el espacio público en la ciudad,
desde la iniciativa y perspectiva de
los diferentes sectores de la socie-
dad, algunos producidos desde el
ámbito gubernamental, otros desde
la iniciativa privada. La sociedad civil
participa en oposición a esta produc-
ción espacial que le atañe y le afecta
directamente, ya que este sector en
particular es el menos facultado o
empoderado para influir en la trans-
formación de dicho espacio, por lo
cual es importante aportar las bases
para una política pública para ges-
tión incluyente del espacio público.
La participación social cuenta en
cada entidad donde se presenta con
aspectos comunes y contingentes que
condicionan el tipo y nivel de reapro-
piación del espacio público por parte
de los vecinos en comunidades habi-
tacionales urbanas. Esta correlación
está determinada por las condicio-
nes, que en cada proceso involucra,
en sus diferentes manifestaciones, la
participación ciudadana en la trans-
formación de espacios públicos, que
es necesario comprender y distinguir
como factor de reapropiación física
y simbólica del espacio, para la ex-
plicación actual del fenómeno de la
producción social del espacio públi-
co en comunidades habitacionales
urbanas.
Estas condiciones tienen un impacto
en la reapropiación física y simbóli-
ca del espacio público, que presenta
diferentes manifestaciones de crea-
tividad, por medio de las cuales el
ciudadano se apropia de él, involu-
crándose participativamente en su
transformación.
El individuo participa, generalmente
en oposición, cuando se afectan sus
16
intereses particulares, y forma parte
de una acción colectiva cuando se
afectan dichos intereses9. Las acción
organizada en torno a soluciones que
son contingentes, es decir no son
universales ni óptimas, son esfuerzos
individuales de individuos con sus
propios medios y su propia agenda,
que cooperan motivados por sus in-
tereses específicos, sin comprometer
los resultados de la empresa colecti-
va (Crozier y Friedberg, 1990), y en
este sentido, el espacio urbano en ge-
neral y el espacio público en particu-
lar en centros históricos, se vuelven
la arena en que estos intereses dispu-
tan el poder de decisión sobre como
participar del espacio socialmente
producido.
Existe una correlación entre la ma-
nera en que el espacio urbano es
transformado y después reapropiado
vecinalmente por la comunidad. Esta
correlación está determinada por las
condiciones universales y contingen-
tes, que en cada proceso involucra,
en sus diferentes manifestaciones,
la participación ciudadana en la pla-
neación, conservación, intervención
y gestión de centros históricos, que
es necesario comprender y distinguir
como factor de vitalidad y reapropia-
ción del espacio, para la explicación
actual del fenómeno de la producción
social del espacio público en centros
históricos. Estas condiciones tienen
un impacto en la apropiación del es-
pacio público, que presenta mejores
condiciones de vitalidad cuando el
9. El referente a este respecto es el
economista estadounidense Mancur Olson,
quien plantea que “sólo un incentivo
individual y selectivo estimularía a una
persona racional de un grupo latente a actuar
con un espíritu grupal”, en su libro La lógica
de la acción colectiva: bienes públicos y la
teoría de grupos (1965).
ciudadano se apropia de él, involu- Peraza G., M.T. (2004) “La pos-
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17
 El vínculo entre la Academia y la participación social a
través del diseño en Ciudad Satélite y la Sauceda,
S.L.P
López Mares Lourdes Marcela 1,
Molina Ayala María Elena2
Instituto de Investigación y
1
Posgrado de Facultad del Hábitat,
UASLP.
marcela.lopez.mares@gmail.com
Instituto de Investigación y
2
Posgrado de Facultad del Hábitat,
UASLP.
elena.molina@uaslp.mx
Resumen
La organización comunitaria está
directamente relacionada a la soste-
nibilidad social y a la efectividad de
métodos participativos de diseño del
entorno construido, de ahí la impor-
tancia de vincular desde la Academia,
proyectos de diseño cercanos a la co-
munidad, que trabajen desde y hacia
ésta, con la finalidad de empoderarla
para mejorar el entorno habitable.
En este trabajo analizamos el trabajo
de diseño participativo llevado a cabo
en dos comunidades: Ciudad Satélite
a las afueras de la ciudad de San Luis
Potos y La Sauceda, en el Municipio
de Villa de Zaragoza, S.L.P. Estos
casos cuentan con formas de organi-
zación comunitaria y características
urbanas muy distintas: Ciudad Saté-
lite es un mega-desarrollo de vivien-
da social, en el cual los residentes se
los procesos de diseño participativo
organizan mediante juntas vecinales
facilitados desde la academia. Para
y una asociación civil. La Sauceda es
ello, estudiamos una comunidad pe-
una comunidad rururbana ubicada riurbana y una rural: Ciudad Satélite
en una exhacienda mezcalera, aleda-
a las afueras de la ciudad de San Luis
ña a la cabecera municipal de Villa
Potosí y La Sauceda, en el Municipio
de Zaragoza, con una organizaciónde Villa de Zaragoza, S.L.P.
comunitaria precaria. Por otro lado,
Los casos varían en características
los casos tienen en común el traba-
urbanas, en esquemas de organiza-
jo de diseño participativo facilitado
ción comunitaria y el tipo de pro-
desde la Universidad Autónoma de yectos generados. Sin embargo, en
San Luis Potosí (UASLP). Los hallaz-
ambos casos, estos procesos fueron
gos de esta investigación permiten
facilitados por miembros de la aca-
entender el rol de los diferentes es-
demia (profesores y estudiantes) y
quemas de organización en el proce-
fueron abordados mediante un enfo-
so de vinculación y trabajo de diseño
que participativo.
participativo llevado a cabo por las
Para este análisis se presenta pri-
comunidades y el equipo universi-mero un apartado de antecedentes
tario. El trabajo expone la necesidad
sobre el trabajo de diseño comunita-
de que sean las comunidades las que
rio desde la academia y después, un
promueven, elaboran y gestionan marco de referencia que sienta las
los proyectos mediante el apuntala-
bases para entender los casos. Poste-
miento de sus estructuras organiza-
riormente, describimos brevemente
tivas para la producción del espacio.
los métodos empleados y luego anali-
zamos los casos de estudio a la luz de
Palabras clave: participación, la teoría para culminar con reflexio-
sustentabilidad social, vínculo nes finales.
comunidad-universidad
Antecedentes
Introducción El rol de las universidades en los
En este trabajo, se presenta el aná- procesos de desarrollo comunitario
lisis de dos casos con diferentes for- sostenible
mas de organización comunitaria. En las últimas décadas, el sector pú-
El estudio se enfoca en el rol que la blico se ha deslindado de responsa-
organización comunitaria juega en bilidades que caracterizan al estado
18
de bienestar para delegarlas al sector
privado y el social, re-estructurando
los esquemas de gobernanza tradi-
cionales. Esta restructuración, ha fa-
cilitado que las leyes de mercado se
impongan en la producción de ciu-
dad y que por lo tanto el sector priva-
do adquiera un rol central en la toma
de decisiones en detrimento del sec-
tor social. Como resultado, el 5% de
la población está produciendo el es-
pacio habitable del restante 95%, en
palabras de Romero (2014:88):
“Por un lado, tenemos el poder y el
dinero, el dominio por las ideas de
la modernidad, de lo tecnológico,
aparentemente con lógicas apabu-
llantes. Este mundo norma la mira-
da y la práctica de la mayor parte de
los diseñadores, planificadores, ur-
banistas y de los propios gobiernos
reguladores. Por otro lado, tenemos
el mundo de las mayorías despla-
zadas, sin capacidad de decisión e
incluso de opinión; el de la regiona-
lidad y las localidades; el de la pro-
ducción y construcción propia; el
de las experiencias alternativas con
los profesionales vinculados a estos
procesos”.
En este contexto, las comunidades
excluidas de la lógica del capital se
enfrentan a formas de poder cuya
contraposición requiere de nuevas
herramientas. Estas herramientas
implican la organización, partici-
pación y trabajo colectivo, basado
en recursos, para solventar proble-
máticas y atender necesidades. En
numerosos casos de éxito, las uni-
versidades locales han contribuido a
equilibrar la balanza de poder, com-
plementando los recursos comunita-
rios con un respaldo institucional y
capacidad técnica.
El compromiso social manifestado
por las universidades ha implicado
cambios en sus currículos y planes
de estudio, así como la integración
de profesores investigadores en los
procesos de trabajo y la elección de
temas que vinculen la participación
de la sociedad desde su origen, pro-
vocando con ello que los ciudadanos,
como miembros de la comunidad,
encuentren en estas formas de parti-
cipar, una oportunidad para expresar
sus inquietudes e ideas acerca de los
lugares donde viven y se desarrollan,
y reafirmen su rol como elemento
indispensable en los procesos de cre-
cimiento y mejoramiento urbano.
“Una de las razones por las cuales los
talleres académico-comunitarios han
cobrado relevancia en las últimas dé-
cadas ha sido el hecho de que a través
de estas iniciativas la universidad ha
justificado y reafirmado su carácter
como promotora del conocimiento
y del desarrollo democrático” (Nar-
váez, 2013:69).
El cambio en el rol de las Universida-
des en los procesos de desarrollo de
la comunidad, ha permitido también
que se deje de concebir la solución en
el hacer arquitectónico como un pro-
blema de creación artística o de ha-
bilidades técnicas o funcionales, que
solo requiere del arquitecto obten-
ción de información y consideración
de necesidades sin tomar en cuenta
el punto de vista y la demanda de la
sociedad.
Vincular la academia y la participa-
ción social permite hacer arquitectu-
ra como “un acto complejo en el que
los múltiples factores y aspectos que
intervienen se interrelacionan, se re-
crean en un proceso dialéctico. Así,
se plantea que el proyectar en arqui-
tectura debe enfrentarse y manejar la
realidad, no negarla y pensar que los
otros (los no arquitectos) no saben
y no deben perturbar nuestras crea-
ciones” (Romero, 2014:124). Diseñar
con y desde la comunidad permitirá
transformar la cultura del Hábitat
hacia la colectividad, con los benefi-
cios que eso conlleva, que van desde
lo económico y lo cultural, hasta la
eficiencia espacial y el empodera-
miento social, obteniendo con ello
sustentabilidad social y mejora en la
calidad de vida de la comunidad.
La Facultad del Hábitat de la Uni-
versidad Autónoma de San Luis Po-
tosí (UASLP) es un caso, en el cuál,
a través de los talleres de diseño,
estudiantes y profesores se han vin-
culado con diferentes comunidades,
asociaciones civiles y municipios del
Estado para la realización de proyec-
tos como planes de desarrollo urba-
no y de mejora del espacio público,
equipamiento social, campañas de
difusión y concientización, mobi-
liario urbano y rescate de objetos y
edificios patrimoniales, entre otros.
En 2013 estas dinámicas de trabajo
alimentaron la re-estructuración y
actual implementación de un nuevo
plan de estudios en el cuál se integró
un taller interdisciplinario acompa-
ñado de otro de diseño comunitario,
participativo y sustentable. Estos ta-
lleres, además de propiciar el traba-
jo colaborativo entre los estudiantes
de las diferentes carreras impartidas
por la Facultad del Hábitat, los acer-
ca a la comunidad, a través del enten-
dimiento del hábitat como sistema
ambiental complejo.
Esta re-estructura hace énfasis ade-
más en la necesidad de transformar
el conocimiento y cambiar la forma
19
de pensar, así como la forma de in-
teractuar entre el ser humano y la
naturaleza con la finalidad de encon-
trar nuevas formas de satisfacer las
necesidades de habitabilidad de la
sociedad, de manera más cercana a
esta última.
En este documento presentamos al-
gunas de las experiencias que dieron
origen a estos cambios curriculares y
que promovieron nuevas formas de
abordar el diseño.
Marco de referencia
Desde una perspectiva social, el desa-
rrollo sustentable no solamente ase-
gura los recursos para generaciones
futuras, sino que además asegura el
bienestar de la población y la mejora
de la calidad de vida de comunida-
des desfavorecidas. Una comunidad
es sustentable cuando “su organiza-
ción socio-política le permite soste-
nerse en el transcurso del tiempo a
través de procesos flexibles de auto-
gestión” (Merçon, 2011: 2). Dicho de
otra manera, las comunidades capa-
ces de auto-organizarse, de manejar
sus propios recursos y de producir
capital social son aquéllas con más
posibilidades de asegurar un desa-
rrollo sostenido en el tiempo.
En este contexto, mediante proce-
sos de participación, los miembros
de una comunidad se empoderan,
producen conocimiento colectivo,
adquieren herramientas de gestión y
se involucran en la toma de decisio-
nes sobre la producción de su espa-
cio (Fagence 1977, Day 1997). Aún y
cuando la participación ciudadana
ha sido criticada por ralentizar los
procesos, hacerlos más complejos e
ineficientes y consumir recursos, la
falta de participación conlleva cos-
tos sociales, económicos y políticos
que impactan a la sustentabilidad
comunitaria al largo plazo (Barber
1981, Day 1997). Sin embargo, la par-
ticipación no se mueve del blanco al
negro, sino en una escala cuyo inicio
es la pasividad y cuyo fin es el auto-
desarrollo, pasando por una extensa
área gris dependiendo del nivel de
involucramiento de las comunidades
(Arnstein, 1969 e ICLEI, 2011).
En las etapas iniciales de la partici-
pación, las comunidades requieren,
por lo general, de la colaboración de
múltiples actores, tanto endógenos
como exógenos que aporten recursos
(materiales, técnicos, humanos) y
trabajen con las comunidades hacia
el autodesarrollo. Al llegar al autode-
sarrollo, las comunidades no necesi-
tan de agentes externos para organi-
zarse e implementar iniciativas. En
este punto, estos agentes colaboran
como asesores o socios y no como
promotores de los proyectos. En este
contexto, e independientemente de
la etapa de la participación, las ins-
tituciones educativas, como entes a-
políticos, ricos en capital humano y
técnico ha demostrado ser clave en
procesos de desarrollo comunitario
sustentable.
Formas de organización
comunitaria
En cualquiera de sus modalidades,
mediante la participación, se equi-
libra el acceso a la información, se
detectan las necesidades de personas
que viven la ciudad cotidianamente,
se promueven asociaciones y redes
ciudadanas así como de cooperación
interinstitucional.
Entre mayor participación haya por
parte de la población, mayor será su
capacidad para movilizarse cuando se
necesite respaldar alguna causa o in-
terés de grupo. Por tanto, una socie-
dad poco organizada queda rezagada
de la toma de decisiones: “…esta rela-
ción entre gobernantes y gobernados
puede tomar muchas formas, pero
exige voluntad política y un esfuerzo
gubernamental de descentralización,
no solo del control administrativo en
la prestación y dotación de servicios
públicos, sino también del control
político del espacio urbano sobre el
que se gobierna…” (Graizbord, 2014:
157). En otras palabras, la participa-
ción demanda sesión de poder pero
por otro lado también exige corres-
ponsabilidad y compromiso sin que
esta se someta al control social, al
corporativismo y al clientelismo (Ta-
mayo, 2001).
Algunos autores como Pastor (2009)
han identificado mecanismos de or-
ganización comunitaria diversos.
Entre ellos encontramos la partici-
pación individual o colectiva, ya sea
por grupo de interés o zona territo-
rial. Además de las organizaciones de
base, el sector social organizado sin
fines de lucro, cuenta con personali-
dad jurídica y actúa conforme a dos
esquemas principales: asociación
civil y organización no gubernamen-
tal. El primero se caracteriza por ser
privado y trabajar en aspectos muy
variados. Las organizaciones civiles
no gubernamentales (ONG) trabajan
principalmente en aspectos relacio-
nados al desarrollo social y econó-
mico, frecuentemente como puente
entre comunidades desfavorecidas y
organismos de ayuda internacionales
(Somuano, 2007).
Además de esquemas de asociati-
vidad espontáneos, de base, y de la
sociedad organizada, el esquema
20
de organización institucionalmen-
te reconocido por los municipios en
zonas principalmente urbanas o pe-
riurbanas en México son las juntas
vecinales de mejoras. Estas juntas se
conforman por vecinos organizados
con una mesa directiva que los repre-
senta con el objetivo de participar en
planes y proyectos municipales y ges-
tionar servicios ante las autoridades
(Municipio de Soledad de Graciano
Sánchez, 2005 y H. Ayuntamiento de
SLP, 2009). Aún y cuando los meca-
nismos institucionales de participa-
ción han sido criticados por que han
sido sujetos de prácticas clientelistas
y de legitimización política, en algu-
nos casos, estos han detonado proce-
sos organizacionales trascendentes.
En resumen, cualquiera de las mo-
dalidades de organización social
provee, en mayor o menor medida
bases y puntos de entrada para deto-
nar procesos de participación. En el
apartado siguiente analizamos estos
procesos, enfocándonos específica-
mente en los relacionados al diseño
del espacio habitable.
Métodos participativos de diseño
Los métodos participativos se en-
focan en los procesos comunitarios
de intercambio de ideas, aprendi-
zaje, construcción de capital social,
empoderamiento, auto-gestión, for-
talecimiento de relaciones interper-
sonales, interacción comunitaria y
apropiación del espacio (Rodríguez y
Flores, 2013).
El diseño participativo o también
conocido como diseño democrático,
diseño de interés público o diseño
comunitario, es una actitud ante el
diseño que toma como base la parti-
cipación social. Se basa en los ideales
de un sistema democrático-partici-
pativo en donde todos los individuos
son parte de las decisiones que les
afectan. Mediante esta metodología
se busca crear entornos centrados en
la comunidad que pongan en valor al
diseño (Abendroth & Bell, 2016) (Sa-
noff, 2000).
Lo métodos participativos pueden
ser abordados desde varias pers-
pectivas. En este trabajo adoptamos
una perspectiva basada en recursos
(ABCD por sus siglas en inglés, Asset-
Bassed Community Design). Desde
esta perspectiva se busca identificar y
promover los recursos individuales y
colectivos, las habilidades y capacida-
des sociales, así como pasiones e in-
tereses, redes y conexiones sociales,
recursos físicos y económicos de una
comunidad (Frost, 2011). Este enfo-
que se contrapone al diseño basado
en problemas (IBD, por sus siglas en
inglés, Issue-based design) que parte
de necesidades y problemáticas para
proponer soluciones (Abendroth &
Bell, 2016). Ambos enfoques, sin
embargo, se apoyan en herramientas
específicas para promover la interac-
ción de las comunidades, construir
confianza, romper el hielo, identifi-
car recursos, proponer soluciones a
problemáticas y diseñar espacio. Las
herramientas de diseño participativo
tienen como particularidad su enfo-
que en el espacio habitable. Es decir,
su objetivo es transformar y producir
espacio en conjunción con los actores
que lo viven cotidianamente.
Sin ser exhaustivos, la tabla 1 presen-
ta algunas de las metodologías que
fueron utilizadas en los casos de es-
tudio analizados.

Tabla 1: Métodos de participación. Fuente: Elaboración propia en base a Sanoff (2000)

Método Definición Herramientas
Métodos de toma Mediante estos métodos se informa a la comunidad, Exhibiciones en espacios públi-
de conciencia identifican recursos y problemas, estimula la partici- cos, medios de comunicación como
pación y se promueve el diálogo y la reflexión periódicos o redes sociales y recor-
ridos guiados o transectos (camina-
tas de diálogo con miembros de la
comunidad)
Métodos de infor- Estos métodos permiten reunir información, entender Encuestas, entrevistas, mapeo par-
mación indirecta percepciones, actitudes y opiniones de manera directa ticipativo
y cuantificable.
Métodos de inter- Como su nombre lo indica, estos métodos implican la Talleres, grupos focales, juegos de
acción grupal interacción entre personas, en procesos que pueden diseño (Sanoff, 2000), lluvia de ideas,
durar desde varias horas hasta semanas. Estos méto- taller de imaginarios.
dos buscan crear espacios de diálogo, negociación y
socialización de ideas en dónde se encuentren alter-
nativas, se generen ideas de proyecto concretas y se
produzcan significados colectivos.

21
 Metodología abi- Esta metodología permite exponer e informar a la co- Reuniones, audiencias y foros públi-
erta munidad las propuestas y proyectos de interés. Esto cos
se lleva a cabo mediante actividades presenciales, sin
embargo se puede hacer también por medios digitales
o de comunicación escrita (como periódicos) o verbales
(teléfono) para incluir a personas que no puedan asistir.

La participación comunitaria puede
ser directa o indirecta. En ambos
casos sin embargo, el objetivo de los
métodos y herramientas de partici-
pación es promover la inclusión de
grupos poco representados y detonar
procesos que por un lado generen in-
formación aplicable a proyectos con-
sensuados y por otro fomenten aso-
ciatividades e incrementen el capital
social. Estas virtudes, sin embargo,
conllevan desafíos relacionados al
nivel organizativo existente, al con-
texto socio-económico y político y a la
cultura de participación de las comu-
nidades. En las secciones subsecuen-
tes analizamos virtudes y desafíos
de dos casos en los que se llevaron a
cabo procesos de diseño participativo
en un asocie academia-comunidad.
Método
Esta investigación es de corte cualita-
tivo. La información aquí presentada
fue obtenida mediante los siguientes
métodos de recolección de datos:

Tabla 2: Métodos de recolección de datos. Fuente: Elaboración propia.

Método de recolección de Descripción

datos
Documentos históricos, misivas y peticiones de servicio hechas por la comunidad,
Investigación documental
reportes académicos y fuentes secundarias.
A actores clave como líderes de manzana, miembros de comités vecinales,
Entrevistas
promotores comunitarios y funcionarios públicos.
A una muestra representativa aleatoria a residentes con el fin de conocer sus
características socio-demográficas, en el caso de comunidades cuyo crecimiento no
Encuestas está registrado por INEGI.
Encuestas a participantes de talleres sobre su percepción acerca de las necesidades
y potenciales de su comunidad y de evaluación sobre los talleres participativos.
Observación participativa Registro de los procesos participativos mediante bitácora de trabajo de campo
Información estadística y Información estadística de INEGI y levantamientos de usos de suelo, vivienda
espacial abandonada y líderes comunitarios.

La información recabada fue ana-
lizada mediante diversos métodos
tales como análisis de contenido, en
el caso de la información documen-
tal y de entrevistas; análisis esta-
dístico descriptivo en el caso de las
encuestas e información censal; ca-
tegorización y codificación de datos
obtenidos mediante observación y
finalmente mapeo y análisis espacial
de la información recabada en los
levantamientos.
Mediante estos métodos recabamos
información para entender el con-
texto social, económico y político de
las comunidades estudiadas; para
mapear la configuración de actores
involucrados en procesos de partici-
pación comunitaria y para entender
sus formas de organización y los pro-
yectos e iniciativas realizadas colec-
tivamente. Además, la información
recabada nos permitió documentar
los procesos de diseño participativos
facilitados por el sector académico y
analizar el uso de herramientas de
diseño participativo a la luz del con-
texto de cada comunidad.
Casos de estudio
En esta sección presentamos una in-
troducción general de los casos de
estudio. Para cada uno de ellos iden-
tificamos su forma de organización,
el proceso de vinculación entre la co-
munidad y la academia, los proyectos
que derivaron de esta vinculación y
las herramientas de diseño participa-
tivo empleadas.
Caso 1: Junta vecinal y asociación
civil en Ciudad Satélite
Ciudad Satélite es un mega desarrollo
habitacional de vivienda económica

22
planificado en el 2007 para 132,000
personas a las afueras de la ciudad
de San Luis Potosí. A la fecha, su de-
sarrollo ha sido mucho más lento de
lo planificado pero hay actualmente
5 colonias construidas y habitadas1.
Las familias que viven en Ciudad Sa-
télite son principalmente nucleares,
la mitad de las cuales se componen
de 3 y 4 miembros y ganan menos de
$3,000 pesos al mes (más datos es-
tadísticos pueden ser consultados en
López Mares, 2016), por lo que Ciu-
dad Satélite fue la única opción de
vivienda asequible para las familias.
Forma de organización
1. Según el censo 2010 INEGI cuantifica
cerca de 2,500 personas. El levantamiento
de campo realizado en 2013 arroja cerca
de 6,500, por lo que, siguiendo este ritmo
de crecimiento, la ciudad debe contar
actualmente con más de 8,000 personas.
Figuras 1 a 3, de izquierda a derecha: Sesión de planeación comunitaria, taller de imaginarios para diseñar la iglesia y plan
maestro de equipamiento. Fotos tomadas por las autoras.
La Ciudad cuenta actualmente con
cinco colonias consolidadas y dos en
proceso de construcción. El equipo
trabajó con tres de las colonias con-
solidadas en las cuales encontramos
dos esquemas de organización prin-
cipales: 1) Junta vecinal (Colonias
Satélite y El Manantial) dada de
alta ante municipio, con un repre-
sentante de manzana y un comité
2) Asociación civil (Urbivillas del
Real) organizada y capacitada por la
desarrolladora.
Proceso de vinculación y proyectos
generados
El equipo de la UASLP se vinculó a la
comunidad por medio de un trabajo
de investigación sobre equipamiento
y desarrollo comunitario. Durante
este trabajo el equipo realizó entre-
vistas con residentes y líderes comu-
nitarios entre 2010 y 2014. Además,
el equipo estableció lazos de confian-
za con algunas líderes en el caso de
Satélite y el Manantial y con los pro-
motores comunitarios contratados
por la desarrolladora, en el caso de
Urbivillas, de los cuales recibió peti-
ciones para apoyo con proyectos es-
pecíficos. De estas peticiones deriva-
ron los siguientes proyectos:
Iglesia (marzo, 2012); plan maestro
de área de equipamiento (abril 2012);
planeación comunitaria (agosto-di-
ciembre, 2013); centro comunitario
y espacio deportivo (enero-junio,
2014) y finalmente, proyectos para
dos centros de manzana (2015).
El quipo trabajó estos proyectos
desde el taller de diseño, con estu-
diantes y profesores de arquitectura
y diseño urbano.
23
Herramientas de diseño participativo
Para la realización de todos los proyectos enunciados se empleó un enfoque participativo. De esta manera, mediante
talleres llevados a cabo en la escuela y en la calle, diversos grupos de residentes participaron desde la etapa de iden-
tificación de recursos locales y necesidades hasta diseño y construcción de dos proyectos.
En este caso las herramientas empleadas fueron:

Tabla 3: Herramientas de participación empleadas en Ciudad Satélite. Fuente: elaboración propia

Proyecto Herramienta Participantes
Iglesia Taller de imaginarios, entrevistas, en- Niños del coro y catecismo, adultos:
cuestas y exhibición sacerdote, catequistas, feligreses
Plan maestro de área Encuestas, sesión de participación Líderes comunitarios y residentes del
de equipamiento Manantial
Planeación comuni- Investigación-acción Líderes de las tres principales colonias
taria
Centro comunitario y Talleres de imaginarios mediante dibu- Niños y amas de casa
espacio deportivo jo y maqueteo
Centros de manzana Grupo focal, maqueteo, construcción Jefa de manzana y adultos residentes
comunitaria aledaños a las mismas

En resumen, el proceso de partici- En la actualidad, el Casco de la Ha- nión. El crecimiento poblacional, la

pación en Ciudad Satélite permitió
al equipo universitario facilitar pro-
cesos de empoderamiento comuni-
tario mediante los cuales se crearon
espacios de aprendizaje, diálogo e in-
clusión de diversos grupos de edad.
También, este proceso generó una
reflexión sobre las necesidades de
cada colonia y la forma de abordarlas
en conjunto.
Caso 2: La Sauceda
Esta comunidad, inserta en la cabe-
cera municipal de Zaragoza, San Luis
Potosí, fue el centro poblacional más
importante de ese municipio alre-
dedor de 1882. En el año 1600 fue
construida la Hacienda denominada
La Sauceda, que de origen tuvo un
sistema de organización económica
a base de ingenios (moler, lavar y
fundir metales) y después fue incor-
porando otras funciones (ganaderas
y agrícolas) hasta ser un centro eco-
nómico con 9,162 habitantes a fines
del año 1900 (Muro, 1973).
cienda y espacios como la mezcalera,
de una gran riqueza arquitectónica,
están siendo destruidos producto
del vandalismo, el desgaste y la falta
de mantenimiento. A pesar de estas
condiciones, el lugar tiene un gran
potencial porque además de contar
con hermosos paisajes naturales,
está empezando a conurbarse con la
Ciudad de San Luis Potosí debido a la
ampliación de la zona industrial Del
Potosí hacia los límites de los muni-
cipios de Zaragoza y Villa de Reyes.
Forma de organización
En la Sauceda gobierna un presi-
dente municipal y existe poca o nula
organización comunitaria. La mayor
parte de los miembros de la comu-
nidad no pertenece a algún grupo
social, político o deportivo, sin em-
bargo, si asisten a misa y a las acti-
vidades religiosas que organiza la
iglesia en los alrededores del casco
de la hacienda, como el catecismo y
preparación para la primera comu-
participación comunitaria y el apego
a la misma se han visto mermados
en los últimos años. Esto se debe en
parte a la alta tasa de emigración de
los jóvenes que se van a trabajar a Es-
tados Unidos observándose una baja
de 2.01% en la población total de La
Sauceda. Esto impacta negativamen-
te la identidad y el trabajo comuni-
tario necesarios para el desarrollo y
crecimiento de la comunidad.
En este contexto, un equipo confor-
mado por profesores y estudiantes de
las seis licenciaturas impartidas en la
Facultad del Hábitat (arquitectura,
diseño urbano, gráfico e industrial,
edificación y administración de obras
y restauración de bienes muebles)
adoptó como caso de estudio este
poblado para la realización de un
diagnóstico y proyecto de rescate del
casco de la hacienda en el marco del
taller de diseño interdisciplinario.

24
Figuras 4 a 6, de izquierda a derecha: Reconocimiento del lugar, reunión con los habitantes de la Sauceda y casco de la hacienda. Fotos tomadas
por las autoras.

Herramientas de diseño participativo

Para este caso se hizo participar de diferentes maneras a la comunidad, a través de entrevistas, encuestas e historias
de vida. En este caso las herramientas empleadas fueron:

Tabla 4: Herramientas de participación empleadas en La Sauceda. Fuente: Elaboración propia

Proyecto Herramienta Participantes

Rescate de Casco de Taller de imaginarios, entrevistas, Niños, amas de casa y adultos residen-
Hacienda encuestas, investigación acción. tes aledaños al Casco de Hacienda.

Discusión
Los casos abordados en este artícu-
lo se caracterizan por la variación en
sus características urbanas, en sus
esquemas de organización comunita-
ria y el tipo de proyectos generados.
En ambos, sin embargo, estos proce-
sos fueron facilitados por miembros
de la academia (profesores y estu-
diantes) y fueron abordados median-
te un enfoque participativo.
Proceso
Derivado del proceso participativo
en los casos estudiados se generaron
espacios neutrales de contacto entre
líderes de diferentes colonias y espa-
cios de diálogo entre miembros de
la comunidad que de otra forma no
tiene contacto. En estos espacios los
participantes identificaron recursos
y problemas en común, generaron
estrategias para abordarlos, obtuvie-
ron conocimiento sobre normas ur-
banas y canales de comunicación con
las autoridades. El proceso permitió
identificar y negociar los intereses
diversos de miembros de la comuni-
dad, del sector público y del privado
(desarrolladora Urbi por ejemplo).
Este sin embargo, también nos dejó
entrever las tensiones entre diver-
sos actores, como entre colonias del
mismo desarrollo.
El trabajo realizado por el equipo se
cimentó en recursos existentes en la
comunidad tales como una base or-
ganizacional por manzanas, conoci-
mientos técnicos de los residentes,
posibilidad de recabar materiales,
etc. La autoestima de las comunida-
des, es decir, su percepción como co-
lectivo capaz de alcanzar metas, pa-
rece estar en directa relación con el
historial de los proyectos realizados;
estos son concretados con mayor fre-
cuencia en los casos con necesidades
más apremiantes.
Herramientas participativas
En los casos estudiados, las herra-
mientas participativas empleadas
permitieron, más allá de sus resulta-
dos directos (como compartir infor-
mación y socializar ideas), detonar
un proceso reflexivo y lúdico a la vez,
mediante el cual la comunidad iden-
tificó sus potenciales y necesidades,
visualizó e imaginó a la comunidad
a la que aspiran y reflexionó acerca
de formas de llegar al futuro alterno
imaginado. En este proceso de traba-
jo colectivo se forman redes y crean
alianzas.
La combinación de diferentes me-
todologías como la información di-
recta, la interacción grupal, lluvia de
ideas y juegos de diseño permitieron

25
al equipo abordar diferentes etapas
de los proyectos así como trabajar
con grupos de edades e intereses
diversos. En todos los casos fue un
desafío integrar grupos diversos. Las
amas de casa son el grupo que más
participa, mientras que hombres y
jóvenes varones se mantuvieron al
margen. Así mismo, en el caso de las
personas de la tercera edad, fueron
implementadas estrategias especia-
les como visitas a casa.
Proyectos resultantes
El proceso participativo fomentó que
los proyectos resultantes respondie-
ran a las necesidades y deseos de
miembros de la comunidad. En el
caso de Ciudad Satélite, en dónde la
participación comunitaria fue más
activa, los residentes se apropiaron
de los proyectos y posteriormente los
promovieron a nivel gubernamental
para buscar fondos para construir-
los como en el caso de la iglesia y el
plan maestro de equipamiento en
Ciudad Satélite. En la Sauceda, es el
equipo de la universidad quién está
en la búsqueda de recursos median-
te concursos y becas como el premio
Cemex Tec.
Vinculación Universidad-comunidad
El trabajar bajo diferentes esque-
mas de organización vecinal pre-
sentó desafíos diversos. En Ciudad
Satélite, las colonias organizadas
mediante juntas vecinales participa-
ban a diferentes niveles: la colonia
con mayores problemas era la mejor
organizada, la que más activamente
participó en los proyectos y buscó
el apoyo gubernamental y privado
mediante diversas tácticas. Sin em-
bargo, sus líderes manifiestan que
existe desconfianza entre vecinos y
muy poca capacidad adquisitiva y
disponibilidad para organizarse e
implementar acciones. En el caso
de la colonia organizada mediante
una asociación civil, la vinculación
fue más compleja debido a que la
desarrolladora tenía el control de
todo lo que pasaba en la comunidad
y, mediante su oficina de desarrollo
comunitario, asumieron distintas
responsabilidades como organizar
a los vecinos, convocar a juntas se-
manales, dar servicios y promover
proyectos como el centro comunita-
rio, por lo que los residentes perci-
bían que no necesitaban nada más
y que la constructora asumiría los
costos de sus mantenimientos. Sin
embargo, la oficina de desarrollo
comunitario facilitó el trabajo del
equipo universitario al fungir como
vínculo, organizador local e incluso
patrocinador de viáticos y material
de trabajo.
En la Sauceda, el caso con una pobre
organización comunitaria, los parti-
cipantes se mantienen a la expecta-
tiva de los primeros resultados para
poder unirse al proyecto.
Conclusión final
Fortalecer y desarrollar los proyectos
de diseño con y desde la comunidad
permite entre otras cosas romper los
modelos de producción de espacio
verticales y tecno-centristas prepon-
derantes. Este nuevo enfoque forta-
lece la participación y responde a los
conflictos que se desarrollaron desde
la arquitectura moderna “influida
profundamente por el paradigma de
la simplicidad y por tres postulados
que son los más cuestionables de lo
que proponía la llamada nueva obje-
tividad del Movimiento moderno: la
estandarización, el existenzminimun
[espacio mínimo para la existencia
humana] y el colectivismo” (Salceda,
2010:131), que entre otras cosas ale-
jaron a los arquitectos de la opinión
de la comunidad en el diseño de la
Ciudad y del espacio arquitectónico.
Apoyar la autodeterminación de las
personas, fortalecer el vínculo entre
la Academia y la participación social
como forma de empoderamiento co-
munitario a través del diseño pro-
picia un desarrollo sustentable. En
este artículo analizamos la forma en
cómo diferentes esquemas de organi-
zación comunitaria afectan procesos
de diseño participativo facilitados
por miembros del sector académico.
En comunidades como La Sauceda se
observa que la carencia de organiza-
ción comunitaria menguó la partici-
pación y por lo tanto el seguimiento
a los proyectos realizados. Esta falta
de participación está también provo-
cando el abandono del lugar y la pér-
dida del patrimonio. En contraste,
en el caso de Ciudad Satélite, los di-
ferentes esquemas de organización,
las luchas que han tenido que librar
para atender sus necesidades básicas
y los procesos de diseño y planeación
participativos en los que se ha invo-
lucrado la comunidad, detonaron
procesos flexibles de auto-gestión
que facilitarán un desarrollo sosteni-
do en el tiempo.
A futuro, esta investigación puede
ser enriquecida con casos de diseño
participativo que aborden esquemas
alternos de organización comunita-
ria tales como las juntas ejidales y
que hayan incluido a diferentes ac-
tores de la sociedad organizada tales
como colectivos ciudadanos y ONGs.
También son necesarios estudios crí-
ticos sobre el rol de las universidades
26
en el diseño y producción democráti- H. Ayuntamiento de San Luis Po- lientes, México: Universidad Autó-
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27
 Planteamiento de Vivienda Transformable en la
Sociedad del Siglo XXI.
Sarmiento Rodríguez Erika
Selene 1,
Aguillón Robles Jorge 2
Instituto de Investigación y
1
Posgrado de Facultad del Hábitat,
UASLP.
me.erika91@gmail.com
2
Instituto de Investigación y
Posgrado de Facultad del Hábitat,
UASLP.
jorgeaguillonrobles@gmail.com
Resumen adaptado progresivamente a cam-
El presente trabajo tiene como obje-
tivo indagar en la habitabilidad de la
vivienda, ya que en los últimos años
se han producido evidentes cambios
sociales que han alterado las estruc-
turas familiares del siglo XXI, ha-
ciéndolas más complejas y diversas.
La vivienda como lugar de sociabi-
lización y representación espacial
de diversos grupos familiares debe
ser capaz de adecuarse a los actua-
les modos de vida. De igual manera
como respuesta a la versatilidad de
la vida cotidiana, la vivienda debe
poseer características que permi-
tan su personalización, interacción
y participación a lo largo de su vida
útil y de los habitantes que habitan
en ella, además debe considerarse
proporcionar resiliencia conforme
al ciclo de vida familiar y al final del
mismo, la vivienda podrá ser reuti-
lizada por otro habitante o familia
y ser manipulada acorde a sus acti-
vidades y necesidades. Por lo tanto
esta investigación será evaluada a
través de encuestas y observación a
diversas familias de tres fracciona-
mientos de vivienda nivel medio en
la Ciudad de San Luis Potosí para
conocer las necesidades y la satis-
facción que tienen en las viviendas
que habitan tomando en cuenta que
durante años las viviendas se han
bios culturales, económicos y socia-
les originados principalmente en las
familias resultando casi imposible
reestructurar los conceptos fundados
que provocan la desactualización y
rigidez de planes habitacionales que
no valoran las posibilidades de acon-
dicionamiento que deben satisfacer
la vivienda, como lugar fundamental
del desarrollo en la dinámica cotidia-
na de la vida familiar, y como reflejo
del progreso social.  De acuerdo a lo
propuesto y de los resultados que se
obtengan en las encuestas se plantea
una vivienda transformable y resi-
liente capaz de dar respuesta a las
exigencias de la actual sociedad. Es
importante influir en la manera de
crear y concebir una vivienda captan-
do su realidad de ser más que solo un
espacio arquitectónico.
Palabras Clave. Habitabilidad.
Ciclo de vida. Resiliencia.
Introducción
Incorporar las actuales formas de
vida en el pensamiento proyectual
de las viviendas es una necesidad im-
prescindible a la hora de dar respues-
tas reales y concretas a las nuevas de-
mandas sociales. Se ha desarrollado
un cambio en la vida de las personas
por el avance tecnológico donde la
vivienda no ha logrado encontrar su
valor como derecho universal y se ha
convertido en un simple objeto de
consumo por parte de la actual socie-
dad. La problemática de la vivienda
se origina en la civilización, que im-
plica realidades, mutaciones sociales
y culturales además de cuestiones
políticas particulares. Los factores
cuantitativos son el movimiento po-
blacional y económico bajo el con-
cepto de urbanización mientras que
los factores cualitativos son el desa-
rrollo tecnológico, social y cultural
bajo el concepto de civilización hu-
mana. Así pues, en décadas pasadas
la gran demanda por la obtención
de vivienda provocó que los niveles
de producción consolidaran varias
28
ramas de la industria nacional; tal es
el caso de FOVI, INFONAVIT, FO-
VISSSTE, FOMIVI, FONHAPO, me-
canismos mediante los cuales el esta-
do hizo alcanzable la vivienda a todos
los estratos sociales (Villareal, 1994).
Sin embargo, esos prototipos de vi-
vienda no se adecuan a las exigencias
sociales del siglo XXI. La arquitectu-
ra como construcción de espacio, se
fundamenta en la habitabilidad, la
cual, a su vez se sustenta básicamen-
te en un concepto que rige los prin-
cipios espaciales. De esta forma, la
arquitectura en su materialización se
rige bajo parámetros de rigurosidad
técnica, funcional, económica y mer-
cantilista (Castaño, Bernal, Cardona,
& Ramirez, 2005). La vivienda es un
Desarrollo
La vivienda es el medio donde el
hombre posee su mayor poder de
intervención. Es el escenario del en-
cuentro entre éste y sus necesidades.
Toda alteración, cambio, creación
o modificación tiene que ver con la
bien de mercado insertado en los me-
canismos de la sociedad de consumo
y sujeto a la generalización, conven-
cionalismo y repetición de arque-
tipos. La construcción de vivienda
sigue unos códigos que confían en la
garantía de viejos patrones fundados
en una realidad mucho menos com-
pleja que la contemporánea (Actual,
2006). De esta manera se propone
vivienda transformable que se con-
vierte en una opción viable al permi-
tir reducir la inversión inicial y ser
modificada, mejorada y completada
en el tiempo, según las necesidades,
posibilidades y preferencias de los
miembros del hogar y así contribuir a
la resiliencia de la vivienda, al mismo
tiempo resulta ser una alternativa a
Figura 1. Casa MJE.
Fuente: https://www.archdaily.com
búsqueda de un lugar propio, un
lugar donde ser y sentir pertenen-
cia. La vivienda es impulsada por la
energía de los actos que acontecen
en su interior, dichos actos, propios
a los habitantes, conforman espa-
cios propios de un modo particular
la rigidez de los planes habitaciona-
les vigentes A través de unos elemen-
tos giratorios los espacios dentro de
una vivienda pueden aparecer y des-
aparecer en cuestión de minutos,
modificando el concepto tradicional
creando espacios que se transforman
fácilmente y obteniendo el máximo
provecho en cada centímetro de la vi-
vienda para aumentar su valor y mul-
tiplicar las posibilidades de uso de
los espacios en la vivienda (Figura 1).
En otras palabras, del conjunto de
aspectos que guardan relación con
la vivienda, se debe priorizar los que
inciden en usos que configuren, en
definitiva, la forma de habitar más
que en la forma y construcción de la
vivienda (Monteys & Fuertes, 2014).
de habitar. El hombre transforma su
hábitat a partir de aspectos estéticos,
morfológicos, de significado y de gus-
tos que se relacionan a lo psicológi-
co, social y cultural. De esta manera
la vivienda se convierte en el lugar
donde ocurre la vida familiar, como
29
una sucesión de conflictos variables
o permanentes.
La heterogeneidad de las formas de
vivir y de habitar hace de cada vivien-
da hace un lugar adaptable, único e
irrepetible. A partir de la segunda
mitad del siglo XX, la convivencia de
diversas formas de vida y de costum-
bres otorgó a las viviendas caracte-
rísticas inesperadas. La aparición de
nuevas formas familiares enriquece
la gama de habitantes posibles en
ella: individuos solos, parejas, fa-
milias con hijos o sin ellos, ancia-
nos, estudiantes, grupos genéricos o
profesionales.
La apropiación que compone cada
tipo de usuario hace que los modos
de vida sean más perceptibles a las
nuevas experiencias tecnológicas en
los espacios interiores de la vivien-
da que se asocian al trabajo o a los
tiempos de ocio. Por esta razón, esta
investigación será evaluará a familias
en viviendas de nivel medio porque
su nivel socioeconómico es el más
factible a lograr e invertir en pro-
yectar una vivienda transformable
que sea viable al permitir reducir la
inversión inicial y ser modificada,
mejorada y completada en el tiempo
Figura 3. Residencial Los Lagos. San Luis Potosí.
según las posibilidades y preferen-
cias de los miembros del hogar.
La propuesta de una vivienda trans-
formable que pueda crecer y decrecer
es con el fin de proporcionar mejor
calidad de vida a los habitantes, y
poder contribuir a la disminución de
gastos económicos ya que los actua-
les modelos habitacionales no toman
en cuenta que las viviendas a corto
o largo plazo sufren modificaciones
o ampliaciones. Esta vivienda debe
ser capaz de dar respuesta a distintas
formas de vivir de un grupo familiar
durante su ciclo de vida y a lo largo
del día en su forma de ocupación. El
concepto transformable según (Mon-
taner, 2013) se entiende como la
capacidad de cambiar en el tiempo.
Este concepto se rige por medio de:
Flexibilidad
Libertad a los modos de vida a tra-
vés de la disposición espacial y so-
luciones constructivas novedosas.
Multiplicidad
Combinación de espacios con ele-
mentos tecnológicos y móviles.
Versatilidad
A través de la dinámica familiar
con una versatilidad reversible
Fuente: https://loslagos.comebi.mx
según el ciclo de actividades diarias
y otra irreversible que define los es-
pacios al inicio y los mantiene en el
tiempo.
Se debe considerar las etapas de la
vida, la diversidad de actividades,
así como los distintos modos de vida
de los habitantes que se vinculan a
la cultura, costumbres, capacidad
económica y número de habitantes
ya que este tipo de programas y sis-
temas de vida no se encuentran en
la oferta de vivienda comercial. Las
previsiones de aumento de puestos
del llamado teletrabajo, los cambian-
tes hábitos de ocio, los jóvenes que
no se emancipan o el aumento de la
población mayor de 60 años al entrar
el nuevo siglo, son factores suficien-
tes para alterar la manera de conce-
bir la vivienda.
No obstante, los sistemas habitacio-
nales persisten en modelos antiguos
por miedo a intentar el cambio y se
encuentran reproduciendo viviendas
de manera masiva donde el interés
hacia la habitabilidad es escaso, ya
que se vive en lógica de carácter fi-
nanciero, introduciendo a la venta el
mismo modelo de vivienda a una so-
ciedad homogénea (Figura 3).
30
La vivienda es la representación
donde las personas son capaces de
expresar sus necesidades, plantear
sus preocupaciones, diseñar estrate-
gias de participación en la toma de
decisiones y llevar a cabo acciones
que satisfagan o no los requerimien-
tos habitacionales. (Rojas, 2004).
Así mismo la vivienda forma parte
del nivel y la calidad de vida de las
personas, por lo que, para definir
la vivienda hoy, se debe reflexionar
sobre las formas en que las personas
perciben y evalúan sus preferencias,
indiferencias o rechazos de determi-
Todas estas ideas arquitectónicas y
soluciones técnicas son de gran im-
portancia para que el hombre pueda
mejorar su hábitat y pueda cumplir
con sus necesidades y expectativas,
el hombre necesita mejorar su esti-
lo de vida  en constante evolución
y descubrir que una vivienda flexi-
nadas soluciones habitacionales en
los distintos estratos socioculturales,
sobre las formas en que las opciones
se hacen realidad y sobre el papel de
los técnicos y políticos, sin dejar de
considerar las limitaciones, posibili-
dades y necesidades de la sociedad y
de la ciudad en conjunto. La vivien-
da pertenece a la condición de un
producto material social. Se concibe
como el espacio de la ciudad donde
sucede la vida cotidiana familiar. La
vivienda convencional, con tipología
poco susceptible a transformaciones
tipológicas, funcionales y constructi-
Figura 4. The Mutating OFT.
Fuente: https://www.trendhunter.com
ble es capaz de ser transformada  y
adaptada a múltiples funciones,
estas viviendas, tecnológicamente
eficientes, con distribuciones racio-
nalizadas y estéticamente innova-
doras, son significativas en el futu-
ro de la arquitectura.
vas se contradice con una demanda
inversa y cambiante, es sustancial
valuar los conceptos de flexibilidad y
adaptabilidad junto a las posibilida-
des tecnológicas actuales por ser un
reto al que se enfrenta el mundo de la
arquitectura. Así pues, es necesario
que la vivienda permita la adaptabili-
dad del espacio doméstico, cediendo
su gestión al habitante, aumentando
sus grados de libertad, presentando
opciones a sus necesidades de ade-
cuación y personalización (Figura 4).
La evolución de la estructura de la
familia mexicana se ha convertido
en un reto para las mercadologías de
la vivienda y poder adecuarlas a los
nuevos segmentos familiares, valo-
rando que las estructuras familiares
van de la pareja con hijos, un padre
con hijos y parejas compuestas, así
31
como los roles y el comportamiento
de vida. También se presentan otros
esquemas más amplios como aque-
llos que engloban nidos vacíos, pare-
jas del mismo sexo, padres solteros,
parejas sin hijos, entre otros (Alcán-
tara Hernández & Méndez Wong,
2015).
La familia se conceptualiza como el
conjunto de personas emparentadas
o no, que viven juntas. Organiza-
das en roles fijos, que pueden tener
o no vínculos consanguíneos, con
un modo de existencia común eco-
nómica y social. Como se mencionó
anteriormente las familias son más
diversas y complejas en la actualidad
puesto que la familia tradicional ha
ido desapareciendo eventualmente
y ahora se ven con mayor frecuencia
pequeños grupos de personas que
viven solas, parejas sin hijos, familias
monoparentales o personas mayores
solas.
Los actuales recursos proyectuales y
tecnológicos empleados en la cons-
trucción de viviendas dificultosa-
mente se adecuan a las nuevas for-
mas del habitar sin resolver todas las
consecuencias de la permanente mu-
tabilidad de la vida del hombre con
relación a la vida útil de la vivienda.
El primer hogar para la mayoría de
las parejas es a menudo considerado
Fuente: Elaboración Propia. http://www.amgarquitectura.com.
como un estímulo de lo que será su
verdadera y definitiva casa, que por
lo general es pequeña y fácil de man-
tener. Entonces, los niños vienen
por lo general con la compra de la
primera casa, la cual se hace dema-
siado pequeña, requiere la costosa e
inquietante tarea de realizar cambios
necesarios. Cuando los niños crecen
la casa se hace pequeña y con los años
luego de realizar ciertos cambios y
renovaciones se convierte en una
vivienda grande, los hijos hacen sus
propios hogares y dejan una casa que
resulta grande para dos personas en
vías de envejecer. Se podrá decir que
la gente “ya vive en una casa y, por
tanto, no necesita saber nada más.
Sin embargo, partiendo del ejemplo
de que la gente come, pero no nece-
sariamente todo el mundo guisa ni
se alimenta bien, aun teniendo los
medios suficientes para poder ha-
cerlo. Vivir en una casa, al igual que
comer, es algo que también puede ser
enseñado.
Ante lo anterior, es conveniente re-
flexionar sobre el concepto y función
de la vivienda flexible. Las viviendas
flexibles tendrán día tras día, mayor
demanda, ya que no habrá cambios
de casas ni mudanzas innecesarias,
además será muy rentable para las
diferentes urbanizaciones o zonas
Figura 6. Resiliencia en la Vivienda.
residenciales, al crear un sentido de
comunidad, debido a que las familias
vivirán en la misma zona por muchos
años.
Hay que destacar que la habitabili-
dad de la vivienda en México se va-
lora mediante tres conceptos cons-
truidos con información censal:
hacinamiento, precariedad y dete-
rioro, mientras que John Habraken
menciona que la habitabilidad debe
ser considerada desde el punto de
vista del diseño mediante dos do-
minios de acción: la comunidad y el
individuo. Cuando se considera sólo
a la comunidad el resultado es la uni-
formidad y la rigidez.
Cuando se considera sólo al indi-
viduo el resultado es caos y conflic-
to. La solución debe ser un balance
entre ambos extremos que permita
una armonía en la habitabilidad. Por
último, debe pensarse en el sentido
de prolongar la vida de lo construido
y en la reutilización tanto de materia-
les como de espacios, dando paso a la
resiliencia1. (Figura 6).
1. Capacidad de volver al estado natural,
especialmente después de alguna situación
crítica e inusual. Significa volver a la
normalidad y es un término derivado del
latín, del verbo, resilio, resilire que significa
“saltar hacia atrás, rebotar”. Es la memoria
de un material para recuperarse de una
deformación, producto de un esfuerzo
externo.
32
La resiliencia ha sido, en las últimas
cuatro décadas, un término cada vez
más empleado a lo largo de diver-
sas ciencias: psicología y ecología,
ciencia política, administración de
empresas, sociología, historia, pla-
nificación de desastres, urbano pla-
nificación y desarrollo internacional.
El uso compartido del término no
implica un concepto unificado de re-
siliencia ni las teorías en que está in-
crustado. Se generan diferentes usos,
diferentes métodos, y a veces dife-
rentes metodologías. (Martin-Breen
& Anderies, 2011)
Es oportuno, en esta investigación
considerar este término en arquitec-
tura como la reutilización de una vi-
vienda y al final de un ciclo de vida fa-
miliar pueda dar inicio a otro ciclo, ya
que atraerá grandes beneficios en la
construcción iniciando por minimi-
zar los gastos ante un futuro incierto
en la vida de los habitantes de cada
familia, permitiendo una reconstruc-
ción o reparación más rápida y sim-
plificada. Stefan Vanistendael2 defi-
ne la capacidad de resiliencia en tres
componentes: protección, construc-
ción y proyección en el tiempo.  Esta
capacidad nunca es absoluta, siem-
pre es variable, y se construye en un
proceso de interacción con el entor-
no. Suele ser un proceso inconscien-
te, que tiene lugar durante toda una
vida. La arquitectura resiliente aún
no definida como tal, es interpreta-
da como aquella donde los edificios
pueden ser reutilizados, sin embar-
go, para ir acorde a la definición de la
psicología, deben estar presente las
situaciones adversas, como las exi-
2. Sociólogo y demógrafo por la Universidad
de Lovaina, Bélgica.  alberga, la adecuación a los diferen-
gencias de los habitantes, además de
los cambios climáticos.
Además, retomando la desactualiza-
ción de los planes habitacionales, es
imporante descatacar que tal proble-
ma se enfonca en soluciones inme-
diatas de construcción masiva de vi-
viendas sin analizar que los cambios
familiares son dinamicos y tienen un
impacto en su funcionamiento. Es
fundamental fusionar este termino
con la trasnformabilidad para lograr
una vivienda innovadora y poder dar
respuesta a esta crisis de vivienda
convencional.
Conclusiones
Este trabajo se hace con el afán de
dar a la vivienda el valor que merece
ya que es el lugar donde se desarro-
llan las personas en gran parte de su
vida. La composición de los hogares
no es uniforme, ni en la vida de un ser
humano en particular, ni en el con-
junto de la sociedad. El ciclo de vida
familiar en una vivienda va acorde al
tiempo del desarrollo de las activi-
dades de los habitantes en la misma,
ya que ésta se transformará para dar
respuesta a los requerimientos de es-
pacio, según cada etapa del desarro-
llo familiar. Diferentes agrupaciones
de convivencia hacen anticuada la
concepción de familia nuclear como
componente mayoritario y, por ello,
la vivienda ha de proyectarse con
respuestas de máxima ambigüedad
y versatilidad funcional, de manera
que pueda cobijar la enorme varie-
dad de modos de vida y permitir una
mayor capacidad de transformación,
es decir, una vivienda que permita la
evolución y modificación del espacio,
el incremento de los habitantes que
tes tipos de familias y los cambios
dentro de una misma familia, con
costes mínimos, tanto económicos
como técnicos.
Agradecimientos
Al Instituto de Investigación y Pos-
grado de la Facultad del Hábitat de
la Universidad Autónoma de San
Luis Potosí y al M.D.B Jorge Agui-
llón Robles por el apoyo brindado en
el desarrollo del presente trabajo.
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33
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de vivienda en México. Monterrey,
Nuevo León, México.

34
 Construcción Social del Espacio Público en
fraccionamientos populares de San Luis Potosí
Pérez Barragán Martha
Yolanda1, Molina Ayala María
Elena2
Instituto de Investigación y
1
Posgrado de Facultad del Hábitat,
UASLP.
marthaperez@uaslp.mx
Instituto de Investigación y
2
Posgrado de Facultad del Hábitat,
UASLP.
elena.molina@uaslp.mx
Resumen
El problema se inscribe dentro de
una noción planteada en la década
de 1960 relacionada con el Derecho
a la Ciudad; derivado de la necesi-
dad de contrarrestar la tendencia
negativa del desarrollo urbano des-
ordenado debido a la ausencia de un
diseño adecuado y suficiente de los
espacios sociales, ante las presio-
nes de las organizaciones (privadas
y públicas), y de los movimientos
urbanos derivados del capitalismo.
Este estudio explica la relación que
tiene el fenómeno de la apropia-
ción del espacio con algunos ámbi-
tos urbanos excluyentes, carentes
de espacios socio-recreativos; para
comprender la forma de apropia-
ción social de espacios abiertos re- Introducción
siduales urbanos, ubicados en áreas Los cambios experimentados en
habitacionales populares. las ciudades en las últimas décadas
han generado diversas miradas en la
Despliega las formas de interac- forma de abordar el espacio para la
tuar, pensar y utilizar el espacio; a comprensión del hábitat; estudios de
fin de evidenciar la importancia del carácter espacial, ambiental (entrono
espacio practicado en su dimensión físico) y/o social (comportamiento,
socio-espacial y valorar la capacidad relaciones e interacciones sociales)
de las personas ante las adversida- han contribuido en la explicación de
des ocasionadas por el escasa pla- los diversos fenómenos que inciden y
neación y diseño en las ciudades. dan cuenta de la pluralidad de modos
Factores fundamentales para com- en que se habitan los lugares; se ob-
prender, por un lado, lo relevante serva gran interés y participación en
del espacio urbano y de la dimensión áreas de las Ciencias del Hábitat y
social; y por otro lado, la importan- de las Ciencias Sociales (como son la
cia que tiene el poder de un grupo psicología, la antropología, la socio-
social motivado y participativo que, logía, la geografía, la filosofía, la ar-
a través de diversas modalidades de quitectura, el urbanismo, etc.) para
apropiación, crea múltiples víncu- la explicación de las variadas modali-
los socio-espaciales, los cuales pue- dades en que diversos grupos de ha-
den favorecer o no el desarrollo del bitantes logran coexistir en un lugar.
lugar. Numerosas investigaciones han
Como estrategia de exploración se puesto énfasis en la mirada sobre la
aplicaron algunas técnicas e instru- inclusión y la equidad social, y la re-
mentos de la etnografía; donde la levancia de la observación acerca de
observación directa y participación qué manera los habitantes de una
presencial fueron clave para acer- comunidad usan los espacios urba-
carnos y comprender cada compo- nos en la vida cotidiana: considera-
nente, sentir los modos de vivir y dos factores imprescindibles para
percibir de la gente. comprender la relevancia de la cons-
trucción social de lugares.1 Espacios
Palabras clave: Producción so- qué al convertirse en lugares han
cial del espacio, apropiación del es- 1. Lugar, entendido como una porción de
pacio, Derecho a la Ciudad. espacio con significado.
35
adquirido en el devenir del tiempo
significado social y/o espacial —indi-
vidual y/o colectivo—; los cuales son
conformados mediante procesos di-
námicos de interacción;2 por lo cual,
son manifestados y consolidados en
el espacio practicado (o vivido). Bajo
esta perspectiva, los diversos grupos
de habitantes que participan e inte-
ractúan en un sitio expresan el sen-
tido de las múltiples formas en que
estos son habitados y/o transforma-
dos a través de las prácticas, interac-
ciones y vínculos creados con el en-
torno socio-espacial.
Esta mirada y preocupación en los
campos de la arquitectura y el ur-
banismo se manifiesta en diversas
investigaciones al abordar aspectos
socio-espaciales, los cuales permi-
ten el discernimiento acerca de los
modos de vivir y de hacer de los gru-
pos sociales que forman parte de una
ciudad. Modos de existencia que son
alterados en algunas zonas debido a
la forma en que se configuran las es-
tructuras espaciales y sociales urba-
nas; sin embargo, esto no debería de
suceder así, porque todos los habi-
tantes al pertenecer a una ciudad tie-
nen derecho a vivir de acuerdo a sus
costumbres y al tipo de prácticas de-
seados; toda ciudad debería propor-
cionar ámbitos propicios para que
cualquier grupo social se involucre y
participe en prácticas colectivas; en
donde cada una de las personas pre-
sentes logre integrarse, apropiarse e
identificarse social y espacialmente.
Este artículo, fundamentalmente
presenta una forma de producción
del espacio, manifestada en diver-
2. Interacción dada entre los sujetos –
individual y/o colectivo– con el entorno
físico-ambiental y social.
sas zonas habitacionales de tipo
popular en SLP ante la carencia de
espacios socio-recreativos públicos
y/o a su falta de accesibilidad; una
producción que se distingue por ser
construida socialmente, resultando
lugares que son utilizados para la
socialización y recreación. Parte de
los resultados muestran como di-
versos grupos sociales mediante una
consciente participación y una per-
manente negociación socio-espacial
—interna y externa— construyen
ordenadas formas de organización
social y espacial; situación que ha
propiciado con el tiempo procesos
graduales y rangos variados de co-
hesión social entre los grupos de las
áreas estudiadas. Los grupos mani-
fiestan su capacidad de intervenir un
espacio para utilizarlo, incluso para
decidir el uso y proponer soluciones
a sus necesidades.
Más que la función para la cual han
sido creados estos lugares, lo que
interesa es mostrar la organización
socio-espacial establecida por las
personas y los tipos vínculos con el
entorno que devienen de ella. Cabe
mencionar que, se aprecia que con el
tiempo las dinámicas socio-recrea-
tivas de estos espacios han servido
de anclaje para fortalecer este tipo
prácticas de los habitantes y el te-
jido social en los fraccionamientos
populares.
Ámbitos excluyentes que
propician la construcción
social de lugares
Socializar y recrearse son necesida-
des humanas inherentes, por lo cual,
los espacios abiertos públicos propi-
cios para atender dichas necesidades
de toda ciudad, deberían estar al al-
cance de toda persona, sin importar
su situación (físico-sensorial, socio-
económica, de género o de cultura,
entre otras).
No obstante, las ciudades mexicanas
están lejos de ofrecer condiciones y
oportunidades equitativas a sus ha-
bitantes. Esta condición de respon-
der al modo de vida de las personas
que viven un lugar y proporcionarles
un beneficio social no se ha cumpli-
do. La población urbana, en su ma-
yoría, está privada o limitada —en
virtud de sus características físicas,
económicas, sociales, culturales, ét-
nicas, de género y edad— en cuan-
to a su derecho para satisfacer sus
más elementales necesidades (RPC,
2012), y mucho menos en respon-
der a sus necesidades existenciales,
como socializar, intercambio cultural
y recrearse.
Desde la disciplina de la sociología,
en 1978 Lefebvre señala que el espa-
cio por sí mismo no tiene una lógica
interna y propia: proviene de la so-
ciedad (Clavé- Mercier, 2014); indi-
ca que el problema surge porque el
suelo ya está en manos del capital y,
por lo tanto, muchos grupos sociales
quedan imposibilitados para ejer-
cer o practicar actividades a las que
tienen derecho por formar parte de
una sociedad. El tema del Derecho a
la Ciudad deriva de la necesidad de
contrarrestar la tendencia negativa
del desarrollo urbano desordenado,
ante las presiones de las organiza-
ciones (privadas y públicas), y de
los movimientos urbanos derivados
del capitalismo. Lefebvre señala que
todo individuo tiene derecho a una
ciudad bien planeada, que sea apta
y ofrezca respuestas a las necesida-
des de los individuos; así el diseño
36
en las ciudades debería responder al
modo de vida de [todos] sus habitan-
tes (Costes, 2011); el espacio urbano
tiene gran relevancia debido a que
se trata de un espacio donde se esta-
blecen las relaciones sociales, donde
estás crean el lugar 3 y son creadas en
él, lo que viene dado por la sociedad
(León, 1995).
Estos lugares construidos social-
mente muestran cómo el espacio ur-
bano ayuda a la construcción de las
relaciones sociales, permite la parti-
cipación de los ciudadanos y facilita
la interacción, la socialización, —el
encuentro y el intercambio cultural,
ya que también es el escenario para
las expresiones recreativas— (Pol,
Guàrdia y Peró, 2004). Retomo estas
ideas para expresar que efectiva-
mente todo ciudadano tiene derecho
a relacionarse como sociedad, a vivir
y convivir en el espacio urbano; los
habitantes tienen derecho a cons-
truir sus propios lugares para socia-
lizar y/o recrearse cuando se carece
de él.
En el presente estudio se observó que
en las colonias populares de SLP hay
una reducción considerable de áreas
abiertas públicas, situación que ha
propiciado que diversos grupos de
habitantes actúen de modo indepen-
diente, habilitando espacios abiertos
próximos a sus viviendas los cuales
se encuentran en aparente desuso y
abandono; son los grupos interesa-
dos y motivados por tener un lugar
donde ejercer sus prácticas sociales
o por el beneficio social que conlleva,
los que recuperan esos lugares y rea-
lizan negociaciones y acuerdos entre
3. Cabe mencionar que el presente estudio
corrobora en cierto modo esta afirmación.
sí, para hacer uso de esos espacios
por períodos largos de tiempo.
Bajo esta perspectiva, se presenta el
espacio como campo de negociación
y como medio de las relaciones socia-
les entre grupos diversos que partici-
pan e interactúan en él; siendo im-
prescindible para su comprensión y
explicación abordar la dimensión es-
pacial, la dimensión social y la forma
en que ambas se articulan; razón por
la que se determinó como concepto
rector —la apropiación del espacio—4
que, de acuerdo a Pol y Vidal (2005),
es un fenómeno que sirve de instru-
mento para la explicación objetiva
de una realidad socio-espacial; y de
acuerdo con Elías Huamán (2014)
el espacio urbano se genera a partir
de la apropiación social del espacio
y las formas de relación [social y/o
espacial] entre los diversos actores
de determinados sitios.
Método aplicado
Se determinó la aplicación de un mé-
todo que cruza el trabajo de Norman
Long con el de Lefebvre y los de Pol
y Vida.5 El estudio se maneja con un
4. En la presente investigación se asume
la apropiación como un proceso de
identificación y significación, dado por las
interrelaciones entre los diversos grupos de
habitantes y el entorno físico, ambiental y
social; en busca de satisfacer sus necesidades
existenciales y axiológicas; donde cada grupo
a través de sus prácticas desarrollan diversos
grados de transformación e identificación
espacial, y se reflejan en acciones
transformadoras del espacio físico, y en la
significación social y espacial para el sujeto
o grupo. Con el devenir del tiempo, crea
vínculos entre los habitantes en el entorno
socio-espacial, y se manifiesta a través de los
sentidos, de apego al lugar, de integración, de
identidad y de pertenencia.
5. Centrando el estudio en la capacidad de
intervención de los actores participantes para
la producción social del espacio (Long, 1996),
el espacio bajo la mirada de Lefebvre como
espacio social -concreto, concebido y vivido, y
partiendo del modelo dual de apropiación del
enfoque socio- espacial y se apoya de
algunas técnicas e instrumentos de
la etnografía,6 donde la observación
directa (Petzold, 2012)7 y la interac-
ción con las personas fueron clave
para acercarnos y comprender cada
componente, sentir los modos de
vivir y percibir de la gente; propor-
cionó elementos contundentes para
construir estructuras sociales pero
también espaciales de los lugares
examinados, es decir, para este es-
tudio, representó un modo de apro-
ximarnos al espacio vivido, y enten-
der las interacciones de los sujetos,
identificar sentidos o significados de
los territorializaciones creadas, así
como comprender los modos en que
se presentan las afectaciones, las or-
ganizaciones y las resistencias; todo
ello, debido a que, el espacio social
de manera implícita y explicita con-
lleva el sentido del modo de vivir el
lugar. Es importante considerar que:
“la observación directa es una técnica
de recopilación de información que
consiste en observar de forma siste-
mática los objetos, personas, hechos,
situaciones o acontecimientos dentro
del contexto en que se desarrollan, a
fin de contemplar los aspectos más
significativos inherentes a su com-
portamiento y características den-
espacio propuesto por Vidal y Pol (2005) para
lograr una aproximación a la realidad social.
6. El trabajo etnográfico reflexivo, es
complejo y demanda de períodos de tiempo
largos, por esta razón solo nos apoyamos de
algunas técnicas e instrumentos de medición
que son utilizados en la investigación
etnográfica; la más importante y necesaria fue
entrar al mundo social estudiado, observar
cuidadosamente, participar e interactuar con
los grupos.
7. Considerando que, el cuestionamiento de
la realidad, de lo visible, de lo cotidiano, se
logra mediante una percepción consciente
del espacio urbano, de las personas, de los
objetos y de la relación entre ellos.
37
tro de ese espacio (Tamayo, 1996).
(Petzold,2015)
Esta técnica nos permitió registrar,
ilustrar, y mapear aspectos sociales y
espaciales de manera sistemática, las
modalidades de apropiación y uso de
las personas, para explicar la co-rela-
ción que existe entre la organización
espacial y la social de cada lugar; per-
mitió además indagar la incidencia el
uso del espacio geográfico en función
de su inserción urbana, así como,
las situaciones que acontecen en di-
chos espacios. La complejidad que
implica entender el sentido —espa-
cial y social— de un lugar, o indagar
las intenciones que están detrás de
ellas —interpretación de la realidad
social—, obliga a vincular las cien-
cias que atienden los modos de vida
de las personas; y de ello, identificar
teorías e instrumentos de apoyo que
consoliden y complementen la visión
del diseño urbano-arquitectónico;
resultan vitales para el registro, com-
prensión e interpretación de las va-
riadas modalidades de vivir y usar el
espacio.
Instrumento de recolección y
análisis
En el transcurso del estudio se reali-
zaron múltiples mapeos socio-espa-
ciales; recurso que descansa sobre el
supuesto de que la realidad socio-es-
pacial puede ver como un sistema de
relaciones donde los que participan e
interactúan son los sujetos y los ele-
mentos o condiciones del entorno —
atributos físico- ambientales-socia-
les— que influyen de manera positiva
o negativa en los modos de actuar de
los sujetos —individual y colectivo—
(Ver imagen 01); relaciones e inte-
racciones que pueden crear diversos
tipos de vínculos —entre os sujetos
y entre estos con el entorno—, y que
además, condicionan las formas de
utilizar y ocupar el espacio.
Este instrumento nos permitió regis-
trar de manera sistemática las moda-
lidades de uso, las interacciones y re-
laciones al interior de estos lugares y
representarlo en esquemas o diagra-
mas que abren la posibilidad de dar
cuenta de situaciones de encuentro y
desencuentro, y de las formas en que
los grupos resuelven situaciones de
conflicto socio-espacial; mediante el
registro del ordenamiento de los ele-
mentos físicos y las posiciones de los
grupos de personas presentes en el
espacio practicado se puede indagar
las formas en que operan los lugares.
(Ver imagen 02).
38
IMAGEN 01. CONDICIONANTES FÍSICO-AMBIENTALES. ORDENAMIENTO ESPACIAL.
FUENTE: SITIOS DE ESTUDIO. ELABORACIÓN PROPIA.
IMAGEN 02. UBICACIÓN GEOESPACIAL DE GRUPOS PARTICIPANTES.
FUENTE: SITIOS DE ESTUDIO. ELABORACIÓN PROPIA.

39
40
El mapeo de actores socio-espaciales
debe ser considerado como un pri-
mer paso para contactar y vincular a
los actores más representativos como
informantes, portadores de las nece-
sidades espaciales de un grupo social
IMAGEN 03. POSICIONES DE CONTROL MANIFESTADAS EN EL ESPACIO VIVIDO.
FUENTE: ACTORES. ELABORACIÓN PROPIA.
El mapeo de los actores ayuda a re-
presentar la realidad social en la que
se intervendrá, comprenderla en su
complejidad y diseñar estrategias
de intervención con más elementos
que el solo sentido común o la sola
opinión de un calificado (Pozo Solís,
2007); es una actividad obligada.
No obstante, el mapeo de los acto-
res espaciales (físicos y ambientales)
ayuda a representar los elementos
que inciden en las formas en que se
y/o como aliados en la producción de
un nuevo espacio público (ver ima-
gen 03); además ayuda a identificar
cómo los espacios responden o no a
las necesidades de socialización y re-
creación; además de esclarecer cuá-
ejercen las prácticas, permite ver los
niveles de incidencia y las formas de
control y negociación socio-espacial;
a través de este instrumento obte-
nemos elementos contundentes que
permiten determinar su correlación
y los vínculos socio-espaciales que se
crean.
El mapeo de actores permite por el
lado social conocer las alianzas, los
conflictos, los portavoces autoriza-
dos, y por ende, permite seleccio-
les son las características de espacios
representativos en aspectos funcio-
nales y sociales para grupos conside-
rables de personas.
nar mejor a los actores a los que se
deba dirigir en tal o cual momento
(ver tabla 01), y por el lado espacial,
permite conocer los atributos físicos-
ambientales y sociales reconocidos,
rechazados y aprovechados por los
sujetos, comprender su modo de per-
cibir y usar el espacio, y por consi-
guiente seleccionar y planear mejor
los espacios urbanos públicos.
41
 TABLA 01. NIVELES DE INTERVENCIÓN MANIFESTADOS EN EL ESPACIO VIVIDO.
FUENTE: ACTORES. ELABORACIÓN PROPIA.
Los recursos técnicos empleados
durante la observación directa y sis-
temática fueron: video, fotografía,
grabador de audio y plano de regis-
tro. Técnicas empleadas para regis-
trar la realidad, para identificar las
territorializaciones definidas por
los grupos participantes, registrar
la ubicación de las personas y para
la reconstrucción de los escenarios
socio-espaciales.
Procedimiento
La toma de muestra inició en octubre
del año 2015 y concluyó en julio del
Resultados
Los resultados muestran cómo a lo
largo de nuestras vidas, las personas
nos enfrentamos a espacios con los
que interactuamos que no responden
a las expectativas del modo de vida
deseado o planeado; y cuando esto
nos sucede, se inicia la búsqueda de
año 2017; como ya se mencionó para
la realización de los mapeos socio-
espaciales, fueron consideraros los
actores físicos, ambientales y socia-
les que interactúan e influyen en la
forma en que se ejerce cada una de
las prácticas sociales.
De la observación sistemática, la fo-
tografía y el video, se obtuvo, por un
lado, datos físico-ambientales y so-
ciales, que ayudaron a reconstruir la
escena socio- espacial y representarla
en mapas que nos permitió estudiar
las maneras en que se presentan las
Preguntarse cómo los espacios devienen lugares supone
profundizar en las relaciones y los vínculos que se establecen
espacios que pueden cubrir en mayor
o menor medida las condiciones so-
ciales y espaciales esperadas. Una o
varias configuraciones socio- espa-
ciales son sometidas a prueba a tra-
vés de la interacción y experimenta-
ción. Este interés del sujeto o de un
grupo consciente de lo que quiere, lo
relaciones entre los elementos al ejer-
cer las dinámicas sociales, identificar
diversos territorios y límites marca-
dos por los grupos interactuantes, los
atributos físico ambientales y su rela-
ción con la práctica ejercida. Por otro
lado, se obtuvo también, a todos los
actores participantes y el papel que
juega cada uno de ellos en la escena,
de este modo se pudimos identificar
jerarquías, los actores promotores,
motivadores, negociadores, o sim-
plemente los participantes en la es-
cena social.
entre las personas y los espacios.
(Vidal y Pol, 2006)
impulsa a participar voluntariamen-
te, a realizar acciones y transforma-
ciones para adecuar el espacio.
Por esta razón, poco a poco se iden-
tifican con el espacio, establecen y
determinan la función del espacio y
el tipo de práctica; es decir, definen
paulatinamente una organización
42
social y espacial congruente con su
modo de vida; que implica la realiza-
ción de acciones diversas de negocia-
ción, de gestión, de valoración, para
controlar y dominar las múltiples
situaciones que surgen de las prác-
ticas (sociales, económicas, espacia-
les, psicológicas). De esta manera, el
IMAGEN 04. PROCESO DE APROPIACIÓN SOCIAL DEL ESPACIO
FUENTE: ESPACIO VIVIDO, TEORÍA POL Y VIDAL 1996. ELABORACIÓN PROPIA.
Por esta razón, poco a poco se iden-
tifican con el espacio, establecen y
determinan la función del espacio y
el tipo de práctica; es decir, definen
paulatinamente una organización
social y espacial congruente con su
modo de vida; que implica la realiza-
ción de acciones diversas de negocia-
ción, de gestión, de valoración, para
controlar y dominar las múltiples
situaciones que surgen de las prác-
ticas (sociales, económicas, espacia-
les, psicológicas). De esta manera, el
entorno socio-espacial gradualmente
adquiere significado —favorable o
desfavorable para los grupos invo-
lucrados o afectados por el tipo de
práctica—, determinan la forma so-
entorno socio-espacial gradualmente
adquiere significado —favorable o
desfavorable para los grupos invo-
lucrados o afectados por el tipo de
práctica—, determinan la forma so-
cial y espacial; crean con el devenir
del tiempo vínculos afectivos entre
los sujetos y entre éstos con el entor-
cial y espacial; crean con el devenir
del tiempo vínculos afectivos entre
los sujetos y entre éstos con el entor-
no, los cuales reflejan diversos gra-
dos de apego, de identidad y de per-
tenencia al lugar (ver imagen 04). A
lo largo de este proceso se manifiesta
el sentido de los modos de habitar, de
usar y de apropiarse de espacio para
hacerlo lugar.
Un lugar urbano público construido
socialmente implica satisfacción, to-
lerancia, utilización, organización,
negociación y transformación cons-
tante; y como consecuencia permite
que el contexto logre ciertas condi-
ciones para que la gente viva mejor y
el espacio adquiera una significación
no, los cuales reflejan diversos gra-
dos de apego, de identidad y de per-
tenencia al lugar (ver imagen 04). A
lo largo de este proceso se manifiesta
el sentido de los modos de habitar, de
usar y de apropiarse de espacio para
hacerlo lugar.
que los vincule, mediante la creación
de diversos niveles de lazos afectivos.
Estructura socio-espacial
La estructura manifestada en los
espacios colectivos —existenciales—
producidos con el devenir del tiem-
po y a partir de la existencia de los
sujetos en el lugar, mantienen un
orden semejante; donde el área de-
portiva es el eje central; de mane-
ra concéntrica se generan diversas
áreas de ocupación y, en cada una de
estas zonas, se manifiesta un mayor
grado de agencia y participación acti-
va voluntaria; los de mayor nivel son
los más próximos al centro y los más
lejanos al centro son para los grupos
43
que les interesa observar las activida-
des sin asumir ningún compromiso.
Debido a la diversidad de grupos, los
que implican algún riesgo definen su
territorio y los otros mantienen su
distancia. Los grupos de servicio se
ubican en puntos estratégicos exten-
IMAGEN 05. ESTRUCTURA SOCIO-ESPACIAL. COMPONENTES Y DOMINIO TERRITORIAL.
FUENTE: SITIOS DE ESTUDIO. ELABORACIÓN PROPIA.
Conclusión
Se percibe que estudios socio-espa-
ciales han sido abordados desde las
disciplinas de las Ciencias Sociales
y las Ciencias del Hábitat principal-
mente, es decir, a partir de la dimen-
sión social y espacial; sin embargo,
parece debatirse entre dos grandes
polos, desafortunadamente disocia-
dos. Por un lado, centrados en las
distribuciones espaciales enfatizando
aspectos funcionales y, por el otro, en
las relaciones y procesos sociales que
generan esas distribuciones, pero no
consideran que a su vez son influen-
ciados por el entorno físico-ambien-
diendo de este modo su zonas de do-
minio. El espacio se convierte en un
medio para evitar tensiones. Además
de expresar el nivel de control y do-
minio de la posición geo-territorial,
las distancias que mantienen entre
ellos expresan el nivel de integración
tal y social del lugar. Una situación
compleja que se incrementa al con-
siderar la dimensión fenomenológica
y la temporal; necesarias para com-
prender y explicar la manera en que
éste incide en los modos de habitar y
transformar el entorno, y por la cual
se comprende el sentido y significa-
do que las personas le atribuyen al
lugar.
Se confirman las palabras de Pára-
mo y Burbano (2014) ”los usos y las
prácticas no ocurren en el vacío”, por
lo que resulta necesario indagar la
influencia que ejerce la configuración
espacial y social del lugar como ele-
o de individualización; mediante una
representación gráfica de la ubica-
ción geo-referenciada ver imagen 02,
podemos comprender la estructura
socio-espacial conceptual del lugar
(ver imagen 05).
mentos condicionantes de las prácti-
cas y de los usos que dan origen a las
formas y modos de habitar.
Por otro lado, en el Derecho a la Ciu-
dad, hay una aparente dificultad de
conciliar los intereses particulares
y colectivos; sin embargo, los casos
estudiados nos demuestran que las
paradojas y las fronteras se diluyen y
es posible formar lazos complemen-
tarios desde la negociación. Los ha-
bitantes tienen un enorme potencial
de acción y de transformación social,
sobre todo, en contextos excluyentes.
Es imprescindible el reconocimiento
de las formas en que los ciudadanos
44
manifiestan resistencia y oposición a
las imposiciones alienantes para la
socialización; por lo cual, a contra co-
rriente de los prejuicios y dogmatis-
mos, los propios ciudadanos ofrecen
testimonio de libertad cuando crean
sus propios espacios sociales a través
de procesos en que destaca la partici-
pación colectiva, la integración de la
diversidad, y el respeto y tolerancia
hacia el otro, mediante una perspec-
tiva igualitaria y democrática.
portamiento Humano. Barcelona.
Universidad de Barcelona, Editorial
Resma.
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Derecho a la Ciudad, Revista Paz y
Conflictos, No. 5.
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Pol, E., Guàrdia J. y Peró M.
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del espacio mediante ecuaciones Es-
tructurales. Medio Ambiente y Com-

45
 Alternativas de espacio habitables.
Un acercamiento a los impactos en la habitabilidad
desde la Neorruralidad.
Zilli García Gabriel1,
Vázquez Honorato Luis Arturo2,
Salazar Martínez Bertha Lilia3
1
Facultad de Arquitectura, Zona
Xalapa, Universidad Veracruzana.
zs17000751@uv.mx
2
Facultad de Arquitectura, Zona
Xalapa, Universidad Veracruzana.
luivazquez@uv.mx
3
Facultad de Arquitectura, Zona
Xalapa, Universidad Veracruzana.  sus características de instalación al la intención de vincular lo tradicional
lsalazar@uv.mx
Resumen:
En los últimos años ha existido una
transformación en la manera de ha-
bitar, debido a la búsqueda del ser
humano por el mejoramiento de su
calidad de vida, ya que las ciudades
han dejado de proporcionar los re-
cursos necesarios para tener los ele-
mentos indispensables para aspirar
a vivir de manera adecuada. Nece-
sidad que se genera como respuesta
al fenómeno Neorrural como una
alternativa de habitar, basado en el
aprovechamiento de la producción
de los recursos a escalas humanas.
En este documento se pretende mos-
trar el impacto dentro de dos casos
de estudio analizados en el Estado de comunicación y los instrumentos de
Veracruz. información mediáticos masivos1.
Una alternativa que empata con una
Palabras clave: Paradigma de las exigencias del mundo con-
sustentable, Fenómeno neorrural, temporáneo: a saber, la necesidad
Identidad. de armonizar las acciones tradicio-
nales que han funcionado en el pa-
sado con el conjunto de costumbres,
Introducción ideas, creencias, tradiciones, ciencia
El estrecho vínculo observado entre y tecnología que caracterizan un mo-
los factores de carácter económi- mento histórico permeado por trans-
co, cultural y social desde el enfo- formaciones dinámicas cada vez más
que ecológico, particularmente en constantes y aceleradas. Se trata de
sitio, dio lugar al término Neorru- y lo contemporáneo en la búsqueda
ral (Nogué i Font, 1988. p.145-175), de un justo medio, un punto de equi-
como categoría de análisis concep- librio entre lo novedoso y lo arcaico.
tual. Estos fenómenos responden a la
necesidad de ofrecer una respuesta a Construcción del fenómeno
las exigencias del mundo moderno, a como categoría de análisis
partir de la revalorización de las bue- La complejidad del fenómeno Neo-
nas prácticas generadas por el proce- rrural es amplia, por lo que no sería
so evolutivo del hábitat humano en posible extenderse en cada uno de
el pasado y ponen en tela de juicio 1. “Y no basta (…) con saber lo que ha
la postura únicamente económica en ocurrido desde el comienzo de la vida
en sociedad y desde que los hombres
los ecosistemas urbanos como ofre- establecieron costumbres e instituyeron leyes
cimiento de estabilidad para costear para coordinar las acciones de los particulares
(…) considerar que las fases históricas son
las condiciones mínimas de vida y la poco más que un instante en la duración de la
construcción de un hábitat adecuado existencia de la humanidad, buscar en aquel
pasado perdido e inmemorial los sedimentos
para el desarrollo del hombre (Mon- de experiencia que actúan aún hoy como
taner, 1999. p.18). motivos profundos, explicar el malestar
presente por medio del inconsciente colectivo
Se trata de una alternativa ante los de la humanidad, igual que como se buscan
procesos establecidos por el pen- los orígenes de las neurosis individuales en la
experiencia inconsciente de la infancia y en
samiento moderno, la inercia del los traumas de la vida prenatal” (Argan, 1960.
convencionalismo en la era de la p. 339- 342).
46
los enfoques que surgen del paraguas
Neorrual; sin embargo, y debido a
que lo que interesa a este trabajo es
la forma de transformación y apro-
piación territorial, bajo la premisa
de identificar la forma de materiali-
zar un ideal utópico-pragmático, se
resume la construcción del objeto de
estudio de la siguiente manera.
A partir de los cambios acelerados
producidos por el modelo de desa-
rrollo surgen dos tendencias descri-
tas por Bruno Jean: “la que predica el
fin de lo rural, y la que afirma que la
categoría conserva todavía su especi-
ficidad”. (Jean, B. 1989).
Por otra parte, se han trabajado algu-
nas clasificaciones, entre ellas la que
propone M. Carolina Feito:
a) Residentes rurales con trabajo
urbano no agrícola: poblaciones
de origen u ocupación urbana,
que resuelven vivir en el campo e
influyen en la construcción de otra
ruralidad;
b) residentes rurales con trabajo
no agrícola en sede rural: pobla-
ciones que viven y trabajan en el
campo en ocupaciones no agrí-
colas (ejecutivos de empresas de
informática u otras de alta tecno-
logía instaladas fuera de las ciu-
dades); y
c) neo-rurales propiamente di-
chos, residentes rurales volunta-
rios con trabajo rural: poblaciones
de residencia y ocupación urbana
que deciden mudarse al campo y
trabajar en él en ocupaciones liga-
das a la tierra, basándose en una
filosofía revitalizadora de la Na-
turaleza, los neo-rurales propia-
mente dichos (Feito, 2010. p. 1-9).
En este sentido, Hugo Ratier (2001) que evidencia un desacuerdo con el
distingue tres tipos de situaciones sistema socioeconómico, político y
respecto a los nuevos pobladores cultural establecido por el proceso de
rurales: desarrollo predominante; parte de la
observación del espacio rural como
“Contraurbanización (migra- una oportunidad para obtener condi-
ción al campo de clases medias ciones óptimas de un estilo de vida
que valorizan lo rural como entor- que satisface las condiciones ideales
no residencial. Pueden vivir en el de vida y promueve la conservación
campo y trabajar en la ciudad, o de ecosistemas naturales desde la
efectuar en el primero toda su ac- preservación del hábitat. Morillo y
tividad no agrícola, fábricas o em- Pablos plantean:
presas en el campo); Neo-rurali-
dad propiamente dicha (mudanza “Estas migraciones urbano-rurales
de habitantes urbanos al campo son observadas como movimien-
donde emprenden actividades tos de población que implican una
agrícolas innovadoras, se integra mezcla de protesta social, búsque-
con la llamada rurbanización y da de nuevos modelos de vida,
con las nuevas culturas aldeanas visiones utópicas sobre nuevas
que actualizan de elementos cam- oportunidades vitales, entre otros
pesinos en un contexto contempo- aspectos” (Morillo y Pablos de,
ráneo y suponen la confluencia de 2016. p. 175).
nuevos y viejos rurales en la cons-
trucción de principios comunes); Sin embargo, las características
Ruralización urbana: presen- primordiales como el amor por el
cia de elementos culturales rurales campo, la búsqueda constante de un
en el medio urbano, llevados por acercamiento al contacto con la na-
migrantes”. (Ratier, H. 2001. p. turaleza, la aspiración por una vida
10-28). libre de apariencias y competitividad
en un entorno rural van de la mano
Para este trabajo sólo se atenderá el con la voluntad de romper con los
fenómeno Neorrural, considerado hábitos3 preestablecidos por el esti-
como una emigración de habitantes lo de vida urbano (posesiones, pau-
de las grandes ciudades a territorios emulación de los vecinos de enfrente,
despoblados rurales, con peculiari- reivindica el hedonismo, el placer, las
experiencias extrasensoriales y busca
dades de instalación particulares, alternativas en las filosofías orientales”
siendo éstas las que le dan el sen- (Pardo, 2013. p. 4).
3. Ben Altabef (2003) “resalta la idea de
tido y el carácter de Neorrural. Se habitar que implica una acción o práctica
presenta como un movimiento con- social, inherente a la naturaleza humana, esto
es el vivir, y también una cualidad en cuanto
tracultural2 con tendencia pacifista es generador de hábitos, es decir de usos y
2. “La contracultura critica el materialismo costumbres; esta práctica se desarrolla en un
y la hipocresía sexual de la sociedad espacio, que genera un hábitat, ámbito de uso
estadounidense y postula nuevas formas individual y colectivo del vivir, que es materia
de organización basadas en la solidaridad, de especial interés desde el hacer cotidiano y
la libertad sexual y el amor, así como una que se ve condicionado y determinado por las
importante revalorización de la naturaleza. diferentes modalidades del habitar” (citado
Frente a la obsesión por el trabajo y la en Zulaica y Celemín, 2008).
47
tas de consumo, jornadas de trabajo,
etcétera).
La comprensión del lugar4, su hábi-
tat, es una condición fundamental
para cualquier análisis dentro de los
procesos de cambio (económico-
social). Recuperar la perspectiva del
sujeto en su vida práctica, cotidiana
y laboral, es dar cuenta de la expe-
riencia espacial desde el punto de
vista de esta investigación; siendo la
apropiación simbólica social la que
constituye al espacio en múltiples
lugares, a partir de las interacciones
entre los individuos y/o grupos so-
ciales con el espacio físico y, por lo
tanto, posibilita la creación de entor-
nos adecuados desde la construcción
física, social, natural y productiva del
hábitat humano.
Aun cuando existan diferencias entre
las posiciones de los nuevos habitan-
tes del campo o la ruralización de las
zonas urbanas, se identificaron cate-
gorías de análisis resumidas en tres
aspectos de comportamiento:
1. La búsqueda de un acercamiento
espiritual y convivencia con la na-
turaleza (Motivación Ecologista);
2. La búsqueda de un ideal soste-
nible, bajo la dinámica de ensayo-
error (Motivación Economicista) y;
3. La ruptura de viejos hábitos so-
ciales marcados por el estilo de vida
moderno, ante el innegable fraca-
so de las propuestas encaminadas
hacia un mejoramiento del hábitat
humano (Motivación de Refugio).
(Rodríguez y Trabada, 1991. p. 79):
4. El lugar como punto del espacio físico en
que están situados un agente o una cosa, ya
sea como localización o como posición; y el
sitio ocupado como la extensión superficial
y volumétrica que un individuo o cosa
ocupan en el espacio físico, sus dimensiones
(Bordieu, 1999. p. 119).
La pérdida de las funciones tradicio-
nales y sus mecanismos de reproduc-
ción espacial de las zonas rurales se
ha acentuado por el éxodo rural en
relación con los intereses del capi-
tal y sus estrategias de rentabilidad
o por la conceptualización de una
modernidad a partir de la repetición
de las características físicas de la
ciudad como un ideal a alcanzar en
estas localidades. En este sentido,
los jóvenes repobladores pretenden
rehabilitar estos sitios, simbólica y
funcionalmente, mediante la formu-
lación de una neocultura5; para esto
se comienza por recuperar las acti-
vidades que se desarrollaba antes
del éxodo (ganadería, agricultura y
artesanías), para luego adaptarlas a
los nuevos procesos de mercado sin
perder su escala cíclica natural, sean
o no su principal fuente de recursos.
Rodríguez y Trabada proponen la
siguiente clasificación para dichas
actividades:
a) “Sector primario: agricultura
biológica, ganadería autóctona,
apicultura, cultivo de plantas aro-
máticas y medicinales, recupe-
ración y cuidado del patrimonio
natural.
b) Sector secundario: artesanía y
manualidades, industrias alimen-
tarias, histórico-artístico, indus-
trias de cosmética natural.
c) Sector terciario: actividades lú-
dico-educativas (granjas-escuela,
aulas de naturaleza, campos de
trabajo y de convivencia, univer-
sidades verdes-centros de investi-
gación, centros culturales, museos
5. Neocultura: se refiere a volver a establecer
actividades humanas en relación con su
entorno, para generar un hábitat adecuado.
etnológicos, turismo verde no ma-
sificado); actividades asistenciales
(centros de salud naturistas, cen-
tros de rehabilitación de toxicóma-
nos, centros de reposo)” (Rodrí-
guez y Trabada, 1991. p. 82).
Es decir, intentan recuperar los ele-
mentos tradicionales de la cultura
rural, pero siempre con una dimen-
sionalidad condicionada por elemen-
tos de la cultura urbana, situación
que pretende mutar la forma de vida
en el entorno rural bajo un estableci-
miento tecnológico que ofrece opor-
tunidades laborales sin la necesidad
de permanecer en un entorno urba-
no. Debido a esto se vincula con un
sector de población con caracterís-
ticas específicas que logra mutar su
concepción de vida y desarrolla po-
sibilidades de transformación-acción
social.
Esta territorialización es la que co-
adyuva al presente trabajo, debido a
que la carga simbólica se materiali-
za y, dentro de esta materialización,
se encuentra la vivienda Neorrural
como un espacio antrópico. Viendo
en ella todos los elementos necesa-
rios para el estudio de una sociedad
que tienda a la autogestión y preten-
da alcanzar las condiciones de ha-
bitabilidad idóneos para individuos
con características similares.
El caso de estudio
En general, estas prácticas buscan el
empoderamiento y la inclusión me-
diante las técnicas de participación,
donde se traspasan las escalas jerár-
quicas con un manejo y conocimien-
to de los recursos propios, con expe-
riencias propias.
48
Con relación a lo anterior y cons-
cientes del papel que juega el inves-
tigar en este momento del desarrollo
científico, se reconoce el rol de di-
namizador de los procesos de em-
poderamiento de un grupo social ya
organizado, en donde la construcción
e intercambio de conocimientos sea
paralelo a la intervención metodoló-
gica, para este trabajo y los que estén
por realizarse a futuro en este campo.
Por lo que se toma la decisión, en pri-
mera instancia, de realizar el análisis
principal, caso de estudio y contras-
tación de la eficiencia en la habitabi-
lidad Neorrural sobre una Coopera-
tiva en Huatusco denominado “Las
Cañadas-Bosque de Niebla”, en Hua-
tusco, Veracruz y Periferia de Xalapa,
Veracruz , ubicada en la Región de
las Altas montañas, por su nivel de
complejidad y relevancia en cuanto
a los alcances de dicha investigación.
Para concluir con la descripción de
una vivienda con características de
nivel socio económico medio y otra
de nivel bajo6, con la finalidad de
hacer una comparativa entre las vi-
viendas mencionadas.
6. En cuanto a los metros cuadrados de
construcción de las viviendas.
Para este caso, de los 17 asentamien-
tos identificados en el análisis territo-
rial (Figura. 1. y 2.) se eligieron para
el posterior análisis (relacionado al
espacio antrópico rural) las viviendas
en donde las prácticas de difusión y
manejo responsable de los recursos,
permitieron realizar una correc-
ta descripción del funcionamiento
sobre las técnicas y las tecnologías
utilizadas en su contexto particular.
También dentro de este proceso de
elección de las viviendas fue deter-
minado con base en aquellas que
mostraron una evidente composición
material y simbólica7 que promoviera
la acción social colectiva mediante el
fortalecimiento de redes mutuas, así
como las particularidades de las es-
tructuras microsociales de sus miem-
bros: diálogos entre actores sociales,
del estado y sus alianzas. Sobre todo,
por la inquietud que se muestra de
querer dar respuesta a sus necesida-
des mediante una dialéctica urbano-
rural, así como las acciones locales
con el pleno conocimiento de sus
impactos a escala global, procesos
7. La transición entre el imaginario urbano-
rural como fenómeno complejo por sus
prácticas sociales y tecnológicas.
de transición sistémica que operan
entre dichos asentamientos con otras
organizaciones similares en la locali-
dad, ampliando con esto su panora-
ma de red8.
Las flechas amarillas en las Figuras
1 y 2 indican los asentamientos o las
dinámicas relacionadas al fenómeno
Neorrural. Al referirse a dinámicas,
no se está hablando de asentamien-
tos habitacionales (ya sean estas co-
munas o nucleares), sino al hecho de
la producción, manufactura o venta
de los productos autoproducidos,
como es el caso del Mercado Coatl o
el tianguis agroecológico de Xalapa
o la Zona K, lugar de confluencia de
los habitantes para reuniones comu-
nitarias. El sesgo de identificación
también se limitó a zonas corres-
pondientes al ecosistema Mesófilo
de montaña o bosque de niebla. Por
ejemplo: el punto tres y el ocho de la
Figura 1, así como el punto 13 de la
región de las Altas Montañas que se
observa en la Figura 2.
8. Se identifican como sociedades que se
investigan a sí mismas.

Figura 1: Identificación de asentamientos Neorrurales en la región

capital de acuerdo a la investigación de campo. Imagen obtenida de
Google Maps 2015, con información adicional, realizada por los autores
(2015). Esta imagen muestra la sección correspondiente a la Región
Capital del Estado de Veracruz, donde destacan los municipios de
Xalapa, Xico, Coatepec y Jalcomulco, siendo éstos los principales
lugares donde se identificaron asentamientos con características
neorrurales en la periferia de la Zona Metropolitana de Xalapa. Cada
flecha indica su ubicación Urbano-Regional, en ella se representa
un número del 1 al 12, el cual corresponde a una cédula de
información que desglosará su información correspondiente a cada
asentamiento.

49
 Figura 2: Identificación de asentamientos Neorrurales en la región
de las Altas Montañas. Imagen obtenida de Google Maps 2015,
con información adicional, realizada por los autores (2015). Esta
imagen muestra la sección correspondiente a la Región de las
Altas Montañas del Estado de Veracruz, donde se destacan los
municipios de Córdoba, Orizaba, Coscomatepec y Huatusco,
siendo éstos los principales lugares donde se identificaron asentamientos
con características neorrurales. Cada flecha indica su ubicación Urbano-
Regional, en ella se representa un número del 13 al 17.

Metodología para fomentar la habitabilidad del y de definición de variables que es-

A través del método Livingston, se
realizó en primer lugar la observa-
ción del sitio, posteriormente se de-
finieron las variables de tipo cualita-
tivo que pudieran aportar respuestas
asentamiento y a su vez se constru-
yó un mapa mental que describiera
la forma en la que se establecieron
la lógica de planeación en el sitio, las
consideraciones multidisciplinares
tablecieron las concordancias en las
ideas para la realización del estudio
que se definen en la Imagen 1.

Imagen 1: Se muestran las variables independientes: Hábitat, Sociedad y Territorio, con sus respectivas variables dependientes de primer
grado. A su vez, estas variables se encuentran enmarcadas por un concepto mayor basado en sus constantes de Lugar, Tiempo y Normatividad.
En donde: M.P. = Metodologías Participativas (SOCIEDAD ORGANIZADA), A.N.P. = Área Natural Protegida (Territorio y Usos de suelo), T.E.
= Transformación Espacial (Producción social de hábitat), Trabajo de gabinete realizado por los autores (2017).

50
Tabla 1: Indicadores de habitabilidad conformada por hábitos. Trabajo de gabinete de los autores. 2017.

De las características obtenidas en la
investigación, se generó una Cédula
de Información con fundamento en
los indicadores necesarios de eva-
luación (ver Tabla 1). La primera
escala se compone de Habitabilidad,
conformada por hábitos -aspectos
de identidad- más hábitat -espacio,
lugar, territorio; natural y antrópi-
co-, estos como variables de primer
grado; como variables de segundo
grado se identificaron: Conservación
de Recursos Naturales, Función Ocu-
pación, Producción de Alimentos,
Características del Sitio, Vivienda,
Servicios, Equipamiento, Movilidad;
también se toma en consideración,
para la evaluación, las características
del asentamiento humano, si éste es
Nuclear o Comunal, si fue realizado
o está siendo bajo autogestión o no.
Posteriormente, se desarrollaron
prácticas de observación no partici-
pante y participante con el fin de ir
estableciendo la mecánica de pre-
evaluación de la técnica a desarro-
llar, que llevará a la realización de
entrevistas estructuradas y no es-
tructuradas en los habitantes de la
zona, donde se pudo obtener datos
característicos de aspectos sociales
que impactan en la transformación
del sitio, como se puede apreciar en
la Gráfica 1, donde se busca conocer
el impacto en la habitabilidad del es-
pacio antrópico o transformado por
el hombre.

Gráfica 1: Dentro de los aspectos sociales, ha de destacarse el nivel educativo de los neorrurales; por un lado, los que acaban de llegar al sitio y
lo transforman y, por el otro, los que ya vivían en el sitio, pero han sido contagiados por las nuevas prácticas

51
En la Gráfica 2, se destaca la actividad económica que realizan los habitantes del lugar, donde se puede observar que
el mayor porcentaje se enfoca en la autoproducción.

Gráfica 2: La actividad económica predominante es el trabajo autónomo, destacando oficios y trabajos técnicos y hasta de peritajes, todos en
la rama de la construcción e ingenierías; seguido de los trabajos agroecológicos, artesanales y cursos de capacitación (diálogo de saberes). Cabe
destacar, que, en la mayoría de los casos, se producen sus propios alimentos, se dedique o no la venta de los mismos.

La materialización del ideal anchuras, profundidades, tipo de ca, siendo establecida desde métodos
utópico revestimiento (grava, tierra compac- Fotovoltaicos, micro-hidroeléctricos,
Al ver la vivienda como un sistema,
se pueden jerarquizar algunos ele-
mentos que la componen, ya sea por
el caso particular del sitio o de los ob-
jetos en su conjunto y su relación con
el entorno en el que se desarrollan.
Por ejemplo, la accesibilidad, el plan
hidráulico, el manejo de suelos o el
plan energético.
Al referirse a la accesibilidad, se
puede pensar en elementos de mo-
vilidad, como es el caso de caminos
existentes, veredas en el terreno o tra-
zos naturales del terreno. La disposi-
ción de las zonas podría variar por el
trayecto de estos elementos. Ahora
bien, si se toma en cuenta que cada
elemento constituye, en sí mismo,
un sistema compuesto de elementos
en una escala diferenciada se podría
hablar de un sistema complejo, com-
puesto por elementos diversos que a
su vez son microsistemas o un siste-
ma de sistemas. En el caso de los ca-
minos, por ejemplo, sería un sistema
compuesto por pendientes (ideales o
negativas para tales o cuales fines),
tada, piedra caliza, asfalto, concreto
hidráulico, etc.) que se basan en una
respuesta desde un constructo, a par-
tir de la existencia de condiciones o
características propias, que surgen
desde la dicotomía de los hábitos y el
hábitat y permiten de estar manera
ser definidos de una forma correcta.
En relación con el plan hidráulico, se
toman en cuenta elementos como:
obtención del recurso hidráulico,
captación (superficial, subterráneo,
captación, etc.), sistema de almace-
namiento, calidad del agua, trata-
mientos y alcantarillados (separa-
ción de aguas grises y negras), etc.
Para el manejo de suelos, se deben
contemplar los usos que se le darán
a la superficie del terreno, nutrientes
de la tierra, control de actividades de
erosión, suelo propicio para animales
y/o plantas; el uso de técnicas como
las curvas de nivel y barreras vege-
tales, sus coberturas y linderos, que
ayudan a la definición de patrones.
El plan energético se basa principal-
mente en energía eléctrica y calorífi-
eólicos, termodinámicos, etc.; Com-
bustibles fósiles (gasolina, diésel,
gas), aceite vegetal para motores dié-
sel, gasificación de leña.
Tomando en cuenta la variedad de
los elementos que integran dichos
sistemas, se hace un concentrado
de los mismos viendo a la vivienda
Neorrural como espacio antrópico,
en otras palabras, los criterios que
se toman en cuenta para el diseño y
construcción de la misma, por ejem-
plo, diseñar por sistemas pasivos o
mixtos9, aplicación de principios de
diseño que reduzcan la vulnerabili-
dad ante posibles riesgos (incendios,
deslaves, tormentas, etc.); uso ade-
cuado de materiales de construcción
(tópicos, endémicos, locales, regio-
9. Nota del autor: Los métodos relacionados
a Sistemas Pasivos o Mixtos (híbridos
entres sistemas activos y pasivos), están
relacionados a la Arquitectura Bioclimática,
quien se caracteriza por utilizar los recursos
existentes en la región, de fácil accesibilidad
(como el sol y el viento, siendo considerados
estos como recursos renovables e infinitos.
La base de los sistemas Pasivos), para regular
el ambiente en un sitio determinado de otro
(microclimas).

52
nales, naturales, de bajo costo ener-
gético, etc.); espacios multifuncio-
nales como construcción habitable,
taller, resguardo; contemplar el im-
pacto visual y ambiental; costo total.
En resumen, se puede decir que los
elementos antrópicos que componen
el sistema complejo de la vivienda
Neorrural en el caso de La cooperati-
va, son: Huerto biointensivo, bosque
comestible, producción agroecológi-
ca y ecotecnologías.
Conclusión
La necesidad de incentivar nuevas
formas de transformación o adecua-
ción del hábitat humano para la ge-
neración de mejores condiciones de
vida en un entorno adecuado y en
concordancia con las dinámicas de
la población, se constituye a partir de
la posibilidad de establecer procesos
de adaptación bajo consideraciones
de análisis específicos. Considera-
dos desde el estudio de los hábitos
y el hábitat en el que se plantean los
asentamientos humanos, buscando
construir instrumentos que forta-
lezcan planteamientos integrales los
cuales permitan el desarrollo de ca-
pacidades y respuestas mucho más
complejas que visualicen propuestas
Imagen 2: Panorama entre el concepto de Habitabilidad Neorrural y el espacio antrópico o Construido desde la Neorruralidad. Elaborada por
los autores 2017.
desde las consideraciones primarias
de protección y cobijo, hasta aquellas
de autoproducción y consumo desa-
rrolladas en términos económicos,
que llevan a establecer como estra-
tegia la construcción sistémica de un
análisis y una propuesta hacia mejo-
res condiciones de vida del ser huma-
no, en concordancia con su entorno
ambiental y el establecimiento de
consideraciones de cohesión social y
apropiación al lugar.
El incremento de búsqueda de nue-
vas forma de habitar, en olvido a una
forma urbana de vivir, la cual ofrece
condiciones de deterioro biofísico
para el ser humano y no permiten la
adaptación con un entorno natural
ha permitido el regreso de la pobla-
ción urbana a los entornos rurales;
en donde se establece por conside-
rar estos ambientes como más sa-
ludables, desde la construcción so-
cial, económica y ambiental del ser
humano, que propicia una mejora
en la calidad de vida y la búsqueda
de conservación de estos ambientes
naturales.
Como ya se ha mencionado, plan-
tearse el fenómeno Neorrural como
un sistema urbano complejo, no per-
mitiría reducirlo a un solo término
generalizador. Sin embargo, este sis-
tema cuenta con elementos estructu-
rales que sirvieron para extraer los
componentes paramétricos que con-
tribuyeron en su identificación.
Partiendo de las primeras aproxi-
maciones conceptuales surgidas a
final del siglo pasado por Gómez
(1977), Nogué (1988) y Rodríguez y
Trabada (1991), la Neorruralidad es
identificada como una migración de
habitantes procedentes de la ciudad
que, al observar en el campo el medio
idóneo para desarrollar un ideal que
coadyuvaría a elevar sus condiciones
de habitabilidad y el mejoramiento
de su calidad de vida, confrontaron,
en cierto modo, la forma en la que se
percibe la experiencia urbana pre-
dominante, contrastándola con los
nuevos procesos de desarrollo emer-
gentes, propios de dichos ideales y
sujetos al momento histórico en el
que se gestaron10.
10. Según Nates y Raymond (2007) “(…) la
emergencia de movimientos sociales que
critican una sociedad industrial estancada,
se opera un revés de sensibilidad hacia el
campo, [donde] los sentimientos se vuelven
positivos. El modelo social que se impone
entonces opone cada vez más el hombre a la
naturaleza, las amenazas que esto implica
despierta a las conciencias y a algunos grupos
sociales que se consideran los portadores de
una renovación naturalista” (2007: 44).
53
En este proceso sistémico Neorrural,
se percibe a la vivienda como un ele-
mento preponderante. Por un lado,
porque es sobre ella donde se decan-
tan las representaciones sociales que
oscilan entre lo rural y lo urbano y,
por el otro, por el papel que juega
sobre la vida cotidiana y sus modos
y formas de producción territorial
(como se observa en la Imagen 2).
Dicho lo anterior, esta investigación
no se centró en las representaciones
sociales que protagonizan estas ten-
dencias residenciales, más bien, en
los procesos de materialización del
ideal, es decir, su infraestructura,
equipamiento y servicios; así como
las nuevas formas laborales que re-
presentan los factores predominan-
tes en la territorialización del sitio.
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54
 Efectos del espacio público urbano en la relación
persona-naturaleza. El caso de la zona metropolitana
de San Luis Potosí

Sánchez Moreno Dulce María1,

trumentos de análisis, exploración do descuidada o degradada. Poco a
Moreno Mata Filiberto Adrián2
de datos estadísticos e información poco, algunos urbanitas comenzaron
cartográfica para identificar las uni- a perder, consciente y subliminal-
1
Instituto de Investigación y dades de estudio seleccionadas, re- mente, el vínculo innato con la na-
Posgrado de Facultad del Hábitat, copilar y analizar la información con turaleza –la Biofilia (Beatley, 2013)-,
UASLP. base a los criterios señalados y proce- buscando sustitutos, como son los
dul2602@gmail.com sarla con el fin de caracterizar las co- enclaves abiertos, los espacios ver-
lonias estudiadas, interpretación de des y los jardines domésticos (Conan
2
Instituto de Investigación y datos económicos, demográficos, fí- 1986). Inicialmente, estos espacios
Posgrado de Facultad del Hábitat, sico – ambientales, urbanos y socio- eran principalmente dominios priva-
UASLP. culturales, con base a la investigación dos para los propietarios que podían
adrian.moreno@uaslp.mx documental y de campo, con el fin de permitirse los medios y el ocio para
obtener una evaluación de la calidad crearlos y mantenerlos. La nobleza y
de vida de cada espacio, en relación a la aristocracia los establecerían para
Resumen la biofilia, finalmente se elaboran las la gratificación personal, la prácti-
Mediante la aplicación del enfoque conclusiones del estudio. ca de la cacería y como símbolos de
de la Biofilia –que busca recuperar el riqueza y poder. La gente común no
interés de las personas en su relación Palabras Clave: Biofilia, Espacio tenía acceso a tales reservas natura-
con la naturaleza y en particular con público. Espacio verde, Calidad de les privadas.
los espacios verdes-, el objetivo del Vida. En etapas posteriores, la expansión
documento es analizar el caso de la urbana continuaría y sería la sede
zona metropolitana de San Luis Po- Introducción principal de cambios importantes en
tosí, tomando como unidad de estu- Desde la antigüedad, la creación de la sociedad, como el arribo de la Re-
dio los parques de seis colonias iden- ciudades desde marcó el triunfo de la volución Industrial, la intensificación
tificados con base a los criterios de humanidad sobre la naturaleza. Uno de las migraciones campo – ciudad, y
estrato socioeconómico, superficie de los efectos colaterales de este su- la ocupación de zonas habitacionales
total, superficie verde, densidad de ceso fue la pérdida un distanciamien- degradas, por parte de obreros y gru-
vegetación y la proporción de uso de to de las sociedad urbanas respecto pos de escasos recursos, cuyas condi-
suelo habitacional en cada caso. La al medio ambiente natural. Cuando ciones de higiene, salud y ambienta-
metodología consta de cinco etapas los asentamientos humanos eran les eran deficientes.
que incluyen la revisión de antece- pequeños esto no sucedía. A medida En respuesta a estas privaciones, las
dentes, casos análogos y Estado del que los poblados y ciudades se hicie- personas acudían en masa a los esca-
Arte sobre el tema estudiado, la cons- ron más grandes, la naturaleza fue sos espacios abiertos y verdes accesi-
trucción del marco teórico y analítico quedando cada vez más relegada y bles al público, a menudo asociados
que fundamenta los métodos e ins- se volvió escasa, distante y a menu- con establecimientos religiosos y

55
públicos o cementerios. Los gobier-
nos finalmente fueron instados a sa-
tisfacer la demanda de áreas verdes
públicas, surgiendo la institución de
los parques urbanos, que comenza-
ron a desarrollarse en el siglo XIX,
primero en Gran Bretaña y luego en
otros países (Jim, 2015). Algunas
áreas verdes privadas fueron adqui-
ridas por los gobiernos municipales
y abiertas al público. Finalmente, la
audaz innovación pronto fue adopta-
da a nivel internacional, para conver-
tirse en una amenidad obligatoria y
universal.
Con el devenir histórico, a lo largo
del siglo XX y en pleno siglo XXI, la
urbanización se confirmó como un
fenómeno global que impacta en la
pérdida de la conexión entre la po-
blación y la naturaleza. El predomi-
nio de un patrón de crecimiento de
las ciudades de tipo expansivo, frag-
mentado, distante y discontinuo, se
asocia también con la creciente pér-
dida de la conexión entre la pobla-
ción y la naturaleza, y la presencia
de una proporción cada vez menor
de espacios verdes o aún de parques
urbanos, en favor del uso de suelo
habitacional, industrial, comercial
y de servicios. En las ciudades con-
temporáneas, el uso de suelo de tipo
recreativo y deportivo se concentra
solamente en algunos puntos del te-
jido urbano, en los llamados parques
urbanos, en los jardines de barrio o
en espacios pequeños como came-
llones y jardines, con una reducida
accesibilidad debido al efectos de
factores como tiempo disponible,
nivel socioeconómico, distancia, me-
dios de transporte eficientes, etc.-, y
calidad o cobertura de los servicios
y el equipamiento ambientales que
deben acompañarlos.
¿Qué pasa con las ciudades mexica-
nas? El Índice de Prosperidad de las
Ciudades, elaborado en 2016 por la
Agencia Habitat de Naciones Unidas,
permite observar que las principales
zonas metropolitanas del país pa-
decen, en general, un bajo nivel de
cobertura, proximidad y calidad de
la infraestructura verde y parques
urbanos. Éste puede oscilar entre un
10 y un 30 por ciento; es decir que
la mayor parte de la población me-
tropolitana carece de estos servicios
ambientales, ya sea porque no exis-
ten, porque sus condiciones físicas
no son las recomendables o simple-
mente porque los radios de influen-
cia hacen muy difícil, en tiempo y
distancia acceder a ellos. Algunos
estudios, desde el enfoque de la jus-
ticia ambiental, confirman el hecho
de que un gran número de ciudades
mexicanas tiene serias carencias de
accesibilidad espacial y socioeconó-
mica a los espacios verdes (Centro
Mario Molina, 2017; Reyes et al.,
2017; Moreno Mata, 2017).
En consecuencia, en general, la po-
blación de las ciudades mexicanas ha
perdido gradualmente el interés por
interactuar con los espacios verdes.
Como ya se mencionó, un factor que
intensifica esta pérdida, es la falta de
accesibilidad interna y externa hacia
ese tipo de espacios: la planeación y
diseño de las ciudades y en particu-
lar del equipamiento urbano verde,
que no favorecen dicha accesibilidad
ni espacial, ni socialmente. A ello
contribuye la presencia de infraes-
tructura y mobiliario inadecuados,
y la existencia de vegetación de poca
densidad. Sin embargo, pareciera
que la proximidad espacial no es el
único factor que afecta esa accesibili-
dad, también otros factores influyen
claramente en este problema (Centro
Mario Molina, 2017). Se observa la
asociación entre los aspectos socio-
culturales, económicos y físico – es-
paciales, como factores que pueden
favorecer o limitar el acceso de los
habitantes al espacio público verde,
y por tanto, afectar la frecuencia del
contacto con la naturaleza, lo que a su
vez se traduce en su calidad de vida.
Desafortunadamente, el modelo ur-
bano predominante en la mayoría
de las ciudades mexicanas –tanto en
las grandes metrópolis como en las
ciudades medianas y aún en ciuda-
des pequeñas-, favorece las grandes
distancias –físicas y sociales-, y por
tanto el alejamiento de la población
de los espacios verdes, por lo que está
muy lejos de alcanzar los objetivos
del enfoque biofílico y la sustentabi-
lidad ambiental.
Este es el caso de la Zona Metropoli-
tana de San Luis Potosí (ZMSLP), que
forma parte del sistema urbano de la
Región Centro Occidente de México,
cuya tendencia de crecimiento de-
mográfico e industrial se asocian con
una fuerte expansión física de la ciu-
dad -que entre 1990 y 2010, la llevó
a alcanzar una superficie urbana de
23,000 hectáreas (Alva Fuentes et
al., 2017; Moreno Mata, 2010)- y con
serias problemas en materia de mo-
vilidad y transporte, desigualdades
socioeconómicas y diferencias en el
acceso al espacio social, incluidos los
espacios verdes y parques urbanos. A
pesar de contar con uno de los par-
ques urbanos más grandes del país –
el Parque Tangamanga I-, conforme
a lo establecido en los parámetros
56
internacionales, la ZMSLP presenta
una distribución desigual de áreas
verdes y marcadas diferencias de
accesibilidad a las mismas (Lárra-
ga Lara et al., 2015; Moreno Mata,
2017). Así, un número elevado de
áreas verdes y de mayor tamaño son
más accesibles a un reducido sector
de la población con alto nivel socioe-
conómico, mientras que en las zonas
de mayor densidad poblacional y
bajo nivel adquisitivo tales espacios
son escasos o se encuentran alejados.
De hecho, la baja densidad de espa-
cios verdes disponibles para barrios
y colonias en diversas partes de la
ciudad, se ve agravada por diversas
variables.1
¿Qué están haciendo las ciudades –
sus gobiernos, la sociedad en su con-
junto y los tomadores de decisiones-
para enfrentar este problema? La
literatura sobre ciudades biofísicas
en el mundo permite observar que
existe un número creciente de casos
que se incorporan a este enfoque.
A nivel internacional y en distintos
continente existen diversas ciuda-
des donde ya se ha avanzado en la
aplicación del enfoque biofílico en la
planeación y el diseño urbanos. En la
Figura 3 pueden ubicarse distintas
1. Como ejemplo, algunos desarrollos urbanos
de alto nivel socioeconómico localizados al
poniente de la ciudad han creado amplios
campos de golf, que en un sentido general
podrían denominarse área verde. Aunque
en un sentido estricto este tipo de superficie
verde carece de funcionalidad ambiental,
además de no ser rentable desde el punto
de vista económico y social. Los campos de
golf requieren más insumos de agua para su
mantenimiento que los servicios ambientales
mínimos indispensables que podrían ofrecer.
Esto cobra especial importancia porque
el agua es un recurso que genera altos
costos desde el punto de vista económico,
especialmente, en una ciudad como San Luis
Potosí que se localiza en una región semiárida
de México.
ciudades biofílicas, que cuentan con
sistemas planeación e infraestruc-
tura y equipamiento que favorecen
este enfoque. Entre ellas destacan
Nueva York y San Francisco, en Es-
tados Unidos, Edmonton, Canadá,
diversas ciudades europeas como
Vittoria – Gasteiz, en España, Bir-
mingham, Wellington en Nueva Ze-
landa, Singapore, en Asia, y algunas
ciudades latinoamericanas ubicadas
principalmente en Brasil, como es
el caso prototípico de Curitiba, que
constituye la ciudad sustentable por
excelencia y que cuenta con una red o
sistemas de espacios públicos verdes,
que atraviesan la ciudad y a los cua-
les toda la población puede acceder
con accesibilidad universal. En Méxi-
co estas iniciativas son muy pobres y
se limitan solo al estudio de algunas
ciudades (Miranda, 2010, Rendón
Gutiérrez, 2010; Pérez, 2015).
En este contexto, el objetivo del do-
cumento es analizar como unidad de
estudio los parques de seis colonias
en la ZMSLP, identificados con base a
los criterios de estrato socioeconómi-
co, superficie total, superficie verde,
densidad de vegetación y la propor-
ción de uso de suelo habitacional en
cada caso. Se intenta evaluar, de ma-
nera exploratoria, si estos factores
están influyendo o no en la pérdida
de la biofilia y en un contacto cada
vez menos frecuente de la población
con la naturaleza urbana. A su vez, se
plantean dos interrogantes básicas:
¿de qué manera es posible revertir
las tendencias del alejamiento entre
ser humano y naturaleza que se ob-
servan en las ciudades? ¿el enfoque
de ciudades biofísicas constituye un
elemento clave para lograrlo? ¿de ser
posible impulsar este enfoque en las
ciudades mexicanas, cuál podría ser
el papel de las técnicas de planeación
y diseño urbano en esta estrategia?
En el primer apartado se abordan al-
gunos conceptos básicos y se plantea
el enfoque teórico – metodológico en
el que se apoya la investigación. La
segunda parte presenta los primeros
resultados derivados de la investiga-
ción documental y de campo realiza-
das. Finalmente se presentas las con-
clusiones y reflexiones finales.
Perspectiva Teórico –
Metodológica
Los espacios verdes y parques urba-
nos se entienden de manera general
como áreas delineadas, abiertas, de
acceso público y cuyo uso es predo-
minantemente recreativo. En ellos,
la vegetación y los árboles dominan
el paisaje y por lo tanto constituyen
los principales espacios verdes den-
tro de un asentamiento urbano. En
este sentido, se ha argumentado que
los parques son estratégicos para
la calidad de vida de las sociedades
urbanas, no solamente porque ellos
proveen beneficios como la purifica-
ción del aire, la reducción del ruido,
la regulacion microclimática, entre
otros; sino porque también inciden
directamente en la salud física y
mental de los habitantes de la ciudad
(Chiesura, 2004; Gomez-Baggethun
& Barton, 2004).
La importancia relativa de las areas
verdes urbanas se acent ´ ua toda vez
que el crecimiento poblacional de
las ciudades inducen dinamicas de
expansi ´ on urbana que ocasionan
la pérdida y degradación de áreas
verdes naturales proveedoras de ser-
vicios para el beneficio humano. De
igual manera, la densificación de la
57
ciudad tiende a generar fenómenos
de congestión y pérdida de espacios
públicos abiertos que deterioran
la calidad de vida de los residentes
(Byrne, Sipe, & Searle, 2010) . El
reconocimiento de la importancia
de los parques contrasta, sin em-
bargo, con la precaria provisión de
este tipo de espacios en las ciudades
mexicanas.
En la literatura sobre el tema, es
posible ubicar diversas teorías y co-
rrientes de pensamiento sobre tema,
que exploran la relación entre el ser
humano y la naturaleza en el contex-
to urbano, el papel que en ello juegan
los espacios públicos y parques urba-
nos, y los efectos benéficos que ello
Figura 1. Cuadro de Coherencia teórico - metodológica. Fuente: Elaboración propia 2017.
Con base en este marco analítico,
el trabajo intenta contestar las si-
guientes preguntas de investigación:
¿Cómo perciben y se relacionan las
personas con su espacio verde in-
mediato? ¿Cómo influyen las carac-
puede tener en la calidad de vida, el
bienestar objetivo y subjetivo, y el
grado de identificación de los usua-
rios con el espacio verde (Vargas y
Roldán, 2017).
En la figura 1 se presenta el cuadro de
coherencia que aborda las caracterís-
ticas de estos distintos enfoques, que
incluyen aspectos psicológicos, urba-
nos, ambientales, socio- espaciales
y psicosociales. En dicha figura se
identifican y destacan tres conceptos
claves: i) biofilia, ii) espacio público
y iii) calidad de vida. Las categorías
analíticas de estos conceptos respec-
tivamente incluyen, para el caso de la
biofilia: valores biofílicos, percepción
del espacio público verde, apropia-
terísticas socioculturales para una
mejor interacción hacia su espacio
público verde? ¿Qué valores predo-
minan más en cuanto a la interacción
de las personas con su espacio verde
inmediato?
ción del espacio, teniendo como va-
riables los valores propuestos por Ke-
llert (1984) y el nivel de percepción
de la seguridad. En el segundo caso,
el espacio público, las categorías de
análisis incluyen el entorno urbano y
la relación del usuario con el espacio
público verde, teniendo como varia-
bles equipamiento urbano, mobilia-
rio, áreas verdes y los usos o activi-
dades en el espacio. Finalmente en el
concepto de calidad de vida las cate-
gorías analíticas serían la equidad de
distribución espacial de las áreas ver-
des y la accesibilidad, y como varia-
bles la distribución espacial de áreas
verdes, el nivel socioeconómico y la
accesibilidad.
La hipótesis de trabajo plantea que,
además de la disponibilidad física y
accesibilidad espacial a los parques
urbanos, otros aspectos, de natura-
leza sociocultural, económica y de
cualidades del entorno urbano, favo-
58
recen o limitan –según sea el caso- la
identificación y uso de los espacios
verdes por parte de los habitantes.
En consecuencia, la sola presencia fí-
sica o proximidad del espacio verde,
no garantiza una mayor frecuencia
de uso; por tanto, tampoco significa
un mejoramiento de la calidad de
vida ni una percepción positiva del
entorno natural.
La metodología utilizada incluyó in-
vestigación documental y de campo,
Figura 2. Esquema de investigación. Fuente: Elaboración propia 2017.
y la revisión e interpretación de datos
derivados de una encuesta aplicada
a habitantes a núcleos de colonias y
del análisis estadístico (correlación)
e información cartográfica. De esa
forma, se identificaron y caracteriza-
ron las seis unidades de estudio se-
leccionadas, a las categorías analíti-
cas y variables indicadas en párrafos
anteriores, con el fin de obtener una
evaluación de las relaciones entre
usuarios, espacios verdes y biofilia,
y sus efectos en la calidad de vida de
cada lugar.
Como se indica en la figura 2, la in-
terpretación de resultados y la gene-
ración de conclusiones se realizó con
base a la caracterización de los casos
de estudio, de acuerdo a los tipos de
investigación e instrumentos de aná-
lisis utilizados.
59
Resultados de la
investigación
Selección de las unidades de análisis
En la ZMSLP existen alrededor de
1,228 áreas verdes (González Her-
nández, 2011), considerando par-
ques urbanos, jardines, parques de
colonia, camellones y banquetas (ver
figura 3). Para esta investigación se
mapearon a próximamente 110 par-
Figura 3. ZMSLP. Áreas verdes urbanas. Fuente: imagen tomada de González Hernández (2011).
Finalmente se incluyó el criterio de
interacción de las personas con la na-
turaleza, por lo que sólo 10 parques de
colonia cumplían con esta caracterís-
tica. De ese grupo se seleccionaron 6
unidades de estudio (que es una can-
tidad representativa del total). Los
parques de colonia seleccionados se
ubican en tres sectores de la ZMSLP:
en el sector 3 está el Parque Lomas
del Camino, que pertenece al sector
Morales- Industrial, Mi parque en el
sector Lomas –Tangamanga y cuatro
parques en la zona centro (Parque de
las Mercedes, Parque de San Migue-
lito, Parque de la Rosa y Parque de
Tlaxcala), ver figura 4.
ques de colonia. Posteriormente, este
número se depuró con base al crite-
rio de los metros cuadrados que debe
contener un espacio verde para ser
considerado parque de colonia, que
va de 2000 m2 a 6000 m2. Esto per-
mitió que los elementos mapeados
disminuyeran a 58 parques. Como
un segundo criterio se consideró
que el parque estuviera rodeados
Todos los casos cumplen así con
los criterios de selección: un uso
de suelo mixto, teniendo alrededor
casas habitacionales, con una super-
ficie de 2000 a 6000 m2, se ubican
en sectores de la ciudad con pobla-
ción de nivel socioeconómico medio,
y con una densidad alta o baja de
vegetación.
Como indicador de accesibilidad a
los espacios verdes se consideró el
factor tiempo, utilizando las redes
espaciales y el nivel de conectividad
del sistema viario (alto, medio, bajo).
De esa forma se pudo evaluar la acce-
sibilidad de los espacios verdes selec-
cionados, en términos de distancia y
por viviendas de nivel socioeconó-
mico medio, por lo que la cantidad
de unidades de análisis disminuyó
a 25. Luego se incluyó el criterio de
uso de suelo, para descartar aque-
llos espacios que no tuvieran uso de
suelo habitacional de nivel medio o
mixto, por lo que el total de unidades
de análisis se redujo a 15 parques de
colonia.
tiempo de traslado, y la ubicación re-
sidencial de los grupos sociales (Mo-
reno Mata, 2017).
La accesibilidad espacial a la estruc-
tura verde urbana, dependiendo de
los estratos socioeconómicos de la
población y su distancia física sobre
tres restricciones de distancia se
determinó con base a los siguientes
parámetros:
i) buena accesibilidad = 300 metros
a 1 kilómetro; ii) accesibilidad pro-
medio = 1 a 3 kilómetros; iii) mala
accesibilidad = 1 a 6 kilómetros, y iv)
nulo acceso.
.
60
Figura 4. Unidades de estudio seleccionadas, ubicadas en un radio de cobertura de 500 metros, en cuanto a una distancia caminable para poder
asistir al área verde inmediato en cuanto a la accesibilidad. Fuente: tomado de Moreno Mata, 2017.

Aplicación de la encuesta
Como parte de la metodología utili-
zada, se realizó la observación foto-
gráfica de las unidades de estudio y
se aplicó una encuesta a sus mora-
dores. La encuesta comprendió 17
preguntas, unas abiertas y otras de
opción múltiple. Por lo tanto, ayudó
al encuestador a facilitar la obten-
ción de respuesta, pues ambos tipos
de preguntas comprenden a las cate-
gorías analíticas determinadas, con
sus respectivas variables. La ficha
de observación está elaborada con la
caracterización de ciertos elementos
del entorno urbano, identificados
en el cuadro de coherencia teórico –
metodológica, y donde el investiga-
dor pueda anotar ciertos elementos
o características, como la hora de la
visita, si hay accesibilidad adecuada
o no, entre otros. A través de las pre-
guntas de investigación y de los datos
obtenidos a través de las encuestas
ayudaron a identificar que valores
biofílicos de los usuarios, cuales son
las actividades y usos que realizan, el
sexo, si presentan vegetación plan-
tas en su casa, y si se sienten iden-
tificados o no en cuanto a su espacio
inmediato.

61
Figura 5. Unidades de estudio. Levantamiento fotográfico

62
Captura y sistematización
Para poder llevar a cabo la captu-
ra y sistematización de los datos se
utilizaron dos herramientas de soft-
ware: i) el Atlas ti en donde a través
de la observación del investigador y
la toma de fotografías se identifican
conceptos claves en cuanto a la rela-
ción del uso y apropiación del espa-
cio, y ii) el programa SPSS (Statisti-
cal Package for the Social Sciences),
que es un programa estadístico in-
formático muy usado en las ciencias
sociales y aplicadas que cuenta con
capacidad para trabajar con grandes
bases de datos y una sencilla inter-
faz para la mayoría de los análisis.
Este programa ayudó a encontrar la
correlación de diversas variables de
la encuesta, que se confirmó con el
apoyo del trabajo de campo.
Análisis de correlación
Con un universo total de 16 variables,
se realizaron varios ejercicios, con el
fin de evaluar el nivel de correlación y
significancia de las variables de estu-
dio. El primer ejercicio permitió co-
rrelacionar las variables edad, sexo,
disponibilidad de plantas, tiempo
de traslado y frecuencia de visita. Se
identificaron dos variables con alto
nivel de correlación pero baja signifi-
cancia: tiempo de traslado y disponi-
bilidad de plantas (ver Tabla 1).

Tabla 1. Análisis de correlación entre 4 variables (alta correlación y baja significancia). Fuente: Elaboración propia, 2017.

Un segundo ejercicio permitió iden-
tificar la correlación entre 12 varia-
bles estudiadas, tomando en cuenta
una significancia mayor de 0.5. Se
identificaron así las variables que
predominan, destacando en orden
de importancia: i) la percepción de
seguridad; ii) si el usuario se siente
ajeno o familiarizado en relación al
valor biofílico (que es el simbolismo y
el uso y apropiación del espacio), iii)
las actividades que intervienen en la
relación del valor moralista, iv) man-zó una tercer corrida de datos, para
tenimiento, v) la satisfacción que tie-
determinar las variables más impor-
nen hacia su parque de colonia, v) si tantes para la investigación (con una
se relaciona con el valor estético y el
significancia mayo de .5), y poste-
entorno urbano, vi) la accesibilidad riormente realizar la triangulación
interior y exterior, vii) el nombre dede resultados en base a la estadística
las plantas y viii) la cultivación cony fichas de observación. Se identifi-
referencia al valor humanístico (ver caron así las siguiente correlaciones
Tabla 2). relevantes, con un alto nivel de sig-
nificancia: satisfacción – seguridad;
No obstante, por la diversidad de emoción – afectividad; cultivar -
variables que se obtuvieron se reali- mantenimiento (ver Tabla 3).

63
Tabla 2. Análisis de correlación entre 12 variables (alta correlación y alta significancia). Fuente: Elaboración propia, 2017.

Tabla 3. Análisis de correlación entre 10 variables (alta correlación y alta significancia). Fuente: Elaboración propia, 2017.

64
Principales hallazgos y tenciales, sus jornadas de trabajo, Chen, H. M. (2013). Understan-
Conclusiones su tiempo libre o disponible para el ding biophilia leisure as facilitating
ocio, las condiciones de seguridad – wellbeing and the environment. An
La rápida expansión urbana ha pues- real y percibida- por los habitantes, examination of participants attitu-
to a prueba la relación entre la natu- el equipamiento disponible (calidad des toward horticultural activity. De-
raleza (medio ambiente) y la vida ur- de los materiales, iluminación, etc.-). partment of horticulture and lands-
bana (la población). Las tendencias cape architecture, National Taiwan
recientes que se observan en los pa- La información recolectada da cuen- University: 301-319.
trones de crecimiento de las ciudades ta de la diversidad de los valores Fromm, E. (1970). Marx y su con-
confirman el empobrecimiento de biofílicos (estéticos, humanísticos, cepto del hombre, México: Fondo
esa relación entre humanidad y na- simbólicos y utilitarios, entre otros) de Cultura Económica (tercera
turaleza. La estrategia para mejorar y de la necesidad de integrarlos en reimpresión).
esta relación, aplicando el enfoque de cualquier estrategia de planeación, Gallego Gamazo, C., & Martínez
ciudades biofílicas, se ve limitada por diseño y mejoramiento de los espa- Aransay, C. (2013). La seguridad en
factores espaciales y no espaciales, cios verdes. Un ejemplo sería que la el espacio público. Revista de Psicoa-
que rebasan la planeación de espa- apropiación del espacio verde por nálisis y Psicología social, 3: 1-7.
cios verdes con base, exclusivamente parte de los habitantes contribuye González Hernández, M. R. (2011).
al enfoque de la norma internacio- a mejorar otros aspectos: beneficia El nuevo paradigma de las áreas ver-
nal establecida por la Organización al pequeño comercio, disminuye la des urbanas en la Zona Metropoli-
Mundial de la Salud. Este enfoque percepción de inseguridad, aumen- tana de San Luis Potosí. San Luis
normativo deja fuera variables muy ta la convivencia social, y en general Potosí, San Luis Potosí, México:
importantes –tanto objetivas como puede incidir de manera positiva en Universidad Autónoma de San Luis
subjetivas-, como el grado de satis- la calidad de vida de la población de Potosí.
facción que ofrecen los parques ur- las ciudades. González, A. (2012). El espacio de
banos de colonia a sus moradores, Es necesario incorporar estos crite- uso público. La Habana, Cuba: Uni-
la percepción de seguridad en esos rios al enfoque normativo tradicional versidad Politécnica.
espacios, el valor simbólico que se les de dotación de superficies verdes por González, A. (2016). Percepción
puede otorgar con base a la emoción habitante, y al enfoque de justifica de seguridad en el espacio público a
y afectividad que los usuarios puedan ambiental (equidad en la dotación y partir de la imagen urbana: Unidad
tener hacia ellos, la calidad estética accesibilidad socioespacial), con el Habitacional FOVISSSTE, UASLP,
del entorno urbano, el grado de con- fin de mejorar, de manera sustancial, San Luis Potosí, México.
servación y mantenimiento que se les la relación biofílica en las ciudades Miranda, M. (2010). Una apro-
brinda a los espacios verdes. mexicanas a través de la planeación ximación a la biofilia a través de
y el diseño urbano y del paisaje de los asociaciones implícitas, explícitas
Así, por ejemplo, con base a la in- entornos urbanos. y representaciones semánticas en
formación obtenida en los casos es- estudiantes de biología y psicología.
tudiados, podría afirmarse que, para Referencias Monterrey: Universidad Autónoma
implementar el enfoque de ciudades Beatley, T. (2013). Biophilic cities de Nuevo León.
biofílicas y promover una mejor inte- are sustainable resilient cities. De- Jim, C. Y. (2013). Sustainable
racción entre la población urbana y la partment of urban and environmen- urban greening strategies for com-
naturaleza, es importante conocer las tal planning, 3328-3344. pact cities in developing and develo-
características del entorno urbano, la CMM (Centro Mario Molina) ped economies, Urban Ecosystems ·
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en los parques de colonia, conocer Centro Mario Molina/Conacyt, Moreno Mata, A. (2017). Urban
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65
equity in access to green spaces in I. (2017). Green Areas and Environ-
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66
 La Responsabilidad Social ambiental a través de la
Educación del Diseño
Rogel-Villalba Erika Anastacia1,
sados de instituciones de educación
Moreno Toledano Leonardo2
superior deberían ser los principales
promotores de una responsabilidad
ambiental, sin ser esto una moda,
sino un requerimiento para el desa-
1
Instituto de Arquitectura, Diseño y rrollo del diseño y la manufactura
Artes, UACJ. sus productos. La metodología para
Universidad Autónoma de Ciudad el proyecto es investigación acción
Juárez, Vía Cometo 9710 Fracc. y etnografía. Sin embargo, la mayor
Gardeno-Natura 2, C.P. 32668 aportación de esta investigación ra-
erogel@uacj.mx dica en la aportación que cada es-
tudiante hace con sus proyectos, el
2
Instituto de Arquitectura, Diseño y caso de estudio que se presenta como
Artes, UACJ. resultado preliminar esta sustentado
en la metodología de las 5´s. Asimis-
mo, la validez y relevancia de este
Resumen proyecto de investigación es la rela-
La responsabilidad de los diseñado- ción que se establece entre el proceso
res se ha visto relajada en cuanto a de la investigación, la conceptuali-
la relación directa de sus propues- zación teórica, y la responsabilidad
tas y el impacto de éstas sobre el social.
ambiente, la política y la economía.
La problemática ambiental, ha ido Palabras clave: Diseño, educa-
permeando de manera muy lenta en ción, obsolescencia, responsabilidad,
las disciplinas proyectuales del dise- sostenibilidad.
ño. La presente investigación, tiene
como objetivo mostrar que los estu- Introducción
diantes de diseño gráfico, son mayor- El compromiso que toda institución
mente responsables con su entorno, superior tiene para con su sociedad,
cuando se involucran en el desarrollo es formar profesionistas responsa-
de problemáticas sociales y estos son bles y comprometidos. La educación
desarrollados a través de procesos del diseño gráfico es una herramien-
de investigación formal, la práctica ta que puede responder a la solución
y la reflexión del impacto que sus de problemáticas sociales y como Va-
productos. En la actualidad los egre- llaeys menciona, “La responsabilidad
social le exige a la universidad ser
una organización que se piensa, se
investiga y aprende de sí misma para
el bien de la sociedad”. (Vallaeys, F.,
et al., 2009).
Fontana, R., en su libro Diseño Gráfi-
co para la Gente, dice que “en la pro-
fesión del diseñador el saber pensar
es lo que establece la diferencia con
la simple habilidad técnica…es la di-
ferencia entre manipular hábilmente
el color y la forma, la letra, el espacio
y estar capacitado para desarrollar
estrategias de comunicación inter-
pretando las necesidades de la socie-
dad” (2000). Esta incursión puede
potencialmente desarrollar el estu-
dio profundo de situaciones como:
la contaminación visual, inciertos
sociales, culturales, políticos y am-
bientales. De este modo, (Frascara,
2000), propone un enfoque multi-
disciplinario, que incluya áreas como
la sociología, psicología, antropolo-
gía y ciencias de la educación, solo
por mencionar algunas, debido a que
según plantea, se pone mayor énfasis
en el cómo producir un diseño y muy
poco en como concebirlo. La partici-
pación del diseño en la sociedad es
tan amplia y basta como la interven-
ción del hombre en su ambiente, es
por ello que se vuelve vital lo que se
comunica y lo que se percibe a través
de un mensaje bien estructurado.
67
En México, el diseño pasa por un mo-
mento muy complejo, ya que puede
observarse confusión en los medios,
incongruencia, desinformación y
falta de unidad de criterios (Cue-
vas, et al., 2001). Es fácil observar
una considerable saturación en los
mensajes, falta de la aplicación de
reglamentos o normativas tanto para
anuncios, como espectaculares, se ha
dicho que cualquiera que cuente con
una computadora es capaz de gene-
rar un diseño. De este modo, la disci-
plina del diseño se está polarizando:
por un lado se va perdiendo el objeti-
vo de buscar solución a determinadas
situaciones, así como el garantizar
un trabajo respetando al medio am-
biente y por otra parte, los diseñado-
res profesionales, ofrecen soluciones
que van más allá de los alcances clá-
sicos de la profesión, sin querer dar
garantías de lo que se oferta. Ello se
observa en la diversidad de las ofer-
tas existentes en el mercado, tanto en
contenido como en forma y costo.
Antecedentes de la
investigación
Esta investigación es el resultado
del trabajo que se lleva a cabo en la
Universidad Autónoma de Ciudad
Juárez (UACJ), donde se busca em-
prender una responsabilidad con én-
fasis en temáticas sociales, en donde
los diseñadores de esta institución
aprendan a aprender, a través de la
práctica. El objetivo está orientado
a la aplicación de diversos procesos
metodológicos que han incluido los
estudiantes desde un enfoque social.
Además de prender a observar, sen-
tir, reflexionar, y sobre todo apren-
der a usar la empatía, más allá de la
teoría. Para muestra de lo anterior
este documento se enfocara en pre-
sentar un caso de estudio de un par
de estudiantes.
Esta universidad, así como sus do-
centes y estudiantes, bien pueden
ser un reflejo de cualquier univer-
sidad pública de México. Donde la
búsqueda por una mejora continua
de instituciones y docentes camina
en el mismo sentido. Empero, ¿Co-
nocemos quienes son nuestros estu-
diantes? ¿Sabemos qué esperar de
ellos? ¿Cómo seleccionar a los me-
jores? ¿Por qué tendríamos que co-
nocerlos? ¿Cuál es el perfil de nues-
tros docentes? ¿Cómo exigir algo que
posiblemente no hemos podido dar?
¿Qué pasa con la responsabilidad de
las instituciones?¿Cuando dejamos
de ser responsables?.
La preocupación de las instituciones
por lo ambiental, ha ido permean-
do de manera muy lenta en las dis-
ciplinas proyectuales; sin embargo,
cada vez se encuentra un mayor nú-
mero de estudiantes interesados en
resolver problemáticas sociales, a
través de propuestas de diseño. Así,
estudiantes de instituciones de edu-
cación superior buscan desarrollar
una mayor cantidad de proyectos de
investigación enfocados a la respon-
sabilidad social, considerando as-
pectos de sostenibilidad y haciendo
mayor consciencia sobre la obsoles-
cencia programada de los productos
que proponen. Con lo anteriormente
expuesto es fundamental que más
estudiantes, docentes y profesionis-
tas conozcan y orienten su quehacer
cotidiano con mayor responsabilidad
y con esto buscar cambiar el impacto
ambiental a través de la función de la
disciplina del diseño.
La formación de una responsabilidad
social a través de la práctica del dise-
ño, es una línea de investigación que
se desarrolla desde el 2005, y se han
realizado varios cortes generacio-
nales en el Programa Educativo de
Diseño Gráfico, del Instituto de Ar-
quitectura Diseño y Arte, (IADA) de
la UACJ, con el propósito de aportar
mejoras ambientales en el programa.
Las tareas de mayor índole en esta
línea de investigación fue el propo-
ner un rediseño curricular el cual
incluyera un fuerte carga de investi-
gación, la creación de una academia
de investigación; pero fundamental-
mente el promover con los estudian-
tes, la importancia del desarrollo de
proyectos con problemáticas sociales
y ambientales. Todos los temas an-
teriormente descritos son áreas de
trabajo que se desarrollan con cada
uno de los estudiantes en diferentes
aspectos, esto con el objetivo de ir
generando una conciencia a través
de la enseñanza y el aprendizaje en
situaciones sociales, buscando sen-
sibilizar al estudiante y motivarlo a
poner en práctica los conceptos ante-
riormente mencionados
Marco Conceptual
Responsabilidad del diseñador
Si bien “un mal diseño no ha matado
a nadie” como lo menciona Newark,
en su libro ¿Qué es el Diseño?. Tal
vez, no lo hace directamente o al ins-
tante, pero si es factible de influir en
el comportamiento de las personas
(Newark, 2002). Es por ello, que el
diseñador debe tener siempre pre-
sente al usuario final, quién será el
receptor del mensaje; y no solamen-
te el jefe o su cliente, quienes en la
mayoría de las ocasiones son los que
68
solicitan los trabajos y pagan la so-
licitud del servicio. Como mencio-
na Tapia “el diseño no resuelve los
problemas sociales directamente,
sino contribuye a la formación de
los juicios con que los problemas son
afrontados, acción que es ejercida a
partir de sus cualidades discursivas
posibles” (Tapia, 2004).
Es importante reconocer que los es-
tudiantes tienden a no ir al fondo del
dilema, no hay un análisis conceptual
ni contextual. Es factible que estén
sujetos a los tiempos de entrega, por
lo que muchas veces se opta por una
intuición o el sentido común, lo cual
no siempre dará buenos resultados.
La consecuencia de esta mala planea-
ción propicia el deshecho rápido de
materiales que solo logran contami-
nar el entorno, usualmente sin haber
generado un cambio o bien, resolver
el problema solicitado. De este modo
el diseño genera un impacto ambien-
tal, el cual debe pensarse desde la
responsabilidad social.
Asimismo el rol social del diseña-
dor, consiste en dar solución a los
inconvenientes que se encuentran en
nuestro entorno, y que pueden ser
analizados en detalle. Sin embargo,
para los estudiantes del Programa
de Diseño Gráfico de la UACJ, re-
sulta difícil entender los alcances de
esta responsabilidad. Desde el 2004
aproximadamente, nos dimos a la
tarea de hacer la misma pregunta a
los estudiantes universitarios: ¿Sabes
qué es diseño?, la respuesta es casi
siempre la misma, no importa si son
de nivel básico, intermedio o avanza-
do, los estudiantes, incluso maestros
tratan de estructurar sus propias de-
finiciones sin tener o contar con una
teoría, lo que tal vez es entendible
si se considera lo amplio que es el
diseño. Esto nos llevó a reflexionar
sobre ¿Cómo futuros profesionistas
del diseño puedan ser responsables
socialmente?, principalmente cuan-
do aún no cuentan una clara idea de
los alcances de la disciplina. Es por
ello que en la UACJ, se emprendió
un gran cambio. Éste cambio, im-
plicó tres cosas: primeramente, se
partiría de establecer que existe una
responsabilidad social del diseñador
gráfico; segundo, la implementación
de una investigación más rigurosa,
tercero, promover una conciencia
sobre el impacto que cada propuesta
generara ambientalmente. Parte de
los resultados de ésta investigación
académica, fue la observación de un
mayor número de proyectos de estu-
diantes que buscan ayudar en gran
medida a la sociedad.
Vemos entonces que no sólo el dise-
ño soluciona alternativas de comuni-
cación, aporta muchos otros puntos
en la vida de la sociedad. Richard Bu-
chanan en su libro La experiencia del
Diseño, plantea que es importante
considerar el contexto de donde será
colocado el diseño, ya que la tarea no
es diseñar para una audiencia o para
el consumidor, los productos debe-
rían convertirse en participantes ac-
tivos de la cultura, buscando un sig-
nificado, coherencia y conexión local
(en Press, 2003).
Es por ello que a medida que va au-
mentando el fenómeno de la globali-
zación, el consumo de bienes y servi-
cios aumenta y, como consecuencia, el
deterioro ambiental también. Llevar
a cabo un enfoque positivo y dirigir-
lo a generar una conciencia que tam-
bién esté presente en el diseño que se
cuestione, y reflexione los actos del
ser humano, es trabajo de todos, como
lo explica Pauline Madge en su artí-
culo Ecological Design: A new Cri-
tique, es evidente que los primeros
cuestionamientos e inquietudes sobre
los apuros ambientales surgieran en
la década de los ochentas, plantean-
do el concepto Green design o diseño
verde. Esta autora menciona que los
productos verdes surgieron de los
debates de partidos y movimientos
que se dieron durante las décadas de
los sesentas y setentas, además de la
población en general, exponiéndolos
en medios de comunicación con fines
comerciales. Una idea muy marcada
de lo mencionado anteriormente es
la participación del Design Coun-
cil (Consejo de Diseño) en el Reino
Unido, a través de una exhibición que
llamó The Green Design, donde se
planteaban algunos requisitos que la
tecnología y los procesos productivos
debían considerar para la fabricación
de algún producto (Madge, 1997).
Desarrollo Sostenible
Por otro lado, el concepto de soste-
nibilidad se puede entender como un
objetivo a largo plazo, el cual no solo
incluye aspectos ambientales, sino
también políticos, económicos y so-
cioculturales, mismos que competen
a la responsabilidad de un produc-
to. El desarrollo sostenible se puede
considerar como el medio para lograr
la conformación de los diferentes as-
pectos antes mencionados.
El término sostenibilidad es reco-
nocido a partir del Informe Brundt-
land, el concepto desarrollo se utilizó
a partir del siglo XVIII en la Biolo-
gía, para definir la etapa en la que
los jóvenes pasaban a ser adultos,
después de esto el término es utili-
69
zado para otros campos a partir de la
Segunda Guerra Mundial; como en
economía, en donde se utilizó para
denominar el crecimiento económi-
co de los países, así los más pobres
se encontraban como países en vías
de desarrollo y los más desarrollados
como países industrializados (Ber-
mejo, 2013).
Después de la segunda guerra mun-
dial se genera un gran crecimiento
económico del capitalismo donde
surgen dos ideas, una donde el cre-
cimiento económico se viera alar-
gado y los países subdesarrollados
tuvieran la oportunidad de crecer
como los países considerados como
desarrollados, y por el otro lado que
los recursos del planeta son ilimita-
dos. No obstante para la década de
los sesentas empieza a haber una
preocupación por los inconvenientes
ambientales, destrucción de la masa
forestal, cambio climático, contami-
nación en el océano, erosión de la
capa de ozono, entre otros, ya que es
evidente el desgaste producido por
la aceleración desmedida de la utili-
zación de los recursos generando un
gran deterioro ambiental y un cam-
bio negativo para el desarrollo eco-
nómico y social, a consecuencia de
esto en 1982 se aprobó la Carta Mun-
dial de la Tierra por la Asamblea Ge-
neral de la ONU, además de que, en
1983 se creara la Comisión Mundial
del Medio Ambiente y Desarrollo,
la cual presentó el informe “Nues-
tro Futuro Común” mejor conocido
como informe Brundtland. Este in-
forme se conoce gracias al concep-
to de desarrollo sostenible que se
define así “El Desarrollo Sostenible
es el desarrollo que satisface las ne-
cesidades de la generación presente
sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer
sus propias necesidades” (Ídem).
Por otra parte, esta no es la única
declaración que se hizo para la pre-
servación ambiental. En el año 2000
se concluyó la redacción de la Carta
de la Tierra, proyecto que inició las
Naciones Unidas y se desarrolló y
concluyó por la sociedad civil, dán-
dola a conocer públicamente por la
Comisión de la Carta de la Tierra,
entidad internacional independiente,
durante una ceremonia el 29 de junio
en el Palacio de Paz, en la Haya, Ho-
landa. Esta carta es una declaración
de principios éticos esenciales para
crear un mundo pacífico y sostenible.
Es un llamado de atención para que
todo el mundo tome acción y vea por
el bienestar de toda la familia huma-
na, la Carta a la Tierra se preocupa
por un desarrollo humano que vaya
dirigido hacia los estilos de vida de
un futuro sostenible (Earth Charter,
2012).
Tratar de incorporar estos concep-
tos dentro del proceso de diseño,
representa un reto para cualquier
profesional, más aún, para la ense-
ñanza de los futuros diseñadores, ya
que considerar todos éstos conceptos
hace más largo el tiempo de entrega
de alguna propuesta.
Obsolescencia programada de los
productos y su impacto ambiental
El deseo de consumir convierte los
objetos en bienes efímeros, con los
cuales la sociedad busca evitar un
compromiso, y prefiere que estos
les ofrezcan placer inmediato. Es
de estos deseos que surgen los pro- Metodología
ductos desechables, que brindan A continuación se comenta breve-
al consumidor la oportunidad de mente uno de los distintos proyectos
un uso y desecho instantáneo, sin
sentir culpabilidad monetaria (Pac-
kard, 1960). No se puede negar que
en algunos aspectos, los productos
desechables presentan practicidad y
facilitan la higiene, como las jeringas
de hospital desechables, las cuales
eliminan la necesidad de costosos
autoclaves y otros equipos de esteri-
lización (Papanek, 1971). Sin embar-
go, desde una perspectiva ambiental
con responsabilidad social, la crea-
ción de objetos desechables se vuelve
una fuente de explotación de recur-
sos y contaminación que deja de lado
los aspectos ecológicos como el dese-
cho adecuado y la descomposición.
La necesidad de un consumo desme-
dido es: la obsolescencia, que viene a
ser una de las mayores polémicas éti-
cas de las profesiones dedicadas a las
necesidades de una sociedad. Vance
Packard en The Waste Makers, ubica
3 tipos de obsolescencia: la obsoles-
cencia de función, que consta en in-
troducir un producto mejor al merca-
do conforme la tecnología avanza; la
obsolescencia programada, es aque-
lla en la que se regulan los tiempos
de vida de los productos con el fin
de mantener la necesidad latente; y
la obsolescencia de deseo, en la que
el producto puede seguir funcionan-
do, pero invitará al consumidor ac-
tualizarlo por uno de nuevo estilo.
“Hacemos buenos productos, indu-
cimos a las personas a comprarlos y
el próximo año introducimos inten-
cionalmente algo que haga que estos
sean obsoletos, caducos, pasados de
moda” (Packard, 1960).
70
que ya se trabaja con los estudiantes
desde la perspectiva de la disciplina
del diseño, el cual incluye un proce-
so y un método con fundamento en
la investigación y una aplicación real,
dando posibles soluciones partiendo
de una problemática ambiental. Es
importante animar a los estudiantes
a entender cual es la importancia de
la disciplina del diseño al buscar me-
jorar el entorno y considerar el poder
y la responsabilidad que ellos tienen
como comunicadores y creadores de
material gráfico.
Es importante conocer los elemen-
tos necesarios para el desarrollo del
diseño metodológico de la propuesta
que planeen realizar. Asimismo, de-
pendiendo del tiempo de ocurrencia
de los hechos y registros de la in-
formación el diseño metodológico
puede ser prospectivo o retrospecti-
vo y según el periodo y secuencia del
estudio se puede clasificar en trans-
versal o longitudinal. Otro punto im-
portante por establecer es el alcance
que la investigación tendrá, ya sea
descriptivo, exploratorio, correla-
cional o explicativo. Los proyectos
de diseño en su gran mayoría son de
tipo cualitativo; ya que el enfoque
cualitativo se fundamenta en proce-
sos inductivos también se basa en la
toma de datos que se obtienen de los
puntos de vista de los participantes,
sus vivencias los significados de sus
experiencias y emociones se vuelven
significativas para quien investiga.
No hay un único método, para uti-
lizarse, éste se diseña en medida de
las necesidades del usuario con res-
pecto al objeto a diseñar. Empero, si
recomendaría ampliamente que una
metodología que podría reducir el
riesgo de error al momento de desa-
rrollar la propuesta de diseño, es la
investigación acción, el cual consiste
en un proceso cíclico de observación,
exploración, reflexión y evaluación,
éste proceso permite minimizar los
riesgos de error misma que algunos
de los estudiantes utilizan en sus
proyectos.
Resultados
Un trabajo desarrollado con los es-
tudiantes de la UACJ, consistió en
plantear una propuesta gráfica para
contribuir a desarrollar un ambien-
te organizado y seguro dentro del
taller de Serigrafía del IADA en la
UACJ, a través de la implementa-
ción de la metodología de las 5’s,
la situación que había que resolver
estuvo centrada en informar a los
estudiantes sobre los altos índices
de contaminación en el taller y
como éstos podían disminuir con
su propuesta, la cual incluyo los
siguientes puntos:
Para que los usuarios realicen sus tra-
bajos en el Taller de Serigrafía con
eficiencia y seguridad, mejorando
la calidad del aprovechamiento aca-
démico de los mismos, por medio de
un espacio estructurado. La metodo-
logía que se planteó para el proyecto
fue la de las 5´s de Kaisen. En donde
se buscó crear y mantener un lugar
organizado que origine un ambiente
más seguro y un trabajo productivo
(Máximo, 2016).
El estudio del proyecto, se diseñó con
un enfoque cualitativo. Mismo que
se estableció considerando que los
usuarios serían; estudiantes, docen-
tes y encargados del taller de serigra-
fía del IADA. Empero, se presentó un
gran reto, al buscar incluir en la pro-
puesta los aspectos sobre sustentabi-
lidad ligados a la metodología de las
5’s. Para ello se decidió estructurarlo
a través de tres pilares fundamenta-
les: el primer pilar es el ambiental,
que se vincula con las dificultades
con el medio ambiente, relacionadas
con trabajos que generan emisiones
en el aire, aguas residuales, materia-
les peligrosos y residuos, el segundo
pilar, es el entorno económico que
corresponde a los costos, como por
ejemplo, si la limpieza es constante
en las áreas de trabajo, las máquinas
y equipos, existe una reducción de los
costos y el mantenimiento correctivo
debido a que hay menos procesos y
errores, por consiguiente se generan
bajos porcentajes de materiales de-
fectuosos (Máximo, 2016). Finalmen-
te el tercer pilar se encuentra en el
trabajo del entorno social, que abarca
los riesgos de origen químico, riesgos
físicos y el ruido, que surgen en el
cuarto pilar que es la fase operati-
va de cada proyecto que realizan los
estudiantes y finalmente, en el quin-
to pilar se encuentra la política, que
abarca los lineamientos que regulan
y ayudan a mantener el taller seguro.
Sin embargo, otro gran reto fue la
organización de los materiales quí-
micos y el debido manejo de éstos;
además de la falta de control de los
contenedores en los que se almace-
naban y los materiales volátiles como
tintas, solventes y trapos de limpieza
requería de una regulación urgente.
Conjuntamente con la falta de filtros
para los solventes cuando hacen la
limpieza de los materiales, y el cuida-
do en el destino final de los residuos
generados por el taller.
La importancia del desarrollo de este
proyecto, según (Mara, 1981) es que
existe un desconocimiento por parte
71
de los impresores y artistas, tal pa-
reciera que no conocen los peligros a
los que se exponen al momento de tra-
bajar mediante los sistemas de impre-
sión, ya que los productos, en especial
los químicos, cuando no se utilizan
de la manera adecuada pueden gene-
rar efectos perjudiciales en la salud,
la enfermedad más recurrente por
el contacto directo es la dermatitis.
También, es muy importante proteger
los ojos, ya que en algún momento
del proceso se utiliza la luz ultravio-
leta, la cual daña la vista. Asimismo,
los solventes que se emplean en el ta-
ller expulsan vapores que dañan los
pulmones y la sangre.
El taller de serigrafía cuenta con cua-
tro áreas principales y se propuso
cada una de ellas estarán clasifica-
das por color. Dadas las característi-
cas del espacio del taller se creó un
diseño que va adherido en la pared,
se realizará en el material de vinil de
corte, en cuatro tintas con un tamaño
de 12 pulgadas de altura y el ancho
será a proporción. En donde se tomó
como referencia la altura estándar
que establece la norma oficial mexi-
cana NOM - 233-SSA1-2003 para la
colocación de la señalización, siendo
de 2.10 metros siendo la altura de las
puertas que están en el taller agregan-
do 0.20 mt más para colocar el vinil.
Después de una encuesta se percibió
que los jóvenes están muy familia-
rizados con la implementación del
código QR, por lo que se elaboró un
soporte adherido a la pared en el ma-
terial comatex, con la impresión de
un papel couche con adhesivo, con un
tamaño de 5 pulgadas de altura y 3
pulgadas de anchura. La información
que se incluyó fue la siguiente: Abre-
viación del nombre del área. Flecha
indicativa. Como refuerzo de orien-
tación. Palabra indicativa escanear.
Código QR. Finalmente se diseñó una
muestra de videos en Canal You Tube
para promocionar llamada “Conéctate
con tu taller” #miseguridadprimero.
Estos videos mostraran el manejo y
uso adecuado de solventes, máquinas
y espacios del taller, es importante
conocer las normativas de gestión
ambiental que nos indiquen qué me-
didas hay que tomar para cuidar el
medio ambiente. Asimismo se pro-
pondrá un sistema para separar los
desechos y residuos del agua que se
utiliza en el taller de serigrafía. Debi-
do a que el acceso a esta información
visual es rápida con los códigos QR,
se complementan con el apoyo visual
colocado en la pared. Cabe mencionar
que a partir de éste proyecto de inves-
tigación el taller continua aplicando
mejoras.
Conclusiones y Discusiones
Trabajos como el que anteriormente
se presentó, son ejemplo de la gran
tarea y responsabilidad que se tiene
desde la disciplina del diseño en rela-
ción al medio ambiente, y sobre todo
con los estudiantes. Es importante
promover estrategias de aprendizaje
en la investigación para la solución
de dificultades sociales. El diseño
metodológico desarrollado en esta
línea de investigación, presenta pun-
tos claves que buscan un cambio de
pensamiento desde el inicio, concep-
tualización, reflexión y desarrollo en
cada proyecto de diseño en el que
participa cada estudiante, y donde
aprende a través de la práctica.
Este diseño metodológico es someti-
do a un gran número de evaluaciones
a través de los diversos métodos de
la investigación cualitativa, investi-
gación etnográfica, la observación, y
sobre todo investigación acción, rati-
ficando que en el diseño, no se puede
hablar de un solo método o una sola
metodología debido a que se debe di-
señar específicamente en función del
problema de investigación con el que
se pretende aproximar y al usuario.
Ésta forma de trabajar con estudian-
tes, exhorta a un cambio profundo
y ha permitido visualizar alcances
posibles de desarrollo, como el con-
siderar un cambio de pensamiento.
Aún y cuando los estudiantes llegan
a un nivel educativo superior con un
rezago de pensamiento reflexivo, el
proceso de aprendizaje de un cambio
de perspectiva en el diseño, es esen-
cial e indispensable para que desa-
rrollen mayor conciencia del impac-
to que generan ambientalmente sus
propuestas, así como los materiales
y productos que utilizan o diseñan.
El diseño no está en conflicto con
ninguna otra disciplina, su rol desde
esta perspectiva es diagnosticar,
atender y solucionar situaciones con
responsabilidad social para mejorar
la calidad de vida e incluir una visión
sostenible al quehacer del diseño.
“El diseño es una disciplina que no
solamente hace empaques bonitos,
también cuenta con los elementos
necesarios para tocar vidas y cam-
biar actitudes”.
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sostenible según Brundtland a la sos-
tenibilidad como biomimesis. Espa-
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72
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Vallaeys, F., De la Cruz, C., Sasia,
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Universitaria: Manual de Primeros
Pasos. México D.F., MacGraw Hill.

73
 Vivienda y sociedad.
Caso: Vivienda Popular en Tampico

Marín Gamundi Blanca

tarlo. Al revisar la literatura acerca 2017) aparece en 1987 a través del
Margarita1, Fuentes Pérez Carlos
del concepto de sustentabilidad, se informe que la Comisión Mundial
Alberto2, Moreno Chimely Laura
llega a la conclusión de que existe para el Medio Ambiente y el Desa-
del Carmen3
1
Facultad de Arquitectura, Diseño y
Urbanismo, UAT.
blancamaring@hotmail.com
2
Facultad de Arquitectura, Diseño y
Urbanismo, UAT.
fuenper@hotmail.com
3
Facultad de Arquitectura, Diseño y
Urbanismo, UAT.
lauchimely@hotmail.com
Resumen: para la investigación exploratoria,
El diseño de vivienda en cualquier
región del mundo requiere por parte
del arquitecto, el conocimiento bá-
sico sobre el funcionamiento bio-
lógico, social, psicológico y cultural
del ser humano con la intención de
diseñar espacios que contribuyan a
generarles confort en cada área. Asi-
mismo, que los aspectos utilitarios
económicos se relacionen con las
capacidades económicas del usuario
y que además conozca las caracterís-
ticas sociales y culturales imperantes
en la región para que la vivienda se
integre al medio ambiente sin afec-
numerosa información para ofrecer
alternativas sustentables al hábitat,
sin embargo, en el campo del com-
portamiento del ser humano no se
puede decir lo mismo; es convenien-
te, por lo tanto, analizar el papel del
ser humano en el proceso de diseño
de la vivienda popular y en el uso del
hábitat a lo largo del tiempo. En este
estudio se presenta un análisis de la
vivienda popular edificada durante
las 3 últimas décadas del siglo XX
en la ciudad de Tampico en cuanto
a las acciones que los usuarios han
realizado en su vivienda a lo largo de
10 años. Se implementaron técnicas
así como una investigación de campo
con usuarios de este tipo de espacios.
Los resultados obtenidos describen
las características del comporta-
miento del usuario y la manera de
utilizar sus propiedades para satisfa-
cer sus necesidades básicas.
Palabras clave: Socie-
dad, Sustentabilidad, Vivienda,
Comportamiento.
Introducción
El término sustentable (Asamblea
general de las Naciones Unidas,
rrollo emitió para alertar a las na-
ciones acerca de las condiciones en
las cuales se encontraba el medio
ambiente a causa de las políticas
utilizadas para lograr el desarrollo
económico, en este informe se con-
sideraba el desarrollo sostenible
como “aquel que satisface las nece-
sidades de la generación presente
sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer
sus propias necesidades”.
Aunque ya se habían desarrollado
modelos de vivienda aplicando las
denominadas ecotécnicas, no se
había desarrollado un cuerpo teóri-
co relevante para comprender el im-
pacto que las viviendas hacían sobre
el medio ambiente, por lo que duran-
te los siguientes años se comenzó a
experimentar con el uso de recursos
renovables como el viento y la ener-
gía solar con la intención de generar
formas de vivienda más amigables
con el medio ambiente. En la misma
década en Tampico, Tamaulipas la
construcción de vivienda vivió un
gran auge debido al otorgamiento
de créditos por parte del INFONA-
VIT (Instituto del fondo nacional
de la vivienda de los trabajadores)

74
en la región; el desarrollo de la in-
dustria petroquímica en la región
posibilitó a la población el acceso a
este tipo de créditos dando lugar así
a la aparición de un gran número de
fraccionamientos. la población que
adquirió esas viviendas se desplazó
hacia la nueva zona habitacional al
noroeste de la ciudad caracterizada
por viviendas unifamiliares, dúplex
y multifamiliares. Estas edificacio-
nes fueron diseñadas considerando
un prototipo de espacios básicos
para una familia, así como aspectos
básicos de adecuación al contexto fí-
sico de la ciudad considerando que
el clima imperante en la región es de
tipo tropical subhúmedo cálido y ex-
tremoso, con temperaturas prome-
dio anuales de 24°C, alcanzando las
más altas un promedio de 36.8°C.
y las mínimas un promedio de
9.7°C. Los vientos dominantes son
los provenientes del este y sureste
y los reinantes del norte y noreste.
Las condiciones climatológicas im-
perantes en este lugar indican que
la zona más favorecida para las ha-
bitaciones del descanso es hacia el
sur y el sureste siendo el poniente el
de condiciones no aptas para el des-
canso. El grupo social que ha ocupa-
do estas viviendas las ha utilizado
de acuerdo con sus necesidades y
la apariencia que tienen estas en la
actualidad, difieren en gran medida
de la original. Por ello, en este do-
cumento se presenta un resumen de
una investigación en la que se trató
de conocer y evaluar el comporta-
miento del usuario de este tipo de
vivienda en esta región. Los resulta-
dos obtenidos serán empleados para
continuar con la línea de investiga-
ción de la calidad del hábitat.
Fundamentos teóricos
La vivienda popular se define en este
documento como el espacio habita-
ble ocupado por un núcleo familiar
en el cual uno de sus miembros es
un trabajador asalariado lo que le
permite acceder a un crédito de vi-
vienda. El diseño de los prototipos
de vivienda surge a partir del cono-
cimiento del tamaño de la familia en
cada región y mediante una revisión
bibliográfica se establece la relación
entre el hombre y el medio que per-
miten conocer las variables que iden-
tifican las condiciones que le ocasio-
nan molestias o bienestares, en este
caso, las variables del confort huma-
no que son: el flujo del aire sobre la
piel, la temperatura radiante media,
la temperatura del aire, los niveles de
humedad del aire, la cantidad y tipo
de vestimenta y las actividades que
realiza en cada espacio.
Esto significa que las habitaciones
deben proveer un ambiente que ase-
gure el funcionamiento adecuado
del hombre (aire, humedad y tem-
peratura). Para lograrlo, menciona
Lacomba (Lacomba, 1991) que es im-
prescindible contar con datos com-
pletos acerca del clima de la región y
la ubicación geográfica ya que estos
datos permitirán diseñar una envol-
vente adecuada, con ventanas que
permitan la entrada de viento nece-
sario para renovar el aire de las habi-
taciones; muros con una resistencia
térmica adecuada para el clima, cu-
biertas para impedir la penetración
del agua o para impedir la entrada
excesiva de energía solar.
El comportamiento del usuario en
este tipo de desarrollos tiene como
origen su derecho de contar con una
propiedad que le asegure su futuro y
el de su familia; una de las caracte-
rísticas de los mexicanos es que “se
distinguen por su grado alto de socia-
lización” (Pérez, 2012) lo que indica
que con frecuencia su vivienda puede
alojar a múltiples personas, les gusta
la fiesta, la música, la comida, etc.
Samuel Ramos (1897-1959) y Octa-
vio Paz (1914-1998) realizaron un
análisis de la idiosincrasia del mexi-
cano mencionando que este no tiene
clara su identidad y, por lo tanto, es
difícil que busque en su interior sus
propios requerimientos lo que lo
lleva a realizar acciones que imitan
lo existente sin preocuparse por las
consecuencias de sus actos sobre el
medio ambiente o sobre el contexto
físico en el que se encuentra.
En el caso de la tipología de vivienda
adecuada para este tipo de clima de
acuerdo con Manuel Rodríguez Vi-
queira (Rodríguez, 2002) menciona
que “presentan requerimientos de
enfriamiento durante todo el año...
y su estrategia básica es la ventila-
ción”; por lo tanto, debe separarse de
otras viviendas para permitir el paso
del viento alrededor de la misma.
Recursos metodológicos
El objeto de estudio estuvo consti-
tuido por viviendas populares edi-
ficadas en la Ciudad de Tampico
Tamaulipas a partir de la década de
1970 hasta el año 2000, ya que ésta
fue una época de gran auge econó-
mico en la región, las inversiones
dirigidas hacia la petroquímica y por
consiguiente al comercio fueron el
detonante que permitió a la sociedad
adquirir o edificar bienes inmuebles.
Mediante una investigación explora-
toria se contabilizaron las viviendas
edificadas en esa etapa, lo que arro-
75
jó un total de 8640 unidades de las total de 4320 unidades por lo que el tamaño de la muestra se utilizó
cuáles el tipo con mayor incidencia este ha sido considerado el universo el programa STATS de Hernández
es el de las viviendas dúplex con un para esta investigación. Para obtener Sampieri y otros, 1991.

Universo 4320 unidades dúplex de dos niveles

Error máximo aceptable 5%
Porcentaje estimado de la muestra 80 %
Nivel de confiabilidad 80 %
Tamaño de la muestra 103.96 = 104 unidades
Figura 1Definición de la muestra. Elaboración propia.

Se elaboró una encuesta para des-
cribir las características tanto de la
edificación como de los usuarios de
las mismas, identificando de estos
últimos las edades, el número de ha-
bitantes, sus actividades y el uso que
le daban a la vivienda. A través de la
observación se determinó el estado
de la vivienda, modificaciones, se ob-
servó la estructura para localizar po-
sibles lesiones, humedades, así como
su comportamiento frente a las con-
diciones ambientales existentes.
Resultados
Descripción de la vivienda de estudio
La vivienda de estudio es de tipo dú-
plex, de dos niveles con espacios para
sala comedor, cocina, medio baño en
la planta baja y dos recámaras con
un baño en la planta alta; con pe-
queños patios traseros y delanteros.
La estructura está basada en muros
de carga de 0.15 Mtro., y losas alige-
radas, siendo la de azotea protegida
con impermeabilizante. Las ventanas
son de aluminio, de tipo corrediza y
las puertas son de madera de pino. La
vivienda se describe a continuación:
Traza urbana. El trazado urbano en
el que se encuentra la vivienda tipo
está conformado por hileras de vi-
viendas cuyo concepto original era
el de vivienda dúplex, pero se obser-
van núcleos de viviendas unidas por
muros medianeros al centro y en los
laterales en número de hasta 25 vi-
viendas. No se maneja el concepto
de manzanas sino de barrios. Cuen-
ta con plazoletas con escasas áreas
verdes. Su orientación es norte - sur
y este – oeste. Esta orientación es
recomendable ya que permite que
los vientos dominantes en esta re-
gión (dirección este y sureste duran-
te todo el año) impacten a 45° sobre
las fachadas principales (aunque esta
situación no es representada en la to-
talidad de hileras) y además se trata
de evitar el calentamiento de las su-
perficies orientadas al poniente. Por
lo que se considera que la orientación
de la traza urbana es adecuada para
esta región.
A continuación, se describen deta-
lles de la planta arquitectónica, de
conjunto y fachada principal de la
vivienda tipo:
Tipología. Se caracteriza por contar
con una cubierta a dos aguas, predo-
minan los sólidos sobre los vanos. La
fachada frontal cuenta con un alero
que protege una ventana y el acceso
a la vivienda, este último se encuen-
tra ubicado en un muro lateral. Como
ornamentación, la fachada cuenta
con unas molduras que forman un
rectángulo, ornamento que se repite
enmarcado en cada ventana.
Espacios. Originalmente el diseño de
la vivienda constaba de lo siguiente:
Planta Baja -Patio delantero, sala-
comedor, cocina, patio de servicio
-; Planta Alta - dos recamaras y un
baño completo. El patio delantero
funciona como cochera y el patio tra-
sero funciona como patio de servicio.
Modificaciones a la vivienda. De
acuerdo con los resultados obtenidos
por medio de la observación en 104
viviendas se localizan sólo el 10 % de
viviendas sin modificar, aunque no se
tomó en cuenta la pintura como una
modificación, porque se observan vi-
viendas con marcados contrastes de
colores aplicados a las fachadas.
Al diseño original se le han realizado
modificaciones diversas que van de
adosar habitaciones y cubiertas, así
como cambiar ventanas y puertas de
acceso.
Estructura. La estabilidad no se ha
visto afectada a pesar de las modifi-
caciones realizadas a las viviendas.
Las quejas principales de deterioro
tienen que ver con las instalaciones

76
sanitarias e hidráulicas ya que con
frecuencia se detectan fugas de aguas
que, al ser reparadas ocasiona resi-
duos de demolición.
Vegetación. Los árboles que proveen
sombra se localizan en un número
reducido dentro de las áreas verdes
colectivas (plazoletas), en los pre-
dios la vegetación es escasa. Por otro
lado, los vehículos que circulan por
la zona ponen en riesgo la vida de las
personas ya que le dificulta el tráfico
peatonal además del ruido que oca-
sionan los motores de los mismos.
77
Decoro. Por lo que a este se refiere, se
observa un gran deterioro en la parte
inferior de las fachadas principa-
les a causa de los escurrimientos de
las aguas pluviales; por otro lado, la
pintura y colores seleccionados por
algunos vecinos muestran marcada
diferencia entre unas y otras.
Usuarios. Con relación a los datos
obtenidos de los usuarios, se conoce
lo siguiente:
El usuario tipo es aquel que confor-
ma una familia de 3.91 miembros,
cuyas edades fluctúan de 0 a más de
50 años. Adquirió vivienda nueva y a
lo largo del tiempo le han hecho di-
versas modificaciones a la misma, en
gran medida debido a necesidades de
Imagen 1. El diseño original de la vivienda. Fuente: Elaboración propia.
mayor espacio. El número de usua-
rio por vivienda va desde 2 hasta 7
personas.
El usuario considera que su vivien-
da le proporciona primero que nada
protección y que su estado de con-
servación es bueno a pesar de que se
observan manchas, fisuras, grietas y
pequeños desprendimientos.
Las viviendas fueron diseñadas para
ser habitadas por grupos familiares
conformados por 3.9 miembros (en
Tamaulipas, de acuerdo al censo del
2000) y de acuerdo a los datos ob-
tenidos en la encuesta en cuanto al
número de habitantes se han llegado
a mencionar hasta 7 personas convi-
viendo en esta edificación, lo que ha
ocasionado que al requerir un mayor
número de espacios para el descanso
se hayan visto obligados a construir
más habitaciones ocupando con ello
no sólo la totalidad del predio, sino
que también incrementan el número
de niveles.
Ambiente exterior. Existe conta-
minación acústica por ruidos en el
entorno y dentro de su vivienda los
focos de contaminación se producen
por instalaciones defectuosas
A continuación, se presentan imá-
genes de las viviendas que permi-
ten observar las modificaciones más
usuales realizadas a través de los
años de vida de los usuarios dentro
de las mismas.
78
 Imagen 2. Incremento de niveles en la vivienda tipo. Fuente: Elaboración propia.

Imagen 3. Transformación completa de la vivienda tipo. Fuente: Elaboración propia.

79
Además de las evidentes modificacio-
nes al modelo original, está el hecho
del tipo de ventanas utilizada, puesto
que en Tampico la humedad prome-
dio esta de 70 a 80% que precisa que
exista buena ventilación para extraer
la humedad del interior de tal modo
que este tipo de ventanas no contri-
buye a realizar esta acción hacien-
do que el interior de la vivienda no
satisfaga requerimientos de confort
térmico, pues la presencia de este
porcentaje de humedad genera una
sensación térmica de hasta más de
4°Centígrados y considerando que
la temperatura más alta que se ha
llegado a sentir es de 40°, la sensa-
ción térmica será de 44° con un alto
porcentaje de humedad. La tipolo-
gía constructiva es la misma que se
aplica en casi todos los procesos de
edificación en la zona, no han empleo
de normativas para minimizar efec-
tos del clima y por lo tanto se sigue
construyendo de la misma manera
en toda la región.
Conclusiones
Al conocer el comportamiento del
usuario se puede considerar lo
siguiente:
La elección de vivienda les permite el
crecimiento progresivo del edificio,
sin embargo, no consideran las nece-
sidades de los vecinos ni los del con-
texto. Las ampliaciones las realizan
empleando modelos de otras zonas
de la ciudad.
Las ampliaciones realizadas están
fuera del contexto de las viviendas
del trópico húmedo. La infraestruc-
tura existente en el entorno puede
deteriorarse debido a la cantidad de
personas que ocupan las viviendas.
Algo positivo es que las ampliaciones Pérez, J. (2012). La psicología
no han afectado la estructura de los del mexicano. México: Red Tercer
edificios. Milenio.
La vivienda no es confortable am- Rodríguez, M. (2002). Introduc-
bientalmente debido a que no cuen- ción a la arquitectura bioclimática.
tan con suficiente ventilación pues México: Limusa S.A de C.V.
el predominio es del lleno sobre el
vacío.
A pesar de que la vivienda no es ade-
cuada al contexto físico y cultural, el
usuario considera que está satisfecho
con la misma lo cual puede enten-
derse desde el contexto psicológico al
sentir que su futuro está asegurado.
Recomendaciones
Diseñar prototipos de vivienda ade-
cuadas a las características de la re-
gión considerando que:
Los núcleos familiares son muy di-
ferentes entre sí y por lo tanto es
importante estudiar a fondo las ca-
racterísticas de estos grupos con la fi-
nalidad de conocer sus requerimien-
tos específicos y no encerrarlos en un
mismo tipo de vivienda.
Se recomienda, asimismo, revisar las
políticas para acceder a los créditos
por parte de los organismos que los
otorgan para hacer obligatorio la res-
puesta de la estructura constructiva
a las condiciones climatológicas que
imperan en cada región, así como
también una legislación que regule el
uso y disfrute de la vivienda por parte
de sus usuarios.
Referencias
Asamblea general de las Naciones
Unidas. (03 de 10 de 2017). Desarro-
llo sostenible. Obtenido de http://
www.un.org/es/ga/president/65/is-
sues/sustdev.shtml
Lacomba, R. (1991). Manual de ar-
quitectura solar. México: Trillas.
80
 Paraplejia en el Hábitat con Responsabilidad Social
Ibarra-Martínez Armando
Tecnológico Nacional de México,
Instituto Tecnológico de los Mochis.
ibarrarmando@yahoo.com.mx
Resumen
La necesidad del parapléjico de ha-
bitar una vivienda de interés social
(VIS) es lo que en la actualidad gene-
ra la accesibilidad universal y en Los
Mochis, Sinaloa no es la excepción.
La necesidad de movilizarse hacia el
baño mediante el uso de silla de rue-
das y tener acceso a los muebles sin
obstáculos es lo que en esencia per-
sigue el usuario al tener esta opor-
tunidad de accesibilidad, y al mismo
tiempo se sienta útil y su adaptabili-
dad a la vida mejore su desempeño
social. Como metodología, se reali-
za un estudio de la accesibilidad en
el baño de la vivienda en el contexto
nacional, analizando diferentes nor-
mativas como el del manual de nor-
mas técnicas de accesibilidad CDMX,
MANUAL AZUL de la Universidad
Autónoma de Morelos (UAM), uti-
lizados en el área de habitabilidad.
La investigación valora el criterio de
propuesta arquitectónica y antropo-
métrica que utilizan para usuarios
con paraplejia en el baño de la VIS.
El objetivo de la presente investiga-
ción es entender la normativa para
la accesibilidad de las personas con
discapacidades diferentes en silla de
ruedas, y con base a ella hacer una
propuesta de diseño arquitectónico
de un baño para la vivienda de un
usuario parapléjico en la ciudad de
Los Mochis, Sinaloa.
Palabras clave: Acceso Univer-
sal, Baño, Habitabilidad, Normativa,
Paraplejia.
Introducción
La vivienda es un elemento funda-
mental para la vida de una persona y
en ella pasa buena parte de su tiempo,
participa en sus actividades diarias y
mantiene las relaciones interperso-
nales más cercanas. El concepto de
Accesibilidad Universal toma gran
importancia dentro de este contex-
to. Un espacio accesible es aquel que
cumple determinados requisitos que
hacen que pueda ser utilizado o dis-
frutado con comodidad, seguridad
y autonomía, no sólo por personas
con discapacidad, si no por todas las
personas. En este sentido investiga-
ciones previas han determinado los
beneficios sociales y económicos de
la accesibilidad, en tanto contribuye
a la sustentabilidad y forma parte de
ella (Alonso, 1999).
La accesibilidad debe ser un proyecto
que promueva la adopción de linea-
mientos de diseño y construcción
aplicables al baño de la vivienda de
interés social en Los Mochis, Sinaloa
y que cuente con fácil acceso en silla
de ruedas para poder ser un espacio
de la vivienda habitable y sea un reto
arquitectónico por sus dimensiones
tan mínimas, con fin de garantizar la
accesibilidad en el a las personas con
paraplejia, y que les permita el libre
desplazamiento en condiciones dig-
nas y seguras.
En el Municipio de Ahome, Sinaloa
de acuerdo al último censo del Ins-
tituto Nacional de Estadística Geo-
grafía e Informática, (INEGI 2010),
tiene una población total de 416,299
habitantes de los cuales 8,661 tienen
discapacidad para moverse.
El concepto de accesibilidad com-
prende y vincula a ámbitos espacia-
les, afecta a las personas con para-
plejia y abarca las actividades que se
generan en el interior de la vivienda y
específicamente en el baño. Este con-
cepto es la única forma para resolver
el problema de construir los espacios
para el usuario, acorde al diseño cen-
trado con estudios de antropometría
y ergonomía.
La accesibilidad es la capacidad para
eliminar los obstáculos que les afec-
tan a las personas con paraplejia para
81
que tengan la libertad de realizar sus
propias actividades dentro del baño.
Por tanto, es de carácter general y se
adapta a todas las personas. Eso hace
que los usuarios con paraplejia ten-
gan una vida digna, ya que tienen el
derecho al libre desplazamiento en
condiciones dignas y seguras a un
espacio de la vivienda como lo es el
baño.
La Declaración Universal de Dere-
chos Humanos (DUDH) se considera
generalmente como el fundamento
de las normas internacionales sobre
derechos humanos. Aprobada en
1948, la DUDH inspira un valioso
conjunto de tratados internacio-
nales de derechos humanos. Una
vivienda adecuada debe brindar
más que cuatro paredes y un techo.
Deben satisfacer varias condiciones
para que una forma particular de vi-
vienda pueda considerarse “vivienda
adecuada”. Estos elementos son tan
fundamentales como la oferta y dis-
ponibilidad básica de vivienda. Para
que la vivienda sea adecuada, debe de
cumplir un criterio muy importante.
El Programa Sectorial de Vivienda
2013,2018 publicado en el Diario Ofi-
cial de la Federación el 23 de Junio
del 2017, señala en el ARTÍCULO 3.-
Las disposiciones de esta Ley debe-
rán aplicarse bajo principios de equi-
dad e inclusión social de manera que
toda persona, sin importar su origen
étnico o nacional, el género, la edad,
la discapacidad, la condición social o
económica, las condiciones de salud,
la religión, las opiniones, las prefe-
rencias o el estado civil pueda ejer-
cer su derecho constitucional a la
vivienda. Párrafo reformado DOF
16-06-2017.
En este marco, el 30 de noviembre de
2012, la Comisión Nacional Vivienda
(CONAVI), el Instituto del Fondo
Nacional de la Vivienda de los Traba-
jadores (INFONAVIT), el Fondo de
la Vivienda del Instituto de Seguri-
dad y Servicios Sociales de los Traba-
jadores del Estado (FOVISSSTE), la
Sociedad Hipotecaria Federal (SHF),
el Fideicomiso Fondo Nacional de
Habitaciones Populares (FONHA-
PO), la Cámara Nacional de la Indus-
tria de la Construcción (CMIC) y la
Cámara Nacional de la Industria de
Desarrollo y Promoción de Vivienda
(CANADEVI), suscriben un Conve-
nio de Colaboración y Concertación
para promover y aplicar acciones en
materia de vivienda que contribuyan
en la integración social de las perso-
nas con discapacidad.
Gracias este esfuerzo en 2016
CONAVI da inicio a un esquema de
estándares mínimos para la cons-
trucción de viviendas accesibles, di-
rigidas a personas con discapacidad,
que se  integrará al Código de Edifi-
cación de Vivienda. El organismo
dependiente de la Secretaría de De-
sarrollo Agrario, Territorial y Urbano
(SEDATU) indicó que el objetivo es
que al menos 10% de las viviendas
nuevas que se edifiquen atiendan al
segmento de la población con dis-
capacidad. Aunado a esto el consejo
Nacional para el Desarrollo y la In-
clusión de las Personas con Disca-
pacidad (CONADIS) trabajan en un
esquema de requerimientos mínimos
que devengan contener las viviendas
que se construyen a partir de 2017.
La edición de estudio normativo de
los Criterios de Diseño y Construc-
ción para la Vivienda Adaptable y
Accesible. Manual de Normas Técni-
cas de Accesibilidad CDMX actualiza
el conjunto de principios técnicos
que servirán de base para crear el di-
seño de los espacios, eliminando las
barreras físicas en la construcción de
las unidades de servicio, apegándose
a lo establecido en los Artículos 173 y
174, Fracción VI y 180 de la Ley Ge-
neral de Salud y del Artículo 21 del
Reglamento Interior de la Secretaría
de Salud.
Metodología
Promover que los proyectos de edifi-
cación de obras públicas o privadas
consideren desde su concepción la
accesibilidad como parte integral del
proyecto” como una obligación y un
compromiso social. (CDMX, 2016).
Los componentes del presente ma-
nual se clasifican en siete grupos:
-Ruta accesible
-Elementos de la ruta accesible
-Accesorios
-Espacio público y espacio al exterior
-Áreas de servicio
-Servicios sanitarios
-Protección civil
A continuación se analizan las nor-
mativas para servicios sanitarios con
requerimientos de accesibilidad en el
contexto nacional códigos, técnicas
de edificación, reglamentos técnicos,
normas o estándares métodos y guías
o manuales.
SA 01 (3.2.2 fracción y Dimensio-
nes mínimas de los espacios para
muebles sanitarios de las Normas
técnicas para el proyecto arquitec-
tónico (NTCPA) del Reglamento de
construcción del Distrito Federal
(RCDF)).
I. En los sanitarios de uso público se
debe destinar, por lo menos, un es-
pacio para escusado de cada cinco,
82
ubicados dentro de los locales para
hombres y mujeres respectivamen-
te para uso prioritario de personas
con discapacidad. En estos casos, las
medidas del espacio para escusado
serán de” 1.70m por 1.50m, con las
siguientes características:
a) El escusado deberá tener una
altura entre 0.45m y 0.50m res-
pecto al piso terminado, a un lado
deberá” contar con un área mínima
de 0.90m de ancho por un fondo
de 1.50m, a lo largo del escusado.
El centro del escusado debe estar a
una distancia máxima de 0.45m al
paramento lateral corto.
b) Debe colocarse en el paramen-
to lateral más cercano mínimo
una barra de apoyo horizontal de
0.60m de longitud que sobresal-
ga un mínimo de 0.25m del borde
frontal del escusado, con su centro
a un máximo de 0.40m del eje del
escusado, la barra debe estar a una
altura de 0.80m sobre el nivel del
piso.
c) Los accesorios del escusado no
deben de colocarse a una altura
mayor de 1.20 m y menor a 0.35
m en su área superior de acciona-
miento n a una distancia mayor a
0.15m del escusado. (Ver gráfico
N° 1).

Figura 1. Dimensiones mínimas de los espacios para muebles sanitarios. Fuente: Manual de normas técnicas de accesibilidad, CDMX.
Elaboración propia

SA 02 (3.2.2 fracción II Dimensiones mínimas de los espacios para muebles

sanitarios NTCPA del RCDF).
II. En estos mismos casos y en la misma proporción en el área de lavabos se debe
colocar un lavabo para uso por personas sobre silla de ruedas con las siguientes características:
a) Debe contar con espacio libre inferior para las rodillas de máximo 0.70m de altura y una altura de la superficie
superior de máximo 0.80m.
b) Contar con llaves (manerales) tipo palanca a máximo 0.40m de profundidad desde el borde frontal del lavabo
al dispositivo de accionamiento
c) Los accesorios como jaboneras, dispensadores de papel o toallas, deben colocarse entre 0.90m y 1.20m de altura
al dispositivo de accionamiento, en caso de encontrarse fuera del área del lavabo. (Ver gráfico N° 2).

Figura 2. Dimensiones mínimas de los espacios para muebles en lavabo. Fuente: Manual de normas técnicas de accesibilidad, CDMX. Elaboración propia

83
SA 04 (3.2.2 fracción V Dimen-
siones mínimas de los espacios
para muebles sanitarios NTCPA del
RCDF).
V. En baños públicos, hoteles con más
de 25 habitaciones e instalaciones si-
milares, se contará como mínimo
una habitación con baño accesi-
ble para personas con discapacidad,
con puerta de ancho mínimo libre de
1.00m y cumplir con el numeral 4.1.1
de puertas, barras de apoyo horizon-
tales de mínimo 0.60m de longitud y
0.80m de altura en escusado y re-
gadera, pisos antiderrapantes, ruta
accesible hasta la regadera. La re-
gadera deberá ser de tipo teléfono de
mínimo 1.50m de largo, deberá per-
Figura 3. Dimensiones mínimas de los espacios para muebles en regadera. Fuente: Manual de normas técnicas de accesibilidad, CDMX.
En la actualidad surgen nuevos pro-
motores de vivienda en la ciudad de
Los Mochis, Sinaloa GRUPO MEZTA
fracciona en el sector poniente un de-
sarrollo habitacional que crece en di-
ferentes etapas. Ofreciendo un pro-
mitir su uso en posición fija y monta-
da, en forma que se ajuste a partir de
una altura de 1.20 m del nivel de piso
hasta 1.90m con llaves (manerales)
tipo palanca. Las características Del
escusado deben ser las mismas seña-
ladas en el numeral I y las del lavabo
de acuerdo al numeral II. La puerta
debe ser corrediza o exterior en caso
de que el diseño del cuarto permita
hacerlo sin constituir una barrera
para el acceso de una persona en
silla de ruedas, o hacia el interior
siempre y cuando no interfiera con el
área libre para el acceso al escusado,
lavabo y regadera. Es opcional contar
con una banca o asiento a una altura
entre 0.45m y 0.50m, en una posi-
Elaboración propia
totipo de vivienda de 52.87 m² que
contiene 2 recamaras, sala-come-
dor-cocina- baño, espacio para auto.
Construido esto en 119.00 m², proto-
tipo al cual se le aplicaran las normas
técnicas de accesibilidad, por ser un
ción que permita alcanzar y operar
los manerales. (Ver gráfico N° 3).
Vivienda de interés social en
Los Mochis, Sinaloa
El primer asentamiento de vivienda
social que se registra en los Mochis
es el producto del crecimiento de la
industria azucarera en Los Mochis,
Sinaloa, que son construidas cerca-
nas al ingenio y facilitadas por el
Sr. Benjamín Johnston al que se le
adjudica ser el fundador del Cd. De
Los Mochis Sin. En el año de 1930
construye el fraccionamiento Insur-
gentes, viviendas que actualmente
reflejan la arquitectura de su tiempo.
prototipo de vivienda de interés so-
cial con medidas mínimas habitables
siendo este el motivo de estudio, (ver
gráfico N° 4).
84
Figura 4. Prototipo de vivienda 52.87 m² Grupo Mezta. Fraccionamiento Ampliación viñedos, Los Mochis, Sinaloa. Fuente: Elaboración propia.

Figura 5. Acceso al baño de la vivienda en estudio de caso. Fuente: Elaboración propia.

85
 Figura 6. Inadecuado mobiliario y falta de espacio en el interior del baño de vivienda. Fuente:
Elaboración propia.

Resultados y Discusiones b) La movilidad que requiere el pa- La puerta de ingreso al baño será
a) La aplicación de las normas téc- rapléjico en el interior ocasiono el de tipo corrediza o plegable, se con-
nicas de accesibilidad género que desplazar el lavabo al exterior sir- sidera cortina corrediza en área de
el baño cambiara en dimensiones viendo este a todos los usuarios. regadera.
interiores aprovechando el desfa- La pendiente en regadera será del 2%
samiento del muro vertical que en A consecuencia de ese movimiento hacia el centro de la zona húmeda.
la planta arquitectónica de origen el área de regadera se reduce ocasio- Con línea punteada se aprecia el
sirve de área de lavado. nando que: el parapléjico tenga ba- asiento para que el parapléjico pueda
rras a distancias más cortas. asearse sentado.

Figura 7. Planta arquitectónica de baño con normas técnicas de accesibilidad, CDMX. Fuente: Elaboración propia.

86
Corte Transversal
Figura 8. Corte transversal del baño con intervención de normas técnicas de accesibilidad, CDMX. Fuente: Elaboración propia.

Corte Longitudinal
Figura 9. Corte longitudinal del baño con intervención de normas técnicas de accesibilidad, CDMX. Fuente: Elaboración propia.

a) En el corte transversal se aprecia la altura que tiene el lavabo para que el parapléjico tenga fácil acceso con la silla
de ruedas. El espejo del lavabo tendrá una inclinación de 10° en relación al muro con el fin de que el usuario tenga
percepción en el espejo.
b) Se aprecia en el corte la altura de la silla en la regadera teniendo un fácil desplazamiento de la silla. El azulejo se
requiere que sea antiderrapante en toda el área de la regadera.
c) En el corte longitudinal se aprecia la altura de la tasa y colocación de las barras para el apoyo y desplazamiento del
parapléjico, todas las barras serán de 3 a 4 cms. de diámetro.

87
Figura 10. Perspectiva de propuesta de diseño
aplicando normas técnicas de accesibilidad
Fuente: Elaboración propia.

Figura 11. Perspectiva en planta de

propuesta de diseño con normas técnicas de
accesibilidad
Fuente: Elaboración propia.

Figura 12. Perspectiva del resultado

de la aplicación de normas técnicas de
accesibilidad en el colocado de lavabo en zona
exterior del baño. FUENTE: Elaboración
propia.

88
Conclusiones y las opciones de hogar para las perso-
Recomendaciones
Al momento de hacer la propuesta
de diseño para el parapléjico en la vi-
vienda de interés social con normas
técnicas de accesibilidad es impor-
tante reflexionar en lo siguiente.
Los parapléjicos tienen necesidades
que es importante remediar, como
dar comodidad, seguridad, confort y
facilidad de acceso, es necesario tener
en cuenta las necesidades y capacida-
des del usuario con discapacidad.
La accesibilidad debe de estar en-
focada a todos los espacios habita-
bles en la vivienda de interés social.
Teniendo claro que la función de la
vivienda es acoger a las personas pa-
rapléjicas en condiciones adecuadas
para él.
En cuanto a las recomendaciones de
la aplicación de normas técnicas de
accesibilidad, se enfatiza la necesi-
dad de que sea de prioridad en todas
las constructoras públicas y privadas,
la constitución mexicana lo dice muy
claramente en su artículo 4°, todo
trabajador tiene derecho a una casa
digna y lo más lógico es que sea me-
recedor para el discapacitado aplicar
las normas que se han hecho para
ellos en accesibilidad, ellos son parte
laboral del país al ser incluyentes y
generar prestaciones que les da dere-
cho a una vivienda y las constructo-
ras ofrecerles una vivienda a la me-
dida de ellos.
La totalidad de las viviendas que se
construyen en la ciudad de los Mo-
chis, Sinaloa no son accesibles y no
son construidas para las personas
con discapacidad, no hay intención
para que la industria de la construc-
ción de vivienda cambie. No existen
viviendas accesibles en el mercado y
nas con discapacidad siguen siendo
nulas.
Es importante generar un adecuado
nivel de información para que esto
derrame una elevada valoración de la
necesidad de una vivienda digna para
el parapléjico. Es común que la falta
de conocimiento de las normativas
justifica en ocasiones la necesidad
de trabajar de manera coordinada
con los organismos gubernamentales
para poder exigir que hay un nulo in-
terés en el desarrollo de instrumen-
tos y estrategias para promover la ac-
cesibilidad en la vivienda de interés
social, publicar las leyes, normas y
decretos no será suficiente, será ne-
cesario informar los efectos que pro-
duce al darle importancia al discapa-
citado y ver los beneficios que aporta.
Referencias
Alonso Fernando. (1999). La acce-
sibilidad en la vivienda como valor
social: Costes y beneficios de la eli-
minación de barreras. Instituto uni-
versitario de estudios europeos. Uni-
versidad Autónoma de Barcelona.
Barcelona. España
CDMX. (2016). Manual de Normas
Técnicas de Accesibilidad. Diseño
Accesible para todos. Gobierno del
Estado de México, Ciudad de Méxi-
co, México
Comisión Nacional de Vivienda.
(2012). Código de edificación de vi-
vienda. Secretaria de desarrollo so-
cial de México, México
Consejo nacional para el desa-
rrollo y la inclusión de las personas
con discapacidad (2011) Ley General
para la Inclusión de las Personas con
Discapacidad, México
Diario oficial de la federación.
(2015). Congreso general de los esta-
dos unidos Mexicanos. Ley de vivien-
da en México, México
Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (2010) “censo de pobla-
ción y vivienda 2010 para la Repú-
blica Mexicana”. México
Organización Mundial de la Salud.
(2011). Informe mundial sobre
discapacidad.
ONU-HÁBITAT. (2010). El dere-
cho a una vivienda adecuada. Dere-
chos Humanos. Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos
Humanos. Genéve. Suiza
Universidad Autónoma del Estado
de Morelos. (2006). Documento Téc-
nico de Accesibilidad para Personas
con Discapacidad. Manual Azul. Uni-
versidad Autónoma del Estado de
Morelos.
Sociedad Hipotecaria Federal.
(2014). Seguimientos de las obliga-
ciones internacionales en materia de
Derechos Humanos. En S. H. Fede-
ral, estado actual de la vivienda en
Mexico. Mexico
89
La sustentabilidad un detonante reflexivo dentro de los
estudios del Hábitat.
Almendárez Robledo José
Armando 1, Cataño Barrera Alma
María 2 y Martínez Loera Ruth
Verónica 3
1
Jefe del Departamento de Estudios
del Hombre y de la Sociedad,
Facultad del Hábitat, UASLP.
arman_robble@hotmail.com
2
Jefa del Departamento de Estudios
de la Técnica y la Tecnología,
Facultad del Hábitat, UASLP.
acatano_7@hotmail.com
3
Jefa del Departamento de Estudios
de Arte y Diseño, Facultad del
Hábitat, UASLP.
cirocolor@hotmail.com
Resumen:
La facultad del Hábitat es una ins-
titución que se interesa por el valor
y la trascendencia del conocimiento
sobre la condición humana. Y, dentro
de este interés, destaca la categoría
de la sustentabilidad porque en ella
subyacen soportes que se manifies-
tan en referentes de convivencia y de
realización humana, como la respon-
sabilidad, la libertad y la solidaridad.técnica y tecnología, hábitat.
Es decir, la sustentabilidad llama
constantemente a la toma de con- Introducción
ciencia para todo cuanto se empren- El interés del ser humano por apro-
de en proyectos. Por otra parte, la piarse del entorno que lo rodea se
sustentabilidad, es un proceso, pues,
relaciona con la capacidad que tiene
todos los saberes que se entretejen
por integrarse al espacio y aprove-
a partir de la técnica y la tecnología,
char los recursos que éste le ofrece
el arte y el diseño y los estudios del
para que su vida individual y comu-
hombre y la sociedad velan por un nitaria se desarrolle en un sentido
bienestar social y un desarrollo eco-
armónico. Esa forma de actuar ha
nómico equilibrado, evitando, con hecho evidente la ambición y desin-
ello, la explotación irracional de fac-
terés por tomar recursos del entor-
tores bióticos y abióticos de la tierra
no sin considerar que algunas de las
en que los ciclos de vida consideren
cosas que se modifican jamás podrán
una serie de observancias que im- ser recuperadas. Esa situación sirvió
pidan el deterioro del entorno y del
como punto de partida para que una
propio ser humano. Así, la reciproci-
institución de educación superior in-
dad y la interacción se convierten en
tegrara un espacio de reflexión sobre
detonantes para que quienes reciben
el hábitat y la sustentabilidad en el
los beneficios de una transformación
sentido de construir un marco de co-
tomen en cuenta los códigos, especi-
nocimiento y un ideal con los cuales
ficaciones y normas en que los pro-
se forme en la persona un sentido de
yectos no sean vistos para solucionar
equidad y respeto por todo aquello
sólo la demanda de alguien y del mo-
que la rodea. Si bien en la década de
mento, sino para generar estrategias
los años sesenta la Universidad Au-
de trabajo integradoras, consistentes
tónoma de San Luis Potosí se intere-
y protectoras de los sistemas natura-
só por ofrecer la carrera de Arquitec-
les y los recursos de hoy y del futuro.
tura, fue a partir de los setenta1 que
De esa manera la sustentabilidad se
la naturaleza interdisciplinar de esa
convierte en un componente episté-disciplina favoreció el dar pie al es-
mico, ontológico y ético. tudio del diseño gráfico e industrial
y adjudicarle un lugar a la edificación
Palabras clave: sustentabilidad, y administración de obras. La evolu-
arte y diseño, hombre y sociedad, ción del conocimiento y las nuevas lí-
1. En la década de los años sesenta apareció
la percepción hacia los valores de la vida y los
presupuestos del desarrollo, una resistencia
pacifista al desgarramiento de las guerras y
el horror de los holocaustos, eso género la
búsqueda de nuevos estilos de convivencia y
de desarrollo (Leff, s.f.).
90
neas de pensamiento, en el año 2006
dieron cabida a los estudios del dise-
ño urbano y del paisaje y a la conser-
vación y restauración de bienes cul-
turales muebles.
Toda esa dimensión del conocimien-
to hizo que se estableciera el vínculo
del hábitat con el desarrollo social,
cultural y tecnológico que el ser hu-
mano necesita para que tenga una
vida digna. Esto significó ampliar la
gama de posibilidades al intercam-
bio “a gusto”, enriquecedor y al bien-
estar, lo que provocó una sensación
de progreso y de persistencia en la
búsqueda de ser felices, con una feli-
cidad compatible, compartible y coo-
perativa. A diferencia de la conviven-
cia mala que propicia miedo, hastío,
depresión y violencia y que nace de la
inseguridad porque, quien así actúa,
sólo está interesado en satisfacer sus
intereses a costa de otros.
Por eso, la idea de la sustentabilidad
como un eje reflexivo fuerte en los es-
tudios del hábitat, generó que de ella
se pudiera referir a la innovación, al
conocimiento, al compromiso con el
Figura 1. Esquema sobre el sentido de innovación en los estudios del Hábitat. Esquema elaborado por Verónica Martínez Loera.
otro y al sentido de libertad. De esa
manera la noción, de sustentabilidad
entreteje en sí misma un sentido de
inter, trans y multidisciplina para el
análisis de las acciones que desarro-
lla el ser humano dentro de un espa-
cio particular, en donde desarrolla su
vida social.
La sustentabilidad fuente de
innovación.
El tema de los estudios ambientales
comenzó a tener auge en la biología,
la filosofía y en otras disciplinas que
influyen directamente al ámbito del
diseño. Un punto de partida impor-
tante que consideró el valor y tras-
cendencia del conocimiento sobre la
condición humana. Ese especial én-
fasis favoreció la comprensión de que
la innovación propicia nuevas ideas
en la gestión de proyectos emanados
del diseño, propone que la creación
de productos considere el bienestar
del ser humano, y favorece que los
servicios y prácticas tengan la inten-
ción de ser útiles para el incremento
de la investigación, del desarrollo y la
competencia. Este marco de conoci-
miento no es solamente un ideal para
formar en la persona un sentido de
equidad y respeto por todo aquello
que lo rodea, sino, que es la propues-
ta pedagógica de la Facultad del Há-
bitat por medio de la cual se pretende
impulsar el sentido de mejora y cre-
cimiento del entorno sobre el propio
acto de diseño.
La innovación suele estar relaciona-
da con la capacidad que tiene una
profesión para abrirse campo en el
mercado, laboral, productivo, creati-
vo, a través de un cambio en las di-
námicas cotidianas de las ideas, los
productos y los servicios que buscan
convertirse en acciones útiles para
incrementar la competitividad. Sin
embargo, la propia idea de innovar
ofrece la posibilidad de crear solucio-
nes donde la iinvestigación aplicada
y el desarrollo experimental produz-
can cambios en los modelos menta-
les de concebir un proyecto de diseño
(ver Fig. 1).
91
Se puede decir que, en gran medida, el bienestar social y en el impacto cultad tiene una visión particular de
la innovación está relacionada con la
ambiental. A través de los departa- la propia sustentabilidad.
propuesta metodológica de estudios mentos de la técnica y la tecnología, Por tanto, el ámbito de conocimien-
de caso, resolución de problemas, el arte y el diseño y los estudios del to sobre la sustentabilidad abre el
casos hipotéticos y comparativos. hombre y de la sociedad se impul- panorama al mercado de los bienes
Además, obliga a acercarse a la rea-sa el desarrollo del conocimiento y simbólicos, a la capacidad explicati-
lidad de los sujetos que estarán invo-
saberes relacionados con la susten- va y a la identidad más allá de casos
lucrados con el fin de identificar las
tabilidad. De alguna manera la pro- donde sobresale la ambigüedad, la
necesidades, aunque en ocasiones, puesta pedagógica se identifica con debilidad y la marginalidad. Es decir,
esta parte también puede estar rela-lo sugerencia que De Alba (2007) desarrollar conocimiento sobre la re-
cionada con las oportunidades que hace sobre los estudios ambienta- lación del hombre con el entorno fa-
dicta el mercado. Otro de los aspec-les, al considerar que son un campo vorece que las líneas de pensamiento
tos que se pueden encontrar en el emergente en proceso de construc- se entretejan para fortalecer proce-
proceso metodológico está relacio- ción debido a que el nivel que tie- sos (ver Fig. 1). También se configura
nado con la generación de conceptos nen de profundización otorga a este la conciencia ambiental sobre los lí-
(García, 2012). tipo de conocimiento la posibilidad mites del crecimiento, la irracionali-
de generar normativas y acuerdos dad de la hegemomía económica do-
La sustentabilidad y claros. Además, posibilita la parti- minante, la destrucción de las bases
conocimiento cipación entre distintos ámbitos del ecológicas de sustentabilidad del pla-
La Facultad del Hábitat ha hecho conocimiento, ya que cada uno de neta, el círculo perverso de degrada-
que sus disciplinas se interesen en los diseños que se ofertan en la Fa- ción ambiental y pobreza (Leff, s.f).

Figura 1. Líneas de pensamiento de la Facultad del Hábitat relacionas con la sustentabilidad. Esquema elaborado por Alma María Cataño
Barrera.

92
Este compromiso que ejerce la Facul-
tad del Hábitat se hace más palpable
cuando inicia la transformación de
sus planes de estudio, con la Rees-
tructuración del Plan de Estudios en
el 2013, de las seis carreras, intro-
duciendo en ellas la(s) materias que
involucran el desarrollo sustentable
como contenido y como filosofía y
con el objetivo de integrar en el Perfil
del Egresado la característica de un
nuevo profesional que ponga de ma-
nifiesto en su ámbito de aplicación
profesional, laboral y social, el desa-
rrollo sustentable, comprendiendo la
interacción hombre-naturaleza y sus
efectos en el medio ambiente y sus
actividades.
Otro ingrediente, aunado al desarro-
llo sustentable, hace hincapié en la
educación por competencias. Es de
interés que ambos vayan de la mano,
promoviendo en el estudiante un
conocimiento significativo. De esta
manera, los nuevos planes de estu-
dio comprenden las 27 competencias
genéricas (Díaz,2015) que fueron se-
leccionadas por el proyecto Tuning
para América Latina (2005) que las
clasifica en tres bloques: competen-
cias instrumentales, competencias
interpersonales y competencias sis-
témicas. En la Facultad del Hábitat
hemos integrado estos bloques a la
estructura misma de los planes de
estudio en las siguientes categorías:
competencias propias de la carrera
(instrumentales), competencias co-
munes (interpersonales) y las com-
petencias trasversales (sistémicas).
En el primer grupo, las competencias
instrumentales se refieren a los cono-
cimientos aplicables en la formación
y el aprendizaje. Estas capacidades
se han integrado en los dos prime-
ros periodos de las carreras: el área
básica y el área profesionalizante. De
las 27 competencias, nueve corres-
ponden a este primer grupo que, a su
vez, agrupa las primeras 5 dentro del
contenido general en las materias,
otra, la número 6, dentro de un blo-
que independiente pero obligatorio y
las tres últimas para una materia que
es parte de cada semestre pero que
sintetiza el trabajo de las materias
del semestre, el Taller de Síntesis.
La lista es la siguiente:
- Capacidad de comunicación oral
y escrita
- Habilidades en el uso de las tec-
nologías de la información y de la
comunicación
- Habilidades para buscar, proce-
sar y analizar información proce-
dente de fuentes diversas
- Capacidad para organizar y plani-
ficar el tiempo
- Conocimientos sobre el área de
estudio y la profesión
- Capacidad de comunicación en
un segundo idioma
- Capacidad para identifica, pla-
near y resolver problemas
- Capacidad para tomar decisiones.
- Capacidad de abstracción, análi-
sis y síntesis.
En el segundo grupo, las competen-
cias comunes, aun cuando han sido
analizadas en distintos momentos
de la carrera se ponen en evidencia
en los tres semestres finales del área
profesionalizante (sexto, séptimo
y octavo semestres) y en el área de
profundización de las seis carreras,
donde se pretende que el estudian-
te aprenda a ver la relación de estas
competencias con el ser y el convi-
vir, es decir, el mantenimiento de las
buenas relaciones tanto interperso-
nales como de trabajo. Las compe-
tencias son las siguientes:
- Responsabilidad social y compro-
miso ciudadano
- Capacidad crítica y autocrítica
- Capacidad de trabajo en equipo
- Habilidades interpersonales
- Valoración y respeto por la diver-
sidad y multiculturalidad
- Habilidad para trabajar en con-
textos internacionales
- Compromiso ético
En un tercer bloque, las competen-
cias transversales son competencias
integradoras. Requieren que el es-
tudiante se haya apropiado todas las
anteriores y dé una visión de con-
junto para gestionar la aplicación
de las competencias faltantes en un
conjunto integrado. Se pretende que
el estudiante del Hábitat consolide
este conjunto de capacidades en el
área de profundización, iniciando
con una tarea electiva, es decir, el
estudiante tendrá que optar por uno
de tres perfiles de especialización: la
reflexión, la creación o la realización.
Y, con base en esta decisión, desarro-
llará y hará propias las competencias
faltantes:
Capacidad de aplicar los conocimien-
tos en la práctica
- Capacidad de investigación
- Capacidad de aprender y actuali-
zarse permanentemente
- Capacidad para actuar en nuevas
situaciones
- Capacidad creativa
- Capacidad de motivar y conducir
hacia metas comunes
- Compromiso con la preservación
del medio ambiente
- Compromiso con su medio
sociocultural
93
 - Habilidad para trabajar en forma
autónoma
- Capacidad para formular y gestio-
nar proyectos
- Compromiso con la calidad
Este proceso se hace más evidente
en el Taller de Síntesis interdiscipli-
nar que es parte del noveno semestre
de las seis carreras, en que los estu-
diantes conviven y comparten sus
conocimientos específicos por carre-
ra para integrarlos en un proyecto
comunitario.
La visión sistémica de la sustenta-
bilidad aplicada a estos proyectos
comunitarios permite considerar el
sistema en forma general, describir
y explicar las interrelaciones entre la
comunidad y su contexto inmediato
(rural o urbano), clasificando las va-
riables y representando las distintas
soluciones.
Dichas variables se convierten en los
indicadores sustentables que darán
fortaleza a sus proyectos, es decir,
(ya) que reflejan la realidad de tres
segmentos básicos: los recursos na-
turales, los sistemas económicos y
la caracterización social de sus usua-
rios, evidenciando directamente lo
que manifiesta Hart (1998), las co-
munidades constituyen una red de
interacciones entre el medio ambien-
te, la economía y la sociedad.
La esencia de competencia radica
en la “movilidad de recursos” (Pe-
rrenoud, 2010), con la característi-
ca de que, en el campo profesional,
también depende de la navegación,
es decir, del traslado cotidiano de un
trabajo a otro, de una experiencia a
otra para hacer frente y resolver a un
tipo de problemas o situaciones. En
este sentido, la aportación de José
Moya (2007) coincide al decir que
una competencia es la forma en que
una persona moviliza, utiliza todos
sus recursos para resolver, en forma
adecuada, una tarea en un contexto
determinado.
Tobón (2005), en un pincelazo de
claridad y de acuerdo con OCDE,
UNESCO, TUNING, las clasifica en:
a) Básicas: Fundamentales para vivir
en sociedad e incorporarse al traba-
jo; b) Generales: útiles para salir ade-
lante en varios ámbitos científicos,
comunes a varias materias como:
gestión de recursos, solución de pro-
blemas, evaluación de actividades y
c) Específicas: propias de aspectos
particulares de una profesión, nivel
educativo, especialización.
La sustentabilidad, un com-
promiso con el otro.
Los documentos que fueron elabo-
rados después de los trabajos de la
Comisión, y aprobados en la Cumbre
de Río de 1992, en la Cumbre de la
Tierra 1997 y Programa de agenda
21, van sectorizados en el camino
de la verdadera sustentabilidad, se
analizan mecanismos de producción
y consumo sustentable, de intercam-
bio de tecnologías verdes o limpias,
se diagnostica las situaciones de los
bosques, del agua (García, 2006).
El informe Bruntland (ONU) ofrece
una perspectiva renovada a la discu-
sión de la problemática ambiental y
del desarrollo sustentable. Con base
en él se convocó a todos los jefes de
Estado del planeta a la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre Medio
Ambiente y Desarrollo, celebrada en
Río de Janeiro en junio de 1992, con
la finalidad de elaborar y aprobar
un programa global conocido como
Agenda 21 para normar el proceso de
desarrollo con base en los principios
de la sustentabilidad. De esta forma
se fue prefigurando una política glo-
bal para disolver las contradicciones
entre medio ambiente y desarrollo
(Leff, s.f).
La generación de instrumentos y
herramientas a través de un trabajo
concienzudo, complejo, prolongado
trajo como consecuencia el desarro-
llo de la tecnología, a grados tales
que pueden debatir la técnica, el len-
guaje, la sociedad, la cultura. SE hace
el énfasis en la tecnología, ya que en
y por ella se hace más evidente su
impacto sobre el entorno, al descan-
sar la producción en un manejo in-
diferenciado de materia y energía y,
frente a ese deterioro, el sentido de
ecología se establece como un instru-
mento para ampliar los límites del
crecimiento, pero desde el enfoque
del reciclaje. Por otra parte, la bio-
tecnología expone los procesos de la
vida en el campo de la producción y
el ordenamiento ecológico relocaliza
las actividades productivas, sin dejar
fuera el concepto de territorio como
soporte de un mayor crecimiento
económico para ampliar los espacios
físicos para una producción amplia-
da (Leff, s.f). Es por esto que los es-
tudios del Hábitat fomentan el de-
sarrollo humano como un gran reto:
el de vivir en la interdependencia ci-
vilizada e inteligente a fin de que las
diferencias y diversidades, sin llegar
a ser tratadas sólo en forma estraté-
gica y artificiosa, generen consensos
para la interacción y el verdadero
desarrollo.
Desde el momento que la susten-
tabilidad se entiende como un de-
sarrollo que satisface necesidades,
está siendo denominado como un
94
proceso. Todo proceso debe estruc-
turarse para poder implementarse y
transformarse para su optimización.
Los dos componentes básicos de la
sustentabilidad, como proceso, son:
el concepto de necesidad y la restric-
ción impuesta por el estado actual de
la tecnología, la organización social
y la capacidad del medio para satis-
facer dichas necesidades presentes y
futuras (WCED, 1987).
Si la postura sustentable se considera
un proceso equilibrante que impar-
ta justicia, es importante que se lea
desde las dimensiones económica,
ecológica y social; es decir, contiene
tres ejes estratégicos: sustentabili-
dad ambiental, eficiencia económica
y equidad con justicia social. Estas
relaciones no son tan simples como
se prefiguran. Son más bien comple-
jas, bidireccionales y simbolizan una
serie de causas detrás de los procesos
de interacción sistémica. Es por ello
que, a manera de organismo regula-
dor, los departamentos del Hábitat
pretenden tener ciertos criterios de
gestión y control de los cambios en
Figura.2. Balance económico de la sustentabilidad. Esquema elaborado por Alma María Cataño Barrera.
los niveles de contenidos, donde se
consideren categorías, se sinteticen
o expresen en un nivel más aproxi-
mado al contexto de cada campo del
conocimiento en lo referente a siste-
mas ambientales. Esto se puede ver
de dos maneras, como organismos
individuales, con sus propiedades y
valor directo; y como combinación
de organismos, cuyo papel ahora está
en la sustentación de los ciclos bio-
físico, dando un valor indirecto a la
satisfacción de necesidades humanas
(Borrayo, 2002).
Es decir, como proceso, la valora-
ción de los recursos ambientales que
deben hacer nuestros estudiantes y
maestros se convierte en un requisito
a la hora de incorporar las funciones
de sustentación de la vida, cuando se
presentan las distintas soluciones de
diseño. Esas respuestas, representan
dentro de las funciones de consumo
y de producción, la manera de gestio-
nar las necesidades humanas, como
diseños que representan al conjunto
de actividades humanas de una so-
ciedad. Por tanto, deberán apegarse
al concepto de sustentabilidad aquí
mostrado.
La interrogante es cómo se entrelaza
ese eje ambiental con el económico,
pues bien, es a través del balance de
materiales. En el quehacer econó-
mico, a manera de restricción física,
sabemos que toda actividad humana
estará limitada por la disponibilidad
de recursos, generalmente un capi-
tal natural limitado que, a pesar de
que el progreso tecnológico permita
nuevas posibilidades de combinar
materiales, no es posible modificar el
principio de conservación de la natu-
raleza que todo diseñador debe hacer
propio y hacer cumplir. La manera
de tratar estos fenómenos es a través
del principio de conservación, me-
diante modelos de balance de mate-
riales. Solo para dar un ejemplo mos-
traremos una ecuación de balance
general: los flujos que entran en un
sistema material (inputs) deben ser
iguales a la masa asociada de salida
(outputs) para cada proceso o siste-
ma global (ver Fig. 2).
95
Para complementar el tercer eje de
la sustentabilidad, el cual se refiere a
la justicia y equidad social, es preciso
distinguir que es de vital importan-
cia en los procesos la participación
social de manera que se identifiquen
las oportunidades que aseguren
bienestar y calidad de vida. Este ele-
mento necesita la gestión en el dise-
ño de políticas, planes y programas
para la distribución de los recursos y
proyectos específicos para la pobla-
ción vulnerable. Es nuestro quehacer
como institución ofrecer los linea-
mientos en la formación de nuevos
profesionistas para que, de manera
integral, contemplen y sean capaces
de promover acciones que desde su
formulación procuren la participa-
ción y compromiso con la comuni-
dad. El proceso que da seguimiento a
Figura. 3. Proceso de gestión social de la sustentabilidad. Esquema elaborado por Alma María Cataño Barrera.
La sustentabilidad y el senti- alguna manera sostiene el sentido dados en las leyes de la naturaleza,
do de libertad. por desarrollar el conocimiento de la los procesos ecológicos y en la crea-
El desarrollo social, económico y
político llevan implícitos una idea
fundamental que dentro del aula
tiene un gran sentido “enseñar es
enseñar a vivir”, una idea retomada
de Jean-Jacques Rousseau que de
los objetivos políticos, por medio de
los conocimientos y saberes econó-
micos, involucre varios niveles, son
procedimientos normativos y estra-
tégicos cuya secuencia es: teoría ->
modelos -> políticas -> plan (Stone,
1984). Lo que realmente se espera
es que nuestros estudiantes y maes-
tros se involucren y tomen acción en
estos procesos para dotar de capaci-
dad a las instituciones de la sociedad
para incidir en la realidad y orientar
hacia una mejoría en la calidad de
vida (ver Fig. 3).
Las ideas eje de la tradición consi-
derada como transmisión de bienes
culturales, aportan un avance al co-
nocimiento, a la técnica y por tanto
al desarrollo del lenguaje y toda su
complejidad, un testimonio de que
el progreso, como una forma de
sustentabilidad. Sobre todo, porque
permite cuestionar la degradación
ambiental como un signo de crisis de
la humanidad, pero también como
un acto reflexivo que favorece el de-
sarrollo de nuevos paradigmas fun-
pensamiento, aporta consistencia
y centralidad al protagonismo del
ser humano en relación con de la
sustentabilidad.
La construcción de procesos reflexi-
vos que consideran a la sustentabili-
dad como parte de la vida, como una
entidad funcional que transciende y
afecta a la totalidad, de alguna ma-
nera, expone que haber adoptado la
fragmentación no logra integrar los
microcampos y deja desarticulado el
conocimiento con demandas cotidia-
nas que tienen que ver con un hábitat
que demanda constantemente el fun-
cionamiento, desahogo y recomposi-
ción de los cuales estamos inmersos,
pero como no tenemos una idea de
interconexión, de humanismo, de
profundidad y autonomía.
tividad humana (Leff, s.f).
El sentido de libertad se manifiesta
en aquellos actos que han hecho a la
propia sociedad civil luchar por tener
el control sobre sus espacios, sus bie-
nes naturales y culturales. Acciones
96
que se han concretado a través de
discursos sobre crecimiento sosteni-
ble y políticas públicas que enfrentan
el impacto de la globalización, así
como ante proyectos de autogestión
donde se protege el patrimonio natu-
ral, esto se puede ver como un princi-
pio de esperanza, de responsabilidad
y de metamorfosis (Morin, 2011).
La toma de conciencia y la reflexión
en acción tocan aspectos relacio-
nados con las nociones de diálogo,
amor, integración y totalidad, que no
son otra cosa más que la condición
del hábitat que se ha fragmentado
desde el poder, el dominio y el inte-
rés económico lo cual ha generado
un destrozo en torno a la conciencia
sustentable, en lo ético un desajuste
de acción a una norma y en lo político
los cambios hacia las formas de con-
veniencia y a la toma de decisiones.
Cuando se hace a un lado la convi-
vencia social y se prioriza el enrique-
cimiento es posible observar cómo la
ausencia de sustentabilidad, es decir,
la propiedad, lo bienes comunes, las
leyes del mercado son los que cau-
san un desequilibrio en la forma de
utilizar los bienes que ofrece el en-
torno. En este sentido, la ética y la
moral ofrecen una vigilancia hacia la
conciencia de la la libertad, la auto-
nomía, la individualidad, el deber y
el deseo como conceptos clave en las
discusiones y estudios actuales sobre
conductas que acaecen y son estudia-
das dentro de estos dos campos: la
deontología y la cupiditas, el appe-
titus el hedoné y la apátheia que se
suspenden o se desatan bajo la previ-
sión o el magnetismo de la teleología;
lo bueno y lo justo, la responsabili-
dad social y la justicia, en el marco
del razonamiento y la obligatoriedad
moral, además de propuestas críticas
sobre la relatividad moral y el funda-
mentalismo y la versiones surgidas
a últimas fechas sobre el sentido de
las formas de ser y actuar del indivi-
duo consigo mismo y con los demás
en una época, pudiera decirse, pos-
deóntica, libre de los mandamientos
y obligaciones como absolutos mora-
les, una época de l’après devoir, pos-
terior al deber.
Por un lado, la ética, en un plano
académico, es Filosofía Moral, es
decir, la disciplina que estudia las
reglas morales y su fundamenta-
ción. En un sentido más laxo, la
ética aparece como sustantivo y
significa la conducta moral de la
que es capaz de dar cuenta o ra-
zonar uno mismo, por ejemplo, el
profesor actuó al margen de toda
ética; o como adjetivo y se refie-
re a la calidad ética de cualquier
acto o norma moral, por ejemplo,
la dimisión del administrador ha
sido ética. Se deduce, por tanto,
que existen muchas morales y no
menos éticas, pero emerge y se es-
tablece una sola ética en el sentido
de que consiste en la forma razo-
nada (capaz de dar cuenta de sí
misma) de ser moral. Por otro lado,
la moral tiende a ser particular, en
función de la concreción de sus ob-
jetos, contrariamente a la ética que
tiende a ser universal por la razón
de la abstracción de sus principios.
Bajo esta premisa, la administración
que cada cual hace de su vida irá en
proporción directa de su desarrollo
autónomo y del manejo responsable
de la libertad. Y, más aun, cada uno
hace su vida, pero con alegría y gusto
por ella, porque entiende las bonda-
des de trascender la esfera individual
y egocéntrica al decidir y elegir cual-
quier camino de la misma porque
sabe que al lado, ahora o más tarde,
compartirá con otros lo que ha elegi-
do. El reconocernos humanos entre
los humanos, no nos impide, por el
contrario, nos impulsa a mantener la
pretensión de recuperar o conservar
la alegría, no obstante que hayamos
padecido de ingratitudes infantiles o
de degradaciones en nuestra perso-
na. He ahí el caso de la resiliencia2.
Trascender y madurar experiencias
infantiles, por ejemplo, la de esperar
premios o temer los castigos, nos co-
loca en la opción ética, que no toma
en cuenta las obligaciones y las san-
ciones, ni el afán del mérito. (Esa
gran necesidad de reconocimiento
social que tanto campea en nuestro
medio y empobrece la autenticidad
de nuestros actos).
Conclusión
La conciencia sustentable busca
hacer pensar que cada acto y toma
de decisión en un proceso de diseño
tiene que considerar que no se afecte
a los otros, a la naturaleza. Por eso,
la toma de conciencia individual y
colectiva favorecerá que las accio-
nes que se establezcan y desarrollen
de manera equilibrada para evitar el
dislocamiento de la vida cotidiana.
Los valores éticos, a diferencia,
incluso, de la naturaleza flotante,
novedosa y fugaz del valor estéti-
co siempre vuelven a lo mismo: el
2. El término resiliencia refiere a la capacidad
de los sujetos para sobreponerse a muertes o
períodos de sangre dolor emocional. Cuando
un sujeto o grupo animal es capaz de hacerlo,
se dice que tiene resiliencia adecuada, y
puede sobreponer a contratiempos o, incluso,
resultar fortalecido por los mismos. El
concepto de resiliencia se corresponde con el
término entereza. http://es.wikipedia.org/
wiki/Resiliencia_(psicolog%C3%ADa)
97
 reconocimiento de nuestra huma-
nidad en la del otro. La posibilidad
de encontrarnos con los demás
bajo disparidad de situaciones y
actitudes.
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Facultad del Hábitat, Universidad
Autónoma de San Luis Potosí
juan.depoo@uaslp.mx
Resumen racción entre personas producto de
El tema central de este trabajo es la
espacialidad doméstica en la era de
la información a partir de la incorpo-
ración y uso de internet en el hogar.
Este fenómeno se aborda desde la
habitualidad, condición que da cuen-
ta de cómo y por qué el tránsito e
inmersión al espacio digital ha pro-
vocado cambios en el pensamiento y
comportamiento de las personas en
la vida cotidiana. En este sentido, la
habitualidad ha sido un factor deter-
minante para el proceso de domes-
ticación de las nuevas tecnologías
surgidas a principios del siglo XXI.
Bajo este enfoque, la espacialidad es-
tudia la producción del espacio social
a partir del uso que se le da al espacio
físico mediante las modificaciones
que está teniendo el espacio vivi-
do por la incorporación de internet
como el sistema de comunicación do-
minante. Este trabajo busca explicar
el momento actual dentro del proce-
so de configuración de la espaciali-
dad por medio de la influencia de la
habitualidad y la posible agencia de
las personas sobre la manera en que los posibles efectos que se prevén, se
se produce el espacio bajo la tenden- encuentran la alteración de la pre-
cia de la digitalización en el hogar. sencia mediante la disolución o re-
signifiación de la distancia, la recon-
Palabras clave: Espacialidad, ha- figuración de la habitualidad por la
bitualidad, hogar temporalidad dominante del espacio
digital, y la modificación en la inte-
Introducción los cambios en la comunicación pro-
La incorporación de internet y dis- movidos por internet. Esta realidad
positivos digitales al ambiente do- social de la era de la información,
mestico es distinta a la influencia conlleva a la comprensión de las re-
y el impacto social que tuvieron los laciones de poder que determinan la
medios masivos de comunicación a ideología dominante, donde el espa-
principios y mediados del siglo XX; cio sigue siendo reducido a la catego-
internet ha modificado la habitua- ría de recipiente susceptible a ser lle-
lidad, interacción y presencia de las nado o vaciado; esto se debe, en gran
personas a un nivel planetario, rea- medida, a los principios de fragmen-
lidades por medio de las cuales las tación que impulsa el capitalismo. El
personas producen colectivamente espacio, bajo esta visión, se concibe
el pensamiento de una época que se como mercancía y por lo tanto oculta
manifiesta en la producción espacial. las relaciones sociales dentro de su
Primariamente el pensar humano, esquema de producción.
según Clifford Geertz, se produce
como un acto público desarrollado El modelo neocapitalista, hace uso
con referencia a una cultura común del nuevo sistema de comunicación
y secundariamente como una cues- para servir sus propios fines me-
tión íntima y privada. (Geertz, 2003, diante la preservación de un orden
p.82) Por consiguiente, se anticipa social conformado por beneficiados
que este nuevo sistema de comuni- y excluidos. Estas contradicciones
cación puede estar afectando pro- propias del sistema capitalista se han
fundamente las prácticas espaciales acentuado en el modelo neoliberal,
al haber llegado de manera abrupta en particular preocupa la develada
a la esfera íntima de los miembros por Henri Lefebvre, la coexistencia de
del hogar, al espacio vivido. Entre la homogeneización y fragmentación
99
del espacio; la tendencia a la totaliza-
ción y atomización de manera simul-
tánea. (Lefebvre, 2013, p.22) Por lo
anterior, se toma la teoría unitaria
de Lefebvre como punto de partida
para explicar lo que representa para
la producción del espacio la espacia-
lidad en la era de la información. La
triada conceptual de prácticas espa-
ciales, representaciones del espacio y
espacios de representación, como él
mismo advierte, no puede confundir-
se ni separarse. En este sentido, re-
sulta de interés explicar a través de la
teoría social del espacio, el impacto
que está teniendo la espacialidad de
la era de la información en el espa-
cio vivido y físico de las personas, ya
que el uso de internet al interior del
hogar está conformando una nueva
espacialidad que modifica el pensar y
actuar de las personas desde la ima-
ginación y representación simbólica
en su existencia material.
Espacio social y espacio
digital
La espacialidad de la era de la infor-
mación hace uso del nuevo sistema
de comunicación para establecer
una dialéctica diferente entre las
tres dimensiones del espacio social.
La tendencia de reducir el espacio a
mercancía y promocionarlo por su
función, trata de preservarse me-
diante la fragmentación y jerarqui-
zación del espacio. Ahora bien, la
falta de control y regulación de las
personas sobre el proceso mismo
de producción del espacio se puede
deber a la rutina diaria impuesta que
impacta los espacios de representa-
ción, convirtiéndolos en un espacio
dominado, éste que tiene la capaci-
dad de moldear al espacio físico. El
espacio vivido una vez dominado,
es experimentado pasivamente; tal
parece que la nueva espacialidad
lo puede estar sometiendo a través
de su presencia perpetua, sin dejar
lugar para la memoria o para la his-
toria. Este espacio, el vivido, se nutre
de recuerdos, sueños, emociones y
anhelos, se materializa mediante los
actos inscritos en el tiempo, y lo hace
dotando de significado a los espacios,
objetos y situaciones. La espacialidad
de la era de la información, digitali-
za las actividades que constituyen la
vida cotidiana, ahora sin mediación
ni distancias, sin tiempo ni lugares.
La nueva espacialidad parecería que
obedece a la ideología dominante a
través de un nuevo sistema de co-
municación que sigue los mismos
principios; la homogeneización, la
fragmentación y jerarquización del
espacio. En este sentido, la digitali-
zación es un paso más en el devenir
de la producción del espacio, esta vez
diferente en comparación con la tele-
visión y el teléfono fijo, por su capaci-
dad de modificar la presencia misma
de las personas al permitirles gene-
rar, almacenar, transmitir y modifi-
car información. Al hacerlo de ma-
nera habitual, se genera alienación
que posiblemente sea consecuencia
de esta falta de control y regulación
sobre este medio.
Bajo estas condiciones, la domina-
ción del espacio vivido se está produ-
ciendo de nuevas maneras, observa-
bles en los cambios y permanencias
en las actividades de la vida diaria.
La nueva espacialidad se está con-
formando de manera simultánea
mediante un proceso de integración
y desintegración de las dimensiones
privada y pública, desde una escala
local y global. Este proceso, a dife-
rencia de un sistema de comunica-
ción pasivo, elimina las distancias y
tiende hacia la exclusión del tiempo.
La secuencia cronológica de momen-
tos y su duración parecen desapare-
cer obedeciendo al mismo sentido
homogeneizador del sistema neoca-
pitalista. Producto de este modelo,
internet representa una contradic-
ción, parece unir, al eliminar distan-
cia y tiempo, y a su vez aísla; parece
velar las contradicciones, y a su vez
las exhibe mediante la segregación
tecnológica. Tal vez sea muy pronto
para observar cambios sustancia-
les en el espacio físico además de la
tendencia a contraerse y modularse.
Lo que sí se puede adelantar, es que
lo cambios del espacio físico pueden
venir desde las modificaciones en el
espacio vivido.
Ahora bien, la teoría del espacio de
flujos de Manuel Castells utiliza el
planteamiento de Lefebvre y esta-
blece que fue el desarrollo de la co-
municación digital, redes de tele-
comunicación avanzadas, sistemas
de información y transportación
computarizada, los avances que
transformaron la espacialidad de
la interacción social al introducir la
simultaneidad sin importar la loca-
lización de los actores que intervie-
nen en el proceso de comunicación.
(Castells, 2008, p.xxii) Esta cualidad
de coexistencia, característica cons-
titutiva del espacio digital, ha per-
mitido la diversificación de activida-
des y usos de los espacios mediante
dispositivos conectados a internet.
Esta nueva condición de la presen-
cia está relacionada directamente
100
con el proceso de configuración de
la espacialidad al haber redefinido la
temporalidad, como se ha expuesto
anteriormente. La espacialidad de la
era de la información se caracteriza
entonces por la tendencia a la com-
presión y flexibilidad espacio-tempo-
ral de la sociedad red y opera entre el
plano físico y el virtual; en términos
de Castells, entre la contradicción del
espacio de lugares y el espacio de flu-
jos. Este fenómeno podría ser expli-
cado a través de la manera en que ha
incidido la digitalización de las prác-
ticas de la vida cotidiana y la reorde-
nación de la sociedad mediante el uso
de internet. La exploración crítica de
la cotidianidad de Lefebvre, explica
cómo ésta constituye un ámbito de
instrumentos ideológicos manipula-
dos que conduce al incremento del
consumo y de la esfera privada bajo
la apariencia de racionalidad, en esta
cotidianidad programada se manipu-
lan necesidades y deseos, a saber, la
espacialidad de la era de la informa-
ción. Internet, bajo este enfoque, re-
presenta uno de estos instrumentos
ideológicos que modifican el sentido
de orientación de las personas dentro
de la vida cotidiana.
Actualmente internet es el medio de
comunicación dominante que permi-
te la asimilación de una nueva capa
del espacio social, el espacio digital.
Esta otra capa del espacio social, se
sobrepone a la espacialidad conso-
lidada anteriormente y modifica la
manera en que se produce el espacio
en nuestros días. Lo hace de forma
esquizofrénica,1 dislocando la orien-
1. Esquizofrenia, del griego σχίζειν
schizein, dividir, romper; y φρήν phrēn,
entendimiento, razón. Es un trastorno mental
que altera la conciencia de realidad y dificulta
tación y atención de las personas
en el espacio-tiempo por medio de
la condición de simultaneidad. Así
como la esquizofrenia, que conlleva
al aislamiento de los sujetos, la digi-
talización de actividades cotidianas,
modifica los conceptos de mismidad
(Heidegger, 2015, p.347) y centrali-
dad. Esta desorientación se origina
por la superposición del espacio digi-
tal sobre la ubicación de las personas
en el espacio físico y vivido; situación
que produce una nueva forma de ha-
bitar comparable a quitar piso que
reduce la capacidad de organización
de pensamientos y actividades. Bajo
este influjo, el habitar y las relaciones
sociales en la era de la información se
dirigen más hacia el entretenimiento
efímero y el consumo, que a la cons-
trucción social. En este sentido, in-
ternet, como medio de comunicación
multidireccional, ha creado otro tipo
de especie, el internauta. Ha con-
vertido a las personas en emisores
y receptores de información, repre-
sentando uno de los agente de trans-
formación socio-cultural de mayor
impacto en la historia de la humani-
dad. Este medio contiene y produce
las representaciones de la sociedad,
modelos y estilos de vida, comporta-
mientos y tendencias globales. En él,
la realidad se presenta como ficción
y viceversa, para ser consumida. El
espacio digital bajo este enfoque, se
consume y nos relacionamos en él y
a través de él. Es en sí, espacio social
producto de la tecnología introduci-
do en el hogar; lugar en el cual se ar-
ticula nuestro entendimiento y rela-
ción de la cultura pública y la cultura
privada. Esta nueva capa del espacio
mantener conductas motivadas dirigidas a
metas específicas.
social se ha entremezclado vertigino-
samente con los patrones espaciales
y de comportamiento familiar.
La estructura del espacio digital está
fundamentada en el hipertexto,2 que
como sistema de organización y vin-
culación de información, relaciona
fragmentos con fragmentos; su es-
tructura no secuencial, enlaza pági-
nas web y archivos multimedia sin
mantener vínculo ni memoria con
el punto de origen del que se partió.
Esto conduce a preguntar si la vida
cotidiana actual, como ensamble de
procedimientos, está desprovista de
la estabilidad que proveen los ritos,
costumbres o reflejos, que son tipos
de conocimiento los cuales no han
sido articulados en el discurso, (De
Certeau, 1997, p.45) y pertenecen
al espacio vivido de las personas. El
espacio digital, se está convirtiendo
en el vehículo universal a través del
cual se mediatiza el entendimiento
del mundo; las personas entienden
y se relacionan con el mundo (Carr,
2014, p.25) a través de esta nueva
capa del espacio social. Como tal, es
una representación de la sociedad la
cual se habita y modifica la dinámica
y organización social. En este senti-
do, los elementos que estructuran a
la sociedad y la manera en que se es-
pacializa, se relacionan directamente
con las prácticas sociales a través de
las cuales se conceptualiza el espacio
por medio de la asignación de usos,
formas y significados. En otras pala-
bras, la espacialización del concepto
2. Hipertexto, concepto acuñado por Ted
Nelson para un sistema no lineal de búsqueda
y producción de información a partir de
enlaces asociativos; HTTP, (Hypertext
Transfer Protocol) es el método más común
de intercambio de información en la www,
World Wide Web.
101
de espacio social, es expresión de
los procesos que constituyen la vida
cotidiana. Procesos que con el surgi-
miento del espacio digital, han hecho
que las prácticas cotidianas sean hí-
bridas. Es decir, algunas se realizan
en el espacio físico y en el espacio di-
gital de forma simultánea. Otras, se
han originado y/o migrado al espacio
digital. Mientras que sólo unas cuan-
tas, por el momento, resulta difícil
pensar en su digitalización.
Hoy, la manera de observar, contro-
lar y dimensionar el espacio-tiempo
es diferente. Su dominio se da a par-
tir de la simultaneidad que inscribe
atemporalmente actividades en el
uso del espacio por medio nuevas
estrategias y tácticas. Ahora, parece
ser que lo genérico impuesto por el
espacio digital, predomina sobre lo
espontáneo; lo único y particular de
cada hogar ha quedado reducido a
una variación limitada en donde las
personas encuentran tranquilidad
bajo una falsa libertad de elección.
En donde los usos del espacio-tiempo
están dirigidos y obedecen al consu-
mo más que a la creación y estableci-
miento de lugares propios. En donde
la configuración espacial se repite de
hogar a hogar y se reproduce física-
mente por medio de un programa
arquitectónico que ya no correspon-
de a los usos que se le dan al espacio
en la era de la información. A saber,
en ésta y en todas las demás espa-
cialidades domésticas, se encuentra
inscrita la articulación conceptual de
lugar y familia.
Para entender la reestructuración de
la vida en pareja y familia bajo esta
nueva forma de habitar, se retoma
el modelo multi-teórico propuesto,
desde la psicología, por Katherine M.
Hertlein. (Hertlein, 2012, p.374-387)
Este modelo relaciona tres perspecti-
vas; la influencia del contexto, cam-
bios estructurales y cambios pro-
cesales. El contexto de este trabajo
es la asimilación de una nueva capa
del espacio social, la que propicia
las modificaciones en las relaciones
familiares. Los cambios estructura-
les, se refieren a la redefinición de
reglas, fronteras y roles alrededor
de la pareja o familia. Los cambios
procesales se observan a través de
la redefinición de la intimidad y del
proceso de formación-mantenimien-
to de relaciones. Si bien este modelo
representa los posibles cambios del
sistema familiar, se observa que no
aborda el espacio-tiempo en el que
suceden estos cambios, el hogar. Por
lo tanto, el modelo puede ser comple-
mentado por el estudio de la espacia-
lidad. Estudio que implica cuestio-
nar los mecanismos por medio de los
cuales la estructura del espacio digi-
tal se integra y transforma al espacio
social. Mecanismos que se entremez-
clan en la estructura que subyace en
la producción paralela del espacio
social, en particular de los espacios
físico y vivido. Si bien la producción
del espacio a través de la vida cotidia-
na según Agnes Heller implica hete-
rogeneidad, (1977) la pregunta que
surge es cómo se ha transformado
este último concepto por la multipli-
cidad polisémica y policéntrica de la
experiencia diaria dentro del proce-
so de asimilación del espacio digital.
La respuesta puede encontrarse al
analizar las actividades cotidianas
mediante los diferentes órdenes a
las que pertenecen, como se explicó
anteriormente.
Espacialidad y habitualidad
Es importante aclarar que el con-
cepto de espacialidad aquí se define
como el tejido existencial que los
sujetos fabrican cotidianamente por
medio del habitar el espacio-tiempo.
Tejido que entrelaza la vida diaria,
desde el enfoque existencial y feno-
menológico, con la producción del
espacio social. La espacialidad reúne
sociedad, espacio y tiempo de forma
simultánea a través de la existencia
de los sujetos bajo condiciones y con-
tingencias particulares. Esta noción
ampliada del concepto de espacia-
lidad, puede explicar al hogar como
espacio social. Como tal, envuelve a
las cosas producidas y comprende
sus relaciones en su coexistencia y
simultaneidad; permite que tengan
lugar determinadas acciones, sugie-
re unas y prohíbe otras. (Lefebvre,
2013, p.130) Por lo anterior, se puede
decir que la espacialidad constituye
un presente; temporaliza, por medio
de los actos, a la existencia y el ahora
en las prácticas espaciales; es decir,
sitúa a las personas en el espacio-
tiempo y las dispone para ser ahí.
Para Michel de Certeau, es en ese es-
pacio vivido en donde se establece la
categoría de lo propio, como triunfo
del espacio sobre el tiempo, le permi-
te a uno capitalizar ventajas adquiri-
das, preparar expansiones futuras y
otorga cierta independencia con res-
pecto a la variedad de circunstancias.
Es un dominio del tiempo a través
del establecimiento de un lugar autó-
nomo. (De Certeau, 1997, p.36) Su
propuesta reconoce la esencia diná-
mica y creativa de la vida diaria. La
102
concibe como un espacio de lucha
entre los diferentes actores para la
asimilación no pasiva, de factores
emergentes en la configuración de la
vida cotidiana. Bajo esta perspectiva
explica claramente que el consumo
es otro tipo de producción presente
en todas las prácticas sociales, y que
se caracteriza por su fragmentación
(resultado de las circunstancias), ar-
timañas y naturaleza clandestina. De
forma casi invisible, se manifiesta en
la manera de usar lo que le impone el
otro tipo de producción; la expansio-
nista, centralizada y racional. El con-
sumo le otorga al sujeto un espacio,
tiempo, libertad y recursos para su
actuación en la lucha constante entre
presencia y ausencia, entre produc-
tor y consumidor, para poder usar
el espacio-tiempo bajo sus propios
fines. (De Certeau, 1997, p.31)
La vida doméstica de las personas
da cuenta, tanto de los actos que la
modifican, como de las actividades
recurrentes que moldean los modos
de habitar a través del tiempo. Dos
de los factores determinantes para
el estudio de la cotidianeidad, son el
impacto y la velocidad con la que su-
ceden los acontecimientos que con-
dicionan las actividades y los actos de
las personas dentro de una espaciali-
dad y temporalidad determinada. Por
un lado, las actividades cotidianas al
momento de irse asentando y natura-
lizando poco a poco en la familia, se
convierten en motor y evidencia de
la rutina diaria. Por el otro lado, los
actos irrumpen en el espacio-tiempo
como acontecimientos con la capaci-
dad de modificar, de forma repentina
y abrupta, el comportamiento de las
personas. Es diferente el espacio-
tiempo bajo el que operan. Sin em-
bargo, la vida cotidiana no se puede
comprender sino a través de la exis-
tencia de las personas, constatada
por sus actos y actividades habitua-
les. Es decir, las personas, sus actos
y sus actividades, conjuntamente
establecen una fuerza determinante
para el devenir del uso, organización
y significado del espacio-tiempo en-
marcados bajo la sociedad institu-
yente. A esta fuerza se le define como
habitualidad. Capaz de modificar el
comportamiento de las personas, su
pensamiento y voluntad, su estado
de reposo o movimiento.
Lo anterior es un primer esquema
de lo que en realidad representa la
profunda complejidad de la habitua-
lidad. Debido a que ésta se conforma
y acrecienta en la vida cotidiana, su
naturaleza es heterogénea y transfor-
mante. Las interrelaciones que la ha-
bitualidad construye entre las perso-
nas, el espacio-tiempo y los objetos,
son a la vez puntos de referencia y de
sujeción. Aquí se encuentra la verda-
dera complejidad de la habitualidad.
Es decir, como fuerza puede ser fuen-
te de certezas para las personas, pero
también representa heteronomía.
Estas dos dimensiones de la habitua-
lidad se encuentran constantemente
en juego. No existe acontecimiento
alguno que no pase por un proceso
de asimilación para que como efecto,
se vea inscrito en la recurrencia de la
vida cotidiana. Tampoco existe ruti-
na alguna que permanezca inaltera-
da a lo largo del tiempo. A saber, a
mayor influencia de la habitualidad
sobre la vida cotidiana, menor es el
grado de consciencia de los sujetos
sobre los detalles de la existencia,
mismos que son velados por la acti-
vidad rutinaria. La fuerza de la ha-
bitualidad estriba precisamente en
su invisibilidad, la familiaridad, el
condicionamiento y el poder ejercido
por la sociedad instituyente. Poder
que se practica a través del espacio-
tiempo y recurre a la familia como
institución para su producción y
reproducción.
La habitualidad ha jugado un papel
determinante dentro del proceso
de superposición del espacio digital
sobre el espacio social. Permitió en
muy poco tiempo, que el asombro del
surgimiento de internet como nuevo
sistema de comunicación, se convir-
tiera en dependencia. De la infor-
mación al entretenimiento y sociali-
zación, la tendencia es que el mayor
número de actividades cotidianas se
puedan realizar en el espacio digital.
Esto conduce a la domesticación y
saturación de todo tipo de contenido
que conlleva a la naturalización e in-
diferenciación de los espacios domés-
ticos en donde se realizan actividades
de forma simultánea en el espacio fí-
sico y espacio digital. En la mayoría
de los casos existe un alto grado de
desconocimiento sobre este medio
de comunicación y lo que represen-
ta su domesticación para el hogar.
La fuerza de la habitualidad ejercida
sobre las actividades cotidianas se
relaciona con nuevos procesos como
el de desubjetivación, que se caracte-
riza por la pérdida de dominio del su-
jeto. Bajo la dependencia del nuevo
medio, nada preocupa, a reserva de
que no se tenga conectividad o la ca-
lidad –conexión ininterrumpida- y la
velocidad del servicio con la que se
navega no sean las óptimas.
103
Superposición del espacio En segundo lugar, la autopublica- discontinua y crea condiciones di-
digital ción, generación de contenido por ferentes bajo las cuales se desen-
En el proceso de superposición del
espacio digital sobre la unidad del
espacio social -espacio vivido y es-
pacio físico- se han mantenido cua-
lidades y características establecidas
por la espacialidad que le antecede.
Prácticas y actividades naturalizadas
mediante relaciones de uso y signifi-
cación del espacio-tiempo, influen-
ciadas, en mayor o menor grado,
por la habitualidad. A su vez, en este
tránsito también se han originado y
asimilado nuevas formas de enten-
der el mundo y relacionarse con él.
La habitualidad se moldea y adapta
según la superposición del espacio
digital que indirectamente incorpora
objetos al espacio físico, modificando
comportamientos desde el espacio
vivido. En este proceso, el ser tiende
hacia la integración o fragmentación
según la fuerza ejercida por la habi-
tualidad sobre él y su entorno.
El espacio digital ha creado e intro-
ducido nuevas actividades al hogar,
en particular desde el surgimiento
de wifi en el año 2000, y la tecnolo-
gía 3G en teléfonos inteligentes en
el 2008. Más allá, la domesticación
de estas tecnologías representa la
infraestructura para que la web 2.0,
surgida en 2004, pueda operar, cuyo
uso y origen está más orientado a la
socialización, entretenimiento e in-
teracción de las personas a través de
internet. De lo anterior se resaltan
acontecimientos relevantes para los
modos de habitar. En primer lugar,
el giro que representa la web 2.0 para
el espacio doméstico es la liberación
de las personas a lugares fijos, esto
se ha logrado por la migración de
información y actividades a la nube.
cualquiera. Esto quiere decir que la
información de las personas no se
encuentra mayormente en un solo
dispositivo fijo, como en la web 1.0,
sino por el contrario los internautas
generan, transforman, transmiten y
almacenan información en el espacio
digital, pudiendo acceder al mismo a
través de diversos dispositivos por-
tátiles mediante un usuario y con-
traseña. El surgimiento de nuevas
actividades y formas de realizarlas en
el hogar, es el resultado del avance
tecnológico en cuanto a portabilidad
de dispositivos, conectividad ina-
lámbrica, velocidad de transmisión
de datos, y convertir a cualquiera
en productor. Este es el origen e in-
corporación al hogar de videocon-
ferencias, actividades financieras,
redes sociales, blogs, wikis, servicios
y repositorios multimedia; todos los
anteriores, entendidos como activi-
dades y sitios, se encuentran interco-
nectados e hipervinculados entre sí.
Estas nuevas actividades son propias
del espacio digital y sólo se pueden
realizar en él por medio de dispo-
sitivos y aplicaciones digitales. Sin
embargo, existen otras actividades
que están en proceso de migración
al espacio digital, otras más, sólo se
pueden realizar por el momento, en
el espacio físico. Independientemen-
te de la etapa del proceso de digita-
lización en las que se encuentren las
actividades, lo importante para este
trabajo es la posibilidad e implicacio-
nes de realizarlas de forma simultá-
nea en diferentes capas del espacio
social.
La superposición del espacio digital
al espacio social se extiende de forma
vuelven los sujetos. Como principio
básico, la superposición permite la
posibilidad de poseer dos o más va-
lores de forma simultánea, fenómeno
que debe observarse de forma aislada
–la familia y la casa- y en conjunto
–el hogar- como espacio social. Se
está físicamente pero la mente está
en otro lado. La superposición del
espacio digital al espacio físico se ob-
serva mediante la localización y uso
del espacio –rutinas y vida cotidiana-
y la superposición al espacio vivido
se observa a través de la atención y
presencia de las personas. Si bien la
superposición del espacio digital per-
mite observar las otras capas, vela y
filtra actividades de la vida cotidiana
a través de su propia estructura y ca-
racterísticas particulares de cada per-
sona dentro de una estructura fami-
liar determinada. Esta superposición
permite la coexistencia del sujeto en
diferentes capas del espacio social
como nunca antes; graba y conforma
otro tipo de experiencias y ha cam-
biado la forma en que las personas
se piensan en el espacio-tiempo. Es
decir, espacializa de forma diferente
las experiencias, no sólo en el espacio
físico, ahora también se espacializan
en el espacio digital. El ser se piensa,
se representa y edita en el espacio di-
gital, manifestación clara de lo que la
sociedad instituyente produce para y
en los sujetos.
Conclusiones
El incremento del porcentaje del
lugar en donde se realiza la cone-
xión a internet -siendo el hogar
el espacio número uno, alcanzando
el 84% en el año 2015-, es una ten-
104
dencia que determina cómo se utili-
zan estos dispositivos al interior de
las viviendas para identificar el ori-
gen y formación de nuevas formas de
habitar en el siglo XXI. Se prevé que
para finales de esta década existan
22,000,000,000 de dispositivos co-
nectados a internet, (Scolnik, 2013 )
cifra que conlleva a reflexionar sobre
el momento actual y las implicacio-
nes de lo que hasta hoy conocemos
y definimos como hogar. La web 2.0
permitió -al convertir a cualquier
persona en emisor/receptor de men-
sajes, y la masificación del tiempo
real- que se iniciara la superposición
del espacio digital como capa del es-
pacio social, proceso impulsado por
la simultaneidad e inmediatez. Estas
nuevas condiciones, bajo las cuales
se gesta la producción de la espacia-
lidad doméstica, conducen a cues-
tionar lo que implica la liberación
del espacio percibido y contigüidad
física. Cada vez es mayor el número
de bienes y servicios que se pueden
ofrecer y adquirir en línea estando
en casa. Existen por lo tanto nuevas
formas de comercializar y trabajar
desde el hogar bajo la condición de
coexistencia. En este sentido, uno
de los factores determinantes para
la fuerza de la habitualidad es que la
existencia del ser humano está grave-
mente influida por el valor del consu-
mo en una sociedad planetaria.
Se plantea que la autonomía, como
un actuar permanentemente reflexi-
vo, la que puede alterar el comporta-
miento de los individuos y liberarlos
de la rutina y el dominio de la habi-
tualidad. En otras palabras, la subje-
tividad libera la imaginación como
origen de creación del ser humano.
Aquí se adopta la visión de Casto-
riadis de subjetividad que la define
como instancia reflexiva y deliberan-
te (pensamiento y voluntad) es pro-
yecto social-histórico, que sobrepasa
toda intersubjetividad, la cual no es
un cara a cara indefinidamente múl-
tiple, puesto que sólo puede tener
lugar entre sujetos ya socializados.
(Castoriadis, 2008, p.87) Esta instan-
cia reflexiva, como proceso, produce
significados de los individuos en inte-
racción con otros en el espacio social,
se puede decir que lo dota de sentido
a partir de las conductas humanas
y el valor que le otorgan los sujetos
a sus propias acciones y a las de los
demás. La espacialidad doméstica en
la era de la información se envuelve y
desenvuelve en torno al espacio digi-
tal. Este fenómeno es posible porque
el espacio digital también es espacio
social. Como tal, en él se platica, se
convive, se juega, se trabaja, es lugar
en donde se generan experiencias y
se transmiten sentimientos; en pocas
palabras, se vive, asumiendo todo lo
que esta afirmación implica. Esta es-
pacialidad es el resultado de la suma
del uso y organización del espacio-
tiempo de las personas en diferentes
capas del espacio social de forma si-
multánea. Con infinidad de trayecto-
rias, un sinfín de enlaces hipervincu-
lados que relacionan fragmentos con
fragmentos. Es en sí, el resultado de
la unión parcializada del ser, efíme-
ra, en espacio-tiempo no específico,
indeterminado.
El habitar bajo la dimensión de las
tecnologías de la comunicación e
información abre múltiples puertas
para identificar la razón misma del
ser contemporáneo. Uno que de en-
trada a esta nueva era digital no está
consciente de sus propias acciones en
la dimensión tecnológica, es decir, no
cuenta con una postura definida ante
este embate y una de sus manifesta-
ciones impuesta por la habitualidad,
el aislamiento. La intersubjetividad
por definición, sucede en la comu-
nicación intelectual o afectiva entre
dos o más sujetos, de aquí nacen
las preguntas guiadas por dos con-
ceptos propios de la comunicación,
motivación y voluntad. He aquí, un
esquema nuevo en donde la soledad
y aislamiento intelectual y emocional
se presenta en la relación del objeto y
el sujeto. Esta prefabricación aleja el
foco de atención de la vida interior.
(Gardner, 2014, p.69) Esto cobra
sentido cuando, como usuarios de
gadgets tecnológicos, las personas
convierten a los objetos y personas
que los rodean en imágenes dentro
del entorno virtual para su manejo
y control como lo expone Zygmunt
Bauman (2005) en su cualificación
del espacio estético3. (p.203) En
este espacio, dominado por la vista
y el goce estético las personas se aís-
lan de los demás convirtiéndolos en
extraños.
Referencias
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derna. España: Siglo XXI.
Carr, N. (2014). Atrapados, cómo
las máquinas se apoderan de nues-
tras vidas. México: Taurus.
3. La vida en un espacio estético es,
esencialmente, solitaria. Si acaso se comparte
algo, es incidental y puramente superficial,
como las superficies que pueblan el mundo en
el que se vive esa vida; o como los fláneurs:
muchos pero solos, hombro con hombro en
la multitud aunque tejiendo en silencio su
propia narrativa del espacio que comparten,
cada uno creando al otro como un apoyo en el
escenario que prepara.
105
 Castells, M. (2008). La era de la
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106
 Convección natural en la responsabilidad de la
Materialización del Hábitat
Álvarez Arredondo Jacobo
Departamento de Ciencias de la
Tierra, Instituto Tecnológico de Los
Mochis, TNM.
itmochis.edu.mx
Resumen:
El riesgo de sobrecalentamiento para
Taylor et al. (2014), es el aumento de
la temperatura global, es la fuente
y razón de este aumento de la tem-
peratura. Aun así, la mayor parte de
la comunidad científica asegura que
hay más que un 90% de certeza que
el incremento se debe al aumento de
las concentraciones de gases de efec-
to invernadero. Por lo tanto, es poco
probable que la cadena de tres años
consecutivos seguidos continúe en
2017, especialmente porque La Niña
-la fase fría del gran patrón climáti-
co natural “ENSO” - se desarrolló a
finales de 2016 y continúa a princi-
pios de 2017.El clima en Los Mochis,
Sinaloa tipo tropical, calido-humedo.
Sus coordenadas son Latitud Norte
25° 79´ 00” y 108° 99´ 22” longitud
Oeste del meridiano de Greenwich.
Para CONAGUA (2015). El objetivo
de la presente investigación es de-
terminar la evaluación del fenómeno
convección natural del muro y su in-
fluencia en la calidad de la vivienda
en Los Mochis, México, identificar
la vivienda de estudio de caso, rea-
lizar en lo conclusivo un contraste
térmico entre el muro de la vivienda
convencional y el muro de la vivienda
de estudio de caso, el resultado espe-
rado de la investigación es aumentar
el retardo térmico del muro estudio
con el muro convencional, el proce-
so de selección de materiales térmi-
cos y que su vida útil sea prolongado
(ISO 15686-6), por lo que generaría
ganancias para el hábitat y saldrían
ganando los espacios más confor-
tables, otro punto importante usar
materiales regionales ecológicos para
la construcción.
Palabras claves: convección na-
tural, retardo térmico, normativas,
vivienda
Introducción
El riesgo de sobrecalentamiento para
Taylor et al. (2014), es el aumento de
la temperatura global, lo que toda-
vía genera controversia, es la fuente
y razón de este aumento de la tem-
peratura. Aun así, la mayor parte de
la comunidad científica asegura que
hay más que un 90% de certeza que
el incremento se debe al aumento de
las concentraciones de gases de efec-
to invernadero por las actividades
humanas que incluyen deforestación
y la quema de combustibles fósiles
como el petróleo y el carbón.
Estas conclusiones son avaladas por
las academias de ciencia de la mayo-
ría de los países industrializados, si
se revisan las variaciones de las tem-
peraturas de la superficie terrestre de
los últimos 100 años, se observa en
grafica 1 un aumento de aproxima-
damente 0.8ºC, y que la mayor parte
de este aumento es en los últimos 30
años.
Las proyecciones a partir de modelos
de clima son resumidas en el Cuarto
Reporte del Panel Intergubernamen-
tal sobre Cambio Climático (IPCC)
en el 2007. Indican que la tempe-
ratura global probablemente sigue
aumentando durante el siglo XXI, el
aumento es de entre 1.1 y 2.9 ºC en
el escenario de emisiones más bajo
y entre 2.4 y 6.4ºC en el de mayores
emisiones.
Un aumento de la temperatura glo-
bal resulta de cambios, como ya se
están observando a nivel mundial
107
 GRAFICA1: aumento gradual de la temperatura NASA. Goddard Institute for Space Studies. 2012

Los expertos en clima saben desde hace mucho tiempo el fenómeno del calentamiento global es debido al aumento
de los gases de efecto invernadero no significa necesariamente que cada año en la Tierra será más cálido que el ante-
rior. A medida que el planeta se calienta a largo plazo, la variabilidad natural continuará haciendo algunos años más
cálidos o más fríos que sus vecinos más cercanos.
Por lo tanto, es poco probable que la cadena de tres años consecutivos seguidos continúe en 2017, especialmente
porque La Niña -la fase fría del gran patrón Climático natural “ENSO” - se desarrolló a finales de 2016 y continúa a
principios de 2017.

GRAFICA 2: Mancha urbana y carta solar de Los Mochis, Sinaloa, México Google Earth. (2017)

108
El clima en Los Mochis, Sinaloa tipo tropical, calido-humedo según grafica 2. Sus coordenadas son Latitud Norte
25° 79´ 00” y 108° 99´ 22” longitud Oeste del meridiano de Greenwich, se eleva solamente unos 14 metros sobre el
nivel del mar.

GRAFICA 3: aumento de temperatura en Choix , Sinaloa NASA. Goddard Institute for Space Studies 09/2017.

Para CONAGUA (2015), el comportamiento de temperatura mensual media alta en 2014 es 43.5°C con un diferencial
térmico superior de +2.0°C en contraste con el análisis climático histórico de los últimos 25 años

Regiones: Ciudades por región

1 semi-frío-seco = Tulancingo y Zacatecas
2 Semi-frío = Ciudad de México, Toluca, Puebla, Morelia, Tlaxcala y Pachuca
3 semi-frío-húmedo Xalapa
4 templado-seco = Aguascalientes, Durango, León, Oaxaca, Querétaro, Saltillo,
San Luis Potosí y Tijuana
5 templado = Guadalajara, Guanajuato y Chilpancingo
6 templado-húmedo = Tepic y Cuernavaca
7 cálido-seco = Monterrey, Culiacán, Gómez Palacio, La Paz y Torreón.
8 cálido seco extremoso = Mexicali, Hermosillo, Ciudad Obregón, Chihuahua y
Ciudad Juárez
GRAFICA 4: Guía metodológica para el uso de tecnologías ahorradoras de energía y agua en las viviendas de interés social en México. (CONAE,
FIDE, UNAM, CONAVI, SEMARNAT, AEAEE, SENER).

109
Modelo físico
El modelo físico consiste en una cavidad abierta en las paredes verticales, se considera que la cavidad es lo suficien-
temente grande de tal manera que los efectos tridimensionales puedan ser despreciables, la cual está llena de aire,
inicialmente a una temperatura constante de acuerdo al día y hora del año.

Grafica 5: muro tradicional natural (Jacobo Álvarez Arredondo) (2017).

GRAFICA 6: detalle de la abertura del muro de block para la acción de la convección (propio).

110
La pared vertical que da al exterior
de la cavidad es una pared con apla-
nado en dirección sur, a la cual se le
suministra un flujo de calor normal
constante; debido al flujo de calor
que pasa a través de la pared por con-
ducción, se genera una diferencia de
temperaturas entre la superficie inte-
rior de la pared y el aire contenido en
GRAFICA 7: plantas arquitectónicas de los proyectos en análisis en la parte superior se encuentra la vivienda con convección natural y la
la cavidad y de la superficie exterior
de la pared con el medio ambiente
del interior, provocando intercambio
radiactivo y convectivo con el exte-
rior. La pared vertical del lado sur se
encuentra abierta en la parte supe-
rior con una ranura de 5 cm de ancho
con 3 metros de longitud. La cavidad
es ventilada con aire que está a una
inferior la vivienda tradicional
temperatura ambiente en la parte su-
perior del cerramiento provocando el
fenómeno de la convección natural.
Al salir expulsado el aire caliente del
interior de las celdas del muro de
block de concreto que es el muro en
estudio.
Pared de la fachada prin-
cipal de la cual se toman
las temperaturas
Pared de la fachada prin-
cipal de la cual se toman
las temperaturas de casa
prototipo
111
Metodología de solución
Se toma en cuenta la orientación de
la vivienda, pues en el diseño de la
fachada deberá estar ubicada hacia
el sur ,debido que en la ciudad de los
Mochis, es la pared más castigada
por los rayos solares, de acuerdo a la
temporada de verano, en los estudios
de 10 años atrás, la ciudad recibe
temperaturas mayores de 40°.
Grafica 8: pistola termómetro laser digital infrarojo
Resultados
Una vez realizado el proceso vali-
dación de los resultados numéricos
obtenidos con la pistola laser, se pro-
cedió a obtener resultados en forma
dimensional de la convección natural
en la cavidad ventilada. Se estudia-
ron los flujos de calor sobre la pared
orientada al sur, con valores repre-
sentativos de la radiación solar inci-
dente sobre una superficie.
Por esta razón, se propone para es-
tudio el análisis el muro de block de
concreto con aplanado en interior y
exterior, pues consideramos que es
propicio para la investigación del
análisis de convección natural, del
cual observaremos el comportamien-
to que ofrece para desalojar el calor
que se desarrolla dentro de las pare-
des de las celdas, además de compro-
bar si es factible y sustentable para
Cabe aclara que no se contemplaron
las velocidades de entrada de aire por
la abertura inferior del cerramiento,
de acuerdo al levantamiento de datos
realizados en las viviendas el día 1 y
2 de julio del 2017 en Los Mochis Si-
naloa, el diferencial de temperatura
de los muros orientados al sur, nos
arrojan los siguientes datos 36.24°-
32.38° = 3.85°, lo que significa que si
existe diferencia en los dos tipos de
lograr desarrollar prototipos de este
nuevo sistema constructivo de muros
de concreto, con diferencia al siste-
ma tradicional.
Este estudio se llevara a cabo me-
diante tomas de lectura de tempera-
turas cada hora con pistolas de rayos
laser durante 24 horas, tomadas a la
vez en las dos casas la tradicional y el
prototipo.
viviendas y es muy significativo (Ver
Gráfica 9).
De tal manera que este prototipo de
muro de block de concreto si es un
material que ayudara a disminuir el
calor en las viviendas de interés so-
cial y así evitar el consumo de energía
eléctrica, además realmente habrá
un ahorro sustancial económico con
la aplicación de este nuevo sistema.
112
 Gráfica 9. Datos obtenidos con la pistola laser con la vivienda tradicional. Elaboración propia.
Conclusiones
La convección natural en muros con
material huecos tales como los blo-
que ya sea jal, concreto, arcilla, se
consideran sustentables, puesto que
la convección permite a los materia-
les con celdas verticales ser térmicos
y ecológicos, debido que los materia-
les que cuentan con perforaciones
verticales que le permite exhalar al
exterior el aire caliente de las celdas
(Fontanals,1997), se logró de esta
forma valores óptimos de confort en
el muro de block de concreto, donde
realmente fue necesario determinar
e identificar los factores que permi-
ten la salida de calor en el muro que
afectaban la sustentabilidad y dura-
bilidad del proyecto, comprobamos
su eficiencia de tal manera que esto
propiciara el ahorro económico sig-
nificativo en la reduccion el consumo
de la energía eléctrica, lo cual es muy
importante para valorar los impactos
ambientales a lo largo de la vida útil
de la vivienda, también se debe coor-
dinar en la planeación de la cons-
trucción para la instalación del me-
canismo para mejorar el proceso del
fenómeno de la convección
113
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114
 Comportamiento bioclimático y la ampliación térmica
de la vivienda en Juárez, Nuevo León
Fuentes-Pérez Carlos Alberto
Facultad de Arquitectura, Diseño y
Urbanismo, UAT.
cfuentes@docentes.uat.edu.mx
Resumen ráneo arquitectónico ambiental, de- kis 2017) el diseño bioclimático de
El trabajo de investigación estima el
comportamiento bioclimático, consi-
derando si al interior de la vivienda
residencial estudio de caso, se puede
comprobar por medio de mediciones
con aparatos digitales confiables y al
observar sus oscilaciones térmicas,
si las soluciones constructivas y sus
materiales se adaptan al clima del
Municipio de Juárez, Nuevo León.
La metodología consiste en una in-
vestigación experimental aplica-
da que se realiza mediante gráficos
bioclimáticos en zonas de comodi-
dad constante de temperatura. Ob-
teniendo como resultante en tablas
de discusión los días de comodidad,
demasía y perdida en el mes crítico
de agosto en 2017. El objetivo de la
presente investigación es determinar
la adaptabilidad bioclimática de la
residencia en verano sin climatiza-
ción, solo considerando los valores
de temperatura y humedad relativa
para constatar la ampliación térmica
con el microclima.
Palabras clave: Comodidad autor está llevando a cabo conside-
constante, microclima, oscilaciones rando el enfoque bioclimático como
térmicas. un elemento clave para reorientar el
futuro proceso de construcción, para
Introducción lograr los objetivos de sostenibilidad
Las tipologías arquitectónicas tra- global e identificar criterios de dise-
dicionales pueden desempeñar un ño para el desarrollo de la vivienda
papel crucial en el marco contempo- residencial. (Lantitsou & Panagiota-
bido a los numerosos intentos desa- una vivienda residencial se refiere a
rrollados en las últimas décadas para la planificación de sus espacios, en
adoptar un modelo de vivienda pasi- función del clima de la región, a fin
va y criterios bioclimáticos en Méxi- de garantizar las mejores condicio-
co. De acuerdo con un enfoque sen- nes interiores.
sible al clima, (Croitoru et al., 2016) Como un alejamiento de los modelos
la relación interactiva y de adapta- bioclimáticos estándar para el diseño
ción entre la construcción, el sitio y arquitectónico que se basan en las
el clima considera una regla básica condiciones climáticas regionales,
para reducir el impacto ambiental y este estudio aboga por la necesidad
mejorar la eficiencia energética en de adaptar la arquitectura al micro-
las residencias. En las últimas déca- clima local para lograr la máxima
das, este concepto se ha extendido a eficiencia energética con respecto al
la preservación de la identidad cultu- acondicionamiento térmico interior
ral de los lugares. Se puede deducir para el beneficio de los ocupantes.
un alto nivel de rendimiento adapta- Tomando como punto de partida un
tivo, sostenibles y funcional a partir modelo de vivienda residencial bio-
de las viviendas residenciales, como climática convencional comúnmente
lo demuestra la vivienda en el Muni- aceptada (Pérez et al., 2016) este es-
cipio de Juárez, Nuevo León. tudio analiza el efecto de los sistemas
La residencia para (Salkini et al., pasivos de uso de energía, basados​​
2017) se basa en una serie de prin- en orientación, forma y materiales,
cipios adaptables y sostenibles deri- en la transferencia de calor a través
vados de la integración de enfoques de todas las fachadas entre las con-
de diseño activos e interactivos. Este diciones microclimáticas fuera de la
trabajo presenta el estudio que el vivienda y el interior de la residencia,
115
lo que afecta las condiciones de con-
fort interno.
Se establece un modelo bioclimáti-
co optimizado que logra una mayor
reducción en el consumo de energía
a través de la manipulación de estos
elementos. El estudio, que utiliza
la tipología de la residencia unifa-
miliar, se llevó a cabo en el Munici-
pio de Juárez, Nuevo León, tomada
como una zona modelo con respecto
al proceso de consolidación urbana
dentro del enclave del Estado. El
análisis demuestra que el modelo de
vivienda optimizado mejora signifi-
cativamente el rendimiento térmico
diario de la residencia, así como las
cargas de calefacción y refrigera-
ción que vienen a ser la diferencia
térmica+ y la diferencia térmica-.
Por lo tanto, la adaptación de la ar-
quitectura a las condiciones micro-
climáticas se puede utilizar como
una estrategia básica en el diseño
y la construcción de viviendas más
eficientes.
Metodología
Según el nivel de conocimiento cien-
tífico y observación al que espera lle-
gar el investigador, formula que la
presente investigación es en prime-
ra instancia, un estudio diacrónico,
y conformado como estudio de caso,
de acuerdo al tipo de información
que se espera obtener, así como el
nivel de análisis que se debe reali-
zar, considerando los objetivos.
El presente trabajo es diacrónico,
porque analiza el problema de in-
vestigación en su génesis y confor-
mación histórica con una visión de
conjunto, que permite establecer
las causas verdaderas que lo origi-
nan, como también la manera como
se manifiesta en el proceso de su trumentos digitales colocados al ex-
desenvolvimiento. terior de la vivienda residencial estu-
Asimismo, la investigación es un pro- dio de caso en el mes crítico con las
cedimiento que permite centrar la temperaturas más altas del año.
atención en el comportamiento de la
vivienda residencial estudio de caso, Determinar la zona de estudio de la
para obtener información amplia y vivienda residencial
profunda, para contrastarla biocli- Con base al análisis urbano y de cre-
máticamente. Se utiliza la entrevista, cimiento del Estado de Nuevo León,
la observación, el análisis de docu- se determina que la zona de estudio
mentos y la medición térmica. para la vivienda residencial es subur-
Por lo tanto, es una investigación bano-rural, como se presenta en la
experimental aplicada para identi- zona de estudio en el Municipio de
ficar patrones del comportamiento Juárez, Nuevo León (figura 1), terre-
de temperatura y humedad relativa no de la vivienda residencial estudio
solamente, no realizados con ante- de caso (figura 2) y la ubicación de la
rioridad en este tipo de viviendas en vivienda residencial estudio de caso
Juárez, Nuevo León. (figura 3).
La investigación permite desmem-
brar, con base a los objetivos, toda
una idea, con el propósito de deter-
minar en el ambiente interior oscila-
ciones temporales de temperatura y
humedad relativa de la vivienda re-
sidencial, estableciendo el grado de
adaptabilidad bioclimático.
Análisis climático histórico del
Municipio de Juárez, Nuevo León.
México
Como punto de partida se determi-
na el análisis climático histórico del
Municipio de Juárez, Nuevo León
donde se desarrolla desde diversas
perspectivas metodológicas. Prime-
ramente se analizan los datos con
base a las normales climatológicas de
1992 a 2016 que vienen a ser los últi-
mos veinticinco años, para lograr las
medias normales de todas las varia-
ciones climáticas con un mínimo de
equivocación, proporcionados por la
Estación Meteorológica de la Comi-
sión Nacional de Agua (CONAGUA).
La climatología se contrasta con los
datos térmicos obtenidos de los ins-
116
Figura 1. Zona de estudio en Municipio de
Juárez, Nuevo León.
Fuente: Google Earth Pro (febrero 2017).
Gráfico: Elaboración Propia.

Figura 2. Terreno de la vivienda residencial

estudio de caso
Fuente: Google Earth Pro (febrero 2017).
Gráfico: Elaboración Propia.

Figura 3. Ubicación de la vivienda residencial

estudio de caso
Fuente: Google Earth Pro (febrero 2017).
Gráfico: Elaboración Propia.

117
La vivienda residencial se presenta a continuación con sus plantas arquitectónicas, en total contempla 1000.00 m2
de construcción en un terreno suburbano-rural de 24 hectáreas.
Vivienda residencial estudio de caso

Figura 4: Plantas arquitectónicas. Gráfico: Elaboración Propia.

118
 Figura 5: Sala-comedor en planta baja y Galería en planta alta.
Instrumentos de medición
Las mediciones térmicas se reali-
zan al interior con los Hobo´s data
logger UX100-003 con intervalos
de una hora, para el experimento se
ubican los data loggers, únicamente
en espacios bien definidos en la zona
pública que es la sala-comedor y la
zona intima que es la galería, para
la vivienda residencial, ya que (Ve-
lasco et al., 2017) las mediciones de
temperatura de aire de los espacios,
varía de acuerdo a los diversos fac-
tores y actividades que influyen por
Fuente: Elaboración propia.
el día y la noche, tanto en planta
baja como en la alta.
También existen los Hobo U23 Pro
v2 para la temperatura de intempe-
rie de la vivienda residencial y ex-
presan (Victoria et al., 2017) deben
colocarse a una altura considerable
como mínimo 4.00 m de altura; du-
rante un año y detallar el mes crítico
de temperatura alta que es agosto en
2017.
Elaboración de gráficos bioclimáti-
cos en la vivienda residencial estu-
dio de caso
T y HR mensual con zona de como-
didad constante
Con este tipo de gráfico se determina
la Tn-límites superior e inferior-días
de comodidad, demasía y pérdida
térmica de T-ampliación térmica mí-
nima y máxima de T-HRn-límites su-
perior e inferior-días de comodidad,
demasía y pérdida térmica de HR-
ampliación térmica mínima y máxi-
ma de HR mensual.
119
Resultados y Discusiones
Análisis climático histórico del Municipio de Juárez, Nuevo León. México

Figura 6: Temperatura y humedad relativa media mensual de 1992-2016. Fuente: CONAGUA 2017.

Figura 7: Temperatura del aire y humedad relativa exterior, agosto 2017. Fuente: Hobo U23 Pro v2.

120
Figura 8. Zonas de comodidad constante de T. y H.R. en sala-comedor, agosto 2017
Fuente: Valores interiores Hobo N° 3. Valores exteriores Hobo U23 Pro v2.

121
Discusión
Tabla 1: Comportamiento bioclimático en la sala-comedor, agosto 2017.

Fuente: Valores interiores Hobo N° 3. Valores exteriores Hobo U23 Pro v2.

122
Figura 9. Zonas de comodidad constante de T. y H.R. en la galería, agosto 2017
Fuente: Valores interiores Hobo N° 1. Valores exteriores Hobo U23 Pro v2.

123
Discusión

Tabla 2: Comportamiento bioclimático en la galería, agosto 2017.

Fuente: Valores interiores Hobo N° 1. Valores exteriores Hobo U23 Pro v2.

124
Conclusiones y sidential house- a parametric study. nal longhouse. International High-
Recomendaciones
Con relación al comportamiento bio-
climático de la vivienda residencial
se determina por el análisis climático
histórico que el mes de agosto es el
crítico en verano. La sala-comedor al
interior expone temperatura media
más baja y una humedad relativa
media mayor que la galería por en-
contrarse en la planta baja. La ga-
lería está en mayor contacto con los
muros y principalmente la losa de
azotea, pero, manifestó más días en
comodidad en la humedad relativa
en ambos espacios monitoreados.
La oscilación en la sala-comedor de
amplitud térmica de T. es de 04.48°C
y de H.R. 19.74% y en la galería la os-
cilación de amplitud de T. es 03.65°C
y la de H.R. 14.60%. En lo conclusivo
se confirma que la residencia al in-
terior en su comportamiento biocli-
mático no es del todo positiva por la
alta humedad relativa del microcli-
ma. Por lo que la humedad relativa
establece la temperatura en el entor-
no de la residencia del Municipio de
Juárez, Nuevo León. Se recomienda
mayor ventilación con aberturas en
la parte superior de la vivienda resi-
dencial para que por convección sea
más fresca y menos húmeda.
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125
 Inclusión de materiales de cambio de fase (MCF) en
agregados gruesos de concreto para la construcción
Jiménez Esquivel Daniel1,
Narváez Hernández Lilia2,
Miranda Vidales Juana María3
Doctorado Institucional en
1
Ingeniería y Ciencia de Materiales,
UASLP.
dje_86@hotmail.com
Instituto de Investigación y
2
Posgrado de Facultad del Hábitat,
UASLP.
narvaezl@uaslp.mx
Instituto de Investigación y
3
Posgrado de Facultad del Hábitat,
UASLP.
jmiranda@uaslp.mx
Resumen
En los últimos años, el empleo
de Materiales de Cambio de Fase
(MCF) en la construcción ha apor-
tado soluciones efectivas para el
control del micro-clima interno en
edificios alrededor del mundo. En
México, no se ha realizado ningún
tipo de investigación que incluya
el empleo de estos materiales con
el objetivo de disminuir el uso de
energías artificiales para mantener
el confort térmico. Los MCF son
aquellos materiales que al pasar del
estado líquido a sólido y viceversa Introducción
(proceso de solidificación), transfie-
La población creciente demanda una
ren energía a sus alrededores, libe- gran cantidad de soluciones cons-
rando el calor latente acumulado en tructivas y “el concreto armado como
el proceso de fusión. El objetivo de conglomerante compuesto por ce-
este trabajo consiste en desarrollar mento, arena, agua y acero” (Temes,
la impregnación de MCF en agre- 2009, p.15), es utilizado alrededor
gados gruesos con el fin de introdu- del mundo como el sistema cons-
cirlos en sistemas constructivos que tructivo predilecto para cualquier
mantengan un mayor confort térmi- tipo de edificación. “El concreto es el
co. Se evaluaron distintos MCF con material más usado en la construc-
puntos de fusión cercanos a la zona ción con una producción anual de al-
de confort térmico humano, buscan- rededor de 11 billones de toneladas
do que sean accesibles y económi- métricas” (Mehta y Monteiro, 2006,
cos; el aceite de coco y la mezcla dep.24). En la construcción en México
parafina con aceite de coco son ex- “la losa maciza de concreto reforza-
celentes candidatos para emplearlos do presenta ventajas constructivas y
como MCF, presentan temperaturas estructurales lo cual ha motivado [..]
de fusión entre 24ºC y 31ºC. Se eva- su uso y abuso en la construcción de
luaron la piedra pómez y el recicladovivienda” (Ramírez de Alba, 2011).
de block de concreto para ser utili- Los principales componentes de una
zados como agregados gruesos en losa son el concreto (cemento + agua
el concreto, en los cuales se obser- + agregado grueso + agregado fino +
va un nivel de porosidad aceptable aditivos), el acero (varillas o mallas)
para que el MCF quede retenido en y el impermeabilizante. Se han bus-
sus interiores; la piedra pómez logracado distintas alternativas para la
retener un 130% de agua en los inte- construcción de losas intercambian-
riores de sus poros, mientras que el do los agregados gruesos del concre-
reciclado de block de concreto logra to en distintos porcentajes por algu-
retener un 12% de agua en el interiornos materiales que sean reciclados,
de sus poros. más económicos o que beneficien a
la misma estructura. Por ejemplo,
Palabras Clave: MCF, confort Kiyoshi (2007) utilizó el triturado
térmico, punto de fusión, absorción, de block de concreto desechado de
microclima. la construcción como sustituto del
126
agregado grueso, se observa que
a mayor cantidad de sustitución
(entre 5% y 30%), se disminuyen
las propiedades de compresión y
elasticidad del concreto, aunque se
delimitan cantidades diferentes de
proporción a sustituir de acuerdo
al empleo que se le da al concreto.
En otras investigaciones realizadas
por Khandaker (2004) se aprecia
que al sustituir el agregado grue-
so con piedra pómez en un 25%, se
reduce la capacidad de compresión
de las muestras en un 24.2%, aun-
que las propiedades químicas de la
piedra pómez ayudan a mejorar la
fuerza y durabilidad del concreto,
además que se aligera el concreto
considerablemente.
La losa de azotea recibe directa-
mente los factores climáticos que
se ejercen en una construcción, por
lo tanto, éste es el elemento cons-
tructivo que llega a tener el mayor
impacto en la generación del mi-
croclima en el interior de la casa.
Recientes investigaciones proponen
que la masa térmica generada por
los agregados comunes del concreto
debería tener ventajas, en donde se
integren materiales para almacenar
energía durante el día y ser libera-
dos durante la noche, reduciendo
los requerimientos auxiliares de en-
friamiento o calentamiento (Ali, Cui,
Lo y Li, 2015). En los últimos años el
interés por la investigación y el uso
de los Materiales de Cambio de Fase
(MCF) en la industria de la construc-
ción ha aumentado, creando algunos
materiales que benefician el control
de la temperatura interior de los edi-
ficios, disminuyendo la demanda de
calentar o enfriar los espacios arti-
ficialmente. Los MCF son aquellos
materiales que pasan del estado lí-
quido a sólido y viceversa, buscando
una temperatura de fusión adecua-
da, en este caso cercana al confort
térmico humano, el cual se encuen-
tra entre los 21ºC y 25ºC. El material
al cambiar su fase de sólido a líquido
absorbe energía, aumentando el mo-
vimiento y vibración molecular; du-
rante el proceso de solidificación, el
material transfiere energía a sus al-
rededores, liberando el calor latente
acumulado en el proceso de fusión
(Fleischer, 2015).
La cubierta del edificio se puede
definir como aquello que separa el
medio ambiente externo del inter-
no, su función principal es proteger
y mantener confortables a las per-
sonas para realizar sus actividades
diarias (Akeiber, 2016). Durante los
trabajos de investigación en vivien-
das de Ciudad Satélite de San Luis
Potosí se observó, que las casas con
losas en donde se integran materia-
les térmicos de vigueta y bovedilla
con poliestireno, utilizan una menor
cantidad de energías artificiales para
calentar o enfriar el interior de la
casa (Jiménez, 2015). Por ello es en
la losa de azotea a la cual se le debe
prestar una mayor atención al plan-
tear el uso de MCF para el beneficio
del control térmico del interior de la
vivienda. Alqallaf y Alawadhi (2013)
han incorporado los materiales co-
merciales plusICE A28, A32 y A39
en orificios cilíndricos diseñados en
la losa de azotea para comprobar su
comportamiento térmico obtenien-
do excelentes resultados. Por otra
parte en investigaciones anteriores,
Ali (2015) utilizó arena expandida
con parafina a través de la técnica de
impregnación de vacíos, encapsu-
lando la partícula con resina epóxica
y polvo de grafito; dicho macro-en-
capsulado es vertido en la mezcla de
concreto en distintas proporciones
para ser estudiado, obteniendo bue-
nos resultados térmicos reduciendo
en 6 ºC la temperatura interior, y es-
tructurales reduciendo solo un 12%
su capacidad de compresión susti-
tuyendo un 17% de agregado grueso.
El objetivo de este trabajo consiste
en desarrollar la impregnación de
MCF en agregados gruesos con la fi-
nalidad de introducirlos en sistemas
constructivos que permitan mante-
ner un mayor confort térmico. Se
evaluaron MCF que tengan puntos
de fusión cercanos a la zona de con-
fort térmico humano (entre 21 ºC y
25 ºC), que sean accesibles y econó-
micos. Por otra parte, se evaluaron
materiales como agregados gruesos,
en los cuales se busca un nivel de po-
rosidad aceptable para que el MCF
quede retenido en ellos. Por último,
se realizaron pruebas de impreg-
nación del MCF en los agregados
gruesos.
Materiales y Métodos
Materiales
Material de cambio de fase
Los MCF que se evalúan son aceite
de coco, parafina y aceite mineral.
Se evaluó el aceite de coco comercial
marca NUTIVA®, conformado en su
mayoría por ácidos grasos saturados,
con un punto de fusión de 24ºC de
acuerdo al fabricante. La parafina
comercial marca LEICA® conforma-
da por una mezcla de alcanos con un
punto de fusión aproximado entre
58ºC y 62ºC. El aceite mineral marca
ANALYTICA® es incoloro y con una
densidad 0.84 g/ml.
127
Agregados gruesos
El empleo de agregados gruesos se
centra en el uso de piedra pómez y
block de concreto reciclado. La pie-
dra pómez es sustraída del yacimien-
to ubicado en el ejido El Arenal en
el municipio de Ahualulco San Luis
Potosí. El block de concreto es un
material prefabricado por la empre-
sa TABICEL® con una resistencia
promedio a la compresión de 90 kg/
cm2. La selección de agregados grue-
sos se llevó a cabo de acuerdo a las
necesidades constructivas para una
losa estructural de concreto arma-
do, para ello se revisaron las Norma
ASTM C33–03 (2001), que enmar-
ca las especificaciones estándar
para los agregados del concreto, la
Norma ASTM C330-02A (2004), la
cual determina las especificaciones
estándar para agregados ligeros en
concretos estructurales y la Norma
ASTM C332-99 (1999) de especifica-
ciones estándar para agregados lige-
ros para concretos para aislamientos
térmicos.
Producción y determinación
de punto de fusión de mez-
clas de MCF.
La temperatura de fusión del MCF
juega un papel de suma importancia,
ya que se requiere un punto específi-
co de cambio de fase para conservar
el confort térmico dentro de la vivien-
da. Para determinar la temperatura
de fusión de los materiales se utili-
zaron la Norma ASTM D87-04 (1999
y la Norma ASTM D127-87(1999. Se
realizaron mezclas de los 3 MCF en
distintos porcentajes, con la fina-
lidad de obtener puntos de fusión
cercanos a la temperatura de confort
térmico humana la cual se encuen-
tra entre los 21 y 26 °C (Mondelo,
1995). El procedimiento de mezcla-
do se llevó a cabo mediante la fusión
y calentamiento de los compuestos
por separado en baño María hasta
alcanzar una temperatura de 65ºC,
ya alcanzada dicha, temperatura se
mezclaron manteniendo una agita-
ción constante durante 15 minutos.
La relación de las mezclas realizadas
con los 3 MCF se muestra en la tabla
1.1. La S representa a la parafina sóli-
da, la L al aceite mineral líquido y la
C el aceite de coco.

Tabla 1.1. Porcentaje de materia utilizada para la creación de mezclas de MCF.

MEZCLA PARAFINA (%) AC. COCO (%) AC. MINERAL (%)

100
S100 - -

S90L10 90 - 10
S75L25 75 - 25
S50L50 50 - 50
S25L75 25 - 75
C100 - 100 -
S20C80 20 80 -
S10C90
10 90 -

S5C95
5 95 -

S2C98
2 98 -

S1C99
1 99 -

128
Determinación de absor- ASTM C642-47 (1997), determinan- Resultados y Discusión
ción, densidad y porosidad do la densidad, absorción y cantidad Evaluación punto de fusión
de agregados gruesos. de poros, la Norma ASTM C127–88 de MCF.
Una de las características más im- (2001), obteniendo la gravedad es- Con el fin de obtener temperatu-
portantes, que tienen que poseer los pecífica y la capacidad de absorción ras de fusión cercanas a la zona de
agregados gruesos, es la capacidad para agregados gruesos y la Norma confort térmico humano, la cual se
de absorción y porcentaje de poros, ASTM C20–00 (2000), determinan- encuentra entre los 21ºC y 25ºC, se
ya que se requiere que dentro de las do la porosidad aparente, absorción evaluaron las temperaturas de los
partículas a desarrollar se aloje la de agua, gravedad aparente y densi- puntos de fusión de distintas mezclas
mayor cantidad de MCF posible. dad aparente de formas refractarías de MCF. La medición del descenso de
Se realizaron distintas pruebas de por medio de agua en ebullición. Por temperaturas de cada mezcla, donde
absorción, densidad y porcentaje otra parte, el block de concreto se se observan las curvas de enfriamien-
de porosidad. Para la piedra pómez analizó bajo la Norma ASTM C 642– to, se muestra en la figura 1.1.
se analizó de acuerdo a la Norma 47 y la Norma ASTM C127-88.

Figura 1.1. Evaluación del descenso de temperaturas de mezclas S100, S90L10, S75L25, S50L50 y S25L75 determinando la curva de
enfriamiento y punto de fusión.

Analizando la figura se aprecia como
todas las mezclas tienen un com-
portamiento similar de descenso en
su temperatura, la cual es constante
durante los 3 primeros minutos de
la prueba. Al momento de acercarse
al punto de fusión de la mezcla, se
aprecia un descenso de temperatura
mucho menor, el cual concluye con la
obtención de temperaturas idénticas
durante un minuto. Como se observa,
la parafina pura tiene un punto de fu-
sión de 58.5 ºC, el cual es muy eleva-
do para los requerimientos de la in-
vestigación. Las mezclas de parafina
con aceite mineral reducen algunos
grados el punto de fusión. La tempe-
ratura de punto de fusión obtenido
por la mezcla realizada con un 25%
de parafina y un 75% de aceite mine-
ral, es de 42.3ºC, esto indica que no
llega a bajar lo suficiente su punto de
fusión para los fines requeridos, ade-
más que la mezcla llega a presentar
un comportamiento inestable, por lo
que una mezcla con mayor porcenta-
je de aceite mineral sería inservible.
Durante la evaluación de la prueba
se aprecia como la sustancia, de ser
totalmente transparente, comienza
a tornarse opaca al estar cerca de su
punto de fusión, lo cual se confirma
con la temperatura de descenso con-
tinua que presentan las mediciones.
En la figura 1.2. se presenta el análi-
sis del punto de fusión de la mezcla
de parafina/aceite de coco.
Se observa que el descenso de tempe-
ratura en las mezclas es constante sin
llegar a ser estable en algún momen-
to de la medición, debido a que estas
mezclas no contienen la característi-

129
ca de cristalinidad de las parafinas,
por lo que se tiene que determinar
el punto de fusión bajo el procedi-
miento de caída de gota del MCF.
También se presenta un comporta-
miento de descenso de temperatura
de mayor magnitud en los primeros
minutos de la prueba, y al llegar a su
punto de fusión se reduce el descenso
de temperatura, pero nunca se llegan
a presentar lecturas de temperatura
con la misma magnitud durante las
mediciones. En las mezclas, al mo-
mento de llegar a su punto de fusión,
las sustancias se tornan opacas, sin
embargo, la temperatura sigue des-
cendiendo. Además, se aprecia que
reduciendo al doble la cantidad de
parafina en la mezcla, se logra obte-
ner un gradiente mucho menor, de
aproximadamente 9ºC de tempera-
tura de punto de fusión.

Figura 1.2. Evaluación del descenso de temperatura con respecto al tiempo de las mezclas parafina-coco.

La figura 1.3. muestra las temperaturas de fusión de las mezclas de aceite de coco con parafina; en donde se observa
que los puntos de fusión, requeridos para la investigación, son más cercanos a las temperaturas de confort térmico
humano que se encuentran entre los 21 ºC y 25 ºC.

Figura 1.3. Temperatura de punto de fusión de mezclas de parafina/aceite de coco.

130
En esta figura se observa que el aceite
de coco presenta un punto de fusión
adecuado para el empleo como MCF;
con una temperatura de fusión apro-
ximada de 24.5ºC, y la combinación
con parafina permite crear mezclas
que elevan el punto de fusión sutil-
mente, obteniendo resultados muy
cercanos a la zona de temperatura de
confort térmico requerida.
De acuerdo a la tabla 1.2., donde se
muestran distintos MCF utilizados
en investigaciones previas con ma-
teriales de construcción, se observa
que las temperaturas de punto de
fusión más utilizadas se encuentran
entre los rangos de 22ºC y 30ºC. Los
materiales más utilizados son para-
finas especializadas muy costosas,
que tienen puntos de fusión bajos a
comparación de las parafinas comer-
ciales. Por otra parte, los alcanos uti-
lizados a nivel reactivo también son
costosos además que su temperatura
de fusión limita el posible empleo en
investigaciones. Las ceras que se uti-
lizan llegan a tener puntos de fusión
muy elevados para considerarlas en
esta investigación. Por lo tanto, el
aceite de coco y sus mezclas con pa-
rafina permiten realizar un MCF eco-
nómico con temperaturas adecuadas.

Tabla 1.2. MCF utilizados en investigaciones con materiales de construcción.

AUTOR MCF TEMP DE FUSIÓN
Shazim, 2015 Parafina 22.4 ºC – 27 ºC
Hexadecano, Octadecano y
Su-Gwang, 2013 20.84 ºC, 30.4 ºC y 57.09 ºC
Parafina
Hashem, 2013 PlusICE 28 ºC, 32 ºC y 39 ºC
Yujin, 2015 Cera soja 28 ºC
A Mannivannan and M T Cloruro de calcio
29.9 ºC
Jaffarsathiq Ali., 2015 hexahidratado
Romero-Sánchez, 2012 Micronal 26 ºC
Nepomuceno, 2014 Rubitherm 19 ºC – 22 ºC
Dong, 2016 Parafina y octadecano 29.2 ºC

Absorción, densidad y porosidad de agregados gruesos.

Para las pruebas de absorción, densidad y porcentaje de poros, se analizaron 4 especímenes de cada uno de los agre-
gados gruesos con medidas definidas. Los resultados respecto a la piedra pómez se observan en la tabla 1.3.
Tabla 1.3. Densidad, absorción y porcentaje de poros de piedra pómez.

En esta tabla se observa como la
piedra pómez tienen una densidad
mucho menor que el agua. Su cambio
de densidad por la inmersión en agua
es muy elevada, siendo casi el doble
y al ser hervida es mucho más drás-
tica, triplicando su densidad. La pie-
dra pómez tiene una gran capacidad
de absorción de agua con promedios
altos bajo inmersión de 48 horas, y
aún más altos, sobrepasando el 100%
cuando se coloca la partícula en agua
hirviendo, lo que indica que es un
excelente candidato para la impreg-
nación del MCF. Además, no existe
gran diferencia en base al tiempo de
hervir la muestra de 2 a 6 horas como
se puede apreciar en la figura 1.4. El
porcentaje de saturación de las par-
tículas se incrementa solamente 3
puntos porcentuales, por lo que se
determina que una saturación ade-
cuada se lleva a cabo en una hora.

131
 Figura 1.4. Absorción de agua a 100ºC en piedra pomez respecto al tiempo
Por otra parte, los resultados para los bloques de concreto se observan en la tabla 1.4.
Tabla 1.4. Densidad, absorción y porcentaje de poros de bloques de concretos.

La densidad del block no se ve afectada tanto como en la piedra pómez.

El block de concreto tiene menor absorción y retención de agua con promedios de 8.12% de saturación de agua
en inmersión por 48 horas y un 11.78% de absorción de agua en ebullición durante 6 horas, aunque el volumen de
poros es de 17.46% lo que muestra que los poros de estas partículas son de mayor tamaño evitando la retención de
agua por lo que se realizarán las pruebas con el MCF para analizar la impregnación de esta sustancia a la partícula.
En la tabla 1.5. se muestran los agregados gruesos utilizados en distintas investigaciones previas con el porcentaje de
absorción o de porosidad de cada uno de ellos, observando que el porcentaje de absorción de los agregados gruesos
propuestos es óptimo para utilizarlo en la investigación.

Tabla 1.5. Agregados gruesos utilizados en la incorporación de MCF para construcción.

AGREGADO
AUTOR % DE ABSORCIÓN, POROSIDAD
GRUESO
18% agua retenida en inmersión 1 hr. 73.85% agua
Shazim, 2015 Arena expandida
retenida por vacío 1 hr.
Ryms, 2015 Ceniza volante Incorporación de un 18% al 20% de agua.
Romero, 2012 Bateing azul 14% Nivel de porosidad.
Miguel C.S.
Nepomuceno,
Arcilla Expandida En inmersión de agua se tiene un 22% de absorción.
Pedro D. Silva,
2014
A.R. Sakulich, D.P. Piedra pómez y Inmersión en agua durante 1 a 7 días, variación de peso
Bentz, 2012 arcilla exp. de un 10% a un 35%

132
Se aprecia que la arena expandida
tiene el mayor porcentaje de reten-
ción de agua con valores de 18% a
22%, aunque los autores difieren en
la absorción de MCF en distintas in-
vestigaciones, ya que muestran im-
pregnaciones de 28% bajo métodos
de inmersión y secado con aire com-
primido, y hasta un 70% de reten-
ción de MCF por métodos de impreg-
nación por vacío. El humo de sílice
cuenta con valores aproximados de
retención, con un 35% de absorción
de MCF. La piedra pómez empleada
por Sakulich arroja una absorción de
un 35% solamente bajo inmersión.
El resultado más bajo es el obtenido
por la piedra de bateing azul de Ro-
mero-Sánchez con una porosidad del
14%, aunque sea poco, los resultados
térmicos de su investigación son fa-
vorables, por lo que se sigue conside-
rando al block de concreto una buena
alternativa.
Conclusiones
De acuerdo a las pruebas realizadas
para la determinación del MCF se
observa que con el empleo de mez-
clas de parafina con aceite mineral
no se logra la obtención de tempera-
turas de fusión adecuadas para la in-
vestigación, además la consistencia
del material se ve afectada al incluir
mayor proporción de aceite mineral
a la mezcla. El aceite de coco resul-
tó ser un excelente candidato como
MCF para la investigación, su punto
de fusión se encuentra dentro del
rango de temperatura de confort tér-
mico humana, su costo es muy bajo
y se puede mezclar homogéneamen-
te con la parafina, obteniendo puntos
de fusión más elevados, para los re-
querimientos de la investigación.
Los agregados gruesos propues-
tos presentan absorciones adecua-
das para la investigación, la piedra
pómez retiene una gran cantidad de
material en sus poros, sobrepasando
los porcentajes presentados en inves-
tigaciones similares. En el caso del
block de concreto se obtienen por-
centajes de absorción menores, sin
embargo, son similares a otras inves-
tigaciones, por lo que se continuará
investigando el uso de este material.
Recomendaciones
El uso de MCF es adecuado para
mantener el confort térmico dentro
de los edificios, su uso permite ab-
sorber el calor emitido por la radia-
ción solar durante el día, evitando
el sobrecalentamiento del interior
de la edificación, para ser liberado
durante la noche en el proceso de
solidificación manteniendo confor-
table térmicamente el interior de la
construcción.
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