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INTRODUCCION
Para los escolásticos, la verdad revelada era lo dictaminado por Dios en las
Sagradas Escrituras, y la manera de acercarse a estas revelaciones era
mediante aquellos hombres iluminados por Él.
Los filósofos más importantes de esta época fueron Juan Escoto, Anselmo de
Aosta y Santo Tomás de Aquino, que son materia de esta investigación.
1
En cuanto a la patrística es la especulación de los Padres de la Iglesia, que
con la extensión del Cristianismo en el mundo greco-romano en los comienzos
del Siglo II de nuestra era, surge el desafío a los cristianos cultos de la época,
no sólo de vivir el cristianismo, sino de exponerlo y hacerlo comprensible a la
mentalidad culta de los paganos. Este esfuerzo de interpretación constituye el
quehacer filosófico de los Padres de la Iglesia. La Patrística se caracteriza por
su defensa racional del cristianismo frente a los ataques del paganismo
filosófico y religioso, y por su aceptación de las verdades filosóficas que
convienen con la revelación cristiana. Los representantes más importantes de
esta filosofía Patrística son Justino, considerado el padre de la patrística,
sostenía que el cristianismo es la “única filosofía segura y útil” y que la razón es
el Verbo de Dios (Cristo); Orígenes, un importante sacerdote de este período,
utilizó la dialéctica como método de enseñanza. Su doctrina se considera el
primer gran sistema de la filosofía cristiana. Afirmaba la superioridad del
conocimiento que resume en sí a la fe; y que la fe, al profundizarse en sí
misma, se convierte en conocimiento; San Agustín, obispo de Hipona, basó
investigación en Dios y el Alma. Afirmaba que Dios está en el alma, por lo
tanto buscar a Dios es buscar el Alma y buscar el Alma es internarse aún más
en sí mismo.
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CAPITULO I
LA ESCOLASTICA
1.1 CONCEPTO.-
Es el movimiento filosófico y teológico importante, puesto que intentó
utilizar tres aspectos: la razón natural humana, en particular la filosofía
y la ciencia de Aristóteles, ello para poder comprender mejor el
contenido sobrenatural de la revelación cristiana.
Considerado como el principal movimiento en las escuelas y
universidades medievales de Europa1, es importante enfatizar que
desde mediados del siglo XI hasta mediados del siglo XV, perseguía un
máximo ideal que era integrar en un sistema ordenado tanto el saber
natural de Grecia y Roma como el saber religioso del cristianismo.
1.2 DEFINICIÒN.-
El término escolástica obedece a un sentido más amplio para expresar
el espíritu y métodos característicos de ese momento de la historia de la
filosofía o cualquier otro espíritu o actitud similar hacia el saber
encontrados en otras épocas.
1 http://mundodelafilosofiamedieval.blogspot.pe/p/escolastica.html
3
preocupación de los escolásticos, el conocer nuevos hechos no fue
prioridad para ellos, a lo acotado este interés marca la diferencia entre
la escolástica y el pensamiento moderno desde el renacimiento, que
vendría hacer la característica más relevante.
1.4 OBJETIVO.-
Fue su convicción de la armonía fundamental entre razón y revelación.
Los escolásticos afirmaban que el mismo Dios era la fuente de ambos
tipos de conocimiento y la verdad era uno de sus principales atributos.
No podía contradecirse a Sí mismo en estos dos caminos de expresión.
Cualquier oposición aparente entre revelación y razón podía deberse o a
un uso incorrecto de la razón o a una errónea interpretación de las
palabras de la revelación.
2 http://filosofiainstitucional2010.blogspot.pe/2010/05/metodo-escolastico.html
4
A lo acotado, en filosofía, esa autoridad era atribuida de un modo casi
mecánico y procedimental a Aristóteles.
En teología, los textos principales eran:
-La Biblia y
-El Sententiarum Libri Quatuor (Cuatro libros de Sentencias) del teólogo
y prelado italiano del siglo XII Pedro Lombardo, una recopilación de las
opiniones de los primeros Padres de la Iglesia sobre problemas de
teología.
3
http://www.luventicus.org/articulos/04U004/index.html “La Escolástica se vio movilizada por
un doble impulso: el respeto de la autoridad de Dios (representada por la Biblia, la tradición de
los Padres de la Iglesia y el Magisterio de la Iglesia) y el ejercicio de la razón. La búsqueda del
equilibrio entre ambos y la definición de su mutua relación fue una de las cuestiones de mayor
importancia para los filósofos de este período. El objetivo, el ideal al alcanzar, era integrar el
saber que los griegos habían obtenido naturalmente, a través de la experiencia y la razón, con
el saber recibido sobrenaturalmente por los cristianos a través de la revelación y la fe.
4 http://www.luventicus.org/articulos/04U004/index.html
6
producciones racionales, sosteniendo que la revelación y la fe no
siempre podían encontrar respaldo y fundamentación en la filosofía. La
filosofía de mediados del siglo XIV es una filosofía que comienza a verse
“liberada” de las ataduras de la teología y que se propone encontrar y
definir su propio programa de acción. Es allí donde la tradición filosófica
de la antigüedad, la recuperación de autores y textos y el cambio de
cosmovisión contribuyen a crear las condiciones de posibilidad para que
la filosofía se asocie con las nuevas ciencias, especialmente aquellas
que permitía un conocimiento progresivo de la realidad y del mundo: la
matemática, la física, la astronomía. Sin embargo – y por mucho tiempo
– la filosofía escolástica será la filosofía de las universidades y de las
instituciones asociadas a la Iglesia.
5 http://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/tomas_deaquino.htm
7
señalando, por primera vez en la historia, que eran compatibles
con la fe católica. A Tomás se le debe un rescate y
reinterpretación de la metafísica y una obra de teología aún sin
parangón, así como una teoría del Derecho que sería muy
consultada posteriormente. Canonizado en 1323, fue
declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y santo patrón de las
universidades y centros de estudio católicos en 1880. Su
festividad se celebra el 28 de enero. Tomás de Aquino es, junto
con Aristóteles, Agustín, Leibniz, Kant y Hegel, uno de los
intelectuales más profundos, sistemáticos y fecundos de la
Historia.
8
Ontología: Siguiendo a Aristóteles, Santo Tomás considera
que, cuando el hombre nace, lo hace con el entendimiento
«tanquam tabula rasa, in qua nihil est depictum» («como tabla
rasa, en la que nada hay escrito»).Así, careciendo de ideas
innatas, todo nuestro conocimiento intelectual de la vida
presente ha de llegarnos durante la misma vida, y precisamente a
través de los sentidos. Parecería admitir una excepción con
respecto a intelección de los primeros principios, de los que
dice que son «quasi» innatos. Probablemente esto no pasa de
ser una desafortunada expresión, una más de las que dan pie a
no menos desafortunadas interpretaciones y consecuencias.
Santo Tomas, como Aristóteles, admite la inducción, pero la
valora poco y la introduce menos en su filosofía como medio de
explicación de procesos cognoscitivos. Por eso apela al «quasi»
innatismo de la intelección de los primeros principios, al percibir la
espontaneidad humana de su conocimiento y aceptación, sin
percatarse de que tal espontaneidad procede de una experiencia
constante y reiterada desde nuestro nacimiento, que no es otra
cosa que una inducción en toda regla a partir de la sensación y la
experiencia.ST sostiene (y explica con claridad) la misma
doctrina de Aristóteles sobre la existencia y función del
entendimiento agente. Lo notable es que, el mismo Santo
Tomás sostiene el carácter de facultad humana del entendimiento
agente, realiza en su filosofía el gran descubrimiento del acto de
ser (común en sujeto y objeto, en fantasma, entendimiento y
concepto), fundamento explicativo más que suficiente del
acto cognoscitivo de cualquier facultad o potencia
cognoscitiva incluida la intelectiva humana.
Conocimiento:
9
y de todo lo real, Dios. Todas las criaturas tienen
una composición metafísica de esencia y existencia (son
contingentes, limitadas) frente al único ser necesario e
infinito, Dios, que es la causa de su existencia. Partiendo de
Dios, Santo Tomás nos ofrece una visión de la realidad
creada en forma jerárquica. Para referirse a los seres
creados (compuestos) se sirve de conceptos aristotélicos:
acto y potencia, sustancia y accidentes, materia y
forma, añadiendo la distinción esencia/existencia. La
jerarquización de los seres vendrá dada por su mayor o
menor simplicidad y su mayor cercanía al puro existir de
Dios. En la cúspide de la creación están
los ángeles (compuestos de esencia y existencia), después
los hombres (con un alma que es su forma sustancial, unida
a una materia). Las sustancias del mundo corpóreo están
compuestas de materia y forma. En el hombre la "forma" es
su alma y puede existir con independencia del cuerpo; en
cambio, los seres sensitivos ―como los animales― o los
puramente vegetativos ―como las plantas― tienen formas
corruptibles y dependientes de la materia. Las formas de
los seres inertes y las formas de los elementos
primeros son las más imperfectas. En un grado inferior
están las formas accidentales (que necesitan de las
substancias para existir) y la absoluta potencialidad de
la materia prima, que es pura capacidad de ser.
2. El hombre, imagen de Dios. El hombre se compone
de cuerpo y alma espiritual; por el cuerpo se vincula con el
mundo sensible y por el alma con el mundo espiritual. Es lo
más perfecto en el orden sensible y lo menos perfecto en el
orden de las sustancias intelectuales. La concepción del
hombre tomista combina la óptica aristotélica y el
pensamiento cristiano: a los vivientes les corresponde un
conjunto de operaciones distintas de los no vivientes: nacer,
nutrirse, crecer, reproducirse, moverse localmente y morir, y
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en los grados superiores sentir, pensar y querer. Santo
Tomás define el alma como el principio de la vida y
como la forma de un cuerpo físico que tiene vida en
potencia. Es lo que distingue a los vivientes de los no
vivientes. Hará mención también a las facultades o
potencias activas del alma con los que realiza las
operaciones vitales: corpóreas (requieren un órgano
corporal), o incorpóreas (el entendimiento y la voluntad).
Además del intelecto, dividido en teórico y práctico, el alma
humana contiene tres facultades: la voluntad o apetito
racional, las facultades de la sensación (vista, oído...) y
la sensualidad o apetito sensible. Santo Tomás defiende
el dualismo antropológico, pero su posición es más
moderada que la platónica al entender que la palabra
"hombre" designa la unidad de cuerpo y alma, y no
únicamente alma, como era el caso de Platón.
3. El hombre hacia Dios. El hombre se encuentra en el orden
sobrenatural por la gracia divina, merced a la cual alcanza
un estado de perfección al que no puede llegar por sí mismo,
pero ninguna esfera de la actividad humana se pueden
comprender sin la referencia de lo humano hacia Dios:
11
b) Dios como objeto último de la voluntad: Dios, por ser
el ser superior, es la bondad perfecta e infinita. También la
vida moral está dirigida hacia el logro de la beatitud: Santo
Tomás defiende un punto de vista teleológico o
finalista del universo, pero el hombre es el único ser que
tiene conciencia de los fines y de los medios y que puede
ser impulsado a la acción por ideas de lo bueno y de lo
correcto. La voluntad tiende naturalmente a buscar el bien,
búsqueda que sería totalmente caótica sin la intervención de
la razón. En relación con Dios (el bien perfecto), Dios mueve
la voluntad humana necesariamente. Pero respecto de los
bienes menos perfectos, la voluntad no está obligada
necesariamente a ir hacia ellos (es libre). La ética se centra
en los bienes que permitan al hombre alcanzar su bien
último o Dios. En su teoría de las virtudes, el Aquinate sigue
a Aristóteles, añadiendo algunos elementos de su
perspectiva cristiana. Las virtudes son los hábitos gracias a
los cuales el alma puede realizar bien cada uno de los fines
a los que tiende. Puesto que en el alma encontramos
distintas partes, habrá también distintos tipos de virtudes:
las intelectuales o perfecciones del intelecto (arte,
prudencia, inteligencia, ciencia y sabiduría), y las morales o
perfecciones de las facultades apetitivas (la justicia de la
voluntad, y la fortaleza y templanza, del apetito inferior,
irascible y concupiscible), y que consistirán en el justo
medio entre dos vicios, uno por defecto y otro por exceso.
A esas virtudes añade las virtudes sobrenaturales o
teologales (fe, esperanza y caridad), que tienen como
objetivo Dios mismo, perfeccionan la disposición humana
hacia al orden sobrenatural y son infundidas en nosotros por
Dios.
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aristotélica y de sus creencias cristianas. El hombre tiene un
fin sobrenatural, pero debe conseguirlo mediante su
actividad y su vida en el Estado, aunque de forma completa,
sólo lo alcanza en la otra vida. El Estado es una institución
natural fundamentada en la naturaleza del hombre. El
hombre es un ser político que vive en comunidad lo cual
exige un gobierno que mire por el bien común. Tanto la
sociedad como el gobierno, por ser connaturales al hombre,
tienen en último término justificada su existencia en Dios,
creador de la naturaleza humana. Como el fin sobrenatural
del hombre consiste en conseguir la beatitud eterna, que es
competencia de la Iglesia, el Estado, aún siendo autónomo,
queda supeditado indirectamente a aquella. Así, el Estado
debe guiar y legislar para que los ciudadanos vivan
virtuosamente y alcancen el fin que les es propio: la
salvación eterna. Las leyes (mandatos que descansan en la
razón y según los cuales algo es inducido a obrar), deben,
pues, orientarse hacia la consecución del bien común.
Existencia de Dios6:
6 http://www.selectividad.tv/S_FF_4_2_2_S_la_existencia_de_dios_segun_santo_tomas.html
14
1. El problema de su demostración. Podríamos pensar que
Dios puede ser perceptible directamente por la razón, al modo
como vemos las verdades del tipo "los triángulos tienen tres
lados"; a estas proposiciones las denomina Sto.
Tomás evidentes en sí mismas; en ellas el predicado se
incluye en el sujeto pues en la esencia de sus objetos se
encuentra la propiedad referida en la proposición. Son,
además, evidentes para nosotros cuando las vemos como
verdaderas con solo comprender el concepto sujeto. Si la
existencia de Dios se incluyese en su esencia, entonces
podríamos captar la verdad de la proposición “Dios existe” con
la mera comprensión del término "Dios"; algunos filósofos (S.
Anselmo p. ej.) creerán que se puede mostrar la existencia de
Dios basándose en ese supuesto (el "argumento ontológico").
Sto. Tomás mantendrá, por el contrario, que no cabe una
argumentación de ese género porque la esencia de Dios no
nos es dada con la misma claridad que por ejemplo, la esencia
del triángulo. Ello quiere decir que la proposición "Dios existe"
no es evidente para nosotros, aunque sea evidente en sí
misma (pues es verdad que la existencia se incluye en la
esencia de Dios).
Santo Tomás aborda el tema de la existencia de Dios en varias perspectivas, desde la polémica
escolástica de las relaciones entre fe y razón; Filosofía y Teología, desde la Antropología,
desde la Ontología, y, naturalmente desde la Teología Natural. Su obra cumbre la Suma
Teológica se ha considerado como la mejor catedral gótica del pensamiento cristiano.
En esta obra, estudia el tema de Dios desde dos puntos de vista: la teología existencial y la
teología esencial. Es decir, en primer lugar se ocupa del tema de la existencia de Dios y en
segundo lugar de sus propiedades o características.
Según Santo Tomás la existencia de Dios es un conocimiento natural en el ser humano, al que
puede llegar con el uso adecuado y lógico de su razón, incluso sin haber conocido la
Revelación cristiana, ni haber realizado un acto de fe. La razón, dirigida lógica y
científicamente puede alcanzar la certeza de la existencia de Dios, e incluso de la inmortalidad
y espiritualidad del alma.
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2. Las cinco vías. Según Santo Tomás, la demostración
meramente racional de la existencia de Dios no es la adecuada
pues no es acorde a las facultades humanas; debemos llegar a
Dios a partir de lo más conocido para nosotros, de la
experiencia sensible. Sus pruebas (las Cinco Vías) tienen
antecedentes en Aristóteles y Platón y son demostraciones a
posteriori: parten de los efectos de la actuación de Dios en el
mundo para remontarse a Él como causa última. La Tercera
Vía comienza destacando uno de los rasgos más importantes
de todos los objetos finitos, la radical insuficiencia de su ser,
la contingencia: todos los seres existen pero podrían no existir;
si existen y podrían no existir es pensable un tiempo en el que
no existían; y si nada más que ellos existiera en la realidad,
ahora nada tendría que existir. Como este no es el caso, es
preciso suponer que exista un ser necesario, un ser que tenga
la razón de su existencia en sí mismo y no en otro, y ese ser es
Dios. La Quinta Vía parte de la existencia de orden en el
mundo natural y de la necesidad de que exista siempre una
inteligencia que dirija el comportamiento de aquellos seres que
tienen conducta final, conducta ordenada a un propósito. Es el
caso de que los seres naturales no disponen de inteligencia,
luego han tenido que ser creados por otro ser que les haya
dado su disposición al comportamiento más adecuado para
alcanzar los fines que les son propios; en conclusión, debe
existir una Inteligencia Ordenadora a la que cabe llamar Dios.
Esencia de Dios:
16
conocimiento racional. Para ello empleará varios recursos: la
afirmación: afirmaremos de Dios únicamente aquellas
propiedades puras que no traen consigo imperfección; la
negación: obtenemos un concepto negativo de Dios negando
de Dios las propiedades de las criaturas que implican
imperfección; la eminencia diremos que Dios posee de forma
infinita las perfecciones que encontramos en las criaturas. Por
su parte, la analogía nos recuerda que las palabras empleadas
para pensar a Dios no tienen exactamente el mismo significado
que poseen cuando las empleamos para referirnos a las cosas
finitas (no tienen un significado unívoco), pero tampoco
equívoco, sino analógico, en parte igual y en parte distinto.
17
El alma y el cuerpo7:
7 http://www.lasangredelleonverde.com/platon-el-alma-y-el-cuerpo/
“Para el filósofo griego el hombre está compuesto de alma y de cuerpo pero esas dos
realidades no están unidas de manera esencial sino accidental como un conductor (alma) a su
vehículo (cuerpo). Mientras que el alma es inmaterial e inmortal, el cuerpo es material y está
sujeto a la corrupción física y en último término la muerte. Además, el alma es preexistente al
cuerpo y se ve forzada a encarnarse en este mundo material reiteradamente. Esta idea de la
reencarnación, también llamada metempsicosis, fue probablemente tomada por Platón de los
filósofos pitagóricos y la religión órfica.
Aunque Platón asume que es responsabilidad del alma cuidar del cuerpo y mantenerlo, lo
corporal tiene un papel subsidiario frente al alma”
18
como el ojo tiene en potencia la capacidad de ver y el ver es su
acto o perfección, ciertos cuerpos tienen en potencia la vida,
tienden a realizar actividades vitales –crecer, percibir, sentir– y
el alma es lo que les permite actualizar o hacer reales dichas
capacidades. En los seres vivos la substancia es el individuo
compuesto de cuerpo y alma, no es ni el cuerpo solo ni el alma
sola. El alma es la forma de los seres vivos porque es lo que
les da realidad plena y les capacita para las operaciones
propias del ser viviente.
1.7.1.3 INFLUENCIAS:
De Platón para explicar la relación entre Dios y las
criaturas, así como la cuestión de los grados de
perfección. Tomás también conocía a
los estoicos como antecedentes de la idea tomista de
ley natural.
De Aristóteles coge sus teorías principales, aunque
con la perspectiva cristiana del ser, como se ha visto
antes. Los conceptos de forma y materia, acto y
potencia, substancia y accidentes y Dios como
fundamento último de los movimientos de la realidad
(primera y quinta Vía). Asume toda su teoría del
conocimiento y las bases de su antropología: la
concepción formal del alma y su división tripartita. En
Ética y Política recoge el concepto y la clasificación
aristotélica de la virtud y completa sus aportaciones
sobre la ley natural (base del derecho natural, que, aún
defendido por John Locke e Inmanuel Kant, es
metafísico), y completa estos esquemas con la
20
referencia a la ley eterna y las virtudes teologales
(ajenas a la misma cultura griega). Por otra parte,
la Lógica la acepta íntegramente desde su juventud.
Del pensamiento musulmán y judío, además de
acoger sus comentarios a Aristóteles destaca por su
atención a Avicena en su distinción (aún inexacta,
debido a su esencialismo) entre esencia y existencia, y
en la formulación de la Tercera Vía.
De Maimónides recoge la defensa de la creación de la
nada y su modo de entender las relaciones entre la fe y
la razón. En cuanto a lo cristiano, es fundamental
recordar su adhesión inquebrantable a la Biblia, los
Decretos de los Concilios y los Papas
(destaca Gregorio Magno por sus tratados morales y
pastorales). Entre los Padres de la Iglesia destaca,
eminentemente, Agustín de Hipona en la relación de
los atributos de Dios, la idea de la creación o la tesis de
la inmaterialidad del alma, la cuestión de
la Trinidad entre muchas otras (afinadas por su
aristotelismo).
De otros neoplatónicos como Pseudo Dionisio
Areopagita asume los aspectos neoplatónicos de sus
obras, como el concepto de participación y los grados
de perfecciones, en clave teológica.
De Boecio, sus aportes a los dogmas trinitarios y
cristológicos. Alberto Magno, en último lugar, le
introdujo en el conocimiento de Aristóteles y le inició en
la cuestión de los trascendentales.
Respecto a su influencia posterior, Tomás jugó un papel
capital, nunca antes visto en la Iglesia católica, como referencia
y modelo de pensamiento, tanto en la Inquisición como en
el Concilio de Trento.
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1.7.2 JUAN SCOTO ERIGENA:
1.7.2.1 BIOGRAFIA9.-
Nacido en Irlanda en 1810, es el creador del primer gran sistema
filosófico de la edad media. Al parecer era descendiente de
escoceses pero, como ya se ha dicho, debió nacer en Irlanda como
así lo indica el uso del seudónimo Johannes Ierugena o Eríugena
(que quiere decir "nacido en Irlanda"). En torno al 847 Carlos I, rey
de Francia, le nombra supervisor de la escuela de la corte y le
encarga que traduzca al latín las obras del neoplatónico Dionisio el
Areopagita. Eríugena, que no quiso someter sus obras al control de
la censura, entró en conflicto con el papa Nicolás I. El rey Carlos le
prestó su apoyo, aunque tuvo que vivir recluido en la corte hasta la
muerte del monarca en 877. Los concilios de Valence (855),
Langres (859) y Vercelli (1050) condenaron el tratado De Divina
Praedestinatione (Sobre la predestinación divina, 851), que
defiende la creencia de Hincmar, arzobispo de Reims, sobre el
destino final de los individuos en el sentido de que éste no depende
de Dios de una forma absoluta, ya que la voluntad también tiene
algo que decir sobre la salvación o la condenación. Por otra parte,
Eríugena afirma también en sus escritos que no existe nada
semejante a la condenación como se cree conforme a la tradición.
Todos los seres humanos, afirma, se transformarán por igual en
espíritus puros. En su panteística obra De Divisione Naturae (Sobre
la división de la Naturaleza, 865-870), rechaza la creencia cristiana
de que el universo fuera creado de la nada. Sostiene más bien que
el mundo del espacio y del tiempo es una manifestación de las
ideas presentes en el pensamiento de Dios y describe a este dios
como el punto más alto de toda la evolución. Eríugena afirma
también que la razón no necesita ser sancionada por la autoridad;
más bien al contrario, la razón es en sí misma la base de la
autoridad.
9 http://www.filosofia.org/enc/ros/escoto.htm
22
1.7.2.2 DOCTRINA FILOSOFICA10.-
10
http://ec.aciprensa.com/wiki/Juan_Escoto_Eri%C3%BAgena
23
Escoto Erigena es panteísta y fue condenado por la Iglesia
Católica11.
11 http://www.filosofia.org/enc/ros/escoto.htm
24
cosas y de connatural sociabilidad, gobierna muchas de
sus enseñanzas. También se opone a las tendencias
teocráticas de la cristiandad medieval; y ejercitó notable
influjo en la vida pública de la Iglesia y de la sociedad de
su tiempo. Las necesidades del momento le llevaron a
estudiar las leyes de la economía, del cambio, del valor de
la moneda y su influencia en la sociedad. Con su
extraordinaria doctrina y sus nuevos métodos pedagógicos
formó una pléyade de discípulos. No sólo renovó sus
estudios teológicos con una orientación humanística, sino
los de Derecho Público, siendo el creador de la Ciencia del
Derecho Internacional y fundador de la Escuela Española
del siglo XVI, Dejó manuscritos y apuntes de clase, que
luego han sido publicados.
12 http://www.webdianoia.com/medieval/anselmo.htm
28
Solamente el año 1106 pudo volver a Inglaterra para morir,
tres años después, en la ciudad de Canterbury.
13 http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1338134?sp=y
29
son las cosas. Pero las cosas no podrían ser causa
de la verdad si ellas mismas no tuvieran en sí una
verdad producida por la summa veritas que es Dios.
Se da, pues, en él, una solución al problema de los
universales, como se ha mencionado, de impronta
netamente platónica.
Relaciones entre razón y fe.- Cuando Anselmo se
plantea el problema del conocimiento de la summa
veritas, unas veces parece confiar enteramente en
la razón, y otras cree que sin un previo acto de fe el
hombre no llegará a ese conocimiento. Algunos han
querido explicar este hecho afirmando que Anselmo
sólo pretende hacer teología, y que para él la razón
tiene valor solamente en función de aquélla. Pero
quizás sea más correcto interpretar estos datos
como una evolución de su pensamiento.
En el Monologion y en el Proslogion intenta llegar a
la pura verdad por argumentos puramente
racionales. Pero las objeciones que surgieron
contra los argumentos presentados en estos libros,
le hicieron pensar que para llegar a las realidades
superiores hacía falta partir del hecho de la fe. Y
esta es su postura en Cur Deus homo y en De
incarnatione.
Las pruebas de la existencia de Dios.- San
Anselmo había presentado ya algunos argumentos
sobre la demostración de la existencia de Dios,
acompañando a otras reflexiones de carácter
marcadamente teológico. La demostración que nos
ofrece en el "Proslogion" fue motivada, según sus
propias palabras, por la petición de sus
compañeros benedictinos de reunir en un solo
argumento la fuerza probatoria que los argumentos
presentados en el "Monologion" ofrecían en
30
conjunto. Con esta prueba, conocida como
"argumento ontológico", San Anselmo pretende no
sólo satisfacer dicha petición sino también dotar al
creyente de una razón sólida que el confirme
indudablemente en su fe. En esta obra, la
argumentación es a posteriori, partiendo de la
gradualidad de las perfecciones en las cosas
sensibles. Existen en el mundo muchas cosas
buenas, unas mejores que otras, sin que el bien se
identifique con alguna de ellas. Decimos que una
cosa es mejor que otra porque la pensamos en
relación con el único y supremo Bien. Igualmente
todo cuanto existe se debe a un único y supremo
Ser, que hace que todo lo demás exista. Pero la
prueba original de Anselmo es la argumentación a
priori tal como la expone en el Proslogion, el
llamado "argumento ontológico". Parte de la
constatación de que cualquiera que afirme (o
incluso niegue) la existencia de Dios, lo está
concibiendo como "el ser del que nada puede
pensarse mayor que él". Al menos, pues, ese ser
existe en la mente. Pero es absurdo pensar que
solamente existe en la mente, porque también se
puede pensar que exista en la realidad y en ese
caso éste será mayor que aquél. Por lo tanto, para
evitar la contradicción, debemos concluir que el ser
del que no se puede pensar nada mayor, existe
tanto en la mente como en la realidad. La validez
de este argumento fue puesta en duda por el monje
Gaunilón, ya que de la idea de algo perfecto y
maravilloso (una isla, por ejemplo) no se puede
deducir su existencia real. A esto respondió
Anselmo que el argumento sólo vale para el caso
del ser perfectísimo, porque de otro modo dejaría
31
de serlo, ya que la existencia real de algo supone
una perfección superior a la mera idea de lo mismo.
Partiendo de la conclusión de que Dios es sumo
Bien y sumo Ser, podemos atribuirle todas aquellas
perfecciones que, en cualquier caso, son mejores
que su negación. Y todas ellas se le atribuirán no
como participadas de algún otro, sino como
idénticas a su esencia.
33
CAPITULO II
LA PATRISTICA
2.1 CONCEPTO:
Del latín Pater: Padre, es la teología cristiana que se manifiesta en los
siglos I y VIII, apologética de los Padres de la Iglesia. Estos al principio
defendían los dogmas de la religión cristiana contra el paganismo y
afirmaban la incompatibilidad de la fe cristiana (dogma) con la filosofía
antigua; a partir del siglo III la patrística se aboca a adaptar la filosofía
Griega –neoplatonismo-(convenientemente e inteligentemente) a los
fundamentos del cristianismo15. Se ha denominado Patrística a la
especulación de los Padres de la Iglesia16
2.2 DEFINICIÒN.-
La religión cristiana es para los padres de la Iglesia, la expresión cumplida
y definitiva de la verdad que la filosofía griega sólo había logrado intuir y
construir de manera imperfecta y parcialmente. La razón (logos) que se
hizo carne en Cristo y que se conoce por la palabra por El revelada
plenamente a los hombres, es la misma en la cual se inspiraron – con las
limitaciones humanas – los filósofos paganos y trataron de traducir en sus
especulaciones.
Todo lo bueno de la filosofía precedente es un anticipo de la Verdad
revelada plenamente en la Buena Nueva. Y todo lo malo es expresión de la
limitada capacidad de la razón y de los hombres frente a la riqueza e
inmensidad de la verdad.
15
http://www.buenastareas.com/ensayos/Patristica/1088116.html
16
http://filosofiadiez.blogspot.pe/2008/09/patrstica.html
34
PRIMERO (siglos I – III): apologético o de defensa del cristianismo contra
sus adversarios judíos (también armados de filosofía), paganos y
gnósticos.
35
Los principales representantes de la Patrística son: Justino, Tertuliano
(150-222), Clemente de Alejandría (150 – 215), Orígenes (185 – 284) y San
Agustín. La filosofía medieval trasciende entre los siglo VI Y XV. Distinto de
lo ocurrido con la filosofía griega, la cual había centrado su reflexión en
torno a la determinación del Universo, del objeto, del hombre, la filosofía
medieval centrará su interés en Dios. La filosofía griega había dado una
orientación práctica al saber, dirigiéndolo hacia la felicidad del hombre.
2.3.1 JUSTINO17:
Palabras clave: Justino, fe y razón, Apología, Diálogo con Trifón.
2.3.1 BIOGRAFIA.- Justino Mártir, hijo de Prisco y nieto de Braquio,
nació en Flavia Neápolis en samaria, la antigua siquem y actual
Neplusa, próxima al monte gari-zim, de familia de colonos instalada
allí con el repoblamiento de vespa-siano en el 76. Vio la luz en torno
al año 100, como varón gentil y no circuncidado, tuvo una formación
filosófica variada que finalmente lo llevó al platonismo y posiblemente
formó parte de los grupos de prosélitos o temerosos de
Dios, asistentes a las sinagogas locales, se lo conoce también como
Justino de Roma, porque vivió desde alrededor del 138 en la Ciudad
eterna y sufrió allí el martirio en el año 165 o 166. Se lo distingue
asimismo como filósofo porque él mismo sostiene que fue su
profesión trashumante durante parte de su existencia, aunque
posteriormente fijó escuela doméstica en la Urbe. Es el más
importante de los apologistas griegos, y su obra no se limita a las
apologías. Justino nació en Palestina, en la antigua Siquem, de
padres paganos, y parece que su conocimiento del judaísmo lo
adquirió más tarde. Él mismo nos cuenta su itinerario espiritual en
busca de la verdad, y cómo acudió a diversos maestros de diferentes
escuelas filosóficas, hasta que encontró el cristianismo. Llegado a
Roma, puso una escuela en la que enseñaba su filosofía, la cristiana,
y allí, por las envidias de un maestro pagano que seguía la filosofía
cínica, Crescente, fue denunciado como cristiano y murió mártir,
17 http://es.orthodoxwiki.org/Justino_M%C3%A1rtir
36
probablemente en el año 165. Se conserva el relato auténtico de su
martirio, basado en actas oficiales.
2.3.2 OBRAS.- fueron un Libro contra todas las herejías, otro Contra
Marción, un Discurso contra los griegos y una Refutación de tema
semejante, un tratado Sobre la soberanía de Dios y otro Sobre el
alma, y aun algún otro. Pero a nosotros nos han llegado sólo tres
escritos: dos apologías contra los paganos (Apologías) y otra contra
los judíos (Diálogo con Trifón).
37
Cristo como a Dios, y describe a los pueblos que siguen a Cristo
como el nuevo Israel18
Pero esta doctrina sobre el Logos tiene aún otro significado para
Justino. El Logos en toda su plenitud sólo apareció en Cristo, pero de
una manera tenue estaba ya en el mundo, pues en cada inteligencia
humana hay una semilla del Logos, capaz de germinar. De hecho,
germinó en los profetas del pueblo de Israel y en los filósofos griegos;
y por este origen común, no puede haber contradicción entre el
cristianismo y la verdadera filosofía; con mayor razón, dice, puesto
que Moisés fue anterior a los filósofos, y éstos tomaron sus verdades
de él.
18 http://ec.aciprensa.com/wiki/Ex%C3%A9gesis_Patr%C3%ADstica:_San_Justino
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corporeidad; también piensa que los demonios no irán al fuego eterno
hasta el momento del juicio final y que hasta entonces vagan por el
mundo tentando a los hombres: especialmente, tratando de apartarles
de Cristo. Justino es también milenarista.
19 http://www.mercaba.org/TESORO/427-11.htm
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que por causa nuestra cambies de parecer”. Leónidas no transigió y
fue ejecutado, con lo que dejó a la familia en la indigencia. Pero el
niño heroico Orígenes empezó a trabajar para mantenerse a sí
mismo, a su madre y a sus seis hermanos menores, ya que era el
hijo mayor y había progresado hasta tal punto en sus estudios.
En numerosas ocasiones se libró por poco de las turbas y de una
muerte violenta. Aunque se vio obligado a mudarse de un lugar a
otro para eludir a sus perseguidores, no abandonó la docencia. Su
impavidez y dedicación impresionaron a Demetrio, obispo de
Alejandría, quien lo nombró cabeza de la escuela de religión de la
ciudad cuando apenas contaba 18 años, esto lo logra con éxito ya
que se convirtió en un maestro e incluso vendía sus manuscritos.
Llegando a reunir a su alrededor a muchos discípulos tanto por el
nivel de sus enseñanzas como por el ejemplo de su vida. Es así que
asumió, por su propia voluntad, la dirección de la Escuela de
Catequesis, la cual fue frecuentada por paganos, y se convirtió en un
vivero de los neófitos, confesores y mártires. Hacia el año 216,
después de que Caracalla saqueara Alejandría, mandando cerrar las
escuelas y persiguiendo a los maestros, Orígenes marchó a
Palestina. Allí, a petición de los obispos y a pesar de no ser
sacerdote, predicó sermones y explicó las Escrituras; pero el obispo
de Alejandría, Demetrio, protestó que se permitiera predicar a un
seglar y exigió que volviera a Alejandría, cosa que hizo prontamente
a pesar de la resistencia de los obispos de Palestina. Unos 15 años
más tarde, los obispos de Jerusalén y de Cesárea lo ordenaron
sacerdote, aprovechando que pasaba de viaje hacia Grecia para ir a
refutar a algunos herejes enviados por Demetrio; éste protestó, pues
Orígenes, que en su juventud, interpretando literalmente un consejo
de los Evangelios se había castrado, por lo que Demetrio lo
consideró inhábil para recibir el sacerdocio; que conllevó en que en
el año 231, en sendas reuniones sinodales de Alejandría, fuera
excomulgado y depuesto del sacerdocio, excomunión que fue
renovada por el obispo siguiente. A partir de este momento, la vida
de Orígenes se desarrolla en Cesárea de Palestina, donde, a
40
petición del obispo, fundó una escuela de teología que dirigiría
durante más de 20 años. De esta época sabemos que el año 244
estuvo en Arabia, donde rescató de la herejía al obispo Berilo de
Bostra; que sufrió gravemente bajo la persecución de Decio; y que
murió en Tiro poco después, el año 253, a la edad de 69 años,
siendo su filosofía y escritos motivo de polémica y discusiones
después de su muerte como en sus escritos, las «controversias
origenistas», en los años 300, 400 y 550. Discusiones y
controversias que terminaron porque se cerraron con la condenación
de algunas de sus doctrinas en el II Concilio de Constantinopla en el
año 553, y es seguramente esta condenación la responsable de que
hasta nosotros en la actualidad haya llegado una parte pequeña de
sus obras y aun principalmente a través de traducciones latinas. Su
producción literaria había sido considerable; la lista que había
recogido Eusebio, y que se ha perdido, contenía unos dos mil títulos,
y otros testimonios antiguos hablan de seis mil.
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pervertido con creencias anti bíblicas, y las iglesias, que se
encontraban dispersas, manifestaban desacuerdos doctrinales.
En una carta dirigida a uno de sus discípulos. En ella señaló que los
israelitas fabricaron algunos utensilios del templo con el oro traído de
Egipto, y en este hecho encontró un apoyo alegórico para justificar
su empleo de la filosofía griega en la enseñanza del cristianismo.
Escribió sobre “la utilidad de las cosas que los israelitas tomaron de
Egipto, cosas que los egipcios no usaban debidamente, y los
hebreos, inspirados por la sabiduría de Dios, dedicaron a la religión
de Dios”. Por consiguiente, Orígenes animó a sus alumnos a extraer
“de la filosofía griega las materias que pudieran ser como
iniciaciones o propedéutica para el cristianismo”.
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de trabajar, estaba dirigida a establecer un texto crítico del Antiguo
Testamento.
20 http://lopezdemendoza.es/desc/filosofia/PLATON.pdf
45
problema de las relaciones entre razón y fe, o razón y revelación.
Frente a la posición de Tertuliano, que afirmaba el predominio de la
fe, Orígenes elimina la fe y afirma el predominio de la razón. Si la
revelación se opone a la razón, no puede ser verdadera. Esto
significa un rechazo del cristianismo, o en todo caso, la decisión de
adoptar sólo lo que puede ser interpretado racionalmente. A pesar de
su tendencia a la especulación, las obras de Orígenes aportan
información valiosa. Por ejemplo, las Hexaplas conservaron el
Tetragrámaton, el nombre divino en su grafía original de cuatro letras
hebreas, lo que constituye una prueba notable de que los primeros
cristianos conocían y empleaban el nombre Jehová. Ahora bien,
Teófilo, patriarca del siglo V, dio esta advertencia: “Las obras de
Orígenes son como un prado con toda clase de flores. Si veo alguna
hermosa, la tomo, pero si algo me parece espinoso, lo esquivo igual
que me apartaría de la púa de una planta”. Gracias a la ayuda de un
mesenas en Cesárea, Ambrosio, Orígenes pudo dedicarse a dictar
muchos comentarios escriturísticos, tratado de teología y homilía.
Sus contribuciones enmarcan en un contexto en el que la
cristiandad, ya entonces una religión separada del judaísmo, vio
necesaria la ampliación de su teología, en gran medida buscando
reconciliar el Cristianismo con el Helenismo. Irineo y Tertuliano
habían iniciado esta labor y posteriormente la Escuela de Alejandría
había retomado el trabajo. Orígenes fue el más grande
representante de las cartas cristianas en el Mundo Antiguo y su
influencia fue inmensa en la reflexión doctrinal y en la espiritualidad
en general en Oriente y Occidente, en la medida que se ejerció
antes de la condena definitiva. Orígenes animó a sus alumnos a
extraer “de la filosofía griega las materias que pudieran ser como
iniciaciones o propedéutica para el cristianismo”.A Orígenes se le
debe el primer gran sistema de filosofía cristiana. Esto se observa en
la posición adoptada frente al problema de las relaciones entre la
razón y fe, o entre revelación y conocimiento natural. Orígenes se
pronuncia a favor de la razón eliminando la fe: Si la revelación se
opone a la razón, no puede ser verdadera. Del Cristianismo solo
46
acepta lo que puede demostrarse racionalmente, formulando así la
posibilidad de una religión natural, es decir, basada en la razón. Sus
escritos contribuyeron a crear una teología cristiana en base a
categorías bíblicas y filosóficas.
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la razón y no en la fe. De este modo quebrantó un principio bíblico
fundamental: “No vayas más allá de las cosas que están escritas”.
Que sucede en la realidad ya que por ejemplo una norma
establecida en un Código puede ser interpretada de diferentes
maneras, es decir, no aplicar literalmente lo que señala la norma
sino tener en cuenta su finalidad.
21 https://es.wikipedia.org/wiki/Agust%C3%ADn_de_Hipona
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podía satisfacer sus exigencias de verdad. Profesó la elocuencia en
Cartago (374-383), Roma (383) y Milán (384). Durante diez años, a
partir del 374, vivió Agustín esta amarga y loca religión. Fue colmado
de atenciones por los altos cargos de la jerarquía maniquea y no
dudó en hacer proselitismo entre sus amigos. Se entregó a los
himnos ardientes, los ayunos y las variadas abstinencias y
complementó todas estas prácticas con estudios de astrología que le
mantuvieron en la ilusión de haber encontrado la buena senda. A
partir del año 379, sin embargo, su inteligencia empezó a ser más
fuerte que el hechizo maniqueo. Se apartó de sus correligionarios
lentamente, primero en secreto y después denunciando sus errores
en público. La llama de amor al conocimiento que ardía en su interior
le alejó de las simplificaciones maniqueas como le había apartado
del escepticismo estéril. En 384 encontramos a San Agustín de
Hipona en Milán ejerciendo de profesor de oratoria. Allí lee sin
descanso a los clásicos, profundiza en los antiguos pensadores y
devora algunos textos de filosofía neoplatónica. La lectura de los
neoplatónicos, probablemente de Plotino, debilitó las convicciones
maniqueístas de San Agustín y modificó su concepción de la esencia
divina y de la naturaleza del mal; igualmente decisivo en la nueva
orientación de su pensamiento serían los sermones de San
Ambrosio, arzobispo de Milán, que partía de Plotino para demostrar
los dogmas y a quien San Agustín escuchaba con delectación,
quedando "maravillado, sin aliento, con el corazón ardiendo". A partir
de la idea de que «Dios es luz, sustancia espiritual de la que todo
depende y que no depende de nada», San Agustín comprendió que
las cosas, estando necesariamente subordinadas a Dios, derivan
todo su ser de Él, de manera que el mal sólo puede ser entendido
como pérdida de un bien, como ausencia o no-ser, en ningún caso
como sustancia. Dos años después, la convicción de haber recibido
una señal divina (relatada en el libro octavo de las Confesiones) lo
decidió a retirarse con su madre, su hijo y sus discípulos a la casa
de su amigo Verecundo, en Lombardía, donde San Agustín escribió
sus primeras obras. En 387 se hizo bautizar por San Ambrosio y se
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consagró definitivamente al servicio de Dios. En Roma vivió un
éxtasis compartido con su madre, Mónica, que murió poco después.
En 388 regresó definitivamente a África. En el 391 fue ordenado
sacerdote en Hipona por el anciano obispo Valerio, quien le
encomendó la misión de predicar entre los fieles la palabra de Dios,
tarea que San Agustín cumplió con fervor y le valió gran renombre;
al propio tiempo, sostenía enconado combate contra las herejías y
los cismas que amenazaban a la ortodoxia católica, reflejado en las
controversias que mantuvo con maniqueos, pelagianos, donatistas y
paganos. Tras la muerte de Valerio, hacia finales del 395, San
Agustín fue nombrado obispo de Hipona; desde este pequeño
pueblo pescadores proyectaría su pensamiento a todo el mundo
occidental. Sus antiguos correligionarios maniqueos, y también los
donatistas, los arrianos, los priscilianistas y otros muchos sectarios
vieron combatidos sus errores por el nuevo campeón de la
Cristiandad. Dedicó numerosos sermones a la instrucción de su
pueblo, escribió sus célebres Cartas a amigos, adversarios,
extranjeros, fieles y paganos, y ejerció a la vez de pastor,
administrador, orador y juez. Al mismo tiempo elaboraba una ingente
obra filosófica, moral y dogmática; entre sus libros destacan
los Soliloquios, las Confesiones y La ciudad de Dios, extraordinarios
testimonios de su fe y de su sabiduría teológica. Al caer Roma en
manos de los godos de Alarico (410), se acusó al cristianismo de ser
responsable de las desgracias del imperio, lo que suscitó una
encendida respuesta de San Agustín, recogida en La ciudad de
Dios, que contiene una verdadera filosofía de la historia cristiana.
Durante los últimos años de su vida asistió a las invasiones bárbaras
del norte de África (iniciadas en el 429), a las que no escapó su
ciudad episcopal. Al tercer mes del asedio de Hipona, cayó enfermo
y murió en Hipona el 28 de agosto de 430 durante el sitio al que
los vándalos de Genserico sometieron la ciudad durante la invasión
de la provincia romana de África.
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2.3.3.2 OBRAS.- San Agustín fue un autor prolífico que ha dejado
una gran cantidad de obras, elaboradas desde el 386 hasta el 419,
tratando temas diversos. Algunas de ellas son:
a) Autobiográficas:
Confesiones
Retractaciones
b) Filosóficas
Contra los académicos
La vida feliz
El orden
Soliloquios
La inmortalidad del alma
La dialéctica
La dimensión del alma
El libre albedrío
La música
El maestro
c) Apologéticas
De la verdadera religión
La utilidad de la fe
De la fe en lo que no se ve
La adivinación diabólica
La ciudad de Dios
d) Dogmáticas
La fe y el símbolo de los apóstoles
Ochenta y tres cuestiones diversas
Cuestiones diversas a Simpliciano
Respuesta a las ocho preguntas de Dulcicio
La fe y las obras
Manual de fe, esperanza y caridad
La Trinidad
e) Morales y pastorales
La mentira
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Contra la mentira
El combate cristiano
La catequesis a principiantes
La bondad del matrimonio
La santa virginidad
La bondad de la viudez
La continencia
La paciencia
Las uniones adulterinas
La piedad con los difuntos
e) Monásticas
Regla a los siervos de Dios
El trabajo de los monjes
f) Exegéticas
La doctrina cristiana
El espejo de la Sagrada Escritura
Comentario al Génesis en réplica a los maniqueos
Comentario literal al Génesis (incompleto)
Comentario literal al Génesis
Locuciones del Heptateuco
Cuestiones sobre el Heptateuco
Anotaciones al libro de Job
Ocho cuestiones del Antiguo Testamento
El Sermón de la Montaña
Exposición de algunos textos de la Carta a los Romanos
Exposición de la Carta a los Gálatas
Exposición incoada de la Carta a los Romanos
Diecisiete pasajes del Evangelio de Mateo
Concordancia de los evangelistas
g) Polémicas
52
El arrianismo y contra herejías en general.
53
niños
El espíritu y la letra
La naturaleza y la gracia
La perfección de la justicia del hombre
Actas del proceso a Pelagio
La gracia de Jesucristo y el pecado original
Naturaleza y origen del alma
El matrimonio y la concupiscencia
Réplica a las dos cartas de los pelagianos
Réplica a Juliano
Réplica a Juliano (obra inacabada)
La gracia y el libre albedrío
La corrección y la gracia
La predestinación de los santos
El don de la perseverancia
h) Homiléticas:
54
i) Cartas
22http://iesdionisioaguado.org/joomla/index.php?option=com_content&view=article&id=1246:re
sumen-del-pensamiento-de-san-agustin&catid=79:san-agustin&Itemid=27
55
ardiente diálogo entre la criatura y su Creador, esquema que
desarrollan explícitamente sus Confesiones (400). Si bien el
encuentro del hombre con Dios se produce en la charitas (amor),
Dios es concebido como bien y verdad, en la línea del idealismo
platónico. Sólo situándose en el seno de esa verdad, es decir, al
realizar el movimiento de lo finito hacia lo infinito, puede el hombre
acercarse a su propia esencia. Pero su visión pesimista del hombre
contribuyó a reforzar el papel que, a sus ojos, desempeña la gracia
divina, por encima del que tiene la libertad humana, en la salvación
del alma. Este problema es el que más controversias ha suscitado,
pues entronca con la cuestión de la predestinación, y la postura de
San Agustín contiene en este punto algunos equívocos.
23 http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/agustin.htm
58
CAPITULO III
59
386, gracias al influjo personal de San Ambrosio y al conocimiento de la
filosofía neoplatónica.
En el año 391 fue ordenado presbítero y posteriormente elegido obispo de
Hipona. San Agustín fundó un convento e instituyó una orden religiosa. Se
dedicó principalmente a luchar en defensa de la fe, sin embargo no descuidó su
formación intelectual que le llevó a sobresalir como metafísico, historiador,
teólogo, músico y moralista.
El fin de la filosofía de San Agustín apunta a la consecución de la felicidad. El
único camino para obtener la felicidad es ascender progresivamente hasta el
Ser supremo partiendo de la interioridad del hombre. Hablaremos de tres temas
en particular: el hombre, el mundo y Dios.
Considera que el hombre está formado de cuerpo y alma que se han unido
accidentalmente. El alma, que es el principio vital del hombre, está destinada a
regir al cuerpo. De esta manera se mantiene la superioridad del alma con
respecto al cuerpo.
Dios creó el mundo por medio del Verbo divino, segunda persona de la Santa
Trinidad. Lo creó libremente de la nada, sin materia preexistente y conforme a
las ideas eternas que existían en su mente, de esta forma el mundo es un
reflejo de las ideas divinas.
Afirma que el fin último del hombre es Dios. Con Dios, se alcanza la felicidad.
Se inclina por la teología negativa: a Dios se le conoce mejor negando de él
las propiedades de los seres creados que afirmando algo positivo. De esta
manera, frente a la realidad contingente, mutable, finita, imperfecta del mundo
creado, Dios se erige como Ser supremo, inmutable, infinito y perfecto.
60
Un universal es aquella cosa que no se refiere solo a un objeto sino que se
puede aplicar a muchos. Cuando el universal ya no posee un origen, este se le
atribuye a un ser supremo. Frente a la pregunta de que si Dios es el
UNIVERSAL, nacen dos concepciones: el realismo absoluto y el nominalismo.
Dice que no puede haber contradicción entre fe y razón, ya que ambas se
fundamentan y se complementan entre sí. La Creación tiene 4 etapas: la
naturaleza creadora y no creada, la creada y creadora, la creada pero no
creadora y la ni creada ni creadora.
Considera el “fin” como aquello que determina la acción de los hombres. Para
Tomás de Aquino no existe acto humano donde la voluntad y la razón, como
facultad del libre albedrio, no tenga en sí mismo un punto al cual dirigirse, esto
quiere decir, un fin, donde es la razón exactamente quien determinara el medio
por el cual alcanzarlo.
61
CONCLUSIONES
62
haber entre ellas ningún conflicto porque sería una discordia dentro de la
verdad.
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BIBLIOGRAFIA
65
http://es.orthodoxwiki.org/Justino_M%C3%A1rtir
http://www.buenastareas.com/ensayos/Patristica/1088116.html
http://filosofiadiez.blogspot.pe/2008/09/patrstica.html
http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1338134?sp=y
http://www.webdianoia.com/medieval/anselmo.htm
http://wwhttp://ec.aciprensa.com/wiki/Juan_Escoto_Eri%C3%BAgena
w.filosofia.org/enc/ros/escoto.htm
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http://www.lasangredelleonverde.com/platon-el-alma-y-el-cuerpo/
http://www.selectividad.tv/S_FF_4_2_2_S_la_existencia_de_dios_segun_san
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http://filosofiainstitucional2010.blogspot.pe/2010/05/metodo-
escolastico.html
http://mundodelafilosofiamedieval.blogspot.pe/p/escolastica.html
66