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ENTREPISO DE MADERA

GENERALIDADES

El entrepiso debe soportar las cargas verticales.


Debe poseer suficiente rigidez en su propio plano para garantizar su trabajo como diafragma.
No debe fabricarse con una losa de concreto, sino que debe consistir en:
Largueros: viguetas o alfardas que soportan el recubrimiento o piso.
El recubrimiento: que debe resistir la fuerza cortante y que puede hacerse de esterilla de
guadua, alambrón y mortero de cemento, malla expandida, alambrón y mortero de cemento, o
de tablas de madera.
Las soleras o carreras: que enmarcan el diafragma y forman parte del sistema de resistencia
en su plano, los entrepisos deben formar un diafragma que trabaje como un conjunto. Para
ello, los elementos del entrepiso deben estar debidamente vinculados para asegurar el trabajo
del conjunto. Sin embargo, no es necesario que el entrepiso funcione como un diafragma
rígido.

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Detalle 1: estructura y aislación termo acústica.

Detalle 2: instalación de entrepiso de hormigón.

Detalle 3: pilar y vigas hilan.

Detalle 4: instalación de entrepiso en apertura de puerta.

Unión viga principal y vigas secundarias solución de envigado para grandes luces y
superficies, cambiando el sentido del envigado y utilizando vigas laminadas como principales.
La viga principal puede quedar a la vista al ser la mayor sección, instalando el cielo solo bajo
el envigado.
ENTRAMADO DE MADERA

Los entramados, nombre que se asigna a las estructuras o esqueletos de madera, se forman
con diversas piezas vinculadas entre sí. Según su disposición, los entramados pueden ser
verticales u horizontales.

a) Entramados verticales:
Son usados generalmente para los esqueletos de paredes. Por lo común, la madera no se
asienta directamente en el terreno, sino que, para evitar la filtración de la humedad, descansa
sobre un fundamento de mampostería; se puede utilizar una base de madera, siempre que
esta sea dura, como el quebracho, el lapacho, etc. Encima de dicha mampostería se coloca un
grueso tirante, y sobre éste se apoya, encastrando los parantes, la estructura vertical. En las
aberturas correspondientes a las puertas y ventanas, se pone un travesaño superior, llamado
dintel, y otro inferior, umbral. El tipo de entramado vertical a adoptar, ha de ser, en cada caso,
el que más convenga.

b) Entramado horizontales o entrepiso de madera:


Los entrepisos de madera se componen ordinariamente de vigas y viguetas de sección
rectangular dispuestas horizontalmente y paralelas, las que en conjunto, forman el envigado
de la estructura.

Los tipos de vigas más usados son:


a) Las vigas simples de sección rectangular.
b) Las vigas compuestas, o acoplamiento.

Para grandes ambientes, también se emplean las vigas jabalconadas que pueden
aprovecharse como elemento decorativo, y las vigas en forma de celosía. Las vigas y viguetas
se disponen de manera que adopten el máximo momento de resistencia, o sea, que conviene
que la altura sea mayor que la base. Cuando las viguetas deben salvar luces considerables, el
momento de resistencia, y por lo tanto la sección, aumenta mucho, y resulta mejor, en estos
casos, reducir la luz de la vigueta a la mitad, mediante la aplicación de una viga maestra en el
centro del tramo.
Los perfiles o escuadría rectangulares más comunes de las viguetas, son de 3" x 4’’ / 3’’ x 6’’ /
3"x 9" / 4" x 6’’ / 4" x 9“.
Para que la vigueta sea más resistente, se utiliza la de sección 6" x 2" en lugar de la de 3" x 4"
ya que la superficie es la misma y la resistencia mayor. Si la longitud de las maderas es
grande, siendo delgadas tienen tendencia a arquearse; a fin de que esto no suceda, se
agregan listones de unión. Así, en el caso corriente de un piso de habitación, los rastreles se
unen entre sí por tablillas cruzadas que los mantienen sólidamente en su posición.
Tratándose de piezas verticales o parantes, también se unen entre sí con tablas oblicuas.
La separación de las viguetas, varía de 35 a 60 cm. de eje a eje, y depende de la escuadría de
la luz del peso que ha de soportar el piso. El empotramiento de las mismas, oscila entre 15 y
20 cm. según el espesor del muro y la luz entre los apoyos, o sea el largo de las viguetas,
entre 3,50 y 5m, teniendo en cuenta que una luz económica es de 3,25 a 3,50 m.

EMBROCHALADOS:
En muchos casos las viguetas, en sus entramados, deben quedar interrumpidas debido a la
existencia, en las paredes, de conductos de chimenea o de cajas de escaleras, cuyos
espacios han de quedar libres. Si aquello ocurriera, se salva el vacio mediante la colocación
de brochales o pequeñas viguetas apoyadas o ensamblados en otras dos perpendicularmente
a las que no deben ocupar los vacíos mencionados.
Las uniones entre vigas y viguetas en los entrepisos se hacen por simple superposición al
tope cuando hay lugar disponible, y cuando se desea evitar pérdidas de altura, por medio de
piezas laterales adosadas a la viga maestra.
En las regiones en que abunda la madera se suelen construir entrepisos macizos, llamados
entrepisos de bloque, formados por rollizos o medios rollizos labrados en tres caras y
colocados uno al lado de otro; la unión entre estas piezas, se efectúa con espigas de madera
dura de 3 centímetros de diámetro y 15de largo. Sobre este entrepiso de bloque se extiende el
contrapiso de hormigón y luego el embaldosado.
En los entrepisos de madera, generalmente se prescinde de los forjados o bovedillas, fijando
los pisos y cielorrasos de madera directamente en las vigas o viguetas.
Un tipo de piso muy usado es el siguiente: encima de las viguetas, y perpendicularmente a las
mismas, se colocan tirantillos, separados unos 60 cm, que apoyan teniendo por medio una
aislación de fieltro, sobre ellos se tiende el piso machihembrado. Si se desea que las viguetas
queden a la Vista, el cielorraso se aplica a los tirantillos, y si se quiere un cielorraso liso,
directamente a las viguetas.
Para que este piso resulte más económico, el entarimado se coloca directamente sobre las
viguetas, suprimiendo los tirantillos. En este caso, el cielorraso es el mismo entarimado con
las viguetas a la vista; de lo contrario, éste se aplica debajo de las viguetas.

Apoyan de eje a eje, rellenando de concreto las luces entre las mismas; luego, sobre estas
losas se hace el embaldosado. Puede procederse. Asimismo, de la siguiente manera: sobre
las viguetas se colocan alfajías de 1’’ x 4", separadas de eje a eje 28 cm, encima de las cuales
se aplica un piso de ladrillos, que es el que servirá de base al de mosaicos.
APOYO DE VIGAS

Apoyo de vigas de maderas: El apoyo de las vigas de madera constituye un punto débil de las
mismas, aunque las reacciones que se transmiten no alcanzan a tener tanta importancia como
en las de hierro y, por lo tanto, no requieren dados ni chapas de repartición de cargas; es
necesario, en cambio, protegerlas de la podredumbre. El largo del apoyo suele calcularse
igual a la altura de la viga y, por lo menos, en 1/20 de la luz. Las porciones de viga de madera
que se hallan en contacto con la mampostería están especialmente expuestas a pudrirse,
debido a la facilidad de absorber la humedad y a la poca ventilación. Por ello, conviene pintar
dichas partes con creosota y reducir en lo posible estos puntos de contacto, dejando, sobre
todo en el frente de las vigas, un espacio libre de más o menos 2 cm, si es posible ventilado, o
envolviendo en chapas de cinc u otro material aislante las partes embutidas. Los apoyos de
estructuras importantes de madera deben ser accesibles o aireados, para evitar la
putrefacción y permitir su examen en todo momento.

Los apoyos de viguetas sobre paredes, cuando hay reducción de espesor de las mismas a la
altura del entrepiso, pueden hacerse sobre una solera de madera, o, en caso contrario, sobre
una saliente de hormigón o bloques de piedra con lo que se evita por completo todo contacto
con la mampostería se asegura una ventilación eficaz en los apoyos. Otro procedimiento
eficaz es apoyar las viguetas en una solera de madera que descansa en soportes de hierro
empotrados en la pared a distancias adecuadas. El apoyo dé las viguetas sobre la viga
maestra, es de realización diversa. Si no hay inconveniente en que la viga maestra sobresalga
por debajo, las viguetas se harán descansar encima de ella, ya sea al tope y con grapas de
unión o adosadas para darles mayor apoyo.
Pero, como no siempre se puede dejar aparente la viga, se procura a veces disimularla en el
espesor del suelo naturalmente, ensamblando las viguetas en los lados de las vigas en lugar
de hacerlas descansar encima.

Existen varios sistemas de apoyo de viguetas en los costados de las vigas: entre ellas,
apoyadas sobre soleras de madera sujetas con pernos;
Apoyadas sobre soleras colgadas con grapas de la viga maestra, y apoyada sobre hierro
ángulos que se sujetan con pernos a la viga. Estas viguetas se acoplan al costado de las vigas
a la altura que requiera el sistema de piso a adoptar, ya sea conservando idéntico nivel que la
viga o de manera que la misma quede en un plano más alto o más bajo.
Para muchos productores o transformadores madereros, es una alternativa para producir y
vender un insumo con valor agregado. Para los usuarios, es la posibilidad de contar en obra
con piezas de largo y sección inusual, incluso curvas o de sección variable. Se presenta como
una buena solución para ambos. Si bien es lógico y deseable considerar la fabricación de MLE
como la posibilidad de producir valor agregado a un producto maderero, puede ser
extremadamente peligroso y contraproducente si se olvida que su destino final debe ser un
elemento resistente.

Vigas: En secciones pequeñas son el reemplazo adecuado, sin limitaciones de largo, de


correas y cabios de madera aserrada. Las vigas pueden ser tan largas como sea posible
transportarlas. Las estructuras con vigas en voladizos importantes son una solución
especialmente adecuada para coberturas deportivas.

Columnas: No tienen alabeos y su eje se mantiene rígido cualquiera sea el cambio del tenor
de humedad. Su capacidad portante es muy elevada y su sección crítica depende de la
resistencia al pandeo.

Arcos: Los arcos bi y triarticulados son las construcciones más comunes para salvar luces
libres de dimensiones medianas y grandes. El perfil más simple y económico es el de un arco
circular con aproximadamente una flecha del 15% de la luz libre. Es muy eficiente en zonas de
clima templado, sin riesgos de nieve o vientos muy fuertes.

Pórticos: Los sistemas de empotramiento de columnas y vigas en el punto de vinculación


permite configurar diversos pórticos de una o dos pendientes. Son habituales en la realización
de naves industriales, centros deportivos, aserraderos, depósitos y tinglados agrícolas. El
pórtico triarticulado apuntado con apoyos a nivel del suelo es la solución ideal para luces
iguales o superiores a 20 m sin muros laterales de carga.
Cerchas: La triangulación es una solución técnica muy eficiente para resolver la sustentación
con un mínimo de material. Las cerchas de madera laminada encolada estructural son la
solución más ventajosa para la cubierta de curtiembres, saladeros y depósitos de cualquier
material químicamente agresivo, ya que unen a su especial resistencia mecánica una elevada
resistencia a emanaciones ambientales destructivas para el hierro y el hormigón armado. Con
la utilización de madera impregnada y adhesivo para exterior, las cerchas de madera laminada
encolada estructural son una propuesta adecuada para resolver puentes carreteros, para vías
ferroviarias y pasarelas peatonales.

VENTAJAS - PROPIEDADES
Liviandad: el peso propio de los elementos laminados Son bastante inferiores a los elementos
tradicionales de acero u hormigón, significando una reducida inercia, que en países sísmicos
como Chile constituye una importante ventaja. Calidad estructural y resistente a condiciones
climáticas

Flexibilidad: se logran diseños de formas diversas, cubriendo grandes luces sin apoyos
intermedios.

Aislación térmica: como ya se mencionó, la madera tiene una transmisión térmica inferior a los
materiales tradicionales (acero y hormigón), lo que significa excelentes propiedades aislantes.
Aislación eléctrica: La madera seca es un excelente aislante térmico y eléctrico. Las
estructuras de madera no generan el efecto de “Jaula de Faraday” que impide o distorsiona
las recepciones de radio o TV. Su insensibilidad al magnetismo es la hacen apropiada para la
construcción de salas de transmisión y laboratorios de investigación.
Resistencia química: En ambientes ácidos o alcalinos no reacciona con agentes oxidantes o
reductores.
Resistencia al fuego: La madera laminada resiste por largo tiempo una eventual exposición
ante las llamas, muchos ensayos han demostrado que sólo se compromete 1,5 a 2,0 cm de la
superficie exterior.

Estética: El grado de terminación y calidez de la madera se hace presente en forma notable en


las estructuras de madera laminada encolada.

Elevada estabilidad dimensional: Gracias a su proceso de producción, la madera laminada


encolada ofrece una gran estabilidad dimensional y un mínimo de grietas.

Gran variedad de formatos: La madera laminada encolada puede producirse en casi cualquier
formato y dimensión.
Acabado de alta calidad: Aspecto uniforme y excelente con escáner y cepillo de la última
tecnología.

Hinchamiento y contracción: La madera laminada encolada está secada a la humedad de


montaje. De esta forma se minimizan los fenómenos de hinchamiento y contracción naturales,
así como la formación de rendijas y grietas.

Seguridad sísmica: La madera laminada encolada permite realizar estructuras con una
elevada seguridad sísmica.

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