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Antes de realizar una breve descripción histórica de la ingeniería, resulta imprescindible definir lo que se

entiende por ingeniería. Aquí, se adopta la definición del Consejo de Acreditación para la Ingeniería y la
Tecnología de Estados Unidos de Norteamérica, según la cual "la ingeniería es la profesión en la que los
conocimientos de matemáticas y ciencias naturales, obtenidos a través del estudio, la experiencia y la
práctica se aplican con juicio para desarrollar diversas formas de utilizar, de manera económica, las
fuerzas y materiales de la naturaleza en beneficio de la humanidad". Desde este punto de vista, la
ingeniería no es una ciencia sino una aplicación de la ciencia, es decir, un arte que requiere de la
habilidad y de la creatividad de quien la ejerce. De acuerdo con el Diccionario Merriam Webster de la
lengua inglesa, engine viene del latín ingenium que significa disponer de un talento natural, o bien, un
dispositivo mecánico; de esto se derivan engineer en inglés e ingeniero en español, como aquel que
diseña o construye máquinas; también tiene acepción de guía o líder; aquí se observa la concordancia
con la primera definición, con lo cual ingeniero es el profesional que adquiere sus conocimientos
mediante el estudio, que posee un talento natural, que es creativo y que aplica sus conocimientos en el
diseño de máquinas y procesos industriales para beneficio de la humanidad. Estas definiciones son
importantes, porque a lo largo de la descripción histórica de la profesión se verá que, efectivamente, los
ingenieros de cualquier especialidad siempre se han preocupado por resolver problemas para el
bienestar de sus semejantes. Aunque los ingenieros contribuyeron a la creación de muchas armas, no
hay que confundir el mal uso de los conocimientos con la filosofía que debe tener todo ingeniero de
estudiar para beneficiar a la sociedad. 1 1.2 Breve historia mundial de la ingeniería A partir de que el
hombre aprende a convivir en grupo de manera sedentaria surge una serie de necesidades para su
asentamiento. Inicialmente son tres prioridades: la construcción de viviendas, la disposición de agua
potable e instrumentos para sus requerimientos cotidianos, especialmente armas para cazar, y la
defensa personal. Con el paso del tiempo, y a medida que los asentamientos humanos crecen, las
necesidades poblacionales aumentan, y además de las antes mencionadas requerían del transporte, la
disposición masiva de alimentos, la moneda en minerales como oro, plata y piedras preciosas, la
limpieza de desechos humanos, etcétera. Las grandes culturas milenarias; por ejemplo la griega, la
egipcia y la romana, entre otras, resolvieron adecuadamente esos problemas sin tener algún título de
ingeniero, sin embargo, aquellos grandes constructores de pirámides, templos, ductos subterráneos de
agua potable y drenajes poseían amplios conocimientos de matemáticas y de ciencias naturales, y
tenían claras las expectativas de su pueblo, las cuales resolvieron acertadamente. Tales constructores
fueron los primeros ingenieros de la humanidad, pero había una gran diferencia con los ingenieros de la
actualidad. No había escuelas públicas (ni privadas) mucho menos clases de ingeniería. El conocimiento
en esos temas lo proporcionaban en los templos, y sólo un grupo muy pequeño de la población,
llamados sacerdotes, poseía el entendimiento necesario para llevar a cabo las grandes construcciones. El
conocimiento no se le proporcionaba al pueblo, que era una masa de ignorantes e iletrados dominados
por los sacerdotes "sabios y todopoderosos". Los albañiles u obreros eran esclavos debido al tipo de
sociedad que tenían aquellas culturas. Luego llegó la Edad Media con su régimen feudal, donde una
enorme extensión de tierra era propiedad de un solo hombre. El feudo era autónomo en todos sentidos,
incluyendo la defensa militar de la tierra. De esta forma, el señor feudal propició el florecimiento de
toda una serie de artesanos que cubrían desde las necesidades básicas hasta las de armas. La
producción no era muy grande, pues no era necesario. Nadie se preocupó por la fabricación en masa.
Pero la peste negra, que azotó a toda Europa en el siglo XVII, acabó con un tercio de la población de
todo el continente. Esto provocó la desaparición de los feudos y el inicio del régimen de burgos, que
eran sociedades de artesanos que podían intercambiar libremente sus mercancías y atesorar tanto
dinero como pudieran, sin ser señores feudales. Hasta esa fecha, más o menos en 1500, la ingeniería se
había enfocado en la minería, la metalurgia y la construcción de caminos y ductos de agua potable Las
demás necesidades se cubrían con la fabricación artesanal. Existen algunos libros de gran valía de
aquella época, tales como Tratado, de Guido Toglieta escrito en 1587 que describe con gran detalle la
técnica de la construcción de caminos. En 1622 apareció la obra de Nicolás Bergier, Carreteras del
Imperio romano Hacia 1700, los gobiernos Hp lac ------------------------------------ dos públicos para la
construcción de redes de abastecimiento de agua y drenajes para el desalojo de las aguas de albañal. En
el campo de la metalurgia, en 1560, vio la luz el libro de Jorge Agrícola intitulado De re metallica, un
tratado sobre geología y minería.1 Respecto a la enseñanza formal, desde el siglo XII se fundaron las
universidades de París, Oxford y Cambridge. La educación básica medieval era llamada trivium porque se
enseñaban tres materias: gramática, retórica y lógica. En el siguiente grado de enseñanza o quadrivium
se enseñaban cuatro materias: aritmética, geometría, música y astronomía. En realidad no eran
materias como las conocemos ahora, sino áreas de conocimiento, y su contenido era muy distinto del
actual. La reforma de las escuelas del Medievo hacia el año 1000, en Italia, provocó que casi cualquier
persona pudiera estudiar en escuelas públicas, rompiendo con la apropiación del conocimiento por
parte de grupos religiosos o secretos como los templarios, cuya secta era la única que sabía el secreto de
la construcción de las grandes catedrales. A pesar de eso, la educación estaba controlada por el clero, y
algunas áreas adicionales que se podían estudiar eran filosofía natural y moral, metafísica y teología,
derecho, medicina y arquitectura religiosa. Las universidades medievales sólo formaban doctores en
teología, derecho y medicina. De hecho, en la actualidad un título de doctorado que se recibe en
Estados Unidos se denomina Ph.D., que es el siglema de Philosophical Doctor, título otorgado en honor
de aquellos primeros estudios doctorales. La primera escuela de ingeniería que registra la historia es la
Ecole des Ponts et Chausées (Escuela de Puentes y Pavimentos) creada en Francia en 1794; aunque
Colbert J. B., en 1646, había instituido un cuerpo de ingenieros franceses de carácter militar. La Escuela
de Puentes formó, con bases y estudios científicos, a los primeros ingenieros civiles mecánicos
encargados de la construcción de todo tipo de puentes y carreteras. Se dice que algunos de los 21
puentes del río Sena en París fueron construidos por ingenieros egresados de aquella institución, la cual
influyó grandemente en el desarrollo de la ingeniería civil en el mundo entero. También fue la primera
escuela cuyos egresados trabajaron en empresas privadas, los dueños, viendo la enorme utilidad de
contar con personal capacitado científicamente para resolver los problemas que se presentaban en sus
incipientes procesos de producción, incitaron al Estado a la creación de otras escuelas similares.
Entonces surgieron la Escuela Politécnica y la Escuela de Minas, orientadas hacia el estudio de la química
y la mecánica.2 El gran cambio vino con la primera Revolución Industrial en Inglaterra Antes de este
suceso, la producción fue, en cualquier país del mundo, a pequeña escala, para mercados limitados, con
productos artesanales y haciendo uso rudimentario de tecnología. La industria textil y la cerámica
fueron las que alcanzaron mayor relevancia en la Inglaterra de aquel tiempo. Cualquier producto podía
fabricarse de dos formas. Por ejemplo, si la loza hogareña, como platos, tarros y ollas, era muy simple,
una sola persona podía fabricarla; pero si era sofisticada con diseños, asas y formas especiales, había
diversos especialistas y cada une realizaba una parte del trabajo, es decir, uno preparaba la arcilla, otro
dibujaba uno más pintaba, etcétera. Así se crearon diversos mercados como el de la pintura y el de la
arcilla, entre otros. La primera Revolución Industrial empezó con la máquina de vapor de Jame? Watt,
en 1765, junto con otra serie de pequeños inventos tecnológicos de la época. La industria textil era la
más adelantada en diversidad de productos y demanda en el mercado. Los primeros avances fueron
husillos para hilar y telares semiautomáticos, es decir, las telas ya no se hacían a mano, pero las
máquinas tampoco trabajaban solas. La máquina de vapor de Watt sustituyó la fuerza de; hombre para
mover las máquinas por la fuerza de la presión del vapor. Aunque hubo necesidad de diseñar pequeños
dispositivos, como ejes, bandas y engranes, para que la presión de vapor moviera las máquinas
tejedoras e hiladoras en forma autónoma. Luego esta tecnología del movimiento rotatorio autónomo se
empleó en diversos lugares como barcos, trenes y minas donde se extraían minerales con un gusano
sinfín, etcétera. Para accionar la máquina de vapor se necesitaba agua y carbón, por lo que los grandes
centros industriales se ubicaron cerca de donde se encontraban estos elementos. Si el agua provenía de
ríos tanto mejor, pues ahora se podía producir y transportar en barco por esa vía grandes cantidades de
productos. El uso de la tecnología de la máquina de vapor y su movimiento rotatorio hizo disminuir los
costos de producción, bajar los precios de las mercancías, ampliar los mercados a sitios cada vez más
distantes v sustituir la mano de obra con máquinas. Ahora lo que se necesitaba era dinero para construir
maquinaria de todo tipo. La mano de obra artesanal se empezó a relegar y surgió la clase obrera, esto
es, la mano de obra no especializada y barata necesaria para la producción en serie. En aquel tiempo
Inglaterra era el gran colonizador mundial. En esta nación ocurrió la llamada primera Revolución
Industrial, no sólo por el hecho de que con ella comenzó la producción en masa, sino porque en todos
sentidos convirtió a Inglaterra en la primera fuerza mundial y demostró cómo conquistar sin armas. Este
país era el único que poseía el gran secreto de la producción en serie y se dio a la tarea de llevar a su
territorio todo tipo de materias primas para transformarlas, elaborar productos baratos y llevarlos a los
sitios más lejanos para su venta. En este esfuerzo casi acaba con sus bosques y algunos otros recursos
naturales. Los consumía a tal velocidad que no daba tiempo de que se renovaran. Lo anterior forzó a los
ingleses a ser colonialistas. Como tenían dinero y medios de transporte para grandes distancias, cuando
agotaron sus propios recursos naturales no hubo más alternativa que salir a buscarlos "adonde fuera" y
apropiarse de ellos "por cualquier medio". En este afán de expansionismo colonialista llegaron al
continente americano y fundaron una colonia, que después de 200 años se convirtió en el nuevo
imperio mundial. La razón de ello es sencilla de explicar: la nueva colonia inglesa, que en pocos años se
convirtió en Estados Unidos de Norteamérica, encontró un continente vasto, con recursos naturales casi
ilimitados, v al momento de obtener su independencia hizo sus propias reglas de vida y sus leyes, sin
considerar en absoluto las viejas costumbres y tradiciones de la antigua Europa; aunque sólo tomaron
de los europeos lo que les convino, por ejemplo, en 1776, Adam Smith sentó las bases teóricas del
capitalismo moderno y Estados Unidos adoptó estas ideas eligiendo el sistema de libre mercado, para
que al final se convirtiera en el país más representativo del capitalismo. Pero retomemos la historia de la
ingeniería. Dentro de lo que sí tomaron los norteamericanos del Viejo Mundo estaban las ideas
renacentistas que siguieron a la Edad Media o época del oscurantismo, lo cual, aunado a un carácter
pragmático popular, único hasta aquel momento histórico, provocó que el pueblo de Estados Unidos
basara todos sus adelantos en la aplicación de la racionalidad del método científico. Todos los grandes
inventores de aquella época, como Franklin, Bell y Edison, entre otros, tenían un enfoque racional y
reduccionista de la ciencia. Pero, ¿qué significa eso? En primer lugar, se tenía interés en las
consecuencias prácticas de las acciones realizadas, es decir, el invento del teléfono de Bell y de la
bombilla eléctrica de Edison no vinieron de la diversión, sino de un deseo de observar qué sucedía si se
realizaban ciertas pruebas en los laboratorios. Tal interés no era sólo el conocimiento abstracto, sino la
aplicación de esos conocimientos en beneficio del pueblo. No hay duda de que la luz eléctrica Y el
teléfono han sido los inventos que más bienestar han dado a la humanidad; aunque, por supuesto,
también brindaron un enorme beneficio económico a sus inventores. Este sentido pragmático es la base
del comportamiento ideal de un ingeniero, como se mencionó en la definición del término. Por otro
lado, ¿qué significa un enfoque de la ciencia racional y reduccionista? Evidentemente Edison era
ingeniero y científico. Para desarrollar la bombilla eléctrica utilizó el método científico, el cual es un
método racional de experimentación que consiste en una serie de pasos, claramente definidos, que
llevan a una conclusión lógica como resultado de la experimentación, siempre que se hayan definido con
claridad el problema y la hipótesis o suposición de la experimentación, y que la experimentación se
realice con todo cuidado. El método reduccionista de la ciencia consiste en descomponer cualquier tipo
de problema en sus componentes esenciales, lo cual facilita el conocimiento de partes que son más
sencillas. Al unir dichas partes en el todo original, el conocimiento de éste será más accesible. Este
"todo" generalmente es un sistema. Por ejemplo, si un médico quisiera entender el funcionamiento del
cuerpo humano conociendo sólo la parte externa del mismo, nunca lograría explicarse la mayoría de las
enfermedades del organismo; pero si el cuerpo humano se divide en sus sistemas componentes, como
el sistema nervioso, el digestivo, etcétera, luego cada uno de éstos a su vez se divide en sus partes
integrantes, y así sucesivamente, se van reduciendo las partes del cuerpo hasta llegar a las sustancias
esenciales que lo forman; posteriormente se encuentran las relaciones entre esos sistemas dentro del
todo que es el cuerpo humano y se le observa nuevamente ya como un conjunto, es decir, desde el
exterior. De esta forma es mucho más fácil entender y localizar el origen de un padecimiento. El método
reduccionista de la ciencia ya lo había mencionado Sócrates en la antigua Grecia con su frase: "Divide y
vencerás", entendiendo que si el científico divide un sistema, tal como se mencionó en el ejemplo,
entonces logrará vencer a la ignorancia. Seguramente ¿ filósofo no mencionó la frase en ese sentido;
pero una frase célebre puede interpretarse en muchos sentidos. Desde este enfoque pragmático,
racional y reduccionista de la ciencia, e pueblo norteamericano propició el advenimiento de la segunda
Revolución Industrial. La Inglaterra del siglo XVIII tenía leyes muy estrictas que prohibían h exportación a
cualquier parte del mundo, en especial a Estados Unidos, de tod: tipo de planos, modelos, asesores
técnicos, etcétera, que revelaran las claves tecnológicas de la industria inglesa, ya que en tales secretos
basaba su potencia económico. Los estadounidenses repetidas veces intentaron desarrollar tecnología
textil y minera; pero siempre fracasaron. Fue obra de la avaricia personal g¿ un granjero inglés, Samuel
Slater, a quien dos capitalistas norteamericanos, nc menos codiciosos que Slater, le ofrecieron compartir
las ganancias si les revelab: los secretos de una hiladora de algodón que él conocía perfectamente. El
trate fue que Slater debía salir de Inglaterra y construir una hiladora de algodón en Estados Unidos. En
1793 en Pawtucket, Rhode Island, se construyó la primera fábrica textil de producción masiva en todo el
continente americano. Se puede decir que Estados Unidos importó "ilegalmente" al primer ingeniero
textil a su territorio. La instalación de esta incipiente industria textil en Estados Unidos con abundantes
recursos como agua, carbón y madera para producir vapor, sin leyes ancestrales sino totalmente nuevas
y enfocadas al apoyo del capitalismo, sin la presión de los gremios de artesanos que prevalecía en
Europa, con la ética protestante antepuesta en todos los negocios3 y, sobre todo, con un espíritu
innovador, pronto redujo todavía más los costos de los productos textiles, y rápidamente convirtió a esa
nación en un gran exportador. Sus propietarios, Slater, Moses Brown y William Almy, la administraron
de manera inteligente y novedosa, ganando enormes cantidades de dinero. Se dice que esta empresa
fue el centro de atención de los futuros capitalistas norteamericanos y que constituyó el primer ejemplo
para que Estados Unidos se transformara en la tierra de los grandes negocios. La segunda Revolución
Industrial empezó de esa forma por dos hechos sin precedente. El primero fue la forma de administrar la
industria textil de Brown y Slater, llamada administración integración vertical El segundo hecho fue la
utilización de partes intercambiables. Hasta antes que se conociera este concepto, las máquinas las
fabricaban artesanos, quienes construían y ajustaban cada pieza. No obstante, en la fabricación de
pistolas, dos ingenieros, Eli Whitney y Simeón North, desarrollaron el concepto de sistema uniforme de
producción. El ejército de Estados Unidos les había encargado la fabricación de miles de pistolas, y la
única alternativa de fabricación masiva fue dividir la pistola en una serie de partes estandarizadas, para
que el trabajo restante fuera unir esas partes. Esta idea incluso presentaba la ventaja de que si se
trabajaba mal alguna parte de la pistola o se averiaba, se remplazaba por partes de repuesto estándares.
Esta idea acabó con los artesanos, pues incluso los obreros también se volvieron intercambiables. Se
llamó segunda Revolución Industrial por varias razones: acabó con los artesanos y surgieron los obreros
como clase social. En Inglaterra los artesanos eran necesarios para construir las máquinas; con el
sistema de partes intercambiables esto ya no fue necesario. Ahora lo que se requería para la producción
en masa eran, por un lado, obreros no especializados que trabajaran las máquinas, y por otro lado,
diseñadores de maquinaria cada vez más sofisticada, administradores o controladores de los obreros y,
finalmente, aportadores de capital. Los conocimientos técnicos y la creatividad en el diseño,
características básicas de un ingeniero de cualquier especialidad, fueron, desde ese momento, más
importantes que la destreza manual. Esta especialización dio origen a clases sociales bien diferenciadas:
los dueños del capital, los técnicos o intelectuales, cuyo trabajo era aportar ideas, y los obreros. Bajo
este ambiente, y viendo las ventajas para la producción masiva de contar con personal de altos
conocimientos, los norteamericanos adoptaron un sistema de educación liberal, el cual constituía un
rasgo de refinamiento social, ya que el estudio ofrecía la posibilidad de no ser obrero y percibir mejor
salario. Ahora se podía ascender en la escala social y el primer paso era estudiar una especialidad en
ingeniería. La administración como disciplina de estudio aún no entraba en escena. Apenas empezaba el
siglo XIX. La producción masiva tuvo una consecuencia natural: ¿a quién se le iba a vender tantos
productos? Ahora el problema era la conquista de nuevos mercados, los cuales cada vez estaban más
alejados. Esto provocó la necesidad de construir no sólo nuevos caminos, sino también mejores
transportes, lo que a su vez dio origen al desarrollo de nuevas industrias. Se inventaron los trenes y las
vías férreas; pero para sustentar este desarrollo hubo necesidad de explotar enormemente la industria
del acero, como la que se ubicó en Pennsylvania, debido a que ahí se encontró mineral de hierro, carbón
y agua. Luego se tuvo que desarrollar el negocio de la madera para elaborar los durmientes de los miles
de kilómetros de vías férreas. Con la invención del telégrafo y del teléfono se tuvieron que crear las
industrias del cobre y de los recubrimientos plásticos de los cables. La producción que se requería no era
de una ni de diez toneladas, sino que se tenían que cubrir miles de kilómetros de ferrocarril, de
alambres de energía eléctrica y de teléfono. Incluso muchos ferrocarriles se construyeron bajo la idea de
ir "hacia ninguna parte en particular, partiendo de ningún lado en especial", anticipándose varios años al
futuro desarrollo del comercio. Realmente esta anticipación propició que muchos nuevos empresarios
ubicaran sus fábricas en lugares distantes, porque ya contaban con una línea de ferrocarril que les
facilitaría el transporte, tanto de materia prima como del producto terminado hacia los sitios más
distantes de la pujante nación. Este inmenso desarrollo en las comunicaciones y en la elaboración de
materiales de construcción propició la necesidad de más ingenieros de todas las especialidades, ya no se
diga de ingenieros civiles o textiles. Ahora había necesidad de contar con ingenieros eléctricos,
mecánicos, químicos, en comunicaciones etcétera. Tal situación, a su vez, se convirtió en el suelo fértil
para el surgimiento de otras disciplinas, básicamente administrativas. En esta época se creó la
contabilidad y los análisis contables, que han llegado hasta nuestros días con pocas variantes. Aunque el
concepto contable de la partida doble lo había descubierto el negociante italiano Lucca Paccioli, entre
1520 y 1530, y se le considera el padre de la contabilidad por este hecho, en realidad, ni él ni ningún
otro aportaron algo nuevo a la contabilidad, hasta que los norteamericanos, en el siglo XIX, se
enfrentaron a los problemas de control del dinero de las enormes empresas que se habían formado en
Estados Unidos, es decir, la contabilidad no se desarrolló simplemente porque hasta entonces el hombre
nunca tuvo necesidad de ella pues no habían existido empresas del tamaño y la complejidad de las que
se fundaron en Estados Unidos.

1.3 La historia de la ingeniería en México Conocer la historia de los hechos, es decir, los orígenes de la
situación que se vive, debe proporcionar la capacidad no sólo de comprender el porqué las cosas son así
y no de otro modo, sino que además se debe aprender de los errores cometidos para que éstos no se
vuelvan a presentar. La mayoría de los datos que aparecen en este apartado fueron tomados del texto
La enseñanza de la ingeniería mexicana 1792-1990 (SEFI de la UNAM, México, 1991). Se relatará
brevemente la historia de la enseñanza de la ingeniería en México. En 1792 se fundó el Real Seminario
de Minería en México, el cual no sólo es la escuela de ingenieros más antigua del continente americano,
sino también la primera escuela con carácter científico en América, incluso fue adelante de los
norteamericanos en su fundación. Sin embargo, el escaso avance que ha tenido la ingeniería en el país
se debe precisamente a las características del contexto histórico, a cuestiones estructurales de la
educación, de la sociedad y de la economía en México, además de a una serie de errores que se han
cometido en dicha enseñanza a lo largo de poco más de 200 años. Poco le ha valido al país haber
fundado una escuela de ingeniería antes que los estadounidenses y contar con una universidad, la Real y
Pontificia Universidad de México, desde el siglo xvii; esta educación llegó a considerarse la más
estructurada de América en ese siglo. Mientras que los colonizadores ingleses de Norteamérica al llegar
hicieron sus propias reglas y leyes, y tomaron del Viejo Mundo aquello que les fue útil para erigir una
nueva y poderosa nación, eliminando todo vestigio europeo que se los impidiera, los colonizadores
españoles hicieron lo opuesto, es decir, se mantuvieron unidos a la España monárquica en decretos,
decisiones políticas, sistemas artesanales de producción, etcétera, aun después de la Independencia del
país en 1810, pues hay que recordar que al terminar la Independencia siguió el Estado monárquico con
Agustín de Iturbide que terminó con Maximiliano en 1867, quien ordenó el cierre de la Universidad de
México en 1862. La institución fue reabierta hasta 1919. La situación actual de la enseñanza, no sólo de
la ingeniería sino de la educación general en el país, es producto de todo este tipo de hechos que deben
ser analizados por el estudiante que desee estar consciente del papel que debe jugar como ingeniero, o
como cualquier otro profesional de México. Esta historia empieza en México con la llegada de los
españoles. Antes de ese evento, el Imperio azteca era vasto v poderoso. La única fupntp HP informa-
ción confiable de aquella época la proporciona Bernal Díaz del Castillo. En su obra afirma que lo que los
españoles vieron al llegar a la Gran Tenochtitlán fue una "gran ciudad y todas las demás que había
dentro del agua (...) y de ahí vimos las tres calzadas que entran en México (...) y veíamos el agua dulce
que venía de Chapultepec (...) y los puentes que tenían hecho de trecho en trecho levadizos y de madera
(...)".4 Los conquistadores describieron, de manera sucinta, los caminos y calzadas como admirables,
pues eran muy derechos y estaban al mismo nivel, y junto a las ciudades y lagunas parecían cosa de
encantamiento. Cortés declaró que el sistema de comunicación terrestre era "tanto más complejo,
mejor construido y eficaz, cuanto más cercano a la metrópoli tenochca". Dos acueductos unían a la
ciudad con la tierra firme: el de Chapultepec, con dos canales para permitir alternativamente la limpieza
y reparación de alguno mientras el otro estaba en uso, y el de Coyoacán. Desde el punto de vista de la
ingeniería es fácil percatarse de que los aztecas tenían a grandes ingenieros que habían resuelto los
apremiantes problemas de toda gran ciudad, que son los caminos, el agua potable y el tratamiento de
los desechos humanos. Lo más sorprendente es que los aztecas habían resuelto los problemas viviendo
dentro de un lago. Incluso construyeron un gran dique al oriente de la ciudad para evitar las
inundaciones, que desde aquel remoto tiempo ya se originaban en esta área. Ese dique fue demolido
por los españoles para poder entrar con sus navios de guerra por esa parte de la ciudad; nunca más fue
reconstruido y su destrucción ha sido la causa de las grandes inundaciones de la capital. Una
consecuencia funesta para los propios españoles, por el rompimiento de este dique, fue la gran
inundación de 1629, que provocó la salida de la mayoría de los españoles residentes en la capital, con
repercusiones en la vida económica del Virreinato. Con esto se pueden inferir los grandes conocimientos
que ya tenía el pueblo azteca. Su sociedad estaba claramente diferenciada en clases y aunque era una
sociedad guerrera y esclavista había logrado un gran florecimiento en la ciencia y en las artes. Un gran
problema desde aquel tiempo, y que subsiste hasta nuestros días, fueron los caciques. El cacique es un
terrateniente que se apoya en un gobierno central. No es similar a un señor feudal, ya que este último
era independiente de una autoridad central y le interesaba el progreso y la protección de su feudo. A un
cacique, en cambio, al tener apoyo de un gobierno central (desde aquella época el cacique estaba
respaldado por el emperador azteca) le interesa el control político y militar de su territorio. Bajo el
ancestral concepto de la esclavitud, el cacique veía a los pobladores de sus tierras casi como esclavos,
quienes deberían trabajar para él y para la mínima subsistencia de los dominados; la palabra cacique
significa señor de vasallos o persona que tiene influencia excesiva en un lugar. El término patrón, muy
utilizado hoy en día para llamar al dueño de la tierra o de la empresa, sustituyó a la antigua de amo. En
las dos se deja entrever el poder casi absoluto que el dominado le confiere por herencia al dominador o
dueño de la tierra o del capital. A la llegada de los españoles, a causa del enorme dominio que tenían los
caciques sobre sus territorios y sus dominados, se conformó un sistema educativo que no cambió en
nada el antiguo sistema del cacicazgo; esto propició que se mantuviera en el poder tanto a los caciques
como a sus herederos, pues los europeos se dieron cuenta de que el sistema establecido era apropiado
para una conquista casi pacífica. Teniendo contento al cacique, dominaban al pueblo. El problema para
México fue que todo el país estaba en manos de caciques, ya que el emperador les daba todo su apoyo
para extender su dominio hasta lugares muy distantes. El cacique seguía obedeciendo legalmente al
gobierno central; pero era libre de disponer incluso de las vidas de sus dominados si era necesario, con
la aprobación de la autoridad central. Los colegios fundados por los españoles, como el Colegio Imperial
de Santa Cruz en Tlatelolco en 1533, y los que siguieron, tuvieron como principal objetivo comunicarse
en cualquiera de las tres lenguas: castellano, latín o náhuatl y despues, catequizar al pueblo. Con la
finalidad de dominarlo, los jóvenes que teman fácilmente acceso a la educación eran los hijos de los
caciques o de la nobleza; aunque también se daba oportunidad de estudio a los líderes de las
comunidades, por lo que la educación se volvió un medio de cooptar a los dirigentes.^ Los jóvenes
aprendían el antiguo sistema europeo de trivium (gramática, retórica y lógica) y cuadrivium (aritmética,
geometría, música y astronomía además, podían estudiar la doctrina cristiana, la cuenta de los días (para
qu¿ reconocieran y celebraran festividades religiosas), la ciencia de gobernar, las genealogías heráldicas,
la teología y el arte de pintar y representar en glifos, entre otras disciplinas. Claramente se advierte en
tales estudios una tendencia de la enseñanza hacia el arte de gobernar, y eso no lo podían enseñar en
masa. Todo aquel que asistía a la escuela se convertía en líder por una razón mu; sencilla: al tener más
conocimientos que el resto del pueblo, fácilmente poda ayudar a la comunidad, ya fuera en la
agricultura, en la caza o en las artes. La educación que se daba era sistematizada, fundada
científicamente con inclinación a estimular el desarrollo del estudiante. Eran templo-escuelas, pues
estaban controladas por el clero. Todo estudiante estaba obligado, en una etapa de su vida, a cumplir
funciones sacerdotales y a realizar obras de caridad, tantc varones como doncellas. Los primeros,
además, tenían la obligación de ayudar en las cosechas, la construcción de caminos, puentes y edificios,
etcétera. Este sistema de escuelas-templo permaneció vigente hasta entrado el siglo XVIII. Desde 1536,
fray Juan de Zumárraga, primer arzobispo de México, había solicitado al rey de España la creación de
una universidad. El 21 de septiembre de 1551 se dio la autorización e indicaciones necesarias para su
fundación. En 1577, el rey Felipe II ordenó la inspección oficial de la recién fundada Real y Pontificia
Universidad. De esta primera inspección resultaron los primeros estatutos escritos de la Universidad.
Como en aquel tiempo España era una potencia colonialista, las universidades que se fundaron en el
nuevo mundo por su conducto recogieron lo más representativo de las mejores instituciones educativas
europeas, básicamente de las universidades de Salamanca y de París. Las universidades de México y
Lima fueron imperiales, es decir, instituciones de derecho público y de estudios generales; el resto
fueron de derecho privado dependientes de órdenes misioneras o eclesiásticas. En la Real y Pontificia
Universidad principalmente se impartían cursos de medicina y farmacia. Otras disciplinas eran arte,
música y filosofía. A su fundación, se solicitaron candidatos para ser profesores. El hecho de tener
estudios en otra universidad no garantizaba una aceptación inmediata en la Universidad de México. El
candidato a profesor tenía que ser examinado como "licenciado" y ser aspirante al grado de doctor, en
los términos que esto significaba. En las demás instituciones educativas de la época se enseñaba hasta el
cuadrivium y una serie de oficios artesanales, que se consideraban suficientes para las necesidades del
pueblo. Las grandes construcciones, como caminos puentes, casas y ductos de agua y albañal, eran obra
de ingenieros provenientes de Europa o de Estados Unidos. En México, para empezar, no había personal
capacitado para formar ingenieros. Los artesanos, por otro lado, estaban bien organizados con el apoyo
del gobierno. Para ejercer como artesano se debían presentar dos exámenes: uno oral y otro práctico.
Todo maestro artesano que quisiera trabajar en la ciudad de México debería tener licencia de cabildo. El
maestro artesano con licencia era artesano y educador. La aspiración de todo joven de clase media era
que sus padres lo pudieran mandar al taller gremial de su preferencia para aprender el conocimiento
práctico del oficio para vivir de él y forjar su carácter. La casa del maestro artesano funcionaba como un
internado. Por una cantidad acordada con los padres del aprendiz, el maestro le enseñaba,
proporcionándole habitación, alimento y vestido. Una vez que el estudiante obtenía su licencia, que
hacía las veces de título profesional, pasaba a ser oficial, y algunos años después y siempre que en ese
tiempo nadie se hubiera quejado de su trabajo, podía llegar a ser maestro. Como se sabe, en el México
colonial operaba el sistema de castas. Españoles, descendientes de éstos y criollos (hijos de padres
españoles nacidos en América) aspiraban más fácilmente a ser artesanos. Tales gremios excluían a los
indios porque los nativos tenían sus propias instituciones y no necesitaban licencia para ejercer. Había
cofradías de negros, mulatos e indios. Las cofradías de una clase generalmente no aceptaban a los de
otra, especialmente si su raza era muy opuesta, como sucedía entre españoles, indios y negros. Para
poder ser maestro había que demostrar que eran cristianos viejos y tenían limpieza de sangre. Por
tanto, no podían ser maestros judíos, herejes, indios, mestizos ni negros. Para finales del siglo XVI
estaban registrados 153 gremios, y para finales del siglo XVIII había casi 200 gremios del más variado
tipo de artesanos. Los que se dedicaban a la construcción incluían más de 30 especialidades, entre los
que se contaban albañil, encalador, pintor, escultor, talladores de madera de diferentes tipos, etcétera.
No es de extrañar, con este altísimo grado de especialización, que cada artesano contara con una
licencia que lo declaraba experto en su área, ni que las iglesias y otras construcciones coloniales fueran
verdaderas obras de arte. Por depender tanto de la Corona española, en México no se creó una carrera
de ingeniería ni siquiera la ingeniería civil que era indispensable para las construcciones. Ya se comentó
que se importaban ingenieros de Europa para esa tarea. La labor de este ingeniero extranjero consistía
en estudiar el terreno, realizar los planos y encargar a un maestro albañil la supervisión de la obra.
Todos deberían obedecer al ingeniero, quien asumía toda la responsabilidad, incluyendo los costos y la
calidad de los materiales. En el juzgado de policía había un maestro albañil que revisaba, juzgaba y
supervisaba tanto los planos como el avance de la construcción de todas las obras que se realizaban en
la capital. Las Ordenanzas Generales de la ciudad, desde 1683, disponían que cada 2 de enero se eligiera
un obrero mayor, cuya responsabilidad sería visitar las obras públicas y las fincas de la ciudad. La política
de construcción de obras públicas y civiles reconocía tácitamente que el origen administrativo de toda
obra era la Corona española, con una base laboral sustenta- da en los indios. En 1780 se empezó a
gestar en México la primera escuela con estudios universitarios de ingeniería. Dos razones influyeron
para ello; primero, en España se originaron una serie de cambios a la reforma de enseñanza en las
universidades, estos influyeron en México por ser colonia de aquel país. Con dicha reforma se pretendía
buscar la verdad científica utilizando el método experimental en las ciencias eliminando el argumento
de autoridad que tanto daño causaba al avance del conocimiento. En el Colegio de San Miguel el
Grande, guiado por JUÓ to Díaz de Gamarra se promovieron los conocimientos de física, lógica, n ticas y
filosofía. En aquel tiempo, y por falta de espacio físico de reflexión y discusió misma manera que las
sociedades científicas de Norteamérica, las public; periódicas constituían la única forma de difundir la
ciencia. El presbíte Antonio Alzate, el médico y matemático José Ignacio Bartolache, Velázq León y León
y Gama, formaron un grupo, ellos realizaron la mayoría investigaciones y publicaciones fuera de la
estructura educativa formal. S blicaciones eran sobre temas muy variados, desde minería, física, herbolai
dicinal, astronomía hasta sugerencias para el mejoramiento de la ensei Además, todos dominaban más
de una lengua; incluso se les llegó a cons hombres de carácter enciclopédico. Otra razón para la
fundación de la primera escuela de ingeniería, y España era colonialista igual que algunos otros países
de su tiempo, eré conseguir materias primas baratas en las colonias; pues el papel moneda no < y el
pago universal eran los metales, básicamente oro, plata y piedras prec Otros metales, como el hierro,
empezaban a tener gran influencia en el de: lio económico de algunas naciones que se industrializaban
rápidamente, Estados Unidos e Inglaterra, debido a la construcción de máquinas y víí ferrocarril. México
entonces contaba con una enorme riqueza minera. Así, siglo XIX fue el principal productor de plata en el
mundo. Por lo que era ur; explotar el potencial minero de nuestro país y se requerían ingenieros de n
calificados y su importación resultaba demasiado elevada. Estas razones, aunadas a la expulsión de los
jesuítas del ámbito educ, francés en 1767 que repercutió en España y en México, promovieron la creé de
cinco instituciones educativas que fueron el contrapeso de la enseñanza < lástica universitaria. En ellas
se difundió el pensamiento laico. Las escuelas se formaron fueron: el Colegio de las Vizcaínas de Artes y
Oficios para mu en 1767; la Real Escuela de Cirugía en 1768, que rompió el monopolio de la € ñanza de
medicina en la universidad; la Academia de San Carlos en 179 escultura, pintura y arquitectura; el Jardín
Botánico de México en 1790, y el Seminario de Minería en 1792, que fue la primera institución, en
Latinóamé en impartir estudios universitarios sobre un área de ingeniería, la de minas ese momento, la
sociedad mexicana demostró que tenía capacidad para oci un lugar en el ambiente científico occidental.
Desde 1783, que se aprobó la creación del primer colegio, el director nombrado por el rey, don Fausto
de Elhúyar llegó en 1788 acompañado de o mineros alemanes que incluían a tres mineralogistas, un
ingeniero de mine siete maestros mineros. El 1 de enero de 1792 se inauguró el Colegio. Uno de
objetivos de su creación fue proponer soluciones a los problemas administr vos, a los deficientes
métodos de trabajo y a los antiguos métodos de refinac de metales que ya estaban presentes en las
minas. En ese tiempo y con base los problemas observados, también se solicitó al rey de España la
fundación un colegio o seminario metálico formado por cinco - ■ - enseñar, en dos años, aritmética,
geometría, trigonometría y álgebra; el segundo, también en dos años, hidrostática, hidráulica y
aerometría (ventilación de minas); el tercer maestro daría un curso de química teórico-práctico y el
cuarto y quinto maestros se dedicarían al dibujo. Al terminar satisfactoriamente los estudios, y previa
presentación de un examen teórico-práctico, se otorgaba el título de perito facultativo de minas
beneficiador de metales. Elhúyar adoptó un plan de estudios similar y agregó algunos cursos como
teoría de las montañas y lengua francesa, y el requisito de que los alumnos deberían publicar un trabajo
de fin de año. Ambas escuelas proporcionaron una formación profesional técnica y especializada. Con el
tiempo, a los alumnos se les empezó a preparar como futuros dirigentes políticos. Los debates
académicos rebasaron los temas científicos, invadiendo temas económicos y políticos nacionales. En un
principio los estatutos declaraban sólo la admisión de españoles o descendientes de españoles mineros
y de los hijos de caciques indígenas. La educación técnica y cultural que se impartió forjó educadores
que a su vez fundaron otras escuelas. También formó empleados públicos de alto nivel y sólo unos
pocos se enfrentaron al problema de las minas. A diferencia de Estados Unidos y Francia, donde los
egresados de este tipo de escuelas eran rápidamente contratados por empresas particulares, pues se
habían considerado los beneficios que tenía para la empresa contar con personal capacitado, lo cual a su
vez fomentó la creación de más escuelas de alto nivel, en México los egresados del Real Seminario de
Minería fueron insuficientes para atender la demanda, hubo gran deserción en los estudios, y los pocos
que concluían poseían conocimientos eruditos, pero estaban alejados de la práctica minera; como
consecuencia, los empresarios mostraron poco interés en contratar a tales egresados, ya que sabían de
muchas materias, menos lo relacionado con los procesos productivos. Este hecho desmotivó la creación
de nuevas escuelas de enseñanza profesional. Aquí se pueden observar los tempranos errores en la
educación superior del país. México aún estaba controlado por españoles y, a pesar de que algunos de
ellos, como el propio Elhúyar, tenían buenas intenciones, por decreto la educación superior fue elitista
en favor de los españoles y los caciques indígenas. Esto provocó el primer fracaso de la educación
mexicana. Los egresados, sintiéndose miembros de la elite del poder, querían tener conocimientos para
seguir gobernando con más control, pero nunca para aplicar esos conocimientos en la industria, en la
manufactura, o en la explotación de las minas. Así, la ingeniería mexicana empezó a rezagarse respecto
a otros países, a pesar de que existían colegios propios para el desarrollo de la ciencia. El barón de
Humboldt, un poco antes de la guerra de Independencia (1803- 1804), declaró que la enseñanza de las
matemáticas era mejor en el Real Seminario que en la Universidad. Los últimos adelantos mundiales en
el conocimiento del cálculo diferencial e integral ya se impartían en el Real Seminario. Esto no es
sorprendente, pues los más recientes conocimientos científicos de la época eran importados por los
españoles. El problema fue que los mexicanos no lo supieron aprovechar para desarrollar al país, sino
sólo en beneficio nmnin La física y la química, materias cuyo conocimiento es indispensable er. práctica
de la minería, también alcanzaron un nivel similar al europeo de aqi> tiempo. El primer laboratorio de
química con fines educativos se instaló er ciudad de México en las calles de Guatemala, números 88, 90
y 92. A los cur- de química del Real Seminario acudían médicos y boticarios de la Universida. quienes
veían la enorme importancia de esos conocimientos en sus profesione En 1805 solicitaron al virrey la
creación de una cátedra de esas materias er Universidad. Otra vez surgió el eterno problema de la
dependencia de un poo¿ central con poca visión para tomar decisiones importantes. La respuesta de
autoridad fue que, además de que no había recursos económicos, la petición er innecesaria para los
boticarios, que debían conformarse con entender las recezi conocer los remedios simples y saber moler
y cocer y preocuparse por tener más ciencia que ciencia. Apoyados por un poder central local, el virrey,
a su vez dependiente a otro poder central lejano, el rey de España, a los poseedores del conocimien: del
capital no les convenía preparar científicamente al pueblo. Mantuvieron la antiguas tradiciones llenas de
prejuicios raciales y de relaciones dominador-a minado. A los mineros españoles y alemanes sólo los
traían para corregir trabajos que los indios hacían tan mal. Esta posición de arrogancia la hacían sera
tanto en los extranjeros como en los indios. Con el tiempo, todo mexican, egresado de un colegio de
educación superior llegó a sentir el mismo desprezi por la ignorancia de los indios. Por su parte, los
nativos veían a cualquier per?.: na con estudios como antipática. Con el conocimiento y las autoridades
de - lado, los estudiados se dedicaron a la explotación de la ignorancia. De las casa raciales se pasó a las
castas intelectuales. Este sentimiento de casta superior debido a la preparación intelectual ha lleca:
hasta nuestros días. Todavía se puede advertir, principalmente en el sector ra blico, cómo al jefe
inmediato superior siempre se le dice ingeniero o licencia a o cualquier otro título, según corresponda.
Cuando un subordinado mena: *, una frase en público como "el ingeniero dijo...", se da por hecho que
los oyenfc saben que se está refiriendo al jefe de todos, como si no existiera otro ingenier entre los
trabajadores. El nombre propio del jefe no importa, sino los estu a realizados. En la frase está
claramente implícito el culto a la personalidaa ; jefe, lo cual, como se ha comentado, es una herencia de
aquellos priir-" egresados de educación superior de finales del siglo XVIII, quienes por SU :. dad de
conquistadores sometieron a los indígenas hasta en los detalles mas les. Por desgracia para los
mexicanos, todavía no hemos logrado expuLsar : nuestro legado cultural aquella dolorosa herencia. Esto
debe terminar en \le co, por el bienestar social y para eliminar el estigma del sometimiento COÜ
indígena ha soportado por más de 200 años. En 1810 se inició en México la guerra de Independencia; los
caciques a - ..... cieron en escena nuevamente. El país con mucha mayor extensión que actualidad,
estaba perfectamente controlado por tales personajes, quienes s t : ... concertaron con el movimiento
independiente. Muchos caciques espaf : sabían si el nuevo gobierno los seguiría apoyando. Sus colegas
mestizos : genas tenían la misma duda, pues aunque no eran europeos, el virrey los respaldaba. La
mayoría de las escuelas cerró o siguió trabajando; pero a un nivel mínimo. Los pocos avances que se
habían logrado en materia educativa entraron a una etapa de hibernación (no mueren, pero no se nota
que estén vivos). Desde 1808 hasta aproximadamente 1850, existió una laguna de información en
cuanto a las actividades educativas en México. Probablemente fueron tan pocas, que ni siquiera existen
registros históricos relacionados. La guerra de Independencia absorbió toda la atención, y sólo se tienen
declaraciones de algunos intelectuales, como Lucas Alamán, que observaban los problemas nacionales y
proponían soluciones. Con la guerra independentista, España, por medio de sus representantes, vació
las arcas del gobierno, quien después de absorber el costo de la guerra, quedó en la bancarrota total.
Toda la industria mexicana, hasta mediados del siglo XVIII, fue totalmente artesanal. La Independencia
abolió todas las ordenanzas de los artesanos. Los gremios perdieron sus privilegios; además hubo
escaladas de precios, aumento de jornadas de trabajo y ya no se respetaban las reglas en las relaciones
laborales entre maestros, oficiales y aprendices. El siguiente error del nuevo gobierno monárquico fue
suponer que al desaparecer los privilegios gremiales se desarrollaría la industria y se alcanzaría una
competencia internacional generando las ganancias que la industria había dado a otros países como
Estados Unidos. Los partidos políticos existentes, el monárquico y el liberal, acordaron abrir las aduanas.
Lo anterior provocó la entrada al país de mercancías inglesas y norteamericanas, las cuales, debido al
avance de los métodos de producción que ya tenían esos países, eran mucho más baratas en el
mercado, que las fabricadas en México con procedimientos artesanales. Esta decisión casi acabó con los
artesanos mexicanos. (Carlos Salinas de Gortari, ex presidente de México, volvió a repetir la historia con
la firma del Tratado de Libre Comercio en 1992, entre México, Estados Unidos y Canadá, que casi
exterminó a la micro y pequeña industria del país.) La siguiente noticia educativa que se registra ocurrió
el 18 de abril de 1856, cuando, por decreto de Ignacio Comonfort, se creó la Escuela de Artes y Oficios,
no sólo en la capital sino también en algunos estados del país. Esta decisión acabó con los gremios que
ya por esos años se encontraban en plena decadencia. Las nuevas escuelas ofrecían una mejor
preparación que la que podían impartir los gremios; además, el acceso a las instituciones educativas
recién fundadas era libre, es decir, no había restricciones por motivos de raza ni las antiguas relaciones
maestro-aprendiz. Lucas Alamán fue el primer gobernante que propuso soluciones a nivel general y no
sólo para el beneficio de las castas dominantes. Pensó en reactivar a minería, ejercer controles fiscales,
organizar a los obreros en las fábricas para la defensa de sus derechos, evitar el contrabando y
promover el campo y la industria. Creó el Banco de Avío para apoyar con préstamos a las primeras
fábricas modernas. A pesar de todo esto, el mundo seguía viendo a México, a mediados del siglo XIX,
como un botín para las naciones que dominaban al orbe en aquel tiempo. Entre los interesados en la
riqueza mexicana estaban los norteameriranos, los franceses, los ingleses y, por supuesto, los españoles.
La estratega apoderarse de México era sencilla. El país se encontraba en bancarrota ] que necesitaba
mucho dinero; el primer paso de la nueva conquista sería e ees comprar tierra e instalar industrias
modernas y estratégicas. El segunde consistía en prestar dinero directamente al gobierno, para que éste
inici, reconstrucción del país realizando obras de todo tipo de servicios, tales carreteras, escuelas,
hospitales, etcétera, y formar una verdadera admin ción pública. El país todavía padecía su última
monarquía con Maximiliano de Habsh quien gobernó hasta 1867. El 27 de diciembre de 1865 el
emperador exp;J Ley de Instrucción Pública, donde cedía al Estado el control de la educador el primero
que dispuso que la educación elemental fuera obligatoria y gra: con vigilancia directa del Ministerio de
Instrucción Pública. Maximiliano si mió la universidad. Además, ordenó la reorganización de la
educación supt en seis carreras profesionales: derecho, medicina, filosofía, militar, min politécnica.
Adelantándose a Juárez, desplazó al clero de la educación y pr bió la asistencia de capellanes y
sacristanes a centros educativos. Prohib: celebración de misas y rezos en todo establecimiento público.
En la economía, los liberales suponían erróneamente, que al cancelar : barrera aduanal, el libre juego de
las fuerzas del mercado sería el mejor me para impulsar el desarrollo industrial del país. Su suposición se
basaba er resultado obtenido por Estados Unidos y las nuevas teorías capitalistas del XVII de Adam
Smith. Nunca pensaron que el enorme desarrollo industrial y e nómico que habían alcanzado no se
debía solamente a la liberalización de economía, sino a la infraestructura política y educativa, y a la
filosofía guber: mental que hubo en esta nación para apoyar el libre mercado. Incluso, toda" parece que
después de más de 100 años de atraso tecnológico y educativo, i gobernantes de México no se han dado
cuenta de que tales problemas nc resuelven por decreto o porque en un discurso público se les ocurrió
comer: la idea. Para salir de ese terrible atraso en que nuestro país está sumido se ne: sita, ante todo,
cambiar el esquema educativo del país. La situación en México era tan grave antes de la Reforma, que
las principa* fuentes de acumulación de capital eran el comercio, el contrabando, el peculaa (uso
indebido del dinero en la administración pública), la especulación y la us. ra. Las ganancias se reinvertían
fundamentalmente en las mismas actividades - pueden observar dos cuestiones: primero, que el
desarrollo industrial y de la n geniería era nulo, por lo que la producción era artesanal. Segundo que
deso entonces los mexicanos aprendieron a trabajar poco en actividades productiva- mucho en
actividades de dudosa reputación, o aun en el comercio, que implic revender lo que otros han
producido. Ya desde hace 150 años, el gobierno n • enseno a los mexicanos a no pensar ni a dedicarnos
a actividades de producá. - industrial. La influencia de la falta de apoyo para actividades industriales ha
s.c decisiva para mantenernos en el atraso educativo y tecnológico.

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