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1, 2018
Universo 9 de la UNAM
R E V I S TA D E L A CO M U N I D A D D E L A E N P 9 “ P E D R O D E A L B A”
México 68:
a 50 años del movimiento estudiantil
Dr. Enrique Luis Graue Wiechers Biól. María Dolores Valle Martínez
Rector Directora General
Dr. Leonardo Lomelí Vanegas Lic. Jaime Cortés Vite
Secretario General Secretaría General
Ing. Leopoldo Silva Gutiérrez Dra. Virginia Hernández Ricardez
Secretario Administrativo Secretaría Académica
Dr. Alberto Ken Oyama Nakagawa M. en C. Ana Laura Gallegos y Téllez Rojo
Secretario de Desarrollo Institucional Secretaría de Planeación
Lic. Raúl Arcenio Aguilar Tamayo Lic. Gabriel Gómez Vilchis
Encargado del despacho de la Secretaría de Atención a la Coordinación Jurídico
Comunidad Universitaria
Dra. Mónica González Contró
Abogada General
Contenido
Colegio de Literatura 27 Documental cinematográfico El
grito. Una interpretación
03 Los años sesenta en la realidad Ángel Saltillo Moreno
mexicana
Arturo Orozco Torre Colegio de Ciencias sociales
Colegio de Filosofía 31 “50 Años del movimiento
estudiantil de 1968: paradojas,
08 El andar de los zapatos: 2 de
contexto amplio y el 2018”
octubre de 1968
Sergio Aguilar Méndez
Gabriel Alejandro Mancilla Yáñez
11 EL 68 sin fin Colegio de Dibujo
Alfredo Gurza
36 Impacto del “México 68” en las artes
Colegio de Historia plásticas
Isabel Mortera Gutiérrez
15 Huellas del 68 en México
Edith Vázquez León
Vox discipuli
21 “En ese callejón sublime de las «Tres
Culturas»”: Análisis del discurso en
42 Los herederos
el poema “¡Escúchame, pueblo!” Lydia Leija y Rodrigo Ortega
del Teniente Coronel de Caballería,
Diplomado del Estado Mayor, Jesús
46 Todo cambia
Jorge Mejía
Ponce de León Rodríguez
Enrique Esqueda Blas
Universo 9 de la UNAM
REVISTA DE LA COMUNIDAD DE LA ENP 9 “PEDRO DE ALBA”
AGOSTO-DICIEMBRE, AÑO 3, NUM. 1, 2018.
EDITORES RESPONSABLES
UNIVERSO 9 DE LA UNAM, Año 3, No. 1, agosto-di-
Q.F.B. Gabriela Martínez Miranda
ciembre 2018, es una publicación cuatrimestral, Dr. Fernando Aurelio López Hernández
editada por la Universidad Nacional Autónoma de
México, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, COMITÉ EDITORIAL
C.P. 04510, CDMX, a través de la Escuela Nacional Mtro. Sergio Aguilar Méndez
Mtro. Gabriel Alejandro Mancilla Yañez
Preparatoria, Plantel 9 “Pedro de Alba”, Avenida Insur- Lic. Aída Daniela Navarro Maycott
gentes Norte 1698, Colonia Lindavista, Delegación Mtra. Gabriela Reding Borjas
Gustavo A. Madero, C.P. 07300, Ciudad de México, Lic. Magdalena Urueta López
teléfono 57502014 y 57502020, ext. 157, correo elec- COORDINACIÓN EDITORIAL
trónico: revistauniverso9@enp.unam.mx, Editores
Lic. Romina Marcela Rubio Moedano
responsables: Q.F.B. Gabriela Martínez Miranda y Dr. Fer-
nando Aurelio López Hernández, Reserva de Derechos FORMACIÓN Y DISEÑO
al uso Exclusivo. No. 04-2016-051311595800-102, D.G. Socorro García Rojas.
ISSN: en trámite, ambos otorgado por el Instituto
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tud de Titulo y Contenido: En trámite, otorgado por Editores Buena Onda, S.A. de C.V.
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por Editores Buena Onda, S.A. de C.V., Domicilio Fis-
cal: Calle Suiza Numero 14, Colonia Portales Orien-
te, Delegación Benito Juárez, Código Postal 03570,
Ciudad de México, teléfonos: 55-32-29-00 correo
electrónico: editores@ebuenaonda.com.mx, este
número se terminó de imprimir el día 11 de diciem-
bre de 2018, con un tiraje de 500 ejemplares, impre-
sión tipo offset, con papel couché de 150 g. para los
interiores y papel couché de 250 g para los forros.
Correspondencia y Distribución:
UNIVERSO 9 DE LA UNAM,
Escuela Nacional Preparatoria, Plantel 9 “Pedro de Alba”,
Avenida Insurgentes Norte 1698, Colonia Lindavista,
Delegación Gustavo A. Madero, C.P. 07300,
Ciudad de México,
Teléfono 57502014 y 57502020, ext. 157, Torre de Rectoría el 2 de octubre de 2018
correo electrónico: revistauniverso9@enp.unam.mx Fotografía tomada de la cuenta de twitter
de la UNAM (@UNAM_MX)
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Editorial
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COLEGIO DE LITERATURA
José Agustín
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forma de considerar los valores de la clase media y de la
burguesía vigente?
Para darle respuesta a estas interrogantes debemos
entender primeramente que cuando surgen los referidos
textos, la población juvenil se ha multiplicado conside-
rablemente y que requiere de una representatividad. No
hay que olvidar que para estas fechas las nuevas gene-
raciones constituyen la mayor parte de la colectividad
nacional. La “onda” es una llamada de atención, es un gri-
to de protesta tan agresivo como estridente, que recla-
ma la ubicación de estas voces en la sociedad.
En ambas obras, se manifiesta un lenguaje lúdico y
poco formal pues se trata de reproducir la realidad cotidia-
na de los adolescentes clasemedieros. Ahora bien, si por
una parte se muestra su espíritu contestatario, por la otra
se observa una interioridad llena de afecciones que no
tiene mucho que ver con la franca desinhibición que
acostumbran. Detrás de la rebeldía que adoptan se ad-
vierte la inseguridad, más allá de la actitud irrespetuosa
que poseen, se percibe el desencuentro, por detrás de
su atrevimiento se muestra la conflictiva existencial que
los consume y la falta de identidad en el medio social al
que pertenecen.
Ahora bien, el tiempo pasa y los sesenta siguen ade-
lante en busca de una liberación efectiva. Otros escrito-
res se suman a la “onda” y apoyan el reclamo de libertad
iniciado anteriormente, entre ellos están Parménides
García Saldaña, René Avilés Fabila y Jorge Arturo Ojeda.
Antes de continuar, debemos de agregar que esta
revolución moral tiene sus primeros antecedentes con
dos obras de teatro que se ocupan del mundo adoles-
cente y que alcanzan gran éxito en sus primeras tem-
poradas de presentación. Se trata de Las cosas simples
(1953) de Héctor Mendoza y Susana y los jóvenes (1954)
de Jorge Ibargüengoitia. En realidad, el primero que se
acerca al tema mencionado es el teatro y no la narrativa;
claro, los dramas nunca alcanzan la repercusión desme-
dida que se logra con las obras novelísticas. Quién como
ellas para manifestar tal dinamismo en los medios publi-
citarios, circunstancia que sobrepasa ampliamente a las
representaciones dramáticas.
Avanzados los años sesenta, también el cine aporta
lo suyo al ámbito juvenil que continúa en primer plano.
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En 1968, de pronto estalló en la calle, en el Paseo de la Re-
forma, en el Zócalo la voz que había permanecido callada
durante tantos años, al grado que se hablaba del mutismo del
mexicano, la dejadez del mexicano, el “ni modo” mexicano,
la indiferencia del mexicano. En 1968, miles de mexicanos
salieron de sus casas a gritar su coraje, su inconformidad.
De pronto, no sólo reclamaban su repudio al gobierno sino
que estaban dispuestos a que se cumplieran sus peticiones,
clamadas bajo el balcón presidencial. El movimiento es-
tudiantil actuó como detonador. El rencor de años trasmiti-
do de padres a hijos salía a la superficie. Los hijos empeza-
ron a asfixiarse en esa atmósfera de cuchicheos, de “mejor
no”, de “al fin que no podemos hacer nada”. “las cosas no
van a cambiar porque tú hables”, etc. Al menos podían gri-
tar a voz en cuello y formar esa masa crítica, intencionada,
móvil, que atemorizó al gobierno a tal grado que lo llevó
al enloquecimiento trágico y criminal que escindió nuestra
vida pública. (…) Aparentemente todo ha quedado igual
y sin embargo (…) uno siente que todavía subsiste en los
jóvenes el arrojo del 68, pero ahora con una mayor reflexión,
un sentido más profundo y una proyección en la que
quisiéramos adivinar el rumbo terco y decidido para salvar-
nos históricamente.” (Poniatowska, 1969)
Referencias
• Agustín, José. (1964). La tumba. México. Grijalbo.
• Sainz, Gustavo. (1965). Gazapo. México, Joaquín Mortiz.
• Mendoza, Héctor. (1953). Las cosas simples. México. CONACULTA
• Ibargüengoitia, Jorge. (1954). Teatro reunido. México. Joaquín Mortiz.
• Poniatowska, Elena, (1969). “El movimiento estudiantil de 1968”, Re-
vista de la Universidad Nacional de México.
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COLEGIO DE FILOSOFÍA
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que ellas también habían sido hechas a
un lado; poco después se sumaron las Nadie se esperaba que el ejército disparara
botas obreras, apoyando a sus hijos; y contra ellos, que asesinaran a tantos y
poco a poco se unió todo el calzado que
tantos zapatos, que los persiguieran por
había sido ignorado y pisoteado por po-
derosos: los huaraches campesinos, los las calles, los sacaran de los edificios,
zapatos empleados, todos juntos para los golpearan, humillaran,
decir: ¡Basta! Así comenzó el movimiento asesinaran y los desaparecieran.
del 68, la rebelión de los zapatos.
No fue fácil, recuerdan los estudian-
tes, porque sabían muy bien que en este millan y torturan hasta que ya no queda
país lo primero que le hacen a los zapatos nada de ellos, ni por dentro ni por fuera,
rebeldes, es decir, a los zapatos que no hasta que mueren. Y, para no dejar rastro
quieren seguir siendo pisoteados por las de estos actos criminales, las botas mili-
botas poderosas de los militares y poli- tares suelen meter a los zapatos rebeldes
cías, o ignorados por los zapatos bien en hornos gigantes para volver ceniza
limpios y boleados de los políticos y go- a los inconformes. Los zapatos que son
bernantes, lo primero que le hacen a los za- tomados por los militares difícilmente
patos rebeldes es asesinarlos, matarlos vuelven a regresar a casa y aunque sus
de formas horribles. Ya lo habían hecho familiares y amigos se pasen la vida bus-
con obreros, ferrocarrileros y campesi- cando sus huellas, jamás vuelven a apa-
nos, y ahora, frente a los estudiantes, el recer. Cuando uno se imagina las historias
gobierno utilizaba militares y paramilita- de esos zapatos rebeldes siendo tortu-
res, escuadrones especiales para reprimir rados, sientes que se te hace un nudo en
a los jóvenes que sólo querían salir a las las agujetas y te dan ganas de llorar de
calles y sentirse libres. rabia e indignación.
Se cuenta que cuando atrapan a un za- Pese a todo, aún con las amenazas y
pato rebelde, primero lo llevan a un cuar- el aparato del Estado represor intentan-
tel militar, ahí lo encierran en calabozos do frenar a los jóvenes, ellos parecían que
oscuros, lo golpean hasta que ya no pue- no tenían miedo; mientras el gobierno to-
de más y luego siguen con la tortura; lo maba escuelas para convertirlas en cuar-
sumergen en el agua, lo exponen a los teles, los tenis estudiantes salían a las
rayos asfixiantes del sol, hasta que su piel calles, los mercados y las plazas públicas
se hace dura y luego se pudre; cuentan para hacerse escuchar, para exigirle al
que a algunos incluso les despegan las gobierno: libertad de expresión y que
suelas, los mutilan, los queman, los hu- cualquier zapato levantara su lengüeta
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COLEGIO DE FILOSOFÍA
EL 68 sin fin
Alfredo Gurza
Coordinador de Investigación del Centro Nacional de Investigación,
Documentación e Información de Artes Plásticas / INBA.
Filósofo egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM
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La jubilosa inauguración de los Juegos
Olímpicos, apenas unos días después de
la matanza, mientras los padres de las
víctimas padecían lo indecible tratando
de hallar noticias en los ministerios
públicos, los hospitales y la cárcel, resulta
literalmente obscena; como obsceno es
también el silencio de los medios có la revista Por qué (la publicación más
de comunicación. tenaz en el acompañamiento solidario
de las luchas sociales en México y Lati-
noamérica de esa época). Esta imagen,
consciente y propositiva de cambios de por su terrible elocuencia, debería bastar
raíz en la sociedad. para poner fin a toda discusión en torno
La dimensión grotesca de todo esto a las mistificaciones del 68.
puede indicarse fácilmente al contrastar Sin embargo, no basta. La memoria
lo dicho por el Presidente del Comité del 68 –como toda la memoria colectiva–
Olímpico Internacional, Avery Brundage, es un territorio en disputa interminable.
a propósito de la Olimpiada Cultural, el El movimiento estudiantil se resignifica
proyecto de difusión cultural y artística como sitio originario –y por lo tanto justi-
que acompañó la justa deportiva: “En la ficador, incluso por la sangre de los már-
historia de los Juegos Olímpicos se re- tires– de proyectos políticos y visiones de
cordará que fue México, un país relativa- nación no sólo diferentes sino opuestos
mente joven, quien abrió el camino a la entre sí. Precisamente porque siendo me-
pureza, belleza y sencillez de las antiguas moria, siendo pasado, sólo puede vivir
Olimpiadas”, con la fotografía del niño ba- como tal en el presente. En lectura teleo-
leado, tendido en la morgue, que publi- lógica, el futuro es la causa del pasado: los
hechos del 68 contenían necesariamente
la semilla del México de hoy y sólo basta
decidir qué cosa sea esto para hallarla en
la evocación de aquellos días.
Así se ensalza hoy, en la lectura do-
minante, como heraldo de la democra-
tización (electoral, vagamente social) de
nuestro país, y para ello se reduce la com-
plejidad contradictoria de las movilizacio-
nes y las demandas, de la composición
social de los contingentes y de las con-
cepciones que aquellos jóvenes tenían
de lo que efectivamente estaban hacien-
do, para dar con una versión purificada,
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COLEGIO DE HISTORIA
Huellas del 68
en México
Edith Vázquez León
Colegio de Historia, plantel 7 “Ezequial A. Chávez”
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la liberación femenina de los sesenta, entre otros muchos asuntos.
(Cfr. Alegatos: 2008, 312-320)
El carácter, los ideales y el comportamiento de la lucha estudian-
til del 68 se forjaron en ese contexto y por fin dieron a luz a través de
sus pintas en bardas, carteles, volantes, manifestaciones, discursos,
brigadas y pliego petitorio. En estos y otros medios, los jóvenes estu-
diantes proyectaron la diversidad de sus consignas y de sus inclina-
ciones acerca de la dirección que debían dar a su movimiento, pero
también dejaban ver el país que querían: un México sin abusos de
poder y sin aparatos represivos, un país con democracia, derechos,
libertades y autonomía política para sus ciudadanos en general.
Estudiantes procedentes de la UNAM, el IPN, la Escuela Nacional
de Maestros, la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, y otras
entidades educativas, lograron poner al descubierto, entre julio y oc-
tubre de 1968, sin ropaje, la naturaleza represiva, autoritaria e intole-
rante del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, la condición servil de los
medios de comunicación y de la Iglesia, la complicidad y posición
corrompida del Congreso de la Unión, y la sumisión de los aparatos
de poder policiaco y militar.
Acusados por el gobierno de ser apátridas, subversivos, comunis-
tas, infiltrados, enemigos, delincuentes sociales, intransigentes, ma-
nipulables, etc., los jóvenes estudiantes, también lograron el apoyo
de alumnos de escuelas particulares, como la Universidad Iberoame-
ricana, al igual que el de trabajadores electricistas, campesinos,
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Existen, además, otra serie de logros do. Carlos Monsiváis (2008), afirmaba que
que aunque menos concretos son más con el 68 comenzó, en forma multitudina-
importantes para la vida política de ria, la defensa de los derechos humanos.
México. El Movimiento ha abierto en el Para Lorenzo Meyer (2003), el 68, visto co-
país una etapa de discusión, de crítica mo un movimiento radical y efectivo
y de reflexión política revelando las la- contra la legitimidad del orden existente,
cras del sistema, promoviendo así que marcó el inicio de una etapa de trans-
amplios sectores del pueblo, indife- formaciones, “del trágico inicio de la eta-
rentes muchas veces ante los graves pa final del régimen posrevolucionario”,
problemas que afectan a nuestra co- al tiempo que puso al descubierto la fal-
munidad, tomaran conciencia de esos ta de voluntad de la elite gobernante pa-
problemas y estuvieran dispuestos a ra democratizar al país. Raúl Jardón (1998),
luchar por la solución de ellos. Ha de- por su parte, reconoce la lucha como
mostrado que en México es posible un antecedente importante en el movi-
movilizar a grandes sectores del pue- miento de las mujeres, en la defensa de
blo, al margen de los controles oficia- los derechos a la diversidad y a la liber-
les, en manifestaciones y mítines en los tad sexual, etc., aunque también lo con-
que la participación fue resultado de la cibe como un marco de desesperanzas
convicción y no de presiones o recom- que orilló a algunos a enrolarse en la gue-
pensas.(CNH: 4 de diciembre de 1968) rrilla, en las adicciones y en el suicidio.
Resulta igual de interesante la visión
La discusión, la crítica y la reflexión políti- que nos brinda Gilberto Guevara Niebla,
ca a la que se refiere el Manifiesto, conti- uno de los principales líderes del 68, quien,
nuó y continúa proyectándose desde ám- en una entrevista con Iván Pliego More-
bitos y tendencias distintas, incluso en la no (2008), afirma que las banderas de
voz y pluma de sus propios protagonistas lucha del movimiento se reflejan en la
y testigos. En relación con los alcances de democratización del país con la apertu-
la lucha, según el análisis historiográfico ra política evidente en las reformas elec-
de Ahremi Cerón (2008), sustentado en torales, en la liberalización de los medios
algunas de las obras escritas entre 1998 y de comunicación, en el fortalecimien-
2008, este es “el rubro donde existen más to del sindicalismo y en la lucha electoral.
diferencias” y más aún cuando aluden a Asimismo, señala que las mismas bande-
la concientización política de la sociedad ras se proyectaron en la sobrepolitización
y a la supuesta apertura democrática que y radicalización de las escuelas públicas
inició con Luis Echeverría Álvarez, el suce- superiores, en el fanatismo de la izquierda,
sor de Díaz Ordaz. “produciéndose un incuestionable de-
De acuerdo con Sergio Aguayo (2018), rrumbe en la calidad de los servicios
México cambió para bien y para mal a educativos”, además del radicalismo ex-
raíz del 68, pues algunos de sus resulta- tremista y arbitrario del ejército y la policía.
dos incidieron en la democratización del Guevara Niebla, plantea asimismo, al-
país en tanto que otros propiciaron que gunos cambios culturales presentes en la
los mexicanos se acercaran más “a los in- relación entre profesores y alumnos, en el
fiernos del miedo”, a la violencia del Esta- diseño de nuevos planes de estudio, en
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Referencias
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miento estudiantil. México: UNAM-Comité 68.
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un programa de radio en línea). Recuperado de https://www.youtube.com/watch?time_conti-
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gráficas 1998-2008. Andamios, Revista de Integración Social (20), IX, México: Universidad Autónoma de
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cuperado de http://dicidenteradio.blogspot.com/2011/09/manifiesto-la-nacion-2-de-octubre.html
• Jardón R. (1998). 1968, el fuego de la esperanza. México: Siglo Veintiuno.
• Meyer, L. (2003). La visión general. Bizberg, I. Y Meyer, L. (coord.) Una historia contemporánea de Méxi-
co. Transformaciones y permanencias. Vol. I. México: Océano.
• Monsiváis, C. (2008). El 68. La tradición de la resistencia. México: Era.
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• Universidad Autónoma Metropolitana. (septiembre-diciembre de 2008). El 68. Alegatos en línea. (70).
México: Universidad Autónoma Metropolitana -Azcapotzalco/División de Ciencias Sociales y Hu-
manidades. Departamento de Derecho. Recuperado de https://www.azc.uam.mx/publicaciones/
alegatos/inicio.php
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Un hecho aparentemente banal ideología clara (Ponce de León, 1968, 9).
como una riña entre jóvenes de Daban malos pasos. Entonces se alude
a la figura de “fuerzas extrañas” para dar
bachillerato,desencadenó uno de los una explicación a su conducta.
movimientos más significativos de El teniente coronel estaba conven-
protesta del periodo posrevolucionario. cido de que se les había tendido una
trampa desde múltiples flancos, siendo
se presenta como un hermano, patriota engañados, enceguecidos y ensorde-
y una especie de materialización de la cidos. Fueron vistos como falsos defen-
voz colectiva que aspira a ser escucha- sores, libertadores, mesías y salvadores.
da. Su construcción de la muchedum- Asimismo, se les trató de incautos, in-
bre escapa al sesgo típico de asumirla, en genuos, quijotescos, como seres de co-
lo esencial, perteneciente a las clases ba- media o recién despiertos de un “sueño
jas; de modo que tiende a integrarlas con pueril”, sostén de credos caducos y cau-
otras, por lo que puede deducirse, que sas desgastadas y vulgares. Estas opi-
las concibe conviviendo idealmente en niones se reforzaron al infantilizarlos,
armonía. restándoles capacidad de juicio y per-
Pretende expresar un sentimiento cepción correcta de las cosas. Se trataba
legítimo de preocupación por el curso de redentores descritos también como
de las movilizaciones estudiantiles, de “burguesillos”, con predisposición a la
ahí que deba aceptar una subdivisión dictadura; podría decirse, kantianos, he-
entre ellos, que podría caer en los rubros gelianos o marxistas. Tan sobrevalorados
de auténticos e impostores. A los prime- que habían perdido su valor.
ros los revela como “Hijos del gobierno”, Aunque sorprendido por el sentido de
“Hijos del subsidio”, mientras que a los se- unidad entre estudiantes de la UNAM, el
gundos, como rebeldes. Los lleva de su Politécnico, Escuelas y Normales, los des-
subordinación patriarcal al gobierno y califica por dejar de estudiar y los acusa
de su conformidad filial a una transmuta- de tergiversar el sentido de la autono-
ción en “cuervos”. Dice: “Su afán de pres- mía. Ahora los enfoca como elementos
tigio / Su falsa modestia / Su disfraz de llevados por el furor del heroísmo; como
héroes” incentiva el rencor entre genera- causantes del empobrecimiento y es-
ciones y clases. El pacto social se quebra- tancamiento del pueblo (otros los tildarán
ba por sus actuaciones sin fines, razón e de terroristas). Se les acusa de creer inge-
nuamente que castigaban a los ricos, pe-
ro estos estaban lejos de ser afectados
por sus golpes, en cambio, los efectos y
las heridas serían para los pobres, por
quienes se deduce, estaban luchando.
De ahí estamos a un paso de una
conceptualización excesivamente nega-
tiva de ellos como violentos, imprecado-
res y asesinos. Se asienta además una
distinción generacional entre un grupo
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soviéticos) (Lara, 2002). Por lo tanto, la úni- tural compartido por otros movimientos
ca vía de resolución que se descubría en en Occidente.
el horizonte no era el diálogo abierto y En México, Monsiváis (2013) logró
de frente a la ciudadanía, como exigían captar –con gran similitud a Raymond
los estudiantes, era su regreso a las aulas Aron– la urgente necesidad de descen-
y su subordinación al poder del gobier- tralizar el poder. Un hecho aparentemen-
no. Su poema concluía: te banal como una riña entre jóvenes de
bachillerato entre los días 22 y 23 de ju-
Nosotros debemos / Conservar lo nues- lio de 1968, con la intervención del cuerpo
tro, / Ya que por disputas, / Abuelos de granaderos desencadenó uno de los
perdieron / La otra mitad; ¡¡Por favor movimientos más significativos de pro-
hermanos / Evitad por siempre, / Que testa del periodo posrevolucionario. Co-
fuerzas extrañas / Dividan o manchen mo Domínguez (2015) lo ha destacado,
/ A nuestra heredad!!. (Ponce de León, siguiendo a Monsiváis, hubo un cambio
1968, 9) en la manera de comprender la histo-
ria, en particular, después de la revolu-
ción mexicana, corriente fosilizada por los
3. Relaciones discurso/realidad funcionarios públicos. Se trató de una
lucha de resistencia basada en la razón
Carlos Fuentes (2013) logró observar la y en contra de la opacidad de las autori-
emergencia de un espíritu contestata- dades, su descarada corrupción, corpora-
rio en las revueltas francesas de mayo del tivismo, oficialismo y conservadurismo.
68. La juventud de la posguerra se sentía Fue en el más amplio sentido, una batalla
inconforme con el futuro que el estado porque se respetaran todas las garantías
de bienestar y el capitalismo consumista otorgadas por la Constitución de 1917,
les ofrecían a cambio de la domestica- por avivar un sistema momificado, bu-
ción de sus vidas. Deseaban renovar el rocratizado y vertical para realizarse con
mundo, trastocar la esfera social soca- dignidad, alegría y libertad.
vando viejas estructuras, ideas y formas En las estrofas de Ponce de León
de relación social. Este fue un clima cul- tenemos otra mirada: la del aparato de
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Universo 9 de la UNAM
Referencias
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toria de los ejércitos mexicanos (pp. 513-540). México, SEDENA, SEP.
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• XLIX Legislatura (30 de abril de 1976). Diario de los debates, III, 18.
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COLEGIO DE HISTORIA
Documental cinematográfico
El grito.
Una interpretación
Ángel Saltillo Moreno
Colegio de Historia
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Universo 9 de la UNAM
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estudiantes y el Estado (el pensamiento y sociales, no sólo a nivel local (Ciudad de
liberal estudiantil respondiendo al auto- México), sino también a nivel nacional.
ritarismo del Estado mexicano), por otra, Podemos plantear que la intención de
una óptica más grande del problema: el este documental más que buscar plasmar
conflicto político entre el gobierno y gru- una realidad contundente ante la lente,
pos de ciudadanos buscando ser escu- es interpretar, pensar los acontecimien-
chados e intentando que el gobierno tos más allá de las imágenes y sonidos,
cumpla la ley. ir más allá del tiempo y espacio narrados.
Así, El grito va más allá del movimien- Es un análisis cíclico: partir de lo general
to estudiantil de 1968 en México y de para ir a lo particular y regresar a lo ge-
la descripción gráfica y sonora de tres neral; es intentar construir una narración
meses de marchas y manifestaciones. Es sustentada en testimonios objetivos, en
un análisis y una denuncia de la represión argumentos. No es una ficción, sino que
por parte del gobierno hacia distintos se trata de una línea argumentativa para
sectores de la sociedad mexicana. Una crí- permitir la reflexión y el análisis.
tica al modelo económico vigente, a la Ante todo, El grito denuncia en imáge-
concentración del poder político, econó- nes el poder represor del Estado, del go-
mico y social en unos cuantos grupos, y a bierno de Gustavo Díaz Ordaz. Muestra
la creciente depauperización y desigual- con claridad las formas que había encon-
dad de la sociedad mexicana, así como a trado el Estado mexicano de legitimar
la creciente pérdida de libertades. el poder para dejar claro, a través de la
En general, se trata de mostrar cómo represión policiaca y militar hacia el mo-
este movimiento social cuestionaba y tras- vimiento estudiantil, que seguía vigente
tocaba estructuras económicas, políticas el gobierno autoritario, La aceptación del
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pliego petitorio hubiera significado una blo. A lo largo del documental este es el
derrota para el gobierno, le hubiera res- elemento principal. Parecería que López
tado poder a su autoritarismo. Arretche y su equipo de trabajo, no que-
Leobardo López Arretche (director) rían que se perdiera de vista la violencia;
articula todos los aspectos del documen- querían que se fijara en generaciones
tal, con un hilo conductor: la violencia del presentes y futuras el rechazo y la conde-
Estado mexicano ejercida sobre el pue- na a ese tipo de acciones.
Referencias:
• Ibars Fernández, Ricardo. (2006) La Historia y el cine, Universidad de Zaragoza, Clío, núm. 32, 2006. Vid:
http://clio.rediris.es/n32/historiaycine/historiaycine.htm
Ficha técnica:
• Rovirosa, José (productor). López, Arretche. Leobardo (director). (1968). El grito [Documental]. Méxi-
co. Universidad Nacional Autónoma de México. Centro Universitario de Estudios Cinematográficos.
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COLEGIO DE CIENCIAS SOCIALES
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Universo 9 de la UNAM
Producto Interno Bruto (PIB) crecía a una Aquí está el núcleo de la paradoja:
tasa promedio de 6%, el aumento de los durante el proceso de industrialización,
precios era relativamente bajo, el tipo de el gobierno enviaba veladamente a la
cambio mostraba estabilidad con aque- población el mensaje de que todos los
lla paridad histórica de 12.50 pesos por esfuerzos estaban concentrados, por el
un dólar; los salarios reales mejoraban, momento, en ir logrando avances en
lo que se traducía en una recuperación el ámbito económico, y que cuando este
de los ingresos en la población. El em- objetivo se alcanzara plenamente, en-
pleo parecía mantener un ritmo de creci- tonces se atendería el aspecto políti-
miento adecuado para las tasas de cre- co, el de las libertades, pero que, por el
cimiento de la población, y en específico momento, no se podían tener los dos
sucedía lo siguiente: “…me refiero sólo a aspectos, había que esperar, sin embar-
la evolución del empleo no agrícola que, go, la promesa estaba hecha. Pero resul-
además, desde el punto de vista de la ta que en los años sesenta tal promesa ya
población estudiantil (preparatorianos no basta, ya no alcanza. Los estudiantes,
y universitarios) que estallaron el movi- los jóvenes, como punta de lanza de la
miento estudiantil (M68), es el más per- sociedad exigen, que es hora de abordar
tinente. […] Podemos concluir que el los temas concernientes a los derechos
empleo no agrícola en el medio urbano cívico-políticos y a la transformación del
(en sentido amplio) habría crecido con sistema político mexicano.
suficiencia […] y que no habría en el Esto explica cómo es que desde la
periodo 1960-1970 tendencias al creci- década anterior, la de los años cincuen-
miento del desempleo urbano.” (Boltvi- ta, ya se empezaron a presentar movi-
nik, 2018, p. 28). mientos de protesta en diversos sectores
Toda esta cantidad de datos econó- de la sociedad que llegarían a un punto
micos, y más, son los que generan en cumbre con el M68. Pero, obviamente, el
el gobierno la cerrada idea de que los gobierno no estaba dispuesto a renun-
Juegos Olímpicos de 1968, concedidos a ciar a su esquema de dominio bajo el pre-
nuestro país, es una especie de premio, texto de los logros económicos y quería
de reconocimiento a los logros económi- mantener esta receta: “La fórmula Estado
cos del llamado “Milagro Mexicano”; es un fuerte y sociedad civil profundamente dé-
aval de que el sistema funciona bien y no bil (herencia ancestral de nuestra organi-
hay motivo para realizar cambios sustan- zación social y política, y reforzada por la
ciales. Revolución…).” (Zermeño, 2011, p. 89).
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Así era, la fragilidad de la sociedad fomentando un crecimiento sustantivo
mexicana, en cuanto a iniciativas o res- de la clase media. Las instituciones que
puestas organizadas frente a las acciones se fueron creando como consecuencia
gubernamentales, casi no posibilitaba de la Revolución Mexicana y su institu-
la existencia de espacios de protestas o cionalización, sumado a la creciente ma-
exigencias. El gobierno, y su forma de es- sificación de la educación pública y los
tructurar el control social, dejaban már- requerimientos que la transformación
genes reducidos para una auténtica e económica iba imponiendo, se convir-
independiente manifestación de las in- tieron en promotores directos del asenta-
quietudes sociales. El respetado analista miento de una clase media con demandas
Sergio Aguayo, lo resume muy bien en su y visiones propias sobre la conducción del
reciente libro sobre el M68: “México era país. Hay que decir que es una clase media
un país rigurosamente controlado. Quie- todavía con notorias limitantes de opor-
nes deseábamos participar en la vida tunidades. Es más, recordemos que en
pública teníamos que hacerlo en algu- 1954 se inaugura Ciudad Universitaria
na institución dirigida por el gobierno, como producto, entre otros factores, del
sumarnos a los escasos partidos y movi- aumento de la matrícula universitaria
mientos independientes o atrincherarnos que a su vez se vincula con las crecientes
en la autonomía de grupos marginales.” aspiraciones de la clase media; y cator-
(Aguayo, 2018, p. 24). ce años después estallaría el M68. Pues
bien, básicamente es esa clase media,
encarnada en los estudiantes, la que pide
Los niños y la clase media, ya apertura, espacios de expresión y ver-
crecieron dadera democracia. A estos reclamos se
fueron sumando otros grupos sociales,
Pero resultó que al inte- pues eran anhelos ge-
rior del mencionado pro- nerales de la sociedad me-
yecto industrializador de xicana, lo que permitió
nuestro país se fue ges- darle mayor legitimidad
tando otra paradoja: el al movimiento sin que
Estado mexicano y el mo- éste perdiera su perfil
delo económico fueron principal: un movimiento
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Si es que esta premisa se acepta, de absoluto a las libertades y derechos cívi-
que tal vez estamos frente a la tercera cos y políticos.
llamada de la democracia, entonces Incluso, si llegase a cumplirse este
contemplaríamos una paradoja más: en anhelo colectivo, nunca habrá que dejar
2018, en el momento histórico en que en el olvido al M68; siempre habrá que
se han ejercido y respetado a cabalidad los regresar una y otra vez a él con miradas re-
derechos electorales y de expresión, re- novadas y con análisis comparativos.
sulta que la situación económica del país Bien lo dijo Monsiváis: “Hay un 68 por
se encuentra en entredicho, con tasas de descubrir, lejos de los manifiestos y de las
crecimiento bajas, con cifras apabullan- posiciones críticas; un 68 de estricta resis-
tes de pobreza, con una fuerte concen- tencia política, del ‘Ya basta’ organizado
tración del ingreso, con desempleo y un por nadie y por todos al mismo tiempo.”
amplio etcétera. He aquí el enorme reto (Monsiváis, 2010, p. 154).
que enfrenta el país, el de lograr alcanzar Y así es, todos debemos valorar las
y conciliar una realidad económica favo- aportaciones que nos legó el M68 a cin-
rable para la población, con el respeto cuenta años de su aparición.
Referencias
• Aguayo, Sergio. (2018). El 68. Los estudiantes, el presidente y la CIA. México: ediciones Proceso.
• Boltvinik, Julio. (10 de agosto, 2018). “Economía moral. Recordar el 68. Época de crecimiento del
empleo y de los salarios reales”, en La Jornada, p. 28. México.
• Monsiváis, Carlos. (2010). Democracia, primera llamada. El movimiento estudiantil de 1968. México: Go-
bierno del Estado de Colima, Editorial “E” y CONACULTA.
• Zermeño, Sergio. (2011). México: una democracia utópica. El movimiento estudiantil del 68”. México:
Editorial Siglo XXI.
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COLEGIO DE DIBUJO
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La actividad estudiantil en México durante 1968, se ini-
ció en el mes de julio y concluyó con el retiro de la manifes-
tación de los estudiantes del 13 de diciembre, tras el acecho
del ejército, en la avenida Insurgentes y en las cercanías de
la Universidad Nacional Autónoma de México y del Institu-
to Politécnico Nacional. El momento más crítico fue, como En varios países
sabemos, la matanza perpetrada el 2 de octubre por el ejér- estallaron
cito a las órdenes de un gobierno tenso y autoritario, con el movimientos sociales,
fin de reprimir un movimiento social que se extendía cada
los cuales, a pesar
vez más y que se estaba convirtiendo en un riesgo para la
inminente realización de los Juegos Olímpicos de los que el de tener diversos
país sería sede. objetivos y de lograr
Durante este período de agitación y en el ambiente del diferentes resultados,
68, se generaron alternativas para mostrar la inconformidad
tenían algo en
estudiantil que utilizaron canales de distribución no comer-
ciales tales como fanzines, revistas, posters y “grafitis” que se común: la urgencia
convirtieron en vehículos de expresión individual y grupal. por transformar
Después de los acontecimientos de este año las artes el autoritarismo
plásticas no volvieron a ser las mismas. Se puede señalar
y la inmovilidad
que todavía a finales de los años cincuenta las Instituciones
oficiales en México no aceptaban el arte abstracto y otras establecidos
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En México durante, el
movimiento del 68, se
desarrolló la gráfica
de protesta a través de
carteles, mantas y posters
que se pegaban en lugares
públicos
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e izquierdas populistas, centros y ultrade-
rechas cristianos, están hambrientas de for-
mas artísticas, políticas y sociales que den a
la actividad individual y social un sentido
y un orden, algo que mantenga la cohe-
sión comunitaria y le sirvan de desahogo.
Vale decir que el arte conceptual se de-
sarrolló fundamentalmente desde fina-
les de la década de los sesenta hasta
inicios de los ochenta del siglo XX. Los
orígenes se encuentran en la obra de
Marcel Duchamp, artista que afirmaba
que el concepto era más importante que
el objeto artístico.
En las manifestaciones artísticas del
movimiento estudiantil del 68, participa-
ron brigadas gráficas, tanto de la Acade-
mia de San Carlos, como de La Esmeralda,
del Politécnico Nacional y del Taller 26 de
julio, tanto con jóvenes artistas como
exposición en la cual las obras no mostra- con maestros que habían estado en el
ban el conflicto social; por ello, algunos Taller de la Gráfica Popular. Algunos de
artistas voltearon sus obras para convertir esos artistas crearon posteriormente en
el revés en cartel de protesta, como de- los años setenta el colectivo “Mira” (Sierra,
mostración de solidaridad con el grupo 2018), ya que en el movimiento del 68, se
estudiantil del 68. dieron las bases para que, posteriormen-
En México, durante el movimiento te, en los años setenta, surgieran diversas
del 68, se desarrolló la gráfica de protesta corrientes que se caracterizaron por su
a través de carteles, mantas y posters que interés en una producción artística alter-
se pegaban en lugares públicos; así como nativa que trató de concientizar, a través
a través del grabado, la serigrafía y la fo- de las imágenes, a toda una población
tografía. Estas obras tenían como fina- marginada, sacando al arte de sus espa-
lidad la protesta y la crítica política, con cios tradicionales y llevándolo a la calle
frases de repudio. Fue un proceso dinámi- para que fuera accesible a ese público.
co que hacía converger el concepto del De igual modo, intentaron llamar la aten-
arte con el activismo político y la partici- ción sobre problemas políticos y sociales,
pación del público. proporcionando una visión interactiva,
Todo ello dio pie también a la creación imaginativa y relevante en amplios sec-
y difusión de otras manifestaciones artís- tores de la sociedad.
ticas como el Happening y el Performance, Otras exposiciones artísticas impor-
las cuales han tenido una buena recep- tantes durante el 68 mostraron este am-
ción por el público ya que las sociedades biente de protesta e inconformidad que
latinoamericanas, divididas entre derechas caracterizaron al arte de los años 60. Por
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En el ambiente del
68, se generaron
alternativas
para mostrar la
inconformidad
estudiantil que
utilizaron canales
de distribución no
comerciales
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que expusieran. Todo esto desató un nuevo desarrollo en
la expresión artística en México más libre y de mayor acep-
tación.
Por último, vale la pena decir que con motivo de los
Juegos Olímpicos, la escultura también tuvo un espacio de
expresión en la Ruta de la Amistad: proyecto de escultura
abstracta monumental que se llevó a cabo en 1968 en el
contexto de la llamada Olimpiada Cultural. Las obras se ex-
tendieron por un espacio de 17 kilómetros con 19 escultu-
ras sobre el Periférico Sur y contó con la participación de
prestigiados escultores mexicanos y extranjeros (Edificios
de México, 2014). La recepción pública y la crítica fueron
muy favorables.
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VOX DISCIPULI
Universo 9 de la UNAM
Los herederos
Lydia Leija y Rodrigo Ortega
Exalumnos del plantel 9
“Pedro de Alba”
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Mañana será la Marcha del Silencio
que dentro de este extraño remake del 68
conmemorará a la de hace diez lustros y,
aunque todavía no lo sabemos, cientos
de enardecidos estudiantes tomarán el
Museo Nacional de Antropología, forzan-
do sus puertas de cristal al coro de “No
somos porros...”
cortesía de invitarnos a comer después La UNAM (al menos gran parte de ella)
de su respectiva entrevista. ha estado en paro desde el 4 de septiem-
Todo lo hacemos con cierta nostal- bre por los terribles acontecimientos del
gia. Sabemos que ésta es la última en- 3, en que varios estudiantes fueron heri-
trevista que haremos para el trabajo que dos por las manos de la misma juventud.
lleva meses cocinándose. De alguna ma- ¿Quién manda a los porros?
nera, algo del verano que todavía vive en Esta interrogante ha movilizado a la
nosotros morirá hoy. comunidad estudiantil de toda la Ciudad
A las entrevistas les seguirá un arduo de México. El jueves pasado docenas de
proceso de edición, que también hare- politécnicos marcharon a Rectoría acom-
mos nosotros, en el que habrá que sacri- pañando a la manifestación de la UNAM.
ficar pasajes enteros de la vida de otras Una vez más, como hace cincuenta años,
personas para conservar sólo lo que con- la unidad cobija a los estudiantes. Puede
sideremos indispensable o enriquecedor que los medios sean similares, pero los
para comprender el Movimiento Estu- fines y las causas de este nuevo movi-
diantil de 1968 en una hora. miento difieren en mucho de aquellas
La fecha exacta de inicio es poco cla- que se hicieron escuchar en las calles de
ra (comenzamos a entrevistar a principios la olímpica Ciudad de México en 1968.
de junio), pero se podría decir que he- Pero, a pesar de las forzadas similitudes
mos ido trabajando a la par que los hitos que se busca encontrar con el Movi-
del Movimiento han cumplido 50 años. El miento Estudiantil de hace 50 años, las
27 de agosto, cuando se conmemoraba cosas son bastante distintas. Una de las
la marcha más grande del Movimiento, más significativas diferencias es que esta
estrenábamos el previo del documental. vez, el Rector, la figura de autoridad y
Más de cien vistas en una hora. Si los es- supuesta intelectualidad, era quien esta-
tudiantes hubieran tenido hace medio ba siendo atacado. Recordemos que Ba-
siglo la capacidad de convocatoria de la rros Sierra decía en un discurso el 31 de
que internet nos provee hoy día, quién julio de aquel año que “la educación re-
sabe qué tan lejos habrían llegado. quiere de la libertad, la libertad requiere
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Universo 9 de la UNAM
de la educación” (Martínez Della Roca, Desde 1968, han habido agentes pro-
2010, p. 287). vocadores dentro de los movimientos es-
El problema es educativo. Guevara tudiantiles, nos menciona. Según nos
Niebla lo sabe. Por eso ha dedicado su cuenta, mientras la decepción –incluso
vida a cambiar el aparato de educación podríamos llamarlo enojo– logra hacer-
en el país que una vez intentó cambiar se presente en su voz, dichos agentes
de golpe. El 68 le demostró que no se actuaban en contra del movimiento es-
puede confiar ciegamente en las institu- tudiantil, buscando desprestigiarlo. Es él
ciones, por lo que, todavía dolido, a sus mismo quien añade que eran elementos
más de setenta años, sigue trabajando en del ejército y la policía que actuaban en
la Junta de Gobierno del Instituto Nacio- el Consejo Nacional de Huelga. “El movi-
nal para la Evaluación de la Educación. miento estudiantil era una expresión pa-
Nos cuenta de cuando la juventud cífica, legal, ordenada...”
tomó la calle, de aquel agosto que fuera Septiembre fue la brutal respuesta a
una auténtica fiesta en la capital. Mien- la movilización civico-juvenil. El día pri-
tras se deja ver de nuevo en su rostro mero, el presidente Díaz Ordaz pronun-
aquel joven sonriente que aparece en ciaba en su cuarto informe de gobierno:
una de las fotografías que ilustran La No-
che de Tlatelolco de Elena Poniatowska, No quisiéramos vernos en caso de to-
podemos sentir la emoción que fue suya mar medidas que no deseamos, pero
hace ya cinco décadas. Ruptura y con- que tomaremos si es necesario; lo que
moción son las dos palabras clave con las sea nuestro deber, lo haremos; hasta
que define al movimiento, al menos en donde estemos obligados a llegar, lle-
esta primera parte. Ruptura del orden au- garemos. (Díaz Ordaz, 1968).
toritario y represivo que representaba el
gobierno y una conmoción, un alboroto
de la Ciudad de México. Mientras habla, Estaba sentando las bases de la oleada de
no puede evitar que una sonrisa -grande violencia que terminaría el dos de octu-
y sincera sonrisa- abarque su rostro, sus bre en Tlatelolco, pero cuyo efecto toda-
ojos. “Lo que los estudiantes trajeron fue vía nos azota. Un mes después del infor-
un llamado a la libertad. Lo que pedían me presidencial, la sangre de la multitud
era que cesara la represión.” bañaba la Plaza de las Tres Culturas como
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en un sacrificio colectivo al dios de la
impunidad, del control, de las apariencias.
¿Cuál es nuestra herencia del 68? ¿Una
marcha anual? ¿Una vieja herida? ¿Un nú-
nero incalculado de víctimas? ¿Un pliego
petitorio sin resolver? ¿Qué es lo que nos
corresponde como juventud para hacer
justicia al sacrificio de los que vinieron
antes que nosotros? Seguramente, re-
petir los pasos del 68 no es una opción.
Hay que mejorar, aprender de los errores
y nunca olvidar.
Gilberto Guevara Niebla permaneció
en Lecumberri el resto del sexenio de
Díaz Ordaz. Al salir, el deseo de cambio
en él era el mismo –acaso mayor– que
cuando ingresó, el 3 de octubre de 1968
en calidad de preso político; los medios
por los que estaba dispuesto a modificar pués de nacer, pero que seguimos car-
el México que tanto ama y tanto le due- gando como amuleto. Quizá sea hora de
le, ya habían evolucionado. Para él, el 68 voltear hacia horizontes distintos y dejar
está muerto, aunque le cueste decirlo, ir al 68, mas no su causa ni su efecto en
pero el proceso social que desencadenó nosotros, como lo hizo y sigue haciendo
está hoy más vigente que nunca. Gilberto Guevara Niebla desde su es-
Quizá sea tiempo de cerrar las llagas critorio en en Instituto Nacional para la
(nunca la memoria). Quizá sea momento Evaluación de la Educación, donde está,
de dejar ir algo que terminó poco des- paulatinamente, cambiando al mundo.
Referencias
• Martínez Della Rocca, Salvador (2010). Centenario de la UNAM: Estado y Universidad Nacional. Cien
años de conciliaciones y rupturas. Ciudad de México, México: Miguel Ángel Porrúa.
• Gustavo Díaz Ordaz. (1968). Cuarto Informe de Gobierno.
• http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/re/RE-ISS-09-06-13.pdf
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VOX DISCIPULI
Universo 9 de la UNAM
Todo cambia
Jorge Mejía
Grupo 666
ENP9 “Pedro de Alba”
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Hay canciones duras, durísimas, como
un golpe que cae directamente al pe-
cho. Duerme, duerme, negrito, es una de
esas. Nos habla de un niño con hambre y
sueño, a quien se le arrulla con cuentos
y mentiras, pues su madre está trabajan-
do, trabajando y va tosiendo, trabajando
y no le pagan, mientras al niño le prome-
ten unas cuantas frutas, carne de cerdo
y muchas cosas. Óscar Chávez nos pre-
de algo que pudo hacer que existieran senta México 68, donde, a partir de temas
aquellos ideales, y entre todo lo que hay, tradicionales mexicanos, como es La llo-
me refiero a la música. Pues incluso entre rona, algunos corridos y rancheras, hace
las calles y el cemento infértil, se hacen una adaptación para hablar sobre el mo-
grietas donde puede nacer un poco de vimiento. Pero igualmente hay canciones
hierba y una que otra flor. que pueden llenar de alegría y, quizás, es-
En Francia, tras la Segunda Guerra peranza, Macondo puede ser una de las
Mundial se desarrolló algo que se le lla- que reflejan la alegría, cantando, como
mó La chanson française, o simplemente una cumbia, lo que Gabriel García Már-
La chanson. En Latinoamérica y en Espa- quez realizó en el libro Cien años de sole-
ña, con la influencia de La chanson y al- dad; los cantos de esperanza pueden ser
gunos autores como Bob Dylan, se formó demostrados con canciones como Todo
la llamada “Nueva trova”, que rescata y cambia, interpretada por Mercedes Sosa
canta al pueblo, y en la que se habla canción que habla del cambio y de la re-
sobre las injusticias, el amor, la muerte, novación, de que cosas mejores pueden
la paz, etc. La trova, igualmente buscó venir siempre, pero que uno nunca olvida
rescatar a la poesía, cantando poemas de dónde viene. Recordemos esta can-
de autores como Pablo Neruda, Antonio ción cuando dice: “Cambia la planta y
Machado o Francisco de Quevedo. Entre se viste de verde en la primavera, cam-
sus principales exponentes podemos ha- bia el pelaje la fiera, cambia el cabello el
blar de Óscar Chávez, Piero, Paco Ibáñez, anciano, y así como todo cambia, que yo
Violeta Parra, Víctor Jara, Mercedes Sosa, cambie no es extraño”. He aquí lo impor-
Alfredo Zitarrosa, Silvio Rodríguez, Daniel tante, cambiar y lograr ser mejores de
Viglietti, Atahualpa Yupanqui, Pablo Mila- lo que creemos poder ser sin olvidar de
nés, y muchos otros. dónde hemos venido. Pues hace cin-
La imagen de la guitarra y la voz no cuenta años no había un 68, pero, ahora
debe engañar a quien escuche, no toda que lo hay, lo que debemos hacer es re-
su música es contemplativa y amorosa. cordar y pensar en que todo cambia.
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Momentos en nuestra Prepa 9
GANADORES PLANTEL 9
“PEDRO DE ALBA”