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Este documento discute la importancia de los valores organizacionales y la actual crisis de valores. Explica que los valores guían el comportamiento individual y colectivo. También destaca que aunque exista consenso sobre ciertos valores como la honestidad, su interpretación y aplicación pueden variar. La crisis actual se debe a una sociedad cada vez más consumista y egoísta que valora más las posesiones que la dignidad humana. Finalmente, propone que la mejor forma de superar esta crisis es a través de una educación integral desde la infancia que enseñe a valorar principios étic
Este documento discute la importancia de los valores organizacionales y la actual crisis de valores. Explica que los valores guían el comportamiento individual y colectivo. También destaca que aunque exista consenso sobre ciertos valores como la honestidad, su interpretación y aplicación pueden variar. La crisis actual se debe a una sociedad cada vez más consumista y egoísta que valora más las posesiones que la dignidad humana. Finalmente, propone que la mejor forma de superar esta crisis es a través de una educación integral desde la infancia que enseñe a valorar principios étic
Este documento discute la importancia de los valores organizacionales y la actual crisis de valores. Explica que los valores guían el comportamiento individual y colectivo. También destaca que aunque exista consenso sobre ciertos valores como la honestidad, su interpretación y aplicación pueden variar. La crisis actual se debe a una sociedad cada vez más consumista y egoísta que valora más las posesiones que la dignidad humana. Finalmente, propone que la mejor forma de superar esta crisis es a través de una educación integral desde la infancia que enseñe a valorar principios étic
UNIVERSITARIA INSTITUTO UNIVERSITARIO DE LA FRONTERA IUFRONT SEDE SAN CRISTÓBAL
VALORES ORGANIZACIONALES
AUTOR:
CUEVAS LL. EDIS. C.
C.I- 29908072
SECCIÓN: XINA
SAN CRISTÓBAL, AGOSTO 2019
Primordialmente, en la actualidad, trabajar y producir de manera coordinada con otros es una necesidad crucial. De ahí el surgimiento de la organización laboral. Así como la vida social se enmarca en patrones culturales que permiten el desarrollo de las personas, las organizaciones cuentan con su cultura. Ésta debería facilitar la integración y el crecimiento de sus miembros. Ya que, cada persona posee diversos valores y puntos de vista sobre la realidad. A su vez, los valores también inspiran la razón de ser de cada organización. De tal sentido, la crisis actual existente de los valores nos aborda con frecuencia, porque, notamos a los integrantes de nuestro equipo no poner en práctica los principios organizacionales que se supone conocen, o exhiben comportamientos contrarios a los mismos.
Básicamente, los valores son una guía para nuestro comportamiento
diario. Son parte de nuestra identidad como personas, y nos orientan para actuar en la casa, en el trabajo, o en cualquier otro ámbito de nuestras vidas. Nos indican el camino para conducirnos de una manera y no de otra, frente a deseos o impulsos, bien sea que estemos solos o con otros. Nos sirven de brújula en todo momento para tener una actuación consistente en cualquier situación. Es decir, la honestidad es un comportamiento ideal, anhelado y todos lo aceptamos como algo cierto, la interpretación y el sentido que le damos en la práctica suele variar de una persona a otra. Estas diferencias se traducen en actitudes e incoherencias muy concretas. Por ejemplo, ser honesto, significa cumplir con todos los deberes dentro de una organización, pero no es común que se asocie la impuntual injustificada con la deshonestidad. No obstante, lo que se vive actualmente es una apología, en donde todo vale y se echa por la borda la espiritualidad. Por eso ahora las personas creen que puede hacer lo que deseen. Son por estas razones o circunstancias que muchas personas no son felices, el castigo que reciben los individuos por no respetar los valores; es decir, por ganar a toda costa haciéndole daño a alguien o realizando algo con mala intención, es perder la posibilidad de tener paz y armonía interior. Por otro lado, los valores morales son diversas formas de emplear dichos valores físicos, ya sea de forma positiva o negativa; son valores simbólicos y, por lo tanto, proceden del deseo del ser, de las posibilidades o potencialidades esenciales del ser humano. Son los valores que expresan la esencia del hombre, a la vez que la van transformando y enriqueciendo históricamente con las grandes creaciones de la cultura, la civilización, la humanización; son en concreto, valores de la libertad, paz, igualdad, justicia, amor, racionalidad, entre otros. A su vez, resulta importante decir que la visión que obtiene cada ser humano de la realidad, se inicia desde la infancia y está influenciada por factores físicos, así que va cambiando. Es decir, la visión de cada persona es única; sin embargo, los orígenes de esa perspectiva son los mismos, está integrada por los componentes: yo, los demás, la vida, el mundo físico y Dios. A través del tiempo, la persona se cuestiona sobre esta visión y su jerarquía de valores, de esta manera podemos ver que aunque ésta sea negativa, muchas veces la persona decide no cambiarla, porque es un mecanismo de seguridad. Y es precisamente esto lo que está pasándonos en nuestros días, sabemos que estamos mal, pero cambiar este paradigma de la realidad y nuestra escala de valores implicaría un enorme riesgo. Cada vez es más notable la tendencia general de la sociedad hacia el consumismo, las personas valen de acuerdo con lo que tienen sin importar cómo lo hayan conseguido. Del mismo modo, es muy claro que vivimos en una sociedad demasiado egoísta y no nos damos cuenta o, más bien, no queremos darnos cuenta de la cantidad de personas que viven en extrema pobreza en nuestro país y en muchos otros lugares del mundo, tampoco de la falta de solidaridad y de justicia social entre los seres humanos. Esto a la vez fomenta el individualismo, ya que cada persona se preocupa sólo por sí mismo y por tener cada vez más que los demás. Otro aspecto importante dentro de esta crisis de valores es el predominio de la actividad cerebral y el poco desarrollo de las emociones; lo cual se fomenta día con día por la enorme cantidad de información con la que se cuenta hoy a través de los medios de comunicación, la tecnología e Internet. No quiero decir con esto que la información sea algo negativo, como tampoco lo son los avances tecnológicos; pero creo que muchas veces no nos tomamos el tiempo necesario para reflexionar acerca de todo lo que vemos y escuchamos cada día, de hecho, la crisis de valores que vivimos en nuestros días se manifiesta en todos los aspectos de la vida humana: en el modo de hablar, de relacionarse con los demás, en la forma en que se quiere acumular todo, ya sean posesiones materiales, información o hasta gente, y también en el ambiente laboral. Sin embargo, el ser humano entre más tiene, más vacío se siente, ya que el consumismo exagerado lo aleja de los valores y principios que son la base de su existencia
En conclusión, creo convenientemente desde mi punto de vista, la
problemática que ha originado esta crisis de valores tiene su origen en la infancia, ya que es en esta etapa cuando se forjan muchos de los valores que regirán la vida de una persona, y es por esto que resulta de vital importancia que los niños reciban en sus familias y escuelas una educación integral. De esta manera, al pasar los años se convertirán en adultas y esas personas serán capaces de desarrollar un pensamiento ético, teniendo una visión diferente de la vida misma y se podrá emprender un cambio importante en nuestro país y a nivel global.