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DOMINGO 1 DE JULIO DE 2001 NO.

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¿Por qué denominar Tlacuache a este suplemento cultural que representará ricas. Es el jefe del mundo, el resistente a los golpes, el despedazado que
al Centro INAH Morelos a través de la pluralidad de sus voces académicas? resucita, el astuto que se enfrenta al poder de los dioses, el jefe de los ancianos
En estos agitados tiempos donde se desvanecen muchas de las certidumbres consejeros, el civilizador y benefactor, el abuelo respetable y sabio, el arroja-
de nuestra tardía, contradictoria, azarosa y agotada modernidad, asumir como do. Las imágenes que gravitan en los más plebeyos escenarios morelenses, no
símbolo al Tlacuache, escrito provocadoramente con mayúscula, tiene varios contradicen sus atributos, por el contrario refrendan el que sea astuto, ladrón,
sentidos, muchos más de los que podemos acotar en esta circunstanciada borracho, fiestero, parrandero y lascivo, pero sobre todo muy de acá, de lo
presentación editorial. No podría ser para menos, todo símbolo a diferencia nuestro, tanto que hasta bien ayuda a las parturientas.
del signo es portador de muchos sentidos explícitos y herméticos, coherentes El Suplemento Cultural El Tlacuache es un esfuerzo que se suma a
y contradictorios; es más, éste en particular, lo dejamos abierto a nuevas muchos otros, al del investigador o investigadora de las muchas discipli-
reelaboraciones y cargas de sentido. Una revisión histórica del simbólico tla- nas antropológicas, al restaurador, museógrafo, arquitecto, biólogo, abo-
cuache nos aportará algunas pruebas al respecto. gado que, aún con limitados recursos genera conocimientos, propuestas
El Tlacuache, suplemento, aspira contracorriente a convertirse en un y acciones culturales congruentes con la difusión y defensa del patrimo-
mirador cultural de lo local-mundo, un espacio de reflexión abierto a mu- nio cultural; al de custodio y el velador de zonas arqueológicas y mu-
chos tiempos e identidades principalmente regionales, un puente entre las seos, al del maestro quien enseña en aulas y en el campo la vitalidad y
tradiciones y los cambios culturales deseables y posibles. La fecundidad de riqueza de nuestra diversidad cultural pasada, presente y futura. En fin,
nuestras ideas y escritos hará honor a uno de los más apreciados atributos al de todos nuestros lectores empeñados en construir el México inclu-
de nuestro controversial símbolo. yente que todos merecemos.
El tlacuache, ahora con minúsculas, usado en la misma dirección que el La pluralidad es el signo distintivo de los tiempos actuales, la que se refleja
habla popular del castellano, es un término tendencialmente devaluado y en la diversidad de orientaciones y criterios que se exponen en esta publica-
nombra a por lo menos media docena de variantes de una peculiar especie ción con número de ahora en adelante. Todo esto con el fin de enriquecer el
de marsupiales. Estos viven a lo largo y ancho de todas las Américas, que conocimiento sobre nuestra cultura y alentar su valiosa participación en el
casi podríamos postularlo como un símbolo a la medida de la ALCA, por proceso histórico y cultural de nuestro país. Por ello, con orgullos para el
denso, contradictorio e impredecible. Recordemos que el mito más impor- pueblo de Morelos presentamos esta publicación que será producto del
tante del tlacuache, sumamente extendido y rico en variantes, es el que relata esfuerzo de muchos, y que aspira a ser esencial como prueba de la partici-
las proezas del marsupial como un prometeo americano. pación solidaria de quienes de alguna manera pretendemos contribuir al pro-
En fin, el tlacuache tiene complejas ligas con lo invisible y lo sagrado que se greso y desarrollo de Morelos, atendiendo a la continuidad y al cambio que
remonta siglos atrás, asociado a proezas míticas cumplidas en todas las Amé- demanda la identidad morelense.

Tlacuache: los animales como personajes del mito


◆ Alfredo López Austin ◆
El Dr. Alfredo López Austin es es- continua en la actualidad. El personal del Centro INAH Mo- entonces anterior a la existencia del
pecialista en la historia mesoamerica- A partir de seguir las andanzas del tla- relos escogió al tlacuache porque las mundo. Fue el tiempo-espacio en que
na, sobre todo en la cosmovisión de cuache, el Dr. López Austin presenta un aventuras de este personaje mítico, la- el mundo fue concebido, formado, or-
los antiguos pueblos. Entre los siste- ejemplo de este tipo de análisis. Cree- drón, borracho, parrandero y apesto- denado y puesto en marcha. Durante la
mas que conforman esta cosmovisión mos importante dar a co- so, aparecen a lo largo del deve- creación, las fuerzas proteicas se revol-
se encuentran la religión, el mito, la nocer el siguiente artí- nir mesoamericano, colonial vieron sobre sí mismas como agentes y
magia, entre otros. Pero de estos sis- culo que apareció y actual. Sus andanzas embriones de lo que serían las criatu-
temas solamente se han recuperado en la revista de engloban las disciplinas ras. Sus combinaciones llegaron así a
escasos fragmentos, por lo que diver- Arqueología presentes en el Cen- un punto culminante: el gran momento
sos investigadores, entre ellos el Dr. Mexicana, nú- tro INAH Mo- en que todo quedó integrado, perfila-
López Austin, proponen el estudio de mero 35 relos: arqueolo- do, terminado; el gran momento en que
las narrativas indígenas producidas gía, historia, todo adquirió su ser definitivo. A partir
desde la conquista española hasta antropología y de ese instante, el mundo, ya sólido,
nuestros días para obtener mas infor- las relaciona- alumbrado por la luz primigenia del Sol,
mación sobre la cosmovisión das con la inició su existencia.
mesoamericana. Por supuesto, en ese conservación ¿Cómo imaginar los procesos crea-
análisis el Dr. López Austin considera de nuestro tivos del tiempo mítico? El creyente los
que esas creencias, mitos y ritos, que (parte de un ensayo mayor titulado patrimonio histórico. GCA vislumbró como proezas extraordina-
hacen referencia a su origen mesoame- “Los mitos del tlacuache”, reedi- rias, como luchas entre las fuerzas for-
ricano, han sido transformados por las tado por la UNAM) porque En el tiempo-espacio del mito madoras, y éstas tomaron las figuras
condiciones de explotación y penetra- este suplemento lleva el de personajes –héroes y villanos de
ción ideológica de la colonia y que n o mbre de “El Tlacuache”. Para quien cree en el mito, hubo un allá- Sigue en la pág. IV
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II
Universo simbólico del Tlacuache:

¿Ladrón del fuego o héroe civilizador?


◆ Emiliano Melgar Tísoc ◆
Para Ana Correa, sus entornos y fortaleciendo sus vín- las creencias de nuestro antepasados, fuego para que el Sol y la Luna pudieran
ejemplo de vida culos comunitarios: la vida en un pue- los tlacuaches carecen de ella. El mun- hornear el venado y comérselo en bar-
blo, en un barrio, es también un retra- do natural devela entonces su armóni- bacoa. Desde entonces, el tlacuache no
Cambios vertiginosos como la Cara- to vivo de sí mismo, un retrato comu- co y divino simbolismo, cargado de tiene pelos en la punta de su cola.”
vana del Ejército Zapatista de Libera- nitario (Berger, 1979). energías positivas y negativas. Como podemos apreciar, el univer-
ción Nacional a la Ciudad de México y Por ello, emanadas del corazón de la Otra leyenda, con matices de mito so simbólico del tlacuache está inmer-
su presencia en la Tribuna del Congre- gran tradición mesoamericana, imáge- cosmogónico, llamada Tlakwatsin, de so en la larga tradición religiosa
so de la Unión se han dado en el actual nes, mitos y leyendas indígenas incor- José Antonio Flores Farfán, cuenta que: mesoamericana, por varios de sus ras-
contexto mundial del resurgimiento y poran a los animales cargados de sim- “En el principio existieron dos niños gos que comparten los campesinos de
presencia de los pueblos con trayecto- bolismo, combinando sentimientos de que eran ni más ni menos que el Sol y Mesoamérica. Así, al sentar bases fir-
rias históricas de larga duración (entre admiración y temor, beneficio y des- la Luna. Una viejita que pescaba en el mes para investigar, entender, revitali-
los que se encuentran los llamados in- trucción, al mismo tiempo. Sus fasci- río con ayate los encontró y al reco- zar, expandir y hacer una primera sín-
dios o indígenas del continente ameri- nantes historias llegan hasta nosotros que gerlos murmuró: tesis del ámbito mitológico en Meso-
cano). Es importante que personas e divierten y concientizan. Estos pueblos -Ahora ya tengo mis hijos- Y se ale- américa, Alfredo López Austin fue muy
instituciones reconozcan explícita y res- se supieron, y aún se saben, portado- gró mucho. certero en elegir al tlacuache como
petuosamente el gran cúmulo de sabe- res de un gran legado cultural. Fueron Los niños crecieron muy traviesos, y centro de su discurso en su famoso li-
res que pueden aportar los que aún son grandes artistas, cultivaron la música, llegó un buen día en que le pregunta- bro Los mitos del tlacuache, cami-
contemplados como objetos y no la escultura, la pintura y desde luego la ron a la viejita por sus padres. nos de la mitología mesoamerica-
como actores centrales de su experien- poesía, donde los mitos y leyendas -¿En dónde están nuestros papás? na. Dentro de esta misma tradición, el
cia. No hay que seguir el pésimo ejem- ocuparon un lugar fundamental. Por Queremos conocerlos. tlacuache es el robador del fuego;
plo que TV Azteca y sus prejuiciosos ejemplo, en el tepochcalli, los niños y La viejita les contestó. aquél que birla conocimiento a los dio-
reporteros hacen con respecto a los los adolescentes aztecas recibían una -El padre de ustedes no está aquí: ses para brindarlo a los seres huma-
usos y costumbres de los pueblos indí- educación orientada hacia la vida prác- vive en el monte. nos. Este marsupial, el único autócto-
genas; enjuiciándolos a priori y califi- tica y la guerra, pero también apren- Y entonces aprovechó para pregun- no americano, tiene también una cu-
cándolos de primitivos y hasta aberran- dían las virtudes cívicas y sociales a tarles si querían llevarle algo de co- riosa recurrencia a la aparente -o real-
tes como algo inconcebible en los ini- través de los mitos, las leyendas y los mer, y así lo podrían conocer. Ellos le resurrección. Como imagen y alego-
cios del siglo XXI. cuentos, que subrayaban las virtudes contestaron. ría, el tlacuache es entonces rima o
Estos renovados procesos de identi- de honor, dignidad, amor a la tierra y -Sí, vamos a ir, porque realmente lo pariente de Prometeo, el titán enca-
dad entre los pueblos de indios u origi- al pueblo, constancia y fidelidad, pero queremos conocer. denado por sustraer el fuego y mos-
narios, y de los países que los alojan, también lo reprobable, lo nefasto, lo Y la ancianita preparó la comida, y trarlo al hombre y que en su tortura
están impulsando un proceso contrario desconocido y lo temido. les indicó a qué lugar la llevarían. Y en- regenera su hígado todas las noches
-la diversificación y atomización nacio- “De cómo un tlacuache perdió su tonces fueron a llevarla, pero por más después de que le ha sido devorado
nal- que requiere urgentemente solu- colita” es una leyenda mazateca reco- que buscaron, no encontraron a su pa- por tremenda ave de rapiña. La ima-
ción, como la revisión de las relaciones pilada por Mario Iván Martínez que dre, sino a un venado. Y se dijeron: gen funciona, porque hoy día hay evi-
interculturales ante las cuales la idea de nos lleva a conocer una de las más di- -Este venado no puede ser nuestro dencia de que la tradición indígena, al
la desigual difusión cultural deberá sus- vertidas e ingeniosas leyendas del padre. igual que el astuto ladrón del fuego,
tituirse por la de un intercambio equita- México prehispánico. Cuenta esta his- Inmediatamente mataron al venado, transmuta y permanece, establece y
tivo, vinculación y expansión de todos toria cómo los antiguos pobladores y lo cargaron llevándolo hacia un gran renueva su tejido ideológico en prác-
aquellos saberes y manifestaciones cul- estaban deseosos de atrapar al fuego. cerro donde sabían que había una he- ticamente todos los ámbitos de la vida
turales locales y regionales. Un verda- El tlacuache les expresa su capacidad chicera, que custodiaba el fuego de humana donde tiene vigencia. Como
dero esfuerzo por acercar a los crea- para hacerlo, así que este vivaz ani- todo el mundo. tlacuache, el saber ancestral -pese a
dores indígenas y sus simpatizantes con malito parte en búsqueda del Dios de Y cuando los niños llegaron donde es- sufrir transformaciones interminables-
el público en general o sociedad civil las eternas llamaradas. En su camino taba la hechicera, le pidieron fuego para resucita aquí o allá, variando los ras-
deberá estar encaminado a convertir- tropieza con innumerables aventuras en cocinar una barbacoa de venado. gos de sus personajes, adaptándolos
los y hacerlos un solo sujeto diverso e las que aprendemos cómo el ocelote Pero la mujer no quiso darles o asimilándose con otras tradiciones
interactuante. Esto fortalecerá la gene- consiguió sus pintitas y cómo el sapo nada, porque pensaba que iban a y no obstante conserva elementos que
ración, desarrollo y fuerza del saber y consiguió traer la lluvia a la gran Cuen- quemar el monte. permiten conocer y reconocer su pa-
su reflexión comunitaria, y como tal, la ca de México con la ayuda de sus hi- Y entonces, los niños le pidieron al sado y trayectoria.
creatividad social; lo que podría ser jos. Una vez que el osado tlacuache tlacuache que él fuera con la hechicera, Resucitar al tlacuache que desde dis-
el primer eslabón de un proyecto llega con el Dios del Fuego y logra a conseguir el fuego que el Sol y la Luna tintos rincones revive y transmuta es -
mucho más amplio que haga florecer hacerse su amigo, el animalito roba un (esos niños) anhelaban. Y el tlacuache valga la redundancia- darle vida a la
sabiduría desde diversos rincones. carbón incandescente de la perenne se metió al río y de inmediato, todavía vida. Para John Berger, el crimen más
Este deberá ser uno de los objetivos fogata de la deidad. El tlacuache co- mojado, se presentó con la hechicera. grande del poder es “el crimen de ne-
a seguir en El Tlacuache, nuevo su- rre de regreso con el pueblo azteca Humildemente, titiritando, le dijo: - gar a la gente su identidad. El crimen
plemento cultural de La Jornada de con el carbón enredado a su cola y Madrecita, tengo frío. Hazme un lu- de empujar a un pueblo a sojuzgarse a
Morelos; el cual esperamos se cum- llega triunfante a cumplir su cometido, garcito junto a tu lumbre para calen- sí mismo mediante los criterios de sus
pla día a día, número con número. a pesar de que debido a la quemazón tarme. Y la hechicera le creyó. Y el opresores” (Berger, 1972, p. 226).
En esta ocasión, aprovechando a que le produjo el ardiente carbón, pier- tlacuache aprovechó un descuido y me-
este gracioso animalito, el tlacuache de su cola. Por esto, de acuerdo con tió la cola en la lumbre. Así obtuvo el Bibliografía
(llamado también tlacuace, tlakwat- Berger, John, Pig Earth. Writers and Readers,
sin, tlacuatzin, tacuazin, etc.), “el Londres, 1979.
comeloncito”, queremos señalar algu- Berger, John, G. A novel, Vintage Books, Nue-
nas de las funciones sociales y simbó- va York, 1972.
licas que desempeñaba. Para los indí- De cómo el Tlacuache perdió su colita, leyenda
genas, la tradición oral, las historias mazateca recopilada por Mario Iván Martínez,
plasmadas en sus vestidos y otros tex- Cuentos del México Antiguo/Museo de la SHCP,
tiles, las decoraciones y motivos de su Antiguo Palacio del Arzobispado, Centro Históri-
cerámica, la fiesta como espacio de co de la Ciudad de México, 6 de mayo, 13:30 pm.
encuentro e incluso sus esfuerzos de El Tlacuache. Tlakwatsin, versión de José Anto-
organización de todo orden, el teatro, nio Flores Farfán, Ediciones Corunda/CIESAS, 1993.
la danza y la música en estos espa- López Austin, Alfredo, Los mitos del tlacua-
cios, siguen siendo herramientas útiles che, caminos de la mitología mesoamericana,
para el ejercicio del conocimiento en Alianza Editorial Mexicana, México, 1990.
DOMINGO 1 DE JULIO DE 2001
III

Algo... acerca del Tlacuache


◆ Lizandra Salazar Goroztieta ◆
En este artículo abordaremos aspec- cinco dedos que están provistos de Tradicionalmente a través del tiem- radas
tos biológicos y usos sobre una espe- garras, a excepción del dedo pulgar po estos usos se han ido transmitien- para la
cie de animal que ha sido muy impor- de la pata posterior que no tiene uña do oralmente de generación en gene- germina-
tante en nuestra cultura ya que esta re- y es oponible a los demás. ración, actualmente es utilizado por ción.
presentado en códices, vasijas, incen- Esta especie cambia el pelaje varias las parteras tradicionales del estado Por to-
sarios y en otros elementos prehispá- veces al año por lo que se presenta de Morelos, ellas utilizan el cocimien- das las ca-
nicos; es un ser mitológico ya que exis- una variación en la coloración de los to de la cola de tlacuache sola o mez- racterísticas y
ten leyendas y mitos sobre el Tlacua- animales; de febrero a octubre el pelo clada con otras hierbas, la infusión se virtudes que
che, los cuales serán mencionados por es más largo, menos abundante y pre- le da a tomar a la parturienta para ya se men-
los expertos en el tema. sentan una coloración más obscura que acelerar el parto. Para evitar proble- cionaron so-
El TLACUACHE es un animal de la de noviembre a enero. mas la cantidad y la dosis deben ser bre este es-
origen mexicano, también se le cono- Su forma de alimentación es ovnívo- exactasy sólo las parteras saben pecial ma-
ce como “zarigüeya” por los indígenas ra, comen frutas, aves, insectos, can- como utilizarla adecuadamente. mífero vale la pena conservarlo y evitar
guaraníes en Sudamérica o como grejos, caracoles y anfibios. En algunas poblaciones forma parte agredirlos, lastimarlos o matarlos en el
“oposum” en los Estados Unidos de En relación a su reproducción la hem- de la alimentación de los habitantes campo o en las carreteras. Los invito a
Norte América. Ha sido un animal de bra generalmente tiene 13 pezones pero quienes se dedican a cazar a los tla- cuidar nuestra fauna y flora que son par-
gran importancia desde la época pre- puede llegar a tener hasta 17 dentro del cuaches con la finalidad de preparar- te de nuestro entorno en el que vivimos.
hispánica como lo citan algunas fuen- marsupio; tiene dos periodos de repro- los en algún guisado para comérselo.
tes históricas del siglo XVI, su nom- ducción uno al final del invierno y otro a Otro uso es el curtido de la piel para BIBLIOGRAFÍA:
bre nahuatl es TLACUATZIN como principios del verano con un periodo la elaboración de bolsas, monederos, 1. Alvarez, C. 1996. “Los Mamíferos del es-
lo refiere Hernández y Sahagún. de gestación de 11 a 13 días, nacen las zapatos y otros adornos. tado de Morelos”. Centro de Investigaciones Bio-
Se encuentra ampliamente distribuido crías en un estado de desarrollo muy A pesar de que es un animal no lógicas del Noreste, S.C. 211 pp.
por el continente Americano desde el prematuro por lo que continúan su cre- muy agradable para la gente, por el 2. Hernández, Francisco. 1959. “Historia Na-
este de los Estados Unidos hasta Cen- cimiento en el marsupio de la madre por aspecto semejante a una rata, cum- tural de Nueva España”. Volumen II. Universi-
troamérica, se desarrolla en casi toda la un tiempo de dos meses, el promedio plen con un papel muy importante en dad Nacional de México. Pág. 298 y 299.
república mexicana, en Morelos se en- de crías por camada es de 13. los ecosistemas, una de las funcio- 3. Nowak, R. y J. Paradiso,1983. “Walker’s
cuentra en todos los ecosistemas. Lo típico de esta especie es que nes que tienen es que sirven como Mamals of the World” 4ta. Edición. The Johns
En su clasificación zoológica recibe los animales son muy astutos, cuan- dispersores de las semillas en el pe- Hopkins University Press. Baltimore and Lon-
el nombre científico de Didelphis vir- do son lastimados o están en peligro laje y también cuando se comen los don. 568 pp.
giniana pertenece a la familia DI- fingen estar muertos para morder- frutos ya que al defecar sacan las se- 4. Ortíz, V. 2000. “Fauna Parasitaria en Didel-
DELPHIDAE, es una especies de los o escapar de sus apreesores. Son millas que en muchas ocasiones al phis virginiana (Marsupiala: Didelphidae) y su
mamífero del tipo de los marsupiales. animales de vida nocturna y solita- pasar por el tracto digestivo de los Importancia Zoonotica en el Oeste del estado de
Son animales de talla mediana, robus- ria, pasan la mayor parte del día dur- animales estas, están listas o prepa- Morelos”. Tesis de Maestría.
tos y de cuerpo relativamente pesa- miendo en su madriguera y salen por
do, orejas grandes de color negro, del las noches a cazar; trepan a los árbo-
80 al 90% de su cuerpo es el tamaño les con mucha agilidad; son depreda-
de su cola larga, presenta pelaje de dores de gallinas y de huevos de aves
color gris negruzco, la cola es desnu- de corral; presentan una alta capaci-
da, sólo en la base presenta pelo y en dad de adaptación en zonas rurales,
las patas traseras, una característica suburbanas e inclusive urbanas.
especifica es que las patas presentan En ambientes naturales la fauna sil-
vestre especialmente el tlacua-
che juegan un papel muy im-
portante como reservorío de
parásitos convirtiéndolos en
portadores de enfermedades
parasitarias.
Se le atribuyen principalmente
tres usos: el Medicinal, el Alimen-
ticio y el Industrial (peletería).
Los usos medicinales que se
le atribuyen son desde tiempos
muy remotos, Hernández en los
libros de Historia Natural de
Nueva España, describe los
usos del Tlacuatzin y cita lo si-
guiente: “La cola de este animal
es un medicamento excelente,
pues molida en dosis de una dra-
cma y tomada a veces con agua
sin haber ingerido antes ningún
alimento, limpia admirablemen-
te el ducto de la orina, provo-
cándola y arrastrando con ella
las piedrecillas y todo lo que
obstruye su conducto, excita la
actividad genésica, produce le-
che, cura las fracturas, los cóli-
cos, acelera el parto, atrae las
reglas, ablanda el vientre, y ma-
chacada y aplicada extrae las
espinas que se han clavado en
la carne; y quizá no hay medi-
camento más eficaz para pro-
ducir todos estos efectos”.
DOMINGO 1 DE JULIO DE 2001
IV
división de los personajes zoomorfos fuerte y feroz, el frío, lo primigenio e tumbres, la sublimación del latrocinio.
Tlacuache... en los mitos. Tienen, al menos, dos fun- inculto, etc. Es un símbolo poderoso, No se encontró en el resto de los se-
Viene de la página I ciones en los relatos de formación de como lo son la serpiente, el zopilote, res mundanos otro capaz de manifes-
aquellas aventuras- que entregaron su las criaturas. Por un lado está el papel el conejo, el águila, el mono, el colibrí, tar con mayor claridad y fuerza que su
ser para dar origen a las criaturas del que señalan los antropólogos citados: el cocodrilo, el perro... y el tlacuacle. esencia contenía la cualidad de ladrón.
mundo. Son personajes muy variados el de símbolos poderosos; por otro, Entre los múltiples mitos de los que es Fue una atribución paralela a la del león
y de hazañas muy diversas. Un sacer- los personajes animales son en muchos protagonista el tlacuache destaca, sin duda, en otras partes del planeta, animal con-
dote, por ejemplo, quebrantó su abs- mitos los generadores de sus propias el del robo del fuego, y abundan las versio- siderado como rey de la selva.
tinencia; en castigo fue decapitado y especies. No es extraño que el ser di- nes de sus heroicas aventuras. Sintetizan- La designación no fue asunto simple.
adquirió la forma de alacrán, dando vino que dio origen a las codornices do algunas de dichas versiones, puede na- El caso se nos presenta como un trián-
así origen a los alacranes del mundo. sea presentado en el relato como “hom- rrarse que se comisionó sucesivamente a gulo en cuyos vértices se encuentran:
En otro relato, una santa fue enviada bre-codorniz”, y que el que entregó su varios animales para que trajeran a la su- a) un conglomerado de cualidades que
del cielo para investigar quién osaba ser para formas a las hormigas arrieras perficie de la tierra el primer fuego. Los se atribuyen a una entidad de sustancia
asar y quemar los peces que habían sea llamado “hombre-hormiga arriera”. comisionados fracasaron, y hubo que re- divina, conjunto que es representable en
quedado varados y muertos en el lodo El llamarlos “hombre” permite descu- currir al tlacuache. El pequeño marsupial un personaje mítico... o en un dios;
al retirarse las aguas del diluvio. Ten- brir su carácter personalizado: son se- se trasladó al más allá, hasta el sitio en que b) un animal que responde a dicho
tado su apetito, probó la vianda pro- res pensantes y hablantes. un poderoso personaje, el dueño del fue- conglomerado con sus atributos ana-
hibida. Como castigo, se transformó y Por lo regular los personajes zoomor- go, disfrutaba de un beneficio que no com- tómicos, fisiológicos y etológicos, y
quedó desde entonces condenada a fos que dan origen a su especie animal partía con los seres del mundo. El tlacua- c) un personaje producto de la con-
permanecer en el mundo con un cuer- poseen en el mito casi todos los atributos che se acercó con engaños a la fogata, tomó fluencia de los dos puntos anteriores.
po torpe de gula, a devorar inmundi- que tendrán sus criaturas. Es frecuente que subrepticiamente una brasa, y huyo con Lo cierto es que no se puede hacer un
cias y a llevar el nombre de zopilote. en el momento final de la aventura ad- producto de su robo. El dueño del fuego sencillo trazo unidireccional para unir los
Con ella, y a partir de entonces, exis- quieran la última de las características dis- lo persiguió durante buena parte del cami- tres vértices. No podemos imaginar que
tieron los zopilotes. tintivas, algo así como la última pincelada no; pero el héroe pudo llegar victorioso a un mitopoeta pensó en el latrocinio y en
En esta forma el creyente busca la que el pintor da a un cuadro. El conejo, la superficie de la tierra y entregó el fuego a otras cualidades abstractas, observó la
razón de ser de las cualidades de por ejemplo, poseía hermosos cuernos los mortales. En algunas versiones la llega- naturaleza de los tlacuaches, se inspiró y
cada uno de los seres mundanos. en forma de ramas; pero se los prestó al da fue tan accidentada que el tlacuache creó un simpático personaje ladrón con
Explica su naturaleza imaginando en ciervo, el cual, con engaños se quedo con murió o quedó partido en pedazos; pero características tlacuachescas. El proceso
ellos esencias inmutables que se ellos hasta el momento final de la crea- tuvo poder para resucitar o para recom- fue mucho más complicado: a lo largo de
transmiten en las clases y en las es- ción. Como consecuencia los conejos no ponerse. En otras, el fuego fue en su origen siglos (y tal vez milenios) fue integrándose
pecies, y que son imperecederas a poseen cuernos, mientras que los ciervos un elemento tan terrible que hubo que re- un complejo mítico en el cual las cualida-
pesar de la desaparición de los indi- tienen la cabeza adornada. ducirlo con la leche de la Madre Tierra. En des se fueron conglomerando, al tiempo
viduos. Al considerar inmutables e que se iban observando –y construyen-
imperecederas cada una de estas do- los atributos del animal; dichos atri-
esencias, el creyente les atribuye butos se entremezclaron con los adjudi-
carácter divino y explica su presen- cados a otros seres (entre ellos seres di-
cia en el mundo imaginando un pro- vinos); se cristalizaron múltiples creencias
ceso en el cual muchos dioses (fuer- acerca del aquí-ahora y del allá-enton-
zas formadoras personalizadas) otor- ces, y se formalizaron muchos relatos so-
garon sus propias características a bre cómo las fuerzas en rejuego confor-
las criaturas. Más aún, los dioses maron el mundo. Total, que entre los di-
dieron su propio ser, y quedaron pri- ferentes ángulos del complejo hubo un ir
sioneros, como esencias, dentro de y venir de observaciones, inspiraciones,
los seres mundanos. Dichos dioses, suposiciones y prejuicios, y la lógica del
con sus propios rostros o ataviados mito construyó no sólo las aventuras for-
como actores de las aventuras, son madoras, sino la figura del personaje, su
los personajes de los mitos. La santa parentesco con otros seres míticos y la
enviada del cielo que abandonó su concepción de un animal como red de
deber de mensajera es para el cre- Los animales como símbolos las versiones en que el animalito porta el descubrimientos e imputaciones.
yente, ni más ni menos, una esencia, poderosos fuego con la cola, ésta le queda para siem- Así se crearon simultáneamente aven-
la zopilotez del mundo, que, como pre pelada y chamuscada; en las que se tura, personaje e imagen del animal
heroína, completó en la aventura su Cuando el creyente busca en el mundo dice que lo ocultó en el vientre, se le formó mundano. En su equiparación con per-
carácter de golosa carroñera. las explicaciones que le permita operar como consecuencia el marsupio en que sonajes divinos, el humilde tlacuache
eficazmente, ordena la diversidad global carga a sus crías. quedó extrañamente emparentado con
Los seres zoomorfos de las en casilleros de afinidades. Sus criterios Muchas más fueron sus proezas: Quetzalcóatl (con el dios y con su en-
aventuras divinas de clasificación son innumerables: por un robó el pulque y el tabaco, inventó el carnación, el sacerdote legendario), y
lado las cosas luminosidad, por otro las nombre de los días, determinó que el en sus correrías por milpas, trojes, bos-
Una buena cantidad de personajes míti- esféricas, y por otro más las ligeras; aquí gran río tuviera curvas, gobernó a los ques y gallineros se creyó entender tan-
cos tienen formas animales. Esto ha lla- los seres en que se percibe envidia, allá demás animales antes de la creación... tos misterios, que su ser natural se ha
mado la atención de los antropólogos. los medrosos, y más allá los humildes; lo en fin, que el tlacuache es uno de los enaltecido. Sí, porque nuestra obser-
Algunos de los más distinguidos –Boas, que crece se separa de los estático, lo personas más activos y polifacéticos vación de la naturaleza, aun la más de-
Radcliffe-Brown y Lévi-Strauss, entre frío de lo caliente, lo mayor de lo menor, del tiempo primigenio. purada, siempre se encuentra mediada
otros- han demostrado en tesis que pre- lo masculino de lo femenino. Las cuali- por preconcepciones que son fruto de
sentan notables diferencias, el carácter dades son atribuidas a las esencias ad- Cómo se crea un personaje nuestra cultura. La realidad no se en-
de prototipos clasificadores del mundo quiridas por los seres mundanos en el cuentra ni totalmente en nuestra mente
que tienen las especies animales. De tiempo de la creación, y su explicación ¿Qué se vio en el tlacuache para con- ni totalmente en el exterior. Ni la inven-
acuerdo con estas propuestas, los ani- se percibe en la aventura mítica. ¿A quién vertirlo en personaje mítico? El tlacua- tamos ni la observamos: la construimos.
males –junto con los astros y las plan- convertir en personaje? A quien mues- che encarnó, por sus conspicuas cos- Fuente: Arqueología Mexicana, no. 35
tas- sirven como sintetizadores de las tre en su ser, en forma más patente, las
propiedades de muchos otros seres, cualidades clasificatorias.
pues poseen una gran potencialidad sim- Obviamente, no todos los símbolos
bólica. Por ello los animales, los astros y animales tienen el mismo poder. La tuza
las plantas no sólo sirven como ordena- intervendrá en los mitos royendo raí- Consejo Editorial: Teresita Loera Cabeza de Vaca, Lorenza del Río de Icaza, Ricardo
dores de los demás seres, sino que sus ces y bejucos; el pájaro carpintero será Melgar, Lizandra Patricia Salazar, Barbara Kconiezna
propiedades, tanto las reales como las el que rompa los cuerpos más duros Coordinación: Patricia Suárez Ortega
que les son atribuidas, explican las leyes para liberar tesoros ocultos; la hormi-
aplicables a la naturaleza y a la sociedad ga será la cargadora de las riquezas, Formación: Sandra S. Acevedo Martínez
en cosmovisiones que equiparan el or- pero no mucho más. En cambio, el ja- cimor@prodigy.com.mx
den social con el orden natural. guar representará la oscuridad y la Calle Jalisco No 4, Las Palmas Tels/fax. 3-18 39 08 y 318 39 16
Es pertinente, sin embargo, hacer una noche, el agua y la lluvia, lo terrible,

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