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INTERÉS SIMPLE

Se denomina interés simple a aquella tasa aplicada sobre un capital origen que permanece
constante en el tiempo y no se añade a periodos sucesivos.

En otras palabras, el interés simple se calcula para pagos o cobros sobre el capital dispuesto
inicialmente en todos los periodos considerados, mientras que el interés compuesto va sumando
los intereses al capital para producir nuevos intereses.

El interés puede ser pagado o cobrado, sobre un préstamo que paguemos o sobre un depósito que
cobremos. La condición que diferencia al interés compuesto del interés simple, es que mientras en
una situación de interés compuesto los intereses devengados se van sumando y produciendo
nueva rentabilidad junto al capital inicial, en un modelo de interés simple solo se calculan los
intereses sobre el capital inicial prestado o depositado.

Así pues, puesto que los intereses no se van incorporando al capital, estos quedan devengados y se
reciben al final del periodo.

Fórmula para calcular el interés simple

La fórmula que utilizaremos para calcular el interés simple será la siguiente:

Siendo C0 el capital inicial prestado, i la tasa de interés, n el periodo de tiempo considerado y Cn el


capital final resultante.

Ejemplo de interés simple

Un ejemplo práctico para determinar el interés simple con un capital inicial de 1.000€ y una tasa de
interés del 5% en un periodo de 5 años:

Período Cantidad al inicio Intereses Cantidad que se adeuda al final del


del período del período período

1 1.000 € (1.000 *5%)= 50 € 1.000 + 50 €= 1.050 €

2 1.000 € (1.000 *5%)= 50 € 1.000 + 50 €= 1.050 €

3 1.000 € (1.000 *5%)= 50 € 1.000 + 50 €= 1.050 €

4 1.000 € (1.000 *5%)= 50 € 1.000 + 50 €= 1.050 €

5 1.000 € (1.000 *5%)= 50 € 1.000 + 50 €= 1.050 €


Como podemos observar, los intereses se mantienen constantes en el tiempo. Siempre se calcula el
interés con el periodo en curso, obteniendo así los intereses estancos en cada periodo, sin
posibilidad de incorporarlos al capital.

El interés simple es un tipo de interés que se aplica a una cantidad de dinero prestado o que ha sido
invertido en la duración total del préstamo, sin tomar en cuenta otros factores, como el interés
pasado o cualquier otro tipo de situación financiera. El interés simple se aplica por lo general a los
préstamos que se realizan a corto plazo, generalmente de un año o menos, y que son administrados
por compañías financieras. Este interés también es aplicado al dinero que es invertido por un
período de tiempo corto. La tasa de interés simple es una razón matemática y lo podemos encontrar
expresado como un porcentaje. Tiene un rol muy importante en la determinación de la cantidad de
interés que tendrá un préstamo o inversión.

HISTORIA DEL INTERÉS

El interés en la antigua Roma

Considerado como uno de los grandes imperios de la historia, Roma no sólo se fundó basando su
poderío en un gran ejército, sino también en una serie de leyes que iban en consonancia con un
gran aparato burocrático. En esta época, aunque ya se conocía el concepto de tipo de interés, su
uso no estaba regulado, dejando al libre albedrío de los contratantes tanto la tasa, como muchos
otros aspectos.

En aquellos tiempos, si una familia no podía pagar sus deudas, corría el peligro de ser castigada con
la esclavitud o incluso la muerte. Esto no se trataba de casos aislados, pues los préstamos, al no
estar regulados, podían venir con intereses que hoy nos parecen, como mínimo, abusivos, y todo
ello justificado bajo la doctrina de “lucro cesante” que defendía que, quien prestaba interés, perdía
la oportunidad de invertir su dinero en otra cosa y, por tanto, conseguir los réditos asociados.

Un famoso prestamista fue Bruto, conocido por formar parte del complot que acabó con la vida de
Julio César y que, según las crónicas, realizaba préstamos al “módico” interés del cuarenta y ocho
por ciento.

El final de los conflictos coloniales y sus consecuencias dejaron paso a un nuevo siglo en el que se
renueva el interés en la creación de nuevos bancos en diversos sectores de las clases pudientes
españolas. Madrid, Barcelona y Bilbao continúan siendo las principales plazas bancarias del país, si
bien el desarrollo del negocio financiero no vive el mismo desarrollo en cada región.

Con el final del imperio romano, el emperador Justiniano realizó un intento de regular el negocio de
los préstamos, sobre todo en lo relacionado con los tipos de interés, en un intento de evitar que
estos fueran demasiado abusivos. Sin embargo, con el final del imperio y el advenimiento del
cristianismo, las reglas cambiaron radicalmente.
El interés en la edad media

La religión cristiana no veía con buenos ojos los préstamos con interés, de hecho, los consideraba
casi un pecado, el pecado de usura, algo poco digno de un cristiano. Su punto de vista era justificado
con el hecho de que la creación de algo desde la nada, es decir, el dinero obtenido por el interés,
era algo poco cristiano. Debido a esto, sólo quien no perteneciera a esta religión, podría prestar “sin
cargo de conciencia”.

Debido a esta rigidez eclesiástica, los judíos eran casi los únicos que podían dedicarse al negocio del
préstamo, no sin cierto desdén de la iglesia. Poco a poco, las juderías se fueron convirtiendo
en núcleos de negocio bancario y dando a luz a las primeras casas de préstamo y banca.

Conforme fueron avanzando los años, la iglesia católica fue flexibilizando su visión, en parte influida
por las peticiones de los monarcas europeos que necesitaban dinero para sus guerras de conquista.
Se empezó a distinguir entre préstamos para subsistir, en los que no era lícito cobrar interés, y
préstamos para invertir, en los que se justificaba el tipo de interés por el riesgo del prestamista.

Con la llegara de Martín Lutero y el luteranismo, el cobro de interés se aceptó como algo corriente
en los países protestantes, en esta época, toda actividad que se realizase de forma digna, fuese
comerciar o prestar dinero, tenía la aprobación tanto de Dios como de la sociedad.

Los últimos siglos

Conforme se iba perfilando el sistema económico que hoy impera, el capitalismo, los tipos de interés
fueron acaparando la atención de los economistas y mandatarios debido, sobre todo, a su fuerte
impacto en un comercio que empezaba a perfilarse como uno de los principales motores del
desarrollo económico de las naciones.

Adam Smith, en su libro La riqueza de las naciones, nos expresaba el interés de los monarcas por
controlar este instrumento:

Por decreto de Enrique VIII, fue prohibida en Inglaterra y declarada ilegal toda usura o interés que
pasase del diez por ciento…La reina Isabel renovó el Estatuto de Enrique VIII, en el Cap. 8 del 13, y
prosiguió siendo el diez por ciento el precio legal de la usura hasta la Constitución 21 de Jacobo I,
que la restringió al ocho por ciento. Fue reducida a seis poco después de la restitución de Carlos al
trono, y por la Constitución 5 de la Reina Ana se limitó al cinco. Todas estas diversas regulaciones,
al parecer, fueron hechas con mucha justicia y oportunidad”

Había llegado pues la regulación de los tipos de interés por el estado, que ya no se conformaban
con fijar un techo, sino que, además, fijaban exactamente el tipo. Poco después, la Revolución
Francesa popularizó los préstamos en un país tradicionalmente católico como Francia. Y llegó
Napoleón.

Con las guerras napoleónicas el Banco de Inglaterra asistió a un fuerte crecimiento del comercio
británico, y con él, del volumen de préstamos. Con el tiempo, este banco central tomó conciencia
del peligro que podía suponer un endeudamiento excesivo para la economía y decidió elevar los
tipos de interés para, con ello, restringir el préstamo, es decir, comenzó a utilizar los tipos como un
instrumento de política monetaria.

El tiempo pasó y apareció la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, etc… y los préstamos con
interés con sus consiguientes tipos, se convirtieron en algo cotidiano. Como se puede comprobar,
Libor, Euribor y demás son acrónimos nuevos para unas prácticas que vienen de siglos, si bien ahora,
están mucho más reguladas.

CUÁL ES LA FÓRMULA DEL INTERÉS SIMPLE

La tasa de interés simple se expresa normalmente como un porcentaje. Desempeña un papel


importante en la determinación de la cantidad de intereses sobre un préstamo o inversión.

La cantidad de interés que se paga o cobra depende de tres cantidades importantes: El capital, la
tasa y el tiempo, que examinaremos a continuación mediante un ejemplo.

La fórmula del interés simple es:

Otras fórmulas del interés simple

Si de la fórmula del interés simple despejamos cada incógnita, obtenemos las siguientes fórmulas,
en función de si queremos calcular el tiempo, el capital invertido, la tasa de interés o el capital final.

EQUIVALENCIAS FÓRMULA DEL INTERÉS SIMPLE

No siempre la unidad de tiempo está expresada en años, por lo que con las siguientes fórmulas se
puede pasar de una unidad de tiempo a otra de forma rápida y fácil. Simplemente tenemos que
convertir la tasa de interés a la misma unidad de tiempo.
I = C · (i / 100) · t si t son años I = C · (i / 200) · t si t son semestres

I = C · (i / 1200) · t si t son meses I = C · (i / 400) · t si t son trimestres

I = C · (i / 36000) · t si t son días I = C · (i / 600) · t si t son bimestres

FORMULA DEL MONTO

Cuando únicamente el capital gana intereses por todo el tiempo que dura la transacción, al interés
vencido al final del plazo se lo conoce como interés simple. El monto al final del período es el
resultado de añadir al capital al inicio del mismo los intereses generados durante dicho período.

El interés simple sobre el capital C, en n años a la tasa i, está dado por la expresión: y el
monto simple está dado por: . De aquí se deriva la
fórmula .

De esta forma la evolución del monto según los diferentes momentos es la siguiente:

Momento 0 M0 = C M0 = C

Momento 1 M1 = C + I1 = C + C i M1 = C . (1 + i)

Momento 2 M2 = C + I1 + I2 = C + C i + C i M2 = C . (1 + 2 i)

Momento 3 M3 = C + I1 + I2 + I3 = C + C i + C i + C i M3 = C . (1 + 3 i)

,,, ... …

Momento n Mn = C + I1 + I2 + … + In = C + C i + … + C i = C + C . n . i Mn = C . (1 + ni)

A esta operación, la de calcular el valor que tendrá un capital en un futuro debido a los intereses
que lo afectan, se la denomina capitalización.

El interés simple exacto se calcula sobre la base del año de 365 días (366 en años bisiestos), llamado
año civil. El interés simple ordinario se calcula con base en un año de 360 días (año comercial o
bancario). El uso del año de 360 días simplifica algunos cálculos, sin embargo aumenta el interés
cobrado por el acreedor.

INTERÉS REAL O INTERÉS NOMINAL

El tipo de interés real es la rentabilidad nominal o tasa de interés de un activo descontando la


pérdida de valor del dinero a causa de la inflación. Su valor aproximado puede obtenerse restando
al tipo de interés nominal y la tasa de inflación. Pero solo si la tasa de inflación no es demasiado
grande, el tipo de interés real será aproximadamente el tipo nominal menos la inflación; en caso
contrario hay que tener en cuenta los tipos de interés y la inflación en cada período.
El tipo de interés real es una de las variables macroeconómicas más importantes ya que influye
decisivamente en las inversiones, la petición de créditos así como el consumo.

El tipo de interés real para un inversor coincide con la rentabilidad que un inversor espera extraer
de su inversión, aunque conviene recordar que diferentes tipos de inversiones tendrán diferentes
intereses nominales y diferentes tasas de inflación esperada, por lo que para una economía no existe
un único tipo de interés real, sino uno diferente para cada inversión. Así si en un caso concreto el
banco ofrece un interés nominal del 5% por un depósito bancario, y la tasa esperada de inflación es
del 2% el tipo de interés real esperado es de 3% (=5% -2%). Puesto que la tasa de inflación no se
conoce de antemano, el tipo de interés real depende de la volatilidad financiera y por tanto esta
incertidumbre sobre su valor comporta un riesgo tanto para el prestamista como para el tomador
del préstamo.

INTERÉS COMPUESTO

El interés compuesto representa la acumulación de intereses que se han generado en un período


determinado por un capital inicial (CI) o principal a una tasa de interés (r) durante (n) periodos de
imposición, de modo que los intereses que se obtienen al final de cada período de inversión no se
retiran, sino que se reinvierten o añaden al capital inicial, es decir, se capitalizan. Es aquel interés
que se cobra por un crédito y al ser liquidado se acumula al capital (Capitalización del interés), por
lo que, en la siguiente liquidación de intereses, el interés anterior forma parte del capital o base del
cálculo del nuevo interés.

Dentro de la clasificación del concepto de interés, según su método de cálculo, podemos


encontrarnos con el interés compuesto y con el interés simple. En esta ocasión vamos a explicar en
qué consiste el interés conocido como interés compuesto.

El interés compuesto aparece cuando los intereses generados se van añadiendo al capital inicial, lo
que hace que estos intereses generados en un primer momento vuelvan a generar nuevos intereses.
Es decir, se trata de un efecto multiplicador del dinero donde a media que se generan intereses el
importe va aumentando y se van generando nuevos intereses con un importe mayor que el
anterior. Es interés calculado sobre el capital inicial más los intereses generado hasta el momento.

FÓRMULA DEL INTERÉS COMPUESTO

El interés compuesto es calculado sobre el capital inicial más los intereses generado hasta el
momento.
EJEMPLO DE INTERÉS COMPUESTO

Suponemos un préstamo de un importe de 1.000 € a un 10% de interés durante 5 años, la tabla que
resume su préstamo con el interés compuesto sería la siguiente:

Como se puede ver la tabla del ejemplo, el tipo de interés compuesto hace aumentar el capital del
préstamo y por tanto van aumentando los intereses del préstamo según se avanza en el periodo.

TIPO DE INTERÉS NOMINAL Y EFECTIVO COMPUESTO

En el ejemplo expuesto en el artículo "Tipo de interés nominal y efectivo", se puede observar cómo
un depósito de 5.000 €, al 10% durante un año, genera unos intereses de 500 € (10% de5.000 €).

Con el mismo Tipo nominal (10%), dependiendo de la frecuencia de liquidación de los intereses,
obtenemos diferentes Tipos efectivos:

Pues bien, aquí vamos a demostrar que el Tipo nominal obedece a un tipo de capitalización simple,
mientras que el Tipo efectivo lo hace a un tipo de capitalización compuesta.

Vamos a centrarnos, por ejemplo, en la opción de liquidaciones trimestrales. Si nos liquidan y nos
abonan los intereses al final de cada trimestre, estaremos ante una capitalización simple, que es lo
que hemos visto en el ejemplo anterior.

Sin embargo, si nos liquidan los intereses cada trimestre y no lo cobramos, sino que nos los abonan
en el mismo depósito para seguir generando intereses, al final del año obtendremos algo más
que los 500 €, ya que, a partir del segundo trimestre, el cálculo de intereses se realizará sobre una
cantidad superior.
Veámoslo:

- el primer trimestre nos abonarán 125 €:


- 500 € al año/4 trimestres = 125 €
- el segundo trimestre nos abonarán 128,13 €:
- el 10% de 5.125 €: 512,50 €/4 trim. = 128,13 €

y así sucesivamente, hasta alcanzar la suma total de intereses de 519,06 €, importe superior a
los 500 €que hubiéramos recibido con una única liquidación al final del año.

Es decir, hemos obtenido un mayor rendimiento con este tipo de liquidación, rendimiento que
podemos calcular de la siguiente forma:

Rendimiento = intereses obtenidos/cantidad invertida = 519,06 € / 5.000 € = 10,38%

Precisamente, este 10,38% es el Tipo de Interés Efectivo que habíamos calculado antes con
la fórmula:
TANTOS EQUIVALENTES

Los tantos equivalentes pueden definirse como aquellos tantos cualesquiera que, expresados en
distintas unidades de tiempo y aplicados a un mismo capital inicial y durante un mismo período de
tiempo, producen el mismo interés o generan el mismo capital final o montante.

En otras palabras. Hemos estado trabajando siempre con tantos “anuales”, donde el periodo de
tiempo (“n”) también se daba en años. Pero… ¿qué ocurre si el tanto de interés no viene dado en
años sino, por ejemplo, en semestres? La solución es la siguiente: hay que establecer la misma
unidad de trabajo, tanto en el “interés” como en el “tiempo”. Para ello, o bien calculamos el tanto
de interés semestral en anual, o bien el tiempo lo pasamos a semestres.

El tanto de interés distinto al anual se expresa como i(n), donde “n” será el número de periodos que
se engloban en un año. Es decir, un tanto de interés semestral será i(2), ya que en un año se
engloban “dos semestres”.

Otros ejemplos:

Interés cuatrimestral = i(3), ya que en un año se engloban “tres cuatrimestres”.

Interés trimestral = i(4), ya que en un año se engloban “cuatro trimestres”.

Interés mensual = i(12), ya que en un año se engloban “doce meses”.

Interés quincenal = i(24), ya que en un año se engloban “veinticuatro quincenas”.

Interés bianual = i(1/2), ya que en un año se engloba “medio bienio”.

Para calcular el interés anual tan sólo hay que multiplicar el interés dado “i(n)” por el número de
periodos “n”.

De tal forma que un interés semestral del 3% (i(2) = 3%) corresponderá a un interés anual del 6% à
(n = 2) à 3% x 2 = 6%

O un interés bianual del 15% (i(1/2) = 15%) podemos calcularlo como un interés anual del 7,5% à (n
= ½) à 15% x ½ = 7,5%

De esta manera podremos calcular cualquier operación de capitalización con el tanto anual y el
tiempo en años, o con el tanto fraccionado y el tiempo en el número de periodos en que se fracciona
un año.

INTERÉS COMPUESTO

En el caso de un depósito a plazo fijo, si Ud. al vencimiento del año renueva el plazo fijo por otro
período similar, incorporando los intereses al capital y suponiendo que la tasa de interés es la
misma; podrá observar que los intereses que ganará en el segundo año serán mayores a los
generados en el primero; debido a que el capital colocado es superior al habérsele acumulado al
depositado originalmente, los intereses ganados en el primer período y así sucesivamente.-
Período de capitalización

En el interés compuesto, la capitalización del interés puede tener lugar en cualquier intervalo de
tiempo de acuerdo a lo que se haya acordado. Si el interés se genera anualmente y no es pagado
sino que se añade al capital, se dice que el interés se ha capitalizado anualmente. En este caso, el
período de capitalización es un año. Si el interés se agrega al capital cada seis meses, se dice que se
capitaliza semestralmente. De igual modo, el período de capitalización puede ser trimestral,
mensual u otro.

Monto compuesto

Se llama monto M de un capital a interés compuesto o monto compuesto, a la suma del capital
inicial más sus intereses. La diferencia entre el monto compuesto y el capital original es el interés
compuesto. El intervalo al final del cual se capitaliza el interés compuesto se le conoce como período
de capitalización. La frecuencia de capitalización es el número de veces por año en que el interés
pasa a convertirse en capital, por acumulación. Si se capitaliza el interés cuatro veces al año, la
frecuencia de capitalización es 4 y el período de capitalización es de 3 meses.

¿Cuál es el monto compuesto de un capital de $ 1000 colocado a interés compuesto del 30% al cabo
de dos años, si se supone que el interés se capitaliza anualmente?

Capital al inicio del primer año $1.000

Intereses al final del primer año $ 300

Monto compuesto al final del primer año: $ 1.000 + $ 300= 1.300 que es lo mismo que: $ 1.000 ( 1
+ 30%)

Capital al inicio del segundo año $ 1.300

Intereses al final del segundo año: $ 390

Monto compuesto al final del segundo año: $ 1.300 + $ 390 = 1.690 que es lo mismo que: 1.000 x (
1 + 30%) + 30% x (1.000 ( 1 + 30%)) que es lo mismo que: 1.000 x (1+30%)2.

Nuestra calculadora le permitirá calcular el interés compuesto, el monto compuesto y el capital o


valor actual, si el monto e interés compuestos se conocen. Del ejemplo anteriormente visto, es
posible deducir una fórmula.
DEDUCCIÓN DE LA FÓRMULA DEL MONTO A INTERÉS COMPUESTO

Deducción de la fórmula del monto a interés compuesto Si la cantidad presente es dinero, podemos
imponer la condición que en un período de tiempo t crezca con crecimiento natural, por adición de
sus intereses i en cada período.

En el instante t = 0; Y = C (capital inicial), sustituyendo en

Sustituyendo la cantidad presente Y por el monto S; el valor de t corresponde al número de


períodos, o sea, es igual a n,

Se tiene:

Tasa instantánea Si en j (m) suponemos que m crece sin límite (m → ∞) entonces, el período
de capitalización es un intervalo de tiempo más pequeño que cualquier cantidad arbitrariamente
escogida.

En este caso, se dice que la capitalización es continua y que la tasa es una tasa instantánea.

La tasa instantánea acostumbra a designarse con la letra griega delta (δ).

Por definición , o simplemente

De acuerdo con lo estudia en tasas equivalentes:


El valor de б se conoce con el nombre de fuerza del interés, y es la tasa continua de crecimiento de
una unidad de capital en una operación financiera; en tanto que la tasa efectiva es el interés por
unidad de capital en un período.

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