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Los primeros años de vida son los más cruciales en el desarrollo de la criatura, el niño comienza a establecer pautas
de aprendizaje, actitudes y cierto sentido de sí mismo como ser, lo cual da color a su vida entera. El arte puede
contribuir a este desarrollo. Este empieza mucho antes de que el niño haga la primera raya en un papel. Comienza
cuando sus sentidos tienen su primer contacto con el medio y él reacciona ante esas experiencias sensoriales.
Cualquier forma de percibir y de reaccionar frente al medio es una base para la producción de formas artísticas.
Su primer registro permanente toma por lo general la forma de un garabateo alrededor de los 18 meses de edad. El
primer trazo es muy importante en su desarrollo, es lo que lo conducirá no solamente a la pintura y el dibujo, sino
también a la palabra escrita. La forma en que estos sean recibidos influye en su desarrollo progresivo. La manera en
que se reciban estos primeros trazos y la atención que se les preste pueden ser la causa de que el niño desarrolle
actitudes que aun poseerá cuando comience su escolaridad formal.
GARABATEO DESORDENADO
Los primeros trazos generalmente no tienen sentido. Varían en longitud y dirección, aun cuando puede haber alguna
repetición a medida que mueve hacia adelante y atrás el trazo. A menudo, el niño mira hacia otro lado mientras los
ejecuta y continúa garabateando. La calidad de la línea varía con resultados accidentales. El tamaño de los
movimientos guarda relación con el tamaño del niño. Puesto que aún no han desarrollado un control muscular
preciso, solo pueden repetir los movimientos más amplios.
Los garabatos, tienen como base el desarrollo físico y psicológico del niño y no una intención de representar el medio
visual circundante. Él se siente fascinado por esa actividad y goza de sus garabatos como movimiento y registro de
una actividad kinestésica importante que tenga oportunidad de garabatear.
Mientras está en esta etapa, trazar un dibujo de algo real es inconcebible. La imposición de tales cosas está más allá
de la capacidad de un pequeño de este nivel y puede ser perjudicial para él. Es importante que sienta que en este
camino de comunicación es aceptado por los adultos.
Aún no está en condiciones que requieran control motor preciso de sus movimientos de garabateo, carecerá de
sentido requerirle control sobre otras actividades.
GARABATEO CONTROLADO
En algún momento descubrirá que hay una vinculación entre sus movimientos y los trazos que ejecuta en el papel,
aproximadamente a los 6 meses de comenzar a garabatear. Es importante y vital, el niño ha descubierto el control
visual sobre los trazos que ejecuta.
Su garabateo es entusiasta, puesto que la coordinación entre su desarrollo visual y motor es una conquista importante.
Estimula al niño y lo induce a variar sus movimientos. Ahora las líneas se pueden repetir. Serán casi el doble de
largos y algunas veces tratará de usar colores, le gusta llenar toda la página; antes tenía dificultades. Ensaya
variedades de métodos para sostener el lápiz o barra y a los 3 años ya se aproxima a la forma de tomar el lápiz que
tiene el adulto. Comprende lo que es tratar de copiar pero no se va a someter al modelo que se le dió, generalmente
sus trazos son impredecibles. Puede copiar un circulo pero no un cuadrado, sus garabatos son más elaborados pero
puede haber muy poca relación entre lo que dibuja y una representación visual de aquello a lo que refiere.
La velocidad (proporción) del desarrollo físico es muy rápida entre el año y los 3 años; van emergiendo las
preferencias manuales y se inicia la integración visual y motriz que se completa en la adolescencia.
Las intenciones del niño sin embargo no son otras que mover el lápiz y su goce proviene de la sensación kinestésica y
de su dominio. El papel del adulto es más importante ahora, el niño acudirá con su garabatos a él con entusiasmo para
hacerlo partícipe de ello, por lo que el dibujo no es importante sino la participación en sí.
MOTIVACION ARTISTICA
En las primeras etapas no es necesaria ninguna motivación, salvo la de proveer al niño de los materiales apropiados y
animarlo para que siga adelante con su actividad. La mayoría llenará con gusto dos o tres páginas con garabatos. No
hay que esperar que los más pequeños continúen esta tarea más de unos pocos minutos. Los de 3 años podrán llegar a
los 15. Mientras que el niño de 4, 20 o 30 minutos. No hay nada que pueda indicar que periodo de tiempo debe
dedicar un niño a expresarse en un papel. Nunca debe interferirse con el trabajo del niño que garabatea. Es él quien
decidirá cuándo se ha completado la obra.
Es importante establecer confianza mutua y a veces se hace imprescindible convertir la experiencia artística en una
actividad tentadora para animarlo para encare esta actividad y se decida a garabatear.(arcilla, otros medios de
expresión a medida que desarrolla confianza, como tiza de color, un nuevo lápiz).
Cuando el niño ha empezado a asignar nombres a sus garabatos, debe recibir estímulo, no hablamos que perfeccione
sus dibujos, no se diferencian de los primeros garabatos, pero si estimular su pensamiento imaginativo.
Es importante incluir muchos sentidos. Puede suceder que ignore todos los comentarios y se sienta satisfecho con la
relación entre sus garabatos y su pensamiento imaginativo.
Durante las primeras etapas no se necesita ninguna motivación, mientras que cualquier tópico que sugiera el niño
durante la última etapa es conveniente para su proceso mental.
Los niños creativos garabatean independientemente. Aquellos que hacen preguntas constantes son los que se dejan
influir fácilmente carecen de confianza en su capacidad creadora.
El garabateo es el comienzo de la expresión creadora.
MATERIALES ARTISTICOS
Debe ajustarse a las necesidades del niño. Los materiales durante esta época deben estimular la expresión espontanea
sin que su uso suponga dificultades técnicas, necesita practicar y experimentar sensaciones kinestésicas.
La acuarela es un medio pobre para esa edad al igual que, el lápiz común. Existen numerosos materiales que si se
adecuan a sus necesidades como la tiza blanca sobre el pizarrón, una barra tipo pastel, lápices de fibra, hojas de papel
blanco o color claro. Tempera o pintura para afiches con consistencia para que no se escurra por el papel. Es mejor
proporcionarle una superficie horizontal así reduce el riesgo que se corra la pintura y le permite trabajar en todos los
sectores de ella.
La arcilla en consistencia y tamaño apropiada también es un material excelente para esta edad, el manejo
tridimensional le permite manejar los dedos y músculos en forma diferente. Golpear, amasar, es una etapa paralela al
de garabateo desordenado, mientras que fabricar bolitas y fideos pertenece al controlado. En algún momento tomara
un trozo de arcilla y le asignara un nombre, esto es el mismo proceso mental bajo del garabato con nombre. Ha
cambiado aquí también el pensamiento kinestésico por el imaginativo.
Es de valor ofrecer que se familiaricen con el color y la textura por medio del collage.
El uso incorrecto de materiales puede obstaculizar aquel propósito de expresarse.
En algunas guarderías o jardines se planean actividades para que los niños realicen algún objeto especial. Tales, no
tienen valor alguno, pues estos trabajos en esta etapa solo ponen de manifiesto la inhabilidad para realizarlos ya que
esta fuera de su comprensión y capacidad. Cualquier nuevo material debe ser analizado para asegurarse de que puede
impulsar el desarrollo natural del niño.