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En tiempos de san Atanasio Obispo, la herejía arriana se esparció por toda la

Iglesia, la mayor parte de los obispos, inclusive el papa en turno, se habían infectado
con esa herejía, tan solo el 2 o el 3% de los obispos tenían la sana doctrina de los
apóstoles que san Atanasio abanderó y defendió a capa y espada. Hoy vivimos una
situación semejante a la de los tiempos del santo obispo Atanasio con el
modernismo, que no solo es una sola herejía, sino que es el compendio de todas la
herejías, condenada por el papa san Pio X en su encíclica Pascendi Dominici Gregis
escrita en 1907, y dadas unas normas en su motu proprio Sacrorum Antistitum de
1910: (https://sanguisetaqua.files.wordpress.com/2016/06/san-pio-x-motu-proprio-
sacrorum-antistitum-normas-contra-el-modernismo.pdf), para repeler el
modernismo que ya estaba impregnándose en la Iglesia, porque ya había
sacerdotes modernistas en la época de su santidad san Pio X, que en su encíclica
dice: Pero es preciso reconocer que en estos últimos tiempos ha crecido, en modo
extraño, el número de los enemigos de la cruz de Cristo, los cuales, con artes
enteramente nuevas y llenas de perfidia, se esfuerzan por aniquilar las energías
vitales de la Iglesia, y hasta por destruir totalmente, si les fuera posible, el reino de
Jesucristo. Guardar silencio no es ya decoroso, si no queremos aparecer infieles al
más sacrosanto de nuestros deberes, y si la bondad de que hasta aquí hemos hecho
uso, con esperanza de enmienda, no ha de ser censurada ya como un olvido de
nuestro ministerio. Lo que sobre todo exige de Nos que rompamos sin dilación el
silencio es que hoy no es menester ya ir a buscar los fabricantes de errores entre
los enemigos declarados: se ocultan, y ello es objeto de grandísimo dolor y angustia,
en el seno y gremio mismo de la Iglesia, siendo enemigos tanto más perjudiciales
cuanto lo son menos declarados. Hablamos, venerables hermanos, de un gran
número de católicos seglares y, lo que es aún más deplorable, hasta de sacerdotes,
los cuales, so pretexto de amor a la Iglesia, faltos en absoluto de conocimientos
serios en filosofía y teología, e impregnados, por lo contrario, hasta la médula de los
huesos, con venenosos errores bebidos en los escritos de los adversarios del
catolicismo, se presentan, con desprecio de toda modestia, como restauradores de
la Iglesia, y en apretada falange asaltan con audacia todo cuanto hay de más
sagrado en la obra de Jesucristo, sin respetar ni aun la propia persona del divino
Redentor, que con sacrílega temeridad rebajan a la categoría de puro y simple
hombre. (PIO X PAPA, sobre las doctrinas de los modernistas, pg 1, 8/sept/1907.
Tomado de: http://w2.vatican.va/content/pius-x/es/encyclicals/documents/hf_p-
x_enc_19070908_pascendi-dominici-gregis.html). Al morir el santo Padre Pio X,
poco se hizo durante los pontificados de Benedicto XV y Pio XI, lo que llevo a los
modernistas a reorganizarse ahora como neomdernismo o nouvelle théologie (la
nueva teología), no fue sino hasta el reinado de Pio XII con su encíclica Humani
Generis escribiendo sobre "las falsas opiniones contra los fundamentos de la
doctrina católica", que los ata de manos y reciben mediante esta encíclica una
sanción: (http://w2.vatican.va/content/pius-xii/es/encyclicals/documents/hf_p-
xii_enc_12081950_humani-generis.html), la mayoría de ellos fueron llamados por el
santo oficio para que rectificaran sus falsas opiniones (sus teologías) cosa que no
hicieron y fueron condenadas sus obras, he aquí uno de los teólogos (perito luego
en el concilio) sancionado por la humani generis: Pío XII imputó a la “neoteología”,
uno de cuyos mayores exponentes era De Lubac después de Teilhard, los cargos
de “relativismo dogmático, historicismo, indiferencia para con las esencias
inmutables y abandono de la filosofía escolástica”. Mientras que para Teilhard hubo
que esperar a Pablo VI y, sobre todo a Juan Pablo II, De Lubac fue rehabilitado ya
por Juan XXIII, quien lo invitó al Concilio Vaticano II y lo readmitió en la docencia.
(tomado de: Precursores y peritos del concilio. O de la preciosa contribución al
Vaticano II de teólogos condenados por la Iglesia...(I) Theilard, De Lubac, Danielou
y Von Balthasar. https://bibliaytradicion.wordpress.com/2013/01/30/precursores-y-
peritos-del-concilio-o-de-la-preciosa-contribucion-al-vaticano-ii-de-teologos-
condenados-por-la-iglesia-i-teilhard-de-lubac-danielou-y-von-balthasar/ ). Y es que
el gran problema de esto, es que así fueron rehabilitados y llamados a formar parte
del concilio vaticano II como expertos teólogos (peritos) por Juan XXIII y Pablo VI.
Juan XXIII doce años antes cuando era cardenal patriarca de Venecia decía: según
palabras de Henri de Lubac que había sido sancionado por la humani generis y
rehabilitado para el concilio: Al nuevo Papa (…) le disgustaba lo que había ocurrido
en tiempos de la Humani Generis (…) Leí en la “Croix” (…) la lista de los teólogos
elegidos por el Papa como consultores de la Comisión Teológica Preparatoria del
Concilio. Mi nombre figuraba en ella, así como el del padre Congar. Eran dos
nombres simbólicos. No cabe duda de que Juan XXIII había querido así hacer
comprender a todos que debían olvidarse las “dificultades” surgidas en el pontificado
precedente. (tomado de: Precursores y peritos del concilio. O de la preciosa
contribución al Vaticano II de teólogos condenados por la Iglesia...(I) Theilard, De
Lubac, Danielou y Von Balthasar.
https://bibliaytradicion.wordpress.com/2013/01/30/precursores-y-peritos-del-
concilio-o-de-la-preciosa-contribucion-al-vaticano-ii-de-teologos-condenados-por-
la-iglesia-i-teilhard-de-lubac-danielou-y-von-balthasar/). Con los movimientos que
estos dos pontífices realizaron, el primero durante las fases antepreparatoria y
preparatoria del concilio, durante su primera sesión, y el segundo, durante el resto
del concilio, las sesiones 2da, 3ra y 4ta, son responsables de la diseminación del
modernismo-progresismo por toda la Iglesia, tan solo un puñado de cuatrocientos
cincuenta entre cardenales, arzobispos y obispos con fe católica se abanderaron y
defendieron a capa y espada la doctrina católica en los debates de las cuatro
sesiones conciliares, (tradicionalistas contra modernistas-progresistas debatieron
los contenidos de los documentos1). Si en los documentos conciliares se habla un
poco de Dios, de Jesucristo, del Espíritu Santo y de la santísima Virgen María, es
gracias a estos obispos que todavía tenían la fe católica, de no ser así dichos
documentos estarían aún más impregnados de modernismo, que no obstante es su
fuerte y se manifiesta en las reformas que se han llevado a cabo durante cincuenta
y seis años en la Iglesia posconciliar. El gran problema del modernismo es que vacía
de su contenido los conceptos genuinos de doctrina católica, vacía la teología, la
Tradición y les da un nuevo significado dejando solamente el nombre del concepto,
falseando así toda la doctrina. por ejemplo: la caridad cristiana y la misericordia de
Dios, (que de esto se abusa mucho hoy), es vaciada y rellenada con humanismo, la
misa, que es el sacrificio de Cristo en la cruz, es vaciada para ser presentada como
sinaxis o la cena del señor, el ecumenismo que según la enseñanza del santo Padre
Pio XI es "procurar el retorno de los disidentes a la única y verdadera Iglesia

1
Los cuales fueron elaborados durante el primer día del Concilio Vaticano II, sustituyendo los documentos
originales que se habían preparado durante las etapas antepreparatoria y preparatoria del mismo.
católica", (conversión de los protestantes a la fe católica) es quitado o cambiado por
el dialogo, el nuevo ecumenismo no busca la conversión de los protestantes,
ortodoxos, judíos, budistas y musulmanes, sino que busca tan solo dialogar con
ellos y respetar sus posturas "doctrinales", ya que si se pretende la conversión de
ellos entonces seria tachado de proselitismo. Hoy se necesitan hombres formados
en la sana doctrina católica, colmados del Espíritu Santo, como san Atanasio y
tomados de la mano de la santísima Virgen María para combatir y echar fuera de la
Iglesia el modernismo que fue infiltrada por los masones, comunistas, modernistas
y protestantes, enemigos acérrimos de la santa Iglesia de Cristo y volverla a
evangelizar "y que por la voluntad de su Fundador debe permanecer siempre tal
cual El mismo la fundó para la salvación de todos". Tomado de:
(http://es.catholic.net/op/articulos/19089/cat/703/mortalium-animos.html) numero
16.

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