Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Basado en estos diagnósticos, Peña (2008) ha dado la voz de alerta acerca del
formalismo en que ha caído la enseñanza de la escritura. Se está practicando
una escritura que tiene los visos de una escritura académica formal, con
escaso desarrollos de las ideas. Cuando no se practica el “copia y pega”, sin la
menor referencia a la fuente.
Antes de entrar a definir cada una de las clases de esquemas con que se
desarrolla el texto conviene aclarar cual es la naturaleza de estos esquemas y
cuál es su función. Piénsese que así como el discurso son “modos de hablar”
acerca de las características relativas a la identidad, tareas, posiciones,
objetivos y recursos tanto de los grupos humanos como de las personas que lo
conforman, los esquemas son como verdaderos actos de habla plenamente
normalizados y convencionalizados. De manera que, así como existen actos de
habla para expresar una promesa, felicitar a una persona, dar un pésame, así
también existen formas o esquemas para ilustrar una idea, sustentar un punto
de vista, motivar al interlocutor, etc. La diferencia específica entre las distintas
secuencias, por lo general, consiste en el tipo de relación que opera entre las
acciones. Así en la secuencia narrativa el orden cronológico, marcado con los
conectores que indica un antes y después es lo característico. De modo que
cada secuencia está definida por un tipo de relación específica entre los que
la conforman.
CAPACIDAD DE SECUENCIAR.
3
Secuencia narrativa.
Por otra parte, no parece exagerado afirmar que todos los distintos tipos de
textos (géneros discursivos) en alguna de sus partes constan de secuencias
narrativas. Así, las providencias judiciales, los alegatos de la defensa y de la
parte acusadora se basan en la narración de un hecho. Los informes tienen su
referente en hechos o actividades realizados por un grupo o equipo de
personas. Un comentario de una película desarrolla, como punto central, la
narración de la fábula de la misma. Aún más, el grupo de investigadores del
Consejo de Investigaciones Económico y Social del Reino Unido adoptó como
principio de su propuesta la siguiente premisa: las explicaciones en ciencias
naturales pueden hacerse en forma de narración: “tienen algunos de los rasgos
fundamentales de un relato” (Ogborn et al. (1998: 26 y ss.). Sin torcerle el
cuello a la gallina, llama la atención el hecho de que los escritores de las áreas
económicas, relaciones empresariales y relaciones interpersonales empleen el
4
Fines
Circunstantes Causas
Modo
Instrumento
La situación consta de los casos de tiempo, espacio, que responden a los
interrogantes: ¿cuándo se hizo la acción? Y ¿en qué lugar tuvo la acción? Los
5
La relación lógica que existe entre las distintas acciones que corresponden al
HECHO, (con mayúscula, dado que, por lo general es un conjunto de acciones
o eventos) se marca mediante conectores que indican un orden cronológico
tales como: Antes, después, mientras, de pronto, luego, más tarde, de repente,
enseguida, en aquel tiempo, en esos días, luego, ayer, mañana… La
conjunción entonces usada en las narraciones de los niños es el marcador
primigenio que indica la secuencia temporal de las oraciones. Cuando no es
necesario marcar la secuencia, porque es evidente, las distintas acciones
pueden yuxtaponerse; es decir, las oraciones se secuencian sin conjunción
alguna.
Además de la relación lógica cronológica está la de coherencia. Las acciones
correspondientes a un hecho están relacionadas por la coherencia referencial;
es decir, están unidas entre sí porque los referentes de las distintas acciones
son los mismos; éstos pueden ser los actores o la situación o las
circunstancias. En una secuencia tan sencilla como:
Érase una vez un padre que al hacerse viejo llamó a reunirse a sus
hijos hijas… quienes después de mucho vacilar, se sometieron a
su deseo” (La caja de los deseos de Günter Grass).
Los términos padre e hijos son los referentes que, expresados con los
términos sus, quienes, su, dan coherencia al texto.
Secuencia de instrucciones.
Los marcadores que se emplean para introducir los ejemplos o datos son
como: por ejemplo, entre otros, como, así, verbi gratia. Estas formas preceden
a los ejemplos o datos. Obsérvese que para ilustrar la idea de cuáles son los
marcadores que introducen los ejemplos se dieron cinco ejemplos (por ejemplo,
entre otros, como, así, verbi gratia).
La historia de las ciencias enseña que muchos de los inventos han sido
producto de analogías. Así el funcionamiento del radar y el sonar son análogos
a la capacidad que tienen los murciélagos y los delfines de detectar objetos
para no estrellarse contra ellos; igualmente, una cámara fotográfica es análoga
al ojo humano. Por otra parte, en la enseñanza de la lingüística, para explicar
la estructura jerárquica de los elementos de las lenguas se emplea la analogía
del árbol (con su tronco, ramas, hojas). En geografía, el concepto de glaciar se
puede explicar por su analogía con un río de hielo. En el derecho anglosajón,
¿que es la teoría del caso sino la aplicación de lo actuado en un caso ya
resuelto a uno nuevo? Las tres ramas de poder público tienen elementos
análogos en los tres niveles: nacional, seccional y municipal. En la rama
ejecutiva: presidente/gobernador/alcalde; en la legislativa: senado/
asamblea/concejo; en la judicial: consejo de estado/contencioso
administrativo/personería. Los ejemplos en cada una de las ciencias y de las
disciplinas podrían multiplicarse.
La analogía no sólo se puede emplear para ilustrar una idea. Puede servir para
como paradigma para estructurar un texto. Así, en una de esas intervenciones,
un senador de la República estructuró todo su discurso acerca del escándalo
de los subsidios agrícolas a familias pudientes del país (Agro ingreso seguro)
mediante la analogía con una piñata. Una de las características retóricas de su
intervención fue la reiteración de los componentes analógicos.
Se cree que el estilo directo es más fiel al pensamiento del discurso citado que
el segundo; sin embargo, como se dijo arriba son sólo dos estrategias de
escritura; salvo que el primero en el discurso académico tiene otras exigencias.
Hay otras formas de introducir el discurso del otro (lo citado). Tales formas son
como: en palabras de X…, de acuerdo con X…, como lo expresara X…, en
términos de X…, siguiendo a X … En los textos académicos es importante
señalar la fuente de donde se extrajo la cita, aunque no esté expresada en
estilo directo, o la alusión; incluso, indicando la página. Es una convención
imprescindible en la redacción de textos académicos. Obsérvese, por ejemplo,
la siguiente identificación: Ogborn et al. (199: 109-113). A este respecto, hay
que tener presente que hay varias convenciones, estatuidas para citar; entre
otras, las normas APA (Asociación americana de psicología), MLA (Asociación
americana de literatura), Normas ICONTEC, etc. Cada una presenta las
normas utilizadas en distintas disciplinas para la presentación de artículos de
carácter científico o para publicar.
haber reproducido más fielmente el refrán; en cambio, la segunda pasa por alto
la fuerza ilocutiva del refrán.
La definición llega a ser tan propio y definidor del tipo de discurso que teóricos
como Calfee y Curley (1997:72 ) sugieren que el aprendizaje de la zoología,
por ejemplo, consiste en dominar el esquema que se usa para definir los
animales. El esquema que propuesto para definir en zoología las distintas
clases de animales tendría el siguiente patrón básico: apariencia, hábitat,
alimentación y comportamiento. De manera que una de las tareas
investigativas al respecto sería la de establecer cuáles son los elementos
constitutivos de las definiciones en las distintas disciplinas universitarias; es
decir, cuáles son las categorías que deben incluirse en la definición de los
conceptos básicos de las disciplinas o ciencias.
Definición descriptiva.
aspectos generales de los objetos (fuerte, grueso), edad (viejo, joven), forma
(redondo, triangular), personalidad (orgulloso, sincero), color (verde, negro),
material (acerado, plástico) y origen (samario y francés). En aras de cierto rigor
académico es necesario que cada adjetivo que se coloque sea la expresión de
un juicio. Esta manera de describir contrasta con la subjetiva en la que se
emplean adjetivos subjetivos de tipo interesante, importante, sugestivo, mal,
bien, bárbaro, etc.
El análisis del párrafo muestra primero que el criterio para establecer las
distintas clases de conocimientos es la concepción misma de conocimiento.
Las ocho clases establecidas son brevemente caracterizadas con un adjetivo
objetivo.
Una de las formas para desarrollar una descripción es por medio del contraste.
En ésta se emplean características, propiedades, cualidades, actitudes,
aptitudes y comportamientos similares o diferentes entre dos objetos,
entidades, seres, eventos, episodios. Pero, a diferencia de la comparación, se
enfatiza en aquellas en que se hallan en una relación como la de blanco y
negro, bueno y malo, positivo y negativo; es decir se resalta lo antitético. Un
texto sobre el perro y el gato se puede desarrollar en primer lugar describiendo
cuáles son las semejanzas entre estos dos animales. A continuación se pueden
describir sus diferencias más específicas en cuanto a apariencia,
comportamiento, clasificación o utilidad. A este respecto vale la observación de
que se debe, en cuanto sea posible, emplear el esquema de definición propio
de la disciplina.
Las razones explicativas responden a preguntas tales como: ¿por qué?, ¿para
qué?, ¿qué motivó tal acción?, o ¿por qué aceptar determinada acción o
afirmación?., ¿por qué X actuó de X manera?, ¿con qué propósito?, ¿en qué
se basa o fundamenta? Interrogantes a los cuales se contesta con un
enunciado del tenor de: “por causa de Z”. Son explicaciones acerca del
porqué de una aserción o acción.
22
Las razones, también, pueden ser justificativas en cuanto que se pretende con
ellas que se acepte como correcto una acción o aserto; esto es, también se
busca un porqué orientado a hacer aceptar determinada acción o afirmación,
aunque éste no sea una razón suficiente. Estas responden a interrogantes
como: ¿qué consecuencias se derivan?, ¿qué implicaciones?, ¿quiénes
sostienen este punto?, ¿qué procedimientos lo autorizan?, ¿qué normas la
sustentan?, ¿en qué teorías se apoya?, ¿qué paradigmas lo justifican?, etc.
Las formas de expresión de este esquema son: entonces, pues, luego, así que,
así pues, en efecto, por ende, por consiguiente, en consecuencia, de ahí que,
23
por lo tanto, de modo que, de suerte que, gracias a, de este aserto se sigue,
ello implica, son varias las implicaciones de esta proposición, etc.
SIN EMBARGO,
ESQUEMAS MOTIVADORES
Para lograr la eficacia del texto el escritor tiene que atraer la atención del lector.
La estrategia para lograrla es la motivación; ésta consiste traer a colación una
serie de esquemas o recursos entre los cuales se pueden mencionar los
chistes, las anécdotas y las frases célebres y punzantes.
Los dos primeros recursos podrían clasificarse por su estructura dentro de las
secuencias narrativas. Así como pueden funcionar para explicar una idea o
para localizar en el tiempo y en el espacio el objeto de estudio, también
pueden emplearse para motivar. En la práctica de retórica de la exposición oral
en norte América se emplean para introducirla; esto es, la función de ambos
recursos es llamar la atención del auditorio.
Incluso, por ejemplo, contar una buena anécdota es un medio para argumentar.
Así, para señalar y sustentar la idea de que el niño a la edad de cinco años
tiene interiorizada la gramática de la lengua no hay mejor recurso que
contarles la anécdota de la niña de cinco años que al escuchar hablar a un
gringo hablar si hacer las inflexiones verbales de nuestra lengua; esto emplear
los verbos sin conjugarlos bien, se acerca a su padre un lingüista y le dice.
“cierto papito que ese señor no sabe hablar.”.
Otro tanto se puede lograr con un chiste. Así para explicar que el significado de
las palabras depende del contexto el recurso al chiste es una muy buena
estrategia. Recuérdese el caso de la niña que pregunta que es pene. El padre
le hace una explicación minuciosa del órgano masculino. Después de su
densa explicación le pregunta: ¿Quién te dijo esa palabra?. La niña le
contesta: la monjita nos dijo que había que rezarle a las ánimas para su alm a
no pene. Los ejemplos crecen silvestres.