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fttiero cttrerir¡asy oeslanI , r. p'i'' I/'rólr'l
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tttos cugntos Perte ecert o La fi.r.' o'.,". r
r pettit tle Nla¡hatt¡n 1,1970)
,iul,eLihnnaciúenSanriaglltteChileentg2g.Suobrapoéliclesunade
',',,i; Hispaioamérica No to es menos su prosa' de ensa-
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o ficciótt.
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pubticó su scsunda novela l-l arledc Ia palabra'
COMITE EDITOR
antología al azar
VERBO DTYINO
74
SI SE HA DE ESCRIBIR CORRECTATIENTE POESIA
Se juega al aiedrez
con las palabras hasta pata oullar '
Equilibrio inestoble de la tinta )' la ssngre
oue debes manlenet de un uerso s oh o
so pena de romperte los papelcs del almo.
Muerte, locura y sueño son otras tantas piezas
de marfil y de cuemo o lo que fuere,
lo importante es mouerlos en el iotdín a cuadros
de manaa que el peón que bailo con la reina
no le perdone el menor paso en falso.
Para la muerte no todos los hombres son iguales: eJtalta a uno y al otto Una uez más al menos ,
lo rerluce a lo exprcsióa de lo que fue. Abre, en silencio, el g¡-an mientras la muertc crecía deh'as del h'onc¡ a seme.íanza
prcceso o falla de esos niños que no inlenampen a las pet'sonas mal,ores por una
ap)esuradamente las causas perdidas, para que el poluo ahogue el ruklo temporada, abstraídos en la ctaeldad de sus juegos,
que leuantan; si la uerdad ---una sola- estuuiero en todas partes leeúamos:
extrauía en su archiuo los pequeños papeles I también sabe adelantarse "Los mercaderes que rondában el Templo, temerosos del látigo
al t¡empo se han reinstalado en él;melven para confesar como propias,
---el futuro no üene secretos para ella- solemn¡zando ciertas en voz alta
circuns lsncias. las vi¡tudes del muerto humillando a los deudos.
Pet'o b maerte nos toca a todos pot igual como a las cuerdas de un gente modesta;saben olvidar en el momento oportuno
mismo instntmento sus diferencias con el amigo de las pequeñas iglesias, el anlitrión
que cfínara en sus ratos de ocio, para arancarle algwa uez de todos".
una cancíón completa, entonada en voz ba.ia. Y el fariseo mayor pensará que la paz
Alrcra son cantos Etegoríanos como ayer fue, en es obro suya. La poz en que ese honxbre no qu¡siera descatxsar
el csmpo de exterminio, la desesperada afirmaciót1 de la aida )' mañana por extenderla a lo red.ondo d.el mundo, respetuosa tle todas los fronleras.
será el himno de la uictorín. --legía o los últimos héroes- La poz de cada uno en el cielo-srco dc la Alionza. todo aaes
primera inui lac ión
e sta mig'a'i ot;as.
de las cainpanas a uno mísa dc réquicm. Lo paloms que Picasso echó a uolar y esa otta tan contpuesta j' dc
mirada ag)da
Los períódicos no hablaron demasiado esta uez: todos traían la p$ad.a sobre la mano de Russell, el filósoto;
mísma noticia: La lujosa paloma ueneciana y el pichón saluaje d.e Africa.
"Dramáticá agonía", "La cristiandad vivió días Poz que podría hablarse en todos los idiomas, paloml nlensajera
de zozobra", 'Ofrenda de un obrero de Crérnoru". La hktoña ente. Roma y Moscú y lo que uino a Roma
de campesinos como los que explotan en todas partes, aunque a la cabeza de los dos mil ancianos.
seguramente angélícos Que el reposo que le dé su señor no eclipse su nontbre
como en un t\íptico medieual, confundidos aún con la tierra, los bajo el homogéneo resplundor de la gloria, Que el buen Papa
primeros en acudir tenga un sueño lígero, tan inquieto
a la natiuídad y a la crucífixíón. como el amanecer de un palomar sobrc el munclo, cn los huertos
de su tien'o natal. Este es nuestro deseo: saberlo conse¡1)ado
Para que no estuu¡pra escrito en uano antes que en lü htemoria como en el aban¡lono
de los pobres de espíritu fue el reino dc los cielos, Una uez, de un pozo, en la raí¿ de loda fuenle LNa.
por lo menoE, al tomar
el camino más largo d.e los que llegan a Roma:
'Dios sabe qué clase de alimentos te darán aquí",
cargando sus ualijas de cartÓn con uiandl| ), frutos, entrañsble
ofrenda para el hermano de la tierra, el ex sargento Angelo.
Fueron ellos
los que a la uuelta de cinco años habídn inspirado
por su sola plesencia, soseEada, en la sangre, el poema del pastor:
Paz en la t¡e¡'ra,lúcído y cólido llamamiento terrestre, un üaEo
de bebida cordíal macerada
en los lagares del norte y, para el hqmbríento )' el desnudo
el pan sin leuadura y la aduertencia al poderoso, todo como una
lámparu de aceite
para or¡entarse en la noche de Bérgamo hacia otta luz mí$ temoto,
el fuego que aísla
la pobreza del hogar en las tien'as etcpropíadas ) la gran míset¡a
del mundo-
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oJo
Tuerto,
El oiolut nuesha primeta lec,qif,n. Oio de sílabario tepctido O,io
re1, de los ciegos, fariseo triunfante.
del que lo guiña J¡ hace la u¡sta g()rda.
hosia ouc lo mcmorio ampc¿ó o conslelotsc
dc uni mismo polabt'l. Oio cn al quc se lúzo También a lo Justicia la cegarctl
que no hace falta Det patu creet
toda la luz a fue¡zo de llamar .
n lo sabíduría con los pies y las manos. en la le! de la selua.
Tan claro como el agua.
Ojo pam adenh'arse en la boca del lobo
Todo la luz condensada en dos sílabw
uidentes. Emqaqado de la razón de un mundo que muere en la locura
en nuestras ir;pias lágrímas cuando pot fín ueíamos donde el homüre fue un lobo para el hombre, tú
que miras a los niños que fuimos con píedad
ctaro qqtir el. sol d.e la sabiduríq
bajo lo forma de ese oio scco de sílabario, enciéndelc en el hueco
impáutdo, perfecto, de otro mundo. de esas pequeñas manos tendidas en lo oscuro.
O.b de la inocencio
Y ojo imperdonab te Ojo de cetraduru de la puerta del mundo
del oue todo lo ue. Oio incrustado Oio ingenuo dcl foro del sabcr t la cicncio
en l; frente sombrío de un dios de catecismo: O.io de lo primeru lectura fascinantc
dios del ojo por ojo -rechitwbun íos die¡tles- Ojo de la amkts.d con Julio Vente
el mundo en una nta.no Y en La otra Ojo pinlanaieodo dcl colo¡ dc los lápiccs
el silabario de su ciencía, tanto Ojo deuuelue al cot'azón del mundo
nombre que el padt'e director anotó el don de la palobra quc no obt'o los oios.
para el castigo de la Iatde \) dio§
en su l¡breta neg'a pal'a un cncierro eterno
en los salas de clases uacías del ínfierno.
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i';;¡r GALLO JT'ICIO FINAL
Este gallo quc Dienc de tan lejos en su canto. Ella mír«baa d,ios por la uentana, para que yo lo uieru,; I
iluminodo por cl prímero dc ios rayos del sol; pero lo Éólo otinaba a anb\hret los ojos
este rey que se plasma en mi Dentana con su corona.oiua, odiagamente, que se mc iban, cucarros, de una imtgen a otri, bsiloteando en la calle
no prcgunta ni respond.e, Erita en Ia Sala d.el Banquete empedradi: el lecho de la noche apozaba en ls calle
como si no existiemn sul invitddos, las gárgolas antes de que empezara a onainar en el cielo
! estuaiers mi6 solo que su gr¡to. su tery,pestuosa luminosidad
bajo las altas hotas estrellas de la tard.e.
Grita d,e piedm, de anügüedÚd., d.e nada,
lucha contra mi sueño pero ignora que lucha; Escucho esa,ooz borra.das las palabras que, por entonce§, no eran mós
sus ewosoa no cuentan para él ni el maíz que en la tarde lo paia mí
hara claro.s
beEar el polw. que un poco de música sag.ada pam una pobre alma pindosa.
Se limita a sulhr como un hereie en la hoguera de sus plumas, Enriquillo, mi nombt'e como un diminutivo
Y es el cuemo §gante de 6u tristezs, intentaba eleusrse
que soph la negrum al caer al infiemo. inútilmente a los oídos del ángel que batía
sus olos mutiladns en la torre de la iglesia.
(El óngel anunciaba nuestro Juicio Final, lleuándose un pednzo
de h'ompetn.o los labios.
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PUESTA DE SOL CON DEDICATORIA MUCHACHAS
No he sida nadie, ! ests puesla de sol Ahoto todas tienen ueintc qños
:
si lo qu¡sieras lo dit'ía o g'ílos. J,:la uieja ti¡ti¡(le2 hace tle Celiit¡na, j, ]rarczco üen¡t.
Tanta belleza de La que tu ctcs de un largo Diqie con los ojos tt isles pero \¡o no eslo\,
algo así como un índice en los.Labios. es la codicio
la que me trac a tierros uírgenes o que lo fueron ayer, perseguido
por el corozón y su justicía ordinaria.
Ni el hipnotizad.or de tus ueinte años
que escrito está en la atena que soplamos Es el prelud.ío de una tortuosa uejez aficionada at Lago de los Cist\es.
ni tu piedra angllat': el constructot
ni en tu corte asediaba por el uiento Ahoru todas tienen ueínte años, sé de dónde sopla el aiento
que'l;tis huifa ¿aor.
granito 1 lo muerte lo aporla- Son almas, simplemente, frutos de la estación de la setpiente
ese
duende, pero con cara de poeta mí cómplíce: ambos sorteamos, a ta entrad.a det jardín,
lBeramente más escurridb o entre ls yerba una espada herrumbrosa,1' el árbol qué manero d.e
que los olros, ni parle dc tu historio. frutecer enh'e tanto
como sí este abdndono lo deuolu¡era a su trópico.
Hq, yo me siento el extranjero, descífro
Ellas caen como almos a lo presión d.e mi espítitu uendedor ambulante
otru mano en la palma de la mía,
del pecado original
Jucgo a pensar que por obru de magia
que lrw de otras islas la setpiente el espejo
coincídimos también en lo pasado.
la tentación de ue¡se en boca de la sombra
bajo la especie de palabrss que cod¡cíosamente habla[r de lo gue han
Pero eres continuamente otra:
oluid.ado en las prkiones. d.el amor.
una amenaza de cortar el hilo
de arena con que trato de l$arte
a un imposible reconocimiento,
El matrimonio y el aburrimíento
A fuci'za dc su ozul el mar de la larde y qué, hacen una pareja metafísica.
t' psto ciudod lanto bellezI en ctado
."r:biirrlot" El matrimonio es casi metafísico
uuo puesta dc sol con la punto de los labios
como un hueuo de mármol a la copa
Una muchacha que di¡ero mi cíelo pars una estatus sobrealimentada
aon sus recodos de una íntimidtd sofocantc.
desemboca por lógica en la ang$tia.
\l el mar que le cont)¡?rle en ensensda los senos'
hora d.e ólech'barse pasedndolo al azar. El mismo el mismo el mismo el mismo coito.
tÁi*litingoaot n"'las dos carus de un úidr¡o' Coitus intertuptus' Los que no soinos dignos de nínguno confianza
Calcinacíón,
sonos los hijos de esas soledades
o mi ioii y la tq)a el día en que me dices amet¡allaron el acuario:
el chaDoteo de un aPocal¡Psis
¿n ae peces fangosos fi'enétícamente oluidados
"oii de tropicalizar
""¿ot con la luz
en esta nocñe oscura del alma que se me conuierte en fango )' en
una tragedii de agallas,
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i';;¡l T.Y,
eomo lo5 Drimititos junto al tuego el rebü1o te arremans otomi2do
en to nocie de las cincumfu estrellor,, iunto a la teleüiliÓn en colore§.
De esa llana s6lo 8e foluart loe cuerpos'
En cad¿ hogg u¡u familia a ,ned,io ebborar claw sus oioe d.e üidrto
en el pequ*io homo crernatoria donde se abras,,t 10,6 ercñoi.
La antis¿ptica cais de Pürdora
d¿ b qu; brotan ofrucidas s l4 ?.*tincíón del deteo
metos obietol de conEumo
en tugs de signos, mücü dQ fábr¡N.
Hoibrcs ! muie¡a rducida por el showman a er Prirr?r, lnfancb
o.cianu ineestidos de inügnidd infüttil
iuegan en l4 ponfulb que ilestaca sus expresiones inestablas 'h
como hs de b coffls en el momento de atdet.
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