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INTRODUCCIÓN
Aprender de María
Celebrar la Novena en honor a Nuestra Señora del Carmen, es caminar con
ella durante nueve días, poniendo bajo su protección, nuestras vidas,
nuestros pueblos y ciudades; es dejarnos conducir por su sencillez de vida,
sabiendo que en su escuela, podemos acercarnos cada vez más al Monte
de la perfección.
Durante estos nueve días, encontraremos en el Evangelio, cada gesto, cada
palabra, cada actitud de la Madre, para pedirle que nos enseñe a ser como
ella; bajo su protección y al amparo del Santo Escapulario del Carmen,
queremos responder con gozo y esperanza al llamado de Jesús en la Iglesia.

El Escapulario, signo de protección (Breve historia)


- San Simón Stock suplicaba todos los días a la gloriosísima Madre de
Dios que diera alguna muestra de su protección a la Orden de los
carmelitas, que gozaban del singular título de “Hermanos de la
bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo”. Por este motivo
recitaba con todo el fervor de su alma estas palabras: “Flor del
Carmelo, / Vid florida, / esplendor del cielo/ Virgen fecunda y
singular / Oh Madre dulce, / de varón no conocida: a los carmelitas
da privilegios, / estrella del mar”. Se le apareció la Virgen
acompañada por una multitud de ángeles, llevando en sus benditas
manos el Escapulario de la Orden y diciendo estas palabras: “Este
será privilegio para ti y todos los carmelitas; quien muriere con él,
no padecerá el fuego eterno; es decir, el que con él muriere se
salvará” Esto sucedió el 16 de Julio de 1251 en Inglaterra, siendo
General de la Orden el mismo San Simón Stock. (cfr. Rafael Mª
Melús, “Vestid el Escapulario, dicen los Obispos”, Castellón, España,
p. 101-102).

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ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS
Madre y Reina del Carmelo, Virgen de la alegría y la alabanza, Virgen
de la mirada tierna y el caminar seguro; Reina de la esperanza y
compañera fiel en nuestro andar; nos acercamos a ti para que nos
ayudes a contemplar a tu Hijo, fruto bendito de tu vientre, y nos
enseñes a estar muy cerca de Él; Madre y Reina del Carmelo, Virgen
orante, que desde tu silencio contemplativo supiste abrir el corazón
y te convertiste en el modelo de la gratitud y la alabanza, dirige
nuestros pasos, para que sintiéndonos amados por Él, seamos brazo
extendido, corazón acogedor y generoso, canto desbordante de
gratitud ante la inmensidad de un Dios que es todo amor y ternura
hacia nosotros.
Madre y Reina del Carmelo: ante ti nos postramos al celebrar esta
novena, para que, cobijados con tu Santo Escapulario, obtengamos
del Señor, las más bellas bendiciones como lo son la salud de alma y
cuerpo, la paz en nuestros hogares, el amor, la ternura y la
misericordia, la acogida al otro y la solidaridad; que de tu mano,
sepamos dar cada día un nuevo paso para ayudar a la construcción
de un mundo más justo y solidario.
Estrella del mar, conduce nuestros pasos en los momentos de
incertidumbre y oscuridad, para que contigo, logremos ver la Luz de
Jesús, fuente de amor y solidaridad; escucha la oración que hoy te
dirigimos por los navegantes, los conductores, los pilotos, el ejército,
y todos los que nos acogemos bajo tu escapulario: condúcenos por
el buen camino, y llévanos con salud y gozo a nuestro destino.
Reina del Cielo: que contigo sepamos cantar cada día las maravillas
que el Señor hace en nuestras vidas, y un día junto a Ti, disfrutemos
gozosos los bienes del Cielo. Por N. Sr. Jesucristo. Amén.

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GOZOS que por Vos del Purgatorio,
(Para todos los días) saldrá presto si allá fuere:
por tu patrocinio espere
Pues sois de nuestro consuelo tomar a la gloria el vuelo
el medio más poderoso;
sé nuestro amparo amoroso Sé nuestro…
Madre del Dios del Carmelo.
Vuestro Escapulario Santo
Desde que en la nubecilla Escudo es tan verdadero.
que sin mancha os figuró, Que no hay plomo, ni hay acero
de virgen Madre adoró de quien reciba quebranto;
Elías la maravilla: puede, aunque es de lana tanto
a vuestro culto Capilla que vence al fuego y al hielo.
erigió el primer modelo;
Sé nuestro…
Sé nuestro…
De vuestro Carmelo
Tan primeros para vos son la variedad de Santos,
los hijos de Elías fueron Profetas, Mártires tantos,
que por título merecieron Vírgenes y Confesores,
ser de la Madre de Dios: Pontífices y Doctores,
es título que por Vos que hacen vuestro Monte Cielo;
les dio su heredado anhelo,
Sé nuestro…
Sé nuestro…
Dando culto a vuestro honor
A San Simón General, durará siempre el Carmelo,
El Escapulario diste, porque así lo alcanzó el celo,
insignia que nos pusiste de Elías su fundador:
de hijos para señal: cuando Cristo en el Tabor
contra el incendio infernal mostró su gloria sin velo.
es defensivo consuelo;
Sé nuestro…
Sé nuestro …

Quien bien viviere y muriere


con tal señal es notorio,
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ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh Virgen Santísima del Carmen!, llenos de la más tierna confianza,
como hijos que acuden a la protección de su Madre, nosotros
venimos a implorar una vez más los tesoros de tu misericordia, que
con tanta solicitud nos has siempre dispensado.
Reconocemos humildemente que uno de los mayores beneficios
que Dios nos ha concedido ha sido señalarte a Ti por nuestra
especial Abogada, Protectora y Reina. Por eso, a ti clamamos en
todos nuestros peligros y necesidades, seguros de ser benignamente
escuchados. Tú eres la Madre de la divina gracia, conserva puras
nuestras almas; eres el refugio de los pecadores, quita las cadenas
del error y del vicio; eres el Consuelo de los afligidos, socorre a las
viudas, a los huérfanos y a los desvalidos; eres el Auxilio de los
cristianos, conserva nuestra fe, y protege a nuestra Iglesia, en
especial a sus obispos, sacerdotes y religiosos.
Desde el trono de tu ternura, atiende a nuestras súplicas, ¡Oh Madre
del Carmelo! Abre tu manto, y cúbrenos con él. Te pedimos el
acierto para los que nos gobiernan; paz y piedad, para los
matrimonios y familias; sabiduría para los maestros; inocencia para
los niños; comunión y testimonio para sacerdotes y religiosos, y una
buena formación para la juventud. Aparta de nuestros pueblos y
ciudades los terremotos, incendios y epidemias; aleja de nuestros
mares las tormentas, y da la abundancia a nuestros campos y
montañas. Sé la compañera de nuestros soldados, y el faro de
nuestros marinos, amparo de los ausentes y viajeros. Sé el remedio
de los enfermos, la fortaleza de los angustiados, el báculo de los
secuestrados y la protectora especial de nuestros jóvenes.
¡Óyenos Madre Clementísima!, y haz que, viviendo unidos en la
existencia por la fuerza amorosa de la Cruz y por la práctica de un
mismo amor al Dios de la vida, podamos ser trasladados al cielo,
donde te alabaremos y bendeciremos por los siglos de los siglos. Así
sea.

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DÍA PRIMERO
MARÍA MUJER LIBRE
1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS. (pág 3)
2. Lectura bíblica: Lc. 1, 28
“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Al entrar le dijo: "Alégrate, llena de gracia: el Señor está contigo".
Palabra de Dios

Reflexión
Alégrate
Libertad: María, joven de su época, sencilla y humilde, capaz de
adquirir un compromiso, decide aceptar a José como esposo, y
planea, como cualquier chica, su Boda. Pero los planes de Dios, a
veces incomprensibles, dan un giro a su vida; Él ha mirado su
sencillez y su humildad, Dios se ha enamorado de María, de su
dulzura y fortaleza, de sus dudas y su fe, de sus miedos y
esperanzas; la ha visto… ha seguido sus pisadas y en el momento
preciso, cuando se ha cumplido la promesa, llega directamente a su
corazón.
El ángel la saluda: ¡Alégrate María, llena eres de gracia! Sí María,
Dios te ha mirado con ternura, Dios te ha mirado con amor; llena
eres de gracia, llena eres de la Divinidad, llena eres de las
bendiciones de Dios. Él se ha fijado en ti, Él ha fijado sus ojos en ti,
ha mirado tus ires y venires de cada día y ha visto que eres la mujer
apta para ser la Madre de Dios y de la Iglesia. Qué gran honor
María, un honor diferente a los del mundo, un honor que no
buscabas, pues tu humildad sólo te permitía tener alma de servicio,
sonrisa de joven y sueños de mujer. Libre eres María, un corazón
abierto al mundo y a los planes divinos; libre eres María para
escuchar con aire sereno, el susurro suave del Angel… Llena eres de
gracia, y con tu gracia oh María, hoy todos somos bendecidos y
llenos también de gracia… María, María del Carmen, la que nos
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cubre con su manto de ternura y bendición. Llena eres de gracia,
porque te revistes del Escapulario Santo y con él nos cubres de amor
y bendiciones! Llena eres de gracia, que lo seas por siempre María,
que sigas llena de gracia para que continúes repartiendo esa misma
gracia a todos los que nos acogemos a ti con amor de hijos. Llena
eres de gracia, María! ¡Libre eres para Dios María!, felices los libres
de corazón porque ellos verán a Dios. Enséñanos Madre a tener un
corazón libre, capaz de soñar y de poner por obra los planes de Dios;
enséñanos a vivir una auténtica libertad que nos permita descubrir
en los más mínimos detalles, la palabra sonora del Señor.
Un espacio de silencio
3. GOZOS (PAG.4)
4. PRECES:
Oremos hermanos a Dios nuestro Padre por medio del Hijo en el
Espíritu Santo:
R/. Por intercesión de la Reina y Madre del Carmelo, escúchanos
Señor.
a. Por el Papa, los obispos, religiosos y sacerdotes, para que, fieles a
su vocación, sean testimonio de libertad y alegría, ante el pueblo
que Tú les has encomendado. Oremos
b. Para que, como Iglesia peregrina, sepamos caminar unidos en
una misma fe y compartamos lo que somos y tenemos con los
más pobres y necesitados. Oremos...
c. Por las familias cristianas para que comprendamos las múltiples
bendiciones que de ti recibimos y seamos capaces de
compartirlas con alegría. Oremos...
d. Por los que buscan a Dios con sinceridad para que la presencia
fuerte y esperanzadora de María, los llene de alegría y gozo.
Oremos...
e. Por los jóvenes, para que encuentren el sentido de sus vidas y
sintiéndose libres, sean constructores de una nueva sociedad que
anhela la paz y la justicia. Oremos...
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f. Por Colombia, para que, buscando juntos caminos de paz y
reconciliación, seamos capaces de sanar diferencias y aportar lo
que somos y tenemos en bien de todos. Oremos

Oremos: Te suplicamos Señor, que nos asista con su intercesión


poderosa la Santísima Virgen María, la Madre y Reina del Carmelo,
la que siendo bendecida, sale presurosa a compartir su alegría, para
que de su mano, seamos fuente de bendición y gratitud en medio de
los hombres. Amén.

5. ALABANZAS A MARÍA
Libre eres María para recibir y acoger el Plan de Dios.
Libre eres Madre de los pobres y sencillos, para cogerlos en tu
corazón maternal.
Libre eres María, para enseñarnos que a Dios no se lo ponen
condiciones, sino que se le escucha y obedece con amor.
Libre eres María para salir presurosa a servir.
Libre eres María para contemplar gozosa el acontecer de Dios en tu
vida.
Enséñanos Madre a ser libres para Dios.

(Se pueden hacer alabanzas espontáneas)

6. ORACIÓN FINAL (PÁG 5)


7. CANTO FINAL

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DIA SEGUNDO
LA QUE SABE ESCUCHAR
1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS: (PÁG 3)
2. LECTURA BÍBLICA: LC. 1, 28
“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era
María. Al entrar le dijo: "Alégrate, llena de gracia: el Señor está
contigo". Palabra de Dios
3. REFLEXION
Escucha: En cuántas cosas de su juventud, estaría envuelta María;
comprometida con su familia, cariñosa con sus amigas, tierna con
los niños, fervorosa como las jóvenes de su tiempo, y también,
atenta, centrada en su ser, capaz de percibir lo más mínimo, aromas
serenos, música callada, silencios elocuentes…
Así estabas María, viviendo una vida normal, pero atenta al querer
de Dios; tu capacidad de escucha oh María, hizo posible que en
medio de tus tareas diarias, del cumplimiento ordinario de tus
deberes, escucharas al mensajero de Dios que como suave brisa te
saludó convencido de tu escucha: Dios te salve María, llena eres de
gracia.
Sí María, te has dado vuelta y descubres muy dentro de ti, la
presencia viva del Angel, que te llama por tu nombre; Dios te salve
María, la que sabes escuchar, la que haces silencio interior para
descubrir el querer de Dios; llena eres de gracia; Dios está
encantado contigo, Dios ha visto tus luchas de cada día, y ha
decidido hablarte, y tú, atenta como siempre, le has escuchado.
Enséñanos María, a descubrir en medio del bullicio, la voz elocuente
de Dios; enséñanos a encontrarlo en el pobre, en el abandonado, en
el solitario; enséñanos a escuchar a Dios en el que se siente sólo, en
el que carece de compañía y fraternidad; que seamos para cada
hombre voz de Dios, voz amorosa del Dios que habla muy cerca al
corazón.

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Silencio orante…
4. GOZOS (PÁG 4)
5. Preces: Oremos al Padre por medio de María, la que sabe
escuchar, para que nos enseñe a descubrir su presencia en medio
de nosotros.
R/. Reina y Madre del Carmelo, enséñanos a escuchar a Dios
a. Para que la Iglesia sea visible al mundo de hoy como signo de
amor a Dios y a los hombres con su predicación y con sus obras.
Oremos
b. Por los hombres y mujeres del mundo entero, para que
escuchando el llamado del Señor, seamos capaces de compartir
con los más necesitados. Oremos
c. Para que los gobernantes trabajen sin descanso por establecer
una paz estable en todos los pueblos de la tierra. Oremos.
d. Para que todos los cristianos, escuchando la palabra de un único
Dios, busquemos la verdad por el camino del diálogo ecuménico.
Oremos
e. Para que sepamos cubrir de gracia y perdón nuestro corazón
acogiendo con bondad a los otros. Oremos
f. Para que todos los cristianos aprendamos de María a pensar en
las necesidades de los demás, y sepamos reconocer la gracia y
bondad de Dios en cada uno. Oremos.

Oración: Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión


poderosa la Santísima Virgen María, Madre y Reina del Carmelo,
para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la
cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por
los siglos de los siglos. Amén.
6. ALABANZAS A MARÍA
(De los escritos de Fco Palau. pág 602)
Dios te salve, María, primogénita de Dios, llena eres de gracia.
Dios te salve, María, gloria de la tierra, llena eres de gracia.
Dios te salve, María, señora del mundo, llena eres de gracia.
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Dios te salve, María, reina de los cielos, llena eres de gracia.
Dios te salve, María, bella como la aurora, llena eres de gracia.
Dios te salve, María, clara como el lucero, llena eres de gracia.
Dios te salve, María, hermosa como la luna, llena eres de gracia.
Dios te salve, María, escogida como el sol, llena eres de gracia.
Dios te salve, María, sola inmaculada, llena eres de gracia.
Dios te salve, María, sola predilecta, llena eres de gracia.
Dios te salve, María, sola perfecta, llena eres de gracia.
Dios te salve, María, sola virgen madre, llena eres de gracia.
Os bendecimos, alabamos y damos gracias, oh Señor Dios Hijo,
porque, haciendo uso de vuestro infinito saber, tanto adornasteis a
vuestra amada Madre la purísima Virgen María.
7. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS: (Pág. 5)
8. CANTO FINAL

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DÍA TERCERO
MADRE DE LA CONFIANZA
1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS: (PÁG. 4)
2. EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1, 28 - 30
“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Al entrar le dijo: "Alégrate, llena de gracia: el Señor está contigo…
Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué
saludo era aquel. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque
has hallado gracia delante de Dios.". Palabra de Dios
3. REFLEXION
Confianza: a pesar de su juventud, de su vida normal en Nazaret,
María está convencida de la presencia Divina. Ella cree en Dios, su
familia ha orado, le ha enseñado las más enraizadas tradiciones, y
ella, en su sencillez de vida, repite día a día la letra de la ley, los
salmos y oraciones propias de Israel; ella confía en Dios y como
todos los de su pueblo, sabe que las promesas de Dios se cumplirán.
María es la mujer de la confianza serena, capaz de descubrir a Dios
en cada acontecimiento.
Qué bueno contemplarte ¡oh María!, tan confiada, como si el
Escapulario del Carmen te cubriera desde siempre. Qué gran
confianza en Dios, que a la voz del Angel, comprendiste desde lo
más profundo que era un mensajero Divino!. Gracias Madre por
enseñarnos a confiar en Él, gracias por recordarnos que por encima
de toda duda y de todo desconcierto, la presencia amorosa de Dios,
da seguridad y tranquiliza el alma. Cuánto has orado María! Cómo
ha sido de profunda tu vida, a pesar de tu juventud, que ante la más
mínima señal del ángel supiste sin ver, que el mismo Señor del cielo
estaba ante ti.
¡Enséñanos a confiar Madre y Reina del Carmelo, enséñanos que
bajo tu manto protector, toda tormenta pasa, toda duda se disipa,
todo dolor se supera! Danos tu confianza Madre, para saber que a
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pesar del barullo de la sociedad, la insensatez de tantos hombres, la
deshonestidad de otros cuantos, hay mucho en quien confiar
todavía; enséñanos a acercarnos al otro sin pensar mal de él, a
sentir al hermano cerca, a pesar de las diferencias, enséñanos a
confiar. Ayúdanos a descubrir a Dios, presente en cada
acontecimiento y en cada situación, haz que a pesar de la oscuridad,
podamos encontrar ese rayito de luz que nos acerca más a Dios.
Reina y Madre del Carmelo, que en tu Escapulario descubramos un
refugio seguro para encontrarnos con el Señor.
Silencio para orar
4. GOZOS (PÁG 4)
5. Preces: Oremos al Padre de la misericordia, por medio de
nuestra Reina y Madre del Carmelo
R/. Reina y Madre del Carmelo, enséñanos a confiar.
a. Por la santa Iglesia, El Papa, los obispos, sacerdotes, religiosos y
laicos comprometidos, para que sembremos confianza en un
mundo dividido. Oremos...
b. Por los maestros, catequistas, confesores, guías espirituales,
formadores, siembren seguridad y confianza en quienes se
acercan a ellos. Oremos...
c. Por los navegantes, los conductores, los que tienen a su cargo la
vida de muchas personas, para que iluminados por el Faro de la
verdad, lleguen a puerto seguro, bajo el manto protector de
María que está siempre con ellos. Oremos...
d. Por los profesionales para que confiados en el Evangelio sepan
poner sus conocimientos al servicio de los demás, estando al lado
de quienes más los necesitan. Oremos...
e. Por los que rigen los destinos del mundo, para que su
compromiso con la ecología y el cuidado del medio ambiente,
sea una realidad, y todos nosotros actuemos coherentemente
frente a las necesidades de nuestro planeta, don de Dios. Oremos

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f. Por los matrimonios cristianos, para que en su entrega amorosa
estén siempre abiertos al don de la vida y caminen en confianza y
comprensión, caminando uno al lado del otro. Oremos...

Oremos: Te suplicamos Señor, que nos asista con su intercesión


poderosa la Santísima Virgen María, Madre de Misericordia y
Patrona del Carmelo, para que guiados por su ejemplo y protección,
lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
6. ORANDO A M ARÍA
Lo sé. Ella se preocupará de mi vida. Y yo quiero aprender a
abandonarme, a soltar la cuerda, a dejar lo que me pesa y ata. Esa
actitud confiada. Esa mirada puesta en aquella que me sostiene en
medio de mi camino.
Quiero aprender a vivir así, totalmente despreocupado, totalmente
confiado en los planes de Dios.
Quiero vivir creyendo, confiando, sabiendo que Dios camina a mi
lado. Necesito pedirle a Jesús: “Auméntame la fe”. Seré feliz si creo.
Seré más feliz, si confío. Como María, que creyó contra toda
esperanza. Que creyó y fue feliz.
Miro a María la que ha creído. La que se mantuvo fiel postrada ante
su Dios. Y creyó, y abrazó el querer de Dios con lágrimas en el alma.
“Feliz la que ha creído”. Y su vida se llenó de esperanza.
(P. José kentenich )
7. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS (pág 5)
8. CANTO FINAL

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DIA CUARTO
MUJER DE FE
1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS: (PÁG. 3)
2. LECTURA BÍBLICA LUCAS 1, 28-35
“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Al entrar le dijo: "Alégrate, llena de gracia: el Señor está contigo".
Ella se conturbó por estas palabras ella se conturbó por estas
palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a
concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por
nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el
Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa
de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió al
ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le
respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y
será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha
concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella
que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.»
Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu
palabra.» Y el ángel dejándola se fue”.
3. REFLEXIÓN
Fe: María es “la que ha creído” porque ha dejado que Dios entre en
su vida y la tome totalmente a su servicio. La fe es la entrega de una
persona que le da a Dios todo lo que es, para que el Señor disponga
a su manera. María le da enteramente su vida a Dios, por eso es “la
que ha creído” y le da su vida sin condiciones: aquí está la esclava
del Señor, hágase en mí según tu palabra”. En eso consiste la fe de
María, en la entrega total de su existencia a Dios, para que El la
utilice en la realización de sus planes.
Qué gran escuela es tu vida, oh María, para todos nosotros. Mujer
de fe. Qué hermosa definición y qué inmenso desafío para todos
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nosotros, que hemos bebido de las fuentes de una espiritualidad
profundizada por muchos: tú en cambio María, viviste tu propia
espiritualidad desde la sencillez de Nazaret; allí hiciste tu teología, a
tu manera: allí viviste, en la intimidad de tu vida, en la cotidianidad
de tu entorno, en la seguridad de tu fe; y él te llama “feliz” porque
has creído, es que creer no es tan fácil, si esto conlleva la renuncia a
toda nuestra vida, a nuestros planes, a nuestros sueños. Feliz oh
María, feliz y mil veces feliz, porque te despojaste de todo y viviste
esa teofanía que fortaleció tu fe.
¡Enséñanos a creer, oh María! Ayúdanos a comprender que no son
necesarias tantas explicaciones, tantas pruebas, para dar un sí a
Dios; haznos entender que basta acoger su voluntad, que basta
creer en Él, y nuestra vida, no será más fácil, como no lo fue la tuya,
pero sí más desprendida de todo y absolutamente entregada a Él.
Que tu escapulario, bajo cuya protección nos acogemos, sea para
cada uno fuente inagotable de fe y seguridad en que las promesas
del Señor se cumplen.…
Momento de silencio…
4. GOZOS ( PÁG 4)

5. PRECES: OREMOS AL PADRE POR MEDIO DEL HIJO EN EL ESPÍRITU


SANTO.
R/. Reina y Madre del Carmelo, enséñanos a creer.
a. Por el Papa, los Obispos y sacerdotes, para que puestos en la
presencia del Señor, sepan escuchar sin temor su Voz que implica
anunciar, denunciar y testimoniar. Oremos.
b. Para que los diálogos de paz en el mundo, sean acogidos como un
acto de fe en el otro y como un compromiso de una sociedad que
quiere vivir la verdadera paz. Oremos.
c. Para que la Palabra de Dios sea para nosotros un apoyo en nuestro
caminar diario, que nos impulse a ver el Rostro del Señor en los
pobres y desamparados, y a no temer cuando debamos asumir
riesgos en bien de los demás. Oremos.

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d. Por los conductores, navegantes, pilotos y los que tienen la misión
de llevar a otros a un sitio seguro, para que guiados por tu Luz y
confiando en el Señor, lleguen sin contratiempo. Oremos.

e. Por cuantos consideramos a María como Madre para que, como


ella, acojamos la Palabra de Dios con fe y confianza, y la pongamos
en práctica. Oremos.

Oremos: Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión


poderosa la Santísima Virgen María, Sierva de la Palabra, y Madre
del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección
lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
6. ALABANZAS A MARÍA
TE ALABAMOS MARÍA PORQUE TU FE HA HECHO POSIBLE LA SALVACION DEL
MUNDO .

TE ALABAMOS MADRE DEL CARMELO , PORQUE BAJO TU ESCAPULARIO


MUCHOS HOMBRES Y MUJERES, BUSCAN UNA ESCUELA DE FE .

TE ALABAMOS MADRE DEL CIELO, PORQUE EN TU SILENCIO CONTEMPLATIVO


NOS ENSEÑAS LA IMPORTANCIA DE ESCUCHAR A D IOS.

TE ALABAMOS REINA Y MADRE, PORQUE EN TI Y CONTIGO, PODEMOS


BUSCAR A D IOS.

(SE PUEDEN AÑADIR ALGUNAS ALABANZAS A MARÍA)

7. ORACIÓN FINAL : (pág 5)


8. CANTO FINAL .

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DIA QUINTO
MADRE DE LA COMUNIÓN

1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS (PÁG 3)


2. EVANGELIO LC. 1, 39 - 45
En aquellos días, levantándose María, fue a la montaña con prisa, a
una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y
aconteció que cuando oyó Isabel el saludo de María, la criatura saltó
en su vientre; e Isabel fue llena del Espíritu Santo y exclamó a gran
voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu
vientre!
¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga
a mí? Porque he aquí, cuando llegó la voz de tu salutación a mis
oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Y bienaventurada la
que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de
parte del Señor”. Palabra de Dios
REFLEXION
Comunión: Este momento tan íntimo, tan familiar, y en que se
encuentran estas dos primas privilegiadas por Dios, es un espacio
que tiene resonancias que van mucho más allá de las cuatro paredes
de la casa donde esta escena tiene lugar. Allí se vive la comunión en
Dios. Ambas mujeres están llenas de Él, de una u otra forma Dios las
ha invadido, las ha llenado de su presencia y las ha hecho
portadoras de su mensaje; ambas de diferente edad, de diferentes
costumbres, de distintas formas de vivir su relación filial con el Dios
de la vida, están ahora, viviendo una verdadera comunión, unidas
únicamente por la presencia del espíritu en cada una.
Virgen Madre, en este encuentro con Isabel, nos has enseñado el
gesto genuino y verdadero de la comunión; has salido de ti misma, y
en actitud generosa, has ido al encuentro de Isabel; para ti no ha
habido diferencias, no ha habido en ti egoísmo, no has pensado en
tu situación personal; has salido, a prisa, sabes que alguien te
necesita y cuando te encuentras con ella, con Isabel, allí se vive el
momento sublime de la comunión: las une un único vínculo: el Dios
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de la vida. Todos en aquella Aldea, celebran este encuentro, y lo
viven con gozo y sorpresa, quizás tampoco lo comprenden, pero se
maravillan que un Dios Trino y Uno, se haga presente en el mundo
para enseñarnos a vivir la cercanía, el compromiso, el servicio.
Madre del Carmelo: enséñanos a salir de nosotras mismas,
enséñanos a renunciar a nuestras seguridades, a nuestros
problemas, para ir al encuentro del otro, para estar ligeras de
equipaje pensando más en los otros, danos entrañas de
misericordia, brazos de solidaridad y corazón de amor universal; que
a pesar de nuestras diferencias, de edades y culturas, seamos
capaces de vivir la comunión; que entendamos como tú, que quien
nos une es Dios, y allí en Él, las diferencias se acaban, y la
universalidad toma rostro de entrega y generosidad.
Momento de silencio
3. GOZOS (PÁG 4)
4. PRECES: Oremos al Padre por medio del Hijo en el Espíritu Santo.
R/. Bajo tu amparo nos acogemos, Reina y Madre del Carmelo
a. Que la Iglesia, imitando a María, refleje cada vez más la sencillez
y humildad de los verdaderos discípulos de Jesús. Oremos.
b. Que los sacerdotes y consagrados mantengan fielmente sus
compromisos religiosos e imiten a la Virgen María desde una vida
sencilla, pobre y humilde, que testimonie el gozo de la comunión.
Oremos.
c. Que en las familias acojamos cada vez con mayor cariño y
atención a nuestros ancianos y enfermos, prodigándoles todo el
amor y la misericordia que del Señor hemos recibido. Oremos.
d. Que la juventud cristiana se esfuerce en vivir su fe, construyendo
un mundo más humano y solidario, y que sus estudios vayan
encaminados siempre a la ayuda y protección de sus hermanos.
Oremos.
e. Que los enfermos del alma y del cuerpo encuentren el apoyo
necesario para vivir su situación unidos a Cristo Crucificado,

20
confiando en la intercesión maternal de la Virgen Madre.
Oremos.
f. Que nuestros hermanos difuntos, gocen de las alegrías del Cielo y
sigan siendo para nosotros impulso en el caminar hacia el Padre.
Oremos
Oremos: Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión
poderosa la Santísima Virgen María, Madre de la Divina Gracia, para
que guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima
del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los
siglos de los siglos. Amén.
5. ALABANZAS A MARIA.
Virgen Madre, queremos ser testigos de la comunión.
Reina del cielo, tu encuentro con Isabel, nos invita a acoger y a
alegrarnos con los triunfos y realizaciones de los otros.
Madre amable, tu testimonio de comunión, es impulso para acoger
con bondad y ternura al que se siente solo y marginado.
Madre del Carmelo, de tu mano queremos impulsar un mundo más
justo y acogedor para todos.
(Se pueden añadir otras alabanzas espontáneas)

6. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS (Pág 5)


7. CANTO FINAL

21
DIA SEXTO
SEÑORA DE LA ALEGRÍA
1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS: (PÁG 3)
2. EVANGELIO : LC. 1, 28 - 37
“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Al entrar le dijo: "Alégrate, llena de gracia: el Señor está contigo".
Palabra de Dios.
3. REFLEXION
Alegría: el mensaje de Dios no puede ser otro que un mensaje de
alegría: ¡alégrate llena de gracia! Y María no entiende, pero su
corazón rebosa de gozo en su Salvador. Quien se sumerge en la vida
Divina, no puede albergar otro sentimiento que la alegría, el gozo
interior, el deseo inmenso de salir corriendo a contar a otros lo que
pasa dentro. Una experiencia espiritual, es una explosión gozosa de
la divinidad dentro de sí, y urge salir a prisa a contarles a otros que
el Señor es grande, es bueno, y que el gozo no nos cabe dentro.
El Señor ha hecho cosas grandes en ti, María y tú exultas de gozo. La
alegría no es un gesto exterior, no son ruidos sin sentido ni barullos;
la alegría es algo más profundo que sucede en ti, es un proceso de
aceptación gozosa de la voluntad divina; tú, María, has escuchado al
ángel, has advertido que algo diferente sucede en tu vida, que Dios
ha irrumpido en tu corazón, en tu existencia, y que lo ha cambiado
todo; eres feliz María, feliz porque has creído, feliz porque Dios ha
mirado tu humildad, feliz porque has salido presurosa a llevar la
buena nueva en actitud de servicio, feliz porque caes en la cuenta de
las necesidades del otro, feliz porque al pie de la cruz te has
convertido en Madre de todos. Eres feliz María, por eso alégrate y
contágianos la alegría del Evangelio; ayúdanos a celebrar con gozo
cada irrupción divina en nuestras vidas, cada nuevo despertar, cada
sol que brilla, cada ser humano que nos mira con ternura, cada
mano que se extiende suplicante esperando nuestra generosidad.
Queremos ser alegres como tú, María, danos tu gozo, danos la
22
alegría de las bienaventuranzas, el gozo del pobre que se hace rico
con la abundancia divina, el gozo de los limpios de corazón, que
saben ver a Dios en todo momento, danos la alegría de los que
buscan la paz porque saben construirla a su alrededor. Sí María,
queremos, aprender de tu alegría y convencidos que el Carmelo es
todo tuyo, sabemos que en él no ha de faltar el gozo y la alegría.
Bendícenos y haz que seamos capaces de llevar este gesto gozoso a
los de cerca y a los de lejos.
Momento de silencio
4. GOZOS (PÁG 4)
5. PRECES: Oremos al Padre por medio del Hijo en el Espíritu Santo.
R/. Reina y Madre del Carmelo, enséñanos a dar vida.
a. Por la Santa Iglesia de Jesucristo, para que a ejemplo tuyo, pueda
ser obediente en la fe y ardiente en la caridad, dando a luz obras
de misericordia y generosidad. Oremos.
b. Por el Papa, los obispos, sacerdotes y religiosos para que a
ejemplo de María sientan muy dentro el gozo de su
consagración. Oremos.
c. Por todos los agentes pastorales de nuestras parroquias, para
que guiados por sus Pastores, sean capaces de hacer vida la
Palabra del Señor y sirvan con alegría y sencillez de corazón a sus
hermanos. Oremos.
d. Por todos los alejados de la fe y de la Iglesia para que busquen y
encuentren en la comunidad cristiana, una fuente de alegría que
los lleve de regreso al Señor. Oremos.

Oremos: Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión


poderosa la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia y de la
Orden del Carmen, para que guiados por su ejemplo y protección,
lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
6. Alabanzas a María

23
Tu vida nos llena de gozo, oh María, eres alegría para los pobres.
Tu silencio nos lleva a Dios, eres alegría para los tristes.
Tu escucha nos hace atentos, eres gozo para los contemplativos.
Tu servicio nos conduce al hermano, eres fuerza de comunión.
Tu fe nos fortalece, eres reto para los incrédulos.
Tu esperanza nos fortalece, eres camino

(Se pueden añadir otras alabanzas a María)


7. ORACIÓN FINAL (PÁG 5)
8. CANTO FINAL :

24
DIA SEPTIMO
María, mujer valiente
1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS (PÁG 4)
2. EVANGELIO LC. 1, 28 -34
“María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no
conozco varón? El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá
sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el
que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y
este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque
ninguna cosa es imposible para Dios.» Dijo María: «He aquí la
esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel
dejándola se fue”. Palabra de Dios.
3. REFLEXION
Valentía: María no se atemoriza frente a la misión
excepcionalmente grande que le anuncia el ángel. Tiene miedo sí,
pero se lanza con valentía a cumplir el Plan de Dios. Aunque sea una
niña, ella confía profundamente en la gracia de Dios que agiganta
sus pequeños esfuerzos y es capaz de reconocer el valor de su sí, el
valor que Dios le da a la entrega libre de su ser por la humanidad.
Aprendamos de María a confiar en que Dios puede hacer cosas
grandes con nuestra pequeñez cuando nos entregamos totalmente.
Qué gran fortaleza sintieron nuestros Santos Padres del Carmelo,
cuando uno a uno y en diferentes épocas, fueron llamados a una
vocación especial en esta Orden que lleva tu nombre. Qué
convencimiento el de Teresa de Jesús, quien aunque en muchos
momentos se sintió débil, se determinó a seguir aquel camino con
todas sus fuerzas, y poco a poco fue sintiendo que el Señor le daba
más…; igual Juan de la Cruz, probado aún en la oscuridad de una
cárcel, perseguido por sus mismos hermanos, pero convencido
interiormente de la grandeza de un Dios que se convierte en fuente
que mana y corre; Teresa de Lisieux, en su camino de infancia
espiritual, fortalece su espíritu y se llena de valentía para atravesar
25
los más áridos valles, porque como ella misma lo expresa “la
confianza hace milagros”; quién más que Edith Stein podrá
hablarnos de valentía? aquellos últimos días en un campo de
concentración, hacen pensar en la fuerza inquebrantable de su fe, el
don de la fortaleza y la construcción serena y constante de la
valentía, que le permitieron demostrar con ánimo inquebrantable
en quién depositó su confianza; Francisco Palau, confinado a una Isla
por proclamar con locura su amor a la Iglesia; todos tus hijos del
Carmelo han heredado de ti, Madre Buena, esa valentía que te hizo
fuerte al pie de la cruz y perseverante en pentecostés. Ayúdanos
Madre, a no dejarnos vencer por las dificultades de cada día,
enséñanos a ver al Dios que se hace presente aun cuando no
comprendamos sus palabras ni sus caminos; un Padre
misericordioso, que labra nuestro interior permitiendo que
encontremos en las pruebas, la esencia de nuestra fe.
Ayúdanos Madre a ser como tú, valientes, firmes, fieles seguidoras
de tu Hijo; que en medio de las dificultades, volvamos nuestra
mirada a ti, y te digamos con dulzura: vuelve a nosotros esos tus
ojos misericordiosos…
Momento de silencio

4. GOZOS (PÁG 4)
5. PRECES: Oremos al Padre por medio del Hijo en el Espíritu Santo.
R/. Reina y Madre del Carmelo, vuelve a nosotros tus ojos
misericordiosos.
a. Para que la Iglesia, fiel custodia de los seres humanos, acoja con
bondad y respeto las diferencias de cada uno, y practique la
misericordia en cada momento y situación. Oremos.
b. Para que Jesús, nuestro Maestro, guie nuestros pasos en el
camino de la fe y nos ayude a esperar contra toda esperanza.
Oremos.

26
c. Para que el Carmelo Teresiano dé testimonio de su intimidad con
Dios a través de sus obras de caridad, justicia, verdad y un
testimonio inquebrantable de valentía. Oremos.
d. Por todos los que, siguiendo el carisma carmelitano, queremos
un compromiso con la Iglesia, para que a ejemplo de los santos
padres, vivamos la fe, la oración y la solidaridad. Oremos.

Oremos: Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión


poderosa la Santísima Virgen María, Madre y Reina del Carmelo,
para que, guiados por su ejemplo y protección lleguemos hasta la
cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por
los siglos de los siglos. Amén.
6. ALABANZAS A MARÍA :
Porque has fortalecido el Sí de la Virgen Madre, alabamos Dios
nuestro tu obra en María.
Porque colmaste a la Madre de fe ante el Angel, y fortaleza en la
cruz, alabamos Dios nuestro tu obra en María
Porque conduces nuestra vida por sendas de oscuridad y nos
muestras la Luz, alabamos Dios nuestro tu obra en María.
Porque en el Escapulario encontramos un signo seguro de
protección, alabamos Dios nuestro tu obra en María
(Se pueden hacer otras alabanzas a María).
7. ORACIÓN FINAL (pág 5)
8. CANTO FINAL

27
DIA OCTAVO
MARÍA PROTEGE NUESTRO MUNDO
1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS (PÁG 4)
2. LECTURA BÍBLICA: E VANGELIO LC. 1, 28 -34
“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Al entrar le dijo: "Alégrate, llena de gracia: el Señor está contigo".
Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel
saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia
delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a
quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo
del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá
fin.»”. Palabra de Dios.
3. REFLEXION
Ecología: María vivía en Nazaret, valle cercano al ruta del mar, por
donde circulaban innumerables caravanas de comerciantes y gentes
de diversos pueblos; en los diferentes estadios de su vida, habitó en
otros lugares, cuyas características hablan de paisajes hermosos,
sembrados, viñedos; María debió contemplar gozosa la creación,
con su serenidad de vida, su formación religiosa y su sensibilidad de
madre; pudo disfrutar los regalos de la naturaleza, y muy
seguramente plantar y servirse de la tierra para el bienestar de la
familia y, en un pesebre, dar a luz a su hijo, rodeado de los seres
más silvestres de la creación.
Virgen María, Reina y hermosura del Carmelo, Reina de las Virtudes,
Madre la más bella! Con cuánto esmero y delicadeza habrás
disfrutado de la creación; cómo verían tus ojos contemplativos las
flores de mil colores, moviéndose con el paso de la brisa; cómo
habrán adornado tu hogar sencillo de Nazaret al cual fuiste
añadiendo tu toque femenino; cómo habrás cuidado del agua,
fuente de vida, acercándote a los pozos y disfrutando la abundancia
28
del Creador, y llegado el momento, tú, Madre la más humilde,
pusiste a tu hijo en un pesebre, segura de que la naturaleza ya se
encargaría de darle el oxígeno suficiente y el calor acogedor y
moderado para su naciente vida. En medio de una naturaleza
sencilla, con los animales más humildes, allí diste a Luz al Rey; hoy
Madre Santa, nuestros niños, incluso desde el vientre materno, son
envenenados con gases y todo tipo de químicos, producto del mal
uso que damos a la creación; enséñanos María a cuidar nuestro
entorno, enséñanos a propiciar un mundo más sano para todos,
donde el aire esté más puro, donde los desechos sean debidamente
procesados, donde intentemos atacar menos la naturaleza
utilizando lo necesario y con el mayor cuidado como lo hiciste en
Nazaret.
Madre María, necesitamos tomar conciencia de que el sol será más
radiante y más benéfico para todos, si el aire es más puro y limpio;
recuérdanos que el agua será más abundante, si mantenemos
limpios los caños y los ríos, si usamos sólo lo necesario, si no la
desperdiciamos en un afán desmedido; Madre: sabemos que
muchos niños, jóvenes y ancianos carecen de agua limpia, de un
techo para cobijarse y de un hogar limpio para vivir. Enséñanos a
compartir más, a contaminar menos y a impulsar una conciencia
ecológica para que podamos vivir en un auténtico pesebre donde la
naturaleza nos proteja del sol, los animales nos den calor y haya
comida suficiente para todos. Bajo tu Escapulario nos acogemos
santa Madre de Dios. Momento de silencio
4. GOZOS (PÁG. 4)
5. PRECES: Oremos al Padre por medio del Hijo en el Espíritu Santo.
R/. Reina y Madre del Carmelo, vuelve a nosotros tus ojos
misericordiosos.
a. Por toda la Orden del Carmen, que hoy celebra en María a su
Madre y Hermana, para que fiel a su vocación en la Iglesia, dé
testimonio de fe a través de la vida comunitaria y el apostolado.
Oremos.

29
b. Por los presos en el alma y en el cuerpo, para que sintiendo la
protección de María, nuestra Madre, liberen su espíritu de toda
atadura y regresen al camino de la paz y la armonía interior.
Oremos.
c. Por todos nosotros, que nos beneficiamos de la naturaleza, para
que la cuidemos como el don más preciado. Oremos
d. Por todos nuestros hermanos enfermos y por quienes los cuidan,
para que bajo la protección de María, vivan con serenidad y gozo
este momento de purificación. Oremos.
Oremos: Escucha, Padre Santo, la oración de tu Iglesia, y por la
intercesión de la Virgen María, Madre del Carmelo, concédenos
cuanto te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor.
6. Alabanzas a María.
Ven, Reina y Madre del Carmelo, enséñanos a cuidar nuestros
mares y ríos.
Ven, Señora de los Cielos, ayúdanos a purificar nuestro aire,
evitando todo aquello que genere contaminación y caos.
Ven, Madre de Misericordia, ayúdanos a proteger nuestros campos,
a sembrar más y acortar menos, embelleciendo con gozo la
creación.
Ven Señora de los pueblos, protege a nuestros campesinos, para
que su trabajo sea valorado y estimulado por todos.

7. Oración final. (pág 5)


8. Canto final

30
DIA NOVENO
Mujer de esperanza
1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS (PÁG.3)
2. EVANGELIO LC. 1, 28 -34
“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Al entrar le dijo: "Alégrate, llena de gracia: el Señor está contigo".
Palabra de Dios.
3. REFLEXION
Esperanza: María fue escogida por Dios, para traer al mundo la
esperanza, para entregarnos al Salvador. Ella, desde su vida sencilla
en Nazaret, fue haciendo un camino de esperanza, confiada en que
las promesas hechas al pueblo de Israel, tendrían su cumplimiento.
Acompañó el peregrinar del pueblo y mantuvo encendida la llama
de la confianza plena en Dios.
Madre y Maestra, a tu regazo venimos hoy para pedirte que
siembres en cada uno de nosotros la esperanza, aquella que se
diluye entre el barullo de la gente, el ajetreo de lo cotidiano, la
música ruidosa, los autos con sus altos índices de ruido y
contaminación. Madre, desde lo más profundo de nuestro ser,
queremos volver a lo esencial, queremos recobrar la esperanza
perdida, la alegría que agoniza en medio de la desesperación y el
acelere de la vida. Virgen Madre, ayúdanos a recuperar la
esperanza, a entender que en Dios nuestra vida tiene sentido, que
sus promesas se cumplen cada día en nosotros cuando somos
capaces de escuchar su voz en el hermano que sufre, en aquel que
busca un compromiso solidario, en la madre desconsolada que no
tiene pan para sus hijos; reina del Carmelo, haznos entender que
sólo quien va olvidándose cada día más de sí mismo para ayudar al
otro, quien va entregando hasta lo poco que tiene, para contribuir a
una sociedad más justa y solidaria, ese podrá sentir que la esperanza

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de un pueblo se ha cumplido, porque Dios se hace presente en sus
vidas.
Madre nuestra, haznos capaces de Dios, que nos vaciemos de
nosotros mismos, de nuestro orgullo, de nuestra vanidad, de
nuestros deseos de poder y de tener, para permitir que sea Dios
quien surja a través de la ayuda al necesitado, de la compañía al
solitario del pan partido para quien tiene hambre.
Madre nuestra, somos un pueblo lleno de esperanza, pero
queremos que cada día, esta esperanza tienda más a anhelar los
bienes del cielo que se hacen realidad a través de la solidaridad y la
alegría. Bajo tu Escapulario nos acogemos Santa Madre de Dios.
Momento de silencio
4. GOZOS (PÁG 4)
5. PRECES: Oremos al Padre por medio del Hijo en el Espíritu Santo.
R/. Reina y Madre del Carmelo, vuelve a nosotros tus ojos
misericordiosos.
a. Por nuestra Santa Madre la Iglesia, que en María ha alcanzado su
perfección, para que, como auténticos cristianos, sintamos y
acompañemos el dolor del otro. Oremos.
b. Por la Orden de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo,
frailes, religiosas, monjas de clausura, Carmelo Misionero Seglar y
demás laicos comprometidos con nuestro carisma para que por
intercesión de María, nuestra Madre, seamos testigos de la
esperanza en un mundo cada vez más secularizado. Oremos.
c. Por todos los que llevamos en nuestro pecho el Santo Escapulario
para que revestidos de Cristo y del hábito de la Virgen del Carmen,
seamos coherentes con nuestra opción de vida y repitamos una y
otra vez, hágase en mí. Oremos.
d. Por nuestros hermanos difuntos para que vivan en Cristo que los
salvó, con María Santísima que los amó como hijos y con todos los
Santos que con su intercesión y ejemplo les ayudan en la carrera de
llegar con gozo a la gloria celestial. Oremos.
32
Oremos: Te suplicamos Señor, que nos asista con su intercesión
poderosa la Santísima Virgen del Carmen que nos entregó su Santo
Escapulario para que en la vida nos proteja, en la muerte nos ayude
y después de la muerte nos salve y alcanzar así su dulce compañía
en el monte de la perfección que es Cristo, su Hijo. Que vive y reina
por los siglos de los siglos. Amén.
6. ALABANZAS A MARIA
Padre, tu avivas el fuego del amor en nuestro corazón, llénanos de
esperanza.
Padre Bueno, tú nos diste a María por Madre, contágianos su fe y su
esperanza.
Padre amable, tú nos diste en María un espejo de amor y entrega
incondicional, danos su valentía para decirte siempre Sí.
Padre bondadoso, tú nos entregaste a María por Madre, regálanos
amor de hijos y cercanía de hermanos para que seamos más
solidarios.
(Se pueden añadir otras alabanzas)
7. ORACIÓN FINAL (pág 5)
8. CANTO FINAL

Consagración a la Virgen del Carmen

“¡Oh María, Reina y Madre del Carmelo! Vengo a consagrarme a Ti,


pues toda mi vida quiere ser una continua acción de gracias por
todas las bendiciones que he recibido de Dios a través de tus manos.
Y porque Tú miras con ojos de particular benevolencia a los que
visten tu Escapulario, te ruego que ores a tu Hijo para que sostenga
con su Espíritu mi fragilidad, ilumine con la fe y sabiduría las
tinieblas de mi entendimiento, con la esperanza purifique mi
memoria de toda posesión, y con la caridad, encienda mi voluntad
para amar a Dios y al prójimo y así, como buen hijo, glorificarte con
una vida santa. El santo Escapulario atraiga sobre mí tu mirada
misericordiosa, sea para mí prenda de tu particular protección en la
33
lucha de cada día, de modo que pueda ser piedra viva en tu Iglesia, y
que en ella sea apóstol del Evangelio, revestido de los sentimientos
de Cristo y de tus virtudes. De hoy en adelante me esforzaré por
vivir en suave unión con tu Espíritu, ofrecerlo todo a Jesús por tu
medio y convertir mi vida en imagen de tu humildad, castidad,
paciencia, mansedumbre y espíritu de oración. ¡Oh Madre
amabilísima!, sostenme con tu amor, para que al fin de mi camino
de discípulo, me sea concedido un día, cambiar tu Escapulario por el
eterno vestido nupcial y habitar contigo y con los santos del Carmelo
en el Reino de tu Hijo. Así sea.

(Textos adaptados de diferentes páginas web, Evangelio, Santos del Carmelo y reflexiones
personales)

Carmelitas Misioneras
2018

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