Postura epistemológica dominante en el sistema evaluativo de nuestro país.
En El Salvador, la evaluación de los aprendizajes de nuestros estudiantes ha sido mayormente enfocada en los resultados. Por consiguiente, tomando en cuenta las tres posturas epistemológicas que presenta Moreno (2014), podemos decir que la que mayor influye en nuestro país es la evaluación como tecnología. Justificación El sistema educativo del país ha diseñado el Currículo al Servicio del Aprendizaje con el propósito de ofrecer y mejorar la calidad de educación del país. Este documento establece que la docencia debería estar orientada a la formación de competencias, las cuales son definidas por Zabala, Antoni (2005) citado en MINEDUCYT (2008) como la “capacidad de enfrentarse con garantías de éxito a tareas simples y complejas en un contexto determinado” (p. 9). De tal manera, este documento es el que sirve como guía para determinar cómo los estudiantes lograran aprender y utilizar las competencias aprendidas en la escuela en contextos específicos. Además de determinar el proceso que se llevará a cabo en el aprendizaje de los estudiantes en el aula, el docente debe saber si los estudiantes están adquiriendo las competencias propuestas en la planificación de clases. Por tal razón, el MINEDUCYT (2008), cuenta con el documento Evaluación al servicio del aprendizaje el cual se diseñó para “entender la manera en que aprenden los estudiantes, sus fortalezas y debilidades, y así ayudarles en su aprendizaje”. Con base en lo anterior, el objetivo del MINEDUCYT es claro que se pretende mejorar la calidad educativa del país. Sin embargo, el sistema educativo tiene como base fundamental la evaluación tradicional, ejemplo de esto son los exámenes o pruebas objetivas que se aplican en las escuelas y la Prueba de Aprendizaje y Aptitudes para Egresados de Educación Media (PAES). Las primeras evaluaciones suelen realizarse a finales de periodos de clases y la PAES cuando el estudiante ha concluido su formación en el bachillerato. Siendo esto contradictorio con lo establecido por el documento Evaluación para el Servicio del Aprendizaje (2008) cuando menciona que “evaluar sólo al final, es llegar tarde para asegurar el aprendizaje continuo y oportuno” (p. 9). No obstante, en El Salvador, se sigue aplicando la Prueba de Aprendizaje y Aptitudes para Egresados de Educación Media (PAES), la cual, de acuerdo con el MINEDUCYT (2018) tiene como objetivo principal “recolectar información referente a los aprendizajes y niveles de logro alcanzados por los estudiantes, ya que uno de los indicadores indispensables del Sistema Educativo es el referido al rendimiento académico de ellos” (p. 6). Por un lado, la PAES se relaciona con la evaluación como tecnología planteada por Moreno Olivos (2014) ya que se espera que la PAES sirva como “instrumento de cambio en la enseñanza y el aprendizaje” (MINEDUCYT, 2018) del país. Sin embargo, la PAES, realmente ha sido utilizada para “la toma de decisiones relacionada con la clasificación, la selección y la certificación basadas en resultados números” (Moreno Olivos, 2014, p. 5). Ejemplo de esto son los rankings que se presentan año con año cuando se publican los resultados nacionales de la prueba que sirven para medir el “éxito o fracaso de la comunidad educativa del país”. Por otro lado, en la aplicación de la PAES, los estudiantes y docentes no tienen ningún tipo de participación para el diseño de la prueba, el rol que se les ha asignado a los estudiantes es el de “evaluados” y el de los docentes el de “vigilantes” de la prueba, lo cual Moreno Olivos define como “sujetos pasivos” (p. 6). Por lo tanto, la evaluación como tecnología es la que mas estrecha esta con el sistema de evaluacion del país ya que solo se encarga de medir y no ayuda a mejorar la calidad de la educación porque no se analizan e interpretan los resultados con otro propósito más que el de rendición de cuentas de las escuelas, docentes y los mismos estudiantes. finalmente, se puede decir que la prueba PAES no coincide con lo planteado en el Currículo al Servicio del Aprendizaje y la Evaluación al Servicio del Aprendizaje ya que se considera que es evaluación como tecnología. Postura que coincide más con el enfoque de evaluación inclusiva que el MINED propone (pero no practica) Dentro de las tres posturas que Moreno Olivos (2014) establece, la que coincide más con el enfoque de evaluación inclusiva es la evaluación como práctica cultural. Por un lado, este tipo de evaluación, es de carácter reflexivo que sirve para que los estudiantes sean críticos, deliberen e interpreten su proceso de aprendizaje. Esto coincide con lo que se establece en la Evaluación al Servicio del Aprendizaje (2008) que “la evaluación debe estar presente a lo largo de todas las acciones que se realizan durante el proceso de enseñanza-aprendizaje” y que la comunidad educativa debe ser considerada como “sujeto del aprendizaje” (Moreno Olivos, 2014, p. 9), es decir, la evaluación debe ser participativa. Por otro lado, el MINEDUCYT también está implementando la Política de Educación Inclusiva, la cual tiene como propósito cumplir con el derecho de la educación en El Salvador para que exista más participación en la educación de parte de toda la comunidad educativa “para afectar las prácticas pedagógicas y el contenido curricular del sistema para así responder a todos con equidad, eficacia, eficiencia y calidad” (MINEDUCYT, 2008, p. 28). Lo anterior, se relaciona con la evaluación como práctica cultural ya que provoca que la comunidad educativa delibere e intérprete las prácticas pedagógicas que se están llevando a cabo con base en el currículo para “el bien de los participantes”, es decir, la comunidad educativa. Lista de Referencias: MINEDUCYT. (2008). Curriculo al servicio del aprendizaje: aprendizaje por competencias. (Segunda Edición ed.). San Salvador, El Salvador. MINEDUCYT. (2008). Evaluacion al servicio del aprendizaje. (Segunda Edición ed.). San Salvador, El Salvador. Moreno Olivos, T. (2014). Posturas epistemológicas frente a la evaluación y sus implicaciones en el currículum. Perspectiva Educacional, Formación de Profesores, 53 (1), 3-18.