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EMOCIONALES
Por otro lado, el "Yo" que está más allá de la historia, y que está todo el
tiempo observando todo lo que sucede, es un "Yo" que no puede ser
nombrado, no puede ser descrito, porque no tiene nombre ni forma. Está más
allá de lo que acontece, percibiendo, observando y siendo consciente.
Siempre permanece como Presencia Consciente, como observador.
Este "Yo" es tu verdadera naturaleza. Eres Tú. Es la Conciencia Pura no
manifestada que está más allá de las formas manifestadas.
Ahora puedes ver claramente que no eres el personaje que está implicado en
la historia. Puedes ver que esa emoción que sientes no es tuya, simplemente
ha surgido debido a que estabas identificado con el “yo”, y cuando ha surgido
un pensamiento, te has apegado a él. Este apegarse al pensamiento ha
generado una emoción en tu cuerpo, la cual te ha hecho sentir mal, te ha
hecho sentir dolor.
Así pues, cada vez que te identificas con este “yo” que crees que eres, cada
vez que te identificas con tu cuerpo-mente y tu historia, estás generando
dolor y sufrimiento. El apego al “yo” es la causa de todo el dolor emocional.
Ahora que puedes ver claramente que Tú eres Presencia Consciente, observa
esa emoción que siente este "yo" que creías ser. Únicamente observa
intensamente esa emoción. Al observarla siendo Presencia Consciente, verás
que la emoción desaparece. Se disuelve en la nada. Se transmuta en luz.
Tú tienes el poder de poder transmutar toda negatividad y dolor en luz. Solo
con la luz de tu Presencia Consciente, cualquier forma de negatividad, se
disolverá.
Ésta es la sanación más elevada. Y tú puedes acceder a ella siempre que
quieras.
https://www.youtube.com/watch?v=Sse_EBHjVJE
MEDITACIÓN GUIADA PARA LOGRAR EL ESTADO DE
ILUMINACIÓN
Una vez sentados y las manos en posición, cerramos los ojos. Hacemos tres
respiraciones profundas: cogemos aire por la nariz, inspiramos profundamente
y lo dejamos ir por la boca, exhalamos profundamente, sacando todo el aire
al exterior.
Volvemos a inspirar profundamente por la nariz… y exhalamos profundamente
por la boca.
Última respiración, inspiramos profundamente por la nariz… y exhalamos por
la boca.
Una vez hemos hecho las tres respiraciones profundas, ahora respiramos de
manera natural: cogemos aire por la nariz y exhalamos también por la nariz.
Ponemos especial atención a la respiración: inspiro por la nariz y expiro por la
nariz… inspiro y expiro… inspiro y expiro…
Ponemos una breve atención a nuestro cuerpo; notaremos que está rígido…
relajamos… soltamos… dejamos ir…