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A corrupción radical del hombre

Doctrina de la gracia del Señor.

Jn 1.9-11

I. La ignorancia espiritual: hay una ignorancia espiritual, de quien es Cristo y el


evangelio, que ha oscurecido la mente de cada persona que nace en este mundo.

Jua 1:9 Aquella luz verdadera, (Se refiere a Jesucristo, genuino, autentico) (La luz, se refiere a
la santidad de Dios, la Verdad de Dios, la pureza de Dios) el verdadero significado real, que
alumbra a todo hombre, venía a este mundo. Jua 1:10 En el mundo estaba, y el mundo por
él fue hecho; pero el mundo no le conoció. Jua 1:11 A lo suyo vino, y los suyos no le
recibieron.

¿Qué tan ciego puede ser el ciego? Jesucristo dice; quien creó el mundo, y en su encarnación
entró en el mismo mundo, que él había creado. Y cuando entro en este mundo en carne
humana, y separó delante de la gente y vivió una vida perfecta, sin pecado, enseñó como
ningún hombre había enseñado, realizó milagro tras milagro, vivó bajo la ley y guardó todos
los puntos de la ley. Ningún hombre jamás había vivido con tal santidad y perfección como lo
hizo el Señor Jesucristo. Y sin embargo, mientras estuvo en el mundo con un cuerpo de carne,
el mundo, ni siquiera reconoció que él es el hijo de Dios, el creador del cielo y la tierra. ¿Qué
tan ciego puede ser el ciego? ¿Cuán ignorante puede ser el ignorante?

“El v. 11 él vino a los suyos en referencia al mundo que Jesús creó, y los que eran suyos, no le
recibieron.” Esa es una declaración general. Que Jesús regresara hoy, y viva entre nosotros, y
la gente viera aún, no reconocería que él es el hijo de Dios, el hijo del hombre el creador del
cielo y la tierra, a pesar de que él fuera a vivir una vida sin pecado, perfecto, delante de
nosotros declarara que es el hijo de Dios y llevara a cabo milagros una vez más, la humanidad,
no está convirtiéndose en más inteligentes, en cierto sentido sí, pero en sentido espiritual,
está tan plagada de ignorancia espiritual, que cuando Jesús vino por primera vez. Esto es lo
que leemos en el v. 13 de Jn 1. Jua 1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Refiriendo a los hijos de Dios.
“nótese aquí el triple negativo” No de sangre, no en el sentido del linaje humano, no de la
voluntad de la carne. No de la voluntad del hombre, es decir la voluntad del hombre, está aún
en la esclavitud del pecado, y aquí es donde el evangelio de juan comienza. Es una declaración
asombrosa, de que Jesucristo cuando vino a este mundo en carne y hueso el mundo no lo
reconoció.

y quiero decirles, que el mundo sigue sin reconocer al Señor Jesucristo. Y la única manera de
que cualquiera de nosotros en esta sala, alguna vez ha llegado a reconocer a Cristo, es porque
el Señor lo ha dado a conocer a nosotros, la sangre y la carne no han revelado esto, sino mi
Padre que está en los cielos, les dijo Jesús a los discípulos, y así es. Tenemos un velo sobre
nuestros ojos.
2 Corintios 4.3 Dice: 2Co 4:3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se
pierden está encubierto; 2Co 4:4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de
los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es
la imagen de Dios.

1Co 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque
para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

Esa locura, es la palabra misma de la que se deriva la palabra, “Imbécil” en ingles-español. Es


estúpido, ellos no pueden comprender, ni nosotros, hubiésemos podido comprender, quien es
Cristo. las implicaciones del evangelio y de nuestra desesperada necesidad de recibir a Cristo,
hasta que el Señor se abrió pasos en nuestras vidas. Pero esto es una declaración general de
todo el género humano en cada generación, en cada lugar, “ignorancia espiritual”

Ahora, en segundo lugar, y esto se empeora. Estamos en un ascensor que va hacia abajo, y
usted puede preguntarse ¿Cuándo vamos a tocar fondo? Bueno se pone peor. No solo la
ignorancia espiritual, sino también:

II. Ceguera espiritual. Jn 3.3. quiero que tenga en cuenta este versículo. Es un versículo
muy importante, Jesús dijo: Jua 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te
digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Esa es una ceguera espiritual, amigo, hermano. Ni siquiera se puede ver con la comprensión
del reino de los cielos hasta que no naciere de nuevo. “tenga en cuenta esta palabra, No
puede” el que no naciere de nuevo, no puede, ¿usted entiende la diferencia entre, ser capaz y
poder? No se puede, es una palabra de incapacidad. Toda persona que nace en este mundo,
tiene permiso para creer en el evangelio, pero nadie tiene la capacidad de creer en el
evangelio, porque están en oscuridad espiritual y en la ignorancia espiritual y no se puede
creer en lo que no se puede ver, y así, he aquí, una ceguera espiritual. “El que no naciere de
nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Y esta palabra “Ver”, significa, saber con el
entendimiento, ver con discernimiento. En otras palabras, no podemos comprender la
magnitud de lo que se nos ofrece en nuestra desesperada necesidad de Cristo, y quien es él, y
mi necesidad de creer en él, hasta que descubriremos más adelante, el Espíritu Santo, irrumpe
a través de esta ignorancia y oscuridad y nos hace saber,¡ pero aún se empeora!

En el capítulo 3, 19-20, en tercer lugar:

III. Odio espiritual. La enemistad espiritual en el corazón, de cada persona no convertida


hacia el evangelio y hacia Jesucristo. Todos ellos. Y esto tiene que ver también con
nosotros, antes de venir al Señor. Todos estábamos en rigidez, contra el Señor. No es
una rebelión activa, a veces es indiferencia pasiva, pero esto es verdad dela situación
de cada persona no convertida. Jua 3:19 Y esta es la condenación: que la luz vino al
mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran
malas. Jua 3:20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la
luz, para que sus obras no sean reprendidas.

Los hombres aman la oscuridad porque no quieren que sus pecados sean expuestos, y
no quieren venir a la luz, por la misma razón que un ladrón no quiere encontrar a la
policía, ya que sus obras serán expuestas. Y esto es verdadero de la naturaleza
humana de cada persona, amar la oscuridad y odiar la luz. Y lo que es más absurdo,
que un niño tenga miedo a la oscuridad, o que un hombre adulto le tenga miedo a la
luz.

Los hombres tienen miedo de venir a la luz, esto es intrínseco a su naturaleza. Mire el
versículo 20 de Juan 3. “Porque todo aquel. “Esto es una verdad universal, no hay
acepciones a esto. Y ninguno de nosotros no nació en una categoría separada de esta
declaración, antes de venir a Cristo. y hemos nacido en la iglesia, fuera de la iglesia,
cuando o donde quiera. que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que
sus obras no sean reprendidas.” Bueno todos hemos pecado y estamos destituidos de
la gloria de Dios. David dijo: “en pecado fui concebido. Él dijo, yo salí del vientre de mi
madre hablando mentiras.”

Y todos estuvimos practicando el mal tan pronto salimos del vientre de nuestra
madre. “Todo aquel que obra mal, aborrece la luz” nadie nació en un estado de
neutralidad espiritual, todo el mundo nació físicamente en un estado de odio a la luz,
irresistencia a la luz, e incluso huyendo de la luz y evitando la luz. “porque todo el que
obra mal, aborrece la luz para que sus obras no sean reprendidas”

Ese es el estado de la raza humana. La razón, porque no hay más personas no vienen a
la iglesia, es porque la luz está en la iglesia. Y esa luz de la iglesia, es la luz del Señor
Jesucristo, la cual es radiante. De la predicación de la Palabra de Dios, del canto de los
himnos, de la comunión del pueblo de Dios. Y la gente está reacia a venir porque odia
la luz. Ellos son contrarios a la luz. Así que, Rom 3:11 No hay quien entienda, No hay
quien busque a Dios. Rom 3:12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No
hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.(B)

Y ese es el estado de la raza humana. Que todos han pecado y están destituidos de la
gloria de Dios. Pero no hay quien busque a Dios, ni aun uno, todos nos descarriamos
como ovejas. Cada uno tomó su propio camino. No es la oveja quien encuentra al
pastor, es el pastor quien encuentra la oveja, y eso es debido a la ignorancia espiritual,
la enemistad espiritual y la ceguera espiritual que se encuentra en cada corazón
humano. Y creo que eso nos hace compasivos, compasivos hacia los no creyentes, por
darse cuenta, donde alguna vez yo viví, este fue mí estado espiritual, una vez.
¿Quiénes de nosotros fue salvo la primera vez que escuchamos el evangelio? El Señor
fue paciente, hasta ese día en que él nos llamó a sí mismo, y cuan pacientes debemos
ser con los inconversos, porque ellos son espiritualmente ciegos, sordos, ellos no
pueden ver, no pueden oír. Hay un cuarto estado espiritual, y quiero decir, se pone
peor.

IV. Desafío espiritual: Jua 3:36 al final de este capítulo, vemos que todos aquí están en
un estado o incredulidad espiritual. Son las personas que desobedecen al hijo. El
que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la
vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

¿Usted ve la incredulidad? Es desobedecer al hijo de Dios. Cuando el evangelio se


proclama, no se proclama como una sugerencia, no se proclama como un indicio, no
se proclama como una opción para que usted considere, cuando el evangelio se da a
conocer, se proclama como un mandato. Se ordena a todos los hombres arrepentirse
y creer en el Señor Jesucristo. Es por eso que la fe salvadora, es un acto de
obediencia. Pero a la inversa, la incredulidad, es un estado de rebelión contra Dios.

Los incrédulos se niegan a presentar y someter su vida al señorío de Cristo. Ellos


quieren seguir su propio camino, quieren hacer su propia voluntad, quieren establecer
la agenda de su propia vida, ellos quieren mantener el control de su vida, y cuando
más tiempo pasan en la incredulidad, más se endurece el corazón en este desafío
contra Dios.

Son desobedientes al hijo del hombre, y son desafiantes de su evangelio. Este es el


triste estado, entre los no creyentes se encuentran. Quiero darles uno más.

V. La muerte espiritual. Esto es un paso muy importante y se enseña en otros lugares,


en efesios 2.1 Colosenses 2. 12-13. De allí, de todos los que están fuera de Cristo,
están en un estado de muerte espiritual. ahora, antes de leer este pasaje, déjeme
decirles, a lo largo de la historia de la iglesia, este ha sido un debate masivo ¿está el
hombre? Y tenemos una de tres opciones. ¿el hombre está espiritualmente bien?
¿está enfermo o está muerto? Ahora, un diagnóstico preciso, es la mitad de la cura.
Así tenemos que entender, ¿Cuál es el diagnóstico de la situación de la persona no
convertida? ¿está espiritualmente neutral? O está enfermo, y el antídoto está
puesto sobre la mesa, y depende de él tomar el antídoto y aplicarlo sobre sí mismo o
peor aún. ¿es ella un cadáver? E incluso, si el antídoto está al lado de ellos, ¿qué
puede hacer un hombre muerto? Eder. Esta es todo lo que un hombre muerto
posee. Jua 5:25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los
muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
Este será el segundo estudio en la depravación radical y donde nos quedamos fue en Juan 5:
25, y les animo a tomar sus biblias y que vengan conmigo a Juan 5.25.

Estamos hablando sobre la condición espiritual de una persona no convertida, siendo una
muerte espiritual. Y probablemente el texto que estamos viendo en esta sección, es el que
más gráficamente comunica la inhabilidad del pecador. 1 para contribuir en cualquier cosa
para su salvación, y 2, aun su inhabilidad para creer en el Señor Jesucristo. Porque, ¿Qué
puede hacer un hombre muerto? La respuesta es nada. Permítame leerles el versículo una vez
más. “De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz
del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.” ¿Quién está muerto, quien está escuchando la
voz del hijo de Dios? La respuesta es, los que están muertos espiritualmente en sus pecados y
transgresiones. Pablo habla de esto en efesios 2.1, diciendo que todos estábamos muertos en
nuestros delitos y pecados.

Permítanme decirles, que no hay una vida espiritual dentro de nosotros, teníamos una
existencia mera, hueca y vacía, y más importante en este mundo, teníamos un cierto grado de
vida a la que podemos responder a las cosas físicas alrededor nuestro, pero ¿responder al
Señor? No teníamos una vida dentro de nosotros mismos, así es lo devastador de nuestro
estado. Éramos cadáveres espirituales, uno se le puede acercar a un cadáver, y tomar una
aguja, y podemos incluso introducir esa aguja en la pierna del cadáver, y no va a dar ninguna
respuesta. Ese es el estado de uno que no tiene a Cristo, están muertos espiritualmente en sus
delitos y pecados. Vamos a sacar eso un poco más, la mente, la emoción, la voluntad, todos los
aspectos del hombre en la muerte espiritual. Pero la mente está muerta, y no puede entender
y no puede ver, la verdad, el corazón está muerto, y los afectos del corazón, las pasiones hacia
Dios, están también espiritualmente muertos, y no puede haber amor por Dios, o una
respuesta para las cosas de Dios. No existe un deseo en el corazón muerto hacia las cosas
espirituales, y es lo mismo con la voluntad y ese es un punto controversial con muchas
personas

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