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El propósito de las pruebas en la vida

cristiana (Hechos 14:21-22)


Walter Cuadra 22:37:00 Sermones

“Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a
Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la
fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”.
Hechos 14:21-22

INTRODUCCIÓN
Una mujer que había perdido a su hijo, se acercó muy desconsolada, entre amargas lágrimas a un
famoso filosofo chino y le dijo: “maestro consuela mi pena, si tan solo tu sabiduría pudiera devolverme a
mi hijo”.“Claro que puedo” dijo éste, pero “solo si me traes un poco de hierba del huerto de una familia
que no haya conocido el sufrimiento”.La mujer vagó por muchos sitios, centenares de hogares, y al final
volvió al filósofo y le dijo: “señor ya estoy consolada. En todas las familias he hallado lágrimas”.

¿Quién en esta vida no ha pasado sufrimientos? Los versículos anteriores nos muestran como Pablo
y Bernabé exhortaban a los discípulos a continuar en el camino del evangelio aun en medio de muchas
tribulaciones.

El propósito de las pruebas

Las dificultades son seguras en la vida del creyente, sin embargo estas tienen un propósito.
I. PRIMER PROPÓSITO: FORTALECER NUESTRO
CARÁCTER Y FE

“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce
paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza”.
Romanos 5:3-4

Uno de los propósitos de las pruebas en nuestra vida es formar nuestro carácter y fortalecer nuestra
fe. Pablo dice que las tribulaciones producen paciencia y la paciencia prueba. Esta palabra prueba se traduce
del griego dokimé (δοκιμή) que se puede traducir como prueba, experiencia, mérito o carácter.

Por eso estos mismos versículos se traducen diferentes en otras versiones:

“Pero hay más, podemos sentirnos felices aun cuando tenemos sufrimientos porque los sufrimientos nos
enseñan a ser pacientes. Si tenemos paciencia,nuestro carácter se fortalece y con un carácter así, nuestra
esperanza aumenta”.
Romanos 5:3-4 (PDT)

“Al mismo tiempo nos sentimos seguros incluso en las tribulaciones, sabiendo que la prueba ejercita la
paciencia, que la paciencia nos hace madurar y que la madurez aviva la esperanza”.
Romanos 5:3-4 (BL95)

II. SEGUNDO PROPÓSITO: MOSTRAR NUESTRA


FIDELIDAD A DIOS

Ser fiel a Dios cuando todo va bien es fácil, pero serle fiel en las dificultades es cosa diferente. Las
pruebas en nuestra vida son una oportunidad para demostrar nuestra genuina fe.
“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser
afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el
cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo”.
1 Pedro 1:6-7

Satanás buscara ocasión para hacernos tambalear de nuestra fe. Lo hizo con Job:

“Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor
a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes
han aumentado sobre la tierra. Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema
contra ti en tu misma presencia… Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre
tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema
contra ti en tu misma presencia.”
Job 1:9-11; 2:4-5

También pidió una oportunidad para sacudir la fe de Pedro.

“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero
yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”.
Lucas 22:31-32

III. TERCER PROPÓSITO: LLEVAR MUCHO FRUTO


Y BENDICIONES

El tercer propósito es llevar más fruto para el Señor y recibir de Él mayores bendiciones.

“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si
muere, lleva mucho fruto”.
Juan 12:24
Las mayores bendiciones y victorias de nuestras vidas se obtienen después de atravesar las
dificultades más grandes en nuestra vida.
1. Nuestro Señor Jesucristo tuvo que atravesar por los martirios del Calvario para poder resucitar en gran
victoria.
2. Pablo tuvo que sufrir grandes dificultades para poder llegar a ser el gran apóstol a los gentiles.
3. Jacob tuvo que sufrir terriblemente en su vida para llegar a ser uno de los patriarcas de la nación de
Israel.
4. José tuvo que sufrir el desprecio de sus hermanos, ser vendido como esclavo e ir a parar a la cárcel por
un crimen que no cometió antes de llegar a ser el gobernador de Egipto.
5. En general los hombres y mujeres que han alcanzado gran testimonio delante de Dios tuvieron que
atravesar grandes negaciones, sufrimientos, enfermedades, fracasos, traiciones y un verdadero bautismo de
dolor.

La pregunta seria, ¿hasta dónde estamos dispuestos soportar por causa de Dios?

CONCLUSIÓN

Para finalizar citamos la siguiente historia:

“Don Roberto, hombre muy rico, tenía de todo en abundancia. Podía comprar lo que se le
antojara. Una tarde tomó en sus brazos a Margarita, su pequeña hija de diez años de edad, y
después de juguetear con ella por un momento le preguntó:
— ¿Has pensado en lo afortunada que eres por ser hija del hombre más rico de esta ciudad?
—Sí, papá, todos te envidian. ¡Cómo quisieran tener ellos tu felicidad!
Todo le iba bien a don Roberto. Pero la vida tiene sus giros imprevistos, y a los pocos meses
Margarita murió en un horrible accidente. Esto era más de lo que Roberto podía sobrellevar,
así que se dio a la bebida, al juego y a la vida licenciosa. Con el tiempo perdió todos sus
bienes.
Quebrantado de espíritu, dejó la ciudad donde había sido tan popular, y se fue peregrinando en
busca de paz y consuelo.
Al pasar por una población, vio que un hombre revolvía el trigo con una gran pala.
— ¿Por qué no dejas en paz esos granos? —le preguntó.
—Para que no se pudran —fue la respuesta.
Pasando luego por un campo, vio a otro que araba la tierra con una reja muy aguda.
— ¿Por qué cortas tan profundo la tierra? —inquirió.
—Para que sea más blanda, y así se empape bien de lluvia y sol —respondió el campesino.
Mientras pasaba por un viñedo, observó que un obrero cortaba, con tijeras, los sarmientos de
las matas.
—Amigo —preguntó Roberto—, ¿por qué atormentas esos sarmientos?
—Para que den una cosecha buena y abundante —contestó el obrero.
Don Roberto se quedó muy pensativo. Caminó hacia la soledad de un bosque cercano, cayó de
rodillas, alzó reverentemente los ojos al cielo y exclamó: « ¡Señor mío!, yo soy el trigo que has
revuelto para que no me pudra. Soy la tierra que has cortado para que me vuelva blando. Y soy
el sarmiento que has podado para que dé buen fruto. Ayúdame a someterme a tu mano fuerte
para llegar a ser el siervo útil que Tú quieres que sea.»”

¿Por qué nos permite Dios pasar por


pruebas y tribulaciones?

Pregunta: "¿Por qué nos permite Dios pasar por pruebas y tribulaciones?"

Respuesta: Una de las partes más difíciles de la vida cristiana es el hecho de


que ser un discípulo de Cristo no nos hace inmune a las pruebas y las
tribulaciones de la vida. ¿Por qué un Dios bueno y amoroso nos permitiría
pasar por cosas tales como la muerte de un niño, enfermedades y daños a
nosotros mismos y nuestros seres queridos, dificultades financieras,
preocupación y temor? Seguramente, si nos amara, quitaría todas estas cosas
de nosotros. Después de todo, ¿no significa el amarnos que Dios quiere que
nuestras vidas sean fáciles y cómodas? No, no es así. La Biblia enseña
claramente que Dios ama a aquellos que son Sus hijos, y “todas las cosas les
ayudan a bien.” (Romanos 8:28). Eso debería significar entonces que las
pruebas y tribulaciones que Él permite en nuestras vidas son parte de todas
las cosas que nos ayudan a bien. Por lo tanto, para el creyente, todas las
pruebas y tribulaciones deben tener un propósito divino.

Como en todas las cosas, el propósito sobresaliente de Dios es que seamos


transformados más y más a la imagen de Su Hijo (Romanos 8:29). Esta es la
meta del cristiano, y todo en la vida, incluyendo las pruebas y tribulaciones,
está diseñado para permitirnos alcanzar esa meta. Es parte del proceso de la
santificación, siendo apartados para los propósitos de Dios y equipados para
vivir para Su gloria. Se explica la manera en que las pruebas logran esto en 1
Pedro 1:6-7: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de
tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para
que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual
aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y
honra cuando sea manifestado Jesucristo.” La fe del verdadero creyente se
reforzará mediante las pruebas que experimentamos para que podamos
descansar en el conocimiento de que es real y va a durar para siempre.

Las pruebas desarrollan el carácter piadoso, y eso nos permite “…[gloriarnos]


en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la
paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza;
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el
Espíritu Santo que nos fue dado.” (Romanos 5:3-5). Jesucristo fue el ejemplo
perfecto. “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8). Estos versículos
revelan aspectos de Su propósito divino tanto por las pruebas y tribulaciones
de Jesucristo como por las nuestras. El perseverar comprueba nuestra fe.
"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13).

Sin embargo, debemos tener cuidado de nunca hacer excusas por nuestras
“pruebas y tribulaciones” si son el resultado de nuestra propia maldad. "Así
que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o
por entremeterse en lo ajeno." (1 Pedro 4:15). Dios perdonará nuestros
pecados porque el castigo eterno para ellos ha sido pagado por el sacrificio de
Cristo en la Cruz. Sin embargo, todavía tenemos que sufrir en esta vida las
consecuencias naturales por nuestros pecados y malas decisiones. Pero Dios
usa incluso esos sufrimientos para moldear y formarnos para Sus propósitos y
nuestro último bien.

Las pruebas y tribulaciones vienen con un propósito y una recompensa.


“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la
paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os
falte cosa alguna… Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque
cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha
prometido a los que le aman."(Santiago 1:2-4,12).

A través de todas las pruebas y tribulaciones de la vida, tenemos la victoria.


“Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro
Señor Jesucristo.” (1 Corintios 15:57). Aunque estamos en una batalla
espiritual, Satanás no tiene autoridad sobre el creyente en Cristo. Dios nos ha
dado Su Palabra para guiarnos, Su Espíritu Santo que fortalecernos, y el
privilegio de venir a Él en cualquier lugar y en cualquier momento, a orar por
todo. Él también nos ha asegurado que no habrá tentación que nos pondrá a
prueba más allá de nuestra capacidad para resistir, y “dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” (1 Corintios
10:13).

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1-Aprendemos que nuestras pruebas revelan hasta que punto somos libres
de la idolatría. La ciudad natal de Abraham, Ur de los Caldeos, localizada a
unos 200 Km. de la presente desembocadura del Río Éufrates, a 160 Km. al
sudeste de Irak, ciudad comercial y progresista. Los habitantes volcados a
la idolatría extrema, realizaban sacrificios humanos y adoraban al dios-luna
Sin. Existen algunos escritos que denotan los nombres de los días de la
semana, como provenientes de la mitología de este pueblo. Los
arqueólogos han desenterrado fabulosos tesoros del mundo idólatra de Ur,
y que Abraham fue llamado a abandonar. De allí se trasladó Abraham y su
familia para asentarse en tierras de Canaán. Con esa decisión demostraba
que daba a Dios suprema lealtad. ¡Era libre de la idolatría! (Josué 24:2-3).

Pero años después, Dios le dio en la vejez de Sara un hijo. El corazón de


Abraham se había entrelazado estrechamente con la vida de su hijo. Un día
de esos.

¡Dios le mandaba sacrificarlo!. Abraham sabía lo que eran los sacrificios


religiosos en su tierra natal. La prueba debía demostrar a quien amaba
más, a Dios o a Isaac su hijo. De nuevo se enfrentaba con la tentación de
idolatrar.

Así también nos sucede a nosotros. En nuestra conversión renunciamos


toda otra lealtad que no sea la de Dios. Pero la vida es cambiante. No
tardan en asomarse, nuevos vínculos con otras personas, circunstancias,
compromisos laborales, logros personales que nos tientan a darles nuestro
supremo afecto y lealtad. La reacción en tales situaciones revela hasta qué
punto somos libres de la idolatría.

2-Aprendemos cómo triunfar cuando somos probados.


Para triunfar cuando somos probados, necesitamos obedecer a Dios.
(Génesis 22:2) La orden de sacrificar a su hijo debe haber sido
incomprensible y extremadamente traumática para Abraham. Y durante tres
días que duro el viaje hacia el lugar que Dios le había indicado, no
podemos menos que pensar que aumentaba su dolor (Génesis 22:3-8).

En nuestro caminar hacia la montaña de la prueba, los días se hacen más


largos, caóticos e insostenibles. Aunque no comprendamos lo que está
sucediendo, y aunque nos duela, debemos obedecer. Para triunfar cuando
somos probados, necesitamos confiar en Dios. Al tercer día de viaje,
Abraham “Alzo sus ojos y divisó el lugar de lejos” A pesar de todo, tuvo
confianza. Los tres días implica la prolongación de la prueba pero también
una obediencia y una confianza sostenida. Así debemos confiar nosotros
alzando los ojos de la fe y divisar de lejos el propósito de Dios, debemos
creer que nos ama y todas las cosas nos ayudan a bien, esto es a los que
conforme a sus propósitos somos llamados (Romanos 8:28).

3-Aprendemos que las pruebas tienen una salida de parte de Dios.


Ya a punto de clavar el cuchillo en el corazón de Isaac, el ángel de Jehová
le detuvo. (Génesis 22:12) La salida de las pruebas siempre surge de la
voluntad de Dios, no hay nada escrito con relación a como Dios diseña
cada salida. No se conoce el límite de la prueba, pues el tiempo Kairos es
el tiempo de Dios, nuestro tiempo es Cronos de los griegos (de allí
cronómetro, reloj) este tiempo es medible, cuantificable, pero en cuanto a
las pruebas de Dios son procesos que pueden ser variados en horas,
meses y hasta años.

La utilidad de las pruebas


Norman Alexis Oliva Videa 14 mayo, 2017 Estudios Biblicos Deje un comentario 5,463 Vistas

Estudios Biblicos… Estudio Biblico


Texto: Génesis 22
Después de 25 años de larga espera las promesas de Dios dadas a Abraham comenzaban su cumplimiento,
con el nacimiento de Isaac, y la partida de Ismael, el tratado entre Abimelec y Abram que garantizaba el
uso adecuado de los recursos Hídricos de la región; todo parecía indicar que los problemas del patriarca
estaban llegando a su fin.

Pero Dios es soberano y aún faltaba una la prueba más grande que Abraham jamás se había
imaginado Génesis 22 narra que le hizo un examen final al corazón de Abraham, con estremecedor
mandamiento y severa prueba para Abraham. Esto es EL SACRIFICIO DE SU HIJO
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Leemos: Génesis 22:1-19
CINCO VERDADES EN CUANTO A LAS PRUEBAS DE DIOS, COMO MEDIOS ÚTILES PARA
DESARROLLAR CARÁCTER EN NUESTRAS VIDAS.
I. LAS PRUEBAS DE DIOS PONEN EN EVIDENCIA NUESTRA LEALTAD ESPIRITUAL.
¿A QUIEN AMAS MAS 1, 2, 7?
La palabra probó (missah), “poner a prueba” se encuentra en todas las versiones actuales (N. del t.). En esta
circunstancia Dios estaba probando la lealtad espiritual extrema de Abraham tocando la vida física de Isaac,
a quien amas (2).

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Lo que Dios le pide al patriarca era inexplicable, en una comunidad pagana podía justificar el sacrificio
humano sobre el argumento de que la vida del sacrificado servía para apaciguar a los dioses de ese pueblo
en tiempos de crisis. Pero ni el patriarca ni los suyos estaban pasando por circunstancias de esa índole. El
matar a Isaac no traería ningún beneficio manifiesto en la vida del muchacho, ni tampoco en la de Abraham,
ni en la vida social de la familia. Peor todavía contradecía la promesa de Dios.

 1. Sin duda Abraham amaba a Isaac, pues era el hijo nacido en su vejez y el heredero de la promesa.

 2. Sin duda Abraham amaba a Dios, pues era quien le había llamado para usarlo como canal de bendición.

 3. La gran pregunta que Abraham tenía que resolver era ¿A quién amas más? Su respuesta diría al mundo
quién era el primer amor de su vida.

II. LAS PRUEBAS DE DIOS PONEN EN EVIDENCIA NUESTRA ENTREGA


ESPIRITUAL. 3,6,9,10.
¿A QUIEN VAS A OBEDECER?
1. Después que Dios dio la orden dejó todos los detalles a cargo de Abraham.

22:3–8. La respuesta de Abraham es asombrosa—respondió con obediencia inmediata e irrestricta. Es más,


¡se levantó muy de mañana! para cumplirla. Aun así, el viaje de tres días (vers. 4) seguramente fue muy
difícil y tal vez lo hizo en silencio. La distancia entre Beerseba y el monte Moriah era de unos 80 kms.
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2. Abraham se levantó muy de mañana y se dirigió al lugar que Dios le había dicho.

3. Abraham estaba decidido a obedecer al Señor, eso lo revelan sus palabras: Iremos… adoraremos y
volveremos (vers. 5).
Su afirmación iremos hasta allí y adoraremos y volveremos (Génesis 22:5) es asombrosa. Lo único que el
patriarca sabía era:
 (a) que Dios había planeado el futuro contando con Isaac,

 (b) que Dios quería que sacrificara a Isaac.


Aunque no podía reconciliar ambos conceptos, de todos modos obedecería. Eso es fe. En la respuesta que
dio a la pregunta de Isaac: ¿dónde está el cordero para el holocausto? de nuevo Abraham reveló su fe.
Respondió: Dios se proveerá de cordero

III. LAS PRUEBAS DE DIOS PONEN EN EVIDENCIA NUESTRA CONFIANZA


ESPIRITUAL. 8.14
1. Abraham no tenía otro recurso para su descendencia. ¿Sería posible negociar con el Señor un holocausto
alternativo?

Vers. 7 Y, entonces, la pregunta inevitable: ¿Dónde está el cordero para el holocausto? ¡Qué supremo
esfuerzo de fe para replicarle: Dios se proveerá de cordero! Ante la pregunta de su hijo se concreta a
responder: Dios mismo proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.
Hay una infinita angustia en las palabras E iban juntos. ¿Sospechaba Isaac lo que vendría?

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IV. LAS PRUEBAS DE DIOS PONEN EN EVIDENCIA SU PROVISION DIVINA EN FAVOR DE


SUS HIJOS.9.14
Todos los detalles de la preparación del sacrificio fueron deliberados y meticulosos. Sin duda, cada piedra
para componer el altar (9) estuvo moldeada con la sangre del padre, y cada leño de la pira empapado con
sus lágrimas no vertidas. ¿Cuál habrá sido la agonía de Abraham cuando las cuerdas iban atando las
muñecas y los tobillos, y el cuerpo del muchacho era colocado sobre la leña? ¿Qué habrá surgido en la
mente del muchacho? Y ahora, llegaba el acto final; tomó el cuchillo (10) para el sacrificio.

¿Cuándo proveería Dios el cordero? La Epístola a los Hebreos dice que Abraham pensó que “Dios es
poderoso para levantar aun de entre los muertos” (11:19). Pero el texto de Génesis no nos dice de esta
íntima convicción. Más bien lo deja a uno en suspenso histérico, mientras el cuchillo es levantado en alto.
Pero, una voz se oyó y el cuchillo fue detenido. Todo el inmenso sufrimiento de Abraham se disolvió en
maravilla, cuando oyó las palabras, porque ya conozco que temes a Dios (12). No había rehusado a Isaac,
a quien amaba con tanta ternura. Entonces, Dios proveyó un sacrificio en sustitución del muchacho, un
carnero trabado en un zarzal por sus cuernos (13) que estaba allí cerca. Ese era el sacrificio provisto por
Dios.

V. LAS PRUEBAS DE DIOS CONFIRMAN SU FIDELIDAD PARA CON SUS HIJOS. 15-19
22:15–19. Dios volvió a confirmar su pacto con Abraham (cf. 15:5, 18–21; 17:3–8). Su descendencia sería
tan numerosa como las estrellas del cielo (15:5; 26:4), y como la arena que está a la orilla del mar (cf. 32:12)
y “como el polvo de la tierra” (cf. 13:16; 28:14). A continuación, Dios añadió otro elemento: su
descendencia vencería a todas las ciudades de sus enemigos cananeos. Esto fue realizado por Josué durante
la conquista de la tierra prometida.
Las lecciones acerca de la verdadera adoración no pasan de moda:
 (1) La fe obedece completamente a la palabra de Dios.

 (2) La fe entrega lo mejor a Dios, sin reservarse nada.


 (3) La fe espera en el Señor para que provea todo lo necesario.

Pero Dios no lo hace sino hasta que se realiza un sacrificio personal. La adoración verdadera es costosa.
Así fue siempre para Israel cuando presentaba sus sacrificios. Se suponía que sus ofrendas debían darse en
fe, para que Dios pudiera suplir todas las necesidades de cada uno de los adoradores de buena voluntad.

El amor de Abraham hacia Dios había estado amenazado por su entrañable amor a Isaac. Este hijo era la
evidencia del cumplimiento de sus promesas y el medio humano por el cual tendría asegurada su posteridad.
Tenía que probarse que Abraham amaba a Dios sobre todas las cosas, en una situación tan concreta como
la mencionada, para que no hubiera confusión de lealtades.

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