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CONCEPTUALIZANDO EL TÉRMINO, ESCATOLOGÍA.

ESCATOLOGÍA. Es una parte de la teología que se encarga de estudiar al ser humano y


al universo antes y después de la extinción de la vida en la tierra o la vida de ultratumba.
En este sentido, la palabra escatología es de origen griego “eskahtos” que significa
“ultimo” y “logos” que expresa “estudio”

La escatología estudia el destino final del individuo y el universo, así como estudia al ser humano después de la
muerte. Es de resaltar, que cada religión contempla una visión escatológica según sus creencias y prácticas.

Por otro lado, el término escatología, es de origen griego “skor” o “skatos” que significa “excrementos”, en
consecuencia, es el acto de analizar excrementos (heces), lo cual puede ser tomado como sinónimo de coprología,
este último es una rama de la medicina que se encarga de estudiar las heces con objetivos científicos.

La palabra escatológico es un adjetivo relativo a la escatología, a los excrementos o suciedades. Hay quienes
relacionan este término para hacer referencia al individuo que siente atracción por materiales con contenidos
obscenos o sórdidos.

Escatología cristiana. Se identifica con los siguientes momentos: muerte, juicio, cielo e infierno. La escatología
cristiana es considerada una doctrina que estudia todas las cosas que sucedieron antes y después del Juicio Final, lo
que es lo mismo fin de la especie humana en el planeta tierra.

En referencia a lo anterior, la escatología se enfoca en dos sentidos: apocalipsis y profeta, tomando como verdad y
principio en las creencias de un católico; la muerte y resurrección.

B. EL OBJETIVO FINAL DE LA ESCATOLOGÍA, EL REINO DE DIOS.

C. EVALUACIÓN DE LA ESCATOLOGÍA DISPENSACIONAL.

D. ACONTECIMIENTOS ANTES DEL RETORNO DE CRISTO.

1. CONCEPTO BÍBLICO DE LA MUERTE E INMORTALIDAD.

2. LUGARES DONDE ESTÁN LOS MUERTOS, ESTADOS INTERMEDIOS.

3. SEÑALES DE LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO.

LAS SEÑALES DE LA SEGUNDA VENIDA. Uno de los grandes eventos en la Historia del mundo, está a punto de suceder.
Es a lo que los Cristianos llaman, el "Rapto" O "Arrebatamiento". Es el tiempo cuando Jesucristo, "arrebatará" o
quitará a todos los verdaderamente salvos; de acuerdo con 1 Tesalonicenses capítulo 4, 1 Corintios 15 y otras citas.
Esto introducirá al hombre al más aterrorizante período conocido. Un período de siete años al que la Biblia llama
"Tribulación" - ¡el periodo del Anticristo! Hace 2000 años esta profetizado en la Biblia. ¡Y ESTA CUMPLIÉNDOSE AL
PIE DE LA LETRA - ANTE SUS PROPIOS OJOS! Si usted cree que el "Rapto" es sólo fantasías o malas interpretaciones
bíblicas - mire a su alrededor - ¡necesita saber lo que está sucediendo!

Como en los Días de Noe ... En Mateo 24:37, Jesucristo nos da una imagen de los últimos tiempos: "Mas como en
los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre." Pero, ¿qué significa "como en los días de Noe"? Génesis 6:11
dice, "Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de VIOLENCIA."
¿Podría haber una mejor descripción de la generación actual? La Violencia es diariamente encontrada por todos lados,
en TV y periódicos. De acuerdo al estudio del Departamento de Justicia en 1987, ocho de cada 10 Americanos serán
víctimas de violencia criminal. Desde 1960, los crímenes se han incrementado un 500 Por ciento. ¡Más de 16,000
crímenes ocurren diariamente en las escuelas públicas!

La revista Newsweek de agosto 2, 1993, dice, "La Violencia está devastando a esta generación, . . .".

Como en los Días de Lot ... Otra inusual descripción es encontrada en Lucas 17: "Asimismo como sucedió en los días
de Lot; . . . Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste." Los días de Lot se caracterizaron por Sodoma y
Gomorra, ¡homosexualidad y sodomismo!

La reciente marcha homosexual en Washington, aprobada por el Presidente Clinton, fue la más grande reunión de la
Historia. Hombres vestidos como mujer, mujeres con su pecho desnudo, hombres besándose apasionadamente,
simulando abiertamente actos de perversión sexual, así como en los días de Lot, ellos orgullosamente lucieron su
pecado y sodomismo. Como soldados, declarando la guerra a la decencia, marcharon y cantaron, "¡Somos jóvenes!
¡Somos extraños! ¡Dominaremos al mundo!".

El Sodomismo y homosexualidad ha explotado desmedidamente en E.U - ¡de la noche a la mañana! Hasta 1974, la
Asociación Siquiátrica Americana, catalogó la homosexualidad como un desorden mental. Sodomismo es aún contra
la ley en algunos Estados. Considerando la plaga mortal del SIDA - el sentido común y compasión, en última instancia
atacaría al homosexualismo. Sino que, sin razón aparente, el homosexualismo es "enaltecido y promovido" por los
medios de comunicación, shows de debates, y políticos - ¡de día y de noche! El Senador Ted Kennedy, (y muchos
políticos más), han votado para pasar una legislación para proteger a los homosexuales en una Acta de Derechos
Civiles.

Los medios de comunicación han proyectado la relación homosexual como una amorosa y monógama relación
familiar, pero de acuerdo al Instituto de Investigación Sexual - ¡cada homosexual tiene alrededor de 300 y 500 parejas
sexuales! Y 28 porciento de homosexuales "hombres", ¡admitieron tener sexo con 2000 parejas!

Libros como Heather Has Two Mommies y Daddy's Roommate, promoviendo el homosexualismo, están apareciendo
en las escuelas públicas. Y de acuerdo a The Washington Post, la bisexualidad y homosexualismo, ha sido el principal
asunto "introducido" en las escuelas públicas. Repitiendo el lamento de los hombres de Sodoma, en Génesis 19:5,
Michael Swift escribe en "Gay Community News", "Sodomizaremos a sus hijos, como símbolo de su enfermiza
masculinidad, los seduciremos en sus escuelas, en sus dormitorios, en sus gimnasios, en sus cuartos de lockers, en sus
seminarios, en sus grupos juveniles."

El Tratado de Paz en el Medio Oriente ... La Biblia profetizó un tratado de paz entre Israel y el Medio Oriente se
introducirá en la Gran Tribulación. John Walvoord, en su libro best-seller, Armagedon, Oil and the Middle East Crisis,
(Armagedón, el Petróleo y la Crisis del Medio Oriente) (p.113), dice, "El Tratado de paz para el medio oriente es una
profecía como señal de los últimos tiempos."

Y en septiembre 13, de 1993, el proceso del tratado de paz comenzó. Como el mundo sigue en alerta, Israel y la OLP
firmaron un histórico tratado de paz. Los tratados de paz con Jordania, y Siria están en camino.
Amigo, algo muy significativo está a punto de suceder. Es tan obvio. La revista Time Septiembre 13, de 1993, hizo esta
remarcable declaración, "Los últimos años han sido una época de milagros. . . El Muro de Berlín es derribado. El imperio
Soviético se disuelve. . . Ahora viene lo que debe considerarse como el MÁS GRANDE DE LOS MILAGROS: el primer
reconocimiento de los Israelitas y Palestinos de que ambos comparten la tierra que llaman su hogar." Y el artículo
decía esto, "Eventos inimaginables, consumaciones fervorosamente deseadas, pero nunca realmente esperadas,
han acontecido COMO SI EL CREADOR HAYA COMENZADO UN NUEVO MUNDO."
Jack Van Impe (estudioso de las Profecías Bíblicas) fue cuestionado recientemente, acerca de los acontecimientos
trascendentales de estos días, ¿qué tan cerca estamos del rapto? Jack Van Impe, contestó, ". . . en cuarenta años de
predicar y enseñar profecía nunca había sentido la libertad de decir esto, PERO ESTAMOS A MINUTOS, HORAS, O
DÍAS . . . "

4. LA GRAN APOSTASÍA DE UNA PARTE DEL CRISTIANISMO.


Concepto de apostasía. En primer lugar, vamos a definir o a indicar lo que es la apostasía. El Código de Derecho
Canónico (libro de leyes de la Iglesia), en su canon 751 nos dice: “Apostasía es el rechazo total de la fe cristiana”.

Este rechazo se hace de una manera libre y voluntariamente. El apóstata rechaza todas las verdades de fe en absoluto.
El apóstata por lo tanto no es católico, ni tal siquiera cristiano.

La Iglesia castiga la apostasía con la excomunión latae sententiae (Canón 1364).

La apostasía es un pecado que va contra el primer mandamiento de la ley de Dios. Es por lo tanto uno de los pecados
que van contra la religión y la unidad de la Iglesia.

En consecuencia, podemos afirmar que es un pecado terrible ya que son los pecados que van directamente contra
Dios.

Es un pecado de soberbia y por lo tanto se puede clasificar como un pecado Satánico. No es un pecado en el que uno
obra por debilidad, sino por una soberbia contumaz contra la Ley de Dios y de la Iglesia.

Por lo mismo el apóstata se pone en un peligro serio y grave de eterna condenación.

Sobre la gran apostasía. La Iglesia en todos los momentos está esperando la Segunda Venida de Jesús. Especialmente
en el tiempo de Adviento lo recordamos, sobre todo en la primera parte del Adviento. De hecho, el grito de la Iglesia
de siempre es “Ven Señor Jesús”.

Jesús no nos ha dicho ni el día ni la hora en que El vendrá por segunda vez para recapitular todas las cosas en El.

Pero sí nos ha dado una señales. Estas señales aparecen claramente en la Sagrada Escritura, especialmente en los
Evangelios y en algunos de los libros del Nuevo Testamento. La Tradición de la Iglesia y su Magisterio nos la resumen
en las siguientes señales:

1º El Evangelio se habrá predicado en todos los lugares de la tierra.

2º La Gran Apostasía.

3º Aparición del Anticristo.

4º Conversión del pueblo Judío.

Todo esto ira acompañado por señales en el sol y la luna, (como nos recuerdan los Evangelios, sobre todo en los
últimos Domingos del Tiempo Ordinario). También habrá terremotos y desgracias naturales junto con anuncios de
guerras y otras catástrofes.

Me haría interminable si fuera explicando cada uno de los puntos. Pero me voy a referir especialmente al punto 2º la
Gran Apostasía que es el que nos interesa.

¿Cómo será y cuando esta apostasía? Jesucristo en su Evangelio cuando habla de su segunda venida se hace una
pregunta; pregunta que la hace para nuestro discernimiento: “¿Cuándo venga el Hijo del Hombre, encontrará fe en
la tierra?”.

San Pablo nos dice que vendrán unos tiempos en los que la verdadera doctrina será rechazada, despreciada y los que
la sigan perseguidos.

El Nuevo Testamento nos dice que “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. No os dejéis llevar por doctrinas
complicadas y extrañas”.

¿Hoy vivimos estos tiempos? La respuesta clara es que sí.


Vemos como lo antinatural se quiere presentar como natural. Claro caso tenemos en la homosexualidad. Lo que es
un desequilibrio causado por el pecado original, se quiere presentar como algo normal. Se tacha con el tópico y la
etiqueta de homófogo al que afirma; siguiendo la moral natural y católica; que las prácticas homosexuales son en sí
intrínsecamente malas y perversas, por ser inmorales y contrarias al orden natural, impuesto por Dios y escrito en el
corazón del hombre.

Esto ha llevado a que los colectivos de homosexuales y lesbianas sean los que están especialmente propagando, como
nunca se ha hecho hasta ahora, la apostasía.

Varios miles de petición de apostasía formal se han presentado en los obispados de España.

Nunca en la historia de la Iglesia se ha conocido otro hecho similar. Al menos de una manera programada, formal y
sabiendo lo que se hace.

Esta actitud entra dentro del entramado del Principio de la Iniquidad, de rechazar a Cristo y su Iglesia y esto de una
manera sistemática en las almas; que produce consecuencias espirituales terribles.

Este puede ser un indicio de que estamos en los “últimos tiempos” y de que la Venida de Cristo es inminente.

Pero yo no soy persona apta para decir esto, sólo digo una opinión que someto en todo al juicio de la Santa Madre
Iglesia Católica. Por ella Jesucristo actúa y nos habla, por medio del Papa y de los obispos en comunión con él. Yo sólo
manifiesto una opinión mía que en cualquier caso no es más que una mera opinión fruto de la observación.

En un sentido más amplio la Gran Apostasía consiste en que los pueblos que han sido cristianos, dejaran de serlo.
Incluso perseguirán a Cristo en sus miembros que es la Iglesia.

Hoy vemos como esta persecución se da cuando se desprestigia a la Iglesia y a sus pastores tachándolos de
oscurantistas e integristas. O de ser contrarios al progreso. Y esto porque estos grupos con mucho poder mediático
llaman progreso a lo que es la destrucción de la familia, de la persona, en definitiva, del ser humano.

La Iglesia presenta la liberación integran del hombre. Libre cuanto más mejor de sus pasiones. Estos grupos llevan al
hombre a la mayor esclavitud. Le someten a las lacras del sexo, de la droga, de la prostitución, de la promiscuidad,
etc.

¿Quién está tras esos intentos formales de apostasía? Sin duda una persona ingenua dirá: es una rabieta que ciertos
grupos han cogido contra la Iglesia y ya se les pasará. Esto puede tener algo de cierto. Pero no es la causa última de
esta campaña de apostatar.

La causa última creo que la explica muy bien el punto 395 del Catecismo de la Iglesia Católica, cuando al hablar de la
Caída de los Ángeles, termina con este texto, que es del Papa Juan Pablo II y que pronunció en unas preciosas
catequesis sobre los Ángeles en el año 1987. Dice así:

“Sin embargo, el poder de Satán no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu
puro, pero siempre criatura. No puede impedir la edificación del Reino de Dios. Aunque Satán actúe en el mundo por
odio contra Dios y su Reino en Jesucristo, y aunque su acción cause graves daños – de naturaleza espiritual e
indirectamente incluso de naturaleza física – en cada hombre y en la sociedad, esta acción es permitida por la divina
providencia que con fuerza y dulzura dirige la historia del hombre y del mundo. El que Dios permita la actividad
diabólica es un gran misterio, pero “nosotros sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le
aman” (Rom. 8,28).

Podíamos analizar detenidamente esto texto que no tiene desperdicio. Sólo caer en la cuenta de la idea que nos
apunta la Iglesia: el poder del Diablo causa graves daños, sobre todo de orden espiritual. Ese intento de apartarnos
de la fe, y concretamente de Jesucristo y su Iglesia. ¿No es esto lo que consigue con los apóstatas?

Invito a que medites profundamente esto texto.


Consecuencias para el alma de la resolución formal de apostatar. El que usando mal de su libertad y de su libre
albedrío. De una manera formal quiere apostatar, lleva su alma a la perdición y también su cuerpo como vamos a ver.

En el momento de la muerte del ser humano se produce ese encuentro con Jesucristo. Ese Juicio Particular. El alma
se encuentra sola con Dios. Dios que es Padre Misericordioso, pero Juez Justo. Nos juzga sobre nuestras obras y sobre
nuestra fe.

Si nosotros hemos libremente rechazado el nombre de Cristiano y por un acto formal de apostasía hemos dicho NO
A CRISTO. Irremisiblemente Dios nos juzga para una condenación eterna.

5. LA GRAN TRIBULACIÓN EN EL MUNDO ENTERO. En Mateo 24, Cristo explica detalladamente lo


que ocurrirá en la tierra a medida que se acerca el momento de su segunda venida.

Tras describir el engaño religioso, hambres, pestes y terremotos que habrá en la tierra, advierte que además “os
entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre” (Mateo 24:
4-7, 9; énfasis añadido).

La palabra “tribulación” proviene del griego thlipsis y significa “en lenguaje metafórico, opresión, aflicción, tribulación,
angustia, dificultad” (Thayer’s Greek Definitions [Definiciones griegas de Thayer]). El pueblo de Dios ha sido oprimido
muchas veces después de la muerte de Cristo; y como las escrituras lo indican, volverá a sufrir tribulación antes de su
regreso (Mateo 24:29-30).

Refiriéndose a los tiempos del fin, Jesús dice que “habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el
principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; más por causa
de los escogidos, aquellos días serán acortados” (Mateo 24:21-22; énfasis añadido).

El nombre de la “Gran Tribulación” se debe a que éste será el período más crítico y devastador que la humanidad
haya visto (Mateo 24:21). Jeremías 30:7 también la describe como el tiempo de “angustia para Jacob”, pues los
descendientes modernos de las doce tribus de Israel (Jacob) serán los primeros afectados.

Como Daniel asegura, la Gran Tribulación será un “tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta
entonces” (Daniel 12:1).

¿Cuánto durará la Gran Tribulación? La profecía nos dice que la Gran Tribulación durará 42 meses (Apocalipsis 11:2;
13:5), 1.260 días (Apocalipsis 11:3) o “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” (Apocalipsis 12:14; Daniel 12:7).

Por cuestión de espacio no podemos explicar por qué un “tiempo” bíblico generalmente representa un año y
“tiempos” corresponde a dos años en esta ocasión. Pero como vemos, hay varias escrituras que describen el mismo
período de tiempo de diferentes formas, y tanto 42 meses, como 1.260 días y “un tiempo, y tiempos, y la mitad de
un tiempo” equivalen a tres años y medio.

¿Por qué Dios permitirá la Gran Tribulación? Ésta es probablemente la pregunta más urgente de todas: ¿por qué
Dios permitirá la Gran Tribulación? Sí, Dios es paciente y misericordioso. Pero, así como un padre corrige a su hijo
obstinado, Él también castiga severamente a quienes ignoran sus advertencias y se rehúsan a arrepentirse de sus
pecados. Es por esto que los 42 meses de juicio primero recaerán en los herederos del judeo-cristianismo. Si los
descendientes modernos del antiguo Israel no se vuelven a Dios antes del tiempo del fin, deberán sufrir el castigo de
sus pecados.

Estas naciones provienen del pueblo al que Dios dio sus leyes y estatutos con la esperanza de que fuera un ejemplo
de conducta para el resto del mundo. En otras palabras, son los actuales descendientes del antiguo Israel ―pueblo
de Dios a través de la historia. Pero por haberse olvidado de Él, Dios tratará de llamar su atención con una serie de
plagas y desastres naturales. Si eso no funciona, las maldiciones se intensificarán.

Si aun así no se arrepienten, los castigará por medio de crueles invasores, tal como advirtió a través de Jeremías: “te
castigaré con justicia… con azote de adversario cruel, a causa de la magnitud de tu maldad y de la multitud de tus
pecados” (Jeremías 30:11,14).
Dios es bueno y justo, y tiene muy buenas razones para corregir tanto a los descendientes de Israel como al mundo
entero. Veamos lo que sus advertencias explican al respecto.

¿Cuál es el propósito de la Gran Tribulación? Una de las razones por las que Dios permitirá la Gran Tribulación es
para enseñar humildad a los descendientes físicos del antiguo Israel y llevarlos al arrepentimiento. Quienes
sobrevivan a este período de corrección habrán cambiado su actitud y serán completamente transformados por Cristo
en su regreso. Así, se convertirán en un pueblo santo y un ejemplo para el mundo entero (Sofonías 3:11-13).

Cuando los 42 meses de tribulación estén por terminar, sólo la tercera parte de este pueblo “quedará en ella [la
tierra]. Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el
oro [llevándolos en cautiverio por pueblos invasores]. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá:
Jehová es mi Dios” (Zacarías 13:8.9).

Las escrituras les dan un mensaje muy inspirador a quienes quieren obedecer a Dios. En una visión de Dios, el apóstol
Juan vio a una gran multitud salir de en medio de este pueblo oprimido luego de haber sido purificada espiritualmente
con esta futura prueba para el mundo entero ―comenzando por los descendientes de Israel.

La Biblia describe a quienes decidan seguir a Dios ―tanto de entre los descendientes modernos de Israel como el
mundo entero― como “los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en
la sangre del Cordero” (Apocalipsis 7:14; énfasis añadido).

Si desea más detalles acerca de esto, consulte los artículos “¿Qué es la angustia para Jacob?”.

¿Podría la Gran Tribulación afectarle? Cristo nos advierte de la importancia de poner por obra su transformador
mensaje de arrepentimiento, fe y justicia, pues “cuando veáis que suceden estas cosas [las señales que Él describió],
sabed que está cerca el reino de Dios. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”
(Lucas 21:31-32).

Más adelante, también nos anima a “[Velar], pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar
de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (v. 36).

6. EL GOBIERNO DEL ANTICRISTO EN EL UNNIVERSO.

El 666 ya viene ... Una de las profecías más claras acerca de los últimos días es el 666 - la marca de la bestia. Ninguna
otra generación pudo anunciar el cumplimiento del 666. Pero sin duda, usted y yo, estamos observando el
abrimiento de la puerta hacia el 666.

La revista InformationWeek, en Oct. 11, 1993, resaltó en su encabezado, "La Sociedad sin Efectivo, está en las
Tarjetas", el artículo dogmáticamente decía, "Apueste su último dólar: Los Estados Unidos se está convirtiendo en una
sociedad sin efectivo . . . Para el próximo año, las tarjetas serán usadas para pagar seguros y servicio médico, para
recibir beneficios gubernamentales, y para comprar artículos en máquinas vendedoras . . ."

Omni magazine, Junio 1991, anunció, "EL EFECTIVO Y LAS TARJETAS DE CRÉDITO PRONTO SERÁN OBSOLETAS. . ."

Si usted cree que están bromeando vea esta nota informativa: Newsweek magazine, reportó un programa piloto que
está siendo probado en la base Militar Marina de Parris Island en Carolina del Sur. De acuerdo a Newsweek, "LA BASE
ES, DE ECHO, UNA ECONOMÍA SIN EFECTIVO - aún los teléfonos usan "smart cards" tarjetas rápidas."

Algunos programas pilotos ya están siendo probados en Minnesota, New Jersey, Iowa, Oklahoma, Carolina del Sur,
Daytona y Ohio. Y de acuerdo con Lawrence Rudmann, director de la USDA de negocios públicos, "Falta muy poco
para que TODOS LOS PROGRAMAS FEDERALES - sean puestos en mismo acuerdo."

En 1974, una extraña marca comenzó a aparecer en los productos. Hasta hoy, virtualmente todos los productos llevan
ese familiar código de barras UPC . Y en cada UPC código de barras, hay tres números ocultos. ¡EL NÚMERO ES - 666!

Pero algo más está pasando . . . Pareciera que los códigos de barras, misteriosamente están comenzando a mostrar
dos letras bajo el código de barras - ¡la letra F y la letra H! De acuerdo con investigadores, son para forehead=frente
y hand=mano.
La Venida del Anticristo ... En los últimos años, un inusual e inesperado suceso ha comenzado en el mundo. En
Noviembre de 1989, en contra de todos los pronósticos, el Muro de Berlín fue derribado. Y el poderoso ejército
Soviético alarmó con un poderoso alarido. El mundo, que conocíamos, comenzó a tomar una nueva imagen. Nunca
antes en la Historia, los líderes mundiales comenzaron a pedir un Nuevo Orden Mundial. Las barreras arancelarias
están rápidamente disolviéndose con tratados como NAFTA, GATT y otros. El misterioso Nuevo Orden Mundial está
ya en la agenda.

La escena central alistándose para la aparición del Anti-Cristo. En Bélgica, un oficial de la Comunidad Europea, P.H.
Spock se levantó y dijo, "La verdad es, el método de los comités internacionales ha fracasado. LO QUE NECESITAMOS
ES UNA PERSONA, alguien de renombre, de gran experiencia, de gran autoridad, de amplia influencia, de gran
energía; ya sea un civil o un militar, no importa su nacionalidad . . . QUE VENGA RÁPIDO." El Sr. Spock dice él vendrá
. . . ¡y vendrá pronto!
El autor Dave Hunt, al principio de su libro "Global Peace", con esta serena declaración, "En algún lugar, en este
momento, en el planeta Tierra, el Anticristo está esperando su hora, ESPERANDO SU SEÑAL . . . "

El Reinado del Anticristo ... La Biblia enseña que el Anticristo un Imperio Romano Revisado de 10-naciones. En Enero
1, de 1993, el Imperio Romano Revisado oficialmente comenzó, llamado los Estados Unidos de Europa. El Wichita
Eagle describe su misterioso nacimiento, ". . . Desde la caída del Imperio Romano, ha existido el sueño de una Europa
Unificada. Estamos . . . observando a un NUEVO IMPERIO ROMANO RECONSTRUIDO."

La Biblia, se refiere también al Imperio Romano Revisado como Babilonia. Babilonia comienza en Génesis cap. 11,
cuando Nimrod trató de alcanzar el cielo y acarrear un gobierno mundial desde la Torre de Babel, la cual Dios
destruyó. ¡El emblema oficial de los Estados Unidos de Europa es impresionante! Crealo o no, proyecta a los Estados
Unidos de Europa con la Torre de Babel, con 12 estrellas representando las 12 naciones actuales de los Estados Unidos
de Europa. Y si eso no fuera suficiente, las 12 estrellas no son estrellas comunes y corrientes - SINO PENTAGRAMAS
DE ARRIBA A ABAJO (lo cual es el símbolo universal del Satanismo, encontrado en la portada de la BIBLIA SATÁNICA)
Pero hay más . . . Un muy interesante artículo apareció en la revista ASTM Standardization News. Standardization
News es la revista standard a nivel mundial de noticias. El número del mes de Febrero de 1989 fue dedicado a los
Estados Unidos de Europa. Si usted no cree que la Biblia se está cumpliendo, vea esto: Los Estados Unidos de Europa
han decidido usar una marca de identificación. La página 30, de este artículo dice, " . . . uno no puede comprar ni
vender un producto A MENOS DE QUE TENGA LA MARCA DE LA CE." (Comunidad Europea) Apocalipsis 13:17,
hablando de la Marca de la Bestia, ¡dice casi idéntico! "Y que ninguno pudiese comprar ni vender, SINO EL QUE
TUVIESE LA MARCA . . . "
Amigo, ¡Jesucristo Viene Pronto! Profecía tras profecía, no una, no dos, sino muchas, cumpliéndose al pie de la letra,
al mismo tiempo, de la noche a la mañana, exactamente como la Biblia lo profetizó hace más de 2000 años - decir,
que es sólo coincidencia, ¡es algo ridículo!

E. ACONTECIMIENTOS DURANTE EL RETORNO DE CRISTO.

1. EL RETORNO VISIBLE Y PERSONAL DE JESUCRISTO.

LA “SEÑAL CLAVE” DEL RETORNO DEL MESÍAS AL MUNDO. En Mateo 24:3 los discípulos de Jesús le preguntan al
Señor lo siguiente: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y que SEÑAL habrá de tu venida, y del fin del siglo?”. Aquí
encontramos básicamente dos preguntas: Una, ¿Cuándo serán estas cosas? Es decir, cuando será destruido el templo
de Jerusalén (v.1,2), y la otra: ¿Y qué SEÑAL (nótese el singular) habrá de tu venida y del fin del siglo? Muchos
estudiosos de la Biblia no se han detenido a meditar que los discípulos le pidieron a Jesús UNA SEÑAL concreta y
específica que les indicara su venida o regreso (y no su proximidad como creen algunos) y del fin del mundo. Sí, los
discípulos querían saber UNA SEÑAL—¡Y sólo UNA! Este detalle debe grabárselo bien en su mente, querido lector,
pues muchos “estudiantes” de la Biblia lo han pasado por alto.

Señales De Su Proximidad: En los versículos 4-6 de Mateo 24 Jesús dice que antes de su regreso, y del fin del mundo,
aparecerían falsos cristos u hombres que dirían que ellos son el Cristo esperado, o el cristo encarnado en ellos.
Ejemplo de éstos son Jim Jones quien murió en Guyana con su iglesia, y David Koresh, quien murió con 70 de sus
seguidores en Waco, Texas. Hoy existen otros falsos líderes que se hacen pasar por Jesucristo, y están engañando a
muchos ingenuos (v.5), también Jesús habló de guerras y rumores de guerras (v.6), pero que ¡todavía no sería el fin!
(v.6). Hasta este punto Jesús NO nos da una señal singular o específica de su venida y del fin del siglo. En los versículos
7-14 el Señor Jesús profetizó claramente los conflictos internacionales (v.7). Luego Jesús habló de la gran tribulación
que vendrá a sus escogidos por causa de su nombre (v.9), y el surgimiento de falsos profetas o maestros
fraudulentos ansiosos de poder y dinero (v.11). En el verso 14 Jesús anunció que el evangelio del reino será
predicado por todo el mundo como testimonio…y entonces vendrá el fin del mundo. Pero hasta acá tampoco
tenemos la SEÑAL única y singular que le fuera solicitada por sus discípulos acerca de su venida y del fin del mundo.
Muchos cristianos confunden estas señales sobre la proximidad de su venida con su venida misma. Estar próximo a
venir no quiere decir ya se llegó. Otros cristianos creen que la SEÑAL es en verdad un conjunto de señales. ¡Pero esta
idea es un error! Los discípulos le están pidiendo a Jesús UNA SEÑAL—¡Y Jesús se las dará inmediatamente sin rodeos!

Pasando al versículo 23, Jesús vuelve a predecir la venida de falsos cristos. El verso 24 repite lo mismo y añade la
venida de falsos profetas que harán portentos y engañarán a muchos, si fuera posible, aun a los escogidos de Dios.
En el verso 26 Jesús advierte de la venida de falsos cristos y profetas que aparecerán en los desiertos y aposentos
(ojo: no desde los cielos), y a los cuales no hay que creerles.

Es en el versículo 27 donde Jesús comienza a desarrollar, por decirlo así, LA SEÑAL (singular) de su verdadera venida
o retorno, contrastándolas con aquellas falsas venidas de falsos Mesías o Cristos en los desiertos y aposentos
(=salones de conferencias, hoteles, casas, etc) del verso 26, y a los cuales no hay que creerles. En el versículo 29 Jesús
revela que DESPUÉS de ocurrir todos los eventos de los versos 4-27, el sol se va a oscurecer, y la luna no dará su
resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Estos extraños y
escalofriantes eventos que sucederán en el cielo, ANTECEDERÁN o PRECURSARÁN la manifestación de la SEÑAL
esperada.

En el versículo 30 encontramos, por fin, la SEÑAL clara y concisa dada por Jesús de su verdadera Parusía o venida. Él
dice: “Entonces aparecerá LA SEÑAL (nótese el singular) del Hijo del Hombre EN EL CIELO…Y VERÁN AL HIJO DEL
HOMBRE VINIENDO (descendiendo) SOBRE LAS NUBES DEL CIELO, CON PODER Y GRAN GLORIA.”

Como respuesta a la pregunta de los discípulos acerca de UNA SEÑAL clara y singular de su venida y del fin del mundo,
Jesús les dice que LA SEÑAL ES ÉL MISMO DESCENDIENDO VISIBLEMENTE DEL CIELO (no de los desiertos y
aposentos) CON PODER Y GRAN GLORIA. A diferencia de los falsos cristos que aparecen “horizontalmente”—de
entre los hombres—el Cristo verdadero viene “verticalmente”, de arriba hacia abajo, del cielo a la tierra. Si algún
Cristo no DESCIENDE VISIBLEMENTE de arriba hacia abajo, del cielo a la tierra, con sus ángeles de su poder y con gran
gloria, ¡NO ES EL CRISTO VERDADERO! Hay hombres que se proclaman “El Mesías”, pero que NO han venido
verticalmente del cielo a la tierra, con poder y gran gloria. Además, Ningún hombre ha visto descendiendo del cielo a
Cristo aún de la manera bíblica. Pero cuando Cristo regrese del modo exactamente como él lo profetizó, sabremos
que él es el Mesías esperado, y por tanto, ya habrá inmediatamente resucitado a los justos (Juan 5:28,29;
1Tesalonicenses 4:16,17). El falso Cristo no podrá descender del cielo, ni tampoco tendrá el poder de resucitar a los
cristianos muertos, a fin de que éstos, junto a los cristianos vivos, puedan ser arrebatados por él a las nubes para
recibirlo como el Mesías verdadero (vuelva a leer 1 Tesalonicenses 4:16,17—nótese la palabra “recibir” del verso 17).

Adicionalmente a lo dicho anteriormente, en Hechos 1:11 leemos que dos varones vestidos de ropas blancas (ángeles)
dan más detalles de la verdadera “Parusía” o venida de Cristo, con estas palabras: “Varones Galileos, ¿Por qué estáis
mirando al cielo? ESTE MISMO JESÚS (Es decir, un judío de unos 33 años aproximadamente, hebreo hablante,
glorificado e inmortal), que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como o habéis visto ir al cielo.”

El Jesús que subió al cielo no era un espíritu sino un hombre joven, glorificado e inmortal. Este mismo joven
Jesús JUDÍO, glorioso, visible e inmortal, regresará nuevamente del cielo a nuestra atmósfera terrestre para arrebatar
a su iglesia y conducirla a su reino (Mateo 25:31,34). Si el hombre que dice ser el Cristo no posee estas características
antes mencionadas, no es el Cristo verdadero. Ahora bien, es en el texto de Mateo 24 donde Jesús REVELA POR
PRIMERA VEZ CÓMO VOLVERÁ NUEVAMENTE A LA TIERRA. En anteriores ocasiones Jesús sólo les había revelado a
sus discípulos que volvería nuevamente a la tierra, pero sin darles los detalles de la forma de su regreso (Ver Juan
14:3,18; Lucas 12:40). Ahora los discípulos sabían que la SEÑAL que indicaría la venida del Hijo de Dios sería SU
APARICIÓN VISIBLE Y PERSONAL DESDE EL CIELO A LA TIERRA (2 Tesalonicenses 1:7). Es decir, sus seguidores lo
verían a él mismo descender del cielo a la tierra en el Monte de los Olivos (Zacarías 14:4). Si un pretendido “Cristo”
no hace esto, es definitivamente un falso Cristo.

Los mal llamados “Testigos de Jehová” rechazan esta verdad de un Cristo resucitado de carne y huesos (Lucas 24:39).
Ellos afirman que Jesús fue resucitado en espíritu pero que tomaba la apariencia humana cuando le convenía hacerlo.
Sostienen que Cristo regresó al cielo en espíritu, e invisiblemente. Enseñan que su regreso ha sido igualmente
espiritual e invisible en 1914. Ellos aseguran que pueden ver su “presencia” con los “ojos del entendimiento”. Otros
cultos o sectas modernas afirman que Cristo ya está encarnado entre nosotros como un hombre, o ángel mensajero,
como es en el caso de las sectas “Alfa y Omega” Y “la Iglesia de la Piedra Angular”.

No obstante, en Apocalipsis 1:7 se nos dice que Cristo viene con las nubes y todo ojo le verá, y los que le traspasaron.
Pero, ¿quiénes son estos hombres que le traspasaron? Obviamente no los cristianos. Luego concluimos que Cristo
será visto también por los que le rechazaron y crucificaron en el Primer siglo. Si un pretendido Cristo no viene con las
nubes y no es visto por todo ojo, es un falso Cristo. Un Cristo de aposentos o salones de conferencia no es el Cristo
verdadero.
Es trágico ver que millones de cristianos no estén esperando el descenso o la segunda venida visible de Cristo desde
los cielos. Lo que millones de hombres sí esperan hoy es la aparición o descenso de seres extraterrestres desde el
espacio sideral, para que salven y eduquen a la raza humana decadente. La Segunda venida de Cristo desde los cielos
ha pasado a ser simplemente un mito arcaico en esta era espacial, y es escasamente creída en los círculos católicos
de todo el mundo y en muchas de las sectas modernas de hoy. Sí, muchos cultos peligrosos modernos rechazan, sin
base alguna, el descenso desde los cielos de Cristo o llamado también: “la segunda venida personal y visible de Cristo
con sus ángeles desde los cielos”. Tales cultos han torcido la esperanza evangélica del descenso personal, visible y
celestial de Cristo, inventado doctrinas de demonios que sólo conducen a la perdición (1 Timoteo 4:1,2) Sin embargo,
Jesús dijo: “Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, NO LO CREÁIS” (Mateo 24:23).

2. EL RAPTO DE LA IGLESIA DEL SEÑOR JESUCRISTO.

"¿Qué es el Arrebatamiento de la iglesia? "La palabra “arrebatamiento” no se encuentra en la Biblia. Sin embargo,
el concepto del Arrebatamiento es claramente enseñado en la Escritura. El Arrebatamiento de la iglesia es el evento
en el cual Dios saca a los creyentes de la tierra para dar paso a Su justo juicio que será derramado sobre la tierra
durante el período de la Tribulación. El Arrebatamiento es descrito primeramente en 1 Tesalonicenses 4:13-18 y 1
Corintios 15:50-54. 1 tesalonicenses 4:13-18 describe el Arrebatamiento como el acto en el cual Dios resucita a todos
los creyentes que han muerto, dándoles cuerpos glorificados, y después partiendo de la tierra con aquellos creyentes
que estén aún vivos, a quienes también les serán dados cuerpos glorificados. “Porque el Señor mismo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” (1 Tesalonicenses 4:16-17).

1 Corintios 15:50-54 se enfoca en la naturaleza instantánea del Arrebatamiento y en los cuerpos glorificados que
recibiremos. “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un
momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán
resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” (1 Corintios 15:51-52). El Arrebatamiento es el
glorioso evento que todos debemos esperar con anhelo. Entonces finalmente estaremos libres de pecado, y
estaremos para siempre en la presencia de Dios. Existe mucho debate sobre el significado y alcance del
Arrebatamiento. Esta no es la intención de Dios. Más bien, Dios quiere que al considerar el Arrebatamiento “nos
animemos unos a otros con estas palabras.”

3. LA PRIMERA RESURRECCIÓN DE LOS REDIMIDOS. LA BIBLIA ES EL UNICO libro en el mundo que


extiende una esperanza para aquellos que han muerto los cuales serán levantados a la vida otra vez o serán
resucitados de la muerte. Muchas religiones no reconocen que el hombre muere. Al no haber ninguna muerte ellos
insisten, desde su punto de vista, que no habrá ninguna resurrección de los muertos. Pero el apóstol Pablo no está
de acuerdo con este punto de vista. Él escribió: “y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros
pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo,
somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres” 1 Corintios 15:17-19.

El plan de Dios de restaurar a los muertos a la vida es enfatizado en todas partes del Antiguo y Nuevo Testamento. En
su defensa ante Félix, Pablo se refiere a su “esperanza en Dios” en lo cual los líderes religiosos judíos de ese tiempo
“también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos” Hechos 24:15.

El apóstol Pedro se refirió a esta esperanza de la resurrección, usando la palabra “restauración” diciendo que llegarían
“los tiempos de la restauración de todas las cosas” y luego añadió: “que habló Dios por boca de sus santos profetas
que han sido desde tiempo antiguo” (Hechos 3:19-21). Como uno de sus textos probatorios Pedro cita la promesa de
Dios hecha a Abraham para bendecir a todas las familias de la tierra (vs. 25). Entonces, al principio del siguiente
capítulo, nos dice: “Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo,
y los saduceos, resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos”
capítulo 4:1,2.

Esto era exactamente lo que Pedro quiso decir ‘tiempos de restitución de todas las cosas’. Así desde su testimonio
sabemos que la doctrina de la resurrección es claramente expuesta por los profetas del Antiguo Testamento. En
verdad, la palabra resurrección no es usada en el Antiguo Testamento, pero la esperanza de una restitución a la vida
que describe es mencionada en muchas y varias formas. Jesús dijo a los Saduceos que la evidencia de la resurrección
es corroborada en la palabra del Señor a Moisés en la zarza que no se consumía, diciendo: “Dios de Abraham, Dios de
Isaac y Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven” Lucas 20:37,38.
Este texto a menudo es usado equivocadamente para demostrar que los muertos no están en realidad muertos. Pero
esto no es el argumento que presenta Jesús. Abraham, Isaac y Jacob estaban muertos, pero como Dios tuvo la
intención de levantarlos de la muerte ellos no están para siempre fuera de existencia. Todo vive bajo Dios, Jesús dijo
que la razón es que Dios ha prometido levantar a todos los muertos. A causa de esto, él mira como estando
simplemente dormidos, para los cuales habrá un despertar.

UN “RETORNO”. Uno de las formas por las cuales la idea de la resurrección es puesta en evidencia en el Antiguo
Testamento es por el uso de la palabra restitución. Así, por ejemplo, en nuestro texto, la promesa es que: ‘los
redimidos de Jehová volverán’. En el Nuevo Testamento el apóstol Pablo nos informa que ésta es la voluntad de Dios,
que todos los hombres sean “salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. La gran Verdad referida es que Jesús se
dio a sí mismo “en rescate por todos”. De lo cual se dio testimonio “a su debido tiempo” 1 Timoteo 2:3-6.

Desde que Jesús se dio a si mismo ‘en rescate por todos’, esto significa que los redimidos, quienes volverán, son el
género humano que ha sido redimido por la sangre preciosa de Cristo. Su retorno es descrito por Pablo en el texto
justamente citado, como siendo ‘salvados’ para que ellos puedan tener la verdad de la redención “declarada”. Ellos
no pueden adquirir un conocimiento de la Verdad mientras están en el sueño de muerte.

NIÑOS QUE RETORNAN. Jeremías nos asegura que los niños deben retornar de la muerte, describe en este pasaje
como un retorno “de la tierra del enemigo”. Citamos: “Así ha dicho Jehová: Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro
amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron. Así ha
dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y
volverán de la tierra del enemigo. Esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová, y los hijos volverán a su propia
tierra” Jeremías 31:15-17.

Es interesante notar en este pasaje como Jeremías enfatiza el hecho que es el Señor quien está prometiendo que los
niños ‘vendrán otra vez desde la tierra del enemigo’. Ningún ser humano podría hacer tal promesa y ser capaz de
realizarla. Sólo por el poder Divino pueden los muertos ser restaurados a la vida y en esta maravillosa promesa de
Dios nos aseguramos de su intención de usar su poder con éste propósito. En el Nuevo Testamento esta promesa es
referida y aplicada a los niños que fueron asesinados por el rey Herodes en su tentativa de destruir al Rey recién
nacido, Cristo Jesús; pero bien podemos aplicarlo a todos los niños que han sido abatidos por la siniestra Muerte.

TODOS “RETORNAN”. En el Salmo 90, versículo 3, la oración de Moisés también expresa la esperanza de resurrección.
Dirigiéndose al Señor él dice: “Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, Y dices: Convertíos, hijos de los hombres”.
Esto fue en el Jardín de Edén y por causa del pecado original es que Dios volvió al hombre a la destrucción. A Adán le
dijo: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo
eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:19). Debido a que los hijos de Adán nacieron después que él pecó, ellos fueron
imperfectos y adquirieron la pena de muerte. Pablo escribió: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un
hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” Romanos 5:12

Pablo expresa un pensamiento similar en 1 Corintios 15, versículo 22, que dice: “Porque, así como en Adán todos
mueren”. En este texto el apóstol añade: “También en Cristo todos serán vivificados”. Así él explica la manera en la
cual el Creador dirá: ‘Regresen, hijos de los hombres’. Moisés simplemente declara que Jehová quebranto al hombre
a la muerte y más tarde lo restauraría a la vida, mientras Pablo explica que la muerte llegó por Adán y que viviríamos
por medio de Cristo.

LA ESPERANZA DE JOB EN LA RESURRECCIÓN. El profeta Job es uno de los personajes destacados del Antiguo
Testamento. El paso por mucho sufrimiento mental y físico. Esto llegó el punto donde él no podía aguantar más,
entonces le pidió a su Creador que lo dejara morir. Esta fue su oración: “¡Oh, quién me diera que me escondieses en
el Seol, que me encubrieses hasta apaciguarse tu ira, que me pusieses plazo, y de mí te acordaras!” Habiendo pedido
a Dios que le dejara morir, él entonces preguntó: “Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?” Job 14:13,14.

Job estaba preguntando con referencia a cual sería su estado en el caso que Dios contestara su oración y le permitiera
morir. Hablando bajo la inspiración del Espíritu Santo, Job responde a su propia pregunta, diciendo: “Todos los días
de mi edad esperaré, hasta que venga mi liberación. Entonces llamarás, y yo te responderé; tendrás afecto a la
hechura de tus manos” (vss. 14,15). La esperanza expresada por Job fue que Dios ‘lo llamaría’ de la muerte, esta de
acuerdo con la seguridad dada a nosotros por Jesús, que “todos” los que están en el sepulcro oirán su “voz” y “vendrán
a resurrección” Juan 5:28,29.

Anteriormente, en su experiencia Job expresó la opinión que habría sido mejor para él haber muerto en la infancia.
Él explica que en este acontecimiento él se habría “quedado inmóvil y hubiese estado tranquilo”. “Yo debería haber
dormido”, él continúa, “y estado en descanso”. Él también indica que todas las clases de reyes de la raza humana,
consejeros, grandes, pequeños, los malvados y los abatidos, todos descansarán juntos en la muerte. “Allí los impíos
dejan de perturbar, y allí descansan los de agotadas fuerzas. Allí también reposan los cautivos; no oyen la voz del
capataz” Job 3:11-19.

Job se refiere a los muertos como estando ‘prisioneros’ retenidos y cautivos por la muerte. En una referencia “a los
reyes de la tierra sobre este mundo” quienes pierden sus vidas en la gran batalla de Armagedón en este fin de la edad,
el profeta Isaías dijo: “Acontecerá en aquel día, que Jehová castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los reyes
de la tierra sobre la tierra. Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisión
quedarán encerrados, y serán castigados después de muchos días” (Isaías 24:21,22).

LIBERADOS DEL CAUTIVERIO. Hay muchas referencias en el Antiguo Testamento de los muertos estando prisioneros
o en cautiverio, como por ejemplo en Isaías 42, versículo 7. Pero estamos seguros que estos cautivos serán liberados.
Probablemente tales promesas motivaron que Pablo afirmara que había una resurrección de los muertos, incluyendo
a los “injustos” (Hechos 24:15). “Pero haré volver a los cautivos de Moab en lo postrero de los tiempos” el Señor lo
asegura a través del profeta (Jeremías 48:47). Los Moabitas era gente malvada, aún ellos serán liberados de su
cautiverio de la muerte.

Dios dijo que esto ocurriría en ‘los postreros días’. Cuando Jesús le dijo a Marta, “Tu hermano se levantará otra vez”,
ella replicó: “sé que resucitará otra vez en la resurrección del día postrero” (Juan 11:23,24). De esto aprendemos que
‘el día postrero’ o últimos días, es el tiempo de la resurrección general. Esto reafirma el hecho que trayendo ‘otra vez
el cautiverio de Moab en los postreros días’ será en realidad, su resurrección de la muerte.

Los antiguos Amonitas fueron también gente malvada, y aún la promesa de Jehová es: “Y después de esto haré volver
a los cautivos de los hijos de Amón” Jeremías 49:6

A los malvados Elamitas también se les ha prometido un despertar de la muerte. La promesa de Dios acerca de ellos
es: “Pero acontecerá en los últimos días, que haré volver a los cautivos de Elam” Jeremías 49:39.

En Ezequiel 16, versículo 53, estamos seguros que los Sodomitas, los Samaritanos y los israelitas deben ser
resucitados. La promesa de Dios es: “Yo, pues, haré volver a sus cautivos, los cautivos de Sodoma y de sus hijas, y los
cautivos de Samaria y de sus hijas, y haré volver los cautivos de tus cautiverios entre ellas”

ORDEN EN LA RESURRECCIÓN. La esperanza de la resurrección es claramente establecida tanto en el Antiguo como


en Nuevo Testamento, pero es sólo en el Nuevo Testamento que se nos proporciona algunos de los detalles
concernientes a su orden y la naturaleza de los prisioneros liberados de la muerte. Estamos en deuda con Pablo por
la información al respecto, como él lo esboza en el décimo quinto capítulo de primera de Corintios. Después de la
declaración: ‘Porque, así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados’, él explica: “Pero
cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida” vss. 22,23.

En el versículo veinte de este capítulo, Pablo habla de Cristo como siendo: “primicias de los que durmieron”. Sin
embargo, sus seguidores son incluidos con él como parte de ‘las primicias’. En Santiago 1:18 y Apocalipsis 14:4 la
iglesia verdadera se menciona como “una especie de primicias de las criaturas de Dios”. Cuando Pablo, en la
descripción del orden de la resurrección, dice: ‘Cristo las primicias’ los miembros del cuerpo de Cristo están incluidos.

Desde estos dos puntos de vista, junto con Jesús, somos las primicias de la resurrección. En Apocalipsis son descritos
como participando en la “primera resurrección” (capítulo 20:5) y de este punto de vista somos apropiadamente
llamados las primicias. Pero hay otro pensamiento y además más significativo conectado al término primicias que
merece ser mencionado. La palabra ordenada por el Señor al pueblo de Israel típico para presentarle las primicias de
sus cosechas como un ofrecimiento o sacrificio.

Éxodo 34, versículo 26, habla de lo “primero de las primicias”. Esto bien podría señalarse como el ofrecimiento de
Jesús, quien sería el ‘primero de las primicias’ para ser levantado de los muertos, teniendo que dar su vida por los
pecados del mundo. Los seguidores de Jesús también se ofrecen en sacrificio. Ellos siguen en sus pasos y son
“plantados junto con él en la semejanza de su muerte” y por lo tanto serán “en la semejanza de su resurrección”
como los miembros restantes de la primera clase de primicias Romanos 6:5.

En Apocalipsis, donde estos son mostrados para ser levantados en ‘la primera resurrección’ también son mostrados
como una clase de sacrificio “decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios” (capítulo 20:4).
Literalmente, no muchos de estos han sido ‘decapitados’. Todos los que participan en la primera resurrección para
vivir y reinar con Cristo, simbólicamente son decapitados. El pensamiento es renunciar a lo suyo propio y transitar por
el único camino, aceptando la dirección de Cristo y así lograr ser parte de su cuerpo 1 Corintios 12:12-14.

Así el término Cristiano en el sentido más amplio, abraza tanto a Jesús como a su iglesia y Pablo explica que en la
resurrección Jesús es el primero en ser levantado de los muertos; luego los miembros de su cuerpo, el resto de la
clase de las primicias. ¡Pero esto es sólo el principio de la resurrección! Pablo explica que ‘después’ estarán aquellos
quienes se conviertan a Cristo durante su presencia, que es en el Reino que dura mil años.

Es más adelante, en la resurrección que tantos han fallado en ver en la Palabra de Dios, y la traducción Reina Valera
oscurece algo el pensamiento. Se lee: ‘luego los que son de Cristo en su venida’. (1 Corintios 15:23) Es la palabra
griega parousia que aquí es traducida ‘venida’. Esta palabra quiere decir ‘la presencia’ y la referencia es enteramente
mil años en la presencia de Cristo como Rey actual de la tierra. Los tres siguientes versículos muestran esto, los cuales
se leen: “Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad
y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer
enemigo que será destruido es la muerte” 1 Corintios 15:24-26.

Aquellos quienes son o llegarán a ser de Cristo durante su presencia serán los del género humano quienes, durante
su reinado, serán despertados del sueño de muerte y aceptarán la oportunidad que les será dada para creer en él y
obedecer las leyes de su Reino. Esto también es mostrado en el vigésimo capítulo de Apocalipsis, donde somos
informados que durante los mil años del reinado de Cristo, cuando su iglesia, traída adelante en la primera
resurrección reinará con él, “los muertos grandes y pequeños” estarán ante Dios, siendo ilustrados acerca de la Divina
voluntad y propósitos para ellos por “los libros” que entonces serán abiertos. Será entonces que “la muerte y el
Hades” entregarán los muertos que estaban en ellos. vss. 11-13.

F. ACONTECIMIENTOS POSTERIORES AL RETORNO DE CRISTO.

1. EL ESTABLECIMIENTO DEL GOBIERNO MILENIAL. EL MILENIO.

El Reino Milenial, un Reinado de Dios sobre la Tierra. En contraste con el punto de vista amilenial, que considera el
reino de Dios primariamente como un reinado espiritual en los corazones de los hombres, muchos pasajes apoyan la
conclusión de que el reino es un reino literal sobre la tierra, en el cual Cristo será realmente el gobernador político
supremo y el líder espiritual y objeto de culto. Este concepto se presenta en forma amplia en el Antiguo Testamento
y en el Nuevo.

En el Salmo 2, donde se anuncia la rebelión de la nación contra Dios, se le da la siguiente orden al Hijo de Dios:
«Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra» (y. 8). Este no es un
gobierno espiritual, sino un gobierno político real, como se ve en el versículo siguiente: «Los quebrantarás con vara
de hierro, como vasija de alfarero los desmenuzarás» (y. 9). Evidentemente esto no puede referirse a la iglesia o a un
reinado espiritual en el cielo, sino más bien representa a un monarca absoluto que abatirá a los inicuos y los pondrá
bajo sujeción

Otro pasaje importante que enfatiza el carácter terrenal del reino es Isaías 11, donde Jesús, como descendiente de
David, es presentado como que trae un justo juicio sobre la tierra y castiga a los impíos. Isaías 11:4 afirma: «Juzgará
con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la espada de su boca,
y con el espíritu de sus labios matará al impío.» En este pasaje se menciona frecuentemente la tierra (como en Is. 11:9
No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las
aguas cubren el mar.), y se describen los tratos de Dios con las naciones a fin de recoger a Israel de entre todas las
naciones.

Una cantidad casi innumerable de otros versículos afirman o implican que el reino será sobre la tierra. Is. 42:4 ; Jer.
23:3-6 ; Dn. 2:35-45 ; Zac. 14:1-9

La descripción en estos pasajes del reinado de Cristo sobre la tierra en el reino milenial evidentemente no describe la
edad presente ni describe el cielo. Cualquier cumplimiento razonable requeriría de un reinado literal sobre la tierra a
continuación de la segunda venida de Cristo.

C. Cristo como Rey de Reyes en el Milenio. Muchos pasajes del Antiguo y del Nuevo Testamentos combinan su
testimonio de que Cristo será gobernador supremo sobre la tierra. Cristo, como hijo de David, se sentará sobre el
trono de David. 2S. 7:16 ; Sal. 89:20-37 ; Is. 11:1-16 ; Jer. 33:19-21
Cuando Cristo nació, vino como rey, según fuera anunciado por el ángel Gabriel a María. Lc. 1:32-33

Como Rey fue rechazado. Mr. 15:12-13 ; Lc. 19:14

Cuando fue crucificado murió como Rey de los judíos. Mt. 27:37

En su segunda venida es descrito como «REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES» Ap. 19:16

Literalmente centenares de versículos en el Antiguo Testamento declaran o implican, por lo menos, que Cristo reinará
sobre la tierra. Algunos de los textos más importantes son especialmente claros. Is. 2:1-4 ; Is. 9:6-7 ; Is. 11:1-10 ; Is.
16:5 ; Is. 24:23 ; Is. 32:1 ; Is. 40:1-11 ; Is. 42:1-4 ; Is. 52:7-15 ; Is. 55:4 ; Dn. 2:44 ; Dn. 7:27 ; Mi. 4:1-8 ; Mi. 5:2-5 ; Zac.
9:9 ; Zac. 14:16-17

Una de las características del reino milenial es que David será resucitado y reinará como príncipe bajo el mando de
Cristo. Jer. 30:9 ; Jer. 33:15-17 ; Ez. 34:23-24 ; Ez. 37:24-25 ; Os. 3:5

Ciertamente esta situación no se ve en la iglesia presente y exige que ocurran la venida de Cristo y la resurrección de
los santos del Antiguo Testamento antes que pueda cumplirse la profecía.

D. Características Principales del Gobierno del Milenio. Como lo dejan ver los pasajes que hablan acerca del reino
futuro, hay por lo menos tres aspectos importantes en el gobierno de Cristo durante su reinado milenial.

1. Muchos pasajes testifican que el gobierno de Cristo será sobre toda la tierra, más allá de los límites de cualquier
otro reino terrenal anterior y del reino de David mismo. Al establecer el gobierno mundial, Dios cumplió su propósito
de que el hombre debía gobernar sobre la tierra. Aunque Adán fue descalificado, Cristo, como el segundo Adán, puede
cumplir esta meta.
Sal. 2:6-9

Según Daniel 7:14, al Hijo del Hombre «le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y
lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará y su reino uno que no será destruido». El mismo
pensamiento se menciona en Daniel 2:44; 4:34; 7:27.

La universalidad del gobierno de Cristo sobre la tierra también se menciona en Salmo 72:8; Miqueas 4:1-2; Zacarías
9:10.

2. El gobierno de Cristo será de autoridad y poder absolutos. Cristo regirá «con vara de hierro» Sal. 2:9 ; Ap. 19:15

Todos los que se oponen serán castigados con la destrucción. Sal. 2:9 ; Sal. 72:9-11 ; Is. 11:4

Un gobierno tan absoluto no es la característica del gobierno de Cristo sobre su iglesia o sobre el mundo en la actual
dispensación y sólo podría cumplirse si Cristo tiene un reinado literal sobre la tierra después de su segunda venida.

3. El gobierno de Cristo en el milenio será de justicia y paz. Esto se desprende de pasajes clásicos como Isaías 11 y
Salmo 72.

Estas características poco usuales del reino sólo son posibles gracias a los juicios introductorios de Israel y los gentiles
(discutidos en el capítulo anterior) y por el hecho de que Satanás está encadenado y ha sido dejado fuera de acción.
La única fuente de mal en el mundo será la naturaleza pecaminosa de los hombres que están todavía en su carne
humana. La separación del trigo de la cizaña y la separación de los peces buenos de los malos son preparativos
necesarios para el reinado de Cristo. Mt. 13: 24-30 ; Mt. 13:47-50

El milenio comenzará con todos los adultos convertidos como verdaderos creyentes en Cristo. Los hijos que nazcan
durante el milenio serán sujetos al reinado justo de Cristo y serán castigados hasta el punto de la muerte física si se
rebelan contra su Rey. El pecado abierto será castigado y nadie podrá rebelarse contra el Rey en el reino milenial. Is.
65:17-20 ; Zac. 14:16-19

E. El lugar especial de Israel en el Reino Milenial. Durante el período del reino milenial Israel gozará de un lugar de
privilegio y de bendición especial. En contraste con la edad actual de la iglesia, en que judíos y gentiles están en un
mismo plano y tienen los mismos privilegios, el pueblo de Israel en el milenio heredará la tierra prometida y será
objeto del favor especial de Dios. Será el tiempo de la reunión de Israel, su restablecimiento como nación y la
renovación del reino davídico. Al fin Israel poseerá la tierra permanentemente y en forma completa.

Muchos pasajes tratan de este asunto. En el milenio los israelitas serán reunidos y restaurados a su antigua tierra.
Jer. 30:3 ; Jer. 31:8-9 ; Ez. 39:25-29 ; Am. 9:11-15

Habiendo sido conducidos de regreso a su tierra, Israel estará formado por los súbditos del reino davídico revivido.
Is. 9:6-7 ; Is. 33:17, 22 ; Is. 44:6 ; Jer. 23:5 ; Dn. 4:3 ; Dn. 7:14, 22, 27 ; Mi. 4:2-3, 7

Los reinos divididos de Israel y Judá volverán a unirse nuevamente. Jer. 3:18 ; Jer. 33:14 ; Ez. 20:40 ; Ez. 37:15-22 ; Ez.
39:25 ; Os. 1:11

Israel, como la esposa de Jehová, estará en una posición de privilegio sobre los creyentes gentiles. Is. 54:1-17 ; Is.
62:2-5 ; Os. 2:14-23 ; Is. 14:1-2 ; Is. 49:22-23 ; Is. 60:14-17 ; Is. 61:6-7

Muchos pasajes también hablan del hecho de que Israel revivirá espiritualmente. Is. 2:3 ; Is. 44:22-24 ; Is. 45:17 ;
Jer. 23:3-6 ; Jer. 50:20 ; Ez. 36:25-26 ; Zac. 13:9 ; Mal. 3:2-3

Muchos otros pasajes dan información adicional acerca del estado bienaventurado de Israel, su avivamiento espiritual
y su goce de la comunión con su Dios.

Aunque los gentiles no tendrán título en la tierra prometida, también tendrán bendiciones abundantes, como se
puede deducir de varios pasajes del Antiguo Testamento. Is. 2:2-4 ; Is. 19:24-25 ; Is. 49:6, 22 ; Is. 60:1-3 ; Is. 62:2 ; Is.
66:18-19 ; Jer. 3:17 ; Jer. 16:19

La gloria del reino para Israel y para los gentiles sobrepasará en mucho cualquier cosa que el mundo haya
experimentado antes.

F. Bendiciones Espirituales en el Milenio. Aunque el milenio se describe correctamente como el gobierno político de
Cristo sobre la tierra, las características del reino proveerán un contexto para una vida espiritual abundante en tal
grado que ninguna dispensación anterior había podido lograrlo. Por cierto, esto se debe al hecho de que Satanás está
encadenado, el pecado es juzgado de inmediato y se logra el conocimiento universal del Señor. Según Isaías 11:9: «La
tierra será llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mar.»

Se dan muchas promesas de bendiciones espirituales interiores que provienen del nuevo pacto. Jeremías 31:33, 34
declara: «Este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente,
y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su
hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande,
dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.» Será un período de justicia.
Las condiciones espirituales también harán posible un gozo y una bendición no acostumbrados para el pueblo de
Dios. Sal. 72:7 ; Is. 2:4 ; Is. 12:3 ; Is. 61:3, 7

Aunque no hay evidencias de que el Espíritu de Dios vaya a bautizar creyentes en una nueva unidad espiritual como
ocurre en la iglesia actual, habrá, sin embargo, el poder y presencia interior en los creyentes durante el milenio. Is.
32:15 ; Is. 44:3 ; Ez. 39:29 ; Ji. 2:28-29

Debido a la situación especial, indudablemente habrá una mayor bendición espiritual en todo el mundo durante el
milenio que en cualquier otra dispensación anterior.

Como un centro para la adoración, se describe un templo milenial en Ezequiel 40-46. En este templo se ofrecen
sacrificios que difieren algo de los sacrificios mosaicos. Los intérpretes han diferido en cuanto a si deben ser tomados
literalmente o deben recibir otro tipo de explicación. No hay razones sólidas para no aceptar el templo y el sistema
sacrificial como una profecía literal.

Aunque la muerte de Cristo ha puesto fin a la ley mosaica y al sistema de sacrificios, los mencionados por Ezequiel
parecen tener un carácter conmemorativo, mirando hacia atrás, hacia la cruz, así como los sacrificios del Antiguo
Testamento miraban hacia adelante al sacrificio de la cruz.
En el milenio, con su extraordinaria bendición espiritual, lo terrible del pecado y la necesidad del sacrificio de Cristo
serán más difíciles de comprender que en las dispensaciones anteriores. En consecuencia, parece que el sistema de
sacrificios se introduce como un recordatorio de la necesidad que hubo del sacrificio de Cristo, único que puede quitar
el pecado. Si los sacrificios del Antiguo Testamento eran un anuncio adecuado de la muerte de Cristo, un medio similar
podría emplearse en el milenio como un modo de conmemorarlo.

En todo caso, hay claras evidencias de que el milenio será un tiempo de bendiciones espirituales mayores que lo
acostumbrado, período en que la tierra estará caracterizada por la justicia, el gozo y la paz.

La abundancia de las bendiciones espirituales traerá importantes progresos sociales y económicos que superarán a
todo lo conocido en dispensaciones previas. El hecho de que todos tendrán justicia y que los mansos serán protegidos
asegurará la equidad en asuntos económicos y sociales. Probablemente la mayoría de las personas conocerán al
Señor. La tierra misma se verá liberada de la maldición que hay sobre su productividad, y habrá lluvias abundantes.
En general, habrá prosperidad, salud y bendiciones físicas y espirituales como nunca antes el mundo había conocido.
Is. 35:1-2 ; Is. 30:23 ; Is. 35:7

La situación milenial también incluirá importantes cambios en la tierra, algunos de ellos producidos por las grandes
catástrofes de la Gran Tribulación y otros relacionados con la segunda venida de Cristo. Donde ahora está el Monte
de los Olivos en Jerusalén, se extenderá un gran valle de este a oeste. Zac. 14:4

Otro rasgo especial del período es que Jerusalén será exaltada por sobre el territorio que la rodea. Zac. 14:10

Como un todo, la tierra prometida será una vez más el jardín del mundo, el centro del reino de Dios en la tierra y el
lugar de bendiciones especiales. En muchos respectos, el reino milenial será una edad de oro, el clímax de la historia
de la tierra y el cumplimiento del propósito de Dios de establecer a su Hijo como el supremo gobernador del universo.

2. SATANÁS ATADO POR MIL AÑOS EN EL INFIERNO. Y vi a un ángel que descendía del cielo, con la
llave del abismo y una gran cadena en su mano. Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y
lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo cerró y lo selló sobre él, para que no engañara más a las naciones, hasta
que se cumplieran los mil años; después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

También vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y se les concedió autoridad para juzgar. Y vi las almas de los que habían
sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia
ni a su imagen, ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano; y volvieron a la vida y reinaron con Cristo
por mil años. Los demás muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años. Esta es la primera
resurrección. Bienaventurado y santo es el que tiene parte en la primera resurrección; la muerte segunda no tiene
poder sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con El por mil años.

La derrota de Satanás. Cuando los mil años se cumplan, Satanás será soltado de su prisión, y saldrá a engañar a las
naciones que están en los cuatro extremos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlas para la batalla; el número
de ellas es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, rodearon el campamento de los santos y
la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de
fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de
los siglos.
El juicio ante el trono blanco. Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la
tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los
libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que
estaba escrito en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades
entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. Y la Muerte y el Hades
fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. Y el que no se encontraba inscrito en
el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.

3. LA SITUACIÓN DEL PUEBLO ESCOGIDO ISRAEL.


4. LA BATALLA DEL ARMAGEDÓN. El Armagedón es la batalla final entre Dios y los gobiernos humanos.
Estos gobiernos y sus partidarios están en contra de Dios porque se niegan a someterse a su autoridad (Salmo 2:2).
La guerra de Armagedón acabará con el gobierno del hombre (Daniel 2:44).

La palabra Armagedón, que también se escribe Har–Magedón, aparece solamente una vez en la Biblia, concretamente
en el libro de Revelación, o Apocalipsis. En una profecía, este libro dice que “los reyes de toda la tierra habitada”
serán reunidos para “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”. Esta guerra ocurrirá “en el lugar que en hebreo
se llama Har–Magedón” (Revelación [Apocalipsis] 16:14, 16).

¿Quiénes intervendrán en la guerra de Armagedón? Lo harán los ejércitos celestiales, comandados por Jesucristo,
quienes vencerán a los enemigos de Dios (Revelación 19:11-16, 19-21). Entre los vencidos estarán todos los que se
rebelen contra el gobierno divino y los que traten a Dios con desprecio (Ezequiel 39:7).

¿Se peleará Armagedón en algún lugar concreto de la Tierra? No. La batalla de Armagedón abarcará todo el planeta,
no se limitará a una zona en particular (Jeremías 25:32-34; Ezequiel 39:17-20).

La palabra Armagedón (en hebreo, Har Meghiddóhn) significa “Montaña de Meguidó”. Meguidó era una ciudad
ubicada en el territorio que habitaba la antigua nación de Israel. La historia revela que cerca de allí se pelearon batallas
decisivas. La Biblia habla de algunas de ellas (Jueces 5:19, 20; 2 Reyes 9:27; 23:29). Sin embargo, Armagedón no puede
referirse a un lugar geográfico en la zona de la antigua Meguidó, pues allí no hay ninguna montaña como tal. Además,
en el valle de Jezreel, donde está Meguidó, no cabrían todos los que van a luchar contra Dios. La realidad es que
Armagedón es la situación mundial en la que todas las potencias políticas se unen en un enfrentamiento final contra
el gobierno de Dios.

¿Qué sucederá en la guerra de Armagedón? No sabemos de qué forma usará Dios su poder, pero seguro que contará
con el mismo arsenal que ya usó en el pasado: granizo, terremotos, inundaciones, lluvias de fuego y azufre,
relámpagos y epidemias (Job 38:22, 23; Ezequiel 38:19, 22; Habacuc 3:10, 11; Zacarías 14:12). Debido a la confusión
que reinará, por lo menos una parte de los enemigos de Dios se matarán entre sí, aunque al final se darán cuenta de
que él mismo es quien lucha contra ellos (Ezequiel 38:21, 23; Zacarías 14:13).

¿Traerá el Armagedón el fin del mundo? Nuestro planeta no será destruido en el Armagedón. La Tierra fue hecha
para que la humanidad viva para siempre en ella (Salmo 37:29; 96:10; Eclesiastés 1:4). Por tanto, el Armagedón
no puede ser una destrucción total. En realidad, el Armagedón hará posible que sobreviva “una gran muchedumbre”
de siervos leales de Dios (Revelación 7:9, 14; Salmo 37:34).

¿Pero no enseña la Biblia que el Armagedón traerá “el fin del mundo”? Es cierto que en algunos versículos se usa la
palabra mundo para referirse a nuestro planeta. Sin embargo, la Biblia también usa este término para referirse al
conjunto de personas que está en contra de Dios (1 Juan 2:15-17). En este sentido, el Armagedón sí traerá el “fin del
mundo” (Mateo 24:3, Biblia de Jerusalén).

¿Cuándo estallará la guerra de Armagedón? Al hablar de una “gran tribulación” que desembocará en la guerra de
Armagedón, Jesús declaró: “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el
Padre” (Mateo 24:21, 36). Con todo, la Biblia sí revela que el Armagedón tendrá lugar durante un período que se
conoce como la presencia de Jesús, la cual comenzó en 1914 (Mateo 24:37-39).

5. LA SEGUNDA RESURRECCIÓN, DE TODOS LOS MUERTOS. En Mateo 12:41 Jesús dijo que: “Los
hombres de Nínive [del tiempo del profeta Jonás] se levantarán en el juicio con esta generación [a la que pertenecían
los oidores de Cristo en el primer siglo]”.

Además, reveló que, eventualmente: “La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará;
porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar”
(v.42, consulte también Lucas 11:29-32).

¿Qué resurrección? La frase “levantarse en el juicio” utilizada en estos versículos implica una resurrección. Pero, ¿en
qué momento sucederá? Como veremos, esta no es la resurrección que ocurrirá cuando Cristo regrese y los santos
—vivos y muertos— sean transformados a seres espirituales (1 Corintios 15:51-53).

Las Escrituras nos dicen que Jesús reprendió a su generación por su maldad (Mateo 12:39; Lucas 11:29); y tal parece
que las generaciones pasadas que Cristo menciona tampoco eran buenas. En el caso de los ninivitas, por ejemplo —
aunque se arrepintieron momentáneamente al escuchar la profecía de Jonás— la historia demuestra que pronto
volvieron a su perverso estado. Similarmente, aunque “la reina del Sur” (Saba) se maravillaba ante la sabiduría de
Salomón, no hay evidencia de que se hubiera convertido a Dios en ningún momento.

Y, ya que los malos “no heredarán el reino de Dios” (Gálatas 5:19-21), la resurrección mencionada por Cristo
claramente no puede ser la que ocurrirá en el momento de Su segunda venida.

En síntesis, estos pasajes nos indican que:

1. Habrá una resurrección además de la que ocurrirá al regreso de Cristo.


2. Esta resurrección será para muchas personas de distintas épocas de la historia.
3. Quienes sean parte de esta resurrección habrán muerto siendo pecadores.

¿Por qué resucitar a pecadores? Pero, ¿por qué resucitaría Dios a estas personas? ¿Acaso les dará una segunda
oportunidad de salvación? ¿O los transformará en seres espirituales a pesar de que murieron siendo pecadores? ¡Las
Escrituras nos revelan que ninguna de estas opciones es la correcta!

Veamos la afirmación completa de Jesucristo: “Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación,
y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar. La
reina del Sur [la reina de Saba] se levantará en el juicio con esta generación [a la que perteneció Cristo en el primer
siglo], y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que
Salomón en este lugar” (Mateo 12:41-42).

En otras palabras, esta resurrección será seguida de un juicio. No es una resurrección a vida eterna o salvación. De
hecho, en Juan 5:28-29, Cristo profetiza explícitamente sobre una resurrección a vida (salvación, vida eterna) y otra
a juicio (algunas versiones utilizan la palabra “condenación”, pero la traducción más correcta es “juicio”). Pero, antes
de analizar en qué consistirá este juicio, estudiemos un poco más sobre en contexto en que Jesús hizo esta profecía.

¿Qué dijo Cristo sobre la vida después de la muerte? La mayoría de las personas tiende a pasar por alto lo que Cristo
dijo sobre el futuro de los ninivitas, que resucitarían junto al resto de los pecadores. Y, al hacerlo, pasan por alto una
profunda verdad. De hecho, si bien varios pasajes de la Biblia nos hablan de este hecho tan importante, solo pocas
personas han logrado comprender lo que realmente significa.

Gran parte de la humanidad supone que nuestro destino eterno se decide en el momento de nuestra muerte; creen
que, si morimos siendo pecadores, seremos atormentados en un fuego infernal por toda la eternidad (en realidad, la
Biblia revela que nadie será atormentado eternamente. Para más detalles, consulte “¿Qué es el infierno?”). Sin
embargo, la profecía de Cristo en cuanto al futuro de Nínive, la reina de Saba y los judíos del primer siglo nos revela
una verdad muy diferente acerca de la vida después de la muerte.

Las resurrecciones. Analicemos las palaras con las que Pablo describe la resurrección: “Porque, así como en Adán
todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias;
luego los que son de Cristo, en su venida” (1 Corintios 15:22-23, énfasis añadido).

Claramente, la frase “cada uno en su debido orden” implica más de una resurrección. Y, en el mismo capítulo, Pablo
describe la primera de ellas, que ocurrirá cuando Cristo regrese a la tierra. Aquellos que serán “resucitados
incorruptibles” (v. 52) luego vivirán y reinarán con Cristo mil años (Apocalipsis 20:4).

Por otro lado, Apocalipsis 20:5 nos revela que “los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil
años” (énfasis añadido). Es decir, existe otra resurrección además de la mencionada por Pablo, una para quienes
murieron siendo pecadores. “Los otros muertos” son aquellos que —a diferencia de los que murieron en la verdad
de Dios— no resucitaron antes ni reinaron con Cristo durante los mil años (el Milenio).

Más adelante, los versículos 11-15 de Apocalipsis 20 nos dicen que habrá una segunda y tercera resurrección. Estas
son para quienes no hayan resucitado en la primera, personas como las que Cristo mencionó en Mateo 12, que
murieron siendo pecadores. (Si desea saber más acerca de las tres resurrecciones mencionadas en la Biblia, le
invitamos a leer “Las resurrecciones: ¿Qué son?”.)
No hay salvación sino por medio de Cristo. La resurrección mencionada en Mateo 12 y Lucas 11 es a vida física. ¿Por
qué? Porque el juicio de estas personas no terminó con su muerte. Dios, siendo justo para con todos, quiere darles la
oportunidad de conocer su camino y recibir la salvación, que es posible únicamente a través de Jesucristo.

Probablemente haya escuchado decir que Dios salvará a cualquiera que “hizo lo mejor que pudo con lo que sabía” sin
importar su credo o religión. ¡Pero la Biblia no dice eso! De hecho, Pedro nos dice que “en ningún otro [además de
Jesucristo] hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”
(Hechos 4:12).

Por lo tanto, todo ser humano que haya rechazado a Cristo por ignorancia —incluyendo a los ninivitas y los judíos del
primer siglo— tendrán la oportunidad conocer la verdad y recibir la salvación cuando sean resucitados en el juicio del
gran trono blanco (Apocalipsis 20:11).

El juicio: recopilación y estudio de la evidencia. ¿Es un juicio lo mismo que una sentencia final? Puede serlo. Pero la
mayoría de las veces implica mucho más que esto. Generalmente, la sentencia es sólo la última parte del juicio, que
primero consiste en recopilar y estudiar la evidencia. De hecho, Apocalipsis 20:12 nos dice que “fueron juzgados los
muertos por las cosas que estaban escritas en los libros [la Biblia], según sus obras”. Claramente, este versículo no se
refiere a las obras de su antigua vida, pues ¡todos ellos murieron siendo pecadores!

Por lo tanto, necesariamente habrá un periodo de tiempo en que las personas de la segunda resurrección podrán
aprender lo que no aprendieron antes: el camino de Dios. Y esta será su primera oportunidad de salvación. Sólo
entonces, cuando hayan conocido la verdad, serán juzgados según sus obras; es decir, por lo que hagan a partir del
conocimiento que recibirán.

Este tiempo de aprendizaje y experiencia, es mencionado incluso en el Antiguo Testamento; Ezequiel 37 nos habla
detalladamente sobre esta segunda resurrección y la vida posterior de quienes sean resucitados. Además, Isaías 65:20
revela que todos tendrán una vida lo suficientemente larga para ser juzgados como santos o pecadores obstinados.

Por otro lado, como indica 1 Pedro 4:17, la Iglesia de Dios está siendo juzgada ahora. Esto confirma que el juicio de
Dios es un proceso en el que primero somos llamados, y luego debemos atender a ese llamado, arrepentirnos y
obedecer —y, mientras tanto, Cristo nos está evaluando. Sin embargo, esto no significa que podemos “ganar la
salvación”. ¡La salvación es un regalo de Dios! Pero, antes de dárnoslo, Dios nos juzga para ver si permaneceremos
fieles a sus expectativas o no. Como vemos en Apocalipsis 17:14, solo los “llamados y elegidos y fieles” estarán con Él
en su reino.

¿Cuál es su lugar en este plan? Si usted hubiese pertenecido a la generación que Cristo mencionó en Mateo 12:39-
42, ¿habría comprendido el profundo significado de la segunda resurrección? Probablemente, algunos de ellos sí lo
comprendieron, pero luego rechazaron el llamado de Dios a su camino de vida. Si fue así, perdieron la oportunidad
de ser parte de las primicias.

Pero, ¿qué sucede con usted? ¿Lo comprende ahora? Entonces debería considerar la posibilidad de que Dios está
abriendo su mente, dándole la oportunidad de aceptar o rechazar su llamado.

G. LA PERSPECTIVA BÍBLICA DE LA VIDA FUTURA.

1. ESTABLECIMIENTO DEL GRAN JUICIO FINAL.

"¿Qué sucede en el juicio final?" Lo primero que debemos entender sobre el juicio final es que no puede evitarse.
Independientemente de cómo escogemos interpretar el final de los tiempos, se nos dice que "está establecido para
los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" (Hebreos 9:27). Juan ha registrado gráficamente
en el último libro de la Biblia que todos nosotros algún día nos encontraremos delante de Dios. Nadie escapará este
momento culminante — una cita divina con el Creador:

“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar
se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro
libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los
libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos
que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de
fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”
(Apocalipsis 20:11-15).

Este notable pasaje nos presenta el juicio final — el fin de la historia humana y el principio del estado eterno. Podemos
estar seguros de esto: no habrá errores en nuestras audiencias porque seremos juzgados por un Dios perfecto (Mateo
5:48; 1 Juan 1:5). Dios es siempre perfectamente justo y equitativo (Hechos 10:34; Gálatas 3:28). Dios no puede ser
engañado (Gálatas 6:7). Dios no puede ser influenciado por prejuicios, excusas o mentiras (Lucas 14:16-24).

Como el Hijo de Dios, Jesucristo será el juez. Todos los incrédulos serán juzgados por Cristo, y serán castigados según
las obras que han hecho. La Biblia es muy clara que los incrédulos están acumulando ira contra ellos mismos (Romanos
2:5) y que Dios "pagará a cada uno conforme a sus obras" (Romanos 2:6). Los creyentes también serán juzgados por
Cristo, pero puesto que la justicia de Cristo ha sido imputada a nosotros y nuestros nombres están escritos en el libro
de la vida, seremos recompensados, pero no castigados, según nuestras obras. En el juicio final, nuestro destino estará
en las manos del Dios omnisciente, quien nos juzgará según la condición de nuestra alma. Por lo tanto, el juicio final
será un tiempo de regocijo para unos pocos y la máxima pesadilla para todos los demás. Jesús dijo que sólo unos
pocos se salvarían, mientras que los demás se perderían (Mateo 7:13-14).

Al final del viaje de nuestra alma será un cielo eterno o un infierno eterno (Mateo 25:46). Debemos elegir donde
estaremos, aceptando o rechazando el sacrificio de Cristo a nuestro favor, y tenemos que tomar esa decisión antes
de que nuestra vida física en este mundo llegue a su fin. Después de la muerte, ya no hay una opción, y nuestro
destino es estar parado delante del trono de Dios, donde todo va a estar abierto y desnudo delante de Él (Hebreos
4:13). Romanos 2:6 declara que lo que hacemos en nuestras vidas se registra en los libros que se abrirán en nuestro
juicio. Es en aquel día de juicio final que Dios abrirá Sus brazos a Sus hijos y cumplirá nuestro ferviente deseo: "Entra
en el gozo de tu Señor" (Mateo 25:21).

2. LAS RECOMPESAS DE LOS JUSTOS EN EL CIELO. "Porque, así como en Adán todos mueren, así
también en Cristo todos serán vivificados” (1ª Corintios 15:22)

“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora, cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que
hicieron bien, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron mal, a resurrección de condenación” (Juan 5:28 y
29)

“Porque cada uno dará a Dios razón de si” ¿Resucitará también el impío? ¿Cuándo? ¿Acaso resucitarán juntos los
justos y los pecadores?

Vamos a consultar la Biblia en Apocalipsis 20:5 y 15. Estos pasajes dicen: “Mas los otros muertos (los pecadores) no
tornaron a vivir hasta que sean cumplidos mil años...” “Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado
en el lago de fuego”.

Aquí se nos dice que los pecadores resucitarán hasta que hayan pasado los mil años del reinado de Cristo. Y esto será
únicamente para responder de sus culpas ante el tribunal del juicio, para después recibir la MUERTE SEGUNDA, que
será MUERTE ETERNA.

Cabe aclarar que la muerte que ahora experimenta todo humano vino por causa del pecado; fue la sentencia dada en
el Huerto del Edén. Pero esta muerte no es eterna, ya que Cristo con su sacrificio nos libraría de dicha muerte.

Cada uno de nosotros debe luchar para no hacernos acreedores de aquella MUERTE SEGUNDA. Pues de ésta si ya no
hay remedio.

Vamos a leer 2ª de Pedro 2:9 y Hechos 24:15, para contestar la pregunta de nuestro tema. “Sabe el Señor librar de
tentación a los píos, y reservar a los injustos para ser atormentados en el día del juicio” “Teniendo esperanza en Dios
de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos, la cual también ellos esperan”.

De acuerdo con estas Escrituras, los impíos serán reservados para el día del juicio; y ésta es la fe que establece la
Palabra de Dios: “Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al
cual determinó; dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (Hechos 17:31)

“Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los
muertos en Cristo resucitarán primero” (1ª Tesalonicenses 4:16). Este pasaje al igual que Apocalipsis 20:5; nos revelan
que los justos resucitarán al venir Cristo para reinar sobre la tierra –como dice Apocalipsis 5:10- por mil años; será en
este tiempo cuando recibirán la tierra por heredad como una recompensa: “Ciertamente el justo será pagado en la
tierra: ¡Cuánto más el impío y el pecador!” (Proverbios 11:31)

La Biblia nada dice de que los Justos irán al cielo como una recompensa, ni que los Impíos tendrán tormento eterno
en llamas del infierno.

La tierra fue creada para ser habitada como una heredad para los justos. Por eso Jesús en el Evangelio de Mateo 5:5
dice: “Bienaventurados los mansos: porque ellos recibirán la tierra por heredad”. Ni los justos ni los Impíos recibirán
su recompensa inmediatamente después que mueren.

3. EL CASTIGO DE LOS IMPÍOS EN EL INFIERNO. Al enseñar acerca del Reino de Dios, Jesús mencionó
la parábola del trigo y la cizaña que crecían juntos en el mismo campo hasta que en la cosecha, eran separados (Mateo
13:24-30). Después de despedir a la multitud (v. 36), Jesús les dijo a los discípulos que esta cosecha representaba “el
fin del siglo” (v. 39), cuando los ángeles recogerían la cosecha de las personas para el Reino.

El “lago de fuego” Jesús explicó que en esta cosecha los ángeles “recogerán de su reino a todos los que sirven de
tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo
13:41-42).

Este “horno de fuego” también se menciona en las Escrituras como “el lago de fuego” (Apocalipsis 20:15), en donde
serán lanzados aquellos cuyos nombres no estén escritos en el Libro de la Vida. El castigo de los impíos—aquellos que
no se arrepientan de sus pecados—es ser quemados.

¿“Ceniza bajo las plantas de vuestros pies”? Como lo explicara el profeta Malaquías: “Porque he aquí, viene el día
ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los
abrasará, ha dicho el Eterno de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama” (Malaquías 4:1). Continuando, Dios dice
a los justos: “Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe,
ha dicho el Eterno de los ejércitos” (v. 3).

Debido a la errónea idea de que los seres humanos tienen un alma inmortal, muchos han creído también
erróneamente que los impíos sufrirán un tormento eterno en un fuego que nunca se apaga. Pero esto no es lo que
enseña la Biblia. En lugar de ello, los seres humanos que no se arrepientan, serán misericordiosamente destruidos.

4. LAS CONDICIONES DE LA NUEVA CREACIÓN. “Porque Dios que mandó que de las tinieblas
resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria
Dios en la faz de Jesucristo” (2ªCo. 4.6)

La experiencia cristiana tal y como se describe en el Nuevo Testamento en general y en este versículo que encabeza
este escrito en particular, no tiene nada que ver con entrar a forma parte de una religión o cambiar de una a otra.
Nada de eso. Más bien es presentada como una obra de Dios semejante a la creación de los cielos y la tierra descrita
en Génesis 1. Es decir, una “nueva creación”. Un gran milagro que nada que ver con lo que piensan muchos.

La razón por la cual se la denomina como “nueva creación” es porque intervienen los mismos elementos que en la
primera creación: palabra, poder, luz… La Biblia dice que “En el principio creó Dios los cielos y la tierra; y la tierra
estaba desordenada y vacía… Y dijo Dios: sea la luz; y fue la luz” (Gén. 1.1-2).

La palabra de Dios obró con poder y trajo la luz sobre las tinieblas. El poder creativo de dicha palabra dio lugar a la
creación (no entramos a valorar ni describir la forma en la que la creación se produjo). Lo que sí podemos asegurar
es que Dios es el Creador y una vez que todo fue creado, dice el texto bíblico: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y
todo ello era bueno en gran manera.” (Gén.1.31)

Luego, con la caída, la creación humana degeneró de aquella buena condición moral y espiritual que le caracterizaba.
El ser humano llegó al punto de parecerse a aquella tierra “desordenada y vacía” y cubierta de “densas
tinieblas”. Entonces, Dios tuvo que intervenir y “el Verbo (Logos, Palabra, Razón) fue hecho carne y habitó entre
nosotros” (J.1.1-14). El Verbo divino, la Palabra creadora de Dios se hizo carne –como nosotros, los seres humanos- y
dice el autor del evangelio: “En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres” (J.1.4-5)

Palabra, poder, luz y vida se personificaron en Jesucristo, el Hijo de Dios, con la idea de llevar a cabo una nueva obra
creadora y dar a luz una nueva humanidad. Jesucristo, por ser el Verbo, la Palabra creadora de Dios (J.1.3,10) tiene el
poder de recrear y transformar nuestras vidas caídas, para que sean de acuerdo al carácter y al propósito de Dios:
“bueno en gran manera”, como fue hecho al principio.

Por tanto, aquel que se hace cristiano no es alguien que se ha cambiado de una religión a otra, sino aquel que ha
experimentado la obra de Dios por su Espíritu Santo, en virtud de la cual su vida ha experimentado el poder de la obra
creadora de Dios que lo ha transformado. De ahí que el término “crear” se use en varias ocasiones en el Nuevo
Testamento, en relación con la experiencia cristiana. Veamos algunas de estas declaraciones:

1.- “Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión (el ser judío) vale nada, ni la incircuncisión (el no ser judío), sino una
nueva creación” (Gál.6.15).

O sea, se trata de una nueva creación llevada a cabo por Dios en nosotros. Eso nada tiene que ver con un cambio de
religión.

Cuando hace casi 50 años nos entregamos al Señor, dejando la religión en la cual fuios criados y educados, para
muchos familiares y amigos aquello fue un escándalo. Ellos decían: “Ángel y Loli se han hecho protestantes”. Pero
nosotros sabíamos que no habíamos cambiado de religión; sencillamente habíamos obedecido lo que dice la Escritura,
al confesar el nombre de Jesucristo como nuestro Salvador y Señor de nuestras vidas. Por tanto, se había producido
esa realidad expresada por el apóstol Pablo en el versículo de cabecera: “Porque Dios que mandó que de las tinieblas
resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria
Dios en la faz de Jesucristo” (2ªCo. 4.6) Eso, tenemos que insistir, nada tiene que ver con un “cambio de religión”. Eso
también está relacionado con lo dicho por el Señor Jesús a Nicodemo: “El que no naciere de nuevo, no puede ver el
reino de Dios” (J.3.3,5)

2.-” Si alguno está en Cristo nueva creación es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2ªCo.5.17)

En esta nueva declaración de la Escritura, se no muestra que una nueva creación, solventa nuestro pasado y da un
nuevo sentido a nuestras vidas de cara al futuro. Ningún cambio de religión podría llevar a cabo una nueva creación
en nosotros. Sólo Dios por Jesucristo lo podía y puede hacer, de tal manera que nuestro pasado sea el que haya sido,
habrá quedado atrás y no será jamás una carga para nosotros. Pero también Dios da un nuevo sentido y propósito a
nuestra vida que, orientada por él y hacia él se proyecta hacia una meta gloriosa (Filp.3.13-14, 21-22)

3.- “Lo que somos a Dios se lo debemos. El nos ha creado por medio de Cristo Jesús, para que hagamos el bien que
Dios mismo nos señaló de antemano como norma de conducta” (Ef.2.10. -Versión La Palabra-)

Somos una nueva creación hechos con miras por y para el bien. No fuimos creados para el odio, la enemistad, la
guerra, la mentira y el engaño; la explotación, el racismo la xenofobia, ni la práctica de las injusticias. El ejemplo que
nos dio el Señor Jesús fue de hechos buenos y de hablar palabras de bien y de verdad (¡aún en la denuncia!): “él pasó
haciendo bienes y sanando a todos los opirmidos por el diablo” (Hech.10.38). Pero además del ejemplo del Señor
Jesús, esta obra divina se corresponde con las instrucciones que él mismo dio a sus discípulos acerca de hacer el bien
a todos, en todo tiempo y lugar, siendo el Sermón del Monte el punto de referencia de todo cristiano (Mat.5-7)

4.- “Vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Ef.4.24)

También somos una nueva creación con fuertes implicaciones éticas. Si leemos los capítulos 4.17 a 5.1.18, de la carta
de Pablo a los efesios, veremos que el apóstol retrata la sociedad de su tiempo en su condición, lenguaje, carácter y
comportamiento del todo corrompidos. Entonces, el apóstol recuerda e insta a los creyentes a vestirse del “nuevo
hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Ef.4.24); a “hablar la verdad cada uno con su
prójimo”, en contraste con la práctica habitual de la mentira que presidían (y presiden) las relaciones humanas
(Ef.4.25); a trabajar honradamente, renunciando a cualquier forma de hurto (Ef.4.28); a orientar nuestras
conversaciones para que sean de bendición “para los oyentes” (Ef.4.29); a vigilar que nuestro carácter psico-
emocional presente un equilibrio presidido por sentimientos de bondad, paz, perdón y reconciliación (Ef.4.31-32);
mientras que hemos de huir de todo comportamiento que esté relacionado con el mal, en todas su formas (Ef.5.3-8).
También, los llamados así cristianos, hemos de seguir lo que está relacionado con “la bondad, la justicia y la verdad”
(Ef.5.9), pues hemos de andar “como hijos de luz” no como si fuéramos de las tinieblas. (Ef.4.8)

Muchos se burlan de la Biblia, pero a esos burladores y demás gentes, incluidos los políticos que mienten y roban; los
matrimonios, cuyos cónyuges se mienten y se engañan, etc., les invitamos a seguir el programa presentado en este
último punto tratado. Ya verán cuán alejados están del propósito divino y la necesidad de cumplir con el primer
requisito del evangelio que es el arrepentimiento.
5.- “Para crear en sí mismo (Jesucristo) de ambos pueblos, un solo y nuevo hombre, haciendo la paz…” (Ef.2.14)

Nuevamente se nos muestra aquí el mismo término, pero en esta ocasión nos habla de lo que entendemos ser “el
hombre colectivo”, la “nueva humanidad” que Dios está creando en Jesucristo, compuesta de personas “de todo
linaje y lengua, pueblo y nación” (Apc. 5.9).

Nada que ver con el “nuevo hombre latinoamericano” del cual hablaba el Ché Guevara. Nada que ver con el nuevo
hombre que surgiría de la “raza aria” del nazismo alemán. Ningún hombre “nuevo” saldrá de la imposición violenta
de una ideología política sobre otra parte de la humanidad y el derramamiento de sangre de los contrarios. Nada
nuevo puede surgir de ahí. Será tan viejo y tan podrido como todo lo que los seres humanos han pretendido edificar
aparte del Dios vivo para glorificarse a sí mismos, o pretendiendo glorificarle a él por esos medios. Ahora es Dios el
que está creando una nueva humanidad que, en todo, corresponderá al carácter de su Hijo Amado; el Hijo del hombre,
el Hombre por excelencia. Y todo lo hará con y por amor. El Sermón del Monte nos orienta con generosidad sobre
dicho carácter. Sobre todo, la sencilla pero clarísima introducción sobre las conocidas Bienaventuranzas. (Mat. 5.1-
12)

BIOGRAFIA.

http://www.interbiblia.com/mee/rapture.html

http://www.seminarioabierto.com/doctrina249.htm

http://vidaesperanzayverdad.org/vida/vida-despues-de-la-muerte/que-es-el-infierno/castigo-de-los-impios/

https://www.gotquestions.org/Espanol/Juicio-final.html

http://www.iglesiadedios.info/maranatha/2005/julio/recompensa.html

https://contralaapostasia.com/2015/11/14/somos-una-nueva-creacion-en-jesucristo/

https://apologista.wordpress.com/2008/07/12/la-%E2%80%9Csenal-clave%E2%80%9D-del-regreso-de-cristo-al-
mundo/

https://www.gotquestions.org/Espanol/arrebatamiento-iglesia.html

https://www.aciprensa.com/Semanasanta/resurreccion.htm

http://www.dawnbible.com/es/2007/0707cl-1.htm

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