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PROYECTO EDUCATIVO REGIONAL (PER):ENTRE LA OPORTUNIDAD PERDIDA Y LA NUEVA

ESPERANZA
La Ley General de Educación dispone la existencia de los Consejos Educativos, a nivel nacional, regional, local e
institucional; éstos tienen como una de sus funciones principales la de participar en la elaboración, seguimiento y
evaluación de los proyectos educativos en cada uno de sus ámbitos.
Así, tanto el Proyecto Educativo Regional (PER) como el Consejo Participativo Regional de Educación (COPARE)
constituyen oportunidades extraordinarias para que, trascendiendo lo sectorial, se abran espacios de diálogo en los que
participen amplios y diversos sectores del Estado y de la sociedad civil. Estos espacios pueden permitir la construcción
de propuestas educativas pertinentes y establecer acuerdos y compromisos que las viabilicen, así como su posterior
seguimiento.
El PER permite además articular la educación al desarrollo regional y local; y que muestra región Ancash pueda trazarse
la visión y prioridades educativas según sus necesidades de desarrollo. Se trata, sin embargo, de una tarea que no es
habitual en nuestras prácticas de gestión; esta situación, nos plantea grandes desafíos por que aún persiste una
mentalidad administrativa que concibe la gestión de políticas como un asunto que concierne básicamente a los
funcionarios públicos, que se resiste a aceptar la participación de la sociedad en dicha gestión. Tampoco es habitual, ni
para las autoridades locales ni para los actores sociales de las regiones, compartir y participar en la discusión de sus
políticas, debatir sus propuestas, o establecer acuerdos ´y compromisos para la acción; y lo que es peor se improvisa sin
saber que hacer por que no usan una herramienta que le de sentido y dirección a la gestión de la educación regional.
Por ello, esta vez a la hora de construir e implementar el PER, debemos tener cuidado de no desvirtuar el proceso
privilegiando la dimensión técnica por encima de la social; o que la participación sea restringida, poco efectiva o decaiga
con el tiempo. El PER es un instrumento de gestión y planificación, pero también es una ocasión para la participación y la
búsqueda de acuerdos; todo lo cual indiscutiblemente pone a prueba una serie de capacidades técnicas y de
concertación
El Proyecto Educativo Regional es sin duda un instrumento rector de la política educativa para el corto, mediano y largo
plazo en la región. Su elaboración permite articular la educación al desarrollo regional; repensar el sentido y las
prioridades del servicio educativo según las necesidades y demandas de atención; y guiar las decisiones sobre la
asignación de recursos para que la educación responda a los retos del desarrollo humano centrado en las personas.
Pero no es sólo un instrumento de planificación operativa. Su validez y legitimidad dependen del grado en que su
elaboración sea producto de un intenso diálogo y discusión entre los representantes de distintas organizaciones,
instituciones y grupos sociales que planteen sus necesidades y demandas a la educación. El desarrollo de un espacio
permanente de discusión es también parte del PER, no sólo para su elaboración sino también para identificar
compromisos que asumir para su implementación.
El PER entraña, además, el desarrollo de capacidades para que los participantes cuenten con mecanismos y
herramientas para analizar la problemática educativa; lo cual incluye una práctica reflexiva de autoevaluación como una
forma de revisar la dirección de los procedimientos para tomar decisiones.

Por ejemplo, en Ancash se realizan unas capacitaciones masivas a los docentes, “intención” digna de aplauso, pero que
caso tiene realizarla sin ni siquiera tener definido ¿para qué? ¿Para ir hacia donde? ¿Cuáles son las principales
demandas de Ancash al que debemos abocarnos? ello no es posible abordar si no tenemos un PER elaborado con la
más amplia participación y con las características descritas líneas arriba. La capacitación es importante, pero tienen que
ser parte de un trabajo técnico, sistemático y serio levantando primero las líneas de base sobre la cual se elabore un
Plan de Capacitación articulado con el PER que a su vez lo estará con el Proyecto Educativo Nacional. La gestión del Dr.
Teodosio Quiroz Aguirre- e{ mejor director de regional de educación que Ancash ha tenido- en el año 2006 inició un
esfuerzo para la construcción del PER para Ancash - elaborado en su gestión como director de la DREA y culminada
en el año 2009 cuando tuve la oportunidad de lograr que se apruebe- fue desperdiciado nunca llegó a implementarse a
pesar que sus objetivos estuvieron planteados al año 2021 porque al director que nos sucedió no le dieron el millón de
soles para su implementación- igual que otro que ahora pide casi un millón para poner orden en la DREA y en una
UGEL ; sin embargo, pese a que durante el proceso de su construcción fue socializado, después de su aprobación a
partir del año 2010 ,el magisterio y los actores educativos en general han permanecido ajenos a la existencia de éste y
por supuesto a su elaboración por ello este carecía de legitimidad, y transcurrido el tiempo autoridades vinculadas al
sector han permanecido anquilosados y mostrando una clamorosa falta de iniciativa para poner en agenda los
principales aspectos que necesitan atenderse para hacer una buena gestión en el sector educación que redunde en
elevar la calidad del servicio y por tanto de la calidad educativa; tanto así que este ya se vence el 2011 y ya se empieza
a construir el Proyecto Educativo nacional al 2036
Esta situación plantea una nueva oportunidad para actualizar el Proyecto Educativo Regional al 2036, pero esta vez para
aplicarlo no para guardarlo o pedir dinero y si no lo trasfieren echarlo al tacho; hay que llevarlo a la práctica el Proyecto
educativo regional es el timón , es el referente para hacer gestión regional en educación. Ahora bien, no hay que esperar
que desde Lima nos digan cuando empezar casi toda la problemática planteada sigue vigente puesto que no se abordó
hasta ahora. Las autoridades competentes son las llamadas a convocar para establecer el rumbo de la educación en
Ancash y dejarse de medidas improvisadas y parciales .Desde un punto de vista más objetivo, lo indicado parece ser
contar con dos espacios de debate: uno más restringido, con actores mejor informados y con poder de decisión, y en el
que se elaboren productos concretos; y otro más amplio, a manera de foro regional educativo, en el que se den a
conocer y se sometan a aprobación las propuestas trabajadas en el otro espacio. Junto a ello, establecer acuerdos
institucionales para que sus representantes se mantengan o su rotación sea mínima (uno o dos delegados a lo más) y
que tengan algún poder de decisión para asumir compromisos.
Estas pues son algunas reflexiones que pretenden llamar la atención de los responsables del sector educación en
Ancash para que teniendo la oportunidad de empezar de nuevo no se vuelva a desperdiciar , el tiempo, ellos recursos ni
la valiosa construcción de mucha gente convoquen, conformen equipos técnicos, etc. y con sus acciones den muestras
de verdadero interés por hacer una revolución educativa en nuestra región mostrando un trabajo dinámico que los
diferencia de rutinarias gestiones regionales que sólo se dedican a administrar la crisis y durar en el cargo lo más que
puedan y al igual que hasta ahora nunca se ocuparon de los sustancial de la educación. El tiempo sigue pasando y
seguimos teniendo más de lo mismo.

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