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“Psicología Social” de Jean Maisonneuve – Editorial

Paidós SA – Buenos Aires 1967


La mirada:
La mirada tiene la función de sostén emocional que favorece el establecimiento de lazos ente un bebé y
quienes cuidan de él.
La socialización se manifiesta por la mímica, especialmente por la sonrisa, la mirada y la voz humana.

El yo y el otro:
El niño en sus primeros meses de vida se encuentra disperso: no discrimina entre el yo y el ambiente.

Piaget afirma que el niño esta encerrado en sí mismo (egocentrismo) y que su socialización es progresiva.
Al principio se refiere todo a sí mismo y no tiene en cuenta el deseo de los otros.

Wallon piensa que el niño es un ser social, que lo primero que percibe es el vínculo de dependencia con los
padres. Afirma que el descubrimiento del otro está en función de la participación afectiva con quienes lo
cuidan. La diferenciación yo y otros se produce a través del tiempo, a medida que se construye la
personalidad social.

El yo y el otro, el personaje.
El descubrimiento del yo es provocado por una disociación progresiva. El individuo va realizando un pasaje
de la sociabilidad sincrética a la sociabilidad personal.
Este progreso se va realizando en etapas:
Wallon afirma que el niño en un comienzo tiene un sincretismo diferenciado, busca acercarse y establecer
contactos que lo hacen feliz, pero cuando no logra esta felicidad entra en conflicto.
El conflicto puede ser expresado de manera activa y agresiva o de forma silenciosa y pasiva.
Entre los 2 y los 3 años de vida el niño tiene una crisis en su personalidad. Se ubica a sí mismo como yo y al
mismo tiempo se opone a otros. En el lenguaje se evidencia el uso de la palabra yo. “yo sé”, “yo puedo solo”.
En estos primeros momentos el niño comienza a enfrentarse con los intereses de otros individuos: “los
otros”.
En esta formación de la personalidad se produce un pasaje de la afirmación del yo del niño a la
estructuración del yo social. Cuando comienza el aprendizaje social el ser humano asumirá el rol que
corresponde a un compromiso externo. El sujeto debe adaptarse a las exigencias colectivas y asumir un
personaje.
El personaje:
El personaje es un conjunto de actitudes y roles adoptados por el individuo frente a otro. No es el individuo
que somos sino el que queremos persuadir a los demás que somos.
El yo humano se desarrolla gracias a la capacidad de adoptar y comprender una gran diversidad de
actitudes, gestos y palabras que tienen significación y permiten el intercambio con el otro.
La preocupación por el otro aparece en la segunda infancia paralelamente a la afirmación del yo.
El niño cuando toma conciencia suficiente de su personalidad se siente empujado a experimentar su poder
sobre otro. Para esto debe asumir roles.

Primera infancia:
La primera infancia es el período comprendido desde la segunda quincena de vida hasta fines del 2 año. El
niño explora sus propias posibilidades y logra el dominio de su cuerpo.
Este período se caracteriza por la extrema vulnerabilidad y dependencia del niño hacia quienes lo cuidan.
Segunda infancia:
Desde los 3 a los 5 años:
En el comienzo de esta etapa el niño se siente una persona diferente, independiente de las demás.
• intenta investigar el ambiente que lo rodea y dominar el mundo físico.
• Descubre el yo.

Desde los 6 a los 10 años intenta lograr el dominio del medio social:
• Aprende a convivir con los niños de la misma edad y a convivir fuera de su ambiente familiar.
• Desarrolla su personalidad social logrando autonomía e iniciativa.
• Adquiere dominio interior y desarrolla actitudes sociales en relación a grupos e instituciones.

En la adolescencia: (12 a 20 años)


• En la adolescencia el sujeto debe encontrase a sí mismo y comprender su lugar dentro de la sociedad.
• La adaptación social se logra teniendo una imagen realista de sí mismo y una adecuada percepción de su
rol dentro del grupo.
• La adolescencia viene a ampliar el universo infantil.
• Es el momento crítico donde se enfrentan el elemento personal y el elemento social de la constitución de
la personalidad.
• Se producen ajustes a las exigencias sociales y culturales.
Yo y Tu el intercambio
En la adolescencia el individuo comienza a descubrir el mundo de las personas. Descubre a los seres en
profundidad y singularidad.
El adolescente tiene su personalidad en gestación y a través del contacto con los otros va conociendo
actitudes y roles sociales que lo llevan a lograr la autonomía y encontrar el amor.
Yo-Tu:
El yo-tu designa un vínculo entre personas. Esta en relación a una elección de personas por afinidad y libre
compromiso. Es una relación de amor en la que los sujetos asumen una comunión.

La amistad es una relación Yo-Tu. Tiene características de fidelidad y de elección.


La comunión: la comunión es la forma más profunda del nosotros. El yo y el tu no se confunden en su
unidad.
Yo-Esto:
Es la relación del individuo con las cosas. Es el vínculo que se establece con los objetos a los que uno puede
tener.
Si un vínculo entre personas es patológico puede convertirse en yo-esto. El tú puede transformarse en Esto
cuando la persona en lugar de ser tomada como amigo puede ser tomada como objeto.

En la madurez:
• El adulto debe concluir la estructuración de su personalidad de manera integrada, coherente.
• El pasaje a la madurez corresponde a una fijación del personaje. El sujeto debe elegir un estilo de vida.
• Debe elegir un oficio, debe fundar un hogar, etc.

Funciones del personaje:


Personaje como rol social:
• El sujeto debe asumir una imagen conforme a lo que se espera de él.
• Asumir un rol social que garantiza seguridad y una posibilidad de ser admitido. Para asumir un rol social
el individuo debe abandonar sus caprichos y gobernar sus instintos. (debe alejarse del egoísmo).
• El personaje como rol social representa lo que el individuo “debe ser” por la presión social.

Personaje como ideal:


• Es lo que el sujeto “quiere ser”, es una intensión personal de lograr una imagen social idealizada que
orienta al individuo a realizar esfuerzos para lograrlo.

Personaje como máscara:


• Lo importante para el sujeto es “parecer”.
El individuo toma dos actitudes:
1. Esconder conscientemente al otro aquello que es realmente para lograr algún beneficio.
2. Esconder aquello que teme ser asumiendo un comportamiento rígido y artificial.

Personaje como refugio:


• La preocupación por lo social sumerge al individuo en estados de angustia que lo hacen refugiarse en el
personaje y en el pensamiento mágico.

Del “se” al “nosotros”

El pasaje de estado de masa al comunitario no es automático. El se es el estado de masa. El nosotros es el


estado comunitario.
La comunidad tiene por característica:
• Que los individuos quieren estar juntos, tienen sentimientos colectivos, deseos e intereses en común.
• Asumen un mismo esfuerzo y un mismo ideal.
• Es el Nosotros: Puede realizarse entre sujetos que han adquirido conciencia de sí mismos y del prójimo.
• Es la forma más estable de vínculo social. Hay equilibrio entre atracción espontánea de los sujetos y la
presión del grupo sobre los miembros.
• El acuerdo entre individuos es libre y espiritual.
• La autoridad no es sufrida sino aprobada.
• El sujeto puede sentirse distinto de otro y miembro de la colectividad.

El SE:
El SE es el anonimato, la neutralidad.
Es un pronombre que se utiliza como medio lingüístico para que una frase tenga neutralidad, permite al
que la dice no involucrarse. Ej: “se ha decidido que el partido no se juega”
El anonimato permite la irresponsabilidad.
En la vida infantil el SE es considerado como normal, pero en la vida adulta es considerado como una
fijación a estadios más tempranos y menos evolucionados del desarrollo.

La masa:
El mundo del SE es el mundo de la masa. El individuo dentro de la masa no alcanza una clara conciencia
social.
La masa en un conjunto que reacciona uniformemente frente a un destino idéntico, pero que se desintegra
cuando pierde sus intereses en común.
Es un acuerdo entre individuos que esta determinado por situaciones o acontecimientos exteriores y
materiales.
Las masas tienden a eliminar lo diferente. La masa es distinta a la multitud.

La multitud: Es una forma más inestable del grupo pero capaz de unirse momentáneamente.

Grados y formas de comunidad:

La comunidad bloque:
Su estabilidad y organización es rudimentaria, es una forma primitiva de comunidad.
La solidaridad entre los miembros se manifiesta a través de ritos y tabúes.
Es una sociedad cerrada que rechaza todo lo extraño.
Tiene un modo de unión ligado a la defensa colectiva, intereses comunes y reglas estrictas.

La camaradería:
Es una comunidad más fluida en la que los intercambios privados circulan más libremente.
Existe la crítica y la fantasía.
Hay colaboración y mutua buena voluntad.
El vínculo de camaradería no es suficiente para realizar una verdadera comunidad.

La comunidad racional:
La comunión permite al sujeto amar en el otro no sólo al compañero sino al ser singular, irremplazable.
Es una zona de intercambio interpersonal.
La cooperación se alcanza cuando hay armonía y eficacia.

Capítulo V:
Las transformaciones del contacto humano

El otro como adversario. El conflicto


Desde muy pequeño, el niño manifiesta tendencias agresivas que se oponen a los seres que lo rodean y a los
objetos.
Los celos:
Freud fue el primero en otorgar importancia a los celos inconscientes que llevan al hijo a ver al padre como
semejante-rival que compite con él en el amor de la madre (Complejo de Edipo).
Según como se resuelve esta situación triangular se orienta el destino psicosocial del sujeto:
1. O en busca del amor de la madre como primer objeto de amor intentará destruir al otro negando la
realidad que está demostrándole su desventaja.
2. O comprenderá la realidad y tendrá una concepción del mundo más realista al enfrentarse al otro como
rival a lo largo de su vida.

El otro como instrumento:


El egoísta considera al otro un objeto, un simple instrumento. El egoísta tiene intensión de poseer y de
poder, es calculador y ambicioso. Intenta transformar a las personas en cosas. La transformación de las
personas en una cosa es la alienación.
El hombre que trata a otro como objeto se despersonaliza y ambos terminan alienados.

El otro como extranjero:


Los antisociales y los asociales:
El solitario adopta una actitud defensiva y refractaria y se muestra como combativo y antisocial.

El aislamiento: la indiferencia hacia el otro es el aniquilamiento del contacto humano. Esto conduce a la
locura.

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