Sei sulla pagina 1di 18

••

146
1 ~ \ 1 ' !-
. í~ ;:-:- ¡-;;;: ld ;ui
Mechthild Rutsch ~,1
;.;-
1 1 La
,.._. .,._.
bnte p
.
(
Dg1sta .
---¡ ... -- ---
1 ~

una ruptura con ellos. El precio que tuvo que pagar por su intento de ~ /

" escape " de la infructuosidad teórica de Boas sin haberla sometido a t1


CAPITULO V
una revisión crítica fue la cada vez más profunda y acentuada confusión J
en cuanto a sus propios presupuestos teóricos se refiere . J La vertiente psicologista en la antropología
:1,,, cultural: Ruth Benedict , Abraham Kardiner y
....

;i Ralph Linton

~

¡;
,/
"'¡
·!
'
1
,i
,!
;j
'i
:ji ) De la "psicología de los pueblos" al movimiento de
¡1 "cultura y personalidad"
¡J
~~

~JComo ya se expuso en la primera parte de este trabajo , con el movimien-
fj to romántico alemán se manifiesta una serie de corrientes que reivindi-
t~can, en oposición a la ilustración del periodo anterior, a la psicología
-lindividual como la vía para alcanzar el conocimiento en general. Tal
1]concepción , sobre todo con Herder y W. von Humboldt , intenta una
=- __lextrapolarión de sus postulados básicos hacia lo social ; ahora se trata
1 de encontrar la psicología o el "espíritu" específico de un pueblo dado

1 (Volksgeist). En términos generales , estos pensadores juzgaban que la


¡ ilustración sólo había proporcionado una caricatura de la realidad psico-
. lógica individual , por un lado , y , por el otro , que su teoría del desarrollo
,cultural cuestionaba excesivamente a la determinación sentimental de
todo ámbito vital , y , en especial , el del pensamiento . Así, ahora ya no
·¡·se visualiza al hombre como ideal abstracto del desarrollo humano en
¡general , sino como miembro concreto de un pueblo único y especial.
~De este modo , en el contexto de la búsqueda por el carácter nacional
;! alemán , el hombre concreto y la especificidad de la "individualidad del
)pueblo" (o de los pueblos) se imponen como tareas de investigación en
llas varias disciplinas científicas .
,1 Hemos visto también que con el desarrollo de este movimiento la
J psicología empieza a ocupar un lugar privilegiado , no solo en el ámb.i to
~de las ciencias sociales , sino también como fundamento de la filosofía.
1 Pero mientras los primeros desarrollos de este pensamiento están
!ligados a universidades como Heidelberg y Marburg ( Cf Grimm, Sa- .,
Jvigny , etc.) , la psicología social ( o , como se le llamaba entonces, la
'.j
• • • • • ...,, '., ..., 1 • ..,_, ..._,•V .:_-,, ,.)'- '-', • ,

" psicolog1a de los pueblos" ( Voelker¡Jsycholagie) centra su desam, 'lo , • - ¡49-=.


sobre todo i:n la segunda mitad del siglo pasado. alrededor de las univer- arrol10 conceptos claves de corte boasiano · a su vez I f _
T d . . , -, e es uerzo espe-
sidades <le Ber\1n y de Leipzig , en donde evolucionan ciertas ·'escuelas" 1 c1 1co e Bened1ct por conceptualizar a las culturas que examina t'
ocupadas de tal problemática . muchos rasgos en común con la " idea del pueblo" , cosa que desarro
, ielnla-
e
1 ,
En cu:rnto J nuestra temática específica se refiere , es en estas últimas l remos mas adelante .
don?e l~~y que buscar influencias directas e indirectas sobre la concep- 1 :ero tambié~ los plant~amientos posteriores de la "escuela berlinesa"
tualizac1on de la e_scu~la_posterior de "cultura y personalidad " , ya que l seran de m,~cha importancia en este sentid? , esto es. la famosa "psicología
estas co mentes ps1colog1cas constituyen una de las fuentes (a más de \as ¡ del gestalt . Ya en 1890 Ehrenfels acuño el concepto de las "calidades
y a rev isadas en el capítulo primero) en donde bebieron antropólogos ! de una gestalt" ( este vocablo literalmente traducido significará "forma",
como Boas , Benedict , Linton , y su colaborador Kardiner. Es por esto ' "apariencia " , o aún, en un sentido algo derivado , "estructura" , "com-
que nos proponemos una revisión escueta de tales antecedentes , en plejo " o "configuración "). Tal concepto se instituye como punta de
general poco conocidos . lanza contra la psicología de asociación y de los elementos; con ello se
Para la asi llamada "escuela berlinesa " , en una primera etapa, desta- quiere resaltar que cualquier totalidad conforma un ente cuya cualidad
can los médicos Bastian y Virchow . El último más bien representa una está más allá de la mera sumatoria de sus partes. Más tarde , los psicólo-
orientación naturalista-positivista , ocupándose sobre todo en investiga- gos berlineses Wertheirncr, Koffka , Koehlcr y Lewin utilizan el mismo
ciones de antropología física . Por otro lado . Adolf Bastian ejercerá una 1 concepto de gestalt, ampliándolo en el sentido de considerarlo válido
influencia más decisiva , en base a su obra ( 1860), intitulada El hombre j inclusive para todas las ciencias naturales , implicando como un princi-
1 pio general la identidad del gestalt (forma) entre el mundo físico y no-
en la historia. Contribución a una visión del mundo con fundamento en
la psicología. Como se desprende de este título , Bastian postulará la
1 físico ( o sea psicológico) . El positivismo e isomorfismo de esta concep-
¡ ción , concentrada en las formas y procesos de la vida psíquica, sin
primacía de la psicología en los estudios etnológicos y conceptualizará ,
en consecuencia , a la historia de los pueblos en general como realización
¡ mayor atención hacia su contenido emocional (en esta línea se efectúan
j mayormente estudios sobre la decepción óptica y sus mecanismos) ,
de tres tipos de " pensamientos" o "ideas" : la "idea" de un pueblo, la cual j asegura un enlace profundo con las corrientes behaviouristas de los
se concretiza sobre todo en el mundo de la creación étnica-espiritual; la l Estados Unidos de Norteamérica , así como con las tendencias pragmá-
"idea " de la sociedad como temática ( o ethos) preponderante de una cul- ; ticas prevalecientes en aquél entonces (los psicólogos arriba mencionados_
tura , concretizada en la esencia de élites y personalidades . espiritual- : emigran hacia los Estados Unidos de Norteamérica en el año de 1933 ;
mente fuertes y , por último, la "idea" elemental, abstraible de la primera (Cf también l. 2.D) .
o sea. de la " idea del pueblo" , siendo ésta su expresión concreta , según las La escuela de Leipzig ejerce una influencia decisiva . Aquí resaltan
variables condiciones geográficas y étnicas que determinan su plasma- sobre todo los psicólogos W. Wundt y su alumno Félix Krueger (En
ción en cada caso específico cultural. En consecuencia , y como se nota Estados Unidos de Norteamérica esta tendencia se representa sobre todo
enseguida , la búsqueda de la "idea elemental" viene siendo resultado de por el psicólogo Titchener que sigue la línea ideal.ista-introspectiva mar-
aquella tesis según la cual existe un sustrato idéntico que pen_nanece cada por WunJt) . Wundt , en analogía a lo que hemos visto acerca de la
más allá de las expresiones históricas concretas de las culturas. As11rnsmo · dicotomía de la filosofía de la vida, en cuanto a ciencias culturales y
se vuelve obvio que en tal concepción aún vibra aquella preocupación ciencias naturales , concibe dos géneros de psicología , separados por su
romántica que buscaba la unidad del todo más ~llá de!ª. diversiJaJ apa- metodología respectiva: la psicología de la percepción , cuya metodolo-
rente de la conciencia (Cf 1.3) así como se prefigura mt1damentc el pos- gía estriba en la disección analítica y experimental de los procesos cons-
tulado boasianu acerca de la mentalidad unitaria de la especie humana . cientes. y por el otro lado , una "psicología de los pueblos" que se ocupa
No está (.kmás se1ialar que aún de manera person~il existe t11~a rcl~- de aquellos productos psicológicos resultado de la convivencia humana ,
1..: ión directa entre el asistente Boas del Musco Berl111es para e! Estudw_ los cuales , por ser "superiores" a los simples procesos de percepción , no
de los Pueblos (Cf 111. 7), cuyo director en aquél : ntonce ~ 1 : : ·~ l\dolt ' pueden ser estudiados por medio de métodos experimentales, sino por
l
13astian , y Be ncdict , alumna a ~~1 vez del primero . En cuanto al p~rcn- medio de estudios comparativos de sus "frutos". Estos últimos se con-
t csco teó ri co se refiere , estamos de acuerdo con el aserto qu~ 13et,i,chelt , cretizan sobre todo en la lengua, la costumbre y la mitología de los
hace 1 en el sentido de que la escuela de "cultura y personalidad des- l pueblos . Según Wundt es aquí donde se plasma la ''esencia" o el "alma"
~ je una cultura ; la relación entre esta última y la psicología individual se
concibe en términos de interdependencia. También Wundt supone una
1 Beuchelt . op . ci t .. pp . 19 y ss .
1 ..JV

dos Unidos de Nortc:éllllérica . (Spenccr más bien lrnbia planteado una


naturaleza humana unitaria , en última instancia , a la cual se puede en-
interdependencia indeterminada entre individuo y sociedad), el influ -
contrar justamente por medio de los estudios comparativos de la "psico-
yente filósofo , psicólogo y médico Williélm James , toma partido en
logía de los pueblos".
;favor de Galton . Por lo demás . es claro que la teorfa de Gal ton acerca
Félix Krueger intentará una colaboración estrecha con disciplinas
Jdel "gran hombre " estú implú:itcJ (y aún explícitamente) expuesta en
afines a la psicología , como por ejemplo con la sociología . También él
jlos planteamientos de la filosofía de la vida , tanto como en la escuela
acepta el concepto de gestalt de los berlineses, postulando una teoría
ihistoriográfica alemana. (Cl l. 3 y 11.2.). Asimismo es de importancia
de las emociones, según el cual también éstos , y no sólo la percepción ,
;seiialar que muchos de los teóricos que habían estudiado con Wundt en
muestran calidades de _gestalt, esto es , constituyen tt,talidades en ;.rHma
:Europ:1 (como por ejemplo en el caso de W. James) , agregan la intluen-
de complejos ; por lo tanto, él pone el acento sobre la calidad totaliz .. do-
:cia galtoniana a aquella de Wundt , cosa que no hubiese sido posible , si el
ra de todos los procesos psíquicos (psicología de la totalidad) , más nunca
?último no hubiese postulado una relación indeterminada en última ins-
rechazará , como lo habían hecho los psicólogos berlineses ulteriores , la
tancia entre individuo y sociedad . (Cf 111.3 y notas respectivas). Por
distinción dicotómica entre ciencias sociales y ciencias naturales.
medio de la estadística se cimenta pues el concepto del alma o espíritu
La noción de gestalt o de configuración manejada más tarde por
de un pueblo y será así también como , a grosso modo, se constituyen
Benedict, Linton y Kardiner guarda rasgos comunes con esta última
·dos conceptos fundamentales de la vertiente psicologista en antropolo -
concepción. Es por ello que los conceptos nodales de "cultura y perso-
gía , el de la personalidad y el del patrón o pauta cultural. Son estos los
nalidad" se deben en mayor medida a la psicología totalizadora de la
conceptos claves que proporcionan un hilo conductor desde la polémica
escuela de Leipzig, así como a la empatía diltheyana , que a las calidades
acerca de la teoría del "gran hombre " hasta la conceptualización y com-
puramente formales de las relaciones estructurales. Tanto en el "patrón"
probación empírica que se intenta para la relación existente entre indi-
de Benedict, como en el concepto del ethos de su alumno Gregory
Bateson, se reconoce más bien el intento de captar el carácter dominan- viduo y cultura .
te de la unicidad psicológica e histórica de una cultura , que de dilucidar
sus relaciones estructurales. También Kardiner rechaza en 1949 explíci-
tamente a la psicología del gestalt (a la manera de la escuela berlinesa)
como inútil para el análisis de las asociaciones y de las motivaciones, las 2) Primeros desarrollos de cultura y personalidad
cuales forman parte sustancial de su concepto de "personalidad básica ".
La referencia que hemos hecho al enlace que experimentan ciertas
teorías psicológicas, nacidas en Europa y aquellas positivistas en boga Queda claro que la temática central que guiará a todos los desarrollos de
en los Estados Unidos de Norteamérica , no sería completa, sin mencio- lo que se ha dado en llamar la vertiente psicologista en antropología.
nar a un psicólogo muy influyente en este último país ; Francis Galton. · constituye justamente la relación entre cultura y personalidad. En cuan-
Fue éste , quien a finales del siglo pasado , introduce la estadística y la to al primer factor ,t!..:_ conceptualización que se le da a la cultura se
teoría de la correlación como instrumentos metodológicos iuportantes , distingue primordialmente por el reconocimiento ( en contra por ejem-
para temáticas psicológicas tales como los problemas de adaptación del plo de las teorías evolucionistas) de que también las culturas primitivas
individuo a su sociedad, la importancia de la herencia y del medio-am- i se conforman de individuos y no representan sólo un aglomerado horno-
¡
biente en cuanto al desarrollo de la personalidad , etcétera ; por el otro géneo e indiferenciado. Por cuanto al segundo factor , el concepto de la
lado , su teoría del "gran hombre " ejerció mucha influencia, y causó j personalidad , éste se desarrolla principalmente a partir de la incorpora-
mucha polémica también en la antropología posterior. En síntesis , Gal- j ción a la antropología de la teoría psicoanalítica en sus distintas varian -
ton planteó que las épocas importantes , tanto como los acontecimientos l tes. Fue justamente la _teoría última la que permitió a muchos antropó-
l
históricamente trascendentes, siempre constituyen el resultado de logos el uso de conceptos capaces de llevar un cierto orden al "desierto
"hombres de genio" , enunciado al que trató de comprobar estadística- teórico boasiano"JPor lo demás, y como ya vimos, la vertiente psico-
mente. Contra esta teoría polemizará Spencer, así como posteriormente 1analista está presente , desde un principio , en los escritos del mismo
Kroeber , por razones ya expuestas anteriormente. l Boas. Es justamente la particularidad de tal presencia (la indeterminada
En esta teoría del "gran hombre", es fácil reconocer el parentesco o 1 empatía , por la cual aboga Boas) la que delimita en primera instancia , al
la afinidad con la concepción histórica de un Ranke , por ejemplo . Ade- rescate que se intenta hacer de las descripciones etnográficas hasta en-
más, y aunque también la influt>ncia spenceriana era fuerte en los Esta- tonces reunidas; el rescate efectuado sobre la base de las nuevas concep-
1::, ¿ Mechthild Rut~ ~h La vertiente psicologista .. . 153

tuali1.aciones psicológicas ( tanto psicoa1,alíticas propiamente dichas, , tura específica . Sí, como hemos visto , en Kroeber el aspecto ''culturoló-
como de otPs corrientes). . gico " aún era de importancia primordial , en el enunciado de Sapir se
Es en este contexto , que el movimiento de ~'cultura y personalidad " l presenta ya mucho más enfatizado el aspecto intuitivo , ideal y emocio-
entenderá generalmente a la cultura como unlactor importante en la ; na! del carácter particular de cada pueblo ; por lo tanto , la captación de
formación Y el desenvolvimiento de la personalidad y de su esquemati- 1 los procesos culturales adquiere un fuerte ingrediente " wundtiano " .
zación (el famoso " patterning"). Así , la totalidad de la cultura , como . Por otra parte. será tambén Sapir , quien imparta como uno d,e los
una '·estructura " de ideas , de valores éticos y religiosos , técnicas mate- ¡ primeros antropólogos norteamericanos , seminarios sobre cultura y per-
riales. tanto corno la tradición histórica , por un lado , y , por otro , la : sonalidad ( 1931 , en la Universidad de Yale) y es fundador del prilller
personalidad , conforman los dos extremos en medio de los cuales se colllité para cultura y personalidad en el National Research Council. Si-
desarrolla un discurso que concibe la relación entre ambos como de guicndo tal visión psicologista , para él la cultura se define corno "lo que
c:1rácter interdependiente . ' una sociedad hace y piensa" .s Su visión de la relación cultura -personali-
En un principio , se ptii'ie'~l acento sobre la formación de la personali- dad se reitera en un ensayo de 1937, en el cual Sapirexamina ~as contribu-
dad por la cultura (más tarde la temática se centró más bien en la for- ciones de la psiquiatría a las ciencias antropológicas . Segun el autor ,
mación de instituciones sociales por la cultura), esto es , en aquello 5 despué s de que la psiquiatría revisó algunos planteamientos ortodoxos:
/ procesos que permiten elucidar el aspecto típicamente cultural de la insostenibles a la luz de . los conocimientos antropológicos , como aqu~I
persona (lo que se ha dado en llamar "culture in personality "); sólo más ; de la universalidad de los instintos o complejos psíquicos, Y ~e.produJo
tarde se deslizaron y se concentraron los estudios en el individuo ; en la ! un cierto acercamiento hacia los postulados acerca de la relat1v1dad cul -
personalidad ideosincrática . i tura] , esta disciplina sin embargo , se dejó imbuir excesivamente por
Así como lo define Mead ,2 existe una continuación de a, uellos estu - i cuestiones "culturológicas" . Nos dice Sapir, el consenso cultural no
dios más formalmente etnográficos y aquellos otros que po·1en el acen- : , 0nstituye más que un "consenso terminológico " , por lo que hay que
to sobre la organización intrapsíquica de los individuos dentro de una . re 6resar a la 1c1ente de la experiencia humana , tanto como a la base últi-
comunidad . ma de los procesos sociales , esto es , al "tejido intrincado de los signifi-
Como ya se señaló (Cf exposición de Boas , III. 3.) es justamente en cados personales". 6
la polémica contra el llifusionisrnu (a principios del siglo) en donde más : Tenemos aquí , pues, una de las concepciones más radicales de la
111t idamente resalt 1 la preocupación por el factor psicológico de las cu!- · "personalización " de la cultura ; ésta se asemeja mucho , por lo demás , a
turas : esta prohlernáti r ;i se encuentra retomada tanto por Wissler como ¡ la que concibió Boas en cuanto al deber de empatía del estudioso y en
3
por Lowie . Los primeros defensores de un acercamiento entre ambas ¡ cuanto a lo que él postulaba como criterio de veracidad de la informa-
disciplinas (antropología y psicología) resaltaron , sin embarg0 , que los ción que se obtiene de los informantes; claro está en cuanto a Boas, su
estudios psicológicos , para la antropología siempre tendrán estatuto de , agnosticismo radical le impedía conceptualización alguna , aún y cuando
complementariedad. En medida importante , y como lo hemos visto · ésta se erigía sobre tales bases.
ejemplificado por las concepciones de Kroeber , estos autores aún reco- De este modo , pues , [~_12.r.i1.\~era__cqn_<;:~.t..Yali.zacj(2n , caracterizable en
nacen a la cultura como una entidad "superorgánica ", al menos en el términos del postulado general de " culturnren layersonalidad_:, se con-
sentido metodológico . vierte en aquella otra de la " personalidad en .la cultura'.' . Será sobre
Ya con antropólogos tales como Edward Sapir esta concepción se todo esta última la que acepte varios rasgos paralelos a la concepción
psicologiza de manera que este último declara que el con cepto de cul- que estableció sobre todo Sapir en cuanto al análisis lingüístico se refie -
tura como se manejaba por aquellos primeros alun~nos de Boas , consti- : re . Como veremos , es Benedict quien siempre cultivó una profunda
tuía una " ficción estadística" .4 Según Sapir, el origen Y la evolución : admiración por su colega Sapir , la cual comparte elementos decisivos
de patrones reales de la cultura nunca se podrá entender al margen de j basados en la nueva concepción lingüística : la selección de un tema
las emociones y pensamientos de los individuos portadores de una cu]- i cultural (pattem) , su actuación inconsciente representada en la configu-
2 Cf Margaret Mead, "National character", en A. L. Kroeber ed.,Anrhropo/ogy ración cu! tura! única : esta última encierra para cada cultura . valores de
roday , Chicago , 1953 .
3 Cf Wissler, "Psychological and historical interpretations for t.:ulture' ', en s Citado según Beuchelt, idem.
Science, vol. 43 , 1916, y Lowie , " Psychology and Sociology"enAm ericanJournal : 6 Edward Sapir, "The contributions of Psychiatry to an Understanding of
o[Socio/ogy, vol. 21, 1915 . l Behavior in Society", en The American Joumal of Socio/ogy, vol. 42 , 1937,
4 Cf Beuchelt, op. cit., pp. 283 y ss. pp . 865 y SS. r'
' ~ I - y

~~~ - - - - -
, -

- :: ~
'l- :

---
::-; ~ ., - - - -
~ - ~
~1~1 -.:. ~ -
..... - ,;:::-
, /
- ; ~ = - = =-
/

~ :::..
--: ~
_._

:: ~ ~ - ? -,:: - -:. =

_3 . . . . .
-
. . ., --;:; -
tt
' l....

__ _ ,. .,. -::'l
-.
--
~ ......
-... ~ --:: 'l - -- ~
- ~~ ,,:~ ~
~ -- - -
ro
:.,:..

✓:::--~ = I"':.

-, -
~ = - ~ - --
.,__ - -
:~ "=~-==_:__ r=

,•¡I, '' I
!Ji !_/
¡- ¡-;
• J ' '. J
11 '/ J
e
'.JE_
cr..
l.JU
Mcchthild Rutsch }.a v~rtientc psicologi sta ... 157
1 .
más allá _de _la situación del la~oratorio . En base a esto, diferencía (esto ~lo sobre el que ella pretende cirnentar la relatividad de las culturas ; se-
es, en termmos generales, ya que a veces parece aplicarlos indistinta- ~ún tal crítica . la autora sustituye una discusión analítica de esta teoría
?,
m~nte entre conforma~ione~-~ulturale~ ~om~ el_c~lture pattem el cua1¡ or _la mitología _indígena , 1~is111a ( rnostr~ndo _con ello hasta qué punto
mas bien denota una d1rnens1on geograf1ca-h1stonca local , y por otrof pierde la conc1encrn critica en el camino sin salida de lo irracional y
la_do, l~s gestalt de las culturas (esto es , los configurations) como princi-¾de la empatía incontrolada) : fue Dios quien obsequió a cada pueblo una
Pl?S mas generales. :,ero aún y cuando Benedict aboga por el reconoci- jaza d~ ~rcilla para que con ella bebiesen del agua de la vida ; sólo que
miento de las conhgurac1ones (esto es, el análisis del gestalt) de las:_~s rec1p1entes para cada uno eran de forma distinta .
culturas , se confiesa partidaria de la metodología diltheyana con lo cual ~ Partiendo de este "hecho" , la autora postula , lo que también en su
las intuiciones sentimentales más que las relaciones cstructuralesanaliza- ~casión hab,a planteado Spenglcr , así corno en una versión algo más
bles conforman la base para los "patrones" o "pautas" que se pretenden ';ealista , Kroeber , esto es, que "ocurre en la vida cultural lo mismo que
captar. Con este último hecho llegamos de nuevo a aquellos anteceden-·}n el lenguaje : la selección es la necesidad primera" . Es ésta , la que de-
tes teóricos más bien pertenecientes a la ya revisada escuela de Leipzig. )errnina , entre una infinidad de posibilidades, el alma , el estilo , (en el
Hemos . visto que la definición de cultura tanto en Boas como en r ito ~e,,creaci~~ , la forma de la taza) y para el caso de Benedict, el
Kroeber , mcluye un aspecto referente al grupo O lo social (definido ¡patron espec1f1co que adopta un pueblo. .
como "custom ", costumbre) y aquél otro referente al aspecto individual j Tal " necesidad de selec~ión" se pos tul~ en sí misma como primana ,
( definido como "habitat", hábito pP,rsonal) . Partiendo de esta misma tra- ~un~arnental y. como ex ph~at1vamente u111~ersal; esto es, sc~po~tula en
dición , Benedict §cfine a la antropo:ogía en primera instancia CQn;;~ -~•1 1 ':I aire: no existe nada , nmgu_na referencia ~ lo que determma esta
cie11cia de la costü-1ñ bre" ;· ya cfue ·elr.í pretende _~-~!l:ld.iar ]os_pa_tr9jiéS,-?1e_ces1dad" fuera de la analog1a con el lengu_aJ~, ~uan_do la autora aser-
esto es: las Jatmas·c·ulturales , 0 sea , su conducta:· · :¡a. ignorando al verdadero problema , que sena m1magmable una lengua
· · - - ,.. ··~-- ~ -~ue comprendiese todos los sonidos y fonemas posibles. Aquí de nuevo
No hay problema social cuya comprensión nos importe más que el } evidencia el precio por pagar cuando se desconoce a la determinación:
papel de la costumbre .14 ) tautología ; en última instancia , la tan pretendida historiedad y relati-
.!iidad descansa en postulados genéricos, "naturales" e inevitables, y , por
Según la autora el tipo de estudios como el que ella intenta, sobre ~ tanto, ahistóricos . Como ya hemos señalado anteriormente , sucede lo
todo en el pasado, tropezaron con un marcado etnocentrismoexpresado ~ismo con "la vieja distinción entre grupo externo e interno" que Boas
tanto en teorías anteriorme_nte vigentes como en las actitudes acríticaS ,fOstuló como una característica inmutable de la humanidad. Este pos-
de investigadores prejuiciados en este sentido . Siguiendo a su maestro ~ulado , llevado a su consecuencia lógica , bien puede servir también para
Boas , explica tal actitud paradigmática con "la vieja distinción éntre :,~ justificación ideológica colonialista ; siguiendo el mismo razonamien-
grupo interno y grupo externo" , la que se encuentra indistintamente ~o, también la " integración" de las culturas indígenas norteamericanas ,
tanto en las sociedades primitivas com~ en las m_o~e_rnas . Pero un estu• \f sea el colo_nialis1~-º junt? con to~as sus conse~u~nc~~s, puede ser efecto
dio , como el suyo , que pretende prevenlf a tal preJu1c1O , debe basarse en }e una conf1gurac1on social especial y de la d1stmc1on eterna entre gru-
"una amplia s~ ..i..ón,.d-e-las,-posi0le-~.cfermas-culturnles" para asegurar ¡o ex terno e interno , la que motiva a una cultura fuerte a dominar a
un punto de partida que prometa éxito en cuanto a que se puedan <lis- ,·tra . ·
cernir las adaptaciones humanas fruto de un ~ondicionamiento cultural: Pero, regresando a la exp~si~ión ~e nuestra aut~ra_,_la "ciencia ~e_l~
específico y único , y aq;;:ellas otras que posiblemente obedezcan a un onducta y de la costumbre viene siendo la descnpc1on de las pos1bih-
factor inevitable y general de la_especi~ hun;ana . (De nuevo se nota a~u_íJades múltiples de los fenómenos de la costu~bre . La con~ucta única
la búsqueda , en última instancia y mas alla del postula1 o de la relat!Vl• f e una cultura sobre todo se expresa, en un pnmer acercamiento , en el
dad , de posibles valores universales , o una psicología ur.iversal , probk "rechazo o la adopción de rasgos específicos. A su vez este proceso obe-
ma con el que ya nos tropezamos de sobra) . Pero además , nos dice la ~ece a los impulsos preponderantes o dominantes de un cultura o socie-
autora , es necesario entender que tales estudios , para alcanzar una obje- ~ad. 15 De este modo, el impulso es el que existe en toda estructura
tividad mayor , deben concentrarse en las sociedades " rnenos complejas", Íl()cial, y la estructura social se manifiesta en los impulsos. Pero además
i.e . sociedades Jo menos posible relacionadas con la nuestra propia . :Jodo orden social , conlleva, aparte de un impuls0 dominante, ciertos
La crítica al libro de Benedict se dirigió sobre todo hacia el postula- i· 15 As1,, por eJemp . - da d mo d erna , nos d'ice Bene d'1ct e'ste es de
1o, en 1a soc1e
.,
j;-arácter económico, pero resulta demasiado "complejo" para un análisis.
14 !bid. , p. 15 .
l
158 \{cchthild Rutsch 'j LJ. Yc rticntc ps icologi ~ta .. 159

rasgos ( l)mbinJ.Jos de Jistinta mJ.nerJ. : es justamente l:.l n3tllrJkl.3 JI.' ¡•


. b r:1 1. 011 esenci3l plH la cual el hombre de lJ .::osta del noroeste
esta .::o mbina.::ión la que constituye lo que ella llama la "integra.::ión" estima_ba los títulos de n?bleza . la riqueza. los potlaches y las pre-
.::ultur31 , cuyo modo parti.::u\ar se c:\presa en el impulso dominante , o rrogativas . pone al descubierto el resorte principal de su cultura : los
leimwtil>. Como resultado a este razonamiento . 13enedict define que: utiliz aba en una contienda en la cual trata de afrentar a sus rivales .20
•'una cultura como un individuo , es una pauta más o menos coherente
de pensamiento y acción " .16 · Según Benedict. esta ''inclinación dionisíaca " de los kwakiutl
La analogía individualista por medio de la .::ual se piensa que lo social permea a todos y cada uno de los aspectos de la vida , de lo económico
se vuelve obvio aquí ; pero hay aún más, ya que Benedict nos dice que hasta lo ceremonial. y así constituye ''el polo opuesto de los Pueblo
los actos de los hombres (las manifestaciones concretas de una cultura), apolíneo'' .
sólo se pueden analizar "entendiendo primero las principales fuentes El leitmotiv apolíneo de los Pueblo , y en especial de los Zuñí , se
17 manifiesta sobre todo en su anhelo de mesura, mesura en todos los
emocionales e intelectuales de una sociedad" .
Es aquí , en lo que se concibe como determinan te de lo social , esto · niveles.
es, en la conducta, donde encontramos los " patrones coherentes", esta-
blecidos según " reglas inconscientes de elección " . Estos sólo se pueden La postura apolínea de los Zuñi en el sentido griego nunca es más
manifestar por medio del estudio de los procesos vivos de una cultura que en su actitud cultural frente a las emociones , la moderación es
(nunca en la reconstrucción) ya que el significado de cualquier detalle · la primera virtud del Zuñí -ya esté enfadado o enamorado , o celoso
observado se debe "poner en relación con el fondo de los motivos , emocio- o aíligido .2 1
18
nes y valores instituidos en una cultura" . Enseguida la autora cimenta :
su postulado de la relatividad , la unicidad de los conjuntos configura ti- 1 Por otra parte , Benedict caracteriza a la cultura Dobu como permea-
vos , o " discontinuidad específica" de las culturas , por medio de la teoría : da por la gazmoñería, el recelo, la envidia , la violencia, etcétera , todo lo
psicológica del gestalt así como que se profesa partidaria de la metodo- . cual se expresa en la práctica omnipresente de la hechicería . De este
logía hermenéutica de Dilthey (por medio de la cual descubre sus tipo~ 1 modo , " al final , toda la existencia entre dobuanos está sujeta a tales
de visiones del mundo y de la vida) , así como retoma la analogía spen'. propósitos" .22 Sin embargo , y como también sucede en los otros dos
gleriana y su énfasis sobre la unicidad del alma faústica y apolínea .19 · casos revisados, la misma autora da elementos claves que hacen dudar
Es en base a tales definiciones que Benedict interpretará a tres cul- de la validez de su interpretación hermenéutica. Por ejemplo, para el
turas indígenas : dos norteamericanas , la cultura Kwakiutl para la cual caso de los dobuanos, ella constata que gran parte de la hechicería
I
se basa en los datos recolectados por Boas , y la cultura Pueblo de ·· practicada está ligada a los procesos económicos , así como el hecho de
Nuevo México , sobre todo lJ de los Zuñí , para la cual el!:: !1_1isma tuvo que " el a_l!mento ~s siempre escaso en Dobu ", y que está excluida la
oportunidad de ejecutar el tn:bajo de campo ; la tercera cultura analiza- 1 acumulac1on de bienes . Pero lejos de ligar tales fenómenos de una
da es aquella de los Dobu de las islas Trobriand , para cuyo análisis se I manera determinante , Benedict recalca al final de su examen que "en·
basa en datos recolectados por Reo Fortune y su libro de Los hechiceros Dobu la_ dureza y la gazmoñería corren parejas con la promiscuidad
de Dobu. : prenupcial Y con una alta estimación de la pasión y de las técnicas
I
Siguiendo a la terminología nietzscheana , Benedict caracteriza a la J sexuales" .2 3
cultura de los kwakiutl como dionisíaca, y a aquella de los Zuñi como ; En base a los tres c asos revisados, Benedict resumirá su visión general
apolínea . En congruencia con sus planteamientos anteriores lo dionisíaco~ ?e !ª. metodología para investigar a la cultura , tanto como a la relación
para los kwakiutl constituye el impulso dominante , el leitmotiv de su~ mdiv1duo-socied~d C:~ltura!. En cuanto se refiere a la primera, insiste
cultura , expresado en un insaciable afán de compctcn<.:ia ; , e~ ~~1e un estudio valido solo se puede efectuar si el investigador con-
sid~i ~ ~o dos los factores como de igual importancia , sin que intervenga
16 /bid. , p. 58 .
, preJu 1c10 algun_o . Es_en este contexto en donde enfatiza que, a pesar de
17 /bid. , p. 59. t haber rcconoc1do ciertas limitaciones del enfoque "integracionista" o
18 /bid., p. 62 .
. 1_9 Bencdict solamente le critica a Spenglcr un error metodológico , o más bie~ . 20 lhid., p. 197 , subrayado n.iestro .
1
tcc111co, a saber, aquél de haber dirigido también su análisis hacia la sociedad 2 1 !bid. , p . 116.
occidental moderna ; ésta , sin embargo , a causa de su extrema "complejidad". 22 /bid., p. 152 .
muestra una estructura mucho más intrincada 4ue la antigua. .:. 23 !bid., p. 177.
¡
158 \k .:hthild Ruts.:h
.j LJ \·~rt i~nte ps i.: olog.ista . 159

rasgos c~rn~bin~~os de distinta _manera : es JUSUmcntc la 1uturalaa_


esta comb111ac1on la que constituye lo que ella llama la "111tegrac1on
J~: 1Í Li rJ1.on csenciJ! plH la cual el hombre de b costa del noroeste
estima_ba los títulos de n?bleza. la riqueza. los potlaches y las pre-
cultural , cuyo modo particular se e:-;.prcsa en el impubo dominante . o · rrogativas . pone al descubierto el resorte principal de su cultura : los
leimzotiv. Como resultado a este razonamiento. Benedict define que : utilizaba en una contienda en la cual trata de afrentar a sus rivales.20
•'una cultura como un individuo. es una pauta más o menos coherente
de pensamiento y acción" .16 Según Benedict. esta '' inclinación dionisíaca" de los kwakiutl
La analogía individualista por medio de la cual se piensa que lo social pennea a todos y cada uno de los aspectos de la vida , de lo económico
se vuelve obvio aquí ; pero hay aún más , ya que Benedict nos dice que hasta lo ceremonial. y así constituye ' 'el polo opuesto de los Pueblo
los actos de los hombres (las manifestaciones concretas de una cultura), apolíneo' ' .
sólo se pueden analizar "entendiendo primero las principales fuentes El leitmotiv apolíneo de los Pueblo , y en especial de los Zuñí , se
emocionales e intelectuales de una sociedad " .17 manifiesta sobre todo en su anhelo de mesura , mesura en todos los
Es aquí , en lo que se concibe como determinan te de lo social , esto niveles .
es , en la conducta, donde encontramos los " patrones coherentes" , esta-
blecidos según " reglas inconscientes de elección ". Estos sólo se pueden La postura apolínea de los Zuñi en el sentido griego nunca es más
manifestar por medio del estudio de los procesos vivos de una cultura que en su actitud cultural frente a las emociones, la moderación es
(nunca en la reconstrucción) ya que el significado de cualquier detalle la primera virtud del Zuñi -ya esté enfadado o enamorado , o celoso
observado se debe "poner en relación con el fondo de los motivos, emocio- ·. o afligido .21
18
nes y valores instituidos en una cultura". Enseguida la autora cimenta .
su postulado de la relatividad , la unicidad de los conjuntos configurati- 1 Por otra parte , Benedict caracteriza a la cultura Dobu como permea-
vos , o " discontinuidad específica" de las culturas , por medio de la teoría da por la gazmoñería, el recelo, la envidia , la violencia, etcétera , todo lo
psicológica del gestalt así como que se profesa partidaria de la metodo- . cual se expresa en la práctica omnipresente de la hechicería . De este
logía hermenéutica de Dilthey (por medio de la cual descubre sus tipo~ 1 modo, "al final , toda la existencia entre dobuanos está sujeta a tales
de visiones del mundo y de la vida) , así como retoma la analogía spen~· propósitos" .22 Sin embargo, y como también sucede en los otros dos
gleriana y su énfasis sobre la unicidad del alma faústica y apolínea. 1 9 · casos revisados, la misma autora da elementos claves que hacen dudar
Es en base a tales definiciones que Benedict interpretará a tres cul- de la validez de su interpretación hermenéutica. Por ejemplo , para el
turas indígenas : dos norteamericanas, la cultura Kwakiutl para la cual , caso de los dobuanos, ella constata que gran parte de la hechicería
se basa en los datos recolectados por Boas, y la cultura Pueblo de ' practicada está ligada a los procesos económicos , así como el hecho de
Nuevo México , sobre todo lJ de los Zuñí , para la cual elb.:. r:i isma tuvo · que "el alimento es siempre escaso en Dobu" , y que está excluida la
oportunidad de ejecutar el tn:bajo de campo; la tercera cultura analiza- 1 acumulación de bienes. Pero lejos de ligar tales fenómenos de una
da es aquella de los Dobu de las islas Trobriand, para cuyo análisis se I manera determinante , Benedict recalca al final de su examen que "en ·
basa en datos recolectados por Reo Fortune y su libro de Los hechiceros J Dobu la_ dureza Y la gazmoñería corren parejas con la promiscuidad
de Dobu. . prenupcial Y con una alta estimación de la pasión y de las técnicas
I
Siguiendo a la terminología nietzscheana , Benedict caracteriza a la sexuales" -23
cultura de los kwakiutl como dionisíaca, y a aquella de los Zuñi comc>Í En base a los tres casos revisados, Benedict resumirá su visión general
apolínea. En congruencia con sus planteamientos anteriores lo dionisí~co. ~e ~a . metodología para investigar a la cultura , tanto como a la relación
para los kwakiutl constituye el impulso dominante , el leitmotiv de su~ individuo-sociedad (cultura). En cuanto se refiere a la primera insiste
cultura, expresado en un insaciable afán de competencia ; '., e~ ~ue un estudio válido sólo se puede efectuar si el investigador con-
sid~r~ ~odos los factores como de igual importancia , sin que intervenga
16 /bid., p. 58.
.. preJuicio algun_o. Es_ en este contexto en donde enfatiza que, a pesar de
11 /bid., p. 59. :.. haber reconocido ciertas limitaciones del enfoque "integracionista" o
/bid. , p. 62.
18
. 19 Bcnedict solamente le critica a Spengler un error metodológico o más bie~ . 20 lbid., p. 197, subrayado n.1estro.
1
técnico, a saber, aquél de haber dirigido también su análisis hacia '1a sociedad 21 !bid. , p. 116.
occidental moderna; ésta, sin embargo, a causa de su extrema "complejidad"' 22 /bid., p. 152.
muestra una estructura mucho más intrincada que la antigua. 23 !bid., p. 177.
. . 1 .
La vertwnte pstco og1sta . . . . " , .
!\Jl
Mechthild Rutsch
160
1mera de los posibles patrones culturales, de la "copa de la vida , umca
'"configuracional",24 sigue insistiendo no sólo en la consabida "obje -
y específica para cada cultura. . .
tividad" empirist a (apolítica , por supuesto) sino además razona que una Pero la pretendida interdependencia indeterm~na~~ ent~e lo s?cial ~
concepción configuracional bajo los presupuestos de una escuela lo individual se inclina finalmente hacia una expltcac1on ps1colog12ante ,
etnológica (esto es , Je un enfoque teórico distintivo) sería empresa esto sobre todo se evidencía cuando la autora trata el probl~ma_ ~e la
indebida . · "anormalidad" 0 neurosis. Se establece cierta autonomia del rn~1v_1du~
Tales enunciados por supuesto llevan ad absurdum sus propias eón respecto a lo social, y Benedict aún habla de "impulsos co~gen_itos
referencias a teóricos como Dilthey, Nietzsche , etcétera , ya que una vez del individuo que pueden o no encontrar salida en las motiva~ione~
que ella adoptó el camino señalado por estos pensadores y ella misma rimordiales de la cultura y de sus instituciones concordante~; Mas alla
efectuó un análisis de las tres culturas en base a tales referencias , la P. . embargo los " mun dos unpos1
· ºbles" , la frecuente transcul-
de esto srn -- -
autora establece que la verdadera comprensión no se basa en presupues- ·0- n'" el "choqu~" entre dos configuraciones culturales opuestas, los
turac1_ _ , . 1 · nuestra
tos teóricos algunos , sino al contrario , los rechaza . que-antiguamente estaban separadas en el t1emRo Ye espaci_o , en _
Por cuanto a lo que el segundo factor se refiere (la relación entre lo era "frecuentemente se suceden en el tiempo . De alh la ~~portancia,
social y lo individual) Benedict establece , en primera instancia , que el como insiste la autora , de estudios que enfatizan la rel~tJvtdad de las
enfoque configuracional no sólo incluye al aspecto psicológico , sino ' culturas. Esta conciencia relativista , en última instancia, obedece ª
también al histórico . Aquí, como en otras problemáticas , ambas dis- J requerimientos sumamente concretos e instrumentales, ya que:
ciplinas son equivalentes "no cabe subordinar la una a la otra" .2 5 Por lo
tanto , la relación de interdependencia se traslada también a los objetos 1 el dominio cultural que podernos ejercer dependerá del grado en que
de estudio : cultura e individuo . Esta concepción va dirigida claramente seamos capaces de valorar objetivame~~e. lo~ _rasf os favorecidos Y
en contra de aquellas que establecen a lo social como determinante. El apasionadamente alentados en nuestra c1V1hzac1on . 8
enfoque configuracional , ya que toma en cuenta y postula como lo más
importante y determinante de una cultura el sentimiento de la vida , por Este último enunciado apunta claramente , a pesar de la apoliticidad
ello instituye a la motivación y al impulso en contra de la institución ; pretendida de toda la corriente irracion_alista ~historici~~a en ~e_neral Y
social (a la Durkheim , por ejemplo, y en contra de la configuración his- il de la antropología culturalista en especial, hacia la func1on pohtica que
tórica de Kroeber) . Así, concluye Benedict que "Desde este punto de j cumple ésta . Sin entrar en mayores detalles , quiero señalar de manera
vista la unidad sociológica significativa no es la institución sino la. con- 1general que existen elementos muy _importantes ~~ntro de la teoría de
figuración cultural. " 26 En concreto , ello significa que por ejemplo las ; la cultura a partir de Boas, y postenormente mamf1estas y desarrolladas
instituciones significativas encontradas en las culturas kwakiutl y aque- por "cultura y personalidad", que permiten un discurso "integracionista"
lla de los Dobu no satisfacen directamente necesidades humanas (uni- necesario para el desarrollo capitalista de los Estados Unidos de Norte-
versales, en el sentido como pueden ser las económicas, la cohesión américa. La especificidad de éste se determina en primera instancia y
social , etc.) sino más ,bien obedece a "una serie de oposiciones en el
juego de la rivalidad" 27 ésta, en los dos casos, constituye la selección pri-
1para la cual su interpretación sesgó los rasgos "apolíneos" observables en esta
24 Según la autora, la realidad de las diversas culturas no siempre se presta ' última cultura.
La parcialidad (aún en el sentido empirista de la palabra con la que Benedict des-
para su clasificación en términos de apolíneo-dionisíaco. La integración de las
carta datos etnográficos publicados en fecha tan temprana como fue el año de 1905,
culturas bajo un solo leitmotiv no es siempre tan claramente aprehensible; ello se
por parte del único testigo de la primera parte de la ceremonia de la iniciación de
puede deber a: 1) las culturas en cuest;ón están situadas en la frontera e;,tre dos
lo~ Hopi, se vuelve obvio; en este relato resaltan rasgos (según la clasificación
culturas muy fuertes, o 2) a la imposición_de una cultura sobre otras. Pero adi.:ma.s
el hecho de que no todas las culturas pos1.-~n tal grado de integración, comprueba de Benedict) claramente dionisíacos, como se evidencía en el ritual del castigo con
nuevamente la libertad individual, su autonomía innata frente a las pautas que látigos. Al respecto, cf. Esther S. Goldfrank, "Socialization, Personality and the
establece a la sociedad (cf pp. 259 y ss.). Structure of Pueblo Society (With particular reference to Hopi and Zuñi)", en
2s !bid., p . 239 . American Anthropologist, vol. 47, 1945, en donde la autora cita in extenso a
26 /bid., p. 250.
Voth , autor de The Traditions of the Hopi, Field Columbian Museum Anthropo-
27 Como bien señala Harris, op. cit., pp . 349 y s.s ., la intcpretación dicotómica
, logical Series vol. 8, Chicago, 1905. Además, la autora arriba citada aserta que
que Benedict establece para las culturas revisadas, sólo se pudo llevar a cabo "Sólo pocos extraños fueron testigos de la primera iniciación: nadie ha visto las
omitiendo hechos que, como en el caso de la cultura Zuñí, apuntaban claramente , partes más esotéricas de la segunda en cualquiera de las culturas Pueblo", ibid.,
hacia tendencias "dionisíacas"; su interpretación, por lo tanto, encontró a muchas ¡ p. 528.
críticas, tanto de conocedores de la cultura Pueblo como la de la costa noroeste, J 28 !bid., p. 256.
.,l
,.
1

162 Mechthild Rutsch . La vertiente psicologista .. . 163

sobre todo desde finales del siglo pasado , por dos factores fundamenta- , tíficos que contradicen plenamente a las bases mismas de la teoría e
les : por un lado , la expansión colonial hacia el interior , esto es, la ' ideología racista . es repetido por su alumna Benedict. 31 Pero a la vez
1
asimilación o "integración" de las comunidades indígenas sobrevivientes, ·. tales estudios cumplían muy bien la función de abolir algunos obstáculos
y, por el otro , la afluencia de los inmigrantes sobre todo europeos hacia ideológicos para la incorporación de la fuerza de trabajo no o escasa-
los Estados Unidos de Norteamérica. Como bien señala Lunzel ,29 des- . mente calificada afluente de Europa y Asia así como del interior del
pués de una primera etapa de unos cuantos antropólogos, en su mayoría ·país; asimi--; mo estos estudios representaron una contribución a la
teóricos de corte evolucionista, los cuales aún asumieron la causa de los edificación de una "conciencia nacional", necesaria para el melting pot.
pueblos indígenas norteamericanos, se entra en una segunda, caracteriza- Tal vez sea esta experiencia histórica de los Estados Unidos de Norte-
da por la pretendida "apoliticidad" de los estudios en materia antropo- . américa, esto es, la necesidad de llevar a un denominador ideológico
lógica. Esto es, el afán por coleccionar y describir las culturas en proceso común a tradiciones diversas dentro de su contexto nacional , la que
de acelerada descomposición o aún en proceso de desaparición completa, determina la importancia que se adjudica al estudio estratégico de una
las más de las veces, no conlleva ninguna consciencia acerca de las con- · mentalidad enemiga, como en el caso de la Segunda Guerra Mundial , es
secuencias socio-políticas que implica tal proceso desde el punto de allí donde se hace patente la aportación antropológica. En el caso de
vista indígena y del desarrollo capitalista del país. Como hemos visto, nuestra autora , es ésta la que, a petición de la Oficina de Información 32
con fundamento en la teoría que se maneja y los presupuestos epistemo- . de Guerra efectúa un análisis sobre la mentalidad de los japoneses.
lógicos que esta implica , tal a-conciencia social no es de extrañar. Al ' Como ella,dice :
contrario, se puede observar que tales fundamentos por fin generan una
práctica antropológica claramente colaboracionista en proyectos estatales ~ En junio de 1944 se me asignó el estudio del Japón. Se 1;1e pidió que
imperialistas, sobre todo patente a partir de la década de los cincuenta.Jo 1
utilizara todas las técnicas en mi poder para esclar~cer como eran l?s
Sin embargo , no se justifica un juicio mecánico y apresurado de la ~ japoneses. Durante este verano nuestra gran ofens1va contra el J apon
antropología c~ltural norteamericana, en el sentido de que ésta hubíese i apenas se mostró en su verdadera magnitud . . . Por ello, en junio de
sido pura mixtificación ideológica de la realidad socio-política de su país. i 1944, era de suma importancia que se contestaran una serie de pre-
guntas acerca de nuestro enemigo, el Japón. Ya sea que se tratara ·
Así como en otros campos rle la realidad histórica, ciencia e ideología de asuntos militares o diplomáticos, ya sea que las preguntas fueran
crecen de manera entrelazada. También la antropología cultural norte-
j formuladas por cuestiones de la alta política o de propaganda de-
americana contribuyó con parte de su práctica teórica a la desmixtifica- " positada detrás de las líneas japonesas, cada conocimiento nuevo era
ción de ciertos conceptos. Por ejemplo , en lo tocante a Boas, esta
práctica antropológica se manifiesta ( como lo señalamos, cf III. 8) en un
1
importante. En la guerra de vida o muerte que los japoneses habían
iniciado no sólo era imperativo el saber acerca de los fines y motiva-
estudio de antropología física que revoluciona algunos planteamientos ·\ ciones de los que estaban en el poder en Tokio, no sólo el saber de la
de la misma, anteriormente utilizados para la discriminación racial. ·\ larga historia dd Japón, no sólo el conocimiento de las estadísticas
Hemos destacado la lucha boasiana en contra de las teorías racistas en ·¡ militares y económicas; teníamos que poseer el saber acerca de qué
boga, sobre todo en su país natal. Hemos dicho también que éste es un era lo que el gobierno (japonés) podía esperar de su pueblo. Debía-
aspecto científicamente valioso, producto del relativismo cultural. Este mos intentar entender los hábitos japoneses de pensar, sus pautas
intento plausible de denuncia y de difusión de los conocimientos cien- .j emocionales y los patrones en los que se sintetizaban tales hábitos.33
11
29 En la medida en que los gigantes de los primeros tiempos morían o se retira-
ban (de la profesión), sus lugares vacantes fueron ocupados, si es que se llenaron ,
~ Es dudoso que el estudio de Benedict realmente haya incidido en la
táctica estratégica de guerra de los norteamericanos. En todo caso,
de nuevo, por especialistas en etnología americana. Pero ya se había extinguido la
pasión primera y, sobre todo, la dedicación a la causa de los pueblos indígenas.
Los científicos ya no se involucraban en estas causas, ellos esquivaban "juicio de
1
Benedict demuestra con este estudio una actitud que posteriormente
~resaltará de manera más clara, esto es, que el afán coleccionista de los
valor". Ya no existía una preocupación difundida, cesan las expropiaciones de
}antropólogos norteamericanos (y el mito del científico en su "torre de
tierras indígenas, y el interés se dirige hacia otros campos.
Citado según M. Mead y R. L. Bunzel, The Golden Age of American Anthro- \ 31 Cf. Benedict, Raza: Ciencia y Pol/tica, Fondo de Cultura Económica,
pology, George Braziller, New York, 1960, p. 155, traducción nuestra. ~México, 1941.
30 Para una exposición más detallada del proceso último aludido, cf. Clara
·, 32 Cf. Ruth Benedict, The Chrysanthemun and the Sword, patterns o[ Javanese
Gallini, Las buenas intenciones. Política.~ y metodología en la antropología cul- jCulture, Secker and Warbur, London, 1947. ·
tura norteamericana, Editorial Galerna, Buenos Aires, Argentina, 1975. -<:
·I 33 !bid., pp. 3 y 4.
164 Mechthild Rutsch ' La vertiente psicologista ...
- 165
marfil" . construida sin prejuicio político), tan inocente a primera vista , • 4)La " personalidad básica" de Kardiner
deja de serlo cuando se trata de la defensa de los intereses imperialistas
de este país. Toda la discusión posterior acerca del "status " científico
o político del antropólogo norteamericano , esto es , del famoso social Como ya se señaló , los intentos de Benedict fueron criticados -dentro
commitment se centrará en esta problemática. : del mismo contexto teórico- fundamentalmente a causa de su concep-
Para concluir la revisión de los postulados fundamentales de la ción más bien intuitiva de una posible tipología cultural. Así, su trabajo
autora que nos ocupa en el apartado presente , haremos referencia a un da .lugar a varios ensayos que cristalizan en la búsqueda de una teoría y
discurso pronunciado poco antes de su muerte ,34 en el cual Benedict un método los que deberían permitir una mejor definición conceptual ,
resume de maneni concisa su punto de vista acerca de la relación entre así como una comprobación empírica de la relació!l_eritr.e . c_ulJµ!_a_ Y
la antropología y las ciencias sociales. De nuevo aboga por la tradición ·1personalidad. De entre ellos destaca sobre todo la .'(feo ~ía psicodinámica'~
de las " humanidades", en la tradición de Santayana. literato español . de la cultura de Abram Kardiner, psicoanalista profes10nal.
quien había caracterizado , por medio del estudio de tres poetas destaca- Acerca de tal problemática:--Y-oesue·-·t~S&- hasta · -i-939 , Kardiner
dos (Goethe. Dante y Lucretius) , al "genio" de su civilización respectiva. organiza un seminario en el Instituto Psicoanalítico de Nueva Yor~ para
La autora confiesa : ~ el cual contó con _la colaboració~ de los más destacados antropolo?os
1ª culturalistas de la epoca: Ralph Lmton , Margaret Mead , Ruth Benedict,
El reconocimiento gradual de estos hechos (i.e. la fu ~rza creativa ,'el Ruth Bunzel, Edward Sapir y Cora DuBois principalmente; de ellos
ser humano , la l_ibertad de acció_n del individuo , l~ importancia _de la.i obtiene material etnográfico para sus análisi~ culturales. El ~terés
neras de sentir y de las emociones , etc.1 cond~J~ ~ }os antropologos I
primordial de Kardiner se dirige hacia los procesos de adaptacion del
l
que incluyeran a la mente humana en ~u . defmicion d~ ~a c~lt~;ª· individuo a su sociedad respectiva . Por medio de su estudio , intenta
naturaleza de este problema antropolo~ic~ l~s 111 ~ st r~ m~v;1~ 3e5- , encontrar una caracterización psicológica de la totalidad social. Salta a
.
1
ente la base común que los une con la psico ogia Y ª psiquia na. \ la vista el parentesco que guarda tal punto de partida con los esq~emas
h h• -, validez i configurativos en general, entre los cuales destaca el de Benedict; el
~ Aunque Benedict en este último ensayo a~e mca_pie en 1, ª . . !4 mismo Kardiner reconoce a este último como origen de sus propias,,
c::r.a 1 ·' · t 'f' · entendida segun la dicotomia ciencia
•ae a aportacion cien i ica t.e. . f d .t reflexiones.37 Como también explicita el autor su " técnica psicológica
::iim 1 · · · l (o humana) es obvio que ella busca el un amento \ , .,
"" ='Wtura -ciencia socia . st A 1 se basa en principios freudianos · así por ejemplo sin discus1on acerca
~ S1! la antropología en la tradición de los gra es ~~ma~i as. ~hv;: ~: de su validez acepta como situ¡cio~es claves de 1~ adaptación aquellas
nd
- :=;;idencía también en este texto que la autora , ª _igula ~ue mu t : de la niñez t~mprana . Pero por otra parte y bajo la crítica neo_freudiana
OJ ~ d 1 · t · rracionalista y de la psico og1sta en an ropo- , .
.-,es autores e a cornen e i . . ., . . y de aquella de antropólogos como Boas y Kroeber por e3emplo, los que
· r ~g1a, , se deJa· guiar ·
por un
a fuerte mclmacion hacia la literatura , en
. , bl' b
. . . . .
s bajo · rechazan la " umversahdad freudiana", "relativista" a la teona psico-
, .
- ='11 especial hacia la poe~ía. (Benedict escn~ia ~ pu ica ª poema analítica despojándola de sus aspectos evolucionistas, sobre todo por lo
O ~ seudónimo de Anne Smgleton). Ella confiesa . . tocante a la teoría ortodoxa del instinto.38 Al igual que Benedict y
-f ;;;: .' como veremos más adelante sobre todo Linton , Kardiner se encuentra
rr, ;;g Mucho antes de que yo conociera algo acerca de la antropo~o~ía , bajo la influencia de las teorías behaviourístas; por ejemplo identifica
~ d , del criticismo shakespeariano -y de Santa yana- habitos a la cultura con los modos de comportamiento (behaviour) sociales.
PI apren i . t , loga 36 al 'fi d h
~ mentales que a la larga me convirtieron en an ropo
1
• · Nuestro autor trabaja en base a los materi es etnogra 1;::os e oc o
> =-- culturas primitivas (Kardiner se concentra en material de culturas pri-
:;-: Este último hecho deja de representar una mera coincidencia si~ - mitivas , ya que , según él, una investigación empíricamente verificable se
~ onsidera que el método básico de toda est a corr~~nte era ' en una pn- · facilita en estos casos a causa del número reducido de sus miembros Y,
• mera instancia la intuición , análoga a la concepc1on burguesa del arte
como don y privilegio de unos cuantos escogidos. 37 Cf Kardiner "The concept of Basic Personality Structure asan Operational
, Tool in the Social Scbi1ces", en R. Linton ed., The Science of Man in the World
d' t "Anthropology and the Humanities", en American - . of Crisis, Columbia Umversity Press, New York, 1945, ~P- 1~~ Y_ss .
34 Cf. R h B
· ~t ene ic '
Anthropo_logist, vol SO,
194
~· b d t O
1
·. ción social primitiva, Fondo de Cultura Económica, México, 194~, PP· 21 Y ss.
.
38 Cf. Kardiner, fl Individuo y su Sociedad. La psicodmam1ca de la orgamza-

35 lb~d., p. 589 , traduccion Y su raya o nues r . (primera edición en inglés en 1939 como The individual and his soc1etv).
36 !bid. , p. 591 .
166 Mechthild Rutsch I
La vertiente psicologista ... 167
¡I

por consiguiente , de su estructuración más sencilla) , esto es , de los da por la experiencia traumática infantil que abstractamente se puede
trobriand ( para lo cual se basa en las publicaciones de Malinowski al formular así : "si no obedezco, sufro" . Tal constelación básica se pro-
respecto) , los c hukchi , esquimal , kwakiutl , zufii, tanala e islas marque- yecta en su forma religiosa como: " existe un ser omnipotente , que me
sas. Sobre todo en base a las últimas dos culturas , cuyos informes castiga y me premia , según mis actos" . .
presenta Ralph Linton , Kardiner instrumenta una " metodolc_g{~" la De este modo, tanto la institución primaria como la secundana cons-
cual deberá permitir la dilucidación de los aspectos psicodinámicos . tituyen mecanismos de integración capac~s de ev!tar o , en su caso, de
involucrados en la adaptación del individuo a su sociedad. superar las tensiones sociales. Según Kardmer , pnmero se desarrolla el
Siguiendo a Linton , Kardiner . .define a la sociedad corno una co- sistema proyectivo por medio de sensaciones tales com~ dolor, placer ,
munidad duradera de hombres y a la cultura como la totalidad de las angustia , etcétera . Mientras este proceso en sí pasa al olvido , sus huell~s
Jonnas de organización que procuran la satisfacción de las necesidades ~ aún se pueden encontrar y su naturaleza y géne~is se puede reconst~~u
de supervivencia del grupo ; esto es , tanto de aquéllas formas organiza- 1
por medio de las formas y disposiciones inconscientes de_la_ percepcion ,
das de interacción con el medio ambiente encaminadas a la satisfacción ~ los efectos, las reacciones psicosomáticas, etcétera , matenalizados en las
de necesidades de carácter social (formas de organización para naci- ~ instituciones secundarias . .
mientos , muertes, matrimonios , etc .) . ~ Así, la estructura de la persona~idad_básica se enc~entra JUStamente
En todos los casos en que se manifiesta una persistencia o transmisión i
en la relación entre instituciones pnmanas y secundanas.
de esos métodos organizados, tenemos una cultura.3 9 ,,

~
Si tal correlación [i .e . entre institución primaria la qu~ por medio del
Tales ''métodos organizados" son conceptualizados como institución. sistema proyectivo crea a las institucion~s secundanas] es co~recta ,
~ resulta que entre las experiencias pr~nana~ y los resulta?os fm~es,

¡
¡J
Puede , por lo tanto , definirse una institución como cualquier m<r identificables por medio de las mamfestac10nes proyectivas, e~iste
dalidad fija de pensamientos o de conducta mantenida por un aquella entidad que se podría llamar la estructura de la personalidad
grupo de individuos (es decir, una sociedad) ... Las instituciones son básica. Las instituciones primarias son las responsables para la crea-
los medios de la co11tinuidad social y constituyen los elementos •¡ ción de la estructura de la personalidad básica , la cual , a su vez , es
efectivos del equilibrio social. 4º responsable por la existencia de las instituciones secundarias. 43
Según Kardiner , son justamente instituciones socia !es así comp1- n- Seg1·in el autor , lo importante de este concepto psicodinámico estriba
didas por las que se logra el proceso adaptativo del individuo. Nuestro
en el hecho de que constituye una técnica, una técnica de correlación
autor concibe dos clases de instituciones : las instituciones primarias y
comprobable entre las experiencias tempranas (educación disciplinaria)
las secundarias. Las primeras comprenden la organización de la familia ,
y la permanencia indefinida en las constelaciones así creadas, manifiestas
la formación del propio grupo , las disciplinas básicas , la lactancia , el
en la institución secundaria .
destete , educación anaL tabús sexuales , técnicas de subsistencia , etcétera ,
Por ejemplo , en la sociedad de las islas marquesas existía una relación
mie ntras las segundas están representadas por medio de los sistemas de
de 2 .5 mujeres por cada hombre . El predominio numérico de esta
tabú , los ritos, la religión , los cuentos populares , las técnicas de pensa-
relación básic a y las consecuentes angustias individuales y sociales que
miento , etcétera .41 Mediante las instituciones primarias el niílo aprende
se generan , se reflejan en uns institución secundaria como lo son los
to da un a serie de pautas culturales básicas (actitud hacia los padres ,
cuentos populares, de tal modo que en estos se adjudica el rol de la
hacia e l me dioambiente social , etc .), los que pe rtenec en para siempre a
brutalidad y de la conquista sexual a la mujer, en vez de ser protagoniza-
su equipo mental. Tales " constelaciones" a su vez , y por m edio del
do por el hombre , como es el caso en las culturas occidentales. Para la
proceso de proyección , crean a las instituciones secundarias. Así surgen
cultura Tanala la correlación entre institución primaria y secundaria, así
meca nismos racionalizadores4 2 t:omo lo es la ideología religiosa origina-
como de la estructura de la personalidad básica localizada entre ambas,
se evidencia por medio de un cambio decisivo en una de las instituciones
31,1 /bici., p . 31.
40 / b ici., p. 32 .
primarias , esto es , en la técnica de subsistencia . Los tanala anteriormente
41 lb icJ. , p. 430 . . habían practicado el cultivo del arroz temporalero, a lo cual correspon-
42 Í día -como institución secundaria- una organización familiar patriarcal
El térm ino de si stema radonal no·se utilil..'.l aquí en contraposición a sistema
emocio nal , ya q ue ambos sistemas - el proyectivo junto con el racional- contienen 1
e lementos e mo tivos .
1 43 Kardiner. The Conant. ... on. cit.. n . 111 . traducción nut-stra.
168 Mechthild Rutsch La vertiente psicologista ... 169

centralizada , en la cual el patriarca ejercía la autoridad absoluta sobre la fuerzas capaces de integrar así como de desintegrar o de destruir la
tenencia comunal de la tierra. La adaptación pasiva que caracterizó sociedad .4 6
entonces a la estructura básica de la personalidad propició una integra-
ción perfecta, ya que sólo por medio de ésta se satisfacían las necesida- Aquí Kardiner cae víctima de la trampa psicológica y psicoanalítica
des individuales. Sin embargo , a raíz del cambio hacia el cultivo de "clásica", la que Michael Schneider formula así :
arroz con regadío se implantó la propiedad privada , y simultáneamente
se registraron perturbaciones sociales que se reflejaron en un aumento Para la mirada psicológica profunda , pura , no enturbiad~ por los
marcado de la criminalidad , en la homosexualidad , en la magia , enfer- nexos causales sociales, la desdichada infancia [la que se_na en este
medades de tipo histérico , etcétera ; todo lo cual demuestra , según ; caso el "sistema proyectivo" ] se convierte en la clave universal para
Kardiner, que la personalidad formada por la institución primaria · todas las formas de conducta y perturbaciones del adulto , Y la
antigua no se pudo aj ustar a las nuevas condiciones y , por lo tanto , se sociedad recibe así su carta de franquicia .47
observa una explosión de ansiedad social.
Sin embargo , aun y cuando .t<.ardiner por medio de la peis.,.J J.ial:chtd Pero también con el postulado de Kardiner arriba citado llega~os de
básica establece correlaciones muy interesantes, su falla básica y de- . nuevo a la supuesta inocencia de la " empiria" pura , la que ademas, por
terminante , radica justamente en que no señala ninguna contestación medio de la correlación de más y más datos , y conforme a que pase el
a la pregunta crucial: ¿de dónde surgen , y cómo cambian las institucio- 1tiempo , será capaz de :ngen?rar el . mé!º?º perfecto , abriendo a~í la
nes primarias? Así afirma: l puerta mágica de la teona social y ps1colog1ca. Como establece el mismo
autor , la técnica empleada para establecer la relació~ entre c~ltur~ Y
Hasta donde llega nuestro conocimiento , no se han formulado jamás 1personalidad no constituye una ruptura con el sentido comun , sino
explicaciones satisfactorias de esas instituciones primarias. Todo i un " perfeccionamiento" de éste , aplicando criterios " adecuados o
cuanto sabemos acerca de ellas es que el número de posibilidades de ! científicos" .4 8
intentar la satisfacción de ciertas necesidades biológicas del hombre 1 Lo que ya se había anunciado en la concepción de Benedict , se vuelve
es limitado.44 Í más explícito aún en la elaboración conceptual de la "institución"
f (Kardiner concibe en lo esencial a la "institución" en analogía al
Lo único que se puede establecer con seguridad es la correlación l " patrón" de Benedict) ; esto es, la influencia del funcionalismo más
entre ambas: J ramplón, tanto en cuanto a la homeostasis soda}, como en cuanto
al círculo vicioso de la teleología (cf. su definición de cultura y de
La relación entre la institución primaria y las secundarias sólo se la "institución"). Es por ello que a la corriente de cultura y persona-
puede comprobar, en forma experimental demostrando que cuando lidad, también se le ha denominado "como funcionalismo psicológico ,
cambia la primera, cambian también las últimas. 4 5 imprecisamente formulado".49 Tal funcionalismo , al incorporársele
elementos del behaviourismo así como de la teoría del gestalt se con-
En última instancia , nos dice el psiquíatra, no es posible comprobar vierte en un "camaleón" ideológicamente tanto más efectivo por cuanto
una determinación económica-social, no una relación analógic~ a la desvía aún más la atención de los procesos materiales y económicos de
Spengler, o a la Toynbee . Todos estos intentos de análisis por m]dio la d.)minación cultural. Poniendo el énfasis sobre los aspectos super-
de la determinación o de la analogía : , estructurales de la misma, la concibe en términos de transculturación.
También queda evidenciado que el "funcionalismo psicológico" com-
parte otra limitan te seria de la teoría funcional en general en el análisis sin-
... derivan de los sistemas proyectivos del hombre contemporáneo.
. crónico. Por mucho que se insiste expresis verbis, esto es , el análisis "psi-
Todas estas fuerzas están polarizadas hacia el principio de domina-
ción-sumisión. El triunfo de directivas empíricamente derivadas para codinámico", "histórico", etcétera, rechazando al mismo tiempo toda
la acción social sólo puede ser consecuencia de los albores del triunfo . determinación ( como en efecto se .ve por los intentos iniciados por
para una democracia más vasta y de un deseo incrementado para 46Kardiner, The Concept. . . , op. cit. , p. 122, traducción nuestra.
adquirir un mayor conocimiento del tejido psicológico de aquéllas , 47 Michael Schneider, Neurosis y Lucha de Clases, Siglo XXI Editores, Madrid,
4" Ka.rdiner, El individuo. . . , op. cit., p. 43:L.
l España , 1979, p. 148.
~ 48 Kardiner, El individuo. .. , op. cit. , p. 442.
45 fl,;ri n 411
1 49 Cf Harris. El Desarrollo. . . , op. cit.. pp. 365 y ss.
• 170

K'.11'diner
L t ,Y
D cont
B _inuados
)
Mechthild Rutsch ~!
L_,...

t

·······--
La vertiente psicologista .. .

por varios antropólogos entre los que destacan · ºam ª. I'im_!·t e. Con eII o eI conflicto entre autonomía indiv1·dual Y de-
em on 1~ d du ois1 se establecerá una concepción más sistemática de la t erm mac1on
0
171

· de Ia " basic personality structure", según Kardiner qued,0


P rs~na ~, ª ; ta concepción, sin embargo , no es capaz de ofrecer una resuelto . '
exphcacion de los conceptos de cambio social o individual si no esta- DuBois, sin embargo, más tarde confiesa que los materiales -acumula-
blece c~rrelacio~es limitadas, más o menos significativas ! pero tales dos de~?e 1944 - demuestran que sólo un porcentaje muy bajo de una
correlaciones exi st en en una atmósfera abstraída de procesos verda- poblac1_on dada, m, uestra las características de la "modal personality"
deramente explicativos. respectiva . Ademas afirma que :
E? efecto, tanto el afán por el "perfeccionamiento" del sentido
comun, como algunos presupuestos teóricos de tradición wundtiana El rango de la distribución de rasgos dentro de cualquier sociedad
lleva? a Kardin~r al_ rechazo de cualquier planteamiento epistemológic~ ' moderadamente compleja es mayor que las diferencias multimodales
funcional que implique alguna especie de determinación del individuo entre las sociedades.s2
por parte de la "basic personality structure". Habrá que encontrar pues
un_~odo ?e ~~nciliar y de _comprobar al postulado de la autono,m ía; Con tales resultados se lleva ad absurdum el postulado fundamental
umcidad individual con la correlación establecida entre instituciones ~ que ,;eto~a DuBo_is , si~,uiendo expl,~citamente a Kardi~~r y Benedict , de
, un caracter nacional o de una modal personality , que por sí sola
primarias e instituciones secundarias.so
i.._
Tal conflicto aparentemente se resuelve cuando DuBois emprende el pue,de explicar las diferencias culturales. Pero lejos de reconocer esto,
estudio de la cultura isleña de Alor (Indonesia) , de la cual regresa con segun ella, se tratará_ ahora inst~mentar el regreso hacia la otra cara de
una serie de biografías (ocho) , tests de inteligencia , dibujos infantiles • la moneda culturahsta: los universales mentales de la humanidad,
moviéndose así constantemente entre un empirismo y un idealismo
y una serie de tests Rorschach. De la evaluación de tales materiales
Kardiner encuentra confirmado su concepto de la personalidad básica'. j 1absoluto y mutuamente complementario.
principalmente por tres razones: La evaluación del test Rorschach que ~
¡
se hizo por otro psicólogo, sin conocimiento -de la cultura ni de los j
individuos involucrados, confirmó que existían ciertos rasgos en común 1
en todos los casos revisados, tanto como mostraron variaciones individua- 1S) Cultura Y "status personality ". La concepción formalista de Linton
les de este patrón básico. -En tercer lugar, aún y cuando , comóa:unii~~
1
Kardiner , que el test no puede dar una imagen de la constitución gené-
~ Si bien en Kardiner existen aún algunos elementos imaginativos en
tica de ciertas constelaciones psíquicas, sí evidenciaron ciertas combina-
l cuanto a su propio nivel de correlaciones psicológicas, será con Linton
ciones emocionales. Tales combinaciones específicas (que no existen

l
con el que se llega a la cima del formalismo funcional más chato con-
en la sociedad occidental) y los que tampoco aparecen en las biografías,
ju~tamente con u? behaviorismo mecánico y rasgos relacionad~s de
ni como constituyentes de la personalidad básica, permiten reconstruir
onge~ gestalt. Al igual que su concepción aún más pragmática, de la
"la imagen genética original a fin de poder describir como tales entidades 1
relac1on entre cultura y personalidad, su postulado de la "personalidad
nuevas se pudieron constituir" .51 Por lo demás , el hecho de que el test
del status" añade un nuevo elemento al aspecto de la "eternidad" y
Rorschach fuera instrumento en base a condiciones occidentales ( con- "naturalidad" de la historia dentro de la ideología defensora del status
cretamente los de Suiza), según Kardiner, no implica mayores complica-
· qua. Asimismo , se expresa en la teoría de Linton la identidad en última
ciones. instancia, entre cultura y personalidad, o sea, aquel reduccionismo
Es justamente de este estudio que DuBois acui'ia el concepto de la
psicológico que encuentra sus antecedentes formalistas en aquella tra-
" modal personality" , o "personalidad modal" ; esto es , aquella parte de dición a la que pertenece la teoría del "gran hombre" de Galton, arriba

de la sociedad , pero la cual muestra cierta variabilidad dentro de una .


la personalidad que estadísticamente comparten todos los miembros escuetamente resumida.
Para principiar, Linton declara que para cualquier análisis del problema

so Kardiner formula este problema del modo siguiente : "¿Por ello, cómo será
posible reconciliar la ide.. de la personalidad básica con el h~cho conoc}do q~e
estriba en que cada individuo, dentro de una cultura dada, tiene su caracter m-
l¡tan:: l:~::~e:::.c:::h~:,~::t:::.s:1: :onsisten son creadas por éstos
que lo ocupa, el punto de partida lógico es el individuo, ya que finalmente,

y
dividual propio?" Kardiner, The concept... , op. cit., p. 114 traducción nuestra. 4
s1 /bid. , p. 117.
172 Mechthild Rutsch

Aún y cuando establece que sus objetos de estudio son configuraciones


(esto es, en el sentido gestaltiano , poseen una cualidad más allá de sus
La vertiente psicologista .. . --
una serie limitada de variaciones las que conforman a cada una de las
pautas culturales reales , expresadas en su moda estadística. El punto
partes constitutivas) esto aplica para cada entidad - sociedad , cultura, modal de una pauta cultural real viene siendo así la pauta cultural
personalidad- en su nivel propio , mientras sus interrelaciones son teórica (sic), representando un resumen del medio socio-cultural , el cual
concebidas de manera funcional e interdependientes ; implicando lo constituye , según Linton, el trasfondo para el análisis de la personalidad ,
anterior que la estructura de cada una se concibe analógicamente.s3 De proporcionando de este modo una base de referencia estable . También
hecho , Linton concibe a la cultura , tanto como a la personalidad y a lo por otra parte Lintoil distingue lo que llama las pautas ideales de una
que entiende como sociedad ( véase exposición de Kardiner , el cual re- cultura, las cuales representan un consenso común de los miembros de
toma su definición de · Linton) , bajo el común denominador de la una cultura acerca de cómo un individuo debiera comportarse en situa-
conducta. ciones especiales. Estas pautas ideales no concuerdan con las pautas
modales, y así sólo tienen un efecto normativo .
Una cultura es la configuración de la conducta aprendida y de los Pero lo que es de suma importancia , según nuestro autor, es el hecho
resultados de la conducta , cuyos elementos comparten y transmiten de que estas pautas culturales se clasifican según la posición del individuo
los miembros de una sociedad .54 en el sistema social o cultural . Estas pautas del status se determinan_
según el sexo , la edad , y las actividades de un individuo dado. Las con-
Asimismo afirma: ductas adheridas a cada status (un individuo puede reunir diversos
status en una sociedad , como , por ejemplo , padre de familia , trabajador ,
Lo único que permite considerar la existencia de la personalidad como creyente religioso , etc.) no se contraponen, porque no se ejercen con
entidad activa que persiste a través del tiempo, es la consistencia que simultaneidad temporal.
adquiere en la conducta manifiesta de los individuos.ss En analogía a sus pautas culturales de conducta y sus pautas del
status cultural, Linton concibe a la personalidad básica, como aquella
Pero ya que el antropólogo parte de su " punto lógico" , esto es , del que reúne los elementos comúnes a todos los miembros de una sociedad,
individuo , para el análisis que efectúa, la cultura , que comprende un y la personalidad del status social, como la configuración de respuestas
aspecto material, tanto como la conducta manifiesta y un aspecto en- ligadas al status del individuo , y que se encuentra superpuesta a la
cubierto (i.e. psíquico, actitudes y valores) , ha de ser analizada como : personalidad básica.
una estructura personal e individual a la n potencia. Así, La relación entre los procesos culturales y aquellos de la personalidad
en cuanto a su contenido se refiere , casi muestra correlaciones exactas.
el problema de descubrir las pautas encubi~rta~ _de una cultura ~sel ¡ Así, tanto los hábitos ( conducta integrada y automática) individuales
mismo que averiguar el contenido y la orgamzac1on de la personalidad \ como la pauta cultural real varían en el mismo rango; de lo específico
de un individuo.s 6 hacia lo general, o de lo manifiesto ( cultural real o conducta individual
. . , \ real) hacia lo encubierto (pauta cultural o conducta individual que se
Así , pues, Linton ~istingy,irá (s_e,gún él, la fal_ta _de comumcacion ', puede deducir de la manifiesta) . Pero , dice Linton , mientras las correla-
adecuada ~ntre an~ropo~0gos Y, s?c1olo~os se debia JU~t~me~te ª :s~: 1 ciones entre el contenido cultural y el de la personalidad son_"de interés
faJla antenor de nguros1dad teonca -szc- ), . entre la cu,cu,i. re~/ ' puramente académico", las correlaciones verdaderamente lillportantes
construcción cultural. La pnmera comprende ª las co nd ~ctas ~ acti~udes se encuentran en el campo de la influencia de la cultura sobre el des-
verdaderas, concretas, los ~ue se pueden agruparª partu de situaciones arrollo de la personalidad, esto es , la estructura de su conformación .57
generalizadas que las suscitan . Esta conducta general se mueve dentro Aquí , y aunque la cultura tiene cierta posición dominante en cuan-
de ciertos límites, por lo cuaJ conform_~ pautas de co~ducta O pautas to a la personalidad básica y a lo que a status se refiere (ya que los
culturales. Por el otro lado , la _construccmo cu)tma} eS t a compue st a por \ individuos experimentan un intercambio difer:ncial relativo a ~a unicid~d
. , . de las diversas culturas) , el proceso de cambio cultural y de mfluencias
, s_J Cf Ralph Linton, Cultura_>: _Pe~sona/zdad, Fon,do de Cultura Econom1ca, '\ que eJ· erce ésta sobre la personalidad, se concibe de un modo insupera-
Mexico, 1945, pp. 20 y ~-; la edic1on mglesa con el titulo de The Cultural Back- , . ,.
ground of Perwna/ity fue editada en el mismo año por Prentice Hall, N. Y. blemente tautolog1co. As1 .
54 /bid., p. 45. !
SS /bid., p. 94. -\
56 /bid., p. 45. s1 !bid., p. 125 .
174 Mechthild Rutsch

La cultura puede obligar al individuo atípico a ajustarse a formas de


conducta que le son repugnantes , pero si lo son al conjunto de los
miembros de la sociedad , entonces es la cultura la que tiene que
ceder.58

Esta interdependencia indeterminada que aquí se plam ~a aún es


lógicamente contradictoria : si, según su misma definición una cultura
es justamente la conducta consensual de sus miembros, no se ve cómo
una conducta repugnante a éstos puede provenir de la cultura. De
manera más nítida se demuestra aquí la incapacidad para pensar el
cambio o el proceso cultural e individual del cambio y de su génesis;
además resalta claramente la concepción pragmática implicada en tales
engendros pretendidamente teóricos en las palabras finales de Linton
cuando éste , comparando a los científicos con exploradores de un
continente desconocido constata que lo que anima en última instancia
a la ciencia es " La creencia de que en algún sitio de este vasto territorio
se encuentra oculto el conocimiento" , y el descubrimiento de éste sólo Se terminó de imprimir el 10 de diciembre de 1984
en los talleres de Editorial Electrocomp, S.A.
es cuestión de tiempo y de una "técnica" adecuada. Calzada de Tlalpan No. 1702, Col. Country Club
La edición consta de 3,000 ejemplares

ss !bid., p. 147 .
- .
ü
No.
Mechthild Rutsch .

LAS TEORIAS I

1 11 ANTROPOLOGICAS
,,I'
11 Libro 2
11
¡¡
11
H
EL RELATIVISMO
~
,,11
CULTURAL

J l
¡;
(A 0H274 \

1
~7
L ..~ ·~ -~ •... . ,,t.z, ....~_..,,,,:r,.,-~

w ~ÍúftlL-/ •
CENTRO DE INVESTIGACIONES PARA
LA INTEGRACION SOCIAL
u Presentación
No.

IH\ . Las Teorz'as Antropológicas se propone ofrecer un panorama de los di-


1 111 versos enfoques teórico-metodológicos que , para el estudio de los
.
1

• 111,,, sistemas socioculturales, se han desarrollado a partir del siglo XIX


• 11: y durante lo que va del siglo xx. Con ese objeto en mente, la obra
1

111
¡1 1
¡ se ha dividido en cinco libros, que son : 1) El Evolucionismo; 2) El
1' 11111 1 Relativismo Cultural; 3) El Funcionalismo ; 4) El Estructuralismo, y
• 11: : 5) El Neoevolucionismo. La obra culminará con un sexto libro sobre el
p1 . pensamiento antropológico en México. Cada una de estas grandes
. ~I"' 1 teorías, en su momento, ha guiado primordialmente la reflexión y

: la investigación en los respectivos campos de la especialidad socio-


·~
'
:::
111
antropológica ; pero en sus fuentes han bebido también otras disciplinas
1 de las llamadas ciencias sociales. De ahí la gran importancia que reviste el
·"
"'¡¡¡ , estudio de estos complejos teóricos para todos aquellos que están interesa-
¡ dos en escudriñar en las raíces de los enfoques sociales contemporáneos.
111 ·-:::-, ! La multiplicidad de influencias anteriormente señalada se explica, a su
¡,
1 vez, por el hecho de que los fundamentos filosóficos o epistemológicos de
, las teorías antropológicas indicadas son a menudo comunes a otras ramas
• de las ciencias sociales. Por ello, y a fin de evitar la imagen de teorías
j que surgen prácticamente por generación espontánea, se ha tratado de
¡ destacar en alguna medida la presencia de tales ''antecedentes" filosóficos
Serie Primer~ L'in~a~ :,., : y doctrinales, los cuales son ignorados con demasiada frecuencia en los
Coordinador - Héctor Díaz-Polanco ! tratados antropológicos.
¡ Desde otro ángulo, las teorías antropológicas tampoco surgen en un
Primera edición, diciembre de 1984 1 vacío histórico ni se desarrollan con absoluta independencia de las

Derechos reservados condiciones estructurales. Sin perder de vista los riesgos que se corren,
© Editorial Línea, S.A. de C.V. en el estado actual de la cuestión, al intentar establecer estos vínculos
Gabriel Mancera 728-D, 03100, México , D.F.
Teléfono 687-85-16 1
entre teoría y condiciones históricas se ha procurado en la medida de lo
Impreso y hecho en México · posible, y de lo aconsejable, indicar algunos de los fenómenos estructura-
les que otorgan su virtual "organicidad" a los enfoques abordados.
ISBN 968-7250-03-8

- ~ - - - ' - - - ----~

Potrebbero piacerti anche