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EL MITO DE THUNNUPA

DEIDAD ANDINA… O APÓSTOL EVANGELIZADOR

1. INTRODUCCIÓN
El presente ensayo surge a raíz de diversas versiones acerca del ‘Mito de Thunnupa’ o Tunupa, a partir del
sincretismo que se da entre el mito andino mencionado y la evangelización cristiana-católica plasmada por dos
posibles apóstoles, Tomas y Bartolomé; con más factibilidad y fiabilidad en el primero que en el segundo por
las innumerables veces que se menciona en documentos de la época; sin embargo, en el tiempo coexisten
características que se fueron fusionando, según el contexto geográfico, con un sinfín de interpretaciones.
En este sentido, primero, identificaremos el ‘mito’ que se aproxima a las fuentes mismas, investigadas por
historiadores y compiladores que buscaron fundamentar en cronistas e indígenas que analizaron la relación
con la evangelización. Segundo, reflexionar el valor del ‘mito de Tunupa’ a partir del contexto y los personales
principales; e identificar cual es la función principal de esta deidad en el entorno andino. Y finalmente a
manera de conclusión, identificar el o los mensajes que busca transmitir dicho mito; sobre todo revalorizar
estos saberes y conocimientos de la cultura andina.
2. ARGUMENTOS
2.1 EL MITO DE THUNNUPA1
La siguiente versión del mito de Thunnupa es posible la más confiable y por ende la más mencionada por los
autores e investigadores en el tema, recopilado por M. Rigoberto Paredes2.
Entre las leyendas místicas de los kollas existe la de un misterioso personaje, a quién no le consideran un dios,
pero le conceden la facultad de hacer milagros. Le llaman Thunnupa, y dicen que vino del norte acompañado
de cinco discípulos, trayendo sobre sus hombros una cruz grande de madera y que se presentó en el pueblo de
Carabuco, entonces residencia del célebre Makuri, el más famoso de sus conquistadores y héroes legendarios,
que ha sobrevivido en la memoria colectiva de los pueblos, junto con otro igualmente notable, aunque de
tiempos relativamente posteriores, llamado Tacuilla. Estos dos nombres son los únicos recitados en sus
cantares y aún mencionados confusamente por los indios viejos. La memoria de estos caudillos y de sus hechos
tiende a desaparecer y pronto no quedará huella de ellos.
Thunnupa, a quien se le da también los nombres de Tanapa, Tunapa, Taapac, según los padres agustinos que
escribieron sobre él, era un hombre venerable en su presencia, zarco barbado, destocado y vestido de cuxma,
sobrio, enemigo de la chicha y de la poligamia. Reconvino a Makuri por las devastaciones que hacía en los
pueblos enemigos, por su sed de conquistas y su crueldad con los vencidos, pero éste no hizo aprecio de sus
palabras, y lo más que pudo fue permitirle residir en sus vastos dominios sin molestarlo. Makuri era demasiado
poderoso y soberbio para darle importancia. La presencia de Thunnupa parece que a los únicos que tenía
preocupados era a los sacerdotes y brujos de su imperio, quienes le hicieron guerra encarnizada sin perder
ocasión para denigrarle.

1
Tomado de la pág.: https://www.educa.com.bo/tags/leyendas-la-paz
2
Manuel Rigoberto Paredes Iturri (Puerto Carabuco, Provincia de Eliodoro Camacho, 1870 – La Paz, 17 de mayo de 1951)
fue un folclorista, etnógrafo, historiador, ensayista y político boliviano. Nacido en Carabuco, una pequeña ciudad de la
provincia de Camacho, en el Departamento de La Paz, Rigoberto Paredes era hijo del abogado Manuel Silvestre Paredes y
nieto de Apolinar Paredes Siñani, el cual fue reconocido por la Audiencia de Charcas como un importante jefe indígena
(mallku) de Carabuco. Su libro Mitos, supersticiones y supervivencias populares de Bolivia, de 1920, es la mayor
recopilación de manifestaciones indígenas relacionadas con bailas, música, poesía popular y costumbres de su tiempo. En
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Rigoberto_Paredes_Iturri. 06/08/2019, hrs.: 09:38 am.
1
Thunnupa se dirigió al pueblo de los sucasucas, hoy Sicasica, donde les predicó sus doctrinas. Los indios
alarmados de sus enseñanzas, comenzaron a hostilizarle y, por último, prendieron fuego a la paja en la que
dormía; logrando salvar del incendio regresó a Carabuco. Aquí las circunstancias habían cambiado durante su
ausencia, debido a uno de sus discípulos, llamado Kolke Huaynakha, que enamorado de Khanahuara, hija de
Makuri, logró persuadirla para que se convirtiese a las doctrinas de su maestro y cuando éste regresó hizo que
la bautizara. Sabedor el padre de lo que había ocurrido con su hija, ordenó que Thunnupa y sus discípulos
fuesen apresados. A los discípulos los hizo martirizar y como Thunnupa, le reprochase de esa crueldad, lo
atormentaron hasta dejarlo examine, "hecharon el cuerpo bendita en una balsa de junco o totora, dice el P.
Calancha, y lo arrojaron en la gran laguna dicha (el Titicaca) y sirviéndole las aguas mansas de remeros y los
blandos vientos de piloto, navegó con tan gran velocidad que dejó con admiración espantada a los mismos que
lo mataron sin piedad; y crecióles el espanto porque no tiene casi corriente la laguna y entonces ninguno...
Llegó la balsa con el rico tesoro a la playa de Cochamarca, donde ahora es el Desaguadero. Y es muy acentuada
en la tradición de los indios, que la misma balsa rompiendo la tierra, abrió el desaguadero porque antes nunca
le tuvo y desde entonces corre y sobre las aguas que por allí encaminó se fue el santo cuerpo hasta el pueblo
de Aullagas muchas leguas distante de Chucuito y Titicaca hacia a la costa de Arica". A este mismo personaje,
vuelto en sí se le hace peregrinar en las tradiciones indígenas por Carangas donde vivió junto a un cerro que
lleva su nombre, entre los Calchaquíes, Chuquisaca y Paraguay.
La cruz que había traído dicen que trataron de destruirla, sin poder lograr su objetivo, ni con la acción de los
golpes que entonces la quisieron echar al agua y como no se sumergiese al fondo, la enterraron en un pozo de
donde la extrajeron en 1569.
2.2 REFERENTE A LOS PERSONAJES PRINCIPALES Y AL CONTEXTO
Rigoberto Paredes – en el mismo artículo – clarifica las confusiones que pueda existir en los personajes, dice:
“A Thunnupa se le ha confundido con Huirakhocha, y aún con Pacha Achachi, sin embargo de ser distintas las
leyendas que rodean a cada uno de estos personajes, y de ser completamente diferentes los mitos que
representan y la esfera de acción en que se desenvuelven. Uniforme, con ligeras variantes en los detalles: es la
tradición que hace surgir a Huirakhocha del lago Titicaca, y marchar hacia el norte, hasta desaparecer en
Puerto Viejo; en cambio, a Thunnupa se le hace descender del norte hacia el pueblo de Carabuco, que está en
la ribera oriental del Titicaca, y después, caminar hacia el sud y el oeste”.
La misma observación se da en el artículo de Medinacelli: “Se conocen varias versiones del mito recogidas
desde mediados del siglo XVI y principios del XVII. El ámbito geográfico donde éste se desarrolla es el lago
Titicaca con referencias al río Desaguadero y al lago Poopó o Aullagas; podemos considerar que
temporalmente es anterior a los incas y por tanto al mito de Wiracocha, con el cual luego se funde”3.
De la misma manera, los variados nombres parecen referirse a una deidad a la de Huirakhocha o Wiracocha, tal
como afirma Paredes: “no tuvieron sino una divinidad, que fue Huirakhocha puesto que a él también se le
llama Kon, Ekhakho, Thunnupa, Pachacamak, Pachayachachis, etc.”4 Sin embargo se debe afirmar que Tunupa
como deidad es parte del Collasuyu.
En cuanto al nombre “Tunupa aparece después del año 1600 y en poblaciones aledañas al lago Titicaca muy
probablemente por la erupción del volcán Huayna Putina”, la misma pudo promover el recuerdo de este mito
según Medinacelli. El nombre de Tunupa se lo relaciona con el rayo o como el hijo del rayo o el dios del rayo y
del volcán.5 Pero también se le considera como el gran sabio, “Tunupa, que es lo mismo que decir gran sabio,
y Señor…” según Pachacuti6.

3
Medinacelli Ximena. “Bertonio y el mito de Tunupa”. Pág. 134
4
Paredes Iturri Manuel Rigoberto. https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Rigoberto_Paredes_Iturri.
5
Medinacelli Ximena. “Bertonio y el mito de Tunupa”. Pág. 135
6
Op. Sit. Pág. 139
2
Respecto a los ‘dos evangelizadores Tomas y Bartolome’ se tienen varias fuentes coloniales fundamentadas
por misioneros jesuitas y agustinos de la época, como también lo confirma los mismos indígenas, así lo dice
Medinacelli: “Jesuitas, agustinos e indígenas. Cabredo, Bertonio, Ávila, de la Puente y le los Ríos eran jesuitas;
Ramos Gavilán y Calancha, agustinos; mientras que Juan Santa Cruz Pachacuti era indígena”7. Todos
concuerdan que posiblemente fuese Tunupa el apóstol Santo Tomas, aunque no dejan de lado que Bartolomé
también lo fuera, según Therese Bouysse “…el paralelo entre Bartolomé y Tunupa no se debía al mero hecho
de que Bartolomé era el apóstol de la India, como se ha ido repitiendo, sino al encuentro de un trasfondo
andino de mitología diluviana prehispánica con la leyenda mediterránea del santo.” 8
También concuerda Rigoberto Paredes: “Algunos creen que Thunnupa fue el apóstol San Bartolomé, otros,
Santo Tomás. Felipe Guarnan Poma de Ayala manifiesta en su obra: "El Primer Nueva Crónica y Buen Gobierno"
que ha sido San Bartolomé, que primero llegó al pueblo de Cacha donde los indios lo recibieron mal, quisieron
matarlo y echarlo y habiendo descendido fuego del cielo, los convirtió. Que de aquí se vino con un indio natural
de Carabuco llamado Anti, que después de bautizado se llamó Antihuirakhocha,… Arrepentido el hechicero se
rindió al Apóstol, le besó las manos y los pies, le pidió misericordia y le bautizó. El Santo le dejó la cruz, que más
tarde fue hallada.” El título de “el santo” es dado por Ramos Gavilán a Santo Tomas, aunque prefiere no
mencionar el nombre cristiano.9
Esta relación se halla corroborada respecto a que San Bartolomé fue el que aportó a Carabuco, por la tradición
conservada en el pueblo, que señala el cerro en que vivió el Santo, o, que hoy mismo se llama de "San
Bartolomé" y de ser este después de la cruz el patrono del pueblo, siendo el 24 de agosto día dedicado al Santo
celebrado con mucha solemnidad.
2.3 ¿CUÁL ERA LA FUNCION DE EL O LA TUNUPA?
El Padre Jolicoeur, distingue en, “esas constantes cinco funciones distintas y complementarias: la función
cocreadora (Tunupa habría ayudado a Wiraqocha a sacar a la gente de los lagos, las fuentes y los ríos), la
función civilizadora (enseñando el comportamiento social, las normas del manejo y control de los recursos
económicos, el aprovechamiento de los frutos de los árboles y otros productos, así como la enseñanza de cómo
dar nombres a los ríos y a las plantas), la función curativa (enseñando a sanar enfermos, a dar vista a los ciegos,
a utilizar hierbas y flores medicinales, a reconocer hierbas y flores venenosas, así como a poner nombres a los
árboles, las flores y los frutos), la función desordenadora (opuesta a la de cocreación, haciendo malos a los
hombres buenos, llanos de los montes y montes de los llanos, secando las fuentes de agua; esta función
aparentemente explica la tradicional ambivalencia o ambigüedad de todas las cosas y seres), y la función
fertilizadora (teniendo Tunupa relaciones sexuales con mujeres-peces, dos hermanas gemelas llamadas
Quesintuu y Umantuu).”10
En este sentido Tunupa, sería considerado protagonista de una civilización porque presta servicios a la
comunidad, es bienhechor, de origen misterioso, de aspecto ‘misionero’, especie de predicador itinerante' que
enseña unas veces las artes, las costumbres, las técnicas económica, otras veces las normas de
comportamiento, y casi siempre va junto a un compañero' o compañeros' (Tunupa va juntamente con 5 ó 6
indios). La función civilizadora y el itinerario de Tunupa fueron otros elementos que sirvieron a la mentalidad
misionera para argumentar la presencia de Santo Tomas en tierras andinas.
En los departamentos de Oruro y Potosí el mito cobra vida desde la feminidad; ahora es la “Mama Tunupa” en
un contexto contemporáneo. La historia resumida sería la siguiente:
“Se dice que un día el viejo Asanaques se casó con la Tunupa y tuvieron varios hijos. El Asanaques era un viejo
con barba blanca y el principal mallku de la región y la Tunupa una bella y joven mujer que llevaba doce

7
Op. Sit. Pág. 137
8
Bouysse-Cassagne Therese. De Empédocles a Tunupa: Evangelización, hagiografía y mitos
9
Medinacelli Ximena. “Bertonio y el mito de Tunupa”. Pág. 139
10
Jolicoeur OMI, Luis. El Cristianismo Aymara: ¿Inculturación o culturización? Pág. 49
3
polleras de muchos colores y doce enaguas…. El viejo Asanaques era muy celoso de la bella Tunupa
ocasionando muchos sufrimientos a la joven mujer. Así, un día, tanto sufrir, la joven Tunupa decidió irse hacia
la costa. …Mientras el Asanaques estaba herido, la Tunupa aprovechó para marcharse, dejando atrás a sus
hijos: Wilacollo, Huatascollo, Huari y Sevaruyo (Cerro Gordo).
En su recorrido hacia la costa, la Tunupa orinó en las pampas de Aguas Calientes, donde existen hoy en día
brotes de aguas termales. Luego de transitar por las pampas de Condo, decidió descansar en la localidad de
Quillacas, donde hizo un fogón para cocinar, formando así los cerros de Santa Bárbara y San Juan Mallku,
donde luego se ubicaría el actual pueblo de Quillacas.
Al día siguiente, dirigiéndose rumbo al oeste, para cruzar el río Márquez, la Tunupa dejó una de sus abarcas, en
lo que hoy en día es la pequeña loma Sato. Al otro lado del río, decidió descansar dejando su aposento
temporal (jaraña) en esa localidad, conocido con el nombre del cerro de Pedro Santos Willka y donde se
encuentra, al pie del cual está el pueblo de Pampa Aullagas. Rumbo al sur, cerca de Tambillo, la Tunupa excavó
la tierra para construir una Tiwaraña y beneficiar su quinua, comida que se guardó para el resto del camino.
Siguiendo su trayectoria hacia el sur, en una localidad llamada Jayu Cota, excavó nuevamente la tierra para
luego verter su leche y dejarla a su hijo menor que la seguía. Este lugar es actualmente un pequeño salar de
color rojizo. Más adelante dejó a un hijo enfermo con viruela, llamado Salviano, nombre de un cerro que tiene
muchos huecos. Continuó su camino hasta salir de Uyuni y perder de vista al Asanaques. En esta zona se
encontró con dos jóvenes muy guapos, el Coracora y el Achacollo (o Cerro Grande), con los que tomó amistad,
y quienes la convencieron que se quedase por esos lugares. Entre quienes causo riña y confrontación por su
amor. Así ambos jóvenes pretendientes murieron por el amor de la Tunupa. Y desde entonces la Tunupa se
quedó para siempre allí”.
Para Ramiro Molina, “La Tunupa aparece entonces como una joven mujer, en contraste al personaje del siglo
XVI que era hombre y de edad avanzada. Es, al mismo tiempo, una misión que se asocia a la vida cotidiana, a la
domesticación de los animales (llamas) y plantas (quinoa), a la fabricación de la vestimenta y a la reproducción
humana. La ruta de la Tunupa en el sur corresponde a un proceso civilizador que se caracteriza por las acciones
domesticadoras y culturales. En una primera instancia, al construir un fogón nos hace recuerdo a la
introducción de los alimentos cocidos que separan la cultura de la no-cultura o salvaje. De la misma manera, la
abarca fabricada (loma de Sato) nos sugiere la manufactura de la vestimenta. Y aún más, la construcción de la
tiwaraña y el proceso de preparación de la quinua, son sugerentes, en la medida que denota la introducción de
una economía sedentaria basada en la explotación agrícola de la quinua pero también ganadera. Por otra
parte, la sal enjayuqotay en el salar de Uyuni representa uno de los elementos más importantes de la vida
humana, la leche materna, asociada a la reproducción humana, en la que resaltan las prácticas domésticas y las
normas de sociabilidad de una sociedad en convivencia y armonía. La muerte, finalmente, en la versión
contemporánea está asociada a la relación entre la Tunupa y dos jóvenes “guapos” que se convierten en sus
pretendientes, con intenciones de desposarla. La relación entre los pretendientes y la Tunupa se basa
esencialmente en una relación de afinidad y de amor”11.
Sin embargo existen otras versiones de este mito, en la actualidad que no promueven valores para la sociedad,
sino más bien expresa desgracia, abandono, sufrimiento, etc., personalmente no creo sean adecuados porque
se percibe el maltrato de la mujer y el abandono de los hijos; así deja ver algunos videos editados en You
Tube.12
3. CONCLUSIÓN
Interpretar y revalorizar el mito a partir de las ‘posibles’ fuentes lleva sin duda alguna a recuperar el mensaje
profundo esparcido por diferentes regiones, enriquecido por la vivencia misma de los pueblos. Para muchos las

11
Molina, R. Ramiro. La Tunupa: la feminización sagrada del salar. En Periódico la Razón. 23 de junio de 2013.
12
https://www.youtube.com/watch?v=JCAWhz14Eq4 y en https://www.youtube.com/watch?v=SfcbMT5ESdo 06/08/19
4
diversas versiones pueden ser enriquecedoras, sin embargo existe el riesgo de tergiversarlo y confundir lo que
es con lo que no es.
También se puede advertir el cuidado que tuvieron los oriundos andinos al comparar sus deidades con los
misioneros cristianos. Esto permite valorar los principios socioculturales y religiosos que tenían; que por cierto
no era de ninguna manera contraria a las buenas costumbres, prueba de ello el castigo que se menciona
cuando es arrojado al rio.
La sustitución de Tunupa por santo Tomás u otro apóstol y su reinterpretación consecuente permitieron a los
misioneros explicarse por qué existían en la cultura y tradición aymara tantos signos cristianos antes de su
llegada a estos pueblos, por ejemplo el símbolo de la cruz, la confesión de los pecados, una especie de comida
ritual de carne con sangre que insinuaba la Eucaristía, etc. Para algunos, esas semejanzas o imitaciones
cristianas eran evidentes engaños del mal; para otros, eran la prueba de una primera evangelización apostólica
prácticamente fracasada pero que había dejado algunas huellas. Cualquiera fuera el resultado, ambas posturas
pueden conciliarse en el nuevo mito de la evangelización apostólica.
En la actualidad, donde es conocido, el mito que ha quedado es únicamente el de la evangelización apostólica.
Dicho sea de paso que esa sustitución y reinterpretación del mito de Tunupa es tal vez la mejor ilustración de
por qué y cómo han entrado en los mitos aymaras tantos elementos cristianos con los que se han amalgamado,
a veces resultando un mito nuevo, otras veces una especie de mito sincrético.
En cuanto a la “actual Tunupa es visibilizada como un agente domesticador que introduce la cultura y el
sentido de la sociabilidad. La Tunupa aparece introduciendo aspectos claves de la cultura andina, en la
economía agrícola y ganadera, en la fabricación de la vestimenta, en la preparación de la comida y en la crianza
de los niños. Finalmente, articula dos grandes vertientes civilizatorias, de los urus y los aymaras.”13
Los dos personajes – El y La Tunupa – se contrastan de manera simétrica, uno representando los poderes de la
naturaleza y lo divino mientras que el otro representa los poderes de la cultura y la cotidianidad. El uno castiga
y el otro premia. El uno muere y transita, mientras que la otra transita y pervive para siempre.
4. BIBLIOGRAFÍA
BOUYSSE-CASSAGNE, Thérèse. (1997) De Empédocles a Tunupa: evangelización, hagiografía y mitos. En
Saberes y memorias en los Andes: In memoriam Thierry Saignes [en línea]. Paris: Éditions de l’IHEAL,
(generado el 07 août 2019). Disponible en Internet: <http://books.openedition.org/iheal/812>. ISBN:
9782371540040. DOI: 10.4000/books.iheal.812.
FRANCOVICH, Guillermo. (1980) Los Mitos Profundos de Bolivia. Editorial Los Amigos del Libro, La Paz-Bolivia.
JOLICOEUR OMI, Luis. (1994)El Cristianismo Aymara: ¿Inculturación o culturización? UCB, Facultad de Filosofía
y Teología. Cochabamba, Bolivia.
MARZAL, Manuel M. (1995) El mito en el mundo andino ayer y hoy. Anthropologica, ISSN 0254-9212, Vol. 13,
Nº. 13, LIMA págs. 7-21
MEDINACELLI G., Ximena. (2012). Bertonio y el mito de Tunupa. Ciencia y Cultura, [en linea] (28), pp.133-151.
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=425839841007
MOLINA Rivero, Ramiro. La Tunupa: la feminización sagrada del salar. En Periódico la Razón. Docente /
Investigador en la Universidad Católica Boliviana. La Paz – Bolivia. 23 de junio de 2013.
PAREDES Iturri, Manuel Rigoberto. (1963) Mitos, Supersticiones y Supervivencias Populares de Bolivia.
Ediciones "Isla", La Paz, Bolivia. Disponible en: https://www.educa.com.bo/tags/leyendas-la-paz

13
Molina Rivero, Ramiro. LA TUNUPA: LA FEMINIZACIÓN SAGRADA DEL SALAR. En Periódico la Razón. La Paz – Bolivia. 23
de junio de 2013.
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