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VIRREINATO DEL PERÚ

El Virreinato del Perú fue una entidad territorial situada en América del Sur, integrante
del Imperio español que fue creada por la Corona Española durante su dominio en el Nuevo
Mundo, entre los siglos XVI y XIX.

El inmenso virreinato abarcó gran parte de Sudamérica, incluida Panamá y algunas islas
de Oceanía. Quedó fuera de él, también como bien realengo, Venezuela, así como la costa
atlántica de Brasil, que pertenecía al Imperio de Portugal.4

Sin embargo, durante el transcurso del siglo XVIII su superficie sufrió tres importantes mermas
al crearse -con parte de su territorio- dos nuevos virreinatos de la Corona española:
el Virreinato de Nueva Granada y posteriormente el Virreinato del Río de la Plata. Al mismo
tiempo la colonia portuguesa del Brasil extendía sus fronteras hacia la Amazonia. A pesar de las
pérdidas territoriales, todavía a principios del siglo XIX el virreinato del Perú era la principal
posesión de la Corona española5 al tratarse de una de sus principales fuentes de riqueza.

El proceso de independencia hispanoamericana inició el fin del virreinato, conflicto en el que se


mantuvo en el bando realista, y funcionó como un importante bastión y centro estratégico de
la Corona española en América del Sur. Esto provocó la guerra con la Provincias Unidas del Río
de la Plata (creada tras la caída del virreinato homónimo), el cual por el contrario había elegido
el camino de la independencia y desde 1810 enviaba fuerzas libertadoras en todas direcciones.
Tras independizar la Capitanía General de Chile, el general rioplatense José de San Martín giró
nuevamente su atención hacia Perú y preparó un ataque naval. La campaña fue un éxito y San
Martín declaró la República del Perú, para acto seguido retirarse de su carrera militar. Aún
quedaban áreas bajo control colonialista, así que continuó con la tarea independentista el
general grancolombiano Simón Bolívar con la intervención de la Gran Colombia, quien utilizó el
apoyo de las guerrillas peruanas y todos los recursos de logística de la sierra peruana,
requisando todo lo necesario para una guerra de posiciones. Tras la batalla de Ayacucho el
virreinato perdió su rumbo con solo algunos focos de lealtad a la Corona en los Andes y la costa
del bajo y alto Perú. Con divisiones internas, sin auxilios de la España peninsular y
prácticamente aislado del mundo, la resistencia del virreinato peruano sucumbió en 1824.

Virreyes del Perú

El rey Carlos I de España (o Carlos V de Alemania) de la Casa de Austria (1516-1556), crea el Virreinato
del Perú, mediante una real cédula firmada en Barcelona el 20 de noviembre de 1542.

El Virreinato del Perú tenía una extensión inmensa. Se extendía desde Panamá, por el norte, hasta
la Tierra del Fuego en Chile, por el sur. Las únicas zonas de América del Surque no estaban dentro de sus
límites fueron los dominios de Portugal (este del Brasil) que se nenominaba Imperio del Brasil, las
provincias no descubiertas (parte central de la llanura Amazónica) y la Gobernación de Venezuela (actual
República de Venezuela), que dependía del Virreinato de Nueva España (México).

Por tanto, toda la historia del Perú, se realiza desde 1542 dentro de la nueva administración colonial. En
muchos casos, esta labor fue puramente legislativa y no llega a ejecutarse nunca.

El primer virrey, Blasco Núñez de Vela, llega al Perú en 1544. A continuación aparece la lista de los
hombres, que con el cargo de virrey o encargados del virreinato, gobernaron el Perú, desde 1542,
hasta 1824, exactamente el 9 de diciembre de 1824, día que es derrotado el último virrey Teniente
General José de La Serna en la Batalla de Ayacucho.

Lista de virreyes del Perú desde 1544 hasta 1824

Casa real Rey de España Virrey


Casa de Austria
 1544-1546 Blasco Núñez de Vela

 1546-1551 Pedro de La Gasca (Oidor decano de la Real Audiencia de Lima)


(1516-1556) Carlos I
 1550-1552 Antonio de Mendoza, Marqués de Mondéjar

 1552-1556 Melchor Bravo de Saravia (Oidor decano de la Real Audiencia


de Lima)

 1556-1561 Andrés Hurtado de Mendoza, Primer Marqués de Cañete

 1561-1564 Diego López de Zúñiga y Velasco, Conde de Nieva

 1564 Juan de Saavedra (Oidor decano de la Real Audiencia de Lima)

 1564-1569 Lope García de Castro (Oidor decano de la Real Audiencia de


Lima)

 1569-1581 Francisco de Toledo


(1556-1598) Felipe II
 1581-1583 Martín Enríquez de Almansa

 1584-1585 Cristóbal Ramírez de Cartagena (Oidor decano de la Real


Audiencia de Lima)

 1585-1589 Fernando Torres y Portugal, Conde del Villar Dompardo

 1589-1596 García Hurtado de Mendoza y Manríquez Segundo Marqués de


Cañete

 1596-1604 Luis de Velasco, Marqués de Salinas desde 1609

(1598-1621) Felipe III


 1604-1606 Gaspar de Zúñiga y Acevedo, Conde de Monterrey

 1607 Núñez de Avendaño (Oidor decano de la Real Audiencia de Lima)


 1607-1615 Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros

 1616-1621 Felipe de Borja y Aragón, Príncipe de Esquilache

 1621-1622 Juan Jiménez de Montalvo (Oidor decano de la Real Audiencia


de Lima)

 1622-1629 Diego Fernández de Córdoba, Marqués de Guadalcázar

 1629-1639 Luis Jerónimo Hernández de Cabrera, Cuarto Conde de


Chinchón

(1621-1665) Felipe IV
 1639-1648 Pedro Álvarez de Toledo y Leiva, Marqués de Mancera

 1648-1655 García Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra

 1655-1661 Luis Henríquez de Guzmán, Conde de Alba de Aliste

 1661-1666 Diego de Benavides y de la Cueva, Conde de Santisteban del


Puerto

 1666-1667 Bernardo de Iturriaza (Oidor decano de la Real Audiencia de


Lima)

 1667-1672 Pedro Antonio Fernández de Castro, Conde de Lemos

 1672-1674 Bernardo de Iturriaza (Oidor decano de la Real Audiencia de


Lima)

(1665-1700) Carlos II
 1674-1678 Baltasar de la Cueva Henríquez, Conde de Castellar

 1678-1681 Melchor de Liñán y Cisneros (Arzobispo de Lima)

 1681-1689 Melchor de Navarra y Rocafull, Duque de la Palata

 1689-1705 Melchor Antonio Portocarrero Lazo de la Vega, Conde de la


Monclova

Casa de Borbón (1700-1724) Felipe V


(1724) Luis I  1705-1707 Miguel Núñez de Sanabria (Oidor decano de la Real Audiencia
de Lima)
(1724-1746) Felipe V
(1746-1759) Fernando  1707-1710 Manuel de Oms y de Santa Pau, Marqués de Castelldosrius
VI
 1710 Miguel Núñez de Sanabria (Oidor decano de la Real Audiencia de
Lima)

 1710-1716 Diego Ladrón de Guevara (Obispo de Quito)

 1716 Mateo de la Mata Ponce de León (Oidor decano de la Real Audiencia


de Lima)

 1716 Diego Morcillo Rubio de Auñón (Arzobispo de La Plata y Charcas)

 1716-1720 Carmine Nicolao Caracciolo, Príncipe de Santo Buono

 1761-1776 Manuel de Amat y Juniet

 1776-1780 Manuel de Guirior, Marqués de Guirior


(1759-1788) Carlos III
 1780-1784 Agustín de Jáuregui y Aldecoa

 1784-1790 Teodoro de Croix, Caballero de Croix

(1788-1808) Carlos IV
 1790-1796 Francisco Gil de Taboada y Lemos

 1796-1801 Ambrosio O'Higgins Marqués de Osorno

 1801 Manuel Arredondo y Pelegrín (Oidor decano de la Real Audiencia de


Casa de Lima)
(1808-1813) José I
Bonaparte

 1801-1806 Gabriel de Avilés y del Fierro, Marqués de Avilés

 1806-1816 José Fernando de Abascal y Sousa, Marqués de la Concordia

Casa de Borbón (1813-1833) Fernando


VII  1816-1821 Joaquín de la Pezuela (Teniente General)
 1821-1824 José de la Serna e Hinojosa (Teniente General)

Casa de Austria
Casa de Austria es el nombre con el que se conoce a la dinastía Habsburgo reinante en la
Monarquía Hispánica en los siglos xvi y xvii; desde la proclamación como rey de Carlos I en
1516, hasta la muerte sin sucesión directa de Carlos II, que provocó la Guerra de Sucesión
Española.

La Monarquía Hispánica —o Monarquía Católica— fue durante toda esa época la mayor
potencia de Europa. Durante los llamados Austrias mayores —Carlos I y Felipe II—, alcanzó el
apogeo de su influencia y poder. La herencia territorial de Carlos I, procedente de los
Habsburgo —Países Bajos y Condado de Borgoña en 1506— y de los Trastámaras —Coronas
de Aragón y Castilla en 1516—, junto con la conquista de América, conformó la base de lo que
se conoce como Imperio español.

Sin embargo, los reinados de los llamados Austrias menores —Felipe III, Felipe IV y Carlos II—,
coincidentes con lo mejor del Siglo de Oro de las artes y las letras, significaron la «decadencia
española»: la pérdida de la hegemonía europea y una profunda crisis económica y social. En la
segunda mitad del siglo xvii, los españoles fueron sustituidos en la hegemonía europea por la
Francia de Luis XIV

REY CARLOS I DE ESPAÑA (1516-1556)


Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, llamado
«el César (Gante, 24 de febrero de 1500-Cuacos de Yuste, 21 de
septiembre de 1558), reinó junto con su madre, Juana I de Castilla —
esta última de forma solo nominal y hasta 1555—, en todos los reinos
y territorios hispánicos con el nombre de Carlos I desde 1516a hasta
1556, reuniendo así por primera vez en una misma persona las
Coronas de Castilla —el Reino de Navarra inclusive— y Aragón.
Fue emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V
de 1520 a 1558.

Hijo de Juana I de Castilla y Felipe I el Hermoso, y nieto por vía paterna


de Maximiliano I de Habsburgo y María de Borgoña, de quienes heredó
el patrimonio borgoñón, los territorios austríacos y el derecho al trono
imperial, y por vía materna de los Reyes Católicos, Isabel I de
Castilla y Fernando II de Aragón, de quienes heredó Castilla, Navarra,
las Indias, Nápoles, Sicilia y Aragón.

Virrey:

1. Blasco Núñez de Vela (1544-1546 )


Blasco Núñez Vela (Ávila,1 1495-Iñaquito, 1546), fue
un militar y político español, Capitán General de la Armada de
las Indias.
En 1530, fue el primero que capitaneó la Flota de Indias que
cruzó el Océano Atlántico llevando los cargamentos
de oro y plata al rey Carlos I de España evitando las amenazas
de los corsarios.2 En 1543 fue el primero que envió
hacia España, por demanda de los comerciantes de Sevilla, la
navegación de convoyes protegida por buques de guerra,
sustituyendo por primera vez en Hispanoamérica los navíos
sueltos.3
Fue nombrado primer Virrey del Perú en 1543, con la tarea de
hacer cumplir las Leyes Nuevas redactadas para poner fin a los
abusos cometidos con los indios por parte de
los encomenderos. De buen parecer y gentil presencia, debido a
su empeño en hacer cumplir la nueva legislación, entró rápidamente en conflicto con las élites
locales, de manera tal que fue depuesto de su cargo por la Real Audiencia de Lima, en 1544, la cual
entregó el poder a Gonzalo Pizarro.4 Enviado de vuelta a España, desembarcó en Tumbes y reunió
un ejército con el que marchó contra los gonzalistas, con el ánimo tenaz de recuperar el poder. Pero
hubo de retroceder y en la batalla de Iñaquito, cerca de la ciudad de Quito, fue derrotado y
decapitado, el 18 de enero de 1546.

Primer virrey del Perú


El deseo de mejorar el trato y calidad de vida de los indios sometidos en América, inspiró
al emperador Carlos V a redactar las famosas ordenanzas o Leyes Nuevas que sancionó
en Madrid, el 20 de noviembre de 1542. De acuerdo a ellas, se prohibía la esclavitud y el
trabajo pesado de los indios, determinaba la supresión a corto plazo del régimen de
las encomiendas, ordenaba despojar de sus repartimientos de indios a todos los oficiales
públicos y a las congregaciones religiosas, y además mandaba quitar sus encomiendas a los que
habían intervenido en el bando pizarrista durante la guerra civil entre los conquistadores del
Perú.

Para poner en vigor tales leyes, y a la vez terminar con el espíritu de insubordinación que
mostraban los conquistadores y extirpar el germen del feudalismo que pretendían trasplantar a
América, el rey juzgó conveniente enviar al Perú a un funcionario altamente caracterizado que
era la máxima autoridad: el virrey, desplegando un gran boato y provisto de extensas
facultades y que fuera un verdadero representante de la Monarquía Hispánica, de su poder
real y de la persona misma del soberano. El virrey fue acompañado de una Real
Audiencia compuesta de cuatro Oidores con alta jurisdicción así en lo civil como en lo criminal.

No fue fácil hallar quien quisiera aceptar un cargo de tanta responsabilidad como el de Virrey
del Perú, habida cuenta que debía promulgar y hacer cumplir unas leyes que tanta
impopularidad tenía entre los arrogantes conquistadores del Perú, convertidos en
encomenderos. El emperador se fijó en Blasco Núñez Vela, quien al principio quiso rechazar el
honor, para finalmente aceptar la voluntad real. Era ya para entonces un hombre maduro,
aunque todavía gallardo y robusto, honrado, valiente, enérgico, leal y devotísimo al emperador
de España, quien mucho le estimaba y favorecía. Era terco, arrebatado, de cortos alcances, y,
por tanto, muy desconfiado, duro como el clima y áspero como la tierra en que había nacido.
En abril de 1543 se le otorgó el título de Virrey, Gobernador y Capitán General de los reinos del
Perú, Tierra Firme y Chile y presidente de la Real Audiencia, que con las atribuciones y
preeminencias de la de Valladolid, debía establecerse en la Ciudad de los Reyes o Lima. Su
salario anual quedó fijado en 18,000 ducados de oro.

2. Pedro de La Gasca (Oidor decano de la Real Audiencia de Lima) (1546-


1551 )

Pedro de la Gasca o bien Pedro Lagasca (Navarregadilla de


Ávila, Corona de Castilla, agosto de 1493 – Sigüenza de
Guadalajara, Corona de España, 13 de noviembre de 1567) era
un sacerdote, funcionario, diplomático y militar español del siglo
XVI que fue nombrado caballero de la Orden de Santiago y
consejero del Tribunal del Santo Oficio.

Fue designado en 1546 como presidente de la Real Audiencia de


Lima con la misión de acabar con la rebelión de Gonzalo
Pizarroen el Virreinato del Perú, cumpliendo cabalmente su
cometido, y ha pasado a la historia con el apelativo
de Pacificador. Hizo luego un ordenamiento general del
territorio y culminó su brillante carrera como obispo de
Palencia desde 1550 y luego de Sigüenzadesde 1561 hasta su
fallecimiento.

Obra escrita

 Descripción del Perú (1551-1553, editada por Josep M. Barnadas en 1976), con
noticias sobre el medio natural y la población autóctona del Perú.

Presidente de la Real Audiencia


Predecesor: Sucesor:
de Lima
Gonzalo Pizarro Andrés de Cianca
Gobernador interino del (como presidente de la Real
(como gobernador fáctico del
Virreinato del Perú) Virreinato del Perú Audiencia de Lima y gobernador
interino del Virreinato del Perú)
1546 / 1548 – 1550

Sucesor:
Predecesor: Obispo de Palencia
Cristóbal Fernández de
Luis Cabeza de Vaca 1550 – 1561
Valtodano

Predecesor:
Obispo de Sigüenza Sucesor:
Francisco Manrique de
1561 – 1567 Diego de Espinosa
Lara

3. Antonio de Mendoza, Marqués de Mondéjar (1550-1552)

Antonio de Mendoza y Pacheco (Mondéjar, 1490 o 1493-Lima, 1552) fue


un político y militar español, caballero de Santiago, comendador de Socuéllamos, primer virrey
de la Nueva España desde 1535 hasta 1550 y segundo
del Perú, de 1551 a 1552.

Antonio de Mendoza fue hijo de Íñigo López de Mendoza y


Quiñones, II conde de Tendilla y I marqués de Mondéjar (a la
vez nieto de Íñigo López de Mendoza, el gran poeta), y de su
segunda esposa, Francisca Pacheco Portocarrero (hija de Juan
Pacheco, I duque de Escalona y de su esposa María
Portocarrero Enríquez, VI señora de Moguer y Villanueva del
Fresno).

Nunca fue conde de Tendilla, como muchas informaciones,


biografías y publicaciones erróneamente le adjudican, ya que
el título y mayorazgo recayó en su hermano mayor, Luis
Hurtado de Mendoza. El único título perpetuo que tuvo a su
merced fue el de comendador de Socuéllamos.

Se casó con Catalina de Vargas, hija de Francisco de Vargas, contador mayor de los Reyes
Católicos, de la que tuvo tres hijos: Íñigo, el primogénito, Francisca y Francisco.

4. Melchor Bravo de Saravia (Oidor decano de la Real Audiencia de Lima)


(1552-1556)
Melchor Bravo de Saravia y Sotomayor (Soria, 1512 - ib., 8
de diciembre de 1577) fue
un abogado y funcionario español, que llegó a ser
presidente de la Real Audiencia de Lima y a la vez
gobernador interino del Virreinato del Perú
desde 1553 hasta 1556, y posteriormente, fue nombrado
como gobernador de la Capitanía General de
Chile desde 1568 hasta 1573 y presidente de la
subordinada Real Audiencia de Concepción.

Como presidente-gobernador interino peruano reprimió el


levantamiento del encomendero Francisco Hernández
Girón contra el rey, y como presidente-gobernador chileno
luchó sin éxito contra los mapuches, aunque realizara una
obra meritoria como administrador.

Origen familiar y primeros años

Melchor Bravo de Saravia había nacido en el año 1512 en la ciudad de Soria, de la


entonces Castilla la Vieja que formaba parte de la Corona castellana, siendo hijo de Juan Bravo
de Saravia, señor de Pica y de Almenar, y de María Sotomayor de Vera Morales. Es antepasado
directo de los actuales marqueses de la Pica.
Después de cursar Latinidad, se trasladó a Bolonia e ingresó en el Colegio Mayor de San
Clemente (para estudiantes españoles) y se doctoró en Leyes.

Su llegada a la Sudamérica española

Nombrado en 1547 oidor de la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá en el Nuevo Reino de


Granada, no llegó a tomar posesión de dicha plaza porque inmediatamente recibió la orden de
pasar al Perú para desempeñar el mismo cargo en la audiencia limeña, que se reinstaló
en Lima en 1549 tras la debelación de la rebelión de Gonzalo Pizarro llevada a cabo por el
pacificador Pedro de la Gasca, quien ejerció como presidente de dicha audiencia.

Tras la partida de Gasca en 1550, Bravo de Saravia permaneció en el cargo de oidor, siendo
nombrado presidente de la audiencia el oidor Andrés de Cianca en su calidad de oidor decano
(el de más antigüedad). Los otros oidores eran los licenciados Pedro Maldonado (quien falleció
a principios de 1550) y Hernando de Santillán.

En 1551 arribó al Perú el virrey Antonio de Mendoza. Este, ya achacoso y enfermo, delegó
prácticamente el poder en la Audiencia, cuerpo al que se sumó el oidor Diego González
Altamirano en reemplazo del fallecido Maldonado. Bravo de Saravia supo moderar las
ambiciones de sus colegas oidores, así como el agresivo descontento que entre los colonos
suscitó la promulgación de la real cédula que disponía la abolición de los servicios personales
de los indios.

El virrey Mendoza murió tras diez meses de gobierno, el 21 de julio de 1552, y una vez más
la real audiencia, presidida por Cianca, asumió las tareas de gobierno de manera provisional en
espera de la llegada de un nuevo virrey.

REY FELIPE II (1556-1598)


Felipe II de España, llamado «el Prudente»
(Valladolid, 21 de mayo de 1527-San Lorenzo de El
Escorial, 13 de septiembre de 1598), fue rey de
Españah desde el 15 de enero de 1556 hasta su
muerte, de Nápoles y Sicilia desde 1554 y de Portugal y
los Algarves —como Felipe I— desde 1580, realizando
la tan ansiada unión dinástica que duró sesenta años.
Fue asimismo rey de Inglaterra e Irlanda iure uxoris, por
su matrimonio con María I, entre 1554 y 1558.

Hijo y heredero de Carlos I de España e Isabel de


Portugal, hermano de María de Austria y Juana de
Austria, nieto por vía paterna de Juana I de
Castilla y Felipe I de Castilla y de Manuel I de
Portugal y María de Aragón por vía materna; murió el
13 de septiembre de 1598 a los setenta y un años de
edad, en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, para lo cual fue llevado desde Madrid en
una silla-tumbona fabricada para tal fin.

Desde su muerte fue presentado por sus defensores como arquetipo de virtudes, y por sus
enemigos como una persona extremadamente fanática y despótica. Esta dicotomía entre
la leyenda blanca o rosa y leyenda negra fue favorecida por su propio accionar, ya que se negó
a que se publicaran biografías suyas en vida y ordenó la destrucción de su correspondencia.

Su reinado se caracterizó por la exploración global y la expansión territorial a través de los


océanos Atlántico y Pacífico. Con Felipe II, la monarquía española llegó a ser la primera
potencia de Europa y el Imperio español alcanzó su apogeo. Fue el primer imperio de ámbito
mundial. Por primera vez en la historia, un imperio integraba territorios de todos los
continentes habitados

Andrés Hurtado de Mendoza, Primer Marqués de Cañete (1556-1561)

Andrés Hurtado de Mendoza y Cabrera, II Marqués de Cañete (Cuenca, 1510 - Lima, 14 de


septiembre de 1560) fue un militar y político español que llegó a ser el III Virrey del Perú,
entre 1556 y 1560. Su gobierno marcó la culminación del período de guerras civiles,
caracterizado por continuas revueltas y modificaciones en el escenario del poder. Pacificó el
Virreinato, impuso el respeto a la autoridad y fomentó la colonización.

El 10 de marzo de 1555 recibió la designación de Virrey,


Gobernador y Capitán General del Perú y Presidente de
la Real Audiencia de Lima. Todavía antes de la partida
escribió una carta al emperador, manifestándole tener
noticia de que en el Perú habitaban entonces cerca de ocho
mil españoles, de los cuales solo quinientos poseían
repartimientos de indios, un millar tenían algún negocio u
oficio y el resto carecía de medios para subsistir: era
necesario, pues, “desaguar” la tierra de tantos elementos
ociosos. Con este ideal en la cabeza, y con un nutrido
séquito de parientes y criados, entre quienes se contaban
sus hijos Felipe y García Hurtado de Mendoza, el
conquistador Jerónimo de Alderete como gobernador
designado de Chile, el poeta Alonso de Ercilla y el
oidor Gregorio González de Cuenca, se hizo a la vela en el
puerto de Sanlúcar de Barrameda, el 15 de
octubre de 1555.

Apenas tocó tierra en Panamá inició juicio de residencia a los magistrados de la Audiencia y
diversos funcionarios, y reprimió a una partida de cimarrones o esclavos negros fugitivos que
asolaban la región. El encargado de esta última misión fue Pedro de Ursúa, quien logró apresar
al autodenominado “rey de Bayano”, caudillo de los negros, quien fue ahorcado.

El virrey Marqués de Cañete arribó al Perú tocando tierra en Paita el 24 de marzo de 1556;
pasó a Trujillo y continuó finalmente por el camino de los llanos hasta arribar a Lima. Era
recibido en la Ciudad de los Reyes el 29 de junio de 1556.1

Diego López de Zúñiga y Velasco, Conde de Nieva (1561-1564)


Diego López de Zúñiga y Velasco (Burgos, ca. 1500 – Ciudad de
los Reyes, 19 de febrero de 1564), V conde de Nieva y caballero
de la Orden de Santiago, fue el 4.º virrey del Perú, cargo que
ejerció de 1561 hasta su asesinato ocurrido en 1564, muerte que
hasta hoy día está teñida de misterio.

Elección como virrey del Perú

Debido a la muerte repentina de Diego de Acevedo y Fonseca,


quien preparaba su viaje para hacerse cargo del Virreinato del
Perú en reemplazo del Marqués de Cañete, el rey Felipe II lo
reemplazó por el Conde de Nieva, despachando el día 15 de
diciembre de 1558 las provisiones que lo nombraban como
virrey, gobernador y capitán del Perú, así como presidente de
la Real Audiencia de Lima.

Por problemas administrativos se retrasó su viaje al Perú, hasta que al fin, rodeado de un
numeroso grupo de oficiales, deudos y protegidos, partió el 28 de enero de 1560 desde el
puerto de Cádiz. Atravesó el istmo de Panamá en mayo y tras superar unas fiebres tropicales,
arribó al puerto de Paita, en la costa norte peruana, desde donde siguió el viaje a Lima por
tierra. Hizo su entrada oficial en la capital del Virreinato el 17 de abril de 1561.

El Conde de Nieva se distinguió por sus hábitos cortesanos, su desidia para atender los
negocios públicos y su codicia. Lima se transformó en escenario de una suntuosa vida
cortesana, con ceremonias de espléndido boato, capilla musical y lucimiento de trajes
aparatosos, todo lo cual fue reglamentado por el virrey mediante ordenanzas. Su mandato solo
duró tres años.

Juan de Saavedra (Oidor decano de la Real Audiencia de Lima) (1564)

Juan de Saavedra (Valparaíso de Arriba (Campos del Paraíso, Cuenca - 21 de mayo de 1554), fue
un conquistador español que participó en la conquista del Perú. Se le considera el descubridor
de Valparaíso.

Militó a las órdenes de Diego de Almagro. En la primera expedición hacia Chile en 1535,
Almagro envió a Juan de Saavedra a reconocer las costas en la embarcación que le había traído
refuerzos desde el Perú. Saavedra llegó hasta la zona de Alimapu, que llamó Valparaíso, como
su pueblo natal.1

Al regresar de aquella expedición, Hernando Pizarro pretendió atraer a su bando a Saavedra


con sus hombres, pero éste que era enemigo de estas luchas fratricidas, no quiso aceptar lo
propuesto y se apartó de ambos jefes; cuando supo que Cristóbal Vaca de Castro había llegado
al Perú como gobernador con poderes del Rey, se alistó bajo la bandera de éste, y se distinguió
en la batalla de Chupas en 1542, en la que fue vencido Diego de Almagro el Mozo. En
recompensa se le otorgaron las encomiendas de Acopia, Acos, Cangalla, Coscoja, Hanan Lampa
y Quispicanchis en la jurisdicción del Cuzco, y las de Chalaco y Frías, en la jurisdicción de
Trujillo.

Regresó a España y está enterrado en la iglesia de San Miguel Arcángel de Valparaíso de Arriba.
PRESIDENTE DEL PERÚ DESDE EL INICIO HASTA LA
ACTUALIDAD
Esta es una lista de los gobernantes que han ejercido la suprema magistratura del Perú a lo
largo de su historia como nación independiente, desde su independencia hasta la actualidad.
Actualmente el presidente de la República del Perú es el jefe de Estado y de gobierno peruano.
Para más información sobre el cargo, historia, posición constitucional e importancia de este,
véase: Presidente del Perú.

Desde 1821 que se inicia la vida republicana, el Perú ha sido gobernado por diferentes
personajes que van desde los militares que lucharon por la independencia, hasta personas de
la aristocracia, pasando por representantes indígenas y de las minorías étnicas del país.

La historia del Perú ha estado llena de incidentes, cuartelazos, luchas civiles, golpes de estado y
hasta un autogolpe. No han sido situaciones aisladas, entonces, que en determinado momento
el gobernante peruano haya tenido que dejar un sustituto en su cargo mientras iba a sofocar
un levantamiento en el interior del país. O el hecho, también repetido, que existan dos –e
incluso más– figuras gobernando el país al mismo tiempo.
Cronología

Línea del tiempo


Vez de
Gobernante Periodo Asunción Título
Gobierno

3 de
José de San agosto 182 Cabildo
Protector
Martín y 1 - 20 de Única Abierto en
del Perú
Matorras septiembre Lima1
1822

Encargado
José Bernardo 19 de
interino, por
de Tagle y enero 182
viaje de Supremo
Portocarrero, 2 - 21 de 1ª
San Martín Delegado
Marqués de agosto 182
a Guayaquil
Torre Tagle 2
.

Interinamen
te, por
renuncia de
20 de San Martín
septiembre y en su Encargad
Francisco Xavier 1822 - 22 calidad o Interino

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septiembre te Ejecutivo
1822 del Primer
Congreso
Constituyen
te del Perú
Junta de
Gobierno:

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septiembre por el
es.); Junta
1822 - 27 Congreso
— Gubernat
de de entre
iva del
 Felipe febrero 18 sus
Perú
Antonio 23 miembros2
Alvarado;

 Manuel
Salazar y
Baquíjano.
Designado
por el
Congreso
José Bernardo 27 de tras
de Tagle y febrero 18 el Motín de
Jefe
Portocarrero, 23 - 28 de 2ª Balconcillo
Interino
Marqués de febrero 18 por ser el
Torre Tagle 23 Jefe Militar
de Mayor
Graduación.
3

Impuesto
por el Motín
José de la Riva 28 de President
de
Agüero y febrero 18 e de la
Única Balconcillo.
Sánchez 23 - 23 de Repúblic
Ratificado
Boquete junio 1823 a
por el
Congreso4

Elegido
provisional
mente por
el Congreso
para ejercer
sobre los
23 de Encargad
Francisco lugares no
junio 1823 o interino
Valdivieso y Única afectados
- 17 de del
Prada por la
julio1823 Gobierno
guerra,
mientras
que Sucre
asumía el
“poder
militar”.5
Elegido
provisional
23 de
mente por Jefe
Antonio José de junio 1823
Única el Congreso Supremo
Sucre y Alcalá - 17 de
para ejercer Militar
julio1823
el “poder
militar”.

José Bernardo 17 de Elegido por


de Tagle y julio 1823 - el Encargad
Portocarrero, 16 de 3ª Congreso, o del
Marqués de agosto182 delegado Mando
Torre Tagle 3 por Sucre6

Ratificado
como
Presidente
de la
José Bernardo 16 de
República President
de Tagle y agosto 182
3ª por el e de la
Portocarrero, 3 - 10 de (continuación) Congreso Repúblic
Marqués de febrero 18
según el a
Torre Tagle 24
flamante
texto
constitucion
al.
El
Congreso
Constituyen
te le otorgó
la suprema
10 de
autoridad
Simón Bolívar febrero 18 Libertado
militar y
Palacios Ponte 24 - 27 de Única r
política al
y Blanco enero 182 Dictador
margen de
7
la
Constitució
n ante la
ofensiva
realista.78
En su
calidad de
vicepreside
President
1 de nte del
e del
Hipólito Unanue abril 1825 Consejo de
1ª Consejo
y Pavón - 5 de Gobierno,
de
enero1826 reemplazó
Gobierno
a La Mar, el
presidente
ausente.
Encargado
5 de del President
enero 182 Gobierno e del
José de La Mar
6 - 25 de 2ª hasta el Consejo
Cortázar
febrero 18 retorno de de
26 Bolívar a Gobierno
Lima.

President
Hipólito Unanue 25 de
e del
y Pavón febrero 18
2ª Encargado Consejo
26 - 28 de
de
junio 1826
Gobierno

Encargado
del mando.
Desde el 3-
09-1826, President
28 de
Andrés de Santa ante el e del
junio 1826
Cruz y 1ª regreso de Consejo
- 28 de
Calaumana Bolívar a de
enero1827
Colombia, Gobierno
quedó
como único
gobernante.

Junta de
Gobierno: Electo por
el Congreso
28 de President
tras la
 Andrés enero 182 e de la
- revuelta
de Santa 7 - 9 de Junta de
que puso fin
Cruz y junio1827 Gobierno
al régimen
Calaumana
bolivariano.
(presidente)

En su
calidad de
Vicepreside
nte de la
República,
9 de
se encargó Encargad
junio 1827
Manuel Salazar del poder o del
- 22 de 1ª
y Baquíjano en tanto el Poder
agosto182
electo Ejecutivo
7
presidente
La Mar
llegaba
de Guayaqu
il
9 de President
Elegido por
José de La Mar junio 1827 e de la
4ª el
Cortázar - 5 de Repúblic
Congreso9
junio1829 a

Vicepreside
nte
encargado
del
13 de
gobierno, Encargad
septiembre
Manuel Salazar por o del
1828 - 5 2ª
y Baquíjano ausencia de Poder
de
La Mar Ejecutivo
junio 1829
durante Gu
erra
grancolomb
o-peruana

Golpe de
Estado.
6 de Encargado
Antonio junio 1829 del mando
Jefe
Gutiérrez de la - 1 de 1ª en tanto el
Supremo
Fuente septiembre Congreso
1829 eligiera al
presidente
provisorio.

1 de
septiembre
Elegido por President
Agustín 1829 - 19
1ª el e
Gamarra Messia de
Congreso.10 provisorio
diciembre
1829

Vicepreside
nte
provisorio
21 de encargado
septiembre del
Antonio Encargad
1829 - 25 gobierno
Gutiérrez de la 2ª o del
de por viaje de
Fuente Mando
noviembre Gamarra
1829 con motivo
del arreglo
de paz con
Colombia.
19 de
diciembre President
Agustín
1829 - 20 1ª (continuaci Elecciones e de la
Gamarra
de ón) populares Repúblic
Messia
diciembre a
1833

Vicepreside
nte de la
5 de República
Antonio septiembre encargado Encargad
Gutiérrez de la 1830 - 16 3ª del o del
Fuente de gobierno Mando
abril 1831 por
ausencia de
Gamarra

En su
calidad
de Prefecto
de Lima,
asumió
interinamen
16 de
te el poder Encargad
Juan Bautista abril 1831
Única por ser la o del
Eléspuru - 18 de
única Mando
abril1831
autoridad
existente
tras la
expulsión
de La
Fuente.

Como Presi
dente del
Senado, se
18 de
encargó del Encargad
Andrés Reyes y abril 1831
1ª mando por o del
Buitrón - 7 de
ausencia Mando
junio1831
del
presidente
Gamarra.

Como Presi
dente del
29 de Senado, se
junio 1831 encargó del Encargad
Andrés Reyes y
- 14 de 2ª mando por o del
Buitrón
diciembre ausencia Mando
1831 del
presidente
Gamarra.
Como Presi
dente del
27 de
Senado, se
septiembre
encargó del Encargad
Manuel Tellería 1832 - 31
Única mando por o del
Vicuña de
ausencia Mando
octubre 18
del
32
presidente
Gamarra.

Como Vice
presidente
del Senado,
30 de
José Braulio del se encargó
julio 1833 - Encargad
Campo del mando
22 de Única o del
Redondo por
noviembre Mando
Cisneros ausencia
1833
del
presidente
Gamarra.
Como Presi
dente de
la Convenci
ón
Nacional(C
ongreso
20 de Constituyen
diciembre te) se hizo Encargad
Francisco Xavier 1833 - 21 cargo del o interino

de Luna Pizarro de Ejecutivo, del
diciembre en tanto el Ejecutivo
1833 presidente
provisorio
elegido por
el Congreso
tomaba
posesión
del cargo.

21 de Elegido por
diciembre la President
Luis José de
1833 - 11 Convención e
Orbegoso y Única
de Nacional Provisori
Moncada
agosto 183 (Congreso)1 o
1
6
Presidente
del Consejo
30 de
de
diciembre
Gobierno, Encargad
Juan Francisco 1835 - 9
1ª encargado o del
de Vidal La Hoz de
del mando Ejecutivo
enero 183
por
6
ausencia de
Orbegoso

4 de Jefe
Pedro Pablo enero 183 Autoprocla Supremo
Única
Bermúdez 4 - 28 de mado Provisori
abril1834 o

Encargado
del mando
30 de
por
Manuel Salazar marzo 183 Supremo
3ª ausencia
y Baquíjano 4 - 6 de Delegado
del
mayo1834
presidente
Orbegoso

9 de
Encargado
noviembre
del mando
Manuel Salazar 1834 - 23 Supremo
4ª por
y Baquíjano de Delegado
ausencia de
febrero 18
Orbegoso
35

Jefe y
23 de Legislado
Felipe Santiago febrero 18 r
Autoprocla
Salaverry del 35 - 7 de Única Supremo
mado
Solar febrero 18 de la
36 Repúblic
a
Encargado
del
6 de gobierno en
Encargad
Juan Ángel abril 1835 Lima por
Única o del
Bujanda - 17 de autorización
Ejecutivo
mayo1835 extraordinar
ia de
Salaverry

Vicepreside
nte del
28 de
Consejo de
septiembre
Gobierno, Encargad
1835 - 14
Juan José Salas Única encargado o del
de
del mando Ejecutivo
octubre 18
por
35
ausencia de
Salaverry

Presidente
del Consejo
14 de de
Juan Bautista de octubre 18 Gobierno, Encargad
Lavalle y 35 - 27 de 1ª encargado o del
Zugasti diciembre del mando Ejecutivo
1835 por
ausencia de
Salaverry

Organiz
Vez de
Gobernante Periodo ación Asunción Título
Gobierno
Política

Agustín Proclamaci
Gamarra ón por
Messia cabildo
abierto en
25 de
Lima
agosto 183
durante Presidente de
8 - 15 de 2ª (Militar)
la Guerra la República
agosto 183
contra la
9
Confederaci
ón
Peruano-
boliviana

15 de 2ª (Militar) Designado Presidente


por
agosto 183
(continuaci el Congreso
9 - 10 de Provisorio
ón) General de
julio 1840
Huancayo13

10 de
Presidente
julio 1840 - 2ª
Elección Constitucional
18 de (continuaci (Militar)
popular14 de la
noviembre ón)
República
1841 (†)

Sucesión
18 de legal por
noviembre ser el
Manuel
1841 - 16 presidente Presidente
Menéndez 1ª
de del Consejo provisorio
Gorozabel
agosto 184 de Estado
2 (Vicepresid
ente)

16 de
Juan
agosto 184
Crisóstomo Autoprocla
2 - 20 de Única (Militar) Jefe Supremo
Torrico mación
agosto 184
González
2

Se encargó
del mando
20 de interinamen
Juan
agosto 184 te, por ser
Bautista de Encargado
2 - 20 de 2ª el
Lavalle y del Mando
octubre 184 Presidente
Zugasti
2 del Consejo
de
Ministros.
Segundo
vicepreside
nte del
Consejo de
Juan 20 de Estado.
Francisco octubre 184 Asumió el Presidente de
2ª (Militar)
de Vidal La 2 - 15 de poder tras la República
Hoz marzo 1843 derrotar a
Torrico en
la batalla de
Agua
Santa.

Gobierno
interino, por
15 de ser el
Justo
marzo 1843 primer Presidente
Figuerola 1ª
- 19 de vicepreside Provisorio
de Estrada
marzo 1843 nte del
Consejo de
Estado.

Encargado
del
gobierno,
19 de
por ser el
Eleuterio marzo 1843 Gobernador
Única (Militar) comandant
Aramburú - 21 de interino
e general
marzo 1843
de la
guarnición
de Lima.

Gobierno
21 de
José interino, por
marzo 1843 Gobernador
Rufino 1ª (Militar) ser el
- 27 de interino
Echenique Prefecto de
marzo 1843
Lima.
27 de Gobierno
Juan
marzo 1843 interino, en Gobernador
Antonio 1ª (Militar)
- 7 de nombre de interino
Pezet
abril 1843 Vivanco.

Manuel 7 de
Supremo
Ignacio de abril 1843 - Autoprocla
Única (Militar) Director de la
Vivanco 17 de mación
República
Iturralde junio 1844

Autoprocla
3 de mación,
Presidente de
septiembre principiando
Domingo la Suprema
1843 - 17 la
Nieto y Única (Militar) Junta de
de revolución
Márquez Gobierno
febrero 184 constitucion
Provisorio
4 (†) alista contra
Vivanco.

17 de Reemplazó Presidente de
Ramón
febrero 184 a Nieto en la Suprema
Castilla y
4 - 11 de 1ª (Militar) la Junta de
Marquesad
diciembre 1 presidencia Gobierno
o
844 de la Junta. Provisorio
Como
Prefecto de
Lima,
30 de asumió el
noviembre poder en
Gobernador
1843 - 17 1ª nombre de
interino
de Vivanco,
junio 1844 ausente por
la guerra
Domingo civil de
Elías 1843-44.
Carbajo

Autoprocla
17 de mación en
junio 1844 - 1ª Lima,
10 de (continuaci desconocie Jefe Supremo
agosto 184 ón) ndo la
4 autoridad
de Vivanco.

Restauració
n
constitucion
10 de al
Justo agosto 184 transitoria
Presidente
Figuerola 4 - 7 de 2ª - (por ser el
Provisorio
de Estrada octubre 184 1º
4 Vicepreside
nte del
Consejo de
Estado).

Restauració
n
constitucion
al
transitoria
(por ser el
7 de
Manuel Presidente
octubre 184 Presidente
Menéndez 2ª - del Consejo
4 - 20 de Provisorio
Gorozabel de Estado
abril 1845
del
gobierno de
Gamarra)15
(Presidente
del Consejo
de Estado)
Elecciones.
16
Fue el
Ramón 20 de Presidente
primer
Castilla y abril 1845 - Constitucional
2ª (Militar) presidente
Marquesa 20 de de la
en
do abril 1851 República
completar
su periodo.

José 20 de Presidente
Rufino abril 1851 - Constitucional
2ª (Militar) Elecciones
Echenique 5 de de la
Benavente enero 1855 República

Autoprocla
mación (Sur
Ramón y Centro del
febrero 185
Castilla y País) Presidente
4 - 5 de 3ª (Militar)
Marquesad Insurrecció interino
enero 1855
o n
Guerra
Civil.

Como
Presidente
del Consejo
de Estado
se encargó
17 de
José del Encargado
julio 1854 -
Miguel Única (Militar) Ejecutivo del Poder
5 de
Medina mientras el Ejecutivo
enero 1855
Presidente
Echenique
comandaba
la
Armada.17
Triunfo de
la
5 de revolución
Ramón
enero 1855 3ª liberal en Presidente
Castilla y
- 24 de (continuaci (Militar) la batalla de Provisorio de
Marquesad
octubre 185 ón) La Palma la República
o
7 Ratificado
provisoriam
ente.

Se encargó
del mando
interinamen
2 de
te, por ser
José María abril 1857 - Encargado
Única (Militar) el
Raygada 28 de del Mando
Presidente
julio 1858
del Consejo
de
Ministros.

Encargado
interino por
ser el
Presidente
del Consejo
de
28 de
Miguel de Ministros,
julio 1858 -
San mientras Encargado
24 de 1º (Militar)
Román y que el del Mando
octubre 185
Meza Presidente
8
Castilla
estaba en
campaña
contra la
revolución
de Vivanco.

24 de
Ramón Presidente
octubre 185 3ª
Castilla y Constitucional
8 - 24 de (continuaci (Militar) Elecciones
Marquesa de la
octubre 186 ón)
do República
2
En su
calidad de
Vicepreside
nte quedó
29 de como
Juan Encargado del
setiembre 1 Encargado
Manuel del Única - Poder
859 - 21 de del
Mar Ejecutivo
marzo 1860 Ejecutivo
mientras el
Presidente
comandaba
la Armada18

24 de
Miguel de Presidente
octubre 186
San Constitucional
2 - 3 de 2º (Militar) Elecciones
Román y de la
abril 1863 (
Meza República
†)

Ramón 3 de
Encargado del
Castilla y abril 1863 - Autoprocla
4ª (Militar) Poder
Marquesad 9 de mación
Ejecutivo
o abril 1863

Por ser el

Vicepreside
9 de nte quedó
Pedro Diez abril 1863 - encargado
Encargado
Canseco 5 de 1ª (Militar) del mando
del Mando
Corbacho agosto 186 en tanto
3 llegaba el

Vicepreside
nte Pezet.
5 de
Juan Sucesión Presidente
agosto 186
Antonio Legal (1º Constitucional
3 - 6 de 2ª (Militar)
Pezet Vicepreside de la
noviembre
Rodríguez nte) República
1865

Por ser el

6 de
vicepreside
noviembre
Pedro Diez nte de San
1865 - 28 Presidente
Canseco 2ª (Militar) Román,
de provisorio
Corbacho asume el
noviembre
poder tras
1865
la caída de
Pezet.

Autoprocla
28 de
mación,
noviembre
tras triunfo Jefe Supremo
1865 - 15
1ª (Militar) de la de la
de
revolución República
febrero 186
que
7
encabezó.19

Mariano
15 de
Ignacio
febrero 186 1ª Designado Presidente
Prado
7 - 31 de (continuaci (Militar) por el Provisorio de
Ochoa
agosto 186 ón) Congreso20 la República
7

31 de Designació
Presidente
agosto 186 1ª n del
Constitucional
7 - 5 de (continuaci (Militar) Congreso y
de la
enero de 1 ón) elección
República
868 popular
Encargado
del
gobierno
por ser
Presidente
del Consejo
12 de
Luis La de Encargado
octubre 186
Puerta de 1ª (Militar) Ministros, del Poder
7 - 8 de
Mendoza mientras el Ejecutivo
enero 1868
presidente
Prado
combatía la
revolución
de
Arequipa.21

Autoprocla
mación
(Arequipa),
Restauració
23 de
Pedro Diez n del Encargado
setiembre 1
Canseco 3ª (Militar) "Orden del Poder
867 - 7 de
Corbacho Constitucio Ejecutivo
enero 1868
nal" (2º
vicepreside
nte de San
Román)2223

Designació
n
Antonio 7 de Presidencia
Gutiérrez enero 1868 l24 Presidente
4ª (Militar)
de la - 8 de (Presidente Provisorio
Fuente enero 1868 del Consejo
de
Ministros)

Asumió el
8 de poder por
Francisco
enero 1868 triunfar en Encargado
Diez 1ª (Militar)
- 22 de Lima, al del Gobierno
Canseco
enero 1868 frente de la
revolución
Sucesión
legal.
Reconocido
22 de
en Cabildo
Pedro Diez enero 1868
Abierto de Presidente
Canseco - 2 de 4ª (Militar)
Lima (por Provisorio
Corbacho agosto 186
ser el 2º
8
vicepreside
nte de San
Román)2526

2 de
agosto 186
Presidente
8 - 22 de
José Balta Constitucional
julio 1872 ( Única (Militar) Elección
y Montero de la
26 de
República
julio1872 [†
])

22 de
julio 1872 -
Tomás Golpe
26 de Única (Militar) Jefe Supremo
Gutiérrez Militar272829
julio 1872 (
†)

Interino tras
el asesinato
26 de
Francisco de Balta, en Presidente
julio 1872 -
Diez 2ª (Militar) su calidad Encargado
27 de
Canseco de 2º del Mando
julio 1872
vicepreside
nte.
Sucesión
27 de
Legal (por Presidente
Mariano julio 1872 -
ser el 1º Constitucional
Herencia 2 de Única (Militar)
vicepreside de la
Zevallos agosto 187
nte República
2
de Balta)30

2 de
Presidente
Manuel agosto 187
Partido 31 Constitucional
Pardo y 2 - 2 de Única Elección
Civil de la
Lavalle agosto 187
República
6

Por
ausencia
28 de del
Manuel noviembre presidente
Partido Presidente
Costas 1874 - 18 Única Pardo, en
Civil interino
Arce de su calidad
enero 1875 de 1º
vicepreside
nte

2 de
Mariano Presidente
agosto 187
Ignacio Partido Constitucional
6 - 18 de 2ª Elección
Prado Civil de la
diciembre 1
Ochoa República
879
En su
calidad de

vicepreside
16 de nte,
mayo 1879 encargado Encargado
Partido
- 2 de 2ª en tanto el del Poder
Civil
diciembre 1 presidente Ejecutivo
879 Prado se
Luis La hallaba en
Puerta de el sur como
Mendoza Director de
Guerra.32

18 de
Sucesión
diciembre 1 Presidente
Partido Legal
879 - 23 de 3ª Transitorio de
Civil (Vicepresid
diciembre 1 la República
ente)3334
879

Autoprocla
23 de mación35
diciembre 1 Jefe Supremo
1ª -
879 - 15 de Cabildo del Perú
enero 1881 Abierto
Nicolás de de Lima36
Piérola
Villena
Designado
29 de Presidente del
por la
julio 1881 - Perú
1ª (continu Asamblea
28 de -
ación) Nacional
diciembre 1
de Ayacuch
881
o

Elegido en
12 de
Cabildo Presidente
marzo 1881
Única - Abierto Provisional de
- 10 de
(Magdalena la República
julio 1881
Francisco )
García 10 de
Calderón julio 1881 - Ratificado
Landa 28 de Única por el
Presidente de
septiembre (continuaci - Congreso
la República
1881 (6 de ón) de Chorrillo
noviembre s37
1881)
Lizardo 28 de Única Partido Sucesión Presidente
Montero septiembre Civil Legal Provisional de
Flores 1881 - 28 (Juramenta la República
de ción ante la
octubre 188 corte
3 judicial
de Cajamar
ca)
(Vicepresid
ente
de García
Calderón,
establece
su gobierno
en Arequipa
)
31 de Autoprocla
agosto 188 mación
2 - 30 de Única (Militar) en Cajamar Jefe Supremo
diciembre 1 ca (Grito de
882 Montán)
Elegido por
Miguel 30 de la
Única
Iglesias diciembre 1 Asamblea Presidente
(continuaci (Militar)
Pino de 882 - 1 de del Norte Regenerador
ón)
Arce marzo 1884 (Cajamarca
)383940
1 de Ratificado
marzo 1884 Única por la Presidente
- 3 de (continuaci (Militar) Asamblea Provisorio de
diciembre 1 ón) Constituyen la República
885 te41

Autoprocla
16 de mación
Andrés
julio 1884 - (Centro del
Avelino Presidente del
3 de 1ª (Militar) Perú)
Cáceres Perú
agosto 188 (Vicepresid
Dorregaray
5 ente
de Montero)

Encargado
por el
3 de Congreso Presidente de
Antonio
diciembre 1 (Presidente la Junta
Arenas Única -
885 - 3 de del Consejo Provisional de
Merino
junio 1886 de Gobierno
Ministros)42
43

3 de
Andrés Presidente
junio 1886 - Partido
Avelino 44 Constitucional
10 de 2ª Constitu Elección
Cáceres de la
agosto 189 cional
Dorregaray República
0
10 de
Presidente
Remigio agosto 189 Partido
Constitucional
Morales 0 - 1 de Única Constitu Elección
de la
Bermúdez abril 1894 ( cional
República
†)

1 de
Sucesión
Justiniano abril 1894 - Partido Presidente
Legal (2º
Borgoño 10 de Única Constitu Transitorio de
Vicepreside
Castañeda agosto 189 cional la República
nte)
4

Andrés 10 de Presidente
Partido
Avelino agosto 189 Constitucional
3ª Constitu Elección
Cáceres 4 - 20 de de la
cional
Dorregaray marzo 1895 República

20 de
Presidente de
Manuel marzo 1895
Designació la Junta
Candamo - 8 de 1ª -
n transitoria Provisional de
Iriarte septiembre
Gobierno
1895

8 de
Presidente
Nicolás de septiembre Partido
Constitucional
Piérola 1895 - 8 de 2ª Demócr Elección
de la
Villena septiembre ata
República
1899
8 de Partido
Eduardo Presidente
septiembre Civil- Pa
López de Constitucional
1899 - 8 de Única rtido Elección
Romaña de la
septiembre Demócr
Alvizuri República
1903 ata

8 de
septiembre
1903- 18 Presidente
Manuel
de Partido Constitucional
Candamo 2ª Elección
abril 1904 ( Civil de la
Iriarte
7 de República
mayo 1904
[†])

Encargado
por
18 de enfermedad
Encargado
abril 1904 - Partido del
Única del Poder
7 de Civil Presidente
Ejecutivo
mayo 1904 (2º
Serapio Vicepreside
Calderón nte)45
Lazo de la
Vega Sucesión
7 de Legal (2º 2º
mayo 1904 Única Vicepreside Vicepresident
Partido
- 24 de (continuaci nte), por e Encargado
Civil
septiembre ón) muerte del del Poder
1904 presidente Ejecutivo
Candamo.

24 de
septiembre Presidente
José
1904 - 24 Partido Constitucional
Pardo y 1ª Elección
de Civil de la
Barreda
septiembre República
1908
24 de
septiembre Presidente
Augusto
1908 - 24 Partido Constitucional
B. Leguía 1ª Elección
de Civil de la
y Salcedo
septiembre República
1912

24 de
Presidente
Guillermo septiembre Partido
Constitucional
Billinghur 1912 - 4 de Única Demócr Elección
de la
st Angulo febrero 191 ata
República
4

4 de
Presidente de
febrero 191 Golpe
1ª (Militar) la Junta de
4 - 15 de militar464748
Gobierno
Óscar R. mayo 1914
Benavides 15 de
Larrea mayo 1914 1ª Ratificado Presidente
- 18 de (continuaci (Militar) por el Provisorio de
agosto 191 ón) Congreso49 la República
5

18 de Presidente
José
agosto 191 Partido Constitucional
Pardo y 2ª Elección
5 - 4 de Civil de la
Barreda
julio 1919 República

Augusto Golpe de
4 de
B. Leguía Estado
julio 1919 - Presidente
y Salcedo 2ª tras Elecció
12 de - Provisorio de
[Oncenio] n (ya era
octubre 191 la República
Presidente
9
Electo)50
12 de Elección
2ª Presidente
octubre 191 previa al
(continuaci Constitucional
9 - 12 de PDR Golpe
ón) de la
octubre 192 Juramentac
[Oncenio] República
4 ión
12 de 3ª PDR Elección Presidente
octubre 192 (continuaci Constitucional
4 - 12 de ón) de la
octubre 192 [Oncenio] República
9
12 de
4ª Presidente
octubre 192
(continuaci Constitucional
9 - 25 de PDR Elección
ón) de la
agosto 193
[Oncenio] República
0

Designado
presidente
25 de
Manuel de la Junta Presidente de
agosto 193
María Militar la Junta
0 - 27 de Única (Militar)
Ponce constituida Militar de
agosto 193
Brousset tras la Gobierno
0
renuncia de
Leguía.5152

27 de
Luis Miguel Presidente de
agosto 193 Golpe
Sánchez 1ª (Militar) la Junta de
0 - 1 de Militar5354
Cerro Gobierno
marzo 1931

Designació
n
Presidencia
1 de l (en tanto
Mariano Presidente de
marzo 1931 la junta
Holguín Única - la Asamblea
- 1 de elegía un
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marzo 1931 Presidente
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República)5
5

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por Junta
1 de
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marzo 1931
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- 5 de
Elías Arias por ser Provisoria
marzo 1931
Presidente
de la Corte
Suprema56

5 de Autoprocla Presidente de
Gustavo A. marzo 1931 mación57 la Junta
Única (Militar)
Jiménez - 11 de Golpe Transitoria de
marzo 1931 Militar Gobierno
Designació
11 de n
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marzo 1931 Transitoria Presidente de
Samanez
- 8 de Única - por la Junta de
Ocampo y
diciembre 1 Asamblea Gobierno
Sobrino
931 de
Notables58

8 de
Presidente
Luis Miguel diciembre 1
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Sánchez 931 - 30 de 2ª UR
generales de la
Cerro abril 1933 (
República
†)

30 de
Elección Presidente
Oscar R. abril 1933 -
por el Constitucional
Benavides 8 de 2ª (Militar)
Congreso59 de la
Larrea diciembre 1 60
República
939

8 de Coalició Presidente
Manuel
diciembre 1 n Elecciones Constitucional
Prado y 1ª
939 - 28 de Conserv generales de la
Ugarteche
julio 1945 adora República

28 de
Presidente
José Luis julio 1945 -
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generales de la
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República
8
29 de
Presidente de
Zenón octubre 194 Designació
la Junta
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Agüero noviembre al mando)
Gobierno
1948

1 de Presidente de
Manuel A.
noviembre 1ª Golpe la Junta
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1948 - 1 de (Ochenio) militar61 Militar de
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junio 1950 Gobierno

31 de
Zenón Designació
mayo 1950 2ª Presidente
Noriega (Militar) n (Segundo
- 28 de (Ochenio) Provisorio
Agüero al mando)
julio 1950

28 de Elecciones Presidente
Manuel A. Partido
julio 1950 - 2ª generales ( Constitucional
Odría Restaur
28 de (Ochenio) Único de la
Amoretti ador
julio 1956 candidato) República

28 de Presidente
Manuel
julio 1956 - Elecciones Constitucional
Prado y 2ª MDP
18 de generales de la
Ugarteche
julio 1962 República
18 de Golpe Presidente de
Ricardo
julio 1962 - institucional la Junta
Pérez Única (Militar)
3 de de las Militar de
Godoy
marzo 1963 FF.AA.62 Gobierno

Golpe/
3 de Presidente de
Nicolás Relevo
marzo 1963 la Junta
Lindley Única (Militar) Institucional
- 28 de Militar de
López (Segundo al
julio 1963 Gobierno
mando)

28 de
Presidente
Fernando julio 1963 -
Constitucional
Belaúnde 3 de 1ª AP Elección
de la
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República
8

3 de Presidente
Golpe
Juan octubre 196 del Gobierno
institucional
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de las
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5 Armada

Golpe/Rele Presidente del


Francisco 30 de
vo Gobierno
Morales agosto 197
Única (Militar) Institucional Revolucionari
Bermúdez 5 - 28 de
(Segundo al o de la Fuerza
Cerrutti julio 1980
mando)64 Armada
28 de Presidente
Fernando
julio 1980 - Constitucional
Belaúnde 2ª AP Elección
28 de de la
Terry
julio 1985 República

28 de Presidente
Alan
julio 1985 - Constitucional
García 1ª APRA Elección
28 de de la
Pérez
julio 1990 República

28 de Presidente
julio 1990 - Constitucional
1ª C90 Elección
5 de de la
abril 1992 República
Presidente del
5 de
1ª Gobierno de
abril 1992 -
(continuaci C90 Autogolpe65 Emergencia y
9 de
ón) Reconstrucció
enero 1993
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Ratificado
por
9 de Presidente
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enero 1993 Constitucional
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- 28 de de la
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julio 1995 República
Democrátic
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28 de Presidente

julio 1995 - Constitucional
(continuaci C90-NM Elección69
28 de de la
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julio 2000 República
28 de
Presidente
julio 2000 - 3ª
Perú 70 Constitucional
21 de (continuaci Elección
2000 de la
noviembre ón)
República
2000

Sucesión
22 de constitucion
Presidente
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Constitucional
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de la
Corazao de del
República
julio 2001 Congreso)71
7273747576
28 de Presidente
Alejandro
julio 2001 - Perú 77 Constitucional
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28 de Posible de la
Manrique
julio 2006 República

28 de Presidente
Alan
julio 2006 - 78 Constitucional
García 2º APRA Elección
28 de de la
Pérez
julio 2011 República

28 de
Presidente
Ollanta julio de 201
PNP/Ga 79 Constitucional
Humala 1 - 28 de Única Elección
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Tasso julio de 201
República
6

28 de
Pedro Presidente
julio de 201
Pablo 81 Constitucional
6 - 23 de Única PPK Elección
Kuczynski de la
marzo de 2
Godard República8283
01880

Sucesión
Martín Presidente
23 de constitucion
Alberto Constitucional
marzo de 2 Única PPK al (Primer
Vizcarra de la
01884 Vicepreside
Cornejo República86
nte).85
GUERRA DEL PACÍFICO
La guerra con Chile abarcó de 1879 a 1883, las causas de esta guerra se encuentran en la
grave crisis financiera por la que atravesaba Chile por lo que quiso apoderarse de las ricas Salitreras
de Atacama (de Bolivia) y de Tarapacá (del Perú). Surgido de más antes el conflicto entre Chile y
Bolivia, el primero apeló al pretexto del impuesto de los 10 centavos del quintal de salitre
exportado, que Bolivia había creado para agravar a la Compañía Anónima de Salitre y Ferrocarril de
Antofagasta, constituida por capitalistas chilenos y que Chilenos sostenía que era ilegal porque
según anterior tratado firmado entre ambos países, la exportación de salitre debía estar libre de
todo gravamen. Y sin mediar mayor explicación ocupó territorio boliviano.
Mariano Ignacio Prado que gobernaba el Perú, decidió enviar al diplomático peruano Don José
Antonio Lavalle, en calidad de mediador, pero Chile, deseoso de envolver a nuestro país en la
contienda alegando la existencia de una alianza secreta entre Perú y Bolivia, declaró la guerra al
Perú el 5 de abril de 1879, en circunstancias de que nuestro país no se encontraba preparado para
ello.
El desarrollo del conflicto presenta 3 fases: la Campaña Marítima, la Campaña Terrestre del sur y La
Campaña de Lima, con la resistencia, hasta el tratado de Ancón.
La campaña marítima debía definir el dominio del Pacífico, necesario para conducir fuerzas
al teatro de la guerra, ya que ni Chile ni el Perú, disponía de caminos o ferrocarriles. Esta era la
razón por la cual, Chile, de tiempos atrás, había cuidado de conformar convenientemente su
escuadra. Esta campaña registró los siguientes principales combates: El de Iquique, el 21 de mayo
de 1879, en le que nuestro monitor "Huáscar" hundió a la cañonera chilena "Esmeralda", mientras
nuestra Fragata "Independencia", al perseguir a la "Covadonga", encalló en Punta Gruesa perdiendo
así el Perú la mejor unidad de nuestra escuadra; el Combate de Angamos, el 8 de octubre del
mismo año, en que el monitor "Huáscar", después de admirables hazañas, fue cercada por la naves
enemigas y capturada cuando el abordaje consiguió cerrar sus válvulas que habían sido abiertas por
los defensores para que no cayera en manos del enemigo. El comandante del monito, don Miguel
Grau, llamado "El Caballero de los Mares", murió heroicamente en la acción, acompañándole
muchos en el paso a la inmortalidad, la pérdida de nuestro Huáscar dio a Chile el dominio del mar.

La Campaña Terrestre del Sur, comprendió: La de Tarapacá y la de Tacna y Arica. La de Tarapacá


registra las siguientes acciones, la captura de Pisagua, defendida por el teniente coronel Isaac
Recabarren (2 de noviembre de 1879); la batalla de San Francisco (18 de noviembre), adversa al
Perú; y la batalla de Tarapacá (27 de noviembre), en la que nuestras fuerzas sin embargo de estar
cansadas derrotaron a los chilenos.
Mientras se realizaban estos acontecimientos, se habían operado cambios políticos en el Perú y
Bolivia. El presidente Prado, como dijimos anteriormente emprendió viaje al extranjero, dejando
el poder al anciano general La Puerta, quien fue puesto el 21 de diciembre por don Nicolás de
Piérola que asumió la dictadura en horas graves para la patria. En Bolivia, como el presidente
Hilarión Daza, ganado por la diplomacia chilena, se volvió traidor de a quebrada de Camarones,
dejando de auxiliar al ejército de Tarapacá, un comicio popular destituyó a Daza y
poco tiempo después un nuevo motín llevaba a la presidencia al general Narciso Campero.
La Campaña de Tacna comprendió: la batalla de Alto de la Alianza (26 de mayo de 1880) con la
intervención de las fuerzas bolivianas al mando de Campero y que fue adverso a los aliados; y la de
Arica: (7 de junio del mismo año) en que todos sus defensores cumplieron más que su deber,
siguiendo el heroico ejemplo del anciano coronel, don Francisco Bolognesi.
La campaña sobre Lima de inició con el desembarco del ejército chileno en Pisco y Chilca entre
noviembre y diciembre de 1880, culminó esta campaña con las acciones de San Juan (13 de enero
de 1881) y de Miraflores (15 de enero), adversas al Perú y que determinaron la ocupación de
la capital por los chilenos.
Cáceres organizó la resistencia en el centro y tras heroicas marchas obtuvo sobre el enemigo las
siguientes victorias de Pucará (5 de julio de 1882), Marcavalle y Concepción (9 de julio); mientras
Iglesias en el norte había obtenido el triunfo de San Pablo (13 de julio).
Conducido preso a Chile el presidente provisorio, Dr. Francisco García Calderón, designado por una
asamblea de notables, reunida en Lima, por no aceptar condiciones de paz, concesión territorial
considerando que una victoria sobre Chile era casi imposible; y ante el fracaso de las negociaciones
de paz con la intervención de Los Estado Unidos del anterior, Iglesias dirigió una proclama a
la nación, desde la hacienda Montan, instando al país a negociar la paz con Chile, por nuestros
propios medios, así convocó una asamblea legislativa que le nombre presidente regenerador y la
autorizó hacer la paz con Chile.
Los chilenos, al constatar la sinceridad de Iglesias, decidieron negociar la paz con el. Pero como
estas podrían ser entorpecidas por Cáceres o su actitudde resistencia podría determinar que los
peruanos no aceptaran condiciones severas, decidieron eliminar al héroe de la Breña, logrando
derrotarlo en la batalla de Huamachuco, el 10 de julio de 1883, habiendo sido el mártir de
esta acción, el coronel Leoncio Prado.
El tratado que puso fin a la guerra fue el de Ancón, firmado el 20 de octubre de 1883, por el cual el
Perú cedía a Chile definitivamente la provincia litoral de Tarapacá y este último quedaría en
posesión de Tacna y Arica, hasta por 10 años, al cabo de los cuales, se llevaría a cabo plebiscito o
consulta popular, para saber si esta provincias se incorporaba al Perú o continuaban en poder de
Chile. El país favorecido daría al otro, 10 millones de pesos.
Las consecuencias de la guerra fueron: La pérdida total de nuestra riqueza salitrera y parte del
guano; depresión completa de nuestras industrias ycomercio; destrucción de las haciendas
azucareras de la Costa desaparición de nuestra moneda, y de muchas fortunas privadas; la ruina de
nuestro crédito exterior y el hecho de tener fronteras con Chile.
2. La Guerra Con Chile
El clima previo a la guerra: Sería ingenuo reducir la causa de la guerra a una ineficaz negociación en
los días anteriores al estallido del conflicto. El Perú llegó carente de preparación al reto de 1879. La
república no había logrado (a pesar de los numerosos textos constitucionales que lo intentaron)
organizarse debidamente, ni había frenado el desbocado militarismo que padeció. No había sabido
administrar su pobreza inicial, ni la inmensa riqueza que le llegaría desde la tercera década de vida
independiente (guano y salitre). No supo dar los pasos indispensables para integrar a
la población andina a la nación, ni llevo adelante una eficaz política inmigratoria. Despilfarró una
enorme riqueza, lo que originó una falsa sensación de prosperidad que debilitó las energías
nacionales para administrarla con cautela y, por otra parte, despertó la ambición de nuestro vecino
meridional. No había sabido manejar el endeudamiento nacional con precaución, invirtiendo en
obras productivas. Esos ingresos fueron derrochados hasta la irresponsabilidad, mientras se
sobredimensionaba la capacidad de endeudamiento del país hasta la exageración. La imprevisión
había sido la causa de muchos de aquellos males, pero ésta merece ser explicada. Lo imprevisto
puede ser tan súbito o repentino que realmente nadie puede figurárselo. No es ése el caso de los
sucesos anteriores a la guerra del 79, que fueron previstos por algunos o por muchos.
Los previsibles imprevistos: Para el desastre económico en el que llegamos al 79 bastaría señalar,
aunque hay testimonios anteriores, las expresiones de Manuel Pardo en La Revista de Lima, el año
1860, diecinueve años antes del conflicto, en que reclamaba la urgente inversión de los ingresos del
guano para evitar lo que él llamaba "el cataclismo que indudablemente tiene que sobrevenir algún
día y que está quizá muy lejos". Ello ocurría, según Pardo, cuando se acabara el guano, lo que
consideraba "como la extinción de la renta del Perú, como la bancarrota fiscal de nuestro país".
Para evitar el "cataclismo" y la "bancarrota", él urgía a utilizar los ingresos del guano, como no se
había hecho con anterioridad, "en caminos que unieran nuestros departamentos o en riego para
nuestro suelo feracísimo.
No se podría decir, entonces, que la quiebra económica del país, cuya manifestación externa más
visible fue la declaratoria de su moratoria del primero de enero de 1876, no se había previsto con
claridad. Bastaría recordar que, al margen de escasos y a veces superfluos trechos ferroviarios
(como es el caso de la vía Lima – Chorrillos), nada de gran progreso se había hecho al respecto. Se
emprendió la construcción de la vía que sería Lima – La Oroya, verdadera columna vertebral del
país, cuando ya los recursos se habían derrochado y hubo que recurrir a gravosos préstamos
externos.
El Expansionismo Chileno: Los anuncios del expansionismo chileno hacia el Perú fueron motivo de
numerosos y reiterados artículos en diversos periódicos limeños con El Comercio, La Patria,
La Sociedad, La Nación y El Nacional, gran parte de ellos a lo largo del segundo semestre de 1872.
Sin embargo, quienes dirigían el país no los tomaron en cuenta. Así, El Comercio, a partir
del conocimiento que se tenía de que Chile "negociaba" territorios meridionales del Perú, publicó el
5 de noviembre de 1872 lo siguiente: "... y como dijimos antes que la absorción del departamento
de Moquegua sería no menos imposible y temeraria que la aniquilación de
la nacionalidad boliviana". En ese entonces, el departamento de Moquegua abarcaba hasta el
extremo del Perú: comprendía el departamento de Tacna, creado como tal en 1875, y Tarapacá,
convertida en departamento por una ley del mismo año que nunca fue promulgada.
Entonces, Chile ofrecía el sur del Perú a Bolivia, a condición de que Bolivia le entregara su propio
litoral. Esto queda evidenciado por lo que publicaba La Patria el 13 de octubre de 1872. "Chile
parece desconocer la conformación geográfica de Bolivia, cuando le aconseja ambicionar el puerto
de Arica, cediéndole sus propios puertos en Atacama. Error crasísimo es creer que el norte y el sur
de Bolivia pueden importar y exportar por los mismos puertos. Arica surte a los departamentos
septentrionales de La Paz, Oruro y Cochabamba; y Cobija a los meridionales de Sucre, Potosí y
Tarija". Cotejando la proximidad de estos artículos y sus fechas puede entenderse por qué se firmó
la Alianza de febrero de 1873.
El pretexto para la guerra:
Desde 1866, Chile había logrado encandilar al presidente boliviano Mariano Melgarejo, quien
desaprensivamente hizo concesiones perjudiciales a la integridad territorial altiplánica. Caído el
dictador Melgarejo, en 1871, Bolivia intentó rectificar el acuerdo, pero lo único que logró fue
consagra la situación que suponía el tratado de 1866, que fijaba la línea del paralelo 24° S. como
límite entre ambos países y ponía fin a la repartición "por mitad de los productos..." que se
exportaban entre los grados 23 y 25 que acordaba este tratado. En contraparte, por aquella
"renuncia" que hacía Chile a tal mancomunidad, el nuevo tratado de agosto de 1874 señalaba:
"Los derechos de exportación que se impongan sobre los minerales explotados en la zona de
terreno de que hablan los artículos precedentes no excederán la cuota de la que actualmente se
cobra; y las personas, industrias y capitales chilenos no quedarán sujetos a más contribuciones de
cualquier clase que sean, que a las que al presente existen. La estipulación contenida en este
artículo durará por el término de veinticinco años".
Sin embargo, en febrero de 1878, el presidente boliviano Hilarión Daza ordenó la creación de
un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado. Tal situación hizo que la compañía
salitrera chilena acudiera ante su gobierno para que protestara. La solicitud fue rápidamente
atendida, la que se explica también por el hecho de que prominentes miembros del gobierno
chileno eran accionistas de esas empresas.

El reclamo chileno fue admitido inicialmente por Bolivia, que suprimió el tributo. Sin embargo, a
fines del mismo año el gobierno boliviano ordenó que la compañía abonara el pago respectivo, que,
desde la creación del tributo, ascendía a noventa mil pesos. Ante reclamos de la compañía chilena,
el gobierno boliviano declaró que, de no hacerse el pago, reivindicaría la propiedad sobre las
salitreras.
El 14 de febrero de 1879, el gobierno chileno respondió con el desembarco de tropas en
Antofagasta. La guerra se había iniciado, aunque Chile no la había declarado oficialmente.
Dispuesto a evitar la guerra, el gobierno peruano dispuso el envío del diplomático José Antonio de
Lavalle a fin de ofrecer la mediación del Perú en la contiendo boliviano-chilena. La presencia de
Lavalle en Chile, desde su desembarco en Valparaíso, se vio teñida por actos hostiles pro el
conocimiento que tenía Chile, desde casi los mismos días de su firma, del Tratado de alianza
defensiva peruano-boliviano de 1873.
El Perú había aceptado la solicitud boliviana de dicha alianza al tomar conocimiento de las
adquisiciones bélicas que iba realizando Chile y sus evidentes avances territoriales hacia el norte, a
fines de 1872.

El tratado había sido firmado el 6 de febrero de 1873 y era de carácter defensivo y no compulsivo,
pues cada parte se reservaba el derecho de calificar los actos que podrían llevar a hacer efectiva la
alianza. Una cláusula añadida le daba el carácter de secreto.
Chile, que por muchos años se había preparado para apoderarse del litoral boliviano y peruano,
encontró en la negativa de Lavalle a declararse neutral el pretexto que necesitaba. La mediación
peruana fue rechazada y se conminó a Lavalle a abandonar el territorio chileno, cuando ese país ya
se disponía a declarar la guerra al Perú.
La Campaña Marítima: El 5 de abril de 1879, el gobierno chileno anunció por bando la declaratoria
de guerra al Perú. La guerra debía tener como primer escenario el mar. Por eso, ni el ejército
chileno intentó desplazarse hacia el norte (Tarapacá o Tacna) no el ejército peruano lo intentó hacia
el sur.
El ejército y la marina peruanos se hallaban casi en estado de postración, como lo constataría José
Antonio de Lavalle al regreso de su frustrada misiónen Chile.
Protocolo de subsidios Peruano-Boliviano: A mediados de febrero de 1879, llegó a Lima don
Serapio Reyes Ortiz, enviado del gobierno de Bolivia en misión extraordinaria y confidencial. Reyes
trajo el encargo de hacer presente al Perú el compromiso contraído en el tratado de 1873. El Perú
esperaría la declaratoria formal de guerra de Chile para dar a conocer el tratado defensivo y para
declarar la guerra a ese país.

Era obvio que le costo de la guerra no podría ser asumido por Bolivia, que atravesaba desde hacía
algunos años una grave crisis económica en todos sus sectores. Tal situación llevó a la firma de un
acuerdo que, por el Perú, suscribió el ministro Manuel Irigoyen. El acuerdo obligaba al aliado a
indemnizar al Perú por los gastos que la guerra ocasionara. El primer
protocolo, del 15 de abril, por lo costoso para Bolivia, fue modificado el 7 de mayo y,
posteriormente, el 17 de junio (entonces, Reyes Ortiz ya había sido reemplazado por Zolio Flores).
Allí se estipulaba que Bolivia abonaría la mitad de los gastos de la guerra y que los elementos
bélicos que el Perú poseía al 5 de abril no serían cargados al aliado en caso de perderse, pero sí los
que fueran adquiridos por el Perú a partir de esa fecha.
Se había corregido un acuerdo que nació de una base falsa: Bolivia, atacada por Chile y defendida
por el Perú, debería asumir el pago de la guerra en casi su totalidad. La corrección a tal acuerdo
inicial implicada por Chile a Bolivia era, finalmente una declaratoria de guerra al Perú. Bolivia
constituía tan sólo un obstáculo en ese camino, bien usado como pretexto. El enemigo era el Perú y
la mayor riqueza ambicionada era la peruana. El tiempo así lo confirmaría. La Guerra en el Mar:
La superioridad militar chilena se hizo evidente desde el inicio de la guerra, aunque la historiografía
chilena haya pretendido negarla.

El cuadro comparativo de las fuerzas navales de uno y otro país exhibe la ventaja de Chile. Sus
naves eran más numerosas y más modernas; sus blindados, por ejemplo, tenían diez años menos
de antigüedad. Entre unos y otros, la guerra de secesión norteamericana y la guerra de Crimea
suscitaron avances en la arquitectura naval. En pocos años, el Huáscar y la Independencia, que en
su momento fueron buques de primera, quedaron separados. Se podría graficar lo que afirmamos
comparando las cuatro pulgadas y media de blindaje de las naves peruanas con las naves pulgadas
del Cochrane y del Blanco Encalada. Por lo demás, estos últimos poseían doble hélice, que les
permitía mayor capacidad de maniobra. Su artillería aventajaba a la nuestra en número y en
adelantos técnicos. La superioridad chilena se deducía, empero, a las distancias tecnológicas. En el
orden humano, debido a la calidad marinera de la oficialidad, la ventaja concluyente era para el
Perú. El trajín de la guerra así lo demostró.
Aun conociendo la superioridad en el mar, los chilenos no dieron el primer paso: las naves se
mantuvieron inactivas las cinco primeras semanas. El alto mando chileno no resolvía si limitarse a
esperar la iniciativa peruana o, como su poderío lo permitía, avanzar y bloquear el Callao.
Sólo el 16 y el 17 de mayo el Cochrane y el Blanco Encalada, en convoy con el Chacabuco, el
O’Higgins, el Abtao, el Matías Cousiño y el Magallanes salían desde Iquique rumbo al norte. Las
precauciones fueron grandes para evitar que se conociera el hecho y para ello optaron por navegar
distantes de la línea de la costa. De esa manera , el factor sorpresa, se pensaba, produciría
el éxito completo en el primer encuentro de las escuadras.

Williams Rebolledo, comandante de la escuadra chilena, se proponía, no bloquear el puerto donde


imaginaba se hallaba la escuadra peruana, sino hundirla en su totalidad en un primer encuentro. El
Abtao, convertido en una suerte de brulote, lanzado contra las otras naves chilenas, en especial los
blindados, hundirían el resto de la escuadra defensora del primer puerto peruano.
El plan preparado por Rebolledo partía de un supuesto: la escuadra peruana, menos numerosa, de
menor blindaje y escaso poder de fuego, no debía haber salido de la bahía chalaca.
La sorpresa de Rebolledo fue mayúscula. Por algunos pescadores tomados en las islas Hormigas,
supo de las naves peruanas habían salido rumbo al sur hacía cinco días. Su desilusión creció al
comprender que las dos débiles naves que había dejado protegiendo Iquique podrían ser atacadas
por las superiores naves peruanas.
Iquique: 21 de mayo La escuadra peruana abandonó la rada del Callao rumbo al sur el 16 de mayo.
El convoy debió desprenderse pronto de los monitores Atahualpa y Manco Cápac, cuyo lentísimo
andar hacía retardar la marcha. Las naves que iban al sur eran el Oroya, que con andar rápido
llevaba al presidente de la república y su Estado Mayor, la Independencia, el Huáscar, el Chalaco y el
Lima. Se llevaban soldados, artillería, municiones y pertrechos en general para las tropas que
acantonarían al sur.
En Mollendo, el 19 de mayo, el presidente Prado supo que había naves chilenas bloqueando
Iquique. Al día siguiente, las tropas desembarcaron en Arica, cuando ya se había diseñado el plan
de acción que seguirían. Al amanecer del 21 de mayo, Iquique vio arribar al Huáscar, comandado
por Miguel Grau, y la Independencia, al mando de Juan Guillermo More. Las naves de resguardo
eran la Covadonga y la Esmeralda 1854. Ambas de madera, de andar lento, hacían presagiar que,
ante las peruanas, de mayor velocidad y blindadas, serían presa fácil.
La superioridad de las naves peruanas hizo tomar una posición defensiva a las chilenas. A poco de
iniciado el combate, la Covadonga emprendió una veloz huida hacia el sur, muy pegada a la costa.
Fue entonces que el comandante Grau ordenó a More perseguir la goleta.
Dejando a la Independencia en persecución de la Covadonga, el Huáscar se hizo cargo de la
Esmeralda, aunque sin acercarse demasiado, por creerla, según informes recibidos, protegida por
torpedos fijos o minas marítimas. El comandante Grau maniobró para hacer salir a la nave de su
ventajosa posición, prescindiendo de la artillería, por el temor de causar daños en la ciudad. Luego
decidió hacer uso del espolón y ordenó embestir hasta en tres oportunidades a la corbeta,
defendida con honor por su comandante, Arturo Prat. Al fin consiguió hundirla, luego de tres horas
y cincuenta minutos de combate.
Las acciones de Iquique, el 21 de mayo de 1879, mostraron, evidentemente, la falta de preparación
con que el Perú llegó al conflicto. En las primeras juntas de marinos, en los días inmediatos a la
guerra, Grau propuso demorar la expedición al sur, ya que las tripulaciones requerían de ejercicios
de artillería y maniobras. En la práctica, nuestras naves carecían de artillería. More afirmó que toda
su tripulación era nueva. La falta de preparación consta en el largo tiempo en que se recurrió a la
artillería sin resultados, lo que llevó al recurso del espolón ante naves inferiores: viejos buques de
madera, casi inútiles, con máquinas en tan mal estado que, al no poder rendir más de seis millas, no
pudieron acompañar a las demás naves chilenas que debían asaltar el Callao y hundir la escuadra
peruana.
De Iquique a Angamos: La pérdida de la Independencia, la nave más poderosa del Perú, terminó
por consagrar la ventaja chilena en el escenario marino. A partir de ese momento, los chilenos
imaginaron un fácil triunfo en el mar. Sin embargo, por algún tiempo, siguió la lucha por el mar y,
así, Antofagasta, Itata, Patillos, Iquique, Ilo, Arica, Pisagua, Huanillos y Mollendo continuaron siendo
escenarios de la presencia del Huáscar, muchas veces acompañado por la unión.
Las disminuidas condiciones marineras del Huáscar, que necesitaba mantenimiento, hicieron que el
comandante Grau lo internara en el Callao el 7 de junio. Hechas las reparaciones más urgentes, un
mes más tarde, el 6 de julio, salía a navegar nuevamente rumbo a Arica con escala en Mollendo.
Mientras el Huáscar era reparado en el Callao, se mantuvo la inmovilidad del poder naval chileno.
En ese lapso, la Unión, aprovechando su rápido desplazamiento, realizó audaces incursiones hasta
Tocopilla.
Angamos:
Chile, ya capturado el Rímac y renovado sus mandos, se concentró en la toma del Huáscar. El nuevo
ministro de guerra, Rafael Sotomayor, distribuyó las naves de la escuadra chilena, que hasta
entonces marchaban en convoy, en dos divisiones: la primera la constituían el Cochrane, el
O’Higgins y el Loa; la segunda el Blanco Encalada, la Matías Cousiño y la Covadonga.
Las naves chilenas recibieron los mejores cuidados. Los transportes fueron armados con la artillería
recién llegada de Europa. El Cochrane recibió reparaciones que le hicieran recuperar su andar
original. El O´Higgins y el Chacabuco, con caderas nuevas y fondos limpios, aumentaron su
capacidad bélica.
Puestas las naves en las mejores condiciones, Galvarino Riveros, nombrado comandante de la
escuadra chilena, se dispuso a llevar adelante la estrategiaque debía acabar con la presencia del
Huáscar en el Pacífico.

La treta dispuesta para obligar al Huáscar al combate se basó en el hecho observado


reiteradamente por los marinos chilenos, de que cuando el Huáscar venía desde el sur, al
encontrarse son naves enemigas, emprendía marchas al oeste para luego enrumbar nuevamente al
norte, escapando gracias a su velocidad y a la destreza marinera de su comandante Miguel Grau.
Reunidas las naves, la estrategia prevista se puso en ejecución. Riveros supo el 4 de octubre, en
Arica, que las naves peruanas Huáscar y Unión se hallaban al sur. Ordenó al capitán de fragata Juan
José Latorre, comandante del Cochrane, que, al frente de su división, se dirigiera a Mejillones. El
resto de las naves, que navegaba mar adentro y a unas veinte millas, partiría posteriormente.
El 8 de octubre de 1879 a las tres y media de la madrugada el Huáscar y la Unión, que llegaban de
Antofagasta, divisaron tres humos, constancia indudable de la presencia de naves enemigas. Grau
actuó como otras veces, ya que no había otra posibilidad, y enrumbó al oeste para continuar luego
al norte. A las 7:15 a.m. se pudieron distinguir hacia el norte, cerrándoles el paso, otros tres humos.
Eran el Cochrane, O´Higgins y la Loa.
En la convicción de que eludir el combate ante fuerzas tan superiores era imposible, el comandante
Grau se dispuso a cumplir con su deber. Ordenó al comandante de la Unión huir, lo que permitió la
salvación de aquella nave. A los veinte minutos de iniciada la acción, una granada lanzada desde el
Cochrane "chocó en la torre del comandante, le perforó y estallando dentro hizo volar al
contralmirante Señor Grau, que tenía el mando del buque, y dejó moribundo al teniente primero
don Diego Ferré, que le servía de ayudante", según consta en el parte del combate firmado en San
Bernardo, el 16 de octubre, por Manuel Melitón Carbajal. Se continuó el combate con singular
coraje de parte de los defensores del monitor Huáscar, cuyo blindaje, que llevaba tan valiosa carga,
no tenía, sin embargo, resistencia ante las poderosas baterías de las naves chilenas.
El combate fue tenaz y sostenido, y se sucedieron en el comando de las naves peruanas los oficiales
Aguirre y Rodrigues, hasta que, no quedando nada por hacer, el último comandante del Huáscar, el
teniente primero Pedro Gárezon, ordenó abrir las válvulas para hundir el buque. La nave, ya
incapacitada para la defensa, sufrió el abordaje del enemigo.
La Campaña Terrestre: Cuando Prado desembarcó en Arica encontró ya a las tropas bolivianas. Se
inició entonces u largo periodo de maniobras destinadas a la preparación de las fuerzas de tierra.
Entre el 11 y el 15 de noviembre, Daza avanzó hacia Tarapacá con parte de sus tropas andinas, y
luego regresó de la quebrada de Camarones rumbo a Arica a través del desierto. Para entonces el
ejército chileno ya había emprendido la primera acción sobre territorio peruano: el asalto de
Pisagua. Las filas invasoras estaban conformadas por unos 10 mil hombres protegidos por naves de
guerra al mando de Erasmo Escala. Los mil doscientos defensores de Pisagua, mayoritariamente
bolivianos, lucharon por más de siete horas, pero lo improvisado de la resistencia, el humo de los
quintales de salitre que se incendiaron y la superioridad numérica de los asaltantes facilitaron la
acción de éstos.
Los defensores, peruanos, se retiraron hacia San Francisco en desorden y sin haber destruido la
línea del ferrocarril y las locomotoras, que facilitaron el desplazamiento del enemigo. Parte de las
tropas bolivianas se internaron en la serranía rumbo a su patria. Ya en San Francisco, las fuerzas,
entonces fundamentalmente peruanas, recibieron la sombría noticia de la retirada de Daza, tres
días antes.
En esas condiciones, con un ejército con la moral quebrantada, se libró la batalla de San Francisco el
19 de noviembre de 1879. El coraje y la valentía mostrados por muchos jefes y soldados no podrían
compensar la ventaja manifiesta de los atacantes: mejor artillería, municiones, fusiles,
calzado, alimentación y uniformes. La retirada del ejército mostró sus clamorosas carencias de
caballería y artillería. Ni siquiera contaban con una brújula para orientarse en aquel desierto. Loa
guías improvisados erraron el rumbo. La prevista retirada a Arica hacia el norte se convirtió en una
insólita marcha hacia el sur, precisamente donde no se contaba con ningún apoyo y era segura la
presencia chilena.
Tarapacá:
El 22 de noviembre el "ejército del sur" llegó a Tarapacá. Su situación se vio más comprometida
cuando se conoció la noticia de que la guarnición de Iquique había abandonado el puerto.
Tarapacá conjuga el nombre de la significativa victoria peruana en la compaña del sur y la derrota
en la guerra en su totalidad. Provincia ambicionada por el enemigo, el país debió entregarla años
más tarde como condición impuesta por el enemigo para firmar la paz.
El 27 de noviembre los peruanos acantonados en Tarapacá tomaron conocimiento, gracias a un
humilde arriero, de que tropas chilenas se acercaban. Belisario Suárez, jefe de Estado Mayor, tomó
la iniciativa: atacó y derrotó, cuando todo hacía prever lo contrario, al muy bien apertrechado,
aunque inferior en número, ejército enemigo.
Sin embargo, a pesar de la victoria se tuvo que abandonar aquel teritoria, pues se conocía la
aproximación de las tropas enemigas desembarcadas en Iquique y de otros refuerzos que se
sumarían a las derrotadas tropas chilenas. Por otro lado, la ausencia de caballería peruana hizo
posible que los vencidos se reconstruyan con facilidad.
Así, en retiro de los peruanos se emprendió en precarias condiciones y, al ingresar a Arica, donde se
ignoraba el heroísmo de esos hombres en Tarapacá, el contralmirante Montero procedió a enjuiciar
al general Buendía y al coronel Suárez, que fueron hechos prisioneros.
El Viaje de Prado: Prado había abandonado el Perú y había dejado en el poder, una vez más, al
enfermizo y reblandecido general La Puerta. Para ausentarse del país, hizo uso de la autorización
legislativa de medio año antes, que apuntaba a que, en caso de que la guerra fuera feliz, avanzaría
boliviano y, eventualmente, hacia territorio enemigo.

La razón del viaje esgrimida por el presidente se fundamentó en la necesidad de su presencia en


Europa con el fin de adquirir las naves indispensables para una guerra que, según juzgaba, se
prolongaría por mucho tiempo. Acertado o no, el juicio de la historia se ha inclinado por censurar
acremente la actitud del presidente Mariano Ignacio Prado.
Piérola al Poder: El descontento nacional se hizo mayor ante el desconcierto que suscitó el viaje
presidencial. Las manifestaciones populares mostraron una entusiasta adhesión a Nicolás de
Piérola. No se entendía que, habiendo La Puerta sido incapaz de reemplazar al presidente durante
su ausencia en Lima, se le dejase en el poder, dueño de una mayor responsabilidad. Ausente Prado
del país, el absurdo era mayor. Piérola asumió entonces el poder. No necesitó arrebatarlo, pues era
claro que el país, en plena guerra, extrañamente, había quedado en manos de nadie.
El descontento popular y el apoyo de la guarnición de Lima encumbraron a Nicolás de Piérola en
momentos de gravísima dificultad nacional. El 23 de diciembre de 1879 decretó la dictadura y
asumió la plenitud del poder.

Hechos semejantes ocurrían en Bolivia. Se acusaba a Daza de haber ordenado la retirada de las
tropas bolivianas desde Camarones y de la derrota de San Francisco. Hubo pronunciamientos en
Tacna y La Paz que desconocieron su autoridad. El general Narciso Campero fue ungido presidente.
Campañas de Tacna y Arica: Ocupada Tarapacá, el Estado Mayor chileno dudó sobre si debía arribar
a Lima o tomar Tacna y Arica. Esta última opción ofrecida la ventaja de interponerse entre el sur del
Perú, Tacna fundamentalmente, y Arequipa, donde se estima había abastecimiento en hombres y
pertrechos para los peruanos.

Los primeros desembarcos ocurrieron a fines de diciembre, con proyecciones a Pacocha, Ilo y
Moquegua, pero el grueso del ejército chileno desembarcó en Ilo el 25 de febrero de 1880, al
mando del general Baquedano. Miles de hombres, en 18 naves entre militares y de transporte, sin
encontrar resistencia, acantonaron y organizaron su mejor sistema de abastecimiento de agua,
provisiones y elementos de movilidad, cuyas necesidad se sabía imprescindible desde la experiencia
de Tarapacá.
La presencia de las tropas chilenas dio origen a algunos encuentros, como el de Los Ángeles, donde
unos mil hombres al mando del coronel Gamarra fueron derrotados. Aquellos reclutas en su
mayoría puneños y cuzqueños, se dispersaron. Otra cara de la moneda la ofrecía Gregorio
Albarracín, que reuniendo gente de Tacna organizó un escuadrón. Su presencia en la guerra desde
Tarapacá había demostrado su capacidad de liderazgo y lo había convertido en guerrillero por
excelencia.
Albarracín es el símbolo de muchos que desde el anonimato mantuvieron el rechazo al invasor. La
constante hostilización al enemigo fue más allá de la batalla de Tacna. Sama y Locuma fueron los
escenarios predilectos de sus acciones. Conocido como el "centauro de las vilcas", cayó víctima de
su arrojo y su acción constante en octubre de 1880.
Arica: 7 de junio El 3 de abril de 1880, el coronel Francisco Bolognesi asumió la jefatura de la plaza
de Arica. La importancia del puerto como contacto marítimo como con el norte del país le daba una
significación muy particular. Consumada la derrota de Tacna, la suerte de la guarnición de Arica
estaba echada. Se podía abandonar el territorio marchando rumbo al este, internándose en la
sierra, para, describiendo un gran arco, alcanzar Arequipa o eventualmente Lima. La presencia
chilena al norte en Tacna y al sur de Tarapacá cerraba esas rutas. Al oeste, poderosas naves en la
bahía hacían imposible cualquier intento. Había otra opción: quedarse en Arica, donde sin duda
morirían.
El 28 de mayo, conociendo el revés de la antevíspera, el coronel Bolognesi convocó a un consejo de
guerra, que decidió la defensa de la plaza. Glorioso día de la decisión, cuando aún había escapatoria
hacia el este, aquel puñado de excelsos guerreros prefirió libremente ofrendar la vida por la patria.
El 2 de junio las avanzadas chilenas alcanzaron las inmediaciones de Arica. Prefirieron no asaltar de
inmediato el morro e iniciaron un bombardeo continuo con su poderosa artillería. Los sitiadores
ofrecieron por boca de un parlamentario, Juan de la Cruz Salvo, una honrosa capitulación.
Luego de conferenciar con su Estado Mayor, el coronel Bolognesi hizo saber al emisario "que estaba
dispuesto a salvar el honor de su país quemando el último cartucho".
El 7 de junio de 1880 las tropas invasoras emprendieron el asalto del morro de Arica. Entonces
supieron de la exacta correlación entre la frase del jefe y la acción que ejecutaban los defensores
del morro. Acosados por diversos ángulos, no dieron tregua al enemigo, superior tres veces en
número. Desde la bahía, las naves chilenas acrecentaban la desventaja de los defensores. La historia
reconoce en Arica una de las páginas más honrosas de la historia militar del Perú.
La Campaña de Lima: Hacia enero de 1881, luego de la expedición de Patricio Lynch destinada a la
destrucción de nuestros principales recursos económicos en la costa, el objetivo chileno fue la toma
de capital. El jefe supremo Nicolás de Piérola asumió la organización de la defensa militar de Lima y
desoyó los consejos de algunos militares. Decidió establecer dos líneas defensivas, una en San Juan
y otra en Miraflores, pero éstas no resultaron operativas por ser demasiado extensas. A esto se
sumó la deficiente provisión de armamento, la cual precipitó los desastres del 13 y del 15 de enero.
La derrota de San Juan permitió el ingreso de las fuerzas chilenas a Chorrillos, balneario incendiario
y saqueado por la soldadesca invasora, y movió a las representaciones extranjeras a mediar para la
firma de un armisticio, que debió durar hasta la medianoche del día 15. Alrededor de las 2 de la
tarde, inesperadamente, se escucharon disparos y se produjo la batalla de Miraflores.
El Heroísmo en Lima: La tradición oral ha recogido relatos de cómo se agenciaban los patriotas para
mantener en vilo a los ocupantes. Cabe mencionar el episodio conocido como el "fantasma de
Palacio", cuyo responsable produjo pánico entre los habitantes de la Casa de Pizarro, pues aparecía
y desaparecía sin dejar otro rastro que destrozos entre los chilenos, hasta que al fin lo apresaron y
le dieron muerte cruel. El heroísmo se manifestó no sólo en las acciones bélicas, sino en ayuda
efectiva prestada por ciudadanos que introdujeron armas para la campaña de la resistencia y para
diversas formas de espionaje. También se evidenció al ocultar a los jefes buscados por los chilenos,
como fue el caso del propio Andrés Avelino Cáceres.
La Campaña de la Breña: La ocupación de la capital desplazó el centro de la lucha al interior del
país, pues aunque el ejército regular estaba diezmado, los jefes, oficiales y soldados sobrevivientes
lo mismo que la población civil no estaban dispuestos a rendirse definitivamente, ya que no
aceptaban todas las condiciones de paz que querían imponer los invasores.
Así, acabó siendo la sierra la región donde se decidiría la suerte del Perú. Lima era el centro político
y económico, pero las tierras altas son hasta la actualidad la zona medular del país. Esto no lo
entendió Chile hasta que tuvo que hacer frente a la campaña de La Breña o de la resistencia.
La última etapa de la guerra tomó el nombre de "La Breña" por el territorio donde se desarrollaron
las principales acciones. Esta tierra accidentada y hostil a los invasores, ubicada en la sierra central
entre Ayacucho y Junín, ha pasado a la historia como "La Breña" y los luchadores fueron conocidos
como "los breñeros".
Los breñeros fueron la base para la constitución del ejército del centro. Ellos permitieron la
recomposición de las fuerzas nacionales, luego de la campaña de Lima, y los que alentaron la
esperanza de Cáceres después de la derrota de Huamachuco.
Actitudes Frente a La Campaña de la Resistencia: El jefe supremo Nicolás de Piérola, al retirarse
hacia la sierra central, se estableció, inicialmente, en Jauja, de donde pasaría a Ayacucho. Designó
tres jefaturas para el ejército: la del norte, a cargo de Lizardo Montero, la del centro, que puso en
manos del coronel Juan Martín Echenique, y la del sur, que desde hacía algún tiempo ejercía Pedro
Alejandro del Solar. La idea de estas jefaturas era continuar la guerra, al no ofrecer condiciones
propicias para la paz. Sin embargo, fue Andrés Avelino Cáceres quien encabezó la resistencia. A su
llegada a Jauja y, luego de su entrevista con Piérola, éste le encargó la dirección de la guerra en el
centro (26 de abril de 1881). El nuevo jefe militar del centro demoró en la formación del nuevo
ejército, dado que no disponía de los recursos indispensables para ello, pero consiguió crear una
mística en la mayoría de los pueblos a su cargo, de los cuales poco a poco consiguió hombres,
vituallas, dinero y algunas armas. La actitud de la sociedad en sus diversos niveles frente a la
compaña de La Breña fue casi unánime en cuanto a su participación, ya sea directamente o, por lo
menos, apoyándolo de acuerdo con sus posibilidades.

Es cierto que al principio hubo divisiones entre Piérola y Cáceres debidas a la formación del
gobierno de la Magdalena, pero más adelante Cáceres llegó a ser el segundo vicepresidente de
aquél. Sólo cuando Iglesias consideró indispensable la firma de la paz entró en abierta controversia
son Cáceres y censuró la continuación de la resistencia. Allí se enfrentaron dos posturas
contradictorias acerca del porvenir del Perú.
Principales Acciones:

Julio Guerrero, secretario de Cáceres y encargado de sus memorias, en la primera nota a dicho
escrito, señala cuatro periodos en el desarrollo de la compaña de La Breña.

Primer periodo: se improvisa un ejército y se formula la estrategia para la resistencia. El


gobernador militar chileno del Perú, Patricio Lynch, al ver que la guerra así se alargaba, decide
realizar una expedición a la zona, pero su inaccesibilidad y las epidemias lo obligaron a regresar a la
capital, mientras Cáceres se hacía fuerte en jauja y Tarma. Se dieron las acciones en Sangrar /26 de
julio de 1881), en Canta contra Letelier, y en Pucará. Se produjo, además, la defección del
comandante pierolista Panizo, quien se negó a aceptar el gobierno de Cáceres y lo enfrentó en
Acuchimay (22 de febrero de 1883)

Segundo periodo: Cáceres reorganizó su ejército, se adiestraron las guerrilla y tuvieron lugar los
combates de Marcavalle, Pucará y Concepción (9 y 10 de julio de 1882), que fueron victorias de la
resistencia. El ejército actuaba apoyado por los grupos guerrilleros, que incursionaron, además en
Canta y Huarochirí.

Tercer periodo: el ejército del centro, ante la ofensiva chilena, que concentró sus fuerzas sobre él,
se retiró hacia la sierra norte, llegó hasta Huamachuco, luego de marchas sumamente duras y allí
tuvo lugar, el 10 de julio de 1883, la batalla de ese nombre, que se perdió, sobre todo, por la falta
de armas.

Cuarto periodo: Cáceres formó el último ejército en Andahuaylas. De allí pasó a Ayacucho, de
donde se retiraron las tropas chilenas de Urviola. Pero cuando los peruanos se dirigieron a
Huancayo llegó la noticia de la firma del tratado de paz de Ancón.
Represalias Chilenas: El ingreso chileno a la sierra central les ocasionó muchos inconvenientes,
pues debieron enfrentar la poca colaboración de los pobladores, la guerra de desgaste aplicada por
Cáceres a través de los guerrilleros y las epidemias de tifus, entre otras dificultades. No fue una
campaña victoriosa como la del sur, lo cual les disgustó profundamente y los llevó a tomar
represalias contra los pueblos que se atrevieran a enfrentarlos.
Uno de estos casos fue la venganza macabra que tomaron contra Teodoro Peñaloza, quien se enroló
en las filas de Cáceres y colaboró en la voladura de puentes en el valle del Mantaro. Los chilenos
entraron en su hacienda, la saquearon y lo quemaron vivo, junto con su madre y su criada.
En general, muchos pueblos de la sierra como Cerro de Pasco, Tarma, La Oroya, Jauja, Concepción,
Marcavalle, Pucará, Zapallanga, Acostambo y Nahuimpuquio fueron objeto de depredaciones por
no haber sido hospitalarios y por oponer resistencia al ingreso chileno.
La resistencia en el norte:

La campaña de La Breña no fue la única manifestación de la decisión peruana de continuar la lucha


en defensa del territorio. También quienes se retiraron a la sierra norte estuvieron dispuestos a
detener al enemigo, aunque estos esfuerzos no fueron tan prolongados como los de Cáceres.
Hacia Cajamarca se re tiró uno de los héroes de la campaña de Lima Miguel Iglesias, y junto con él
otros patriotas como José Mercedes Puga, hacendado de la localidad, quien colaboró en la
formación del batallón Gálvez y estimuló al general Iglesias en la lucha que favoreció a los peruanos
en San Pablo, el 13 de julio de 1882.
Poco después, sin embargo, ocurridas las represalias chilenas en Cajamarca contra los bienes de los
principales defensores, el propio Iglesias lanzó el manifiesto de Montán con el objeto de firmar la
paz con Chile. Esto le valió el enfrentamiento con Puga.
3. Participación indígena en la guerra con chile
La convocatoria nacional a la defensa:
Ante la declaratoria de guerra de Chile, se apeló al patriotismo de los peruanos y el presidente
Prado lanzó la primera convocatoria a todos los hombres hábiles para empuñar un arma, entre
los 18 y los 60 años. Más adelante, le límite de edad se ampliaría a los adolescentes
Este primer llamado fue atendido y pronto se incorporaron para las primeras maniobras hombres
de todo condición y procedencia. Entre éstos, cabe hacer especial mención a los indígenas,
puesto que desde los primeros días de la independencia fueron ellos quienes mayoritariamente
formaron la tropa. Durante las guerras caudillistas también fue a ellos a quienes se recurrió en
apoyo de las facciones. Ahora, cuando el país entero era escenario del conflicto, serían
nuevamente los indígenas uno de los principales actores de los hechos.
Formación del ejército del Perú: Durante la campaña del sur (noviembre de 1879-junio de 1880)
estuvo presente el ejército de línea, al cual se agregaron contingentes integrados por voluntarios.
En ambos casos, los sectores subalternos procedían, en gran parte, de quienes hacían
el servicio militar, todavía no bien reglamentado. Así, los componentes de tales cuadros eran
naturales de las provincias, comuneros o peones, en general campesinos.
En cuanto a los voluntarios, muchas veces fueron los hacendados o los mineros quienes armaron
batallones con sus trabajadores y se incorporaron a la lucha. Paralelamente, muchas
comunidades formaron además sus propios contingentes y también estuvieron presentes a lo
largo de la guerra.
En forma específica se puede anotar que en la campaña del sur tuvieron presencia corporativa
dos batallones de procedencia andina: el Zepita, integrado por cuzqueños, y el Dos de Mayo, por
ayacuchanos.
No hay referencias a la participación grupal de hombres de la sierra central, aunque como
integrantes del ejército de línea debe haberlos habido. En general los hombres que aparecen en
los documentos son más de personas de cierta notoriedad en la localidad, como Jacinto
Salvatierra, quien intervino desde Arica hasta la campaña de la Breña.
La Campaña de Lima: Todo por el Perú. La defensa de Lima constituyó la piedra angular de la
guerra para la dictadura pierolista y concentró todas sus expectativas en conseguir el mejor
ejército. Sin embargo, no confió la conducción de la campaña a mandos militares con experiencia.
Piérola reiteró el llamamiento "a todos los ciudadanos de la República hábiles en el manejo de
armas". Esta vez la respuesta llegó específicamente del centro del país: "varios hacendados de la
región central organizaron contingentes con gente de su servicio o con voluntarios para enviarlos
a la capital".

El resultado de estos trabajos fue la bajada a la capital de alrededor de tres mil hombres (junio de
1880). Algunos de los hacendados que se encargaron de este reclutamiento fueron: Luis Milón
Duarte, de Concepción, quien formó los batallones de Tarija, Tarma y Manco Cápac; Juan Enrique
Valladares, de Concepción, quien no sólo organizó sino que asumió los gastos del batallón
Concepción Número 27 con mil hombres, y Teodoro Peñalosa Arauco, de Chupaca, cuyo batallón
se integró al segundo cuerpo, al mando de Belisario Suárez.

Aparte de los hacendados, respondieron también las comunidades del valle del Mantaro que,
como bien se ha señalado, formaban organizaciones de gran importancia. Entre éstas fueron
numerosos los chupaquinos que se sumaron en Huancayo al batallón de Arica y vinieron a Lima.
Algunos incluso, fueron rechazados por límite de edad, pero insistieron para participar, como
Manuel Larrea y el maestro Marcelino Núñez.
¿Guerrilleros o montoneros? Los indígenas tomaron parte no sólo en calidad de soldados, sino
también como guerrilleros, debido a que no se contaba con las armas necesarias para formar un
ejército regular suficientemente equipado. Además, porque el territorio era favorable para el
hostigamiento a las fuerzas enemigas y porque no se disponía del dinero necesario para
mantener u ejército de línea permanente demasiado numeroso. Cáceres trabajó en Ayacucho por
el levantamiento del ejército regular pero, mientras lo entrenaba, la guerra seguía su curso y
quienes lo debieron hacer frente al enemigo en la sierra central fueron, precisamente, los
guerrilleros del Mantaro.
Las guerrillas se constituyeron en partes espontáneamente y en parte, por la convocatoria
cacerista. La prensa y los jefes chilenos calificaron a estos luchadores simplemente como
"montoneros", en forma despectiva; no obstante, porteriormente tendrían que admitir que estos
indígenas de los que hablaban tan peyorativamente, fueron capaces de hacer fracasar las
expediciones que intentaron la región central del Perú.
La participación indígena en la campaña del centro no se dio como simples montoneras, porque
no fueron fuerzas totalmente improvisadas que atacaban desordenadamente, "en montón", sino
que llegaron a formar verdaderos cuerpos auxiliares que respondían a la dirección de jefes del
ejército regular mientras éste se consolidaba. Asimismo, formaron las fuerzas auxiliares que
apoyaron al ejército de línea, sea entrando a rematar una acción o realizando acciones de
hostigamiento para debilitar sicológicamente o moralmente al enemigo antes de que se
produjese algún encuentro.

Es difícil calcular el número aproximado de guerrilleros que participaron en todo este tiempo,
dado que no existió (ni podía existir) un empadronamiento, pero puede afirmarse que fueron
varios miles los integrantes de las guerrillas y que entre ellos hubo mujeres. Así mismo, tuvieron
procedencia muy diversa de la zona andina, algunos pueblos participantes fueron: Canta,
Huarochirí, Santa Eulalia, Tarma, Jauja, Concepción, Huancayo, Cerro de Pasco, Ayacucho, Chicla,
Matucana, Huayucachi, Huamanmarca, Huancané, Achipampa, Chupaca, Acoria, Colcabamba,
Huando, Acostambo, Pillichaca, Huaribamba, Tongos, etc.
La Paz de Ancón: Así, el 20 de octubre de 1883 se firmó el tratado de Ancón entre el Perú y Chile.
Los firmantes por el Perú fueron Mariano Castro Zaldivar y José Antonio de Lavalle, en
representación del gobierno de Iglesias, y Jovino Novoa en representación de Chile. En 1884, se
produjo a la ratificación por el congreso, pero quedaron proposiciones pendientes derivadas de
las condiciones que se establecían en el convenio. Ejemplo de estas fue la tercera cláusula sobre
el destino de Tacna y Arica y las referidas al pago de la deuda del guano a Gran Bretaña. Lo
definitivo era la pérdida de Tarapacá y la consagración del derecho de conquista territorial
en América.
4. Conclusiones
1. El clima previo a la guerra: El Perú llegó carente de preparación al reto de 1879.
Nuestro país no había logrado organizar debidamente, a las constantes apariciones de militarismo.
Pero también debido a la falta de dinero la cual esto hubiera sido ningún problema si es que no se
hubiera manejado con gran negligencia.

Los gobernantes no empiezan administrar las riquezas que no ofrecía nuestro país (guano, salitre)
llegaron a despilfarrar mucha riqueza. Es así que países vecinos admirados por nuestra riqueza
despertaban mucha ambición hacia nuestro territorio. Llegando así a la guerra con Chile por el
guano y el salitre.
2. Los previsibles imprevistos: Manuel Pardo en 1860, diecinueve años antes del conflicto dio una
declaración a la "Revista de Lima" en la cual él expreso que con urgencia se tenía que invertir y
manejar con gran diligencia el ingreso del Guano para evitar lo que él llamaba "El Cataclismo" según
Pardo: cuando se acabara el guano, lo que consideraba como la banca rota fiscal.
Lo cual se llegó a 1879 la guerra con Chile con un desastre económico y con gravosos préstamos
externos.
3. El expansionismo Chileno: Los diversos periódicos limeños como " El Comercio" entre otro en el
año 1872 ya anunciaba acerca del expansionismo chileno hacia el Perú.
Los chilenos negociaban territorios del Perú con Bolivia ofreciéndoles el sur de nuestro país.
Pero los que dirigían al país en ese entonces no los tomaban en cuenta.
4. El pretexto para la Guerra: Fue que Bolivia con su presidente Mariano Melgarejo acordó con
Chile la explotación del salitre en los grado 23° y 25° lo cual al término de su cargo en nuevo
presidente Hilarión Dazo ordenó la creación de un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre
exportado.
Esta noticia no fue aceptada por Chile declarando así la guerra a Bolivia. Perú dispuesto a evitar la
guerra envió a José Antonio Lavalle como intermediador. Pero este no fue recibido con cordialidad
debido a que Chile tenía conocimiento acerca del tratado de alianza defensiva peruano-boliviano de
1873.

Chile pidió a Lavalle que Perú se retirara del tratado lo cual se negó es así que Chile por muchos
años se había preparado para apoderarse del litoral boliviano y chileno encontró en la negación de
Lavalle el pretexto que necesitaba para declarar la guerra de Perú.
5. La campaña Marítima: El 5 de abril de 1879, Chile anunció la declaratoria de guerra al Perú.
La cual la guerra debía tener como primer escenario el mar.
6. Protocolo de Subsidios Peruano-boliviano: Este protocolo entre peruanos- bolivianos obligaba al
aliado a indemnizar al Perú por los gasto que la guerra ocasionaba. El primer protocolo que se da se
modificado debido a que Bolivia no podía cumplir con este tratado por lo muy costoso.
La cual se modificó y Bolivia acordó abonar la mitad de los gastos de la guerra.
7. La guerra en el mar: La superioridad militar chileno fue mucho mayor desde el inicio de la
guerra.
Sus naves eran más numerosas y más modernas sus blindajes tenían 10 años menos de antigüedad
comparado con los blindados peruanos.
La cual el Huáscar y la Independencia que en su tiempo fueron de primera quedaron superados,
otras ventajas fueron la artillería chilena eran numerosas y tenían adelantos tecnológicos. Pero en
la calidad marina de la oficialidad era para el Perú.
8. Iquique: 21 de mayo. Al amanecer del 21 de mayo el Huáscar (Grau) y la Independencia (More)
arribaron Iquique resguardado por la Covadonga y la Esmeralda ambas eran de maderas la cual
hacían presagiar ante las peruanas que sesión presa fáciles. A poco en cuando el combate la
Covadonga huye hacia el sur perseguida por la Independencia. Y el Huáscar se hizo cargo de la
Esmeralda logrando eliminarla luego de 3 horas. Pero lamentablemente pesar a las notables
acciones de nuestra escuadra se perdió el barco más importante del Perú. La Independencia.
9. De Iquique a Angamos: La pérdida de la independencia, la nave más poderosa del Perú terminó
por consagrar la ventaja chilena en el escenario marino a lo cual los chilenos imaginaron un triunfo
fácil pero no les fue tan fácil debido a que el "Huáscar" les daba la lucha y muchas veces
acompañado por la unión. El Huáscar estuvo un mes en operación, Chile paró el ataque reparado
inició sus tareas y fue rumbo a Arica.
10. Angamos: Capturado el Rímac las naves chilenas con sus mejores cuidados, armados con
artillería llegadas de Europa se concentró la tomo del Huáscar. Es así que el 8 de octubre de 1879 el
Huáscar y la Unión divisaron naves chilenas lo cual Grau actuó como otras veces yéndose al oeste lo
cual fue un error porque allí ya lo esperaban 3 naves chilenas Grau ordenó a la Unión a huir la cual
esta nave se salvó. Grau cumplió con su deber, pero lamentablemente no se logró lo esperado. Es
así que sus sucesores al ver que no se podía hacer nada deciden eludir la nave abriendo las
válvulas, pero estas fueron cerradas debido a que los chilenos abordaron el Huáscar.
11. La campaña terrestre. Entre el 11 y 15 de noviembre Danya (Chile) avanzó hacia Tarapacá.
Mientras tanto en Pisaque se iniciaba la masacre, Chile formado por unos 10 mil soldados frente a
1200 entre peruanos y bolivianos los soldados peruanos al ver que no se podía se retiraron
desordenadamente pero los bolivianos se iban rumbo a su país es así que muchos peruano no
contaban con una brújula para orientarse porque en vez de ir hacia Arica que era el norte iban hacia
el sur, Tarapacá donde era seguro la presencia enemiga.
12. Tarapacá: El 22 de noviembre el Ejército del Sur llegó a Tarapacá donde se llegaría a vencer a los
chilenos.
El 27 de noviembre tuvieron conocimiento de que tropas chilena se acercaban. Es así que los jefes,
coroneles tomaron la iniciativa. La cual lograría la victoria, pero a pesar de eso tuvieron que
abandonar Tarapacá yendo a Arica por la venida de más refuerzos chilenos.
13. El viaje de Prado: La razón del viaje realizado por Prado se debió a que tenía que ir a Europa
para adquirir naves indispensables para la guerra la cual se prolongó por mucho tiempo. Es así que
la historia ha tomado esta actitud cobarde del presidente Mariano I. Prado.
14. Piérola al poder: A la ausencia de Prado quedó como presidente La Puerta la cual gobernó con
incapacidad al reemplazar al presidente. Piérola asumió el poder el 23 de diciembre de 1879 con el
descontento popular.
15. Campañas de Tacna y Arica: Ocupada Tarapacá Chile andaba en si arribar Lima o tomar Tacna y
Arica con esta última era una de sus opciones ventajosas como siempre Chile destacaba de sus
organizaciones: miles de hombres en 18 naves, tenían abastecimiento de agua, provisiones; cosas
que a perú les hacía falta, logrando Chile la victoria.
16. Arica: 7 de junio. Consumada la derrota en Tacna, la surte dependía en Arica. Se podía
abandonar el territorio pero todas las zonas eran protegidas y era imposible el escape.
Bolognesi al mando de la tropa en su conferencia con su estado mayor dio a conocer "que estaba
dispuesto a salvar el honor de su país quemando el último cartucho".
Es así que el 7 junio de 1880 los soldados contagiados con el espíritu de Bolognesi lucharon y
entregaron su vida en el escenario de Arica.
17. La Campaña de Lima. Luego de la guerra en Arica los chilenos su objetivo era la toma de la
Capita.
Es así que el presidente N. De Piérola asumió la organización y decidió establecer líneas defensivas
en San Juan y Miraflores. La cual se perdió en ésta las campañas por falta de armamentos.
La derrota de San Juan permitió el ingreso a Chorrillos, y la batalla de Miraflores de debió al
incumplimiento de un armisticio por parte del Perú.
19. La campaña de la Breña: Luego de la derrota en Lima los jefes, oficiales y la población no
estaban dispuestos a rendirse ya que no aceptaban las condiciones de paz de Chile.
La última etapa de la guerra tomó el nombre de La Breña o de la resistencia: lo cual los luchadores
fueron conocidos como los Breñeros.. Estos fueron base para la recomposición de las fuerzas
nacionales.
20. Actitudes frente a la Campaña de la Resistencia: Nicolás de Piérola designó tres jefaturas la
idea estas eran continuar la guerra al no ofrecerse condiciones propicias para la paz. Andrés Avelino
Cáceres encabezó la resistencia, demoró en la formación del nuevo ejército por la carencia de
recursos.
21. Principales acciones: Andrés A. Cáceres desarrolló 4 periodos en la campaña de la Breña:
1era. Se formula la estrategia.
2da: Cáceres reorganizó su ejército y tuvieron combates que fueron victoriosos de las resistencia.
3era: Se da la batalla de Huamachuco 10 de julio de 1883. lo cual se pierde por falta de armas.
4ta.: Cáceres de enteró de la firma del Tratado de Paz en Ancón.
22. Represalias Chilenas: El ingreso chileno a la sierra les ocasionó inconveniencia, debido a la poca
colaboración de los pueblos, epidemias entre otros. Lo cual disgustó mucho a los chilenos y los llevó
tomar represalias contra los pueblos que se atrevían enfrentarlos: Uno de ellos fue Teodoro
Peñalosa que fue quemado vivo junto a su madre y muchos pueblos fueron víctimas de esta
masacre.
23. La Resistencia en el Norte: La campaña de la Breña no fue la única resistencia, sino también
quienes se fueron a la sierra estuvieron dispuestos a detener al enemigo. Uno de ellos
Miguel Iglesia y José Mercedes pago quienes lucharon en San Pablo logrando una victoria.
Pero después de las represalias chileno en Cajamarca Iglesias decide firmar la paz con Chile el cual
le valió en enfrentamiento con Puga.
24. Participación Indígena en la guerra con Chile: La convocatoria nacional a la defensa frente a la
declaratoria de guerra de Chile el presidente Prado convocó a todos los hombres hábiles para la
guerra entre los 18 y 60 años. En el primer llamado asistieron hombres de toda condición y
procedencia: Pero siendo los indígenas desde el primer día mayoritariamente.
25. Formación del Ejército del Sur: Durante la campaña del Sur el ejército estaba formado por
voluntarios. Muchos de ellos eran hacendados o mineros quienes comandaron batallones con sus
obreros y se incorporaron a la lucha. Paralelamente muchas comunidades formaron sus
contingentes.
Siendo dos de ellos el Zepita (por cuzqueños) y el Dos de Mayo (por ayacuchanos)
26. La campaña de Lima: Todo por el Perú Piérola se concentró en conseguir el mejor ejército. Los
cual hizo un llamamiento a hombres hábiles en el manejo de armas.
Hacendados del centro organizaron contingencias con gente de su servicio o voluntarios para
enviarlos a la capital. Consiguieron más de 3 mil soldados.
Estos hacendados no sólo ayudaron de esta manera sino que apoyaron a su país con los gastos de
las batallas.
27. La Paz de Ancón: El 20 de octubre de 1883 se firmó el tratado de Ancón entre el Perú y Chile.
Los firmantes por el Perú fueron Mariano Castro Zaldívar y José Antonio de Lavalle en
representación del Gob. De Iglesias, y Jovino Novoa en representación de Chile. El tratado
establecía que el Perú cedía a Chile perpetua e incondicionalmente la provincia de Tarapacá, Arica y
Tacna por tiempo de 10 años.
En 1884 se ratificó el tratado pero quedaron pendientes el destino de Tacna y Arica y los referidos
pagos de la deuda del guano a Gran Bretaña. Los definitivo era la pérdida de Tarapacá.
GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

La guerra civil española o guerra de España,3456 también denominada por los españoles
como Guerra Civil por antonomasia,7 fue un conflicto bélico —que más tarde repercutiría
también en una crisis económica que se desencadenó en España tras el fracaso parcial
del golpe de Estado del 17 y 18 de julio de 1936 llevado a cabo por una parte
del Ejército contra el Gobierno de la Segunda República. Tras el bloqueo del Estrecho y el
posterior puente aéreo que gracias a la rápida colaboración de la Alemania nazi y la Italia
fascista, trasladó las tropas rebeldes a la España peninsular en las últimas semanas de julio,89
comenzó una guerra civil que concluiría el 1 de abril de 1939 con el último parte de
guerra firmado por Francisco Franco, declarando su victoria y estableciendo una dictadura que
duraría hasta su muerte el 20 de noviembre de 1975.

La guerra tuvo múltiples facetas, pues incluyó lucha de clases, guerra de religión,
enfrentamiento de nacionalismos opuestos, lucha entre dictadura militar y democracia
republicana, entre revolución y contrarrevolución, entre fascismo y comunismo.10

A las partes del conflicto se las suele denominar bando republicano y bando sublevado:

El bando republicano estuvo constituido en torno al Gobierno, formado por el Frente Popular,
que a su vez se componía de una coalición de partidos republicanos —Izquierda
Republicana y Unión Republicana— con el Partido Socialista Obrero Español, a la que se habían
sumado los marxistas-leninistas del Partido Comunista de España y el POUM, el Partido
Sindicalista de origen anarquista y en Cataluña los nacionalistas de izquierda encabezados
por Esquerra Republicana de Catalunya. Era apoyado por el movimiento obrero y los
sindicatos UGT y CNT, los cuales también perseguían realizar la revolución social. También se
había decantado por el bando republicano el Partido Nacionalista Vasco, cuando las Cortes
republicanas estaban a punto de aprobar el Estatuto de Autonomía para el País Vasco.

El bando sublevado, que se llamó a sí mismo «bando nacional», estuvo organizado en torno a
parte del alto mando militar, institucionalizado inicialmente en la Junta de Defensa
Nacional sustituida tras el nombramiento de Francisco Franco como generalísimo y jefe del
Gobierno del Estado. Políticamente, estuvo integrado por la fascista Falange Española,
los carlistas, los monárquicos alfonsinos de Renovación Española y gran parte de los votantes
de la CEDA, la Liga Regionalista y otros grupos conservadores. Socialmente fue apoyado por
aquellas clases a las que la victoria en las urnas del Frente Popular les hizo sentir que peligraba
su posición; por la Iglesia católica, acosada por la persecución religiosa desatada por parte de la
izquierda nada más estallar el conflicto y por pequeños propietarios temerosos de una
«revolución del proletariado» En las regiones menos industrializadas o primordialmente
agrícolas, los sublevados también fueron apoyados por numerosos campesinos y obreros de
firmes convicciones religiosas.11

Ambos bandos cometieron y se acusaron recíprocamente de la comisión de graves crímenes en


el frente y en las retaguardias, como sacas de presos, paseos, desapariciones de
personas o tribunales extrajudiciales. La dictadura de Franco investigó y condenó severamente
los hechos delictivos cometidos en la zona republicana, llegando incluso a instruir una Causa
General, todo ello con escasas garantías procesales. Por su parte, los delitos de los vencedores
nunca fueron investigados ni enjuiciados durante el franquismo, a pesar de que
algunos historiadores12 y juristas1314 sostienen que hubo un genocidio en el que, además de
subvertir el orden institucional, se habría intentado
exterminar a la oposición política.c

Las consecuencias de la Guerra Civil han marcado en


gran medida la historia posterior de España, por lo
excepcionalmente dramáticas y duraderas: tanto
las demográficas —mortandad y descenso de la
natalidad que marcaron la pirámide de
poblacióndurante generaciones— como las materiales
—destrucción de las ciudades, la estructura económica,
el patrimonio artístico—, intelectuales —fin de la
denominada Edad de Plata de las letras y ciencias— y
políticas —la represión en la retaguardia de ambas
zonas, mantenida por los vencedores con mayor o
menor intensidad durante todo el franquismo, y
el exilio republicano—, y que se perpetuaron mucho
más allá de la prolongada posguerra, incluyendo la
excepcionalidad geopolítica del mantenimiento del
régimen de Franco hasta 1975.

La Guerra Civil española fue un conflicto de fuerzas políticas por la lucha de poder en España .
Fue llevado por el Generalísimo de Francisco Franco, que sacudió a Europa entre los años 1936
y 1939 en este año comenzó la Segunda Guerra Mundial.

El conflicto mantuvo de un lado, un frente popular para unir a todos los sectores democráticos
y de izquierda. El Frente Popular luchaba por la sustentación de las reformas sociales y
políticas.
Por otro lado, estaban las fuerzas de derecha, articuladas alrededor de la Falange Española
Tradicionalista. Las fuerzas de derecha conspiraban para derrocar al gobierno republicano

Vamos a explicar más al detalle estos 2 grupos.

Ya para entender la Guerra Civil es importante conocer las fuerzas políticas que actuaban y
disputaban el poder en España momentos antes del conflicto y cuáles eran sus objetivos.
Falangistas
De tendencia fascista y comandados por el general Francisco Franco, tenían como objetivo
eliminar el creciente movimiento comunista en España. Tienen el apoyo de los sectores
tradicionales y conservadores de la sociedad española (Iglesia, Ejército y grandes propietarios
rurales). También cuentan con la ayuda militar de la Alemania nazi y de la Italia fascista .
Tenían por objetivo la implantación de un gobierno autoritario.
Frente Popular
De tendencia izquierdista, contaban con el apoyo de los sindicatos, partidos políticos de
izquierda y defensores de la democracia. Querían combatir el nazi-fascismo, que estaba
creciendo en España y otros países de Europa. Defendían al Gobierno Republicano y tuvieron el
apoyo externo de la Unión Soviética.
Antecedentes de la Guerra
Antecedentes Políticos
España, desde 1923, había estado bajo el poder de una dictadura conservadora liderada
por Miguel Primo de Rivera. Durante ese período, se instituyó un fuerte autoritarismo que
promovió una intensa persecución a los grupos de izquierda presentes en ese país.
Aun en 1930 mientras que Europa occidental ya poseía instituciones políticas modernas y
donde se Veía la democracia, España era un oasis tradicionalista, gobernado por la
«trinidad» El Ejército, la iglesia católica y los grandes propietarios rurales. España estaba
sumergida en un sistema Político Obsoleto, donde los beneficiados eran unos cuantos que
hacían porte de esta forma de gobierno.
Antecedentes Religiosos

La iglesia, por su parte, era heredera del oscurantismo y de la intolerancia de los tribunales
inquisitoriales del santo Oficio, era una institución que condenaba la modernidad como obra
del demonio. Y en el campo, finalmente, existían de 2 a 3 millones de campesinos pobres, los
braceros, sometidos a las prácticas feudales y dominados por unos 50 mil hidalgos, dueño de la
mitad de las tierras del país.

Antecedentes Económicos
Como resultado de la grave crisis económica de 1930 (iniciada por la quiebra de la bolsa de
valores de N. York, en 1929), y el mal manejo económico en España tanto que se invertía mas
en las fuerzas militares que en el país, hasta el punto de mantener un excesivo número de
generales y oficiales (1 general por cada 100 soldados, el mayor porcentaje del mundo), en
relación a sus necesidades reales.

A raíz de esto la dictadura de Primo de Rivera, apoyada por el caciquismo (sistema electoral
viciado que siempre daba sus votos al gobierno), fue derribada y luego cayó también la
monarquía. Sin embargo, fue depuesto en 1930 debido a la presión de organizaciones
republicanas.

Con la deposición de la dictadura Rivera, se convocó a elecciones en el 1931, lo que resultó en


el inicio de la Segunda República, se proclamó la República en 1931, llamada «República de
trabajadores» y el fin de la monarquía española. Estas elecciones eligieron a Niceto Alcála-
Zamora como presidente, cargo que ocupó hasta 1936. Ese período de la historia española fue
marcado por la fuerte polarización política.
El Rey Alfonso XIII fue obligado a exiliarse.

La tensión existente entre las dos vertientes ideológicas resultó en guerra civil cuando los
grupos conservadores se movilizaron para derrocar al segundo presidente electo, Manuel
Azaña Díaz, y al primer ministro socialista, llamado Largo Caballero. La movilización de la
derecha política española llevado a la aparición del Movimiento Nacional que condujo por el
general Francisco Franco, llevó a cabo un golpe de estado en España.

Este golpe llevó al inicio de la Guerra Civil Española cuando las fuerzas de la izquierda se
movilizaron en defensa de la República.
Causas de la Guerra Civil Española
Desde principios del siglo XX, España vivía sumida en sucesivas crisis políticas y sociales. El
gobierno monárquico era incapaz de resolver las dificultades generadas por el atraso
económico.
La estrategia era reprimir duramente los movimientos populares, como los sindicatos y los
partidos de izquierda.
En 1923, el general Primo de Rivera había instalado una dictadura de tipo fascista (preservando
la monarquía). Esta dictadura cayó bajo la presión popular en 1930.

Al año siguiente, en medio de profundas agitaciones sociales y políticas, un movimiento


revolucionario popular derribó la monarquía española. El resultado fue la proclamación de la
República.

Después de la proclamación de la República, los conflictos entre las fuerzas de derecha e


izquierda se agudizaron. El programa de reformas políticas y sociales iniciado por el gobierno
republicano preveía, entre otros puntos, la amnistía y la reforma agraria.

La reforma amedrentó a las élites conservadoras, que estaban compuestas por grandes
propietarios, alta burguesía y miembros del ejército y del clero.

Las élites se unieron a un partido de extrema derecha. La organización fue nombrada Falange y
su objetivo era evitar las reformas que consideradas comunistas.

Golpe de Estado e inicio de la Guerra

El clima político y social en España en la primera mitad de la década de 1930 era tenso y lleno
de conflictos entre izquierdistas y nacionalistas.

El asesinato del diputado y líder de la derecha monarquita, José Calvo Sotelo, por milicias
republicanas, provocó el inicio de la guerra civil el 13 de julio de 1936, luego vino el golpe de
estado el 18 de julio de 1936, el general Francisco Franco comandó al ejército español en un
golpe de estado contra el gobierno democrático y legal de la Segunda República
Española. Pero el golpe no fue exitoso y España quedó dividida entre falangistas y
republicanos.

La guerra civil provocó miles de muertos y mucha destrucción. Persecuciones y ejecuciones


eran frecuentes y patrocinadas por ambos lados.

Algunas regiones rápidamente cayeron en manos nacionalistas comandadas por Franco:


Navarra, Castilla, Galicia, partes de Andalucía y Aragón. Madrid, Valencia y Barcelona
permanecieron en manos republicanas.
Después de una semana, España estaba dividida en dos áreas iguales: una en manos
nacionalistas, la otra bajo control republicanos Los Republicanos mantuvieron control de las
regiones más ricas e industrializadas.

Intervención de Países extranjeros


La guerra civil se convirtió en uno de los primeros frutos de lo que sería la Segunda Guerra
Mundial: el ejército nacionalista o falangistas lograron apoyo militar de los regímenes fascistas
de Alemania e Italia, que estaban interesados en implantar un régimen fascista en España y
combatir el crecimiento del movimiento socialista en el país. Los republicanos contaron con el
envío de armas y equipos bélicos de la Unión Soviética.
Bombardeo a Guernica

Uno de los episodios más crueles de la guerra civil fue el bombardeo de la ciudad de Guernica,
patrocinado por aviones de guerra de Alemania e Italia. El bombardeo ocurrió el 26 de abril de
1937 y mató a unos 125 civiles españoles.

El panel titulado Guernica, pintado por Pablo Picasso, muestra la crueldad del ataque aéreo
sobre los civiles de la ciudad española.
Consecuencias de la Guerra civil española
La guerra civil se ha vuelto mucho más que una simple lucha por el control del gobierno, ha
ganado el significado de combate entre el fascismo y la democracia.
Fueron tres años de combate, que causaron miles de muertes.

El 26 de abril de 1937, se dio el que fue una de las mayores tragedias de la guerra, la ciudad de
Guernica, en el País Vasco.

Saldo de la Guerra Civil:

– Cerca de 400 mil muertos;

– Destrucción de edificios, iglesias y casas en varias ciudades;

– Destrucción en el campo con pérdidas para agricultura y ganadería;

– Disminución de cerca del 30% de la renta de los españoles;

– Fuerte crisis económica en España, que perduró por varios años.

Fin de la Guerra Civil


Después de casi tres años de conflicto bélico la Guerra Civil, considerada una de las más
violentas y crueles de la historia, terminó con la victoria de los falangistas que lograron
derrocar al Gobierno Republicano del poder. Francisco Franco asumió el poder en abril de
1939, implantando un régimen dictatorial de derecha en España.

Con la victoria de los falangistas, las fuerzas de Franco ocuparon toda España. Fue el comienzo
del régimen totalitario, que se hizo conocido como Franco, es decir, la dictadura fascista del
Generalísimo Franc , que duró hasta su muerte en 1975.
La Segunda Guerra Mundial

En septiembre de 1939, unos meses después de la victoria franquista, comenzó la Segunda


Guerra Mundial.
REVOLUCIÓN FRANCESA
La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de violencia, que
convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones de Europa que
enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el Antiguo Régimen. Se
inició con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó
con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799.

Si bien, después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón
Bonaparte, la organización política de Francia durante el siglo XIX osciló
entre república, imperio y monarquía constitucional, lo cierto es que la revolución marcó el
final definitivo del feudalismo y del absolutismo en ese país, y dio a luz a un nuevo régimen
donde la burguesía, apoyada en ocasiones por las masas populares, se convirtió en la fuerza
política dominante en el país. La revolución socavó las bases del sistema monárquico como tal,
más allá de sus estertores, en la medida en que lo derrocó con un discurso e iniciativas capaces
de volverlo ilegítimo.

Según la historiografía clásica, la Revolución francesa marca el inicio de la Edad


Contemporánea al sentar las bases de la democracia moderna, lo que la sitúa en el corazón del
siglo XIX. Abrió nuevos horizontes políticos basados en el principio de la soberanía popular, que
será el motor de las revoluciones de 1830, de 1848 y de 1871.

Antecedentes ideológicos

Los escritores ilustrados del siglo XVIII, filósofos, politólogos, científicos y economistas,
denominados comúnmente philosophes, y a partir de 1751 los enciclopedistas, contribuyeron
a minar las bases del Derecho Divino de los reyes. La filosofía de la 'Ilustración' ha
desempeñado pues un rol significativo en el giro que tomaron estos eventos históricos pero su
influencia debe relatarse de modo más matizado: acordarle demasiada importancia a los
preceptos filosóficos nacidos durante ese siglo se revelaría como una carencia mayúscula de
fidelidad historiográfica.

La corriente de pensamiento vigente en Francia era la Ilustración, cuyos principios se basaban


en la razón, la igualdad y la libertad. La Ilustración había servido de impulso a las Trece
Colonias norteamericanas para la independencia de su metrópolis europea. Tanto la influencia
de la Ilustración como el ejemplo de los Estados Unidos sirvieron de «trampolín» ideológico
para el inicio de la revolución en Francia.

Causas

El Tercer Estado cargando al Primer y al Segundo Estado.

En términos generales fueron varios los factores que influyeron


en la Revolución:3

un régimen monárquico que sucumbiría ante su propia rigidez


en el contexto de un mundo cambiante, y que, tras varios
intentos de adoptar medidas destinadas a atajar la crisis política
y económica, capituló ante la violenta reacción de la nobleza y
de algunos parlamentos provinciales como el de
Grenoble (Jornada de las Tejas);
una aristocracia (la nobleza y el alto clero) aferrada a sus privilegios feudales, que bloqueó
todas las reformas estructurales (de Machault, de Maupeou, de Turgot) que se intentaron
implantar desde la Corte;

el auge de una clase burguesa nacida siglos atrás, que había alcanzado un gran poder en el
terreno económico y que ahora empezaba a propugnar el político. Su riqueza y su cultura la
había elevado al primer puesto en la sociedad, posición que estaba en contradicción con la
existencia de los estamentos privilegiados, nobleza y clero;

la exasperación de las clases populares urbanas y del campesinado, empobrecidos por la


subida de los precios –en particular de los cereales y del pan, base de la alimentación— y por el
incremento continuo de los impuestos y derechos señoriales y reales. El diezmo que cobraba el
clero, apenas servía para mantener el culto y socorrer a los pobres. El campesinado contestaba
además el origen de la propiedad de los derechos y servidumbres feudales (recogidos en los
llamados «libros terriers»), que les parecían abusivos e injustos;

la expansión de las nuevas ideas ilustradas;

la regresión económica y las crisis agrícolas cíclicas (la que estalló en 1788 fue la más violenta
de todo el siglo XVIII), agravados por las malas cosechas en los años que precedieron a la
Revolución;

la quiebra financiera provocada por los vicios del sistema fiscal, la mala percepción y la
desigualdad de los impuestos, los gastos de la Corte, los costes de las guerras, y por los graves
problemas hacendísticos causados por el apoyo militar a la guerra de Independencia de los
Estados Unidos. Esta intervención militar se convertiría en arma de doble filo, pues, pese a
ganar Francia la guerra contra Gran Bretaña y resarcirse así de la anterior derrota en la guerra
de los Siete Años, la hacienda quedó en bancarrota y con una importante deuda externa. Los
problemas fiscales de la monarquía, junto al ejemplo de democracia del nuevo Estado
emancipado precipitaron los acontecimientos.

Desde el punto de vista político, fueron fundamentales ideas tales como las expuestas
por Voltaire, Rousseau, Diderot o Montesquieu (como por ejemplo, los conceptos
de libertadpolítica, de fraternidad y de igualdad, o de rechazo a una sociedad dividida, o las
nuevas teorías políticas sobre la separación de poderes del Estado). Todo ello fue rompiendo el
prestigio de las instituciones del Antiguo Régimen, ayudando a su desplome.

Desde el punto de vista económico, la inmanejable deuda del Estado fue exacerbada por un
sistema de extrema desigualdad social y de altos impuestos que los estamentos
privilegiados, nobleza y clero no tenían obligación de pagar, pero que sí oprimía al resto de la
sociedad. Hubo un aumento de los gastos del Estado simultáneo a un descenso de la
producción agraria de terratenientes y campesinos, lo que produjo una grave escasez de
alimentos en los meses precedentes a la Revolución. Las tensiones, tanto sociales como
políticas, mucho tiempo contenidas, se desataron en una gran crisis económica a consecuencia
de los dos hechos puntuales señalados: la colaboración interesada de Francia con la causa de la
independencia estadounidense (que ocasionó un gigantesco déficit fiscal) y el aumento de los
precios agrícolas.

El conjunto de la población mostraba un resentimiento generalizado dirigido hacia los


privilegios de los nobles y del alto clero, que mantenían su dominio sobre la vida pública
impidiendo que accediera a ella una pujante clase profesional y comerciante. El ejemplo del
proceso revolucionario estadounidense abrió los horizontes de cambio político entre otros.

Estados Generales de 1789

Artículo principal: Estados Generales de 1789

Los Estados Generales estaban formados por los representantes de cada estamento. Estos
estaban separados a la hora de deliberar, y tenían solo un voto por estamento. La convocatoria
de 1789 fue un motivo de preocupación para la oposición, por cuanto existía la creencia de que
no era otra cosa que un intento, por parte de la monarquía, de manipular la asamblea a su
antojo. La cuestión que se planteaba era importante. Estaba en juego la idea de soberanía
nacional, es decir, admitir que el conjunto de los diputados de los Estados Generales
representaba la voluntad de la nación.

El tercer impacto de los Estados Generales fue de gran tumulto político, particularmente por la
determinación del sistema de votación. El Parlamento de París propuso que se mantuviera el
sistema de votación que se había usado en 1614, si bien los magistrados no estaban muy
seguros acerca de cuál había sido en realidad tal sistema. Sí se sabía, en cambio, que en dicha
asamblea habían estado representados (con el mismo número de miembros) la nobleza
(Primer Estado), el clero (Segundo Estado) y la burguesía (Tercer Estado). Inmediatamente, un
grupo de liberales parisinos denominado «Comité de los Treinta», compuesto principalmente
por gente de la nobleza, comenzó a protestar y agitar, reclamando que se duplicara el número
de asambleístas con derecho a voto del Tercer Estado (es decir, los «Comunes»). El gobierno
aceptó esta propuesta, pero dejó a la Asamblea la labor de determinar el derecho de voto. Este
cabo suelto creó gran tumulto.

El rey Luis XVI y una parte de la nobleza no aceptaron la situación. Los miembros del Tercer
Estamento se autoproclamaron Asamblea Nacional, y se comprometieron a escribir una
Constitución. Sectores de la aristocracia confiaban en que estos Estados Generales pudieran
servir para recuperar parte del poder perdido, pero el contexto social ya no era el mismo que
en 1614. Ahora existía una élite burguesa que tenía una serie de reivindicaciones e intereses
que chocaban frontalmente con los de la nobleza (y también con los del pueblo, cosa que se
demostraría en los años siguientes).

Asamblea Nacional

Artículo principal: Asamblea Nacional

El Juramento del Juego de Pelota, obra de Jacques-Louis David.

Cuando finalmente los Estados Generales de Francia se reunieron en Versalles el 5 de mayo de


1789 y se originaron las disputas respecto al tema de las votaciones, los miembros del Tercer
Estado debieron verificar sus propias credenciales, comenzando a hacerlo el 28 de mayo y
finalizando el 17 de junio, cuando los miembros del Tercer Estado se declararon como únicos
integrantes de la Asamblea Nacional: esta no representaría a las clases pudientes sino al
pueblo en sí. La primera medida de la Asamblea fue votar la «Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano». Si bien invitaron a los miembros del Primer y Segundo Estado a
participar en esta asamblea, dejaron en claro sus intenciones de proceder incluso sin esta
participación.

La monarquía, opuesta a la Asamblea, cerró las salas donde esta se estaba reuniendo. Los
asambleístas se mudaron a un edificio cercano, donde la aristocracia acostumbraba a jugar el
juego de la pelota, conocido como Jeu de paume. Allí es donde procedieron con lo que se
conoce como el «Juramento del Juego de la Pelota» el 20 de junio de 1789, prometiendo no
separarse hasta tanto dieran a Francia una nueva constitución. La mayoría de los
representantes del bajo clero se unieron a la Asamblea, al igual que 47 miembros de
la nobleza. Ya el 27 de junio, los representantes de la monarquía se dieron por vencidos, y por
esa fecha el Rey mandó reunir grandes contingentes de tropas militares que comenzaron a
llegar a París y Versalles. Los mensajes de apoyo a la Asamblea llovieron desde París y otras
ciudades. El 9 de julio la Asamblea se nombró a sí misma «Asamblea Nacional Constituyente».

Asamblea Constituyente (1789-1791)

La Libertad guiando al pueblo, pintura de Eugène Delacroix, erróneamente asociada a la


Revolución de 1789 pese a que corresponde a los sucesos revolucionariosde 1830. Museo del
Louvre, París.

Artículo principal: Asamblea Nacional Constituyente

Toma de la Bastilla

Artículo principal: Toma de la Bastilla

El 11 de julio de 1789, el rey Luis XVI, actuando bajo la influencia de los nobles conservadores
al igual que la de su hermano, el Conde D'Artois, despidió al ministro Necker y ordenó la
reconstrucción del Ministerio de Finanzas. Gran parte del pueblo de París interpretó esta
medida como un auto-golpe de la realeza, y se lanzó a la calle en abierta rebelión. Algunos de
los militares se mantuvieron neutrales, pero otros se unieron al pueblo.

El 14 de julio el pueblo de París respaldó en las calles a sus representantes y, ante el temor de
que las tropas reales los detuvieran, asaltaron la fortaleza de la Bastilla, símbolo del
absolutismo monárquico, pero también punto estratégico del plan de represión de Luis XVI,
pues sus cañones apuntaban a los barrios obreros. Tras cuatro horas de combate, los
insurgentes tomaron la prisión, matando a su gobernador, el Marqués Bernard de Launay. Si
bien solo cuatro presos fueron liberados, la Bastilla se convirtió en un potente símbolo de todo
lo que resultaba despreciable en el Antiguo Régimen. Retornando al Ayuntamiento, la multitud
acusó al alcalde Jacques de Flesselles de traición, quien recibió un balazo que lo mató. Su
cabeza fue cortada y exhibida en la ciudad clavada en una pica, naciendo desde entonces la
costumbre de pasear en una pica las cabezas de los decapitados, lo que se volvió muy común
durante la Revolución.

El Gran Miedo y la abolición del feudalismo

Véase también: Gran Miedo

La Revolución se fue extendiendo por ciudades y pueblos, creándose


nuevos ayuntamientos que no reconocían otra autoridad que la Asamblea Nacional
Constituyente. La insurrección motivada por el descontento popular siguió extendiéndose por
toda Francia. En las áreas rurales, para protestar contra los privilegios señoriales, se llevaron a
cabo actos de quema de títulos sobre servidumbres, derechos feudales y propiedad de tierras,
y varios castillos y palacios fueron atacados. Esta insurrección agraria se conoce como La
Grande Peur (el Gran Miedo).

La noche del 4 de agosto de 1789, la Asamblea Constituyente, actuando detrás de los nuevos
acontecimientos, suprimió por ley las servidumbres personales (abolición del feudalismo),
los diezmos y las justicias señoriales, instaurando la igualdad ante el impuesto, ante penas y en
el acceso a cargos públicos. En cuestión de horas, los nobles y el clero perdieron sus privilegios.
El curso de los acontecimientos estaba ya marcado, si bien la implantación del nuevo modelo
no se hizo efectiva hasta 1793. El rey, junto con sus seguidores militares, retrocedió al menos
por el momento. Lafayette tomó el mando de la Guardia Nacional de París y Jean-Sylvain Bailly,
presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, fue nombrado nuevo alcalde de París. El rey
visitó París el 27 de julio y aceptó la escarapela tricolor.

Sin embargo, después de estos actos de violencia, los nobles, no muy seguros del rumbo que
tomaría la reconciliación temporal entre el rey y el pueblo, comenzaron a salir del país, algunos
con la intención de fomentar una guerra civil en Francia y de llevar a las naciones europeas a
respaldar al rey. Estos fueron conocidos como los émigrés(«emigrados»).

Pérdida de poder de la Iglesia

La revolución se enfrentó duramente con la Iglesia católica que pasó a depender del Estado.
En 1790 se eliminó la autoridad de la Iglesia de imponer impuestos sobre las cosechas, se
eliminaron también los privilegios del clero y se confiscaron sus bienes. Bajo el Antiguo
Régimen la Iglesia era el mayor terrateniente del país. Más tarde se promulgó una legislación
que convirtió al clero en empleados del Estado. Estos fueron unos años de dura represión para
el clero, siendo comunes la prisión y masacre de sacerdotes en toda Francia. El Concordato de
1801 entre la Asamblea y la Iglesia finalizó este proceso y establecieron normas de convivencia
que se mantuvieron vigentes hasta el 11 de diciembre de 1905, cuando la Tercera República
sentenció la separación definitiva entre la Iglesia y el Estado. El viejo calendario gregoriano,
propio de la religión católica fue anulado por Billaud-Varenne, en favor de un «calendario
republicano» y una nueva era que establecía como primer día el 22 de septiembre de 1792.
Composición de la Asamblea

Honore Gabriel Victor Riqueti, Conde de Mirabeau (1749-1791).

Maximiliano Robespierre (1758-1794), líder revolucionario francés.

En una Asamblea que se quería plural y cuyo propósito era la redacción de una constitución
democrática, los 1200 constituyentes representaban las diversas tendencias políticas del
momento.

La derecha representaba a las antiguas clases privilegiadas. Sus oradores más brillantes eran el
aristócrata Cazalès, en representación de la nobleza, y el abad Jean-Sifrein Maury, en
representación del alto clero. Se oponían sistemáticamente a todo tipo de reformas y buscaban
más sembrar la discordia que proponer medidas.4

En torno al antiguo ministro Jacques Necker se constituyó un partido moderado, poco


numeroso, que abogaba por el establecimiento de un régimen parecido al británico: Jean
Mounier, el Conde de Lally-Tollendal, el Conde de Clermont-Tonnerre y el Conde de Vyrieu,
formaron un grupo denominado «Demócratas Realistas»[cita requerida]. Se les llamó más
tarde "partido monárquico".

El resto (y mayoría) de la Asamblea conformaba lo que se llamaba el partido de la nación. En él


se dibujaban dos grandes tendencias sin que ninguna tuviera homogeneidad
ideológica. Mirabeau, Lafayette y Bailly representaban la alta burguesía, mientras que el
triunvirato compuesto por Barnave, Duport y Lameth encabezaba los que defendían las clases
más populares; los tres procedían del Club Breton y eran portavoces de las sociedades
populares y de los clubes. Representaban la franja más izquierdista de la Asamblea, dado que
aún no se manifestaban los grupos radicales que iban a aparecer más adelante.4

En ese primer periodo constituyente, los líderes indiscutibles de la Asamblea eran Mirabeau y
el abad Sieyès.

El 27 de agosto de 1789 la Asamblea publicó la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano inspirándose en parte en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y
estableciendo el principio de libertad, igualdad y fraternidad. Dicha declaración establecía una
declaración de principios que serían la base ineludible de la futura Constitución.

Camino a la Constitución

La Asamblea Nacional Constituyente no era solo un órgano legislativo sino la encargada de


redactar una nueva Constitución. Algunos, como Necker, favorecían la creación de una
asamblea bicameral en donde el senado sería escogido por la Corona entre los miembros
propuestos por el pueblo. Los nobles, por su parte, favorecían un senado compuesto por
miembros de la nobleza elegidos por los propios nobles. Prevaleció, sin embargo, la tesis liberal
de que la Asamblea tendría una sola cámara, quedando el rey solo con el poder de veto,
pudiendo posponer la ejecución de una ley, pero no su total eliminación.

El movimiento de los monárquicos para bloquear este sistema fue desmontado por el pueblo
de París, compuesto fundamentalmente por mujeres (llamadas despectivamente «Las Furias»),
que marcharon el 5 de octubre de 1789 sobre Versalles. Tras varios incidentes, el rey y su
familia se vieron obligados a abandonar Versalles y se trasladaron al Palacio de las Tullerías en
París.

Desde la Fiesta de la Federación hasta la Fuga de Varennes

Artículos principales: Fiesta de la Federación (Francia) y Fuga de Varennes.

Los electores habían escogido a los miembros de los Estados Generales por un periodo de un
año, pero de acuerdo al Juramento del Jeu de paume, los miembros del Tercer Estado, también
llamados los «comunes», acordaron no abandonar la Asamblea en tanto no se hubiera
elaborado una Constitución.

Durante 1790 se produjeron movimientos antirrevolucionarios, pero sin éxito. En este periodo
se intensificó la influencia de los «clubes» políticos entre los que destacaban los Jacobinos y
los Cordeliers. En agosto de 1790 existían 152 clubes jacobinos.

A principios de 1791, la Asamblea consideró introducir una legislación contra los franceses que
emigraron durante la Revolución (émigrés). Se pretendía coartar la libertad de salir del país
para fomentar desde el extranjero la creación de ejércitos contrarrevolucionarios, y evitar la
fuga de capitales. Mirabeau se opuso rotundamente a esto. Sin embargo, el 2 de marzo de
1791 Mirabeau fallece, y la Asamblea adopta esta draconiana medida.

El 20 de junio de 1791, Luis XVI, opuesto al curso que iba tomando la Revolución, huyó junto
con su familia de las Tullerías. Sin embargo, al día siguiente cometió la imprudencia de dejarse
ver, fue arrestado en Varennes por un oficial del pueblo y devuelto a París escoltado por la
guardia. A su regreso a París el pueblo se mantuvo en silencio, y tanto él como su
esposa, María Antonieta, sus dos hijos (María Teresa y Luis-Carlos, futuro Luis XVII) y su
hermana (Madame Elizabeth) permanecieron bajo custodia.

Últimos días de la Asamblea Constituyente

Moneda francesa de 1791. En el anverso aparece el rey Luis XVI con el epígrafe: «Luis XVI rey
de los franceses». El reverso lleva un haz de lictor con un gorro frigio, símbolos de la
Revolución, y la inscripción «la nación, la ley, el rey».

El 3 de septiembre de 1791, fue aprobada la primera Constitución de la historia de Francia. Una


nueva organización judicial dio características temporales a todos los magistrados y total
independencia de la Corona. Al rey solo le quedó el poder ejecutivo y el derecho de vetar las
leyes aprobadas por la Asamblea Legislativa. La asamblea, por su parte, eliminó todas las
barreras comerciales y suprimió las antiguas corporaciones mercantiles y los gremios; en
adelante, los individuos que quisieran desarrollar prácticas comerciales necesitarían una
licencia, y se abolió[cita requerida] el derecho a la huelga.

Aun cuando existía una fuerte corriente política que favorecía la monarquía constitucional, al
final venció la tesis de mantener al rey como una figura decorativa. Jacques Pierre
Brissot introdujo una petición insistiendo en que, a los ojos del pueblo, Luis XVI había sido
depuesto por el hecho de su huida. Una inmensa multitud se congregó en el Campo de
Marte para firmar dicha petición. Georges Danton y Camille Desmoulins pronunciaron
discursos exaltados. La Asamblea pidió a las autoridades municipales guardar el orden. Bajo el
mando de La Fayette, la Guardia Nacional se enfrentó a la multitud. Al principio, tras recibir una
oleada de piedras, los soldados respondieron disparando al aire; dado que la multitud no cedía,
Lafayette ordenó disparar a los manifestantes, ocasionando más de 50 muertos.

Tras esta masacre, las autoridades cerraron varios clubes políticos, así como varios periódicos
radicales como el que editaba Jean-Paul Marat. Danton se fugó a Inglaterra y Desmoulins y
Marat permanecieron escondidos.

Mientras tanto, la Asamblea había redactado la Constitución y el rey había sido mantenido,
aceptándola. El rey pronunció un discurso ante la Asamblea, que fue acogido con un fuerte
aplauso. La Asamblea Constituyente cesó en sus funciones el 29 de septiembre de 1791.
La Asamblea Legislativa y la caída de la monarquía (1791-1792)

Georges-Jacques Danton.

El calendario republicano.
Toma del palacio de las Tullerías en 1793.

Bajo la Constitución de 1791, Francia funcionaría como una monarquía constitucional. El rey
tenía que compartir su poder con la Asamblea, pero todavía mantenía el poder de veto y la
potestad de elegir a sus ministros.

La Asamblea Legislativa se reunió por primera vez el 1 de octubre de 1791. La componían 264
diputados situados a la derecha: feuillants(dirigidos por Barnave, Duport y Lameth),
y girondinos, portavoces republicanos de la gran burguesía. En el centro figuraban 345
diputados independientes, carentes de programa político definido. A la izquierda 136
diputados inscritos en el club de los jacobinos o en el de los cordeliers, que representaban al
pueblo llano parisino a través de sus periódicos L´Ami du Peuple y Le Père Duchesne, y con
Marat y Hebert como portavoces. Pese a su importancia social y el apoyo popular y de la
pequeña burguesía, en la Asamblea era escasa la influencia de la izquierda, pues la Asamblea
estaba dominada por las ideas políticas que representaban los girondinos. Mientras los
jacobinos tienen detrás a la gran masa de la pequeña burguesía, los cordeliers cuentan con el
apoyo del pueblo llano, a través de las secciones parisienses.

Este gran número de diputados se reunían en los clubes, germen de los partidos políticos. El
más célebre de entre estos fue el partido de los jacobinos, dominado por Robespierre. A la
izquierda de este partido se encontraban los cordeleros, quienes defendían el sufragio
universal masculino (derecho de todos los hombres al voto a partir de una determinada edad).
Los cordeliers querían la eliminación de la monarquía e instauración de la república. Estaban
dirigidos por Jean-Paul Marat y Georges Danton, representando siempre al pueblo más
humilde. El grupo de ideas más moderadas era el de los girondinos, que defendían el sufragio
censitario y propugnaban una monarquía constitucional descentralizada. También se
encontraban aquellos que formaban parte de «el Pantano», o «el Llano», como eran llamados
aquellos que no tenían un voto propio, y que se iban por las proposiciones que más les
convenían, ya vinieran de los jacobinos o de los girondinos.

En los primeros meses de funcionamiento de la Asamblea, el rey había vetado una ley que
amenazaba con la condena a muerte a los émigrés, y otra que exigía al clero prestar juramento
de lealtad al Estado. Desacuerdos de este tipo fueron los que llevaron más adelante a la crisis
constitucional.

Guerra de Austria y Prusia contra Francia

Artículo principal: Primera Coalición

Mientras tanto, dos potencias absolutistas europeas, Austria y Prusia, se dispusieron a invadir
la Francia revolucionaria, lo que hizo que el pueblo francés se convirtiera en un ejército
nacional, dispuesto a defender y a difundir el nuevo orden revolucionario por toda Europa.
Durante la guerra, la libertad de expresión permitió que el pueblo manifestase su hostilidad
hacia la reina María Antonieta (llamada «la Austriaca» por ser hija de un emperador de aquel
país y «Madame Déficit» por el gasto que había representado al Estado, que no era mayor que
la mayoría de los cortesanos) y contra Luis XVI, que casi siempre se negaba a firmar leyes
propuestas por la Asamblea Legislativa.

La «segunda Revolución»: Primera República francesa

El 10 de agosto de 1792, las masas asaltaron el Palacio de las Tullerías, y la Asamblea Legislativa
suspendió las funciones constitucionales del rey. La Asamblea acabó convocando elecciones
con el objetivo de configurar (por sufragio universal) un nuevo parlamento que recibiría el
nombre de Convención. Aumentaba la tensión política y social en Francia, así como la amenaza
militar de las potencias europeas. El conflicto se planteaba así entre una monarquía
constitucional francesa en camino de convertirse en una democracia republicana, y las
monarquías europeas absolutas. El nuevo parlamento elegido ese año abolió la monarquía y
proclamó la República. Creó también un nuevo calendario, según el cual el año 1792 se
convertiría en el año 1 de su nueva era.

El gobierno pasó a depender de la Comuna insurreccional. Cuando la Comuna envió grupos de


sicarios a las prisiones, asesinaron a 1.400 víctimas, y pidió a otras ciudades de Francia que
hicieran lo mismo, la Asamblea no opuso resistencia. Esta situación persistió hasta el 20 de
septiembre de 1792, en que se creó un nuevo cuerpo legislativo denominado Convención, que
de hecho se convirtió en el nuevo gobierno de Francia.

La Convención (1792-1795)

Artículo principal: Convención Nacional

Ejecución del rey Luis XVI.

El poder legislativo de la nueva República estuvo a cargo de la Convención, mientras que el


poder ejecutivo recayó sobre el Comité de Salvación Nacional.

Ejecución del Rey y Primera Coalición contra Francia

Véase también: Primera Coalición

En el Manifiesto de Brunswick, los Ejércitos Imperiales y de Prusia amenazaron con invadir


Francia si la población se resistía al restablecimiento de la monarquía. Esto ocasionó que Luis
XVI fuera visto como conspirador con los enemigos de Francia. El 17 de enero de 1793, la
Convención condenó al rey a muerte por una pequeña mayoría, acusándolo de «conspiración
contra la libertad pública y la seguridad general del Estado». El 21 de enero el rey fue
ejecutado, lo cual encendió nuevamente la mecha de la guerra con otros países europeos. La
reina María Antonieta, nacida en Austria y hermana del Emperador, fue ejecutada el 16 de
octubre del mismo año, iniciándose así una revolución en Austria para sustituir a la reina. Esto
provocó la ruptura de toda relación entre ambos países.

El reinado del Terror

Artículo principal: El Terror


La guillotina, que fue el instrumento de ejecución de entre 35 000 a 40 000 personas durante la
época del terror.

9 de Thermidor, la caída de Robespierre.

Masacres de septiembre.

Guerra de la Vendée.

El mismo día en el que se reunía la Convención (20 de septiembre de 1792), todas las tropas
francesas (formadas por tenderos, artesanos y campesinos de toda Francia) derrotaron por
primera vez a un ejército prusiano en Valmy, lo cual señalaba el inicio de las llamadas Guerras
Revolucionarias Francesas.
Sin embargo, la situación económica seguía empeorando, lo cual dio origen a revueltas de las
clases más pobres. Los llamados sans-culottes expresaban su descontento por el hecho de que
la Revolución francesa no solo no estaba satisfaciendo los intereses de las clases bajas sino que
incluso algunas medidas liberales causaban un enorme perjuicio a estas (libertad de precios,
libertad de contratación, Ley Le Chapelier, etc.). Al mismo tiempo se comenzaron a gestar
luchas antirrevolucionarias en diversas regiones de Francia. En la Vandea, un levantamiento
popular fue especialmente significativo: campesinos y aldeanos se alzaron por el rey y las
tradiciones católicas, provocando la llamada Guerra de Vandea, reprimida tan cruentamente
por las autoridades revolucionarias parisinas que se ha llegado a calificar de genocidio. Por otra
parte, la guerra exterior amenazaba con destruir la Revolución y la República. Todo ello motivó
la trama de un golpe de estado por parte de los jacobinos, quienes buscaron el favor popular
en contra de los girondinos. La alianza de los jacobinos con los sans-culottes se convirtió de
hecho en el centro del gobierno.

Los jacobinos llevarían en su política algunas de las reivindicaciones de los sans-culottes y las
clases bajas, pero no todas sus reivindicaciones serían aceptadas, y jamás se cuestionó
la propiedad privada. Los jacobinos no pusieron nunca en duda el orden liberal, pero sí llevaron
a cabo una democratización del mismo, pese a la represión que desataron contra los opositores
políticos (tanto conservadores como radicales).

Charlotte Corday tras asesinar a Marat, obra de Paul Baudry.

Se redactó en 1793 una nueva Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, y una
nueva constitución de tipo democrático que reconocía el sufragio universal. El Comité de
Salvación Pública cayó bajo el mando de Maximilien Robespierre y los jacobinos desataron lo
que se denominó el Reinado del Terror (1793-1794). No menos de 10 000 personas
fueron guillotinadasante acusaciones de actividades contrarrevolucionarias. La menor
sospecha de dichas actividades podía hacer recaer sobre una persona acusaciones que
eventualmente la llevarían a la guillotina. El cálculo total de víctimas varía, pero se cree que
pudieron ser hasta 40 000 los que fueron víctimas del Terror.

En 1794, Robespierre[cita requerida] procedió a ejecutar a ultrarradicales y a jacobinos


moderados.5 6 7 Su popularidad, sin embargo, comenzó a erosionarse. El 27 de julio de 1794,
ocurrió otra revuelta popular[cita requerida] contra Robespierre, apoyada por los moderados
que veían peligroso el trayecto de la Revolución, cada vez más exaltada. El pueblo, por otro
lado, se rebela contra la condición burguesa de Robespierre que revolucionario antes, ahora
persigue a Verlet, Leclerc y Roux[cita requerida]. Los miembros de la Convención lograron
convencer al «Pantano», y derrocar y ejecutar a Robespierre junto con otros líderes del Comité
de Salvación Pública.

El Directorio (1795-1799)

Artículo principal: Directorio (Francia)

Napoleón liderando a sus tropas en la Batalla del puente de Arcole.

La Convención aprobó una nueva Constitución el 17 de agosto de 1795, ratificada el 26 de


septiembre en un plebiscito. La nueva Constitución, llamada Constitución del Año III, confería
el poder ejecutivo a un Directorio, formado por cinco miembros llamados directores. El poder
legislativo sería ejercido por una asamblea bicameral, compuesta por el Consejo de Ancianos
(250 miembros) y el Consejo de los Quinientos. Esta Constitución suprimió el sufragio universal
masculino y restableció el sufragio censitario.

Napoleón y la toma del poder


Napoleón Bonaparte, Primer Cónsul.

La nueva Constitución encontró la oposición de grupos monárquicos y jacobinos. Hubo


diferentes revueltas que fueron reprimidas por el ejército, todo lo cual motivó que el
general Napoleón Bonaparte, retornado de su campaña en Egipto, diera el 9 de
noviembre de 1799 un golpe de estado (18 de Brumario) instalando el Consulado.

El Consulado (1799-1804)

Artículo principal: Consulado (Francia)

La Constitución del Año VIII, redactada por Pierre Daunou y promulgada el 25 de


diciembre de 1799, estableció un régimen autoritario que concentraba el poder en manos de
Napoleón Bonaparte, para supuestamente salvar la república de una posible restauración
monárquica. Contrariamente a las Constituciones anteriores, no incluía ninguna declaración
sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos. El poder ejecutivo recaía en tres
cónsules: el primer cónsul, designado por la misma Constitución, era Napoleón Bonaparte, y
los otros dos solo tenían un poder consultivo. En 1802, Napoleón impuso la aprobación de
un senadoconsulto que lo convirtió en cónsul vitalicio, con derecho a designar su sucesor.

El cargo de cónsules lo ostentaron Napoleón Bonaparte, Sieyès y Ducos temporalmente hasta


el 12 de diciembre de 1799. Posteriormente, Sieyés y Ducos fueron reemplazados por Jean
Jacques Régis de Cambacérès y Charles-François Lebrun, quienes siguieron en el cargo hasta
el 18 de mayo de 1804 (28 de floreal del año XII), cuando un nuevo senadoconsulto proclamó
el Primer Imperio y la extinción de la Primera República, cerrando con esto el capítulo histórico
de la Revolución francesa.

La bandera francesa y los símbolos de la Revolución


Escarapela tricolor.

Los tres colores azul, blanco y rojo eran ya frecuentes en diversos pabellones, uniformes y
banderas de Francia antes del siglo XVIII. El azul y el rojo eran los colores de la villa de París
desde el siglo XIV,8 y el blanco era en aquella época el color del reino de Francia, y por
extensión de la monarquía borbónica.

Cuando Luis XVI visitó a la recién creada Guardia Nacional en el Ayuntamiento de París el 17 de
julio de 1790, aparece por primera vez la escarapela tricolor, ofrecida al Rey por el comandante
de la Guardia, el marqués de La Fayette. Unía la escarapela de la Guardia Nacional que llevaba
los colores de la capital, con el color blanco del reino. No fue sin embargo hasta el 20 de
marzo de 1790 que la Asamblea Nacional mencionó en un decreto los tres colores como
"colores de la nación: azul, rojo y blanco".9 Pero la escarapela no era aún un símbolo nacional,
y el primer emblema nacional como tal fue la bandera diseñada para la popa de los buques de
guerra, adoptada por decreto de la Asamblea Nacional el 24 de octubre de 1790. Constaba de
una pequeña bandera roja, blanca y azul en la esquina superior izquierda de una bandera
blanca. Esta bandera fue modificada posteriormente por la Convención republicana el 15 de
febrero de 1794, a petición de los marineros de la marina nacional que exigieron que se
redujera la predominancia del blanco que simbolizaba todavía la monarquía.10 La bandera
adoptó entonces su diseño definitivo, y se cambió el orden de los colores para colocar el azul
cerca del mástil y el rojo al viento por motivos cromáticos, según los consejos del pintor Louis
David.

Otro símbolo de la Revolución francesa es el gorro frigio (también llamado gorro de la libertad),
llevado en particular por los Sans-culottes. Aparece también en los Escudos
Nacionales de Francia, Haití, Cuba, El
Salvador, Nicaragua, Colombia, Bolivia, Paraguay y Argentina.

El himno «La Marsellesa», letra y música de Claude-Joseph Rouget de Lisle, capitán de


ingenieros de la guarnición de Estrasburgo, se popularizó a tal punto que el 14 de
julio de 1795 fue declarado himno nacional de Francia; originalmente se llamaba «Chant de
guerre pour l'armée du Rhin» («Canto de guerra para el ejército del Rin»), pero los voluntarios
del general François Mireur que salieron de Marsella entraron a París el 30 de
julio de 1792 cantando dicho himno como canción de marcha. Los parisinos los acogieron con
gran entusiasmo y bautizaron el cántico como «La Marsellesa».

El lema Liberté, égalité, fraternité («Libertad, igualdad, fraternidad»), que procede del lema no
oficial de la Revolución de 1789 Liberté, égalité ou la mort («Libertad, igualdad o la muerte»),
fue adoptado oficialmente después de la Revolución de 1848 por la Segunda República
Francesa.

Bandera de Francia.

La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano

Artículo principal: Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano

Véase también: Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Uno de los acontecimientos con mayor alcance histórico de la


revolución fue la declaración de los derechos del hombre y del
ciudadano. En su doble vertiente, moral (derechos naturales
inalienables) y política (condiciones necesarias para el ejercicio
de los derechos naturales e individuales), condiciona la
aparición de un nuevo modelo de Estado, el de los ciudadanos,
el Estado de Derecho, democrático y nacional. Aunque la
primera vez que se proclamaron solemnemente los derechos
del hombre fue en los Estados Unidos (Declaración de Derechos
de Virginia en 1776 y Constitución de los Estados
Unidos en 1787), la revolución de los derechos humanos es un
fenómeno puramente europeo. Será la Declaración de Derechos del Hombre y del
Ciudadano francesa de 1789 la que sirva de base e inspiración a todas las declaraciones tanto
del siglo XIX como del siglo XX.

El distinto alcance de ambas declaraciones es debido tanto a cuestiones de forma como de


fondo. La declaración francesa es indiferente a las circunstancias en que nace y añade a los
derechos naturales, los derechos del ciudadano. Pero sobre todo, es un texto atemporal, único,
separado del texto constitucional y, por tanto, con un carácter universal, a lo que hay que
añadir la brevedad, claridad y sencillez del lenguaje. De ahí su trascendencia y éxito tanto en
Francia como en Europa y el mundo occidental en su conjunto.

La declaración sin embargo excluyó a las mujeres en su consideración de ciudadanas y se olvidó


de las mujeres en su proyecto igualitario. Dos años más tarde de la redacción de la Declaración
de Derechos del Hombre y del Ciudadano la activista política Olympe de Gougesescribió
la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1793) que se convierte en uno de
los primeros documentos históricos que plantea la equiparación jurídica y legal de
las mujeres en relación a los varones.

Las mujeres y la Revolución francesa

Artículo principal: Las mujeres en la Revolución francesa


Olympe de Gouges autora de la Declaración de los derechos de la Mujer y de la Ciudadana y
precursora del feminismo

Las mujeres ocupan la calle durante las semanas precedentes a la insurrección y tuvieron un
papel protagonista en el inicio de la Revolución. El 5 de octubre de 1789 fueron ellas quienes
iniciaron la marcha hacia Versalles a buscar al rey. Sin embargo cuando las asociaciones
revolucionarias dirigen el alzamiento las mujeres quedan excluidas del pueblo deliberante, del
pueblo armado -la guardia nacional- de los comités locales y de las asociaciones políticas.

Al no poder participar en las asambleas políticas toman la palabra en las tribunas abiertas al
público y crean los clubes femeninos en los que leen y debaten las leyes y los periódicos. Entre
los más reconocidos estaba la Sociedad Patriótica y de Beneficencia de las Amigas de la
Verdad (1791-1792) fundada por Etta Palm en el que se reclamaba educación para las niñas
pobres, divorcio y derechos políticos.

Entre las revolucionarias más destacadas esta la dramaturga y activista política considerada
precursora del feminismo, Olympe de Gougesque escribió la Declaración de los Derechos de la
Mujer y la Ciudadana (1793) reivindicando la equiparación de derechos entre hombres y
mujeres. Olympe se enfrentó a Robespierre y publicó la carta Pronostic de Monsieur
Robespierre pour un animale amphibie que la llevó a ser acusada de intrigas sediciosas. Fue
juzgada, condenada a muerte y guillotinada.

El 30 de septiembre de 1793 se prohibieron los clubes femeninos. En 1794 se insistió en la


prohibición de la presencia femenina en cualquier actividad política y en mayo de 1795, la
Convención prohibió a las mujeres asistir a las asambleas política ordenando que se retiraran a
sus domicilios bajo orden de arresto si no cumplían lo prescrito.14 Finalmente el Código
Napoleónico aprobado en 1804 consagró la derrota femenina en la lucha por
la igualdad, libertad y fraternidad que la revolución significó para los varones.
DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DEL PERÚ

El Acta de Independencia del Perú es el documento mediante el cual el Perú declaró


solemnemente su independencia de la Corona Española. Redactada por
el ariqueño Manuel Pérez de Tudela, fue firmada el 15 de julio de 1821 por los vecinos
notables de la Ciudad de los Reyes (Lima). La ceremonia de la Proclamación de la
Independencia se realizó el 28 de julio del mismo año, en la Plaza Mayor de Lima y en
otras dos plazuelas más de la capital.

Antecedentes

La declaración y proclamación de la Independencia del Perú constituye uno de los hechos más
trascendentales de la historia de América, ya que la liberación del Perú era muy importante
para la seguridad de las naciones circundantes, pues allí se hallaba el núcleo del poderío
español en Sudamérica. Por ello fue que el Ejército Unido Libertador del Perú, al mando del
general José de San Martín, arribó al Perú procedente de Chile.1 Ya en territorio peruano
recibieron el apoyo de la población, especialmente en el norte, donde una inmensa
jurisdicción, la Intendencia de Trujillo, se sumó a la causa independentista sin violencia, bajo el
mando del marqués de Torre Tagle. Tras Trujillo, sucesivamente juraron la
independencia Piura, Cajamarca, Chachapoyas, Jaén y Maynas; antes ya lo había
hecho Lambayeque. El mismo San Martín reconoció posteriormente que si no hubiera sido por
el apoyo masivo del norte peruano, se habría visto en la necesidad de volver a Chile para
reorganizar sus fuerzas, ya que estas eran inferiores a las fuerzas virreinales.
San Martín estableció su cuartel general en Huaura, al norte de Lima. Fue en Huaura donde por
primera vez proclamó la independencia del Perú, en noviembre de 1820. Lima, la capital
virreinal, se vio amenazada por el avance del ejército libertador y el acoso de las montoneras
patriotas (estas mayormente conformadas por hombres andinos). A comienzos de julio de
1821 se vivía en Lima una tremenda escasez de alimentos, debido precisamente al asedio de
las montoneras, que cortaron las vías de comunicación con el exterior. Las tropas realistas no
contaban con recursos y los patriotas ya habían conseguido importantes victorias al interior del
país, en tanto la población entera reclamaba la presencia del libertador.
El 5 de julio de 1821, el virrey del Perú José de la Serna, anunció a los limeños que abandonaba
la ciudad, señalando al Callao como refugio para quienes se sintiesen inseguros en la capital.
Muchos vecinos españoles y criollos se trasladaron entonces a dicho puerto, buscando amparo
en la Fortaleza del Real Felipe, mientras que el virrey se retiraba con sus fuerzas hacia la sierra
central, dejando solo una guarnición en el Real Felipe, al mando de José de la Mar. El mismo
virrey, mediante una carta, invitó a San Martín para que entrara de una vez en Lima, antes que
lo hicieran las montoneras indias, pues temía que estas pudieran cometer excesos.
El 9 de julio las primeras tropas libertadoras ingresaron a Lima. En la noche del 12 de julio lo
hizo el mismo general San Martín y dos días después todo el Ejército Libertador. Ese mismo
día, 14 de julio, San Martín, instalado ya en el Palacio de los virreyes, invitó al Ayuntamiento a
jurar la Independencia. Este Cabildo, el segundo establecido por elecciones durante el
Virreinato, había sido elegido el 07 de diciembre de 1820 según las bases de la Constitución de
1812 que restableció Fernando VII. en 1821
Reunión del Cabildo Abierto

Acta de la Independencia del Perú.

El domingo 15 de julio de 1821, cumpliendo el pedido de San Martín, el alcalde Conde de San
Isidro convocó a los vecinos en cabildo abierto. Sin embargo, no fueron citados todos los
ciudadanos de Lima, sino solo los regidores perpetuos, los títulos de Castilla, los miembros de
las órdenes militares, el cabildo eclesiástico y los titulares de familias distinguidas. El resto fue
totalmente excluido, incluido el pueblo llano.
Redacción

Reunido el cabildo, el pueblo limeño se agolpó en las afueras del edificio, gritando su adhesión
a la causa independentista. En medio de ese bullicio, los cabildantes, que eran mayormente
viejos representantes del colonialismo, se apresuraron a aprobar el Acta de la Independencia,
que fue redactada por el abogado Manuel Pérez de Tudela, quien más tarde sería el Ministro
de Relaciones Exteriores de la nueva Nación.
Contenido

"En la ciudad de Los Reyes, el quince de Julio de mil ochocientos veintiuno. Reunidos en este
Excmo. Ayuntamiento los señores que lo componen, con el Excmo. e Ilmo. Señor Arzobispo de
esta santa Iglesia Metropolitana, prelados de los conventos religiosos, títulos de Castilla y
varios vecinos de esta Capital, con el objeto de dar cumplimiento a lo prevenido en el oficio del
Excmo. Señor General en jefe del ejercito Libertador del Perú, Don José de San Martín, el día de
ayer, cuyo tenor se ha leído, he impuesto de su contenido reducido a que las personas de
conocida probidad, luces y patriotismo que habita en esta Capital, expresen si la opinión
general se halla decidida por la Independencia, cuyo voto le sirviese de norte al expresado Sr.
General para proceder a la jura de ella. Todos los Srs. concurrentes , por sí y satisfechos, de la
opinión de los habitantes de la Capital, dijeron: Que la voluntad general está decidida por la
Independencia del Perú de la dominación Española y de cualquiera otra extranjera y que para
que se proceda a la sanción por medio del correspondiente juramento, se conteste con copia
certificada de esta acta al mismo Excmo. y firmaron los Srs.: El Conde de San Isidro- Bartolomé,
Arzobispo de Lima, Francisco Javier de Zárate- El Conde de la Vega de Ren- El Conde de las
Lagunas-Toribio Rodríguez-Javier de Luna Pizarro-José de la Riva Aguero-El marquez de Villa
fuerte ..."
Firma
La Declaración fue firmada por la mayoría de miembros del Cabildo (alcalde de primer
voto, 10 regidores y 2 síndicos procuradores), el clero secular limeño y miembros
destacados de la sociedad. En total firmaron esta acta 339 hombres de la ciudad. 2
En la primera página aparecen las firmas de 60 personas. Posteriormente la rubricaron
3504 personas de diversos sectores sociales. Según el historiador Timothy Anna, la gran
mayoría firmó por miedo a las tropas de ocupación. Otros, por ambición de recompensas y
nombramientos. También había gente de elevado espíritu patriótico. Se sabe de españoles
y criollos que se escondieron para no firmar el Acta, temerosos de las represalias del
Virrey cuando recuperase Lima. Al respecto, sobre la caída del gobierno español del Perú,
escribe: Además, dos semanas después de la Declaración de la independencia cuarenta y
tres de los sesenta y cuatro miembros del Consulado huyeron. Solo diecisiete de los
miembros del Consulado firmaron la Declaración. También señala que muchas personas
prominentes firmaron la Declaración de Independencia y posteriormente huyeron del
país... Más aún, de los que firmaron la Declaración de Independencia, muchos retornaron
al bando realista.3
Proclamación de la Independencia del Perú

Proclamación de la Independencia del Perú, por parte del general José de San Martín.

El sábado 28 de julio de 1821, siguiendo los protocolos virreinales, José de San


Martín salió del palacio de Lima a las 10 a.m. junto a un numeroso séquito a caballo. Lo
componían, en primer lugar, las autoridades de la Universidad de San Marcos vestidas
con toga y birrete, luego, los altos miembros del clero y los priores de los conventos,
después, los jefes militares del Ejército patriota y, finalmente, los títulos de Castilla y los
caballeros de las órdenes de caballería, acompañados por los oidores de la Real
Audiencia y los regidores perpetuos del Cabildo. Precedido de este cortejo, venía San
Martín flanqueado por el conde de San Isidro, a la izquierda, y el marqués de Montemira, a
la derecha, quien como portaestandarte llevaba la flamante bandera diseñada por el
libertador. Detrás de ellos iban el conde de la Vega del Ren, los altos jefes del Ejército y un
escuadrón de húsares. Flanqueaban la marcha los Alabarderos de la Guardia Real.
Al llegar al tabladillo armado en la Plaza Mayor de Lima, frente a un público de más de
16.000 personas, San Martín recibió la bandera del marqués de Montemira y proclamó:
"El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de los pueblos
y por la justicia de su causa que Dios defiende.
¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia!"
José de San Martín, el 28 de julio de 1821

La misma ceremonia se repitió en la plazuela de La Merced y, luego, frente al Convento de


los Descalzos. Tras las ceremonias de proclamación, el pueblo limeño entonó la canción
patriótica «La chicha».4
Al terminar las proclamas, San Martín y el cortejo regresaron al palacio de los Virreyes,
donde recibieron a Lord Cochrane, quien acababa de arribar al Callao. En la tarde,
siguieron las celebraciones con una corrida de toros en la Plaza de Acho y, en la noche,
con una recepción en el palacio municipal.
Basil Hall, al comentar la ceremonia, culmina:
“Sus palabras fueron recogidas y repetidas por la multitud que llenaba la plaza y las calles
adyacentes, mientras repicaban todas las campanas y se hacían salvas de artillería entre
aclamaciones como nunca se había oído en Lima”.
Basill Hall

Fragmentos de la carta que mandó Tomás Guido, amigo de San Martín, a su esposa sobre
las Ceremonias de 28 de julio de 1821:
"...El 28 del mes anterior se juró en esta capital la Independencia del Perú. No he visto en América
un concurso ni más lucido ni más numeroso. Las aclamaciones eran un eco continuado de todo el
pueblo... Yo fui uno de los que pasearon ese día el estandarte del Perú independiente... Jamás
podría premio alguno ser más lisonjero para mí, que ver enarbolado el estandarte de la libertad en el
centro de la ciudad más importante de esta parte de América, cumpliendo el objeto de nuestros
trabajos en la campaña ... ). En esa misma noche se dio refresco y baile en el cabildo. Ninguna
tropa logró contener la aglomeración de gente y no pudo lucir el ambiguo que se preparó para los
convidados (...). En la noche siguiente se dio en el palacio del general un baile, al que asistieron
todas las señoras, esto requeriría una descripción particular para lo que no tengo tiempo. La
compostura con que se presentaron aquellas era elegante... Yo bailé mi contradanza de etiqueta
con una señora y me separé con mis amigos a analizar los efectos de la política del gobierno
antiguo"5
Tómas Guido

Tanto la firma del Acta como la proclamación de la Independencia del Perú fueron meras
formalidades, podría decirse hasta simbólicas. Las fuerzas realistas continuaron
dominando las regiones más extensas, más pobladas y más ricas del país: la sierra central
y todo el sur peruano, teniendo como nueva capital virreinal al Cuzco. De hecho, Lima
volvió a ser ocupada eventualmente por las tropas realistas. No sería sino hasta 1824
cuando se pondría fin a la dominación española en el Perú.
Firmantes del Acta

Firma del Acta de la Independencia del Perú. En esta recreación están representados Hipólito
Unanue, José de la Riva Agüero y Toribio Rodríguez de Mendoza.

Los firmantes de la primera página de la Declaración fueron:

 Isidro de Cortázar y Abarca, V  Fray Gerónimo Cavero.


Conde de San Isidro (alcalde de
Lima).  José Ignacio Palacios

 Bartolomé María de las  Antonio Padilla y Riveros (síndico


Heras, arzobispo de Lima. procurador general).

 Francisco de Zárate y Manrique  José Mariano de Aguirre y


de Lara (regidor). Mayora.

 Simón Díaz de Rávago y  José Juan Vásquez de Velasco y


Gutiérrez-Morante. Ontañón-Valverde, IV conde de las
Lagunas.
 Andrés Bolognesi Campanella.
 Francisco Concha.
 Francisco Valles (regidor).
 Toribio Rodríguez de Mendoza.
 Pedro de la Puente y Querejazu
(regidor).  Francisco Xavier de Luna Pizarro.

 Francisco Xavier de Echagüe.  José de la Riva Agüero.

 Manuel de Arias.  Andrés Salazar.

 José Matías Vázquez de  Francisco Salazar.


Acuña, VII conde de la Vega del
Ren (regidor).  José de Arriz.
 Manuel de la Puente y  Cecilio Tagle
Querejazu, VI marqués de Villafuerte.
 Miguel Tenorio
 Segundo Antonio de Carrion.
 Manuel de la Fuente Chávez
 Juan de Echeverría y Ulloa
(regidor).  Fray Juan de Dios Salas

 Juan Manuel Manzano.  Manuel María del Valle y García


(regidor)
 Presbítero Matías Maestro.
 Vicente Benito de la Riva
 José María Sancho-Dávila y
Salazar, II marqués de Casa Dávila.  Tomás Ortiz de Ceballos

 Nicolás de Araníbar Fernández  Fray Pedro de Pasos


Cornejo.
 Manuel Sáenz de Texada
 Tomás de Méndez y La Chica (regidor)

 Francisco Valdivieso y Prada.  Justo Figuerola de Estrada

 Fray Anselmo Texero  Miguel Tafur

 Manuel Cogoy  José Mariano de Sánchez


Boquete y Román de Aulestia, III
 Pedro de los Ríos marqués de Montealegre de Aulestia.

 Manuel Urquijo  Juan Panizo y Foronda.

 Juan Gualberto Menacho Beytía6  Tomás Panizo y Talamantes.

 Pedro Manuel Bazo  Manuel Ignacio García.

 Francisco José Colmenares  Martín José Pérez de Cortiguera.

 Jorge Benavente  Diego Noriega.

 Manuel Agustín de la Torre  Hipólito Unanue

 Juan Esteban Henríquez de  José Cavero y Salazar.


Saldaña
 José de Larrea y Loredo.
 Tomás de Vallejo
 José de Morales y Ugalde.
 José Zagal
 Manuel Bartolomé Ferreyros.
 Pedro Herrera
 Manuel Salazar y Baquíjano,
 Fray Tomás Silva IV conde de Vista Florida.

 Antonio Camino Vergara  Mariano José de Arce.


 José Antonio de Ugarte.  Manuel Alvarado (regidor)

 Juan José de Aliaga y Santa  Francisco de Paula Mendoza


Cruz, V conde de San Juan de Ríos y Caballero (regidor)
Lurigancho.
 José Manuel Malo de Molina y
 Diego de Aliaga y Santa Cruz Gutiérrez Quintanilla (regidor)

 Lorenzo de la Puente, marqués  Tiburcio José de la Hermoza


de Corpa (regidor)

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