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Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo,
que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos los directivos de los partidos
políticos, sociedades o sindicatos no afectos al movimiento, aplicándoles castigos ejemplares a dichos
individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas.
Conquistado el poder se instaurará una dictadura militar que tenga por misión inmediata restablecer el
orden público, imponer el imperio de la ley y reforzar convenientemente al ejército, para consolidar la
situación de hecho que pasará a ser de derecho.
EMILIO MOLA
En el Paseo de la Castellana se verífícó a las cuatro y media de la tarde [del domingo día 19] la
concentración de jóvenes movílízados para nutrir las milicias que desde la noche anterior prestaban
servicio. Se reunieron vanos centenares de hombres de todas las edades, que acudíeron al Minísterio de la
Guerra para que se les proveyera de armas. La entrega del armamento se hacía previa comprobacíón de la
personalidad del demandante, acreditada por volantes expedidos por la Casa del Pueblo.
A las cínco de la tarde de ayer llegó felizmente al puerto de Algecíras un convoy de cinco barcos,
procedentes de Ceuta, en el que han sido trasladados a España hombres, baterías de artillería y abundante
material de defensa.
A la mítad del Estrecho salíó al encuentro del convoy la escuadra marxísta, integrada por tres destroyers,
uno de ellos el Lepanto. Nuestra escuadra, y príncípalmente, nuestra aviación, rompieron el fuego y les
hicíeron huír, no sín que el Lepanto fuera alcanzado.
En el Lepanto se produjeron algunos muertos y herídos y se refugíó en Gíbraltar. Los otros dos destroyers
marcharon a Málaga pídíendo socorro con el S.O. S. A poco llegaron en su auxilio unos avíones
procedentes de Málaga., pero a la vista de los nuestros viraron en redondo sin entablar combate.
[Ese mismo lunes 17, Le Temps publicaba una crónica de Jacques Berthet en la que éste daba detalles de
la lucha y de la represión en Badajoz:]
«En estos momentos -escribía el 15 de agosto a las 22,30- alrededor de mil doscientas personas han sido
fusiladas (...) Hemos visto las aceras de la Comandancia Militar empapadas de sangre (...) los arrestos y
J.R. Salvador LA GUERRA CIVIL (1936-1939) 2
las ejecuciones en masa continúan en la Plaza de Toros. las calles de la ciudad están acribilladas de balas,
cubiertas de vidrios, de tejas y de cadáveres abandonados. Sólo en la calle de San Juan hay trescientos
cuerpos (... )»
[Mario Neves, como su diario y su Gobierno, era favorable al alzamiento y el periódico estaba sometido a
la censura del Gobierno portugués, que participaba activamente en la guerra civil española. El sábado 15
de agosto, Mario Neves escribía:]
«Escenas de horror y desolación en la ciudad conquistada por los rebeldes (...) Acabo de presenciar un
espectáculo de desolación y de espanto que no se apagará de mis ojos (...) Junto a las paredes de la
Comandancia Militar, la calle está salpicada de sangre (...)
En las arenas se ven algunos cadáveres (...) En la nave central [de la catedral] dos cadáveres aguardan
todavía la sepultura le preguntamos [a Yagüe] si había muchos prisioneros. Nos responde que sí (... ).
Y fusilamientos (...) decimos nosotros. Parece ser que ha habido dos mil.
El comandante Yagüe (...), sorprendido con la pregunta, declara: No deben ser tantos (...)
Estas notas redactadas nerviosamente (...) no conseguirán dar una pálida idea del espectáculo de
desolación y de horror que han visto mis ojos. Un gran silencio envuelve a toda la ciudad que acaba de
despertarse de una pesadilla tremenda.»
[El domingo 16 de. agosto, Mario Neves publicaba otro articulo en el Díario de Lisboa:]
«La justicia militar prosigue con inflexible rigor (...) Desde ayer centenares de personas han perdido la
vida en la capital extremeña (...) Y no ha habido tiempo para darles sepultura (...) Pasamos luego por el
foso de la ciudad que está con montones de cadáveres: son los fusilados de esta mañana (... )».
Primero. Que por su composicion se considera representante directo de todas las fuerzas políticas que en
los diversos frentes combaten por la subsistencia de la República democrática, contra la cual se alzaron en
armas los facciosos. Habiendo considerado indispensable el Presidente de la República, bajo indicaciones
del Gobierno anterior, modificar la formación ministerial para darle una base más amplia, los partidos a
que pertenecen los nuevos minístros aceptaron tal propuesta en cuánto les fue formulada, permitiendo esta
coincidencia de opiniones constituir un gobierno que abarca sectores que, si bien apoyaban al anterior, no
se hallaban representados en él.
Segundo. El programa ministerial se cifra esencialmente en el firme propósito de adeantar el triunfo sobre
la rebelión, coordinando los esfuerzos del pueblo mediante la debida unidad de acción, a fin de hacerlos
más provechosos. A ello se subordinan cualesquiera otros intereses políticos, dando de lado a diferencias
ideológicas, puesto que de momento no puede existir otro afán que el de asegurar el aplastamiento de la
insurrección
Durante los días siguientes, las caravanas de bestias y carros, con hombres y mujeres y chiquillos
encaramados en lo alto de sus ajuares y agotados de cansancio, no cesaron. Se organizaron a toda prisa
batallones de milícianos que se mandaban a todos los frentes. Cada día llegaban noticias de cómo los
rebeldes extendiéndose como una invasión de langosta avanzaban sobre Madrid por todos lados, desde la
sierra de Gredos y el valle del Alberche pasando por Aranjuez a través de Sigüenza, hasta la sierra de
Guadarrama. Muchos pensaban que la guerra terminaría rápidamente. Si los rebeldes cerraban el anillo, si
cortaban la comunicación con Albacete y Barcelona, Madrid estaba perdido.
(...) Los ataques aéreos eran un hecho casi, diario. El 30 de octubre, un solo avión mató cincuenta niños en
una escuela de Getafe. El Sindicato de la Construcción comenzó a mandar a sus hombres a cavar
trincheras alrededor de Madríd y a construir nidos de ametralladoras y barricadas de cemento en las calles.
Las calles ya no se llenaban más con refugiados de los pueblos, sino de los suburbios de la ciudad, y las
noches estaban punteadas de. cañonazos. Se mandaron unidades de choque elegidas para mantener las
trincheras en los bordes de la capital y los milicianos huyeron ante los tanques. La Pasionaria los reunió
en las afueras e hizo un esfuerzo supremo para inculcarles un coraje nuevo. La CNT -los anarquistas-
envió dos ministros al Gabinete de Guerra. Los periodístas escribían, sin cesar, informaciones diciendo
que estábamos perdidos, y nosotros tratábamos, sin cesar, de evitar que lo hicieran.
Arturo BAREA, La forja de un rebelde, tercera parte, La llama, Montjuich, Méjico, 1959, pp. 622-623.
Esta es nuestra consigna.final. Ser lo que fuimos después de la vergüenza de lo que hemos sido. Matar el
alma vieja del siglo xix, liberal, decadente, masónica, materialista y afrancesada, y volver a impregnarnos
del espíritu del síglo xvi, imperial, heroico, sobrío, castellano, espiritual, legendari y caballeresco.
[En la Guerra Civil española, coincidiendo con la ofensiva de los sublevados sobre Madrid, tuvo lugar un
hecho excepcional en la historia del movimiento anarquista: la participación en un Gobierno de ministros
de esa ideología. El dia 5 de noviembre de 1936, la Gaceta de la República publicaba los nombramientos:
Juan Peiró, ministro de Industria; Juan López, ministro de Comercio; García Oliver, ministro de Justicia y
Federica Montseny, ministra de Sanidad.]
(...) Se han entregado a la CNT unas carteras que ni en número ni en importancia están de acuerdo con lo
que son y representan las masas libertarlas de España en la batalla antifascista. Sólo un espíritu de
transigencia, llevado al límite extremo, sólo su afán de cooperar en todas las formas y terrenos al
aplastamiento de la criminal intentona de los generales traidores, ha llevado a la CNT a dar su aceptación
a cuanto se le proponía. Nadie, luego de esta última prueba, podrá poner en duda el sacrificio realizado por
la Organización al poner por encima de sus conveniencias e incluso de sus postulados ideológicos, el
deseo revolucionario de aplastar al fascismo en armas.
Primeramente apareció un solo avión de caza, que fue seguido a continuación por tres más, después por
otros siete y luego por seis trimotores. El bombardeo duró desde las 16,50 hasta las 19,45. Durante todo
ese tiempo no pasaban cinco minutos sin que aparecieran en el cielo nuevos aviones criminales. El método
de ataque era siempre el mismo: primeramente, fuego de ametralladoras seguido de lanzamiento de
bombas ordinarias y a continuación de bombas incendiarias. Los aviones descendían muy bajo. Sus
ametralladoras crepitaban furiosamente batiendo arbolados y carreteras, donde se amontonaban ancianos y
niños buscando refugio.
ANTONIO MACHADO
(...) Llegada la guerra a punto muy avanzado y proxima la hora victoriosa, urge acometer la gran tarea de
la paz, cristalizando en el estado nuevo el pensamiento y el estilo de nuestra Revolución Nacional. Unidos
por un pensamiento y una disciplina común, los españoles todos han de ocupar su puesto en la gran tarea.
Esta unificación que exijo en el nombre de España (...) no quiere decir ni conglomerado de fuerzas, ni
mera concentración gubernamental, ni unión pasajera (...)
Dispongo:
Art. 1º. Falange Española y Requetés, con sus actuales servicios y elementos, se integran, bajo mi efatura,
en una sola entidad política de carácter nacional, que de momento se denominará Falange Española
Tradicionalista y de las JONS (...) Quedan disueltas las demás organizaciones y partidos políticos (...)
Art. 2º. Serán órganos rectores de la nueva entidad política nacional el Jefe del Estado, un Secretariado o
Junta Política y el Consejo Nacional (...).
Art. 3º Quedan fundidas en una sola Milicia Nacional las de Falange Española y de Requetés (...).
Primera. Que la iglesia a pesar de su espíritu de paz y de no haber querido la guerra ni haber colaborado
en ella, no podía ser indiferente en la lucha: se lo impedían su doctrina y su espíritu, el sentido de
conservación y la experiencia de Rusia. De una parte se suprimía a Dios, cuya obra ha de realizar la
Iglesia en el mundo y se causaba a la misma un daño inmenso, en personas, cosas y derechos, como tal
vez no lo haya sufrido institución alguna en la Historia; de la otra, cualesquiera que fuesen los humanos
defectos, estaba el esfeuzro por la conservación del viejo espíritu, español y cristiano.
Segunda. La Iglesia, con ello, no ha podido hacerse solidaria de conductas, tendencias o intenciones que,
en el presente o en lo porvenir, pudiesen desnaturalizar la noble fisonomía del movimiento nacional, en su
origen, manifestaciones y fines.
Cuarta. Hoy por hoy no hay en España más esperanza para reconquistar la justicia y la paz y los bienes
que de ellas derivan que el triunfo del movimiento nacional. Tal vez hoy menos que en los comienzos de
la guerra, porque el bando contrario, a pesar de todos los esfuerzos de sus hombres de gobierno no ofrece
garantías de estabílidad política y social.
l-VII-1937. Firman 48 obispos, encabezados por el Cardenal Isidro Gomá, arzobispo de Toledo.
No toda la jerarquía eclesiástica apoyó el movimiento rebelde. Fue éste el caso del obispo Vidal y
Barraquer, de Tarragona, así como de una gran parte del clero vasco, de posiciones nacionalistas. Las
fuerzas rebeldes, en los primeros meses de la guerra, llegaron incluso a fusilar a una docena de curas
vascos, alguno muy relevante en el campo cultural, como José Aristimuño, Aitzol, dirigente de
Euskalzaleak y autor de La Democracia en Euskadi.
Si Madrid no hubiera sido capital de España cuando estalló la rebelión militar, habria conquistado en este
año de abnegación y heroísmo la capitalidad que más de tres siglos no han podido disputarle. Y la habria
conquistado sin pretenderlo, como se conquistan las cosas grandes: aspirando a otras mucho mayores.
Madrid ha sabido ser España, España entera, que es la España leal al gobierno del pueblo. luchando sin
tregua contra los traidores de dentro y los invasores de fuera, Madrid no tuvo un momento de vacilación
de desconfianza, ni de cobardía; ni siquiera tuvo un momento de jactancia en que gritase ¡Viva Madrid!,
porque siempre ha gritado ¡Arriba el pueblo!
Madrid ha sabido ser más que capital de España y espejo de todos los buenos españoles; porque al
defender la causa popular, vierte su sangre por todos los pueblos y defiende el porvenir del mundo.
Al siguiente día del alzamiento militar el gobierno republicano se encontró en esta situación: por un lado
tenía que hacer frente al movimiento que desde las capitales y provincias ocupadas (el noroeste y el centro
de la Península y buena parte de Andalucía) tomaba la ofensiva contra Madrid; y por otro, a la
insurrección de las masas proletarias, que sin atacar directamente al gobierno, no le obedecían. Para
combatir al fascismo, querían hacer una revolución sindical. La amenaza más fuerte era sin duda el
alzamiento militar, pero su fuerza principal venía, por el momento, de que las masas desmandadas dejaban
inerme al gobierno frente a los enemigos de la República. Reducir aquellas masas a la disciplina, hacerlas
entrar en una organización militar del estado, con mandos dependientes del gobierno, para sostener la
guerra conforme a los planes de un Estado Mayor, ha constituido el problema capital de la República.
[Las Cortes de la República celebraron su última sesión en territorio nacional en el castillo de Figueras, a
poca dlstancia de la frontera francesa, el 1 de febrero de 1939]
Las Cortes de la Nación, elegidas y convocadas con sujeción a la Constitución del país, ratifican a su
pueblo y ante la opinión universal, el derecho legítimo de Espana a conservar la integridad de su territorio
y la libre soberanía de su destino político. Proclaman solemnemente que a esta obra de independencia y
libertad nacional asiste unánime el concurso de los españoles, y que, sean cuales fueren las vicisitudes
transitorias de la guerra, permanecen firmemente unidos en la defensa de sus derechos imprescriptibles.
Saludan al Ejército de Mar, Tierra y Aire, y ratifican su confianza invariable en el porvenir glorioso y libre
de la Patria española (...)
[Los planes de defensa de Negrín fracasaron totalmente en los días siguientes y comenzó un exilio que
llevó en poco tiempo a medio millón de españoles a Francia.]
La criminal sublevación militar del 19 de julio ha procído un trastorno extraordinario en la economía del
país. El Consejo de la Generalidad tiene que atender a la reconstrucción de los daños que la traición de los
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que intentaban poner en nuestro país un régimen de fuerza ha causado a la industria y comercio de
Cataltuña (...)
Ahora es, pues, necesario organizar la producción, orientándola en el sentido de que el único beneficio sea
la colectivídad, el trabajador, al cual corresponderá la función directiva del nuevo orden social. Se impone
la supresión del concepto de renta que no proceda del trabajo.
Atendidas las consideraciones precedentes y visto el informe del Consejo de Economía, a propuesta del
Consejo de Economía y de acuerdo con el Consejo,
Decreto:
Art. 1. De acuerdo con las normas que se establecen en elpresente Decreto, las empresas industriales y
comerciales de Cataluña se clasifican en:
a) Empresas colectivizadas, en las cuales la responsabilídad de la dirección recae en los mismos obreros
que la integran, representados por un Consejo de Empresa.
b) Empresas privadas, en las cuales la dirección está a cargo del propietario o gerente, con la colaboración
y fiscalización del Comité Obrero de Control.
Art. 2. Serán obligatoriamente colectivizadas todas las empresas industriales y comerciales que el día 30
de junio de 1936 tenían más de cien asalariados y también aquellas que, a pesar de tener raza cifra inferior
de obreros, los patronos hayan sido declarado facciosos y hayan abandonado la empresa. No obstante, las
empresas de menos de cien obreros podrán ser colectivizadas si se ponen de acuerdo la mayoría de los
trabajadores y el propietario o propietarios. En las empresas de más de cincuenta obreros y menos de cien
se podrá hacer tambiéin la colectivización, siempre que lo acuerden las tres cuartas partes de los
trabajadores (...)
Lo que la CNT exige, como medida revolucionaria en el campo, es que las tierras de los grandes
terratenientes no sean parceladas, sino que ahí, en esos feudos, se establezcan granjas colectivas que, por
su productividad, por su técnica y por la racionalización del trabajo, sean un estímulo para el pequeño
propietario (...)
García Pradas, J.: 'Ante la pequeña propiedad agraria', CNT, 8 de marzo de 1937.
Para nosotros (...) el trabajo colectivo es superior al trabajo individual. Pero lo que nosotros no podemos
hacer, en lo que no podemos ser siquiera cómplices, con nuestro silencio o nuestra actividad, es permitir o
tolerar que se hagan colectivizaciones forzosas (...)
J.R. Salvador LA GUERRA CIVIL (1936-1939) 8
Uribe, V.: 'La nostra posició davant el problema de les collectivitats agraries', Treball, 19 de septiembre de
1937.
El 1 de mayo de 1938 el doctor Negrín anunció al mundo sus «trece puntos», que tenían todo el aspecto de
una oferta de paz. Eran la perfección misma en sí, pero tan lejos de los hechos y prácticas del gobierno
que los propugnaba, que no podían inspirar confianza a nadie como no estuviera ciego de ignorancia y de
prejuicios. Se propugnaba el mantenimiento de la independencia de España y su liberación de los
extranjeros que la invadían y la penetraban económicamente, pero lo decía el hombre que había entregado
España a los rusos.
SALVADOR DE MADARIAGA
En una guerra civil no se triunfa contra un contrario, aunque éste sea un delincuente. El exterminio del
adversario es imposible; por muchos miles de uno y otro lado que se maten, siempre quedarán los
suficientes de las dos tendencias para que se les plantee el problema de si es o no es posible seguir
viviendo juntos.
En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército rojo, las tropas nacionales nacionales han alcanzado las
tropas objetos mílítares. La guerra ha terminado.
Las ejecuciones sumarias en retaguardia fueron uno de los aspectos más atroces de la contienda civil.
Tuvieron diferente carácter en las dos zonas: mientras en la zona leal a la República fueron 'selectivas""
-las víctimas eran fundamentalmente clérigos, patronos y políticos destacados de la derecha
antirrepublicana-, en el bando rebelde, fueron masivas, como lo exigía la estrategia militar de avanzar
dejando una retaguardia 'limpia' de enemigos. Los asesinados se contaban por miles, incluso en
provincias en las que triunfó la rebelión sin apenas oposición -casos de las provincias castellanas y
gallegas.
Los historiadores tienen enormes dificultades para establecer el número real de víctimas. Así, mientras el
historiador y militar franquista R. Salas Larrazábal estima en torno a algo más de 50.000 el número de
ejecutados en ambos bandos -más en la zona leal-, otros, como Gabriel Jackson, que recorrió el territorio
en busca de testimonios directos después de la guerra, estima en cerca de 150.000 las personas ejecutadas
por el bando rebelde durante la guerra y en los años cuarenta.
El verdadero deber de las mujeres para con la Patria es formar familias con una base exacta de austeridad
y de alegría, en donde se fomente todo lo tradicional, en donde se canten villancicos el día de Navidad
alrededor de un nacimiento y en donde, al mismo tiempo, haya una alegre generosidad de las acciones (...)
Así pues, junto con la educación deportiva y universitaria, irá esta otra que las prepare para que sean el
verdadero complemento del hombre. Lo que no haremos nunca es ponerlas en competencia con ellos,
porque jamás llegarán a igualarlos y en cambio pierden toda la elegancia y toda la gracia indispensables
para la convivencia (..) Esto en cuanto se refiere a la formación de las afiliadas. Ahora tenéis que saber
también cómo se forman las jefas. Al buscar alguna camarada para entregarle un puesto de mando, tenéis
que mirar únicamente sus cualidades personales, la moral de aquella camarada y sus dotes de
organización, capacidad, espíritu de justicia, conocimientos de nuestras normas y todas esas cosas que se
requieren para desempeñar bien una jefatura local o cualquier delegación de servicio. Lo que no podéis
hacer nunca es elegir una camarada para un puesto de confianza sólo por su posición o porque sea de
familia conocida. En Falange se han acabado las castas y los prívilegios (...)
Doc. 24 Extracto de la entrevista del periodista francés H. Kaminski a Federica Montseny en 1937,
durante su Ministerio de Sanidad en el Gobierno de Largo Caballero.
- Pero si está muy bien - me explica -. Ya se ve que es usted un hombre. Parece creer que bajo el signo de
la igualdad las mujeres dejan de apreciar los cumplidos. Le aseguro que es todo lo contrario y estoy
convencida de que en todas partes ocurre lo mismo que en Cataluña (...)
- ¿Qué piensa usted del control de nacimientos?
Me da la impresión de que Federica vacila un poco antes de responder a esta.pregunta. Me dice que
todavía no se ha abordado este problema, pero que hay varias ciudades en Cataluña, instituciones, donde
cualquier mujer puede instruirse sobre los medios para evitar la concepción y que le ofrecen la posibilidad
de abortar, sin preguntarle la razón por la que quiere hacerlo.
- Por lo demás – añade Federica-, el sentido de la maternidad es tan fuerte entre las mujeres catalanas que
no renuncian a la alegría de ser madres más que en casos muy graves (..)