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33-COM-2014

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las nueve horas treinta minutos del dos de
diciembre de dos mil catorce.

VISTOS en competencia negativa suscitada entre el Juez Cuarto de lo Civil y


Mercantil y la Jueza Cuarto de Menor Cuantía, ambos de esta ciudad, para conocer del Proceso
Común Declarativo de Obligación de Hacer, promovido por la licenciada ANA CAROLINA C.
V., en su carácter de Apoderada General Judicial con Cláusula Especial del señor EDUARDO
ANTONIO L. E., contra los señores MARÍA VILMA G. DE G. y RUBEN DARIO G. M.

VISTOS LOS AUTOS; Y,


CONSIDERANDO:

I. La licenciada ANA CAROLINA C. V., en la calidad mencionada, presentó


demanda de Proceso Común Declarativo de Obligación de Hacer, la que fue asignada al Juzgado
Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, en la que MANIFESTÓ: que según Escritura
Pública de Compraventa el señor Rodolfo Antonio G. M. en su calidad de Apoderado General
Judicial y Administrativo con Cláusula Especial de la señora María Vilma G. de G., otorgó
Escritura de Compraventa a favor del señor Rubén Darío G. M., por el precio de CIEN MIL
COLONES o su equivalente en dólares, sobre el resto de dos inmuebles rústicos situados en el
cantón Lomas de San Jacinto, jurisdicción de San Salvador; dicho instrumento fue presentado al
registro para su inscripción, sin embargo se encuentra observado debido que el primer inmueble
tiene en la escritura un área diferente al resto registral existente. Luego en Escritura Pública
otorgada el veintidós de diciembre de dos mil cinco, el señor Rodolfo Antonio G. M. actuando
como apoderado de la señora Marina del Carmen O. G. y como apoderado del señor Rubén Darío
G. M., le vendió al señor Roberto Antonio V. R. por el precio de DOS MIL QUINIENTOS
DÓLARES, los restos de tres inmuebles, incluido el número uno situado en el lugar Las Lomas
de San Jacinto; además también consta Escritura Pública de Compraventa que el señor V. R. le
vendió al señor L. E., por el precio de DOS MIL DÓLARES el resto de los mismos tres
inmuebles incluido el número uno. El problema radica en que el señor L. E. no puede inscribir la
escritura de compraventa a su favor por no estar inscrito el antecedente, imposibilitando al
mismo poder ejercer plenamente su derecho de propiedad frente a terceros al no ser posible
inscribir la escritura a su nombre, manifestando que no cuenta con la cooperación de los
demandados para otorgar la correspondiente escritura pública de rectificación, por lo que requiere
la intervención de la autoridad judicial, a fin de que se declare la obligación que dichos
demandados tienen de subsanar las observaciones efectuadas a la compraventa. Por otro lado, la
parte actora consigna en la demanda que la cuantía del presente proceso según la escritura
otorgada entre los señores G. de G. y G. M. es de CIEN MIL COLONES. En virtud de lo
anterior, la parte actora solicita que en sentencia definitiva se declare la obligación que los
demandados tienen de otorgar y firmar los documentos que sean necesarios a fin de subsanar las
observaciones hechas por el Registrador al inmueble inscrito situado en Lomas de San Jacinto,
así como la obligación de colaborar en todo lo que se requiera a fin de que la escritura de
compraventa a favor de su mandante sea inscrita en el Registro de la Propiedad de San Salvador.

II. El Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, por auto de las nueve horas
quince minutos del tres de diciembre de dos mil trece, agregado a fs. 27, en lo medular de su
resolución EXPRESÓ: que la parte actora ha entablado un Proceso Declarativo Común de
Obligación de Hacer, consistente en el otorgamiento y firma de documentos que sean necesarios
para superar las observaciones realizadas por el Registrador de la Propiedad Raíz e Hipotecas de
la Primera Sección del Centro, ante la no inscripción de las escrituras de compraventa de
inmueble. Con respecto a la determinación de la cuantía, la referida funcionaria argumenta que de
conformidad a lo establecido en el Art. 242 ordinal 5° CPCM el valor de la pretensión se fijará
según el interés económico de la demanda, y cuando esta tenga por objeto una prestación de
hacer –como es el caso de autos- su cuantía equivaldrá al coste de aquello cuya realización se
determine. En el proceso de mérito, el otorgamiento y firma de documentos que son necesarios
para superar las observaciones realizadas por el Registrador es lo determinante para definir la
cuantía de la pretensión y no el valor de la transferencia original del inmueble, por lo que
considera que de ninguna manera superaría los veinticinco mil colones o su equivalente en
dólares. De tal manera, el expresado juzgador estima que de conformidad al Art. 497 CPCM el
proceso a seguir es un monitorio para obligaciones de hacer, no hacer o dar, el cual es
competencia de los Juzgados de Menor Cuantía. Por lo anterior se declara incompetente en razón
de la cuantía para conocer del proceso en análisis.
III. La Jueza Cuarto de Menor Cuantía de esta ciudad, por auto de las ocho horas del
veinticuatro de enero de dos mil catorce, agregado de fs. 31 al 33,en lo esencial SOSTUVO: que
en el proceso monitorio la cuantía no debe superar los veinticinco mil colones y que el mismo
pende de una solicitud y no de una demanda cuyos requisitos son establecidos en el Art. 276
CPCM, en virtud de ello, y constatando que en la demanda presentada no se expresa el valor de la
cosa litigada, puesto que existen obligaciones de valor indeterminado, las cuales no se pueden
cuantificar como es el caso que establece el Art. 1578 C.C. que se refiere a las contraescrituras
públicas o a la escritura de rectificación que establece el derecho registral, las cuales es difícil de
cuantificar en un valor comercial ya que son para la ejecución de una rectificación de escritura.
En el caso especifico se refiere a la necesidad de solventar observaciones hechas a tres diferentes
instrumentos presentados para su inscripción en el Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas,
manifestando la juzgadora que sería irresponsable de su parte aseverar el valor monetario que se
podría requerir para solventar el presente litigio por su complejidad. La parte actora en su
demanda estima que el monto del precio según la primera escritura otorgada fue por cien mil
colones, y dicho elemento sirve como referencia para aseverar que la pretensión formulada por la
parte actora no es viable por la vía del proceso monitorio de obligación de hacer, sino más bien
por el proceso común. Por otra parte, la juzgadora argumenta que bajo ningún punto de vista está
cuantificando los costos que le generaría a la parte actora lograr su cometido, y dicha pretensión
es necesario que sea formulada por ministerio de ley y se resuelva por la vía procesal correcta, y
en el caso en concreto la pretensión planteada por la parte actora no reúne los presupuestos de
procesabilidad exigidos por la ley, para desplegar los efectos del proceso monitorio de obligación
de hacer. En consecuencia de todo lo anterior, la Jueza Cuarto de Menor Cuantía de esta ciudad
se declara incompetente de conocer el presente proceso, por carecer de competencia en razón de
la materia.

IV. Los autos se encuentran en esta Corte para dirimir el conflicto de competencia
suscitado entre el Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil y la Jueza Cuarto de Menor Cuantía, ambos
de esta ciudad.

El Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad se declara incompetente por


carecer de competencia objetiva, argumentando que la cantidad reclamada no sobrepasa los
veinticinco mil colones o su equivalente en dólares, y que de conformidad a lo establecido en el
Art. 497 CPCM debe seguirse un proceso monitorio para obligaciones de hacer, no hacer o dar;
por otro lado la Jueza Cuarto de Menor Cuantía de esta ciudad se declara incompetente en razón
de la materia, manifestando que la pretensión incoada es de valor indeterminado y no puede
cuantificarse, por lo que el caso concreto debe sustanciarse y resolverse por la vía procesal
correcta, ya que el mismo no cumple con los presupuestos de procesabilidad de un proceso
monitorio de obligación de hacer.

Analizados los argumentos planteados por ambos funcionarios se hacen las siguientes
CONSIDERACIONES:

Previo al análisis de fondo del expresado conflicto, es menester señalar que en la


sentencia de competencia 60-COM-2014, se sostuvo en síntesis que la Corte Suprema de Justicia
es la entidad competente para conocer de todos los conflictos de competencia entre jueces con
arreglo al Art. 182, at. 2ª Cn, en relación a los Arts. 27 y 40 CPCM. De forma que los conocerá
indistintamente a razón del criterio que el juzgador considere aplicable para abstenerse de
conocer el caso. La solución jurídica adoptada en el precedente representa la forma de trabajo que
se ha venido siguiendo desde siempre.

Esta decisión es el resultado de una interpretación conforme a la Constitución de las


disposiciones legales aplicables al conflicto de competencia y especialmente del Art. 45 CPCM.
Ésta ha sido la norma aplicada al caso y trata de los conflictos de competencia por razón objetiva
(materia y cuantía), grado y función. En la sentencia se las engloba con la expresión “Falta de
competencia por razón distinta al territorio” y a manera de ejemplo, en el caso de la falta de
competencia objetiva y grado, produce las consecuencias siguientes:
1.) Rechazará la demanda por improponible.
2.) Pondrá fin al proceso.
3.) Indicará a las partes el competente para conocer del asunto.

Mediante el seguimiento de esa interpretación que llamamos “legal”, se llega a


consecuencias jurídicas que pudieren reñir con la Constitución. Por eso se adopta la
interpretación conforme a la Constitución y se rechaza la meramente legal. Por ello, se esbozó
que la improponibilidad, como un rechazo de la demanda, si fuere empleada sin moderación,
obstruye el acceso a la justicia. Y se dijo: “cuando se rechaza una demanda, por improponible,
bajo el argumento que un reclamo no está expresamente contenido en una norma, en cuyo caso
el juez debió integrar el Derecho y no eximirse de resolver; o también se rechaza la demanda
bajo el argumento de existir cosa juzgada, cuando en verdad previamente sólo hubo una
improponibilidad inicial de la demanda y no un juzgamiento del asunto controvertido mediante
sentencia (definitiva). De modo que, estos asuntos relatan el riesgo procesal que constituye el
conjuntar el análisis de la falta de competencia con la improponibilidad de la demanda en
perjuicio del usuario que desea disfrutar del Acceso a la Justicia.” El riesgo procesal
mencionado se incrementa cuando sin suficiente discernimiento el juzgador aplica la
improponibilidad que viene combinada con la falta de competencia sin reparar en las
consecuencias en perjuicio de los justiciables. Por eso se aclara que el Art. 45 CPCM, tratándose
de la falta de competencia por razón objetiva o grado, el juez rechaza la demanda por
improponible, poniendo fin al proceso e indicando a las partes el juez competente para conocer su
reclamo, tal improponibilidad no puede, lógicamente, constituir una cosa juzgada material. Ésta,
por su naturaleza jurídica, impide que el asunto pueda volver a intentarse. Por el contrario, el
legislador ha dispuesto que las partes estén habilitadas para presentar su demanda ante el juzgado
competente, es decir, a litigar su derecho donde corresponde. En todo caso, la interpretación debe
favorecer el Acceso a la Justicia, salvo, por supuesto, de verdaderas razones que vuelvan inviable
conocer la demanda y por tanto ésta sea improponible.

Así las cosas, mediante el precedente mencionado esta Corte, en representación del
Estado y en cumplimiento de sus obligaciones nacionales e internacionales para facilitar el goce
al derecho de la protección jurisdiccional, se dedicó a proporcionar argumentos conforme a la
Constitución que remueven los obstáculos que pudieran surgir al Acceder a la Justicia.

En la actualidad, se considera que el precedente es el medio idóneo para garantizar el


Acceso a la Justicia, de acuerdo al estadio jurisprudencial y del Derecho en nuestro país. Que
para reforzarlo es necesario que una autoridad central, la Corte, tenga la función de establecerlo.
Por tanto concluyó: “1°) Los pronunciamientos que el Juez debe dar sobre la base del Art. 45
CPCM no lo eximen de enviar el proceso ante el juez específico que estime competente. [---] 2°)
El Juez que reciba el proceso enviado por otro juzgador, si a la vez se considerase incompetente
deberá remitirlo a la Corte. [---] 3°) La Corte es la competente para conocer de los referidos
conflictos.”

Ahora bien, expuesto el anterior precedente y respecto al caso que nos ocupa, es
menester aclarar que el mismo se enmarca dentro de la clasificación de los procesos declarativos
y a su vez en el grupo de los comunes; es decir, que su categorización deviene desde el punto de
vista de sus funciones o fines, por ende el análisis de competencia debe centrarse inicialmente en
la norma por razón de la materia y subsidiariamente, en la norma por razón de la cuantía;
asimismo la acción de que trata versa sobre un derecho personal, mediante la cual se reclama un
obligación de hacer, siendo que su objeto no es el reclamo del cumplimiento de una obligación
cuyo valor del objeto litigioso se cuantifique en cantidades de dinero, sino la obligación de los
demandados de subsanar las observaciones realizadas por el Registrador de la Propiedad, para
efectos de la inscripción de un instrumento público de compraventa a favor del señor Eduardo
Antonio L. E.

Por lo anterior, se vuelve imprescindible determinar con respecto a los argumentos


expuestos por el Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, al estimar su falta de
competencia en razón de la cuantía y considerar que se trata de una obligación de hacer, la cual a
su juicio, no supera la cuantía de los veinticinco mil colones o su equivalente en dólares;
argumentos que esta Corte no comparte, debido a que aplicó como criterio preferente para la vía
procesal, la cuantía de la pretensión, tomando como base para determinar la misma, el
otorgamiento y firma de documentos que resultan necesarios para superar las observaciones
realizadas por el Registrador de la Propiedad, a pesar de tratarse de una pretensión
eminentemente declarativa mediante la cual se persigue únicamente se cumpla con una
obligación de hacer, que consiste en subsanar las observaciones pendientes realizadas por el
Registrador de la Propiedad, para la inscripción de la escritura pública de compraventa otorgada a
favor del demandante y no el reclamo de cantidad de dinero alguna.
Con los elementos extraídos de la demanda y el ámbito jurídico a la que pertenece,
esta Corte coincide con lo sostenido por la Jueza Cuarto de Menor Cuantía de esta ciudad,
respecto a que el proceso promovido se encuentra fuera de su competencia objetiva por razón de
la materia, siendo que dicha pretensión no es el reclamo de cumplimiento de pago de una
obligación; es decir, según la formulación de lo pedido, la obligación de hacer solicitada por el
demandante no puede ser cuantificada en una cantidad de dinero determinada, dicho aspecto es el
que debió darle la pauta al juzgador para resolver sobre su competencia, pues esta calificación es
atribución propia del mismo siempre que sea dentro del marco legal que le concede el principio
de Dirección y Ordenación del Proceso, sin perjuicio que toda pretensión se encuentra sujeta al
respectivo examen de proponibilidad.

En virtud de lo expuesto, se concluye que el competente para ventilar y dilucidar los


autos en análisis, es el Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad; y así se determinará.
POR TANTO: de acuerdo a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y
Arts. 182 at. 2ª y 5ª Cn. y 47 inciso 2° CPCM a nombre de la República, esta Corte
RESUELVE: A) Declárase que es competente para sustanciar y decidir el caso de mérito, el Juez
Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad (3); B) Remítanse los autos a dicho funcionario, con
certificación de esta sentencia, a fin de que disponga el llamamiento a las partes para que
comparezcan a hacer uso de sus derechos dentro del término legal correspondiente; y C)
Comuníquese esta providencia a la Jueza Cuarto de Menor Cuantía de esta ciudad (2), para los
efectos de Ley. HÁGASE SABER.
A. PINEDA.----------FCO. E. ORTIZ R.-----------M. REGALADO.-----O. BON F.------D. L. R.
GALINDO.------R. M. FORTIN H.--------JUAN M. BOLAÑOS S.--------J. R. ARGUETA.-------
----DUEÑAS.------PRONUNCIADO POR LOS MAGISTRADOS Y MAGISTRADAS QUE LO
SUSCRIBEN.-------S. RIVAS AVENDAÑO.------SRIA.-----RUBRICADAS.

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