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1.

Información general Retornar

El dengue es una infección transmitida por mosquitos que causa una enfermedad grave similar
a la gripe, y a veces una complicación potencialmente mortal denominada dengue
hemorrágico.

La incidencia mundial del dengue ha aumentado de forma espectacular en los últimos


decenios.

Aproximadamente un 40% de la población mundial corre el riesgo de contraer la enfermedad.

El dengue aparece en las regiones de clima tropical y subtropical de todo el mundo,


principalmente en zonas urbanas y semiurbanas.

El dengue hemorrágico es una causa importante de enfermedad grave y muerte en los niños
de algunos países asiáticos.

No hay tratamiento específico para el dengue, pero una atención médica apropiada salva con
frecuencia la vida de los pacientes con la forma más grave: el dengue hemorrágico.

La única manera de prevenir la transmisión del virus del dengue es la lucha contra los
mosquitos que transmiten la enfermedad.

El dengue es una infección transmitida por mosquitos que en los últimos decenios se ha
convertido en un importante problema de salud pública internacional. El dengue aparece en
las regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo, principalmente en zonas urbanas y
semiurbanas.

El dengue hemorrágico (DH) es una complicación potencialmente mortal que se identificó por
vez primera en los años cincuenta durante epidemias de dengue registradas en Filipinas y
Tailandia. Hoy el Dengue Hemorrágico (DH) afecta a la mayoría de los países asiáticos y se ha
convertido en una importante causa de hospitalización y muerte en los niños de la región.

El dengue es causado por cuatro virus diferentes, pero estrechamente relacionados. Después
de recuperarse de la infección por uno de ellos, el paciente adquiere inmunidad vitalicia contra
ese virus, pero sólo una protección parcial y transitoria contra posteriores infecciones por los
otros tres virus. Hay pruebas convincentes de que la infección secuencial aumenta el riesgo de
contraer DH.

2. Descripción Retornar

Enfermedad vírica febril y aguda que se caracteriza por comienzo repentino, fiebre que dura
entre dos y siete días (a veces bifásica), cefalea intensa, mialgias, artralgias, dolor
retroorbitario, anorexia, náusea, vómito y erupción cutánea. En algunos casos aparece eritema
generalizado en la fase temprana. En la fase de defervescencia, puede presentarse una
erupción maculopapulosa generalizada. En las personas de piel oscura, la erupción a menudo
no es visible. En cualquier momento durante la fase febril pueden aparecer fenómenos
hemorrágicos leves, como petequias, epistaxis o gingivorragia. Cuando hay otras
enfermedades subyacentes, los adultos pueden presentar fenómenos hemorrágicos graves,
como hemorragia del tubo digestivo en casos de úlcera péptica o menorragia. Estos últimos
deben diferenciarse de las infecciones por virus del dengue y del dengue hemorrágico con
aumento de la permeabilidad vascular, manifestaciones hemorrágicas y afección de órganos
específicos. El restablecimiento puede acompañarse de fatiga y depresión prolongadas. Son
frecuentes la linfadenopatía y la leucopenia con linfocitosis relativa; con menor frecuencia se
observan trombocitopenia (menos de 100 x 103/mm3; unidades del Sistema Internacional:
100 x 109/1) e incremento de las transaminasas (aminotransferasas).

Las epidemias tienen un carácter "explosivo", pero causan pocas defunciones.

El diagnóstico diferencial incluye la fiebre de Chikungunya y otras enfermedades de


importancia epidemiológica agrupadas bajo el rubro de fiebres víricas transmitidas por
artrópodos, además de influenza, sarampión, rubéola, paludismo, leptospirosis, tifoidea, tifus
de las malezas y enfermedades febriles sistémicas, en particular las eruptivas.

El dengue se confirma en el laboratorio, ya sea mediante detección de los virus en suero o


sangre durante la fase aguda, en los cinco días siguientes al inicio, o de los anticuerpos
específicos durante la fase de convalecencia, en el suero obtenido seis días o más después del
inicio de la enfermedad. El virus se aísla de la sangre por inoculación en mosquitos, o por
técnicas de cultivo en linajes de células de mosquitos, y después se reconoce mediante
inmunofluorescencia con anticuerpos monoclonales específicos para el serotipo. Estos
procedimientos brindan un diagnóstico definitivo, pero su uso en los países donde el dengue
es endémico está limitado por consideraciones prácticas. El procedimiento serológico más
empleado para el diagnóstico es ELISA con captura de IgM, y resulta particularmente adecuado
para análisis en grandes volúmenes. La presencia del anticuerpo de IgM, que denota infección
actual o reciente, suele detectarse entre el sexto y séptimo días después de comenzar la
enfermedad. Un resultado positivo en un solo suero indica la presunción de infección reciente;
el diagnóstico definitivo requiere títulos elevados de anticuerpos en pares de sueros. Los
protocolos de amplificación de la reacción en cadena de la polimerasa (RCP) para la
retrotranscriptasa con un cebador a base de oligonucleótidos del virus del dengue pueden
detectar el ARN de este en suero de los pacientes y tejidos de los casos mortales. La RCP con
cebado res específicos puede distinguir entre los diversos serotipos de virus del dengue; la RCP
con secuenciación de nucleótidos y análisis de enzimas restrictivas puede caracterizar las cepas
y genotipos del dengue. Ya que estas pruebas son costosas, exigen una técnica meticulosa y
son muy susceptibles a los resultados positivos falsos por contaminación, todavía no resultan
aplicables para un uso amplio en todas las circunstancias.

3. Agente infeccioso Retornar


Los virus del dengue son flavivirus, con los serotipos 1, 2, 3 Y 4 (dengue-l, -2, -3 Y -4); los
mismos virus causan el dengue hemorrágico (véase más adelante).

4. Reservorio Retornar

Los virus son perpetuados en un ciclo que abarca al ser humano y al mosquito Aedes aegypti
en centros urbanos de clima tropical. Un ciclo mono-mosquito pudiera servir como reservorio
en las selvas de Asia sudoriental y África occidental.

5. Transmisión Retornar

Los virus del dengue se transmiten al ser humano por la picadura de mosquitos Aedes hembra
infectivos. Los mosquitos suelen adquirir el virus mientras se alimentan de la sangre de una
persona infectada. Tras la incubación del virus durante 8 a 10 días, un mosquito infectado es
capaz de transmitir el virus para el resto de su vida durante la picadura y la alimentación. Los
mosquitos hembra infectados también pueden transmitir el virus a su descendencia por vía
transovárica (a través de los huevos), pero todavía no se ha definido el papel de este
mecanismo en la transmisión del virus al ser humano.

Los seres humanos infectados son los principales portadores y multiplicadores del virus,
sirviendo como fuente de virus para los mosquitos no infectados. El virus circula en la sangre
de los seres humanos infectados durante 2 a 7 días, coincidiendo aproximadamente con el
periodo febril; los mosquitos Aedes pueden adquirir el virus cuando se alimentan de un
persona durante este período. Algunos estudios han revelado que los monos de ciertas zonas
del mundo desempeñan una función similar en la transmisión.

6. Periodo de incubación Retornar

De 3 a 14 días, por lo común de cuatro a siete días.

7. Periodo de transmisibilidad Retornar

No hay transmisión de persona a persona. Los enfermos son infectantes para los mosquitos
desde poco antes del periodo febril hasta el final del mismo, por lo común de tres a cinco días.
Elmosquito se vuelve infectante entre 8 y 12 días después de alimentarse con sangre virémica
y lo sigue siendo el resto de su vida.
8. Susceptibilidad Retornar

La susceptibilidad parece ser universal en los seres humanos, pero los niños suelen padecer
una enfermedad más benigna que los adultos. El restablecimiento de la infección por un
determinado serotipo brinda inmunidad homóloga de larga duración; en cambio, solo protege
a corto plazo contra otros serotipos y a veces puede hacer que la enfermedad sea más grave
en infecciones subsecuentes (véase Dengue hemorrágico).

9. Características Retornar

El dengue es una enfermedad grave similar a la gripe que afecta a los lactantes, los niños
pequeños y los adultos, pero que raramente causa la muerte.

Las características clínicas del dengue varían según la edad del paciente. Los lactantes y niños
pequeños pueden tener fiebre y erupciones cutáneas. Los niños mayores y los adultos pueden
tener fiebre leve o la enfermedad invalidante clásica, de aparición brusca, con fiebre elevada,
cefalea grave, dolores retrooculares, musculares y articulares, y erupciones cutáneas.

El Dengue Hemorragico es una complicación potencialmente mortal que se caracteriza por


fiebre elevada, a menudo con hepatomegalia, y en casos graves con insuficiencia circulatoria. A
menudo empieza con un aumento brusco de la temperatura acompañado de rubor facial y
otros síntomas gripales. La fiebre suele durar 2 a 7 días y puede llegar a 41 ºC, acompañándose
a veces de convulsiones y otras complicaciones.

En los casos de DH moderado, todos los síntomas y signos mejoran una vez que ha cedido la
fiebre. En los casos graves, el estado del paciente puede deteriorarse súbitamente tras algunos
días de fiebre; la temperatura desciende, aparecen signos de insuficiencia circulatoria, y el
paciente puede entrar rápidamente en estado de choque, falleciendo en 12 a 24 horas, o
recuperarse rápidamente tras un tratamiento médico apropiado.

10. Tratamiento Retornar

No hay tratamiento específico para el dengue.

En el Dengue Hemorrágico, la atención médica prestada por médicos y enfermeros con


experiencia sobre los efectos y la evolución de la fiebre hemorrágica puede salvar la vida del
paciente, reduciendo la tasa de mortalidad de más del 20% a menos del 1%. El mantenimiento
de la volemia es fundamental en el tratamiento del DH.
11. Inmunización Retornar

Todavía no se ha aprobado ninguna vacuna contra el dengue. A pesar de algunos progresos, el


desarrollo estas vacunas (para las formas tanto leves como graves) sigue siendo un reto.

La enfermedad puede ser causada por cuatro virus diferentes y la vacuna tiene que ser
tetravalente, es decir, debe proporcionar protección frente a los cuatro virus.

Los conocimientos acerca de la patogénesis de la enfermedad y las respuestas inmunitarias


protectoras son limitados.

El desarrollo y la evaluación clínica de las vacunas experimentales también se ven dificultados


por la inexistencia de modelos animales

A pesar de estos desafíos, dos vacunas experimentales se encuentran ya en fase de evaluación


clínica avanzada en países endémicos, mientras que varias otras están todavía en fases menos
avanzadas de desarrollo. La Iniciativa OMS para la Investigación de Vacunas está prestando
asesoramiento técnico y orientación al desarrollo y evaluación de las vacunas contra el
dengue.

12 Prevención y control Retornar

Actualmente, el único método de controlar o prevenir la transmisión de los virus del dengue
consiste en la lucha contra los vectores.

En Asia y las Américas, Aedes aegypti se reproduce principalmente en envases producidos por
el hombre, tales como vasijas de barro, bidones metálicos y cisternas de hormigón utilizadas
para el almacenamiento doméstico de agua, así como en envases alimentarios de plástico
desechados, neumáticos de automóvil usados y otros objetos que acumulen agua de lluvia. En
África el mosquito también se reproduce ampliamente en hábitats naturales como los agujeros
de los árboles o las hojas.

En los últimos años, Aedes albopictus, un vector secundario del dengue en Asia, se ha
establecido en los Estados Unidos de América, varios países de América Latina y el Caribe, y
algunas zonas de Europa y África. La rápida propagación geográfica de esta especie se atribuye
en gran parte al comercio internacional de neumáticos usados, que son un lugar de cría.

El control de los vectores se basa en la gestión del medio y los métodos químicos. La
eliminación adecuada de los residuos sólidos y la mejora de las prácticas de almacenamiento
de agua, entre ellas la cobertura de los envases para evitar que los mosquitos hembra pongan
sus huevos, son medidas que deben fomentarse en los programas comunitarios.

La aplicación de los insecticidas apropiados a los hábitats larvarios, en particular aquellos que
son útiles en los hogares, como las vasijas de almacenamiento de agua, evita la cría de
mosquitos durante varias semanas, pero debe repetirse periódicamente. También se han
utilizado con algún éxito pequeños peces y copépodos (crustáceos diminutos) que se comen
los mosquitos.

Durante los brotes, las medidas urgentes de control de los vectores también pueden incluir la
aplicación de insecticidas con fumigadores portátiles o montados en camiones o aviones. Sin
embargo, el efecto insecticida es transitorio y de eficacia variable porque las gotículas de
aerosol pueden no penetrar en microhábitats interiores donde hay mosquitos adultos
secuestrados; además, el procedimiento es costoso y plantea dificultades operacionales. Para
asegurar la elección apropiada de los productos químicos, es necesario un seguimiento regular
de la sensibilidad de los vectores a los insecticidas más utilizados. Las medidas de control
deben acompañarse de una monitorización y vigilancia activas de la población natural de
mosquitos para determinar la eficacia del programa.

13. Métodos de control Retornar

Medidas preventivas:

Educar a la población y alentar las medidas para eliminar, destruir o controlar los hábitats de
las larvas de los mosquitos vectores, que en el caso de Ae. aRgypti suelen ser recipientes
artificiales de agua cerca o en el interior de las viviendas, por ejemplo, neumáticos viejos,
floreros y recipientes para alimentos o agua desechados.

Hacer estudios en las comunidades para precisar la densidad de la población de mosquitos


vectores, reconocer los hábitats con mayor producción de larvas, impulsar y poner en marcha
programas para su eliminación, controlo tratamiento con larvicidas apropiados.

Protección personal contra las picaduras de mosquitos de actividad diurna, mediante el


empleo de repelentes, mosquiteros y ropas protectoras (véase Paludismo, 9A3 y 9A4).

Control del paciente, de los contactos y del ambiente inmediato:

Notificación a la autoridad local de salud: notificación obligatoria de las epidemias; notificación


de los casos individuales, clase 4 (véase Notificación).

Aislamiento: precauciones pertinentes para la sangre. Evitar el acceso de los mosquitos de


actividad diurna a los pacientes hasta que ceda la fiebre, colocando mallas de mos-quitero en
la habitación del enfermo o un mosquitero sobre la cama, de preferencia impregnado con
insecticida, o bien rociando las habitaciones con un insecticida que sea activo contra las formas
adultas o tenga acción residual.

Desinfección concurrente: no corresponde. 4) Cuarentena: no corresponde.


Inmunización de los contactos: no corresponde. Si el dengue surge cerca de posibles focos
selváticos de fiebre amarilla, inmunizar a la población contra esta última, porque el vector
urbano de las dos enfermedades es el mismo.

Investigación de los contactos y de la fuente de infección: investigar el sitio de residencia del


paciente durante las dos semanas previas al comienzo de la enfermedad y buscar casos que no
se hayan notificado o diagnosticado.

Tratamiento específico: medidas de sostén, entre ellas la rehidratación oral. El ácido


acetilsalicílico (aspirina) está contraindicado porque puede favorecer las hemorragias.

Medidas en caso de epidemia:

Buscar y destruir los mosquitos Aedes en las viviendas y eliminar o aplicar larvicida en todos
los posibles hábitats de larvas de Ae. aegypti.

Las personas que estén expuestas a la picadura de los vectores deberán utilizar repelentes de
mosquitos.

Repercusiones en caso de desastre:

Las epidemias pueden ser extensas y afectar a un elevado porcentaje de la población.

Medidas internacionales:

Hacer cumplir los acuerdos internacionales destinados a evitar la propagación de Aedes


aegypti por barcos, aviones o transportes terrestres. Mejorar la vigilancia internacional y el
intercambio de datos entre países. Centros colaboradores de la OMS.

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