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RITOS INICIALES.
Antífona de entrada
El pueblo responde:
Amén.
El Dios de la esperanza,
que por la acción del Espíritu Santo
nos colma con su alegría y con su paz,
permanezca siempre con todos vosotros.
ACTO PENITENCIAL
Humildes y penitentes,
como el publicano en el templo,
acerquémonos al Dios justo,
y pidámosle que tenga piedad de nosotros,
que también nos reconocemos pecadores.
El pueblo responde:
El sacerdote prosigue:
El pueblo responde:
Y danos tu salvación.
Dios Todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde:
Amén.
ORACIÓN COLECTA
LITURGIA DE LA PALABRA
Candidatos responden
- Presente.
- Queridos hermanos,
¿Qué pedís al Señor y a su santa Iglesia?
HOMILÍA O EXHORTACIÓN.
RITO DE LA PROFESION.
INTERROGATORIO.
Celebrante.
Profesos:
- Sí, quiero.
Celebrante:
Profesos.
- Sí, quiero.
Celebrante:
- Sí, quiero.
Celebrante:
Profesos:
- Sí, quiero.
Celebrante:
ORACION LITANICA
Todos se ponen de pie. El celebrante, con las manos juntas, vuelto al pueblo,
dice:
El diácono advierte:
Pongámonos de rodillas.
Te rogamos, óyenos.
e) Para que concedas la virtud de la
perseverancia a estos hijos tuyos.
Te rogamos, óyenos.
e) Para que bendigas, santifiques y
consagres a estos hijos e hijas
tuyos, hermanos y hermanas
nuestros.
Te rogamos, óyenos.
Diácono:
Podéis levantaros.
PROFESIÓN.
Oh Dios,
fuente y origen de toda santidad,
que de tal modo has amado a los hombres
que los ha hecho partícipes de tu divinidad,
y no has permitido que este designio de tu amor
lo extinguiera el pecado de Adán
ni lo cambiaran los delitos del mundo.
Ya en el comienzo de los tiempos
nos diste en Abel un ejemplo de vida inocente;
suscitaste, además, en el pueblo hebreo
varones santos y mujeres ilustres en toda virtud,
entre las que sobresale la Hija de Sión,
la Santísima Virgen María,
en cuyas entrañas virginales
se encarnó para la salvación del mundo,
tu Palabra, Jesucristo nuestro Señor.
Todos:
Amén
ACOGIDA DE LA COMUNIDAD.
Y se puede añadir:
Luego el sacerdote, de pie a un lado del altar, se lava las manos, diciendo en
secreto:
Lava del todo mi delito,
Señor, limpia mi pecado.
El pueblo responde:
PREFACIO
Porque él mismo,
como fruto inmaculado nacido de una Virgen,
proclamó felices a los puros de corazón,
enseñándonos con su ejemplo a practicar la castidad.
Cumplió perfectamente tu voluntad
y haciéndose obediente hasta la muerte
se ofreció a ti como Víctima agradable.
Y ahora a los que renuncian, por su amor,
a los bienes terrenos,
los consagra más plenamente a tu servicio,
asegurándoles que encontrarán un tesoro en el cielo.
Por eso, con los ángeles y los santos
cantamos sin cesar,
el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
Porque él mismo,
la noche en que iba a ser entregado,
tomó pan, y dando gracias te bendijo,
lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
al tu servidor, el Papa N.,
a nuestro obispo N.,
al orden episcopal,
a los presbíteros y diáconos,
y a todo el pueblo redimido por ti.
*Dígnate, Señor,
fortalecer en su santo propósito a estos hijos tuyos
que hoy se han unido para siempre a Ti
con los vínculos de la vida religiosa,
y concédeles manifestar en tu Iglesia
la vida nueva y eterna
que Cristo nos adquirió con su redención.
El pueblo aclama:
Amén.
RITO DE COMUNIÓN
Una vez que ha dejado el cáliz y la patena, el sacerdote, con las manos juntas,
dice:
Prosigue él solo:
Tuyo es el reino,
tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.
Señor Jesucristo,
que dijiste a tus Apóstoles:
«La paz os dejo, mi paz os doy»,
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia,
y conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
El pueblo responde:
Amén.
El sacerdote, añade:
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
Dice el sacerdote.
Antífona de comunión
Estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí.
OREMOS.
El pueblo aclama:
Amén.
RITO DE CONCLUSIÓN
Todos:
Amén.
Celebrante:
El mismo os haga testimonios y signos
del amor divino
en medio del mundo.
Todos:
Amén.
Celebrante:
El, que se ha dignado llamaros en la tierra
Al perfecto seguimiento de Cristo,
guiados por María Virgen,
al final de vuestra vida os reciba bondadoso en el cielo.
Todos:
Amén.
Todos:
Amén.
SALVE SOLEMNE
Celebrante
Todos responden.
OREMOS
Señor Dios nuestro, que has honrado a la Orden del Carmen con la
advocación especial de la bienaventurada y siempre Virgen María, Madre de tu
Hijo: concede a cuantos hoy celebramos su recuerdo que, guiados por su
ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que
es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.