Sei sulla pagina 1di 8

Breve comparación contexto Bíblico-

Paulino y actual iglesia Cristiana.

Teología del Nuevo Testamento


Docente: Daniel Romero O.
Estudiante: Eduardo Véliz L.
Fecha: 30-09-2018
Introducción

En el presente ensayo, se abordará de manera somera (debido al formato seleccionado, y


obviamente a la etapa inicial en cuanto al profundización Escritural) la comparación entre el
contexto bíblico-cultural del apóstol Pablo en el siglo I, y el contexto actual de la iglesia en el
siglo XXI.
La primordial intención, es poder observar como Pablo, el mejor trabajador de la obra de del
Señor en el siglo primero (1 Corintios 15:10), pudo tomó de la mejor forma su contexto
cultural, y llevar el Evangelio sistemáticamente y metódicamente a casi todo el imperio
romano. Es por esto que debemos analizar y detenernos a observar, cual era la realidad del
apóstol y de su cotidiano en el imperio romano. Ello nos dará pautas y guias de como hacerlo
el día de hoy en nuestras iglesias locales.
Para el presente trabajo se utilizó en su mayoría el trabajo de Pablo Deiros expuesto en su
obras: Historia del Cristianismo. Los primeros 500 años. Principalmente, enfocando el aporte
del imperio romano a la propagación del cristianismo.
Según Pablo Deiros (2005) el imperio Romano contribuyo de 5 formas a la diseminación del
cristianismo por el mundo, las cuales pueden ser recordadas por las siguientes: Pax, Lex,
Rea, Via Ars.
En cuanto a la Pax Romana: “... Puesto que el Imperio intentaba lograr la mayor uniformidad
posible entre sus súbditos de diversos orígenes, parte de la política imperial consistía en
fomentar la uniformidad religiosa. Esto se hacía mediante el sincretismo y el culto al
emperador” (Deiros 2005)
De forma de mantener una cohesión en todo el imperio, los romanos respetaban las
tradiciones y religiosidad de los pueblos conquistados. Cada ídolo era anexado a su gran
panteón de dioses. Por lo tanto en sus inicios el cristianismo no hubo de preocupar al imperio
romano, el Jesucristo de los cristianos era un dios más entre su larga galería de dioses.
Hasta que este se transformó en una amenaza para el imperio, al eliminar de fondo las
clases sociales en la comunidad de creyentes “Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre,
hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28) Clases
sociales importantísimas en la estructura jerárquica de Roma.
Además de esto, los cristianos se negaban a rendir el culto al Emperador.
De la misma forma, nuestro contexto ofrece libertades para el ejercicio de culto religioso, sin
embargo, esto va en retroceso. Hay una similitud cada vez más angosta entre el imperio
Romano, y el contexto político en nuestro país, el cual enmarca el accionar individual como
colectivo del cristianismo. El culto al César fue el gatillante para dar inicio a las
persecuciones, ya que los cristianos del primer siglo se opusieron a esta práctica anodina
para el grueso del pueblo romano, el cual la observaba más que nada como parte de la
civilidad romana, pero no así los cristianos, los cuales veían la idolatría en esta practica.
Hoy en día en nuestro país se observa una tendencia progresista en la toma de decisiones
valóricas gubernamentales. El mantener una creencia religiosa, es visto como un acto
retrógrado, que va en contra del fluir humanista. De esta forma, la predicación del evangelio,
o el simple hecho de profesar el cristianismo se percibe como un retroceso en este nuevo
movimiento social.

El tener un código legal común permitía la unificación del imperio (Lex romana). Además de
esto, el sistema romano flexibilizaba la administración legal propia de cada pueblo
conquistado. Con algunas excepciones, a modo de ejemplo la pena capital no podía ser
impuesta sin pasar por tribunales romanos. “Además muchos residentes de las provincias
recibieron la condición de civis romani (ciudadanos de Roma), con todos sus derechos y
deberes. Pablo fue uno de ellos(Hechos 22:25-29), y esto le dio enormes ventajas en tarea
misionera” (Deiros 2005) Vemos como Pablo podía moverse dentro del imperio, a pesar de
toda la oposición religiosa que iba emergiendo a medida que avanzaba el cristianismo. Como
ciudadano romano libre, podía predicar esta fe nueva sin reservas, hasta pudo predicar a
altos funcionarios del imperio. (Hechos 26:24-32)
Este derecho también es gozado en la actualidad por la iglesia en Chile, se puede hablar
abiertamente de la fe cristiana pero hasta cierto punto, mientras el cristianismo no vaya en
contra de las políticas “inclusivas”. Existe un gran conflicto entre la tradición cristiana y la
mentalidad progresista, con un exarcebado y poco reflexivo estado de derechos civiles, el
cual observa con resquemor el “obstáculo cristiano” Esta disputa sin duda irá en aumento.

Las comunicaciones viales fueron importantisímas en Roma, principalmente las vías


terrestres muy bien logradas. Éstas tenían el fin, de trasladar rápidamente el contingente
militar de una zona a otra. Estos caminos eran usados también por itinerantes. Con respecto
a estos últimos cabe destacar lo siguiente: “ En cuanto a la labor misionera en sí, ésta fue
llevada a cabo por algunas personas cuyos nombres conocemos —Pablo, Bernabé,
Marcos, etc. — pero también por centenares de cristianos anónimos que iban de un
lugar a otro llevando su fe y su testimonio. Algunos de estos viajaban como
misioneros, por razón de su fe. Pero probablemente muchos otros eran personas que
sencillamente tenían que ir de un lugar a otro, y que en esos viajes iban esparciendo
la semilla del evangelio” (Justo González 2008)
Como menciona Justo González tenemos que tener cuidado de no exagerar la
importancia del apóstol Pablo en cuanto a la propagación del Evangelio, si bien es
cierto que contribuyo de forma colosal, en cuanto a contenido y doctrina, fueron
también “simples” cristianos anónimos quienes en su fervor, en su alegría de haber
conocido la revelación de Cristo, llevaron el testimonio de salvación mientras hacían
su vida cotidiana.

Se establecía principalmente la vía marítima para grandes recorridos. El embarcarse en alta


mar, por muchos días, tenía el respectivo riesgo de naufragio. “Hechos 22:37 da una idea de
la cantidad de pasajeros en una nave romana de gran calado. Los barcos de este periodo
cruzaban el Mediterráneo desde Gibraltar hasta Roma en siete días, y desde Roma a
Alejandría en dieciocho...Sin estas comunicaciones los viajes misioneros de Pablo y otros
cristianos hubiesen sido imposibles” (Deiros 2005)

Comparando las vías de comunicación vial del siglo primero con las nuestras, vemos que
tenemos una enorme ventaja. Vuelos internacionales han acortado las distancias no sólo de
una región a otra, sino que intercontinentalmente también . Viajar a Europa desde Santiago
de Chile se reduce a una jornada de horas abordable. Se puede estar en Santiago un día
lunes y estar en Europa un día miércoles.
No sólo tenemos una gran ventaja en desplazarnos físicamente de forma rápida, sino que
ahora podemos comunicarnos de forma instantánea. La internet ha hecho posible este
prodigio, del cual estamos tan habituados que no nos damos cuenta de lo milagroso y
potente que son los medios de mensajería instantánea.
Sin embargo, en el tiempo de Pablo, no fue así, principalmente se imponía presencia a través
de las cartas, este era el medio que usó el apóstol para edificar a todas las iglesias de su
tiempo: “El rápido crecimiento de la iglesia cristiana en sus primeras décadas de vida exigía
un medio flexible, económico y a la vez rápido, de mantenerse en contacto con los creyentes
diseminados en toda la extensión del imperio” (D.A Carson 2003) El imperio Romano
disponía de un sistema de correos, sin embargo, este era de uso exclusivo para asuntos del
imperio. Por lo tanto debía pedirse el despacho de una carta, a alguien que viajaba hacia la
zona. De modo que podemos situarnos en la posición de Pablo, al preocuparse por la
inminente filtración en la comunidad de creyentes de falsos maestros, y su imposibilidad para
responder a estos de una forma más rápida y eficiente. Las cartas y su presencia eran los
únicos medios para reencaminar a las iglesias contaminadas por falsas doctrinas.

Localmente las iglesia utilizan los medios tecnológicos como plataforma de información
superficial, para dar anuncios, coordinadar eventos, pero se podría ir más allá. De hecho la
iniciativa del Instituto Educa aborda el uso de las TICS de una forma que va más allá de lo
cotidiano, llevando instrucción y profundización escritural más allá de nuestra frontera región-
país, logrando amistar a una comunidad de creyentes (que bien, no tienen el suficiente
tiempo para asistir a un clásico seminario de formato presencial, o bien no tienen los
recursos, pero que sí desean capacitarse para la obra del Señor) con el estudio bíblico serio.
Los romanos fueron habilidosos en buscar estrategias para mantener la unidad en el imperio,
se han mencionado en el presente ensayo la Pax y la Lex romana (unidas obviamente a la
Via), las cuales eran ejercidas a través del fuerte gobierno centralizado (Rex Romana) “Los
romanos protegían a los pueblos y ciudades de los ataques externos y garantizaban el
desarrollo del comercio y las misiones cristianas. La unidad política del Imperio Romano
hacía que toda la cuenca del Mediterráneo fuese un solo mundo, regido por la misma
autoridad. Misioneros como Pablo, Timoteo, Silas, Tito y otros no necesitaron de pasaporte
para llevar a cabo sus viajes misioneros” (Deiros 2005)
Observamos como Pablo fue beneficiado (pese a todas las dificultades expuesta en el libro
de los Hechos y en las cartas Paulinas) con la estabilidad política del Imperio Romano en el
siglo I. A modo de ejemplo, podemos constatar en el episodio del apresamiento de Pablo en
Hechos 21 y 22: “...cuando lo estaban atando con correas, Pablo le preguntó al centurión allí
presente: ¿Acaso está permitido azotar a un ciudadano romano sin que antes se le juzgue?”
que está estabilidad le permitió al apóstol salir legalmente de un linchamiento popular.
Igualmente la iglesia en Chile, goza de ciertos derechos de libre profesión del Evangelio,
pero como se ha mencionado anteriormente, esto va en cuenta regresiva. Sin embargo, por
el momento, se pueden organizar distintas instancias para la predicación del Evangelio y de
profundización de las Escrituras en distintas zonas geográficas de nuestro país, en distintos
contextos sociales. La legalidad al presente lo permite.

La educación es un importante marco de referencia al momento que hablamos del ímpronte


de Pablo, y de los receptores del Evangelio de esos días. “...los romanos copiaron a los
griegos, pero alcanzaron niveles de desarrollo único y sorprendente. En el campo de la
educación, enfatizaron los aspectos prácticos con poca instrucción libresca, y crearon un
complicado sistema escolar” (Deiros 2005) Se habla de San Agustín como el gran gozne
entre la cultura grecoromana y el cristianismo, pero Pablo hace un puente aún mayor entre la
cultura grecoromana, la hebrea y el cristianismo. Cosa aparte es la instrucción de Pablo,
nieto del Raví Hillel y adoctrinado bajo la supervisión de Gamaliel. Pablo fue un privilegiado
culturalmente de su época, su educación fue del más alto nivel, usando Dios este medio para
expresar las más hermosas y profundas verdades del Evangelio.

Actualmente los cristianos pueden prepararse en universidades, en institutos, seminarios, y


en otros. Es cierto, hay una segregación cultural geográfica importante, sin embargo, hay
posibilidades de alcanzar estudios superiores, de forma de redimir la cultura imperante a
través de la cosmovisión cristiana reformada.

Aplicaciones para la iglesia y Conclusiones

Podemos observar en este breve ensayo, que la iglesia actual tiene concordancias
contextuales importantes con el marco legal que ofrecía el imperio romano. Los cristianos
actualmente pueden profesar su fe, y llevarla a la práctica sin problemas de contrariar a la
legalidad. Si bien es cierto, en el ensayo se enfatizo la idea de que estos derechos (de libre
culto) van a ir en retroceso, debido a la normativa, y la ética imperante, no sólo en Chile, sino
que también en todo el mundo. Con pretextos de igualdad e integración, la sociedad está en
un proceso de homogenización cultural y moral, donde lo distinto es bien recibido, pero lo
tradicional y conservador es mal visto. A modo de ejemplo, como docente de un colegio
particular subvencionado amparado bajo la legalidad estatal, en base a las directrices
“propuestas” por el MINEDUC, observo como la ideología de género es una base a trabajar
en el plazo inmediato, con sanciones de no aplicarse. Este es sólo una de las temáticas
valóricas importantes que enfrenta nuestra legalidad.
En vista de que el tiempo es muy corto las iglesias debemos apurar la marcha, y llevar el
Evangelio y la cosmovisión propuesta por este en cada ámbito que el buen Señor nos
permite influenciar.
Pablo pudo transformarse en un puente entre varias culturas, debido a su dedicada
educación. Este es un punto clave que como comunidad cristiana debemos acentuar. Se
observa un fuerte mover en cuanto a la necesidad de capacitarse en la fe reformada, sin
embargo todavía los miembros de distintas iglesias descansan la obra de sus pastores,
consistorios, ancianos y diáconos. Cuando cada creyente se aperciba de su importante papel
en la expansión del Reino, veremos como la obra del Señor se consuma.
Finalmente quiero acogerme, a lo propuesto por el pastor bautista Adrian Rogers: “Con tan
poco hicieron tanto, y nosotros con tanto hacemos tan poco” hablando de la obra de los
apóstoles en el siglo primero. Es menester esforzarnos como creyentes y tomar parte de la
siega que el Señor nos convoca a trabajar.
Bibliografía

George Eldon Ladd. (2002). Teología del Nuevo Testamento. España: Clie.

Deiros Pablo. (2005). Historia del Cristianismo: Los primeros 500 años. Buenos Aires,
Argentina: Ediciones del Centro.

González Justo. (2008). Historia del Cristianismo. Tomo 1. Miami Florida, Estados Unidos:
Editorial Unilit.

Potrebbero piacerti anche