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1. ¿Cuales son la ideas principales qué definen cada una de las teorías instintivas?
2. ¿Qué plantea cada teoría en relación a la angustia?
3. De cada una de las teorías instintivas, comente por lo menos 2 de las posibles
enfermedades que pueden desarrollarse: En qué consisten y la forma en cómo se
desarrollan.
Solución:
A. Primera teoría instintiva: Está conformada por los instintos sexuales dotados de la
energía llamada libido y los instintos de auto preservación (o del yo) dotada de la
energía llamada interés.
Por otro lado, en esta teoría se define la neurosis como un conjunto de enfermedades mentales
menores en la qué se destacan los trastornos subjetivos, debido a la contradicción y el conflicto
entre los instintos sexuales y los instintos del yo (entre libido e interés). Por lo que, los
fenómenos patológicos (la neurosis) se plantearían como conflictos entre el yo y el ello.
Además, para qué se produza la neurosis es necesario que se dé simultáneamente: Una
reactivación del deseo infantil erótico u hostil, que el yo movilice defensas (represión) y que
esta defensa no sea totalmente exitosa, lo que lleva al constante “retorno de lo reprimido”
Así mismo, en esta teoría instintiva, la neurosis es dividida, por un lado en “las neurosis
actuales o actual-neurosis”, las cuales se caracterizan porque tienen poca relación con la
biografía del individuo, poca utilización de los mecanismos de defensa y una relación etiológica
directa con una frustración sexual actual. y por otro lado, “las neurosis de defensa o psico-
neurosis”, que guardan una relación estrecha con la historia longitudinal del individuo y que se
comienzan a gestar en la niñez. Lo histórico – genético y el fracaso relativo de la adaptación
psico-biológica global juegan un papel predominante.
B. Segunda teoría instintiva: En esta teoría se plantea qué no hay una contraposición tan
tajante entre los instintos sexuales y del yo, en la medida en qué lo libidinal es el motor
de la autopreservación y que, a su vez, se contempla en los instintos del yo una
influencia positiva de lo sexual. Por lo que aquí se expone una sola energía, la libido,
la cual comprende el interés, la agresión secundaria, la sexualidad, etc., y las variantes
están dadas por su distribución económica. Parte de esta energía se centra en el propio
yo, libido narcisista, y parte se distribuye en los objetos del mundo externo y en sus
representantes, libido objetal.
Por otro lado, esta teoría menciona una segunda clasificación de las neurosis, en las que se
incluye la psicosis y cuyo origen está en la exploración al narcisismo.
- Las neurosis de transferencias: las cuales corresponden a las de defensa, es decir, la
histeria de conversión, las neurosis obsesivas y la histeria de angustia.
- Las neurosis narcisistas: Su característica esencial es el reemplazo de la relación objetal
por identificaciones.
C. Tercera teoría instintiva: esta se cuestiona sobre el papel del principio del placer
como determinante y supremo guardián de todos los fenómenos psíquicos. Desde esta
teoría, se supone una confrontación entre dos vías; y tanto en neurosis como en
psicosis, se repiten las situaciones dolorosas experimentadas por el sujeto (en sueños
o alucinaciones), congeladas por la fijación, mas no se da la tarea de recordarlas,
pensarlas, sentirlas de manera consciente y así transformarlas.
De esta forma, la tercera teoría instintiva se conceptualiza en términos de que la vida del ser
humano es el resultado de dos tipos de fuerzas pulsionales en un continuo interjuego. Estas
son:
- Eros o instintos de vida, que lleva al hombre a la progresión, hacia adelante, hacia lo
completo, hacia lo más rico y contradictorio
- Tánatos o instintos de muerte: fuerzas pulsionales que empujan al individuo hacia atrás,
hacia la regresión, hacia lo repetitivo, hacia el reposo estático.
Es importante mencionar que estos instintos no existen de forma aislada, sino en distintos
grados de conjunción o de separación. El texto plantea la fusión de los instintos de vida y de
muerte como un intento de sacar al exterior una agresión que de otro modo ahogaría al sujeto,
y supone un predominio del eros. La defusión, o disociación entre los instintos, supone que la
persona no puede exteriorizar la agresión y pierde toda esperanza, es como una entrega
definitiva en la que predomina lo tánatico-destructivo.
Según el texto, esta teoría ha sido cuestionada por diversos aspectos, sin embargo, es
importante resaltar que al considerar esta tercera teoría dentro de la técnica psicoanalítica cabe
la posibilidad de considerar fenómenos de la vida biopsicológica más allá del principio del
placer, destacando la compulsión a la repetición, en la que la descarga repetitiva a pesar de ser
o no destructiva para el yo, se liga a la naturaleza conservadora de los instintos. Así, ampliando
la perspectiva psicoanalítica, se considera. por un lado, el principio de placer-displacer-realidad
(al servicio de lo erótico) y por el otro lado, la compulsión a la repetición como instrumento de
lo tanático.
Además, desde un punto de vista estructural, en la melancolía se produce una invasión del
superyó al yo. El superyó reprocha al yo identificado con el objetivo perdido interna o
externamente.
El instinto de muerte permite una nueva mirada a la neurosis y psicosis, en tanto que muestra
cómo el sentimiento de culpa, ligado al castigo del superyó empujan a la persona a la
autodestrucción propiciando que el principio de placer perturbe la tendencia del reposo. Y así,
al poner el práctica la técnica psicoanalítica, el paciente puede experimentar una reacción
negativa a la terapéutica al no tolerar la mejoría que puede producir el tratamiento.