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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL

FACULTAD DE PSICOLOGIA
SECCION DE POST-GRADO
ESPECIALIDAD TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL

Curso: Técnicas derivadas del Condicionamiento Clásico

Docente: Mg. Orlando Del Rosario Pacherres

DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA

Fundamentos teóricos
La DS tal y como fue propuesta y desarrollada por Wolpe está basada en los principios el
Condicionamiento clásico, de tal forma que la intensidad de una respuesta condicionada
(RC) (la ansiedad) podía ser reducida estableciendo una respuesta incompatible con la
ansiedad frente al estímulo condicionado (EC) (ej. una serpiente), es decir, la presentación
de un estímulo ansiogéno (EC) cuando no puede producirse la respuesta de ansiedad (RC)
facilitaría la ruptura de la asociación estímulo-ansiedad. Esta forma de revertir el
condicionamiento clásico fue denominada contra-condicionamiento por inhibición
recíproca. El concepto de inhibición recíproca procedía del concepto fisiológico de
Sherrington(1961) que establecía que no pueden darse dos estados fisiológicos
incompatibles (ej. relajación y ansiedad).
La idea básica de la Desensibilización Sistemática es que la respuesta de ansiedad o miedo
puede ser reducida o inhibida mediante la generación de una respuesta incompatible con
la ansiedad (inhibición recíproca) tradicionalmente la respuesta de relajación. La
relajación debe mantenerse a medida que se van presentando gradualmente en
imaginación estímulos de intensidad ansiógena creciente, y de esta forma se va
produciendo el debilitamiento de la conexión entre el estímulo y la respuesta de ansiedad
que provoca (contra-condicionamiento).
Procedimiento de aplicación
La aplicación de la Desensibilización Sistemática requiere de unos pasos iniciales
preparatorios antes de comenzar con las sesiones de desensibilización propiamente dichas.
Estos pasos son:
1. Elección de la respuesta incompatible con la ansiedad y posible entrenamiento.
2. Elaboración de una jerarquía de ansiedad
3. Valoración de la capacidad imaginativa y entrenamiento en imaginación si se requiere.

Estas tres actividades pueden llevarse a cabo en paralelo durante las primeras sesiones en
la consulta y deben estar dirigidas por el terapeuta. Es obvio que si el sujeto tiene un buen
entrenamiento previo en relajación y su capacidad imaginativa es excelente el trabajo
previo a las sesiones de desensibilización será únicamente la elaboración de la jerarquía
de ansiedad.

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1. Elección de la respuesta incompatible con la ansiedad
Aunque tradicionalmente la respuesta incompatible con la ansiedad utilizada en la
Desensibilización Sistemática ha sido la relajación, puede utilizarse cualquier otra
respuesta que resulte incompatible con la ansiedad (meditación, hipnosis, estados
emocionales positivos, auto-instrucciones asertivas, etc.). La clave es que se trate de una
respuesta que pueda ser utilizada de forma rápida y fácil mientras se están presentando
los estímulos evocadores de ansiedad.
Dentro las técnicas de relajación, quizá los procedimientos más utilizados en la aplicación
de la Desensibilización Sistemática sean los derivados del entrenamiento en Relajación
Progresiva de Jacobson (1929) (Bernstein y Borkovec, 1983; Labrador, 1998). Este tipo de
entrenamiento en relajación presenta la ventaja de tener una estructura muy
sistematizada que facilita su entrenamiento y aprendizaje, a la vez que induce con relativa
rapidez y facilidad un estado de distensión muscular que suele ser valorado muy
positivamente por los pacientes.
A pesar de las ventajas que conlleva un procedimiento como la relajación, no siempre es
posible utilizar esta respuesta incompatible. En algunas poblaciones como es el caso de los
niños, a quienes les puede resultar difícil mantener la atención, puede ser más apropiado
la utilización de imágenes emotivas para el afrontamiento de los miedos. Los creadores de
esta técnica fueron Lazarus y Abramovitz (1979). Su objetivo principal consiste en suscitar
un estado emocional diferente e incompatible con la ansiedad. Las imágenes emotivas son
sugeridas por el terapeuta durante la exposición a los estímulos fóbicos y su objetivo es
provocar respuestas emocionales incompatibles con la reacción de miedo. En nuestro país
Méndez (1986 y 1999) ha desarrollado el programa de escenificaciones emotivas a partir
de la técnica de Lazarus y Abramovitz. Este programa incluye, entre otros elementos, la
exposición gradual en vivo al estímulo temido a través del desarrollo, en forma de juego,
de la trama de una historia. El niño está inmerso en ese juego y el terapeuta le va pidiendo
que afronte situaciones relacionadas con su miedo. En otros casos el tipo de problema que
se aborda hace aconsejable la utilización de una respuesta incompatible que resulte más
ajustada. Por ejemplo, en algunos casos de disfunciones sexuales, como puede ser un
problema de miedo a la interacción sexual, la respuesta de excitación sexual es más
adecuada que la respuesta de relajación, y más coherente con la situación hacia la que se
pretende dirigir el acercamiento del individuo.
2. Elaboración de la jerarquía de estímulos
La presentación gradual del estímulo temido requiere la elaboración de una jerarquía de
exposición que ordene los pasos que se irán dando en el acercamiento y manejo del
estímulo o situación temida. Esta jerarquía contempla desde los pasos más fáciles, a los
más difíciles. Para la graduación de la intensidad de los ítems se utiliza una escala de
ansiedad subjetiva (SUD) de 1 a 10. Los ítems de la jerarquía deben ser concretos y
cercanos a la realidad del sujeto, por ejemplo, puede no tener sentido en una fobia a las
serpientes en un adolescente cuyo principal problema es que no puede ver películas en las
que salgan estos animales o ir al zoo con sus amigos, el elaborar un ítem que describa a
una serpiente anaconda saliendo del rio Amazonas y aproximándose al joven, cuando el
paciente no ha estado en la selva amazónica, ni en un sitio parecido, y quizá tampoco
piensa hacerlo.
La construcción de una jerarquía lleva cierto tiempo y no es frecuente que se complete en
una única sesión. Los pacientes pueden encontrar difícil decidir si una situación les genera
más o menos ansiedad que otra, y tampoco suelen estar familiarizados con la asignación

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de puntuaciones a las situaciones provocadoras de ansiedad. Es importante que la distancia
entre ítems no sea muy grande, si tenemos en cuenta que una jerarquía de ansiedad suele
tener entre 10 y 15 ítems, es aconsejable que no haya más de 10 unidades entre ellos; si
hubiese espacios mayores habría que tratar de generar un ítem intermedio. Es útil que la
jerarquía comience con un ítem neutro o muy débil, cuyo afrontamiento resulte muy fácil,
y que termine con el máximo de 10. Aunque estas pautas suelen ser útiles para la mayor
parte de los problemas, algunos casos debido a su complejidad pueden requerir jerarquías
más largas.
Es importante tener en cuenta que, aunque el terapeuta ayudará al paciente en la
elaboración de la jerarquía y en proveer detalles que permitan una imaginación más vívida
y real de cada situación, es el propio paciente quien debe establecer el orden y los detalles
que resulten relevantes. Por ejemplo, una paciente con fobia a las cucarachas indicaba
que si la cucaracha echaba a volar se producía una disminución importante de la ansiedad,
detalle que, en otros pacientes, o en el propio terapeuta, podría haber producido un
incremento de la ansiedad.
Entrenamiento en imaginación
Aunque la Desensibilización Sistemática puede desarrollarse en vivo, clásicamente la DS
es un procedimiento que implica la exposición del estímulo temido en imaginación. La
evaluación de la capacidad imaginativa del paciente es necesaria para poder detectar
posibles problemas en la capacidad imaginativa que pudiesen interferir con la aplicación
de la técnica. El objetivo es que, durante la presentación de los ítems en imaginación, el
individuo desarrolle una imagen mental lo más vívida posible, de tal forma, que exista
cierta similitud con la realidad, y que esta imagen tenga la capacidad de suscitar ansiedad.
Si el paciente carece de esta capacidad .
y la imaginación de las situaciones ansiógenas no genera ansiedad, deberá realizarse un
entrenamiento en imaginación y valorar si la capacidad imaginativa desarrollada por el
entrenamiento es adecuada para llevar a cabo la técnica de la Desensibilización
Sistemática.
El entrenamiento en imaginación consiste en imaginar escenas concretas, añadiendo todo
tipo de detalles. Por ejemplo, se pide al individuo que observe la habitación en la que está
y que después trate de reproducirla en su mente. El terapeuta ayudará al paciente en la
generación de un mayor número de particularidades, dándole indicaciones concretas de
detalles que debe imaginar (ej. observa el cuadro que hay en la pared a tu derecha, ¿eres
capaz de ver sus colores?). Poco a poco se van haciendo cambios en la escena imaginada
(ej. imaginar que está vestido de forma diferente, que el peinado ha cambiado, que ha
entrado una persona en la habitación, que la habitación está amueblada de forma
diferente, etc.). A medida que el paciente va teniendo mayor habilidad se realizan cambios
más complejos hasta lograr crear con la imaginación escenas muy diferentes y realistas.
El entrenamiento en imaginación comienza con escenas neutras, que no tienen que ver
con el problema de ansiedad, para una vez lograda una capacidad imaginativa adecuada,
valorar si los ítems de la jerarquía producen la ansiedad que se les ha asignado durante su
elaboración. Si durante la comprobación se observara que el nivel de ansiedad producido
no es el asignado previamente (bien por exceso o por defecto) habrá que introducir nuevos
ítems, o reasignar el orden, hasta lograr que cada uno de ellos tenga el valor deseado.
4. Proceso de la Desensibilización Sistemática propiamente dicho

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Como ya se ha indicado, una vez se ha producido el entrenamiento en relajación (u otra
respuesta), se ha elaborado la jerarquía de ansiedad y se cuenta con una capacidad
imaginativa adecuada, se comenzará con las sesiones de desensibilización. Antes de las
sesiones se acordará con el paciente la señal que debe hacer para indicar que está relajado
o que siente ansiedad ante la presentación de algún ítem, en general se trata de una señal
con alguno de los dedos de la mano.
La sesión de desensibilización comienza con el paciente reclinado en un sillón y
desarrollando la respuesta de relajación que ha sido entrenada. Se le indica que realice la
señal acordada cuando se encuentre en estado de relajación. En ese momento, estando el
paciente relajado, se presenta el primer ítem de la jerarquía y se le pide que lo imagine
con la mayor nitidez y autenticidad posible. Si ante la presentación del ítem el paciente
indicase la existencia de ansiedad (la ansiedad se evalúa mediante una escala de 1 a 10
“SUDS” y se considera que un valor mayor que 3 en USAs equivale a ansiedad), se le daría
la indicación de dejar de imaginar y volver a centrarse en la relajación.
En caso de que no se produzca ansiedad el ítem se mantendrá en la imaginación durante
unos 15 o 20 segundos, después de los cuales se le pedirá al individuo que vuelva a
centrarse unos segundos en la relajación (40 a 50 segundos son suficientes) y se volverá a
presentar el mismo ítem siguiendo las mismas pautas, si nuevamente no se produce
ansiedad se realizará una nueva pausa para centrarse nuevamente en la relajación y
después volver a presentar el ítem una tercera vez. Si no hay ninguna señal de la presencia
de ansiedad durante la exposición, el tiempo de exposición del ítem se va haciendo un
poco más largo en cada presentación (1ª: 15-20 s / 2ª: 25-30 s / 3ª: 35-50 s). Si hay
problemas de ansiedad el tiempo de presentación no se alargará hasta que la exposición
no se haya dado libre de ansiedad.
Es importante mantener siempre un tiempo de atención en la relajación no inferior a 40
segundos entre las exposiciones, pudiendo alargarse si aparecen señales de ansiedad. La
presentación consecutiva de un ítem tres veces sin que se produzca ansiedad, o que la que
se produzca no supere los 3 SUDs es el criterio de desensibilización de él, en este momento
es posible ya pasar al siguiente en la jerarquía. En general, en una sesión de
desensibilización suele dar tiempo a desensibilizar 3 o 4 ítems. Si durante la exposición de
un ítem se producen respuestas de ansiedad persistentes (se ha presentado ya cuatro veces
y no hay reducción de la ansiedad), se aconseja retroceder al ítem desensibilizado anterior
y terminar la DS para identificar el problema (ansiedad excesiva, dificultad en la
imaginación y/o en la relajación etc.). En algunos casos el terapeuta puede tratar de
generar un ítem intermedio, entre el actual que presenta problemas y el desensibilizado
inmediatamente antes. Si los problemas de ansiedad persistente se dan de forma frecuente
en otros ítems, será necesario revisar la jerarquía elaborada como resumen-guía de manejo
de la jerarquía de ansiedad durante las sesiones de desensibilización es útil tener en
cuenta las siguientes indicaciones:
 El ítem que se esté desensibilizando debe producir sólo respuestas de ansiedad leve
y manejable. Si el nivel de ansiedad experimentado es ligeramente inmanejable
durante la presentación, deberá retrocederse a un ítem anterior, o generar uno
nuevo.
 Seguir con la exposición con niveles de ansiedad por encima de lo recomendado
puede empeorar el miedo durante una Desensibilización Sistemática. Hay que
recordar que el tratamiento con DS requiere que la ansiedad experimentada
durante las presentaciones sea completamente manejable, esta es la forma de
proceder de la Desensibilización Sistemática.

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 Es importante no progresar en la jerarquía hasta que el ítem que se está exponiendo
esté completamente desensibilizado, para ello hay que mantenerse en el ítem
hasta que la ansiedad se haya eliminado completamente o sea muy leve.

Referencia:

Marta Isabel Díaz, Arabella Villalobos y Mª Ángeles Ruiz (2012). La Desensibilización


sistemática y técnicas de relajación pp.244-249. Tomado de: Ruiz, María
A., Díaz, Marta I., Villalobos Arabella(2012) Manual de Técnicas de
Intervención Cognitivo Conductuales.. Bilbao, España: Desclée De Brouwer.

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PRÁCTICA DIRIGIDA: JERARQUIZACIÓN

1. Jenny de 29 años tiene fobia a cruzar la avenida, para hacerlo, espera que se
junten un grupo de personas cruza muy pegada a ellos, no lo hace cuando el
grupo es de personas más jóvenes que ella o cuando todas son mujeres, se
siente más segura cuando son varones mayores y adultos.
2. Erika de 33 años tiene fobia al ascensor, refiere “nunca subiría sola tantos
pisos”, “no podría estar ni un minuto con el ascensor en movimiento, me da
mareos horribles”.
3. Tengo tanto miedo a los gatos que no me acercaría a ellos, no los puedo ni ver,
menos que se me acerquen.
4. Qué horrible son las heridas, de tan solo verlos siento que me falta el aire, si
las pequeñas no las soporto como será las grandes, por eso no voy a visitar a mi
padre que está internado en el hospital.
5. No puedo subir a los puentes peatonales, si lo haría tendría que agarrarme de
la baranda y tendría que estar acompañado de un adulto, de solo pensarlo, me
falta el aire y suspiro a cada rato.
6. Tengo mucho miedo a mi entrevista personal del próximo viernes, faltan 7 días
y me pone nervioso de solo pensar en ese día.

Situación SUD Situación SUD

Situación SUD Situación SUD

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Situación SUD Situación SUD

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