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SALA PLENA
Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Conflicto de competencias jurisdiccionales
Expediente:01478-2012-03-CCJ
Departamento:Tarija
I.1. Alegaciones del Juez Primero de Instrucción en lo Penal con asiento en Tarija
a)Conforme los arts. 117.I y 120.I de la Constitución Política del Estado (CPE) y 48 del
Código de Procedimiento Penal (CPP), en caso de duda debe primar la justicia
ordinaria sobre la militar.
b)De los arts. 26 de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (LOFA); 9, 10, 11 y 12
de la Ley de Organización Judicial Militar (LOJM) y art. 1 del Código Penal Militar
(CPM), para que se active la competencia de la jurisdicción militar no es suficiente que
el autor sea miembro de las fuerzas armadas, sino que es necesario: “…que su
conducta punible se exteriorice cumpliendo una de las misiones de la institución militar
que en lo principal por previsión del Art. 224 CPE, es conservar la seguridad,
estabilidad y soberanía del país…” (sic).
d)“…ni la víctima y menos los presuntos autores del hecho ilícito investigado, se
encontraban participando en defensa del estado, dentro de una gran guerra interna o
externa, téngase presente la misión constitucional de la Fuerzas Armadas…” (sic), y
que: “Los actos de servicio no están referidos a la formación académica o militar en
una institución castrense, sino al ejercicio de sus atribuciones y cumplimiento de sus
deberes, reconocidos por el ordenamiento jurídico nacional…” (sic).
e)“GROVER BETO POMA GUANTO era titular del bien jurídico denominado vida, el
cual por lógica es ajeno a los bienes jurídicos militares que están protegidos por el
CPM…” (sic).
Por Resolución 01/2012 de 21 de marzo, cursante de fs. 59 a 62, los miembros del
Tribunal Permanente de Justicia Militar resolvieron ratificar su competencia con los
siguientes argumentos:
1)La Constitución Política del Estado en sus arts. 116.I y 117.I y los arts. 4 y 5 del
Código Procesal Penal Militar (CPPM), garantizan el debido proceso, la defensa y una
justicia pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones, misma que respeta la
justicia militar.
2)La investigación que se adelanta refiere a los arts. 12 “culpa”, 202 “maltratos a
inferiores”, 203 “lesiones” y 204 “muerte” todos del Código Penal Militar, “…cuya pena
mayor prevista es de uno a diez años; sin embargo con relación a la imputación formal
por 'Lesión seguida de muerte' tipificado y sancionado en el Art. 273 del Código Penal
Ordinario, se tiene establecida la pena de tres a ocho años” (sic).
4)La substanciación del proceso se originó por Auto de procesamiento emitido por el
Comandante de la Tercera División de Ejército de Villa Montes, quien dispuso la
organización de un sumario informativo militar “….tomando conocimiento del caso en
la administración de justicia en el ámbito castrense bajo las tres limitaciones que abren
su jurisdicción y competencia, teniendo presente que los sujetos activo y pasivo son
militares, el hecho antijurídico fue producido dentro de dependencias militares, en
actos del servicio o en ocasión de él y que dichas conductas ilícitas se encuentran
tipificadas y sancionadas en el Código Penal Militar…”(sic).
I.2.Admisión
II. CONCLUSIONES
II.9.Por la nota T.P.J.M. CAM. “A” 156/12 de 2 de octubre de 2012, de Freddy Pasten
Álvarez en su calidad de Presidente del Tribunal Permanente de Justicia Militar
informó al Tribunal Constitucional Plurinacional que, “…se suspendió todo trámite del
proceso penal de referencia…” (fs. 223) y mediante memorial de 29 de octubre de
2012, manifestó que el proceso se encontraba en fase de debates (fs. 259 vta.).
Segundo. CONMINAR al Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas por intermedio del
Ministerio de Defensa, se adopten las medidas necesarias a efectos de erradicar las
prácticas que incidan en la vulneración de derechos y garantías constitucionales en las
diferentes reparticiones militares.
Por su parte, el art. 7 de la Norma Fundamental, reconoce que: “La soberanía reside
en el pueblo boliviano, se ejerce de forma directa y delegada. De ella emanan, por
delegación, las funciones y atribuciones de los órganos del poder público; es
inalienable e imprescriptible” (las negrillas nos pertenecen), y el art. 196.I de la misma
CPE, establece que: “El Tribunal Constitucional Plurinacional vela por la supremacía
de la Constitución, ejerce el control de constitucionalidad, y precautela el respeto y la
vigencia de los derechos, y las garantías constitucionales” (el resaltados es nuestro).
El art. 178.I de la CPE, precisa que: “La potestad de impartir justicia emana del pueblo
boliviano y se sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad
jurídica, publicidad, probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico, interculturalidad,
equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto a los
derechos” (negrillas añadidas).
A su vez, el art. 179.I de la Constitución, señala que: “La función judicial es única. La
jurisdicción ordinaria se ejerce por el Tribunal Supremo de Justicia, los tribunales
departamentales de justicia, los tribunales de sentencia y los jueces; la jurisdicción
agroambiental por el Tribunal y jueces agroambientales; la jurisdicción indígena
originaria campesina se ejerce por sus propias autoridades; existirán jurisdicciones
especializadas reguladas por la ley” (énfasis agregado), y el art. 179.III de la citada
Constitución, que: “La justicia constitucional se ejerce por el Tribunal Constitucional
Plurinacional”.
i)La soberanía es única y reside en el pueblo, de donde se tiene que toda autoridad,
incluyendo claro está a las autoridades judiciales, ejercen competencia emanada del
soberano.
iii)La Constitución Política del Estado, normativamente hablando se caracteriza por ser
suprema por lo que obliga a todas las autoridades, ciudadanas y ciudadanos.
Ahora bien, conforme el art. 202 de la CPE, se tiene que: “Son atribuciones del
Tribunal Constitucional Plurinacional, además de las establecidas en la Constitución y
la ley, conocer y resolver: (…) 2. Los conflictos de competencias y atribuciones entre
órganos del poder público. 3. Los conflictos de competencias entre el gobierno
plurinacional, las entidades territoriales autónomas y descentralizadas, y entre éstas,
(…) 11. Los conflictos de competencia entre la jurisdicción indígena originaria
campesina y la jurisdicción ordinaria y agroambiental…”; en este contexto, el art. 100
del Código Procesal Constitucional (CPCo), establece: “El Tribunal Constitucional
Plurinacional resolverá los conflictos de competencias entre las jurisdicciones Indígena
Originaria Campesina, Ordinaria y Agroambiental” sin hacer referencia a la jurisdicción
militar, pese a ello este Tribunal entiende que cuenta con la competencia suficiente
para resolver el conflicto de competencias suscitado entre la jurisdicción ordinaria y
militar ello en razón a que:
c)La interpretación de los arts. 202.11 de la CPE y 100 del CPCo, debe hacerse con
efecto útil, es decir, que una interpretación que impida conocer al Tribunal
Constitucional Plurinacional un conflicto de competencias entre jurisdicción ordinaria y
la jurisdicción penal militar podría provocar que dicho conflicto no se resuelva, lo que
provocaría el menoscabo y la vulneración del nom bis in ídem, el derecho de acceso a
la justicia, entre otros.
1)El sujeto activo militar, ello en razón a que el art. 143 de la CPE, que expresamente
prevé un cuerpo armado y profesionalizado para el cumplimiento de específicas
misiones militares (conductas de servicio o de función) cuya organización en general
se caracteriza en ser vertical y disciplinada, aspectos que provocan que la jurisdicción
penal militar alcance únicamente a militares en ejercicio de funciones. Entonces la
jurisdicción penal militar está vedada de juzgar a civiles (SC 1107/2003-R de 4 de
agosto, o la Sentencia del Caso Loayza Tamayo de 17 de septiembre de 1997 de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos).
2)El hecho militar, es decir, un hecho relacionado con el servicio o la función militar,
así el art. 244 de la CPE, orienta la conducta de los miembros de la fuerzas armadas
al establecer que: “Las Fuerzas Armadas tienen por misión fundamental defender y
conservar la independencia, seguridad y estabilidad del Estado, su honor y la
soberanía del país: asegurar el imperio de la Constitución, garantizar la estabilidad del
Gobierno legalmente constituido, y participar en el desarrollo integral del país”. En este
sentido para que se active la competencia de la jurisdicción penal militar no es
suficiente que el sujeto activo sea un efectivo militar activo; por ello, nadie podría decir
por ejemplo: que el robo a un banco por un militar activo conjuntamente a una banda
de delincuentes constituya un delito militar; ello porque la jurisdicción penal militar no
se constituye en un privilegio en razón a la persona, sino que busca preservar la
función y el servicio militar; es decir, es imprescindible que la conducta delictiva
busque el cumplimiento de los objetivos y fines constitucionales, por ello para este
Tribunal resulta claro que una conducta no puede caracterizarse o concebirse como
militar cuando:
2.1)Cuando el hecho delictivo fue planificado ab initio
2.3)En ningún caso las graves violaciones a derechos humanos constituidos en delitos
de lesa humanidad son competencia de la jurisdicción penal militar
A su vez, el art. 48 del CPP, plantea dos aspectos que deben ser analizados: la
concurrencia de la jurisdicción especial y ordinaria, y la conexitud de procesos prevista
en el art. 67 del CPP. En el primer caso, habrá concurrencia cuando tanto la
jurisdicción penal como la ordinaria, coincidentemente, tengan competencia para
conocer un mismo proceso penal; en el segundo, existirá conexitud de procesos,
cuando, de acuerdo al art. 67 del CPP 1) los hechos imputados hayan sido cometidos
simultáneamente por varias personas reunidas, o por varias personas en distintos
lugares o tiempos; 2) Cuando los hechos imputados sean cometidos para
proporcionarse los medios de cometer otros, o para facilitar la ejecución de éstos o
asegurar su impunidad y 3) Cuando los hechos imputados hayan sido cometidos
recíprocamente.
En ambos casos, sea por concurrencia o conexitud, la solución adoptada por el Código
de procedimiento penal, se decanta por la jurisdicción ordinaria…”.
Por otra parte en dicho análisis debe considerarse que si bien algunas leyes militares
se denominan como “orgánicas”, ello no implica que posean un valor normativo
superior a las leyes ordinarias como sucede con el Código de Procedimiento Penal,
que por su carácter temporal posterior a las normas penales adjetivas militares es de
preferente aplicación, así la SC 0738/2006-R de 26 de julio, refirió a la tramitación de
incidentes en la jurisdicción penal militar conforme el Código de Procedimiento Penal ó
las SSCC 1050/2006-R y 0519/2011-R, que admiten la apelación incidental contra
medidas cautelares en procesos penales militares y el carácter especial que poseen
refiere a su aplicación aspecto que debe analizarse en el caso concreto como se
efectuó en la SC 0664/2004-R y se realizará en el presente caso.
En este marco fáctico concordante con los hechos investigados por la Defensoría del
Pueblo (Conclusión II.11) se fundamenta la imputación porque se admitió la solicitud
de combate “situación a la que accede el instructor contra todas las normas y reglas
previstas en la materia, son tomar en cuenta la proporcionalidad que debía existir entre
ambos contrincantes, es decir estatura, peso y otros…” (fs. 31) “…pese al cansancio y
al estado crítico de salud de Grover Beto Poma Guanto el imputado García en ningún
momento toca la campana para detener el combate, transcurridos 10 segundos
aproximadamente Poma cae de rodillas y arroja los guantes, en señal de haber sido
vencido, mostrando su negativa a seguir combatiendo, instantes en los que el
instructor (Franz García), ordena que lo animen cuyo significado es que lo agredan
físicamente por haberse rendido al combate…” (sic).
Ahora bien, el Auto Interlocutorio 100/2011 de 12 de mayo, del Juez Primero de
Instrucción en lo Penal del departamento de Tarija, rechazó la excepción de
incompetencia porque: “Los actos de servicio no están referidos a la formación
académica o militar en una institución castrense, sino al ejercicio de sus atribuciones y
cumplimiento de sus deberes, reconocidos por el ordenamiento jurídico nacional,
GROVER BETO POMA GUANTO era titular del bien jurídico denominado vida, el cual
por lógica es ajeno a los bienes jurídicos militares que están protegidos por el CPM…”
(fs. 7 a 8 vta.) y el Auto de Vista 74/2011 de 3 de agosto, de la Sala Penal del Tribunal
Departamental de Justicia de Tarija que declara sin lugar la apelación con el
argumento de que: “…la función encomendada tendría que estar ligada a la misión de
las Fuerzas Armadas, ya sea la defensa o conservación de independencia del Estado,
la soberanía del país, la estabilidad del Gobierno u otra semejante…” (sic) (fs. 14 a 21
vta.).
Por otra parte y respecto al fondo del objeto procesal del presente conflicto de
competencias jurisdiccionales, debe recordarse que si bien la instrucción militar se
encuentra incluida en las actividades militares que preparan al cumplimiento de fines y
objetivos militares, dicha preparación debe efectuarse conforme a los valores,
derechos y principios constitucionales conforme se desarrolló en el Fundamento
Jurídico III.4 de esta Sentencia, en este sentido y en atención a lo explicado en el
Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional puede
excluirse una conducta de la jurisdicción penal militar cuando el entrenamiento
consistente en que el combate hubiese sido utilizado dolosamente por una o varias
personas para eliminar a otra persona [supuesto 2.1) del Fundamento Jurídico III.2],
cuando en el entrenamiento consistente en el combate se lo hubiese diseñado de
forma tal que se produzca un crimen internacional como la tortura [supuesto 2.3) del
Fundamento Jurídico III.2], o cuando el entrenamiento consistente en el combate
repentinamente se torna o desvía en su función convirtiéndose en un acto
delincuencial al margen del entrenamiento [supuesto 2.2) del Fundamento Jurídico
III.2] supuesto último que a criterio del Ministerio Público se presentaría en los hechos
que dan lugar a la muerte de Grover Beto Poma Guanto y que provoca que este
Tribunal declare la competencia de la jurisdicción ordinaria.
(…)
Tampoco encuentra la Corte que con ello se vulnere el principio de distinción -entre la
sociedad civil y los combatientes- a que se aludió en la misma Sentencia C- 255 de
1995 pues en el presente caso de lo que se trata no es de asimilar a los civiles con
dichos combatientes para someter a los civiles a una situación de aquellas que
precisamente prohíben los textos internacionales citados, sino que se trata
simplemente del otorgamiento a los miembros de la Fuerza Pública para efectos de la
Ley sub examine del carácter de víctimas.
Se trata pues más bien de una norma interna más garantista que las previstas en el
ordenamiento internacional”.
En este marco este Tribunal considera que la víctima y su familia tienen derecho al
debido proceso, entre ellos, al juez natural y como medida de reparación en el caso de
que efectivamente se verifique la violación de derechos humanos a la sanción de los
responsables y a la reparación integral.
POR TANTO
Se hace constar que la Magistrada Dra. Mirtha Camacho Quiroga, no interviene por
ser de voto disidente.