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Julieth Alejandra Espinosa Sanabria 26171085

Carolina Rodríguez Lozano 26171171


Desarrollo de habilidades investigativas
Facultad de ciencias de la educación
Universidad de la Salle
21-04-2018

Características y habilidades de un maestro investigador Lasallista

Fernando Vásquez en su libro “Educar con maestría” (Vásquez, 2007), presenta


características y habilidades que debe tener un maestro investigador para cumplir con su
labor. En el presente trabajo serán presentadas doce de esas características y doce de esas
habilidades que son presentadas durante los capítulos: : “La investigación como aventura”
, “El aula, un lugar para la sospecha” “Validar la experiencia, la intuición y lo marginal”,
“Investigación, etnografía y educación”, “Los paradigmas: dispositivos complejos para
explicarnos el mundo”, “Tras las huellas de Hermes”, “Tierracosas, Rojocomes y Plu-
cosamas”, “cualificar la lectura y la escritura”, “La lectura y el desarrollo humano”,
“Escritura y educación” y, “Ese complejo acto de leer: momentos claves para la
apropiación textual”. Al final será presentada una conclusión desde nuestra perspectiva
como futuros docentes Lasallistas acerca de las herramientas que presenta Fernando
Vásquez.

1. Características del maestro investigador: Gracias a los capítulos presentados


en el libro de Fernando Vásquez, se puede evidenciar una serie de características
fundamentales que debe tener un docente investigador en su quehacer académico
o en sus futuras investigaciones, en este trabajo se nombrarán doce de ellas y se
explicará su debida importancia: ser objetivo, ser perceptivo, ser creativo, ser
intuitivo, ser responsable, disposición al asombro, disposición de tolerancia,
voluntad de escucha, voluntad de sospecha, trabajar en equipo, hacer memoria y
reconocer nuestras propias marcas de lectura, son dichas características.
1.1. Ser objetivo: “La escritura instaura una manera nueva para que el hombre se
relacione consigo mismo y con el mundo. Gracias a la escritura pudimos objetivar
nuestra conciencia: disociar nuestro yo” (Vásquez, 2007,p. 201). Gracias a esta
característica el docente investigador puede separar su visión subjetiva por una
objetiva que le permitirá comprender su quehacer desde un punto de vista
distinto, esto no quiere decir que el maestro no pueda ser subjetivo, o relacionarse
con su objeto de estudio, sino que es una herramienta para abordar su
investigación desde otros puntos de vista.
1.2. Ser perceptivo: Es importante que el docente investigador sea capaz de captar
los diferentes fenómenos presentados dentro del aula de clase o de su área
investigada, esto lo ayudará a tomar consciencia de la realidad. “Ser perceptivos
al entorno, tener la piel preparada para registrar las sutiles variaciones de un
comportamiento o una actitud, son determinantes a la hora de investigar la propia
práctica” (Vásquez, 2007,p.164).
1.3. Ser creativo: “De allí también la enorme capacidad requerida para resolver de
manera creativa y divergente las distintas eventualidades, los nuevos retos, las
variadas peripecias de toda aventura” (Vásquez, 2007, p.150). Un docente debe
ser capaz de resolver los problemas planteados en la investigación de manera
ingeniosa proponiendo alternativas, ensayando modos y maneras originales para
solucionarlos.
1.4.Ser intuitivo: “Es poder mantener nuestros sentidos alerta, para ello contamos
con la memoria de nuestro cuerpo y con la imaginación, que es una capacidad
combinatoria de lo que vamos aprendiendo” (Vásquez, 2007,p.164). Esta
capacidad permitirá al maestro reconocer aspectos en su aula de clase poco
obvios, que podrían afectar su área de trabajo, de esta manera puede aproximarse
a la solución de estos fenómenos.
1.5. Ser responsable: “Un tanto apremiado por la responsabilidad de resolver la
tarea impuesta, tomó el rumbo de donde había partido” (Vásquez, 2007,p.185)
Es fundamental que el docente investigador sea capaz de asumir sus trabajos o
sus asignaciones de manera puntual y ordenada en su quehacer docente, realizar
una investigación conlleva una responsabilidad personalísima, en donde cuenta
mucho la autonomía, el trabajo en grupo y ser conscientes de la importancia del
trabajo que se está realizando “es asumir los riesgos y las implicaciones de
adentrarse en la aventura” (Vásquez, 2007, p. 151)
1.6. Disposición al asombro: Esta característica es fundamental a la hora de iniciar
una investigación, sea o no en un aula de clase, ya que es lo que nos permite ver
más allá, ver que hace falta o qué está mal, es lo que lleva al investigador a
cuestionarse “Se trata de buscar en profundidad los matices, los pequeños
detalles, es convertir lo evidente en sospechoso” (Vásquez, 2007,p.167).
1.7. Disposición de tolerancia: “Para decirlo de otra manera, el leer desarrolla en
nosotros una actitud y una disposición de tolerancia a lo extraño” (Vásquez, 2007,
p. 199). El docente investigador debe ser capaz de tener varias miradas subjetivas
al momento de leer para poder entender y asumir una actitud objetiva frente a lo
desconocido presentado en la lectura.
1.8. Voluntad de escucha: “Tiene como fin el evitar las interpretaciones
“aberrantes” o las interpretaciones superficiales que denotan no solo ignorancia
sino incapacidad para situar en contexto el objetivo de nuestro análisis”
(Vásquez,2007,p.181). Esto es importante para que el investigador no se quede
solo con las interpretaciones ya establecidas en su mente, sino que sea capaz de
ver las cosas desde el punto de vista de la comunidad trabajada, para ello deberá
borrar de su mente algunos de los paradigmas que tiene por verdaderos y construir
de nuevo conocimientos que le permitan hacer un determinado análisis
hermenéutico.
1.9. Voluntad de sospecha: “Necesita construir un dispositivo, un modelo
conceptual capaz de hacer comprensibles los elementos dispersos de la esfinge”
(Vásquez, 2007,p.182). Unida a la voluntad de escucha, esta obliga a hacer un
cambio de paradigma al investigador a través de un pensamiento crítico que
evitará caer en la doxa y permitirá comprender la verdadera naturaleza del
problema.
1.10. Trabajar en equipo: “Si quieres vamos a recorrer este pedazo de paraíso
y nos concentramos en mirar únicamente las cosas que se mueven. Luego nos
reunimos aquí mismo y compartimos lo que hayamos visto” (Vásquez,
2007,p.188). Es importante que el docente investigador tenga un grupo de trabajo
para tener puntos de vista y de apoyo distintos; también esclarece las hipótesis
planteadas, de esta forma la investigación pierde el riesgo de caer en la
subjetividad del investigador.
1.11. Reconocer nuestras propias marcas de lectura: “No solo hacemos más
legible el texto, sino que además establecemos cierta jerarquía, cierto orden
paralelo al del mismo texto (…) lo adecuamos a nuestro ritmo o nuestro estilo”
(Vásquez, 2007, p.210). Esto ayuda al docente investigador a mejorar su
autocomprensión textual a través de su conciencia intelectual o subjetiva, ya que
crea códigos, símbolos, subtítulos que le permiten descubrir lo que subyace del
texto.
1.12. Hacer memoria: Unido a la capacidad de crear y reconocer marcas de
lectura, el docente investigador debe ser capaz de hacer memoria, de retomar sus
conocimientos y unirlos al tema propuesto en el texto, esto permite darle sentido
a la lectura. “Detenerse en un nombre o una obra específica. Retomar, engarzar,
hacer memoria. Es como un ejercicio pendular en donde el proceso lector va y
viene sobre el mismo pasaje textual, pero hallando nuevos cruces, nuevas
correspondencias” (Vásquez, 2007, p.214)

2. Habilidades del maestro investigador: Gracias a los capítulos presentados en el


libro de Fernando Vásquez, se evidencian una serie de habilidades fundamentales
que debe tener un docente investigador en su quehacer académico o en sus futuras
investigaciones, en este trabajo se nombrarán doce de ellas y se explicará su
debida importancia: leer, releer, mirar, desglosar el texto, clasificar, interpretar,
escribir, describir, argumentar, observar y transformar son dichas habilidades.
2.1. Leer: “La lectura emancipa nuestro pensamiento de muchas esclavitudes; es
como una especie de manumisión para el conocimiento” (Vásquez, 2007, p.200).
El docente investigador debe trascender tanto física como cognitivamente para
así poder leer la realidad, todo esto lo puede logar a través del ejercicio de leer.
2.2. Releer: “Re-pasar en la lectura nos permite hacer legibles otras significaciones
hasta ahora invisibles o poco valoradas” (Vásquez, 2007, p.214). Es fundamental
que el docente investigador vuelva a leer el texto para fijarse en los pequeños
detalles, en lo intrínseco o lo marginal que fueron dejados de lado en las primeras
lecturas, estos mínimos conceptos podrían ayudar a darle razón al texto o permitir
comprender la idea planteada del autor.
2.3. Mirar: “Mirar es aprender a reconocer los parecidos y las diferencias” “Para
mirar con profundidad no hay como fijarse en un detalle” (Vásquez, 2007, pp.187
y 189) Esta habilidad ayuda al docente a la hora de realizar una investigación,
puesto que puede explicar y clasificar los fenómenos presentados en su área de
trabajo; para mirar es preciso apoyarse en un paradigma de investigación que
permitan hacer observaciones puntuales y ordenadas. “En la medida en que
aumentaban los miradores, los grupos de cosas se multiplicaban o se confundían”
(Vásquez, 2007, p.190) Un mirador se refiere a un punto de observación, un
método para clasificar las observaciones del investigador. Ejemplos: habitat,
comida, forma, color, textura, olor.
2.4. Desglosar el texto: “Cuando hablo de desmontaje, de desarme, lo hago sobre
todo porque hay una estructura sobre la cual se soporta cualquier texto; hay un
andamiaje de fondo, una partitura, un esqueleto que lo soporta o lo mantiene
como unidad” (Vásquez, 2007, p.211). Esta habilidad está unida a reconocer las
marcas de lectura, ya que al entender el texto por partes pequeñas logramos
comprender la estructura que plantea el autor, por esto, es importante ir más allá
o tomar conciencia frente a lo que se lee, es decir, darle un sentido.
2.5. Clasificar: Es importante que esta habilidad vaya de la mano con ordenar y mirar
ya que esto permite asumir un criterio a la hora de consignar su investigación en
textos, dibujos, audios, videos, entre otras cosas. “Pero se trata de ordenar la
creación, no de describirla, Adán. Y para ordenarla, te lo repito, hay que asumir
un mirador, un criterio desde donde clasificarla.” (Vásquez, 2007, p.189).
2.6. Interpretar: “Una vez establecidos los contextos y las distintas relaciones,
nuestra tarea debe centrarse en buscar un eje o un punto capaz de establecer un
sentido, el fruto de este proceso es la interpretación en sí misma” (Vásquez,
2007.p.182). Es una habilidad muy importante a la hora de realizar un análisis
hermenéutico, puesto que ayuda a esclarecer las problematicas y paradigmas que
existen en el área de trabajo, por ello el maestro investigador debe ser capaz de
realizar interpretaciones para desarrollar adecuadamente su pesquisa.
2.7. Conversar: “No se trata solo de observar, quien investiga debe aprender también
otras estrategias para recoger información tales como la conversación.”
(Vásquez, 2007.p.168), la conversación es importante para convertir la
información oral en texto, formando un diario de campo o documentos. Gracias
a esta habilidad el maestro puede tener una visión subjetiva y objetiva de su
campo de investigación.
2.8. Escribir: “Cuando escribimos dejamos de ser meros consumidores de
información para convertirnos en verdaderos productores de conocimiento”
(Vásquez, 2007,p.157). Si el docente es capaz de habituarse a la escritura será
apto para realizar un juicio en vez de una simple opinión, además es muy
importante para comprender la realidad en que se mueve el investigador
disociando la subjetividad con el fin de escindir lo que se dice de quien lo dice,
de esta forma puede entender realmente su investigación o su trabajo. Así mismo,
el docente debe guiar a sus alumnos en el arte de escribir “De la misma manera
el maestro de escritura debe propiciar en la escuela ritos, prácticas o ejercicios en
donde la escritura se produzca de manera habitual” “Es urgente desgramaticalizar
la enseñanza de la escritura y verla más desde las poéticas (las formas de
componer) y las retóricas (las formas de persuadir)” (Vásquez, 2007,p. 203).
2.9. Describir: “Es una tarea de clarificación de jerarquía, una depuración que la
mirada hace sobre las cosas y las personas.” (Vásquez, 2007.p.173). Esta
habilidad permite diferenciar, clasificar los matices y comportamientos del grupo
investigado en el aula de clase o en el entorno social en que se realiza el trabajo
de investigación, de esta forma crea empatía para poder comprender y explicar
los fenómenos que se presentan.
2.10. Argumentar: Después de realizar la tarea de describir, el maestro
investigador debe ser capaz de unir las partes de su pesquisa que no resultan
obvias para darle sentido al contexto en que trabaja, es decir, argumentar ciertos
comportamientos para “comprender la unidad cultural como parte de la vida”
(Vásquez,2007.p.182), en otras palabras, se trata de naturalizar los fenómenos
investigados.
2.11. Observar: El maestro necesita hacer uso de la observación para
comprender acerca de su propia labor y el entorno en que trabaja, con el fin de
reflexionar sobre las experiencias investigativas: “Seguir con algún rigor, las
pistas o las huellas que va dejando nuestro mismo caminar en los ambientes
donde trabajamos, no hablo, por los mismo, de una parafernalia (…), señalo, por
el contrario, una labor de observación y de reflexión, de toma de distancia
comprensiva.” (Vásquez, 2007,p.153).
2.12. Transformar: “Esta parece ser otra de las características de un
investigador: el saber convertir los indicios o los pequeños descubrimientos en
notas, en documentos.” (Vásquez, 2007,p.168). Esta habilidad se relaciona con
el acto de llevar un diario de campo puesto que esto le permite llevar un orden,
una jerarquia de lo investigado.
Teniendo en cuenta las anteriores características y habilidades es posible afirmar que
estas pueden ayudarnos a interpretar y comprender la realidad desde diferentes
puntos de vista, a cualificar nuestros defectos dentro del aula y permiten mejorar
hábitos académicos a través de la práctica y experiencia; de esta manera, el maestro
va a cultivar en sus estudiantes el arte de escribir y la habilidad de leer. Como
consecuencia de estas dos prácticas, los alumnos van a desarrollar actitudes de un
investigador como: interpretar, analizar, ojear y hojear, ser curiosos, creativos,
responsables, entre otras herramientas; ya que esto fomenta un pensamiento crítico,
analítico y objetivo del entorno en que se mueven.

Nosotros como futuros maestros Lasallistas debemos ser capaces de mejorar nuestra
labor investigativa a través de las herramientas presentadas en el libro “ Educar con
maestría” (Vásquez, 2007), ya que estas habilitan al docente investigador al
momento de realizar su labor para trascender de su propio ejercicio como docente, es
decir, que no solo va a dictar una clase, sino que va a estar empapado de la realidad
que le rodea, va a fijarse en lo marginal y va a proponer soluciones que mejoren su
área de trabajo y su propio quehacer.
Bibliografía
Vásquez, F.(2007). Educar con maestria. Bogotá: Ediciones Unisalle.

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