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UNIVERSIDAD TÉCNICA LUIS VARGAS TORRES DE ESMERALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y ESTUDIOS DEL DESARROLLO

CARRERA DE TRABAJO SOCIAL

CATEDRAS INTEGRADORAS: ÉTICA PROFESIONAL

LCDA. MARLENE REYES CABEZA

ENSAYO

TEMA: MAR ADENTRO: UNA MIRADA AL DEBATE ÉTICO DE LA

EUTANASIA

PICO ASTUDILLO YELINE LISSETTE

PERIODO

2019
Mar adentro: Una mirada al debate ético de la Eutanasia

La eutanasia, es un dilema ético debatido hace muchos años, por la polémica de si esta
bien o no, este término proviene del griego “eu bueno thanatos, lo que significa “Buena
Muerte”, esta expresión ha evolucionado y actualmente hace referencia al acto de acabar
con la vida de alguien, a petición suya, con el fin de minimizar su sufrimiento
definitivamente.

En correspondencia al concepto anteriormente mencionado, tiene su razón de ser el


largometraje titulado “Mar Adentro” el cual relata el dilema de Ramón, quien tras
lanzarse al mar, en aguas poco profundas, queda tetrapléjico, ha vivido postrado en cama
durante 3 décadas al cuidado de su hermano, su cuñada y su padre.

Ante esta situación Ramón tiene el deseo de que alguien le ayude a acabar con su vida,
sin embargo, se enfrenta a que las leyes en su país no se lo permiten, pues quien le ayudase
sería considerado un asesino.

Según Kraus y Álvarez (1998) “las discusiones sobre el tema de marras son complejas
pues “abundan” los jueces: religión, sociedad, tecnología médica, el enfermo, los códigos
legales, la familia y el médico. En síntesis, vida y muerte pertenecen a todos. Huelga decir
que el problema se complica porque no hay reglas universales para aplicar la eutanasia:
cada caso, al igual que cada ser, es diferente.”

Apropósito de aquello podemos contrastar como en el rodaje aparecen estas fuerzas


antagonistas, donde la moral y la ética juegan con el propósito de Ramón reflejadas en
sus familiares, amigos, sacerdotes y juristas los cuales alegan que simplemente no está
bien. A pesar de esas barreras Ramon seguía pensando que: Todos tenemos la obligación
y el derecho de morir, este pensamiento lo mantenía firme en su decisión, pues para él,
una vida sin libertad no es una vida digna, es asi que al recibir al sacerdote también
parapléjico establecen un dialogo que impacta al comentar que “una libertad que elimina
la vida no es libertad”, a lo que rápidamente responde Ramón: “una vida que elimina la
libertad tampoco es vida”.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (1948) nos manifiesta en la


Declaración Universal de los Derechos Humanos que estos derechos tienen características
fundamentales, entre ellas la irrenunciabilidad y la inalienabilidad, es decir, que no
podemos renunciar ni transferir nuestros derechos. Entonces nos enfrentamos a la
interrogante: ¿Si por naturaleza tenemos derecho a la vida, seria aceptable renunciar a
ella? Pero en contraparte podemos preguntarnos: Si tenemos derecho a una vida digna:
¿Se puede vivir dignamente en la posición de Ramón?

Lo anteriormente expuesto nos lleva a reflexionar desde un punto de vista profesional,


qué sería ético y que no en este caso, si bien es cierto los trabajadores sociales nos
apoyamos en los derechos de las personas, sin embargo, el principio de
Autodeterminación del usuario nos impide decir por él. Definitivamente las disyuntivas
ponen en jaque a cualquiera. Personalmente al llevar un caso de este calibre se puede
inferir en que como estrategia para el cambio de pensar del usuario seria a través de la
resiliencia.

Gonzalo Herranz (2004) trata esta temática diciendo que "hoy la eutanasia se propone no
sólo como remedio para suprimir el dolor físico, sino como solución a los dolores
morales, al cansancio de vivir, a la depresión, a la amenaza de ser una carga para los
demás y a no valerse por uno mismo... Y, lo que es más peligroso, como afirmación de la
autonomía, del dominio absoluto de cada uno sobre su vida". Finalmente, solo cabe acotar
que, la única manera que tuvo Ramón, para sentir que tenia control sobre su vida, fue
eligiendo la manera en la que quería acabar con ella.

En conclusión, la eutanasia al ser aceptada nos daría a lugar a desencadenar el


conformismo de los usuarios, pues tomarían este procedimiento como la salida mas fácil,
sin siquiera luchar por mejorar sus vidas, sin resiliencia y sumergidos en el “no puedo”.
Si bien es cierto somos libres de tomar nuestras propias decisiones, pero, tal y como
mencionaba anteriormente Herranz, la libertad es para vivir, no para morir.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Asamblea General de la ONU. (1948). Declaración Universal de los Derechos


Humanos (217 [III] A). Paris.

G. Herranz, “Las razones médicas en contra de la legalización de la eutanasia”. Prólogo


en C. Fibla, Debate sobre la eutanasia. Barcelona: Planeta: II-20.

Kraus, Arnoldo y Álvarez, Asunción. (1999). La eutanasia. Ciencias 55, julio-diciembre,


84-85. [En línea]

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