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POLÍTICA Y

ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
EN SANTANDER
1930 - 1946
POLÍTICA Y
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
EN SANTANDER
1930 - 1946

ESTHER PARRA RAMÍREZ


EDUARDO GUEVARA COBOS

Colección Escuela de Historia 25 años


Bucaramanga, 2013
© Universidad Industrial de Santander

Colección “Escuela de Historia, 25 años”


N°6: “Política y administración pública en Santander 1930 - 1946”

Autores: Esther Parra Ramírez y Eduardo Guevara Cobos

Dirección Cultural
Universidad Industrial de Santander

Rector UIS: Álvaro Ramírez García


Vicerrectora Académica: Janeth Aidé Perea Villamil
Vicerrector Administrativo: Luis Eduardo Becerra Ardila
Vicerrector de Investigación y Extensión: David Alejandro Miranda Mercado
Director de Publicaciones: Óscar Roberto Gómez Molina
Dirección Cultural: Luis Álvaro Mejía Argüello

Diseño: Cart Spim / cartspim@gmail.com


Impresión: División de Publicaciones UIS
Comité Editorial: Gabriel Samacá Alonso, Álvaro Acevedo Tarazona,
Luis Álvaro Mejía A.

Primera edición: Julio de 2013

ISBN: XXXXXXXXXX

Dirección Cultural UIS


Ciudad Universitaria Cra. 27 calle 9.
Tel. 6846730 - 6321349 Fax. 6321364
divcult@uis.edu.co
Bucaramanga, Colombia
Impreso en Colombia
A la memoria del Dr. Alfonso Gómez Gómez
Contenido
Presentación 9

Introducción 13

1. CONTEXTO POLÍTICO – ELECTORAL 29


1.1 El Liberalismo
1.2 La Oposición Conservadora
1.3 El Liberalismo Social
1.4 Relación Iglesia – Estado
1.5 El Sistema Electoral

2. VIOLENCIA Y ORDEN PÚBLICO 59


2.1 Violencia Política
2.2 Huelgas y Movimientos Sociales
2.3 Bucaramanga y los Sucesos de Pasto.

3. ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y
ORDENAMIENTO TERRITORIAL 89
3.1 Ordenamiento Territorial
3.2 Rentas Públicas, Situación Fiscal y Presupuestal

4. POLÍTICA SOCIAL EN EDUCACIÓN Y SALUD 109


4.1 Educación
4.1.1 Cobertura y Calidad
4.1.1.1 Educación Primaria
4.1.1.2 Educación Secundaria
4.1.1.3 Educación Técnica
4.1.1.4 Educación Artística
4.1.1.5 Educación Física y Deportes
4.1.1.6 Educación - Resocialización
4.1.1.7 Educación Superior
4.2 Salud
4.2.1 La Acción gubernamental
4.2.1.1 Sanidad Pública

5. DESARROLLO ECONÓMICO 173


5.1 La Industria
5.2 Impulso a la Agricultura, Ganadería y Minería
5.3 Economía Solidaria

6. INFRAESTRUCTURA Y OBRAS PÚBLICAS 201


6.1 Infraestructura Vial
6.1.1 Carreteras
6.1.2 Ferrocarriles
6.1.3 Ferrocarril Puerto Wilches – Bucaramanga
6.1.3.1 Ferrocarril del Carare
6.1.4 Los Caminos de la Colonización
6.2 Desarrollo Urbano
6.2.1 El Aeropuerto “Gómez Niño”
6.2.2 Cárceles
6.2.3 Circulación y Tránsito
6.2.4 Servicios Públicos
6.2.4.1 Electrificación
6.2.4.2 Acueducto y Alcantarillado
6.2.4.3 Telegrafía, Telefonía y Radio Comunicaciones
6.2.5 Edificios Gubernamentales

EPÍLOGO 245

ANEXOS 255

BIBLIOGRAFÍA 303
Colección Escuela de Historia 25 años

Presentación

E
n sus 65 años de existencia la Universidad
Industrial de Santander ha venido brindando
cada vez más espacios y acompañamiento
a los estudios sociales y humanísticos como parte de
su proyecto educativo institucional. Baste recordar
cómo en los años sesenta se creó el primer programa
relacionado con las Ciencias Humanas, y, luego, desde
los años ochenta hasta entrado el siglo XXI, se configuró
paulatinamente una Facultad de Ciencias Humanas
que hoy cuenta con varios programas de pregrado,
especialización y maestría. Precisamente, la Escuela de
Historia cumplió el año anterior sus primeros 25 años de
existencia, fecha de relevancia para nuestra institución
pues constituye una de las principales experiencias
académico-formativas de la UIS en el camino de
consolidación de las Ciencias Sociales en Colombia.
Uno de los indicadores más importantes en el
mundo académico para dar cuenta del cumplimiento
de la misión institucional de las universidades es
la generación de nuevo conocimiento. El apoyo a
eventos académicos, ya sea en su organización o en la
participación de docentes y estudiantes, los programas
de becas y, en general, toda clase de estímulos para la
investigación, contribuyen al fortalecimiento de los

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Colección Escuela de Historia 25 años

programas y al posicionamiento de la universidad como


institución. Durante sus veinticinco años de labores, la
Escuela de Historia y sus profesores han contado con el
respaldo de la institución para difundir los resultados
de sus proyectos de investigación, especialmente
por intermedio del Anuario de Historia Regional y de las
Fronteras, el VI Coloquio de Estudios Históricos de los
estudiantes del programa –en su VI versión– y varios
libros publicados por la editorial de la Universidad.
Entre ellos, cabe destacar las memorias, en texto
impreso, del VIII Congreso Colombiano de Historia
y, en versión digital, del XIII, organizados por la UIS
y la Asociación Colombiana de Historia en los años de
1992 y 2006, respectivamente; la colección bibliográfica
dedicada a la historia de los procesos de poblamiento
de las provincias de Santander y, más recientemente,
la colección bicentenaria de la independencia nacional
con una producción investigativa que supera la
veintena de títulos. A estos resultados se pueden sumar
compilaciones de eventos académicos organizados
por la Escuela de Historia, trabajos de investigación
de pregrado y maestría, compilaciones documentales
como el libro sobre las constituciones santandereanas
del siglo XIX y, últimamente, una producción de
investigaciones y textos sobre la memoria del conflicto
en Colombia y de la historia del tiempo presente o de
nuestros días.
Con motivo del primer cuarto de siglo de labores
del programa de Historia, la Rectoría y la Dirección
Cultural de la Universidad Industrial de Santander
se han propuesto apoyar una colección bibliográfica
que recoge algunos de los más recientes desarrollos
investigativos de profesores y egresados. El lector
interesado encontrará obras sobre historia de la
educación nacional en perspectiva regional, historia de
la salud pública, la justicia y la criminalidad, el hecho

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Colección Escuela de Historia 25 años

religioso, entre otros campos de reflexión historiográfica


que se vienen abriendo un lugar en Santander y el país.
Sin abandonar las tendencias más importantes que han
caracterizado la historiografía elaborada desde la UIS,
dirigida a la historia política y regional, la colección
que presentamos pretende ampliar el horizonte sobre
el devenir regional y nacional con nuevas temáticas de
la historiografía actual.
En esta obra titulada Política y Administración
Publica en Santander, 1930-1946, se analizan aspectos
relacionados con el contexto político y el clima de
violencia, el desarrollo de la educación y la salud;
también se estudian los avances en las comunicaciones
y en infraestructura vial en el Departamento de
Santander, al igual que el desenvolvimiento urbanístico
de la capital. Transformaciones todas ellas que se
suceden en el contexto de la llamada “Revolución
en Marcha” caracterizada por los procesos de
modernización y el desarrollo del capitalismo, que
conllevó al fortalecimiento de la clase obrera y al auge
de las ideas socialistas, el interés en la asistencia pública
(educación y salud) y el impulso a la reforma agraria
que pretendía la democratización de la propiedad.
Así, la obra deja ver los esfuerzos de las
administraciones publicas liberales de la época por
afrontar los retos que en materia de desarrollo social
y económico se demandaban para posesionar al
Departamento y llevarlo a la altura de los requerimientos
de la sociedad moderna.
Con la publicación de estos trabajos también
esperamos confirmar y mantener el compromiso de
la institución por contribuir no solamente con la
promoción de los logros científicos y profesionales de
los docentes y egresados del programa de Historia, sino
por tender puentes de diálogo con la sociedad.

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Colección Escuela de Historia 25 años

Como rector de la Universidad Industrial de


Santander, y conocedor de su configuración histórica
como la casa de estudios más importantes del nororiente
colombiano, me complace entregar a la comunidad
de interesados en los temas históricos este nuevo
proyecto editorial liderado por la Escuela de Historia
y la Dirección Cultural de la Universidad Industrial de
Santander. Esperamos que el oficio de los historiadores
en la búsqueda de respuestas cada vez más elaboradas
sobre el acontecer permita hacernos a mejores y
más claros argumentos para diseñar el futuro de la
institución y, en la medida de nuestras posibilidades,
de la región y la sociedad colombiana.

Álvaro Ramírez García


Rector
Universidad Industrial de Santander

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Colección Escuela de Historia 25 años

Introducción

E
l Estado se erige a partir del Siglo XVI como
la forma más reciente de organización
política cuando las estructuras y relaciones
sociales basadas en la costumbre son sustituidas
por aquellas que devienen de los mecanismos del
mercado, la especialización funcional, el utilitarismo y
la racionalidad instrumental. La actividad económica
comienza a desarrollarse en el seno de las empresas, la
socialización se empieza a dar a través de las escuelas y
los medios de comunicación, la legitimidad tradicional
es sustituida por la carismática y la racional legal, y
la esfera política ahora se expresaría en los Estados-
Nación (Bouza Brey, 1996: 51) los cuales logran
institucionalizarse en regímenes políticos con el fin de
impulsar los procesos de modernización social.
Desde mediados del Siglo XIX el Estado
liberal empezaría a manifestar síntomas de debilidad
producto de la sobreproducción y de la creciente crisis
de legitimidad política derivada de la contradicción
de los mecanismos oligárquicos de representación
con los principios de libertad e igualdad, y de la
inadecuación de las políticas económicas liberales para

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Colección Escuela de Historia 25 años

resolver los graves problemas sociales de las clases


populares”(Vargas, 1999: 53p). Se observa que después
de la I Guerra Mundial lo que Weber observaba desde
el ámbito de los vencidos como “una noche polar de una
dureza y oscuridad heladas”, Keynes desde la economía
política encontrará un panorama difícil producto del no
reconocimiento por parte del Estado liberal del sujeto
colectivo que había empezado a formarse entre 1848 y
1917.
Con diferentes visiones tanto Max Weber como
John Maynard Keynes tratarán de mostrar el camino
que permitiría replantear el papel del Estado para
lograr un capitalismo eficiente. Para el primero era
importante fundamentarse en la causalidad histórica
y la acción política, para el segundo “puede llegar un día
en que veamos más claro que ahora cuando estamos hablando del
capitalismo como una técnica eficiente o ineficiente (…) Pienso que
el capitalismo dirigido con sensatez, puede probablemente hacerse
más eficiente para alcanzar fines económicos que cualquier sistema
alternativo a la vista, pero que en sí mismo es en muchos sentidos
extremadamente cuestionable” (Keynes, 1986:88), por ello,
en Keynes se encuentra la máxima racionalización de
la “gubernamentalización” pues mistifica al capitalismo
como una técnica.
John Maynard Keynes había observado que la
crisis del Estado liberal radicaba en el no reconocimiento
por parte del Estado del sujeto colectivo que había
empezado a formarse entre 1848 y 1917, por ello
observaba que más que otro sistema alternativo a la vista,
el capitalismo si se dirigía con sensatez podría hacerse
más eficiente. Así, a partir de los años treinta del Siglo
XX se ampliaría el proceso de “gubernamentalización” a
nivel mundial con el denominado “Estado de Bienestar”
que implicaría la organización y administración de
las relaciones de producción o del trabajo social por
parte del Estado, consolidándose todo un cuerpo

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Colección Escuela de Historia 25 años

de funcionarios en tareas de planificación, control y


prestación de servicios públicos.
Pero, ¿qué se entiende por gubernamentalización?
Durante el Siglo XVII el arte de gobernar estuvo
inmovilizado entre dos polos: un marco demasiado
amplio y abstracto, el de la soberanía, y un modelo
muy estrecho y débil, el de la familia -economía del
enriquecimiento -, ya en el Siglo XVIII fue posible vencer
dicho bloqueo gracias a la expansión demográfica, la
abundancia de la moneda y el aumento de la producción
agrícola. Así, la economía pasó a ser algo diferente de la
familia y el problema del gobierno pudo al fin ser pensado
fuera del marco jurídico de la soberanía. La estadística,
por su parte, dejará de ser un simple instrumento de
la administración monárquica para convertirse en un
factor técnico que permitiría mostrar que la población
produce efectos económicos específicos.
Esta transformación del arte de gobernar desde
la estructura de la soberanía hacia el predominio de las
técnicas de gobierno será lo que le posibilitará a Michel
Foucault (1992: 17) considerar la gubernamentalización
como un conjunto de procedimientos y tácticas que
han permitido ejercer el poder teniendo como objeto
la población, por forma de saber la economía política
y como instrumentos técnicos los dispositivos de
seguridad, por ello, desde esta perspectiva el Estado
no puede entenderse más que a partir de las tácticas
generales de la gubernamentalidad.
Se observa que el predominio de las técnicas
de gobierno tendría mayor relevancia a partir de 1930
con la ampliación y profundización de la intervención
y presencia estatal dentro de la sociedad civil de
mercado con el fin de lograr su regulación y equilibrio
permitiendo la repolitización de las relaciones de
producción. Esta reconfiguración del papel del Estado

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Colección Escuela de Historia 25 años

se dio a raíz del convencimiento de que en la práctica


no coinciden el interés privado y el interés público, o
en palabras de Keynes (1926: 75), “siendo el objeto de la
vida cortar las hojas de las ramas hasta la mayor altura posible,
la manera más plausible de alcanzar este fin es permitir que las
jirafas con el cuello más largo dejen morir de hambre a las que
lo tienen más corto”. Por ello, si al Estado le importaba
el bienestar de las “jirafas”, no podía pasar por alto los
sufrimientos de los cuellos más cortos pisoteados por
los cuellos más largos en medio de la voracidad agresiva.
La agenda del Estado no debía referirse entonces
a aquellas actividades que los individuos privados ya
estaban desarrollando, sino a aquellas funciones que
caían fuera de la esfera del individuo, aquellas que
nadie toma si el Estado no lo hace. Por ello, el Estado
de bienestar surgiría como fórmula pacificadora de
las democracias capitalistas avanzadas y consistiría,
en primer lugar, en la obligación explícita del
aparato estatal de suministrar asistencia y apoyo
a los ciudadanos víctimas de necesidades y riesgos
específicos propios de la sociedad mercantil y, en
segundo lugar, se basaría en el reconocimiento del
papel formal de los sindicatos tanto en la negociación
colectiva como en la formación de los planes públicos
(Offe, 1990: 135), buscándose así superar la situación de
luchas polarizantes y contradicciones que se constituía
en el rasgo más ostensible del capitalismo liberal.
Para Luis Fernando Aguilar (1984: 208), la
verdadera dimensión de la gubernamentalización se
encuentra precisamente en el Estado de bienestar, pues
en él, “el Estado es ya la misma organización y administración
de las relaciones de producción o del trabajo social, por lo cual
estas relaciones de producción se institucionalizan y legitiman
socialmente sólo por la intervención del Estado (…) El Estado
Social de Derecho como organización y administración de
la sociedad civil es el lugar donde acontece y se constituye la

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Colección Escuela de Historia 25 años

administración pública como tal”. Será a partir del Estado


de bienestar que se consolidaría todo un cuerpo de
funcionarios públicos en tareas de planificación, control
y prestación de servicios públicos superando el período
precedente reducido sólo a personal jurídico jueces y
sus empleados, militar y policiaco, hacendario fiscal y
de registro civil.
Desde el punto de vista administrativo, en este
periodo el debate se centró en la reforma progresista y
las nuevas responsabilidades del Estado. Cobrarían re-
levancia el control sobre la administración pública, la
organización jerárquica, el acceso a sistemas de comu-
nicación y el avance normativo en materia de reivin-
dicaciones sociales como seguridad social, educación
pública gratuita, derecho a la huelga, jornada laboral,
salario mínimo, entre otras. La información estadística
relacionada con recursos, población, producción, con-
sumo, y comercio, cobrarían importancia en la inten-
ción de sistematizar, formular o reformular políticas
para que los gobiernos pudieran establecer prioridades
en sus planes de acción.
Los nuevos requerimientos respecto a derechos
del trabajo, salud, vivienda, educación entre otros,
harían indispensable una nueva organización del
aparato estatal en aras de administrar a la sociedad no
en “clave privada” sino pública.
Para el caso colombiano, una primera aproxima-
ción al Estado de bienestar se cimentaría en el periodo
conocido como la Revolución en Marcha. Entre 1930 y
1946, después de cuarenta y seis años de Hegemonía
Conservadora, el Partido Liberal reconquistó el poder
y tuvo la oportunidad de poner en práctica su proyecto
político, en un periodo al que se la ha denominado La
República Liberal. Esta etapa se desarrolló en el marco
de grandes transformaciones sociales impulsadas por el

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Colección Escuela de Historia 25 años

mismo desarrollo capitalista que había tomado impul-


so en Colombia desde los años veinte, por el fenómeno
político del ascenso del comunismo, la crisis del mo-
delo democrático liberal en Europa que hizo posible
el auge de los movimientos nacional socialistas y por
la crisis del modelo económico del liberalismo clásico
que en los años treinta daría origen a una nueva fór-
mula encaminada hacia el intervencionismo de Estado,
conocida como “modelo de bienestar Keynesiano”. A
partir de 1934 un grupo minoritario de la élite liberal,
liderado por Alfonso López Pumarejo, intentará reto-
mar y aplicar los tres elementos propuestos a partir de
Keynes: eficiencia económica, justicia social y libertad
individual. .
Las nuevas figuras del liberalismo que llegaron
al poder en Colombia con la intención de modernizar
el Estado, algunos también influenciados por las ideas
socialistas, debieron hacer frente a la crisis económica
de los años treinta y enfrentar graves dificultades a la
hora de responder a las demandas de diversos sectores
sociales de obreros, arrendatarios, comerciantes,
industriales y los grandes propietarios de tierra. Trataron
de introducir y aplicar los conceptos de liberalismo
social, de intervencionismo económico y de reivindicar
el compromiso del Estado frente a sus deberes sociales.
Desde el Gobierno de Enrique Olaya Herrera (1930-
1934) y especialmente desde el de su sucesor, Alfonso
López Pumarejo, se presentaron significativos avances
en materia de política social y sindical, reforma agraria,
reforma tributaria y fortalecimiento del Estado laico.
Desde 1886 Colombia adoptó un marcado
centralismo estatal que mantendría hasta 1986. A partir
de 1930 dicho centralismo se hacía aún más importante
pues con el proyecto de la llamada Revolución en
Marcha se intentaba que el Estado garantizara y
organizara todo el proceso de desarrollo del capitalismo

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Colección Escuela de Historia 25 años

desde los mecanismos de planificación nacional, la


puesta en marcha de políticas sociales y el desarrollo
de un aparato administrativo burocrático acorde con
el nuevo papel institucional del Estado. La tendencia
predominante para los años treinta y cuarenta, sería
un modelo de Estado centralizado cuyas autoridades
determinaban las decisiones en materia de acción
estatal, es decir, seleccionaban las demandas y proveían
bienes y servicios; las elecciones públicas resultaban de
los conflictos de interés entre los diferentes grupos con
poder, tendencia que en las décadas subsiguientes se
iría transformando dada la creciente interpenetración
entre la esfera pública y privada y como resultado del
ascenso de la sociedad organizada cuya presión social y
económica sería fundamental para centrar el análisis en
la interacción sociedad – Estado.
Así, desde el punto de vista administrativo para
el período de 1930 a 1946 el debate al interior de las
clases dirigentes se centró en la reforma progresista
que implicaba las nuevas responsabilidades del Estado.
Cobraría importancia el control sobre la administración
pública, su organización jerárquica, el acceso a sistemas
de comunicación y el avance normativo en materia de
reivindicaciones sociales. Uno de los instrumentos
técnicos básicos planteados por Foucault, la estadística,
pasaría a primer plano pues empieza a llevarse la
relación de recursos, población, producción, consumo
y comercio con la intención de servir de base a la
formulación de políticas públicas.
A través de una prosa política moderna que se
concretaría en la Reforma Constitucional de 1936,
se institucionalizarían los derechos de propiedad,
así como los sociales y educativos, pues hasta este
período los primeros habían pertenecido al reino de
las transacciones privadas, y los segundos, según el
clero católico, hacían parte de los deberes naturales de

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Colección Escuela de Historia 25 años

los padres de familia y de la Iglesia ante los cuales era


intolerable la intromisión del Estado (Palacios, 2002:
540). El intervencionismo estatal trataría de cubrir
todos los frentes.
El proyecto de Estado social propuesto por la
Revolución en Marcha tuvo una importante acogida
al interior de diferentes grupos sociales y políticos
que tradicionalmente se habían sentido excluidos del
Estado oligárquico, evidenciándose así el viraje de las
relaciones entre Estado y trabajadores que dependería
en gran medida de la movilización política de un país
que se urbanizaba. Según Offe (1990: 136), el carácter
multifuncional del Estado de bienestar y su capacidad
de servir simultáneamente a muchos fines y estrategias
conflictivas harían que el arreglo político propuesto
por el Estado social fuese atractivo para una alianza
amplia de fuerzas heterogéneas; se buscaría así mitigar
el conflicto social, la tensión, con el reconocimiento del
papel formal de los sindicatos en los planes políticos del
gobierno.
Durante este período se dieron avances en
términos de buscar una legitimación racional legal
como lo planteaba Max Weber conforme a la “ética de
la responsabilidad” y prueba de ello es el refinamiento
de algunos procedimientos: el inicio de la campaña de
cedulación en todo el país, el uso de tinta indeleble, la
prohibición de los funcionarios públicos de participar
en política, la suspensión del sufragio a miembros
del Ejército y la Policía, la creación de las secciones
técnicas en las diferentes secretarías de gobierno, la
profesionalización de los maestros de las escuelas
públicas, la tipificación de los delitos contra el sufragio,
la creación del Gran Consejo Electoral, las campañas de
sanidad pública con personal capacitado, avances en
materia normativa - sobre todo en el reconocimiento
del trabajo como una obligación social-, entre otras.

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Colección Escuela de Historia 25 años

Para las décadas de los años treinta y cuarenta, “el


hambre, la enfermedad y la ignorancia” predominaban
sobre una población que en su mayor parte era rural. En
el Departamento de Santander, por ejemplo, el 65.7%
de sus habitantes no sabían leer y escribir; en el caso
de los niños entre 7 y 14 años analfabetas, el 35.9% se
hallaban en la ciudad y el 64.1% residían en el campo.
Esta situación era similar en el resto de Colombia,
por ello, desde los inicios del proyecto liberal se
pretendía reforzar el principio de utilidad social pues
tan preocupante era el problema educativo como el de
salud pública.
Desde el 1 de febrero de 1931 entró en vigor la
ley que haría obligatoria la educación primaria que
para la época sería costeada con fondos de cada erario
departamental. Los esfuerzos se centrarían tanto en
cobertura como en calidad, para el primer caso se
ampliaron de manera significativa el número de escuelas
públicas. En cuanto a la calidad, a partir de 1933 se
fortalecieron las escuelas normales superiores pues
hasta ese momento la idoneidad de la mayoría de los
maestros no estaba acreditada con título escolar; a su
vez, se intentó impulsar una lógica instrumental en la
educación básica con miras a incorporar a los alumnos
a la vida productiva; bajo este parámetro operaron
las granjas agrícolas y las escuelas complementarias.
En cuanto al control, sólo hasta 1940 con la creación
de la Sección Técnica de la Dirección de Educación
se empezaría a llevar un registro confiable tanto de la
cobertura como de la calidad de la educación que se
impartía.
Respecto a la salud se pretendía pasar de simples
programas de caridad y beneficencia a verdaderos
proyectos de sanidad pública, pues el alto índice de
mortalidad infantil y las innumerables enfermedades
endémicas diezmaban de manera considerable a la

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Colección Escuela de Historia 25 años

población; en este período se emprendieron importantes


campañas contra la tuberculosis, la lepra, paludismo
y las enfermedades gastrointestinales producto
principalmente de las difíciles condiciones higiénicas. El
reto para el gobierno radicaba en la creación y dotación
de hospitales así como en las intensas campañas de
prevención que habían sido prácticamente inexistentes.
No obstante los importantes proyectos
emprendidos tanto en salud como en educación, se
presentarían serias dificultades si se mira el proceso de
gubernamentalización del Estado colombiano teniendo
como su principal objeto la población tal como lo propone
Foucault. Si bien desde el discurso gubernamental se
pretendía impulsar la política social, los alcances de
la misma dejaban entrever grandes obstáculos en su
consecución según las administraciones de la época:
problemas graves de desnutrición, malos hábitos
higiénicos y los altos índices de pobreza que las rentas
públicas eran incapaces de solucionar.
Los gobiernos liberales de este periodo se
enfrentaron a serias amenazas relacionadas con la
planificación y la prestación de los servicios sociales
debidas fundamentalmente a la crisis fiscal que a su
vez reflejaba discontinuidades tanto cíclicas como
estructurales en el proceso de acumulación, así como las
tensiones políticas en el proceso de toma de decisiones.
Además de lo anterior, desde el punto de vista social, la
pretendida intervención del Estado se encontraría con
otros obstáculos como el reclutamiento partidista del
personal administrativo del Estado y la primacía de los
intereses privados sobre los del gobierno.
A su vez, a la falta de cohesión al interior del
Partido en el poder y la débil organización de los
sectores populares se sumó la férrea resistencia de la
oposición conservadora que bajo el discurso de una

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Colección Escuela de Historia 25 años

sociedad “racionalmente ordenada”, se opuso a dos de


los pilares del proyecto liberal: la reforma agraria y el
replanteamiento de las relaciones Iglesia–Estado. Según
Daniel Pecaut (1987: 126), la dificultad para modernizar
la vida política radicó en que las clases dominantes
no se organizaron por intermedio del Estado, no se
afirmaron como una burguesía nacional sino como una
yuxtaposición de intereses parciales y heterogéneos, de
ahí que el Estado colombiano continuaría moviéndose
dentro del juego de los intereses fragmentarios de las
diversas facciones de la burguesía, por ello la limitada
intervención del Estado no bastó para convertirlo en
agente de desarrollo como ocurrió en México o en Brasil.
La máquina de la administración colapsó en
el período subsiguiente 1946-1953 pues no hubo la
“negación de sí mismo” y la disciplina ética planteada
por Weber (1998: 115) cuando afirma que si se ha de
ser fiel a la vocación de funcionario público no se debe
hacer política, sino limitarse a administrar sobre todo
imparcialmente. Y no podía ser así pues el mecanismo
de reproducción de los partidos en ese momento se
sustentaba sobre la adscripción sectaria a cualquiera
de las dos colectividades lo que propició la mayor
irracionalidad de la lucha política y llevaría al primer
colapso del régimen político colombiano en el Siglo XX.
Teniendo como marco este periodo de
significativos avances de carácter social y político, se
pretende en este trabajo realizar un acercamiento a la
situación político–administrativa del Departamento de
Santander entre 1930 y 1946, producto de un cuidadoso
estudio de material documental oficial y no oficial
que a partir de la confrontación de diversas fuentes
permitió hacer una evaluación de la acción o inacción
del Estado durante este período, mostrando de esta
forma, las iniciativas, decisiones, acciones u omisiones

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Colección Escuela de Historia 25 años

del régimen liberal frente a situaciones problemáticas


y frente a las demandas de la sociedad santandereana.
La obra se estructuró teniendo como base el
contexto político, el orden público, la administración
y el ordenamiento del territorio, el desarrollo de la
educación, salud, agricultura, la industria, el comercio,
las comunicaciones, el transporte, y las obras de
infraestructura impulsadas por los gobiernos nacional
y departamental en el Departamento de Santander.
El contexto político de la época es analizado en el
primer y segundo capítulos con la identificación de los
diferentes matices y tendencias ideológicas dentro del
liberalismo en el contexto nacional y para Santander,
donde dicha división se hizo evidente tanto en la
Asamblea Departamental como en el Concejo Municipal
de Bucaramanga. En un ejercicio de confrontación de
fuentes y versiones de la oposición con las oficiales,
se aborda el problema de la violencia política que
azotó al departamento durante los primeros años de
la República Liberal y la férrea oposición por parte del
Directorio Departamental Conservador que desde la
Asamblea del Departamento, la plaza pública y el diario
El Deber y dentro de un gran apasionamiento político,
especialmente durante las primeras administraciones
liberales en el inicio de la década del treinta, desataron
una violencia generalizada y acentuada en la provincia
de García Rovira. Otros hechos que alteraron el orden
público como las huelgas de los trabajadores de la
multinacional petrolera en Barrancabermeja y las
repercusiones en Bucaramanga de los incidentes del
10 de julio de 1944, que puso en crisis al ejecutivo en
el llamado Golpe de Pasto, son aquí objeto de análisis.
El sistema electoral también es objeto de estudio,
siguiendo a Patricia Pinzón de Lewin, se presenta el
mapa electoral de Santander para el periodo que nos

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Colección Escuela de Historia 25 años

ocupa precisándose según las categorías que permiten


identificar las regiones y municipios de tradición
liberal, de tradición conservadora, no tradicionales
y de izquierda. Se muestran las medidas tomadas por
el gobierno central en su esfuerzo para purificar el
sufragio y romper la tradición del fraude facilitado por
las anteriores legislaciones electorales.
El tercer capítulo centra la atención en torno a
la administración pública y el ordenamiento territorial
que hace referencia a la división del departamento
en provincias así como a los numerosos litigios
entre municipios en razón a la poca claridad en sus
delimitaciones; así mismo se establecen los ciclos que
marcan períodos de crisis y de recuperación de los
recursos fiscales incluyendo un análisis de sus causas y
sus consecuencias para el desarrollo regional.
El panorama de la salud y la educación en
el departamento es estudiado en el capítulo cuarto,
donde se hace una mirada a los obstáculos que las
administraciones seccionales debieron sortear en su
propósito de desarrollar políticas sociales con las que
se pretendían ampliar la cobertura y mejorar la calidad
en esta materia.
Los dos últimos capítulos están dedicados a
mostrar las políticas gubernamentales establecidas
para impulsar las actividades del sector primario
-agricultura, ganadería y minería- y el desarrollo de
la industria santandereana, así como el incremento
del cooperativismo que adquirió un importante auge
en el periodo en estudio. Finalmente el desarrollo
material de Santander con el adelanto de las obras
públicas que permitieron avanzar en la consolidación
de la red vial del departamento y la construcción
de diversos edificios destinados a colegios, oficinas
gubernamentales, hoteles, centros de salud o escenarios

25
Colección Escuela de Historia 25 años

deportivos, lo que junto al interés por dotar los centros


urbanos en materia de servicios públicos se constituiría
a la postre en uno de los más significativos logros de las
administraciones liberales.
La administración departamental fue asumida
durante el gobierno del Presidente Enrique Olaya
Herrera (1930 – 1934) por Alejandro Galvis Galvis1,
Eduardo Santos2, Alejandro Uribe encargado), Alfredo
Cadena D’costa3, Félix Francisco García (encargado),
Humberto Gómez Naranjo4.

1  Con el triunfo liberal el Doctor Enrique Olaya Herrera nombró como


gobernador de Santander a Alejandro Galvis Galvis el 4 de Septiembre
de 1930 quien desempeñaría esta función hasta Junio de 1931 y en-
tre abril de 1944 y septiembre de 1945 llegó por segunda vez al primer
cargo del Departamento. Galvis Galvis se distinguió por su liderazgo
en la región como abogado, político, periodista y diplomático; en 1919
fundó el diario VANGUARDIA LIBERAL; fue elegido concejal de Bucara-
manga, diputado a la Asamblea de Santander, representante y senador
– presidente de esta corporación- miembro de la Dirección Nacional
Liberal; Ministro de Guerra en la administración López, embajador de
Colombia en México y Venezuela, Embajador Plenipotenciario para
Europa, Embajador en España; cofundador de la Academia de Historia
de Santander, el Instituto Industrial Dámaso Zapata, la Universidad In-
dustrial de Santander UIS, la Facultad de periodismo de la Universidad
Autónoma de Bucaramanga UNAB. En 1979 recibió el premio Simón
Bolívar a la vida y obra de un periodista
2  Eduardo Santos antes de ser elegido presidente de la República
para el período - 1934-1938 -, actuó como gobernador del departa-
mento de Santander a solicitud expresa del Presidente Olaya Herrera
y del Ministro de Gobierno, quienes vieron en él al hombre que podría
traerle la paz a este departamento azotado por la violencia política y
dados sus vínculos familiares y afectos para con esta región, tal como
se muestra en su discurso de posesión (Ver Anexo 2).
3  Alfredo Cadena D´Costa este industrial y político nacido en Bu-
caramanga en 1892 fue dos veces gobernador de Santander- desde
mediados de 1931 hasta 1932, y entre 1935 y 1938 en las administra-
ciones de Olaya Herrera y López –; en 1935 fue elegido Representante
al Congreso. A nivel nacional se destacó como Ministro de Correos y
Telégrafos en la administración Santos y Gerente del Banco postal.
4  Humberto Gómez Naranjo Abogado nacido en Zapatoca, elegido
diputado a la Asamblea de Santander y miembro del Congreso de la
Republica; fue el último gobernador de Santander de la administración
de Olaya Herrera. Continuaron dos mandatos cortos, el del Abogado y
exmagistrado Pedro Alejandro Gómez Naranjo, hermano del anterior
mandatario, y Rogelio Silva Pradilla, hombre de negocios que gober-
narían entre 1934 y 1935.

26
Colección Escuela de Historia 25 años

Durante la primera administración de Alfonso


López Pumarejo (1934 a 1938) los destinos de Santander
estuvieron a cargo de Pedro Alejandro Gómez Naranjo,
Rogelio Silva Pradilla, Raimundo Rueda (encargado) y
Alfredo Cadena D’costa.
Para el periodo 1938 – 1942 durante la Presidencia
de Eduardo Santos, los gobernadores del Departamento
de Santander fueron Hernán Gómez Gómez5 y Benjamín
García Cadena6 y para el último periodo del régimen
liberal (1942 a 1946) esta responsabilidad recayó en los
nombres de Arturo Santos7, Alejandro Galvis Galvis y
Luis Camacho Rueda8.

5  Luego del segundo mandato de Alfredo Cadena D´Costa en 1938, es


nombrado Hernán Gómez Gómez quien estuvo en el cargo hasta 1941;
este médico socorrano desempeñó labores en el servicio exterior en
el consulado en Sao Paulo, Barcelona y la embajada de Holanda. Du-
rante su administración se dio un gran impulso a la apertura de vías en
el departamento y al desarrollo industrial con el establecimiento de la
Cervecería Bavaria en Bucaramanga
6  Benjamín García Cadena, siguiente gobernador de Santander nom-
brado para el periodo 1941 – 1942, ingeniero, tuvo a cargo la cons-
trucción del edificio de la gobernación y de la Hidroeléctrica de Lebrija,
impulsó la construcción de carreteras en el departamento.
7  A partir de agosto de 1942 fue nombrado Arturo Santos en periodo
de relativa calma, natural de Suaita, odontólogo, se caracterizó por
sus visitas permanentes y desplazamientos a las diferentes provincias
del departamento con el fin conocer de primera mano sus necesida-
des y tomar las medidas necesarias para impulsar la diversas obras
públicas.
8  Tras la renuncia de Galvis Galvis en Septiembre de 1945, la gober-
nación de Santander quedó a cargo de Luis Camacho Rueda último
mandatario seccional hasta el fin del régimen liberal en 1946.

27
1. CONTEXTO POLÍTICO
Y COMPORTAMIENTO
ELECTORAL
Colección Escuela de Historia 25 años

1.1 EL LIBERALISMO
Liberales socialistas, manchesterianos, dirigentes
sindicalistas, terratenientes, conformarían las diversas
tendencias en el interior de una colectividad que
hacia 1930 se mostraba renovada con un programa
modernizante que buscaba la democratización del
país. De ahí su propuesta por la defensa y protección de
las clases obreras, la asistencia pública, reforma agraria
que pretendía garantizar la democratización de la
propiedad, la nacionalización de los servicios públicos,
dirección y fiscalización estatal en la educación, la
obligación social del trabajador.
En el interior del Partido Liberal existían algunas
diferencias ideológicas e intereses encontrados. Por un
lado, estaba el grupo que acompañaba a Alfonso López
Pumarejo, jóvenes intelectuales liberales que no se
hallaban sujetos a la maquinaria del partido como Darío
Echandía, Alberto Lleras Camargo, Antonio Rocha,
Jorge Soto, Jorge Zalamea, quienes propugnaban por
impulsar una reforma constitucional. Por otro lado
sectores tradicionales del partido, jefes regionales
que se oponían a algunas propuestas de López como
la ley de tierras o el intervencionismo de Estado que
consideraban cercano al comunismo, entre ellos Juan
Lozano, Eduardo López, Aquiles Arrieta. Existía un
liberalismo de centro liderado por Eduardo Santos

31
Colección Escuela de Historia 25 años

que por cuestiones prácticas buscaba poner freno a


ciertas reformas, y por último, la izquierda liberal más
partidaria de cambios radicales como Diego Montaña
Cuellar, Carlos Lozano, Germán Zea, José Umaña y los
socialistas Gerardo Molina, Alejandro López y Diego
Luis Córdoba.9
Este abanico doctrinario en el Congreso propiciaba
que solo cuando arremetía la oposición conservadora,
el liberalismo operaba en bloque y cuando aquella
disminuía, las grietas se hacían evidentes. A manera de
ejemplo la tendencia hacia la orientación del desarrollo
y en la concepción de la educación pública se observa
que no fue una “expresión orgánica del Partido liberal”
sino el resultado del pensamiento y acción de algunos
personajes del gobierno de López10 que se constituían
en una especie de Vanguardias intelectuales.
En Santander la situación del liberalismo no era
diferente a la de la colectividad a nivel nacional. Desde
la primera administración departamental de Alejandro
Galvis Galvis, se dio el recelo y desconfianza de los
mismos miembros del partido frente a los mandatarios
seccionales y aunque la conformación de la Asamblea
Departamental era de gran mayoría liberal y ofreciera
publica y privadamente irrestricto apoyo al mandatario,
no dejó de realizar algunos actos encaminados a
poner en dificultades la administración. Destacan
entre tales acciones el control y la fiscalización de la
Asamblea para cerciorarse de las condiciones en que
se hallaban los trabajadores de obras públicas así como
el salario que recibían y que obligó al gobernador a una
reducción con miras a poder generar empleos para un
9  TIRADO MEJIA, Álvaro. López Pumarejo: La Revolución en Mar-
cha: En Nueva Historia de Colombia. Bogotá : Planeta, 1989. T.omo
1. 307p.
10  LOPEZ DE LA ROCHE, Fabio. Tradiciones de Cultura Política en el
Siglo XX. En : Modernidad y Sociedad Política en Colombia. Bogotá :
FESCOL, 1993

32
Colección Escuela de Historia 25 años

gran número de desocupados que sumaban no menos


de 5000. Otro factor que desencadenó la oposición de
la mayoría liberal de la Asamblea fue el nombramiento
del conservador Pablo Emilio Jurado en la Secretaría
de Gobierno que por mandato presidencial era una de
las condiciones para calmar los problemas de orden
público en Santander, según el “Convenio de Bogotá”.
Hechos como estos muestran la división en el interior
del liberalismo y generaron candentes debates en la
Asamblea Departamental.
Entre 1932 y 1933 hubo una relativa calma en el
seno de las toldas liberales. En 1934 desde la instalación
de la Asamblea Departamental quedó planteada la
división entre “galvistas y ruicistas”, es decir los liberales
se dividieron en defensa de Alejandro Galvis Galvis o
de Mario Ruiz Camacho. La confrontación llegó a ser
tan candente que en marzo de ese año, Ruiz anuncia al
gobierno que se abstenía de asistir a la Asamblea por
falta de garantías11.
Ruiz se opuso al nombramiento del
exgobernador Galvis como presidente de la Asamblea
por considerarlo enemigo de la clase trabajadora y un
liberal “retardatario” mientras él se catalogaba así
mismo como liberal de avanzada. Por su parte Alejandro
Galvis Galvis lo acusaba de profesar “ideas francamente
comunistas. Optó por la lucha de clases en lugar de la cooperación
armónica de los distintos factores para la producción y yo le
rebatí sus tesis, clarificando el sentido de las verdaderas doctrinas
liberales. Cuando se pronunció contra los latifundios hablando
de la necesidad de una más razonable distribución de las tierras
yo estuve de acuerdo en esto, que es de la esencia ideológica del
liberalismo”12.

11  EL Deber. 12-III-34.


12  GALVIS GALVIS, Alejandro, Memorias de un Político, Bucaramanga.
1975, 321p.

33
Colección Escuela de Historia 25 años

Tanto Mario Ruiz como Carlos Vicente Rey se


constituyeron en los líderes de la disidencia liberal que
habría de presionar la salida de Pedro Alejandro Gómez
Naranjo como gobernador en 1935. Con su sucesor
Rogerio Silva Pradilla las cosas no serian distintas, pues
ante el nombramiento de don Raimundo Rueda como
secretario de Gobierno se desencadenó la oposición de
parte de la bancada liberal ruicista en la Asamblea.
En el Concejo Municipal de Bucaramanga la
situación de profunda división del liberalismo era
semejante, así lo reconocía el propio Galvis Galvis al
afirmar que: “Aún bajo los más hostiles regímenes conservadores
el liberalismo bumangués derrotó siempre en los caminos al
adversario tradicional; y ahora por obra y gracia de las divisiones
el partido perdió el debate en el centro de la ciudad y lleva al
concejo una mayoría dividida en dos grupos irreconciliables que
han extremado sus divergencias a una grado tal de exasperación
que les será menos que imposible ponerse de acuerdo....”13.
Sobre la situación de esta corporación, el diario
conservador El Deber, exponía en una de sus columnas:
“no es posible que se piense apelar a medios coercitivos y drásticos
para darle vida y personería a un entidad desacreditada por los
errores y las audacias de los camaradas disolventes, así se explica
que no concurran a la Corporación del lado liberal, ni el doctor
Eduardo Rueda Rueda, ni don Jorge Gómez Naranjo, ni don
Lázaro F. Soto, caballeros que no podían y no pueden prestar
su nombre para respaldar las maquinaciones ni la ética de los
comunistas del Concejo. Por esa razón también no concurrirán
los voceros del conservatismo, con excepciones lamentables de dos
miembros que en dos sesiones asistieron exclusivamente a formar
quorum legal, pero representando únicamente sus personas”14.
Así para 1936 el cabildo de Bucaramanga quedó
conformado por 3 grupos, la minoría conservadora, un
grupo al que la oposición conservadora denominaba la
“mayoría comunista” y por último, la minoría liberal.
13  Ibidem. 336p.
14  El Deber. 22-VIII-36.

34
Colección Escuela de Historia 25 años

Dos años más tarde el liberalismo Santandereano


se hallaba “anarquizado”, pues durante la administración
del Gobernador Hernán Gómez Gómez la situación no
fue menos tensa, como expresaba Tomas Vargas Osorio
- encargado de la dirección de Vanguardia Liberal en
ese momento - “una anarquía feroz en la esfera directiva del
partido”15 existían por lo menos siete corrientes liberales
dentro del santismo cada una con su propio nombre, sin
contar la izquierdista. La problemática giraba en torno
a la ausencia en Santander de un Jefe o de un Directorio
capaz de canalizar las diversas fuerzas del liberalismo
en este periodo.
En el mismo sentido se manifestaba Gabriel
Turbay quien en ese momento era el Presidente de la
Dirección Liberal pues a la vez que reconocía que la
situación del partido a nivel nacional era tranquila,
enfatizaba que “el único departamento donde hay una gran
atonía desconcierto y falta de orientación es en Santander” de
ahí que gestionara el regreso a Colombia de Alejandro
Galvis Galvis para que tomara de nuevo las riendas del
Partido Liberal en Santander16. En 1939 la disidencia
se hizo sentir en la Asamblea con la formación de dos
corrientes: diputados gobiernistas y antigobiernistas
cuyas airadas controversias provocaron desordenes
que propiciaron la intervención del ejército y la policía
y ante los candentes debates partidarios, la Asamblea
clausuró sus sesiones ordinarias sin haber expedido una
ordenanza fundamental, la de presupuesto de rentas y
gastos para la vigencia de 1940.
En 1941 la situación parece haberse transformado,
pero aunque los diputados bajaron el tono de la
confrontación, ésta se centró ahora en dos periódicos
liberales, Vanguardia Liberal de Alejandro Galvis y
“El Comunero” de Arturo Regueros Peralta quien era
15  GALVIS GALVIS, A. Op. Cit. 364p.
16  Ibidem. 373p.

35
Colección Escuela de Historia 25 años

más próximo al grupo del gobernador Hernán Gómez.


En un recital de ofensas se convertiría la pugna
entre Regueros y Galvis Galvis hasta tal punto que
el expresidente López Pumarejo tuvo que intervenir
llamando a la cordura a los dos importantes dirigentes
liberales, luego de lo cual se restableció la “paz liberal”.

1.2 LA OPOSICIÓN CONSERVADORA


A pesar del interés del Presidente Enrique Olaya
Herrera por instalar un gobierno de coalición con la
participación del Partido Conservador, la transición
a partir de 1930 no fue del todo pacífica ya que los
liberales habían estado lejos del poder por casi medio
siglo y veían ahora la oportunidad de satisfacer sus
intereses y saldar los agravios de que fueron objeto
durante la Hegemonía Conservadora; a su vez los
conservadores en la provincias, especialmente, no
estaban lo suficientemente preparados para dejar el
poder por medios no violentos17.
Durante las administraciones liberales la
oposición conservadora sería férrea, fuerte, dentro de
un gran apasionamiento político propio de la época y
tendría en la prensa y el clero sus dos grandes bastiones
de oposición. El periódico ”El Siglo” inaugurado en
1936 y dirigido por Laureano Gómez sería el más audaz
e intransigente opositor al régimen liberal, también
destacaban: La Patria de Manizales, El Colombiano de
Medellín, La Revista de la Universidad Javeriana, La
Claridad de Popayán, El Deber de Bucaramanga dirigido
por Juan Cristóbal Martínez y Manuel Serrano Blanco,
así como la emisora “La voz de Colombia” desde la que
se propagaría una gran campaña política.

17  BUSHNELL, David. Colombia: Una Nación A Pesar de Sí Misma.


Bogotá: Planeta, 2000. 253p.

36
Colección Escuela de Historia 25 años

La oposición se habría de convertir en una


especie de “fundamentalismo conservador”, que junto
a otros factores como la movilización populista de
Jorge Eliécer Gaitán y la reacción de un sector del
liberalismo opuesto al proyecto modernizante de López
Pumarejo, confluirán en un espacio polarizado que
preparó el camino a interminables conflictos sucedidos
en el periodo subsiguiente, más conocido como “la
violencia”18.
De un gobierno de coalición propuesto por
Olaya se pasó con López a algo diferente. La propuesta
presentada al conservatismo consistía en la fiscalización
de los actos de gobierno, una oposición de carácter
administrativo. No se trataba de la fórmula gobierno
- oposición ya que el Presidente era consciente de la
indisciplina en el interior del sistema de partidos, por
lo que “una facción o una coalición de facciones puede hacer
irrisoria la acción de su partido al aceptar los halagos del
partido de gobierno”19 siendo más propicio para sistemas
parlamentarios que para presidencialistas como el
colombiano.
El Partido Conservador que había tenido
representación en el Congreso hasta 1934, declinó la
oferta de López y a partir del año siguiente declaró la
abstención en el Parlamento en una inicial estrategia
que consistía en dividir al liberalismo, criticando al
gobierno de Olaya y elogiando al de López. Situación
que no duraría mucho ya que con las reformas de 1936,
vendría el más despiadado ataque del partido opositor.
En 1936 a la pérdida de los cargos públicos por
parte de los conservadores, se sumó la percepción del
auge transformador del régimen liberal en el campo
18  GONZALEZ, Fernán. Para Leer la Política. Bogotá: CINEP, 1997.
Tomo I. 59-60p.
19  LOPEZ PUMAREJO, Alfonso. Obras Selectas. Colección Cámara de
Representantes. Tomo X. 107-110p.

37
Colección Escuela de Historia 25 años

ideológico, legal y constitucional. “Como reacción, el


conservatismo acudió a todos los medios de oposición: la
prensa y la radio; la apelación a los sentimientos católicos
supuestamente mancillados; la conspiración; la acción de masas;
la utilización de la guerra de España en la política interior; la
declaración programática y el ataque contra la honorabilidad del
presidente”.20
La oposición liderada por el Directorio Nacional
Conservador y por la jerarquía eclesiástica, presentó en
1936 su más férrea resistencia a las reformas impulsadas
por el Congreso que con un carácter modernizante
pretendían la secularización del Estado y la sociedad
colombiana.
En Santander, la oposición conservadora se hizo
sentir desde la primera administración departamental,
especialmente a través del periódico El Deber, impulsor
de una gran resistencia a la política gubernamental
durante los 16 años de dominio liberal. Manuel Serrano
Blanco y Juan Cristóbal Martínez, los directores de este
diario, no dejaban pasar oportunidad para oponerse
a las políticas del gobierno considerando que la
administración desarrollaba una política de exclusión
contra los miembros de su partido.
La declaración constante de los conservadores de
acudir a la abstención electoral estuvo presente durante
toda la República Liberal, la falta de garantías era la
razón fundamental expresada por la oposición21.
20  TIRADO MEJIA, A. Op. Cit., 313p.
21  “La abstención, para en el caso nuestro, no fue ordenada como
recurso táctico simplemente, sino como medida obligada de defensa
de la vida y de los bienes de nuestros copartidarios, amenazados y acri-
billados por la turba enfurecida del liberalismo. Esta política se justificó
y se respalda aún, en el hecho de que el partido de gobierno se ha ne-
gado sistemáticamente a expedir la cédula de ciudadanía, colocando
fuera de la ley a las gentes de nuestras filas; esta actitud fue la culmi-
nación lógica del procedimiento del gobierno que ha dejado sin castigo
y aún sin averiguación horrendos crímenes cometidos en las personas
y en los bienes de los conservadores en un período sangriento y trágico
de seis años; este recurso desesperado se apoya en el hecho de que el

38
Colección Escuela de Historia 25 años

Entre “El Deber” y “Vanguardia Liberal” se


concentró el choque partidista que se extendería hasta
el final de la República Liberal. Para 1945 por ejemplo,
ante el rechazo del dirigente conservador Manuel
serrano Blanco a la invitación del Gobernador Alejandro
Galvis para que hiciese parte de la Junta de Revisión
de Prensa con la que se pretendía someter a revisión
previa las publicaciones de orden público hechas en
los diferentes diarios informativos, con ocasión del
golpe fallido al presidente López en Pasto, el entonces
gobernador y fundador del diario liberal se refirió a su
opositor en los siguientes términos: “no digo yo que toda
la prensa pero si ciertos voceros suyos han agotado el diccionario
de los vocablos denigrantes. Esto lo ha tolerado el régimen con
paciencia franciscana.... pero lo que no estaría dispuesto a tolerar
es que dentro de la actual situación se abuse del periódico para
instigar a la rebelión o esparcir rumores inconvenientes o para
dar informaciones inexactas que lleven dentro de su veneno
recóndito una sugerencia peligrosa o una consigna equivoca”22.
En el discurso conservador se pueden entrever
dos creencias, la primera consistía en la certeza de que
el “liberalismo caería en pedazos” producto de lo que
régimen impide a nuestros intelectuales la propaganda a la doctrina
conservadora en las radiodifusoras y obstaculiza la libertad de libre
reunión y la de la expresión en la plaza pública de nuestros anhelos,
como en el doloroso episodio de Medellín; esta táctica se justifica en la
circunstancia de que las tribunas conservadoras como “La Patria”, “El
Colombiano”, “El Deber”, y “La Defensa”, han sido destruidas por las
turbas irresponsables sin que el partido liberal impusiera al régimen
cobarde la obligación de investigar severamente esos crímenes; esta
melancólica postura tiene su origen en el hecho de que el gobierno
arma los brazos plebeyos e irresponsables con las armas nacionales
y hace del ejército una institución sectaria que a cada instante enfi-
la contra nosotros los cañones amenazantes que en la frontera del
Perú se mantuvieron en vergonzoso silencio; esta expectativa ya larga
y penosa se funda en el sectarismo liberal, ambiente que llego en su
extremo de voracidad burocrática a negarle a nuestro partido su re-
presentación en el Consejo de Estado y que seguramente la negará en
el Consejo Electoral. El Deber 4 – IX-1936.
22  Informe del Gobernador Alejandro Galvis Galvis a la Asamblea
Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1945. 85-
87p.

39
Colección Escuela de Historia 25 años

consideraban anarquía ante el beneplácito hacia las ideas


socialistas, y la segunda, que ante la férrea oposición
conservadora, si no caía, el gobierno liberal tendría
que girar hacia la “democracia ordenada” que según la
colectividad había caracterizado el periodo anterior.
En torno a estas ideas se presentó una confrontación
sectaria que habría de propiciar innumerables
problemas de orden público en Santander entre 1930 y
1946. Otro elemento que despertaba la desconfianza de
la oposición eran las fuerzas encargadas de mantener el
orden público, hecho que ocasionó innumerables quejas
contra la policía por supuesta parcialidad con el partido
de gobierno.

1.3 EL LIBERALISMO SOCIAL


Las nuevas figuras políticas que emergieron en la
República Liberal hacían parte de una intelectualidad
influida por algunas ideas cercanas al socialismo en
el marco de un nuevo contexto caracterizado por la
ampliación de los procesos de industrialización, la
extensión de los mercados de consumo y la consolidación
de la clase obrera. Sería la administración de Alfonso
López Pumarejo la más cercana a esta tendencia, a través
de una legislación laboral que canalizaba las exigencias
en esta materia evitando los abusos de los patronos.
La Confederación de Trabajadores de Colombia
CTC, fundada en 1936, se habría de constituir en
el “brazo laboral del partido liberal” y aunque los
“comunistas también participaron de manera destacada, no
había demasiados comunistas en Colombia, en parte debido a la
propia naturaleza del sistema de partidos políticos del país, pero
existía un pequeño partido comunista y aunque López obviamente
no pertenecía a sus filas, tampoco rechazaba el apoyo de esa
agrupación. De hecho en el mismo año 36 un líder comunista
se dirigió a la comunidad bogotana desde el balcón de la casa

40
Colección Escuela de Historia 25 años

presidencial, para consternación tanto de los conservadores como


de no pocos liberales”.23 Pero si para un sector liderado
por López, se trataba de avanzar en el proceso de
reconocimiento de los derechos políticos, económicos
y sociales de la clase obrera como sujeto digno de la
acción política y de reivindicación de la importancia del
trabajo en las sociedades modernas, para otros sectores
del liberalismo, no significaba más que la subordinación
de la clase obrera a la dirección del liberalismo buscando
legitimar su gobierno ante la población.
Para los sectores más conservadores la
actitud de los liberales representaba una especie de
comunismo disfrazado que ponía en riesgo “no solamente
la propiedad privada, sino también la familia, la iglesia y la
civilización cristiana”24. El escenario mostraba diversas
interpretaciones en torno a las reivindicaciones laborales,
para 1931 por ejemplo, la oposición conservadora en
Santander se manifestaba en contra de la armonía
entre liberalismo y comunismo: “el problema comunista...
no es otra cosa que el mismo problema liberal aun cuando se le
bautiza con el nombre ruso: los partidos anticonservadores
tienen una marcada división en el Departamento”25. Desde
los años veinte se habían empezado a manifestar en
esta zona, movimientos obreros de cigarreros, sastres,
zapateros, albañiles, carpinteros y en la zona petrolera
de Barranca y Puerto Wilches, los obreros protestaban
por las difíciles condiciones que ofrecían las compañías
extranjeras.
En los inicios de la República liberal se vivía
un ambiente de cierta “conmoción socialista” objeto de
importantes debates en la Asamblea Departamental de
Santander, donde se discutió en torno a la legislación
23  BUSHNELL, David. Op. Cit., 260p.
24  CRONSHAW, Francine “El Problema Social en Colombia: el trata-
miento de lo social como fuente de conflictos en el contexto interna-
cional 1917-1945” En: Iglesia, Movimientos y Partidos. IX Congreso de
Historia de Colombia. Tunja, 1995 209p.
25  EL Deber. 16-VII-31.

41
Colección Escuela de Historia 25 años

obrera relacionada con el salario mínimo y la jornada


laboral de 8 horas, entre otros temas.
En el interior del Partido Liberal se asimilarían así
tendencias de izquierda que buscaban en Bucaramanga
por ejemplo, “apaciguar los ánimos y realizar alianzas” de
forma tal que los antiguos dirigentes comunistas como Jorge Uribe
Márquez se convirtieron en destacadas figuras del liberalismo.
El conflicto parecía ahora reducirse a la confrontación entre este
último partido y el conservador que lo acusaba de haber virado
peligrosamente hacia la izquierda26, por lo cual empezarían a
llamarlo peyorativamente como “el peligro rojo”.
Los conservadores santandereanos hicieron
sentir de manera categórica y enérgica su animadversión
hacia las doctrinas de izquierda, por ello censuran
las medidas sociales del Presidente López pues las
consideraban herederas del pensamiento ruso y no del
liberalismo social que propugnaba por la reivindicación
de derechos colectivos a través de una decidida acción
del Estado en la realización de los mismos. El ataque
se dirigió concretamente contra el Frente Popular que
había intentado consolidarse a través de la alianza que
intentaron construir socialistas, radicales y demócratas
para hacer frente a los partidos de derecha. Esta
confluencia de fuerzas se traduciría en apoyo eficaz
a las reformas modernizantes del Presidente López en
1936 ante la férrea oposición conservadora y de la iglesia.
Con “el comunismo burgués del Cabildo” y “la mayoría
comunista del Concejo no merece el apoyo de los ciudadanos
honorables” titulaba el diario conservador El Deber
las dos noticias que se referían a la actuación de la
mayoría liberal en el Concejo de Bucaramanga para
el período de las reformas lopistas del 36. El diario
les llama “elementos izquierdistas” a quienes “todas las
26  VALDIVIESO CANAL, Susana Bucaramanga: Historia de 75 años Bu-
caramanga: Cámara de Comercio, 1992 . 49-50p.

42
Colección Escuela de Historia 25 años

empresas públicas y particulares de valía han retirado su apoyo


y adhesión”, se trataba de la más férrea oposición a los
liberales que siguiendo las políticas presidenciales,
debatían en torno a las cuestiones sociales de la capital
del Departamento27.
Algunos sectores liberales en Santander se
mostraron opuestos a las alianzas con sectores
izquierdistas, así se puede vislumbrar del periódico
Vanguardia Liberal: “... es de todo punto de vista necesario
impedir que elementos comunistas o socialistas entren en los
cuerpos colegiados de la república; es preciso, es imperativo,
que el liberalismo se forme esta conciencia y que vaya con
ella perfectamente organizado a las próximas campañas
comiciales”28. Se puede observar que una minoría liberal
socialista se vería afectada porque no lograba consolidar
un proyecto concreto con todos los liberales, sino por
el contrario, la hostilidad se haría manifiesta desde la
prensa liberal y conservadora, como también desde el
mismo gobierno departamental, y aunque contaron con
su propio órgano de difusión ideológica, “La tribuna
liberal” a cargo del Pedro Gómez Parra, las divisiones
en el interior del liberalismo generaron su defunción
después de un corto período de edición.

1.4 RELACIONES IGLESIA – ESTADO


Durante el dominio conservador 1886-1930 las
relaciones entre el poder eclesiástico y el civil fueron
armónicas teniendo en cuenta las prerrogativas de
que gozaba la Iglesia bajo la garantía del Concordato
firmado en 1887 entre el gobierno colombiano y la Santa
Sede y que repercutía en el inmenso poder que ejercía
sobre las decisiones políticas de importancia.

27  EL Deber. 10-VII-36.


28  Vanguardia Liberal 4-IX-36.

43
Colección Escuela de Historia 25 años

El liberalismo en el poder desde 1930 buscó de


nuevo poner a tono con el resto de América Latina la
independencia del Estado frente al poder eclesiástico,
separando en la práctica el influjo del poder religioso e
instaurando un Estado laico. Se propuso así adelantar
una serie de reformas relacionadas con la educación,
el matrimonio civil y el divorcio y una reforma al
Concordato. La instauración de la cédula de ciudadanía
como registro a cargo del Estado y la política de dirección
y fiscalización estatal de la instrucción pública y privada
establecía claramente que era el Estado y no la Iglesia la
máxima autoridad en materia educativa y de registro de
los ciudadanos.
Aunque el “problema religioso” había perdido
intensidad en Bogotá, no sucedía lo mismo en las
provincias en donde el “peso de la Iglesia y de la tradición por
ella sembrada durante los años de la Hegemonía Conservadora
constituían un poderoso factor de resistencia cultural al proyecto
de modernización liberal”29. A nivel nacional, la Iglesia
con apoyo del conservatismo reaccionó fuertemente
contra la administración liberal a través de pastorales
y congresos, sanciones espirituales, el pulpito, el
confesionario y la prensa misma.
En Santander la tempestad se venía venir luego
de la posesión del gobernador Galvis Galvis en 1930.
En su recuento sobre la reunión sostenida con algunos
representantes del Clero de la Diócesis el mandatario
afirmaba: “se brindó por la cordialidad de las relaciones entre
el poder cívico y el eclesiástico pero yo les expuse mi temor de
que esta tan deseable armonía no duraría mucho tiempo, pues
tenía indicios de que algunos párrocos, no los de Bucaramanga,
estaban inclinados a tomar parte en la militancia política”30.
En el interior de la confrontación sectaria de
bando y bando, la participación política de algunos
29  LOPEZ DE LA ROCHE, F. Op. Cit.
30  GALVIS GALVIS, A. Op. Cit., 233p.

44
Colección Escuela de Historia 25 años

sacerdotes era denunciada por el gobierno en tanto


que la oposición conservadora denunciaba persecución
a los “ministros de Dios” mencionando el caso de
Piedecuesta en donde iniciando 1931, “el párroco, Doctor
Trillos fue secuestrado en el hospital mientras la chusma liberal
y oficial pedía su cabeza, el párroco tuvo que permanecer en el
hospital hasta el día siguiente...” 31, el Obispo de Pamplona a
su vez, acusaba al gobierno de Santander de la posible
responsabilidad de la policía en los hechos conflictivos
de 1931.
Para el gobierno, lo que se reflejaba era la
“actuación poco cristiana de algunos párrocos que en lugar de
apaciguar el incendio se dieron a fomentarlo, como el caso de
Floridablanca donde los conservadores instigados por el párroco
y atrincherados en la casa cural dispararon sobre un grupo de
liberales que regresaban de un bazar en Bucaramanga”32. No
solo el gobierno departamental planteaba sus reparos
frente al alinderamiento y participación activa de
algunos sacerdotes en hechos de orden público, en
sesión del 19 de julio de 1936 la Asamblea Departamental
se hallaba discutiendo el “problema religioso”33 y en
31  Ibidem. 269p.
32  Ibidem. 244p.
33  “a). Que el concordato vigente entre Colombia y la Iglesia católica
se halla en oposición con las exigencias, con la vida contemporánea
principalmente en lo que se refiere a la educación pública y al estado
civil de las personas.
b). Que el mencionado estatuto jurídico confiere poderes extraños,
prerrogativas y atribuciones exageradas en materias que son de la ex-
clusiva competencia del Estado, con menoscabo de la autonomía y de
los fueros de la República; y
c). Que es deber de la corporación representativa, exteriorizar y con-
cretar el pensamiento y las aspiraciones sociales alrededor de los pro-
blemas fundamentales del país.
RESUELVE
Solicitar al Señor Presidente de la República en su carácter de jefe de
las relaciones internacionales, la modificación del actual Concordato
en el sentido anotado, en los considerandos de esta proposición.
Transcríbase al Congreso, a las asambleas departamentales y publí-
quese en la prensa.
Firma también esta proposición del H.D., Uribe Durán.
Al ponerse en discusión la anterior proposición el H.D. Turbay presentó
la siguiente como sustitutiva:

45
Colección Escuela de Historia 25 años

ese mismo año los diputados liderados por Mario


Galán Gómez propusieron en 1936 expulsar algunos
sacerdotes del departamento y declarar persona no
grata al párroco Daniel Jordán, en el mismo sentido se
pronunciaron, el Diputado Cepeda para quien “los curas
son un problema y una amenaza”34 y Regueros Peralta quien
pidió la expulsión de los frailes. Estas ideas explican el
ambiente que antecedió el atentado del cual fue objeto
el templo de la Sagrada familia en Bucaramanga en
mayo de 193635.
En su sesión de mayo 16 de 1941 y cuando la
minoría conservadora pretendía la aprobación de una
resolución en donde se consignaran los sentimientos
de admiración por los principios a favor de la clase
obrera consignados en la Encíclica Rerum Novarum
en donde el Papa León XIII, “consagró para los pueblos las
más cristianas y humanas doctrinas sociales”36, los diputados
Reyes y Hernández adicionaron como segundo inciso:
“exaltar el recuerdo de los grandes luchadores de la democracia
“La asamblea de Santander presenta a consideración del Presidente
de la República y del Congreso Nacional las siguientes ponencias gene-
rales para la reforma constitucional:
* Régimen Concordatario
La asamblea de Santander considera la lucha religiosa como etapa su-
perada de la vida nacional y afirma su voluntad de que se inicie dentro
de sobrias y cordiales relaciones entre las dos potestades, una era de
franca prevalencia de los intereses estatales que permita el desarro-
llo de las nueva formas de estado civil de las personas y de las con-
ciencias. Considera además que todo plan de educación y de firmas
civiles, en el régimen de la familia, es ineficaz dentro de las actuales
normas concordatarias. A su vez en la sesión del 19 de mayo de 1941
la asamblea en un informe rendido para la comisión del Centro de His-
toria de Santander, sugiere eliminar o cambiar algunos nombres de las
poblaciones, hecho que pudiese interpretarse como de cierto matiz
religioso: “en los nombres compuestos bastaría con dejar uno de ellos
por ejemplo, San José de Miranda quedaría Miranda, y San Vicente
de Chucurí quedaría Chucurí.... Muy conveniente sería también quitar
el San Benito a la población de ese nombre....” Anales de la Asamblea
de Santander. No. 757. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1941, 140-141pp.
34  EL Deber. 16-IV-36.
35  EL Deber. 7-V-36.
36  Anales de la Asamblea de Santander. No. 755. Bucaramanga: Im-
prenta del Departamento, 1941. 122p.

46
Colección Escuela de Historia 25 años

universal y dejar constancia de la sorpresa con que los cristianos


del mundo observan la actitud pasiva del actual Pontífice ante las
bárbaras carnicerías que se consuman en la guerra actual”37. Por
posiciones como estas se generaban las más acaloradas
discusiones entre la minoría conservadora y los
diputados liberales, pues para éstos últimos, aprobar
proposiciones en este sentido significaría “renegar de sus
principios ideológicos”.
En una de las proposiciones discutidas en abril
de 1944 el diputado Rodríguez se refirió también a
los sacerdotes Castillo y Jordán los cuales desde sus
parroquias de San Andrés y Málaga “habían incitado al
campesinado conservador a la matanza liberal”38. En el mismo
sentido se pronunció Vanguardia liberal frente al
párroco de Floridablanca39.
En abril de 1946 en período de agitada campaña
electoral a la presidencia, la Asamblea de Santander lanzó
una voz de alerta a los santandereanos para protestar
por el accionar del clero en otros departamentos del
país, aprobando la siguiente proposición: “La asamblea
de Santander al iniciar sus sesiones ordinarias del presente
año, saluda respetuosamente al clero colombiano, formula voto
porque se siga manteniendo la estrecha cordialidad entre la Iglesia
y el Estado y solicita encarecidamente de su señoría ilustrísima
Monseñor Perdomo Arzobispo Primado de Bogotá, que en aras de
la paz religiosa en la República, intervenga para que los sacerdotes
de provincia se abstengan de ejecutar actividades abiertamente
políticas como lo están haciendo, según comunicaciones de la
prensa del país, a favor de determinado candidato presidencial.
Publíquese por la prensa y por carteles. Bucaramanga 23 de abril
de 1946”.40

37  Ibidem., 122p.


38  Anales de la Asamblea de Santander. No. 861. Bucaramanga: Im-
prenta del Departamento, 1944. 12p.
39  Vanguardia Liberal. Bucaramanga, Mayo 22 de 1931.
40  Anales de la Asamblea de Santander. No. 936. Bucaramanga,
1946. 1p.
47
Colección Escuela de Historia 25 años

El enfrentamiento con la iglesia no solo se dio por


razones políticas, el debate entre los dos poderes se
sucedió también en el plano educativo. Para despojar la
enseñanza de la orientación religiosa, algunos espíritus
liberales ya en 1923 habían creado el “Gimnasio
Santander” a imitación del Gimnasio Moderno de
la capital, pero dos años después de su fundación en
Bucaramanga, tuvo que ser cerrado debido al “Intenso
bloqueo por los gobiernos conservadores y la iglesia” que
consideraban a esta institución educativa como impía y hereje”41.
Con la creación del Colegio Santander en 1937 se buscó
atenuar la influencia ejercida por el Colegio San Pedro
Claver a cargo de los Jesuitas pero sostenido por el
gobierno departamental, de ahí que la exigencia de la
Asamblea Departamental a la comunidad Jesuita de la
entrega del edificio de propiedad del gobierno, generó
él mas acalorado debate e inminentes acusaciones de
persecución a la Iglesia42.
En el discurso contra las tendencias comunistas,
la Iglesia utilizaría además del púlpito, la prensa como
mecanismos eficaces para contrarrestar su acción. “El
Deber” retomó uno de estos comentarios afirmando
que “se desenmascara por completo a los comunistas, quienes en
el Congreso de Medellín asestaron certero golpe al liberalismo
tradicional. El director de la revista Javeriana habla claro pone
las cosas en su punto y como fiel atalaya de nuestras cristianas
instituciones, da la voz de alerta a los ciudadanos reflexivos y
honrados para se prevenga prontamente contra las destelladas
rusas”43.

41  VALDIVIESO, S. Op. Cit., 42p.


42  Vanguardia Liberal. Bucaramanga, Octubre 31 de 1939
43  EL Deber. 17-IX-36.

48
Colección Escuela de Historia 25 años

1.5 EL SISTEMA ELECTORAL


Superar los tradicionales problemas propios del
sistema electoral colombiano relacionados con el fraude
electoral, la coacción moral de la iglesia, así como de
la fuerza pública, era el reto al que se enfrentaron los
gobiernos liberales de la época especialmente durante
la” Revolución en Marcha”, pues Alfonso López
Pumarejo pretendía liberar al elector fortaleciendo su
grado de confianza en los funcionarios que ejercían el
poder. En tal sentido se llevaron a cabo una serie de reformas
relacionadas con la implantación de la cédula electoral
(1934), el uso del tinte indeleble (1931), suspensión del
ejercicio del sufragio a miembros del ejército y la policía
(1930), ciudadanía a todos los varones mayores de 21 años
(1936), desempeño de cargos públicos para mujeres que
llegaban a la mayoría de edad (1936), sufragio popular y
directo para todas las elecciones excepto senado (1936),
delitos contra el sufragio (código Penal 1936), creación
del Gran Consejo Electoral (1936), elección popular para
senado (1945), eliminación de requisitos económicos
para ser senador o presidente (1945), prohibición de los
funcionarios públicos de participar en política (1945).
En 1934 se inició formalmente el proceso de
cedulación que no estuvo exento de obstáculos
debido a aspectos como la ausencia de dactilocopistas
preparados, papel poco resistente, impresiones
digitales borrosas, negligencia y parcialidad de los
funcionarios electorales encargados. Las dificultades
iniciales y la desorganización del sistema electoral,
fueron aprovechados por la oposición conservadora
que tachaba de “farsa” todo el proceso de cedulación
y acusaba al gobierno liberal por falta de garantías,
decretando así la abstención electoral44. Para las
elecciones celebradas entre 1935 y 1939, sólo participó
el Partido Liberal, ejerciendo un absoluto control
hegemónico.
44  GONZALEZ, F. Op. Cit., 140p.

49
Colección Escuela de Historia 25 años

Durante la República Liberal, Santander


conformaría una región electoral heterogénea de
municipios conservadores, liberales y no tradicionales45.
Se trataba para el período de una región liberal “sensible
a los efectos de las coyunturas políticas”46.
De esta forma según la regionalización electoral
en Santander realizada por Patricia Pinzón para el
período 1930-1949, se encuentra que “Santander esta
conformado por un gran cantidad de municipios con una variedad
de conductas electorales y predominio liberal. Históricamente el
departamento podría dibujarse como una gran zona liberal salvo
unas pequeñas subregiones: al oriente, una zona no tradicional
con algunas mezclas conservadoras, al sur del departamento con
las mismas características, otra pequeña sección, y por último,
dos centros conservadores al norte, situados en medio de la gran
región liberal. En el período del gran enfrentamiento partidista,
las localidades santandereanas eran sobre todo liberales, algunas
cambiaban de partido mayoritario y muy pocas eran siempre fieles
al conservatismo. De Santander es propia una alta participación
electoral, los datos muestran notorios aumentos de votación en
casi todos los municipios, manifestación de la euforia liberal por
el desempeño del partido durante el régimen liberal, cabe anotar la
gran cantidad de municipios con elecciones anuladas en 1945”47.
A nivel nacional la inexistencia de un poder
electoral autónomo e independiente hacía que en la
45  Así encontramos zonas conservadoras como Charta, California,
Zapatoca, Betulia Guadalupe, Ocamonte, Confines, Guapotá, Charalá,
Sucre, Bolívar y San José de Miranda, zonas liberales como Rionegro,
Suratá, Matanza, Lebrija, Girón, Barranca, Simacota, San Vicente, Vé-
lez, Jesús María, Puente Nacional, Guavatá, Barbosa, Chipatá, Güepsa,
San Benito, Chima, Hato, Jordán, Galán, Curití, Aratoca, Cepitá, Piede-
cuesta, Florida, Guaca, Cerrito, Concepción, Carcasí, Enciso, Maraca-
vita, Capitanejo, Palmas del Socorro, Los Santos y Tona. Entre algunas
poblaciones consideradas no tradicionales pues variaba de una a otra
elección su filiación mayoritaria al conservatismo o al liberalismo se
hallaban Málaga, Santa Bárbara, San Andrés, Molagavita, San Miguel,
Mogotes, San Joaquín, Onzaga, Encino, Gámbita, La Paz y Albania.
46  PINZON DE LEWIN, Patricia. Pueblos, Regiones y Partidos. Bogo-
tá: Uniandes, 1989. 39p.
47  Ibidem. 57p.

50
Colección Escuela de Historia 25 años

práctica en los Municipios la acción de los jurados


electorales – no obstante ser escogidos entre miembros
de los diferentes partidos- no fuese garantía para el
debate en las urnas, fenómeno en el cual Santander no
sería la excepción.
Se distinguen 3 etapas para este período en
cuanto al sistema electoral se refiere: entre 1930 y 1934 o
de agudo enfrentamiento y problemas de orden público,
entre 1935 y 1939 de relativa calma y abstención del
conservatismo, y la etapa entre 1939 y 1946 cuando
aumenta la participación electoral la cual “no es atribuible
solamente al fraude, sino que también puede estar influido por
el auge del movimiento de Jorge Eliécer Gaitán, que ciertamente
logró movilizar amplias capas de las masas populares, así como
al cambio en el sistema partidista”48.

48  GONZALEZ, F. Op Cit. 148p.

51
Colección Escuela de Historia 25 años

MAPA ELECTORAL DE SANTANDER 1930 – 1946

Fuente: Pinzón de Lewin, Patricia. Pueblos, Regiones y


Partidos. Bogotá UNIANDES, 1989, Mapa 58

52
Colección Escuela de Historia 25 años

Para la primera etapa (1931-1934) se presentaron


graves enfrentamientos entre miembros de las dos
colectividades. El gobierno liberal del departamento
a la cabeza del gobernador Alejandro Galvis Galvis
señalaba en 1931 que los jurados electorales de mayoría
conservadora, se rehusaban a inscribir a los ciudadanos
liberales, y más bien los excluían de las listas de
sufragantes, los liberales reclamaban con energía,
los conservadores respaldaban las decisiones de los
jurados y se desencadenaba la confrontación49. Así, se
presentaron hechos sangrientos en ese año entre los que
se destacan los acaecidos en Umpalá, Floridablanca,
Albania, Cabrera, Piedecuesta, Capitanejo y Guaca.
En un panorama de mutuas acusaciones, el gobierno
culpaba a los conservadores en general de exigir
demasiado y como jurados electorales de fomentar el
fraude.
En 1933 el Gran Consejo Electoral ordenó
rectificar los escrutinios de Bucaramanga por proceder
irregularmente al no escrutar los votos obtenidos por
José Arturo Andrade y Antonio José Lemos Guzmán
por lo que decide devolverles las credenciales que se
les habían arrebatado, hecho reseñado por el periódico
opositor “El Deber” en los siguientes términos: “En los
círculos políticos independientes ha sido aplaudida la conducta
del Dr. Alejandro Galvis Galvis quien propuso ante la Cámara
seguir juicio criminal contra los miembros del consejo escrutador
de Bucaramanga que atropellaron la ley desconocieron los
derechos de la minoría conservadora en las elecciones pasadas”50
En la segunda etapa, (1935-1939) los esfuerzos se
concentraron en el proceso y la campaña de cedulación,
con miras no solo a purificar el sufragio, sino para
todos los actos civiles en donde fuese necesaria la
identificación personal. Para 1935 el potencial electoral
49  GALVIS GALVIS. A. Op. Cit., 244p.
50  EL Deber. 19-VIII-33.

53
Colección Escuela de Historia 25 años

en Santander era 178.815 ciudadanos, en mayo de ese


año se hallaban cedulados 103.376 según informe del
Secretario de Gobierno al Gobernador de Santander.
Bajo la dirección de la Secretaría de Gobierno el
proceso de cedulación estuvo inicialmente financiado
por el gobierno nacional, pero en 1934 se dejó a los
departamentos atender con sus propios fondos la
terminación del mismo con miras a culminar antes de
octubre de ese año, fecha de elecciones para concejo
municipal. El personal a cargo lo conformaba, un Jefe
de la sección de negocios electorales, un ayudante,
cuatro inspectores y dos dactilóscopos para cada
provincia y algunos escribientes para los municipios
más poblados, una vez obtenida la financiación por el
departamento el personal se redujo a dos inspectores
de cédula ambulantes para cada provincia51. Las tareas
de cedulación se dificultaron no solo por la escasez de
fondos que hacía lenta la labor a tal punto que en 1937
habían sido expedidas 124.991 cédulas y un año después
125.652 - esto es tan solo 661 cédulas en un año -, ello
propiciaba incidentes dada la aspiración de los grupos
políticos de obtener el documento para sus partidarios
y que ante la demora en su expedición, acusaban a los
funcionarios de parcialidad política.
El Partido Conservador no aceptaba la
representación en el Gran Consejo Electoral mientras
no se modificaran los mecanismos que consideraban
desfavorables a su colectividad; por ello decide
abstenerse desde 1934 a 1939 de concurrir a los debates
electorales. Durante este período las fuerzas enfrentadas
electoralmente correspondían a candidatos oficialistas,
liberales disidentes y candidatos comunistas y se
llevaron a cabo en medio de una relativa calma y con
cierto descenso de electores en las urnas que el gobierno
51  Anales de la Asamblea de Santander. No. 497. Bucaramanga: Im-
prenta del Departamento, Junio 28 de 1935.

54
Colección Escuela de Historia 25 años

de Alfredo Cadena D’costa en 1936 atribuía a la falta de


organización de las directivas políticas, al “cansancio de
los electores” a su “desconfianza por los antiguos conflictos y al
fraude propios de la legislación electoral anterior52”.
El gobierno departamental no desconocía la
problemática en materia de cedulación, el gobernador
Hernán Gómez Gómez en 1939 reconocía otra
dificultad más: “aunque es mucho lo que queda por hacer en
esta labor, como el mejoramiento del tipo de papel que se usa ya
que este es muy frágil y la mayoría de los campesinos ya tienen sus
cédulas convertidas en varios fragmentos que hace casi imposible
utilizarla como instrumento de identificación53.
En esta segunda etapa a diferencia de la primera, la
problemática para el gobierno departamental no estuvo
en las denuncias por su supuesta parcialidad frente a
hechos sangrientos entre liberales y conservadores,
sino a denuncias por fraude y por el proceso mismo de
expedición del documento de identificación.
En la tercera etapa (1939-1946), las elecciones
se desarrollaron en medio de debates por la presunción
de fraude en tanto que las diferentes administraciones
departamentales argumentaban haber agotado “todos
los esfuerzos para mantener la paz ciudadana y para rodear de
garantías a los distintos partidos políticos, desde la extrema
izquierda revolucionaria hasta la derecha tradicionalista”54,
tal como lo enfatizaba el Secretario de Gobierno en
su informe al Gobernador Arturo Santos en 1943. Las
labores de cedulación continuaron en este periodo y
para 1944 por ejemplo, el número de cédulas válidas para
52  Informe del Gobernador Alfredo Cadena D’Costa a la Asamblea De-
partamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1936. 6p.
53  Informe del Gobernador de Santander Hernán Gómez Gómez a la
Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1939. 12-13p.
54  Informe del Gobernador Benjamín García Cadena a la Asamblea
Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1942.
26p.

55
Colección Escuela de Historia 25 años

Santander llegaba a 182.267, faltando aproximadamente


10.000 ciudadanos por cedular.
Otra de las dificultades que se sumaban a este
proceso estaba relacionada con el hecho de que de
acuerdo como se llevaba a cabo el ejercicio del sufragio,
no se proveía algún tipo de comprobante que pudiese
quedar en poder del respectivo jurado de votación y
que sirviera de constancia segura de haber sufragado el
elector55.
Ya de nuevo con el Partido Conservador
participando en los comicios, y siguiendo la tendencia
nacional, durante este período se incrementó el número
de votos. En Santander para 1943 se observaba que “la
cifra total obtenida es, sin duda, una de las más elevadas que se
registran en este Departamento después de la vigencia de la cédula
electoral...”56, incremento que en parte era considerado
efecto del fraude lo que llevó al Gobernador Alejandro
Galvis Galvis a plantear en 1945 la “necesaria depuración
del sufragio” a raíz de los resultados electorales de
marzo de ese año en la elección de cuerpos colegiados,
pues, según sus propias palabras, “muchos reparos se han
hecho al certamen comicial, tanto para diputados como para
representantes.... por la caudalosa cifra de votos que anotaron
algunos registros y que han servido de base para que se los señale
como fraudulentos. La versión parece que tiene fundamento en
lo relacionado con algunos municipios donde evidentemente
se cometieron irregularidades de varias de las cuales dan fe los
inspectores nacionales de cedulación”57.
Esta etapa culminaría con la derrota liberal el 7
de mayo de 1946 en las elecciones para presidencia dada
55  Ibídem, 11p.
56  Informe del Secretario de Gobierno Gustavo Gómez Hernández al
Gobernador Arturo Santos. Bucaramanga: Imprenta del Departamen-
to, 1943. .80p.
57  Informe del Gobernador de Santander Alejandro Galvis Galvis a la
Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1945 8p.

56
Colección Escuela de Historia 25 años

su división entre gaitanistas y turbayistas. Ese día en


“Bucaramanga grupos de manifestantes arremetieron contra
las instalaciones de los diarios conservadores “El Deber” y “El
Frente”, contra la Panadería Trillos y contra la oficina de Juan de
Dios Ogliastri y como la policía resultó impotente para dominar
el disturbio, intervino el ejército”58.
En síntesis, las elecciones durante la República
Liberal en Santander se caracterizaron por
manifestaciones de violencia en los primeros años y en
algunas poblaciones de la Provincia de García Rovira
durante todo el período, por las continuas denuncias
de fraude electoral ante un sistema que no brindaba
las garantías suficientes. La oposición conservadora
por su parte habría de manifestar una fuerte reacción
denunciando al gobierno departamental e incitando a
sus copartidarios para llegar “hasta el delito” en aras de
defender su bandera, a tal punto que el mismo Presidente
Olaya Herrera lamentaba la situación de Santander ante
la pérdida de cordura y serenidad por parte de ambos
partidos con la sola intención de “desarrollar actividades
belicosas” y cuya sola ambición, - consideraba - era la
de “obtener curules y ganar elecciones” sin que existiera en
ellos el verdadero interés por discutir los problemas
económicos y sociales regionales y nacionales de forma
tal que los sufragantes acudían a las urnas ciegos e
ignorantes sobre la manera como sus representantes
habrían de resolver los problemas que realmente
afectaban la vida nacional y de las seccionales59.

58  Ibídem, 521p.


59  Galvis Galvis, A. Op. Cit, 259p.

57
2. VIOLENCIA Y ORDEN
PÚBLICO
Colección Escuela de Historia 25 años

M
últiples fueron las situaciones que
alteraron el orden público y que
debieron sortear los mandatarios
seccionales en este periodo: una violencia generalizada
acentuada en la provincia de García Rovira, como
resultado de la férrea oposición conservadora y el
apasionamiento político que llevó a extremos de
intolerancia a una población pobre y en su mayoría
analfabeta durante los primeros años de la República
Liberal en Santander; los movimientos sociales de
obreros sindicalizados que protagonizaron numerosas
huelgas y las repercusiones del cuartelazo de Pasto el
10 de julio de 1944 cuyos incidentes en Bucaramanga
revistieron gravedad, aspectos que serán objeto de
análisis en este capítulo.

2.1 VIOLENCIA POLÍTICA


El año de 1930 marcará la caída del Partido
Conservador, después de 46 años en el poder y el
ascenso del Partido Liberal; expresiones de violencia
se suscitan ante la negativa de los conservadores en
algunas provincias a entregar el gobierno.
En enero de 1931 en Málaga, conservadores de
Miranda y Pangote atacan a la fuerza pública, pues
consideran a la policía como una amenaza, a lo que

61
Colección Escuela de Historia 25 años

responde el gobernador que la policía no es una amenaza


sino que es amenazada en muchos lugares y que según
declaran públicamente los dirigentes conservadores,
la consigna es agredirla donde se presente en
cumplimiento de su misión; el gobernador se refería
al discurso pronunciado por Manuel Serrano Blanco
presidente del Directorio Departamental Conservador
en una manifestación llevada a cabo en la plaza García
Rovira de Bucaramanga que termina con la siguiente
proclama: “Para que los funcionarios públicos lo oigan, declaro
públicamente en esta plaza que en las luchas electorales de éste año
los conservadores no vacilaremos en ir hasta el delito”.60 Estas
palabras que pueden estimarse como una declaración de
guerra, refleja la actitud que asumiría este partido frente
al gobierno departamental del nuevo régimen en cabeza
de Alejandro Galvis Galvis. No era para menos, pues
en 50 años excepcionalmente se vio un alcalde liberal,
de ahí que en Santander el Directorio Conservador
declarara la más enconada oposición contra las primeras
administraciones seccionales liberales del siglo XX.
Los conservadores culpaban al gobierno
departamental por el ambiente de inseguridad en que
sus copartidarios se veían envueltos dada la amenaza de
la policía liberal61, que consideraban como parcialidad
del gobierno. El 5 de febrero de 1931, el Directorio
Conservador elevó un “Memorial de Agravios” contra
el gobierno departamental haciendo responsable al
gobernador del clima de inestabilidad, afirmando que
“las elecciones en casi todo el departamento fueron un certamen de
60  El Deber. 9-I-31.
61  Era normal que la policía se adscribiera al partido de gobierno,
tal como lo reconocía el presidente Olaya refiriéndose al cambio de
gobierno en Santander “…no deben olvidar que se trata de un cambio
radical y fundamental, como quizá no se registró en ningún otro de-
partamento. En quince años no hubo aquí si no 3 alcaldes liberales; si
ahora hay cuatrocientos diez policías liberales, hubo épocas electora-
les antes, en que habían mil quinientos policías conservadores y todos
los alcaldes eran fichas de los comités políticos de un solo partido” .
GALVIS GALVIS, A. Op. Cit. 300p.

62
Colección Escuela de Historia 25 años

barbarie que avergonzaría a un pueblo primitivo”. Sus reclamos


obedecían a la designación de destacamentos de policía
a los pueblos de mayoría conservadora y a la libertad en
la que quedaban las poblaciones liberales “a merced de los
alcaldes que podían constituir guardias cívicas acomodaticias”.
A su vez, reclamaba en contra de las medidas de desarme
aplicadas por los alcaldes contra los conservadores y
citando un caso ocurrido en Piedecuesta afirmaban
que el alcalde manifestó a los dirigentes conservadores
que todos los sufragantes de uno y otro partido,
serían desarmados; pero el Directorio Conservador
denunció que mientras a sus copartidarios se les ordenó
presentarse inermes, el electorado liberal era armado no
solamente con armas de particulares, sino con fusiles
oficiales, que previamente se habían enviado desde
Bucaramanga. Ante las numerosas denuncias de lo que
consideraban “atropellos” el Directorio Conservador
propuso una junta de defensa para que organizara sus
fuerzas militarmente.62
Campesinos, sacerdotes, alcaldes, jueces, policías
y ciudadanos del común cayeron muertos en este
debate entre liberales y conservadores en medio de un
discurso incendiario de mutuas acusaciones de fraude y
parcialidad política cargado de apasionamiento político
que propiciaban acciones de hecho especialmente el día
de las elecciones. Actos de violencia con características
de guerra civil y religiosa acentuada notablemente en la
provincia de García Rovira63 pero generalizada en todo
62  Ibídem, 268-271p.
63  En Capitanejo, población mayoritariamente liberal con algunas ve-
redas conservadoras, donde el 29 de diciembre de 1930 un grupo de
campesinos liderados por el dirigente conservador Alejandro Herrera
que van a inscribirse ante el jurado electoral resultan involucrados en
una discusión de la que pasan a la injuria para terminar en una disputa
y a una gresca que obligó a la intervención de la autoridad policial.
El mismo día con los ánimos caldeados otro grupo conservador se
dirige al pueblo, se enfrenta en combate con los liberales encabezados
por Joaquín Torres hasta bien entrada la noche; a la mañana siguiente
se cuentan diez muertos y catorce heridos, entre ellos cuatro policías.
LATORRE RUEDA Mario. Nueva Historia de Colombia, Tomo I, Bogo-

63
Colección Escuela de Historia 25 años

el departamento marcaron los inicios de la República


Liberal.
Los “sucesos de Capitanejo” serian el detonante
del conflicto regional, pues los conservadores veían
a la policía como un instrumento liberal de violencia
institucional contra ellos. El proceso de liberalización
de la policía64 se aceleraba convirtiéndose en un nuevo
catalizador del conflicto y de la desobediencia civil
hacia las autoridades, se pasó a la agresión.
Días antes de las elecciones para diputados
-febrero de 1931- en toda la provincia de García Rovira
circuló el siguiente comunicado: “….CONSERVADORES,
el radicalismo continua alterado y atrevido. Quienes lo
conocieron ayer sostienen que es el mismo de antaño, que no se
tá: Planeta, 1989. 289-290p. En Guaca cuando comenzaba la noche y
don Cayetano Monsalve rezaba el rosario en familia, es derribada la
puerta y le sueltan una descarga, en otros hechos Cupertino Jaimes y
Casimiro Ribera fueron baleados por forajidos llevados a la población,
según la versión de diario conservador El Deber, hechos en los que se
ve implicado un policía del régimen. El Deber. 1-I-31; 21-I-31; 21-I-32;
11-VI-32.
Una espantosa matanza entre liberales y conservadores dejó 12 muer-
tos entre ellos el alcalde y el comandante de policía, al año siguiente
un combate similar arroja 15 muertos y numerosos heridos. El Deber.
29-X-32.
En San Andrés la violencia es indiscriminada pues mientras una familia
liberal es acribillada y atacada la casa de don Faustino Angulo, son
asesinados y heridos militantes del Partido Conservador entre ellos Ne-
pomuceno Delgado por la policía e incendiadas algunas casas de cam-
pesinos en la vereda “El Pire”. Los conservadores acusan al gobernador
de complicidad y al juez Rogerio Beltrán de garantizar la impunidad del
liberalismo enviando los procesos sumarios a Guaca o Concepción. El
Deber. 29-VIII-33; 6-XI-34.
En Molagavita es asesinado el presbítero Orduz y se atribuye el crimen
a un sargento de la policía, en Enciso por asuntos políticos se registran
hechos de sangre lo mismo que en Umpalá y San Miguel donde las au-
toridades siembran el terror y se denuncian robos y asaltos. El Deber.
30-XI-34.
64  Así se refería el presidente Olaya Herrera al cambio de gobierno en
Santander “…no deben olvidar que se trata de un cambio radical y fun-
damental, como quizá no se presentó en ningún otro departamento.
En quince años no hubo aquí sino 3 alcaldes liberales; si ahora hayy410
policías, hubo épocas electorales antes, en que habían 1500 policías
conservadores y todos los alcaldes eran fichas de los comités políticos
de un solo partido” Galvis Galvis A. Op. Cit, 300p.

64
Colección Escuela de Historia 25 años

modifica, que su instinto sanguinario es y será para toda la vida,


pues no ha bastado para hacerlo cambiar la ola de civilización
que ha invadido el mundo. El odio que cada día demuestra contra
los conservadores es como si se tratara de combatir a una raza
distinta.
Conservadores: la pasividad de que habéis venido
haciendo gala, lejos de apreciarla vuestro enemigo tradicional en
lo que justamente vale, la atribuye a la debilidad, a impotencia, a
cobardía y ha llegado el momento… de demostrarle al radicalismo,
por si lo ha olvidado, que el conservatismo es una fuerza poderosa,
capaz de arrollar cuanto se le oponga cuando se trata de defender
sus legítimos derechos. Que si consintió en dejarse vencer con
papelitos muy distinto será de ahora en adelante.
Conservadores: por disciplina y para demostrarle una vez
más al mundo que sois un partido de orden, habéis permitido el
asesinato cobarde de centenares de vuestros hermanos políticos,
pero como este orden de cosas no puede continuar, es necesario
que al plomo le opongáis el plomo y al puñal el puñal, porque si
no acaban con vuestra propia vida, acaban con la vida y honra
de vuestras hijas y de vuestra esposa. ¡CONSERVADORES A
DEFENDERSE!”65
Era una guerra del siglo XIX aplazada y que ahora
continuaba, se pretendía deslegitimar al nuevo régimen,
pues el triunfo con papelitos no vale, lo que vale es el
triunfo militar, era una cuestión de honor propio, de
valor o cobardía. Así quedaba oficializada la guerra
regional.
Es una guerra civil y religiosa entre liberales con
la policía de un lado y del otro los conservadores con
el clero, que se libra con machetes, revólveres y grasses
con los que se combatió en pasadas guerras, ahora no
solo en poder de la policía sino también de particulares.
La oposición señalaba a las autoridades como
65  Guerrero, Javier. Los Años del Olvido. Boyacá y los Orígenes de la
Violencia. Tunja: UPTC, 1991. 151p.

65
Colección Escuela de Historia 25 años

responsables o causantes de la situación que imperaba


en el departamento, se denunciaba persecución
liberal en Vélez, atropellos en Guepsa, San Vicente y
San Gil y se reclamaba al gobernador garantías para
sus copartidarios de Galán donde se han presentado
combates entre liberales y conservadores66. Estos hechos
llevan al dirigente conservador Manuel Serrano Blanco
a afirmar: “Parece que se trata de exterminar al conservatismo,
pues hay pueblos en que no queda un solo copartidario”67
La gravedad de la situación lleva a los
parlamentarios santandereanos de ambas colectividades
a establecer una junta en 1933, en la que participaron
Manuel Serrano Blanco, Gabriel Turbay, Isaías Cepeda,
Alejandro Galvis, Carlos Vicente Rey, Roberto Serpa y
los señores Antonio Orduz, Joaquín Quijano y Enrique
Otero D’costa para acordar medidas tendentes a la
pacificación de García Rovira, entre las que se destacó
la relacionada con la construcción de una vía que uniera
las poblaciones de Guaca, San Andrés, Molagavita y
Málaga. En el mismo sentido se adelantó una entrevista
entre representantes de la colonia rovírense con el
gobernador en 1934.68
Al respecto el Ministro de Gobierno Darío
Echandía reconocía que “la pacificación de García
Rovira debía principiar con la devolución de las fincas
expropiadas a los conservadores”69 y el Directorio
Nacional Conservador afirmaba que “mientras el gobierno
no modifique las circunstancias que han producido el asesinato,
es inútil toda medida pacificadora”70. Sobre el proyecto de
pacificación en Santander el diario conservador El
Deber en su editorial del 1 de febrero de 1934 planteaba
la siguiente reflexión:
66  El Deber. 1-I-31; 21-I-31; 21-I-32; 11-VI-32.
67  El Deber. 29-X-32.
68  El Deber. 29-VIII-33; 6-XI-34.
69  El Deber. 30-XI-34.
70  El Deber. 23-I-34.

66
Colección Escuela de Historia 25 años

“Para Iniciar la Pacificación en Santander


La pacificación de estos departamentos es una tarea demasiado
compleja y todo el que aporte a ella la más sencilla idea merece bien de la
sociedad y agradecimiento de sus semejantes.

A nosotros se nos ocurre preguntarnos ahora: ¿Por qué esta


tendencia criminal que todos tenemos que salir a la calle con el revólver
entre el bolsillo como si en lugar de encaminarnos a nuestras oficinas o a
la casa de algún amigo emprendiéramos viaje hacia el campo de batalla?
Entre nosotros cuando alguien se prepara a salir a la calle antes que
su bastón o su sombrero se lleva la mano al bolsillo de sus pantalones
para cerciorarse si ya pasó hacia ellos el revólver amenazante que le da
ínfulas de valor en toda hora, que lo hace más propenso a la agresividad.

Por sobre los pactos que firmen los políticos en la capital que se
revientan de buena fe, por sobre la teoría sobre la agresividad de nuestra
raza....está para nosotros este sencillo problema casero que es preciso
solucionar rápidamente si queremos que Santander y las regiones
vecinas merezcan la consideración de los pueblos honorables y cultos....

Un ilustre político dijo en la capital de la república que en


Bucaramanga se podía asistir a los bailes y a las fiestas sociales con
revólver, pues esa era la costumbre inveterada en aquella tierra...

Pero nosotros estimamos que la campaña de pacificación


debe comenzar por este detalle al parecer sencillo y es el que cada uno
de nosotros se desarme voluntariamente, mire con repulsión el arma
homicida que hoy llevamos entre los bolsillos como la mejor presea y
ayudemos así a los dirigentes de ambos partidos a la realización de esta
campaña de pacificación, de respeto y amor que será ilusoria si todos
los ciudadanos que andan por las calles quieren seguir desempeñando el
papel de vigilantes armados de sí mismos y de sus amigos.”71

Esta no era la primera medida que se tomaba en


el intento de pacificar a Santander pues ya desde 1931 el
gobernador Alejandro Galvis Galvis había firmado un
pacto de honor que se conoció en ese entonces como “El
71  El Deber. 1-II-34.

67
Colección Escuela de Historia 25 años

Convenio de Bogotá” donde se tomaron importantes


medidas, que fueron expuestas por el propio mandatario
y entre las que cabe destacar:
1. Nombramiento de un Secretario de Gobierno de
filiación conservadora, para llevar al ramo de la política un alto
representativo de las ideas del grupo oposicionista en Santander.
2. Sustitución de jefe de la policía, señor Eduardo Arenas
Valenzuela, contra quien no obstante sus procederes correctos
y la confianza que le dispensaba mi gobierno, había irritadas
malquerencias de parte del directorio conservador y de los
periodistas de la misma opinión política.
3. Cambios de algunos alcaldes, especialmente los de las
poblaciones donde habían acaecido sucesos de sangre, con el fin
de remover cualesquiera antipatías que contra ellos hubiese;
otorgamiento de una mayor participación a ciudadanos
conservadores en la provisión de dichas alcaldías, y
4. Distribución para el día de elecciones, de tropas del
ejército por los lugares donde la exaltación política amenazaba
con probables desórdenes y choques sangrientos.

A su vez, los miembros del Directorio Conservador


de Santander fueron llamados por el directorio nacional
y después de conversación con el Presidente Olaya
Herrera y sus ministros de Gobierno y Guerra acordaron
una reunión con el gobernador. De aquella entrevista y
aquel acuerdo se dio cuenta en el siguiente telegrama-
circular suscrito por quienes en ella intervinieron:
“Ministerio de Gobierno, Bogotá, Enero 15 de 1931.

Reunidos en el Ministerio de Gobierno, los suscritos el Ministro


del Ramo; general Víctor M. Salazar, doctor Alejandro Cabal Pombo,
en representación los dos últimos del directorio nacional conservador; el
doctor Alejandro Galvis Galvis, Gobernador de Santander y los señores

68
Colección Escuela de Historia 25 años

doctor Manuel Serrano Blanco y Carlos Julio Ardila, los dos últimos
miembros del directorio conservador de Santander, conferenciamos
sobre un posible arreglo amistoso y patriótico para zanjar las
dificultades políticas y la intranquilidad social que últimamente ha
prevalecido en aquel Departamento y hemos llegado a una inteligencia
cordial sobre bases de justicia y equidad, que estamos convencidos,
al ser practicadas con la lealtad y buena fe, que han presidido nuestra
conferencia, producirán los efectos de sosiego en el Departamento y de
bienanandanza en la administración pública, que nos hemos propuesto.

Atentos servidores,

Carlos E Restrepo, Victor M. Salazar, Alejandro Cabal Pombo,


Alejandro Galvis Galvis, Manuel Serrano Blanco, Carlos Julio Ardila
D”.72

En cumplimiento del convenio de Bogotá el


gobernador designó como secretario de gobierno al
doctor Pablo Emilio Jurado ciudadano de filiación
conservadora, a quien consideraba apartado de las
luchas candentes del partidismo y de temperamento
sereno y ecuánime, mientras que para director de la
policía al oficial del ejército capitán Eduardo León-
Gómez, ciudadano de alta preparación y bien visto por
todos los partidos73.
Este acuerdo bipartidista fue motivo para que
de lado y lado se hicieran propagandas inconvenientes,
que en vez de serenar el ambiente sembraban nueva
intranquilidad. Unos pretendían hacer creer que el
mandatario de Santander había claudicado ante las
directivas conservadoras; otros que éstas lo habían
forzado a ir a Bogotá para que les entregara el gobierno
y mientras los unos propagaban esa falsa versión, los
otros la creían cierta por el que consideraban triunfo
72  GALVIS GALVIS, Alejandro. Informe a la Asamblea 1931.p 19
73  Ibidem, 26-27pp.

69
Colección Escuela de Historia 25 años

de su causa, se preparaban a hacer inauditas exigencias,


incompatibles con la equidad política74. Esta situación
hizo evidente el fracaso del “Convenio de Bogotá” y como
consecuencia se recrudeció la violencia.
Entre las causas de la situación de violencia en la
Provincia de García Rovira los mandatarios seccionales
coincidieron como determinantes, además de los
apasionamientos políticos, al aislamiento de la región
dada la topografía montañosa, la ausencia de vías de
comunicación que había creado gentes poco tolerantes
e impedido la oportuna intervención de las autoridades;
la impunidad debida no a la inacción de los juzgadores,
sino a los defectos de la investigación -la circunstancia
en que se comete la mayor parte de los delitos y la falta
de preparación de los funcionarios-75. Se sumaba a lo
anterior, el hecho que los habitantes de dicha provincia
portaran armas de largo alcance lo que hacía común los
ataques, asaltos, emboscadas en las partes escarpadas
del territorio.
En el resto del departamento de Santander la
situación de violencia no era del todo menos grave que
en la Provincia de García Rovira. En Piedecuesta76,
74  Ibidem, 19p.
75  El gobernador Alfredo Cadena D´costa en su informe de 1932 rela-
ciona lo siguiente:” De los individuos sumariados y que no están presos
San Andrés ocupa el primer lugar con 1094 seguido de Málaga con 916
y de Molagavita con161...Para tranquilizar la región se indicó al go-
bierno nacional la conveniencia de establecer la cédula de ciudadanía
que facilitaría la captura de los sindicados” Informe de Alfredo Cadena
D’costa 1932 6-9p.
76  En esta población, campesinos conservadores de la vereda Sa-
baneta armados y en son de guerra invaden las veredas liberales de
Sevilla y la Rayada; se incendian los ranchos y cuando salen los mora-
dores los reciben a plomo. Los liberales recogen los muertos se inicia el
cortejo hacia Bucaramanga; al entrar en la ciudad la inmensa marcha
se convierte en una avalancha humana que se precipita hacia El Deber,
diario conservador dirigido por Manuel Serrano Blanco y Juan Cristó-
bal Martínez, rompen sus puertas y comienza la destrucción arrasando
con todo, luego se procede de igual forma contra la Unidad Católica
del padre Castillo. El domingo primero de febrero de 1931, día de elec-
ciones en Piedecuesta, por una disputa con un jurado se abre fuego

70
Colección Escuela de Historia 25 años

Cite77, San Gil78 y en otros pueblos, los policías eran


iniciándose una confrontación en donde unos disparan atrincherados
en las torres de las iglesias y los otros desde la alcaldía cruzándose la
balacera en la plaza llena de gente que corre despavorida; como con-
secuencia de este hecho sangriento nueve muertos. LATORRE RUEDA
Mario. Op Cit. 289p. Este lamentable acontecimiento es aclarado por
el gobernador Galvis Galvis, ante las acusaciones de responsabilidad
oficial proferidas por los conservadores, en los siguientes términos:
“...Y en cuanto a Piedecuesta, es cosa averiguada que la primera des-
carga de revolver la hicieron grupos conservadores sobre los liberales
en el jurado número 5 y que esta fue la señal para que se abrieran
los fuegos sobre la plaza y calles adyacentes, desde las casas donde
estaban atrincheradas las fuerzas conservadoras, de propiedad de Da-
niel Mantilla Navas y Francisco Sorzano, y desde las torres de las dos
iglesias y los balcones de la casa donde funcionaban solo los miembros
mayoritarios del jurado electoral. En seguida vino la hecatombe, en la
cual no tuvo parte ninguna el Alcalde ni la tuvo tampoco la policía, ni
la tuvo el ejercito. Desde la víspera comenzaron a entrar gentes arma-
das y a guarecerse en dichas casas, capitaneadas por el Secretario del
juez del Circuito, señor Joaquín Gómez Porras. El Alcalde le llamó la
atención hacia la necesidad del desarme, y éste le contestó que desde
el convenio de las directivas conservadoras con el Gobernador en Bo-
gotá quedaron autorizados para portar armas, y que en ningún caso
ellos las entregarían porque tenían predisposición contra la policía.
No fue cierto que se hubieran descubierto cadáveres en sementeras
vecinas, ni en los solares de las casas, sino todos en las calles del po-
blado. Tampoco es verídico que se hubiera ocultado algunos, y en total
sumaron siete, más tres de los heridos que han fallecido hasta ahora.
Fusiles oficiales no portaron el día de elecciones sino los policías; es una
solemne impostura que el Gobierno departamental hubiera entregado
fusiles a particulares, cuando ni siquiera los hubo entregado para mu-
chos agentes que fueron a los pueblos inermes...”. Informe de Alejan-
dro Galvis Galvis 1931 51p
77  Confusos hechos en Cite, modesta aldea de la provincia de Vélez,
deja cuatro electores muertos y numerosos heridos con el consen-
timiento de las autoridades y el liberalismos, según acusaciones del
Directorio Conservador; hechos que son desmentidos y aclarados por
el propio gobernador Galvis Galvis en su informe de 1931 de la si-
guiente manera: “El alcalde de allí, señor Alcibíades Rojas García, es
conservador y sé que ni tuvo parte en los sucesos y menos los patrocinó
o provocó... En Cite, donde hasta hubo un alcalde conservador el día de
las elecciones, usted sabe que fueron ciudadano liberales los abalea-
dos ignominiosamente, y que liberales fueron también casi todos los
muertos y heridos...fueron núcleos conservadores los que atrinchera-
dos en las casas de la escuela, en la torre de la iglesia y otros edificios,
dispararon a mansalva y sobreseguro en el instante mismo en que en
forma pacífica entraron a la plaza e iniciaron la votación los sufragan-
tes liberales”. Ibidem, 50-51p.
78  En San Gil el dirigente conservador José Camacho Carreño jun-
to con otros dirigentes fueron atacados por turbas liberales según lo
anuncio el diario El Deber (20-I-31). Acontecimiento que también fue

71
Colección Escuela de Historia 25 años

el blanco preferido, en ellos se concentraba el odio


conservador por atribuírseles todos los desmanes y
atropellos; al Director de la Policía de Santander lo
apodaban “Tastás” por el sonido seco de los disparos de
revólver, en algunos pueblos las noches son lúgubres79.
En medio de este ambiente el Obispo de Pamplona se
dirigía por telégrafo al gobernador Galvis Galvis, en
los siguientes términos: “elevo respetuosamente ante usted
sentida queja contra individuos policías que, según voz pública, son
ejecutores tamaño desmanes”; y por la misma vía le responde
el gobernador al obispo : “yo también permítome elevar ante
S.S. mi dolida queja por la actuación de algunos párrocos que, en
lugar de apaciguar el incendio, se dieron a fomentarlo....”80.
Ante tan preocupante situación los mandatarios
departamentales continuaban buscando alternativas de
orden tanto político como administrativo para alcanzar
desmentido por el gobernador: “no es exacto que la policía de San Gil
disparara sus armas sobre los señores José Jesús García y José Cama-
cho Carreño, como no es cierto que la policía se haya hecho responsa-
ble de los delitos y atropellos que ustedes le inculpan…” Informe de
Alejandro Galvis…. p 34. Un reflejo de la delicada situación de orden
público y violencia se deduce de las declaraciones que el fiscal del tri-
bunal Superior de San Gil, Luis Andrés Gómez Santos da al diario El
Deber donde hacia un balance dando cuenta de la criminalidad en
dicha jurisdicción hacia 1935 poniendo de manifiesto que “los datos
numéricos prueban el incremento de la criminalidad, muchos delitos
quedan impunes ...en los meses transcurridos del año (1935) el porcen-
taje de sentencias es de 57,75 por 42,25 de sobreseimientos. El delito
que lleva la supremacía es el de sangre, en 5 años ocurrieron 3.454 ca-
sos de homicidios y heridos 2.091 entre 26 de otro carácter de manera
que proporcionalmente tenemos que de cada 100 delitos, 62,28 son de
sangre. Por año los delitos consumados fueron: 1930 – 1943; 1931 –
1128; 1932 – 1192; 1933 – 1190 y en 1934 – 1092.
El total de asaltos en cuadrilla de malhechores desde 1930 ha sido de
114; 100 de ellos en la Provincia de Vélez; en los circuitos de Zapatoca
y Charalá no se habían presentado delitos de esta naturaleza”. El De-
ber. 4-VII-35
79  “….. de pronto comienzan las bombas, cuando intespectivamente
se va la luz eléctrica que se controla desde la casa cural, y en las refrie-
gas las balas salen de las torres de la iglesia o aun se atribuye al cura,
como al párroco de Floridablanca, haber instigado el ataque a bala a
los liberales. Después de uno de esos combates, los liberales se toman
la iglesia, a puntapiés juegan con la lámpara del santísimo y llenan de
escupitajos la mesa del comulgatorio. LATORRE Op. Cit., 290- 291p.
80  GALVIS GALVIS A. Op. Cit., 267-268p.

72
Colección Escuela de Historia 25 años

la anhelada pacificación, medidas que tendrían sus


efectos positivos después de 1933 y que estuvieron
relacionadas con: nombramiento de oficiales de la policía
para las alcaldías de la provincia de García Rovira con
excepción de los municipios de Concepción, Carcasí y
San Miguel en donde se nombraron alcaldes civiles. El
gobernador Humberto Gómez Naranjo consideró que
esta medida debía ser transitoria dado que los oficiales
desconocían la legislación departamental81. Igualmente
se buscó seleccionar al personal de prefectos, alcaldes
y demás funcionarios dependientes de la gobernación
entre los ciudadanos más capacitados y honorables que
garantizaran la imparcialidad.
La medida de visitar los municipios o las
dependencias públicas con criterios puramente
administrativos arrojó excelentes resultados. Visitas
como la realizada por el gobernador Pedro Alejandro
Gómez Naranjo a San Andrés y a la Provincia de García
Rovira, que se constituyó en la primera después de 5
años de la República Liberal, contribuyó notablemente
a la reconciliación política, pues los habitantes de
dicha región pudieron entender los propósitos oficiales
expuestos directamente por el mandatario; esta ocasión
fue aprovechada además para que el mandatario
seccional restableciera las autoridades civiles en donde
la administración municipal habían estado en manos de
miembros de la policía nacional o de militares.
Con estas medidas se logró apaciguar la violencia
política según mensaje del Presidente López Pumarejo al
Gobernador Rogerio Silva Pradilla, luego del desarrollo
de 3 debates electorales en 193582 y del informe
81  Informe de Humberto Gómez Naranjo 1933,9p.
82  “Presidencia de la República-Bogotá mayo 28 de 1935- Goberna-
dor Silva Pradilla.- Bucaramanga.-....A sus inteligentes esfuerzos de
conciliación y a la rectitud de su Gobierno, se debe la brillante contri-
bución que hoy ofrece Santander al espectáculo de corrección demo-
crática y de orden que fue el debate electoral el domingo pasado. Reci-

73
Colección Escuela de Historia 25 años

preparado por Gustavo Gómez Hernández, Secretario


de Gobierno confirmando que en Santander ahora el
problema principal en el departamento lo constituía la
delincuencia común y no la violencia política:
“La labor conciliadora iniciada por el doctor Pedro A.
Gómez Naranjo desde que se encargó de la Gobernación dio
espléndidos resultados. En todo el territorio del Departamento
se estableció sobre bases firmes el orden, y los ciudadanos
disfrutaron de las garantías constitucionales y legales.
Hubo algunos incidentes lamentables, fruto desgraciado
del sectarismo y del odio, que por fortuna no perturbaron la
tranquilidad general, debido a la rapidez con que el Gobierno
dictó las medidas encaminadas a restablecer la normalidad,
investigando con actividad los hechos respectivos e impartiendo
disposiciones adecuadas para rodear de plenas garantías a todos
los asociados.
La destrucción de la imprenta de La Defensa, en la
ciudad de Málaga, dio origen a una agitación peligrosa en la
provincia de García Rovira, pero la prontitud con que obraron
tanto el Gobierno Nacional como el del Departamento evitó
funesta consecuencias que tan reprobable acto hubiera podido
ocasionar. La averiguación correspondiente se llevó a cabo por un
investigador especial de la Policía Nacional designado al efecto
por el Ministro de Gobierno.
El gobierno departamental le prestó cuidadosa atención
al grave problema de la criminalidad desarrollada de manera
alarmante en algunas de las regiones limítrofes con los
departamentos de Boyacá y Norte de Santander. En los municipios
de Gámbita, Onzaga, Capitanejo y Macaravita, ocurre con
frecuencia alteraciones de la tranquilidad social ocasionada por
hechos delictuosos ejecutada por cuadrillas de malhechores ..lo
ba, pues, mis felicitaciones y agradecimientos, enviados a nombre del
Gobierno Nacional.- Amigo, presidente López”. Informe del Secretario
de Gobierno Raimundo Rueda al Gobernador Rogerio Silva Pradilla.
Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1935. 5-7p.

74
Colección Escuela de Historia 25 años

mismo a ocurrido en las regiones de Cachirí y Vetas, jurisdicción,


en su orden , de los municipios de Suratá y California,..
Considero que el Gobierno debe persistir en la labor de
estirpar el mal apuntado, porque de ese modo se contribuye a
afianzar el orden en los territorios ricos y de importancia en la
vida económica y social de Santander”83

La resistencia del conservatismo en algunas


regiones a entregar el poder en 1930, que coincidió
con el proceso de liberalización de las alcaldías y de la
policía, conllevó a que el Partido Conservador con apoyo
del clero pasara a la ofensiva argumentando falta de
garantías políticas. Lo que siguió fue un enfrentamiento
cada vez más frecuente entre veredas y pueblos de
filiación conservadora y liberal; estos fenómenos además
de politizar el conflicto, radicalizando pueblos y veredas
se convirtieron en el mecanismo de homogenización
de la población produciendo de paso una cultura de
intolerancia, factor que propiciaría la generalización de
la violencia como fenómeno colectivo.
Además de los enfrentamientos a la fuerza
pública, de la polarización espacial del conflicto, de
la utilización de bandas civiles armadas, movilización
masiva de beligerantes, desplazamiento campesino,
empieza a tomar auge el atentado con explosivo a
los contradictores políticos.84 También empieza a
generalizarse el destierro bajo amenaza a miembros
del partido minoritario en el pueblo o vereda lo que
propiciaba que una familia abandonase la región, acción
que contribuiría a la homogenización territorial.

83  Ibidem, 7-8p.


84  Es notorio el caso de Guaca, pueblo en que en un periodo de cua-
tro años hubo cerca de 200 casas quemadas entre 1931 y 1939; 170 de
ellas en los primeros años. Guerrero, Javier. Op. Cit., 158p.

75
Colección Escuela de Historia 25 años

El atentado personal comienza a aplicarse al


contrincante, sin importar su condición de sacerdote,
político, campesino, policía..etc. Esta manifestación de
la violencia en espiral no era sino el preludio de lo que
sería en adelante una historia larga y tortuosa en la que
habitantes de esta región se anticiparían a la pesadilla
que padecería el país una década más tarde.

2.2 HUELGAS Y MOVIMIENTOS


SOCIALES
Aparte de la conflictiva situación de violencia
política en los primeros años de la República Liberal,
otros hechos perturbaron el orden público entre los que
cabe destacar las huelgas suscitadas por el alza de los
arriendos en los puestos del pabellón de carne y víveres
de la casa de mercado de Bucaramanga, movimiento al
cual se incorporaron también los choferes de la ciudad85
y los desordenes provocados por los empleados públicos
–incluyendo la policía – en el recinto de la Asamblea
como protesta al proyecto que ordenaba consignar en
un banco de la ciudad los fondos destinados a pagar a
los servidores públicos86. Frecuentes fueron también las
huelgas de los trabajadores de las carreteras exigiendo
aumento de salarios y mejoras en las condiciones de
trabajo.87
Entre los conflictos laborales los hechos que
revistieron mayor gravedad fueron las huelgas de los
trabajadores de la empresa más grande del país, la
Tropical Oíl Company de Barrancabermeja. La primera
de ellas estalló el 7 de diciembre de 1935 con la presencia
y el apoyo de delegados del Partido Comunista y los más
85  El Deber. 31-III-32.
86  El Deber. 9-IV-32.
87  Para 1935 se adelantaban trabajos en las carreteras Barrancaber-
meja-San Vicente, San Vicente-Bucaramanga, Carretera del Noroeste,
y la de Virolín con la vinculación de más de 5000 obreros en las carre-
teras nacionales. El Deber. 17- XII- 35

76
Colección Escuela de Historia 25 años

poderosos sindicatos, ésta se generalizó a todo el país


llevando al gobierno a declarar perturbado el orden
público y a establecer una fuerte vigilancia en el puerto
petrolero.
El movimiento estuvo precedido del surgimiento
de la industria petrolera que trajo consigo la formación
de la clase obrera y sus primeras formas de organización.
Las deficientes condiciones de alojamiento, la
inconformidad por las condiciones salariales, las
estrictas jornadas laborales, el maltrato por parte de
algunos capataces de la compañía, las exigencias de
mejoramiento en la alimentación, en las condiciones
higiénicas y de los servicios de atención médica y las
reclamaciones por despidos injustificados así como la
lucha por el reconocimientos de los derechos sindicales
provocaron los primeros movimientos sociales en
Barrancabermeja en la década 1920.
Desde 1921 van apareciendo líderes como
Carlos E Avendaño, Teodoro Lozano, Raúl Eduardo
Mahecha, Alberto Castillo, Carlos Melguiza, Benedicto
Uribe, Escolástico Álvarez, Ignacio Torres Giraldo y
María Cano quienes buscaron formar la conciencia
de la emergente clase obrera con discursos públicos y
conferencias clandestinas referidas al derecho a exigir
garantías laborales ante la explotación capitalista. Otro
recurso utilizado para difundir sus ideas fue la prensa;
circularon periódicos como El Socialista, Vanguardia
Obrera, El luchador, Voces Libres y Gremial entre otros.
Su discurso socialista y el llamado permanente
a la organización sindical, a suspender labores y a
la huelga provocaron constantes alteraciones del
orden público en el puerto y los campos vecinos. Los
dirigentes sindicales y algunos intelectuales liberales
simpatizantes de las ideas socialistas tildados como
sediciosos y subversivos que atentaban contra la
tranquilidad social fueron objeto de persecución,

77
Colección Escuela de Historia 25 años

arrestos y multas. Si bien los pliegos de peticiones eran


justos, las huelgas suscitadas durante los años veinte no
lograron arreglos de ninguna clase ya que la compañía
extranjera se sentía apoyada por el gobierno y para ese
entonces el paro era considerado ilegal.
Con el cambio de hegemonía política en 1930,
las masas obreras que habían luchado con entusiasmo
por el cambio de régimen esperaban un mejoramiento
general de sus condiciones y los primeros resultados
no tardaron en llegar. En 1931 el Congreso dictó la
ley 83, que les daba a los trabajadores el derecho de
asociarse libremente, en defensa de sus intereses
pudiendo constituirse en sindicatos. No fue sino hasta
el año 1934, que los obreros de la Tropical hicieron
uso de éste derecho. En efecto, se formó el sindicato
“Unión Sindical Obrera” con sus respectivos estatutos
y personería jurídica.
En 1935 el sindicato prosperó hasta llegar a tener
1.500 afiliados; sus relaciones con la Empresa eran
cordiales y sus reclamaciones eran atendidas en lo
posible aunque no todas eran resueltas favorablemente
en especial aquellas que se referían a salarios. Algunos
directivos sindicales fueron despedidos y para finales de
este mismo año se pensó en ir a una huelga, la directiva
del Sindicato convocó a una asamblea general que
decidió decretar el paro, nombró el comité de huelga
así como una comisión negociadora con la Empresa.
La comisión negociadora presentó ante el Gerente
de la Empresa un pliego de peticiones de unos veinte
puntos entre los que se destacaban: aumento de sueldos
y salarios, rebaja de los arriendos de casas del alojamiento
en campamentos, provisión de gas para las casas, carros
cubiertos para el transporte de obreros en el ferrocarril,
libre comercio en las dependencias de la Empresa,
mejoramiento de la alimentación, hospitalización de los

78
Colección Escuela de Historia 25 años

obreros en toda clase de enfermedad, pago de la mitad


de sueldo en caso de enfermedad, despido de varios
empleados entre otros. El gerente de la Compañía
solicitó un plazo para responder el pliego.
El 7 de diciembre a las 12 se inició el paro general
en todas las dependencias de la Empresa. Los obreros de
los campos abandonaron el trabajo pero permanecieron
en ellos, nadie se movió hacia el poblado. Los obreros de
la refinería de Barrancabermeja, salieron del campo de
trabajo y permanecieron en la ciudad en espera de una
solución, con manifestaciones, desfiles y protestas. 600
obreros habían parado en Barranca y 3500 en El Centro
y demás campos. Los obreros tomaron bajo su cuidado
y control todas las dependencias de la Compañía,
solamente funcionaba los servicios indispensables de
planta eléctrica, acueducto, teléfono, planta de gas.
Hicieron presencia algunos líderes comunistas en
Barrancabermeja como Gilberto Vieira, Cuadros Prieto
y Alberto Silva quienes se pusieron al frente de la huelga
y el gobierno se vio en la obligación de aumentar el pie
de fuerza tanto en la ciudad como en El Centro.
Del curso de las negociaciones se informaba todos
los días en hojas volantes, y en conferencias que dictaba
el propio Vieira explicando y comentando los puntos
favorables que se iban obteniendo como concesiones
de la Empresa al pliego de peticiones. Mientras el curso
de la huelga seguía muchas agrupaciones sindicales y
gremiales del país e incluso comerciantes locales la
apoyaban enviando auxilios.
Las Cámaras Legislativas enviaron una delegación
a la que se les unió el gobernador del departamento
doctor Alfredo Cadena D´Costa acompañado del
director de la policía con el propósito de inspeccionar
pero sin intervenir en el conflicto. El gobierno nacional
por su parte envío como intermediarios directos a los

79
Colección Escuela de Historia 25 años

Ministros de Guerra doctor Benito Hernández Bustos y


de Industria doctor Gerardo Martínez Pérez.
La Tropical Oil Company había concedido
alrededor de 14 de las peticiones del pliego. Los
ministros se dieron cuenta que las negociaciones
estaban infiltradas por los comunistas que intervenían
en el comité de la huelga. Se dio la orden a la Policía
Departamental para que redujera a arresto a los
comunistas que obstaculizaban las negociaciones, se
allanó el local donde funcionaba el Comité de Huelga
en busca de Gilberto Vieira y sus compañeros pero estos
pudieron escapar a las pesquisas.
Las negociaciones se trasladaron al Centro en
donde los ministros, el Gerente de la Tropical y el
Subcomité de la huelga de ese lugar llegan a un acuerdo
y firman, el 17 de diciembre, un pacto satisfactorio para
las partes que permitió levantar el paro. Aunque los
huelguistas de Barrancabermeja no estuvieron del todo
de acuerdo, el 18 de diciembre la mayoría de los obreros
volvieron al trabajo.
La Tropical había concedido entre otras cosas
el libre comercio en sus campos, la construcción
de estaciones en las paradas del ferrocarril y carros
cubiertos en éste, rebaja en los arrendamientos, gas para
las casas, hospitalización a los obreros en toda clase de
enfermedades, mejoramiento de los campamentos. Se
reservó el derecho de despedir y tomar represalias contra
empleados y obreros. Posteriormente fueron despedidos
unos cuarenta, previos pagos de indemnizaciones de
ley88.
En su informe de 1936 el gobernador Alfredo
Cadena D’Costa relata los alcances de esta huelga: “El
7 de diciembre estalló la huelga de los obreros de la Tropical Oíl
Company de Barrancabermeja…la empresa más grande del país
88  GALVIS Simón. Monografía de Barrancabermeja. 172-175p.

80
Colección Escuela de Historia 25 años

de ahí la importancia que revistió este hecho y que después de


demoradas negociaciones y resistencias se consignaron cláusulas
que beneficiaban a los trabajadores…
En este caso el gobierno ya no se limitó a una acción
pasiva, sino que, consultando la justicia de los reclamos y las
nobles aspiraciones de los trabajadores colombianos, acudió en
su ayuda para conseguir dentro de la equidad las condiciones
posibles para su mejoramiento y bienestar en forma satisfactoria,
como así lo estimaron los mismos obreros, regresando al trabajo
al día siguiente de firmado el convenio respectivo.
La huelga ya no es algo alarmante…es un derecho universal
consagrado y nuestra legislación la ha acogido para que los
trabajadores tengan una justa compensación, lo importante es
que este tipo de hechos se lleven en un ambiente de serenidad, de
mutuo respeto y que no degeneren en una lucha de clase.
Como resultado de esta huelga se dispuso de forma
permanente la creación de la Oficina Nacional del Trabajo
en Barrancabermeja que buscará solución en el caso de que
surjan asuntos que tratar entre la empresa y los trabajadores…
También la Dirección Nacional de Higiene tomó medidas sobre
alojamiento y condiciones sanitarias de los trabajadores de dicha
Compañía.”89

La Unión Sindical Obrera USO, continuó sus


labores y empezó una reorganización en el año 1937;
hasta allí llegaban las quejas nuevamente de los obreros
y sin preparación, sin recursos suficientes y hasta sin
una directiva de prestigio se decidió ir a otra huelga,
sino se aceptaba otro pliego de peticiones.
Efectivamente el 10 de febrero de 1938 la junta
directiva pasó a la Empresa un pliego de peticiones
con 12 puntos entre los cuales figuraron los siguientes:
89  Informe del Gobernador Alfredo Cadena D´Costa a la Asamblea De-
partamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1936 6-9p.

81
Colección Escuela de Historia 25 años

salario mínimo y aumento de salarios, jornada laboral


de 8 horas, aumento del 50% a los trabajadores en
los turnos de noche, establecimiento de un hospital,
reconocimiento de salario en los días festivos, mas
habitaciones para los obreros, despido de ciertos
funcionarios, contrato colectivo entre la empresa y el
sindicato, no represalias y reintegro de algunos obreros
despedidos, descanso dominical remunerado, seguro
de vida para las empleadas del servicio y garantías para
ejercer el derecho a sindicalizarse; 10 días después la
Empresa respondió negativamente las peticiones.
El Sindicato solicitó del gobierno que las
negociaciones en sus periodos de conciliación y arbitraje
se verificarían en Bogotá, mientras en el Centro un fuerte
núcleo de trabajadores pedía al gobierno departamental
apoyo para trabajar en caso que se llegara a decretarse
un paro, pues aquí se había organizado un movimiento
anti-huelguístico que se trasladó al puerto petrolero y
generó desmanes al enfrentarse con los sindicalistas,
situación que hizo necesaria la intervención de la fuerza
pública.
Fracasadas las negociaciones en Bogotá, las
directivas y el comité de huelga resolvieron decretar el
paro para el día 8 de abril. La mayor parte de los obreros
de las dependencias de la Tropical en Barrancabermeja
se acogieron al paro, pero en El Centro no se hizo lo
mismo. Allí los pocos que suspendieron los trabajos
fueron sacados de los campos por los anti-huelguistas
con apoyo de la policía.
Al movimiento se unieron activamente los
doctores Diego Luis Córdoba y Gonzalo Buenahora
arengando a los huelguistas ante lo cual la alcaldía
prohibió las manifestaciones y los discursos durante
la huelga obstaculizando así el movimiento; el día 10
la ciudad fue militarizada con refuerzos llegados desde
Bucaramanga y Medellín.

82
Colección Escuela de Historia 25 años

El 11 de abril muchos obreros se presentaron al


trabajo y se reactivó el funcionamiento de la refinería.
Al día siguiente se llevó a cabo una manifestación por
las calles de la ciudad que terminó con varios muertos y
heridos en el parque Bolívar a manos de la fuerza pública
que disparó indiscriminadamente a los manifestantes.
Así terminó la última huelga, tres días después todo el
personal había vuelto a su trabajo90.
Tras el reconocimiento constitucional de que
el trabajo es una obligación social que gozará de la
protección del Estado y al precepto de que la ley
reconoce a los trabajadores el derecho a asociarse
libremente en defensa de sus intereses, formando
sindicatos, asociaciones y agremiaciones, proliferaron,
en contra del individualismo propio de la región, en
todo el departamento este tipo de organizaciones que
para 1946 pasaban de 50 y que llegó a asociar a mas de
cinco mil obreros y campesinos91.
90  Ibídem., 175- 177.p.
91  Podemos reseñar: en Bucaramanga: Asociación de Inquilinos del
Mercado Publico, Sindicato Industrial de Obreros del Cemento, Unión
Sindical de Panaderos, Sindicato de Trabajadores de la Fábrica Villami-
zar, Liga Campesina de Rio de Oro, Sindicato de Empleados y Obreros
del Departamento de Santander, Sindicato de la Construcción, Socie-
dad Santandereana de Comerciantes e Industriales, Sindicato Indus-
trial de las fabricas “Hipinto”, Sindicato Ferroviario de Puerto Wilches,
Sindicato de Alpargateros, Talabarteros y similares, Asociación San-
tandereana de Maestros, Unión Sindical de Tabacaleros de Santan-
der, Federación Santandereana de Empleados, Sindicato de Barberos,
Sindicato de Sastres, Sindicato de Obreros del Calzado, Sindicato de
Loteros, Sindicato de Baldosines y similares, Sindicato de Automovi-
listas de Santander, Sindicato de Ebanistas y Carpinteros, Sindicato de
Obreros de Municipio, Sindicato de Destazadores del Matadero, Fe-
deración Santandereana de Trabajadores, Sindicato de Expendedores
de Carne, Sindicato de Empleados del Hotel Bucarica, Sindicato de tra-
bajadores de Botones “La Perla”, Sindicato de la Fabrica de Luis B.
Cruz, Sindicatos de Empleados de Hoteles, Sindicato de trabajadores
de la constancia, Sindicato Obrero de Pastas Alimenticias “La Italiana”,
Sindicato de Braceros, Sindicato de Limpiabotas. En Barrancabermeja:
Unión Sindical Obrera .USO (centro), Liga campesina de Ciénaga del
Opón, Unión Portuaria de Braceros y Lancheros, Sindicato de Lanche-
ros Portuarios y Navegantes, Sindicatos de Sastres de Barrancaberme-
ja. En el Socorro: Sindicato de Obreros Alpargateros, Sindicato Mixto
de Obreros del Calzado y Talabarteros, Sindicato de la Construcción.

83
Colección Escuela de Historia 25 años

2.3 BUCARAMANGA Y LOS SUCESOS


DE PASTO
El 8 de julio de 1944 el presidente López viajó a
Ipiales, acompañado de una comitiva integrada por
el ministro de trabajo, Adán Arriaga Andrade, del
secretario general de la presidencia, Enrique Coral
Velasco, de don Luis Cano, de su hijo Fernando y del
coronel Alfonso Pinzón, con el objeto de presenciar
unas maniobras militares y crear un ambiente favorable
al tratado de comercio y navegación que se discutía con
Ecuador.
Después de ir a Tumaco, decidió pernoctar en
Pasto donde fue informado que había agitación en la
ciudad, causada por “reservistas insubordinados y borrachos”.
En la mañana del 10 de julio fue despertado por el
ruido de soldados que invadieron el hotel Niza donde
se hallaba hospedado y hasta donde llegó el teniente
coronel Luis Agudelo, para manifestarle: “Le aviso que
ha estallado en el país un movimiento militar que se ha operado
desde Pasto, Bogotá y otras ciudades, y que se ha encargado
del gobierno. Tiene dos horas para resolver qué quiere hacer.
Se le darán amplias garantías”, y le dio la espalda. Fueron
En Rionegro: Sindicato de Oficios Varios, Centro Obrero Francisco de
Paula Santander, Sindicato Agrícola y Ganadero, Unión de Campesinos
del Playón, Asociación de Defensa Campesina. En Piedecuesta: Centro
Obrero y Campesino, Sindicato de Aparceros de Piedecuesta.
En Puerto Wilches: Sindicato de la Regularización y Canalización, Sindi-
cato de trabajadores de la Socony Vacuum Oil, Sindicato de Braceros y
Lancheros de Puerto Wilches. En Floridablanca: Sindicato de la fábri-
ca de Licores, Sindicato de Trabajadores de la Fábrica “La esperanza”,
Centro Obrero de Floridablanca. En Málaga: sindicato de Choferes de
García Rovira. En Tona: Liga Campesina de Arnania, Sindicato de la
Mesa de Juan Rodríguez. En Lebrija: Liga Campesina de Montevideo,
Liga Campesina de “vega de Pato”, Vanegas. En San Vicente: Sindicatos
de Agricultores, Liga de Colonos de Cola de pato, Liga de Campesinos
de San Francisco, Liga Campesina de la Plazuela. En San Gil: Centro de
Gremios Unidos de San Gil. En San José de Suaita: Sindicato de la Fá-
brica de Hilados y Tejidos. En Zapatoca: Sindicato Tabacalero. Memo-
ria del Secretario de Gobierno de Santander Gustavo Serrano Gómez.
Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1946. 38-41p.

84
Colección Escuela de Historia 25 años

colocados soldados armados con metralletas frente a su


habitación y en los caballetes de las casas vecinas.
Tiempo después volvió a presentarse en el
hotel el teniente coronel Agudelo, quien le presentó
al presidente López una hoja que contenía la renuncia
en los siguientes términos: “Ante los graves problemas
que afronta el país he decidido renunciar voluntariamente a
la Presidencia de la Republica y encargar del mando al coronel
Diógenes Gil”, por entonces a cargo de la séptima brigada
acantonada en Florencia. El presidente rechazó el
documento aduciendo que contenía una mentira, pues
se encontraba preso. Ante la negativa lo introdujeron
en un carro con su hijo Fernando y dos soldados; en
otro llevaron preso al gobernador de Nariño, Manuel
María Montenegro y al jefe de la casa militar coronel
Alfonso Pinzón, con rumbo a Popayán pero finalmente
fueron instalados en una hacienda de la familia Buchelli
en Consacá donde el presidente fue enterado que el
designado Darío Echandía había asumido el gobierno y
había declarado el estado de sitio.
En la mañana de 11 de julio llegó hasta Consacá el
capitán Rafael Navas Pardo con el ánimo de facilitarles
la fuga. En el camino se interpuso el coronel Diógenes
Gil Mojica, quien le manifestó al presidente López
que para evitar enfrentamientos se rendía a cambio de
su nombramiento como Ministro de Guerra, a lo cual
respondió el presidente: “Soy su prisionero pero no debe
atreverse si quiera a hacerme esas proposiciones.” Gil
termino rindiéndose, después fue juzgado y condenado
junto con los oficiales que participaron en el golpe de
cuartel. 92
Los sucesos de Pasto tuvieron graves
repercusiones en otras regiones del país, con mayor
peligrosidad en Ibagué y en Bucaramanga. La subversión
92  RODRIGUEZ, Gustavo Humberto. Segunda Administración de Ló-
pez Pumarejo. En: Nueva Historia de Colombia. Bogotá, Planeta 1989.
379-381p.

85
Colección Escuela de Historia 25 años

en Bucaramanga empezó cuando el capitán Gregorio


Quintero dio muerte al comandante de la Quinta
Brigada, coronel Julio Guarín, asumiendo el comando
de las tropas y liderando así el amotinamiento en la
ciudad. El gobernador Alejandro Galvis Galvis procedió
a nombrar una comisión a petición del propio Quintero,
integrada por Pedro Alonso Jaimes, Julio Cesar Galvis,
Lázaro F. Soto y Emilio Suárez quienes tras ponerse en
contacto con los oficiales rebeldes en el propio cuartel,
manifestaron al gobernador que por exigencia de los
sublevados, debía resignar el mando en la persona del
señor Lázaro F. Soto y que además debía entregarse
preso en el plazo de media hora, so pena de ser atacados
por la artillería tanto la gobernación como el cuartel de
policía.
Ante tal amenaza el gobernador ordenó el
desalojo del palacio y procedió a organizar la fuerza
pública que junto a voluntarios llegados de diferentes
partes se disponían a asumir la resistencia, mientras
se alojaba provisionalmente en casa del señor Roque J.
Carreño en compañía del Pedro López Michelsen, hijo
del presidente López, quien había llegado a la ciudad.
En vista de que el ataque no se producía, el gobernador
salió en un recorrido por la ciudad y al ver que en el
cuartel no había movimiento de tropas decidió volver
a la gobernación. La ciudad fue militarizada tratando
de proteger lugares como el aeródromo, los edificios
administrativos de importancia, la radiodifusora y las
entradas a la ciudad.
El coronel Fajardo quien inicialmente había
participado en la sublevación, se presentó en la
gobernación para manifestarle al mandatario que
si había hecho parte de la rebelión había sido por las
intimidaciones del capitán Quintero, pero que acudía
a ponerse a ordenes del gobierno para ayudar a resolver
la situación, ofreciéndose a someter a Quintero y

86
Colección Escuela de Historia 25 años

tomar el mando de las tropas para arreglar la situación


favorablemente.
Los oficiales amotinados hicieron saber al
gobernador su deseo de dialogar, ante lo cual el
mandatario les respondió que los oiría en la gobernación,
no sin antes advertirles que también estaba preparado
para la resistencia y que su único propósito era evitar
un derramamiento de sangre.
En la mañana del 11 de julio aviones militares
sobrevolaban la ciudad al tiempo que llegaban al palacio
los oficiales Fajardo y Quintero escoltados por unidades
de la tropa. Allí fueron desarmados por el alcalde de la
ciudad, señor Bernardo Mutis Arenas y por el Secretario
de Gobierno doctor Horacio Rodríguez Plata quienes
los redujeron a la impotencia y los pusieron presos; ante
una orden del gobernador los escoltas depusieron sus
armas de dotación.
Al día siguiente el gobernador en compañía del
Senador Jorge Regueros Peralta se presentó al cuartel
en busca del capitán Mazuera quien procedió a reunir
las tropas con el fin que hicieran reconocimiento de
los generales Matamoros, Mutis Harker y el coronel
Leopoldo Uribe como nuevos comandantes militares y
juraran fidelidad a las instituciones y al gobierno. Así se
puso fin a este delicado episodio93.
La forma como el gobernador Alejandro Galvis
Galvis afrontó tan difícil situación lo hicieron objeto
del reconocimiento del gobierno nacional, quien exaltó
su labor confiriéndole la condecoración de la Orden de
Boyacá, en la categoría Gran Cruz. En sus memorias
el patricio liberal reproduce la relación de hechos
cumplidos con la que dio parte oficial al Ministro de
Gobierno Alberto Lleras Camargo, una vez dominada
la situación (Ver Anexo 1).
93  GALVIS GALVIS, A. Op. Cit., 460-474p.

87
3. ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA Y
ORDENAMIENTO
TERRITORIAL
Colección Escuela de Historia 25 años

E
n los primeros años de la República Liberal,
el Departamento de Santander se hallaba
bajo la figura de las prefecturas, que
sumado a los cambios de jurisdicción y a los problemas
de límites entre municipios, constituyeron los aspectos
más relevantes en cuanto a ordenamiento territorial se
refiere. Con relación a la situación fiscal y presupuestal,
los ciclos de recesión y recuperación marcarían la
tendencia económica que explicaría en parte los
obstáculos para dar cumplimiento a las metas que en
materia de política social se trazaron durante el periodo
1930 – 1946 a nivel seccional.

3.1 ORDENAMIENTO TERRITORIAL


Según Ordenanza No. 7 de Abril 9 de 1931
reseñada en la Gaceta de Santander, el Departamento
fue organizado en cinco provincias: Soto, García Rovira,
Galán, Comuneros y Vélez.
La Provincia de Soto quedó conformada por
los municipios de Bucaramanga, California, Charta,
Floridablanca, Girón, Lebrija, Matanza, Puerto
Wilches, Rionegro, Suratá, Tona, Piedecuesta, Los
Santos y Umpalá.

91
Colección Escuela de Historia 25 años

La Provincia de García Rovira con Málaga como


capital y conformada por los municipios de Capitanejo,
Carcasí, Cerrito, Concepción, Enciso, Macaravita,
Miranda, San Andrés, San Miguel, Cepitá, Guaca y
Molagavita. Una posterior reorganización territorial
dio origen a la provincia de San Andrés conformada
por los municipios de San Andrés, Cepitá, Guaca y
Molagavita.
Provincia de Galán quedó constituida por
los municipios de Zapatoca su capital, Barichara,
Barrancabermeja, Betulia, Cabrera, Chima, Galán,
Hato, Palmar, San Vicente y Simacota. Esta provincia
será el antecedente inmediato para la futura fundación
de una nueva provincia, la De Mares favorecida por
los nuevos poblamientos surgidos a partir del proceso
colonizador del Magdalena Medio Santandereano
cuando el descubrimiento y la explotación del petróleo,
desplazó el eje del ocupamiento territorial de la parte
andina del departamento hacia las estribaciones de la
Cordillera y el Valle del Magdalena Medio que originó
la fundación de siete nuevos centros en la Provincia
de Vélez y cuatro en la de Soto. Finalmente y hasta la
actualidad, la posible provincia quedaría constituida
por los municipios de Barrancabermeja, Betulia, El
Carmen, Puerto Wilches, San Vicente y Zapatota,
previa consulta a tales municipios.
La Provincia de los Comuneros estuvo
conformada por su capital Socorro y por los municipios
de Guadalupe, Gámbita, Guapotá, Oiba, Palmas,
Páramo, Suaita, San Gil, Aratoca, Curití, Jordán,
Mogotes, Onzaga, Pinchote, San Joaquín, Valle,
Charalá, Cincelada, Confines, Encino y Ocamonte.
Y la Provincia de Vélez con capital en Vélez y
conformada además por los municipios de Albania,
Aguada, Bolívar, Barbosa, Chipatá, Guavatá, Guepsa,

92
Colección Escuela de Historia 25 años

Jesús María, La Paz, Puente Nacional, San Benito y


Sucre. No obstante inmediatamente a la Ordenanza
anterior apareció la No. 36 de 1931 por la cual se creó
la Provincia de Guanentá que la conformarían San Gil
que sería su capital, Aratoca, Curití, Jordán, Mogotes,
Onzaga, Pinchote, San Joaquín, Valle, Charalá,
Cincelada, Confines, Encino y Ocamonte94.

MAPA PREFECTURAS DE SANTANDER –


1935

Elaboración Propia.

94  Gaceta de Santander No. 5517. Bucaramanga, Mayo 2 de 1931.


121p.

93
Colección Escuela de Historia 25 años

Para 1935 el Departamento quedó conformado por


73 municipios, distribuidos en siete provincias - Soto,
Guanentá, García Rovira, San Andrés, Los Comuneros,
Vélez y Galán - que estuvieron bajo la administración
de la figura de las prefecturas provinciales. El prefecto
era funcionario de segunda instancia que operaba
como un canal entre los municipios a su cargo y la
gobernación del departamento. Dentro de los motivos
para la supresión de las prefecturas, el Diputado
Ricardo Arenas Calvete afirmaba ante la Asamblea del
Departamento en marzo de 1934: “a nadie se oculta que la
crisis administrativa que padecemos, se debe en gran parte al
descenso de las rentas públicas y a los cuantiosos desembolsos
que entraña los innumerables servicios públicos, muchos de los
cuales pueden suprimirse sin el mayor menoscabo del correcto
funcionamiento dentro del engranaje administrativo. Es de
conveniencia y de necesidad, dentro de la política de sacrificio
financiero, acabar con las provincias, que le implican al
Departamento una erogación no menor de $20.000 anuales,
suma considerable si se tiene en cuenta los escasos efectos
prácticos de tales entidades y la penuria fiscal en que vivimos. Las
prefecturas son las entidades intermedias entre el gobernador y
los empleados municipales y las encargadas de conocer en segunda
instancia de los negocios administrativos y de policía de que
conocen los alcaldes…”95. La efectividad de las prefecturas
estaba en entredicho precisamente en un momento de
reordenamiento territorial y de constantes problemas
en torno a límites municipales. Fueron abolidas
definitivamente en 1936 quedando como referentes
culturales.
Los asuntos pendientes entre municipios
para 1935 por la delimitación de sus territorios se
presentaban entre Jesús María y Sucre, Chipatá y
Guepsa, San Andrés y Cerrito, Rionegro y Matanza,
Tona y Floridablanca, San Vicente y Galán, Concepción
y Cerrito, Guepsa y San Benito, Suaita y Guadalupe.
95  EL Deber. 14-III-34.

94
Colección Escuela de Historia 25 años

Esto hacía que se presentaran constantes reclamos


por dudas de jurisdicción bien por problemas de
vías, riqueza petrolífera o desarrollo rural a la
Asamblea Departamental96, por ello se hacía urgente
la delimitación desde el punto de vista histórico,
geográfico y técnico de los 73 municipios existentes
para este periodo. Entre los problemas de límites por
resolver hacia 1946 estaban entre otros, el de Girón
y Lebrija, Cerrito y Concepción, Suaita y Charalá,
Gámbita y Suaita, y entre Lebrija – Girón – Puerto
Wilches97. Las dificultades para solucionarlos estaban
en que para cumplir los requisitos que exigía la ley se
requirió la suma de $5.000 por cada Comisión que debía
hacer el estudio técnico sin que existiese presupuesto
para ello.
En 1932 más de 500 vecinos de Cincelada
enviaron un memorial a la Asamblea Departamental
solicitando el traslado de este poblado a Coromoro
para que en adelante éste último fuese la cabecera del
Municipio. Las razones que motivaron dicha solicitud
estaban relacionadas con : “el ser la población Coromoro
….. residencia de un núcleo de población culta capacitada para
asumir las responsabilidades sociales y políticas del municipio,
con personal suficiente y apto para desempeñar los destinos
de la administración, lo que no sucede en Cincelada, donde
hasta los señores concejales hubo que seleccionarlos y traerlos
de Coromoro, cuya localidad, capacitada para albergar sus
tres mil habitantes, tiene además buenos locales para oficinas,
escuelas, hoteles, cárcel y templo parroquial. Es Coromoro de
importancia comercial que se desarrolla con las poblaciones de
la provincia extinguida de Charalá y con Onzaga y Mogotes y
vecinas del Departamento de Boyacá, por el fácil acceso de estos
96  Informe del Secretario de Gobierno Raimundo Rueda, al Goberna-
dor de Santander. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1935.
4-5p.
97  Informe del Secretario de Gobierno Gustavo Serrano Gómez al go-
bernador de Santander. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1946. 49p.

95
Colección Escuela de Historia 25 años

centros, que dan las vías de comunicación existentes y que parten


de Coromoro. Por otra parte, la índole hosca y el carácter de los
moradores de Cincelada, inadaptables a las disciplinas sociales,
lo cual ha dado lugar a más de un conflicto en la administración
departamental y municipal, relieva casi como una anomalía el
hecho de que sea esta población la cabecera del municipio y no
Coromoro”98. La misma petición fue respaldada por el
Concejo Municipal de Cincelada que consideraba que
Coromoro reunía las condiciones administrativas,
históricas, de comunicaciones, número de habitantes y
de infraestructura para ser cabecera municipal.
En 1936 la Asamblea Departamental ordenó el
traslado del Municipio de Cite que se encontraba en un
lamentable estado de abandono y cuya vida comercial,
social y administrativa había sido absorbida por su
vecina Barbosa. Este traslado se decidió aún en contra
de la voluntad del Concejo Municipal de Cite que
había elevado una petición formal ante el legislativo
departamental manifestando además, su desacuerdo e
inconformidad con la medida.
De otra parte, los vecinos de Landázuri, proponían
a la Asamblea Departamental, dos posibilidades: o
pertenecer a la jurisdicción de Vélez y no de Bolívar
por considerar que se hallaban muy lejos de la acción
administrativa de éste último o en el mejor de los casos
ser erigido como municipio para lo cual tendrían cuatro
corregimientos del municipio de Bolívar todos ellos
vigorizados por el tráfico que generaba la carretera del
Carare y la intensificación del movimiento colonizador
hacia esta región. La Asamblea rechazó las pretensiones
de Landázuri argumentando que según la Ley 49 de
1931, para erigir un municipio se hacía necesario que
tuviese “1. Una población mínima de 8.000 habitantes; 2. Aporte,
en cada uno de los tres años anteriores a las rentas del distrito
98  Anales de la Asamblea de Santander. No. 333. Bucaramanga,
Marzo 7 de 1932. 81p.

96
Colección Escuela de Historia 25 años

respectivo, de $6.000 anuales; 3. Capacidad fiscal de $14.000


anuales; 4. Población de 150 familias; 5. Locales adecuados para
escuelas, para Casa Municipal, Cárcel y Hospital”99. Y sobre
la pretensión de anexarse a Vélez, no se consideraba de
“urgente e imprescindible necesidad” para los objetivos que se
perseguían. Según el Anuario Estadístico de Santander,
para 1946, Landázuri aparecía ya como corregimiento
del Municipio de Vélez.
Otro de los intentos por ordenamiento de su
territorio se presentaba en Barrancabermeja pero esta
vez se trataba de cambiar de jurisdicción hacia otro
departamento, Antioquia; y aunque no se encontró
una petición formal en tal sentido, la Comisión de la
Asamblea Departamental de Santander100 que visitó la
zona en 1936 encontró algunos aspectos que podrían
incidir en un posible intento segregacionista o de
nacionalización del puerto petrolero:
• Barrancabermeja era codiciada por varios
departamentos dada las repercusiones especiales para
la vida de cualquiera de ellos.
• En el Municipio no se observaba espíritu cívico.
• La población santandereana en Barranca era
una minoría con respecto a los que llegaban de los
demás departamentos, primando los antioqueños y los
costeños.
• La concupiscencia de los empleados públicos
había acentuado el desbarajuste de la economía del
Municipio.
• La poca acción del gobierno para resolver los
problemas de la población en materia de acueducto,
alcantarillado, pavimentación, casa de mercado,
99  Anales de la Asamblea de Santander. No. 577. Bucaramanga,
Mayo 6 de 1936. 260p.
100  Ibidem, 258p.

97
Colección Escuela de Historia 25 años

matadero público, teléfonos, y energía eléctrica, era


notable.
• Más que diferencias ideológicas lo que se
presentaba allí era confrontación de intereses y
personalismos.
• El obrerismo estaba decepcionado de las
promesas lo que propiciaba el surgimiento de la
agitación social en el Puerto.

No obstante, “Barranca será siempre de Santander”


afirmaban los diputados, sólo faltaba asumir la
responsabilidad gubernamental con ella de vincularla
por todos los medios posibles para fortalecer el alma
santandereana, para ello proponían sanearla en lo
político y administrativo, dotarla de buenos edificios
gubernamentales, efectivas campañas en salud y
educación, así como propiciarle un mayor intercambio
con el Departamento. Se tenía a su vez el convencimiento
de que con la construcción de la carretera Bucaramanga
- Barranca y la instalación de una central telefónica, se
empezaría a hacer realidad este sueño.
Por iniciativa del Concejo de Vélez, hacia 1936
tomó fuerza el movimiento separatista de las provincias
de Galán, Comuneros y Guanentá, con el fin de crear un
nuevo departamento. Las razones que se exponían para
dicho objetivo estaban relacionadas con los siguientes
aspectos:
• La vida administrativa del Departamento de
Santander se regía por un centralismo excesivo a favor
de la ciudad de Bucaramanga, lo que contrariaba el
concepto moderno de equidad administrativa.

98
Colección Escuela de Historia 25 años

• La acción influyente de los políticos de la


capital del departamento, opacaba y supeditaba a los
de las provincias.
• La inequitativa distribución de las rentas dejaba
en total abandono a las provincias.
• La acción centralista de Bucaramanga
atropellaba el pasado histórico de las demás zonas del
Departamento101.

Por ello el 11 de Mayo de ese año, se invitó a los


concejos municipales de las tres provincias en mención
para discutir en una convención la defensa regional
frente al centralismo bumangués.
De otra parte las alcaldías municipales responsa-
bles de la defensa social, eficacia administrativa, reali-
zación de obras públicas, bienestar social, garantía del
sufragio y la cedulación como deberes constitucionales
de su función pública, para los años treinta atravesa-
ron serias dificultades tal como se deduce del informe
del Gobernador Alfredo Cadena D´Costa en 1936, en
el cual deja entrever las siguientes problemáticas de la
gran mayoría de los municipios santandereanos:
• Gran dificultad en las comunicaciones por la
ausencia de vías que habían dejado aislados a muchas
poblaciones lo que propiciaba desplazamientos a las
capitales de provincia.
• Se convirtieron en centros en decadencia con
muy pocos recursos y muchas necesidades.
• Existencia de numerosos vicios administrativos
y políticos, como el nepotismo ya que una sola familia
podía apropiarse de todo el presupuesto.
101  EL Deber. 27-V-36.

99
Colección Escuela de Historia 25 años

• La falta de compromiso de los Concejos


Municipales que no se reunían o dificultaban la acción
del gobierno.
• Falta de orden en la recaudación de las rentas.
Los municipios se limitaban a esperar los auxilios
del agobiante presupuesto departamental porque el
impuesto predial no se cobraba en forma correcta dado
los defectuosos avalúos catastrales102.

Para finales de los años treinta, el panorama


administrativo fue más alentador, ya que la acción de
los visitadores de alcaldías, es decir, funcionarios
que cumplían una misión de control y supervigilancia
de estos entes locales por medio de la práctica de
visitas regulares con el fin de rendir un informe al
gobierno departamental sobre la acción administrativa,
permitiría ejercer un mayor control sobre la
problemática anteriormente señalada, tal como se
deduce de las memorias del Secretario de Gobierno
Gustavo Serrano Gómez cuando afirma : “Desde el
punto de vista político, es decir, gubernamental, los Alcaldes
de Santander han venido desempeñando su función con plena
satisfacción de las distintas comarcas, sin que se haya presentado
ningún problema grave, y habiéndose solucionado rápidamente
los que en muy contados lugares han surgido. En cuanto se
refiere a la marcha administrativa su labor se ha desarrollado
en armonía con los concejos municipales, y fuera tanto más
eficaz si tales corporaciones funcionaran con mayor regularidad
y con total colaboración del cabildo pleno”103. Se buscaba
que el personal de alcaldes estuviera constituido por
ciudadanos preparados, que trabajaran por el desarrollo
102  Informe del Gobernador de Santander, Alfredo Cadena D´Costa
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1936. 12-13p.
103  Memoria del Secretario de Gobierno, Gustavo Serrano Gómez.
Bucaramanga Imprenta de Departamento, 1946. 42p.

100
Colección Escuela de Historia 25 años

de cada uno de sus municipios y que a su vez gozaran


de la aceptación ciudadana.

3.2 RENTAS PUBLICAS: SITUACIÓN


FISCAL Y PRESUPUESTAL
Durante las vigencias presupuéstales del
periodo en estudio se pueden identificar ciclos de
recesión y recuperación presupuestal de la siguiente
manera: entre 1930 y 1934 los gobernantes seccionales
recibieron un departamento en crisis presupuestal
dado la suspensión de la principal fuente de recaudo
proveniente de la participación por hidrocarburos y la
reducción del 50 % por consumo de cerveza nacional
así como la suspensión provisional de la contribución
de caminos, lo cual aunado a problemas como la falta
de organización y control adecuado en el recaudo de las
rentas, a la inexistencia de personal capacitado en el
manejo e inversión de los recursos fiscales en la mayoría
de los municipios y los inadecuados manejos de los
mismos por parte de los tesoreros, ocasionó atraso en
los pagos del servicio público, la parálisis de algunas
obras públicas, reducción de sueldos, atraso en los
pagos y supresión de empleos públicos, reducción de
becas escolares, cierres de escuelas y disminución del
presupuesto para la hospitales y asilos, lo que produjo
un clima de intranquilidad social.
Las rentas provenientes del petróleo fueron
determinantes para el fisco departamental tal como lo
reconocía el Gobernador Alfredo Cadena D’costa para
1931 cuando afirmaba: “ Habiendo adquirido esta renta una
proporción importante en periodos pasados, puede decirse que
su reducción casi inesperada produjo un enorme quebranto en
la economía departamental, porque reducido los trabajos de
la carreteras al límite de los recursos disponibles en el presente
año, provocó en la misma proporción un descenso en los demás

101
Colección Escuela de Historia 25 años

arbitrios fiscales que en nuestro departamento, casi puede decirse,


que están basados en la explotación de los vicios como el de los
licores y el consumo de tabaco y el impuesto de degüello que en
épocas calamitosas como la presente disminuye….”104
Desde administraciones anteriores (1928), el
departamento había contraído una deuda externa por
medio de un empréstito con los banqueros Redmond &
Cia. por cuantía inicial de $ 2.000.000 oro americano a
20 años de plazo y un interés anual del 7%. El saldo de
la deuda a 5 de septiembre de 1931 era de $1.791.000.00
pesos, que estaban garantizados con la renta de tabaco
y en segundo lugar con la renta de licores destilados; el
servicio por esta deuda representaba aproximadamente
el 10% del valor del presupuesto departamental105.
Otro préstamo se había realizado con la también casa
Newyorkina Guaranty Trust Cia, con la que se buscó
negociar el servicio de la deuda dada la imposibilidad
material para realizar los pagos de cumplimiento con
dichos compromisos.
La situación económica del departamento
según los delegados por Santander a un evento de
carácter nacional en la ciudad de Medellín el 5 de abril
de 1932 fue presentada en los siguientes términos:
“La situación económica de Santander, en declive continuó
se agravó paralelamente con la crisis que agobia al país.
Paralizados los negocios de toda clase, las actividades humanas
no encuentran inversión reproductiva, mientras el tipo estándar
de vida se mantiene superior a las posibilidades diarias de los
santandereanos, y así, ya no se contempla en nuestra región el
problema del aumento y defensa de los valores, sino el derecho
a la vida, en términos económicos, problema que se agudiza con
el valor adquisitivo de la moneda, en ascenso permanente, como
resultante del encarecimiento del medio circulante, con todos
104  Informe del Gobernador de Santander, Alfredo Cadena D’costa a
la Asamblea Departamental, Bucaramanga: Imprenta del Departamen-
to, 1932. 3-4p.
105  EL DEBER. 13-IV-32.

102
Colección Escuela de Historia 25 años

sus consecuencias en la desvalorización hasta condición vil, en el


precio de todas las cosas”106 Tal era la situación a la que se
vieron abocados los primeros gobiernos seccionales de
la República Liberal en el departamento.
Ante tal situación no se hicieron esperar las
medidas de carácter administrativo y económico
que permitirían enderezar y corregir el rumbo de las
finanzas públicas; es así como desde 1931 es contratado
el experto en asuntos contables Régulo Domínguez
para que modernizara la administración pública
departamental, a fin de poder ejercer control, establecer
orden, claridad y ajustes de las cuentas con el fin de
conocer en detalle y periódicamente la situación del
tesoro y la hacienda departamental. Dos años después
se realizó una reorganización contable al interior de
las dependencias de la gobernación que permitieron
perfeccionar los sistemas de verificación y corroborar
la situación fiscal del departamento; se procuró poner
orden al recaudo del impuesto predial en los municipios
y el relativo al de contribución de caminos, que como
ejes de la vida financiera municipal contribuirían a
mejorar los ingresos de los municipios. Como medida
económica se reglamentó lo relacionado con el impuesto
del consumo de tabaco el cual venía cobrándose sobre
la base de una clasificación caprichosa según diversos
nombres y formas de cigarros; en adelante se empezaría
a tasar teniendo en cuenta criterios de peso y calidad107.
Las repercusiones de las anteriores medidas
surtieron efecto prontamente y es así como para el
periodo comprendido entre 1936 y 1939 la situación
fiscal del departamento sería mucho más prometedora;
del déficit anterior se pasó a un superávit en los fondos
ordinarios departamentales dada la buena organización
106  Ibidem.
107  Informe del Gobernador de Santander, Alfredo Cadena D´costa a
la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta de Departamen-
to, 1932. 24- 25p.

103
Colección Escuela de Historia 25 años

en la sección de rentas que permitió mejorar la


recaudación, al aumento del consumo en los licores de
fabricación departamental y sobre todo a la regularidad
con que la nación desembolsó al departamento lo
correspondiente a las participación por hidrocarburos.
El siguiente cuadro muestra el valor tanto de las
rentas como de los gastos en las siete provincias que
existían en ese momento en Santander:

Tabla 1. Rentas y Gastos en las Provincias de Santander -


1938

PROVINCIAS RENTAS GASTOS


Soto $1.205.052.42 $418.812.92
García Rovira 113.106.73 105.045.88
San Andrés 39.163.15 37.097.47
Galán 343.044.24 166.823.28
Guanentá 191.566.25 130.920.35
Comunera 138.197.89 112.329.42
Vélez 199.545.82 146.690.14
Fuente: Informe de Alfredo Cadena D’costa. 1938 27p.

La provincia de Soto producía más de la mitad de


las rentas del departamento producto de gravámenes
al consumo del tabaco, degüello y licores lo que llevó
al Gobernador Cadena D’costa a afirmar: “El ciudadano
que no come carne, no fuma y no se embriaga, no contribuye a los
gastos del Estado”.108
No obstante la buena situación fiscal del
departamento, ésta no obedecía a una boyante situación
económica de sus habitantes y de su capacidad
108  Ibidem, 28p.

104
Colección Escuela de Historia 25 años

tributaria, pues más de la mitad del recaudo de las


rentas ordinarias dependía de otras fuentes como:
* Producto de bienes fiscales: pontazgos,
arrendamientos.
* Producto de servicios públicos: teléfonos
departamentales.
*Producto de monopolios: licores destilados,
lotería de Beneficencia de Santander.
* Producto de impuestos directos: cédulas de
identidad de extranjeros, impuesto de circulación y
patentes.
*Producto de impuestos indirectos: degüello
de ganado mayor, registro y anotación, impuesto de
consumo de licores destilados y vinos extranjeros,
Impuesto de consumo de cervezas nacionales, licores
fermentados, renta de tabaco, gravamen sobre billetes
de loterías
* Producto de ingresos varios como multas.
El desempeño favorable de estos años, posibilitó
cubrir el servicio público y sobretodo reactivar la
construcción de carreteras, los servicios en educación
pública, así como el fomento agrícola. Es en este
periodo cuando los municipios y el departamento
reconocen la importante participación que representaba
la recaudación por fermentados, pues desde inicios de
los años treinta se había empezado una gran campaña
gubernamental para eliminar el consumo del guarapo
en Santander, ya que era considerado un vicio funesto
que aniquilaba la vitalidad de la raza.
Ya para la vigencia fiscal de 1940 hubo déficit
presupuestal que se extendería hasta 1943, lapso
del tercer período caracterizado por la crisis de

105
Colección Escuela de Historia 25 años

las rentas departamentales. A raíz de la situación


económica internacional el precio del petróleo había
disminuido afectando de paso la mayor fuente de
ingresos de Santander. A esto se sumó la baja en el
precio del café, el reajuste presupuestal decretado por
el gobierno nacional que determinó la disminución en
un 20% de los auxilios para educación, obras públicas,
instituciones de caridad y la supresión de auxilios para
el sostenimiento de colonias escolares. A lo anterior se
adicionarían los gastos por la celebración de los V Juegos
Atléticos Nacionales relacionados principalmente
con la terminación del estadio Alfonso López y la
reparación y adaptación de algunos edificios públicos,
así como el lanzamiento de nuevos servicios destacados
como la Caja de Previsión Social109. Para hacer frente a
esta situación, se aplicaron severas restricciones en los
gastos públicos. Por Ley 128 de 1941 se nacionalizaron
los servicios de catastro, por lo que la participación en
el impuesto predial ya no figuraba entre los ingresos del
tesoro departamental.
El siguiente cuadro, muestra a manera de ejemplo
el aporte que hacían la nación, el departamento y
los municipios de Santander dentro del presupuesto
especial de fomento municipal para el bienio 1940-1941:

Tabla 2. Presupuesto Fomento Municipal 1940 - 1941

APORTE APORTE APORTE


ASUNTO NACIO- DEPARTA- MUNICI-
NAL MENTAL PAL
Acueductos $127.244.20 $176.812.10 $161.875.01
Alcantarilla-
169.300.00 201.288.21 80.000.00
dos
109  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1942. 8p.

106
Colección Escuela de Historia 25 años

--------
Escuelas 88.430.00 61.793.30
----
--------
Hospitales 49.924.00 4.800.00
----
Plantas Eléc-
7.115.80 7.386.70 11.757.16
tricas
Gastos Gene- --------
640.48 50.879.46
rales ----
Aportes $ 442.654.48 $ 502.959.77 $ 253.632.17
Fuente: Informe del Gobernador Benjamín García
Cadena, 1942. 67p.

El cuarto y último ciclo -entre 1943 y siguientes-


cuando la situación económica del departamento
empezó a ser considerada como relativamente buena
a pesar de la drástica reducción de las regalías por
hidrocarburos, transitoriamente la esperanza se centró
en la rentas por licores nacionales, tabaco y degüello
que si bien no alcanzaban a compensar lo recibido por
regalías, registraban un sensible aumento. En 1944
se logró registrar los índices más elevados en cuanto
a la producción de las rentas departamentales gracias
a la labor de reorganización y ajuste que implicó la
selección de personal de recaudadores y la adopción
de severas medidas de vigilancia, esto llevó a que la
situación para el año siguiente fuese satisfactoria según
palabras del Gobernador Alejandro Galvis: “Se puede
decir que todas las rentas departamentales han aumentado sus
efectivos, principalmente la de hidrocarburos por su ensanche en
la producción petrolífera que estuvo suspendida algún tiempo, y
la de licores destilados a consecuencia de la mayor producción
de artículos no monopolizados que surten hoy los mercados de
diferentes departamentos”110. El aumento de los recaudos
110  Informe del Gobernador de Santander Alejandro Galvis. Bucara-
manga: Imprenta del Departamento, 1945. 59p.

107
Colección Escuela de Historia 25 años

permitió ampliar los servicios públicos y asumir las


obligaciones por servicio de la deuda pública, pues
en 1944 la Asamblea Departamental había facultado
al gobernador para adquirir un empréstito hasta por
$12.000.000 con miras a impulsar el plan de fomento
que incluía grandes proyectos como la electrificación
de vastas zonas del departamento con fines industriales
y la creación de la Universidad Industrial de Santander.

108
4. POLÍTICA SOCIAL EN
EDUCACIÓN Y SALUD
Colección Escuela de Historia 25 años

4.1 Educación
La República Liberal se habría de caracterizar
por la orientación hacia el desarrollo sobre la base de
una educación pública nacional con implicaciones
sobre la formación de docentes y las nuevas áreas del
saber como sociología, antropología, economía política
y filosofía.
Del saber teológico y la pedagogía experimen-
tal que privilegian al individuo como objeto de cono-
cimiento, se implantaron desde la educación pública
saberes pensados desde lo colectivo, aspecto funda-
mental como sustento de políticas que posibilitan de-
mocratizar la cultura y la sociedad, base de la llamada
Revolución en Marcha.
La enseñanza de la antropología y de la sociología
debilitaría la concepción tradicional sobre lo popular
que en la década de los años veinte se fundamentaba en
la noción de degeneración racial y de la “inferioridad”
del pueblo colombiano.
Según Javier Saenz111, durante la primera
administración de Alfonso López Pumarejo, el “proyecto
político del liberalismo logra alinderar las diferentes esferas de
la educación pública en función de una política social y educativa
111  Retomado por Fabio López de La Roche. En: Modernidad y Socie-
dad Política en Colombia. Bogotá: FESCOL, 1993.

111
Colección Escuela de Historia 25 años

coherente que define claramente unas ideas rectoras para la


educación: la asistencia social y la democratización de la vida
nacional por medio de la vinculación de los sectores populares a
la producción, la política y la cultura moderna”. Este proceso
estaría impulsado por figuras como Luis López de
Meza y Jorge Zalamea, quienes desde el Ministerio
de Educación jugarían un importante papel en la
transformación de la tradicional concepción en torno a
lo popular.

4.1.1 Cobertura y Calidad de la Educación


en el Departamento de Santander
Desde el 1 de Febrero de 1931 entraría en vigor la
Ley según la cual era obligatoria la educación primaria
para todos los colombianos y debería ser costeada
con fondos de cada erario departamental. Para el
Departamento de Santander la labor era titánica dados
los bajos índices que en materia de cobertura y calidad
se presentaban; según el censo de población de 1938,
Santander contaba 615.710 habitantes de los cuales
144.870 vivían en zonas urbanas y 470.840 residían
en las zonas rurales. Del total de población en edad
escolar, solo el 34.3% sabía leer y escribir siendo el este
problema más acentuado en las zonas rurales, tal como
se observa a continuación:

112
Tabla 3. Nivel de Analfabetismo en Santander

ANAL-
POBLA- DE 7 A 14 DE ANALFA
ZONAS FABE- 7 a 14 %
CION AÑOS BETOS
TOS

Hombres Mujeres Total H M Total H M Total

Urbana 12.471 13.776 26.247 4.450 4.963 9.413 35.7 36.0 35.9
Rural 49.089 45.606 94.695 36.150 33.865 70.015 73.6 74.3 73.9
Total 61.560 59.382 120.942 40.600 38.828 79.428 66.0 65.4 65.7

Fuente : Anuario Estadístico de Santander, 1946

113
Colección Escuela de Historia 25 años
Colección Escuela de Historia 25 años

4.1.1.1 Educación Primaria


Cobertura
Los esfuerzos por la ampliación de la cobertura y
el fortalecimiento de la calidad de la educación básica a
pesar de ser uno de los pilares de la República Liberal,
habría de presentar serios obstáculos especialmente
entre 1931 y 1935.
Teniendo en cuenta que el Departamento ocupaba
el puesto 12, el reto para la administración pública
en Santander de reducir el índice de analfabetismo,
implicaba la creación de más de mil escuelas para cubrir
el número de niños en edad escolar que existían en los
años treinta en el Departamento. El siguiente cuadro
muestra lo difícil que fue esta tarea para el gobierno
seccional no obstante los esfuerzos presupuestales en
este sentido.

Tabla 4. Cobertura Educación Primaria en Santander 1930-


1946

Grupos Niños
Años Presupuesto
Escolares Matriculados
1930 $246.300.00 656 33.663
1931 200.000.00 521 32.212
1932 279.492.64 335 27.460
1933 250.420.00 443 28.364
1934 224.829.47 377 27.155
1935 196.895.00 486 25.453
1936 328.854.00 563 28.015
1937 394.854.00 695 29.118
1938 476.050.00 729 29.230
1939 752.482.00 755 31.175
1940 752.482.00 796 31.583

114
Colección Escuela de Historia 25 años

1941 497.072.00 792 31.335


1942 494.332.00 752 32.452
1943 450.000.00 712 32.639
1944 450.000.00 714 28.443
1945 522.000.00 742 30.269
1946 623.652.00 766 33.757

Fuente : Memoria de Educación. Bucaramanga: Imprenta


del Departamento, 1946. 39p.

Los esfuerzos por ampliar la cobertura escolar


así como de mejorar la calidad de la educación básica
primaria habrían de presentar serios obstáculos
especialmente entre 1931 y 1935, años en los cuales
desciende el número de niños matriculados así como
los grupos escolares creados y el presupuesto destinado
a la educación.
Las razones fueron explicadas en varios
informes de gobernadores112 de la época, aduciendo
principalmente la crisis fiscal que llevó a la reducción
del gasto público, motivo por el cual se clausuraron
algunas escuelas públicas. A partir de 1936, se mejoraron
las condiciones económicas incrementándose, tanto el
presupuesto como los grupos escolares creados en la
ciudad y en el campo. Respecto al aumento de niños
matriculados a partir de 1936, es importante tener en
cuenta la observación que hacía en 1946 el Director de
Educación Jaime Ardila Casamitjana: “En 1930 parece
que hubo 33.663 niños matriculados y de esta fecha para acá
arranca un descenso también muy notorio, a pesar de que se
han multiplicado las escuelas. Como la estadística no ha tenido
un carácter científico a partir de algunos años para acá, este
despacho presume errores de cálculos en el lustro comprendido
112  Informe de Alejandro Galvis Galvis en 1931. 127p. Informe de Al-
fredo Cadena D´Costa en 1932. 31p. Informe de Humberto Gómez
Naranjo en 1933. 47p.

115
Colección Escuela de Historia 25 años

de 1930 a 1935. En este último año se inició un control más


riguroso de rendimiento numérico de la enseñanza, que se
perfeccionó completamente en 1940, al crearse la Sección Técnica
de la dirección de educación”113. Es a partir de esta última
fecha, que se encuentran datos concretos tanto en
cobertura como en calidad de la educación pública en
el departamento.
Respecto a la educación primaria según la
Dirección Departamental de Estadística114 se observa
un crecimiento en el número de escuelas urbanas y
rurales desde 1936 de forma tal que hacia finales de
la República Liberal existían 169 escuelas urbanas y
384 escuelas rurales, para un total de 553115 centros de
básica primaria con un total de 766 grupos escolares116.
En cuanto al número de alumnos que asistían a los
centros de educación primaria, encontramos que para
1946 se habían matriculado en Santander 33.757 alumnos
de los cuales aprobaron 20.453. Mientras que en 1940
se matricularon 31.583 alumnos, con una diferencia
113  Memoria de Educación. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1946. 40p.
114  La información de Cobertura educativa para 1946 fue tomada del
Anuario Estadístico de Santander 1946. Bucaramanga: Imprenta del
Departamento, 1947.
115  Para distribución en zonas rurales y urbanas ver Anexo 3
116  Bucaramanga concentraba el mayor número con 31 seguido de
Rionegro con 27, San Vicente con 16, Zapatota con 15, Vélez y San
Andrés 14, Puente Nacional, Piedecuesta y Lebrija con 13, con 12
centros figuraban los Municipios de Socorro, Matanza, y Jesús María,
11 escuelas se encontraban en Tona y Puerto Wilches, 10 centros en
Simacota, Mogotes, Málaga, Guaca, 9 en Suaita, Girón, Charalá, Bo-
lívar y Barbosa, con 8 escuelas figuraban Onzaga y Galán, con 7 San
Joaquín, Enciso, San Gil, Aratoca, y Curití, 6 escuelas en Barbosa,
Barrancabermeja, Betulia, Cerrito, Confines, Floridablanca, Guavatá,
Chima, Coromoro, Concepción, Macaravita y Suratá, 5 centros en
Aguada, Albania, Cabrera, Cepitá, Chipatá, Encino, Gámbita, Gua-
dalupe, Guapotá, Molagavita, Oiba, Umpalá, Palmar, San Benito,
San José de Miranda, San Miguel, y Sucre, 4 en California, Carcasí,
Valle, Charta, Guepsa, La Paz, Los Santos, Ocamonte, Paramo, y
Pinchote, con 3 centros figuraban Capitanejo, Hato, Palmas, y por
último existían solo 2 escuelas en Confines y Jordán.

116
Colección Escuela de Historia 25 años

de 2.967 alumnos más en escuelas rurales que en las


urbanas, para 1946 la relación entre la ciudad y el campo
en materia de matrícula escolar era de 448 estudiantes
conservando el carácter predominantemente rural.
En términos de deserción escolar que correspon-
dió al número de matriculados menos la cantidad de
niños y niñas examinados, observamos lo siguiente:

Tabla 5. Deserción Educación Primaria 1940-1946

Año Deserción %
1940 8.932 28.01
1941 10.630 29.74
1942 8.201 25.27
1943 6.808 24.17
1944 5.623 19.76
1945 7.162 23.66
1946 11.160 31.44

Adaptado investigadores

En los años analizados se encuentra en promedio


un 26% de deserción y sus causas están relacionadas
con la precaria situación económica de las familias
que precisaba el aporte del niño ya en salario o en
ayuda material para las labores propias del campo
y domésticas; también a las enfermedades producto
de la desnutrición y a la falta de normas elementales
de higiene. Por parte del maestro, se observa falta de
adaptación al ambiente laboral y su despreocupación
en muchos casos, dificultó el desarrollo pleno de las
actividades, las constantes permutas y las injustificadas
licencias debieron desmotivar tanto a padres de familia
como a los propios estudiantes dada las frecuentes
ausencias del maestro.

117
Colección Escuela de Historia 25 años

Otro agravante de la deserción escolar estuvo


relacionado con la responsabilidad de los municipios
de suministrar y dotar los locales para el ejercicio de
la educación pública. En 1942 el gobernador Benjamín
García Cadena anotaba: “No baja de $300 la suma necesaria
para dotar de pupitres, mesa, tablero, armarios, etc, cada local
escolar. Suma esta imposible de apropiar por la mayoría de
los municipios que además tienen que pagar arrendamientos,
sostener escuelas municipales, contribuir al sostenimiento de los
restaurantes escolares, apoyar la campaña de ropero y calzado
escolares, etc.”117
La situación era más crítica en las escuelas rurales
por las circunstancias geográficas, las distancias, la
pobreza de las familias, la ausencia de locales apropiados
mucho de ellos reducidos a caneyes con carencias del
mobiliario indispensable para la labor educativa.
Si bien la deserción escolar preocupaba a la
administración departamental y local, más crítica aún
era la cifra de la población infantil que se hallaba por
fuera del sistema educativo. Hacia 1945 Santander
contaba con 132.350 niños y niñas es edad escolar de
los cuales solo recibían educación elemental 38.000 en
los establecimientos públicos y privados - 11.113 niños y
niñas de los cascos urbanos y 85.658 de las zonas rurales
se hallaban sin recibir ningún tipo de educación formal118.
o anterior implicaba para el gobierno departamental la
apertura de 2.763 grupos escolares, cifra imposible de
cubrir dadas las condiciones presupuestales por la que
atravesaba el Departamento.

117  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena


a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1942. 196p.
118  Memorias de Educación. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1946. 40p.

118
Colección Escuela de Historia 25 años

Bienestar Escolar
Con miras a fortalecer la acción social
concordante con la ideología liberal, se establecieron
diversos programas entre 1930 y 1946 que buscaban
brindar bienestar a la población infantil a nivel nacional,
departamental y local, los proyectos más destacados
durante la República Liberal fueron:
El Patronato del Niño: Establecido por Decreto
número 247 del 4 de Marzo de 1936 con el fin de
procurar la defensa y el bienestar de los niños. Se
trataba de crear juntas municipales que se encargaran
de organizar y controlar los restaurantes escolares,
las campañas de ropero escolar para los niños y niñas
más pobres, el botiquín para el suministro de drogas
en los centros educativos, y reglamentar el bono del
trabajador escolar119.
Comedores Escolares: política impulsada
desde el Ministerio de Educación, la cual requería
una adecuada coordinación y organización a nivel
departamental, que para Santander hacia 1940 era
satisfactoria si se tiene en cuenta que el Ministro de
Educación, Dr. Jorge Eliécer Gaitán, la colocó como
ejemplo a nivel nacional120. Consistía en suministrar
permanentemente el almuerzo a los niños cuya escuela
quedaba muy lejos de sus sitio de residencia, hasta
1940 el servicio se prestó de forma adecuada, en 1939
por ejemplo, se dieron un millón de almuerzos121 con un
costo para el Departamento de $ 0.06 cada uno, costo
bajo gracias a la colaboración de los padres de familia
119  Informe del Gobernador de Santander Alfredo Cadena D´Costa
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1937. 52p.
120  Informe del gobernador Hernán Gómez Gómez a la Asamblea De-
partamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1940. 45p.
121  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1942. 212-213p.

119
Colección Escuela de Historia 25 años

quienes suministraban legumbres, y demás alimentos


así como a la organización que existía para la prestación
de este servicio.
Los problemas comenzaron en 1941 cuando solo
se pudieron dar 360.000 raciones - de los $20.000 que
se recibieron en 1939 por parte de la nación, se pasó
a $6.000 en 1941 -, por lo que el Departamento tuvo
que asumir casi todo el gasto, invirtiendo $11.000 que
resultaban insuficientes “para atender a la proporción que
se acostumbraba para repartir entre los municipios en el Fondo
Común Nacional – Departamental, proporción que fluctuaba
entre el 100% y el 500% según la capacidad fiscal del municipio,
el número de alumnos y su aporte para el mismo servicio”122.
Hasta esa fecha, Guavatá por ejemplo, que aportaba
$100 tenía derecho a un auxilio de $400 pero a partir
de 1941, hubo que distribuir la partida común dando
a cada municipio una suma igual a su aporte y hasta
menos pues el Fondo Nacional Departamental aportó
para ese año solo $17.000 y el aporte de los municipios
fue de $18.00
En 1945 y 1946 se prestaba el servicio de
comedor escolar en 64 municipios de Santander, pero
no en todas sus escuelas rurales El Fondo Nacional
Departamental aportó $14.000 para 1945, otro
tanto aportaron los municipios, es por ello que los
gobernantes departamentales elevaban sus reclamos
ante el gobierno nacional, pues consideraban que
Santander se veía desfavorecido frente a las partidas
que se destinaban para este proyecto123 si se compara
con lo recibido por Departamentos como Antioquia,
Cundinamarca, Boyacá y Caldas.
El Ropero Escolar: también conocida como
campaña del vestido escolar, consistía en suministrar
122  Ibidem, 213p.
123  Memorias de Educación. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1946. 46p.

120
Colección Escuela de Historia 25 años

a bajo costo a los municipios según la apropiación


presupuestal, overoles para niños y delantales para
niñas. La Dirección de Educación ejercía como
intermediaria en términos de lograr uniformidad,
legalizar cuentas y reducir costos, entre el municipio
y la casa contratista que en este caso era la Sociedad
de Manufactura y Comercio de Bogotá. En 1941
por ejemplo, se repartieron para los alumnos de las
diferentes escuelas del Departamento 6.000 piezas
entre overoles y delantales, los cuales los adquirían por
la mitad del valor124. Sin embargo, para el año siguiente,
el problema residía en la poca capacidad de aporte
del departamento para este proyecto, subsistiendo
básicamente de las apropiaciones municipales que para
1942 sumaron $5.000, en tanto que para tener una
mayor cobertura se hubiese necesitado por lo menos
el doble de dicha cantidad, si se tiene en cuenta que el
costo por prenda era de $1.30.
Las Colonias Escolares de Vacaciones: este
programa contemplaba la concentración de niñas y
niños de las escuelas primarias, que estuviesen mas
enfermos o que notasen mayor nivel de desnutrición,
para que por un periodo de tres meses fueran asistidos
por un médico, una enfermera y un dentista. Se buscaba
así, darle el tratamiento adecuado y brindarles una
alimentación balanceada. Las colonias se establecieron
en Santander en 1936 y para 1939 una de ellas, la Colonia
de “Agua Dulce”125 atendía 120 niños promedio por
grupos de 40 en periodos de tres meses.
Campañas Sanitarias: anemia tropical,
amibiasis y paludismo eran enfermedades comunes
dentro de la población escolar entre 1930 y 1946,
124  Informe del Gobernador benjamín García Cadena a la Asamblea
Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1942.
211p.
125  Informe del Gobernador de Santander Hernán Gómez Gómez a la
Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1940. 45p.

121
Colección Escuela de Historia 25 años

producto de las malas condiciones higiénicas, baja


cobertura de saneamiento básico, malos hábitos
alimenticios, inexistente limpieza oral, agravado por
la crítica situación de pobreza especialmente en las
zonas rurales en donde se hallaba aún la mayoría de la
población. De todo esto se tenía conciencia y era una
preocupación constante de los diferentes gobernadores
en sus distintos informes, ya en las postrimerías de la
República Liberal, anotaba el Director de Educación de
Santander: “Sin embargo, los servicios sociales de estos centros
están muy limitados y no alcanzan por consiguiente a proteger
debidamente a la infancia. Hasta el año 1944, el Ministerio de
Trabajo organizó servicios médicos escolares y nombró médicos
con esta sola finalidad. Circunstancias económicas obligaron
a esta entidad a suprimir en la mayoría de estos centros de
higiene esos cargos y así no hay médicos ni tampoco drogas. El
servicio odontológico se presta con alguna regularidad aunque
no en las condiciones que este despacho desea…”126. Unos
años antes, el Gobernador Arturo Santos, refería que
a pesar de la crisis en materia sanitaria e higiénica y
dado el bajo servicio prestado en las escuelas, para el
caso de Bucaramanga a partir de 1943, se estableció el
examen médico previo ingreso de los niños a la escuela,
lográndose este diagnóstico en 2.500 niños y niñas
tanto de la ciudad como del campo, y se logró dar en
funcionamiento baños para algunas escuelas.
Cooperativas Escolares: Se crearon con el fin de
infundir un nuevo espíritu de trabajo y de economía con
la colaboración de alumnos y maestros. Se trataba de
un programa de la Dirección de Educación que sobre
la base de un capital semilla, era puesto a trabajar por
docentes y alumnos en distintas actividades, con el
fin de producir ganancias que eran reinvertidas en los
centros escolares, y entregadas a los alumnos como
parte de pago por su trabajo. En 1945 para Santander
126  Memorias de Educación. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1946. 47p.

122
Colección Escuela de Historia 25 años

se encuentra que el aporte base fue de $1.394.14, se


obtuvieron ganancias por $1.609.09, se reinvirtieron
en las escuelas $733.70 y se entregaron a los alumnos
$2.269.53127.
Campaña de Arborización: Con el fin de lograr
la repoblación forestal en las escuelas, anualmente
se llevaba a cabo la campaña de arborización en el
Departamento. La Dirección de Educación repartía cada
año $500 para cubrir los premios a maestros y alumnos
que se habían distinguido por sembrar el mayor número
de árboles. En 1944 se sembraron 40.046 árboles
frutales, 18.054 ornamentales y 33.664 maderables para
un total de 91.764. Al año siguiente fueron premiados
en Santander, 20 maestros con $15.00 cada uno y 20
niños con $10.00 cada uno128. Para 1946 la campaña
continuaría operando en las mismas condiciones.
La Semana Social Educativa: La primera semana
del mes de mayo, se llevaba a cabo esta celebración
especial, que tenía por fin recoger fondos para el
mejoramiento material de las escuelas y la compra
de vestuario para los niños más necesitados en los
diferentes municipios del Departamento. Para 1945,
“gracias a la colaboración del magisterio santandereano, de los
alcaldes y los curas párrocos, se alcanzó un éxito económico muy
halagüeño, cuyos resultados reflejáronse en el progreso de las
instituciones educativas. La suma recolectada por este concepto
alcanzó a $16.874.12, la que se invirtió en las reparaciones de los
locales de las escuelas, su dotación en mobiliario y adquisición
de ropa y calzado para los niños pobres. Un aplauso muy cordial
merece en este sentido el Municipio de Puerto Wilches, en donde
todas las fuerzas sociales colaboraron con intenso entusiasmo
en esta fiesta, y llegaron a reunir una suma de $5.000, con la
cual se compró un mobiliario pedagógico moderno para la
escuela de varones, se adquirió un reloj para la catedral de dicha
127  Ibidem, 49p.
128  Ibidem, 49p.

123
Colección Escuela de Historia 25 años

población,…”129 Se trataba de un programa más, con el que


se pretendía atenuar la crítica situación que atravesaba
el Departamento en materia de financiación para el
ramo de educación.

Calidad de la Educación
El Interés por consolidar una educación nacional
por parte del gobierno se evidenció desde inicios de la
República Liberal, al crearse las escuelas normales en
las capitales de departamentos y en el sector rural. Por
Decreto 10 de 1932, se crea la Facultad de Educación, en
la Capital de la República y en ese mismo año se dispuso
la apertura de cursos de información pedagógica con
el objetivo de especializar personal para la enseñanza
normalista (Decreto 1487).
Dada la falta de recursos, el caos organizativo, y la
falta de personal preparado, las instituciones normalistas
desde 1933 pasaron a cargo de los departamentos y se
dispuso que la educación normalista fuese de 6 años
unificando sus estudios con el bachillerato clásico.
Al año siguiente, la Escuela Normal de Tunja pasó a
constituirse en Facultad de Ciencias de la Educación
y empieza a funcionar la Facultad de Ciencias de la
Educación de la Universidad Nacional.
A partir de 1940, uno vez restablecido el programa
de estudios de 6 años,130 se contempló que los primeros
cuatro eran comunes al bachillerato, y en los dos últimos
se impartía la formación pedagógica con asignaturas
como psicología, metodología de la enseñanza, e
historia de la educación131 Con esto se pretendía que los
129  Ibidem, 50p.
130  El Decreto 71 de 1939 había establecido un plan de estudios de 5
años y había diferenciado estudios normalistas del bachillerato.
131  D´Janon. Fernando. Documento 10: Breve Historia de la Forma-
ción de los Maestros en Colombia. Bogotá: A.C.E.C.. 3p.

124
Colección Escuela de Historia 25 años

docentes tuvieran dominio de las técnicas pedagógicas


que posibilitaran mejorar la calidad de la educación en
el país.
Desde el nivel local, en 1935, el Diputado Jorge
Pradilla Reyes consideraba que los tres problemas
principales de la escuela en Santander lo constituían
“el hambre, la enfermedad y la ignorancia”132, por ello
propugnaba la necesaria armonización de la política
educativa del Departamento con la del Ministerio de
Educación Nacional, cuya bandera además de cobertura,
se centraba en la calidad de la educación. Por ello se
creó la Sección Técnica al interior de la Dirección de
Educación Departamental, con el fin de reorganizar la
acción del gobierno seccional en materia de educación
pública. La Sección Técnica se encargó a partir de 1940
de controlar las visitas de los inspectores escolares de
zona, elaborar proyectos de organización y solución de
problemas escolares, orientar a los inspectores, a los
maestros, a los centros de estudios pedagógicos, a su
vez, se encargó, de la organización de las bibliotecas
y de dirigir las publicaciones.133 De esta manera quedó
establecido el “control escolar” para establecer los
éxitos o fracasos de la enseñanza primaria, por ello se
rendía anualmente una información precisa sobre los
resultados de la enseñanza primaria en Santander.
En términos de rendimiento escolar, contrastando
las cifras de los niños aprobados, los niños reprobados
sobre la base del total de niños examinados, se encontró
que el rendimiento por años fue de la siguiente manera:
para 1940 del 80%, 1941 del 62%, 1942 del 78%, en 1943
del 80%, para 1944 del 82% y para 1945 del 84%134. Si
se analiza el caso de los niños que culminaron el ciclo de
132  Anales de la Asamblea de Santander. No. 487. Bucaramanga, Ju-
nio 14 de 1935. 48p.
133  Informe del gobernador Arturo Santos a la Asamblea Departa-
mental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1943. 350p.
134  Memorias de Educación. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1946. 44-45p.

125
Colección Escuela de Historia 25 años

primaria que implicaba cursar cuatro años, se observa


que en Santander de los 5.677 alumnos que ingresaron
al grado primero en 1942 y que en 1945 habrían de
culminar su cuarto año, solo cursaron los cuatro grados
734. Se lamentaba la administración departamental
por la costumbre de la población de sólo enviar a sus
hijos a la escuela hasta el segundo o tercer año, cuando
los padres de familia consideraban que se lograba el
dominio de las primeras técnicas de lectura, escritura
y aritmética para seguir en sus labores agrícolas
principalmente
Teniendo en cuenta las dificultades presentadas
hasta 1940 en materia de inspecciones escolares dado el
bajo número de inspectores, cuatro aproximadamente,
a partir de esta fecha se reorganizó territorialmente el
Departamento de Santander con el fin de atender más
efectivamente los problemas educativos que se venían
presentando, a su vez, se expidió el Decreto 198 de
1941 reglamentándose las funciones de los inspectores
escolares. La medida habría de ser efectiva si se tiene en
cuenta que en 1941 de las 792 escuelas que funcionaban
en Santander, fueron visitadas 1.097 y solo quedaron 21
sin visitar por problemas de traslado principalmente135,
en tanto que antes de 1940 el promedio de escuelas que
quedaban por fuera de la inspección escolar era de 121
aproximadamente.
Dentro de la investigación que se impulsó desde la
Sesión Técnica se examinaron las causas de la deficiencia
del rendimiento escolar, para ello fue necesario que
los maestros llevasen durante 1941 la recolección de
la información en torno a los siguientes aspectos:
asistencia escolar, condiciones físicas de los alumnos,
clasificación del personal, aplicación de metodologías,
material de enseñanza y decoración escolar, cuadernos
135  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1942. 199p.

126
Colección Escuela de Historia 25 años

de los alumnos, horario, libros reglamentarios,


observaciones de los alumnos, disciplina, premios -
castigos, y por último, cuestionarios de control136
Sobre los programas de enseñanza para la
escuela primaria se consideraba como un error la
estandarización de los programas para la escuela rural y
urbana si se tiene en cuenta las particularidades de cada
una de ellas. Por ello en asamblea de gobernadores
con los directores de educación se aprobó la siguiente
proposición: “la finalidad de la escuela primaria es la de dotar
al niño colombiano de los conocimientos mínimos indispensables
para desempeñar a cabalidad sus funciones ciudadanas, pero la
escuela rural debe dar al niño colombiano una educación acorde
con el medio en que actúa, de manera que sepa aprovecharlo
económicamente.137” Por ello la propuesta para el caso
del campo era el fortalecimiento de las escuelas
complementarias y las granjas agrícolas, pues los
programas existentes no preparaban para la vida.
Frente a la necesidad de superar la enseñanza
tradicional, el Director de Educación Departamental
Jaime Ardila Casamitjana afirmaba: “Uno de los mejores
ensayos educativos que se están realizando en Santander es el de
creación y organización de las escuelas complementarias para
la adaptación del individuo a su ambiente y el desenvolvimiento
de todas sus aptitudes. Parece que este sistema esta derivado de
las ideas educativas de Jhon Dewey, el apóstol del pragmatismo
norteamericano. Los puntos de vista de Dewey sobre educación
están adaptados a la Revolución Industrial moderna y el
desarrollo conciente de la democracia. Al reaccionar contra las
relaciones clásicas de la educación, que solo enseñaron a hablar
de las cosas sin aprender a ejecutarlas, Dewey preconiza una
lógica “Instrumental” que enseña prácticamente las artes y las
disciplinas de la vida industrial. Además, él cree que el individuo,
que vive en el seno de la sociedad y en este mundo intrincado y
136  Ibidem, 201p.
137  Ibidem, 201p.

127
Colección Escuela de Historia 25 años

complejo en que los inventos y descubrimientos se suceden unos


a otros, debe ser el factor capital del progreso. La preparación
de ese individuo corre a cargo, según Dewey, de la democracia
y de la educación. La primera, que no se limita únicamente
al sufragio, sino que pretende dar a cada cual las mismas
oportunidades. La segunda, que tampoco se limita a crear ciertas
habilidades técnicas o intelectuales sino que es funcional y social y
crea instrumentos para responder a las necesidades y al ritmo de
la vida industrial…. En mi concepto las escuelas complementarias
de Santander abarcan actualmente los puntos de vista de Jhon
Dewey, siendo por esta razón una de las mejores realizaciones del
gobierno en materia educativa”138.
Este programa bandera de la República Liberal,
se había iniciado en Santander en 1936 y tenía por fin
fomentar la pequeña industria campesina en los niños
que por las circunstancias económicas y sociales solo
llegaba hasta el cuarto grado de primaria, por lo que
se proponía apoyarle ofreciendo a través de un proceso
que incluía tres años de preparación en artes y oficios
contando con talleres de carpintería, ebanistería, tejidos,
zapatería, mecánica, hilados, enfermería, y técnicas
agrícolas, con el objetivo de facilitarle la incorporación
a la vida productiva. Entre 1936 y 1941 se habían creado
catorce escuelas complementarias y según palabras
del Gobernador Benjamín García Cadena “Es digno de
mencionar el funcionamiento de las complementarias
en Puente Nacional, Mogotes, Charalá, San Vicente
y San Andrés así como el Taller de Obras y Labores
Manuales de Bucaramanga y el Socorro”139. No obstante
el interés por la consecución de este tipo de enseñanza,
durante la administración de su inmediato sucesor el
Doctor Arturo Santos140 y ante la crisis fiscal por la que
138  Memorias de Educación. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1946. 35p.
139  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga : Imprenta del Departa-
mento, 1942. 203p.
140  Informe del Gobernador de Santander Arturo Santos a la Asam-
blea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del D epartamento,
1943. 334p.
128
Colección Escuela de Historia 25 años

atravesaba el Departamento, se redujeron a ocho las


escuelas complementarias existentes en Santander las
cuales correspondían 2 para niñas en Bucaramanga, la
Escuela de Artes y Labores Manuales de Bucaramanga
y la Escuela Complementaria de San Vicente, y
las restantes 6 para varones en los municipios de
Concepción, Guaca, Mogotes, San Andrés, San Vicente
y Barrancabermeja. Para 1946 el número de estudiantes
matriculados en las 8 escuelas complementarias era de
209 entre niños y niñas, aprobando el ciclo 157 de ellos.
El Director de Educación del Departamento en
1943, Jorge Orduz Ardila en su informe al Gobernador
Arturo Santos, dejaba ver el Interés por las innovaciones
educativas a pesar de las dificultades en materia
presupuestal, pues al “estatismo prolongado de la escuela
intelectualista sucede el impulso moderado y racionalizado que
pugna por salir de ese remanso apacible, pero supremamente
perjudicial, hasta iniciar la etapa psico-biológica de la escuela
activa”141, lo que implicaba avanzar con orientaciones
técnicas, industriales, profesionales y dentro de este
proceso se hacía indispensable primero que todo
preparar a los docentes a través principalmente de
las escuelas normales y de programas como el ofrecido
en 1937 bajo la forma de “curso escolar de vacaciones” que
pretendía por varios meses, ofrecer un programa que
incluía materias como higiene del niño, mitología y
psicología, dibujo, canto, trabajos manuales, cultura
física, y fisiología del niño142, se trataba de brindar una
oportunidad a los maestros rurales de Santander con el
fin de perfeccionar los sistemas pedagógicos, para tal
fin de adjudicaron 80 becas distribuidas por provincias.

141  Informe del Director de Educación al gobernador de Santander.


Bucaramanga : Imprenta del Departamento, 1943. 322p.
142  Informe del Gobernador de Santander, Alfredo Cadena D´Costa
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1937. 50-51p.

129
Colección Escuela de Historia 25 años

Dada la baja preparación de los maestros se había


iniciado desde mediados de los años treinta la campaña
por parte del Inspector Nacional para escalafonar a
los docentes por medio de un examen, proceso que
en el Departamento de Santander no habría de ser
fácil ante la frecuente negativa de los maestros para
ello. Esta situación según el Diario Conservador “El
Deber”, se convertía en una medida de protesta contra
los intentos de centralización de la enseñanza que iba
en contra de los intereses regionales143. Sobre el nivel
de capacitación de los maestros del departamento se
observa que hacia 1932, existían 564 maestros divididos
en cuatro categorías, primera 95, segunda 110, tercera
41, y cuarta 318, correspondiendo las tres primeras a
maestros graduados y la cuarta es decir la mayoría, su
idoneidad no estaba acreditada con título escolar144.
Desde entonces se planteó la necesidad de convertir en
Normal en Colegio de Señoritas de Bucaramanga.
Para 1942 existían 796 maestros de los cuales
566 no poseían grado, tal como se puede observar en
el siguiente cuadro de la Sección Técnica de Educación
del Departamento:

Tabla 6. Nivel de Preparación de los Maestros en


Santander - 1942

Urbanos Rurales Totales


Maestros Graduados 42 3 45
Maestras Graduadas 177 8 185
Maestros sin Grado 59 12 71
Maestras sin Grado 129 366 495
Totales 407 389 796

Informe del Gobernador Arturo Santos 1943, 332p.


143  El Deber. Bucaramanga, Septiembre 5 de 1936
144  Informe del Gobernador de Santander Humberto Gómez Naranjo
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1932. 48-49p.
130
Colección Escuela de Historia 25 años

Al iniciar el año de 1942 se procedió a sustituir


la mayor parte del personal no escalafonado, con el fin
de reemplazarlo por personal normalista; proceso que
se llevó a cabo parcialmente dado el escaso número de
personal capacitado. El impulso que tanto el gobierno
nacional como el departamental dieron a la Escuela
Normal de Señoritas de Bucaramanga y a la Escuela
Normal Rural de Málaga facilitó que progresivamente
y desde 1942 se fuera ampliando el número de
maestras graduadas por lo que al final de la República
liberal la presencia de personal docente graduado se
incrementaría considerablemente tal como lo señala la
siguiente estadística:

Tabla 7. Nivel de Preparación de los Maestros por


Categorías - 1942

Hombres Mujeres Total Sueldo


Primera Categoría 3 29 32 $ 92.00
Segunda Categoría 18 186 204 75.00
Tercera Categoría 17 268 285 65.00
Cuarta Categoría 3 135 138 60.00
Categoría Dptal 9 95 104 60.00
Total 50 713 763

Informe de Director de Educación Jaime Ardila


Casatmijana 1946 43p.

El magisterio santandereano mantendría la


tendencia mayoritariamente femenina (94%) dada la
carencia de escuelas normales dedicadas a la preparación
de maestros, por lo que la dirección de educación debía
emplear un reducido número de institutores graduados
en las escuelas normales de Tunja y Pamplona. Respecto
a la abrumadora participación de la mujer en el

131
Colección Escuela de Historia 25 años

magisterio santandereano, el mismo informe, afirmaba:


“Nuestra mujer, por sus condiciones hogareñas, sus criterios
nobilísimos frente a la vida, su feminidad, ejerce un magisterio
cariñoso, en el que va implícito el sentimiento pedagógico de
Federico Frobel, aquel pedagogo alemán que preconizó por
primera vez la participación de la mujer en la enseñanza”.

4.1.1.2 Educación Secundaria


La educación secundaria por su parte
contemplaba la existencia de centros oficiales y
privados discriminados en enseñanza normalista,
comercial e industrial.
Fortalecer la educación pública garantizando
progresivamente la gratuidad de la educación y
ampliando las posibilidades reales de acceso al
sistema educativo sería la meta de la administración
departamental entre 1930 y 1946. Las dificultades se
centraban principalmente en términos presupuestales
si se tiene en cuenta los costos que implicaban poner
en funcionamiento la tan pretendida educación
técnica, bajar la desfavorable tasa de analfabetismo
de Santander, dotar a las escuelas rurales y urbanas de
los implementos necesarios que exige la calidad de la
educación, crear un mecanismo eficiente en materia de
gestión institucional y gestión del desarrollo desde el
punto de vista administrativo, capacitar adecuadamente
a los docentes que en su gran mayoría no tenían titulo
que mostrase su idoneidad para la enseñanza. Si todo
lo anterior era importante lo que había por hacer
en materia de enseñanza secundaria, implicaba un
esfuerzo tan grande como el del fortalecimiento de
la educación primaria, e implicaba ampliar la casi
inexistente infraestructura para satisfacer la cobertura
con la creación de colegios oficiales en la capital y en
las apartadas provincias e inclusive, se debía tener en

132
Colección Escuela de Historia 25 años

cuenta hasta las barreras culturales que impedían el


acceso de los alumnos a la educación.
Un ejemplo de esto último lo constituía la
discriminación que existía frente a los “hijos ilegítimos”
que tradicionalmente habían sido repudiados por
la sociedad y el Estado. Por ello la Asamblea del
Departamento en marzo de 1934 legisló en esta materia
con el fin de garantizar la igualdad de derechos de
todos a la instrucción por lo que en adelante, ninguna
institución pública podría exigir la calidad legal de hijo
legítimo, ni se reconocería ningún título o certificado
de establecimiento privado en donde se exigiese la
calidad de hijo legítimo145.
Frente a cobertura en educación secundaria,
encontramos que en los inicios de la República
Liberal, el Departamento sostenía los siguientes
establecimientos: el Colegio San Pedro Claver, y el
de Señoritas en Bucaramanga, San José de Guanentá
en San Gil el cual era regentado por la comunidad de
los Hermanos Cristianos, y el de Varones de Málaga.
Además subvencionaba algunos como el Universitario
de Velez, el de Varones del Socorro, el de Varones de
Zapatoca, el Gimnasio Santander de Bucaramanga,
el Colegio de la Presentación de Bucaramanga, y el
Seminario de San Gil146
Para 1936, municipios como San Andrés (María
Auxiliadora), Socorro (Universitario de Varones),
Zapatota (Instituto Comercial), Piedecuesta (Casa de
Menores y Escuela de Trabajo), Vélez (Escuela Normal
de Varones) y Puente Nacional (Colegio de Señoritas)
contaban con un colegio oficial. Este mismo año, se
fundó en Bucaramanga el Colegio Santander con 448
145  Anales de la Asamblea de Santander. Bucaramanga, Marzo 13
de 1934. No. 440
146  Informe del Gobernador de Santander, Humberto Gómez Naran-
jo a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Depar-
tamento, 1932. 50p.

133
Colección Escuela de Historia 25 años

alumnos. Al respecto, el 16 de abril de 1936 en el periódico


local “El Deber” circuló el siguiente comunicado:

“Están abiertas las matrículas para el


“Colegio Santander.”

Bajo la muy hábil y competente dirección de don Carlos García


Prada, asesorado por un selecto grupo de profesores, iniciará este
establecimiento sus tareas.

Se reciben alumnos para los siguientes cursos: primero, segundo


y tercer año de bachillerato. Todos los servicios absolutamente
gratis. Los que deseen matricularse deben concurrir a la dirección de
educación pública”.

El Colegio Santander fue concebido


exclusivamente para la educación de las clases menos
favorecidas del departamento y desde sus inicios
tuvo prestigio pues presentaba un nivel educativo
reconocido. Desde 1934 se discutía en la Asamblea
Departamental, la necesidad de crear una institución
que respondiera a la problemática educativa de
Santander y se guiara por los nuevos postulados
pedagógicos y que a su vez, reemplazara y superara
al Colegio San Pedro Claver -el cual era totalmente
subvencionado por el departamento, y cobraba cuotas
mensuales por la enseñanza- se buscaba que las becas
y el local destinados para el Colegio de la Compañía de
Jesús, pasaran al nuevo colegio tan pronto terminase el
contrato con los Padres Jesuitas y ofrecer así un servicio
de calidad y de manera gratuita147, con el fin de reforzar
el principio de utilidad social.

147  Anales de la Asamblea de Santander. Bucaramanga, Marzo 7 de


1936. No. 532. 24p.

134
Colección Escuela de Historia 25 años

Para 1943, el Colegio otorgaba título de


bachillerato superior a los alumnos que terminaban el
VI año de estudios, y de bachiller elemental a quienes
cursaban hasta IV año. Desde 1936 a 1946 se observa
un gradual incremento en el número de alumnos, de
manera que en las postrimerías de la República Liberal,
el Colegio Santander contaba 517 alumnos, 409 de
ellos eran externos y 108 internos, 16 de éstos últimos
estaban becados por el gobierno departamental, 5 por el
Municipio de Barrancabermeja, 4 por la Unión Sindical
Obrera, 5 por la Tropical Oil Company, y los restantes
78 eran supernumerarios148.
A partir de 1933, la Asamblea Departamental
planteó la necesidad de revisar el contrato entre
la gobernación y la Compañía de Jesús sobre la
administración y dirección del Colegio San Pedro
Claver de Bucaramanga. Al año siguiente la Asamblea
según la Ordenanza 43 de 1934 reformuló los términos
del contrato efectuado en 1925, de manera que la nueva
convención exoneraba al Departamento de un gasto de
$ 547 mensuales. Pero en 1935, se decidió dar definitivo
término al contrato, hecho que habría de convertirse en
un verdadero conflicto de tinte político religioso.
Por parte de la administración liberal del
Departamento en cabeza del Diputado Galán Gómez en
sesión del 14 de Junio de 1935 se refería a las dificultades
existentes en el Departamento para adelantar una
educación liberal pues empezando por los maestros,
“todos los que actualmente existen, están sobresaturados de
doctrina conservadora”149, aspecto que según la mayoría
colegiada, dificultaba la consecución de “La Revolución
Liberal”. Por ello se hacía necesario dar término a
contratos existentes con otras instituciones para la
148  Informe del Director de Educación al Gobernador de Santander.
Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1946. 64p.
149  Anales de la Asamblea de Santander. Bucaramanga, Junio 14 de
1935. 44p. No. 487

135
Colección Escuela de Historia 25 años

enseñanza secundaria a fin de redireccionar los recursos


hacia el nuevo proyecto de la creación de un plantel
totalmente público, el Colegio Santander, y hacia el
cubrimiento del déficit de la educación primaria en el
Departamento150.
Los ciudadanos Roberto Cadena, Juan Cristóbal
Martínez, Carlos Julio Ardila, Pedro Elías Novoa,
Domingo Trillos y Alejandro Cadena, junto con 200
firmantes más, presentaron una protesta pública contra
una acción que consideraban “aprobación sectaria”,
por parte de la Asamblea Departamental, la cual se
encuentra publicada en el diario conservador El Deber
del 12 de Agosto de 1935 bajo el título “Bucaramanga
Católica Respalda la Labor de los Padres Jesuitas en
Aras de la Educación”, la cual en uno de sus apartes
afirma : “Los católicos no podemos ni debemos resignarnos de
quedar huérfanos del beneficio educacionista y moralizador
de las costumbres, que llevan a cabo los Jesuitas”, por ello se
propusieron no dejar que el colegio cerrase sus puertas.
De esta manera, el Colegio San Pedro Claver
siguió ofreciendo sus servicios como institución
privada, en tanto que el Colegio San José de Guanentá
de San Gil, también a cargo de la Comunidad de los
Hermanos Cristianos siguió siendo regentado por
el gobierno departamental ya que en este caso el
contrato si fue prorrogado tanto en 1942 como en
1945, ordenándose en este último año por parte de la
Asamblea Departamental, la suma de $19.000 para
pago de docentes, $3.600 para laboratorios, y $8.050
para becas, y con el compromiso de construir un nuevo
150  El Director de Educación del Departamento en 1935, se mostraba
extrañado de que fuera Santander en único Departamento en el País,
que costeaba la educación secundaria, y se mostraba partidario de
que no siguiera siéndolo, manifestando que era mejor enseñar a leer
y escribir a los 200.000 analfabetos que tenía el Departamento, que
prestar educación deficiente a 1700 alumnos de las instituciones se-
cundarias. Anales de la Asamblea de Santander. Bucaramanga, Junio
14 de 1935. 44p. No. 487.

136
Colección Escuela de Historia 25 años

edificio que pudiese albergar la numerosa población


estudiantil de este plantel uno de los más antiguos del
departamento y cuya capacidad estimada en 1943 era
de máximo 300 alumnos151 presentándose un sobrecupo
de 60 estudiantes.
Otro colegio público, el Universitario de
Varones del Socorro fundado por el General
Santander, estaba a cargo del gobierno nacional y
era auxiliado por el Departamento, para 1943 por
ejemplo, el aporte departamental fue de $15.000. En
1942 se inició la construcción del nuevo edificio para
el adecuado funcionamiento de este colegio en la
zona céntrica de la población. También se destacaba
el Colegio Universitario de Varones de Vélez,
fundado por el General Santander, y el cual durante
la República Liberal, fue nacionalizado y su edificio
reformado, el aporte del Departamento para esta
institución era de aproximadamente $ 10.000 anuales.
La reorganización de los colegios masculinos se hacía
inminente para esta época pues operaban en forma
deficiente debido a problemas de infraestructura,
profesores, dotación, etc. Por ello, al iniciar los años
cuarenta, hubo necesidad de aumentar las partidas
para atenuar la crisis. Se encuentra el caso del Colegio
Balbino García de Piedecuesta, fundado en 1944 con
los dos primeros años de bachillerato, el cual tuvo que
ser auxiliado por el Departamento pues las modestas
apropiaciones del municipio ponían en serios aprietos
el funcionamiento de este plantel152. Para 1945 sufrió
una gran transformación al ampliarse los cupos, la
planta docente, se dio la dotación del plantel y se
organizaron estudios vocacionales, por lo que se habría
151  Informe del gobernador de Santander, Arturo Santo la Asamblea
Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1943.
344p.
152  Informe del Gobernador de Santander, Alejandro Galvis Galvis
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1945. 56p.

137
Colección Escuela de Historia 25 años

de constituir en uno de las mejores obras educativas del


gobierno.
Además del anterior, entre los colegios que
necesitaban una mayor atención del gobierno por
funcionar en edificios inapropiados, por las dificultades
para el pago de docentes, o por la insuficiencia de equipos
necesarios para las labores educativas, se hallaban el
Colegio de Varones de Málaga, el Instituto Comercial
de Zapatoca, el Colegio Avelina Moreno del socorro,
y el Colegio de Señoritas de Vélez, pues las partidas
destinadas para estos eran inferiores a $ 1.000, lo que
dificultaba su buen funcionamiento. Para el caso de este
último plantel, la Gobernación de Santander celebró
con el Ministerio de Educación Nacional un contrato de
nacionalización de dicha institución para convertirlo
en Instituto Técnico Femenino bajo los parámetros del
gobierno nacional en materia de educación femenina,
con una inyección del presupuesto departamental de
$ 18.000 para sostenimiento y obras de reparación, el
nuevo plantel habría de iniciar labores en 1946.
Otro establecimiento educativo oficial creado
durante este periodo fue: el Colegio Aquileo Parra en el
Municipio de Barichara, en 1946 con una partida inicial
de $ 10.000 por parte del gobierno departamental para
su organización, con el aporte del municipio del local
para su funcionamiento y con la dotación de equipos
por parte del Ministerio de Educación Nacional, para
esta fecha, este plantel se hallaba listo para cubrir
las necesidades educativas en materia de educación
secundaria; Otros tres colegios fueron creados en este
mismo año.
En términos de cobertura para la educación
secundaria entre los 9 colegios más representativos
del Departamento, 2 de ellos en Málaga, uno en
Bucaramanga, Barichara, Piedecuesta, San Gil, San

138
Colección Escuela de Historia 25 años

Andrés, Socorro y Vélez. Sumando los alumnos


matriculados en estos 9 establecimientos para 1946
se llegaba a 1.398 hombres y 155 mujeres de los cuales
aprobaron finalmente 772 jóvenes y 88 señoritas.
Educación Privada: En cuanto a la educación
primaria de carácter privado, estaba bajo la supervisión
- registro y vigilancia de las condiciones locativas - de
la Dirección de Educación de Santander, la educación
secundaria por su parte, dependía directamente del
Ministerio de Educación Nacional, siendo una labor
restringida si se tiene en cuenta que la totalidad de
los establecimientos privados en el Departamento, se
hallaban fuera del reconocimiento oficial153 . Llegaban
a 15 en total distribuidos así: 2 en los municipios de
Bucaramanga, San José de Miranda y Zapatota, y un
solo centro privado en Barichara, Cerrito, Charalá,
Málaga, Piedecuesta, Socorro, San Gil, San Vicente y
Vélez.
Educación Normalista: Dada la crisis por
la que atravesaba la educación en Santander por el
bajo número de maestros capacitados, se convirtió
en una prioridad gubernamental, fortalecer en el
Departamento la educación normalista que en sus
inicios era exclusiva para mujeres y se impartía solo
en dos municipios, Bucaramanga, la Escuela Normal
de Señoritas y la Normal Nacional Francisco de Paula
Santander en Málaga. Para 1946, 256 alumnas se
hallaban matriculadas en la Normal de Bucaramanga de
las cuales aprobaron 182, en Málaga la Escuela Normal
Rural por su parte, se matricularon para el mismo año
114 aprobando de ellas 34.

153  Informe del gobernador de Santander, Arturo Santos a la Asam-


blea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1943. 348p.

139
Colección Escuela de Historia 25 años

Desde los inicios de la República Liberal,


empezó la lucha por volver el Colegio de Señoritas de
Bucaramanga fundado en la segunda mitad del siglo
XIX, en Escuela Normal, llegándose en 1936 a lograr
tal fin bajo la denominación de Escuela Normal de
Señoritas. En 1940 fue nacionalizada y recibiría para
1942 un aporte departamental de $ 20.000 y gracias a
un lote suministrado por el departamento en el costado
oriental del Parque de los Niños a partir de 1943 se inició
la construcción de su nueva sede con el fin de ampliar
la cobertura en este tipo de enseñanza. Para 1946 ya
funcionaba en su nueva sede “donde la amplitud del
edificio aumentó el número de alumnas”, siendo dotado
por el Ministerio de Educación Nacional154. La Escuela
Anexa quedaría provisionalmente instalada en el mismo
edificio.
La Escuela Normal Rural de Málaga, también
para señoritas, dependía exclusivamente del Ministerio
de Educación Nacional. En este plantel se formaban las
futuras maestras de García Rovira que estarían a cargo
de las escuelas rurales y una parte de las urbanas.
En las postrimerías de la República Liberal
se estaba proyectando por parte del gobierno
departamental, la apertura a partir de 1947 de la
Escuela Normal Rural de Puente Nacional, con el fin
de preparar maestros ya que el promedio de hombres
dedicado a la docencia era de solo 4%, pues no existía
en Santander un plantel dedicado a la formación de los
mismos.
Enseñanza Comercial: se hallaban funcionando
6 colegios oficiales ubicados en San Gil, Socorro,
Mogotes, San Andrés, Málaga y Zapatota, los cinco
primeros para damas y el último para caballeros, en el
caso de San Gil para 1946 se matricularon 112 alumnas
154  Memoria del Director de Educación al Gobernador de Santander.
Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1946. 29-30p.

140
Colección Escuela de Historia 25 años

de las cuales aprobaron 84, en Zapatota se matricularon


51 jóvenes y de ellos culminaron 40. De carácter privado
existían 6 centros que se hallaban 5 en Bucaramanga y
1 en Barrancabermeja, para el caso de los primeros en el
último año de la República Liberal se matricularon 78
hombres y 482 mujeres de los cuales terminaron 46 en el
primer caso y 374 en el segundo sumando los 5 colegios
donde se impartía esta clase de educación. La enseñanza
comercial en Barrancabermeja era exclusivamente para
hombres con 15 matriculados para ese año culminado
solo 10 de ellos.
Sobre los colegios oficiales de carácter comercial
destacaban, el Instituto Comercial de Zapatota,
ofrecía para la época, una enseñanza categoría D
-comercio elemental-, con cuatro años de estudios,
organizados según los parámetros de la Escuela Nacional
de Comercio. El Colegio de Señoritas de San Gil,
funcionaba bajo las mismas condiciones que el anterior,
se hallaba aprobado por el Ministerio de Educación
Nacional y presentaba dificultades por la estrechez de
las instalaciones para su funcionamiento. Por su parte,
el Colegio Avelina Moreno del Socorro, había sido
fundado en 1942 formalizando en los años siguientes su
ciclo de formación comercial. En 1946 fueron creados
tres colegios femeninos el Liceo Femenino de Mogotes
con una apropiación presupuestal de $ 4.100 para gastos
de profesorado y dotación del plantel, y orientando
su formación hacia la enseñanza comercial155, en el
Municipio de San Andrés, se fundó el Colegio María
Auxiliadora con una apropiación de $ 3.500 por parte
del gobierno departamental y con una especialización
de carácter comercial, y en la capital de la Provincia de
García Rovira, se dio al servicio el Colegio de Señoritas
de Málaga, con los cuatro primeros años de enseñanza
comercial. Lo anterior refleja el deseo del gobierno por
ampliar las posibilidades de la mujer santandereana
155  Ibidem, 30-31p.

141
Colección Escuela de Historia 25 años

dadas las reducidas opciones que se le presentaban, de


ahí la importancia por la exaltación social de la mujer a
través de nuevos centros educativos en el Departamento.

4.1.1.3 Educación Técnica


Desde los inicios de la República Liberal se
pretendía que las Escuelas de Artes y Oficios y algunos
colegios que existían en el departamento, se fueran
convirtiendo en institutos técnicos que respondieran al
pretendido desarrollo industrial de la región tal como
desde 1930 se había pensado para La Escuela de Artes
y Oficios de Bucaramanga y el Colegio Universitario
de Vélez. No obstante, a pesar de los esfuerzos y del
cambio del plan de estudios para la primera desde
1932, cuatro años después el Gobernador de Santander
Alfredo Cadena D¨Costa admitía las dificultades para
dicha transformación ya que hasta la fecha no se tenía
instrucción industrial pues lo que se enseñaba en la
Escuela de Artes y Oficios estaba lejos de ser instrucción
técnica, poca enseñanza práctica, “la enseñanza se está
haciendo hoy por medios empíricos y por sistemas anacrónicos,
verdaderos causantes del estancamiento en que se encuentran las
artes manuales en Santander”156
Se dispuso a partir de 1933 el establecimiento
de escuelas de artes y labores manuales en cada una
de las cabeceras de provincia, bajo responsabilidad
de los respectivos municipios, siendo las primeras en
crearse, la del Socorro y Zapatoca157. También para la
misma época, se hallaban funcionando la Escuela de
Artes y Labores Manuales para Señoritas, la cual era
156  Informe del Gobernador de Santander Alfredo Cadena D¨Costa a
la Asamblea de Santander. Bucaramanga: Imprenta del Departamen-
to, 1936. 27p.
157  Informe del Gobernador Humberto Gómez Naranjo a la Asamblea
Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1933.
51p.

142
Colección Escuela de Historia 25 años

sostenida por el Municipio de Bucaramanga y auxiliada


por el Departamento, y el Instituto Nocturno Superior
para Obreros anexo a la Escuela de Artes y Oficios.
Este deseo por una verdadera educación técnica se
concretó unos años después, cuando ya reglamentada la
enseñanza industrial en el país, en la capital de Santander
la Escuela Industrial de Bucaramanga158 empezó a
operar como una moderna escuela técnica, la cual hacia
1940 había sido dotada con una fresadora, un torno de
precisión, 5 tornos comunes, una rectificadora, equipos
de soldadura eléctrica, contaba con un taller mecánico
de fundición, de herrería, carpintería y electricidad;
para este año se adelantaba la construcción del edificio
que se adaptara a las especificaciones de la Escuela la
cual pasaría a llamarse Instituto Técnico Industrial
Dámaso Zapata que en 1942 bajo la dirección de Julio
Álvarez Cerón y de Francisco Ritter como Jefe de
Talleres y responsables de la capacitación regular en
mecánica, electricidad, fundición, modelado, ajuste,
ebanistería, montaje y construcción de maquinaria, y
de cursos populares nocturnos que se ofrecían a todos
los interesados en temas como “radio-técnica, motores
de explosión, motores Diessel, entre otros159.
En este mismo año, el Instituto graduó ocho
alumnos160, (mecánicos, electricistas y carpinteros
modelistas). Para esta época la sala de motores del
Instituto era considerada la más completa del país, como
resultado de la labor de los talleres, se logró construir
algunas máquinas para hacer cajas, para instalación
de una planta de fabricación de jabón, para elaborar
158  Informe del Gobernador de Santander Hernán Gómez Gómez a la
Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1940. 46p.
159  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena a
la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamen-
to, 1942. 206p.
160  La cobertura para 1946 se había ampliado a 227 alumnos de los
cuales aprobaron 163.

143
Colección Escuela de Historia 25 años

botones y se inició la construcción de una máquina


para obtener leche en polvo. El logro más significativo
lo constituía la fabricación de la maquinaria necesaria
para instalar una planta reencauchadora de llantas de
automóviles, que vino a resolver en parte el problema
del transporte en Santander161.

4.1.1.4 Educación Artística


Dentro de la modalidad de educación no formal,
existían en el Departamento varios institutos a cargo
de la Sección Cultural dependiente de la Secretaría
de Educación Departamental, dentro de los que
destacaban: la Escuela de Música y Orfeón Santander,
creada en 1936 con el fin de que fuese acogida por las
clases populares162, para 1942 contaba 90 alumnos
los cuales recibían enseñanza en teoría, solfeo, lectura
musical, canto, piano, violín, viola, violoncello,
contrabajo y flauta, bajo la dirección del Maestro
Martín Alberto Rueda. Esta Escuela había extendido
su acción a través de conciertos públicos en un esfuerzo
de la administración departamental por popularizar
una manifestación del arte que tradicionalmente se
ofrecía para las clases altas. El Secretario de Educación,
Jaime Ardila Casamitjana en su informe de 1946
destacaba la labor de este centro: “la Academia de Música
está organizando entre sus masas corales, una orquesta sinfónica
y estimula la afición artística de Santander trayendo a sus aulas
elementos de todo el Departamento. Es propósito nuestro revivir
la música popular colombiana en lo que tiene de más entrañable y
personal, haciendo que el pueblo la conozca en versiones puras”163
161  Informe del gobernador de Santander Arturo Santos a la Asam-
blea Departamental, Bucaramanga: Imprenta Departamental, 1943.
342p.
162  Informe del Gobernador Alfredo Cadena D´Costa. Bucaramanga:
Imprenta del Departamento, 1937. 50p.
163  Informe del Secretario de Educación al Gobernador de Santander.
Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1946. 8-9p.

144
Colección Escuela de Historia 25 años

A partir de 1945 se habían incorporado las clases de


música y canto en las escuelas públicas de Bucaramanga
con el propósito de desarrollar el espíritu artístico en los
niños que más tarde habrían de ingresar a la Academia
de Música y Orfeón Santander.
Como un Instituto anexo a la Escuela de Música,
figuraba la Academia de Pintura y Academia de Bellas
Artes que desde 1941 operaba independientemente
bajo la dirección del Maestro Oscar Rodríguez Naranjo,
con el propósito de valorar y guiar la propia inspiración
de aquellos santandereanos interesados en plasmar el
color y la forma, hacia 1946 continuaba bajo la dirección
del profesor Naranjo y aparece fortalecida con el
nombramiento de un significativo número de docentes
entre los que se cuenta el escultor Carlos Gómez Castro.
Para complementar la labor educativa y
cultural existían algunos centros como la Biblioteca
Departamental164 que se hallaba en un lugar adaptado
que se segregó del Colegio Santander, la cual atravesaba
grandes necesidades ante la falta de muebles, estantes
y vitrinas, así como de obras actualizadas, de forma tal
que en 1942 debido a lo anterior no había sido posible
dar al servicio la dotación recibida de la biblioteca
Ismael Enrique Arciniegas. La Academia de Historia de
Santander, La Revista Santander y el Museo Histórico
en la Casa de Bolívar eran otros centros que apoyaban
la labor cultural en la región.

4.1.1.5 Educación Física y Deportes


Desde los inicios del periodo liberal se hace
evidente el esfuerzo de las diferentes administraciones
departamentales en cultivar el entusiasmo por el
164  Informe del Gobernador de Santander Arturo Santos a la Asam-
blea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1943. 336p.

145
Colección Escuela de Historia 25 años

deporte, “particularmente entre los jóvenes, deseosos de


fortalecer su organismo con ejercicios saludables, de avivar el
espíritu y despertar las facultades mentales que de ordinario se
embotan con la ociosidad, o en la vida sedentaria de la oficina
y del hogar”165. Para ello se estableció la Comisión
Departamental de Educación Física, la Sesión de
Educación Física de Santander, la liga de football y
basketball y el Colegio de Árbitros, que estarían a cargo
de las diferentes actividades deportivas que desde la
escuela primaria, los colegios y demás instituciones
particulares se realizarían en Santander.
Con respecto al programa de educación física
diseñado para las escuelas primarias, el director de
Educación, Jaime Ardila Casamitjana, advertía sobre la
necesidad de redireccionarlo más al aspecto higiénico
que gimnástico: “las características de la población escolar
-nutrición, vestuario, habitación, enfermedades endémicas- bien
conocidas por todos…, no permiten desarrollar con el escolar la
totalidad del programa, pues sería aumentar esfuerzo físico a
organismos desnutridos y enfermos”166. Se sugería por ello,
limitar la enseñanza a juegos, deportes infantiles, y
gimnasia suave, centrando la atención a la higiene del
local escolar, la construcción de duchas escolares y una
intensa campaña de hábitos de aseo personal entre los
niños, pues se constituía en uno de los problemas más
graves en materia de la salud de los menores, si se tiene
en cuenta las largas distancias que los menores debían
recorrer a pie para llegar a la escuela en los diversos
rincones de Santander y las condiciones de su vestuario,
por nombrar solo algunos aspectos.
El Ministerio de Educación Nacional contempló
el programa de educación física que habrían de cumplir
165  Informe del Gobernador de Santander, Alejandro Galvis Galvis.
Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1931. 131p.
166  Memoria del Director de Educación al Gobernador de Santander.
Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1946. 77p.

146
Colección Escuela de Historia 25 años

todos los colegios de secundaria tanto públicos como


privados, y para controlar su cumplimiento preveía
el envío de inspectores nacionales de educación física.
Los colegios privados al no estar sometidos al control
directo del Ministerio no solicitaban dicha aprobación,
la excepción la constituía el Colegio San Pedro Claver
que sí tenía dicha aprobación.
El control de los colegios de fuera de Bucaramanga
se hacía muy difícil debido a que el presupuesto se
destinaba principalmente para compra de elementos y
celebración de fiestas deportivas y en último término
para viáticos167. Cada colegio debía tener un profesor
de educación física, en el caso de la educación primaria
estaba a cargo del docente que impartía las demás
asignaturas.
Para 1946 se publicó una cartilla de higiene y
educación física escolar con el fin de servir de guía a los
maestros de las escuelas del departamento, ese mismo
año se programaron los primeros juegos intercolegiados
de Santander168, la iniciativa preveía reunir anualmente
en Bucaramanga a las delegaciones de todos los colegios
públicos y privados del departamento de enseñanza
secundaria y vocacional.

4.1.1.6 Educación - Resocialización


Desde el periodo de los Estados Unidos de
Colombia, se había establecido en el Municipio de
Piedecuesta un plantel denominado “Casa de Menores
y Escuela de Trabajo Victoriano de Diego Paredes”,
para ofrecer educación primaria y realizar algunos
trabajos agrícolas por parte de menores infractores que
llegaban de todo el Departamento de Santander.
167  Ibidem, 78p.
168  Ibidem, 81p.

147
Colección Escuela de Historia 25 años

Esta institución venía presentando grandes


dificultades para su funcionamiento y durante la
primera década de la República Liberal, la discusión
central tanto en la Asamblea Departamental como
de los equipos de gobierno, estuvo referida a la
conveniencia o no de fortalecer la granja adjunta a la
Casa de menores teniendo en cuenta las exigencias
técnicas, presupuestales y de personal preparado para
asumir la resocialización de los jóvenes llamados en
aquella época “niños anormales”169. Dado el sentido
social de este centro, la Asamblea de Santander en
mayo de 1944, envió al plantel una comisión compuesta
por Carlos Humberto Durán, Roberto Amaya, Jorge
Galvis, el Director de Educación Guillermo Ortiz y
el Juez de Menores Luis Alfonso Pérez, con el fin de
visitar el plantel y para que rindiesen un informe al
respecto. La difícil situación por la que atravesaba esta
“Casa Correccional” puede sintetizarse en los siguientes
aspectos:
1. Más de la mitad de la edificación se hallaba en
ruinas debido a un temporal que echó a tierra los techos,
y las reparaciones se hacían de una manera muy lenta.
2. El gobierno departamental le correspondía la
prestación de todos los servicios – farmacia, educación,
dormitorios, dotaciones, honorarios de maestros –
excepto el de alimentación que era cubierto por la
Nación.
3. Desde 1926 no se había modificado la partida
destinada por parte del gobierno departamental, seguía
siendo de $ 11.144 para una cuota mensual de $ 928.66,
suma irrisoria si se tiene en cuenta que para su normal
funcionamiento la Casa de menores necesitaría $ 3.000
mensuales según lo afirman los mismos diputados.
169  Informe del Gobernador de Santander, Alfredo Cadena D’Costa
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1932. 32p.

148
Colección Escuela de Historia 25 años

4. Los 120 menores que se encontraban allí, se


hallaban “casi desnudos y descalzos”, y la alimentación
que recibían era muy deficiente, pues la nación solo
aportaba 30 centavos diarios por persona. Según el
informe, “los servicios de comedor son inferiores a los de
cualquier fonda de última categoría, ya que las mesas, por ejemplo,
más parecen canoas, …. Como cubiertos, unas cucharas hechas de
“totumo”, y la mayor parte, comen de pie, porque no existen ni
siquiera bancas para sentarse”170. Existían solamente unas
pocas camas metálicas, y gran parte de los menores
debían dormir en sacos de fique o esteras.
5. Los talleres operaban regularmente y la
enseñanza que se recibía era muy rudimentaria.
6. La granja adjunta, de dos hectáreas y media y
con “tierra de malísima calidad” hacía difícil que fuese
cultivada.
7. El número de maestros no era suficiente y los
salarios que recibían eran “malísimos”.
8. Por ley 15 de 1923, la Casa de Menores debía
funcionar alejada de la ciudad y con una granja óptima,
en tanto, la institución se hallaba en el perímetro
urbano del Municipio de Piedecuesta y con una granja
improductiva.

El informe concluye que el estado lamentable


en que se hallaba este centro no se debía a la carencia
de instrumentos legales, ya que hubo innumerables
ordenanzas a favor de la Escuela, sino a la
“despreocupación por parte de los diversos gobiernos
o administraciones que han regido los destinos de
Santander”171, sumado a las difíciles condiciones
170  Anales de la Asamblea de Santander. Bucaramanga: Imprenta del
Departamento, Mayo 24 de 1944. 110p. No. 881
171  Ibidem, 110p.

149
Colección Escuela de Historia 25 años

económicas por las que atravesaba el departamento, lo


que propiciaba las condiciones para el incremento de
la delincuencia reflejado en el “aumento inusitado que
observamos en materia de delitos contra la propiedad”.
Otro problema era que la escuela solo tenía capacidad
para 120 jóvenes, lo que implicaba que mas de mil
menores infractores del departamento no pudiera
recibir ningún tipo de resocialización.
Dadas las condiciones anteriormente descritas se
previó por parte de la administración departamental, la
adopción de un plan a cuatro o cinco años con inversión
suficiente para la transformación de este centro en una
verdadera escuela que cumpliera con la labor social a
que estaba destinada.
A pesar de los buenos propósitos de la Asamblea
Departamental, los avances en infraestructura
fueron muy precarios dada la crisis de las finanzas
departamentales. Por destacar, la transformación que
desde 1942 empieza a darse en materia de enseñanza
atenuándose el carácter militar que venía aplicándose
tradicionalmente como centro de reclusión, así, se
impulsó desde la dirección de la Escuela, la idea de
“adaptar nuevamente a la vida ciudadana a los menores
delincuentes o extraviados, bajo una disciplina de
confianza y de dignificación172”.

4.1.1.7 Educación Superior


Durante la República Liberal se sentaron las bases
para lo que seria el centro de educación superior más
importante del Nororiente Colombiano: la Universidad
Industrial de Santander. Este proceso que se inicia a
principio de los años cuarenta con al impulso logrado
172  Informe del Gobernador de Santander, Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1942. 208p.

150
Colección Escuela de Historia 25 años

por el Instituto Técnico Dámaso Zapata, líder en este


tipo de enseñanza que atrajo a la población estudiantil
de Boyacá, Bolívar, Norte de Santander y Magdalena.
En medio de una tensión permanente entre la
educación tradicional –religiosa y conservadora- y las
nuevas tendencias pedagógicas, que enfatizaban en la
necesidad de adecuar el país al desarrollo capitalista
y por lo tanto propiciar el afianzamiento de una
educación laica, practica, técnica y científica, el clima
modernizador de los años cuarentas se traduce para
Santander en un proyecto de educación técnica que
abarcó todos los niveles y que fue diseñado por el
director de Instrucción Pública del Departamento,
Doctor Mario Galán Gómez; en el que se contemplaba
la creación de la facultad de Ingeniería Industrial en
Bucaramanga, para responder a los retos de una nueva
era, industrial y moderna.
Fue así como hacia 1940 se nombró en la Asamblea
Departamental, una comisión con el fin de estudiar el
proyecto de ordenanza por el cual se crearía la Facultad
de Ingeniería Industrial en la capital del Departamento.
En su informe se afirma “la ciudad de Bucaramanga es
indiscutiblemente, dada su situación geográfica y sus reservas
naturales, la más indicada para ser la sede de aquellos estudios y
si se tiene en cuenta las erogaciones que ha hecho el Gobierno para
la dotación completa de la Escuela Industrial y la circunstancia
de estarse construyendo un nuevo, amplio y cómodo edificio con
destino a estudios industriales, tenemos que ninguna otra ciudad
presenta las mismas situaciones favorables para proceder pronta
y eficazmente el establecimiento de la facultad encargada de
desarrollar los programas superiores de la cultura técnica”173. Se
trataba de brindar a las clases populares y especialmente
a aquellos egresados del Instituto Dámaso Zapata, la
posibilidad de seguir profesionalizándose con miras a
173  Anales de la Asamblea Departamental, Bucaramanga, Junio 18
de 1940. 245p.

151
Colección Escuela de Historia 25 años

estimular el desarrollo económico de Santander, con


mano de obra calificada y liderazgo empresarial. Por
ello, los primeros cupos para la Facultad de Ingeniería
Industrial fueron otorgados a los egresados de este
centro educativo en el año de 1946.
En este año se adjudicó a la firma Gaitán Nieto
y Cia por la suma de $ 49.311.20 la elaboración de
los planos para los edificios que habrían de constituir
la ciudad universitaria. Ese mismo año el gobierno
departamental, contrariando las prioridades del
gobierno nacional, acogió la idea de fundar en
primer término la Facultad de Ingeniería industrial,
prescindiendo de las de veterinaria y agronomía, en
razón al interés por resolver el problema de técnicos
industriales, de prioridad para el Departamento.
El contrato contemplaba la elaboración de planos
para laboratorios de física, química, electricidad y
magnetismo, petróleos, metalografía, tratamiento
técnico y resistencia de materiales, así como, residencias
para profesores y estudiantes, clínica y capilla, acorde
con las especificaciones de una universidad moderna
y al nivel de las mejores del continente174. La dotación
para dichos laboratorios fue adquirida directamente de
Estados Unidos.
En 1948, después de amplios y acalorados debates
en la Asamblea la Universidad Industrial de Santander
empezó a operar haciendo realidad el proyecto que
habría de poner a Santander a la altura de las exigencias
del mundo moderno.

174  Memoria del Director de Educación al Gobernador de Santander.


Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1946. 15-21p

152
Colección Escuela de Historia 25 años

4.2 SALUD
Al igual que la educación, el interés en términos
de acción social se habría de concentrar en la llamada
sanidad pública, especialmente desde la reforma
constitucional de 1936 cuando la asistencia social
cobraría su real sentido, pues para el Estado el deber
de justicia implicaba especial énfasis en prevención y
atención de la población más vulnerable. En adelante
la política estatal habría de reemplazar la acción
voluntaria y desordenada de un simple sentimiento
colectivo de caridad.
El organismo responsable a nivel nacional de la
salud pública sería el Ministerio de Trabajo, Higiene y
Previsión Social y en el plano departamental, se creó
la Junta de Asistencia Social la cual tenía un carácter
autónomo, de ahí que se dificultase la coordinación
entre el departamento y la nación en materia de salud.
Debido a lo anterior, en 1943 se propuso la creación
de la Secretaría de Higiene y Asistencia Social que se
habría de encargar de desarrollar un trabajo integral en
materia de salud pública en Santander.
La delicada problemática de la salud pública en
el departamento fue expresada en diversas ocasiones
por funcionarios de la administración y por los mismos
diputados, que mostraban el preocupante panorama en
su respectivo momento:
• “…los gobernantes y los parlamentarios
consideran la beneficencia social como un cargo oneroso
y subsidiario del Estado, al cual apenas hay que atender
en forma esporádica y fragmentaria con los fondos que
pudieran quedar sobrantes de todos los demás servicios
públicos” (Alejandro Galvis Galvis – Gobernador de
Santander, 1931).

153
Colección Escuela de Historia 25 años

• “Las perspectivas de crisis económica que aún


agobia al país y la necesidad de reducir, en previsión de
mayores dificultades fiscales, la cuantía de los gastos
públicos, vedan por el momento insinuar siquiera la
posibilidad de una organización formal de la sanidad
pública santandereana” (Alejandro Galvis Galvis –
Gobernador de Santander - 1931)
• “No existen los recursos suficientes para un
plan completo de higiene social” (Humberto Gómez
Naranjo, Gobernador de Santander - 1932).
• “Es uno de los problemas que reclama más
atención del gobierno: taras de todo orden están
minando el valor económico de la raza, y en los campos
y pequeñas poblaciones las gentes viven entregadas a su
propio abandono. De ahí que la mortalidad infantil sea
una de las cuestiones que más desconcierto producen
cuando se revisan los índices de las estadísticas
regionales. Las endemias tropicales van extendiendo
su radio de acción a medida que se adelanta la
colonización de las tierras bajas, y las enfermedades
graves y contagiosas son una amenaza permanente en
población de importancia” (Alfredo Cadena D´Costa
-Gobernador de Santander- 1936).
• “Todo el problema de asistencia social está por
resolver. Tenemos carreteras, calles pavimentadas,
estadio gigantesco, exhibicionismo suntuario y
urbanista. Pero el hombre del pueblo, el abandonado
de la fortuna y de los poderes, el que trabaja en las
hoyas del Magdalena, el que defiende la soberanía de
nuestra raza en las selvas del Carare contra el trópico,
se perece de microbios y desamparo. Por las calles de
Bucaramanga desfilan los mendigos y los enfermos;
en el Municipio de Bolívar la mortalidad es igual al
número de nacimientos. Nuestros hospitales son la
antesala segura del cementerio porque carecen de lo

154
Colección Escuela de Historia 25 años

necesario para atender eficientemente a los enfermos.


Los tuberculosos aumentan; la gran mayoría de los
niños que asisten a nuestras escuelas están minados por
los flagelos que minan la raza. Esto no es un cuadro
de sentimiento chillón, es la realidad aterradora que
destruye un pueblo fuerte…” (Álvaro Ortiz, Nicolás
Gutiérrez, Eliseo Márquez, José Chalela, Pedro Manuel
Arenas – Diputados Asamblea de Santander – 1940)
• “Todavía en nuestro Departamento, cuando
el paludismo, la anemia y la tuberculosis diezman la
población, nos aferramos a sostener hospitales sin
camas para enfermos, sin médicos ni drogas, en casas
sucias, sin servicios higiénicos ni alcantarillado,..
distinto de gentes que deben depender más bien de la
beneficencia que de la Asistencia Social, los Centros
de Higiene y las Unidades Sanitarias”. (Arturo Santos
-Gobernador de Santander - 1943)
• “En un lapso increíble de tiempo hemos pasado
de la época del arriero a la del automóvil y el avión y en
todos los aspectos de nuestra vida económica y social
alienta el empuje de una nación en marcha. Pero el
elemento humano en sí va quedando atrás, rezagado
y maltrecho en esta carrera de la prosperidad. El
campesino santandereano todavía vive como en la
era cavernaria, comparte su choza con los animales
domésticos, no sabe alimentarse ni defenderse de las
enfermedades que lo acechan. En los centros urbanos
sucede cosa parecida y surgen circunstancias agravantes
que multiplican los contagios y hacen más ardua la
lucha por la vida” (Pedro Jiménez Martínez – Visitador
de los Centros de Higiene en Santander - 1943).
• “El programa que se desarrolla no es ni con
mucho el que fuera de desearse; hay mucho que corregir
y bastante más por intensificar y aumentar” (Luis E.

155
Colección Escuela de Historia 25 años

Ferro Latorre – Visitador de los Centros de Higiene en


Santander – 1946).

Lo anterior refleja varias de los problemas que en


materia de salud pública debieron afrontarse durante
las administraciones liberales relacionados con la crisis
hospitalaria, higiene y saneamiento básico, así como la
precaria condición económica y fiscal que unido a la
falta de planeación y voluntad política desde el gobierno
nacional había impedido atacar de manera efectiva
los problemas de atención en salud relacionados con
altos índices de desnutrición y mortalidad infantil, la
proliferación de enfermedades (Ver Anexo 4) causadas
por el parasitismo intestinal, el paludismo, la anemia
tropical, la tuberculosis, la lepra y las enfermedades
venéreas.
Santander poseía una de las mayores tasas de
mortalidad infantil; siendo llamativo los casos de
Bucaramanga y Piedecuesta donde “la mayor parte de las
entidades sanitarias en lugar de instruir a las madres sobre las
ventajas de la alimentación natural o humana y de enseñarles
prácticamente la preparación de los teteros, la higiene personal
del niño etc. Se embargan la mayor parte del tiempo en el cuidado
del niño enfermo, lo que no permite al médico y a la enfermera
dedicarse a la labor preventiva.”175 El siguiente cuadro
muestra el índice de mortalidad en menores de un año
para el periodo 1940 – 1946 en Santander.

175  Anales de la Asamblea de Santander No 892. Bucaramanga, junio


7 de 1944 p. 182

156
Colección Escuela de Historia 25 años

Tabla 8. Índice de Mortalidad en Menores de un Año 1940


- 1946

Niños falle-
Fallecidos % con
Total de cidos por
AÑOS menores relación
fallecidos 100 naci-
de 1 año al total
mientos
1940 10.484 2.848 27.2 14.7
1941 10.320 3.164 30.7 14.6
1942 11.8011 3.590 30.4 15.7
1943 12.217 3.807 31.2 16.7
1944 12.604 3.495 27.7 15.1
1945 11.986 3.371 28.1 15.5
1946 11.830 3.630 30.1 16.2

FUENTE: Anuario Estadístico de Santander. 1946 p.14.

El elevado número de muertes en menores de


un año se agravaba por el alto nivel de desnutrición
derivado de los malos hábitos alimenticios y de higiene,
propio de una población mayoritariamente rural y
sumida en la pobreza.
El parasitismo intestinal afectó principalmente a
la población infantil campesina así como a los habitantes
de pequeños municipios. Para 1942, según informe del
Gobernador Benjamín García Cadena, el 76.5% de la
población del Departamento de Santander, vivía en el
campo, es decir aproximadamente 470.840 habitantes,
a su vez, casi la mitad de la población santandereana
se hallaba asentada en municipios con menos de 10.000
habitantes, los cuales en su gran mayoría presentaban
grandes deficiencias en materia de atención en salud y
saneamiento básico.
El paludismo por su parte, se presentaba
especialmente en los valles de los ríos Magdalena,

157
Colección Escuela de Historia 25 años

Carare, Lebrija, Sogamoso y Suárez. Para el caso del


Magdalena Medio la situación era crítica pues las
enfermedades tropicales como la anemia tropical que
afectaba principalmente a los niños, y el paludismo,
diezmaban la población rápidamente, lo que llevaba a
afirmar que tales enfermedades “exhiben sus víctimas por
las calles y las entregan en ruinas en el hospital de la ciudad”176
La tuberculosis y la lepra se sumaban al cuadro
endémico anterior con el agravante que para estas dos
últimas se necesitaba el aislamiento del afectado.
Las enfermedades venéreas ocupaban el quinto
lugar y la preocupación era principalmente para los
habitantes de escasos recursos afectados pues no podían
realizarse los tratamientos requeridos para su curación.

4.2.1 La Acción Gubernamental


4.2.1.1 Sanidad Pública
La sanidad pública obedecía a la organización
técnica y la conveniente orientación de los servicios de
higiene y salubridad en el departamento con miras a
la “rehabilitación de la raza”. Dicha labor comprendía
cinco grandes aspectos: saneamiento en general y
control de alimentos, protección infantil y materna,
control de enfermedades transmisibles y regionales,
higiene y dentistería escolares, y la labor educativa que
era básica para formar la “conciencia sanitaria de los
habitantes”. El Plan de Acción del Gobernador Alfredo
Cadena para 1937, comprendía:
• Saneamiento rural y urbano: Saneamiento del
suelo, campaña antilarvaria, inspecciónes domiciliarias,
control sanitario en el manejo de alimentos y bebidas,
inspección sanitaria a fabricas, hoteles y mercados,
176  Anales de la Asamblea de Santander. No. 577. Bucaramanga,
Mayo 6 de 1936. 256p.

158
Colección Escuela de Historia 25 años

lucha antianémica, campaña antirrábica, carnets de


salud y patentes de sanidad para organizaciones.
• Protección infantil: Consultorio prenupcial,
servicio prenatal, atención de partos a domicilio,
consultorio para niños enfermos, servicio de gota de
leche, sala cuna, alimentación a los hijos de las obreras
durante su jornada laboral, servicio de medicina escolar,
odontología escolar, profilaxis y curación de niños
inscritos en el servicio de protección infantil, campaña
contra el parasitismo intestinal, servicio de farmacia en
el centro de protección infantil.
• Campañas especiales: lucha antivenérea a
través del instituto profiláctico, servicio de reclusión
para enfermas venéreas, puntos profilácticos de servicios
permanentes; lucha antituberculosa - dispensario con
rayos X -, lucha antileprosa - vigilancia y tratamiento
de enfermos y curados -, servicio de enfermeras sociales,
servicio de laboratorio de higiene pública, servicio de
aseo público, veterinaria para la inspección sanitaria
del ganado de sacrificio y las carnes para el consumo,
control sanitario de pasto, expendio de leche y servicio
de vacunación177.

Para la ejecución del plan de acción anterior se


dispuso del establecimiento de Unidades Sanitarias
con miras a atender el control de enfermedades
contagiosas, brindar protección contra las epidemias,
atender la población escolar y de la infancia desvalida
en Bucaramanga, Socorro, Puerto Wilches y
Barrancabermeja y la puesta en funcionamiento de
Comisiones Ambulantes conformadas por un médico,
dos enfermeras, un dentista y varios inspectores para
177  Informe del Gobernador de Santander a la Asamblea Departa-
mental, Alfredo Cadena D’Costa. Bucaramanga: Imprenta del departa-
mento, 1937. 15p.

159
Colección Escuela de Historia 25 años

atender las zonas rurales de Vélez, Málaga, San Vicente


Rionegro, San Gil, Oiba, Barichara, Puente Nacional,
Landázuri, Guaca.178 Estas últimas tenían como finalidad
prestar servicios como atención prenatal, sanidad
escolar, campañas antivenérea y antiparasitaria, además
del suministro de medicamentos en forma gratuita con
gastos compartidos entre la nación, el departamento y
los municipios.
Desde mediados de los años 30 venían funcionando
de manera permanente algunos centros de higiene en
localidades como San Gil, San Vicente, Piedecuesta,
Oiba, Rionegro, Málaga y Vélez con las características
que describe el visitador de los centros de higiene
Pedro Jiménez Martínez en uno de sus informes:
“la asistencia hospitalaria se hace en 24 municipios
solamente. En la mayoría de ellos los establecimientos carecen de
los elementos indispensables para prestar servicios adecuados y
llenar su misión de centro activos de salud. Son especies de asilos
para mendigos, ancianos e idiotas, refugios que la caridad pública
sostiene para albergar ese rezago social. Así y todo se atendieron
el año pasado más de 19.000 enfermos…
Podemos decir que nuestros 25 “hospitales” con sus 1981
camas disponibles y su presupuesto de gastos de $301.680.09 no
son más que una ilusión, muy en desacuerdo con la realidad de
las cosas y con las necesidades de un pueblo azotado por todas las
endemias y epidemias tropicales. Todos están mal dotados, mal
edificados y escasamente servidos. El hecho de que solamente dos
hospitales se cuente con servicio de rayos X y de laboratorio, nos
coloca en desairada posición e indica la carencia de elementos
indispensables para un buen centro asistencial. Y esto es poco si
vamos a la realidad de cada uno de los llamados hospitales, ya
que no pueden calificarse como tales las casas donde se asilan
enfermos, pero en donde no existen servicios médicos propiamente
dichos, ni drogas, ni organización alguna destinada a curar y a
178  Ibid 8-9p.

160
Colección Escuela de Historia 25 años

aliviar. Acaso brinden apenas el consuelo de un asilo benévolo


a ese rezago de la humanidad que permanece al margen de la
humanidad por razones de degeneración física y mental, miseria,
vejez, o enfermedades crónicas e incurables”179
Ratifica la situación anterior, el informe de la
Comisión de la Asamblea Departamental180 que durante
1944 visitó ocho centros de higiene en Santander, que
podemos sintetizar en los siguientes aspectos:
1. En términos de saneamiento básico la labor
presentaba varias dificultades debido principalmente a
que:
• La mayor parte de los centros de higiene
carecían del personal encargado de vigilar la prestación
del servicio.
• Dado el bajo número de inspectores, el intervalo
de visitas a los centros de higiene se hacía demasiado
largo dificultando la aplicación de programas como la
lucha antilarvaria.
• Como los inspectores eran nombrados
principalmente por los Concejos Municipales, no
dependían directamente de la entidad sanitaria lo
que dificultaba hacer cumplir su responsabilidad en el
cargo.
• Las dificultades para el desplazamiento hacia
las zonas apartadas del Departamento, impedía que
los inspectores rurales desarrollaran su labor con
regularidad.
• La ausencia de mano de obra idónea y disponible
179  Informe del Secretario de Gobierno al Gobernador de Santan-
der, Arturo Santos. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1943.
107-108p.
180  Anales de la Asamblea Departamental. No. 892. Bucaramanga:
Imprenta del Departamento, 1944. 182p.

161
Colección Escuela de Historia 25 años

para la construcción de letrinas hacía más difícil el


saneamiento en las zonas rurales.
2. La labor de control de alimentos se practicaba
regularmente en plazas de mercado, expendio de carnes,
leches, panaderías, fábrica de gaseosas, principalmente.
3. El cuidado de control de aguas presentaba
serias dificultades debido a que no se contaba en el
departamento con un ingeniero sanitario que controlara
la pureza del líquido en las empresas que prestaban
este servicio público.
4. Respecto al control en la comercialización de
drogas existía la prohibición de vender fármacos en las
plazas o vías públicas a través de vendedores ambulantes
o la propaganda o anuncio en alta voz, debido al riesgo
que implicaba para la población, a pesar de esta
prohibición, no se lograba hacer un efectivo control.
5. En cuanto a la crianza de animales, el problema
principal era la tenencia de cerdos dentro del perímetro
urbano sin que existieran porquerizas higiénicas
localizadas a prudente distancia de la población.
6. Si bien se inicio con la recolección de basuras
en los principales centros urbanos, esta se hacía
en forma deficiente, pues eran transportadas en
carros descubiertos fuera del perímetro urbano sin
tratamiento posterior que evitase la reproducción de
insectos y otras plagas.
7. La protección infantil y materna se venía
dando más en atención que en prevención debido
fundamentalmente al bajo número de personal de salud
disponible. Al igual que en las fábricas181, existían en
181  Según la Ley 48 de 1924, era obligatorio para las fábricas pres-
tar el servicio de sala cuna si contaba con más de 50 obreras, pero
debido a que la ley no era clara respecto a lograr su efectividad, los
fabricantes tendían a incumplirla por lo que se atenían a la asistencia
de la sala cuna oficial para lo cual contribuían con cuotas voluntarias.

162
Colección Escuela de Historia 25 años

los centros de higiene sala cunas con el fin de proteger


al niño y facilitar el trabajo femenino a la vez que
posibilitar la labor de maternidad.
8. Respecto al control sobre las enfermedades
transmisibles y endémicas, si bien el gobierno
venía desarrollando algunos avances en materia
de tratamiento para la tuberculosis y la lepra, las
dificultades para lograr el aislamiento de los afectados,
ponía en riesgo a los demás pacientes de cada centro
de higiene, y aunque en Bucaramanga existía un
dispensario antituberculoso que prestaba sus servicios
de forma gratuita, no contaba sino con un sólo médico
para atender el alto número de pacientes afectados.
La vacunación se realizaba pero se hacía necesaria
una campaña más intensa por todo el departamento,
así como el establecimiento de un estricto control
frente a la propagación de las enfermedades venéreas
pues algunos de los establecimientos visitados por la
Comisión no prestaban este servicio.
9. La labor educativa se realizaba a través de
charlas en las escuelas primarias, pero no se lograba
hacer trabajo con los padres de familia para frenar los
focos de contaminación en el hábitat del menor.
10. Uno de los aspectos que mayor efecto pudo
haber tenido sobre el funcionamiento de los centros
para este periodo, se relacionaba con el hecho de que las
entidades sanitarias carecían de orientación y control y
sus directores de apoyo y estímulo.

Si bien existían hospitales en las capitales de


provincia, el centro asistencial más importante del
departamento lo constituyó el Hospital San Juan
Informe del Gobernador de Santander Humberto Gómez Naranjo a la
Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1933. 55p.

163
Colección Escuela de Historia 25 años

de Dios de Bucaramanga, adonde acudían en su


mayoría enfermos pobres de los diversos lugares del
departamento. Aunque este centro fue dotado en 1933
de una planta de rayos X y de un laboratorio químico y
biológico, estaba lejos de constituirse en un verdadero
instituto de asistencia pública, ya que no contaba con
personal profesional suficiente, alimentación adecuada,
equipos adecuados, farmacia bien surtida tal como se
deduce del informe presentado por algunos diputados
en 1940 donde se registraba: “baste decir ahora que rechaza
tres o cuatro enfermos diariamente, que en todo los salones hay un
número de enfermos superior al de las camas, que no hay cocina,
que no hay autoclave para las desinfecciones, que la ropa de los
tuberculosos se les entrega a las mujeres humildes y necesitadas
para que las laven, que la mayoría de los enfermos come con la
mano, que los enfermos proletarios que son los únicos que van
al hospital apenas comen mazamorra y yuca y muy raras veces
“prueban” la carne, que en el pabellón de maternidad no hay telas
de caucho para poner encima de los colchones que es lo indicado,
sino sábanas que cubren hojas de plátano recogidas en la plaza
de mercado, que no hay dieta ni leche para quienes han tenido
un alumbramiento, que las enfermeras ganan cada una $5.oo,
que el encargado de los locos, etc, etc…….”182.Esta situación
llevó a proponer un incremento de los aportes del
departamento para el sostenimiento del hospital que
había sido hasta entonces del 18% y derivados de las
utilidades de la Lotería de Santander.
La acción gubernamental a pesar de sus buenas
intenciones no lograba el impacto suficiente para frenar
una problemática auspiciada por la pobreza, los bajos
salarios, locales antihigiénicos, pésima alimentación,
partos numerosos, entre otros.
No obstante, vale la pena resaltar aquellos
programas que demandaron mayor preocupación del
gobierno departamental:
182  Anales de la Asamblea de Santander, Bucaramanga, mayo 16 de
1940. 90p.

164
Colección Escuela de Historia 25 años

Para el caso concreto de la lepra, según Ordenanza


40 de 1930 se destinó para su tratamiento $10.000 para
curar enfermos de Contratación y $5.000 para Agua
de Dios, los cuales se constituían en los dos sitios que
albergaban a los afectados de la región. Ese mismo año
se celebró un contrato con el Doctor Aarón Benchetrit,
para la curación como ensayo de treinta enfermos
escogidos entre aquellos que no poseían recursos y que
no habían gozado de tratamiento oficial en el leprosorio
de Contratación, a su vez, en la misma época, se instaló
una “clínica médica” con los elementos indispensables
para el tratamiento antileproso183. En el caso de Agua
de Dios, existían en 1931, 140 enfermos de lepra a los
cuales se les sometió al mismo tratamiento solo a 15 de
ellos por problemas presupuestales
A nivel nacional el departamento de Santander
era uno de los más azotados por esta enfermedad,
desde la Asamblea Departamental el diputado Miguel
Galán denunciaba la falta de campañas efectivas para
contrarrestarla con tratamientos modernos que podrían
curarla o detenerla. Así mismo propuso el Municipio de
Jordán como sitio de dispensario antileproso por sus
condiciones de ubicación y de clima pues la sequedad de
la atmósfera y la uniformidad de la temperatura ofrecía
las condiciones ideales para el tratamiento184; proyecto
que fue desestimado por la Dirección Nacional de
Higiene. Hacia 1934 la nación asumió gran parte del
gasto contra la lepra exonerando al departamento de los
compromisos presupuestales por este concepto, lo que
permitió que el gobierno departamental canalizara gran
parte de los recursos destinados a la salud a la atención
de otros flagelos como la tuberculosis, paludismo,
enfermedades venéreas, parasitismo y alcoholismo.

183  Informe del Gobernador de Santander, Alejandro Galvis Galvis.


Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1931. 133-135p.
184  Anales la Asamblea de Santander. No. 459. Bucaramanga, abril 10
de 1934. 158-159p.

165
Colección Escuela de Historia 25 años

El informe anterior del diputado Galán reseñaba


igualmente la necesidad de dedicar mayores esfuerzos
a la tuberculosis, enfermedad tan contagiosa como
la lepra y de muy difícil curación y tratamiento
para la época; propuso un proyecto de ordenanza
para establecer un dispensario antituberculoso en
Bucaramanga que funcionaria en el edificio del hospital
de caridad.
La situación al respecto fue descrita por la
comisión que integraron Roberto Serpa, Carlos M.
Rangel y Clímaco Gómez Plata encargada de estudiar
dicho proyecto de ordenanza que en su informe sostiene:
“la tuberculosis, enfermedad casi desconocida entre nosotros
hasta hace pocos años, ha tomado tal desarrollo en nuestros
ciudades, que los médicos que en ellas ejercen, se sorprende del
casi continuo triste hallazgo del bacilo de Koch en las bronquitis
crónicas que tienen que tratar”185
La atención a esta situación se concretó con la
creación en la capital del departamento, del dispensario
antituberculoso adonde llegaban los infectados de
diferentes regiones, por lo general gentes pobres
que acudían a los servicios que allí se prestaban de
manera gratuita. Ante la gran afluencia de enfermos
el dispensario resultó insuficiente ya que solo contaba
con un médico y los recursos tecnológicos eran escasos;
en 1945 se propuso la creación de dispensarios en San
Gil y Barrancabermeja aprovechando los recursos de
la Tropical Oil para esta última. Otro medida que se
estipuló fue la relacionada con campañas educativas,
visitas domiciliarias y el programa de las colonias
vacacionales para la enseñanza de hábitos higiénicos,
alimenticios y atención médica para los escolares.
El proceso de colonización que se llevó acabo
progresivamente hacia el valle del Magdalena medio, hizo
185  Anales de la Asamblea de Santander. No. 471. Bucaramanga, Abril
24 de 1934. 149p.

166
Colección Escuela de Historia 25 años

evidente la intensificación de diferentes enfermedades


tropicales como el paludismo que azotó a municipios
como San Vicente, Rionegro y los corregimientos de
la línea del ferrocarril de Puerto Wilches. En las hoyas
hidrográficas de los ríos Carare y Opón se presentaban
casos de fiebre amarilla por lo que se hizo necesario
el establecimiento de las comisiones sanitaria en
Landázuri, San Vicente y Vélez con objeto de dar servicio
de sanidad a los colonos de la región de dichas vertientes
e instruirlos en el modo de construir sus viviendas y en
la forma de defenderse de los rigores del clima. Esta
problemática de salud pública fue atendida en parte
por la “Misión Rockefeller” que en 1942 envío una
comisión vacunadora para complementar los esfuerzos
del gobierno departamental en este sentido, pero ante
la movilidad de la población siempre quedaban grupos
de personas sin inmunizar y particularmente expuestos
a la enfermedad.
El mismo año se registraron epidemias de
fiebre petequial en Zapatoca, Betulia y en la Vereda
de Mérida, jurisdicción de San Vicente; el agente
patógeno causante fue un esporozoario cuyo vector más
conocido era una garrapata denominada “Amblyomma
cajennese” y la cuesca “Ornithodorus venezuelensis”, las
condiciones antihigienicas de las viviendas propiciaron
la abundancia de estos parásitos. En los municipios
de El Hato y Guavatá se registraron epidemias de
fiebre tifoidea que fueron atendidas con el suministro
de vacunas desde los centros de higiene del Socorro y
Vélez186.
Las enfermedades gastrointestinales fueron
generadas especialmente por problemas de saneamiento
básico ya que según el censo nacional de edificios
186  Informe del Visitador de los Centros de Higiene al Secretario de
Gobierno EN: Informe del gobernador de Santander a la Asamblea De-
partamental. Bucaramanga Imprenta del Departamento. Bucaraman-
ga, Imprenta de Departamento, 1942. 42-43 p.

167
Colección Escuela de Historia 25 años

de 1938, para Santander de las 26.517 edificaciones


urbanas, 11.451 no tenían servicio sanitario alguno y de
los 93.186 construcciones rurales, 90.209 carecían de
todo servicio sanitario, es decir de un total de 119.703
construcciones, 101.660 no disponían de servicio. Este
dato es especialmente revelador de la magnitud del
problema del saneamiento domestico y de la necesidad
de procurar el saneamiento del suelo, hacer inspección
domiciliaria, proteger las fuentes de abastecimientos de
aguas, emprender la lucha antilarvaria y antiparasitaria,
así como una labor educativa higiénica en todas sus
fases, mejorar e higienizar las viviendas, inspeccionar
alimentos, realizar la vacunación preventiva, levantar
encuestas epidemiológicas labor que se debía realizar
a través de los 12 centros de higiene existentes en 73
municipios del departamento.
Según los diputados Álvaro Ortiz Lozano,
Nicolás Gutiérrez, Eliseo Márquez Forero, José
Chalela y Pedro Manuel Arenas “hay Departamentos
como Antioquia, Caldas, Atlántico, Valle del Cauca que gastan
$500.000 y $600.000 anuales en asistencia social o sea el 10%
y el 15% de sus rentas, y Santander gasta solo $86.000 o sea
el 1.5%, siendo este porcentaje el más bajo de Colombia, lo que
explica que el de mortalidad sea el más alto de todo el país”187. Es
decir, gran parte de la problemática se centraba en la
disponibilidad de presupuesto, que para el visitador de
los centros de higiene Pedro Jiménez Martínez radicaba
principalmente en “la absoluta indiferencia con que miran
los concejos municipales los problemas de higiene y asistencia
pública. En la ejecución de los presupuestos se asignan porcentajes
bajísimos a los ramos de higiene y beneficencia. Debiera estudiarse
la manera de obligar a los Municipios a sostener servicios
permanentes de higiene y a emprender sin demora la ejecución
de obras tan sencillas como el funcionamiento de un servicio de

187  Anales de la Asamblea de Santander. Bucaramanga, Mayo 16 de


1940. 91p.

168
Colección Escuela de Historia 25 años

recolección de basuras y su adecuada eliminación”188. Por ello


se consideraba que además de crear una conciencia
sanitaria en la población, se debía iniciar por impulsarla
en las autoridades locales.
En aquellos municipios donde existían centros
de higiene, estos asumían el arrendamiento del local y
algunos sufragaban el pago de inspectores y enfermeras
auxiliares. Para el año de 1944 por ejemplo, el costo
de las campañas sanitarias en Santander fue de
$267.400 de los cuales la nación aportó $147.000, el
departamento $80.000, los municipios $38.600, y la
Junta de Asistencia Social $1.800189
Frente a la amenaza de las enfermedades
venéreas especialmente “blenorragia y sífilis” se
emprendió desde 1932 una campaña por parte del
gobierno que tuvo éxito en Bucaramanga, no obstante
se hizo necesario extenderla a otros municipios como
Socorro y especialmente en el Magdalena medio con
la creación de la Unidad Sanitaria en Barrancabermeja.
En el caso de la capital del Departamento, se estableció
un dispensario antivenéreo que operaba de manera
similar al antituberculoso. Con la vacunación y las
obras de saneamiento el gobierno departamental le
hizo frente a enfermedades como la viruela, la difteria,
el sarampión y la tos ferina.
Teniendo en cuenta el alto índice de mortalidad
infantil en Santander, se estableció el programa de
enfermeras visitadoras que operaban desde las
unidades y las comisiones sanitarias, y su misión se
centraba en acercarse a las madres gestantes para
orientarlas en cuanto a su cuidado y el del recién nacido
188  Informe del Gobernador de Santander, Arturo Santos a la Asam-
blea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1943. 117p.
189  Informe del Secretario de Gobierno Gustavo Gómez Hernández al
Gobernador de Santander Arturo Santos. Bucaramanga: Imprenta del
Departamento. 1944. 47p.

169
Colección Escuela de Historia 25 años

o para atenderlas llegado el caso190. También para la


protección infantil, se establecieron en todos los centros
de salud, el consultorio para el niño sano que realizaba
una labor más preventiva, y el consultorio para el
niño enfermo que atendía todo tipo de enfermedades
especialmente las trasmisibles que azotaban a esta
población. Para la niñez entre 7 y 14 años, existía el
programa de medicina escolar que si bien tenía como
meta convertir las escuelas en un lugar sano y agradable,
pasaba por no pocas dificultades ya que solo podía llegar
de manera escasa y deficiente a algunos municipios y de
ello da cuenta el Visitador de los Centros de Higiene
en Santander Pedro Jiménez Martínez en 1942 : “los
datos estadísticos sobre estado físico de los escolares visitados
son tan deficientes que es imposible poder hacer una estimación
aproximada. Pero, en general puede afirmarse que el número
de niños desnutridos, anémicos, parasitados, con defectos o
deformidades, con caries dental, palúdicos, pianosos, heredo-
específicos, y pretuberculosos es muy grande. Los tratamientos
han sido muy escasos, sin continuidad y suministrados la mayor
de las veces sin discernimiento y base científica necesaria, todo
se limita, especialmente en las escuelas rurales a una simple
repartición de purgantes vermífugos, que coincide para muchos
niños con la extracción de algunas piezas dentarias dañadas, en
el término presuroso de una visita anual”191.
Otro de los proyectos destacados en Santander,
estuvo relacionado con la campaña antialcohólica. Se
tenía el convencimiento que las bebidas populares como
la “chicha” y sobre todo el “guarapo” por el carácter y
el temperamento del santandereano, se constituían
en el “más grave peligro y la más directa incitación
a la delincuencia y para la raza el más alarmante
190  Informe del Secretario de Gobierno al Gobernador de Santander.
Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1946. 128p.
191  En: Informe del Gobernador de Santander, Arturo Santos a la
Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1942. 113-114p.

170
Colección Escuela de Historia 25 años

coeficiente de degeneración moral y física”192. Se hacía


evidente en las alocuciones públicas, la insistencia en la
degeneración de la raza y su relación con el consumo de
bebidas fermentadas; no obstante las campañas contra
el consumo de este tipo de bebidas que se hicieron
frecuentes en los años treinta y siguientes, las medidas
restrictivas parecían insuficientes.
A lo expuesto anteriormente se sumaba el
consumo de licores de contrabando que era superior a
la del consumo de los gravados, lo que diezmaba las
rentas departamentales, y como refería el Gobernador
Alfredo García Cadena en 1930: “mientras la vida fiscal del
Departamento tenga como soporte principal la explotación del
vicio, las medidas restrictivas no corresponderán al saludable
espíritu de la legislación”193. Fue así como él mismo en
1938 logró eliminar el guarapo como recurso fiscal del
departamento con miras a acabar con la “costumbre
perniciosa para la salud del pueblo”.

192  Anales de la Asamblea de Santander. No. 530. Bucaramanga,


Marzo 5 de 1936. 13-14p.
193  Informe del gobernador de Santander a la Asamblea Departa-
mental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1930. 7p.

171
5. DESARROLLO
ECONÓMICO
Colección Escuela de Historia 25 años

L
a consolidación del sistema urbano regional
entre 1930 y 1945 fue un proceso que creó
las condiciones para la generalización de
las relaciones mercantiles y salariales a través de una
estructura manufacturera concentrada en Bucaramanga,
que introdujo la maquinización tanto en la producción
de alimentos, las industrias cervecera, tabacalera y
metalmecánica posibilitando de paso, la creación de
mercados locales y regionales. Lo anterior, unido a la
industria extractiva del petróleo en Barrancabermeja,
generaría un acelerado proceso de urbanización y
semi-industrialización focalizadas en dichas ciudades,
configurando con el resto de poblaciones intermedias,
la red urbano – regional como centros funcionales
de consumo de bienes y servicios. En este sentido se
pueden señalar, los siguientes procesos:
*Proceso de transversalización: se da la ruptura
del eje territorial sur – norte en el sentido de la Cordillera
Oriental y a la principal vía, Bogotá – Barbosa –
Bucaramanga. El desarrollo adquiere sentido transversal
Oriente – Occidente por la industria del petróleo, que
induce fuertes migraciones hacia Barrancabermeja,
desde Zapatoca, Lebrija, San Vicente y Rionegro. La
apertura de la carretera Bucaramanga – Barranca y la
del Carare, así como la culminación de la vía férrea a
Puerto Wilches, permitieron la integración económica

175
Colección Escuela de Historia 25 años

y la articulación de mercados interregionales a nivel


nacional.
*La expansión de la frontera agrícola: a la par
con el proceso de colonización de los ríos Guayabito,
Lebrija, Carare y Opón; que dio impulso a la ganadería,
y a los cultivos de café y cacao.
*Fortalecimiento de San Gil y Barbosa como
centros intermedios articulados a actividades
comerciales y de servicios como resultado de la
apertura de la carretera Bucaramanga – Bogotá, con
la consecuente pérdida de importancia económica y
poblacional de Socorro y Vélez.
*Surgimiento de una red urbana regional:
conformada por las principales cabeceras
municipales (San Gil, Socorro, Barbosa, Málaga, y
Barrancabermeja) que gravitaban alrededor de la capital
del Departamento194.

5.1 La Industria
Desde los años 30 se empieza a desarrollar un
amplio proceso en la estructura productiva nacional,
con procesos de urbanización y generalización de una
producción propiamente capitalista. Las situaciones
de política económica internacional condicionaron
ciclos tanto de crisis como de recuperación y se
consolidó en el país el modelo político que, a través del
Estado, daría cause a intereses económicos y alianzas
políticas tendentes a favorecer una rápida acumulación
industrial.
En este contexto Bucaramanga empieza a
incursionar en la actividad manufacturera. Sin embargo,
194  SANTANDER NUESTRO DEPARTAMENTO. Bucaramanga: Centro
de Estudios Regionales CER – UIS, 1999. 143-146p.

176
Colección Escuela de Historia 25 años

mientras en Bogotá, Medellín y Calí, al despegar con


fuerza la industrialización al amparo de las políticas
proteccionistas, de la ampliación del mercado interno
y de coyunturas externas favorables desaparecen la
mayoría de las actividades atrasadas, en Bucaramanga
las nuevas actividades parecen insertadas sobre su
tradición artesanal. El proceso se observa con claridad
en la fabricación de cigarros, actividad domestica que se
trasladó al ámbito de la pequeña empresa, conformando
un sistema semifabril que convivió, durante mucho
tiempo, con la producción familiar o fabriquines. Las
pequeñas fábricas de cigarros y las que aparecen en el
sector de alimentos (La Constancia, Fideos Gavassa,
Harinera Santander, Gaseosas Hipinto…) no desplazan,
entonces, las actividades artesanales más tradicionales,
como la fabricación de sombreros, curtiembres, la
carpintería en pequeña escala, el trabajo en oro y plata y
algunas empresas familiares de velas195.
La industria cigarrera del departamento,
consolidada desde fines del siglo XIX, sufrió una dura
crisis hacia 1930 a raíz de la política de establecer tarifas
diferenciales para el tabaco en rama y elaborado para
cada región del país con el propósito de estimular
la producción de cigarros y cigarrillos en todo el
territorio nacional, medida que lesionó los intereses
de los propietarios de fabricas y fabriquines quienes
abastecían el mercado nacional y que con tal medida
se vieron obligados a disminuir la producción con
el consecuente despido de obreras y hasta el cierre
definitivo de estas empresas - solo en Bucaramanga de
471 fabriquines en 1927 se redujeron a 152 en 1932 -. La
anterior situación fue acompañada de la introducción
de la mecanización en las actividades tradicionalmente
artesanales en el proceso de elaboración del tabaco
y al hecho de que la empresa antioqueña “Compañía
195  VALDIVIESO, Susana. Entorno Cercano a la UIS. En: Revista Hu-
manidades Edición Especial. Bucaramanga, Marzo de 1998. 6p.

177
Colección Escuela de Historia 25 años

Colombiana de Tabaco” compró en 1929 la Fábrica


de Villamizar Hermanos empezando a controlar o
monopolizar el mercado.
Aunque al amparo de las políticas proteccionistas
de los años treinta, de la expansión del mercado interno
y de las coyunturas internacionales favorables para la
industrialización del país, Bucaramanga continuaba
aferrada a su tradición artesanal, hecho que unido a
la falta del espíritu asociativo propio de la región y la
lenta apertura de vías explican en parte las razones
por las cuales, a medida que la industrialización se
fue dando a pasos agigantados en Antioquia, Valle o
Bogotá, la región perdía su lugar de importancia de
épocas anteriores y se disminuían las posibilidades de
desarrollo económico para el departamento.
Si bien la década del treinta marcó un escaso
desarrollo fabril en la capital del departamento, esta
realidad contrasta con la expansión de su actividad
comercial, el crecimiento de la industria textil
manufacturera y el fortalecimiento de industrias y
empresas comercializadoras instaladas desde finales
del siglo XIX en líneas de bebidas y alimentos - cerveza,
chocolate, dulcería, pastas, galletería, conservas,
harineras, café, productos lácteos, trilladoras -, de jabón,
fósforos, velas, industria metalmecánica, sastrerías,
carpintería y joyería algunas de las cuales llegaron
a conquistar los mercados de la Costa Atlántica y de
Venezuela.
La industria del fique mantenía una gran
actividad en la Provincia Guanentina con numerosas
fábricas que producían empaques en San Gil, Aratoca,
Mogotes, Onzaga, San Joaquín, Curití, Pinchote y
Barichara, así como en el municipio del Socorro, para
los diversos mercados del país.

178
Colección Escuela de Historia 25 años

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en


Bucaramanga no solo se abrió la posibilidad de invertir
en la industria los capitales acumulados en el comercio,
la agricultura y otras actividades, sino que se permitió
la realización de excelentes negocios a aquellos
comerciantes que el inicio del conflicto encontró con
grandes inventarios que pudieron comercializarse a
precios muy favorables dada la escalada inflacionaria
del momento, resultado combinado de la escasez de
bienes y la abundancia de reservas internacionales.
Esos comerciantes empezarán a pesar en el contexto
económico regional.
Además los cambios en la estructura de la región
asociados con el fenómeno de la violencia política
y la consecuente migración del campo a la ciudad,
favorecieron en los años siguientes, la presencia de un
alto contingente de mano de obra barata que ayudó
al impulso industrializador y consolidó la creciente
urbanización de la economía. La creación del Instituto
de Fomento Industrial IFI y el apoyo estatal a la
sustitución de bienes intermedios y de capital pueden
citarse también como factores que contribuyeron a
la incursión del capital bumangués en muy diversos
sectores de la economía durante la que se denominó la
“edad de oro” de la industria bumanguesa. Lo anterior
es corroborado en una publicación de la ANDI en 1962
y citada por Susana Valdivieso donde se afirma: “podría
indicarse que el resurgimiento de una vigorosa clase empresarial
en Bucaramanga coincide con los desajustes inducidos en la
estructura de la ocupación regional – predominantemente agrícola
- por fenómenos de diversa índole, como las luchas partidistas
(violencia rural) y el deterioro de la producción del campo,
asociado al agotamiento de tierras tradicionalmente pobres y al
valor de intercambio de sus productos. El desplazamiento hasta
la capital de un número mayor de habitantes de las zonas rurales
y semirurales de Santander y la consiguiente transferencia de

179
Colección Escuela de Historia 25 años

recursos de capital y mano de obra han sido causas del rápido


desarrollo de las actividades urbanas de transformación y
servicios”196.
En la década del 40 Bucaramanga vio crecer
importantes proyectos como la organización de la
Central Hidroeléctrica del río Lebrija en 1941 y el
desarrollo de la industria metalmecánica; sobresalen a
finales de la década industrias como: Pastas Gavassa,
de Edmundo Gavassa, Conservas la Constancia de
Martínez Villalba-, Gaseosas Hipinto, Cervecería
Clausen, Ropa el Roble, Compañía Santandereana de
Grasas, Manufactura Santandereana de Cigarrillos
-luego sería la Nacional de Cigarrillos, Damton Buxton
–fabrica de artículos en cuero-, Fábrica de Hilados
y Tejidos de Algodón, Trefilco, Famagrin, Ladrillera
Bucaramanga, Hilanderías del Fonce, Forjas de
Colombia y Taxader entre otros.
La Industria manufacturera habría de presentar el
siguiente comportamiento por renglones de producción
según el censo realizado entre 1944 y 1945:

Tabla 9. Producción Manufacturera en Santander 1944 –


1945.

NUMERO
PRODUC-
INDUSTRIAS % ESTABLECI-
CIÓN
MIENTOS
Alimentos $ 7.338.235.00 22.1 211
Papel 10.206.00 1
Artes Gráficas 293.813.00 0.9 17
Caucho 151.313.00 0.5 3
Bebidas 1.440.933.00 4.3 25
Cueros 1.718.979.00 5.2 86

196  VALDIVIESO, S. Op. Cit., 9p.

180
Colección Escuela de Historia 25 años

Derivados del
11.171.144.00 33.6 1
Petróleo
Instrumentos
Precisión - 390.480.00 1.2 15
Joyería
Maderas 537.234.00 1.6 36
Metalurgia 315.921.00 0.9 25
Minerales no
1.101.581.00 3.3 34
Metálicos
Químicas y
1.025.920.00 3.1 18
Farmacéuticas
Tabaco 4.341.171.00 13.1 133
Textiles 2.111.569.00 6.4 138
Vestido 1.158.989.00 3.5 51
No clasificadas 999.566.00 0.3 2

Total $33.207.054.00 100 796

Fuente : Anuario Estadístico de Santander – 1946. 29p.


Adaptado Investigadores

Para 1945, se puede encontrar la siguiente


distribución territorial de la industria manufacturera
en Santander:

181
Colección Escuela de Historia 25 años

Tabla 10. Industrias en Santander - 1945

No. Es-
CIUDAD tableci- ACTIVIDAD (rama)
mientos
Industria licorera, fábrica de
Bucara- cervezas y bebidas La Esperan-
282
manga za, Fábrica de alimentos, dulces
y jabones.
Pequeñas fábricas de cigarros y
Girón 3
cigarrillos.
Fábrica de grasas, aceites vege-
Barbosa 6 tales y materiales de construc-
ción.
Manufactura de sombreros, ci-
Barichara 10 garros, cotizas, y empaques de
fique.
Exploración y explotación de
petróleo, refinería de petróleo,
Barranca- fábrica de hielo, gaseosas, con-
31
bermeja fecciones, calzado, jabones y
fabricación de materiales para
construcción.
Manufactura de empaques de fi-
Curití 55 que y cordelería, además existen
200 talleres de tejido de fique.
Talleres para fabricación de
muebles, vestidos y empaques
Charalá 7
de fique. Una fábrica de gaseo-
sas y curtiembres.
Pequeñas fábricas productoras
Lebrija de alimentos y de materiales de
construcción.
Pequeñas fábricas (unidades fa-
miliares) de bocadillos y conser-
Mogotes 36
vas de guayaba, fabricación de
empaques y sombreros de paja.

182
Colección Escuela de Historia 25 años

Fabricación de empaques de fi-


Oiba
que.
Palmar Fábrica de telares.
Fábrica de cigarrillos, panela,
Piedecuesta 51
cotizas.
Fabricación de empaques de fi-
que, molino de maíz, trilladoras
San Gil 65 de café, fábrica de cotizas, con-
sorcio industrial para fabrica-
ción de cables e hilazas de fique.
Pequeña fábrica de confites y
dulces, confección de camisas,
Socorro 50
fabricación de gaseosas, talleres
de zapatería y chircales.
Textiles: fábrica que produce
8.200 yardas de tela semanales
Suaita 2 y emplea 400 obreros. Fabrica-
ción doméstica de sombreros de
caña y cotizas.
Pequeñas fábricas de conservas
Vélez 11 y dulces. Talleres de confección
de vestido y calzado.
Pequeñas fábricas de cigarros,
Zapatota 17 artículos de pauche, sombreros
de nacuma, una fábrica de vinos.

Fuente: Informe de la Contraloría General de la


República, 1957. En: Santander, Nuestro Departamento. Op.
Cit., 144p.

Entre los principales productos que se exportaban


desde Santander se encontraban: petróleo, cueros,
tabaco en rama, panela, miel, sacos de fique, licores
y alcoholes destilados, cigarros, cigarrillos, lociones,
yeso, cemento, sarrapia, café, aceite de copaiba y
balata197.
197  Anuario Estadístico de Santander – 1946. Bucaramanga: Impren-
ta del Departamento. 39p.

183
Colección Escuela de Historia 25 años

Industria Petrolera
Se constituía en el más importante renglón de la
economía santandereana por el beneficio que aportaba
a los recursos fiscales, la gran demanda de brazos y
mejores salarios que ofrecía este sector. Para 1938
existían varias concesiones en Santander a cargo de
las siguientes empresas: en Lebrija y Girón la Sociedad
Colombiana de Petróleos, en Rionegro el Sindicato de
Inversiones, en San Vicente, Barrancabermeja y Betulia
la Tropical Oil Company, en Lebrija y Puerto Wilches
Socony Vacuum Oil Co, y en Bolivar las compañías
Consorcio Minero Nacional, Evaristo Obregón Arjona,
Compañía de Petróleos del Carare, la Sociedad Nacional
del Carare, y la Compañía de Petróleos Shell198.
Para el caso de la Tropical Oil Company explotaba
una extensión de 519.858 hectáreas y mantenía en
operación 813 pozos. Esta empresa llegó a constituir
en torno al distrito petrolero lo más cercano a una
ciudad con energía eléctrica, agua potable, frigorífico,
comisariato, casinos, hospital, servicio telegráfico y
telefónico, clubes de recreación, barrios para obreros
y para directivos. La producción de petróleo en
Barrancabermeja desde 1921 hasta 1937 había sido de
195´769.980 barriles por un valor de $145´690.523,
valor que aportó para la nación $6.568.409.72, para el
Departamento de Santander $7.243.959.52 y para el
Municipio de Barrancabermeja $726.965.42 durante el
mismo lapso de tiempo.

198  Informe del Gobernador de Santander Alfredo Cadena D´Costa


a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1938. 33-34p.

184
Colección Escuela de Historia 25 años

5.2 Impulso a la Agricultura, Ganadería


y Minería
Para el periodo que nos ocupa, Santander
enfrentaba serios problemas en materia de desarrollo
agrícola, así lo dejaba entrever el Secretario de
Gobierno Gustavo Gómez Hernández en 1943: “Quien
investigue detenidamente la situación del trabajador campesino
de nuestro Departamento, encontrará que este soporta las peores
condiciones tanto en su vida como en las distintas formas de su
actividad, víctima de enfermedades y endemias que anulan su
vitalidad y de sistemas tradicionales de trabajo que prácticamente
eliminan el producto de su esfuerzo creador”199. Por ello, para
las diferentes administraciones departamentales, las
recurrentes crisis agrarias se constituían en verdaderos
retos que postulaban cambios radicales en las formas de
producción, introducción de maquinaria especializada,
modificaciones sustanciales en la política presupuestal,
así como mayor intervencionismo estatal.
En este sentido, una de las primeras labores
desarrolladas en materia económica por el gobierno
liberal del departamento hacia 1931, fue la de impulsar
una activa campaña en pro de la producción local,
así como de restricciones al consumo de artículos
extranjeros. Se iniciaría con un evento el 12 de Octubre
de ese año en Bucaramanga, sobre exposición de
sombreros producidos en el país200, también en la misma
fecha, se dieron varias resoluciones para la adjudicación
de baldíos especialmente en zonas de colonización.
Para los años subsiguientes se habrían de adelantar
importantes campañas gubernamentales especialmente
desde la Secretaría de Agricultura e Industria con
miras a elevar la productividad en la región, dentro
199  Informe del Gobernador Arturo Santos a la Asamblea Departa-
mental. Bucaramanga : Imprenta del Departamento, 1943. 34p.
200  Gaceta de Santander. No. 5523. Bucaramanga, Junio 5 de 1931.
169p.

185
Colección Escuela de Historia 25 años

de las que podrían destacarse: campaña del arado,


distribución de semillas, enseñanza del empleo de
diferentes clases de abonos, sanidad vegetal, campaña
hormiguicida, las granjas experimentales, impulso a la
ganadería, campos para ensayos y multiplicación de
semillas, fomento de la minería, repoblación forestal,
colonización, campaña de frutales, estudio de regadíos,
y las campañas específicas para impulsar los productos
de mayor alcance en el departamento como fique,
tabaco, café, caña panelera, algodón y cacao entre otros.

Campaña del Arado


Denominada también campaña de maquinaria
agrícola, consistía en llevar a las diferentes regiones
del Departamento, el arado para que reemplazara al
tradicional azadón, ya que en regiones como la de Vélez
“no se conocían los arados y hubo que llevarles también bueyes
y gañanes, prestarles el servicio en forma gratuita y rogarles
para que permitieran hacer una demostración”201. En 1942
se habían preparado técnicamente 582 hectáreas para
cultivo de trigo, papa, arroz, algodón, caña de azúcar,
tabaco, yuca y cebada, para lo cual se contaba con 85
equipos de laboreo de tracción animal, y dos de tracción
mecánica de propiedad del Departamento que operaban
en Bucaramanga, Piedecuesta, Málaga, Cerrito, San
Andrés, Guaca, Carcasí, Enciso, Molagavita, Miranda,
Concepción, Tona, Suratá, Matanza, Suaita, Charta,
Rionegro, Socorro, Oiba, Simacota, Mogotes, Vélez,
Puente Nacional, Chipatá, Cite y Barbosa202.
El procedimiento consistía en seleccionar los
lotes de una o dos hectáreas y con la colaboración de
201  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1941. 50p.
202  Informe del Secretario de Agricultura e Industria al Gobernador de
Santander. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1943. 130p.

186
Colección Escuela de Historia 25 años

los dueños, preparar la tierra técnicamente con arados y


rastrillos que suministraba el gobierno departamental,
enseñando pormenorizadamente la técnica a por lo
menos tres personas de cada uno de los lotes, se les
suministraba a su vez, en calidad de préstamo, la semilla
seleccionada. El acompañamiento del gobierno se debía
dar desde el proceso vegetativo hasta el beneficio, y a
pesar de no contarse con los recursos suficientes para
ampliar el proyecto, despertaría el interés de algunos
agricultores por la tecnificación de sus parcelas,
especialmente aquellos que incursionarían con cultivos
a gran escala.

Granjas Experimentales
Desde 1930 el gobierno seccional había sido
autorizado por la Asamblea Departamental para el
establecimiento de granjas agrícolas con el fin de
impulsar en la región cultivos a base de arado, rastrillo
y de más técnicas que fortalecieran la producción en el
campo. El gobierno impulsaba estos campos de ensayo
y multiplicación de semillas203 en terrenos de 5 a 10
hectáreas tomados en arriendo, con el fin de practicar
y enseñar a los campesinos el manejo de maquinaria,
empleo de abonos, tratamiento de hongos e insectos y
demás aspectos básicos relacionados con la agricultura.
Se establecieron granjas experimentales en Piedecuesta,
Vélez, Concepción, Simacota y Mogotes, a su vez, se
llevó a cabo el programa de producción de semillas
203  Uno de los más destacados sería, la “Granja de Agua Dulce”, la
cual inició como granja agrícola, pasó luego a ser una granja exclusiva-
mente para el cultivo del fique y finalmente le fue anexada el servicio
de colonia escolar de vacaciones para la enseñanza de la manufactura
del fique. Tanto esta granja como la establecida en Piedecuesta, ob-
tendrían resultados muy pobres debido a la calidad de la tierra, con-
trario a las ubicadas en Mogotes y Concepción que funcionaban con
buenos resultados. En: Informe del Gobernador de Santander Hernán
Gómez Gómez a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta
del Departamento, 1939. 19p.

187
Colección Escuela de Historia 25 años

seleccionadas para cultivos de trigo y cebada en


Concepción, Matanza y Vélez, de cacao en San Vicente
y Lebrija, y de caña en Chipatá, Puente Nacional, Cite,
Oiba, Rionegro y Enciso204.

Campaña Hormiguicida
En los climas templados y cálidos la hormiga
“arriera” se constituía en una seria amenaza para los
cultivos, por ello el gobierno departamental en 1940 se
dio a la acción con 50 máquinas e insecticidas por 34
municipios, para el exterminio de hormigueros, a su
vez se hizo necesario adelantar la labor de enseñanza
y difusión ante la imposibilidad material de solucionar
el problema a través de comisiones ambulantes de
exterminio del insecto. Dos años después, “se suspendió
la campaña en la forma como venía adelantándose y se buscó
la cooperación particular con un nuevo sistema de acción que
consiste en vender con el 40% de bonificación las máquinas y los
insecticidas, con el solo requisito, por parte de los interesados,
de firmar un compromiso encaminado a garantizar que estos
elementos no salgan del territorio departamental”205. Las
máquinas fueron ubicadas en los municipios donde
el problema fuese mayor para ser prestadas a los
agricultores de bajos recursos.

Repoblación Forestal
Si bien existía una drástica legislación en materia
de bosques, en la práctica era inoperante, pues no
establecía claramente cuáles eran las zonas que cada
204  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1941. 51p.
205  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1942, 141p.

188
Colección Escuela de Historia 25 años

municipio debía proteger, así como su inspección


y vigilancia. El comercio de leña y carbón vegetal
utilizados como combustible doméstico se constituía
en factor de destrucción de los bosques y las aguas
básicas para el desarrollo de la agricultura que en
un Departamento como Santander, haría sentir de
manera particular su efectos: “por todas partes erosiones
inmensas; la mayoría de los ríos enantes caudalosos, se han
tornado en arroyos insignificantes que se secan con dos meses
de verano; las grandes avenidas, los deslaves; el deslizamiento
continuo de las tierras, la imposibilidad del riego; la pérdida
de la energía hidráulica y la escasez cada día mayor de agua
para las ciudades..”206. Por ello, se emprendió la campaña
de reforestación que comprendía el establecimiento
de viveros y la distribución de arbolitos de especies
ornamentales, frutales y maderables en los diferentes
centros educativos del Departamento. Para 1942 se
habían impulsado 20 viveros distribuidos en varios
municipios como Bucaramanga, Concepción, Málaga,
Cerrito, Suratá, Matanza, California, Lebrija, San
Vicente, Zapatota, Mogotes, San Gil, Molagavita,
Socorro, Simacota, Suaita, Vélez, Chipatá, Enciso y
Puente Nacional.

Vivienda Campesina
En 1941 se proyectó el impulso a la vivienda
campesina y en cooperación con el Instituto de Crédito
Territorial al año siguiente se inició la campaña de su
construcción y mejora, adjudicándose 17 viviendas
mientras se construían 25 más207. Las labores se
iniciaron en Bucaramanga, Socorro, Málaga, San Vicente
y Rionegro y el proyecto incluía la solicitud de vivienda
206  Ibidem
207  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1942. 13p.

189
Colección Escuela de Historia 25 años

para la concesión de préstamos a los campesinos más


pobres.

Agricultura
La economía cafetera que convirtió al gran
Santander en gran productor del grano en el Siglo
XIX y generó importantes transformaciones en la
organización económica, la infraestructura física, las
relaciones sociales y laborales, así como una profunda
recomposición territorial en la región e interesantes
procesos de acumulación vinculados con su comercio
internacional, habría de experimentar un descenso
en la producción en las décadas subsiguientes en el
departamento, y para 1938 cuando a nivel mundial se
presentaba una sobreproducción con la consecuente
baja en los precios del grano, acentuaría esta tendencia
que llevaría a la ruina a muchos campesinos que se vieron
en la obligación de buscar otras alternativas para sobre
llevar esta crisis. Este producto agrícola, cuyo apoyo y
fomento era brindado directamente por la Federación
Nacional de Cafeteros, se cultivaba principalmente
en Rionegro, San Vicente, Matanza, Lebrija, Girón
y Albania, llegándose en 1945 a una producción de
194.055 sacos208.
Para 1935, aproximadamente 30.000 personas se
hallaban vinculadas a la producción de tabaco tanto
en los núcleos rurales como urbanos y aportaba al fisco
por concepto de impuesto, la no despreciable suma de
$10.000.000 anuales, siendo uno de los renglones más
fuertes de los presupuestos departamentales; en el caso
de Santander, el índice de producción del tabaco en
rama desde 1930 a 1946 registró un ascenso constante
que llegó al 214.1% (Ver Anexo 5) y se constituía en
el producto agrícola que mayor riqueza aportaba
208  Anuario Estadístico… Op. Cit., 24p.

190
Colección Escuela de Historia 25 años

al departamento, de ahí el interés de los diferentes


gobiernos de la época por impulsar su tecnificación con
la organización de granjas tabacaleras en las diferentes
zonas agrícolas. Pero la campaña se centraría en una
granja principalmente, la “estación experimental de
Piedecuesta” creada para fortalecer la tecnificación de
su producción, mejorar el producto y rebajar los precios
de costo del tabaco.
Uno de los principales problemas que afrontaba
la industria tabacalera radicaban el caótico régimen
tributario que regía en los diferentes departamentos, lo
que motivó a la Asamblea Departamental de Santander
a elevar al Señor Presidente de la República, Doctor
Alfonso López Pumarejo, la solicitud de un proyecto
de ley para organizar la Federación Nacional de la
Industria del Tabaco que operase de manera similar a
la Federación Nacional de Cafeteros. Se pretendía la
unificación de las tarifas y de la reglamentación para
suavizar la competencia hostil que se presentaba entre
las diferentes zonas del país en donde se cultivaba este
producto209.
Para 1942 la situación seguía siendo grave pues
la industria tabacalera de Santander no podía seguir
soportando los elevados tributos sobre consumo de
tabaco establecidos en otras zonas del país por lo que
varias fábricas anunciaban cerrar definitivamente210. La
reacción de la Asamblea Departamental frente a este
panorama fue impulsar la creación de la Cooperativa
Tabacalera de Santander, la cual vendría a aliviar en parte
la crisis de este renglón de la economía santandereana.
El fique sería otro de los productos que más
interés despertaría en el gobierno departamental
209  Anales de la Asamblea Departamental. No. 496. Bucaramanga:
Imprenta del Departamento, 1935. 92p.
210  Anales de la Asamblea. No. 799. Bucaramanga: Imprenta del De-
partamento, 1942. 1151p.

191
Colección Escuela de Historia 25 años

por la importancia que tenía para la producción de


manufactura especialmente de empaques en varias
zonas de Santander. El apoyo a este ramo se prestó por
medio de viveros establecidos en algunas granjas de los
Municipios de Mogotes, Lebrija, y Puente Nacional por
medio de la introducción de maquinas desfibradoras y
telares y demás elementos para mejorar la producción
industrial211. Las principales dificultades estaban en
las condiciones de los suelos escogidos así como en el
tratamiento de la fibra que se seguía haciendo de manera
tradicional por lo que no resistía la competencia de
otros departamentos y a pesar de que en 1940 con apoyo
gubernamental se había creado la Cooperativa Fiquera
de Santander, vigorizándose la producción, problemas
administrativos y de mecanización de la misma hicieron
que cinco años más tarde entrara en crisis llegando
a su disolución. Otro esfuerzo gubernamental para
industrializar la fibra de fique, se dio con la creación en
1944 del “Consorcio Industrial de Santander” - iniciaría
labores con un capital de $600, de los cuales $500 los
aportaría el Departamento y $100 los particulares
-, encargado del montaje de una fábrica de tejidos de
este producto en San Gil y de la planta extractiva de
grasas vegetales de Barbosa la cual encontró obstáculos
para su producción debido a los pocos cultivos de la
higuerilla, lo que obligó al consorcio a importar semillas
del Brasil para ser distribuidas gratuitamente entre el
campesinado212.
Aunque se hicieron varios intentos para
el establecimiento de cultivos de caña de azúcar
en Santander, los resultados fueron bastante
desalentadores pues como afirmaba el Gobernador
211  Informe del Gobernador de Santander Alfredo Cadena D´Costa
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1938. 30-31p.
212  Informe del Gobernador de Santander Arturo Santos a la Asam-
blea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1944. 7p.

192
Colección Escuela de Historia 25 años

Benjamín García Cadena para 1942: “La caña de azúcar es


un cultivo de tierras cálidas y en ella su desarrollo vegetativo es
completo en solo doce meses. En Santander se cultiva en todos los
climas con el resultado de que se tarda para llegar a su madurez,
un tiempo que representa dos o tres veces el normal; además,
es de todos conocido el empirismo absoluto que predomina en
su cultivo, pues no se labra la tierra, no se riega, no se abona y
son escasos los cuidados culturales; de éste modo son bajísimos
los rendimientos, la caña no da sino un corte , y el negocio es, en
fin, solamente sostenible por el tipo de agricultor que no hace
cuentas”213; sería la caña panelera la que representaría
un importante renglón de la economía departamental
llegándose en 1938 a 1.900 instalaciones para la
fabricación de panela, especialmente en los municipios
de Piedecuesta, Socorro y Vélez. Para 1945 el número de
trapiches en el departamento era de 2.020 movidos en
su gran mayoría por fuerza animal, que produjeron para
ese año 48.702.600 kilos de panela, concentrándose la
producción principalmente en Charalá, Floridablanca,
Valle de San José, Girón y Piedecuesta como primer
productor con cerca del 23% del total, esto es, 10.952.000
kilos de panela anual214.
Siendo Santander el mayor productor de Cacao
del país, para las décadas del treinta y cuarenta
pasó a un séptimo lugar a nivel nacional a causa del
notorio descenso en su producción ocasionado por
la presencia de enfermedades en las plantaciones y
el desconocimiento de las formas de tratarlas. No
obstante esta situación, el departamento presentaba
condiciones prometedoras para el cultivo relacionadas
con el alto precio del fruto, el hecho de tener un mercado
seguro dentro y fuera del país y por la circunstancia del
terreno de las zonas cacaoteras a una altura mayor de
500m. Para 1942 la Secretaría de Agricultura plantó en
213  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena.
Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1941. 137p
214  Anuario Estadístico de Santander – 1946. Bucaramanga: Impren-
ta del Departamento. 25p.

193
Colección Escuela de Historia 25 años

los municipios de San Vicente, Rionegro y Lebrija 36


semilleros con variedad “criolla,” que era la de mayor
precio y mejor aceptación en el mercado, se renovaron
cultivos y trataron con caldo bordelés - solución de
sulfato de cobre y cal - numerosas plantaciones como
medida defensiva contra las afecciones comunes en las
zonas de cultivo. Con la intensificación de campañas
como esta se pretendía obtener una producción anual
de 8.837 arrobas que vendidas al precio de ocho pesos ($
8.00) representaría un nuevo aporte para la economía
departamental de $ 70.696.00 anuales215.
Otros productos que fueron objeto de la
atención del gobierno departamental fueron el trigo
en la provincia de García Rovira con programas de
maquinización y selección de semillas; los frutales de
tierra fría en municipios como Matanza, Zapatoca,
Málaga, Concepción, Molagavita, Cerrito, Enciso y
Vélez con programas de viveros; el arroz que se producía
en municipios de Lebrija, Puerto Wilches, Simacota,
Guadalupe, Chima y Barrancabermeja a donde se
llevaron semillas seleccionadas de los mejores arrozales
de Armero y también se instalaron algunas piladoras.

Ganadería
En el departamento se contaba para el fomento
de esta actividad económica con entidades como el
Fondo Ganadero de Santander, entidad autónoma y
el Fondo Rotatorio de Fomento Agrícola y Ganadero
dependiente de la Secretaría de Agricultura e Industria.
Para la década del cuarenta el plan de fomento ganadero
se concentró en las siguientes acciones:
• El suministro de 4.000 vacas a pequeños
propietarios, arrendatarios y vivientes a precio de costo
215  Ibidem, 133- 134p.

194
Colección Escuela de Historia 25 años

• Venta de ganado a precio de costo y con facilidad


de pago con propósito de cría.
• Mejoramiento de las razas: compra de 300 o
más reproductores para repartirlos entre los criadores
de ganado que incluía ejemplares importados de pura
sangre.
• Establecimiento del servicio de monta
ambulante y de estaciones zootécnicas en Charalá,
Chima, Suaita, Mogotes, Bucaramanga, Jesús María,
Concepción y Socorro donde además se prestaban los
servicios de vacunación y se hacían la demostración
de los beneficios de los silos y estercoleros para el
aprovechamiento de forrajes y abonos
• Fundación de una granja experimental caprina.
• Compra de 100 lechones de raza para venderlos
exclusivamente a los campesinos.
• Campaña garrapatizida: construcción de
tanques y bañaderas para combatir la garrapata y el
nuche.
• Almacenes seccionales donde se vendían a bajo
costo insumos y demás medicamentos veterinarios.

Para 1945 los principales municipios con


producción de vacunos eran Barrancabermeja, Bolivar,
Charalá, Jesús María, Lebrija, Puerto Wilches, San
Vicente y Vélez que sumado al resto de centros
productores llegaron en ese año a un total de 427.919
cabezas de ganado. En cuanto a ovinos se destacaban
Albania, Cerrito, Guaca, Onzaga, y San Andrés.
Porcinos principalmente en Aguada, Barichara, Bolivar,

195
Colección Escuela de Historia 25 años

La Paz, San Andrés, San Vicente y Vélez, en tanto que la


producción de caprinos se concentraba en Capitanejo,
Cepitá, Los Santos y San Miguel216.

Minería
Teniendo en cuenta el abandono en que se
encontraba este reglón de la economía, la atención
a esta actividad desde el gobierno departamental se
encaminó en crear hacia 1940, una sección dependiente
de la Secretaría de Agricultura e Industria con miras a
fomentar la metalurgia lo que originó el establecimiento
de laboratorios de química para la fundición y análisis
de minerales como oro, plata, platino, hierro y zinc, de
tierra y de materias primas para la industria (cemento,
cal, arcilla ), análisis de leches y producto de origen
vegetal y de alcoholes, petróleo y carbón217.
Dos años después fue acondicionado el
laboratorio metalúrgico para fundir el oro producido en
las minas de Santander, pues hasta entonces debía ser
remitido a Bogotá o Medellín para su fundición lo que
resultaba poco práctico y costoso para los mineros. Así
mismo se proyectó la construcción de una planta para el
beneficio de los concentrados auríferos que se estaban
desperdiciando en las minas de California.

5.3 Economía Solidaria


Con la intención de resolver problemas de índole
social, surgió la Ley 134 de 1931 que autorizó la creación,
fomento y difusión de diferentes clases de trabajo
216  Anuario Estadístico de Santander – 1946. Bucaramanga: Impren-
ta del Departamento. 26p.
217  Informe del Gobernador de Santander Hernán Gómez Gómez a
la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta Departamental,
1940. 21p.

196
Colección Escuela de Historia 25 años

asociado, en adelante, las asambleas departamentales


y los concejos municipales quedaron facultados para
fomentar a través de subvenciones, exenciones o rebajas
de impuestos, préstamos en efectivo, acceso a terrenos,
locales, dentro de su jurisdicción, a todos aquellos
ciudadanos que se asociaran en cooperativas218. De esta
manera, se dotaba a los trabajadores de los instrumentos
que les habrían de facilitar y mejorar su nivel de vida
a la vez que se debilitaría el sistema tradicional que
enriquecía solo a los intermediarios.
A partir de allí, se creó en Santander la Sección
de Cooperativas la cual estaba adscrita a la Secretaría
de Agricultura e Industria y a través del Fondo Rotario
de Cooperativas, el gobierno departamental empezó
a auxiliar aquellos proyectos de inversión que lograsen
garantizar la suma prestada. El crédito se concedía
por un plazo no mayor a un año generalmente, sobre
la prenda industrial o agraria, descuento de letras o de
pagarés a cargo de socios solventes, muebles y enseres
de las oficinas, entre otros, con un tipo de interés del
4% anual.
Para 1940 existían en el Departamento 11
cooperativas debidamente legalizadas, pero dos años
más tarde se hallaban operando solo 8 de ellas: La
Cooperativa Panelera de Santander, La Cooperativa
Fiquera de Santander, La Cooperativa de Producción de
Alpargatas del Socorro, La Cooperativa Santandereana
de Tránsito -Copetrán-, La Cooperativa de Consumo
del Sindicato de Automovilistas de Santander, La
Cooperativa del Ferrocarril de Puerto Wilches, La
Cooperativa de la Federación Santandereana de
Empleados, y por último, La Cooperativa de Calzado
de Santander.

218  Anales de la Asamblea de Santander. Bucaramanga. Marzo, 14 de


1934. 45p.

197
Colección Escuela de Historia 25 años

• Cooperativa Panelera de Santander: inició


labores en agosto de 1940, operaba en la Provincia
de Soto y controlaba aproximadamente el 75% de
la producción de panela en el Departamento. Para la
época tenía agencias de compras en Bucaramanga,
Piedecuesta y Rionegro, y de ventas en Barranquilla,
Cúcuta y Pamplona219.
• Cooperativa de Producción de Alpargatas
del Socorro: Creada en noviembre de 1937, su misión
principal era conseguir grandes contratos de su producto,
para luego repartir el trabajo entre sus socios a quienes
semanalmente se les pagaba su jornal ordinario. Para
1942 por ejemplo, el Fondo Rotatorio Departamental le
consiguió un contrato con el Ministerio de Guerra para
la fabricación de 50.000 pares de alpargatas. Una de las
principales dificultades de esta cooperativa, estaba en
contrarrestar lo que era considerado como competencia
desleal de algunos empresarios privados que utilizaban
la mano de obra de las cárceles.
• Cooperativa Fiquera de Santander:
Organizada por el gobierno departamental en Curití
hacia 1940 con el fin de contrarrestar la crisis ocasionada
a finales de 1939 por la caída de los precios de los sacos,
así como para frenar el abuso de los intermediarios
sobre los productores de fique que vivían generalmente
en condiciones de pobreza. Inmediatamente después de
su constitución, la cooperativa logró elevar los precios
a la vez que el gobierno departamental dotaba a los
socios de hiladoras mecánicas con grandes facilidades
de pago, y realizó algunas exportaciones a Costa Rica,
Venezuela, y Ecuador220.
219  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena a
la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamen-
to. 1942, 163-164p.
220  Informe del Gobernador del Santander Hernán Gómez Gómez a
la Asamblea del Departamento. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento. 1940, 27p.

198
Colección Escuela de Historia 25 años

• Cooperativa Santandereana de Tránsito


-Copetrán -: Ante la abundancia de carros superior a las
necesidades, se suscitó la más cruda competencia que
habría de arruinar a muchos transportadores, por ello,
un grupo de “choferes” santandereanos se organizaron
con el fin de fijar tarifas y repartir el trabajo entre
sus socios. Así nació Copetrán, que habría de cubrir
desde finales de los años treinta todas las carreteras del
Departamento y su prestigio se extendería fuera de él.
• Cooperativa del Ferrocarril de Puerto
Wilches: Cooperativa de consumo que Prestaba
sus servicios a todo lo largo del Ferrocarril de Puerto
Wilches. Compraba artículos al por mayor y los vendía
al detal como utilidad con un recargo solo del 5%, tenía
a su vez una sección de crédito que otorgaba préstamos
a largo plazo con amortización gradual.
• Cooperativa de la Federación Santandereana
de Empleados: Impulsada por la Federación
Santandereana del Trabajo en 1940 con el fin de facilitar
el acceso a los productos de consumo de los trabajadores
del norte de la Ciudad de Bucaramanga.
• Cooperativa de Consumo del Sindicato
de Automovilistas de Santander: El Sindicato de
Automovilistas conformado por “choferes” de plaza,
venía explotando el renglón de las bombas de gasolina
hasta 1939 cuando fue liquidado y su capital se
distribuyó en partes iguales entre sus socios creándose
enseguida esta Cooperativa que seguiría explotando el
negocio de manera autónoma.
• Cooperativa de Calzado de Santander: Creada
en 1942 con 39 socios de los cuales 25 eran dueños de
taller y con un capital inicial de $2.000 y un crédito
por la misma suma del Fondo Rotatorio para el montaje

199
Colección Escuela de Historia 25 años

de una tenería. El almacén se abrió ese año con una


existencia de mil pares de calzado221.
Para 1945 seguían operando algunas de las
anteriores y aparecen nuevas como se evidencia en
el siguiente informe gubernamental : “Hoy operan en el
Departamento con patentes visos de prosperidad, la Cooperativa
Tabacalera de Santander, la Cooperativa Panelera, La Agrícola y
Ganadera de Rionegro, la Cacaotera del Carare, y la constituida
recientemente, la algodonera del Socorro. A las cuales se agregan
la de Unión Económica de Santander y la de Barbosa para los
Transportes Automotores, las de consumo de Ferrowilches y de
Bucaramanga, y la de Crédito de la Federación Santandereana
de Empleados. Se extinguió y liquidó debido a irregular
administración la Cooperativa Fiquera…, y está a punto de cesar
también la Cooperativa de Consumo de Bucaramanga por razón
de sus altos costos administrativos en proporción a la baja cifra
de su capital”222.
Con el fin de hacer que dichas cooperativas fueran
viables y suplir la falta de crédito bancario que les
imposibilitaba sostenerse por sí solas, la intervención
del gobierno departamental se hacía fundamental, por
lo que en varias de ellas poseía acciones de capital (Ver
Anexo 6). Finalizando la República Liberal se estaba
organizando la Cooperativa Triguera de García Rovira
y la Arrocera del Playón, el objetivo era encauzar la
acción gubernamental hacia la concesión de créditos a
los labriegos que decidieran realizar trabajo asociativo.

221  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena a


la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamen-
to, 1942. 161 – 168p.
222  Informe del Gobernador Alejandro Galvis Galvis a la Asamblea
Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1945.
43p.

200
6. INFRAESTRUCTURA Y
OBRAS PÚBLICAS
Colección Escuela de Historia 25 años

E
n los primeros años de la década del treinta
prácticamente se paralizó el ejercicio de la
ingeniería en el país, sólo unas pocas obras
públicas continuaron por corto tiempo.
La llegada de Franklin D. Roosevelt a la
presidencia de los Estados Unidos en 1932 y la
aplicación de su política del New Deal contra la recesión,
produjeron resultados favorables a la economía nacional
especialmente para el mercado cafetero; en el mismo
sentido el gobierno de Olaya Herrera luchó contra la
crisis y en 1931 aplicó un fuerte arancel proteccionista
a las importaciones y tomó otras medidas fiscales y
monetarias.
En lo peor de la crisis, a mediados de 1931, el
ingeniero Germán Uribe Hoyos elaboró y presentó
al congreso el primer plan nacional de carreteras (ley
88 de 1931), lo cual constituía un concepto nuevo de
tipo técnico, administrativo y económico que marcó
el comienzo de un gran impulso a la construcción de
carreteras como función del Estado. Bajo esa concepción
se siguieron haciendo las carreteras en el país durante
las siguientes administraciones liberales.
A partir de 1932 se fueron reiniciando
gradualmente algunas obras y los ferrocarriles
experimentaron una reactivación. Tales fueron los

203
Colección Escuela de Historia 25 años

casos del ferrocarril del Norte que llegaría a Barbosa


y el de Puerto Wilches – Bucaramanga; en 1934 había
ya construidos en Colombia 3.270 Kilómetros de línea
férrea.
Desde 1934 se reemprendió la construcción de
carreteras nacionales y departamentales en casi todo
el territorio; para la fecha la red de carreteras unía de
modo continuo las principales ciudades del centro del
país: Pasto, Popayán, Cali, Manizales, Medellín, Pereira,
Armenia, Ibagué, Girardot, Bogotá, Tunja, Sogamoso,
Bucaramanga y Cúcuta; también había carretera de
Cartagena a Barranquilla y a Santa Marta, pero no
existía vía terrestre, ni carreteable, ni ferroviaria del
centro del país a la costa Atlántica.
En la segunda mitad de la década del treinta,
los ingenieros del país estaban ocupados, la mayoría
de ellos en la construcción de obras públicas en lo que
se llamó “la ingeniería heroica” y que Gabriel Poveda
Ramos describe en los siguientes términos: “Quizá no
más de doscientos ingenieros vivían en la ciudades. Los otros
trescientos o cuatrocientos que había hacían un rudo esfuerzo
pues vivían en los frentes de trabajo, en campamentos constituidos
por carpas o en pequeñas casas campesinas acondicionadas
mientras trabajaban a la intemperie, manejaban personal
trabajador pero difícil, vivían sin la menor comodidad, viajaban
en mula o a caballo, laboraban sin honorarios, y sin interrupción
en climas insalubres, en el frío del páramo o en el calor tórrido,
afrontaban serios riesgos de accidentes pues casi no tenían equipo
mecánico, y hacían sus largos cálculos a mano, sin rápidos medios
de comunicación, trasladados de un confín a otro del país con
escasos auxilios médicos.”223
La activa construcción de ferrocarriles, carreteras,
puentes, sistemas eléctricos urbanos, acueductos y
223  POVEDA RAMOS, Gabriel. Historia Social de la Ciencia en Colom-
bia. Tomo V. Ingeniería e Historia de las Técnicas (2) Bogotá: Colcien-
cias. 1993. 121p.

204
Colección Escuela de Historia 25 años

alcantarillados, durante los años treinta propiciaron


la entrada al país de instrumentos desconocidos hasta
entonces en nuestro medio como la máquina calculadora
manual, la grúa de vapor, la maquina cilindradora
de vapor y diesel, el taladro neumático de operación
manual para perforar suelos rocosos, instrumentos que
permitieron acelerar los trabajos de construcción en
obras públicas; también se expandió el uso del acero
como material para construir puentes dándole mayor
confiabilidad a dichas estructuras. Además el cemento
y el concreto se constituyeron en importantes recursos
para la construcción generalizándose su uso desde
esta década.
Además de construir obras públicas de todo
tipo, los gobiernos liberales creaban o modernizaban
instituciones con miras a propiciar el desarrollo
tecnológico del país. En 1931 se había creado la Caja
Agraria y el Banco Central Hipotecario, este último sería
desde entonces un activo constructor o financiador de
vivienda urbana; en 1935 se reestructuró la Universidad
Nacional y al año siguiente se creó el servicio Geológico
y Minero y el Instituto Geográfico Militar y Catastral
Agustín Codazzi, a partir de la antigua oficina de
longitudes.
Entre 1930 y 1940 se construyeron casi 10.000
kilómetros de carreteras nacionales y otro tanto
departamentales; el número de automóviles y de
camiones en circulación había crecido a lo largo de
esas dos décadas y empezaron a llegar los primeros
vehículos de motor diesel. Esta situación trajo como
consecuencia el aumento de la demanda nacional de
llantas y neumáticos de caucho, con el consecuente
desarrollo de ésta industria en nuestro país hacia 1944.

205
Colección Escuela de Historia 25 años

6.1 Infraestructura Vial


El desarrollo económico del departamento de
Santander se ha visto limitado por las características
geográficas, propias de una topografía anclada sobre la
Cordillera Oriental, que le impone la condición de servir
de puente y paso obligado entre el interior del país, los
puertos del Caribe y Venezuela.
Inicialmente la región santandereana proyectó
un sistema vial que buscaba la comunicación con
el río Magdalena a través de los caminos de Botijas
que le daba salida a Girón y Bucaramanga hacia esta
importante vía fluvial, y al otro extremo, con la zona
aurífera de California, la Provincia de Pamplona y
Venezuela; posteriormente hacia 1867 se construyó el
camino de Paturia que sería reemplazado por la trocha
de Sabana de Torres.
Luego la línea férrea Bucaramanga – Puerto
Wilches se constituyó en el eje principal del desarrollo
local, no obstante las múltiples dificultades que
retrasaron la construcción de este ambicioso proyecto
que con una longitud aproximada de 118 Km y un
recorrido por 15 veredas de seis municipios – Puerto
Wilches, Sabana de Torres, Lebrija, Rionegro, Girón y
Bucaramanga - estableció una interconexión dinámica
del departamento desde y hacia los puertos del Caribe y
al interior del país.
Más tarde la construcción de las vías
Bucaramanga-Barrancabermeja, la del Noroeste, la
carretera del Carare, Charalá – Duitama y la de García
Rovira entre otras, complementaria la estructura
básica de soporte a la integración económica entre las
regiones y el medio de articulación de sus mercados
a nivel nacional, los cuales, junto con la iniciación del
transporte aéreo y la ampliación y el perfeccionamiento

206
Colección Escuela de Historia 25 años

de las comunicaciones telegráficas y telefónicas,


le depararían a Santander alcanzar un progreso
importante en materia de transporte y comunicaciones
que se hicieron evidentes en el periodo de la República
Liberal.
De acuerdo con los relatos de Gabriel Poveda
Ramos224, el siguiente era el procedimiento que se
llevaba a cabo en los años treinta para construir las
carreteras: primero se identificaba la necesidad de la
vía bien fuera por demandas de las regiones o como
iniciativa del gobierno, contemplada en el plan de
carretera de 1931; aprobada la idea el gobierno nacional
o departamental, decidía realizarla por su cuenta
y riesgo, casi siempre por administración directa.
Inicialmente se enviaba una comisión de trazado a la
región que guiándose por los caminos existentes, por
informaciones de los habitantes de la región, por mapas
y por sus propias consideraciones técnicas y practicas
escogía una ruta aproximada; luego se procedía a
levantar la topografía general de la ruta, valiéndose de
lienza, miras, decámetros e incluso de la observación de
las estrellas para determinar coordenadas geográficas
en los mapas y en las planchas; de ahí se pasaba a
levantar una línea poligonal para la vía, así como el
cálculo detallado del trayecto decidido finalmente de
lo cual se tomaban registros minuciosos en “carteras de
topografía”. Tiempo después, la comisión entregaba el
informe con planchas y carteras referentes a una línea
preliminar localizada en el terreno, para finalmente
tomar la topografía, dibujar una poligonal definitiva y
trazar las curvas. Las pendientes máximas permitidas
eran del 12% y las curvas más cerradas admitidas eran
de 20m de radio.
Todo el trabajo se hacía desplazándose por los
caminos o a campo traviesa, a pie o a caballo, habitando
224  Ibidem, 126- 127p.

207
Colección Escuela de Historia 25 años

en aldeas, casas campesinas o carpas, midiendo


distancias largas y aproximadas con pedómetros
y otros rudimentarios artefactos. El ingeniero se
veía demandado en este trabajo más que todo en su
condición de observador, en su habilidad para manejar
instrumentos de topografía, un poco en sus condiciones
como cartógrafo, en sus conocimientos de geología, en su
habilidad como dibujante, en su seguridad para ejecutar
operaciones aritméticas rápidas y en su preparación en
geometría plana y en trigonometría. Sus herramientas
de trabajo eran el nivel Abney, el nivel Locke, el nivel
trípode de precisión, el tránsito o teodolito, el mapa,
la brújula, la mira vertical, el jalón, los instrumentos
de dibujo, la lienza, la escala para planos y a veces la
calculadora mecánica manual.
Terminado el trazado se iniciaba la construcción,
por lo general el movimiento de tierras se hacía a mano,
con trabajadores dotados de picos, palas y otras pocas
herramientas. Casi siempre se trabajaba en una sola
dirección, en un solo frente. Unas pocas volquetas
ayudaban a mover la tierra y a transportar materiales,
equipo y personal; se carecía de motoniveladoras, palas
mecánicas y retroexcavadoras por lo que los grandes
taludes en media-ladera debían hacerse con pico y pala
lo mismo que la excavación de “cajones” o gargantas
en montañas de roca dura, casos en los cuales se usaba
dinamita con mecha y fulminante de mercurio, pues aún
no se usaba el detonador electrónico. Los “cajones” más
profundos que podían excavarse era, a lo sumo, de 20 a
25 metros de profundidad y los terraplenes más altos,
de 10 a 15 metros.
Al frente de la construcción iba la localización
en la que el ingeniero y sus ayudantes demarcaban con
estacas el terreno por donde se cortaría la “banca” de la
carretera, utilizando para tal fin las carteras de trazado
y los planos hechos previamente por la comisión de

208
Colección Escuela de Historia 25 años

trazado; los puentes y pontones hasta 20 metros de luz


se construían en concreto reforzado, los de luz mayor se
hacían en estructuras rígidas de acero ; a las quebradas
angostas no se les hacían puentes, sino una “batea”
de concreto para vadearlas y para luces del orden de
50 metros o mas se construían puentes colgantes en
madera o en acero. En el diseño de puentes, el ingeniero
debía acudir a conocimientos de hidráulica, mecánica
de suelos, resistencia de materiales, geología, diseño
de concreto y mecánica de estructuras; los puentes y
pontones, las bateas, las alcantarillas laterales y otras
obras en concreto eran llamadas “obras de arte”.
Una vez hecha la banca o explanación de la
carretera, se la afirmaba con una capa de roca triturada
y finalmente se esparcía arena y gravilla o triturado
fino (recebo) como superficie de rodadura. Nunca se
hacían túneles en carreteras por el alto costo y la gran
dificultad técnica.

6.1.1 Carreteras.
Una de las prioridades de los gobiernos liberales
fue la de impulsar la apertura de carretera con el fin
de fortalecer el mercado nacional, en un ambicioso
proyecto que terminó por desplazar a los ferrocarriles,
los cuales entraron en un lento periodo de crisis que los
llevaron a su progresiva desaparición.
En el departamento de Santander por ejemplo, el
impulso a la construcción de vías carreteables lo marcó
la creación de la Secretaría de Fomento y Obras Públicas
en 1924 y cuya responsabilidad recayó inicialmente en
las personas de Jorge Gómez Silva y Roberto Linares.
A esta dependencia quedaron adscritos los ramos de
Caminos, Salubridad e Higiene, Obras Públicas, Baldíos,
Minas y Fomento Industrial y Comercial. Disponía por

209
Colección Escuela de Historia 25 años

entonces este despacho con un equipo de ingenieros


adscrito a las vías que la administración seccional había
designado como preferenciales y que para 1925 serían:
• La Carretera de la “tahona”, en la región de
Santa Bárbara, que partíendo de Piedecuesta debería
llegar a Málaga, pasando por Guaca y San Andrés.
• La que partiendo de Bucaramanga conectaba a
San Vicente y Zapatota por el puente “El Tablazo”.
• Las Conexiones San Gil – Charalá y San
Gil – Socorro y su empalme con la de Piedecuesta –
Bucaramanga. La primera carretera construida por
la secretaría de fomento fue la vía San Gil – Charalá,
denominada “carretera Antonia Santos”con una
longitud de 37 kilómetros desde el puente de Brooklin
sobre el rió Fonce a la entrada de San Gil y terminando
en la plaza de Charalá.
• La vía Charalá – Duitama. Con esta vía se
pretendió comunicar al departamento con Boyacá por
el páramo de Virolín para llegar finalmente a la capital
de la república
• La carretera del Carare, que partiendo del
puente de la “libertad” en límites con Boyacá, pasaría por
Vélez, Landázuri, Puerto Aquileo – hoy Puerto Parra- y
terminaría frente a Puerto Berrio en el río Magdalena.
• La continuación de la carretera que saliendo
de Zapatota llegará a Socorro siguiendo la margen
izquierda del río Suárez.
• La carretera desde Galán a “San Luis” pasando
por el caserío del Carmen, que conectaría San Gil,
Charalá, Socorro, Zapatoca con Barrancabermeja. Esta
vía se dio al servicio en su totalidad en 1937.

210
Colección Escuela de Historia 25 años

• La que partiendo del sitio denominado


“Bagueche” pusiera en comunicación el nordeste del
departamento con el Ferrocarril Central del Norte,
pasando por el corregimiento de Cachirí.

Por ordenanza 34 de 1930, se creó el Consejo


Departamental de Vías de Comunicación y Obras
Públicas que presidido por el gobernador practicaba
visitas regulares a las carreteras en construcción y
propendía a la buena marcha de las mismas. Luego por
ordenanza 17 de 1931 se creó la Dirección Departamental
de Vías como dependencia directa de la gobernación
que tendría a su cargo los ramos de caminos, carreteras
y obras públicas para lo cual contaría con las secciones
técnicas, contabilidad y estadística y almacén general
bajo el control de un director.
Para la época las carreteras más importantes eran
las que comunicaban a Bucaramanga con las vecinas
poblaciones de Floridablanca y Piedecuesta, por las que
hasta entonces circulaban pocos vehículos, pues según
la oficina de estadística de Bucaramanga en 1930 solo
existían en la ciudad 112 autos de plaza, 44 de servicio
particular, 13 motocicletas, 66 carros de dos ruedas, 236
de mano y 198 bicicletas.225
La obra básica en la que se empeñaron todos los
esfuerzos de las administraciones liberales la constituyó
el proyecto de la “Carretera de Noroeste”, que recorría
de sur a norte el departamento conectando las provincias;
en esta vía se conjugaron los anhelos e intereses
regionales de estrechar los vínculos económicos,
sociales y políticos. Esta carretera penetraba por la
estación del Ferrocarril Central del Norte denominada
“La Capilla”, a cinco kilómetros de Puente Nacional
225  BAYONA SARMIENTO, Manuel. Evolución de la Empresa en San-
tander. Bucaramanga: UIS. 2000 134- 136p.

211
Colección Escuela de Historia 25 años

al sur de Santander, para recorrer el departamento


en dirección norte hasta llegar a la estación de Las
Bocas del Ferrocarril de Puerto Wilches. El proyecto
contemplaba conectar al centro del país con la Costa
Atlántica puesto que la movilización de mercancía y
pasajeros podrían ser colocados en Bogotá vía férrea
hasta La Capilla, luego en carretera hasta Las Bocas, de
allí al Magdalena vía férrea y finalmente por vía fluvial
hasta llegar a Barranquilla. Hacia 1931, el gobernador
Alejandro Galvis redactó una propuesta de convenio al
gobierno nacional en la cual justificaba la construcción
de esta obra y explicaba al ministro de obras públicas
sus alcances en los siguientes términos: “El Departamento
de Santander no pide hoy al gobierno nacional sacrificios ni
excede la medida de sus prestaciones en materia de vialidad. Se
concreta exclusivamente a pedir la continuación de los trabajos
en la vía del Noroeste, que como usted comprende, está destinada
a unir la capital de la República con el litoral Atlántico, o para
no extendernos demasiado por ahora, con el bajo Magdalena, en
Puerto Wilches. Usted sabe que el Ferrocarril Central del Norte,
en su sección primera, viene desde Puerto Wilches a la estación
de Las Bocas, y que esa estación se halla unida a Bucaramanga
por una magnífica carretera en servicio; sabe también que por el
otro extremo, la ferrovía se halla concluida desde Bogotá hasta
La Capilla, en territorio santandereano. Y si la Nación y el
Departamento aúnan esfuerzos, creo que en el término de un año
y medio o a lo sumo dos años, podríamos unir la comunicación
directa de Bogotá con Puerto Wilches, solucionando de esta
manera el problema que particularmente en los veranos se ofrece
para la facilidad de los trasportes del río Magdalena, el que
si es navegable en todas las épocas del año a partir de Puerto
Wilches”226
Este hecho evidencia las grandes dificultades
que implicaba emprender la construcción de vías en
226  Informe del Gobernador de Santander Alejandro Galvis Galvis a
la Asamblea de Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1931. 81p.

212
Colección Escuela de Historia 25 años

Santander, pues como reconocía Mario Galán Gómez “la


constitución topográfica y el relieve del departamento, han sido
siempre un serio obstáculo para la movilización de los productos
y de las personas, y, hasta época muy reciente, este problema
fue el más grave impedimento para el desarrollo económico y el
progreso general de Santander,…pero el empeño por aprovechar
las ventajas del transporte mecánico y por vencer su tradicional
aislamiento, le hizo superar todos los obstáculos”227.
La construcción de esta trascendental vía
demandó dividir la obra en varios frentes o sectores así:

Tabla 11. Sectorización Carretera del Noroeste

SECTORES KILÓMETROS
• Sector Puente Nacional –
5.
La Capilla
• Sector Puente Nacional -
42.
Mamaruca
• Sector Mamaruca – Oiba
72
– Socorro.
• Sector Socorro – San Gil. 23
• Sector San Gil – Aratoca
56
- Chicamocha
• Sector Chicamocha –
16
Boquerón
• Sector Boquerón –
15
Piedecuesta
• Sector Piedecuesta –
20
Florida – Bucaramanga

Fuente: Vivas Guevara, Pedro Antonio. Historia de la


Ingeniería en Santander. Bucaramanga: Iris, 1990. 28p.

227  GALAN GOMEZ, Mario. Geografía Económica de Colombia. Tomo


VIII. Santander. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1947.
505p.

213
Colección Escuela de Historia 25 años

Los trabajos se iniciaron en 1930 en el sector de La


Capilla y un año después ya estaba dada al servicio hasta
el municipio de San Gil. En 1932 los trabajos avanzaban
por el escarpado Cañón del Chicamocha, en uno de los
tramos con mayor dificultad en su construcción y que
puso a prueba el ingenio de los ingenieros y maestros de
obra dada las condiciones topográficas y su constitución
geológica. El 30 de diciembre de ese año el gobernador
inauguró la carretera hasta el río Chicamocha con una
caravana de automóviles que partiendo de Bucaramanga
recorrerían, en toda su extensión, aquella maravillosa
obra de ingeniería228. En su momento Ramón Aguilera,
ingeniero jefe de construcción reconocía que este logro
se debía “al apoyo decidido del Gobierno, el aporte cuantioso de
interés, competencia y esfuerzo coordinado de todos los empleados
subalternos y, muy especialmente, el sistema de tareas implantado
en las obras públicas del departamento por el ingeniero señor Luis
García Cadena”229.
Solo hasta 1934 quedó establecido el tránsito
entre Bucaramanga y el Socorro tal como se deduce del
siguiente telegrama del gobernador Humberto Gómez
Naranjo al propio presidente de la República:
“Bucaramanga, febrero de 1934
Excelentísimo Presidente República - Bogotá.
Me es grato informar que desde ayer quedó establecido el
tránsito automoviliario entre esta ciudad y el Socorro, en virtud de
haberse terminado trabajo explanación carretera Noroeste, sector
Aratoca - Chicamocha, quedando solo trasbordo río mientras
móntase puente cuya estructura pidiose ya al exterior y que confío
podrá armarse en mayo…
Así ha quedado vencida parte más difícil carretera y
asegurada, su pronta terminación.
228  El Deber. 31-XII-32.
229  VIVAS GUEVARA, Pedro A. Historia de la Ingeniería en Santander.
Bucaramanga: Iris, 1990 34p.

214
Colección Escuela de Historia 25 años

De acuerdo con ministro de obras he dispuesto abrir sección


de trabajo Socorro hacia Oiba.
Atte.
Humberto Gómez Naranjo”.230

Por ordenanza número 1 de 1934 la Asamblea


departamental ordenaba el traslado de todos los
materiales del puente colgante que prestaba servicio
en el río Chicamocha, para que fuesen trasladados
y montados sobre el río Suárez, en la vía que une los
municipios de Barichara y Galán.
Otra obra que emprendió la administración
departamental fue la apertura de la carretera de
“virolín” que comunicaba a Charalá con el municipio
de Duitama en el departamento de Boyacá. El 2 de
julio de 1935 el diario conservador “El deber” titulaba
y comentaba al respecto: “Ya se puede viajar en automóvil
a “Virolín”. El servicio de transporte con Boyacá tiende a
regularizarse, la “Empresa Trasportes Cárdenas” dispuso hacer
un recorrido de ensayo con un camión cargado y este llegó a
“Virolín” sin contratiempos a la finca de “Argelia” propiedad de
José Antonio Soler a 40 km distante de Charalá en dirección a
Boyacá.”
La carretera Bucaramanga – Málaga: Desde
inicios de la República liberal la clase dirigente del
departamento empeñada en la pacificación de la
provincia, consideró que una red de carreteras que
uniera a los municipios de la provincia de García Rovira
con Bucaramanga facilitaría acabar con el ambiente de
violencia que azotaba la región en los primeros años de
la década del treinta. Para contratar su construcción se
abrió licitación que se adjudicó a la firma Winston Bros
230  El Deber. 1-III-34.

215
Colección Escuela de Historia 25 años

Company; al igual que la carretera del noroeste, presentó


grandes dificultades por las condiciones escarpadas de
la cordillera oriental y los amplios debates que entre
técnicos y políticos se suscitaron respecto a su trazado,
de ahí que los trabajos no se iniciaran inmediatamente.
En 1933 los ingenieros presentaban tres alternativas
para construir el tramo Bucaramanga – San Andrés:
por el páramo de Juan Rodríguez, por Pescadero y por
la Tahona (Santa Bárbara). Las dos primeras fueron
desestimadas, la una por tener que surcar alturas
cercanas a 4.000 m y pasar por zonas económicas poco
productivas y la otra por que implicaba abrir la vía por
todo el cañón del Chicamocha hasta el río San Andrés,
con las dificultades que ello representaba, no solo en su
construcción sino en su mantenimiento. Finalmente la
mejor opción y por la que se optaría sería la ruta por
La Tahona cuyo recorrido se haría por zonas pobladas
de una importante producción agrícola que permitiría,
además de su desarrollo económico, llevar la paz y la
tranquilidad a esta región.
Grandes fueron las presiones que ejercieron los
municipios de la provincia en su afán por conseguir
que se adelantara la construcción de la vía, incluso se
llegó a levantar un movimiento separatista ante lo cual
la Asamblea de Santander dicto en 1936, la siguiente
disposición:
“Art 1. Divídase los trabajos de la carretera Bucaramanga
– García Rovira en dos secciones: la primera acometerá los
trabajos entre Piedecuesta y San Andrés comenzando por
Piedecuesta; la segunda que realizará los trabajos entre Málaga y
San Andrés comenzando por Málaga.
Art 3. El departamento hará lo conducente para que el
gobierno nacional se encargue de la administración directa de la
sección segunda; pero si no es posible el departamento acometerá
los trabajos”.231
231  El Deber. 17-III-36.

216
Colección Escuela de Historia 25 años

Finalmente el 10 de marzo de 1942 esta vía


fue dada al servicio en su totalidad y aunque fue una
obra de carácter nacional, el departamento continúo
atendiendo a la amortización de la deuda pendiente.
En el mismo afán de unir a la capital del
departamento con la provincia de García Rovira, se
había emprendido hacia 1930 los trabajos de la ruta al
“Mortiño” cruzando por el páramo de Berlín, que años
después sería el tramo inicial de la vía a la ciudad de
Pamplona con rutas alternas a Guaca,Vetas y Tona.
Vía Bucaramanga–Barrancabermeja: se consti-
tuyó en una de las de mayor importancia debido a los
adelantos en las explotaciones petroleras por parte de
la multinacional “Tropical Oil Company” y por su in-
fluencia económica y fiscal para el departamento. Otras
razones fueron expuestas por el Doctor Luis Ardila Gó-
mez quien al respecto afirmaba: “ Quizá no sea impertinen-
te repetir, a toda prisa, la mas importantes ventajas que la carre-
tera significa para nosotros: puerto fluvial seguro en todo tiempo,
porque en Barranca está para terminarse el magnífico malecón,
que será una de las mejores obras en su género que tiene el país,
y por que el río tiene siempre buen calado allí; gasolina barata,
que pueden los vehículos tomar en la misma fuente de origen, sin
transporte y sin intermediarios; autonomía para los viajeros, que
pueden emprender el viaje a cualquier hora del día o de la noche y
llegar al Magdalena muy cómodamente en cinco horas; rapidez
extrema en el transporte de carga por que los camiones pueden
recibirla directamente de los barcos y traerla a Bucaramanga en
pocas horas, sin someterse a los largos trámites del ferrocarril;
desarrollo agrícola en las zonas más feraces que tiene el departa-
mento; fomento del turismo, con evidentes ventajas para la capital
santandereana porque es natural que todo el personal extranjero
de la Tropical Oil Company que tiene y que gasta dinero, elija a
Bucaramanga para sus paseos y vacaciones; y lo que es más im-
portante de todo, tarifas a mitad de precio de las que hoy tiene
el ferrocarril, por que los transportes allí no serán un monopolio

217
Colección Escuela de Historia 25 años

odioso, sino que los regulará libremente la oferta y la demanda”232


Su construcción que se dividió en dos sectores,
Barrancabermeja – San Vicente y Bucaramanga – San
Vicente se hacía cada vez más urgente dado que la
comunicación del interior del departamento con el
río Magdalena se veía en riesgo por las interrupciones
que debido a los fuertes inviernos sufría el ferrocarril
de Puerto Wilches, causando hondas perturbaciones
a la economía regional. Dicha situación llevó en 1934 a
la Cámara de Comercio, presidida por Alfredo García
Cadena, a elevar a la Asamblea Departamental la
siguiente petición: “Solicitar de la Honorable Asamblea
Departamental…destine en la próxima vigencia de la totalidad de
los fondos del departamento para la terminación definitiva de la
carretera Bucaramanga – Barrancabermeja y que así mismo se
autorice al gobernador para contratar un empréstito que permita
la total financiación y rápida construcción de la obra…”233
En los primeros meses de 1938 se declaró
terminada esta carretera y se procedió a la celebración
de un contrato por el cual el gobierno departamental
entregó a la Sociedad Mc Allister y Rudd, el montaje
del puente sobre el río Sogamoso en el “tablazo”;
duras críticas recayeron en este contrato y tras una
visita efectuada por el secretario de obras Doctor
Humberto Albornoz, se negó el pago por no satisfacer
los más mínimos requerimientos acordados. Justo
en esa semana gran parte de la estructura del puente
que se estaba montando cayó al río y fue abandonada
por los contratistas que se retiraron debiendo fuertes
sumas por conceptos de jornales. Ante tales hechos el
gobernador dictó un decreto declarando la caducidad
del contrato, este incidente demoró la obra del montaje
del puente ya que se hizo necesario pedir la fabricación,
fundición y despacho de las piezas perdidas. Por tal
232  El Deber. 18-VII-36.
233  El Deber. 25-IV-34.

218
Colección Escuela de Historia 25 años

motivo se celebró un nuevo contrato, esta vez con


empresarios santandereanos, que quisieron tomar a su
cargo el montaje del puente; mientras se dio al servicio,
una barca cautiva se puso al servicio para dar paso
provisional a los vehículos234. Finalmente en 1940 se
armó el puente sobre el río Sogamoso con estructura
metálica en arco de tres articulaciones, con 75 metros
de longitud y 5 de anchura, primera de este tipo que se
montó en el país, quedando así comunicadas la capital
del departamento con el puerto petrolero por carretera.
El acceso de Santander al río Magdalena, principal
arteria fluvial del país, quedó entonces garantizado por
3 zonas distintas: la carretera de Carare, la carretera
Barrancabermeja a Bucaramanga y el ferrocarril de
Puerto Wilches.
Carretera Zapatoca – Socorro: Desde 1927 se
habían terminado los estudios de reconocimiento y
elección de esta vía, hechos por el ingeniero Héctor
Moreno Otero, quien además ejecutó el trazado desde
el alto de La Esperanza a la población de La Fuente a
donde llegó la vía en 1931.
También se trabajo en la vía intermunicipal de la
provincia de Vélez o carretera del Carare, que enlazaba
los municipios de Bolívar, Sucre, Jesús María, Puente
Nacional, La Paz y La Aguada con la carretera central
del noroeste sobre un terreno quebrado y rocoso que
demandaba una alta inversión no solo en los costos de
apertura sino en el de mantenimiento, por lo que se
hacía inviable presupuestalmente.
Carretera Bucaramanga – Matanza. En 1935 se
incluyó una partida en el presupuesto departamental
para iniciar los trabajos de estudio y trazado de la
234  Informe del Gobernador de Santander Hernán Gómez Gómez a la
Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta de Departamento.
1939 41-42p.

219
Colección Escuela de Historia 25 años

carretera que uniría las ricas regiones de Matanza,


Suratá, California, Baja y Vetas; región minera donde
habían denunciadas más de 400 minas de metales
preciosos como oro, plata y cobre. El 28 de febrero
de 1943 fue dada al servicio, con una longitud de
32 kilómetros, partiendo del Km. 4 de la carretera
Bucaramanga – Rionegro; también se había contratado
el estudio de ruta, trazado completo y definitivo, dibujo
y proyecto del trayecto de carretera entre Matanza y
California, pasando por Suratá así como la vía Matanza
– Vetas.235
El plan vial departamental para 1937 contemplaba
además las construcciones de las carreteras San Gil –
Mogotes – Onzaga – Santa Rosita; Tona – corregimiento
de Santa Cruz; Chima – Simacota; Hato – Palmar
–Socorro y proyectaba la restauración de la vía que
partiendo de Concepción va a los llanos del Casanare.
En este año se dieron al servicio las vías Rionegro – La
Ceiba, Socorro - Galán, la carretera del noroeste entre
Bucaramanga y Barbosa, la carretera a Pamplona, la de
Virolín que partiendo de San Gil y pasando por Charalá
llega hasta Duitama en Boyacá, así como la carretera
del Carare que desde el río Magdalena llega a Vélez,
facilitando las comunicaciones de Antioquia con el
interior del país.236
Para 1941 Santander tenía una red carreteable
de 2.278 kilómetros al servicio público de las cuales
877,5 km correspondían a carreteras nacionales, 624km
a carreteras departamentales, 156,5km de carácter
municipal e intermunicipal y 620km eran carreteras
particulares que incorporaban las pertenecientes a las
compañías petroleras. Durante el año en referencia
235  Informe del Secretario de Obras Públicas Rafael Clavijo al Gober-
nador de Santander Arturo Santos 1943. Bucaramanga: Imprenta del
Departamento. 1943, 235p.
236  Informe del Gobernador de Santander Alfredo Cadena D´costa a
la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta de Departamen-
to, 1937. 26 – 29p.

220
Colección Escuela de Historia 25 años

se terminaron las carreteras departamentales y


municipales de Puente Nacional - El Claro, Charalá
– Coromoro, Rionegro – Santa Cruz, Molagavita –
Ventanas, Confines – Noroeste, Barichara – Guane
y Betulia – Cuchilla del Ramo. Ya para entonces
la Secretaría de Obras públicas contaba para el
mantenimiento de las vías con tres equipos modernos
de motoniveladoras, bulldozers y cilindradoras, que
aunque no eran suficientes, permitían una mejor y más
rápida reparación de las carreteras237.
En 1942 bajo la dirección del ingeniero
Carlos Arturo Arciniegas se hicieron los estudios,
trazado y localización de las siguientes carreteras
intermunicipales:
• Localización de la carretera Palmar – Puente
Gómez Niño.
• Exploración y localización de un trayecto de vía
de la carretera Bucaramanga – Tona.
• Estudio y localización del trayecto faltante de la
carretera Enciso – Carcasí.
• Estudio de la ruta de la carretera Macaravita –
El Caimito.
• Estudio de ruta y trazado de la carretera
Gambita – Olival.
• Trazado completo y localización de la vía
Charalá – Confines y de la vía Encino – Virolín (la
Cantera). Estos trabajos contratados con el ingeniero
José María Sarmiento.

237  Informe del Secretario de Obras Públicas Benjamín García Cade-


na al Gobernador de Santander. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1942. 87-90p.

221
Colección Escuela de Historia 25 años

Además el gobierno departamental tenía a cargo


la labor de conservación de un total de 644 kilómetros
de carreteras intermunicipales que no se limitaba al
sostenimiento necesario para el tránsito de vehículos,
sino también a la ejecución de trabajos tendientes a
mejorarlas, como ensanches de curvas, construcción
de variantes, macadanización, desagües, construcción
de alcantarillas y muros; menesteres en lo que se
invirtieron $160.141.86, que representaba un promedio
anual de $ 248.67 por kilómetro238.

6.1.2 Ferrocarriles
El proceso de construcción de ferrocarriles en
Colombia fue muy lento. El primero que se hizo fue el
de Panamá, entre 1850 y 1855. Después comenzó el de
Barranquilla – Sabanilla, en 1868; noventa años después
se terminó el ferrocarril del Atlántico, último que se
construyó en nuestro país.
Además de lento, fue un proceso disperso, sin
planificación, costoso y muy difícil. Es innumerable
la legislación que se expidió desde el congreso y en la
legislatura de los estados para ordenar la construcción
de los ferrocarriles, aprobar contratos, subsidiar
empresarios, autorizar compras y ventas de líneas,
otorgar tierras nacionales a contratistas, subsidiar a los
estados, emitir bonos ferroviarios, autorizar bonos en el
exterior, para construir ferrocarriles.
Innumerables fueron también los contratos que
firmó el gobierno nacional y los gobiernos seccionales
con empresarios extranjeros y colombianos para hacer
estudio y trazado, importar materiales, construir las
líneas, comprar tierras para las vías e incluso para
238  Informe del Secretario de Obras Públicas Rafael Clavijo al Gober-
nador de Santander. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1943,
239-240p.

222
Colección Escuela de Historia 25 años

premiar la construcción de ferrocarriles de muy diversas


formas.
Nunca nadie ha calculado el costo en vidas huma-
nas que representó la construcción de los ferrocarriles,
en épocas en que el país padecía endemias tropicales
como la malaria, la fiebre amarilla y las enfermedades
venéreas, para las cuales no habían vacunas ni trata-
mientos eficaces. La insolación, las víboras, la dinamita
y los accidentes cobraron una cuota enorme de vidas,
se llegó a decir con alguna exageración, que cada polín
cubrió la tumba de un obrero muerto.
Pero a pesar de sus enormes costos, dificultades
y problemas, todo este proceso dejó también enormes
beneficios para el país dentro de los cuales podemos
mencionar: resolver los problemas de navegación del
río Magdalena formando una red de transporte que creó
un mercado nacional para los productos de la naciente
industria, integrar cada vez más el territorio nacional en
una unidad física y económica, estimular y dar salida a
la enorme expansión de la producción de café, resolver
en parte, el problema de las pésimas comunicaciones
internas por cuando el país solo contaba con caminos
de herradura, permitir movilizar maquinaria pesada
para tecnificar y modernizar el país, ser escuela para la
ingeniería y el trabajo técnico y la generación de empleo
constituyéndose en una importante fuente de ingreso a
la naciente clase obrera.239
En Santander los dos más grandes y ambiciosos
proyectos lo constituyeron el ferrocarril Puerto Wilches
– Bucaramanga y el del Carare.

239  POVEDA RAMOS, G. Op Cit., 101-103p.

223
Colección Escuela de Historia 25 años

6.1.2.1 Ferrocarril Puerto Wilches –


Bucaramanga.
Desde 1870 el Estado de Santander quiso buscar
una salida ferroviaria desde sus regiones centrales al
río Magdalena. Con ese propósito dictó varias leyes
estatales, hizo varios contratos con extranjeros que
luego se frustraron, contempló varias rutas y sitios
terminales y se esforzó por financiar la obra. Por fin, a
principios de 1881 el gobierno nacional contrató con el
gobierno del Estado de Santander la construcción de la
obra y en junio de ese año se iniciaron los trazados y su
construcción en el río Magdalena, cerca de la ciénaga de
Paturia, en el sitio llamado hoy Puerto Wilches.
El jefe de los trabajos, ingeniero Abelardo Ramos,
llevó a cabo rápidamente su cometido pues en dos años
había trazado 18 km y enrielado cinco en medio de las
ciénagas y de la selva que rodeaban el Magdalena, pero
en 1885 la guerra civil forzó a paralizar los trabajos.
Pasada la guerra el gobierno contrató con el señor
Enrique Cortés la reconstrucción y continuación del
ferrocarril. Bajo este contrato, entre 1888 y 1892, los
ingenieros Abelardo Ramos y Pablo Vanegas realizaron
los estudios y el trazado completo desde Puerto
Wilches hasta Bucaramanga. En cuanto intentaban
otros contratos con firmas extranjeras, el gobierno se
limitaba al sostenimiento de la obra bajo la jefatura
del ingeniero Vanegas, hasta que en 1895 la obra fue
abandonada debido a la guerra civil que estalló esos
años.240
Después de casi veinte años de haberse
abandonado esta obra, el gobierno del general Reyes
emprendió, cerca al puerto y por contrato con una
compañía particular, la construcción del ferrocarril
en 1908 que dos años después estaría entregando al
gobierno el primer trayecto de 20 km de carrilera;
240  Ibidem, 183p.

224
Colección Escuela de Historia 25 años

pero en 1914 la compañía contratista abandonó la


obra por su incapacidad financiera de continuarla y
por la imposibilidad material de vencer las grandes
dificultades en medio de una selva tropical cenagosa,
como era por entonces las orillas del Magdalena.
Luego la administración del general Ospina decidió
reconstruir en 1923 lo que había quedado pendiente de
trabajos anteriores, y dos años después se logró dar al
servicio hasta Sabana de Torres.
La crisis fiscal de la nación producto la
disminución de divisas y del cierre de los créditos por
parte de la banca mundial, obligó al ejecutivo a decretar
la parálisis de todas las obras públicas en construcción
hacia 1930, entre ellas la del ferrocarril de puerto Wilches
obra que fue en su momento símbolo de progreso para
Santander. Pese a la situación esta obra recibió una
partida presupuestal que le permitió ser adelantada
lentamente hasta la estación de “ Las Bocas” en la
confluencia de los ríos Lebrija y Rionegro. El 14 de julio
de 1930 la línea férrea de Puerto Wilches se inauguró en
sus 116 Km, quedando comunicada la estación con la
ciudad de Bucaramanga por una carretera previamente
construida por la administración departamental.
En 1931 se crea el “Consejo Administrativo de
los Ferrocarriles Nacionales” bajo cuya administración
quedó el tramo construido del Ferrocarril de Wilches
hasta la liquidación de la compañía de los ferrocarriles
Nacionales. Durante este tiempo el ferrocarril arrojó
pérdidas en sus balances tal como venía sucediendo
desde la década anterior debido a los altos costos de
funcionamiento, el hecho de haber dado al servicio una
obra sin balastrar, la falta de maquinaria adecuada para
remover derrumbes y sobre todo, a la competencia que
empezaban a representar las carreteras recién abiertas,
especialmente las que comunicaban a Bucaramanga con
Barrancabermeja y Bogotá.

225
Colección Escuela de Historia 25 años

Con el nombramiento de Gustavo Wilches como


gerente a finales de 1931 se tomaron medidas como
el aumento de tarifas, el establecimiento de trenes
locales para pasajeros de tercera clase y la reducción
de personal que no remediaron su mala situación
fiscal. Finalmente la culminación de la vía carreteable
Bogotá – Bucaramanga, apresuró el abandono definitivo
del proyecto de unir las dos ciudades mediante una
vía férrea. El sueño del ferrocarril Central del Norte
que uniría a Bogotá con el Magdalena pasando por
Bucaramanga se quedó a mitad del camino porque la
llamada primera sección partía de Puerto Wilches y
terminó, a comienzo de los cuarentas, en Bucaramanga,
y la segunda sección partía de Bogotá pero solo llegó
a Barbosa. La terminación de la vía a Barrancabermeja
y la apertura de otra a Sabana de Torres, siguiendo en
líneas generales el trazo del antiguo camino de Paturia,
contribuyeron de gran forma a dar el definitivo golpe
para la postración de la vía férrea a Puerto Wilches.
La prolongación del ferrocarril central del norte
sección primera (Puerto Wilches – Bucaramanga)
fue dividido hacia 1936 en dos tramos: El primero, de
las Bocas del Rionegro hasta las Bocas del Suratá y el
segundo, de este lugar a la ciudad de Bucaramanga.
Debido a que el enrielado ya se acercaba a las
bocas del Suratá y que la construcción de los dos túneles
necesarios ya habían sido emprendidos en 1937, el paso
siguiente era adquirir los terrenos para levantar la
estación. Largas fueron las discusiones con las señoritas
Filomena y Ana Dolores Vesga Blanco, propietarias del
terreno situado el sureste de la confluencia de los ríos de
Oro y Suratá, denominado “Café Madrid” y considerado
por el complejo administrativo como el sitio ideal para
levantar la estación terminal del ferro - Wilches. Ante
una resolución presidencial de 1937 que ordenó la
apertura de un juicio de expropiación de los terrenos

226
Colección Escuela de Historia 25 años

del Café Madrid las propietarias resolvieron vender un


año después las 20 hectáreas por un valor de $ 25.000.
Las obras no pudieron ser entregadas en 1940 en las
Olimpiadas Nacionales, tal como estaba presupuestado,
pero el 8 de abril de 1941 quedaron concluidas las obras;
la estación construida era la más completa de la línea
con locales para la administración, amplias bodegas
para equipajes y carga y talleres de reparación que
fueron complementadas con la pavimentación de la
avenida “El Libertador” (carrera 15) la instalación de
acueducto y el traslado de los talleres desde la .estación
de la Gómez.
La prolongación de la vía férrea hasta Bucaraman-
ga fue mas un reto y una ilusión regionalista de ver el
tren a las puertas de la ciudad, que un gran proyecto
económico con expectativas de ganancia241.

6.1.2.2 Ferrocarril Del Carare.


El viejo anhelo de los gobiernos nacionales de
conectar a Bogotá con un puerto fluvial en el Magdalena
Medio, y que había dado lugar al ferrocarril del Norte,
cobró auge nuevamente cuando en 1920 se iniciaron los
estudios para un ferrocarril que partiera de Tunja, se
conectara con el ferrocarril del Norte en Chinquinquirá
y se dirigiera a un punto del río Magdalena cerca de la
desembocadura del río Carare. En dicho año se iniciaron
los estudios y trazados, cuyas primeras etapas fueron
completadas en 1921.
En 1924 bajo la administración del general
Ospina, se inició la explanación de la banca; al año
siguiente se clavaron los primeros rieles en Tunja y
corrió la primera locomotora; en 1926, el gobierno
241  BAYONA SARMIENTO, M. Op. Cit., 141-146p.

227
Colección Escuela de Historia 25 años

nacional contrató con una firma inglesa el trazado, la


explanación y el enrielado hacia Vélez, pero en 1929 el
estallido de la crisis financiera obligó a suspender las
obras. Pasada la Gran Crisis, se desistió de esta obra y
en 1935 se levantaron los rieles. La banca se adaptó en
parte para lo que es actualmente la carretera de Tunja
a Villa de Leiva.

6.1.3 Los Caminos de la Colonización


Ampliar la frontera agrícola hacia aquellas zonas
del departamento que a partir de las estribaciones
mas occidentales de la cordillera llevan hasta dar
con el río Magdalena, zonas que se constituían en
reserva importante y que habían permanecido alejadas
del control estatal, sería otra de prioridades de las
administraciones seccionales; de ahí su interés en
desarrollar un proyecto de colonización que comprendía
las siguientes etapas:
• Construcción y reparación de puentes y caminos
de herradura que estimulara a los colonizadores para el
acceso fácil de las cosechas a los centros de consumo.
• Brindar servicio médico gratuito y medicinas a
precios razonables.
• Venta de semillas y herramientas de trabajo a
precios inferiores al costo.
• Poner al servicio la maquinaria agrícola oficial
al servicio del colono.
• Suministro de la documentación y demás
requisitos para la adjudicación de baldíos de menor
cuantía.

228
Colección Escuela de Historia 25 años

La atención se centró en El Carmen, Santa Elena,


Cuesta Rica, San Vicente y El Playón principalmente,
en éste último por ejemplo, hacia los años cuarenta
se inició la construcción de la Inspección de Policía,
alojamiento para empleados, escuelas, un salón de
máquinas para el montaje de una piladora de arroz y
de motores para mover una máquina aserradora con
el fin de aprovechar la madera de la región, así como
el establecimiento de una pequeña granja agrícola. En
cuanto a El Carmen se prolongó su carretera en un
trayecto de 10 km242.
Se entiende que a pesar del notable desarrollo vial
en materia de carreteras y ferrovias del departamento, no
se abandonaron los tradicionales caminos de herradura,
que también fueron objeto de atención por parte de los
gobiernos departamentales ya que éstos cumplían un
gran servicio como importantes vías de penetraciones
a las zonas inhospitas de colonización agrícola. En este
sentido la administración de Hernán Gómez Gómez243
adelantó un contrato en 1939 para la construcción del
camino de herradura, que partiendo de la carretera del
Carare en “El Jordán” llegaría hasta la colonización de
Santa Elena, con una longitud de 24 Km; se pretendía
con esta obra resolver la situación de los colonos ya que
hasta entonces la única comunicación que la conectaba
con el resto del departamento atravesaba el leprocomio
de Contratación lo que ocasionaba inconvenientes
con las autoridades sanitarias del lugar. Para 1941 se
terminó la explanación, se construyeron varios puentes
de madera, uno de ellos sobre el río Opón
Otros caminos de herradura reconstruidos en
los principales centros de colonización fueron los de El
242  Informe del Gobernador de Santander Arturo Santos a la Asam-
blea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1944. 15p.
243  Informe del Gobernador de Santander Hernán Gómez Gómez a la
Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1939 27-28p.

229
Colección Escuela de Historia 25 años

Carmen que partía de San Vicente, el de La Girona, el


de Mojicones en García Rovira lo mismo que el “camino
del general Wilches” que comunicaría esta provincia
con el Casanare. Esta vía facilitaba la llegada de ganado
procedente de los llanos al norte del departamento
y descongestionaba algunas zonas rurales de la
provincia ya que el minifundio empezaba a ser objeto
de preocupación.
El carreteable a San Pedro que comunicaría El
Carmen- Santa Elena- Carare, con la construcción de
un puente sobre la quebrada Paramera, para el tráfico
de automóviles y camiones, se constituyó también en
un logro importante.

6.2 Desarrollo Urbano


La ciudad que va construyéndose en los primeros
cincuenta años del Siglo XX se caracteriza por una
intensa confrontación de fuerzas por la apropiación
del espacio, resultado del proceso de descomposición
de la estructura agrario- artesanal de la región y de la
creciente migración rural, estimulada en parte, por el
boom de las obras públicas.
La presión de la población creciente se traduce
en un intenso movimiento urbanizador. Las empresas
privadas asumieron la dotación y adecuación de la
ciudad a los requerimientos del proceso transformador.
Entre las principales ciudades del país es en
Bucaramanga en donde más tarde empieza a hablarse
de la municipalización de los servicios domiciliarios
y de la regulación estatal de los fenómenos propios
de la urbanización. Esa expansión urbana se da ahora
en sentido norte-sur a lo largo de los caminos que
conducen a Rionegro, por el norte, y a Floridablanca,
por el sur. Los más importantes proyectos urbanísticos

230
Colección Escuela de Historia 25 años

de ese momento, son el emprendido por la compañía


de la mutualidad en el llamado “llano de Don Andrés”-
entre Quebrada Seca y el final de la meseta hacia
el norte y entre la carrera15 y Morrorico- ; el barrio
Puyana, en el llano de Don David, cuyos límites eran las
actuales carrera 27 y 35, entre calles 30 y 41; y el barrio
Sotomayor, comprendido entre las carreras 27 y 33 y
las calles 42 y 56, cuya construcción es llevada a cabo
por la firma Larsen & Robledo. Más tarde, después
de la liquidación de la compañía de la Mutualidad, la
agencia en Bucaramanga del Banco Central Hipotecario
y la firma “Sucesores de David Puyana” emprenden una
basta labor urbanística en la Cabecera del Llano, que en
1944 consolida el barrio del mismo nombre.
Las condiciones del desarrollo urbano de la
ciudad dan origen, en esta época, a la primera empresa
de transporte público, Transcolombia, que con la ruta
Chapinero- San Mateo unía la ciudad de norte a sur.
Este período de auge de la construcción se da en un
contexto económico favorable para el país relacionado
con la estabilización del sistema fiscal y monetario, la
afluencia de capital extranjero a los enclaves del petróleo
y del banano, la facilidad de crédito y condiciones
favorables para el café en el mercado externo, hechos
que propician una abundancia de recursos que en las
principales ciudades fueron la semilla para la gran
industria, pero que aquí alimentarán especialmente el
mercado de tierra urbana.
La primera mitad del siglo pasado enfrenta a
Bucaramanga, lo mismo que a los demás centros urbanos
del país, a elementos nuevos que van transformando la
vida cotidiana, las mentalidades y las costumbres. En
ese proceso vale la pena anotar el significado que tiene
para la ciudad la llegada de los medios de comunicación
modernos: el automóvil y el avión, la radio y el cine que

231
Colección Escuela de Historia 25 años

abrirán a los bumangueses las ventanas renovadoras del


nuevo siglo244.

6.2.1 El Aeropuerto “Gómez Niño”


La reactivación comercial e industrial de la
ciudad y la ampliación de mercados fue acompañada de
la apertura de vías carreteables, férreas y la inauguración
del transporte aéreo con la construcción del aeropuerto
Gómez Niño, en el sitio denominado “Llano de los
Ordoñez” por parte de la Dirección General de Aviación
en 1938.
Ya desde 1935 se había planteado por parte del
Ministro de Guerra, Dr. Hernández Bustos que “en la
ciudad se construirá no solamente el Aeródromo más importante
del país sino una formidable base aérea y como también una
escuela de aviación dadas las condiciones del terreno y otras
ventajas que los técnicos encuentran en Bucaramanga.”245 Se
procedió a negociar el terreno de 60 hectáreas con sus
propietarios y a celebrar un contrato que se presentó
a consideración del Consejo de Ministros para efectuar
su compra.
El aeropuerto que se construyó dispuso de dos
pistas de aterrizaje, carreteos de salida y plataforma
de estacionamiento de aeronaves con capacidad para
recibir hasta cinco del tipo DC-3 o similares y unas
seis más pequeñas, del tipo Aerocomander o similares,
también contaba con un espacio para albergar hasta
cuatro helicópteros.

244  VALDIVIESO CANAL, Susana OP. Cit. 7- 9p.


245  El Deber. 14-XI-35.

232
Colección Escuela de Historia 25 años

6.2.2 Cárceles
En Santander para el periodo en estudio
funcionaban cárceles de distrito en Bucaramanga y
San Gil, y cárceles del circuito en Málaga, San Andrés,
Socorro, Barrancabermeja, Vélez, Charalá, Barichara y
Zapatoca. A su vez, existían tres cárceles para mujeres
ubicadas en Bucaramanga, San Gil y Socorro.
Una de las mayores dificultades se presentaba
con los edificios en que funcionaban dichos centros
de reclusión, por ejemplo, para el caso de la Cárcel
de “La Concordia” de Bucaramanga de propiedad
del Departamento y que albergaba alrededor de 280
detenidos, se presentaban problemas de higiene y
seguridad tal como lo evidencia el siguiente aparte del
informe del secretario de Gobierno: “ Tal vez no hay en el
país un establecimiento carcelario que registre peores condiciones
que la cárcel del distrito judicial de ésta ciudad. Funciona,…en
una casa incómoda e insuficiente para el número de cautivos que
allí se custodia, sin higiene y sin las debidas seguridades. Yo me
atrevo a creer que es llegado el momento que el gobierno apremie
clamorosamente a la Asamblea del Departamento, para que no
proceda a modificar esa situación inverosímil, que avergüenza la
realidad administrativa de Santander. No es posible que continué
dentro del bello panorama urbano de Bucaramanga, en vigencia
un establecimiento que pertenece a una organización colonial y
que desconoce en su marcha y en sus aspectos más elementales
inclusive principios humanitarios y caritativos”246.
A pesar de que la Ordenanza 14 de 1943 destinó
la partida de $500 para restaurar el pabellón de talleres,
se decidió no hacer dicho gasto dado el estado ruinoso
en que se hallaba todo el edificio247. En 1946 se aprobó
246  Informe del Secretario de Gobierno Gustavo Gómez Hernández al
Gobernador de Santander. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1943, 94p.
247  Informe del Secretario de Gobierno Gustavo Gómez Hernández al
Gobernador de Santander. Bucaramanga: imprenta del Departamen-
to, 1946. 29p.

233
Colección Escuela de Historia 25 años

la construcción de una nueva cárcel para Bucaramanga


con capacidad de 500 detenidos.
Respecto a las cárceles de mujeres la situación
no era muy diferente a la anterior, para el caso de
Bucaramanga, existía la Escuela Protectora con 32
reclusas aproximadamente. La gobernación decidió en
1940 hacer un contrato con la comunidad religiosa del
“Buen Pastor” con el fin de administrar dicho centro;
el departamento destinaba una suma que oscilaba
alrededor de los $180.000 mensuales para arrendamiento
y sostenimiento, la nación por su parte, destinaba la
suma de 30 centavos diarios por ración hasta un total
de $300 mensuales, sin embargo, el grado de cobertura
del centro de reclusión era insuficiente para albergar la
cantidad de reclusas.
En síntesis, todos los edificios existentes en
el departamento para la reclusión de los sindicados,
condenados y los menores infractores, resultaban
inadecuados en términos de amplitud, seguridad y
condiciones higiénicas elementales.

6.2.3 Circulación y Tránsito


Según Ordenanza 44 de 1935, se reglamentó el
tránsito en el Departamento de Santander a medida
que avanzaba la construcción de caminos, carreteras,
y que se organizaba lo relacionado con rutas para el
servicio urbano. Para este último caso por ejemplo,
hacia 1942 se había establecido en Bucaramanga, que
los buses debían atravesar toda la ciudad partiendo
de sus extremos y no de las inmediaciones de la plaza
de mercado como se venía haciendo, pues implicaba
para el usuario demoras en el recorrido, así como
varios transbordos. Aquellas personas interesadas en
conducir debían obtener el pase de “chofer profesional”

234
Colección Escuela de Historia 25 años

para lo cual debían pagar al Tesoro Departamental un


derecho de $ 30, o el pase de “chofer Aficionado” que
costaba $ 20.
El Secretario de Circulación y Tránsito Luis
E. Posada solicitaba para esta fecha, conceder a la
dependencia a su cargo, las facultades para controlar
y reglamentar los servicios que venían prestando las
empresas de transporte con el fin de impedir que a
causa de la competencia se afectara la economía del
Departamento, también plantea la necesidad de un
juzgado de circulación que obligue a pagar los daños
y perjuicios causados por razón de accidentes de
tránsito248.
El siguiente cuadro muestra el número de
vehículos en circulación en el Departamento de
Santander para 1946:

Tabla 12. Automotores Departamento de Santander - 1946

AUTO-
ESPECIFI-
MOVI- AUTOBUSES CAMIONES
CACIONES
LES
En Bucara-
manga :
Del Gobierno 19 8 78
Del Servicio
228 124 293
Público
De Uso Par-
208 9 104
ticular

Total 455 141 475

248  Informe del Gobernador de Santander, Arturo Santos a la Asam-


blea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento,
1943. 138p.

235
Colección Escuela de Historia 25 años

Demás Mu-
nicipios:
Del Gobierno 7 1 68
Del Servicio
137 124 330
Público
De Uso Par-
108 5 96
ticular
To-
252 130 494
tal
Total
707 271 969
General

Fuente: Anuario Estadístico de Santander. 46p.

6.2.4 Servicios Públicos


En 1937 se creó la Sección de Urbanismo
dependiente de la Secretaría de Obras Públicas, con
el compromiso de asumir los proyectos de las obras
relacionadas con servicios públicos dentro del plan
de fomento municipal,249 labor que estaría respaldada
posteriormente por la Cooperativa de Municipalidades
creada por la Asamblea Departamental con el fin de
prestar servicios de crédito para la compra de insumos
a los diferentes municipios de Santander. Si bien
algunos municipios poseían empresas particulares que
prestaban el servicio de acueducto y energía eléctrica,
problemas de higiene, insuficiencia en el servicio y
altos costos para los usuarios hicieron indispensable el
concurso de la nación, el departamento y los municipios
para la prestación de los mismos, impulsados por las
leyes 65 de 1936 y 126 de 1938, que los declararon
como servicios públicos fundamentales250. Paralelo a
249  Informe del Gobernador de Santander Alfredo Cadena D´Costa
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1937. 31p.
250  Anales de la Asamblea de Santander. No. 681. Bucaramanga,
Mayo 5 de 1939

236
Colección Escuela de Historia 25 años

la ampliación de la energía eléctrica y el acueducto, se


trabajaría conjuntamente en redes de alcantarillado,
telégrafos y telefonía.

6.2.4.1 Electrificación
En la capital del departamento Julio Jones y
Reinaldo Goelkel habían sido los primeros en llevar
energía eléctrica a la ciudad instalando equipos en el río
Suratá, en 1910 la firma Penagos Hermanos montaría
una planta cerca a Floridablanca extendiendo el servicio
además de esta población, a Bucaramanga, Girón, y
Lebrija. Esta misma empresa inauguraría en 1926 una
nueva planta hidroeléctrica aprovechando las aguas del
río Suratá.
A partir de los años treinta, la demanda de
energía empezaba a ser mayor que la oferta sobre todo
por el impulso a diversos sectores de la producción
que empezarían a tomar fuerza en la década siguiente.
La Compañía Eléctrica de Bucaramanga, empresa de
carácter privado encargada del abastecimiento de la
energía residencial, pública y empresarial de la ciudad
no alcanzaba a suministrar más de 2.000 caballos de
fuerza a un costo de $4 el caballo, lo que resultaba
insuficiente y costoso para el usuario251, por ello el
Gobierno Departamental con apoyo nacional, celebró
un contrato de constitución de una sociedad anónima
con el fin de utilizar la potencialidad hidráulica del río
Lebrija en la producción de energía eléctrica con miras a
abastecer a la Ciudad de Bucaramanga y a los municipios
circunvecinos252. Así la Central Hidroeléctrica del
Río Lebrija suministraría energía desde mediados de
251  Anales de la Asamblea de Santander. No. 786. Bucaramanga, Ju-
nio 20 de 1941. 331p.
252  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1942. 17p.

237
Colección Escuela de Historia 25 años

los años cuarenta hasta que este servicio pasó a manos


del sistema de interconexión eléctrica nacional.
El crecimiento de la demanda en San Gil y de
otros municipios de la Provincia Guanentina estimuló
la creación de la Central Hidroeléctrica de la Cascada
sobre el río Fonce que se inauguró en 1939 y que llegó
a prestar servicios a las poblaciones de Valle de San
José, Pinchote, Páramo y Barichara. En la provincia de
Garcia Rovira es importante hacer mención las plantas
de Calichal, dada al servicio en 1946 y que prestó el
servicio de energía eléctrica a Málaga; años más tarde se
dio al servicio la planta de Servitá en el Cerrito y la de la
Cómoda en Barbosa que suministró la energía necesaria
para el funcionamiento de la fábrica de hilados de San
José de Suaita y que posteriormente se incorporó a la
Central Hidroeléctrica del río Lebrija253. Para 1945 se
hallaban en estudio el montaje de la central de Vélez
sobre el río Suárez y la central de García Rovira con las
cuales quedaría completa la red eléctrica departamental.

6.2.4.2 Acueducto y Alcantarillado


En 1938 se adelantaban estudios para llevar la
red de acueductos a Lebrija, Girón, Piedecuesta, San
Andrés, Barichara, Mogotes, Vélez y Puente Nacional.
Dos años después se aprobó la construcción de los
acueductos de Mogotes, Floridablanca, Socorro y
Piedecuesta, y en 1941 se dieron al servicio los de Vélez
y Puente Nacional. Al año siguiente se encontraban en
construcción los acueductos de Barrancabermeja, Oiba,
Mogotes, Piedecuesta y Floridablanca.
Para Bucaramanga en 1941 y por ley de la
República en el gobierno de Eduardo Santos se
iniciaron los trabajos de construcción de un acueducto
253  BAYONA, M. Op. Cit., 150-151p.

238
Colección Escuela de Historia 25 años

más moderno y de mayor cobertura, dado el amplio


proceso de urbanización que se estaba generando en
ese momento, esto permitiría elevar la calidad de vida
y mejorar la infraestructura empresarial de la ciudad.
En cuanto al alcantarillado sería después de
1935 cuando se iniciaron los estudios y la aprobación
de la construcción de alcantarillados en los diferentes
municipios del Departamento. En 1941 se dieron al
servicio los de Socorro y Málaga, se iniciaron los
trabajos en Bucaramanga, Vélez y Puente Nacional y se
elaboraron los proyectos para Barrancabermeja, Girón,
Lebrija, San Andrés y Zapatoca254. Al año siguiente se
terminó el alcantarillado de Bucaramanga, Málaga,
Vélez, Puente Nacional y Socorro con un aporte de la
nación de $157.300, del departamento por $163.625.75
y de por parte de los municipios un valor de $65.000.

6.2.4.3 Telegrafía, Telefonía y Radio Comu-


nicaciones
Con una gran cobertura en servicio telegráfico
contó el departamento de Santander, pues para 1935 de
los 73 municipios que lo conformaban, solo Pinchote y
Páramo carecían de este servicio.
A partir de 1932 mediante un contrato que
realizó el departamento con la Empresa Telefónica de
Santander, única de carácter particular que prestaba éste
servicio público, gracias a lo cual se logró enlazar varios
municipios de García Rovira con líneas telefónicas, y a
pesar del alto costo que implicaba extender las redes
hacia las provincias de García Rovira y San Andrés
se priorizó hacia esta zona debido a los problemas
de orden público que allí se venían presentando. Así
254  Informe del Gobernador de Santander Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1942. 12p.

239
Colección Escuela de Historia 25 años

solo quedaba pendiente la prolongación de la red hacia


Puerto Wilches y algunas poblaciones de Soto como
Suratá, Matanza, Charta y California y otras al sur
del Departamento255. Para 1935, 48 municipios tenían
servicio telefónico prestado en 27 de ellos por la Central
Departamental y en los 21 restantes por una entidad
particular, la Empresa Telefónica de Santander256. En
1939 la red se había extendido hacia Oiba, Guadalupe,
Suaita, Guepsa, Vélez, Cite, Puente Nacional y Barbosa,
ampliándose así de manera significativa la cobertura en
la prestación de este moderno servicio.
La radio por su parte empezó a integrar al país
desde los años veinte y a finales de esta década, la HJN
empezaría a operar como la primera emisora cultural
de Colombia a cargo del Estado. En los años treinta la
preocupación principal del gobierno era hacer llegar la
señal a aquellas ciudades donde no existían receptores
como Cúcuta, Bucaramanga, Ibagué, Pasto, Quibdo y
Neiva. Hacia 1932 el gobierno decidió colocar la radio al
servicio de la cultura, por ello la Radiodifusora Nacional
de Colombia estaría durante estas dos décadas dedicada
a atender los problemas de la educación y la ciencia en
consonancia con los principales centros de la cultura
colombiana como la Biblioteca Nacional, La Escuela
de Bellas Artes, la Dirección Nacional de Bellas Artes,
El Conservatorio, La Academia de Historia y demás
centros de estudio. A su vez, “la programación también
tuvo en cuenta a los niños. A los planteles educativos se les eximio
de impuestos a la exportación de radios para estimular su uso
en las aulas”257. Los frecuentes problemas financieros
llevaron a que la emisora se silenciara entre noviembre
de 1937 y febrero de 1940.
255  Informe del Gobernador de Santander Humberto Gómez Naranjo
a la Asamblea de Santander. Bucaramanga, 1932. 29p.
256  Informe del Secretario de Gobierno Raimundo Rueda al Goberna-
dor de Santander. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1935.
2p.
257  ARIAS, Eduardo. “Colombia al Aire”. En: Revista Semana – Edi-
ción Especial No. 1152. Mayo 31 a Junio 7 de 2004. 156p.

240
Colección Escuela de Historia 25 años

En el Departamento de Santander en 1934


se impulsó desde la Asamblea Departamental la
instalación de una estación radiodifusora en la Ciudad
de Bucaramanga: “… se llamará La Voz de Santander y no
tendrá como fin especial el carácter de comercial, sino que su
objeto será el de desarrollar una acción cultural, artística y
de información, haciendo conocer en toda la República y en el
exterior nuestras industrias, la agricultura, datos estadísticos
y a los artistas de la tierra que tienen con esto un medio para
hacer conocer sus producciones”258. Se pretendía por medio
de la propaganda en dicha radiodifusora bajar los altos
costos de la publicidad escrita y llegar a un mayor
número de personas dado el impulso que tomaba la
radio en Colombia.
La administración de la emisora quedaría a
cargo de la Lotería de Beneficencia de Santander y se
dedicaría principalmente a la difusión de los productos
impulsados por el Departamento y de la producción
cultural santandereana, así como la transmisión de las
sesiones de la Asamblea Departamental.
Por Ley 6 de 1943 el Gobierno nacionalizó las
radiocomunicaciones y hacia 1945 fundó la Empresa
Nacional de Radio Comunicaciones.

6.2.5 Edificios Gubernamentales


• Palacio de Gobierno: Debido a que el gobierno
departamental venía funcionando desde finales del
Siglo XIX en una vieja casona estrecha e insegura
y que gran parte de las oficinas departamentales se
hallaban dispersas por la ciudad en locales arrendados,
se autorizó desde 1933 la adjudicación a la firma
barranquillera J. Corrnelissen y Salzedo la elaboración
258  Anales de la Asamblea de Santander. No. 452. Bucaramanga,
Abril 2 de 1934. 118p.

241
Colección Escuela de Historia 25 años

de los planos de un edificio adecuado y moderno259. A


partir de 1937 se iniciaron los trabajos de construcción
y en 1940 se dio al servicio las nuevas instalaciones
del Palacio Amarillo que hasta hoy sirven de sede a la
administración departamental.
• Estadio Alfonso López: Acorde con el
desarrollo urbano que venía experimentando
Bucaramanga en los años treinta y como parte de la
política de apoyo al deporte para las escuelas, colegios,
y comunidad en general, se impulsó la construcción
de un moderno estadio con campos para la práctica de
football, basketball, tenis, atletismo y tiro, para que
los santandereanos los disfrutaran en cómodas tribunas,
zonas verdes y con servicio de parqueadero260. Su
construcción se inició en 1938 con miras a que estuviese
listo para diciembre de 1940 cuando se realizarían en
Bucaramanga los V Juegos Atléticos Nacionales.
• Hotel Bucarica: Por la misma época, la
Asamblea Departamental aprobó la construcción de
un cómodo hotel para turistas, esta edificación sufriría
retrasos por problemas presupuestales, finalmente
en 1941 fue dado al servicio constituyéndose para la
época en uno de los mejores del país. Al respecto el
gobernador Galvis Galvis afirmaba : “hasta la fecha el
Gobierno está satisfecho de los servicios que allí se prestan, y que
están supervigilados, lo mismo que el cumplimiento del contrato
en general, por un auditor permanente de la Contraloría: Los
derechos de la Nación en el Hotel fueron cedidos al Municipio
de Bucaramanga….”261, hacia 1944 se reglamentaron las
normas para su administración y funcionamiento.

259  Informe del Gobernador de Santander Humberto Gómez Naranjo


a la Asamblea Departamental, 1933. 31-32p.
260  Informe del Gobernador Hernán Gómez Gómez a la Asamblea De-
partamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1940. 52p.
261  Informe del Gobernador de Santander, Benjamín García Cadena
a la Asamblea Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departa-
mento, 1942. 80p.

242
Colección Escuela de Historia 25 años

• Otras Instalaciones: Paralelo a las obras


anteriores se desarrollaron numerosas edificaciones
públicas especialmente locales escolares, centros de
salud y oficinas gubernamentales de las cuales se
pueden destacar las siguientes:
• Teatro Santander: En 1931 se adelantó el Teatro
Santander a cuya Compañía Anónima el gobierno
Departamental compró acciones por $30.000, a cambio
el Departamento recibió los títulos de las acciones
correspondientes.262
• Muelle, malecón y edificios anexos en el Puerto
de Barrancabermeja, 1935
• El edificio del Cuartel de Policía, 1938
• Oficinas Públicas en Puerto Wilches,
Barrancabermeja, Barbosa y Puerto Parra, 1938
• Clínica de Maternidad en Bucaramanga, 1941
• Biblioteca Departamental anexa al Colegio
Santander, 1942
• Dispensario Antivenéreo en Bucaramanga, 1945
• Edificio para La Escuela Normal de Señoritas,
(Parque de los Niños), 1945
• Palacio de Justicia: Sobre el lote cedido por
la Gobernación donde se hallaban sus antiguas
instalaciones entre las carreras 11 y 12, se proyectó en
1945 la construcción de un moderno edificio para el
funcionamiento de la rama judicial.
• Reparaciones Hospital San Juan de Dios de
Bucaramanga, 1941.
262  Informe del Gobernador Alejandro Galvis Galvis a la Asamblea
Departamental. Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1931.
117p.

243
Colección Escuela de Historia 25 años

• Reparaciones Colegio Santander y Escuela


Industrial, 1941.
• Reparaciones Cárceles de Hombres y Mujeres,
1941.
• Reparación Casa Protectora de Niñas, 1942.
• Reparaciones Casa de Menores de Piedecuesta,
1943.

244
EPÍLOGO
Colección Escuela de Historia 25 años

L
os primeros mandatarios seccionales
liberales recibieron un departamento
en crisis presupuestal en 1930, dada la
suspensión que la nación había hecho de la principal
fuente de recaudo proveniente de la participación de
hidrocarburos, lo que aunado a la falta de organización
y control en los recursos de las rentas ocasionó
traumatismos administrativos y parálisis de los
programas sociales, así como en la ejecución de las
obras públicas. Ante lo anterior la respuesta de las
administraciones liberales no se hizo esperar y acciones
emprendidas a fin de ordenar, controlar y clarificar
las cuentas de la hacienda pública departamental,
perfeccionar el sistema de recaudo y estableciendo
severas medidas de vigilancia facilitaron mejorar
notablemente la situación.
Mientras duró la suspensión de la renta
proveniente del petróleo con la que se financiaba la
mayoría de obras, estas fueron suplidas en parte, con el
impuesto predial y el de contribución de caminos que
se constituyeron en la principal fuente de recaudo de
los municipios, así como la renta por licores nacionales,
tabaco y degüello que permitieron al departamento
mejorar su situación presupuestal para sacar adelante
los grandes proyectos que demandaba la sociedad en
materia de electrificación, salud, educación, obras
públicas y cubrir el servicio público. La situación

247
Colección Escuela de Historia 25 años

económica y política internacional de principios de la


década de los años cuarenta repercutió negativamente
en las finanzas departamentales porque afectó
directamente los precios del petróleo y coincidió con la
disminución de los auxilios de la nación en materia de
educación, obras y otros programas de inversión cuando
el gobierno departamental tenía ya comprometidos
sus recursos en la terminación de las obras que se
adelantaban con ocasión de los V Juegos Atléticos
Nacionales como el Estadio y el Hotel Bucarica y en la
terminación de algunos edificios públicos como los de
la gobernación y el Palacio de Justicia.
Hasta 1936 existieron las prefecturas que con sede
en las capitales de las siete provincias que funcionaron,
cumplían una función de intermediarias entre el
gobernador y los empleados municipales. A partir de
entonces fueron sustituidos por los visitadores de
alcaldías que ejerciendo funciones de control y vigilancia
contribuyeron a corregir vicios administrativos y
mejorar notablemente la administración pública.
En un contexto económico signado por
el desarrollo del capitalismo con el consecuente
fortalecimiento de la clase obrera y el auge de las ideas
socialistas, emergió el liberalismo social que cercano a
las ideas comunistas propendía a una legislación laboral
que contemplaba el establecimiento del salario mínimo,
y la reglamentación de la jornada de ocho horas de
trabajo, así como la lucha por los derechos políticos,
económicos y sociales de la clase obrera. Ante tal
panorama no se hicieron esperar las duras críticas en el
interior del partido, pero sobre todo las de la oposición
conservadora que junto con la jerarquía eclesiástica
no dudaron en tildar al liberalismo de “comunistas
disfrazados” o “rojos peligrosos” que ponían en peligro
el legítimo derecho a la propiedad privada y que estaban
en contra de instituciones como la familia, la Iglesia y en

248
Colección Escuela de Historia 25 años

general contra la civilización cristiana, razón suficiente


para manifestar de manera enérgica y categórica su
animadversión hacia las medidas sociales del presidente
López Pumarejo, a las que consideraban inspiradas
en el pensamiento ruso. De otra parte los gobiernos
liberales buscaron siempre reformar el Concordato que
regulaba las relaciones Iglesia - Estado vigente desde
1887, en puntos relacionados con el monopolio de la
educación, el matrimonio civil y el divorcio; la Iglesia
siempre con apoyo del Partido Conservador se opuso
a dichas reformas y por ende a las administraciones
liberales valiéndose, en algunos casos, de su gran
poder de influir en una población hasta entonces
mayoritariamente católica, rural y analfabeta, desde el
púlpito, el confesionario y la misma prensa.
La división del liberalismo en Santander quedó
evidenciada entre los partidarios de Alejandro Galvis
Galvis y seguidores del dirigente Mario Ruiz Camacho,
fuerzas que tanto en la Asamblea del Departamento
como en el Cabildo Municipal de la capital generaron
candentes debates en un ambiente de acusaciones
mutuas por su cercanía a la facción que comulgaba
con la ideología de izquierda y que luchaban por
reivindicaciones sociales. La oposición conservadora en
Santander fue liderada por el Directorio Conservador
presidido por figuras como Manuel Serrano Blanco y
Juan Cristóbal Martínez quienes en medio de acalorados
discursos en las plazas públicas, en las corporaciones
legislativas y en el diario El Deber, desde donde no
vacilaron en instigar a sus seguidores “hasta el delito si
fuera necesario”.
Por todo lo anterior la transición al régimen
liberal se llevó a cabo en un ambiente de violencia
partidista generalizada, acentuada en la Provincia de
García Rovira y pese a los esfuerzos pacificadores de
los dirigentes políticos de ambas colectividades que

249
Colección Escuela de Historia 25 años

buscaron acercamientos y acuerdos, esta región vivió


intensos enfrentamientos favorecida por su aislamiento
dada su quebrada topografía, el predominio del
minifundio y la ausencia de vías de comunicación. Otros
hechos que alteraron la tranquilidad pública estuvieron
relacionados con las huelgas de los trabajadores de la
Tropical Oil Company en Barrancabermeja quienes
haciendo uso de su recién conquistado derecho a
sindicalizarse en defensa de sus intereses, organizaron
la Unión Sindical Obrera y en 1935 llevaron a cabo una
huelga que se generalizó a todo el país; lo mismo ocurrió
en 1938 pero ya desde el marco de la legalidad, pues
constitucionalmente las administraciones liberales
reconocieron y consagraron la huelga como un derecho
de los trabajadores para defender sus intereses y hacer
efectivas sus peticiones. Los sucesos de Pasto tuvieron
graves repercusiones en Bucaramanga donde el Capitán
Gregorio Quintero dio muerte al comandante de la
brigada, Coronel Julio Guarín, tomando el mando
militar; pero el Gobernador Galvis Galvis con prudencia
y firmeza logró el restablecimiento del orden, en hechos
que fueron objeto de elogio por el propio Presidente
López, su Ministro de Relaciones Darío Echandía y la
prensa nacional e internacional.
Desde 1935 la oposición conservadora decidió
retirarse del debate electoral argumentando que
no existían las garantías necesarias y solo decidió
participar en la contienda nuevamente a partir de
1939 cuando el fantasma del fraude electoral puso en
riesgo la tranquilidad pública debido a la coacción de
la Iglesia por un lado y de la fuerza pública por otro.
No obstante diversas fueron las medidas tomadas entre
1930 y 1946 tendentes a combatir el fraude y purificar el
sufragio: implementación de la cédula electoral, uso de
la tinta indeleble, suspensión del sufragio a miembros
del ejército y la policía, ciudadanía para los mayores de
21 años, sufragio popular y directo, tipificación de los

250
Colección Escuela de Historia 25 años

delitos contra el sufragio, creación del Gran Consejo


Electoral, prohibición a los funcionarios públicos de
participar en política. Gran parte de los esfuerzos
gubernamentales se concentraron también en la
campaña de cedulación para facilitar la identificación
de las personas e incentivar la participación electoral.
En cuanto a política social fue significativo el
avance en materia de educación pública. En cobertura
se logró ampliar el número de grupos escolares tanto de
primaria como de secundaria en el departamento luego
de la crisis fiscal de los primeros años de la República
Liberal. Referente a la calidad, el énfasis se centró,
por un lado en la cualificación de los maestros dada la
carencia de personal preparado para la enseñanza, de
ahí el impulso a las escuelas normales de Bucaramanga
y Málaga; por otro, en el bienestar escolar con diversas
campañas para mejorar las condiciones físicas y
sanitarias con lo que se pretendía elevar el rendimiento
académico y la disminución de deserción de los niños
y niñas de las escuelas rurales principalmente. Además
de la educación normalista, recibió gran impulso la
educación técnica como una exigencia del desarrollo
industrial de la región lo que llevaría a sentar las bases
de un proyecto aún más ambicioso y de mayor alcance:
la creación de la Universidad Industrial de Santander.
La dura problemática en materia de salud e
higiene en Santander para el periodo en estudio, hizo
que a pesar de las diversas campañas para combatir
un sinnúmero de enfermedades de diverso tipo, de la
construcción de centros de higiene en varias zonas del
departamento, de la reconstrucción de importantes
hospitales -el San Juan de Dios de Bucaramanga
por ejemplo- y centros profilácticos antivenéreos,
antileprosos y antituberculos, y de la realización de
diversas campañas educativas sobre saneamiento
básico, los resultados no fuesen los esperados. Los

251
Colección Escuela de Historia 25 años

recursos insuficientes para el ramo de la salud hicieron


casi imposible la consecución de las metas planeadas
por la administración departamental.
El desarrollo económico por su parte se
sustentaría fundamentalmente en la industria petrolera,
la manufactura del fique, la producción de tabaco y de
caña panelera. Si bien tomaron impulso importantes
empresas de cigarros, alimentos y bebidas, en general
persistió la producción artesanal en los diferentes
sectores de la actividad económica lo que colocaría a
Santander en desventaja frente a otros departamentos;
esta situación sería atenuada en parte con el impulso
del gobierno departamental hacia el trabajo asociativo
a través del apoyo a empresas cooperativas de la región.
Entre aquellas actividades agrícolas más favorecidas
por la administración departamental estuvieron el
fique, el tabaco, la caña panelera, el cacao, el algodón
y los frutales, pues las diferentes campañas -del arado,
semillas, granjas agrícolas, entre otras-, buscaban
tecnificar y ampliar su producción.
El desarrollo económico del Departamento de
Santander se ha visto limitado por sus características
topográficas, propias de una zona anclada sobre la
Cordillera Oriental cuya localización geográfica le
impone la responsabilidad ineludible de ser puente de
unión entre el interior del país, los puertos de la Costa
Atlántica y Venezuela. Inicialmente el sistema vial
buscó la comunicación del interior con los puertos
marítimos, por medio del río Magdalena a través de los
caminos de Botijas y Paturia. A Comienzos de Siglo
XX la línea férrea Bucaramanga – Puerto Wilches se
constituyó en el principal eje del desarrollo local, a
pesar de las innumerables dificultades que retrasaron
su construcción.

252
Colección Escuela de Historia 25 años

Una de las prioridades de los gobiernos liberales


fue la de impulsar la apertura de carreteras con
miras a fortalecer el mercado nacional. En Santander
se adelantaron importantes obras como las vías
Bucaramanga - Barrancabermeja, la carretera del
Carare y el ferrocarril de Puerto Wilches, la carretera
de noroeste, las vías San Gil - Charalá -Duitama y la
de García Rovira así como las numerosas carreteras
municipales que constituyeron la red vial del
departamento y la estructura básica de soporte a la
integración económica entre sus regiones, que junto
con la iniciación del transporte aéreo, la ampliación y
perfeccionamiento de las comunicaciones telegráficas
y telefónicas le permitieron a Santander alcanzar
un adelanto significativo en materia de transporte y
comunicaciones en el periodo estudiado.
La dotación a los municipios de servicios públicos
domiciliarios como energía eléctrica, acueducto,
alcantarillado y telefonía, la construcción de edificios
gubernamentales como teatros, colegios, puestos de
salud, los palacios de la gobernación y de justicia,
escenarios deportivos como la unidad deportiva
Alfonso López y el Hotel Bucarica en la capital del
departamento, fueron muestra del desarrollo urbano
alcanzado e impulsado desde las administraciones
seccionales.
Todo ello fue posible gracias al empeño de las
administraciones liberales que con una nueva visión de
la administración pública basada en la planeación, la
gestión y la optimización de recursos lograron superar
las recurrentes crisis presupuestales para realizar
impensables proyectos y así dotar al departamento de la
infraestructura necesaria para su desarrollo económico
y colocarlo a la altura de los requerimiento de una
sociedad moderna.

253
ANEXOS
Colección Escuela de Historia 25 años

ANEXO 1.

“EL LIBERALISMO EN EL PODER, Y SU


ACTITUD ANTE LOS FUEGOS DE LA DERECHA
Y DE LA EXTREMA IZQUIERDA”263

DISCURSO DE POSESIÓN DE LA GOBERNACIÓN DE


SANTANDER
Señor Presidente del Tribunal:
El juramento que acabo de prestar no es en mí una simple
fórmula legal. Responde él a un íntimo y ferviente anhelo de
mi espíritu y lo interpreto no solo con el propósito de cumplir
mi deber y de respetar y hacer respetar la ley, sino ante todo,
como la resolución de servir intensa y tenazmente al pueblo
santandereano; de trabajar por su tranquilidad y bienestar y
porque en esta tierra heroica sea la paz una realidad viva y se
ejerciten limpia y auténticamente todos los derechos ciudadanos.
Cuando el señor Presidente de la República y su Ministro
de Gobierno me pidieron que viniese a Santander a representar
al Poder Ejecutivo, que ellos encarnan con máxima dignidad
e inmaculado patriotismo, y a colaborar en su obra de paz y
263  SANTOS, Eduardo. Obras Selectas. (Colección Pensadores Políti-
cos Colombianos). Bogotá: Imprenta Nacional, 1982

257
Colección Escuela de Historia 25 años

de concordia, no me creí con el derecho de negar el concurso


transitorio que ellos tan benévolamente solicitan de mí. Pero
debo aclarar que más que la voz de esos patricios ilustres, influyó
en mi ánimo una voz muy lejana y honda, callada hace treinta
años, pero que vive siempre en mi corazón. La voz de mi padre, que
en este suelo nació, que aquí quiso morir, y cuyas cenizas guarda
piadosamente la tierra santandereana, que él amó siempre con
amor ferviente y tenaz. Me pareció que en estas circunstancias
difíciles él me pidió que viniese yo a hacer el filial esfuerzo que él
hubiera querido realizar, y traer una palabra de conciliación y
de serenidad, a ser el servidor de todos en una hora de pasiones
enardecidas. El hijo viene a pagar la deuda del padre a su tierra
nativa, y pide a la sombra venerada que lo inspira, la fortaleza
necesaria para no trepidar en una labor orientada exclusivamente
hacia la conciliación y la justicia.
La paz nacional no está en peligro, ni aquí ni en parte
alguna de Colombia, porque ella es el bien esencial, la condición
indispensable de nuestra vida republicana, y nadie osará tocarla,
ni nadie lo pretende. Pero si están en peligro la tranquilidad,
el orden constante y seguro, la normalidad regular sin la cual
la vida se desliza entre azares y temores, a través de alarmas e
incidentes que hacen huir toda calma y envenenan la existencia,
sembrándola de inquietudes, de odios y rencores. A luchar porque
esa tranquilidad se acentúe sobre firmes y estables bases, porque
se atenúen y vayan desapareciendo las desconfianzas peligrosas,
vengo yo al pueblo honrado por tantos varones ilustres y al cual
traigo sólo un inmenso deseo de aceptar y de servir.
He creído y creo que esa labor que se me encomienda,
habría podido se eficazmente realizada con mejores títulos
que los míos, por muchos de los ciudadanos que aquí residen, y
especialmente por el dignísimo Magistrado a quien voy a suceder
y de cuya admirable y noble labor soy testigo; pero se ha pensado
que por causas especiales y factores psicológicos un hombre nuevo
entre vosotros podría establecer más fácilmente el ambiente de
conciliación serena y de confianza leal que se necesita y asegurar
para un Gobierno próximo el concurso de todos los buenos

258
Colección Escuela de Historia 25 años

ciudadanos. Ese es el servicio que se me pide: ese el que vengo


a prestar modestamente, con honda desconfianza en mis pocas
fuerzas, con fe profunda en un alto ideal patriótico que ilumina y
sostiene cuanto bajo su amparo se coloque.
Para realizar mi empeño yo no pido tan sólo el concurso
de los directores políticos; de la prensa y de los escritores
públicos, sino también, principalmente, el de todos los corazones
santandereanos que sientan el amor de su tierra, que deseen verla
grande, próspera y feliz.
Sobre nuestro Departamento se acumulan muchas
leyendas alimentadas por lamentables sucesos, fortalecidas por
una literatura tan pintoresca como engañosa, sostenidas por la
pasión política implacable, que exhibe a Santander como teatro
de odios feroces, donde la vida humana tiene poco precio y son
plantas exóticas la tolerancia y la cordial colaboración de los
partidos.
No han faltado quienes denuncien estas virtudes cívicas
como debilidades ideológicas escasas de varonil resolución, y
aun se ha llegado por algunos a ostentar vanidosamente, como
característica enorgullecedoras de un pueblo altivo, lo que no es
sino la mayor de sus desventuras y la falsificación de sus energías
y de sus viriles cualidades. Contra aquella leyenda roja hay que
reaccionar valerosamente en las palabras y en los hechos.
Hay que enseñar aquí, con firmeza tranquila y constante,
que la intransigencia agresiva y arisca no es prueba de entereza
sino rezago de barbarie, hay que proscribir la política feroz de
tribu y reemplazarla por la política de ideas y realizaciones, que
tiene adversarios pero no enemigos. Hay que declarar que es bello
y atractivo el mote político con que nos adornemos, pero que hay
otros títulos superiores que representan más altos sentimientos
e imponen más severas obligaciones. Seamos en buena hora
liberales, conservadores o socialistas, pero seamos siempre y ante
todo santandereanos y por encima de todo colombianos. Que esos
lazos de unión que nos ha dado la naturaleza sean siempre más
fuertes que los motivos de desacuerdo o de discordia.

259
Colección Escuela de Historia 25 años

¡Ay de los pueblos que se dejan por la locura partidista y


permiten que ella los divida en campos irreconciliables y marque
sus pasos con huellas de sangre¡ ¡ Ay de los pueblos que no sepan
librar sus necesarias batallas cívicas sobre un suelo consolidado
por el sentimiento seguro de la solidaridad patria, y que no se
sientan unidos por lo esencial y separado sólo por lo adjetivo!. Hay
que mostrar al país, que nos mira con inquietud y con extrañeza,
la verdadera fisonomía del pueblo de Santander, laborioso, noble,
tranquilo, que se duele más que nadie de las violencias que lo
desacreditan y arruinan, que anhela un ambiente sereno dentro
del cual sea fácil el trabajo y grata la vida. Porque yo creo que
se el verdadero espíritu y el sincero deseo de los santandereanos,
estoy aquí como un símbolo de conciliación y de buena voluntad,
con la clara esperanza de presentar al país un pueblo que vive las
agitaciones de la democracia dentro del orden y la cultura, que no
merece los cargos que se le hacen y está maduro para la libertad
y la República, incompatibles con todo régimen de violencia
que quiera colocar la fuerza ciega o el engaño mañoso sobre el
tranquilo ejercicio del derecho.
Nadie creería en mi sinceridad si viniese yo a declamar
contra la política y los partidos, dadas actuaciones mías que
no son desconocidas. Necesarios son los partidos y fecundas
las luchas de la política, si todo eso se mantiene en un plano de
serenidad y de orden, pero si de él bajan al terreno de los odios
sectarios, de los personalismos intransigentes, de las codicias
desenfrenadas, de las pugnas que dividen a los pueblos en bandos
enemigos ansiosos de exterminarse y que crean abismos de
furiosas antipatías y de inextinguibles rencores, entonces la
política deja de ser el arte de gobernar y de orientar la opinión,
para convertirse en pasión homicida e insensata fuente de todos
los males y fenómeno inexplicable para un razonador sereno
que no puede entender cómo actividad reducida a tan pobre y
repugnante objeto pueda llevar al sacrificio a tantas gentes dignas
de la mejor de las suertes y a quienes una dolorosa ceguedad
precipita a inenarrables desgracias.

260
Colección Escuela de Historia 25 años

Santander, encerrado por la naturaleza entre montañas


y selvas que han constituido para él una especie de duro bloqueo,
escaso aun de las obras de progreso que necesita, asomado apenas
a la prosperidad que le dé la libertad económica y bienestar
efectivo, tiene aun todos sus problemas por resolver y no podrá
lograrlo a pesar de las virtudes maravillosas de su raza, que le dan
derecho a colocarse a la cabeza de la nación, si no forma el bloque
solidario de sus hijos todos; si no realiza en espíritu y en verdad
la unión leal de los santandereanos; si no consagra la inmensa
energía que hoy pierde en luchas peligrosas y estériles, a labores de
más fecundo alcance y de mayor provecho, a conseguir la victoria
sobre el medio hostil y alejar al más siniestro e inquietante de los
huéspedes: a la miseria que hoy amenaza o ensombrece tantos
hogares santandereanos, y que dificulta cuando no imposibilita
todos los esfuerzos necesarios hacia el progreso efectivo y hacia
la justicia social. Para todo ello se necesita crear un ambiente de
fecunda cordialidad dentro del cual sean posibles y libres todas
las opiniones, pacíficos los desacuerdos y civilizados los torneos
partidistas.
A Santander hay que darle ente todo lo que él pide; lo que
demanda un inmenso clamor angustioso que no logran acallar
los gritos sectarios. Lo que piden todas las mujeres y reclaman
las generaciones que se levantan y exigen los hombres cuerdos y
aconseja la elocuencia trágica de las tumbas: hay que darle paz
efectiva y tranquilidad estable. Hay que desarmar la política
para que ella sea cambio de realizaciones efectivas, y no bárbaro
ejercicio a cuyas sombras se ocultan los peores elementos. No
hace mucho se publicó la fotografía de una de las víctimas caídas
en un choque brutal de origen partidista.
Jamás he visto documento más elocuente y conmovedor.
Era un joven campesino hermoso y gallardo, de finas facciones
enérgicas, con los pies descalzos y el pecho desnudo. Veinte años
había vivido apenas y el fotógrafo fijó sus rasgos, cuando sólo y
trágico, tirado en la mitad de una calle, era una suprema protesta
contra la impiedad y la insensatez. Parecía un Cristo yacente,
esculpido por algún artista capaz de exprimir todo el dolor

261
Colección Escuela de Historia 25 años

humano; y a pesar de la dignidad de su actitud, no descompuesta


por ningún gesto de espanto, había en su rostro varonil toda la
amargura del sacrificio inútil. Yo quisiera ir por Santander
como un peregrino de la paz, por campos y aldeas, con ese retrato
simbólico y con una sola pregunta: ¿ Por qué? ¿ Para qué?.
La política digna de su misión, no sólo no necesita de
esos sacrificios crueles, sino que los abomina y rechaza; y la
violencia desencadenada sólo cae sobre los humildes; sobre los
que sólo dentro de la paz y el orden pueden prosperar y vivir;
sobre las eternas víctimas de las agitaciones, las víctimas
anónimas que después de los choques sangrientos llenan las
cárceles, los hospitales y los cementerios. El honor de los hombres
públicos y de los partidos políticos exige el que no se lleve torpe
e innecesariamente a esas gentes sinceras, nobles y llenas de un
sublime desinterés, a sacrificios que claman al cielo, por inútiles
y por crueles.
Yo no vacilo en declarar que todo el fuego de la más
ardiente convicción que la política constructiva que Colombia
necesita, espera y reclama, para el presente y el futuro, no se hace
con sangre sino que se estorba con sangre. La República que
anhelamos no es una divinidad adjusta que requiere holocaustos
sangrientos es fuente de vida y de paz, camino de conciliación y
de progreso que sólo el odio partidista puede hacer intransitable.
Yo invito al pueblo de Santander a una cruzada contra
la intransigencia, contra la violencia, que lo desacreditan, lo
arruinan y lo desangran. Lo invito a proclamar y a defender una
política de cultura, y un concepto del valor que no se limite al brutal
desafío de la muerte, sino que sea esfuerzo generoso y tenaz por una
vida mejor, y para que haya en ella más justicia para todos y más
bienestar para todos. Al país, quebrantado por una hondísima
crisis económica, el esperan horas difíciles, que serán fatales si nos
dejamos dominar por las furias del partidismo. Furias insensatas
cuya presencia nada justifica ni excusa. Nuestros partidos han
llegado doctrinariamente a posiciones que excluyen las luchas
feroces y permiten la colaboración sincera; tienen ellos bases para
luchas intensas, pero no para odios ni matanzas.

262
Colección Escuela de Historia 25 años

Hace mucho bajamos de las colinas de Palonegro, y la


transmisión pacífica del mando en el año de mil novecientos
treinta abrió una era para nuestra patria que es preciso continuar
dentro de normas de conciliación patriótica y de sincera legalidad.
Pero esa era no será provechosa y fecunda si no se desarrolla
fuera del exclusivismo y la intransigencia, enfermedades del alma
que hacen imposible todo gobierno genuinamente republicano.
Señor Presidente del Tribunal: yo no puedo contestar vuestro
gentilísimo discurso, tan generoso y exageradamente benévolo
para mí con un largo programa. Mi administración será muy
corta, y sólo se propone dar a los santandereanos, hasta donde ello
está en mis manos, paz y justicia.
Sin limitaciones ni vacilaciones me esforzaré porque
ningún ciudadano sea indebidamente molestado y porque el
debate electoral se desarrolle honrada y tranquilamente en forma
que permita el libre y ordenado ejercicio del derecho, y dentro de
la más leal y genuina imparcialidad de las autoridades, que sólo
velarán por el respeto de la ley, porque el sufragio se practique
leal y realmente, lejos de toda coacción y de todo engaño, y porque
jamás pueda la violencia perturbar impunemente las libres
actividades ciudadanas. En mis manos la autoridad no será una
amenaza sino para quienes quieran colocarse fuera de la ley y del
orden.
No hago sino interpretar las aspiraciones e intenciones
del Poder Ejecutivo al manifestar que él confía en el concurso leal
y decidido de las Fuerzas Armadas – Ejército y Política – en la
noble tarea de guardar el orden, de dar a todos protección y plenas
garantías.
El Ejército, guardián supremo del honor nacional y de la
paz, y la Policía, protectora del orden social y respaldo efectivo de
todo buen ciudadano tiene altísima misión que cumplir y la más
noble tarea que desempeñar. Están ambas entidades colocadas por
encima de las luchas políticas, ya que tienen que atender y servir
por igual a todos los colombianos y realizar fines que ninguna
relación tienen con los partidos, pues al ponerse al servicio de

263
Colección Escuela de Historia 25 años

éstos, dejan de corresponder al objeto de su existencia. Por mi


parte, ya que la policía depende de la entidad gubernamental
que voy a presidir, no ahorraré esfuerzos porque ese cuerpo sea
cada día más digno de la confianza y el respeto de todo el pueblo
santandereano; más apto para el eficaz desempeño de la labor
social que le corresponde, que es la de garantizar la tranquilidad,
la propiedad y el derecho de cuantos habiten en este suelo.
Muy corta será la labor mía y muy sencilla, porque tengo
la confianza de que el pueblo santandereano dé en estas elecciones
el certamen de cultura y civismo que de él esperamos cuantos le
admiramos y amamos. Mi mayor satisfacción sería poder decir,
al declinar el mando: he sido tan sólo el observador orgulloso
de un pueblo que sabe practicar la democracia sin violencia
y sabe desbaratar con una semana de calma y de civismo, las
leyendas que sobre su cabeza han acumulado quienes no ven
sino las agitaciones superficiales, y no conocen el tesoro del alma
santandereana, fuerte, noble e hidalga. Ojalá, señor Presidente, se
realice esta esperanza mía, y con ella la más pura intención de mi
vida. Para lograrlo no ahorraré sacrificios ni esfuerzos. Quiero
ser sólo un santandereano que sirve los intereses de Santander y
de todos sus hijos. A ese servicio estará íntegramente la autoridad
que se me ha confiado, y estoy seguro, señor Presidente, de que
para ejercerla rectamente, lejos de todo prejuicio sectario y de
todo compromiso distinto del juramento que acabo de prestar,
para mantener incólume el prestigio de esa autoridad, en bien
de todos, he de contar con el concurso leal y sincero del pueblo
santandereano. Y será el mayor honor de mi vida al abandonar
este puesto, el que hombres como vos, que representáis dignamente
la justicia, piensen que en hora delicada he servido a Santander
con lealtad, con imparcialidad y sincera abnegación y con un
hondo y sincero amor por este pueblo al que me ligan tan sagrados
y fuertes lazos.

264
Colección Escuela de Historia 25 años

ANEXO 2.

“ SUBVERSIÓN EN BUCARAMANGA”264
Los sucesos de Pasto tuvieron funesta repercusión en
otras regiones del país, con mayor peligrosidad en Ibagué y
Bucaramanga donde las guarniciones militares se sublevaron
contra el gobierno y se pugnaron por apoderarse de los
gobernadores, tratando de apresarlos también o en último caso
de eliminarlos.
A mí me correspondió afrontar el crítico lance como
gobernador de Santander, y a fe que salí de él bien librado, obrando
con energía, prudencia y sagacidad. La relación de los hechos
cumplidos que le hice en el parte oficial al Ministro de Gobierno
Alberto Lleras Camargo, una vez dominada por completo la
situación, con fecha del 13 de julio, completada con la del día 22,
son bastante explícitas sobre la dimensión y los desarrollos del
episodio. Por eso mismo he de reproducirlas en estas memorias,
como fiel expresión de la verdad vivida. Dice así:
Celebrábamos el día 10 en esta ciudad la fiesta del policía,
la iniciación de la semana cívica patrocinada por la Sociedad
de Mejoras Públicas y el aniversario de la proclamación de
la independencia del Socorro, con una serie de actos que se
264  GALVIS GALVIS, Alejandro. Memorias de un Político. Bucara-
manga, 1975

265
Colección Escuela de Historia 25 años

desarrollaban normalmente. Cuando el cuartel de la policía


departamental habían sido entregadas las medallas de distinción,
instituidas por reciente decreto para estimular a los buenos
servidores, se tuvo noticia de que las radiodifusoras del país
estaban transmitiendo, como un hecho cumplido, la detención
del Presidente López, como consecuencia de un golpe militar
acaecido en Pasto, durante el desarrollo de las maniobras que allí
se efectuaban.
“Me levanté de la mesa para atender a una llamada
telefónica de la oficina telegráfica, que me ratificó la veracidad
de la alarmante noticia. Se hallaba presente en el almuerzo el
coronel Julio Guarín E., Comandante de la 5ª. Brigada, a quien
llamé aparte y con él convinimos algunas medidas de urgencia que
se podrían tomar para hacerle frente a la grave situación de orden
público que significaba el nefando hecho. El Coronel, emocionado
u sorprendido, me hizo espontáneo juramento de lealtad a las
instituciones y al gobierno y me prometió que saldría por obra
cuantas providencias fueran precisas para impedir que en el
Cuartel de Bucaramanga pudieran solidarizarse las tropas con
los amotinados de Pasto.
“Salió el Coronel Guarín y un rato después se presentó
ante el suscrito Gobernador el Capitán Gregorio Quintero con un
grupo de 10 soldados. En estado de extrema exaltación me dijo
que se presentaba una grave situación en el Cuartel que podía
conducir a choques armados, y que consideraba preciso que los
dos nos pusiéramos de acuerdo para resolverlo lo más pronto
posible. Me invitó a que lo acompañara al Cuartel y yo le respondí
al punto:
- “Cumpla usted con su deber allá, que yo cumpliré
aquí con el mío, y organizaré la defensa contra cualquier acto
subversivo que pudiera presentarse”. Le di la espalda al Capitán
Quintero y pasé a impartir órdenes para que se instalara un
aparato telegráfico en el mismo Cuartel de Policía; para que
ésta se aumentara y reorganizara; para inscribir contingentes
de ciudadanos que estuvieran dispuestos a tomar las armas

266
Colección Escuela de Historia 25 años

en defensa de la República, y disciplinarlos y distribuirlos


convenientemente en diferentes cuarteles. Me dirigí luego a la
Gobernación y desde allí hice comunicar a los Alcaldes de todos
los Municipios de Santander lo que estaba ocurriendo y les
ordené proceder a alistar gentes en estado de portar las armas y
despacharla inmediatamente hacia Bucaramanga.
“Tomadas estas precauciones, llamé al Comando de la 5ª.
Brigada para obtener informes del Coronel Guarín sobre lo que
estuviera haciendo, y él me dio cuenta de que se había dirigido a
los comandos de Pamplona y Cúcuta y estaba tomando todas las
providencias conducentes a que el Grupo de Artillería “Galán“,
acantonado en esta ciudad, se mantuviera leal al Gobierno. Media
hora después torné a llamarlo y me dijeron que no podía contestar.
Inquiriendo sobre lo sucedido; se me dijo por el médico de la
Unidad y por un Padre Jesuita – que había acudido a prestarle
los últimos auxilios espirituales – que el Coronel Guarín había
sido gravemente herido y en aquellos momentos agonizaba; que
el Capitán Quintero había asumido al Comando de las tropas
y se había iniciado un movimiento sedicioso que amenazaba la
tranquilidad pública.
“ Después de todo he venido a saber que cuando el Coronel
Guarín, luego de tomar sus primeras providencias, se cambiaba el
traje de parada con que había asistido a la Fiesta del Policía, por
su traje ordinario de campaña, se le presentó el Capitán Quintero
y en tono altanero le preguntó si estaba con el Gobierno o con el
movimiento. A la enfática respuesta que le dio el Coronel Guarín,
en el sentido de que estaba irrestrictamente con el Gobierno, y en
defensa de las Instituciones de la República, se sucedieron unos
cuantos disparos hechos por el Capitán Quintero y con los que
fue extinguida la preciosa existencia del valeroso militar, fiel en
todo momento a su deber y a sus nobles antecedentes de hombre
de honor.
“La organización para la defensa del orden público
continuaba normalmente por parte de la Gobernación, cuando
una llamada telefónica procedente del Cuartel de los amotinados,

267
Colección Escuela de Historia 25 años

le hizo saber al Gobernador que éstos deseaban parlamentar y que


pedían el envío de una comisión de ciudadanos. El Gobernador,
aunque consideraba irregular el procedimiento, quiso enterarse a
ciencia cierta de las intenciones de los amotinados, y sin querer
entenderse directamente con éstos, nombró en comisión, para
que en su carácter de simples particulares oyeran lo que quería
decirles el Capitán Quintero, a los señores doctor Pedro Alonso
Jaimes, Julio César Galvis, Lázaro F. Soto y Emilio Suárez,
quienes se trasladaron a los Cuarteles y se pusieron en contacto
con los Oficiales rebeldes. Estos se produjeron en tono airado
contra el Gobierno y les notificaron a los comisionados que hacían
saber por su conducto al Gobernador de Santander que debía
resignar el mando en la persona del señor Lázaro F. Soto, a quien
la Oficialidad había escogido para Gobernador, con el objeto de
poner de relieve que el movimiento no iba contra las instituciones
civiles. Les agregaron que si el Gobernador GALVIS GALVIS no
se entregaba preso a la oficialidad, a las siete de la noche serían
atacados por la artillería del Palacio de la Gobernación y el
Cuartel de la Policía Departamental. Este último lo recibió el
Gobernador a las seis y media de la tarde. Previa una deliberación
con los numerosos ciudadanos presentes en la Gobernación,
el Gobernador dio respuesta a los comisionados. Pidió que le
comunicaran al Coronel Fajardo y al Capitán Quintero que no
se entregaría por ningún motivo y que estaba dispuesto a afrontar
la defensa del régimen y de las instituciones democráticas contra
el motín militar. Dispuso que todas las gentes desocuparan tanto
la Gobernación como el Cuartel de la Policía y se continuara
por fuera la organización de las gentes que iban llegando para
atender a la resistencia. Se retiró el Gobernador del Palacio de
la Gobernación y se alojó provisional y reservadamente con el
señor Pedro López Michelsen, quien llegado a Bucaramanga en
las horas de la tarde, hubiera sido una excelente presa para los
amotinados, en casa del señor Roque J. Carreño y con la compañía
de éste.
“El doctor Jaimes comunicó al Capitán Quintero, por
teléfono, la decisión del Gobernador, le agregó que éste se había
retirado de la Gobernación a organizar la defensa en otra parte

268
Colección Escuela de Historia 25 años

y que si el propósito de las tropas era atacar este edificio y el de la


policía, podrían tomarlos tranquilamente y sin resistencia, pues el
Gobernador no quería exponerlos a la destrucción de la artillería.
“En vista del retiro del Gobernador, el ataque no se
produjo. A las 7 y cuarto, presumido que nada ocurría, el
Gobernador salió de su alojamiento con sus dos acompañantes,
hizo con ellos un recorrido por toda la ciudad, aproximándose
cuanto más pudo a los cuarteles, para observar el movimiento
de las tropas. Como no se notara actividad ni en el Cuartel
ni en sus proximidades, el Gobernador tornó al Palacio de
la Gobernación con los señores López y Carreño, después de
terminar su recorrido. Estuvo primero en el cuartel de la policía,
y en vista de que ni allá ni en la Gobernación había nada, hizo
regresar a sus cuarteles a los dos pelotones que habían tomado
uno por la salida hacia Floridablanca y otro hacia Rionegro, y
cuando hubieron regresado se continuó en los mismos cuarteles el
recibo y la organización de las gentes. El Coronel Octavio Mutis
Harker se presentó a la Gobernación a ofrecer sus servicios y
el Gobernador lo designó asesor militar de la Policía. Esta fue
distribuida por diferentes edificios; se apostaron contingentes
sobre la azotea de la Gobernación, en los distintos pisos del cuartel
de la Policía, del antiguo local de la Escuela de Artes y Oficios,
del Coliseo Peralta y de las torres del templo de San Laureano,
con el objeto de dar varios frentes y diseminar las fuerzas para
que no pudieran ser objeto de una destrucción inmediata, y si se
atacaba la Gobernación o el edificio de la Policía, pudiera haber
contingentes para operar por la espalda de las tropas de artillería.
“El aeródromo, los edificios de correos, Telégrafos y
Teléfonos, la línea del ferrocarril, las entradas a la ciudad, las
radiodifusoras, los bancos y demás lugares importantes fueron
controlados desde un principio por pelotones de policía, y se
establecieron los retenes de alarma que eran de rigor.
“Posteriormente tornaron a la Gobernación todos los
funcionarios y elementos civiles que se habían recatado en
distintos sitios en previsión del ataque inminente, y horas después

269
Colección Escuela de Historia 25 años

el Capitán Quintero y el Coronel Gonzalo Fajardo realizaron


conversaciones con la comisión e insistieron en que se haría el
ataque si el Gobernador no se entregaba.
“Les dije entonces a los comisionados, que les contestaran,
que el Gobernador no se encontraba en ese momento en la
Gobernación, que estaba recibiendo tropas que venían del Norte
y del Sur, y organizando numerosos contingentes de policía que se
aprestaban a la resistencia, pero que lo mandarían buscar para
darle la información sobre sus manifestaciones; que mientras
llegaba y les daba la respuesta, los comisionados les pedían una
tregua. Así fueron transcurriendo las horas. El Gobernador
salió por todas partes en compañía del señor López Michelsen,
en ocasiones de algunos de sus Secretarios y amigos personales;
revistaba los contingentes de policía, visitaba pelotones de
vigilancia, observaba por los lados del Cuartel movimiento
que pudiera realizar la tropa; pasaba por el aeródromo para
cerciorarse de que estaba seguro, visitaba los cuarteles de policía
dando instrucciones para la organización y la defensa, para el
aprovisionamiento y el control de la situación.
“A la una y media, el Coronel Fajardo se presentó en la
Gobernación y solicitó comunicarse con el Gobernador. Le
manifestó que él se mantenía fiel al Gobierno; que si se había visto
en vuelto en la rebelión del Cuartel de Artillería de esta ciudad, fue
por causa de que el Capitán Quintero le intimó, revólver en mano,
que le declarara si estaba con el Gobierno o con el movimiento, a
lo cual hubo de contestarle que con el movimiento, para no sufrir
la misma suerte del Coronel Guarín, pero que acudía a ponerse
a las órdenes del Gobierno para ayudar a resolver la situación,
y que en este predicamento lo acompañaba el Capitán Mazuera.
En la entrevista ofreció el Coronel Fajardo traer a las cinco de la
madrugada al Capitán Quintero, con cualquier pretexto, para que
se le capturara, y que conseguido esto él se comprometiera a tomar
el mando de las tropas y arreglar la situación favorablemente. Sin
embargo, no se presentó a las 5, sino cerca de las 9 como adelante
se verá.

270
Colección Escuela de Historia 25 años

“A las tres de la madrugada, el Gobernador encontró que el


Jefe de la Policía se había enfermado y retirado al Hotel Bucarica.
Inmediatamente designó para reemplazarlo al señor Roque J.
Carreño, lo presentó a todos los contingentes de policía en sus
distintos acantonamientos, haciéndoles jurar obediencia al nuevo
Jefe y lealtad al Gobierno y a las instituciones de la República.
“Al fin, los oficiales amotinados, ya un poco menos exigentes
en sus pretensiones, manifestaron a los comisionados, por teléfono,
que deseaban hablar con el Gobernador para que se resolvieran
de la manera más satisfactoria las dificultades predominantes. El
Gobernador les hizo saber que los recibiría con mucho gusto en
los salones de la Gobernación si deseaban parlamentar con él, y
que si venían tendría también mucho gusto en oírlos. Pero les hizo
saber a la vez que estaba listo para la resistencia; que contaba
con mil hombres de la Policía perfectamente organizados bajo el
mando del Coronel Mutis Harker, y con numerosos contingentes
de tropas que habían venido de varios puntos de la República;
que estas fuerzas armadas empezaban a desplegarse hacia los
Cuarteles y que no tardarían en exigir que se entregaran los
criminales o de lo contrario los cuarteles serían tomados y los
criminales presos y entregados a la justicia; que el Gobernador
no deseaba en manera alguna que se produjera efusión de sangre
y su propósito era evitar choques que serían lamentables y
restablecer la normalidad sin mayores dificultades para los
militares insurgentes. Les observó que la acción de la Policía y del
Ejército que se proyectaba sobre el cuartel sería secundada por
una escuadrilla de aviones que evolucionarían sobre él y estaría
dispuesta al ataque en caso de resistencia.
“Eran las 7:30 a.m del día once de julio. Un cuarto de
hora después, el Gobernador hizo llamar por teléfono al Capitán
Quintero; contestó el Coronel Fajardo e informó que Quintero
había salido con las tropas. Salió el Gobernador en carro con
algunos amigos civiles a observar si las tropas se movían. Estuvo
primero en el aeródromo, para ver si estaba despejado, puesto que
se esperaba la escuadrilla de aviones, luego hacia las salidas de
la ciudad, y seguidamente se aproximó por los lados del Cuartel

271
Colección Escuela de Historia 25 años

por si la artillería estaba en movimiento. Todo estaba en calma,


y después de evacuar estas diligencias, como a las 8:30, luego
de visitar los cuarteles de la policía, dirigiéndose nuevamente
hacia Morro-Rico, por la avenida “Sotomayor” vio un jeep con
Oficiales seguido de un automóvil. Dio el aviso por teléfono a la
Gobernación de que probablemente los oficiales se dirigían hacia
allá y que era el momento de cumplir el plan acordado.
“Cerca de las 8:00 a.m. se presentaron dos aviones
militares sobre la ciudad y seguidamente llegaron a la
Gobernación, acompañados de seis individuos de tropa armada
y un fusil ametralladora los Oficiales Fajardo y Quintero. Los
hicieron entrar y los recibió el Doctor Pedro Alonso Jaimes, quien
había estado conversando con ellos, como miembro de la comisión
designada por el Gobernador. El Capitán le tendió la mano para
saludarlo, y en ese momento el Alcalde de la ciudad, señor Bernardo
Mutis Arenas, lo agarró fuertemente, lo desarmó y lo puso preso.
El Secretario de Gobierno, doctor Horacio Rodríguez Plata, puso
su revólver en el pecho del Coronel Fajardo y le intimó rendición,
sin que hiciera resistencia. En cambio sí la hizo violenta el Cap.
Quintero, quien trabado en lucha abierta con el Alcalde y varios
ciudadanos cayó con ellos al suelo, forcejeó desesperadamente
y fue reducido a la impotencia. Esta acción simultánea fue
auxiliada por don Alberto Lamus Cáceres, Administrador
General de Rentas Departamentales, y por los ciudadanos Daniel
Hernández, Mario Gómez Pardo, Guillermo Jaimes Rueda, el
Sargento de la Policía Departamental Jiménez Higuera, el Agente
de la misma, Reyes Marín, y otros que apresuradamente fueron
entrando al instante en que estos sucesos ocurrían.
“Mientras esto acontecía en el Palacio de la Gobernación,
el Gobernador salía del aeródromo a recibir los aviones que ya
descendían, y a ponerse en contacto con el Capitán Parada, que
conducía uno de ellos; lo informó de la situación y solicitó sus
impresiones respecto a lo que ocurría en el resto del país. Se
despidió de él y pasó a atender una llamada de la Gobernación,
por teléfono, en la que sele dio cuenta de la detención de los dos
oficiales. Ya se disponía a levantar el vuelo el Capitán Parada,

272
Colección Escuela de Historia 25 años

cuando el Gobernador le llamó la atención para darle una noticia


interesante de última hora y le comunicó la prisión del Coronel
Fajardo y del Capitán Quintero. Al regresar a la Gobernación,
encontró que la tropa que había venido con los oficiales presos
estaba aun armada. Le pidió al Coronel Fajardo que hiciera
entregar las armas y ponerlas a órdenes del Gobierno. El Coronel
Fajardo, con muy buena voluntad, ofreció hacerlo así y manifestó
al Gobernador que estaba dispuesto a ayudar en cuanto le
fuera posible el restablecimiento del orden. Salió a la puerta y
ordenó a la patrulla que entrara al Palacio de la Gobernación y
entregara las armas; así lo hicieron los soldados, y uno por uno
fueron entregando en manos del Mayor Serrano, de la Policía
Departamental, tanto la ametralladora como los fusiles que
portaban, los cuales fueron puestos en manos de elementos civiles
adictos al Gobierno.
“El Coronel Fajardo salió a uno de los balcones de la
Gobernación y declaró enfáticamente a las gentes reunidas en la
plaza, que él era un hombre leal y estaba dispuesto a defender las
instituciones y el Gobierno. Que si en un principio se había visto
comprometido con la conspiración, era para no correr la misma
suerte del Coronel Guarín, y que muerto éste se había dado a la
tarea de reducir en cualquier forma el Capitán Quintero, quien, por
hallarse Fajardo en la población de Rionegro cuando estallaron
los acontecimientos, había asumido el mando de las tropas en su
condición de Oficial de Detall; que al fin había conseguido que él
se presentara a la Gobernación y que al ofrecerse a acompañarlo,
sólo se había propuesto facilitar su detención.
“Cuando estos acontecimientos se iniciaron solo contaba
la Gobernación con un efectivo de 150 agentes de policía con
sus oficiales, que se levantaron a 350, armados de fusiles viejos,
y unos cuantos pelotones de civiles armados de machetes, para
caer de sorpresa sobre las fuerzas de artillería rebelde, muy
bien equipadas de cañones y ametralladoras, fusiles ordinarios
y fusiles ametralladoras, en caso de que se decidieran al ataque.
Complementaban los preparatorios del Gobierno algunas
bombas de dinamita construidas apresuradamente con elementos

273
Colección Escuela de Historia 25 años

que pudieron aprovecharse de obras públicas. No habían


llegado las tropas del Socorro, y menos aun los procedentes de
Pamplona, pero la Gobernación estimaba, por las conversaciones
de la comisión con los oficiales, que el nivel moral de éstos y de
la tropa habían descendido considerablemente, y que la prisión
de Quintero y Fajardo no ocasionaría reacción violenta en
los cuarteles. Así sucedió en efecto. Del aeródromo salió el
Coronel Mutis Harker para Floridablanca a recibir las tropas
procedentes del Socorro, y el Gobernador tomó en dirección
a los cuarteles para observar personalmente a distancia si se
producía algún conato de violencia. Notó inactividad por parte
de las tropas y regresó a la Gobernación. Allí se enteró, por
una llamada telefónica que hizo el alcalde de Floridablanca,
de que el contingente militar que venía del sur, había llegado
a esa población donde esperaba órdenes. El Gobernador salió
inmediatamente para Floridablanca para que se pusiera en
marcha rápida hacia Bucaramanga, con el objeto de que ayudara
a prevenir cualquier contingencia que bien pudiera ocurrir. En
el salón de la Alcaldía presentó su saludo al Coronel Morales,
quien se hallaba allí deliberando con el Coronel Mutis Harker
sobre si se les daba desayuno a las tropas en Floridablanca y si
les dejaba reposar un poco, antes de entrarlas a Bucaramanga. El
Gobernador fue de parecer que debían marchar inmediatamente,
y que en los cuarteles de la policía se les dispondría lo necesario
para que les dieran alimentos tan pronto llegaran. Despachó a
Carlos Julio Vanegas, Secretario de Agricultura e Industrias
a hacer los aprestos necesarios y se puso en movimiento con las
tropas hacia Bucaramanga. La entrada fue una marcha triunfal
por las calles céntricas de la ciudad, en medio de las aclamaciones
de la nutrida multitud que las llenaba y que estaba a la expectativa
de su ingreso. Se las acuarteló en el edificio de la antigua Escuela
de Artes y Oficios, y allí les fueron suministradas las provisiones
indispensables para su alimentación.
“Eran las once de la mañana del día 11, y en las horas
restantes no ocurrió nada que pudiera suscitar algún temor. A
las 6 de la tarde entraron las tropas de Pamplona bajo el mando
del General Matamoros y el Coronel Gómez Díaz, y se las alojó

274
Colección Escuela de Historia 25 años

y aprovisionó en el edificio del Coliseo Peralta y en la Escuela de


Artes y Oficios. Cansadas estas tropas y faltas de alimentación,
se convino con lo Jefes Militares en no desarrollar acción por el
momento, hasta el día siguiente en que pudiéramos cerciorarnos
exactamente del estado espiritual y moral de las fuerzas
amotinadas, contra las cuales ya era menos incierto operar con los
160 hombres venidos del sur y los 473 procedentes de Pamplona.
“Al día siguiente, 12 de julio, el Gobernador estuvo
conferenciando con el general Mutis Harker, que lo esperaba en
la Gobernación a las ocho de la mañana. Consideraba él que
para precisar el verdadero ambiente del cuartel insurgente, sería
de conveniencia que se enviara una comisión civil a explorarlo.
Cité a los miembros del Directorio Liberal a efecto de ponerlos
en contacto con el Coronel Mutis Harker para destacar esa
comisión, pero en momentos en que hablábamos, trajeron a la
Gobernación la noticia de que grupos de soldados insurgentes
hacían compras en la Plaza de Mercado, libremente, mientras
que sobre las alturas que dominan a Bucaramanga se notaban
pelotones de vigilancia que no se sabía a qué grupos pertenecerían.
“Pregunté al general Mutis Harker su parecer sobre lo que
debería hacerse con los soldados que hacían compras en la plaza,
y él me contestó que no se les podía condenar al hambre y que
estimaba de mayor prudencia se les permitiera hacer sus compras
para el aprovisionamiento del cuartel. El Gobernador estuvo
en desacuerdo con este parecer, que si ajustado a las normas
militares, no parecía el más indicado para aquellos instantes en
que se podía obrar sobre la moral de las tropas rebeldes mediante
un sitio por hambre. Impartió órdenes al Jefe de policía para que
desplegara pelotones por los alrededores de la plaza de mercado y
capturara a las unidades de tropas insurgentes que allí hubiera,
junto con los carros que fueran a conducir el mercado. Y tomada
esta providencia que estimó de carácter urgente, propuso al
general Mutis Harker que fueran los dos al Comando de la 5ª.
Brigada a conferenciar con el general Matamoros sobre estas
ocurrencias.

275
Colección Escuela de Historia 25 años

“Sin hacer objeción alguna al proceder de la Gobernación,


el general Matamoros aceptó poner alguna vigilancia por
pelotones del ejército y previa esta manifestación cuya, el
Gobernador retiró la orden para que se procediera por la Policía.
El general Matamoros estimuló que sin conocer a ciencia cierta el
nivel de las tropas rebeldes, y dados los rumores alarmantes que
circulaban sobre una activa preparación para la resistencia, debía
obrarse con suma cautela, para no comprometer el desenlace final
de la aventura peligrosa.
“Al retirarse del Comando de la 5ª. Brigada del
Gobernador, se le informó por algún civil que había estado en
contacto con el Capitán Mazuera, que éste deseaba tener una
inteligencia con él. Le respondió por el mismo conducto, que en
ese momento habría de salir para el campo de aterrizaje a recibir
al Coronel Leopoldo Uribe y que calculaba estar de regreso hacia
las 12 del día. Que lo llamara a esa hora, y que con mucho gusto le
concedería la entrevista.
“El Gobernador saludó al Coronel Uribe, quien llegó de
Bogotá en avión, y seguidamente invitó a los senadores Jorge
Regueros Peralta y Pedro Alonso Jaimes, y a los señores Emilio
Suárez, Rodolfo Azuero y Roque J. Carreño, quienes se hallaban
en el aeródromo, a que lo acompañaran a la Gobernación. De allí
llamó directamente al Capitán Rafael Mazuera, al Casino Militar
de “ Morro-Rico “, y ambos convinieron en tener una entrevista,
solos, en el Parque de los Niños, para donde saldrían al punto.
Fue el Gobernador a aquel sitio, lo siguieron a distancia de varias
cuadras los compañeros con quienes había ido del aeródromo
a la Gobernación, y quienes permanecían a la expectativa de
la entrevista, y esperó en vano durante media hora al Capitán
Mazuera. Pasó una motocicleta de observación, manejada
por un soldado, en dirección al Cuartel de “Morro-Rico”. Vino
después de allí y desfiló por frente al Parque de los Niños, un
camión militar en que iban dos individuos de tropa, y después de
algún rodeo por las proximidades, a varias cuadras de distancia,
regresó al cuartel. El Gobernador seguía a la expectativa, sentado
sobre un barranco visible, a la sombra de un árbol, solo, mientras

276
Colección Escuela de Historia 25 años

sus amigos observaban a distancia. Se destacó uno de ellos,


para prevenir en nombre de sus compañeros al Gobernador que
consideraba prudente que se retirara, porque después de aquellas
exploraciones motorizadas, era de temerse que se presentaran
las tropas de Morro-Rico y lo atacaran y redujeran a prisión.
El Gobernador explicó al comisionado que era muy natural que
se hicieran aquellas exploraciones para comprobar antes de la
venida del Capitán Mazuera que no había gentes emboscadas, ni
peligro ninguno en los alrededores del parque, y que consideraba
conveniente esperar un poco más el cumplimiento de la cita por
parte del Capitán.
“Transcurrió media hora más y viendo que no aparecía,
el Gobernador hizo llamar a sus compañeros. Les dijo que a
su modo de juzgar las cosas, el Capitán Mazuera no acudiría
a la cita y que en ese trance lo conducente era presentarse al
cuartel para definir de una vez por todas la situación. Corrían
rumores estrafalarios, que se acentuaban a cada instante, sobre
la actividad belicosa de las tropas insurgentes, y aquello estaba
creando una situación de zozobra muy poco a propósito para el
restablecimiento de la normalidad. Expuso a sus compañeros que
deseaba ir solamente acompañado de uno de ellos; escogió para
esta comisión al Senador Jorge Regueros Peralta.
“Tomó su carro con él y ambos se dirigieron al Cuartel. Se
detuvieron en el Casino Militar y el Gobernador preguntó por el
Capitán Mazuera. El centinela contestó que se hallaba dentro, y
el Gobernador hizo entrar su carro. Descendió de él y saludó a
los primeros oficiales que se le presentaron, en tono muy amistoso
y cordial. Todos revelaban un semblante tranquilo y complacido
con la presencia del Gobernador. Recibieron a éste y lo hicieron
objeto de demostraciones de simpatía mientras llegaba el Capitán
Mazuera, con quien se retiró a conversar a la sala de recibo del
Casino. Explorando el ánimo de la oficialidad y de la tropa, y
consciente el Gobernador de que todos los rumores que circulaban
por las calles eran infundados, y de que la actuación de las fuerzas
armadas era completamente pacífica; propuso al Capitán
Mazuera que lo presentara a las tropas para que lo reconocieran

277
Colección Escuela de Historia 25 años

en su calidad de primera autoridad civil del Departamento,


para que delante de él juraran fidelidad a las instituciones y al
Gobierno, y obediencia a los Comandantes Militares que habían
sido destacados para asumir el mando de esas tropas, generales
Matamoros, Mutis Harker y coronel Uribe.
“Aceptó el Capitán Mazuera las proposiciones
del Gobernador y ordenó reunir las tropas. Cuando ellas,
acompañado de la oficialidad, tomó puesto sobre las graderías del
edificio, en compañía del Senador Regueros Peralta, mientras que
los oficiales se situaban sobre la base de la gradería. El Capitán
Mazuera hizo poner firmes a las tropas y les anunció que se
hallaba presente el Gobernador de Santander, a quien presentaba
su respetuoso saludo a nombre de las fuerzas armadas, y quien
deseaba decirles unas cuantas palabras. El Gobernador, con
una gran serenidad, con dicción firme y energía de continente
improvisó la siguiente arenga a las tropas:
“Saludo a las tropas acantonadas en Bucaramanga y
a los oficiales que las comandan, y quiero informarles que la
rebelión que se inició en Pasto ha sido debelada y el Excmo. Señor
Presidente de la República está de nuevo al frente de su despacho
en el Palacio de la Carrera. Se ha restablecido el orden público en
todo el país y he considerado conveniente advertiros que no habría
objeto de que se continuara una situación de intranquilidad que no
tiene razón de ser, ni a nada conduce, y que sólo podría perjudicar
a las fuerzas militares que momentáneamente extraviadas no
volvieran a la razón ni reconocieran el imperio de la legalidad.
“Para demostraros la confianza que tengo en el Ejército
de Colombia y el ningún temor que abrigo respecto a que
pudiera mancillar su honor, me presento inerme a este Cuartel,
acompañado únicamente del Senador Regueros Peralta, para
manifestaros que el Gobierno está dispuesto a brindaros toda
clase de garantía si deponéis una actitud que ha sido insensata,
reconocéis el error cometido y juráis de nuevo fidelidad al
Gobierno, a las instituciones y a las armas de la República.

278
Colección Escuela de Historia 25 años

“Se me ha dicho que esta situación de intranquilidad que ha


vivido Bucaramanga en estos días, y este estado de anormalidad
en que nos hallamos se prolongan por el solo motivo de que las
tropas desconfían de las garantías que pudiera brindarles el
Gobierno en caso de deponer su actitud de rebeldía, y por temor
a las represalias que contra ellas y sus oficiales pudiera tomar el
pueblo de Bucaramanga.
“Yo os garantizo que no habrá represalia de ningún
género, que todo se arreglará dentro de la corrección más estricta
si reconocéis y brindáis obediencia al Gobierno legítimo y
aceptáis someteros a los nuevos Comandantes que ha designado
el Gobierno. Yo estoy dispuesto a procurar que todo se haga
pacíficamente, y mediante la promesa que me deis, habré de traer
dentro de breves instantes al general Matamoros y al Coronel
Leopoldo Uribe, recientemente designados para Comandantes
de la 5ª. Brigada y del Grupo de Artillería, a fin de que tomen
normalmente el mando de las tropas y cese el conflicto planteado,
sin efusión de sangre y sin choques que todos deploraríamos
sinceramente.
“Ha muerto el Coronel Guarín en defensa del honor
militar y de su lealtad al Gobierno, y su muerte en aras de las
instituciones patrias debe servir de ejemplo a los buenos soldados
de la República para enseñarles el cumplimiento del deber. Os
pido que rindamos a su nombre un emocionado homenaje
de admiración y de afecto, y que tributemos a su memoria el
testimonio de lealtad con una actitud cuerda que le ponga fin a la
anormalidad existente.
“Yo os pregunto: Me reconocéis como Gobernador de
Santander y Agente del Gobierno Nacional en esta Sección
de la República? La oficialidad y la tropa contestaron: ¡Sí! Y
agregaron: “¡Viva el Gobernador de Santander!”.
“Reconocéis al Presidente López como Jefe del Estado
Colombiano? La oficialidad y la tropa contestaron: ¡Sí!

279
Colección Escuela de Historia 25 años

“¡Viva el Presidente de la República!”.


Aceptáis al General Matamoros como Comandante de la
5ª. Brigada y al Coronel Leopoldo Uribe como Jefe del Grupo de
Artillería, y estáis dispuestos a obedecer sus órdenes y cumplir sus
mandatos?
“los oficiales y la tropa contestaron: ¡Sí!, y el Gobernador
concluyó: Os agradezco esta demostración de simpatía con
que me habéis honrado al otorgarme vuestra confianza, y debo
agradeceros también a nombre de la República y del Gobierno
la lealtad que acabáis de jurar y que no vacilo un momento en
pensar que es en vosotros un acto deliberado y cierto. Me retiro,
pues, del Cuartel para regresar a él dentro de breves instantes
con los Coroneles Matamoros y Uribe, a fin de que se cumplan
las reglamentarias solemnidades de su reconocimiento como
vuestros legítimos Jefes Militares, y apenas os digo, hasta luego”.
“Cuando las tropas vivaron al Gobernador, un numeroso
grupo de civiles encabezados por el Secretario de Gobierno,
quien le seguía sus pasos, el Secretario de Hacienda, el Jefe de la
Policía Departamental, los miembros del Directorio Liberal
llegó a los Cuarteles vivando al Presidente López, al Gobernador,
a las instituciones democráticas, y prorrumpiendo en ruidosas
exclamaciones de júbilo.
“Antes de retirarse el Gobernador dieron un paso adelante
dos Sub-oficiales y le declararon que ellos no eran responsables,
porque los habían engañado. Propusieron que en homenaje a la
memoria del Coronel Guarín se izara a media asta el pabellón
nacional, ceremonia ésta que se cumplió inmediatamente después
de que los nuevos jefes Militares entraron en funciones.
“Volvió el Gobernador al Cuartel acompañado por los
Comandantes de las tropas legales, y aquellos fueron reconocidos
por éstas en ceremonia de solemnidad imponente, y así terminó
este grave episodio que hubiera podido costar muchas vidas a
la República, y quién sabe qué otras calamidades tremendas,

280
Colección Escuela de Historia 25 años

de no haberse obrado con la presteza, energía y serenidad que


caracterizó en todo momento las actuaciones oficiales.
“Es de advertir que el Gobernador se presentó a
los Cuarteles de los insurgentes sin previo acuerdo con los
Comandantes de las tropas legales, y aun sin conocimiento de
éstos respecto a lo que se proponía. En su impaciencia por definir
rápidamente la situación de malestar, que tendía a agudizarse
con los inquietantes rumores que se propalaban y la tranquilidad
y zozobra que ellos difundían, resolvió asumir su responsabilidad,
mientras los jefes militares rendían los debidos honores al cadáver
del Coronel Guarín, que era despedido para Bogotá en el Campo
de aterrizaje.
Consideró el gobernador que era menos difícil cerrar con
broche magnífico este doloroso episodio mediante una resuelta
y pacífica intervención civil, que exponernos a las dudosas
contingencias de actuaciones armadas no siempre propicias a
soluciones pacíficas.
“Me resta solo rendir un tributo de simpatía porque
lo merecieron de sobra con su heroica y severa conducta,
especialmente en la horrible noche del diez de julio, a los
Secretarios de la Gobernación señores Horacio Rodríguez Plata,
Abdón Espinosa Valderrama, Carlos Julio Vanegas, Rafael
Clavijo y Guillermo Ortíz Suárez, a los Directores de la Policía
Departamental, señores Gerardo Vesga Tristancho y Roque J.
Carreño, a los oficiales y Agentes de su mando, al Asesor Militar
de la misma Policía, Coronel Octavio Mutis Harker, al Alcalde
de Bucaramanga, señor Bernardo Mutis Arenas, a los Alcaldes de
las demás poblaciones de la antigua Providencia de Soto y de la
de García Rovira, que despacharon contingentes humanos para
engrosar nuestras fuerzas y vigorizar la resistencia al Secretario
Privado del Gobernador, señor Raúl Martínez Llach, a los
miembros del Directorio Liberal, señores Pedro Alonso Jaimes,
Emilio Suárez y Gustavo Gómez Hernández, al Sub-Secretario
de Gobierno, señor Pedro Bustos, al Secretario de la Alcaldía,
señor Elías Duran, al Administrador General de Rentas

281
Colección Escuela de Historia 25 años

Departamentales, señor Alberto Lamus Cáceres, al Tesorero


Municipal, señor Luis Navarro Patiño, al Representante Alfonso
Lora Camacho, al Director Departamental del Tránsito, señor
Luis Eduardo Posada, a los numerosos contingentes civiles
que acudieron a tomar las armas y a tantas otras personas
cuyos nombres sería largo enumerar y que nos asistieron
permanentemente con su asesoría y su consejo como Rodolfo
Azuero, Daniel Peralta E., Julio César Galvis, Apolinar Pineda,
Eduardo Rueda, Lázaro F. Soto, Roberto Cadena Menéndez,
Arturo Pinzón Santamaría, Alfonso Silva Silva, Angel María
Gómez Arenas, Alirio Peralta E., Mario Carreño, Miguel
Morales, Ricardo Mutis, Constantino Bautista, Manuel Nieto,
Daniel Hernández entre otros, y señaladamente al Senador
Jorge Regueros Peralta por su bello gesto de solidaridad en el
riesgo inminente, y al señor Pedro López Michelsen, hijo del
Excelentísimo señor Presidente y quien acompañó al Gobernador
en todas sus peligrosas andanzas en la memorable noche del diez
de Julio, con un noble y rotundo sentido de la serenidad heroica,
hasta cuando tomó el avión que lo condujo a Bogotá a las seis y
media del día once.
“Toda la ciudadanía de Bucaramanga estuvo de pie,
sin que en momento alguno fuera perturbada la normalidad
funcional. Las gentes transitaban por todas partes, y sólo estuvo
interrumpido el movimiento de vehículos. Hasta las mujeres
devotas, a las cuatro de la mañana del día 11, en todo el rigor
del trance fatídico cumplían sus deberes religiosos asistiendo al
sacrificio de la misa. Todo lo cual da clara idea de la entereza
general reinante, así como de la confianza que inspiraban las
actuaciones del Gobierno.
“Me cupo la fortuna, señor Ministro, de presidir los
destinos de Santander y ser aquí el Agente del Gobierno Nacional
en hora singularmente oscura, y me siento orgulloso y satisfecho
de haber podido cumplir airosamente mis deberes de lealtad
para con las instituciones patrias y para con el Jefe de la Nación
aprisionado en pasto”.

282
Colección Escuela de Historia 25 años

Bucaramanga, 22 de Julio de 1944.


Señor Doctor
ALBERTO LLERAS CAMARGO
Ministro de Gobierno – Bogotá

Señor Ministro:
“Después de escrito el parte que dirigí a usted con fecha
13 de julio en curso, sobre los sucesos cumplidos en esta ciudad a
partir del día 10, he venido a tener conocimiento de algunos hechos
que se han puesto en claro y que estimo de conveniencia comunicar
a usted por si tuviere algún interés para la investigación que se
adelanta.
“Luego de haberse presentado al Cuartel de Policía el
Capitán Gregorio Quintero con un grupo de 10 soldados y de
haberle comunicado al Gobernador que en el Cuartel de la 5ª.
Brigada se presentaba una grave situación que consideraba
preciso que él y el Gobernador se pusieran de acuerdo para
resolverla lo más pronto posible; ya sacrificado por sus manos
aleves el Coronel Julio Guarín, tornó el Capitán Quintero al
Cuartel de Policía con un numeroso contingente de tropas, como
180 hombres distribuidos en camiones y armados de fusiles y
fusiles ametralladoras, a preguntar por el Gobernador. No
estaba éste allí, porque se había trasladado al Palacio de la
Gobernación, hacia donde se dirigió el Capitán Quintero con sus
tropas, parece que con el visible propósito de reducir a prisión
al Gobernador. La presencia de numerosa guardia de la policía
que a la puerta del palacio, y desde los balcones y azoteas, con sus
fusiles tendidos hacia la plaza hacían la custodia del edificio y que
apuntaron sobre los Oficiales capitaneados por Quintero, con la
consigna de disparar en caso de cualquier movimiento agresivo,
de éste, tal vez lo disuadió de su meditada hazaña, que aplazó
para mejor oportunidad.

283
Colección Escuela de Historia 25 años

“Posteriormente, y en conocimiento de que el Gobernador


hacía frecuentes recorridos por la ciudad, estuvo a buscarlo
en diversos sitios, acompañado de sus tropas, pero con tan
mala fortuna que cuando llegaba a alguno ya había salido el
Gobernador. Fueron frecuentes sus visitas especialmente al
Hotel Bucarica, residencia usual del Gobernador y su familia, la
que por elemental precaución se retiró transitoriamente de allí
para guarecerse en casa de familia amiga. Así como también fue
notoria la pertinacia con que el Capitán Quintero acudió a los
lugares donde oía vivas al Gobernador.
“No está por demás advertir que éste se mantuvo en
permanente contacto con el señor Ministro de Gobierno, y con los
Gobernadores de Norte de Santander y Boyacá, por teléfono y por
telégrafo, para enterarlos de la situación en Bucaramanga y del
desarrollo que iban tomando los sucesos, así como también para
solicitar su cooperación, informarlos de las medidas que se iban
tomando y a la vez informarle de las que ellos pusieran en práctica
en el común propósito de resolver con fortuna las dificultades
planteadas.
“A ellos agradecen también el Gobernador de Santander
y su pueblo las diligencias que supieron realizar para acudir en
auxilio de esta plaza y salvarla de la tremenda amenaza que
significó la rebelión del Capitán Quintero.
“Dejo así adicionado el parte que me permití rendir a usted
con fecha 13 de este mes”.

Resulta pertinente insertar aquí párrafos de la declaración


indagatoria del capitán Gregorio Quintero que corre publicada
en la edición del volumen sobre consejos verbales, atinentes al
encuentro con el Gobernador en el cuartel de policía después de
haber dado muerte al coronel Guarín, y que dicen así:

284
Colección Escuela de Historia 25 años

“Un poco más sereno le pedí a Urrego que tomara el


mando de la brigada; él dijo que sí, pero que primero iba a atender
a Guarín. En seguida manifesté que salía con el convoy hacia la
gobernación a hablar con el gobernador y las autoridades civiles.
Me monté en un bus de los que transportan personal, cerca del
teniente Angueira, y ordené marcha a la gobernación. Por el
camino le dije al teniente Angueira que me cargara la pistola,
porque mi estado de nervios no me permitía hacerlo personalmente
y al aproximarse a la gobernación ordené desembarque de las
tropas, haciéndolas formar frente a la gobernación; en la puerta
pregunté por el gobernador y me informaron que se encontraba
en el cuartel de policía, a donde me dirigí al frente de las tropas.
“En el cuartel de policía y las tropas ya formadas al frente,
entré seguido por el teniente Cleves, pregunté por el gobernador y
me dijeron que estaba en la oficina d la dirección, a donde penetré
a buscarlo y le dije que me atendiera aparte un momento, a lo cual
un civil dijo que no, que tratara el asunto ahí dentro; entonces le
comuniqué que el ejército se había incorporado al movimiento, y
que le rogaba buscáramos una fórmula de transacción para evitar
derramamiento de sangre; el gobernador me dijo que cómo era eso,
si el coronel Guarín le había manifestado lo contrario, a lo cual le
manifesté que el coronel Guarín se encontraba arrestado, y que
el nuevo comandante de la brigada era el señor coronel Urrego.
“Ante la actitud que asumió el gobernador al reiterarle
yo la fórmula de transacción, y contestarme que él no aceptaba
propuesta ninguna, pues no estaba dispuesto a dejarse
amarrar, me retiré del cuartel de policía y frente de las tropas
reflexioné sobre mis propósitos y el horror que me causaba el
derramamiento de sangre sin objeto, y pensando que más tarde los
mismos acontecimientos se encargarían de convencerlo de que era
necesario la transacción, no quise proceder y me retiré al grupo
con las tropas”.

285
Colección Escuela de Historia 25 años

Para reducir a Quintero y otros oficiales comprometidos


en la subversión planeamos en la gobernación amedrentarlo
con la amenaza de que estábamos recibiendo tropas de Socorro,
Pamplona, Cúcuta y otros lugares, y con el aumento que se había
operado en la policía estábamos dispuestos a atacar el cuartel,
y la acción sería secundada por una escuadrilla de aviones que
vendría de Bogotá y la apoyaría lanzando bombas sobre el cuartel
si los comandantes rebeldes no se presentaban a la gobernación a
buscar un arreglo de la anormal situación. Al ministro de gobierno
Alberto Lleras Camargo, a quien mantenía informado minuto a
minuto del desarrollo de los acontecimientos, por teléfono, le
había pedido al efecto los aviones que él despachó oportunamente
y que produjeron el desenlace apetecido. Apenas revolaron sobre
el cuartel, Quintero y cuatro oficiales más se encaminaron a la
gobernación, donde fueron apresados y esposados.
Mi decisión de entrar al cuartel y hacer reconocer al
Presidente López como legítimo jefe de estado, y a mí como su
gobernador de Santander la tomé en vista de que los jefes militares
que habían sido enviados con pequeños contingentes de tropas no
se atrevieron a actuar, y se negaron rotundamente a hacerlo por
el temor de comprometerse en una hazaña bélica, cada vez que
los instaba a tomar alguna providencia. Siempre me decían que
esperaban instrucciones del Ministerio de Guerra.
No acepté que varios amigos civiles me acompañaran ni di
parte a los militares de lo que me proponía hacer. Y escogiendo a
Jorge Regueros Peralta como único acompañante y testigo de lo
que habría de ocurrir, nos encaminamos al cuartel rebelde. Una
vez colocados en el sitio central de vigilancia o guardia, a superior
altura del emplazamiento militar, y ya con las tropas armadas
delante de nosotros dos, solos, Regueros Peralta me dijo un poco
nervioso:

286
Colección Escuela de Historia 25 años

- Tengo la impresión de que nos van a fusilar.


- No lo crea, le repuse. Estas gentes ya no harán nada.
Después de mi arenga, y luego de haber solicitado un
receso para ir a traer a los nuevos comandantes nombrados por
el gobierno, que se hallaban en el bar del Hotel Bucarica libando
copas, los invité a penetrar en mi coche. Al chofer le había dado
instrucciones de que inmediatamente siguiéramos para el cuartel.
Y por el camino les pregunté cómo consideraban la situación:
- Muy grave, me contestó el general Matamoros y los demás
asintieron. Sabemos que los rebeldes han estado emplazando
artillería en los altos, tal vez con el propósito de atacarnos.
- ¿Y ustedes qué han pensado? Les pregunté.
- Pues como le habíamos dicho, esperábamos instrucciones
del Ministerio de Guerra y ya nos llegaron . Se dictó un decreto
licenciando la unidad rebelde, y precisamente estábamos
pensando en ir a visitarlo a la gobernación para que designe una
comisión civil que notifique el decreto en el cuartel, y proceda al
licenciamiento.
- No hay necesidad de eso, les observé, porque yo ya me
tomé el cuartel sin dar un tiro.
- ¡Cómo! ¿ Nos ganó de mano ? fue el apunte con que recibió
mi informe el general, bastante sorprendido de mi actitud.
- Pues como ustedes no obraban, consideré que era mi
deber hacerlo como jefe civil, para terminar la subversión.
El episodio concluyó en que presenté los nuevos
comandantes a las tropas, que inmediatamente hicieron su
reconocimiento y todo siguió normal.

287
Colección Escuela de Historia 25 años

ANEXO 3.

NUMERO DE ESCUELAS PRIMARIAS OFICIALES Y


MAESTROS – 1946

NUMERO DE ESCUELAS NUMERO DE MAESTROS


MUNICIPIOS
Urbanas Rurales Total Urbanas Rurales Total
Bucaramanga 18 13 31 72 13 85
Aguada 2 3 5 2 3 5
Albania 2 3 5 2 3 5
Aratoca 2 5 7 3 5 8
Barichara 2 7 9 7 7 14
Barbosa 2 4 6 3 4 7
Barrancabermeja 5 1 6 15 1 16
Betulia 2 4 6 2 4 6
Bolivar 2 7 9 3 7 10
Cabrera 2 3 5 2 3 5
California 1 3 4 1 3 4
Capitanejo 2 1 3 4 1 5
Carcasí 2 2 4 2 2 4
Cepitá 2 3 5 2 3 5
Cerrito 2 3 5 4 3 7
Concepción 2 4 6 4 4 8
Confines 2 .. 2 2 .. 2
Coromoro 2 4 6 2 4 6
Curití 2 5 7 4 5 9

289
Colección Escuela de Historia 25 años

Charalá 2 7 9 5 7 12
Charta 2 2 4 2 2 4
Chima 3 3 6 3 3 6
Chipatá 2 3 5 2 3 5
Encino 2 3 5 2 3 5
Enciso 2 5 7 4 5 9
Floridablanca 2 4 6 5 4 9
Galán 2 6 8 5 6 11
Gámbita 2 3 5 2 3 5
Girón 2 7 9 6 7 13
Guaca 2 8 10 7 8 15
Guadalupe 2 3 5 5 3 8
Guapotá 2 3 5 2 3 5
Guavatá 2 4 6 2 4 6
Güepsa 2 2 4 4 2 6
Hato 2 1 3 2 1 3
Jesús María 2 10 12 6 10 16
Jordán 1 1 2 1 1 2
La Paz 2 2 4 2 2 4
Lebrija 2 11 13 6 11 17
Los Santos 2 2 4 3 2 5
Macaravita 2 4 6 2 4 6
Málaga 2 8 10 9 8 17
Matanza 2 10 12 2 10 12
Mogotes 3 7 10 7 7 14
Molagavita 2 3 5 4 3 7
Ocamonte 2 2 4 2 2 4
Oiba 2 3 5 5 3 8
Onzaga 2 6 8 4 6 10
Palmar 2 3 5 2 3 5
Palmas 2 1 3 3 1 4
Páramo 2 2 4 2 2 4
Piedecuesta 2 11 13 12 11 23
Pinchote 2 2 4 2 2 4
Puente Nacional 2 11 13 6 11 17
Puerto Wilches 2 9 11 6 5 11
Rionegro 2 25 27 7 25 32

290
Colección Escuela de Historia 25 años

San Andrés 2 12 14 7 12 19
San Benito 2 3 5 2 3 5
San Gil 2 5 7 10 6 16
San Joaquin 2 5 7 2 5 7
San José de
2 3 5 3 3 6
Miranda
San Miguel 2 3 5 2 3 5
San Vicente 2 14 16 7 14 21
Simacota 2 8 10 5 8 13
Socorro 5 7 12 17 7 24
Suaita 2 7 9 4 7 11
Sucre 2 3 5 2 3 5
Suratá 2 4 6 2 4 6
Tona 3 8 11 3 8 11
Umpalá 1 4 5 1 4 5
Valle 2 2 4 2 2 4
Vélez 2 12 14 10 12 22
Zapatoca 3 12 15 12 12 24
TOTALES 169 384 553 378 381 759

FUENTE: Anuario Estadístico de Santander. Bucaramanga:


Imprenta del Departamento, 1946. 79p.

291
Colección Escuela de Historia 25 años

ANEXO 4.

DEFUNCIONES POR CAUSA Y SEXO –


DEPARTAMENTO DE SANTANDER 1946

Número de la SEXO
CAUSAS DE MUERTE TOTAL
nomenclatura Hombre Mujer
1 Fiebre Tifoidea y Paratifoidea 66 75 141
2 Peste .. .. ..
3 Escarlatina .. .. ..
4 Tos Ferina 93 143 236
5 Difteria 33 24 57
Tuberculosis del Aparato
6 94 102 196
Respiratorio
7 Todas las demás Tuberculosis 10 13 23
8 Paludismo Malaria 218 145 363
9 Sífilis 19 27 46
10 Influenza ( Gripe ) 45 67 112
11 Viruela 38 38 76
12 Sarampión 146 146 292
13 Tifo ( 39 ) 39 38 77
Otras enfermedades
14 433 337 770
infecciosas y parasitarias
Cáncer y otros tumores
15 60 110 170
malignos

293
Colección Escuela de Historia 25 años

Tumores no malignos y sin


16 16 28 44
especificar
17 Reumatismo y Gota 21 20 41
18 Diabetes Sacarina 6 8 14
19 Alcoholismo crónico agudo 11 .. 11
Avitaminosis, otras
enfermedades generales de
20 122 117 239
la sangre y envenenamientos
crónicos
21 Meningitis Simple 38 31 69
22 Lesiones Intracraneales 111 89 200
Otras enfermedades del
23 sistema nervioso y de los 59 51 110
órganos de los sentidos
24 Enfermedades del Corazón 186 241 427
Otras enfermedades del
25 54 33 87
aparato circulatorio
26 Bronquitis 395 336 731
Neumonías y
27 683 592 1.275
Bronconeomonías
Otras enfermedades del
28 45 42 87
aparato respiratorio
29 Diarrea y Enteritis 784 710 1.494
30 Apendicitis 8 3 11
Enfermedades del Hígado y de
31 136 104 240
las vías biliares
Otras enfermedades del
32 164 170 334
aparato digestivo
33 Nefritis 221 207 428
Otras enfermedades del
34 aparato urinario y del 48 64 112
aparato genital
35 Infección Puerperal .. 24 24
Otras enfermedades del
36 embarazo, del parto y del .. 141 141
puerperio

294
Colección Escuela de Historia 25 años

Enfermedades de la piel, del


37 tejido celular, de los huesos, 20 12 32
órganos de locomoción
Debilidad Congénita, vicios
congénitos de conformación,
38 nacimiento prematuro, 419 364 783
enfermedades peculiares al 1º
año de vida
39 Senilidad, Vejez 131 255 386
40 Suicidios 12 4 16
41 Homicidios 107 7 114
Accidentes automovilísticos
42 (todo vehículo impulsado por 14 3 17
motor)
Otras muertes violentas o
accidentes, (excepto suicidio,
43 235 91 326
homicidio y accidentes
automovilísticos
Causas de muerte no
44 869 801 1.670
especificadas o mal definidas
TOTAL: 6.209 5.813 12.022

FUENTE: Anuario Estadístico de Santander. Bucaramanga:


Imprenta del Departamento, 1946. 21p

295
Colección Escuela de Historia 25 años

ANEXO 5.
cx
PRODUCCIÓN DE TABACO EN RAMA EN
SANTANDER – 1930 A 1946
ELABORADO Salido en
rama de TOTAL Indice 1930
AÑOS Cigarros Cigarrillos
Santander = 100.0
KILOS
1930 809.889 208.423 1.209.132 2.308.444 100.0
1931 662.516 231.034 1.153.852 2.047.402 88.7
1932 744.881 241.447 1.786.596 2.772.924 120.1
1933 910.305 234.120 897.869 2.042.294 88.0
1934 1.099.375 263.011 1.615.471 2.997.857 129.0
1935 1.025.152 280.291 2.379.196 3.684.639 159.6
1936 1.352.666 239.112 2.342.339 3.934.117 170.4
1937 1.480.607 416.738 2.557.606 4.454.951 193.0
1938 1.513.747 384.440 2.906.853 4.805.040 208.2
1939 1.786.609 364.350 2.799.359 4.950.318 214.4
1940 1.454.196 398.870 2.597.357 4.450.423 192.8
1941 1.485.634 427.183 3.108.120 5.020.937 217.5
1942 1.677.488 422.211 4.616.425 6.716.124 290.9
1943 1.889.816 416.339 3.613.144 5.919.299 256.4
1944 1.994.617 525.971 3.557.326 6.077.914 263.3
1945 2.091.884 502.568 4.019.587 6.614.039 286.5
1946 2.108.797 578.781 4.562.232 7.249.810 314.1

297
Colección Escuela de Historia 25 años

El descenso de la exportación de tabaco de rama durante


el año 1933 fue ocasionado por el crudo invierno registrado en los
últimos meses de ese año.
FUENTE: Anuario Estadístico de Santander. Bucaramanga :
Imprenta del Departamento, 1946. 23p

298
Colección Escuela de Historia 25 años

ANEXO 6.

DESARROLLO DEL COOPERATIVISMO EN


SANTANDER 1938 –1942

No.
Capital Operacio-
Años de Indice Indice Reservas Indice Indice
Pagado nes
Socios
1938 400 100 $ 14.964.08 100 $ 532.69 100 $ 53.475.85 100
1939 1.145 286 43.470.35 291 2.358.34 443 164.838.42 308
1940 1.444 361 67.384.13 450 12.920.29 2.425 874.435.71 1.635
1941 1.392 348 74.365.52 596 10.104.28 1.896 5.873.367.93 10.983
1942 1.716 429 130.856.99 926 11.655.09 2.187 5.917.995.90 12.936

Fuente: Informe de la Secretaría de Agricultura e Industria al


Gobernador Arturo Santos, 1943

299
Colección Escuela de Historia 25 años

CUADRO QUE DEMUESTRA EL CAPITAL


SOCIAL DE LAS COOPERATIVAS DE
SANTANDER EN 31 DE DICIEMBRE DE 1942
Acciones Acciones Auxilios
No. Sociedades Reservas Totales
Pagadas por Pagar Oficiales
Coop. Panalera
1 $ 56.903.45 27.376.55 - - 84.280.00
de Santander
Coop. Fiquera $
2 8.839.90 1.320.10 $ 223.17 16383.17
de Santander 6.000.00
Coop. Produc-
3 tora de Alpar- 325.48 274.52 3.000.00 91.17 3.691.17
gatas
Coop. San-
4 tandereana de 7.313.88 21.186.12 - 3.813.25 32.313.25
Tránsito
Coop. Sindicato
5 9.055.00 - - 2.334.79 11.589.47
Automovilistas
Coop. Produc-
6 573.26 686.74 - 55.10 1.315.10
tora de Calzado
Coop. Fede-
7 ración Sant. 4.180.07 329.93 2.000.00 745.32 7.255.32
Empleados
Coop. E. Y O.
8 Del Ferrowil- 34.453.00 - - 3.892.29 35.345.29
ches
Coop. Consumo
9 Empleados y 524.00 41.00 520.00 - 1.085.00
Obreros
Coop. Unión
10 Económica $ 17.051.95 57.583.05 - 300.00 74.935.00
Santandereana

Fuente: Informe de la Secretaría de Agricultura e Industria al


Gobernador Arturo Santos, 1943.

300
Colección Escuela de Historia 25 años

OPERACIONES DEL FONDO ROTATORIO EN


1942
Sdos. a Cgo. Préstamos Sados. a Cgo.
COOPERATIVAS Abonos
Dic. 31/41 Concedidos Dic. 31/42
Coop. Panalera $ 21.450.00 2.500.000 - 23.950.00
Coop. Fiquera 13.648.06 19.027.00 20.075.06 12.600.00
Coop. Prod.
550.00 6.000.00 5.858.00 692.00
Alpargatas
Coop. Prod. de
- 5.000.00 2.000.00 3.000.00
Calzado
Coop. Snt. de
4.335.00 - 1.197.50 3.137.50
Tránsito
Coop. S.
1.187.50 - - 1.187.50
Automovilistas
Coop. U. Económica
- 15.000.00 3.000.00 12.000.00
S.
Coop. Eyo. dl.
- 2.000.00 2.000.00 -
FeWil.
Coop. Cons. B/
1.804.87 - 1.688.68 116.19
manga
Coop. F. S.
800.00 - 800.00 -
Empleados
Coop. C.E. y
500.00 - - 500.00
Obreros
Totales $ 44.275.43 49.527.00 36.619.24 57.183.19

RESUMEN:
Saldo en Caja 1.949.81
Saldo Préstamos 57.183.19
Saldo Banco
8.057.53
República
Capital del Fondo 65.716.33
Sdo. Cta. Intereses 1.474.20
Totales 67.190.53 67.190.53

301
Colección Escuela de Historia 25 años

COMPARACIÓN:
Capital en diciembre
67.190.53
31/42
Capital en diciembre
54.311.43
31/41
Diferencia aumento 12.879.10

FUENTE: Informe de la Secretaría de Agricultura e Industria al


Gobernador Arturo Santos, 1943. 291 – 292p

302
Colección Escuela de Historia 25 años

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

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Bouza Brey, Luis. “El Poder y los sistemas Políticos”. En :
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Bushnell, David. Colombia Una Nación a Pesar de Sí
Misma. Bogotá: Planeta, 2000
El Liberalismo en el Gobierno: Sus Hombres, Sus Ideas,
Sus Obras. 1930 – 1946. Bogotá: Talleres PRAG, s.f. Tomo I.
Foucault, Michel. Espacios de Poder. Madrid: La Piqueta,
1992
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Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1947. Tomo 8
Galvis Galvis, Alejandro. Memorias de un Político.
Bucaramanga, 1975
González, Fernán. Para Leer la Política. Bogotá: CINEP,
1997. Tomo 1
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303
Colección Escuela de Historia 25 años

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1986
Lopez de la Roche, Fabio. Modernidad y Sociedad Política
en Colombia. Bogotá: FESCOL, 1993
López Pumarejo, Alfonso. Obras Selectas. Colección
Cámara de Representantes. Bogotá, 1978. Tomo 10
Molina, Gerardo. Las Ideas Liberales en Colombia: De
1935 a la Iniciación del Frente Nacional. Bogotá: Tercer Mundo,
1979
Morales Benítez, Otto. El Liberalismo, Destino de la
Patria. Bogotá: Ceiba, 1983
North, Douglas.. Instituciones, cambio institucional y
desempeño económico, México, F.C.E, 1994.
Nueva Historia de Colombia. Bogotá: Planeta, 1989.
Tomo 1
Offe, Clauss. Contradicciones en el Estado de Bienestar.
Madrid: Alianza, 1990
Palacios, Marco. Safford, Frank. Colombia País
Fragmentado, Sociedad Dividida. Bogotá: Norma, 2002
Pecaut, Daniel. Orden y Violencia 1930 – 1954. Bogotá:
Siglo XXI – CEREC, 1987
Pinzón de Lewin, Patricia. Pueblos, Regiones y Partidos.
Bogotá: Uniandes, 1989
Poveda Ramos, Gabriel. Historia Social de la Ciencia en
Colombia. Bogotá: COLCIENCIAS, 1993.

304
Colección Escuela de Historia 25 años

Roth Deubel, André – Noel. Políticas Públicas:


Formulación, Implementación y Evaluación. Bogotá : Aurora,
2002
Salazar Vargas, Carlos. Las Políticas Públicas. Bogotá:
Pontificia Universidad Javeriana, 1999
Santander Nuestro Departamento. Bucaramanga: Centro
de Estudios Regionales CER – UIS, 1999
Santos, Eduardo. Obras Selectas. Colección Pensadores
Políticos Colombianos. Bogotá: Imprenta Nacional, 1982
Valdivieso Canal, Susana. Bucaramanga: Historias de 75
Años. Bucaramanga: Cámara de Comercio, 1992
Vargas Velásquez, Alejo. Notas Sobre el Estado y las
Políticas Públicas. Bogotá: Almudena, 1999
Vivas Guevara, Pedro Antonio. Historia de la Ingeniería
en Santander. Bucaramanga: iris, 1990
Weber, Max. El Político y el Científico. Madrid: Alianza,
1998
Younes Moreno, Diego. Las Reformas del Estado y de la
Administración Pública en el Siglo XX. Bogotá : ESAP, 1998

305
Colección Escuela de Historia 25 años

Fuentes Archivos y Prensa


Archivo de la Gobernación de Santander.
Fondos Miscelánea 1930-1946, Fondo Anales de la Asamblea
1930-1946, Fondo Memorias de los Gobernadores 1930 – 1946,
Anuarios Estadísticos.
Centro de Documentación Histórica Regional
– UIS. Gaceta de Santander 1931 – 1933, Vanguardia Liberal
1936-1942.
Biblioteca Nacional de Colombia. Diario el
Deber, 1930-1937.

306

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