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Judas 1:9 “Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando
con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición
contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.”
A lo largo de nuestra vida, nosotros emitimos juicio hacia los demás y les
calificamos como buenos o malos, pero lo hacemos desde el ángulo terrenal o
humano como sucede cuando pensamos que las cosas de Dios son terreno
para la religión y no para nuestro diario vivir. Los religiosos viven asiduos al
templo y asisten todos los dias a las ceremonias que se programen y hasta dan
limosna pero ese no es el justo juicio de Dios ya que eso lo hacían los fariseos
y eran considerados como hipócritas delante de Dios. Los fariseos
acostumbraban diezmar los alimentos al templo pero vea lo que Dios les dice:
Mateo 23:23 “!!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis
la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia,
la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.”
Muchas de las actividades de los escribas y fariseos fueron consideradas como
hipocresía delante de Dios pero para ellos era lo correcto. Mateo 6:2 “Cuando,
pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres;
de cierto os digo que ya tienen su recompensa.”
Mateo 6:5” Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el
orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de
los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.” Mateo 6:16
“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos
demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo
que ya tienen su recompensa.” Mateo 15:7-8 Hipócritas, bien profetizó de
vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón
está lejos de mí.” Mateo 23:15 “!!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!
porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le
hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.”
Debemos tener mucho cuidado al opinar acerca del comportamiento de los
demás porque generalmente nuestro concepto de lobuelo anda errado y
pensando que es bueno hacemos lo malo ante Dios, el apóstol Pablo lo dijo
una vez así: Romanos 7:19 “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que
no quiero, eso hago.” (v 15) “Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago
lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago” (vv 17-23) “ De manera que ya
no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en
mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí,
pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no
quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado
que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal
está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero
veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que
me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.” Se dan cuenta
ustedes que una cosa es lo que nosotros consideramos como buena y otra es
lo que hacemos? Pablo dice en otro lugar: Romanos 2:1-3 “Por lo cual eres
inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que
juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.
Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es
según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y
haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?” Jesús habla acerca del
mal que vemos en los demás y dice esto en Mateo 7:3-5 “¿Y por qué miras la
paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu
propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he
aquí la viga en el ojo tuyo? !!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y
entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.”
Busquemos no ser reprendidos por Dios aunque los hombres nos reprendan
sabiendo que el juicio de los hombres es torcido, que nuestra vida sea
conforma a la Palabra de Dios y no a los juicios humanos. María la madre del
Señor salió embarazada antes de su casamiento y no tuvo reparos en
declararse a favor de la voluntad de Dios sin importarle el que dirán de los
demás, Lucas 1:38 “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase
conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.” Jesús lloró
amargadamente antes de ir a la cruz pero no doblegó la voluntad de su Padre y
dijo: Lucas 22:42 “diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se
haga mi voluntad, sino la tuya.” Busquemos la voluntad de Dios y no hagamos
lo que consideramos correcto. No olvidemos que nuestro juicio por más
sublime que sea es inmundicia a Dios.