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El átomo es la mínima porción de materia que no puede dividirse por ningún proceso conocido.
Los átomos de un mismo elemento son iguales tanto en masa, tamaño como en sus demás
propiedades.
Los átomos de elementos diferentes son también diferentes en todas sus propiedades.
Los átomos se combinan entre sí en relaciones enteras sencillas para formar compuestos.
Actualmente:
El primer postulado ya no se ajusta a la realidad por el descubrimiento de las partículas
subatómicas: electrón, protón y neutrón.
El 2º y 3º postulado ya no se cumple con el descubrimiento de los isótopos e isóbaros
respectivamente.
El 4º postulado se cumple hoy. Por ejemplo, el agua se forma por la combinación de 2 átomos
de H y un átomo de O, quedando la relación entre ellos como: H2O
Donde:
El átomo está constituido por un núcleo central que es la región donde se encuentran las cargas
positivas, y alrededor se encuentra el electrón.
El electrón se encuentra girando alrededor de del núcleo; describiendo órbitas circulares de
forma similar a los planetas que giran alrededor del sol; denominándose Sistema planetario en
miniatura.
La fuerza centrífuga que desarrolla al girar el electrón, contrarresta la fuerza de atracción
electrostática que ejerce el núcleo (+) sobre el electrón (-).
El diámetro del átomo es aproximadamente unas 10000 veces mayor que el diámetro del
núcleo. Por lo tanto, el átomo es prácticamente hueco, al poseer espacios interatómicos.
Error de Rutherford: Según la física clásica un cuerpo cargado eléctricamente al estar en movimiento
este emite energía; por lo tanto, el electrón perderá energía y caería hacia el núcleo con una trayectoria
de espiral, lo que no sucede con la experiencia. La solución a este problema la dió en 1913 Niels Bohr
basándose en la teoría Cuántica de la radiación electromagnética, dada a conocer por Max Planck.
Observaciones:
Niels Bohr llegó a establecer una ecuación que permitió calcular la energía potencial de cada nivel
energético del átomo de hidrógeno, tomando en cuenta factores como la masa y la carga eléctrica del
electrón. En dicha ecuación se representa al nivel de energía mediante una letra “n” a la que se le da el
nombre de número cuántico principal y que distingue a los niveles de energía. Así, a cada uno de los
diferentes niveles de energía le corresponderá un determinado valor “n”. Estos valores son números
enteros (1, 2, 3, 4, etc.). Los átomos de los elementos más grandes que se conocen actualmente tienen
un máximo de 7 niveles y, por ello, el valor máximo de “n” para esos es 7.
Bohr relaciona, así, los estados estacionarios 1, 2, 3, 4, etc., con las llamadas capas electrónicas K, L,
M, N, O, P y Q, y estableció que el número máximo de electrones de una órbita o nivel de energía “n”
era igual a 2n2.
Niels Bohr logró explicar, gracias a su modelo, las líneas espectrales del átomo de H; con el tiempo su
teoría sufrió muchas modificaciones, pero le cabe el mérito de haber orientado las investigaciones
posteriores al fundar la mecánica cuántica.
Nota: Las líneas espectrales del átomo de hidrógeno son las transiciones o saltos de los electrones de
uno a otro nivel de energía. Estas emisiones u absorciones de energía pueden captarse en los llamados
espectros.
Espectro de líneas de emisión: Son líneas brillantes de diferentes colores que se emiten
cuando se produce una carga eléctrica sobre el hidrógeno.
Espectro de líneas de absorción: Son líneas oscuras que se originan cuando se hace incidir
la luz blanca sobre el hidrógeno gaseoso.
Restricciones del modelo de Bohr:
No puede explicar los espectros observados para átomos multielectrónicos (más de un
electrón).
Sólo es aplicable para átomos monoelectrónicos (un solo electrón) como el hidrógeno.
El modelo atómico vigente, establece que en el átomo existen unas zonas delimitadas donde hay una
mayor probabilidad de encontrar al electrón; a esta zona se le llama "orbital". Por lo tanto, según este
modelo, el electrón no se circunscribe a una órbita fija, sino a una zona llamada orbital dentro de la cual
existe una alta probabilidad de encontrar al electrón.
Estos orbitales se agrupan, a su vez, en los distintos niveles de energía.
Niveles y subniveles de energía:
Al perfeccionarse la espectroscopia se pudo observar que las líneas espectrales estaban constituidas
por varias rayas más finas agrupadas. Si las líneas gruesas representan la emisión hecha por los
electrones al ingresar a un determinado nivel proveniente de otro de mayor energía, las rayas finas que
las integran representan saltos de electrones dentro de un mismo nivel principal. Existen entonces,
subniveles de energía a los que se les asigna un número cuántico secundario (l).