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Bibliografía

Cruz, J. «Soberanía alimentaria: un cambio para conseguir la seguridad alimentaria.» 2004.


http://ecosfron.org/ecosfron/wp-content/uploads/DOSSIERES-EsF-10-SEGURIDAD-
ALIMENTARIA. Pdf (último acceso: 18 de Noviembre de 2016).

Hay que tomar en cuenta que cuando hablamos de SA, no podemos dejar de lado las políticas de
gran escala, especialmente los efectos de la globalización. Ente este
Soberanía alimentaria, efectos del libre mercado y la adopción de políticas neoliberales.

¿Cómo explicar, que mientras en los países desarrollados el consumo de calorías per-cápita, en un
porcentaje alto de su población, es muy superior a la media sugerida por la FAO, en otros países el
subconsumo es una constante? ¿No es hora de replantear las estrategias que se deben seguir
paralograr que todos los seres humanos tengan acceso a los alimentos necesarios para una vida
sana? (Cruz 2004)
Solucion:regresa
Los pilares sobre los cuales se
fundamenta la soberanía alimentaria
son tres9:
La alimentación es un derecho
humano básico.
Todos los pueblos y Estados tienen
derecho a definir sus propias políticas
agrícolas.
En el centro de estas políticas deben
estar quienes producen los alimentos
como: agricultores, granjeros,
pescadores, campesinos e indígenas.
Duch, Gustavo, publicado en el diario “El Mundo”,
España, 28 de noviembre de 2003.

Es por eso que resulta necesario apoyar a las comunidades rurales para producir alimentos y al
mismo tiempo otorgarles trabajo y una fuente de ingreso. Barkin (1998) expone que: “cuando se
da oportunidad y acceso a los recursos, los pobres, más que otros grupos sociales, están
propensos a emprender acciones directas para proteger y mejorar el ambiente”.

Barkin, D. (1998). Riqueza, pobreza y desarrollo sustentable. Mexico: Editorial Jus y Centro de
Ecología y Desarrollo. Obtenido de http://anea.org.mx/publicaciones.htm
Los problemas de salud relacionados con la alimentación que enfrentamos actualmente atacan
principalmente y con mayor fuerza al sector más marginado de la población. Como señaló Malthus
hace mucho tiempo, la oferta de personas fácilmente sobrepasa a la oferta de alimentos… Donde
los hombres se han vuelto más numerosos que el alimento, los hombres son baratos; donde el
alimento todavía es abundante en relación con los hombres, los hombres son caros… ¿Qué es un
hombre caro? Uno que ha sido costoso de criar; que ha adquirido hábitos costosos, entre los
cuales están las destrezas que otras personas están dispuestas a comprar a alto precio […]
(Escobar A., 2007:71) Entonces, siguiendo la lógica de Escobar, no es tan descabellado asumir que
un hombre barato es aquel que no ha gozado la fortuna de adquirir destrezas que pudiera vender
a buen precio, lo que representa una gran desventaja a la hora de acceder a los alimentos.

El negocio de la alimentación Toledo (2015), en su ensayo titulado “¿De qué hablamos cuando
hablamos de sustentabilidad? Una propuesta ecológico política”, habla de los tres poderes que
rigen al mundo; el poder político (partidos y gobiernos), el poder económico (empresas,
corporaciones y mercados), y por último el poder social o ciudadano (comunidades, asociaciones,
cooperativas, sindicatos). Toledo propone que todos los poderes están en una búsqueda
constante por lograr el control y la manipulación de la sociedad civil y externa una situación que,
cada vez más, se ha hecho presente en las sociedades actuales, el rendimiento y sumisión del
poder político ante el poder económico. En sus propias palabras: Hoy, la tendencia predominante
en las sociedades contemporáneas ha sido la creciente supeditación del poder político al poder
económico, es decir la derrota de la política por el capital. Y ésta ha ocurrido a tal grado que en
muchos casos es ya imposible separar los intereses mercantiles de los de la esfera pública: los
empresarios se han convertido en políticos (Berlusconi, Fox, Bush, Piñera) y los políticos se han
convertido en empresarios, habitualmente una vez concluidos sus períodos como funcionarios
estatales. Esta complicidad entre los poderes político y económico es el resultado de la evolución
del capitalismo, que hoy vive su periodo de máxima concentración, a tal punto que prácticamente
cada esfera de la economía se encuentra bajo el dominio de monopolios o mega-monopolios
(Toledo, 2015: 46).
Los consumidores no sólo influyen al momento de decidir qué producto consumir, los actos
rutinarios de comprar, transportar, conservar, cocinar y consumir alimentos también son
significativos para contribuir en la búsqueda de un consumo y producción sostenible (FAO, 2015).
Entonces, retomando la idea de la responsabilidad ambiental de la sociedad civil, podemos decir
que las sociedades deben empoderarse para convertirse en actores de cambio. Los actos más
pequeños pueden tener grandes impactos, ya que como menciona Toledo (2015), el cambio inicia
en el individuo y en el hogar, para así alcanzar estratos superiores, en sus propias palabras: [...] Sin
embargo, la construcción del poder social comienza en la escala doméstica. Se inicia en la familia,
en la edificación de un hogar autosuficiente, seguro y sano, que comparte con muchos otros
hogares una misma “micropolítica doméstica”. Y es a la escala del hogar donde primero se ponen
en práctica los principios básicos de la sustentabilidad, como la diversidad, autosuficiencia,
integración, resiliencia, autonomía y autogestión. La implementación de lo sustentable va
entonces escalando, y por lo tanto ensanchando los espacios ganados hasta alcanzar
comunidades, barrios, ciudades y regiones enteras, que se van convirtiendo en “islas liberadas”...
(Toledo, 2015:52).

Capra (1999) propone que el éxito de una comunidad depende del éxito de sus miembros
individuales y viceversa. Para que una comunidad humana sea sustentable debe estar consciente
de la relación que existe entre sus miembros. Para que esto suceda es importante tener una
población informada, que conozca la realidad en la que se encuentra y que asuma un rol
participativo en la sociedad. De igual forma el autor opina que es necesario fomentar la creación
de asociaciones ciudadanas, las cuales ayudaran a crear democracia y un fortalecimiento de los
individuos, ya que todas las personas tendrán un rol importante en la comunidad. La meta es que
a medida que las asociaciones progresen, los miembros puedan entender mejor las necesidades
de los demás para así aprender y cambiar juntos. Uno de los más grandes aciertos de Capra es
pensar en la comunidad como un todo, ya que al existir una 11 unidad entre las poblaciones se
facilita la libre fluidez de las ideas, con la cual se garantizará un aprendizaje superior y se hará más
factible la idea de vivir en una comunidad sustentable
Desarrollo local, una vía para la producción sostenible de alimentos Desde la época de la
posguerra el concepto de “desarrollo”, hablando de un desarrollo económico, cobró gran
relevancia. Inicialmente fue entendido como sinónimo de crecimiento, medido por el aumento en
el PIB agregado y el PIB per cápita, y posteriormente se le atribuyeron características del
desarrollo humano (longevidad, calidad de vida y nivel de conocimiento) (Boisier, 2001). Es
necesario señalar que al hablar del desarrollo se hace alusión a un concepto multidisciplinario y
extremadamente complejo. Boiser (2005) propone que un país no puede ser en su totalidad un
“país desarrollado”, ya que rara vez tienen desarrollo en toda su superficie, por lo que propone
que el desarrollo es un fenómeno local, tanto en el sentido geográfico como en el sentido
sistémico.

Vázquez-Barquero (2009), propone que el desarrollo local surgió en los países pobres y de
desarrollo tardío con el fin de contrarrestar las consecuencias negativas que la globalización y el
ajuste productivo, originado por la crisis económica 2007-08, provocaron en el nivel de vida de las
poblaciones. El mismo autor define el desarrollo local como “[…] proceso de crecimiento
económico y de cambio estructural que conduce a una mejora en el nivel de vida de la población
local”, en dicho proceso él identifica tres dimensiones principales: primero la económica, en la que
los empresarios locales hacen uso de los factores productivos de la localidad buscando ser
competitivos en los mercados; después el factor sociocultural, en que los valores y las instituciones
sirven de base al proceso de desarrollo; por último se encuentra una dimensión político-
administrativa en que las políticas territoriales hacen posible la creación de un entorno económico
local favorable buscando la protección contra interferencias externas e impulsar el desarrollo local
(Vázquez-Barquero, 1988; citado en Boisier 2001).

Vázquez-Barquero, A. (2009). Desarrollo local, una estrategia para tiempos de crisis. Universitas
Forum, 1-11. Veracruzana, U. (2016).

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