UNIVERSIDAD AUTONÓMA DE NUEVO LEÓN

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

ESTRATEGIAS DE INTERVENCION COGNITIVO CONDUCTUAL

Ensayo del Capitulo 3. Como identificar, definir y evaluar la

conducta.

MODIFICACION DE CONDUCTA Y SUS APLICACIONES PRACTICAS

ALAN E. KAZDIN

MARIANA GPE. MORALES MEDINA 1557951

GRADO: 7º SALON: 213

PROFRA: LAURA ROBLES

Monterrey, N.L., a 13 de Agosto del 2015.

 Como identificar, definir y evaluar la conducta

El tratamiento exitoso es resultado de la identificación cuidadosa, definición y

medición de conductas. Si estas se miden de identifican de manera adecuada,
entonces pueden aplicarse consecuencias contingentes a su ejecución, si se
pueden observar de manera consistente, es posible evaluar si el problema de
modificación conductual conducirá al cambio.

La meta principal del programa es cambiar o implementar una conducta

particular denominada conducta blanco. Si esta conducta se realiza con muy
poca frecuencia o no se da en absoluto, debe incrementarse, si se desempeña
con demasiada frecuencia debe disminuirse. La conducta como la situación en
la cual se ejecuta o no, debe identificarse.

Los criterios para identificar metas de programas de intervención son:

1. Las conductas que llevan a los clientes a niveles normativos de

funcionamiento en relación con sus compañeros.
2. Las conductas que son peligrosas para uno mismo o para los demás.
3. Conductas que disminuyen el riesgo de daño, enfermedad o
disfunciones o psicológicas.
4. Conductas que afecten el funcionamiento adaptativo
5. Conductas que pueden conducir a otros cambios positivos
6. Conductas que reducen problemas de los individuos que los padecen
con quienes el cliente tiene contacto.

La situación y contexto en que esta se desenvuelve (la conducta) puede ser

muy importante. Es necesario especificar las condiciones bajo las cuales se
ejecutará una conducta (antecedentes, consecuencias).

Se tiene que hacer una pregunta básica en los programas conductuales: ¿bajo
qué circunstancias o en la presencia de qué señales deberá ejecutarse la
conducta blanco? El programa se concentrará en el desarrollo de conductas
específicas en presencia de ciertas señales y no en la ausencia de las mismas.

El análisis de tareas es un medio de proceder a partir de la meta general del

programa hacia un numero de conductas pequeñas, entrenables y altamente
concretas. Su propósito es identificar conductas especificas requeridas y
romper o dividir una secuencia compleja de conductas en sus partes
componentes.

La persona que diseña el programa de conductual debe transformar las metas

o prácticas generales identificadas, en pasos concretos y unidades pequeñas
de conducta. Una de las cosas difíciles del análisis de tareas tiene relación con
el grado de especificidad de las conductas individuales y con la unidad o
cantidad de conductas que debe incluir cualquier paso.
Los conceptos incluidos en las nociones en las nociones abstractas iniciales
deben operacionalizarse o convertirse en definiciones operacionales. Estas se
refieren a definir un concepto basándose en las operaciones específicas
empleadas para evaluarlo. Las mediciones de lápiz y papel, entrevistas,
informes de otras personas en contacto con el cliente, y la observación directa
son las medidas empleadas con más frecuencia para operacionalizar
constructos psicológicos.

Al definir un constructo abstracto (ansiedad o berrinches), una definición

operacional no capta todo el dominio de interés. Los signos conductuales
abiertos de ansiedad tampoco constituyen todo el dominio. Pueden hallarse
asociados a estados de ánimo, pensamientos y conductas que son parte del
paquete relacionado con la ansiedad.

La definición operacional destaca de qué manera se evaluará la conducta

para propósitos de observación e intervención; como regla general, una
definición debe cumplir tres criterios: objetividad, claridad e integridad. Objetiva
(debe referirse a características observables de la conducta o de los eventos
ambientales). Clara (debe ser poco ambigua que pueda leerse, repetirse y
parafrasearse para otros observadores). Íntegra (deben resumirse las
condiciones límite de manera que las respuestas a incluirse y excluirse puedan
enumerarse).

La evaluación determina el grado en el que la conducta blanco se ejecuta. La

evaluación refleja la frecuencia de ocurrencia de la conducta blanco antes del
programa; la tasa de la conducta previa a éste se conoce como línea base o
tasa operante.

El enfoque de evaluación que analiza la conducta blanco en relación en

relación con otras condiciones se conoce como análisis funcional.

El análisis funcional es el esfuerzo sistemático para identificar las relaciones

entre conductas o antecedentes y consecuentes, con las cuales pueden estar
asociadas. Un análisis funcional se diseña para identificar las condiciones que
se relacionan con la conducta.

Existen estrategias de evaluaciones en las cuales se encuentran medidas para

las ocurrencias de conducta. Entre ellas están las llamadas Medidas de
frecuencia. Las medidas de frecuencia es muy útil cuando la respuesta blanco
es discreta y toma una cantidad de tiempo relativamente constante cada vez
que se efectúa.

La otra es la llamada categorización discreta. La categorización discreta es

como una medida de frecuencia ya que se empleó para conductas que tiene un
comienzo y final claros, y una duración constante. Hay diferencias, una es que
con una medida de frecuencia se cuadran las ejecuciones de una conducta
particular y el punto focal está en una sola respuesta. También el número de
veces que la conducta puede presentarse es teóricamente ilimitado. Y la
categorización discreta se utiliza para medir si se han dado varias conductas
diferentes y existen sólo un número limitado de oportunidades para
desempeñar la respuesta.

En la de Número de personas como en el caso de las medidas de frecuencia

y categorización, las observaciones requieren clasificar las respuestas como
presentada o no presentada, pero aquí se cuenta el número de individuos en
lugar del número de veces que un individuo lleva a cabo la respuesta.

En el registro de intervalo se observa la conducta para un solo bloque de

tiempo, como 30 o 60 minutos por día. Un bloque de tiempo se divide en series
de intervalos cortos durante cada intervalo se califica la conducta blanco en
cuanto a si ha ocurrido o no; se cuentan por separado varias ocurrencias de
respuesta dentro de un intervalo, y si la conducta está presentándose con un
principio y final no claros u ocurre por un largo periodo, se califica durante cada
uno de los intervalos en que está ocurriendo.

Otro método de observación basado en el tiempo es la duración, o la cantidad

de tiempo que una respuesta se efectúa. Este método es particularmente útil
para respuestas en progreso que son continuas, más que para acciones
discretas o respuestas de duración muy corta.

En el análisis funcional se diseña para identificar las funciones que la

conducta actúa para el individuo o sea los resultados que provienen de la
conducta. El propósito del análisis funcional es describir la conducta y los
eventos con los cuales se asocia; hacer predicciones (hipótesis) sobre los
factores que controlan la conducta basados en las relaciones observadas de la
conducta.

Para cumplir con la meta de la evaluación, que es identificar las relaciones

entre antecedentes, conductas y consecuencias, existen diferentes estrategias
para obtener información, como: entrevistas, observación directa; que se
hace para analizar las conductas, eventos de escenario y consecuencias, y
como antes, la información se emplea para desarrollar hipótesis sobre lo que
está manteniendo la conducta.