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Tubinga, Escuela de

I. Escuela protestante. II. Escuela católica.

La Univ. de T., fundada en 1477, pasa al protestantismo en 1535. Al año


siguiente se erige el Stift (seminario para la formación de pastores). Es la
primera universidad protestante, emporio de la ortodoxia luterana (v.
PROTESTANTISMO II, l). En ella enseñan en esta época MelanclIton (v.) y
Ossiander. En el s. XVIII, Storr introduce una mayor amplitud de pensamiento,
dando lugar a la Primitiva o Antigua Escuela protestante d- Ti4_ binga. Allí se
forman Hegel (v.), Schelling (v.) y Hólderling (v.). En 1830 Baur (v.) aplica la
filosofía de la izquierda hegeliana (V. HEGELIANOS, 2) a la interpretación de la
S.E., constituyendo lo que se conoce como Nueva Escuela de Tubinga. En ella
influyó también la crítica de D. F. Strauss (1808-73).

En 1817 Guillermo I de Württemberg traslada a T. la Univ. Católica de Ellwagen


(diócesis de Rottenburg), y con ella la Facultad Teológica, fundada en 1812 por
Federico I. Se erige el Wilhelmstift (Seminario Católico). Los profesores de esta
Facultad se encuentran, por tanto, en un ambiente de larga tradición
protestante, en la cuna del idealismo alemán -en pleno apogeo-, con fuertes
corrientes secularizadoras. Intentan reaccionar frente a ese ambiente,
procediendo a una renovación de la teología católica. Surge así la Escuela
católica de Tubinga.

Se trata, pues, de dos escuelas -la protestante y la católica- independientes


entre sí, más aún, opuestas.

I. ESCUELA PROTESTANTE. 1. Antigua Escuela protestante de Tubinga. Su


fundador fue G. Ch. Storr, n. en 1746 en Stuagart y m. el 1805. Fue profesor de
Teología en T. y consejero consistorial. Expuso su concepción dogmática en la
obra Doctrinae christianae pars theorica e sacris litteris repetita (1793), la cual
pasó a ser texto oficial en W¡irttemberg. Entre otros siguieron la línea de Storr:
los hermanos 1. F. Flatt (1759-1821) y K. Ch. Flatt (1772-1843), F. G. Süskind
(1767-1829), F. Steudel (17791837) y Ch. F. SchInid (1794-1852). En cierto
modo pertenecieron a dicha escuela J. G. Wurm, 1. F. Bahnmaier y Ch. K.
Kleiber. Y también tuvo gran importancia E. G. Bengel; asimismo V. t.
DESPERTAR, TEOLOGíA DEL.

Estos teólogos adoptaron una postura apasionada frente al racionalismo de los


neólogos (v.) y contra ellos insistieron con fuerza en el carácter sobrenatural de
la Revelación. Se opusieron igualmente a la crítica bíblica. En realidad no se
trata en esta escuela de una línea creadora, sino de una nueva afirmación de la
«ortodoxia protestante» (V. PROTESTANTISMO II). Su principal novedad frente
a la ortodoxia consiste en interés por la filosofía de Kant (v.). Storr y sus
discípulos aceptaron sobre todo la frase kantiana según la cual la razón teórica
es incapaz de dar respuesta a las preguntas relativas a lo suprasensible, e
intentaron mostrar cómo el espacio vacío que así queda sólo puede llenarlo y lo
llena de hecho la Revelación sobrenatural. De ahí que los representantes de
esta escuela hayan sido llamados también «supranaturalistas». Según estos
autores la norma única de la verdad cristiana es la S. E. leída literalmente (lo
que excluye tanto la exégesis científica como la Tradición).

La obra teológica, para Storr, consiste en sacar frases de la Escritura para


tejerías luego en diversos tratados, quedándose así en un biblicismo material.
Según él, la doctrina de la Iglesia en principio no es vinculante; y esta
afirmación constituye una segunda diferencia frente a la ortodoxia. El biblicismo
de Storr repercute en la matización de su terminología. Así, p.ej.: aplica el título
de «Hijo de Dios» al hombre jesús y no al Verbo: el hombre Jesús en cuanto
fue engendrado sobrenaturalmente y, por su unión con el Verbo, tiene una más
alta dignidad divina, es, dice, Hijo de Dios. Llevado también de su fidelidad
literal a la Biblia, deja de llamar «sacramentos» al bautismo y a la Cena,
dándoles simplemente el nombre de «ritos solemnes».

Uno de los seguidores de la Escuela, Steudel, aun partiendo de las mismas


bases que Storr, inició un proceso de acercamiento a las tendencias de la
llamada teología liberal (v.). Así, mientras afirma con claridad que el pecado
original es un hecho histórico, explica las frases de la S. E. donde se dice que
Dios y la serpiente hablaron, concibiéndolas como una interpretación hecha por
Adán y Eva de fenómenos de la naturaleza; sostiene que la tentación de jesús
fue una vivencia interna, etc. Steudel, aun oponiéndose a Schleiermacher (v.),
se dejó influir por él, concretamente aceptó las ideas de éste sobre la existencia
de una conciencia general acerca de la verdad que dispone a la recepción de la
revelación, y sobre el proceso por el cual, en la justificación, el sentimiento de
culpa se trueca por la conciencia de ser agradables a Dios.

Los órganos de expresión de la Antigua Escuela protestante de T. fueron:


«Magazin Für Dogmatik Und Moral»; «Archiv für die Theologie und ¡hre neueste
Literatur»; y «Zeitschrift für Theologie».

2. Nueva Escuela protestante de Tubinga. Tuvo como base la exégesis criticista


de D. F. Strauss y de F. Chr. Baur (v.), así como la filosofía de la religión de
Hegel (v.). Pero la columna clave en que se apoyó la escuela es la figura de
Baur. De algún modo cabe enmarcar en esta nueva escuela a: F. Th. Vischer,
K. R. Kóstfin, E. Zeller, A. Schwegler, K. Ch. Planck, A. Ritschl (v.), C. Holsten,
A. Hilgenfeld, K. Fischer, H. T. Holtzmann, 0. Pfeiderer, A. E. Biedermann, etc.

F. Chr. Baur (1792-1860) centró su investigación en la historia de los dogmas,


situándolos en el contexto más amplio de todo el conjunto de la evolución
histórica, que él sometió a una visión unitaria basada en el pensamiento de
Hegel. Por influjo hegeliano, Baur explica mediante la dialéctica de tesis,
antítesis y síntesis el devenir histórico. Así, según él, la Iglesia católica habría
nacido como un compromiso entre el judeocristianismo -encabezado por Pedro
y basado en la tesis de la justificación por la fe y las buenas obras- y el
cristianismo gentil de Pablo, que enarbolaba la bandera de la justificación por la
fe solamente. Está también en armonía con la filiación hegeliana de su
pensamiento su afirmación de la unidad entre filosofía y teología (v.).

E. Zeller (1814-1908), en sus estudios sobre los Hechos de los Apóstoles, y A.


Schwagler (1819-57), en sus teorías sobre el periodo posapostólico, siguieron
muy de cerca la línea de Baur. Ambos fueron combatidos, viéndose incluso
obstaculizados en su carrera académica dentro del campo teológico, por la
campaña que se desató contra la e. de T., particularmente entre el cuarto y
quinto decenios del s. xix. Como consecuencia apenas quedaron discípulos
adictos externamente a Baur, aunque sí algunos que siguieron trabajando de
acuerdo con su método. Entre ellos merecen mención especial: H. 1.
Holtzmann (1832-1910), que defendió la «teoría de las dos fuentes», según la
cual los Evangelios de S. Mateo y S. Lucas tienen como base al de S. Marcos y
una colección de dichos de jesús (V. EVANGELIOS); C. Weizseicker (1822-99),
que, aunque criticó a Baur y adoptó una posturaponderada, practicó la
investigación crítica, adoptando la «teoría de las dos fuentes» y sosteniendo
que el EvangeIio,de S. Juan sólo mediatamente procede del Apóstol.

Aparte de los exegetas hubo también en esta escuela estudiosos del dogma
que, partiendo de la investigación crítica de la Biblia, intentaron llegar a una
elaboración sistemática. Entre ellos está A. E. Biedermann (1819-85), influido
particularmente por las obras críticas de Strauss y por la idea hegeliana según
la cual el estadio religioso de la « representación » es superado por el estadio
del «concepto». De ahí que en su Dogmática cristiana (Zurich 1869) busque un
núcleo que manifieste la peculiaridad de la religión cristiana y de la Iglesia, es
decir, que a la vez ponga de relieve su relación con la religiosidad en general y
su singularidad con respecto a ella. -Explica la religión como la repercusión vital
de lo Absoluto en la esfera de la conciencia personal; la unidad metafísica entre
el espíritu infinito y el finito sólo adquiere -diceuna modalidad determinada en la
forma de contacto personal que se da en la relación filial.

0. Pfieiderer (1839-1908) está influido por Baur, Strauss, Biedermann y Hegel.


Eso explica su esfuerzo por enlazar el cristianismo con la religión en general
(cfr. su Die Religion Itre Wessen und iliregeschiclite, Leipzig 1869, y su
Religionsphilosophie aul geschiichtliger grundlage, Berlín 1878). Presenta la
religión cristiana como la consumación de la aspiración religiosa de la
humanidad a una vivencia espiritual y a una moral de la redención. Pfleiderer
concibe a Dios como fuente espiritual del mundo que se comporta como origen
de un proceso creador y evolutivo a la vez. Toda la realidad mundana, dice,
constituye un todo interdependiente en el que podemos penetrar
empíricamente, y, al mismo tiempo, es una manifestación de Dios. La meta de
la historia está en la consumación de la vida del espíritu a imagen de Dios. La
revelación se extiende a toda la historia; la revelación del N. T. lleva a su
plenitud toda la anterior verdad religiosa.

Sobre RistchI véase el artículo dedicado a él en esta Enciclopedia.

RAÚL GABÁS.

BIBL.: E. HIRSCH, Geschichte der neuern evangelischen Theologie, V,


Güters1oh 1960, 70-80, 491-571; H. HERMELINK, Geschichte der
evangelischen Kirche in Württemberg, Stuttgart-Tubinga 1949, 301-310, 330-
342; F. R. FRANK, Geschichte und Kritik der neueren Theologie, 4 ed. Le¡pz¡g
1908; H. STEF`HAN, Geschichte der deutschen evangelischen Theologie seit
dem Idealismus, 2 ed. Berlín 1960; B. GHERARDINI, La seconda rifoma.
Uomini e scuole del Protestantismo moderno, 2 vol. Brescia 1964.

Tubinga, Escuela de II. Escuela Católica.


1. Inicios. Se considera fundador de esta escuela a Johann Sebastian von Drey
(1777-1853), discípulo de J. M. Sailer (v.). Drey trata de superar el racionalismo
de la Ilustración (v.) y elevar el prestigio científico de la Teología. La Revelación
(v.), dice, frente a Hegel y los hegelianos, no es un estadio que deba ser
superado por la filosofía, sino algo dado en Cristo, a cuya luz es posible una
comprensión total del hombre y del mundo. Dios no es ajeno al mundo y al
hombre, sino íntimo y actuante. Influido en algún punto por Hegel, y
especialmente por Schelling, concibe el cristianismo como el desarrollo
orgánico y -vivo de una idea germinal (Geist), cuya constatación histórica es la
tarea de la Teología en cuanto que es ciencia. Entre los escritos de Drey cabe
destacar: Revision des gegenwürtiges Zustündes der Theologie (Revisión del
estado actual de la Teología, Ellwangen 1812), en el que preconiza la
necesidad de volver a los Padres y a la Escolástica; y su A~ik (3 vol. Mainz
1838-47). Aunque su obra fue superada ampliamente por sus discípulos, su
influencia se mantiene a través deI carácter que imprimió a la revista «Tübinger
Theologische Quarta1schrift», que se publica sin interrupción desde su
fundación en 1819. Y, fundamentalmente, por su método de investigación, que
produjo grandes figuras de la Teología contemporánea.

Merece especial mención J. A. Móhler (1796-1838; v.), la cabeza más


representativa de la Escuela cuya personalidad es paradigmática con respecto
a los demás miembros. Fue profesor de Derecho Canónico, Patrología e
Historia de la Iglesia. Aunque muerto muy joven, dejó interesantes estudios en
estas disciplinas y sobre todo su Simb6lica, obra todavía no superada, en la
que expone con aguda penetración las diversas confesiones de fe protestantes
y católica.

El método de Drey, basado en la consideración dogmática de todas las


disciplinas teológicas, conduce a indudables éxitos en Teología especulativa e
histórica, Moral y Apologética. En Teología bíblica la escuela no consiguió
desprenderse del racionalismo de los métodos protestantes. En Derecho
Canónico careció la Facultad durante mucho tiempo de profesores propios -las
clases se recibían en la Facultad civil, y no llegó a encajar en el estilo de la
escuela hasta J. B. Ságmüller (18601942).

Pertenecen a la primera generación de la escuela, junto a Drey y a M¿Shler, G.


L. Dresch (1789-1836) (Derecho Canónico, primer Decano de la Facultad), P.
A. Gratz (1769-1849) (Exégesis del N. T.), 1. G. Hernst (1787 1836) (Exégesis
del A. T.) y Johann Baptist Hirscher (1788-1865; v.), profpsor de Teología Moral
en Tubinga y Friburgo (1837), cuya obra ejerció una profunda influencia no sólo
en la escuela sino en todo el desarrollo posterior de esta disciplina en Alemania
y fuera de ella.

Metodológicamente lo específico de esta escuela es la unión del método


especulativo con el histórico-positivo (estudio de las fuentes, Padres y los
maestros de la Escolástica). Las tres líneas que delimitan la estructura
metodológica de la escuela son el encuentro con la Tradición, la confrontación
con la filosofía racionalista-idealista moderna y con la teología luterana. De ahí
surgen los temas más comúnmente tratados por ella: naturaleza del método
propio de la Teología, sus relaciones con la filosofía, distinción entre lo natural y
lo sobrenatural, Dios, la tradición, la eclesiología, el Reino de Dios, y, sobre
todo, las relaciones entre Teología y vida. Veremos su desarrollo posterior
distinguiendo entre dos campos: la Teología histórica-positiva y especulativa y
la Teología moral.

2. Teología histórico-positiva y especulativa. En primer lugar debe mencionarse


Johannes Evangelist Kuhn (180687), considerado por muchos autores como la
mejor cabeza filosófico-teológica de la escuela, a la altura de M¿Shler. Profesor
en Giessen (1832) y luego en T. (1837) de Exégesis del N. T., enseña desde
1839 Dogmática. Conocedor de los Padres griegos y de S. Agustín, estudia
sobre todo a S. Tomás de Aquino. Se desprende de la filosofía dialéctica e
idealista incluso en la terminología, que otros autores mantienen. Fundó en
Giessen -con Staudenmaier- los «lahrbiicher für Theologíe und christliche
Philosophie» (7 vol.), Francfort 1834-37, donde publicó sus trabajos de
exégesis. Además de numerosos artículos en «Theologische Quarta1schrift»,
se pueden destacar entre sus obras: Das Leben lesu (inacabada), Mainz 1838,
réplica a la de Strauss; Ueber Prinzip und Methodeder speku1ativen Theologie,
Tubinga 1840; y Katholische Dogmatik, de la que sólo publicó 3 vol.
(Introducción, Dios Uno y Trino, La Gracia), Tubinga 1846-68.
Franz Anton Staudenmaier (1800-56). Formado en T., enseña en Giessen
(1830) y Friburgo (1837). Funda los «lahrbücher» y «Zeitschrift für Theologie»
(Friburgo). Conocedor de la filosofía antigua y moderna, su sistema se apoya
en el equilibrio entre la libertad individual y la unidad del género humano. Con
este esquema entiende la Iglesia como una pluralidad de miembros que forman
un solo cuerpo cuya cabeza es Cristo. Mantiene la terminología hegeliana, pero
reduce la dialéctica al ámbito del conocimiento subjetivo. Sólo en éste puede
darse un progreso dogmático, en la medida en que se da una asimilación
subjetiva a la Revelación objetiva -dada de una vez para sietnpre-, tanto en los
individuos como en la Iglesia. Dedicó estudios a Leibniz, Schlegel,
Schleiermacher y Hegel (Darstellung und Kritik des hegelschen Systems,
Friburgo 18.44). Son importantes Philosophie des Christentums, de la que sólo
apareció el primer volumen Die Lehre von der Idee, Giessen 1840, y Die
christliche Dogmatik, 3 vol., Friburgo 1844-54 (también inacabada).

Karl loseph Hefele (1809-93). Sustituye a M¿jhler en la cátedra de Historia de la


Iglesia (1836). Elevado a la dignidad episcopal (1869, Rottenburg), participa en
el Conc. Vaticano I. No vio clara la oportunidad de la definición de infalibilidad
papa¡ -aunque nunca dudó de ella-; publica Causa Honorú Papae,
simultáneamente en Nápoles y Tubinga en 1870. Siendo consultor de la
Comisión preparatoria del Concilio publica para estos trabajos su obra, hoy día
clásica, Conziliengeschichte (7 vol.), Tubinga 1855-75. Abarca hasta el a. 1447
(Concilios de Florencia y Basilea). El cardenal I. Hergenróther completó la
segunda edición hasta el año 1536 (9 vol., Tubinga 1887-89), y H. Leclerq, en
la traducción francesa (Histoire des Conciles, 11 vol. en 19 tomos, París
190749), añadió abundantes notas y lo referente a los Concilios católicos
orientales (vol. II, t. 1 y II) y completó el Conc. de Trento. Otras obras son Kard.
Ximenes und die kirchliche Zustünde Spaniens am Ende des 15. und Anfang
des 16. lahrhunderts, Tubinga 1844. Y la edición de los Padres Apostólicos
(comenzada ya por Drey, y base de la de Funk) Patrum Apostolorum Opera,
Tubínga 1839.

Franz Xaver Funk (1840-1907) es, por sus cualidades humanas y científicas, el
autor que más prestigio internacional dio a la Escuela. Doctor honoris causa en
Teología (Tubinga 1875), y doctor en Filosofía, destacó en Derecho Civil y
Economía Política. Rector de la Universidad en 1893. Colaboró en numerosas
revistas alemanas y extranjeras. Se dedica fundamentalmente a Historia de la
Iglesia y Patrología. Sus trabajos más importantes son Kirchengeschichtliche
Abhandlungen und Untersuchungen, 3 vol., Paderborn 1897 (ed. 1855, 1907);
Lehrbuch der Kirchengeschichte, Rottenburg 1886. En Patrología son hoy
clásicas Doctrina duodecim Apostolorum, Tubinga 1887; Didascalia et
constitutiones Apostolorum, 2 vol., Paderborn 1905; y Opera Patrum
Apostol.`Corum, 2 vol., Tubinga 1901 y 1906 (reelaboración de la edición de
Hefele, refundida a su vez a la luz de nuevos manuscritos por K. Bihlmeyer, Die
Apostolische Váter, neubearbeitung der Funkschen Ausgabe, Tubinga 1956).
Su obra fue continuada por Karl Bihlmeyer (1874-1942) y H. Tüchle; al primero
se debe la lla edición, completada, de la Historia de la Iglesia (1911) y al
segundo la 17a y siguientes (1954 ss.).

Paul Schanz (1841-1905). Su obra se centra en la Apologética (v.), que se


apoya en las ciencias naturales. Profesor de Exégesis del N. T. (1876) dejó un
comentario a cada uno de los Evangelios (Friburgo y Tubinga 187985). Tiene
estudios sobre temas de ciencias naturales en los Padres y S. Tomás de
Aquino. Su obra más importante es Apologie des Christentums, 3 vol., Friburgo
1877-88, de amplísima difusión. En ella establece las dos vías de la
Apologética: la demonstratio christiana y la demonstratio catholica.

En general, las aportaciones más positivas de la Escuela se encuentran en la


investigación histórica, que conecta con la gran tradición de los Padres y de los
maestros de la Escolástica. Cuando cede el estudio histórico, se da una
vinculación excesiva a la filosofía idealista o romántica que lleva a algunas
posiciones a veces difícilmente conciliables con el dogma. De algún modo
vinculado con la e. de T., aunque con características propias, puede
considerarse a K. Adam (v.).

3. Teología moral. Basándose en la idea de Drey de integrar todas las


disciplinas teológicas en la Dogmática, J. B. Hirscher (v.) orienta la Moral en un
enfoque positivo y evangélico, lejano a la casuística y el negativismo de su
época. Después de unos inicios inseguros y con influjos de Scheleiermacher,
llega con Schilling y Tillmann a mayor madurez, aunque no exenta de
deficiencias.

Franz Xaver Linsenmann (1835-89), elegido obispo el mismo año de su muerte,


no llegó a ser consagrado. Centra la Teología moral en torno a la idea
evangélica del amor (Lehrbuch der Moraltheologie, Friburgo 1878). Es el
primero que dedica estudios a cuestiones de doctrina (v.) social cristiana.

Otto Schilling (1874-1956), doctor en Teología y Ciencias Políticas (por su


trabajo Reiclituni und Eigentum in der altkirclilichen Literatur, Friburgo 1908),
quiere buscar «la síntesis entre el sistema tomista y los resultados de la ciencia
moderna». Dedica numerosos estudios a la doctrina social cristiana en los
Padres, S. Tomás y los últimos Papas. En esta rama cabe destacar Katholische
Sozialethik, Munich 1929 (reeditada por K. J. Merk: Christliche Soz., Wangen-
Allgáu 1960) y Katholische Wirtschaitsethik, Munich 1933 (2 ed. Christliche
Wirtsch. ib. 1954). En Teología moral: Moraltheologie, Friburgo 1922 (2 ed.
Grundris der Mor., ib. 1949); Lehrbuch der Moraltheologie, 2 vol., Munich 1928
(2 ed. Handbuch der M., 2 vol., Stuttgart 1952-54), y su Theologia Moralis, 1,
Munich 1937; li, Rottetiburg-Neckar 1940.

El autor más representativo es Theodor Steinbüchel (1888-1948), el discípulo


más señalado de Fritz Tillmann (v.). Preocupado por la desintegración de
Europa, la cuestión social y, sobre todo, del encuentro del hombre con Dios.
Comenzó a enseñar en T. en 1941. Fue elegido dos veces Rector durante los
tiempos de la guerra y la reconstrucción de Alemania. Entre sus muchos
escritos -bastantes de ellos inéditos- su obra más reconocida es Philosophische
Grundlegung der katholischen Sittenlehre, 2 vol. Düsseldorf 1938 (ed. 1939,
1948, 1951; trad. castellana: Los fundamentos filosóficos de la Moral Católica,
Madrid 1959).

Modernamente se presenta así mismo como continuador de esta escuela B.


Háring (profesor de la Academia Alfonsiana de Roma), cuya obra resulta
confusa y, en bastantes puntos, equívoca.

R. QUIJANO ÁLVAREZ.

V. t.: TEOLOGíA; TEOLOGíA DOGMÁTICA; TEOLOGíA MORAL;


APOLOGÉTICA II, 4,BIBL.: Fuente fundamental son los «Theologische
Quartalschrift», especialmente el vol. 150 (1970) 1-186 ; H. HURTER,
Nomenclator literarius theologiae catholicae, Oeniponte 1903-13;E. HOCEDEZ,
Histoire de la Théologie catholique au XIX, siécle, I, Bruselas-París 1948, 213-
229; 11, ib. 1952, 297-308; K. ADAM, Die katholische Tübinger Schule,
«Hoch1and» 24 (1927) 581-614: 1. R. GIEISELMANN, Die katholische Tübinger
Schule. thre theologische Eigenart, Friburgo 1964; G. CASPER, Der
Systerngedanke in der spüten Tübinger Schule und in der deutschen
Neuscholastik, «Philos. Jahrbuch» 72 (1964-65) 161-179; A. HAGFN, Der
Reformkatholizismus in der Di<5zese Rottenburg, Stuttgart 1962; R.
REINHARDT, Quellen zur Geschichte der katholischen theologischen Fakultüt
Tübingen, «Theologische Quartalschrift» 149 (1969) 369-388; K. WERNER,
Geschichte der katholische Theologie, Munich 1861-89.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991

Fuente: http://www.mercaba.org/Rialp/T/tubinga_escuela_de_1_y_2.htm

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