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CASO

Alicia es una estudiante de universidad de 19 años. Ella relata a su terapeuta que


hace 3 meses ella tuvo un incidente donde pensó que se iba a morir, en especifico pensó
que iba a tener un paro cardiaco. El incidente fue una sobredosis de pastillas para bajar de
peso (anfetaminas), producto de su muy fuerte deseo por bajar de peso. Fue con un
“doctor” para que le ayudara a bajar de peso rápido, ya que ella tiene un historial extenso de
dietas, en donde sigue el típico patrón de bajar unos kilos para luego recuperarlos e incluso
subir más. Después de este incidente en donde pensó que iba a morir, ella fue con un
cardiólogo y este le informó que no tenía nada. Sin embargo este tipo de incidente
aterrador en donde sentía que se iba a morir se empezó a hacer más frecuente, al punto de 3
o 4 incidentes por semana. Dicha situación la hizo un huésped frecuente de la sala de
emergencia de su hospital local, esta vez fue revisada por un segundo cardiólogo y de
nuevo fue asegurada de que no tenía ningún problema médico y fue referida con un
psicólogo.
Alicia de manera renuente acude al psicólogo, ya que ella está casi segura de que
hay algo malo en ella, que está mal físicamente, en específico su corazón. Le relata a su
terapeuta que ella estaba bajo mucho stress, cansada y tomaba mucho café cuando ocurrió
el primer incidente. Al cuestionarle sobre los detalles, ella dice que durante los ataques,
ella siente un gran número de síntomas físicos y sensaciones, que incluyen palpitaciones,
dolor en el pecho, sudoración y finalmente hiperventilación. Como respuesta a estos
síntomas, ella pensaba que iba a tener un paro cardiaco. Como resultado de esta situación,
ella evita cualquier tipo de esfuerzo físico, no quiere salir por miedo a que algo le vaya a
ocurrir y nadie este para ayudarla; dejó la universidad y solo sale cuando es acompañada
por su madre. Cada vez que tiene síntomas físicos como palpitaciones o dolor en el pecho,
le recuerda los ataques que ha sufrido y se incrementa la ansiedad. Ella intenta
tranquilizarse tomándose Ribotril (ansiolítico) y recostándose para disminuir su ritmo
cardiaco, lo cual le ha funcionado últimamente para reducir la ansiedad.

HISTORIA
Alicia fue una niña muy agradable y sociable, aunque algo aprensiva. El padre de Alicia era
un poco hipocondriaco, así que ella escuchaba las preocupaciones de su padre y
comentarios como “nadie tiene la vida comprada” y “en cualquier momento puede llegar
una enfermedad fulminante”. Su madre era trabajadora pero algo perfeccionista, cuidaba
mucho su figura. Eso hacía que no se mordiera la lengua cada vez que notaba que Alicia
subía un poco de peso. No era muy ofensiva pero si le decía que si se ponía más gordita era
inevitable que la fueran a rechazar. Alicia siempre lo creyó y desde los 12 años hasta el
presente tiene mucho miedo a subir de peso. Antes del incidente con las pastillas de dieta
había subido 7 kg, y tenía pensamientos como “estoy gorda” “así como estoy nadie me va a
querer”. “la gente no va a querer juntarse conmigo por gorda” “soy un fracaso si estoy
gorda”. Alicia estaba desesperada porque sentía que tenía casi 15kg de sobre peso, mide
1.65 pesaba en ese momento 63kg, y tiene como objetivo llegar a pesar 50 kg. Ella
actualmente se examina con frecuencia en el espejo, se compara con chavas de muy buen
cuerpo y se pesa todos los días lo cual le genera pensamientos como “con este peso no
puedo ser feliz” pero no cae en dietas tan rigurosas como antes por miedo a que vaya a
afectar su salud.

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