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Antecedentes personales:
Antecedentes familiares:
Enfermedad actual:
Diagnóstico:
Causas:
Diverticulitis:
Gastritis crónica:
Tratamiento:
- Esomeprazol 40mg. Tomar media hora antes del desayuno y cena por un mes.
- Rifaximina 20mg. Tomar 2 capsulas después de desayuno y cena por 6 días.
- Trimebutina 200mg. Tomar 1 tableta antes del desayuno y cena por un mes
Caso:
“Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque
perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado
Jesucristo.” 1 Pedro 1:7.
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará
ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la
salida, para que podáis soportar.” 1 Corintios 10:13.
Seguimiento:
Cuando hablamos de hipocondría estamos ante un trastorno asociado muy a menudo con
la ansiedad, por lo que el principal síntoma de la hipocondría es la preocupación exagerada que
siente por su salud. No debemos descartar que una persona hipocondríaca esté realmente enferma.
En muchas ocasiones lo que hace es centrar su atención en síntomas leves o imaginarios (mareos,
dolor de cabeza, entre otros), y no en los verdaderamente importantes. Asimismo, el hipocondríaco
al centrar su atención emocional en una determinada función biológica, puede terminar por formar
síntomas orgánicos reales (reacciones psicosomáticas). La Biblia no menciona la hipocondría
directamente, pero claramente enseña que los cristianos no deben preocuparse. En Filipenses 4: 6-
7, se nos ordena: " No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que
necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera
todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en
Cristo Jesús”. En este versículo, aprendemos que debe llevar todas nuestras necesidades y
preocupaciones a Dios en oración en lugar de preocuparnos por ellas. Jesús nos asegura que nuestro
Padre celestial cuidará de todas nuestras necesidades; Por lo tanto, no tenemos que preocuparnos
por nada, incluida nuestra salud.