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¿Cómo lavar el alma?

El consejo de nuestro Dios y salvador Jesús para hoy es


¿Cómo lavar el alma?

Si usted es una de esas personas que le gusta la limpieza, le


gusta que todo esté limpio y reluciente en su casa, en su
oficina, en su ciudad, etc. Ver la limpieza exterior es una
satisfacción, es un gran placer, es una dicha.

Cuando se ve a un indigente, gamín o a una persona de esas


que viven en la calle sucia y mal oliente, son muchas los que
no les gusta acercarse a estos individuos.

Es verdad a nadie le gusta ver la suciedad, pues déjeme


decirle que a Dios tampoco le gusta ver la suciedad, cuando
hablamos del que el creador no le gusta ver la suciedad es
algo que el rey David sabia, por eso él dijo: “Ten piedad de mí,
oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud
de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de
mi maldad, Y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco
mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.
Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo
delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu
palabra, Y tenido por puro en tu juicio.” Salmos 51:1-4.

El rey David nos muestra en sus palabras que hay algo que
ensucia la vida del hombre por dentro y se llama pecado. Este
es un flagelo que tiene a muchas almas sucias, llenas de
pulcritud. Imagínese ahora quien es el que va hacer
rechazado por tanta suciedad acumulada en su alma.
Supongamos que usted peca una vez al día, al año cuantos
pecados tendrá, y si tiene 10, 20, 30, 40 ó 50 años
cometiendo pecado, ¿Cómo estará su alma de sucia?

Por eso David dirigía a su oración a Dios: “Purifícame con


hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la
nieve.” Salmos 51:7. Para el rey David el Hisopo era un
símbolo de purificación, pues era una planta pequeña con
tallos vellosos que termina en una masa de pequeñas flores
blancas usadas como especia o medicina. Lo que realmente
buscaba con Dios era tener un olor fragante de limpieza y no
oler a pecado, lo cual desagrada a Dios. “Sed, pues,
imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor,
como también Cristo nos amó, y se entregó a símismo por
nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” Efesios
5:1-2.

Por eso es importante ser purificado con el jabón que puede


limpiar el alma de los pecados, cuando él se manifieste a tu
vida no lo desprecies, pues él es el fuego purificador, la biblia
dice: “¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o
quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él
es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.”
Malaquías 3:2.

Mucha gente necesita que su alma sea lavada, y el único que


lo puede hacer es el Señor Jesús, la escritura menciona a
aquellas personas que estaban sucias por la vida de pecado
que llevaban, pero una vez que aceptaron que el Señor los
limpiaran tuvieron un derecho importante, a biblia dice: “¿No
sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No
erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni
los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes,
ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais
algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido
santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del
Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” 1 Corintios
6:9-11.

Solo creyendo en lo que está escrito en la palabra de Dios,


una persona puede ser limpia y santificada, para poder ser
presentada ante Dios sin ninguna mancha, la biblia dice:
“para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del
agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una
iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” Efesios 5:26-
27.

Usted puede ser buena persona, tener buenas obras, pero


ellas no podrán limpiar su alma, el único que puede salvar y
limpiar tu almas es el Señor Jesús, la biblia dice: “nos salvó,
no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino
por su misericordia, por el LAVAMIENTO de la regeneración y
por la renovación en el Espíritu Santo” Tito 3:5.

Hay tres invitaciones importantes para tu vida e el día de


hoy, la primera es que te acerques a Dios con un corazón
sincero que busca ser purificado con el agua pura en el
nombre del Señor Jesús: “acerquémonos con corazón sincero,
en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala
conciencia, y LAVADOS los cuerpos con agua pura.” Hebreos
10:22.

La segunda es que seas afortunado y feliz lavando el vestido


de tu alma, para que tengas derecho a la vida eterna:
“Bienaventurados los que LAVAN sus ropas, para tener
derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la
ciudad.” Apocalipsis 22:14.

Y la tercera es que te levantes ahora mismo y lava los


pecados de tu alma invocando su nombre: “Ahora, pues, ¿por
qué te detienes? Levántate y bautízate, y LAVA TUS
PECADOS, invocando su nombre” Hechos 22:16.

Para ser reconocido como una persona justa el rey David le


estaba pidiendo a Dios que lavara su alma de su pecado, hoy
cada uno de nosotros queremos ser lavados por el Señor
Jesús, y solo lo podemos hacer cuando llevemos a nuestra
alma a las aguas para ser lavados en su nombre.

Cantemos:

// Ven Espíritu ven


Y lléname Señor
Con tu preciosa unción//

//Purifícame y lávame
Renuévame, restáurame Señor
Con tu poder

Purifícame y lávame
Renuévame, restáurame Señor
Te quiero conocer//

Dios te bendiga

Pastor Fredy Delgado

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