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PROCESO DEL DUELO – DUELO PATOLÓGICO

A lo largo de nuestra vida las personas tenemos que hacer frente a múltiples pérdidas.
Las pérdidas no sólo se refieren a la muerte de un ser querido, también podemos sufrir
pérdidas durante nuestra ya sea de animales, objetos a los que nos una algún vínculo
emocional, etc.

El duelo normal, agudo o no complicado abarca determinados sentimientos y conductas


que son normales tras una pérdida, como:

 Malestar fisiológico
 Preocupación acerca de si se olvidará la
imagen del fallecido
 Sentimientos de culpabilidad
 Irritabilidad
 Incapacidad para funcionar de la misma
manera que antes de la pérdida

El duelo se vuelve complicado o patológico cuando la intensificación produce que la


persona se desborde, recurriendo a conductas desadaptativas sin conseguir resolver el
duelo. La persona no consigue asimilar la nueva situación y, difícilmente, cura.

Los tipos de duelo complicado son:

 Duelo crónico o prolongado


Tiene una duración excesiva, sin llegar a una conclusión satisfactoria.
Especialmente existen reacciones el día del aniversario de la muerte durante 10
años o, incluso, más tiempo.

 Duelo retrasado, inhibido, suprimido o pospuesto


La persona puede haber tenido una reacción emocional insuficiente justo en el
momento de la pérdida. Posteriormente puede experimentar síntomas de duelo
si existe otra pérdida inmediata, siendo, esta vez, la reacción emocional
excesiva. Suele ocurrir cuando la segunda pérdida es por suicidio.

 Duelo exagerado
Intensificación del duelo normal que hace que la persona se sienta desbordada
y su conducta sea desadaptativa a pesar de ser consciente de que tanto sus
síntomas como su comportamiento es debido a la pérdida.

La persona que atraviesa el duelo demanda realizar terapia. La depresión se


retroalimenta con la ansiedad y puede dar lugar a crisis de pánico y a cuadros
fóbicos. Hay abuso de alcohol o sustancias, producido o exarcebado por la
muerte, así como el desarrollo de síntomas de trastorno de estrés postraumático.

 Duelo enmascarado o reprimido


Las personas que no se permiten a sí mismas experimentar el duelo, se pueden
encontrar con que éste les puede aparecer enmascarado en forma de síntomas
fisicos parecidos a los sufridos por el fallecido. Hablaríamos tanto de dolor como
trastornos psicosomáticos.

De la misma manera, la persona puede mostrar síntomas psiquiátricos como


depresión, hiperactividad o conductas desadaptativas.
Hay varios datos que nos indican que un duelo es complicado y que sugieren el apoyo
de terapia psicológica para superar el duelo:

 La persona no puede hablar del fallecido sin experimentar un intenso dolor.


 Cuando un acontecimiento poco importante provoque una reacción emocional muy
intensa.
 La persona no quiere desprenderse de objetos materiales del fallecido.
 La persona desarrolla síntomas fisiológicos o somáticos parecidos a los que
experimentaba el fallecido antes de la muerte.
 Puede hacer cambios radicales en su vida, evitar a su familia, amigos y/o
actividades asociadas con el fallecido.
 Antecedentes de depresión recurrente con baja autoestima o falsa euforia.
 Compulsión de imitación del fallecido por necesidad de compensar la pérdida por
identificación con el fallecido.
 Tristeza inexplicable, sobre todo en vacaciones y aniversarios.
 Fobia respecto a la enfermedad y tanatofobia (miedo a la muerte).

Algunas pautas para ayudar a personas con este problema son:

 Iniciar una conversación. Valen sencillas preguntas como “¿qué tal estás hoy?”
 Escuchar a la persona el 80% del tiempo y hablar solo el 20%.
 Ofrece ayuda en cosas concretas.
 En el futuro habrá momentos “difíciles” que exigirán que la persona que atraviesa
el duelo complicado esté preparada para afrontar sus sentimientos. Muestra tu
apoyo en esos momentos.
 Da ejemplo. Aunque es posible que tengan estilos de afrontamiento distintos, no
estaría mal que le explicaras cómo se afronta una pérdida, si has atravesado ya
por una situación similar.
 Entable un contacto físico que
denote afecto.
 Comparte silencios y aprende a
sentirte cómodo en ellos.
 Sé paciente con la persona que
ha sufrido la pérdida y permítele
compartir sus recuerdos de su
ser querido

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