Sei sulla pagina 1di 19

¡No! A La Pena de Muerte: ¡Deporte! (Colombia 1925).

Néstor Alonso Sánchez Cardozo.

Resumen: Es una reflexión en torno a la disyuntiva de dos propuestas


jurídicas analizadas desde los conceptos de biopoder y biopolítica acuñados
por Michel Foucault. El análisis se inscribe en el proyecto de investigación
Constitución histórica de un campo de formación profesional: educación
física, recreación y deporte en Colombia 1870 – 1950. Muestra como en
Colombia ocurren las propuestas de la pena de muerte y deportivización de
la nación y concluye que históricamente se optó por la segunda como
alternativa ante la primera.

Abstract: It is a reflection on the dilemma of two legal proposals analyzed


from the concepts of biopower and biopolitics coined by Michel Foucault.
The analysis is part of the research project Historical constitution of a field of
professional training: physical education, recreation and sports in Colombia
1870 - 1950. It shows how in Colombia the proposals of death penalty and
deportivization of the nation are presented and concludes that, Historically,
the second was chosen as an alternative to the first.

Palabras claves: Historia, pena de muerte, plazas de deporte, biopoder,


biopolítica.

Keywords: History, death penalty, sports squares, biopower, biopolitics.

0. Introducción.

En adelante se presenta una tesis 2 que consiste en afirmar que en Colombia la


política de implementación, promoción, práctica, en una palabra,

1
Una primera versión de este planteamiento fue presentado al I Congreso Regional de
Educación Física, Recreación y Deporte. Unidad Central del Valle del Cauca. Tuluá –Valle del
Cauca, Colombia- Octubre 16 – 17 de 2009.
2
En el sentido que la primera acepción de tesis refiere el Diccionario de la Lengua Española:
Conclusión, proposición que se mantiene con razonamientos. Real Academia Española.
Vigesimasegunda Edición. España, 2001.: http://www.rae.es/
institucionalización del deporte, se definió ante la alternativa más nefasta que
pueda asumir una sociedad civilizada: La Pena de Muerte.

Tal conclusión se abastece de un concepto de la Historia tejido u organizado a


partir de las aproximaciones hechas a algunos de los textos de Michel Foucault
que se dan a pensar la historia evidenciando su indiscutible relación con el
poder o cómo el poder decide los sentidos (anagrama de la palabra destinos) 3
de la Cultura de una sociedad. Dice Foucault que:

La historia hace resurgir el suceso en lo que puede tener de único, de cortante…


una relación de fuerzas que se invierte, un poder confiscado, un vocabulario
retomado y que se vuelve contra sus utilizadores, una dominación que se debilita,
se distiende, se envenena así misma, algo distinto que aparece en escena
enmascarado.(FOUCAULT, 1992 p. 20).

La misma será sustentada a partir de la referencia de dos eventos ocurridos el


año de 1925 en el ámbito del Congreso de la República de Colombia: El
primero se identifica como el Proyecto sobre la pena de muerte en Colombia. Y
el segundo, la Ley 80 de 1925 sobre educación física, plazas de deportes y
precios de las becas nacionales (VACA, 1984 p. 37 – 49).

El proyecto sobre la pena de muerte retoma una reforma a la Constitución


Política Nacional dada en el año de 1910 mediante la cual fue abolida la pena

3
Dice de la palabra anagrama el Diccionario referido: Anagrama. (Del lat. anagramma, y este
del gr. ἀνάγραμμα).
1. m. Transposición de las letras de una palabra o sentencia, de la que resulta otra palabra o
sentencia distinta.
Véase la séptima acepción de la palabra Sentido. Razón de ser, finalidad. Su conducta carecía
de sentido. Real Academia Española. Obra citada.
2. m. Palabra o sentencia que resulta de la transposición de letras de otra; p. ej., de amor,
Roma, mora, Omar, armo orma, ramo o viceversa.
3. m. Símbolo o emblema, especialmente el constituido por letras. Diccionario de la Lengua
Española. Real Academia Española. Vigesimasegunda Edición. España, 2001.:
http://www.rae.es/
de muerte en Colombia. Este consistía en restablecer la pena de muerte,
derogando la reforma mentada. (A.C.R.C. 1925).

Ambos, ley y proyecto suceden en 1925, son de característica jurídica y


concuerdan en sus motivaciones, asimiladas en este estudio para demostrar un
rasgo especial de la historia del Campo educación física, recreación y deporte
en Colombia (CEFRDC).

Es importante considerar que el CEFRDC ha producido un conjunto de objetos


sobre los cuales ha desplegado una cantidad amplia de prácticas y conceptos
que luchan por la supremacía sobre el capital cultural que está en “juego o en
debate”, en ese momento: decir la verdad sobre el cuerpo, el juego, el deporte,
la higiene, el tiempo libre, la recreación. En síntesis, sobre el cuerpo humano, el
juego y los procesos de institucionalización como verdad de la salud, la
educación, la moral4.

1. Del proyecto sobre la pena de muerte

Dice su artículo único:

El legislador impondrá la pena capital para castigar en los casos que


se definan como más graves, los siguientes delitos judicialmente
comprobados, a saber: Traición a la patria en guerra extranjera,
parricidio, asesinato en cuadrilla de malhechores, y ciertos delitos
militares definidos por las leyes del ejercito, siempre que en su
comisión no medien fines políticos…

… En ningún tiempo podrá aplicarse la pena capital fuera de los casos


previstos en este artículo…

4
Con el propósito de dilucidar este planteamiento e incluso ampliarlo, leer SÁNCHEZ C. N. A.
Sobre la teoría del capital (los capitales) en Pierre Bourdieu. En: Pensar la Uceva No 15
páginas 27 - 30. Tuluá, Valle del Cauca – Colombia -, julio de 2009.
…La pena de muerte es conmutable en todo caso, en los términos que
define el legislador, por la pena de prisión perpetua con trabajos forzados.

“Encontré 4 citas donde se denota la exacerbación contra la dignidad


humana:

Pág. 9:

“Art: 17. La jornada de los presos comenzará a las 6:00 am, en invierno, y
a las 5:00am en verano. El trabajo durará nueve horas diarias en toda
estación. Se consagrarán dos horas al día de enseñanza. El trabajo y la
jornada terminarán a las nueve, en invierno, y a las ocho en verano”.

Pág. 17:

“En cuanto a la acción sobre el cuerpo, tampoco ésta se encuentra


suprimida por completa a mediados del siglo XIX. Sin duda la pena a
dejado de estar centrada en el suplicio como técnica de sufrimiento; ha
tomado como objeto principal la pérdida de un bien o de un derecho. Pero
un castigo como los trabajos forzados o incluso como la prisión – mera
privación de libertad-, no ha funcionado jamás sin cierto suplemento
punitivo que concierne realmente al cuerpo mismo: racionamiento
alimenticio, privación sexual, golpes, celda”.

Pág. 108:

“El principio formulado al comienzo es el de que es preciso “unas


relaciones exactas entre la índole del delito y la índole del castigo”:
dolores para quienes han sido feroces, trabajo para quienes han sido
perezosos, infamia para aquellos cuya alma esta degradada. Ahora bien
las penas aflectivas que se proponen efectivamente son tres formas de
detección: el calabozo, donde la pena se encierra se agrava con diversas
medidas, (relativas a la soledad, a la soledad, a la privación de luz, a las
restricción de alimento); la gene, donde estas medidas anejas están
atenuadas, y finalmente la prisión propiamente dicha, reducida al encierro
puro y simple”.

Pág. 113:

“El trabajo era obligatorio, se hacía común (por otra parte; la celda
individual no se utilizaba sino a título de castigo suplementario; los
detenidos dormían 2 o 3 por lecho, en celdas que vivían de 4 a 12
personas), y por el trabajo hecho, los presos recibían un salario.
Queda derogado el artículo 3 del Acto Legislativo No. 3 de 1910…
(A.C.R.C. 1925, p. 19).

Corresponde a un proyecto que apunta a reformar la Constitución de 1886,


reformulada, en su articulo 29 el año de 1910, en donde se suprimía la pena
capital en el ámbito jurídico colombiano. Este proyecto de reforma tiene por
pretensión restablecer el tal articulo 29 o lo que es lo mismo, la pena de
muerte en Colombia. Que el Estado Colombiano vuelva a ganar potestad para
hacer justicia con la pena capital. Que el Estado adquiera – como diría
Foucault- derecho de vida y muerte. (Foucault, M. 1992, p. 248) sobre sus
ciudadanos. ¿Qué significa, entonces, que el Estado colombiano adquiera
este derecho?

Significa que puede – según las palabras foucaultianas - dejar vivir o hacer
morir. Que sobre los ciudadanos colombianos quedaría la posibilidad de ser
muerto por infractor y que tal condición en tanto expresa la posibilidad, se
constituye en amenaza. El solo proyecto y la divulgación de su debate es, de
hecho, plantear la amenazante posibilidad. Pero significa también que:

La vida y la muerte no forman parte de esos fenómenos naturales,


inmediatos, de algún modo originarios o radicales, que parecen ser extraños
al poder político… Significa que, en las confrontaciones del poder, el sujeto
no es sujeto pleno de derecho ni vivo ni muerto… la vida y la muerte se
vuelven derechos solo por efecto de la voluntad soberana. (Foucault, M.
1992, p. 248)

Y las razones o causas que sustentan o motivan tal propuesta, son relativas a
una sociedad cundida de males vistos como perversiones naturales, de ciertas
clases sociales las cuales no se han podido refrenar o expresan la falta de un
criterio educativo de mayor tacto para “regenerar la raza”. El aumento
de la criminalidad en las varias clases de nuestra sociedad, es en extremo
alarmante; pero lo que más preocupa al sentimiento público es la
perversión creciente de las pasiones y la ferocidad que ostentan los
malhechores en la consumación de las víctimas. (A.C.R.C., p. 11)

No encontré la cita, para revisión, en el documento referenciado.

Esa barbarie creciente es consecuencia de la falta de contención del instinto


salvaje y perverso, el cual no se ha refrenado con la civilización desarrollada
hasta el momento…

En esta capital – se sobreentiende que es Bogotá - uno de los centros de


mayor cultura intelectual, ha habido épocas en que no transcurre un día
sin que la prensa registre la comisión de un delito atroz; hombres que
asesinan a mansalva y seguro a sus padres que queman vivas a sus
pequeñuelos; adolescentes que gozan ante el tormento de los autores de
sus días; bandoleros que ultiman a tos viajeros para despojarlos de sus
haberes; asesinatos premeditados con constancia y en sus mayores
detalles, para lograr una herencia y, en fin, muchos otros crímenes
atroces..." y si en tal sentido, el Estado no se fortalece, el progreso que
se pretende tampoco será fortalecido puesto que El Estado de
descomposición que revela la criminalidad creciente, aleja de Colombia
los principales factores de progreso … (A.C.R.C. 1925, p. 12 ).

Ni civilización que reprima los instintos salvajes, ni progreso que garantice la


calificación económica del país. A cambio, delitos atroces. Y no es porque no
haya educación, sino porque esta es rudimentaria e incipiente. Se ha dicho y se
repetirá ahora, que la causa de todo el mal está en la falta de educación…

… Pero debe observarse que los teatros de mayor criminalidad son


precisamente aquellos centros en donde la cultura social arroja un índice
relativamente superior. Veinte años atrás, cuando el país disponía de menos
elementos de cultura, la criminalidad era inferior, lo cual significa,
sencillamente, que la educación rudimentaria e incipiente que el Estado
proporciona es incapaz de infundir en el alma de nuestro pueblo sentimientos
que...contrarresten sus instintos naturales de perversión … Siendo que la
educación, expresa debilidad, en tanto aún, la perversión se manifiesta con
delitos atroces, la propuesta es clara, reformular el articulo 29 desaparecido
de la constitución de 1886 como consecuencia de las reformas hechas en el
año de 1910 en el sentido de restablecer la pena de muerte para castigar
los delitos atroces derivados de la perversión '"Me hago pues vocero" de los
colombianos que consideran esta medida como una necesidad inaplazable,
para suplicaros, con el mayor acatamiento, que se aboque el estudio de la
cuestión para que el honorable Senado, en su sabiduría, diga si es o no el
caso de proceder a reformar la Constitución de la República, en el sentido
que acabo de insinuar. (A.C.R.C. 1925, p. 15).

La propuesta suscitó un debate muy álgido en torno al papel que ha de jugarse


el Estado en la tarea de orientar el desarrollo y progreso de la sociedad en la
que se instala y obviamente concitó los ánimos de intelectuales y políticos;
promovió la opinión de los ciudadanos comunes y llevó a reanudar de modo
distinto, una polémica vigente: La Regeneración de la raza en Colombia.
(SAENZ O. J., et al, 1997).

Uno de los elementos que sirvió para contrarrestar la fuerza del proyecto fue la
proposición que planteó alguno de los senadores consistente en agregar
pruebas estadísticas que ilustraran el lamentable estado en el que se
encontraba Colombia, en tanto crecimiento de la criminalidad, la barbarie,
los delitos atroces, etc. (A.C.R.C. 1925 p. 3).

La idea era que se hicieran estudios estadísticos y que estos fueran la


orientación ilustrada, científica de aquello que habría de realizarse como
consecuencia. En este sentido la proposición, si bien es cierto, le pone una
cuestión al proyecto que restablece la pena de muerte, también es cierto que
le da un espaldarazo porque hace posible su realización. El hecho es que por
esa misma entrada, por donde se le propone cuestión al proyecto, al mismo
tiempo se le da solución en tanto se le garantizarían argumentos científicos
al problema. Estos, estudios generarían la posibilidad de que el proyecto se
realice; o sea, que se restablezca la pena de muerte. Como ocurre esto,
ocurre también que se le da argumento al lado contrario y,
consecuentemente, se le abre una posibilidad en la medida que al proponer
la realización de estudios estadísticos y estos demuestren que no hay
crecimiento de la barbaridad, quedaría probada la bondad del proyecto para
proceder a la cualificación de la raza en Colombia de un modo distinto al
recurso de la pena de muerte. No es tan definitivo como que con los estudios,
por lo menos desde estos argumentos en discusión, la idea del cadalso se
establezca de nuevo como una forma punitiva de realización de la Ley o de
conversión de los ciudadanos.

En este marco de la discusión, participan distintas expresiones de la


intelectualidad colombiana, los estudiantes de universidad y de colegio. 5

Ellos vienen de plantear cómo les ha parecido la propuesta del


restablecimiento de la pena de muerte, es una expresión de la fuerza como
sostén de la idea y critican tal expresión, la pena de muerte, diciendo que
no se puede aceptar que haya una especie de odio político que se
restablezca como proyecto de ley; a cambio, que sean las ideas las que

5
En el documento citado no se dice el lugar institucional de los estudiantes. Lo que se
encuentra es que ellos son algunos personajes que posteriormente conocería la historia de
Colombia. Firman un memorial de los estudiantes, a propósito de la polémica, dirigido al
Senado de la República: Manuel Cortés, Carlos Lleras Restrepo, Guillermo Nannetti, Francisco
Bruno, Daniel A. Díaz, Carlos de Mendoza, Emilio Rubio Díaz, Rafael Mendoza, Jorge Castaño
Castillo, Alfredo Constaín, Rafael Otálora). Téngase en cuenta que en ese momento debían
pertenecer a una élite social, porque la historia de las prácticas pedagógicas en Colombia,
sabe que los colombianos nacidos entre 1900 y 1950, no hicieron bachillerato (MARTINEZ
B.2004 P.13) y son aún más escasos aquellos que estuvieron en la Universidad. Lo que quiere
decir que esta intervención de los estudiantes, no es de "cualquier fulano", sino una
intervención de la élite joven nacional.
permitan el debate de la democracia y que a este dictamen y a aquella
estadística se una esa experiencia que todos anhelamos, en que se
muestre claramente si se puede defender a la sociedad, no atemorizando
con el patíbulo, sino sanando sabiamente los defectos de la raza.
(A.C.R.C.1925 p. 12).

La idea es mejorar la raza, cualificarla, quitarle sus defectos, sacarle de la


barbarie o de la precariedad cultural, y este problema es –según los
argumentos del debate - de ignorancia, vicio, alcohol, miserias, pasiones
mal expresadas. Es evidente, hay un problema de la cultura con el pueblo
en Colombia: este no accede a la civilización por las vías que se pretenden
mediante la propuesta educativa u otras formas de socialización que se
agencien. Tal idea de la cultura de un pueblo que se embriaga con alcohol,
que contraviene la moral vigente manifiesta un tipo de realidad que requiere
ser superada. En este caso, la superación la pretende realizar el Proyecto
que intenta reformular la Constitución Nacional.

He aquí, entonces, una alternativa, la opción que presupone el proyecto


del senador José Antonio Sánchez: la pena de muerte. El cuerpo de los
colombianos dispuesto al despojo de sus fuerzas vitales si infringe una serie
de normas, si pasa ciertos límites, en correspondencia con una suerte de
Estado soberano que podría dejar vivir o hacer morir. Proyecto que después
de una famosa e histórica confrontación de ideas, no fue aprobado pero que
su sentido, la idea de ir al cuerpo del “malhechor” gana una vigencia
distinta: ahora es o será objeto de una política que lo ordene y con ello le
cualifique en tanto raza indómita aún, indígena aún 6.
6
De allí que sea explicable que aún en el lenguaje de los colombianos y a pesar de las premisas trazadas
en la CPN () sea nombrado como indio (“tan indio”, “es un indio”, “se trata de una india”, “se le salió el
2. De la Ley 80 de 1925

Quizá la más coherente propuesta legal, con el sentido de ir al cuerpo de


los malhechores colombianos, sea en su carácter, de apariencia muy lejana,
es más, contraria: A cambio de la muerte, la vida: la Ley 80 de 1925. Por la
cual se crea la Comisión Nacional de Educación Física, etc.

¿Por qué contrastar esta ley con el proyecto de reforma a la Constitución


Política Nacional que pretende el restablecimiento de la pena de muerte en
Colombia? Porque es un hito clave en la Historia de la Educación Física en
Colombia, porque mediante esta se crea la Comisión Nacional de
Educación Física y se consagra, por excelencia, una característica:
también apunta a regenerar la raza.

Véanse los fines de la Comisión:

A. Organizar lo relativo a los concursos anuales de atletismo en la


república, a los que son llamados todos los habitantes del país no
profesionales en el ramo.

B. Crear y fomentar la función de las plazas de deportes, proporcionar


los planos para su construcción y el reglamento que en ellas deba
cumplirse.

C. Crear y fomentar asociaciones de cultura física.

D. Relacionar las asociaciones nacionales entre sí, y con las extranjeras,


y procurar en cuanto fuere posible la unidad de su acción y de sus
métodos.

E. Publicar revistas y libros de propaganda.


indio”, etc.) aquél quien se comporta osco o quien falte a ciertos modales de comportamiento como el
saludo o agreda verbal o físicamente a otro, entre otras expresiones que incluyen también a negros y
campesinos.
F. Recabar de las autoridades, de las corporaciones y de los
particulares, donativos para impulsar la cultura física en el país.

G. Organizar conferencias públicas para demostrar la importancia que


tienen los deportes en la salud, en la inteligencia y en la moral de
los individuos.

H. Proyectar y poner en práctica un plan racional de educación física


obligatoria en las escuelas de educación primaria, y en los
establecimientos de educación secundaria y universitaria.

I. Combatir las causas de deterioro físico en la infancia y en la


juventud de todas las clases sociales. (VACA H. A. Pág. 42.)

Y, véanse también algunos apartes de su articulado:

Artículo 12. Las asambleas departamentales votaran año por año la partida
que fuere necesaria para la fundación de plazas de deportes en la
respectiva capital y en las poblaciones mayores de diez mil habitantes.
Parágrafo: En las ciudades de más de veinte mil habitantes habrá una plaza
de deportes por cada veinte mil habitantes.

Artículo 16. En las plazas de deportes se perseguirán los siguientes fines:


Fomento de la salud, recreación física, mejoramiento de la energía
mental y educación del carácter.

Y algunos apartes de la exposición de motivos de la ley:

En nuestros días los deportes que se cultivan en Suecia nos han


enseñado los efectos extraordinarios en la regeneración de este
país por medio de los ejercicios científicamente dirigidos. La
organización gimnástica de los alemanes ha tenido una gran
influencia en todo lo que en esa raza es unidad, fuerza, orden,
disciplina.

Para nosotros –decía el director técnico de la comisión de educación


física del Uruguay- una plaza de deportes es una institución donde
inteligentemente se guían los impulsos instintivos del niño para el
juego y donde la naturaleza del niño y del joven encuentran (sic)
una amplia y saludable expresión. Esto abarca el desarrollo del
intelecto, de las emociones, de los rasgos individuales y de los
sociales.

…en otro lugar decía: Lamentamos no haber podido obtener los


datos necesarios para demostrar con estadísticas el efecto que han
tenido nuestras plazas de deportes sobre la delincuencia infantil,
etc.7

¿De qué se trata, entonces, la comparación del proyecto de pena de muerte


con la ley (80 de 1925) que genera una política de masificación del deporte en
Colombia? Además de una demostración de sus coincidencias respecto de la
regeneración de la raza, de evidenciar una política sobre la vida de los
colombianos: de una biopolítica que responde a la expresión de un biopoder.

3. Poder y biopolítica.

Con relación a estos conceptos se retoma el estudio de la obra de Michel


Foucault hechos por Eduardo Restrepo 8 acerca de cómo entender los
planteamientos del filósofo francés acerca del poder:

… estos comprenden las siguientes proposiciones: (1) El poder no se


tiene, sino que se ejerce. (2) Antes que una sustancia, el poder opera
como una relación. (3) El poder es inmanente, pero específico, a otros
tipos de relaciones. (4) Las relaciones de poder no se encuentran
localizadas en una posición superestructural (o infraestructural). (5) No
se puede hablar de una posición de externalidad o trascendencia de las
relaciones de poder con respecto a otro tipo de relaciones. (6) La
especificidad de las relaciones de poder radica en que constituye una
relación de fuerzas que seduce, induce, redirecciona, produce. (7) Por
tanto, las relaciones de poder no son de violencia, no de coerción. (8)
Antes que represivo y la teoría social y política contemporánea. Nociones
como ‘biopolítica’ y ‘gubernamentalidad’ hacen parte del andamiaje
argumentativo de un número creciente de académicos en el contexto
anglosajón y latinoamericano principalmente desde el modelo jurídico de
la ley, el poder debe entenderse en su productividad, como el despliegue
de estrategias y tácticas específicas. (9) El poder no sigue una simple
división binaria entre dominadores y dominados, sino que el poder es
rizomático, constituyendo una densa filigrana que se dispersa a través
del cuerpo social transversando cuerpos, produciendo subjetividades,
individualizando y normalizando. (10) El poder global es un efecto
7
Los destacados en negrilla y cursiva son del autor del artículo.
8
RESTREPO, Eduardo. 2002 Biopolítica y Alteridad. En:
http://lablaa.org/blaavirtual/antropología/biopolitica/biopolitica.pdf
terminal de las relaciones de fuerza que se extienden reticularmente de
manera local por el entramado social. (11) Las relaciones de poder son
intencionales en el sentido de que ellas están imbuidas con calculación
de individuos concretos, con propósitos definidos, aunque esto no
significa que son subjetivas ni, mucho menos, conocidas sus
modalidades por el individuo. (12) Donde hay poder, hay resistencia.
Para una ampliación de estos planteamientos véase Foucault (1977,
1992, 2001) y Deleuze (1987). (RESTREPO, E. 2002)

Versa de una cuestión a las expresiones del poder presentes en la decisión que
optó por prescindir de la pena de muerte, hacer morir desde el Estado y a
cambio dejar vivir, promover la vida, la salud con la deportivización de los
colombianos a partir de la ley 80 del 25 y al mismo tiempo argumentar e
implementar una buena forma de vivir, un bienestar social, lo que en palabras
de la actualidad llaman los organismos internacionales, calidad de vida al referir
la generalidad o un buen estilo de vida al decir del sujeto en particular. Suerte
de mansedumbre de toda expresión de fuerzas no manejables, una apertura a
la expresión mecánica y orgánica del cuerpo humano: un cuerpo con órganos,
organizado o a una docilización del cuerpo también y de las expresiones
lúdicas. ¿Pero una posibilidad de vivir por orden estatal no es, acaso, una
intromisión en el ejercicio de la libertad, es más, no genera un lugar a la
administración de la vida de los sujetos y luego del grupo social entendido como
universo o como población?

La biopolítica debe ser entendida como una forma de poder que hacia el
siglo XIX se hizo cargo de la vida, de la vida humana en tanto ser viviente,
en tanto cuerpo-especie. De ahí que se pueda “[…] hablar de ‘biopolítica’
para designar lo que hace entrar a la vida y sus mecanismos en el dominio
de los cálculos explícitos y convierte al poder-saber en un agente de
transformación de la vida humana […]” (Foucault 1977:173). Esta forma de
poder puede ser analizada, entonces, como la “estatalización de lo
biológico” (Foucault 1992:247). Antes que el cuerpo-individuo, la biopolítica
es una tecnología de poder que tiene por objeto la población, que produce
“[…] la población como problema político, como problema a la vez científico
y político, como problema biológico y como problema de poder” (Foucault
1992:254). (RESTREPO, E. 2002)

La biopolítica es una tecnología centrada en la vida, una tecnología de


seguridad que, al permitir o inducir determinados comportamientos en la
población define un polo de una serie en la que la disciplina: los saberes que se
van institucionalizando sobre el cuerpo, sobre el juego en sus prácticas
individuales -incluso íntimas- y colectivas -incluso como espectáculo- (la
educación física, el deporte, la recreación) como disciplina o disciplina sería el
otro independientemente de que se les llame ciencia, campo, arte, etc. El
biopoder organizando la especie humana (aquella abstracción que estudia el
CEFRD). La disciplina ejerciendo en particular, apuntándole a cada uno.

El poder de regulación sobre la vida consistente en hacer vivir y dejar morir


(opuesto al anterior poder de la soberanía que consistía en hacer morir y
dejar vivir). De ahí que la natalidad, la morbilidad, la vivienda, la migración,
la mortalidad y la longevidad constituyan algunas de sus problemáticas y
ámbitos de intervención. La biopolítica constituiría un polo o una serie, de la
cual la disciplina sería el otro: “Tenemos entonces dos series: la serie
cuerpo-organismo-disciplina-instituciones; y la serie población-procesos
biológicos-mecanismos reguladores-Estado” (Foucault 1992:259). Ambas
series o polos, constituyen el ‘bio-poder’ que es característico de la sociedad
moderna y condición de posibilidad en el desarrollo del capitalismo
(Foucault 1977:169-170). (RESTREPO, E. 2002)

Cabe considerar y destacar, del CEFRDC, la coincidencia del paso del poder
del soberano (el Estado colombiano en 1925 y la posibilidad de ejercer la pena
de muerte) en el momento en el que el cuerpo, los juegos, el ejercicio son
atendidos, hacia otra forma del ejercicio del poder estatal, el biopoder, la vida, el
deporte, la salud, etc. Véase, tal rasgo en la siguiente referencia que hace
Eduardo Restrepo de esta nueva forma del poder en los estudios foucaultianos:
Si el poder es “el nombre que se presta a una situación compleja en una
sociedad dada” (Foucault, 1976b [VS] pág. 113) y ésta está constituida por
“la multiplicidad de las relaciones de fuerza inmanentes y propias del
dominio en que se ejercen” (Foucault, 1976b [VS] pág. 112), el análisis que
Michel Foucault proponga sobre el paso del poder soberano al biopoder no
apuntará en ningún caso a la elaboración de un listado comparativo de
leyes, aparatos estatales e instituciones. Tampoco tendrá por objetivo llegar
a formular algún tipo de definición esencialista de ambos poderes. En una
analítica del poder que no quiera disolverse en una teoría del mismo, la
cuestión que hay que afrontar es: ¿cómo se ejerce el poder? ¿Qué dominio
específico forman sus relaciones? ¿De qué mecanismos o tecnologías
dispone? (Restrepo, E. 2002).

Las respuestas a estos interrogantes mostrarían que se trata de la disciplina


del cuerpo y la propuesta de salud que le garantiza bienestar, que a partir de
1925 es necesario asistir a la plaza de deportes o en todo caso hacer gimnasia,
ejercicio, actividad física, paseos recreativos u higiénicos, deporte. Que tales
actividades se juegan en un lugar de la educación, de la salud, de la moral y
que contará con unas ciencias biológicas, fisiológicas, antropológicas que le
fundamentarán y se explicitarán en las prácticas del CEFRDC que ahora tiene
sus plazas de deportes, se introduce en la vida de las poblaciones y traza sus
estudios gracias al conjunto de herramientas que en estas se van
consiguiendo.

Desde este prisma Foucault puede trazar las líneas de cambio que han
llevado del poder de soberanía al biopoder, del derecho de vida y muerte a
la estatalización de lo biológico. El primero, el del soberano, es un poder
simbolizado por la espada y que sólo ejerce su derecho sobre la vida de los
súbditos en tanto que es capaz de matar. Se trata, por lo tanto, de un poder
que sólo se manifiesta como sustracción o deducción, como derecho de
captación que culmina con el derecho de apropiarse de la vida del súbdito,
ya sea para aniquilarla, ya sea para arriesgarla en una guerra. El segundo,
en cambio, ya no tiene como función principal la sustracción de fuerzas
(hasta su muerte) sino la producción, aumento y optimización de las
mismas. Ya no es un poder negativo sino el ejercicio de un poder positivo
sobre la vida.9

9
Idem.
Y qué mejor propuesta que asistir a las plazas de deporte, hacer deporte,
formar en los niños y en la juventud los hábitos que le lleven a ser un ciudadano
que participa de los programas de fomento a la salud, recreación física,
mejoramiento de la energía mental y educación del carácter. Qué mejor que le
sea levantada una ficha médico – sanitaria – antropométrica a cada alumno que
concurra a las plazas de deportes con regularidad y que por ello le sea
expedido un certificado por la comisión departamental de educación física (Ley
80 1925. Artículo 19º) y que con tales prácticas el Estado pueda garantizar la
optimización de la vida de los ciudadanos en vez de la pena de muerte.

La disyuntiva queda zanjada: A cambio de la pena de muerte, de una supresión


de las fuerzas de las personas ordenadas por el Estado, hacer deporte, cuidar
la salud, promover el bienestar. Cuidar la vida, ordenar la sociedad desde la
perspectiva de generar las condiciones para optimizar sus fuerzas.

Finalmente, vale señalar la contundencia con la que ha operado el biopoder en


el campo de la educación física, deporte y recreación en Colombia,
reasumiendo la que podría ser una línea de fuerza velada desde sus orígenes
en las guerras: el racismo. ¿No se agencian nuevos racismos cuando se
excluyen las libertades individuales y se conducen los placeres del alcohol, el
cigarrillo, se controla la sexualidad y se administran sus realizaciones o cuando
se está prohibido ser obeso, por ejemplo?

Si el poder administra la vida aumentando, organizando y regulando sus


fuerzas hubiera arrancado de raíz al anterior, no se explicaría “el formidable
poder de muerte” (Foucault, 1976b [VS] pág. 165) que ha acompañado siempre
al desarrollo de una política sobre la vida. Si tenemos en cuenta que Foucault
sitúa la plenitud de este dispositivo en el s. XIX – en Europa -, es
históricamente evidente que nunca hasta entonces las matanzas, los
genocidios y holocaustos han alcanzado niveles tan altos de crueldad. ¿Cómo
se explica este fenómeno en el marco de un poder que se ejerce para asegurar
la vida? ¿Cómo puede justificarse en él la aplicación de la pena de muerte?
Sólo hace falta reformular el viejo derecho a matar y contextualizarlo bajo
parámetros de supervivencia o de raza. Según el análisis de Foucault, es
precisamente el racismo, por su capacidad de establecer cortes en el continuo
de la especie, el mecanismo que permite en muchas ocasiones reintroducir la
función de muerte en un sistema centrado en el biopoder: “el racismo asegura
el papel de la muerte en la economía del biopoder, según el principio de que la
muerte de los otros es el reforzamiento biológico de sí mismo...” (Foucault,
1976a [HV] pág. 90). Por lo hasta aquí visto, hacer morir y hacer vivir
responden a dos estrategias opuestas que, por su integración en un nuevo y
más amplio espacio de relaciones de poder, permitirán desarrollar tecnologías
de gran complejidad, procedimientos disciplinarios sobre el hombre-cuerpo o, lo
que es lo mismo, sobre el cuerpo-máquina.

Es más, sobre el tiempo libre, sobre el ocio, sobre el juego, sobre aquello que
Huizinga llamó: el homo ludens.

4. Reivindicar la vida.

Acaso sea posible expresar una resistencia a favor de los usos del cuerpo y
sus placeres, de la tranquilidad que aparentan las personas obesas, de una
bocanada de humo, de la solidaria euforia de un trago de licor que se brinda
con la hoy irónica palabra salud, de aquellas personas que no quieren mostrar
la salud del alto relieve muscular o de las compulsiones en los consumos de
gimnasio, ni cuidarla de tanto mal porque quizá a cambio, sea posible jugar,
vindicando la vida con la voz de un o una amante en la conversación, en el
susurro o en la voz del poeta:

No hay mundo ni invisible dominio oculto ni espíritus ni mundo de espíritus, nada de


eso, nada de eso, hay simplemente un estado escondido y oculto, un
desplazamiento o partir invisible de los cuerpos humanos cuyo estado anatómico
externo, orgánico externo es el único estado reconocible, valorable, de todos los
cuerpos.

Esta partida o desplazarse invisible de los cuerpos humanos es un estado en el que


no se permanece, en el que no se puede permanecer, porque es el vacío y la nada
y habitar en él es PERMANECER MUERTO en lugar de querer estar vivo, de buscar
PERMANECER VIVO, para ganar la vida eterna, y este estado en el que no se
puede permanecer porque es el vacío y la nada, el vacío de la nada, es un estado
en el que hay que evitar, hay que vencer la tentación de hacerse cuerpo, de dar vida
al cuerpo porque es la d (...) pero es cierto también que a través de aquel dominio
pasa todo lo que hay de valorable en un cuerpo y que no es el estado pútrido o
fluido, que no es un estado químico o físico, que no es tampoco el estado
al-químico de los CUERPOS, no es un estado sensible y es peligroso y mortal
quedarse allí, no es un estado insensible y nada más que eso, no es un estado
imperceptible y nada más que eso, y no es un estado que pueda percibirse pero es
el estado perceptivo, y no es el estado de no percepción, el estado repulsivo,
no es un estado, es una voluntad de vacío, una voluntad que crea el vacío en torno a
ella, y que se corresponde con aquello a lo que se llama el polvo de la eterna
resurrección, es el estado en el que es preciso no dejarse FIJAR y no el cual
pero a través del cual yo fijo los dominios de conciencia que yo quiero destruir y
eliminar porque no hay y no debe haber allí conciencia, no es un estado en suma
sino un cuerpo, una eliminación de todo cuerpo, el grado eliminativo (mierda) el
terrible paso por el fuego verde y negro que no debe mostrarse pero a través del
cual se reposa, y el vacío y lo pleno.

P.E: Es un agujero que no debe ser dejado vacío y por medio del cual, con la ayuda
del cual se reposa de los cuerpos de más en más terribles y evidentes de lo pleno.
Es el grado del vestido definitivo que permanece invisible solamente cuando se lo
mira.

¿Se podrá quizá mirarlo? Es el estado de perfección y esa perfección es ser uno
mismo, la perfección del dolor absoluto donde se está solo pero solo CONSIGO
MISMO solo como en sí mismo. (ARTAUD, A. 1947)

Bibliografía

ARTAUD, Antonín. 1947 http://www.docmartine.com/artaud/artaudtextimg.html


Anales del Congreso de la República de Colombia 1925. El Cadalso Ante el Senado o la
Pena de Muerte en Colombia. Bogotá.
DELEUZE, Gilles. 1987 Foucault. España, Paidós Ibérica
FOUCAULT, Michel. Microfísica del poder.
La piqueta. Madrid, 1992.
FOUCAULT, Michel. 2001 El sujeto y el poder.
FOUCAULT, Michel. Nietzsche, la genealogía, la historia, en: La microfísica del
poder. La Piqueta. Madrid, 1992.
FOUCAULT, MICHEL. Nietzsche, la genealogía, la historia, en la Microfísica del
poder.
FOUCAULT, MICHEL. Historia de la sexualidad, Vol. 1. La voluntad de saber. México,
Siglo XXI editores. España, 1977.
MARTINEZ BOOM, Alberto De la escuela expansiva a la escuela competitiva. Dos
modos de modernización en América Latina. Anthropos. Convenio Andrés Bello.
Barcelona – Bogotá, 2004.
RESTREPO, Eduardo. Biopolítica y Alteridad. En:
http://lablaa.org/blaavirtual/antropología/biopolitica/biopolitica.pdf 2002
SAENZ OBREGÓN, J; SALDARRIAGA, J. y OSPINA, A. Mirar la infancia: pedagogía, moral y
modernidad en Colombia, 1903-1946. , Vol. I y II. Santa Fe de Bogotá, Colciencias, Ediciones
Foro Nacional por Colombia, Ediciones Uniandes, Editorial Universidad de Antioquía. Medellín,
1997.
SÁNCHEZ C. N. A. Sobre la teoría del capital (los capitales) en Pierre Bourdieu. En: Pensar la
Uceva No 15 páginas 27 - 30. Tuluá, Valle del Cauca – Colombia -, julio de 2009.
VACA HERNANDEZ, Ángel Humberto. Historia de la Educación Física a Través de sus
Normas. Fotocopiado. Bogotá, 1985.

Potrebbero piacerti anche